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Así te ve Dios

“Dios en la cruz trató a Jesús como si hubiese vivido tu vida, para tratarte a ti como si vivieras su vida” — John
MacArthur.

¿Alguna vez te has preguntado cómo te ve Dios?

Yo me he hecho muchas veces esa pregunta y en la Biblia hallé la respuesta:

Si tienes a Jesús, Dios te trata como si fueras Jesús. Esto sucede cuando vives en Cristo y formas parte de su cuerpo, su
iglesia (1 Corintios 12:27 “Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular”; Romanos 8:1
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino
conforme al Espíritu”; Gálatas 3:27 “Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis
revestidos”; y muchos pasajes más)

1 Samuel 16:7 “Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo
desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero
Jehová mira el corazón.

Isaías 43: 4 4 Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y
naciones por tu vida. (NTV) 4 Entregué a otros a cambio de ti. Cambié la vida de ellos por la tuya, porque eres muy
precioso para mí. Recibes honra, y yo te amo.

Mateo 10:29-31 | NVI | ¿No se venden dos gorriones por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin
que lo permita el Padre; y él les tiene contados a ustedes aun los cabellos de la cabeza. Así que no tengan miedo;
ustedes valen más que muchos gorriones.

Mateo 12:12 | NVI ¡Cuánto más vale un hombre que una oveja! Por lo tanto, está permitido hacer el bien en sábado.

Zacarías 2:8 8 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos: Tras la gloria me enviará él a las naciones que os despojaron;
porque el que os toca, toca a la niña de su ojo.

Deuteronomio 32:10 10 Le halló en tierra de desierto, Y en yermo de horrible soledad; Lo trajo alrededor, lo instruyó,
Lo guardó como a la niña de su ojo.

“Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que
puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia; viviendo un día a la vez, disfrutando un momento a la vez;
aceptando la dificultad como un camino hacia la paz, aceptando, como lo hizo Jesús, este mundo pecador tal y como
es, y no como me gustaría que fuera; creyendo que Tú harás que todas las cosas estén bien si yo me entrego a Tu
voluntad; de modo que pueda ser razonablemente feliz en esta vida e inmensamente feliz Contigo en la siguiente.
Amén.” (Reinhold Niebuhr). La serenidad es el valor de mantener la calma o tranquilidad en medio de la dificultad.

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