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Aplicó estos principios en la Colonia Gorki, internado para adolescente extraviados y pequeños
vagabundos, donde desgraciadamente se evidenciaron también sus discrepancias con algunos círculos
pedagógicos, discrepancias que condujeron en 1928 a la ruptura de relaciones y a su alejamiento de la
colonia. De esta experiencia habla en su obra Poema pedagógico. La obra, cuya concepción se remonta a
1925, está dividida en tres partes, publicadas en el almanaque literario de Gorki L'anno diciassettesimo,
entre 1934 y 1935. Su segunda obra, Banderas en las torres (Flagi na bashniach), de 1932, trata de la
experiencia de la Comuna Zerginski, la segunda colonia que dirigió.
En los últimos años de su vida venció la dura batalla por el reconocimiento público de sus ideas, y aceptó
cargos de gran responsabilidad: desde 1935 hasta 1937 fue vicedirector de la sección de las colonias
obreras del Comisariado del pueblo para asuntos internos de Ucrania. Posteriormente, se trasladó a
Moscú, donde se dedicó intensamente a organizar programas educativos y a su actividad de escritor. Data
de este período su Libro para los padres (Kniga dlia roditelei), escrito en colaboración con su esposa.
La pedagogía de Makarenko se basa en la práctica y en la experiencia, como ya hemos dicho. Esto fue lo
único que le ayudó a solucionar los problemas reales que se vivían en la colonia Gorki. Debido a las
características con las que los niños llegaban a la colonia, Makarenko afirmó que el niño no es ni bueno
ni malo por naturaleza sino que es la educación la que decide este aspecto en última instancia.
Para solucionar los problemas que se vivían en la colonia, Makarenko basó su pedagogía en dos puntos
principales: la creación de la conciencia de grupo y el trabajo productivo.
Para crear la conciencia de grupo tuvo la idea de dividir a los niños en pequeños grupos estables de 4 o 5
niños entre los cuales había un responsable. Esto permitía que se creara un grupo consolidado que
favorecía la reeducación de los niños.
Pero la experiencia demostró que esta conciencia de grupo se remitía sólo a este pequeño grupo estable,
así que Makarenko decidió crear grupos inestables de trabajo destinados a tareas extraordinarias (recogida
de la cosecha, plantar...) formados por un integrante de cada grupo. La responsabilidad también variaba,
ya que Makarenko consideraba que los niños debían aprender tanto a obedecer como a mandar.
Las actividades llevadas a cabo en la colonia Gorki pretendían hacer que la comunidad se impusiera
sobre la individualidad, por lo que nos encontraremos con actividades tales como teatro, coros, bandas
de música, etc. Además los niños eran educados en un ambiente militar para acabar así con cualquier
resquicio de individualidad en ellos. Makarenko considera que para crear esta sensación de grupo
cohesionado es necesario que los niños cumplan unas órdenes y sigan una disciplina. Esta autoridad se
debía de ir perdiendo poco a poco, a medida que los niños se reeducaban, hasta que llegaban a formar
parte de la asamblea.
Por lo que respecta al trabajo productivo, Makarenko fue seguidor de las teorías socialistas por lo que
incluyó en su pedagogía el aprendizaje a través del trabajo.
Los niños eran instruidos de una manera integral: formación intelectual, física, artística, sexual, política o
moral y como no, manual.
El trabajo productivo lograba varios objetivos en la colonia Gorki: por un lado creaba una conciencia de
grupo que reeducaba a los niños y por otra enseñaba a los nuevos comunistas que no hay diferencia entre
el trabajo manual y el intelectual. Además gracias a esto la colonia Gorki podía autoabastecerse e incluso
lograr un superávit que ingresaban al estado comunista.
Aportes en la educación:
El Estado tiene la obligación de dirigir la vida de las personas. La familia no debe ser la
encargada.
La educación tiene que estar al servicio del trabajo. El trabajo debe presentarse como un valor
en el individuo, por lo tanto, la educación es un proceso mediante en cual, cualquier persona llega
a valorar tanto la enseñanza como el trabajo. El trabajo, más particularmente el trabajo manual es
aceptado y ejecutado positivamente por todos.
La escuela era definida como una colectividad con una meta común, la que era producida por
una moralidad comunista, naciendo de la escuela un sistema bien determinado que denominaba
Régimen, que conduce al desarrollo de la disciplina.
El castigo era ejerciendo presión grupal y haciendo a los niños participar en tareas
conductistas, lo que dio paso al fomento del desarrollo moral. Esta era la tradición colectivista o
régimen, que actúa como reforzamiento positivo en la conducta infantil.
La individualidad del niño, las diferencias individuales fueron rechazadas. El niño debía ser
absorbido en la colectividad de la escuela. El hombre es producto de la experiencia.
Comentario crítico:
Anton Makarenko consideraba que la experiencia era la madre de la educación. Tuvo mucho mérito el
hecho de que pudiera adaptarse a las circunstancias del momento y el hecho de que supiera sacarles
partido. Makarenko logró reeducar a niños marginados por la sociedad y logró hacer de ellos miembros
útiles de la sociedad. Para ello consideraba que la educación era igual que el proceso de producción,
pensaba que muchas de las piezas de una personalidad podían salir de un molde común pero ese molde
tenía que ser muy especial. Makarenko daba importancia al talante del profesorado, a la implicación total
del docente para conseguir el principal objetivo: lograr una conciencia común para luchar por una
sociedad mejor.Lo más importante de Makarenko es la adaptación al medio y la aplicación de las teorías
socialistas en su metodología, llevándolas a la práctica y consiguiendo resultados (autoabastecimiento,
trabajo productivo, etc. Supo reconocer las peculiaridades del contexto al cual se enfrentaba y salió
airoso, logrando lo que quería.
Pero la continua búsqueda de la conciencia común es algo que, a mi parecer, no considero positivo en la
enseñanza. Makarenko y la sociedad comunista en general olvidan que para lograr una conciencia común
es necesario que los niños sepan quienes son, conozcan sus propias características, averigüen qué es lo
que les diferencia de los demás...Y entonces será cuando se les podrá enseñar a apreciar a sus semejantes
y a valorar el trabajo y la obra de la sociedad. Los niños de la colonia Gorki no eran personas críticas, se
les educó de forma que sólo tenían que valorar la obra comunista y no mirar más allá, muchos niños de
los que estuvieron allí no hubieran sido comunistas si no les hubiera educado así y aquí es donde viene el
verdadero quid de la cuestión: no veo justo el que una ideología concreta condicione la educación ya que
pierde su finalidad en sí misma, conviertiéndose en un instrumento político. El fin último de la educación
es el de hacer que las personas sean libres, críticas y que puedan llevar una vida en sociedad sin
problemas, buscando siempre que ésta mejore. La educación de Makarenko no tenía este fin, pretendía
mantener el statu quo, crear comunistas que trabajaran por y para la causa y no pensaran en elegir otro
camino. No dudo que los niños de Makarenko no fueran un buen “producto” para la sociedad soviética
pero no comparto el supreditar la comunidad en decrimento de la individualidad
La obra más destacada de Marx, que se publica en vida del autor, es, sin duda, el primer volumen de El
Capital (1867).
También cabe citar La sagrada familia y el Manifiesto Comunista, en colaboración con Engels; La
miseria de la filosofía (plantea que hay que hacer un socialismo más científico), Crítica a la economía
política (1859, materialismo histórico), muchos artículos editados por distintos periódicos y algunos
escritos histórico-políticos.
Entre los escritos de Marx publicados después de su muerte sobresalen su tesis doctoral, la Crítica de
la filosofía hegeliana del derecho, la ideología alemana, Elementos fundamentales para la crítica de
la economía política conocida como los Grundisse, los Manuscritos económico-filosóficos y el
segundo y tercer volumen de El Capital.
FILOSOFÍA MARXISTA.
A Hegel (creador del sistema idealista). Habla del hombre con mayúsculas, de la idea, en
abstracto. Marx afirma que el hombre es una cosa concreta, sensible, lejos de ser algo
abstracto. En esto, Marx coincide con Feuerbach.
A Feuerbach. Sólo le interesa lo mental del hombre, imaginación, pensamiento, ideas. Marx
dice que Feuerbach se queda sólo con la parte teórica, pero el hombre tiene necesidades
materiales, trabajo material.
A Feuerbach. Aunque tienen en común que el hombre es un ser social y que tienen que
compartir unos con otros, Feuerbach considera que su convivencia siempre tiene el mismo tipo
de relación. Marx dice que no hay que olvidar el hecho histórico. Las sociedades humanas van
evolucionando y esto genera que se den relaciones distintas entre los grupos. Feuerbach no ha
visto la evolución histórica.
Para Marx el papel de la filosofía es claro y tajante: debe convertirse en práctica, ponerse al servicio
del hombre concreto para liberarlo de las alienaciones a las que se ve sometido. La filosofía debe
centrarse en el estudio del mundo real, realidad empírica y material, para sentar las bases de la
transformación activa de esa realidad. Por eso integra la praxis como elemento principal de la filosofía.
El problema que preocupa a Marx es siempre el mismo: la defensa y liberación del hombre concreto,
sometido a humillaciones, esclavitudes y desprecios. Lo que cambian son las estrategias para lograr el
objetivo. Sólo el hombre oprimido, constituido en clase, la clase obrera, y por un método
rigurosamente científico de análisis de la situación histórica, puedes ser el artícife de su propia
liberación.
El humanismo de Marx
La mayoría de los hombres, los proletarios, viven explotados y humillados por una minoría burguesa y
capitalista, que impide a los primeros realizar las inmensas posibilidades de su libertad.
Preocupado por devolver al hombre su dignidad, Marx plantea, en su análisis de la sociedad, el camino
que la filosofía debe emprender para llegar a la liberación del hombre. Aquí se sitúan los intentos
concretos para eliminar las distintas alienaciones.
En su proceso analítico de la historia, Marx detecta tres tipos de alienación: la alienación religiosa, la
alienación ideológica y la alienación económica o del trabajo.
El Capital.
En alemán: Das Kapital, de Karl Marx es, como reza su subtítulo, un tratado de crítica de la economía
política; al mismo tiempo, puede leerse como un estudio sobre la especificidad histórica de la sociedad
moderna. En la medida en que Marx considera que la esfera económica, El Capital, domina y
condiciona el funcionamiento de la sociedad moderna, la crítica de la economía política, es decir, del
saber sobre esa esfera, se torna el punto de partida fundamental para comprender qué es esa sociedad
moderna y cómo funciona a través de las relaciones de dominación entre las clases, de un lado los
proletarios y de otra los burgueses.
FRIEDRICH ENGELS
Aunque corresponde a Marx la primacía en el liderazgo socialista, Engels ejerció una gran influencia
sobre él: le acercó al conocimiento del movimiento obrero inglés y atrajo su atención hacia la crítica de
la teoría económica clásica. Fue también él quien, gracias a la desahogada situación económica de la
que disfrutaba como empresario, aportó a Marx la ayuda económica necesaria para mantenerse y
escribir El Capital; e incluso publicó los dos últimos tomos de la obra después de la muerte de su
amigo.
Pero Engels tuvo también un protagonismo propio como teórico y activista del socialismo, a pesar de
lo contradictoria que resultaba su doble condición de empresario y revolucionario: participó
personalmente en la revolución alemana de 1848-50; fue secretario de la primera Internacional obrera
(la AIT) desde 1870; y publicó escritos tan relevantes como Socialismo utópico y socialismo científico
(1882), El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado (1884) o Ludwig Feuerbach y el fin
de la filosofía clásica alemana (1888).
No obstante, en los últimos años de su vida se alejó de sus primitivas concepciones revolucionarias y
abrió la puerta a un socialismo más reformista, vía que seguiría después de la muerte de Engels su
colaborador Eduard Bernstein y que acabaría por imponerse entre los socialdemócratas.
JOHN DEWEY
En 1884 se trasladó a la Universidad de Chicago, allí fraguó su definitivo interés por la educación. En
el año 1904 dimitió como director de la escuela y renunció a su puesto como profesor. Su último
destino como docente sería la Universidad de Columbia.Con 87 años se casó por segunda vez y adoptó
a dos niños,el padre de la psicología progresista murió el 1 de junio de 1952 con 92 años de edad.
Fue un hombre de acción, que aspiraba a la unificación de pensamiento y acción, de teoría y práctica.
Defendió la igualdad de la mujer, incluyendo el derecho al voto. Fue cofundador, en 1929, de la Liga
para una acción política independiente, fomentó el sindicalismo docente, alentó la ayuda a los
intelectuales exiliados de los regímenes totalitarios. Dewey tuvo una gran influencia en el desarrollo
del progresismo pedagógico, desempeñando un papel protagonista que abarca desde finales del XIX
hasta la Primera Guerra Mundial. Fue el pedagogo más original, renombrado e influyente de los
Estados Unidos y uno de los educadores más perspicaces y geniales de la época contemporánea,
influyendo en el curso de tres generaciones.
Pragmatismo y pedagogía.- Durante el decenio de 1890, Dewey pasó gradualmente del idealismo
puro para orientarse hacia el pragmatismo y el naturalismo de la filosofía de su madurez. Sobre la base
de una psicología funcional que debía mucho a la biología evolucionista de Darwin y al pensamiento
del pragmatista William James, empezó a desarrollar una teoría del conocimiento que cuestionaba los
dualismos que oponen mente y mundo, pensamiento y acción, que habían caracterizado a la filosofía
occidental desde el siglo XVII Para él, el pensamiento no es un conglomerado de impresiones
sensoriales, ni la fabricación de algo llamado “conciencia”, y mucho menos una manifestación de un
“Espíritu absoluto”, sino una función mediadora e instrumental que había evolucionado para servir los
intereses de la supervivencia y el bienestar humanos..
Dewey estaba convencido de que muchos problemas de la práctica educativa de su época se debían a
que estaban fundamentados en una epistemología dualista errónea –epistemología que atacó en sus
escritos del decenio de 1890 sobre psicología y lógica–, por lo que se propuso elaborar una pedagogía
basada en su propio funcionalismo e instrumentalismo. Tras dedicar mucho tiempo a observar el
crecimiento de sus propios hijos, Dewey estaba convencido de que no había ninguna diferencia en la
dinámica de la experiencia de niños y adultos. Unos y otros son seres activos que aprenden mediante
su enfrentamiento con situaciones problemáticas que surgen en el curso de las actividades que han
merecido su interés. El pensamiento constituye para todos un instrumento destinado a resolver los
problemas de la experiencia y el conocimiento es la acumulación de sabiduría que genera la resolución
de esos problemas. Por desgracia, las conclusiones teóricas de este funcionalismo tuvieron poco
impacto en la pedagogía y en las escuelas se ignoraba esta identidad entre la experiencia de los niños y
la de los adultos. Dewey afirmaba que los niños no llegaban a la escuela como limpias pizarras pasivas
en las que los maestros pudieran escribir las lecciones de la civilización. Cuando el niño llega al aula
“ya es intensamente activo y el cometido de la educación consiste en tomar a su cargo esta actividad y
orientarla”. Cuando el niño empieza su escolaridad, lleva en sí cuatro “impulsos innatos –el de
comunicar, el de construir, el de indagar y el de expresarse de forma más precisa”– que constituyen
“los recursos naturales, el capital para invertir, de cuyo ejercicio depende el crecimiento activo del
niño”. El niño también lleva consigo intereses y actividades de su hogar y del entorno en que vive y al
maestro le incumbe la tarea de utilizar esta “materia prima” orientando las actividades hacia
“resultados positivos”
Democracia y educación.- La formación del carácter del niño, el programa moral y político de la
escuela, se califican a veces de “programa oculto”, pero en el caso de Dewey este aspecto de su teoría
y práctica pedagógicas no fue menos explícito, aunque bastante menos radical, que el resto de los
objetivos asignados al programa de estudios. Dewey no dudaba en afirmar que “la formación de un
cierto carácter” constituía “la única base verdadera de una conducta moral”, ni en identificar esta
“conducta moral” con la práctica democrática (Dewey, 1897b). Según Dewey, las personas consiguen
realizarse utilizando sus talentos peculiares a fin de contribuir al bienestar de su comunidad, razón por
la cual la función principal de la educación en toda sociedad democrática es ayudar a los niños a
desarrollar un “carácter” –conjunto de hábitos y virtudes que les permita realizarse plenamente de esta
forma. Consideraba que, en su conjunto, las escuelas norteamericanas no cumplían adecuadamente esta
tarea. La mayoría de las escuelas empleaban métodos muy “individualistas” que requerían que todos
los alumnos del aula leyeran los mismos libros simultáneamente y recitaran las mismas lecciones. En
estas condiciones, se atrofian los impulsos sociales del niño y el maestro no puede aprovechar el
“deseo natural del niño de dar, de hacer, es decir, de servir.
La escuela de Dewey.- Dewey declaró en 1896 que “la escuela es la única forma de vida social que
funciona de forma abstracta y en un medio controlado, que es directamente experimental, y si la
filosofía ha de convertirse en una ciencia experimental, la construcción de una escuela es su punto de
partida”. Dewey llegó a Chicago con la idea de establecer una “escuela experimental” por cuenta
propia. En 1894 decía a su esposa: “Cada vez tengo más presente en mi mente la imagen de una
escuela; una escuela cuyo centro y origen sea algún tipo de actividad verdaderamente constructiva, en
la que la labor se desarrolle siempre en dos direcciones: por una parte, la dimensión social de esta
actividad constructiva, y por otra, el contacto con la naturaleza que le proporciona su materia prima.
En teoría puedo ver cómo, por ejemplo, el trabajo de carpintería necesario para la construcción de una
maqueta será el centro de una formación social por una parte y de una formación científica por otra,
todo ello acompañado de un entrenamiento físico, concreto y positivo de la vista y la mano”.La
institución pronto se conoció con el nombre de “Escuela de Dewey” ya que las hipótesis que se
experimentaban en ese laboratorio eran estrictamente las de la psicología funcional y la ética
democrática de Dewey..
Sus obras.- Su abundante obra se muestra en libros como Psicología (1887), La escuela y la sociedad
(1889), Democracia y Educación (1916), Mi Credo Pedagógico, La reconstrucción en la filosofía
(1920), Naturaleza humana y conducta (1922), La búsqueda de la certeza (1929), El arte como
experiencia (1934), Lógica: la teoría de la pregunta (1938) y Problemas del hombre (1946).John
Dewey decía que el aprendizaje a través de experiencias dentro y fuera del aula, y no solamente a
través de maestros, es vital. Él proponía que se plantaran a los niños actividades guiadas
cuidadosamente por el profesor, que estuvieran basadas tanto en sus intereses como en sus
capacidades. Dewey contribuyó a crear una pedagogía funcional y dinámica.
Identificar los planteamientos más importantes de Dewey.
La educación debía ser científica. La escuela debía convertirse en un laboratorio social. La escuela
debía desarrollar en el niño la competencia necesaria para resolver los problemas actuales y
comprobar los planes de acción del futuro de acuerdo con un método experimental.
La vida busca su propia razón de ser, que el hombre se procura mediante la sociedad organizada.
La educación permite que el individuo mantenga su propia continuidad aprendiendo las técnicas de
supervivencia y de desarrollo a partir de la experiencia acumulada por su grupo. La educación se
transforma en algo formal y dirigida a lograr que el joven acabe aceptando la moralidad de la
sociedad.
La experiencia colectiva de una sociedad democrática debía verse como una fuente para la
resolución de problemas futuros.
La educación debía estar en consonancia con la sociedad. La educación debía ser un proceso
democrático de actividad conjunta, guiada por la forma de resolución de problemas.
Dewey criticó conceptos como mente, inteligencia, interés, atención y disciplinas en las
discusiones educativas. Creía que si las escuelas basaran sus actividades en la investigación
científica desaparecería una buena cantidad de obligación y coerción y se harían innecesarias y
redundantes las practicas de motivación y esto conduciría a la desaparición del dualismo (enemigo
de la democracia). Todo lo que contribuye a la solución de los problemas es potencialmente
liberador. Todo lo que impide la actividad creativa es potencialmente aliberal.
Sostenía que la moralidad se aprende dentro de un contexto social observando las reglas
correspondientes, las que emergen de una experiencia conjunta y compartida. El maestro es a la
vez un alumno cooperativo, pero mayor y más sensato. Su cometido consiste en auxiliar al niño a
aprender los valores de la participación democrática, no impartiendo información, sino inquiriendo
las situaciones problemáticas. En la sociedad democrática, la educación debería quedar controlada
por el Estado y todo el mundo debería acudir a la escuela, independiente del sexo, destreza o clase
social.
Dewey se dio cuenta que el termino “valores” es una abstracción. En la práctica, sólo el
acto de valorar se realiza mediante el método científico. Aprendemos cuando estamos
enfrentados a la necesidad de escoger entre diversas posibilidades de acción, nos
dedicamos a construir hipótesis que anticipan las consecuencias de determinado modo de
actuar. El proceso de formar hipótesis sanas, presupone el juicio.
MARÍA MONTESSORI
En 1949 se estableció definitivamente en Amsterdam, y ese año publicó su libro The Absorbent Mind.
En 1950 fue nombrada doctora honoris causa por la Universidad de Amsterdam. En tres oportunidades
fue nominada para el Premio Nobel (1949, 1950 y 1951). Falleció en Holanda en 1952, a los 82 años
de edad, pero su pensamiento sigue vivo en las muchas instituciones educativas alrededor del mundo
que aplican su método.
Los períodos sensibles.- Los períodos sensibles son períodos en los cuales los niños pueden
adquirir una habilidad con mucha facilidad. Se trata de sensibilidades especiales que permite n a
los niños ponerse en relación con el mundo externo de un modo excepcionalmente intenso, son
pasajeras y se limitan a la adquisición de un determinado carácter.
El ambiente preparado.- Se refiere a un ambiente que se ha organizado cuidadosamente para el
niño, diseñado para fomentar su auto-aprendizaje y crecimiento. En él se desarrollan los aspectos
sociales, emocionales e intelectuales y responden a la necesidades de orden y seguridad. Las
características de este Ambiente Preparado le permiten al niño desarrollarse sin la asistencia y
supervisión constante de un adulto.
El diseño de estos ambientes se basa en los principios de simplicidad, belleza y orden. Son
espacios luminosos y cálidos, que incluyen lenguaje, plantas, arte, música y libros. El salón es
organizado en áreas de trabajo, equipadas con mesas adaptadas al tamaño de los niños y áreas
abiertas para el trabajo en el suelo. Estanterías con materiales pertenecientes a dicha área de
desarrollo rodean cada uno de estos sectores. Los materiales son organizados de manera
sistemática y en secuencia de dificultad.
El Rol del Adulto.- El rol del adulto en la Filosofía Montessori es guiar al niño y darle a conocer
el ambiente en forma respetuosa y cariñosa. Ser un observador consciente y estar en continuo
aprendizaje y desarrollo personal. El verdadero educador está al servicio del educando y, por lo
tanto, debe cultivar la humildad, para caminar junto al niño, aprender de él y juntos formar
comunidad.
El aprendizaje infantil para María Montessori.- El nivel y tipo de inteligencia se conforman
fundamentalmente durante los primeros años de vida. A los 5 años, el cerebro alcanza el 80% de su
tamaño adulto. La plasticidad de los niños muestra que la educación de las potencialidades debe ser
explotada comenzando tempranamente.Los conocimientos no deben ser introducidos dentro de la
cabeza de los niños. Por el contrario, mediante la información existente los conocimientos deben ser
percibidos por ellos como consecuencia de sus razonamientos.
Lo más importante es motivar a los niños a aprender con gusto y permitirles satisfacer la curiosidad y
experimentar el placer de descubrir ideas propias en lugar de recibir los conocimientos de los demás.
Permitir que el niño encuentre la solución de los problemas. A menos que sea muy necesario, no
aportar desde afuera nuevos conocimientos. Permitir que sean ellos los que construyan en base a sus
experiencias concretas. Con respecto a la competencia, este comportamiento debía ser introducido solo
después de que el niño tuviera confianza en el uso de los conocimientos básicos. Entre sus escritos
aparece: «Nunca hay que dejar que el niño se arriesgue a fracasar hasta que tenga una oportunidad
razonable de triunfar».
El gusto y el olfato. Las plantas y los perfumes proporcionan la gama de los olores. Aquí el
material está constituido naturalmente por productos culinarios, con el complemento de una
serie de botes con sustancias olorosas, otra serie idéntica ha de ser clasificada por
comparación, de manera que se pueda asegurar el reconocimiento exacto de los olores.
El tacto. Tiene en cuenta el material Montessori el sentido táctil, en todas sus formas (tablillas
y rugosidades), así como el sentido térmico (botellas con agua a diferentes temperaturas), la
percepción de las formas, etc.
La vista. Percepción diferencial de las dimensiones, colores, volúmenes y formas.
El oído. Discernimiento de los sonidos con cajas metálicas, campanillas, silbatos y xilófonos
Sus obras:
El método Montessori (1912), Antropología pedagógica (1913), Método avanzado Montessori (1917),
El niño en la Iglesia (1929), La Misa explicada a los niños (1932), Paz y Educación ,(1934)El secreto
de la infancia (1936).
Los fuertes problemas económicos y políticos de la Europa del siglo XVIII repercuten fuertemente en
las comunidades donde pretendía trabajar sus ideas. La pobreza generalizada propicia su ilusión de
crear escuelas de producción, en donde los niños huérfanos puedan, a través de su trabajo, educarse y
alimentarse. Su primer centro educativo recibe el nombre de “Granja Nueva”, que después de cinco
años tuvo que cerrar por problemas económicos. Sus primeros centros educativos fracasan
económicamente, pero las experiencias que obtuvo sirven para nutrir su concepción pedagógica.
En 1780 escribe la obra “Veladas de un ermitaño” donde plasma las experiencias que tenía con sus
centros. Era una obra didáctica que exponía sus teorías de la reforma social a través de la educación. El
trabajo que realiza Pestalozzi con niños huérfanos y mendigos muestra lo que podría considerarse el
posible origen de la educación especial para niños con situaciones difíciles de adaptación social.
En 1798 Pestalozzi abrió una escuela para huérfanos en Stans que cerró pocos meses después. Luego
en 1.800 desarrolla un centro de enseñanzas y formación de profesores en el Castillo de Burgdorf,
proyecto que continúa en Iverdon, y con el cual alcanza un punto culminante en su trabajo pedagógico.
Está escuela era para niños de toda Europa y sirvió durante 20 años como una muestra del sistema de
Pestalozzi, en el que el niño es guiado para aprender a través de la práctica y la observación, y por
medio de la utilización natural de los sentidos.
Pestalozzi defendía la individualidad del niño y la necesidad de que los maestros fueran preparados
para lograr un desarrollo integral del alumno más que para implantarles conocimientos. Sus ideas
ejercieron gran influencia en las escuelas del mundo occidental, particularmente en el área de
preparación de los maestros.
Entre sus escritos están: “Como enseña Gertrudis a sus hijos” en 1.801 y “La Canción de Swan” en
1.826.
En sus Cartas sobre educación infantil, el educador suizo Johann Heinrich Pestalozzi, precursor de la
pedagogía contemporánea, hace hincapié en el papel trascendental que desempeña la madre en la
formación de la personalidad y educación elemental del niño. Esta obra data de 1818-1819 y está
escrita en forma epistolar; presenta un total de 34 cartas dirigidas a su amigo inglés James Pierpoint
Greaves, gran admirador de sus teorías educativas.
En el siglo XIX se establece una corriente pedagógica que resalta los aspectos psicológicos en la
educación. Se presenta como una necesidad imperante el conocer al niño en todas sus manifestaciones,
donde se concibe a la educación dentro de la tradición de la auto estructuración cognoscitiva.
Pestalozzi no es ajeno a estas expresiones sociales y culturales, haciendo innegable la influencia de la
Ilustración, de Kant y de Rousseau en la obra pedagógica de Pestalozzi. Pestalozzi muere el 17 de
Febrero de 1.827.
Principios pedagógicos:
Naturalidad: Pestalozzi indicó que solo la educación podía realizarse conforme a una ley
(armonía con la naturaleza). De este principio se deriva la necesidad de libertad en la educación
del niño; es necesario que esté libre, para que pueda actuar a su modo en contacto con todo lo
que le rodea (ambiente).
Educación Elemental : Debía partir de la observación de las experiencias, intereses y
actividades educativas; de no enseñar nada que los niños no pudiesen ver (idea tomada de
Rousseau) y consideró que la finalidad principal de la enseñanza no consistía en hacer que el
niño adquiera conocimientos y aptitudes, sino en desarrollar las fuerzas de su inteligencia,
dividiendo aquella en forma gradual, de acuerdo a su evolución y donde se tomara en cuenta al
individuo como una unidad de inteligencia, sentimiento y moralidad; y que cualquier
irregularidad en estas características, conlleva a la nulidad de una educación integral. Incluyó
también la educación física como medio de fortaleza y resistencia corporal, cerrando así el ciclo
de una educación integral, que va desde lo más espiritual a lo puramente corporal.
Ideas pedagógicas:
Para su enseñanza tomó en cuenta la intuición intelectual, tomando los aspectos que conforman su
educación elemental que son:
- Utilización de tablillas con letras, las cuales acumulaba de 1 en 1 para que el niño conociera la
relación de los números, al mismo tiempo que servía para aprender las letras.
- Partir de las cosas simples antes de avanzar a las más complicadas.
- Enriquecer la memoria de los niños con explicaciones sencillas de objetos y materiales. Enseñar a
describir y a darse cuenta de sus percepciones.
- Enseñar al niño, por medio del dibujo, a medir todos los objetos que se presentan a su vista y
adquirir habilidades para reproducir. Pestalozzi pensó que por medio del dibujo se ejercitaba al niño
en su escritura.
- Aplicarla psicología, pasando del sonido a la palabra y de la palabra a la frase (Método analítico).
- Por medio del ejercicio de lectura y escritura afianzar los conocimientos del lenguaje.
- Poner en práctica el método de enseñar a unos por medio de otros, debido al gran número de niño.
- La enseñanza de ambos sexos (coeducación).
- Importancia de la educación creativa y productiva.
- Enseñanza de moral y religión, que se debe de iniciar en la familia.
- Considerar que las relaciones afectivas entre madre e hijo, condicionan a éste paulatinamente, a
desarrollar sentimientos de bondad y amor.
- Educación Social: la cual debe iniciarse en la familia y continuarse en la escuela.
- La práctica de la escuela-trabajo, combinando la enseñanza de la lectura, escritura, cálculo, dibujo,
moral y religión con las actividades agrícolas.
ÉDOUARD CLAPARÈDE
Claparède no olvidó dentro de la pedagogía los temas sociales y económicos. Junto con su primo Th.
Flournoy fundó la primera revista francesa de psicología, Archives de Psicologie, que dirigió hasta su
muerte. Entre sus obras más destacadas cabe señalar La asociación de ideas (L'association des idées,
1904), donde se cuestionan las doctrinas psicológicas asociacionistas del momento; Psicología del
niño y pedagogía experimental (Psychologie de l'enfant et pédagogie expérimentale, 1909);
Psychologie de l'intelligence (1917); L'École sur mesure (1920); La educación funcional (L'Éducation
fonctionnelle, 1921); Invention dirigée (1937), y Moral y política (Morale et politique, 1940). Su
estudio del desarrollo de la inteligencia infantil encontró continuidad en la obra de Jean Piaget.
Representa como pocos la tendencia psicológica en la pedagogía. A él se debe la creación, con Bovet,
del conocido "Instituto J. J. Rousseau", hoy convertido en Facultad de la Universidad de
Ginebra y la obra Psicología del niño y pedagogía experimental (1905), entre otros muchos
trabajos. Claparéde, siguiendo a Rousseau, insiste en la necesidad del estudio del niño para su
educación, ya que tiene características psíquicas propias diferentes de las del adulto. Por otra parte
Claparéde es el autor de la idea de la "pedagogía funcional" entendiendo por ésta la basada en las
necesidades e intereses del niño. Para él la infancia es la edad propia del juego, de la plasticidad, y de
aquél pasa paulatinamente al trabajo, que es el complemento natural del juego. Finalmente, Claparéde
es uno de los más ardientes defensores de la "escuela activa", partiendo de la idea de que la actividad
está siempre suscitada por una necesidad.
Utilizó la teoría onto-filogenética de Satanley Hall en su “Pedagogía funcional”, definió “la edad
adulta como la cristalización y la petrificación del devenir individual”; por tanto, la infancia “tiene el
objetivo de retrasar lo más posible aquel momento en el que el ser, al perder su aptitud a devenir, se
inmoviliza y se fija definitivamente en su forma como el trozo de hierro que el herrero ha dejado
enfriar”.
Fue discípulo de John Dewey y representante del movimiento pedagógico iniciado por su
maestro. Kilpatrick, desarrolló el "Método de Proyectos", el cual funciona a través de un plan
de trabajo que es organizado de manera libre por los alumnos, con la intención de requerir la
participación del grupo. Cree en la motivación subjetiva que requiere el alumno y en la
socialización del ambiente escolar. Sus obras más importantes son: "El método de Proyectos"
(1919), "Educación y Vida Social" (1932), "Filosofía de la educación" (1951), entre otras.
Murió en 1965.
Fue muy crítico con el método Montessori, por entonces muy popular en EE. UU