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29 de agosto de 2018
TABLA DE CONTENIDO
Introducción ........................................................................................................................ 1
Alabanza y adoración en el Antiguo Testamento ............................................................... 2
De los patriarcas al Tabernáculo ................................................................................................. 2
Del Primer Templo al post-exilio................................................................................................ 2
Alabanza y adoración en el culto cristiano actual ............................................................... 3
Conclusión .......................................................................................................................... 5
Bibliografía ........................................................................................................................ 6
ii
Introducción
La alabanza y adoración son elementos fundamentales del culto cristiano, de hecho, todo
lo que rodea la vida del creyente comprometido con Dios debe ser, en última instancia, una serie
Las bases bíblicas de la alabanza y adoración las encontramos desde el inicio mismo de
Por lo cual, una reflexión acerca del tema que tenga por objetivo articular una teología sana, debe
Es por ello que el presente ensayo busca analizar como la alabanza y adoración en la
alabanza y adoración del culto cristiano actual. Para reflexionar acerca de dicha influencia
adoración en la iglesia venezolana de hoy que, dentro de sus particularidades, es muy similar al
resto de Latinoamérica.
1
2
La primera narración bíblica que nos habla acerca de un acto de adoración a Dios, es la de
la ofrenda dada por los hermanos Caín y Abel. La ofrenda de Caín no agradó a Dios, mientras
que la de Abel sí fue bien recibida, básicamente porque entregó lo mejor que tenía, las primicias.
construían altares que conmemoraban momentos en los cuales Dios había intervenido de manera
providencial en sus vidas (Gen 8:20; 12:7; 26:25). La religión y el culto eran fundamentalmente
familiares. Cuando Israel llega a ser una nación grande y el pueblo es sacado de la tierra de
decálogo por intermedio de Moisés. Luego, siguiendo las instrucciones divinas, se construyó el
Tabernáculo de reunión, la morada de Dios. La tribu de Leví fue asignada para ejercer la función
sacerdotal y comenzó la institucionalización del culto. Las fiestas solemnes y la liturgia estaban
relacionadas profundamente con la experiencia histórica del éxodo de Israel desde Egipto.1
Una vez que Israel toma la tierra prometida se apartaron del Dios verdaderos para adorar
a Baal. La pureza del culto hebreo se prostituyó por trescientos años.2 Con Samuel, comienza
una renovación que tomó fuerza en el reinado de David y se consolidó con la construcción del
1
Juan José Barreda Toscano, ed., Unidos en adoración, la celebración litúrgica como lugar teológico
(Buenos Aires: Ediciones Kairos, 2004), 13.
2
Eduardo Nelson G. Que mi pueblo adore (El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano, 2003), 34.
3
Primer Templo en el reinado de Salomón. Fue en ese tiempo que la adoración en el Antiguo
Testamento alcanzó su mayor altura.3 De hecho, es muy posible que buena parte de los salmos
apareció de nuevo y la madurez espiritual fue reemplazada por un ritualismo hipócrita y vacío. 5
Dios envío profetas para exhortar al pueblo a volverse a Él. Ante la dureza de sus corazones vino
el juicio, Nabucodonosor tomó Jerusalén y los llevó cautivos a Babilonia. En el exilio vino un
cambio radical en la adoración. Sin Templo, se instituyó la sinagoga, en el culto las Escrituras
tomaron centralidad, el monoteísmo se defendió con más celo y creció la expectativa mesiánica.
indiscutible en el culto cristiano actual, no tanto en cuestiones de forma, pues hay una gran
distancia histórica y cultural que nos separa de aquel mundo veterotestamentario, sino en ciertos
elementos como la importancia que damos al uso de la música en el culto y la centralidad de las
Escrituras.6 Pero la influencia más importante está menos en lo cúltico y más en lo teológico.
Nuestra comprensión de la persona de Dios y sus atributos, sobre todo aquellos que se conocen
deseo de alabarle), no sería nunca la misma sin la revelación del Antiguo Testamento, y en tal
3
Ibíd., 35.
4
Pablo Hoff, Libros Poéticos, poesía y sabiduría de Israel (Miami: Editorial Vida, 1998), 69.
5
Eduardo Nelson G., 38.
6
Esta “centralidad de las Escrituras” es probablemente más influencia de la sinagoga que del culto en el
Templo como tal.
4
sentido, si hay un libro que nos da grandes luces, ese es Salmos, el libro de adoración por
alabanza y adoración de forma específica, que a veces se le denomina como “la Biblia dentro de
la Biblia”, pues hace un resumen del contenido de los libros anteriores y anticipa el pensamiento
de los posteriores. Como afirma Hoff, se trata del único libro de las Escrituras con el cual todos
los otros escritos sagrados tienen afinidad.7 Lutero, por su parte, llegó a decir que en los Salmos
podemos mirar el corazón de todos los santos.8 De modo que las experiencias de los autores de
los Salmos, expresadas con honestidad, entusiasmo y a veces en tono desgarrador, no estaban
exentas de un pensamiento teológico profundo, con una visión humana pero a la vez inspirada
por Dios. Mucho de lo que es el culto cristiano actual toma de esas experiencias y sus reflexiones
Dicho lo anterior, siento que aún hay mucho que podemos aprender del Antiguo
multiplicidad de manifestaciones que puedan involucrar y hacer que se identifiquen todos los
hermanos y no sólo los directores del culto. Si bien es cierto que la tribu de Leví fue la asignada
7
Pablo Hoff, 64.
8
Ibíd., 65.
9
Eduardo Nelson G., 37.
5
Conclusión
Antiguo Testamento, desde la era de los patriarcas hasta el post exilio, desde la adoración
después en la Sinagoga, me parece evidente que hay una significativa influencia en el culto
diferencias en la forma, dada la distancia histórica y cultural. Pero la influencia más grande en
nuestra teología, relacionada con el Antiguo Testamento y el culto judío, es sin duda el Salterio.
El gran libro de la adoración hebrea, lleno de todas las manifestaciones de la emoción humana,
los más excelsos cánticos de alabanza, los clamores más desesperados, las más puras
declaraciones de entrega incondicional y confianza plena en el Señor, etc., han moldeado mucho
Sin embargo, no puedo evitar pensar que, aún hay más que podemos aprender. Por una
parte, respecto al Salterio, siento que nuestros cantos pueden llegar a ser todavía más honestos de
lo que son; expresando las distintas experiencias de nuestro caminar cristiano y no sólo aquellas
que son más “potables” o “agradables”. Por otra parte, como ya he mencionado, creo que nuestra
experiencia de alabanza y adoración en el culto podría tomar una dimensión más colectiva.
Obviamente las formas tendrían que adaptarse a nuestro tiempo y cultura, pero la idea es que
BIBLIOGRAFÍA
Barreda Toscano, Juan José, ed. Unidos en adoración, la celebración litúrgica como lugar
teológico. Buenos Aires: Ediciones Kairos, 2004.
Hoff, Pablo. Libros Poéticos, Poesía y sabiduría de Israel. Miami: Editorial Vida, 1998.
Nelson G., Eduardo. Que mi pueblo adore. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano, 2003.