La ética profesional es el conjunto de normas de carácter ético aplicadas en el desarrollo de

una actividad laboral. La ética se aplica en la abogacía para trazar normas, principios y valores
moralmente aceptados como guías de conducta del profesional del derecho, por lo que el
abogado debe cultivar sus virtudes profesionales y formación integral mediante el estudio y el
seguimiento de las normas morales.

En cuanto al cliente, el abogado tiene un compromiso especial con este, por lo que debe
actuar con responsabilidad y diligencia. En términos generales por ejemplo, debe estar atento
a los plazos legales respecto de los actos del procedimiento, y a su vez, comprometerse a
poner todo su esmero, su saber y habilidad para realizar una defensa útil.

Entonces, en términos generales, el código de ética profesional del abogado, no hace mas que
determinar como el abogado debe proceder ante determinadas situaciones fácticas, que es lo
que debe hacer, como debe comportarse, como actuar, y como desarrollar una labor
profesional útil, que se apegue en sencillas palabras, a las actuaciones que se entienden como
moralmente aceptadas en el ámbito del desarrollo de la profesión del abogado. Sin embargo,
esto no son solo mas que principios que guían a desarrollar una adecuada labor profesional,
pero que en la practica muchas no se le toma consideración o se le hace caso omiso.

En virtud de lo anterior, nos damos cuenta que este código, no hace mas que enumerar
principios, valores, reglas generales de actuaciones ante determinadas situaciones; es mas, al
leer el índice del código, no damos cuenta que en un primer momento tenemos los principios y
reglas generales, de la relación del abogado con el cliente, conflictos de funciones e intereses,
conducta debida del abogado ante actuaciones procesales, deberes en la relación profesional
entre abogados y terceros, y las reglas relativas a cargos especiales. A simple vista se nota que
el código expresa todo lo que un código de ética mas menos debería contener, pero si uno va
mas alla de los que esta expresamente positivisado, y entra a reflexionar lo que sucedería ante
situaciones adversas a las ideales reflejadas en el código, ¿Qué es lo que sucedería?; porque
como bien se sabe durante el estudio de la carrera de derecho, el abogado siempre debe
situarse en el peor de los casos, es decir, anteponerse a la peor situación que pudiera llegar a
ocurrir, y es entonces asi como uno llega a la pregunta anteriormente expresada, la cual es una
primera critica, que por lo menos desde mi punto de vista, le podría llegar a generar al código
de ética, puesto que, es correcto que se encuentren expresadas normas que regulen la
actuación ética de un profesional al momento de ejercer su profesión, pero, y si el profesional
no ejerce la profesión de manera ética, ¿cual es la sanción que acarrearía ejercer la profesión
de esta manera?.

Es por esto, que la fuente de esta critica se basa en situarse, no en lo ideal que expresa el
código (ya que es lo mas simple), sino en lo que sucedería al encontrarse en la situación
adversa, es decir, encontrarse ante un profesional desde el punto de vista de un cliente, el cual
no ejerza su profesión de manera ética, o que la ejerce de una manera, la cual genera un
perjuicio, un desmedro a su pretensión, la perdida de una oportunidad, o algún otra situación
que sea producto del actuar poco ético del abogado, o careciente de toda ética profesional,
que inclusive pudiere llegar a producir un daño irreparable a su cliente.
Analizando el código de ética profesional del abogado, me doy cuenta de que este no
contempla ningún tipo de sanción hacia el mal desempeño de la profesión, desde el punto de
vista ético claramente. Es más, el código solo establece en simples palabras y resumiendo
quizás de manera extremadamente reducida, como debe y no debe actuar un abogado, pero el
código nunca se sitúa en las repercusiones que pudiere llegar a tener el actuar poco ético del
profesional, por ejemplo, situándose en un caso contrario a lo que expresa el siguiente artículo
que cito:

“Artículo 47. Duración indefinida. El deber de confidencialidad no se extingue por el término

de la relación profesional, la muerte del cliente, ni el transcurso del tiempo.”

Este articulo contempla el deber de guardar silencio por parte del abogado respecto de lo que
tomo conocimiento en virtud de la relación con su cliente, pero si este vulnera aquel deber, el
código no contempla ningún tipo de sanción, por lo que eventualmente este no sería
sancionado, y aquí es donde surge una segunda critica al código, que es, que este a su vez de
no establecer sanciones por faltas a la ética profesional, tampoco establece un ente
sancionador ante el cual uno pueda hacer valer tales faltas y así obtener a lo menos una
compensación, o simplemente un órgano ante el cual dejar una constancia de que tal abogado
falto a su ética.

Yendo mas al fondo del tema anteriormente mencionado, y derivándonos a otro texto
normativo, el cual es la Constitucion Politica de la Repulica de Chile, en su articulo 19 numeral
16, establece: Los colegios profesionales constituidos en conformidad a la ley y que digan relación con
tales profesiones, estarán facultados para conocer de las reclamaciones que se interpongan sobre la
conducta ética de sus miembros... Los profesionales no asociados serán juzgados por los tribunales
especiales establecidos en la ley. Entonces el órgano que esta facultado para sancionar a abogados
que falten a su ética profesional, es el colegio profesional de abogados, pero lo que sucede
respecto de este ultimo, es que, efectivamente se encuentra facultado para sancionar a
abogados, pero siempre que estos sean miembros del respectivo colegio, por lo que al
momento de no serlo, no se le podría sancionar.

A su vez, el articulo aludido establece que al no ser miembro de un colegio profesional, este
será sancionado por los tribunales especiales establecidos por la ley, tribunales que hasta la
fecha no existen, por lo que, esto queda entregado a las manos de la justicia ordinaria.

Pero llevando lo anteriormente dicho a un ámbito social y real, lo que sucede en la actualidad,
es que muchas de las personas que se asesoran con un abogado y que obtienen un mal
resultado judicial, y no siendo este resultado por el hecho de que su pretensión carecia de
fundamento, sino por la una falta a la ética, la mayoría de las personas desconoce que se
puede llegar a responsabilizar a un abogado por su actuar poco ético.