Diagnóstico situacional

El diagnostico situacional es un proceso de análisis a nivel administrativo que tiene como

objetivo de identificar un conjunto de factores internos y externos relacionados con una
institución u organización, que pueden incidir en su funcionamiento y desarrollo; de tal forma
que a partir de este ejercicio se pueden tomar decisiones para la establecer objetivos y
estrategias en pro de las capacidades institucionales, favoreciendo el cumplimiento de metas e
indicadores.

En administración pública podemos utilizar este concepto como “la identificación, descripción y
análisis evaluativo de la situación actual de la organización o del proceso en función de los
resultados que se esperan y que fueron planteados en la misión. Es a la vez una mirada
sistémica y contextual, retrospectiva y prospectiva, descriptiva y evaluativa.” (UAEMEX, 2018).
Dicho análisis plantea que se deben reconocer todas las dimensiones que abarcan el elemento
a diagnosticar considerando los objetivos deseados con este ejercicio.

El diagnóstico situacional tiene que ver con una corriente teórica denominada Enfoque
Situacional, que es una corriente que parte del principio según el cual la Administración depende
de las circunstancias del entorno y las condiciones sociales y tecnológicas de la organización.
Este hace énfasis en que no existe una única forma para organizar todo es relativo y depende
de las circunstancias, lo cual transmite un enfoque dinámico los cual no puede considerar a la
realidad inamovible. (SalesianaWeb, 2018)

Por ejemplo el Proyecto de Nación del presidente electo Andrés Manuel López Obrador
presenta un diagnostico que abarca un panorama global y cambiante, con retos profundos en
materia de corrupción; desigualdad; migración y desarrollo económico donde se reconoce que
en materia de política económica ha contribuido al incremento de la desigualdad social y la
pérdida del bienestar de las familias mexicanas; el deterioro de las condiciones de vida de la
población y la falta de oportunidades ha contribuido al crecimiento de la economía criminal.
En ese sentido las propuestas para mejorar las condiciones de vida brindando oportunidades
de desarrollo a los sectores más vulnerables de la sociedad radican en una política de gasto de
gobierno tendiente a la optimización de recursos por la vía de la austeridad, el recorte de los
gastos excesivos del aparato burocrático del gobierno federal acompañado de un combate a la
corrupción. Dichas medidas de austeridad que incluye la reducción de los sueldos de los altos
funcionarios que ya ha generado el debate y la negativa con el poder judicial, lo cual puede
parar en una negativa rotunda y en un conflicto innecesario. Esta propuesta puede ser
entendida como un proyecto de uso eficiente del gasto y un uso para detonar el desarrollo
económico.

La política económica orientada a fortalecer el mercado interno parece acorde con las
intenciones proteccionistas del presidente de los Estados Unidos de América, lo cual ha
generado una relación en buenos términos y propicia el establecimiento de una relación de
entendimiento entre ambos países, incluyendo el aspecto migratorio y la renegociación del
Tratado de Libre Comercio. El uso del presupuesto para recomponer el tejido social
acompañado de una Ley de amnistía promete reducir en cierta medida la intensidad de la
violencia en el país derivada del crimen organizado, sin embargo, este factor político podría ser
capitalizado por la oposición que en los últimos años ocupó un discurso de mano dura y combate
violento al crimen organizado.

El Proceso Administrativo

Podemos retomar el concepto de proceso y definirlo como la secuencia de pasos requeridos

para llevar a cabo una función o actividad. (Münch, 2006). Al unir dicho concepto con la
definición de administración de Wilburg, Jiménez Castro definida como: “Una ciencia compuesta
de principios, técnicas y prácticas, cuya aplicación a conjuntos humanos permiten establecer
sistemas racionales de esfuerzo cooperativo, a través de los cuales se pueden alcanzar
propósitos comunes que individualmente no se logran en los organismos sociales.” (Hernández,
2002, p.195); podemos decir que el proceso administrativo son los pasos a seguir para llevar a
cabo un propósito, claro, una definición mejor estructurada.
Así, el proceso administrativo hace referencia a la forma en que se planea y organiza la
estructura organizativa y los cargos que componen la institución, para controlar sus actividades.
Este concepto fue utilizado originalmente para hacer referencia a la gestión empresarial, sin
embargo, este se ha venido aplicando a la estructura organizativa en la administración pública
y de otras agrupaciones sociales.

Algunos autores han mostrado que la eficiencia de la organización es mucho mayor que la suma
de las eficiencias de los trabajadores, y que ella debe alcanzarse mediante la racionalidad, es
decir la adecuación de los medios (órganos y cargos) a los fines que se desean alcanzar,
muchos autores consideran que el administrador debe tener una función individual de coordinar,
y armonizar los esfuerzos individuales que encaminan el cumplimiento de los objetivos de las
organizaciones.

Para Sergio Hernández y Rodríguez el cual lo define de esta forma:

“Pasos para sistematizar la operación de una empresa en forma efectiva, desde su presión —
para la fijación de objetivos claros— planeación, organización, integración, dirección y control
de sus actividades, que permiten el adecuado aprovechamiento de sus recursos y la máxima
motivación del elemento humano que la conforma.” (2002, p.195). Esta sistematización aplicada
a la administración pública implicaría reconocer los objetivos de la política pública a seguir y
delinear cada una de las acciones tendientes a reorganizar la estructura organizativa, de tal
modo que los objetivos se cumplan.

En el caso del Proyecto de Nación de Andrés Manuel López Obrador se puede reconocer que
la estrategia de austeridad republicana tiene que implicar al mismo tiempo una readecuación
de la estructura organizativa de las instituciones y los órganos de gobierno, así como de una
planeación, organización, dirección y control de las actividades de los trabajadores con el
objetivo de coordinar cada una de las instituciones con este plan. Llama la atención que dentro
del Proyecto de Nación se prevé una recomposición de las Secretarías de Estado incluyendo
una relocalización geográfica, además de la reducción del personal de confianza. Dichas
transformaciones ya han sido consideradas por la estructura burocrática del Estado como una
medida que puede poner en riesgo su situación laboral el interior de las instituciones lo cual
podría representar una debilidad de esta estrategia.

Fuentes consultadas:

Hernández y Rodríguez, S. (2002). ADMINISTRACIÓN Pensamiento, proceso, estrategia y

vanguardia. México: McGraw Hill.

Münch Galindo, L. (2006). Fundamentos de administración. México: Trillas.

UAEMEX (2018) web: http://seduca.uaemex.mx/material/LIA/AEPyMES/Cnt21.php

SalesianaWeb, (2018) en
https://dspace.ups.edu.ec/bitstream/123456789/1428/3/CAPITULO%202.pdf