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b) La economía ...................................................................................................................... 8
c) La sociedad........................................................................................................................ 8
1. La pérdida del equilibrio entre política y religión en los Estados Pontificios. ............ 10
3. El problema arrastrado del Gran Cisma de Occidente en la Baja Edad Media ........... 13
1. Vida de Lutero............................................................................................................. 22
3. ¿Por qué se difundió tan rápidamente la reforma pese a estar perseguida? ................ 34
5. ANGLICANISMO: ............................................................................................................. 42
1. Francia ......................................................................................................................... 51
2. España ......................................................................................................................... 51
4. Inglaterra. .................................................................................................................... 52
5. Imperio alemán:........................................................................................................... 52
8. En América: ................................................................................................................ 55
1. China: .......................................................................................................................... 70
2. La India ....................................................................................................................... 71
3. Vietnam ....................................................................................................................... 72
5. Filipinas ....................................................................................................................... 74
1. Jansenismo .................................................................................................................. 76
2. Quietismo .................................................................................................................... 78
3. Galicanismo................................................................................................................. 79
La Edad Media comienza con la caída del último emperador romano en el 476 y termina con la
caída de Constantinopla en 1453. Estas fechas son elegidas por su simbolismo más que otra
cosa, pues el mundo no cambia de repente. Se han propuesto otras fechas, pero éstas son las más
aceptadas.
Constantinopla y la Revolución Francesa (1789). Es decir, poco más de trescientos años. Ésta es
La Edad Contemporánea comienza con la Revolución Francesa y llega hasta hoy. Tal vez
estemos viviendo el comienzo de una nueva “época”, pero eso no está nada claro.
El propio nombre “Edad Media” es muy significativo: fue acuñado precisamente a comienzos
de la Edad Moderna. Quería decir que la época en cuestión era un estado intermedio entre la
surgir.
injusticias que convenía superar. El cine y la literatura suelen verter esta visión.
El mundo anglosajón ha reforzado esta visión: tengamos en cuenta que esta cultura anglosajona
Considerando que Lutero rompió con la Iglesia Católica, a la que consideraba “heredera
ilegítima de la verdadera iglesia”, por así decirlo, la Edad Media constituye un mediocre
fue el caldo de cultivo de las más variadas injusticias, que sólo se superaron con la Revolución
Francesa. Es decir, durante la Edad Media el ciudadano vivía oprimido, mientras que en la Edad
De este modo, parece que las fuerzas que rigen el mundo actual, creyentes o no, se hubieran
Hay opiniones para todos los gustos, pero el veredicto es más bien positivo. Desde luego que es
una época en la que las luces y las sombras alternan, como en toda la historia de la humanidad.
Se considera que es una época en la que la iglesia madura y brilla con luz propia. Y no sólo la
Iglesia sino toda la humanidad. La figura de Santo Tomás es un claro ejemplo de ello.
En la Edad Media nacen multitud instituciones y formas de existencia que han llegado hasta
hoy: las órdenes mendicantes, las catedrales, la Suma Teológica, la fiesta del Corpus Cristi… y
muchas tradiciones que han perdurado en el mundo rural hasta nuestros días.
sentidos y de las ideas, los conocimientos concretos y la metafísica, la ciencia y la fe, la filosofía
La relación entre la Iglesia y el gobierno, alterna momentos buenos con momentos malos, pero
Todo esto cambia con la llegada de la Edad Moderna. Se trata de un mundo que se transforma
a) Las potencias
2) Francia: Monarquía hereditaria consolidada tras la guerra de los 100 años contra
de una fuerte tendencia galicana y conciliarista y otra fuerza, algo más intensa, en
dirección contraria.
3) España: Anteriormente estaba dividida en pequeños reinos. Fue unificada por los
en una gran potencia mundial. Domina gran parte de Europa. Gobierna también
4) Reino Unido: Poco a poco se recupera de la crisis producida por una guerra civil y
como el norte de Europa va ganando en poder e importancia, mientras que el sur pasa a
un segundo plano.
expande enormemente. Llega a las puertas de Viena. Amenaza a Europa. Gran parte
sobre ella. La zona central de Italia pertenece a los Estados Pontificios, que merecen
un capítulo aparte.
b) La economía
A lo largo del siglo XV, la economía Europea creció hasta niveles nunca antes alcanzados. La
c) La sociedad
Crece enormemente la burguesía frente a los tres estamentos medievales: nobleza, clero y
pueblo llano. Ganan peso en la sociedad y la política hasta convertirse en sus dueños en el S
Las ciudades crecen. Se pasa de una sociedad rural a una sociedad urbana.
d) La cultura: El Humanismo
Como curiosidad: El término “Edad Media” empieza a usarse ahora; es el período intermedio
Características:
pancarta: “En otro tiempo reinó Venus (es decir, Alejandro VI), luego
cosas”.
e) Aprecio por la fama como virtud que hace bien al hombre. (El constructor
e) Renacimiento e Iglesia
movimiento eclesiástico sino más bien mundano; el resultado no fue una santificación de lo
mundano sino una mundanización de la Iglesia en muchos aspectos. De cualquier manera,
donde hubo contacto con la vida eclesiástica y la fe viva, robusteció a la Iglesia. Hubo un
3. LA RELIGIÓN EN EUROPA
Alemania: dominada por las iglesias territoriales. Se dice que un duque era un papa en sus
tierras.
España: situación relativamente buena: Reyes colaboradores con la iglesia, obispos con celo
La Iglesia teme por perder su independencia política, es decir, estar sujeta a un poder temporal
ajeno a la propia Iglesia. Cuando decimos ajeno, no queremos decir que sea necesariamente
hostil u opuesto a la Iglesia, como el Turco. La Iglesia teme también ser dominada por una
potencia católica. Esta premisa, con la que en principio estamos de acuerdo, lleva a la Iglesia a
una situación de crisis. Podríamos decir que el detonante de la crisis de la Iglesia es el miedo. El
desarrollo de los hechos es complejo, pero llegamos a la conclusión de que, en esta época, la
Iglesia acabará sujeta a los poderes temporales más que nunca en su dilatada historia.
2. La mala economía de los Estados Pontificios
Todos los estados europeos, debido al cambio de época, se fortalecen. No sólo fortalecen sus
economías, sino también el propio aparato del estado, los medios del gobierno. Los EEPP
desean fortalecerse para no quedarse atrás. Pero no sólo políticamente: también en prestigio, en
cultura y desarrollo de sus instituciones. Esto aumentó enormemente sus gastos. No sólo las
gastos cada vez eran mayores, el aumento de tropas, los grandes esfuerzos diplomáticos, el
crecimiento de la burocracia etc. supuso un aumento de los impuestos que las iglesias pagaban
al papado.
Recordemos que la relación entre estado e Iglesia estaba en continua confusión, y la petición de
nuevos pagos afectó tanto al poder religioso como al civil: no sólo pagaban as Iglesias, pagaban
también los reyes. Los gobiernos no querían pagar a la Iglesia… mucho menos a la de Roma.
No era raro ver cómo los gobiernos instrumentalizaban su poder para enfrentar a los países con
Cuatro puntos tocas en tu carta: que no se observan los decretos de los concilios de
grandes sumas de dinero a los que entran en posesión de un beneficio; que so color de
quejas, diré que es justo que se respeten los concordatos y en ello estamos aquí todos.
Pero cuando dices que los decretos de Basilea no se guardan, lo cual juzgas injurioso a
tu nación, te quejas indignamente, pues los decretos basileenses son los causantes de la
discordia entre Alemania y la Sede Apostólica… y por eso se vino después a un arreglo
que es el que hay que observar… lo que aseveras de las elecciones, creo que no
responde a la verdad… hablo del tiempo que yo llevo en la curia romana, o sea, dos
años, pues ninguna de las elecciones venidas de Alemania se ha demostrado canónica.
excomulgado; y las otras adolecieron de otros defectos… añades que los que obtienen
dignidades y beneficios tienen que pagarlo a peso de oro; mas no por eso te quejes a
esta Sede, sino de la codicia y ambición de vuestros compatriotas que, tropezando con
cuantos tienen influencia en palacio; y los que pueden hablar con el pontífice no todos
son como los ángeles sino como tantos que vemos abundar en Alemania y en Francia:
reciben lo que se les ofrece, mas no lo arrancan por la fuerza… y el romano pontífice
con dinero… del dinero de las indulgencias y diezmos, me extraña que te lamentes,
pues naturalmente se debe distribuir según el arbitrio del romano pontífice; y si otras
naciones ofrecen sus diezmos por la cruzada contra los turcos, no veo por qué los
alemanes deben dejar de contribuir. Verdad es que hay que guardar moderación. Por lo
demás, la queja del dinero es muy antigua, nunca se ha podido evitar, porque los
hombres son codiciosos y casi insaciables en todas partes… Los húngaros detestan a los
mismo se quejan los polacos, etc. ¿Qué vuestra Alemania antes riquísima, se halla ahora
exhausta? Yo pienso lo contrario y me atrevo a decir que nunca fue Alemania tan rica
que Roma les impone gravámenes indignos, envíen sus embajadores al romano
dejará de atender, con la mansedumbre que suele, a vuestros deseos, si son conformes a
razón.
(Eneas Silvio Piccolomini – el futuro Pío II. Respuesta a la negativa de los príncipes
alemanes a apoyar la Cruzada de Calixto III y a sus quejas acerca de la acción del
papado en Alemania.)
Por su parte, La iglesia mercadea cargos y dignidades. También lo hace con las indulgencias;
las gracias obtenibles experimentaron un aumento disparatado; por otro lado, descendieron las
exigencias de acción del creyente. Todo esto aderezado con un nefasto condimento: un aparato
financiero basado en deudas y préstamos que harán que prime la recaudación sobre la acción.
Por otro lado, el prestigio y moralidad de Roma no estaban a la altura de sus peticiones. Es
moral, sino más bien lo contrario. Roma era una ciudad del lujo y el desenfreno (desenfreno
relativo, teniendo en cuenta que en aquella época la moral era más estricta), en la que vivían
junto con el papa los cardenales (cada uno con varias lujosas residencias) y un sinfín de obispos
(en 1550, por ejemplo, vivían en Roma 113) y gentes de iglesia en general, muchos de los
La aristocracia romana es la que ocupa casi todos los puestos de responsabilidad en la Iglesia.
En ocasiones será difícil diferenciar entre esta aristocracia y la jerarquía de la Iglesia, tanto en
su forma de vestir como en sus costumbres, alianzas, enlaces matrimoniales, etc. Nada que ver
con la realidad de hoy. Podrán acusar al Vaticano de muchas cosas, pero no de eso.
Iglesia (1378-1417). Recordemos que durante casi cuarenta años la Iglesia católica tuvo dos
sedes apostólicas enfrentadas (incluso tres). La cristiandad, desorientada y dividida, sufrió por
ello una grave crisis. Continuamente la teología se supeditaba a los intereses mundanos. Los
gobiernos europeos aprovecharon la crisis para inmiscuirse en las tareas de la Iglesia. La Iglesia
aumentó enormemente las tasas y medios recaudatorios, implementando también las amenazas
para los que a ello se negasen. A fin de cuentas, todo intento de reforma “saludable” se detuvo.
Esta crisis afectó de modo particular al Pontificado, cuyo prestigio sufrió tan rudas
propia Iglesia. Al mismo tiempo, una nueva mentalidad más secularizada – el “espíritu
laico” – inspiraba en grado cada vez mayor la actitud de los poderes temporales frente a
filosofía cristiana y el equilibrio espiritual de las gentes. Los pueblos del Occidente – no
hace falta decirlo – seguían siendo hondamente cristianos, pero se echaba ahora de
menos en la Iglesia aquella admirable capacidad creadora, de que había hecho gala en
Pero lo males no sólo se derivan del hecho de haber existido dos papas a la vez (incluso tres),
sino también por haber tenido que ser enmendado por Concilios (Constanza y Basilea). El papel
de éstos fue malinterpretado, creando una facción dentro de la propia Iglesia que denominamos
[…] Primero que este mismo sínodo, legítimamente reunido en el Espíritu Santo,
poder directamente de Cristo; cualquier hombre, sea cual fuere su estado o su dignidad,
aunque ésta sea papal, está obligado a obedecerle en todo lo que toca a la fe y a la
extirpación de dicho cisma, así como a la reforma de dicha Iglesia de Dios en su cabeza
llegada de la llamada “reforma católica” a mediados del siglo XVI. Para entonces, la mitad de la
A diferencia de lo que pasa hoy, el colegio cardenalicio era muy pequeño. Apenas alcanzaba los
veinte miembros.
1) Los príncipes romanos imponen en ocasiones sus propios cardenales. A su vez, los
papas nombrarán a sus familiares. Era un colegio difícilmente gobernable por los papas
(principalmente porque las alianzas personales no duraban más allá de la muerte del
pontífice)
2) La lacra del nepotismo. Ejemplo: Inocencio VIII tuvo hijos antes de ser papa; uno de
ellos, Francisco Cibo, casó con Magdalena, hija de Lorenzo de Médici. Como
recompensa, el hijo de Lorenzo, Juan, fue creado cardenal a los trece años; más tarde,
llegará a ser papa con el nombre de León X. El “papa alegre y confiado”. Durante su
pontificado se culmina la ruptura de Lutero. Él decía: gocemos del papado pues Dios
monopolio de la nobleza como algo “digno de alabanza” (cosa que algún historiador
3) Cada cardenal tenía una corte propia, con palacios y villas dentro y fuera de Roma. Para
pagar los gastos, acumulaban beneficios, vendían oficios, aumentaban tasas y concedían
Los obispos no residen en sus diócesis.: viven en Roma, en la corte de un príncipe o en sus
propias posesiones.
Son elegidos solamente por el hecho de pertenecer a la nobleza. Generalmente los hijos
Acumulan varios cargos. (Jurídicamente no fue atajado hasta Trento y, en la práctica, hasta la
secularización).
En muchos casos la entrada al presbiterado no era por vocación sino por buscar un medio de
vida.
Prácticamente nadie se preocupa de que la formación de los presbíteros sea la adecuada. Debido
a esto, se considera que muchos eran los casos en los que nada sabían de teología.
deformados” El cartujo Ludolfo de Sajonia escribió la Vida de Cristo (1377) que luego leyó San
Ignacio de Loyola.
del creyente.
podía considerar que se había asistido a la misa cuando se había asistido a la elevación.
6) Se tendía a comulgar lo menos posible (una vez al año) mientras que, por otro lado, se
En la Iglesia hubo una auténtica “confusión de ideas” de la que se lamentó el concilio de Trento
(discusiones teológicas, administraciones episcopales irregulares, vida poco edificante del clero,
indulgencias, justificación, teología no sacramental…) que alcanzó un grado que hoy resulta
poco menos que increíble para los católicos posteriores al Concilio Vaticano.
- Surgen las célebres cofradías, formadas por laicos, sacerdotes y, a veces, algún obispo o
cardenal. Se dedicaban a una intensa formación espiritual y a una generosa actividad asistencial
y caritativa. (Sacramentos, charlas, oración, lectura de la Palabra de Dios y asistencia a los
enfermos). A este respecto cabe decir que la Iglesia ya comenzaba a regenerarse antes de la
todo acudiendo a los valores conservados y vividos con espíritu de renovación por sus hijos más
Conviene tener en cuenta que treinta años después de que Lutero acusase a Roma de ser la sede
completamente curada, pero donde es posible y casi normal encontrarse con santos. Quien
hubiera vivido allí en los años que van del 1550 al 1600 podría haber conocido, entre otros, a
San Ignacio de Loyola, San Carlos Borromeo, San Pío V, San Camilo de Lelis y san Felipe
Neri.
1. Nicolás V (1447-1455).
Contrata a varios arquitectos para engrandecer Roma. Decide construir San Pedro. Coronó a
Federico III en Roma en 1452. La última coronación imperial en Roma. No acudió a la ayuda de
A su sobrino Rodrigo de Borja (el futuro Alejandro VI) lo elevó al cardenalato cuando era muy
joven.
3. Pío II (1458-1464).
Tuvo antes de ser papa un hijo natural del que en un principio se vanagloriaba con ligereza.
Luego se fue corrigiendo en serio, aunque poco a poco. Brillante orador y escritor. Gran
humanista. Fue conciliarista al principio pero luego se retractó; solía decir: “rechazad a Eneas y
aceptad a Pío”. Se vio envuelto en guerras en Italia y esto le impidió llevar a cabo la reconquista
4. Paulo II (1464-1471)
Poco afecto a los humanistas, pero hace construir el palacio de Venecia en Roma. Hacia el fin
5. Sixto IV (1471-1484).
príncipe. Continúa con guerras. Nombra cardenales a varios sobrinos suyos, varios de ellos
completamente indignos. Estos sobrinos ahondaron más aún la crisis del papado: A Pedro
Riario, franciscano “caprichoso y desaprensivo”, que murió de vicios a los 28 años, a Juliano
(futuro Julio II) le otorgó ocho obispados en cuatro países diferentes, además de varias abadías
y a Jerónimo, al que le otorgó el ducado de Imola. Este último le arrastró a varias conjuras y
guerras por motivos familiares, otro fue prefecto de Roma. Esta fue su (nefasta) apuesta por
Fue elegido simoníacamente por los cardenales (nombrados todos ellos por Sixto IV. Fue el
futuro Julio II –elegido a su vez simoníacamente- el que se encargó de ello). Tuvo hijos antes de
ser papa; uno de ellos, Francisco Cibo, casó con Magdalena, hija de Lorenzo de Médici –el
mayor enemigo del papado hasta entonces. Como recompensa, el hijo de Lorenzo, Juan, fue
creado cardenal a los trece años; más tarde, llegará a ser papa con el nombre de León X.
7. Alejandro VI (1492-1503)
Llamado antes Rodrigo Borja, tuvo varios hijos después de haber sido ordenado sacerdote; hay
quien dice que tuvo alguno más siendo ya papa. Llevó una vida fastuosa y dio pie para que se
desaforado nepotismo con sus hijos. A César Borja le hizo cardenal a los 16 años, y antes
arzobispo de Valencia. A Juan Borja, duque del Benevento y poseedor de numerosos territorios
Borja muy buenas alianzas matrimoniales. Sin embargo, por otro lado, se preocupó por reformar
favoreció a las órdenes monásticas y a sus tendencias reformadoras, fomentó el culto a la Virgen
impulsando el rezo del rosario y del ángelus, cuidó de la liturgia y de la asistencia a pobres y
necesitados. Tuvo enfrentamientos con Savonarola. El papa le excomulgó (su excomunión sigue
9. Julio II (1503-1513)
Elegido simoníacamente. Es un papa belicoso y muy buen general de sus tropas. Elige este
nombre en honor a Julio César. Su conducta moral no fue reprochable, pero vivió más como un
condottiero violento y dominante. Guerreó contra Francia y contra algunos estados italianos.
Convoca el Concilio de Letrán (1512-1517) que para poco sirve. Pide a Bramante que haga la
Iglesia de San Pedro (se pone la primera piedra en 1503). Manda a Miguel Ángel que le
clausura sin pena ni gloria el Concilio de Letrán. Él decía: gocemos del papado pues Dios nos
mundanidad de la curia alcanza cotas desproporcionadas. Fue gran amigo de los humanistas,
artistas y literatos, a los que colmó de favores. El áureo esplendor del renacimiento envuelve su
4. LA REBELIÓN PROTESTANTE
¿Reforma? ¿Contrarreforma?
Estos dos términos son utilizados en todo el mundo. Académicamente son válidos, pero son, a
A la gran revolución provocada por Lutero se la conoce con el calificativo de Reforma; pero, si
reformar significa corregir los abusos de un sistema, enderezar lo torcido, restaurar las buenas
costumbres, tal denominación es engañosa. Lo que Lutero, Calvino y demás herejes hicieron no
En la época de Lutero, existe una fuerte corriente reformista en toda Europa. Lutero apenas
expresó idea alguna que no pueda encontrarse ya en teólogos, críticos y predicadores anteriores
a él. Sin embargo, Lutero llevó su reforma más allá de los linderos de la Iglesia y la condujo a
la división. Hay protestas, en ocasiones “violentos tirones” que nunca habían llegado a rasgar el
manto con que la Iglesia cubría y amparaba los viejos pueblos de Europa.
Esta es la mayor catástrofe que ha sobrevenido a la Iglesia en toda su historia hasta hoy.
Cuando llegó la reforma protestante, ya se había atravesado la parte más dura de la crisis de la
Iglesia.
La reforma, desde el comienzo, fue un entramado extraordinariamente complejo. (Ni los propios
Hay que tener en cuenta que, incluso hoy en día, es un tema difícil de tratar: Lo que para
cientos de millones de cristianos es herético, para otros tantos es ortodoxo. Y todos ellos son
(somos) cristianos. Para enfocar el tema, nos pueden ayudar algunos textos:
En esta una y única Iglesia de Dios, ya desde los primeros tiempos, se efectuaron
algunas escisiones que el Apóstol condena con severidad, pero en tiempos sucesivos
pocas comunidades, a veces no sin responsabilidad de ambas partes. Pero los que ahora
tenidos como responsables del pecado de la separación, y la Iglesia católica los abraza
con fraterno respeto y amor; puesto que quienes creen en Cristo y recibieron el
“También ha sido para mí un motivo de alegría que el libro haya ganado en este tiempo,
por decirlo así, un hermano ecuménico en la voluminosa obra Jesús (2008), del teólogo
protestante Joachim Ringleben. Quien lea los dos libros notará, por un lado, la gran
misma fe la que actúa, produciendo un encuentro con el mismo Señor Jesús. Espero que
modo, pueda servir en este tiempo a la misión fundamental común de los cristianos.
1. Vida de Lutero
Entraríamos en una disquisición bizantina si nos preguntásemos sobre si la reforma habría sido
posible también sin Lutero. Muy raras veces una personalidad ha tenido tanta importancia para
un proceso histórico. Para los protestantes es un modelo de cristiano y santidad. Para los
(63 años).
Dice Lutero:
De joven, vive una religiosidad marcada por el miedo. Cuando era joven, casi lo mata un rayo.
Aterrorizado, hace la promesa de hacerse fraile, cosa que cumple en 1505. En 1507 es ordenado
Una pregunta marcará su vida religiosa: ¿cómo se puede estar seguro de salvarse? Elabora así la
teoría de la “justificación” que veremos más adelante. Lutero se pregunta: “¿Cómo conseguirás
un Dios Benigno?” Entiende que hay una justicia “pasiva”, la justicia por la que Dios nos hace
justos. Lutero no había descubierto nada fundamentalmente nuevo, sino algo que estaba
En un principio, Lutero estuvo en desacuerdo con Roma. Poco a poco ese desacuerdo se
Una duda marca esta época: si la Iglesia era realmente la verdadera Iglesia de Jesucristo.
En sus comienzos en la orden de los agustinos pensó que sí… Fue Lutero a Roma a tratar unos
“Yo fui en Roma un santo loco, corrí por todas las iglesias y rincones, y me creí todo lo
que allí se ha mentido. También celebré en Roma una misa o diez y casi me daba pena
que aún vivieran mi padre y mi madre, pues con mucho gusto los hubiera sacado del
purgatorio con mis misas y con otras obras y oraciones aún más excelentes”
Pasó gran parte de su vida perseguido por el emperador y protegido por príncipes alemanes.
Cuando tenía 42 años contrajo matrimonio con una monja exclaustrada. Tuvo varios hijos y
llevó una vida en cierto modo piadosa. (Murió una hija suya en sus brazos y eso hizo sufrir
mucho al matrimonio)
-En octubre 1517 se inició la chispa que desencadenó el incendio de la Ruptura protestante. Se
príncipe Alberto (que poseía además otros obispados) tomó prestados a la banca de los Fúcar
(Fugger) la cantidad de 29000 florines de oro renanos para mantener todos sus obispado. La
curia misma indicó la manera de cómo saldar aquella deuda. El arzobispo tenía que aceptar
durante ocho años la predicación de la indulgencia a favor de la iglesia de san Pedro de la que
podía quedarse la mitad del producto. Incluyendo el tributo de 2143 ducados que se había
reservado el emperador. Los representantes de los Fúcar acompañaban a los predicadores de las
indulgencias para encajar sobre el terreno su parte. De este modo, la indulgencia Sacrosantis
conjunto fue, como debemos confesar avergonzados, un “escándalo consumado”. Sin embargo,
Esto impresionó particularmente a Lutero, que estaba muy sensibilizado con la cuestión de la
salvación del hombre. (Hay que tener en cuenta que Lutero negaba el valor de las obras frente a
la fe. ¡Cuánto más cuando eran reducidas a comercio monetario!) Escribió diversos tratados y
cartas en los que exponía sus teorías. Y así, escribió un pequeño tratado en el que exhortaba a
los cristianos a la seriedad del arrepentimiento interior, escribió también a los obispos
incitándoles a que corrigiesen los abusos y a los amigos teólogos para que discutiesen el
problema. Escribió incluso al papa para explicarle sus ideas teológicas. Pero, por desgracia,
tampoco la Iglesia de Roma estaba preparada para un diálogo serio y pacificador. Gran parte de
las críticas eran justificadas, pero Lutero atacó también verdades cristianas en relación con el
“Las indulgencias no deben rechazarse en principio, pero no hay que poner en ellas la
Esto puede aún entenderse como ortodoxo, como crítica justificada de abusos en la praxis de las
Finalmente, (en la víspera del día de todos los santos de 1517) elaboró sus famosas 95 tesis que
Al principio, Lutero no tiene todavía un pensamiento acabado: algunas ideas suyas necesitaban
de un diálogo sereno que las clarificase y mejorase. Por desgracia, a causa del problema con las
En 1519, un hombre llamado Cayetano es enviado por el papa con una tarea muy difícil: por un
lado, lleva una sentencia de condenación contra Lutero –tras dos años de diálogo, se comprueba
que las tesis de Lutero son heréticas- y por otro, debe ofrecer la corona imperial al protector del
hereje, llamado Federico el sabio. El otro candidato al trono imperial, Carlos I, no era visto con
buenos ojos por el papado debido a que era un Augsburgo y podía acumular demasiado poder
en Europa)
De ahí las cosas que Lutero fuera amenazado de excomunión pero no detenido ni interrogado.
Además, el papa no tenía motivo para airarse contra Federico el Sabio por favorecer a un hereje.
recóndito, ininteligible y, por tanto, tan idóneo para juzgar, entender y sentenciar esta
causa como un asno para tocar el arpa. De ahí que mi causa está en tanto más peligro,
cuanto está en manos de jueces que no solo son enemigos e iracundos, sino también
Pamplona)
-En Junio León X amenaza de excomunión contra Lutero y condena 45 proposiciones suyas. La
bula Exsurge Domine del 15 de junio de 1520 condena 41 proposiciones extractadas de los
Le da 60 días para retractarse. De esta bula, habían quedado muchos puntos oscuros, muchas de
las proposiciones condenadas eran tan indiferentes que incluso varones doctísmos no
comprendían por qué habían sido condenadas. De cualquier modo, se dieron cuenta de que
Varios teólogos católicos rebatieron a Lutero. El primero, incansable, el más conocido pero
también el más aborrecido de la reforma fue el sacerdote secular y profesor Inglolstadt Johannes
Eck. Por la Disputa de Leipzig se dio a conocer de golpe a todo el mundo, se hizo famoso y se
convirtió en objetivo de ataques mordaces. Fue él quien obligó formalmente a Lutero a poner las
teólogo creador, pero puede anotarse el mérito de haber mostrado con toda claridad que Lutero
no era sólo un reformador sino un revolucionario. Según Lutero, Eck era un “servidor de
Satanás y enemigo de Cristo y de la verdad”. Según Lutero, Eck era el único responsable del
-En Agosto, Lutero dirigió la proclama “A la nobleza de la nación alemana” pidiendo a los
príncipes que dirigiesen la reforma en sus diócesis y construyesen una iglesia independiente.
concilio nacional en el que estuvieran también los laicos. La nobleza alemana sería el
-En octubre escribió Sobre la esclavitud de Babilonia, acusando a la Iglesia católica de haber
esclavizado a los fieles con sus instituciones. Para entender la complejidad del problema
papa, a quien otras veces había llamado el anticristo, los títulos de “piadoso León” o “santísimo
padre”, y él quiere ser tenido por hombre que jamás ha hecho nada contra la persona del papa y
le es tan adicto que le desea todo bien. A fin de evitar la apariencia de que Lutero había escrito
la carta únicamente por la publicación de la bula, le puso fecha atrasada del 6 de septiembre.
Dice Lutero
“esta es la causa porque me ha dolido siempre que tú, piadoso León, hayas venido a ser
papa en este tiempo, cuando eras sin duda digno de haberlo sido en tiempos mejores. La
sede romana no es digna de ti y de semejantes a ti, sino que debería ser papa el espíritu
Sin embargo dice en otra carta (en ese mismo mes) dedicada a Eck:
“Te reto a ti, León X y a vosotros, cardenales, y a todas las demás gentes que significáis
algo en la curia y os lo digo a la cara: si esta bula ha salido realmente bajo vuestro
nombre y con vuestro conocimiento, yo os exhorto en virtud del poder que, como todos
los cristianos, he recibido del bautismo, a que hagáis penitencia y os apartéis de esas
satánicas blasfemias contra Dios, y eso pronto. De lo contrario, sabed que yo con todos
los adoradores de Cristo tenemos la sede de Roma como poseída por Satanás, por el
trono del anticristo y, como enemiga capital y mortal de Cristo, no queremos obedecer
ni estar sujetos más a ella. Si perseveráis en esta locura, yo os condeno más bien a
vosotros y os entrego con esta bula y vuestros decretales a Satanás para ruina de la
carne, a fin de que vuestro espíritu se salve con nosotros el día del Señor. En el nombre
-En noviembre escribió Contra la bula del Anticristo, definiendo con este título al papa, dado
-En los tres escritos (A la nobleza de la nación alemana, Sobre la esclavitud de Babilonia,
Contra la bula del Anticristo) rechaza lo que no puede probarse con la Sagrada Escritura:
Derecho canónico
Peregrinaciones
Indulgencias
Fiestas
La doctrina eucarística
Lo que condujo a una rotura cada vez más clara no fue la doctrina sobre la justificación, sino la
“Me angustia de forma que casi ya no dudo de que el papa sea el verdaderísimo
“¿Cómo llega la avaricia romana a arrebatar para sí todas las fundaciones, obispados y
bienes feudales de nuestros padres? ¿quién ha oído ni leído jamás parejo e indecible
bandidaje?”
“Por eso vigilemos, queridos alemanes, y temamos a Dios más que a los hombres, a fin
“El que tenga afición de la verdad evangélica, acuda a las nueve a la capilla de la santa
cruz de la puerta de Elster, donde serán quemadas las decretales de los papas y los
-En mayo de 1521, se celebra la dieta de Worms. El emperador Carlos V expulsa a Lutero y a
sus seguidores del imperio, pero Lutero es salvado y escondido en el castillo de Wartburg por
un príncipe protestante (el príncipe elector de Sajonia). Para ver la riqueza del lenguaje de
Lutero:
“Aunque hubiera habido en Worms tantos demonios como tejas en los tejados, yo
quería ir allá”.
A pesar del edicto de Worms, la reforma se propagó sin apenas resistencia. (Más adelante
Para Lutero el papado era mera autoridad de orden, como cualquier autoridad secular
“y es así que al mismo turco hay que honrar y soportar, por razón de la autoridad que
Dios le ha concedido”.
En 1522, muere León X, el último papa renacentista y le sucede Adriano VI, un papa
El cónclave que lo eligió estaba formado por 39 cardenales. De ellos, sólo 3 no eran italianos,
estaban aseglarados en su mayoría y enemigos entre sí. Sin embargo, con general sorpresa, el 9
de Enero de 1522 fue elegido el ausente cardenal Adriano de Utrecht, obispo de Tortosa en
“Que le dará fuerza, aún siendo indigno, para defender a la cristiandad contra los
ataques del mal, y para reducir, al ejemplo del buen pastor, a la unidad de la Iglesia a
En su primer consistorio, pidió Adriano ayuda a los cardenales para su doble proyecto: la unión
de los príncipes cristianos para combatir al turco y la reforma de la Iglesia: El mal –dijo el papa-
había tomado tales proporciones que, en dicho de San Bernardo, los cubiertos de pecados no
llegaban ya a percibir el mal olor de los vicios. Los cardenales tenían que ir delante del clero
“[al papa le parecía increíble que] una nación tan piadosa se haya dejado apartar del
camino que señalaron el Salvador y los apóstoles por obra de un frailecillo que ha
apostatado de la fe católica […] como si sólo Lutero fuera sabio y […] tuviera el
espíritu Santo, y la Iglesia hubiera caminado entre tinieblas de la locura y por el camino
Dice también:
“Dirás también que confesamos sinceramente que Dios permite esta persecución de su
Iglesia por los pecados de los hombres, especialmente de los sacerdotes y prelados […].
La sagrada escritura dice en alta voz que los pecados del pueblo tienen su origen en los
pecados del clero […]. Sabemos muy bien que también en esta santa sede han acaecido
desde muchos años atrás muchas cosas abominables, abusos en las cosas espirituales,
papas a los prelados. Todos nosotros, prelados y eclesiásticos, nos hemos desviado del
camino del derecho, y tiempo ha ya que no hay ni uno sólo que obre el bien (sal 13, 3).
Por eso, todos debemos dar gloria a Dios y humillarnos ante su acatamiento; cada uno
de nosotros debe considerar por qué ha caído y ha de preferir juzgarse a sí mismo que
no ser juzgado por Dios el día de la ira. Por eso, prometerás en nuestro nombre que
pondremos todo nuestro empeño en que se corrija, ante todo, esta corte romana, de la
que tal vez han tomado principio todas estas calamidades; luego, como de aquí salió la
más obligados a realizar estos propósitos, cuanto todo el mundo desea esta reforma
[…]. Sin embargo, nadie se maraville de que no arranquemos de golpe todos los abusos,
pues la enfermedad está profundamente arraigada y tiene múltiples capas. Hay que
proceder, por tanto, paso a paso y curar primero con buenas medicinas los males más
malos y peligrosos, a fin de no embrollar más las cosas por una reforma precipitada.
Porque con razón dice Aristóteles que todo súbito cambio de una comunidad es
peligroso”
Si ya de suyo les resultaba (a los prelados y al clero en general) molesto tratar de la cuestión
religiosa, el llamamiento del papa a la penitencia no los movió para nada a la reflexión y a la
acción enérgica, sino que se sintieron ofendidos y puestos en la picota. No menos primaria fue
halladas en Messien. Lutero no creyó que valiera la pena considerar las buenas intenciones de
Por boca del papa hablaba Satanás; era el Anticristo y pésimo enemigo de Dios.
Tras su muerte, en 1523, le sucede Clemente VII, un papa indeciso y vacilante que gobernará la
Con el siguiente papa los impulsos reformistas se frenan. Vuelven los antiguos males de la
mundanización aunque con menos fuerza. Vuelven los enfrentamientos entre Roma y el Imperio
Germánico (Saco de Roma en 1527). Clemente VII poseía una espantosa indecisión, un ánimo
vacilante y una timidez que, entre eternas deliberaciones, medidas a medias, le hicieron perder
las mejores ocasiones y acabaron por acarrearle, entre amigos y enemigos, fama de poco seguro.
Además temía y abominaba el concilio. Tanto por miedo al conciliarismo como por no dar
todos los papados (Von Ranke), porque, para colmo de males, durante su papado tuvo lugar la
Muestra, sí, el deseo de ver eliminados los abusos en la Santa Iglesia, pero no lleva a la
práctica ninguna idea al respecto ni toma ninguna medida (Gasparo Contarini, legado
veneciano contemporáneo)
acuerdo entre las dos confesiones. (ej. Sínodo de la iglesia Alemana en Ratisbona). Aunque
hubo buenas intenciones por las dos partes, no se logró nada decisivo. Es curioso que en la
cuestión protestante, se enfrentan no sólo concepciones religiosas diferentes, sino que a éstas
Melanchton:
“no tenemos ningún dogma que se aparte de la Iglesia Romana… estamos dispuestos a
obedecer a la Iglesia Romana con tal que disimule o tolere pequeñeces que, aunque
Dice Lutero
“por razón del príncipe elector y de la universidad, disimulo y me reservo muchas cosas
oculta que es por motivos religiosos: en una carta a su hermana María dice:
“He decidido comenzar la guerra contra Hessen y Sajonia como violadores de la paz
con el duque de Brunswick y su territorio. Y aunque este pretexto no podrá engañar por
mucho tiempo que se trata de religión, sirve por lo pronto para separar a los disidentes”.
Estos fueron derrotados en la batalla de Mühlberg en 1547. Sin embargo, la discordia entre el
emperador Carlos V y el papa Paulo III –que temía que Carlos V acaparase demasiado poder en
Europa- estalló ahora; fue la salvación de los protestantes alemanes en la hora de su mayor
tribulación. El Concilio se interrumpió en 1547 (tres semanas antes de Muhlberg) y dos años
después, en 1549 moría Paulo III. Le sigue Julio III (1550-1555), que en seguida volvió a
convocar el Concilio, si bien volvió a interrumpirse en 1552 a causa de la guerra contra los
protestantes.
Tras periodos de guerra y de tregua, en 1555 fue publicada la paz religiosa de Augsburgo. Es
entendida como algo provisional hasta que un concilio u otra autoridad religiosa competente
restableciesen la unidad. Según esta paz, los súbditos deben aceptar la confesión de la autoridad,
Si en las ciudades imperiales coexisten las dos religiones, cada una debe dejar a la otra
en paz.
“el bien común del imperio y de la Iglesia, para la que se trataba de ser o no ser dentro
de las fronteras alemanas, justificó la firma de los príncipes católicos bajo el acuerdo
religioso”.
Mientras tanto, en Roma moría Clemente VII y fue elegido papa Paulo III (1534-1549). La
Iglesia convocó el Concilio de Trento, que comenzó en 1545, (24 años después del comienzo
del problema protestante, un año antes de la muerte de Lutero). Y, tras varias interrupciones,
concluirá en 1563. (42 años después del comienzo de los problemas, 17 años después de la
muerte de Lutero, 14 años después de la muerte del papa que lo convocó, 7 años después de la
abdicación de Carlos V)
estar perseguida?
2) Carlos V mantenía guerras con Francia y los turcos. Además debía afianzar su poder en
España (hubo de estar durante nueve años alejado de Alemania). Necesitaba de la ayuda
de los príncipes; no podía actuar contra ellos para frenar el protestantismo. (de ejecutar
el edicto de Worms).
3) Los obispos alemanes no tomaron iniciativas pues recelaban de Roma y del Imperio.
4) Muchos príncipes y nobles alemanes apoyaban la reforma protestante para obtener los
5) El pueblo sentía una simpatía instintiva por la novedad: el uso del cáliz (hoy decimos
comunión bajo las dos especies), la Biblia, los cánticos religiosos en lengua alemana…
conocida hasta entonces. Parece ser que cuando a Lutero le llegó la orden de parar de
imprimir panfletos, el escrito ya estaba corriendo por las calles (lo cuenta el propio
externo de los hechos, la aceptaba. Mejor dicho, la saludaba como voluntad de Dios.
9) La doctrina de Lutero es de corte existencialista, por lo que es muy difícil de rebatir con
argumentos escolásticos.
Mientras tanto, en Alemania, los campesinos se rebelaron: desean tener autonomía política y
liberarse del yugo de sus señores. Apoyados en el ideal protestante, se levantaron en 1524-1525.
Sueñan con tener un parlamento campesino y un emperador propio. Nadie les ayuda y los
señores les derrotan. El luteranismo no podrá apoyarse ya en el pueblo. En adelante son los
(Después de la rebelión de los campesinos) Lutero, impresionado por las horrorosas noticias
que corrían, se había situado ya del lado de los príncipes y les invitó a reprimir sin la menor
“si mueres en la empresa, ¡dichoso de ti! Jamás podrás encontrar otra muerte más
servicio al amor, para salvar a tu prójimo del infierno y de las ataduras del demonio”
“Por eso, todo el que pueda, tiene aquí que cortar, estrangular, punzar, secreta o
públicamente, y pensar que nada hay más ponzoñoso, más dañoso y diabólico que un
Se calcula que perecieron unos 100.000 campesinos. A partir de ese momento, podemos hablar
felicitación a Felipe de Hesse pensando que eran los protestantes y no los campesinos los que
habían sido derrotados. Tan mal informada estaba Roma que ni siquiera sabía que Felipe era
5. La doctrina de Lutero
La falta de claridad teológica de las exposiciones protestantes hizo muy difícil una refutación
“Yo voy siempre por delante, de forma que, cuando celebran como gloriosos
vencedores el triunfo sobre una de mis supuestas herejías, ya he echado una nueva en
circulación”.
Añádase que los defensores de la iglesia antigua se enfrentaban con una opinión pública,
curia; sentimientos a que sabía apelar hábilmente Lutero con su talento publicitario y hasta
demagógico”.
Lutero, angustiado por la salvación, llegó a la conclusión de que sólo la fe en Cristo salva al
“así, la voluntad humana está puesta en el medio como una bestia de carga; si Dios
monta sobre ella, quiere y va donde Dios quiere… si se monta Satanás quiere y va
donde quiere Satanás y no está en su propia elección correr tras uno de los dos
caballeros ni buscárselo; más bien luchan ambos por echarle mano y poseerla”.
En líneas generales no se trata de una teoría herética. Sin embargo, fue utilizada como pretexto
para separarse de la Iglesia. Con respecto a la teoría de la justificación por la fe, Erasmo
considera que lo que está en peligro es la dignidad del hombre, que, por mucho que dependa de
la gracia, es socio de Dios. La justicia y la misericordia de Dios no tienen sentido sin un resto de
Hoy en día, católicos y protestantes están de acuerdo con la teoría de la justificación si bien hay
diferentes matizaciones.
Para Lutero, la Iglesia católica es la nueva babilonia que oprime a la cristiandad y la tiene
cautiva.
Considera que los papas no son los sucesores de San Pedro ni los obispos lo son de los
“La Iglesia no tiene cabeza terrena, y Cristo no tiene a nadie por vicario, sino que Cristo
“La iglesia está fundada sobre la roca que es la fe en Cristo, no sobre Pedro y sus
sucesores”.
“Yo quiero llevarlo al sepulcro entre rayos y truenos. Puesto que no puedo rezar, tengo
que maldecir. Diré: Santificado sea tu nombre, pero añadiré: Maldito, condenado,
destruido sea el papado con todos los reinos de la tierra, contrarios a tu reino. Diré:
voluntad y consejo. Verdaderamente así rezo todos los días oralmente y con el corazón
Una de las mayores responsabilidades de Lutero fue la destrucción total de las órdenes
religiosas en Alemana.
c. Rechazo de la tradición de la Iglesia Católica:
santos, el purgatorio, la liturgia de los difuntos, las imágenes, el celibato, etc. Hay cierta
confusión: muchas veces se ataca a la Iglesia cuando –en verdad- se está atacando la mala
“Tengo la sospecha de que el verdadero anticristo, a que alude Pablo, impera en la curia
romana. Hoy creo yo poder demostrar que Roma es peor que el turco”.
sólo se mantienen dos: el bautismo y la eucaristía. Dios sólo toma el obrar de la Iglesia como
ocasión para actuar, sin intervenir realmente en éste obrar. Además, la palabra tiene primacía
sobre el sacramento.
Rechazo de la Eucaristía: Lutero, al respecto de la misa, se remite una y otra vez a la Sagrada
Escritura
Dice Lutero:
“Así pues, estamos y estaremos eternamente separados y unos contra otros. Ellos
sienten que, de caer la misa, cae el papado. Antes que consentir esto, nos matarían, si
pudieran, a todos. Sobre todo esto, esta cola de dragón, que es la misa, ha engendrado
“¿Cómo sois tan audaces que del recuerdo hacéis sacrificio? […] vuestro sacrificio
significa una nueva crucifixión ignominiosa […] Todo el mundo sabe en qué […] se
e. Sola Scriptura.
El que tan incondicionalmente quería entregarse a la palabra de Dios, no fue nunca un oyente
en el pleno sentido de la palabra. Lutero es, desde su raíz, de temple subjetivista. Los católicos
consideran que la escritura no se interpreta con suficiente claridad a sí misma, sino que para ello
tradición: Existe una ética natural, una “justicia del espíritu” y “justicia civil”. Las normas de
esta ética natural nos la procuran la razón y la tradición. Crea una especie de neoaristotelismo
de Lutero sobre la justificación. Otros que gracias a él, se conservó. La cosa es que gracias a él,
el luteranismo no fue a redropelo de la cultura de su tiempo, sino que caminó de la mano de ella.
“Sólo hay dos advenimientos (de Cristo): una en forma de la cruz y de la pasión en la
tierra; otro en forma gloriosa. No podéis imaginar otro, pero tampoco podéis atribuir
Es decir, para él hay dos presencias de Cristo en la tierra, no admite la bajada callada al pan.
“porque este es mi cuerpo que se entrega por vosotros” no se refiere al pan sino a su
propio cuerpo”.
Lutero le rebate:
“Confieso que si, hace cinco años el dr. Karlstadt u otro me hubiera dicho que en el
sacramento no hay más que pan y vino, me hubieran prestado un gran servicio. He
sufrido, efectivamente, tales ataques en esta cuestión, he luchado tanto conmigo mismo
y devanándome tanto los sesos, que de buena gana me hubiera librado de todo, pues
veía que así hubiera podido dar el mayor porrazo al papado […] Pero estoy prisionero,
palabras”.
constantemente como espíritu de cuadrilla que alborota a la plebe necia, como espíritu de
torpeza y mentira y hasta como profeta del diablo. Karlstadt se arrepiente y dice que, en sus
escritos sobre la cena, más bien ha querido preguntar que afirmar y que está dispuesto a seguir
aprendiendo. Dejó de predicar y escribir y marchó a Basilea, donde murió de peste. Karlstadt
fue uno de los primeros que hubo de experimentar la dureza con que Lutero y los reformadores,
quienes pretendieran para sí este mismo derecho; cuando otro entiende de otro modo el
Evangelio, se lo marca a fuego como exaltado y sedicioso y se lo pone así en manos del poder
Müntzer, otro reformista en desacuerdo con Lutero, protesta contra la demasiada estima del
“bautismo externo”: Dice que en ninguna parte se dice que la Virgen María ni los discípulos de
Cristo fueran bautizados con agua. Además, está a favor de que los nobles utilicen la violencia
“Mas si los príncipes se niegan a utilizar su espada a favor de los piadosos escogidos
contra los malos, entonces se les quitará la espada y se entregará al pueblo fervoroso
Califica a Lutero como el padre moscamuerta, adulador, doctor embustero. Lutero escribe
Carta a los príncipes de Sajonia sobre el espíritu rebelde en que califica simplemente a Muntzer
“¿Por qué no mandamos a todos los sacerdotes que dicen misa que se aparten de tan
horrible ofensa a Cristo? Porque si Cristo debe ser ofrecido de nuevo cada día, se
considera que el sacrificio que ofreció una vez en la cruz, no basta para toda la
eternidad ¿Puede haber injuria más grande? Todas las misas deben suprimirse sin
La cuestión de la misa había sido en principio sólo acerca del carácter sacrificial. Ahora, con
Dice Zuinglio:
En 1530 los baptistas fueron considerados herejes por el imperio. Fueron perseguidos,
castigados a muerte o desterrados por las autoridades católicas y, en muchos casos, más
Para Zuinglio es “absurdo”, “necio” y “horrible” la opinión de comer corpóreo que sólo puede
Enrique VIII, rey de Inglaterra, era un hombre enérgico y con buenos conocimientos teológicos.
En 1530 pretendió que el papa (a la sazón Clemente VII) invalidase su matrimonio con Catalina
de Aragón para casarse con una dama de la corte llamada Ana Bolena. El papa dudaba, pero
En 1531 Enrique VIII convocó la asamblea del clero inglés y se hizo proclamar protector de la
Iglesia y del clero. Además convenció al arzobispo de Canterbury para que celebrase su boda
con Ana Bolena. El papa (sigue siendo Clemente VII) le amenazó con la excomunión.
En 1534 el parlamento votó una ley: el “Acta de Supremacía” que declaraba al rey “única
verdadera doctrina. De este modo, la iglesia depende totalmente del rey, quien nombra
directamente a los obispos. La ley declaraba reo de alta traición a quien rechazara a Enrique
VIII. La aceptación fue general. Todos los obispos menos uno (Juan Fisher) aceptaron la nueva
situación. Tres priores cartujos, acusados de alta traición, fueron colgados; poco después fueron
decapitados el obispo de Rochester, Juan Fisher y Tomás Moro, canciller del reino. Tomás
En un principio, la ruptura de la Iglesia de Inglaterra estaba más cerca del cisma que de la
herejía. Se rechazaba la obediencia al papa, pero se respetaban los dogmas los aspectos
esenciales de la doctrina de la Iglesia. En los reinados de sus sucesores -sobre todo Eduardo VI
e Isabel I- se pasó del cisma a la herejía a medida que creció la influencia protestante.
se afianzó en un punto intermedio entre católicos y protestantes. (Se persiguió tanto a católicos
como a puritanos; se calcula que unos 124 sacerdotes y 60 laicos católicos fueron ajusticiados a
causa de su fe.). De cualquier manera, conservaron la liturgia, el sacerdocio, la misa, los
6. CALVINO (1509-1564)
En los años treinta abandonó el catolicismo y viajó por Europa. Se instaló en Suiza y allí
estableció su reforma religiosa. De allí, el calvinismo se extendió por varias zonas de Europa y,
corrompido. Sólo Dios regenera. Sin embargo, Calvino no se preocupa por la justificación (A
diferencia de Lutero). Él se siente ya justificado; no teme ser condenado. Considera que hay
b) La moral calvinista está basada en una austeridad rígida y severa como respuesta a la
tabernas, adornos, música profana, juramentos etc. La única fiesta será el domingo. Desaparecen
todas las demás, procesiones, romerías y hasta la fiesta de Navidad. Se persiguen las disidencias
morales y doctrinales. Unas setenta personas fueron desterradas y otras sesenta condenadas a
muerte.
ostensiblemente. La buena marcha de los negocios se atribuye a las bendiciones de Dios con sus
oración y el canto de los salmos. La Santa Cena se distribuye cuatro veces al año.
Seis pastores y doce ancianos (laicos) forman el consistorio o Consejo que guía la vida eneral de
la Iglesia.
7. REFORMA CATÓLICA
(En efecto) la reforma católica en el siglo XVI fue el triunfo más grande de lo espiritual sobre
lo material –de los aspectos más nobles del hombre sobre los más bajos, que desde hacía tanto
tiempo venían triunfando- que el mundo haya presenciado jamás.
La reforma católica florece a partir de una idea muy sencilla: la única solución posible es la
santificación personal; deben dejarse intactas las instituciones sagradas de la Iglesia. De ahí
provienen los dos objetivos del Santo Concilio: robustecer y declarar la fe católica y emitir
normas concretas para la reforma de las costumbres.
Durante el renacimiento, fue el Espíritu Santo, no los hombres de gobierno, quien empujó
suave, pero eficazmente a la Iglesia hacia su propia reforma interior. Decimos esto porque los
papas y la Curia fueron los últimos en percatarse de la necesidad de reformarse a sí mismos. Y
lo hicieron sólo cuando se vieron arrastrados a ella por los acontecimientos históricos. (Desde
Sixto IV (1471) hasta León X (1521) el papado estuvo bajo la nefasta influencia del
renacimiento pagano con sus nefastas secuelas: sensualidad, política, simonía y nepotismo: con
Clemente VII (1523-1534) se precipitó rebelión protestante y tuvieron lugar innumerables
tragedias religiosas y políticas. Sin abandonar la idea de reforma, sí era temeroso de que se
celebrase un concilio.
Paulo III fue el papa que convocó el concilio. Años antes, renovó el colegio cardenalicio y le
hizo salir definitivamente de la crisis del renacimiento: creó de golpe once cardenales: todos
ellos eminentes en virtud y ciencia.
Paulo III convocó el Concilio en la ciudad imperial de Trento tras tres tentativas fallidas (bien
porque se negaban los protestantes, bien porque las ciudades de Mantua y Venecia se negaron
a acogerlo en su territorio, bien por las guerras entre Carlos V y Francisco I). Se eligió esta
ciudad por dos motivos: el primero, dar protección a los protestantes (Trento era imperial). El
segundo, alejarse en lo posible del ambiente romano, proco propenso a la reforma.
- Se celebró con poca presencia de padres de 34 a 42 obispos. Dirigidos POR tres delegados
papales: los cardenales Juan María del Monte (más adelante Julio III), Marcelo Cervino (más
adelante Marcelo II) y Reginaldo Pole, un inglés.
- (Al contrario que en Constanza, no se votó por naciones sino por cabezas). (Tenían derecho a
voto los cardenales, los obispos residenciales, los Superiores mayores de las órdenes religiosas
y algunos abades).
- Se trataron a la vez determinaciones sobre la fe y sobre disciplina.
- Se sanciona el credo Niceno-constantinopolitano. Se fija el Canon de Escrituras.
- Se sanciona que las fuentes de la Revelación son dos: las escrituras y la Tradición.
- El Concilio manifestaba “recibir y venerar con igual afecto de piedad e igual reverencia”.
- Se declara auténtica la edición Vulgata de la Biblia.
- Se afirma que la Escritura debe interpretarse “con aquel sentido que sostuvo y sostiene la
Santa Madre Iglesia y según el unánime sentir de los padres”
-Se trata el tema del pecado original (no confundir con concupiscencia) según lo aprobado
1100 años antes en los concilios de Cartago y Milevi (411-418)
-Se trata el tema de la justificación: citamos textualmente: “Si alguno dijere que el hombre
puede justificarse delante de Dios por sus obras que se realizan por las fuerzas de la humana
naturaleza o por la doctrina de la Ley, sin la gracia divina por Cristo Jesús, sea anatema”. Y
por otro lado: “si alguno dijere que el impío se justifica por la sola fe, de modo que entienda no
requerirse nada más con que coopere a conseguir la gracia de la justificación y que por parte
alguna es necesario que se repare y disponga por el movimiento de su voluntad, sea anatema”.
-Se obliga a los obispos a residir en su diócesis.
-Se prohíbe acumular obispados y prebendas.
Una epidemia de peste obliga al traslado a Bolonia. Carlos V y varios obispos se niegan a
cambiar de ciudad. Además comienzan las disputas entre Francia y Roma contra el emperador.
Al final, visto lo visto, se suspende el Concilio.
Muere Paulo III y es elegido Julio III, que no es otro que Juan María del Monte, el legado
pontificio para la primera convocatoria del Concilio. Nada más ser nombrado papa, convoca la
segunda sesión del Concilio.
Aumenta a 35 el número de padres conciliares (aunque faltan los franceses).
Se trata el tema de los sacramentos, especialmente la Eucaristía y la Penitencia.
Se impugna la doctrina con respecto a los sacramentos de Lutero, Calvino y Osiandro, pero sin
nombrarles expresamente, como de costumbre.
Se trata también el tema de la ordenación.
Se dialoga con los protestantes: acuden cuatro teólogos representantes del luteranismo. Más
que discutir sobre teología, pidieron varias condiciones:
- Suspensión y re-discusión de todos los decretos ya publicados
-La superioridad del Concilio sobre el Papa
- Que los padres conciliares se vieran libres de su obediencia al papa.
Una nueva guerra hizo que se interrumpiera de nuevo el Concilio.
Tras la muerte de Julio III, subió a la sede de Roma el papa Paulo IV (1555-1558). De carácter
más bien intransigente, no recibe muy buenas críticas por lo general. Decidió llevar a cabo la
reforma, si bien no mediante el Concilio .Decidió no dictar nuevas leyes sino aplicar las ya
existentes. Un ejemplo: Contabilizó en que en Roma vivían 113 obispos. Los expulsó a todos
amenazándolos con graves castigos. Aumentó las exigencias para ser elegido obispo: le
presentaron 52 candidatos y los rechazó a todos. Dictó otra terrible disposición: que ningún
monje abandonase su orden y regla para buscar trabajos y beneficios en otras órdenes
religiosas y asociaciones de la Iglesia. Les obligó a volver a su orden o, de lo contrario, a ser
suspendidos. (Sólo podrían pasarse a ser cartujos o camaldulenses). Los que se negaron fueron
castigados con calabozos e incluso como prisioneros en galeras. Terminó así con los llamados
“monjes errantes”. Otro ejemplo: a un obispo, por inmoral, le condenó a reclusión perpetua y
a tres meses al año a base de pan y agua. A los cardenales, les pidió que hiciesen una lista con
los beneficios que disfrutaban y que eligiesen sólo uno. Con los reyes fue estrictamente
independiente. El final de su pontificado se vio ensombrecido por un asunto familiar. Había
dejado gran parte de los asuntos temporales de la Santa Sede a su sobrino; éste, inmoral y
malvado, utilizó su poder para engrandecer a su familia, llevando al papado a una guerra
vergonzosa. Cuando se enteró, cortó con él y toda su familia. Ya nunca más una familia
intentará hacerse con el control de Roma. Se puede decir que Roma pasó a ser una ciudad
mucho más austera, menos libertina.
Como hemos visto, en el siglo XVI la Iglesia está en peligro. Los ataques provienen de tres
frentes:
Al segundo se le hizo frente por dos flancos: por lo político y por lo doctrinal. Lo
político trajo consigo varias guerras estériles y vergonzosas. Hubo enfrentamientos en
Holanda (guerra hispano-holandesa), en Francia (enfrentamientos entre católicos y
calvinistas) y en el centro de Europa (Guerra de los Treinta años). Lo doctrinal fue
fijado por Trento y consolidado por un impresionante resurgir de la teología y la
filosofía.
3. HERMANDADES Y OBISPOS
El espíritu evangélico se mantuvo con especial vitalidad en las hermandades o cofradías; eran
pequeños grupos formados por sacerdotes y laicos. En ocasiones también por un cardenal. Se
dedicaban a fortalecer su fe y a socorrer al necesitado.
Muchas veces no sabemos más que su existencia, sin tener ni idea de quienes la fundaron o
cuáles eran sus trabajos.
Desde Sixto IV, podemos decir que el colegio cardenalicio se mundanizó. Sin embargo,
destacaron unos pocos obispos y cardenales que, independientes entre sí, brillaron por el celo
con el que cuidaron de su grey.
El Cardenal Cisneros: fundó una importante universidad en Alcalá, renovó el clero y las
órdenes religiosas. Preparó el terreno para que España fuera la patria espiritual de la Reforma.
El Cardenal Carafa.
El Obispo Giberti en Verona: transformó el clero con su ejemplo, renovó la liturgia, fundó la
Academia Gibertina para fomentar la cultura, creo la “Compañía de los Pobres” y una cofradía
del Santísimo Sacramento.
San Lorenzo Justiniano, primer patriarca de Venecia (1381-1456) fue un solícito pastor. Entró
muy joven en una hermandad de vida común que más tarde pasó a ser una congregación sujeta a
una regla. Fue nombrado Obispo y después patriarca, cargo que ejerció con gran celo y caridad
cristiana.
A medida que se desarrollan las cofradías, se fortalece la intuición de crear órdenes religiosas
para dar respuesta a las nuevas necesidades de la iglesia.
Los Teatinos: Surgen del Oratorio del Amor Divino de Roma. Lo fundan San Cayetano y el
Cardenal Carafa (futuro Paulo IV). Se dedican a la formación del clero, a la pastoral directa, a
las obras de caridad. Se encargaron de propagar la Reforma católica allí donde la fe se enfriaba.
Cabe decir que la presencia de Carafa y sus “malos modos” hizo que cundiera cierto recelo
hacia ellos, especialmente en Venecia, pues una vez que se percataron de la intransigencia con
la que purgaba la fe el cardenal Carafa, pensaban que podrían ser una especie de espías al
servicio de la inquisición. De cualquier manera, hay que decir que no era así. Se extendieron en
seguida por varios países y colaboraron fielmente a la expansión del verdadero espíritu
cristiano.
Los Barnabitas: Fundada por San Antonio María Zaccaria. Estaban llamados a “renovar el
fervor cristiano”. Para ello azuzaban la fe y el celo de los fieles de los pueblos a donde acudían.
Incitó el santo a sus colaboradores a “lanzarse como locos no sólo a Dios, sino también al
prójimo”. Entre sus lemas estaba “el mayor honor, hacia Cristo, la mayor reprobación hacia sí
mismo y la mayor utilidad para el prójimo”. Trabajaron mucho en la educación de la juventud.
Los Somascos o Clérigos regulares de Somasca. Fundados por san Jerónimo Emmiliani. Se
dedican a construir y dirigir orfanatos, hospicios y refugios para los marginados. Además,
fundaron escuelas y talleres para enseñarles. Tenía una curiosa organización: La administración
y gestión de los centros se encarga a una congregación de fieles laicos, mientras que los
hermanos somascos se encargan del cuidado de los huérfanos y de su sustento.
La Compañía de Santa Úrsula Se fundan las Ursulinas, el primer instituto femenino, fundada
por Santa Ángela de Mérici. Es la “primera respuesta femenina a las exigencias sociales y
morales de su tiempo”. Es una organización libre de mujeres con votos privados de castidad y
organizadas para intervenir, junto al clero, en la educación, asistencia y defensa de la juventud
femenina.
Los capuchinos fueron obra de un humilde fraile llamado Mateo de Bascio. Quiso volver a la
primitiva pobreza franciscana y a una fuerte experiencia de caridad en medio de gente pobre. De
este modo, puso en práctica los preceptos del último testamento de san Francisco. Fue una
época muy difícil, pues muchos franciscanos (incluido un general de la orden) habían pasado al
bando protestante. Es de imaginar lo complicado de reformar una orden en este ambiente. Aun
así, a los cien años de existencia contarán con 30.000 frailes en unos 1.400 conventos.
Fueron también reformados los carmelitas (lo veremos con Santa Teresa y San Juan de la Cruz),
fueron creados los jesuitas (lo veremos con San Ignacio de Loyola)…
Desde la Paz de Augsburgo en 1555 hasta el comienzo de la guerra de los 30 años se vive una
época de calma tensa.
1. Francia
Una vez solucionado el problema religioso, el objetivo de Francia será sacudirse el yugo
Augsburgo, que le acosa por el Norte (Provincias Unidas y Países Bajos Españoles) Por el Este
(Imperio y Franco Condado) y por el SE (Milán y Sur de Italia). No cejará su empeño hasta que
lo consiga.
2. España
Pese a la masiva llegada de oro y plata desde América, los precios suben más que los salarios y
declara la bancarrota en varias ocasiones.
En 1588 la armada española intenta conquistar Inglaterra y así poner fin a sus ataques e
intimidaciones. La Armada se hunde.
Al final de su reinado, viendo que las guerras han sido casi todas estériles y que su hijo no
parece tener dotes innatas para el gobierno, decide apaciguar sus reinos: una paz un tanto
engañosa, por cierto.
Su hijo, Felipe III mantendrá al principio la política poco beligerante de su padre, firmando una
tregua con los Países Bajos (1609). Se tiene la sensación de que España se estanca mientras que
Europa. Se fragua un importantísimo sentimiento anti-Augsburgo. El dominio de la dinastía
católica de los Austrias toca a su fin.
3. El Imperio Turco
Consigue algunas victorias, pero sufre una gran derrota en la Batalla de Lepanto el 7 de octubre
de 1571. La victoria no es bien aprovechada por los cristianos, pero comienza el declive que se
rubricará con la firma de un tratado de paz en 1606. La hora de los turcos ha pasado; Europa
pierde uno de sus más graves amenazas.
4. Inglaterra.
Con la llegada al trono de Isabel I, vuelven a Inglaterra muchos protestantes que habían huido
bajo el reinado católico de su predecesora María Tudor. Algunos vuelven con una gran
influencia calvinista. En ese momento, la Iglesia Anglicana da un nuevo giro hacia el
protestantismo. Se situará en una especie de punto intermedio entre el catolicismo y el
protestantismo que perdura hasta hoy, 2014.
5. Imperio alemán:
Vive una tensión creciente: pese a la paz de Augsburgo, en su interior hay continuas luchas. Se
enfrentan: Católicos y protestantes, imperiales y anti-imperiales, Augsburgos y demás dinastías,
unitarios y secesionistas.
- Inglaterra es anglicana
- Escocia es calvinista (un calvinismo parecido al de Ginebra introducido por John Knox),
aunque perviven católicos.
- En el Imperio son católicos el sur y pequeñas zonas del centro. El resto es luterano, aunque
cobra fuerza el calvinismo. En algunas zonas habrá fuertes enfrentamientos entre luteranos y
calvinistas.
-Los Países Bajos serán Calvinistas en el Norte y católicos en el Sur (sobre todo en las áreas
rurales), con minorías anabaptistas.
-En Polonia, debido a la alta tolerancia religiosa, conviven muchos exiliados expulsados de
países tanto católicos como protestantes. Poco a poco se irá haciendo cada vez más católica.
-En Hungría están representadas todas las confesiones. El calvinismo tendrá muy buena
aceptación entre la aristocracia.
-El Este de Europa seguirá siendo ortodoxa. En cuestiones religiosas, muy independiente de lo
que pasa en el resto de Europa.
- Zonas de Hungría, Grecia, Rumanía, la Antigua Yugoslavia, Ucrania y Rusia son conquistadas
por el Imperio Turco, aunque se mantiene viva la fe cristiana (casi siempre ortodoxa).
En realidad comienza como un asunto religioso: Fernando II intenta “catolizar el imperio”. Los
bohemos se rebelan contra él y eligen rey al calvinista Federico. España interviene. En parte por
motivos familiares, en parte por motivos religiosos, en parte para mantener una especie de
“pasillo” que una los Países Bajos con el Milanesado. Los rebeldes son derrotados por el
emperador en la batalla de la Montaña Blanca.
Período Danés: Los protestantes se ven en grave peligro y piden ayuda a los daneses. Dinamarca
acude por motivos religiosos (eran también protestantes) y estratégicos (había que hacerse fuerte
en el Mar del Norte). Se subleva Holanda. Los daneses son derrotados.
Período Sueco: Suecia, también protestante, salta a la escena. Por motivos religiosos y
estratégicos, igual que Dinamarca. Gana el imperio que, sin embargo, no acepta el tratado de
paz y en seguida entra Francia en escena..
Período Francés. Francia, tras 20 años de neutralidad, entra en escena. La balanza cae del otro
lado. El bloque Habsburgo se hunde en todos sus frentes. España, además, tiene problemas con
Portugal y Cataluña. El imperio queda completamente arrasado; se desmiembra y pierde todo
esplendor. España no pierde muchos territorios (sólo Holanda) pero queda extenuada. Francia se
fortalece, al igual que Inglaterra y Holanda. Cambia el orden Europeo. Gana el Atlántico al
Mediterráneo. Gana el protestantismo al catolicismo. A partir de entonces, el enfrentamiento
entre católicos y protestantes irá perdiendo virulencia.
De este modo, tras la guerra, las tensiones que afligen a Europa han tenido los siguientes
desenlaces:
8. En América:
-Patronato Regio
- Desarrollo urbanístico
- Descenso de la población.
Pero la curación más eficaz, más que de las disposiciones de Trento, surgió de la intensa vida
espiritual de los Santos de la Iglesia de esa época. Tomaremos como muestra:
--Intentaremos hablar cada día de uno. Así ilustramos la historia y –tal vez- la hacemos más
entretenida.
En 1521 (Ignacio contaba con treinta años) Ignacio está defendiendo, en nombre de Carlos V, la
ciudad de Pamplona, atacada por Francisco I de Francia. Este Ignacio es el capitán, y la
defiende con valentía, pero es derrotado y herido en la pierna. Sus mismos enemigos lo llevan a
sus posesiones donde pasó una larga convaleciencia. Sus aspiraciones de ser alguien importante
en el ejército y después en la corte quedan truncadas.
Allí alterna la lectura de libros de caballería con los libros Flos Sanctorum y Vita Christi (de un
Cartujo alemán, escrito en plena crisis de la Iglesia alemana).
Inicia un peregrinaje: Aránzazu, Montserrat, Manresa (allí dirá: “todas las cosas me parecen
nuevas”), Barcelona, Roma, Venecia, Jerusalén (estará sólo un mes), Barcelona, Alcalá,
Salamanca, París (en estos tres últimos -1523-1534- para estudiar), Azpeitia y Venecia (con
intención de ir a Tierra Santa).
En París se une con un grupo de siete universitarios jovencísimos (entre ellos San Francisco
Javier). Algunos siguen los ejercicios espirituales de San Ignacio. Les fascina la idea de formar
una comunidad como la de los discípulos en los Hechos de los Apóstoles.
Nos detenemos en Venecia, donde estarán dos años intentando ir a Tierra Santa. Aprovecharon
allí los que no habían sido ordenados para ordenarse, salvo Ignacio, que tenía intención secreta
de celebrar su primera misa en Jerusalén. (No fue allí sino en Roma en 1538). Aprovechan y
ejercen un fantástico apostolado. También aprovechan la estancia para elaborar las reglas del
nuevo instituto. (que serán ampliadas fruto de la experiencia). Es elegido general del nuevo
instituto, aunque intenta duramente no serlo.
Ejercerá labores:
- Misioneras: enviará a los miembros del instituto a los frentes más problemáticos:
(Trento, Alemania, América, extremo oriente y África)
Se encargarán los jesuitas de “defender y propagar la fe” en “aquella parte de la viña del Señor
que tenga más necesidad”.
No tienen hábito
No tienen ayunos o penitencias regladas sino la que la discreta caridad les dictare.
En lugar de regla escrita, tienen “una regla viva” que parte del discernimiento con el superior o
confesor. De ahí la importancia de la obediencia. De la mano de esta estará el voto de
obediencia directa al papa.
Nació en el castillo navarro de Xavier. Cuando Francisco Javier era niño, las guerras asolaban
Navarra. Casi siempre, guerras entre la corona de Castilla y la de Navarra. Su padre y dos
hermanos suyos se dedicaron a las armas. Su familia acabó derrotada y medio arruinada.
Francisco Javier no siguió el camino de la espada sino el de los estudios y la Iglesia. En 1525 se
despide de su madre y del Cristo de Javier (de muy hermosa sonrisa) y marchó a París, la
universidad más célebre de toda la cristiandad. Célebre pero en crisis, sobre todo debido a la
influencia protestante (Calvino estudió allí, entre otros).
Comparte piso con San Pedro Fabro, que también es un joven estudiante. En 1528 aparece
Ignacio de Loyola, un señor español un poco excéntrico. Pedro Fabro cae en seguida en sus
redes. Pero Francisco Javier no. Él quiere medrar en su carrera. Con 24 años ya era maestro de
filosofía. Aspira a ser canónigo en Pamplona. Fabro le ayudará a no convertirse en un
juerguista. Ignacio le ayudará a no caer en la herejía.
En 1533, cinco años después de conocer a Ignacio, Francisco Javier cayó “en sus redes”. Pasó a
ser hijo espiritual de Ignacio. Al año siguiente, en una misa celebrada por san Pedro Fabro, el
único sacerdote del grupo, hacen sus votos. Se funda la Compañía de Jesús. De París van a
Venecia (ya se sabe, para ir a Tierra Santa). Van a pie, alojándose en hospitales y mendigando el
pan en las puertas: así siempre. De allí a Roma. Entre tanto, Francisco Javier es ordenado en
Junio de 1537 (31 años; diez años estudiando a tope). En Roma se funda, ya oficialmente, la
Compañía de Jesús en 1539. Francisco Javier es el secretario de Ignacio. Un año después, el rey
de Portugal pide misioneros para las indias orientales. Envían a dos, pero uno de ellos cae
enfermo. Para sustituirle, elige Ignacio a Francisco. Él dice: “heme aquí, padre. Aparejado
estoy”. Marcha a Portugal. Le reciben los reyes. Le ofrecen vivir en el palacio, pero decide vivir
en un hospital y mendigar el pan. En 1540 navega hacia oriente como delegado papal para todo
oriente. Va de puerto en puerto, de ciudad en ciudad. Predicando, enfermando, animando. A
parte de las penurias de los viajes en barco, realiza también viajes por tierra. Evangeliza allá
donde va. Diez años de viaje. Dice que a veces le duele el brazo y la lengua de tanto bautizar y
evangelizar. (Leer las cartas del Oficio de Lecturas). Pasa noches enteras en oración. Además
de convertir musulmanes e hindúes, convierte también a los cristianos portugueses. Muchos de
ellos iban allá con el único deseo de hacerse ricos, viviendo como auténticos paganos.
De allí va a la Cochinchina, de allí a Japón (nueve años después de partir). En Japón no le hacen
mucho caso. Decide vestir como un sabio ilustrado y rico. Se le abren las puertas a la
evangelización. Dice desde Japón: De Japón os hago saber lo que de ella hemos alcanzado:
primeramente, la gente con la que hasta ahora hemos conversado, es la mejor que hasta ahora
hemos descubierto; y me parece que entre la gente infiel no habrá otra que gane a los
japoneses. Más estiman la honra que a las riquezas. Es gente sobria en el comer. Mucha parte
de la gente sabe leer y escribir. No tienen más que una mujer. Hay pocos ladrones. Les gusta
mucho oír cosas de Dios, principalmente cuando las entienden (6 de Noviembre de 1549).
Vuelve a la India para organizar una embajada a la China y ver si se abre la puerta del Imperio
al cristianismo. Pero el capitán de la guarnición lo impide. Entonces decide nuestro santo ir por
su cuenta, acompañado por un chino llamado Antonio y un Malabar llamado Cristóbal. La idea
era encontrar allí un contrabandista o similar que les guiase a cambio de dinero. Pero el chino no
apareció y sí la muerte. Murió encima de una estera, en una choza miserable, junto a Antonio el
chino.
Su pobreza: radical. A veces con camisa y calzado prestado por soldados. A veces como clérigo
de la India. Vida de gran penitencia. Viajó mucho. Alguno se lo recriminó: él contestaba : Si yo
mismo en persona no visitara estas tierras, no podría conocer sus necesidades. Me faltaría la
experiencia necesaria para dar normas de conducta, y uno de los requisitos fundamentales de
la prudencia es la experiencia personal.” Abrió nuevas rutas. Su empuje no fue más fuerte
posteriormente porque holandeses e ingleses desbancaron la presencia de Portugal en aquellas
regiones.
Añoró mucho a sus hermanos jesuitas, especialmente a Ignacio, que decía de él “el hijo menor
en el destierro mayor”. Le acompañaba una inmensa nostalgia que, a su vez le animaba”.
En 1551 es ordenado sacerdote (se preparó en poco tiempo). Contaba con 36 años. Trabaja
como capellán en la Iglesia de San Jerónimo de la caridad. Decide no cobrar nada para
“mantener su libertad”. Esta Iglesia de San Jerónimo junto con la de los Jesuitas del Gesù y de
los dominicos de Santa maría Sopraminerva es el centro de espiritualidad para multitud de fieles
que allí escuchan y viven su fe.
Un grupo de penitentes que rodeaba al santo durante los años 1553-1555 se convirtió poco a
poco en un grupo estable. Primero se reunían en la habitación de San Felipe. Después, en el
granero junto a la iglesia. Después se trasladó a la iglesia de San Juan de los Florentinos. Allí
surgieron, mientras San Felipe seguía en San Jerónimo, las primeras vocaciones sacerdotales.
Formarán una comunidad sin el vínculo de los votos.
Quedan en el oratorio, dan paseos por la ciudad, peregrinan a las 7 iglesias más solemnes de
Roma (peregrinajes con misas, predicaciones, cantos, comida fraternal al aire libre…) En
ocasiones se juntaban más de 1000 personas, especialmente en carnavales. Son los llamados
“carnavales espirituales”. La Iglesia en ocasiones desconfía de él y la inquisición lo investiga.
Pero cada vez se afianza más este tipo de espiritualidad. Incluso en la propia curia, formada en
parte por discípulos suyos. Se trasladaron todos en 1575 tras encomendarles el papa una
pequeña iglesia, la cual remodelan con gran suntuosidad y belleza. Se trasladan todos menos
Felipe, que sigue en san Jerónimo (hasta 1583 a petición del papa). Muere en 1595 tras una
larga y dolorosa enfermedad. Fue rápidamente beatificado en 1615 y canonizado en 1622.
Es muy reseñable que no escribió prácticamente nada. Es muy difícil hacer un estudio de su
doctrina… aunque este mismo dato es buen indicativo de su carácter. No parece muy dado a
especulaciones teológicas sino más bien a relacionar su vida personal concreta y experiencia
espiritual. Tenía un carácter burlón y tremendamente simpático. Mantuvo la inocencia fresca
hasta su vejez. Pero para nada era infantil, pues llevó un ascetismo sin fisuras y una entrega
completa a la voluntad de Dios. Se puede decir que Felipe busca una santidad “anti heroica” en
el día a día. Válida para prelados y artesanos. Casados y célibes. Se percibe una “necesidad de la
alegría”, de la atención a la salud, del equilibrio psíquico. Se puede decir que en cierto modo el
oratorio de San Felipe es la antítesis de los ejercicios espirituales, que comienzan precisamente
en la separación del mundo. Ningún aspecto del culto tridentino se desprecia: adoración,
penitencia, misas, devociones… Se canta, Palestrina compondrá hermosas polifonías. Se pasea,
se visitan hospitales. Es un instrumento extremadamente flexible; no es una fórmula física (esto
les diferencia también de los jesuitas). Generalmente se leen libros devotos, se predica, se come
y se canta. Algunos grupos más restringidos se reunían también de noche.
Nunca fue una orden religiosa. Decía que para no ser desobedecido es necesario no mandar.
Aunque es reconocida la congregación, se resiste enormemente a elaborar reglas y
constituciones. Es curioso que se opondrá a que Carlos Borromeo utilice esta estructura para
incorporarla a la estructura diocesana. De hecho, hizo que regresasen los cuatro sacerdotes que
había enviado a Milán. Cómo no maravillarnos de este tipo de religiosidad surgida de la Roma
Tridentina.
Nace en los Abruzos, que entonces formaban parte del reino de Nápoles.
Su padre, español, era soldado, de espíritu aventurero y muy aficionado al juego. Tanto que
perdió todos sus bienes. Y de tal palo, tal astilla. San Camilo fue gran aficionado al juego y a las
aventuras. Combatió en Grecia y Túnez. Parece ser que no fue un gran soldado. Decía más bien
“fui un soldaducho”. No le guiaba tanto el ideal del guerrero como el sueldo que recibía. Según
caía en su mano, lo fundía en el juego. Llegó a empeñar la espada, el cebador de pólvora, el
manto, la misma camisa. Para sobrevivir, tuvo que mendigar ayuda a un convento de
franciscanos.
Se convierte a los 25 años, en un camino que aun hoy se llama “valle del infierno”.
“Monasterios y hospitales”. Decide hacerse capuchino. Sin embargo, una llaga en el pie le
obliga a permanecer ingresado en un hospital durante unos años. Allí comienza a trabajar como
sirviente. Recuperado, vuelve al noviciado con los capuchinos, pero la llaga reaparece y debe
volver al hospital. Allí sigue varios años. Dice el mismo: “Primero Dios y después esta pierna
llagada han fundado esta religión; si no, yo habría muerto capuchino”. Es ordenado sacerdote a
los 34 años. Reúne varios compañeros y, durante 28 años visitarán diariamente el hospital,
convirtiéndolo en una “escuela de caridad”. A los dos años de labores (en 1586), el papa Sixto
V aprueba la “compañía de los Ministros de los enfermos” sin obligación de votos. Les concede
llevar una cruz roja sobre el pecho como distintivo. (Es notable cómo la reforma irá de la mano
de la jerarquía).
En aquella época no faltaban grandes hospitales, sin embargo había grandes carencias: se les
cambiaba la ropa de cama cada 15 días, nadie asistía a los enfermos graves a la hora de las
comidas, los médicos pasaban bien por la mañana temprano, bien por la noche, se les daba a
comer a deshoras y había graves irregularidades administrativas. San Camilo revolucionó la
asistencia médica afirma que a los enfermos se debe acercar uno “con la caridad antigua y con
la técnica asistencial más actualizada”. Cito textualmente: “Cada uno demande ‘gracia’ al
Señor para que le dé un afecto materno hacia su prójimo, de modo que podamos servirle con
toda caridad, tanto en el alma como en el cuerpo, porque deseamos con la gracia de Dios
servir a todos los enfermos con ese afecto con que suele hacerlo una madre amorosa con su
único hijo enfermo”.
El enfermero “debe estar presente cuando los médicos pasan visita para poder alimentarlos a
sus horas y con las comidas que ordenen… e informarse” “Hacerles comer” “cambiar sábanas
y pijamas cuando estén muy sucios” “Si la cama está muy sucia, procúrese cambiarla sin
levantar al enfermo del lecho, procurando no molestarlo”
Es destacable cómo impide que ejerzan puestos de responsabilidad en los hospitales “Puesto
que las curaciones y manejo de las cosas temporales impiden el Espíritu y caridad hacia el
prójimo, cada uno procurará no dejarse influir por nadie para urdir semejantes intrigas en los
hospitales, como son el manejo de dinero y otras cosas, tener cuidado de las casas y
administrar las entradas de Hospital”. El papa Clemente VIII le propuso regentar el hospital,
pero él se negó enérgicamente. Su proyecto era más modesto pero más radical.
En 1591 (cinco años más tarde de creada la congregación. Siete años después de ser ordenado)
Gregorio XIV eleva la congregación al estatuto de orden religiosa. Camilo añade a los tres votos
tradicionales (pobreza, castidad y obediencia) el de “perpetua asistencia corporal y espiritual a
los enfermos, incluso a los apestados”.
Con el paso del tiempo, la orden trabaja en numerosos hospitales en toda Italia. Camilo viajó
incansablemente, a pesar del mal estado de su pierna. Cuando llegaba a un hospital, en seguida
se apuntaba en los turnos establecidos para los hermanos.
En 1607, cuando ve que la orden puede sobrevivir sin él, abandona su dirección y se va a un
hospital a cuidar enfermos.
A menudo se ve a Camilo arrodillado ante los enfermos para pedirles misericordia y perdón por
no cuidarles con la delicadeza que quisiera. Incluso durante la noche, cuando no tiene enfermos
graves, hace colchones para que los enfermos no tengan que yacer en el suelo en los momentos
de las epidemias peores. Decía un testigo ocular: “casi adoraba al enfermo como si fuera la
persona del Señor”
Hoy en día hay unos 1.100 ministros de los enfermos por todo el mundo, además de multitud de
asociaciones, institutos y órdenes religiosas que lo consideran su inspirador y guía.
Cuando comenzó a reunirse el Concilio de Trento, el contaba con 46 años. Cuando concluye, 64
años. Fueron él y los hombres de su generación los que dieron vida al concilio. Los promotores
de una reforma de la Iglesia “desde dentro”.
Vemos qué entiende él por reforma: Dice él: No os engañe nadie, hermanos, que poco
aprovecha para hallar a Dios oír misa y dar limosna, si no dejáis la cama de vuestros pecados.
Dice por otro lado: Los cuales (sacerdotes) tan sin escrúpulo y aparejo procuran esta dignidad
(sacerdocio) como si fuese algún oficio mecánico, más para buscar mantenimiento para sus
cuerpos que remedio para sus ánimas.
Al igual que en la Facultad del Callao, en la Facultad de Teología de Baeza (fundada por él):
En ella se enseña Teología. Su orientación es tan apostólica, que nadie se gradúa en Baeza sin
que haya salido a misionar por los pueblos”.
Seguimos hablando de seminarios: esto es lo que sugiere en Trento: Que en cada obispado se
haga un colegio o más, según la cualidad de los pueblos principales que en él hubiere, en los
cuales sean educados, primero que ordenados, los que quieren ser sacerdotes […] y aprendan
principalmente bondad, y después letras, para que puedan ser sin peligro maestros y
edificadores de ánima.
Fundó multitud de colegios. Estaba ciertamente preocupado por la formación del pueblo,
especialmente de los futuros sacerdotes.
Nace en un pueblo de Ciudad Real llamado Almodóvar del Campo. Perteneció a una familia de
antepasados conversos.
Por deseo de sus padres estudió leyes en Salamanca. A los tres años se marcha, pidiendo a sus
padres que le permitan vivir apartado en una estancia de la casa haciendo oración y penitencia.
Más adelante estudió en Salamanca. Allí conoció al que sería obispo de Granada D. Pedro
Guerrero, la gran figura española de Trento. Con ayuda del maestro Ávila, trató en el gran
Concilio la reforma del clero, los seminarios y la residencia de los obispos.
Se ordena sacerdote en 1526. Convida a doce pobres al convite de su ordenación, a los que
sienta a su mesa y sirve. Después, vendió todas sus posesiones y las repartió a los pobres del
lugar.
Marchó a Sevilla para embarcarse hacia América a predicar. El arzobispo de Sevilla, que estaba
allí “casualmente” (pues al ser inquisidor general, no era normal que habitase en su diócesis),
para casar a Carlos V, le escuchó predicar y le obligó a quedarse en Andalucía. Vive de
limosnas y pasa necesidades.
Unas calumnias, habladurías y chismes de sacristía le hicieron ser juzgado por la inquisición.
Estuvo casi un año en la cárcel. Fue absuelto, pero con ciertos avisos: que tenga cuidado en el
futuro de lo que dijere y que, allí donde ha sido calumniado, vaya y aclare la situación. Desde
luego que sufrió una gran humillación. Pero veamos qué pensó él: citamos a fray Luis de
Granada: Y así, tratando familiarmente conmigo desta materia, me dijo que en este tiempo le
hizo nuestro Señor una merced que él estima en gran precio, que fue darle un muy particular
conocimiento del Misterio de Cristo; esto es, la grandeza desta gracia de nuestra redención, y
de los grandes tesoros que tenemos en Cristo para esperar, y grandes motivos para amar,
alegrarnos en Dios y padecer trabajos alegremente por su amor. Y por eso tenía él por dichosa
aquella prisión, pues por ella aprendió en pocos días más que todos los años de su estudio.
Tuvo gran celo en dirigir espiritualmente a su pueblo. Entre ellos, hubo muchos santos: Habló
con San Francisco de Borja. Tenemos documentadas varias cartas entre ellos.
Del mismo modo, aconsejó a Santa Teresa de Jesús, a San Ignacio de Loyola, a Fray Luis de
Granada, San Juan de Ribera, a Santo Tomás de Villanueva, a san Pedro de Alcántara y a San
Juan de Dios, de quien hablaremos después.
Tuvo gran afecto por los jesuitas. Una treintena de sus discípulos se hicieron de la Sociedad de
Jesús. Él mismo duda si entrar o no; decía San Ignacio “quisiera el Santo Padre Ávila viniese
con nosotros, que aquí le trajéramos en hombros como al Arca del Testamento”. Finalmente no
lo hizo, pero legó gran parte de sus colegios a los jesuitas.
Oraba mucho: por lo menos dos horas por la mañana y dos por la tarde. Escribía
infatigablemente, aunque no se nos conserva más que una parte.
Alguna mente retorcida puede pensar que estos santos de la Reforma Católica son más bien
“Santos de propaganda” para dar valor a la Reforma. Claro que no es así. Es más, su causa de
canonización paseó lánguidamente a lo largo de los siglos. Fue beatificado en 1894, canonizado
en 1970 y nombrado Doctor de la Iglesia recientemente. También es patrono del clero español.
No tengo mucho tiempo ahora, así que haré una breve recensión:
Nace en Portugal. Sin saberse los motivos, fue raptado y llevado a Oropesa, en España donde se
crió. Trabajó como pastor. Estudió Algunas letras.
Se enroló en el ejército. Participó en el cerco a Fuenterrabía. Allí fue condenado a muerte por
una causa muy curiosa. Le encargaron guardar un botín guardado en una sala. Se lo robaron y
no se enteró. Por este motivo estuvo a punto de ser ahorcado hasta que in extremis un oficial le
indultó. Parece ser que ya siente una llamada de Dios, pero no sabe a qué. Pasa nueve años más
en Oropesa. Se enrola en el ejército imperial y toma parte en la defensa de Viena en 1532.
Después peregrina a Santiago De Compostela. Más adelante acude a Ceuta (1535), una colonia
española al Norte de África a construir un fuerte militar. Después se instala en Granada, donde
primero se hace vendedor ambulante de libros y después monta una pequeña tienda.
Un buen día, fue San Juan de Ávila a predicar en Granada. San Juan de Dios quedó
impresionado. Profundamente impresionado. Salió de allí como fuera de sí, pidiendo a gritos
misericordia de Dios. Vendió lo que tenía y se lo repartió a los pobres. Marchó deambulando
por la ciudad descalzo y realizando ejemplares obras penitenciales. Fue tomado por loco e
ingresado en un manicomio. Fue azotado (más como terapia que como castigo). Esta estancia en
el manicomio cambió su vida.
Marchó de peregrinación a Guadalupe. Vendía haces de leña para subsistir. Mantuvo largos
coloquios con San Juan de Ávila. Decidió dedicarse a los pobres y enfermos de Granada. Al
principio vivió con ellos. Luego consiguió una casa donde acogerles. Vistió como uno de ellos
hasta que el arzobispo le recomendó llevar un hábito (basto, eso sí). De esta primera casa
pasaron a otra y después a una tercera donde la asistencia se perfeccionó enormemente.
Continuamente era despreciado por los pobres. A veces daba lo que recogía con su espuerta y
sus dos cántaros a otros pobres que encontraba por la calle. Una vez que esto pasó y no tenía
nada que servirles de comer sentó a los pobres en la mesa. Entonces apareció un hombre rico
que había visto cómo le despojaban de las limosnas los pobres de la calle. Y descargó de su
carroza muy ricos manjares que repartió a los comensales.
Una vez hizo que un hombre fuera perdonado de morir ahorcado. Había matado a un hombre en
un duelo y su hermano (el hermano del muerto) le persiguió y le denunció para vengarse.
Convenció el santo al hermano (sigue siendo el hermano del muerto) de que le perdonase. Este
pobre, salvado de la muerte se convirtió y, más adelante, se hizo discípulo de San Juan de Dios.
No escribió obras (sólo se conservan dos cartas suyas) ni reglas. Sólo después de su muerte se
fundó la orden de los hermanos hospitalarios de San Juan de Dios. Él se dedicó personalmente
al cuidado de los enfermos. (En un incendio de la casa de Granada, se jugó la vida y rescató a
todos los pobres de las llamas).
Modernizó en cierto modo las instalaciones hospitalarias, separando a los enfermos según sus
enfermedades y mejorando sensiblemente la técnica y la calidad del cuidado de los enfermos.
Murió en Granada. Mientras agonizaba, recibió una llamada del Señor para salvar a un hombre
que se iba a ahorcar por deudas. Salió, lo encontró y le ofreció ayuda. A los pocos días pasó al
padre (el Santo, no el de las deudas).
9. -Santa Teresa de Jesús
Durante más de treinta años (1572-1603) fue portero. Fueron años de oración y trabajo. Subidas,
bajadas, encargos…siempre estaba en Dios; cuando llamaban, pensaba que eran Jesús y María e
iba gozoso a abrir. Era tan sencillo y humilde que llegó a impresionar a todos. Tenía una
espiritualidad ignaciana plena: experimental, vivencial. Comparte su experiencia mística con
espontaneidad e inmediatez.
Hasta le mandaban a veces predicar en el refectorio y les emocionaba con sus breves palabras
ungidas. Con permiso de los superiores, recibía novicios y los aconsejaba, haciendo un
apostolado enorme. Les escribía pequeñas notas espirituales que guardaban como reliquias. Un
caso célebre es el de Pedro Claver: el hermano Alonso le aconsejó, más aún, le preconizó que
iría a las indias a predicar. Cuando Pedro Claver fue a esas tierras, pidió permiso para poderse
llevar un cuadernito con los consejos de San Alonso.
Poco a poco le fueron viniendo achaques y redujo su actividad hasta que en 1617 ya no pudo
hacer nada y así, prostrado, pasó el último año de su vida, antes de subir al padre en 1617.
13. -San Pedro Claver (1580-1654)
Vuelve a Barcelona a estudiar Teología dos años. De ahí es enviado a Santa Fe de Bogotá en
1610 (con 30 años). Allí sigue sus estudios en un colegio (la futura Universidad Javeriana). Seis
años después, en 1616, se ordena sacerdote (en total, desde que empezó a estudiar filosofía en
1605, han pasado 11 años. 20 años de estudios en total). Pedro tiene ya 36 años. No se
desesperen los seminaristas si tienen que estudiar mucho.
En Cartagena ayuda al gran Alonso Sandoval, el encargado del apostolado de los negros
introducidos en América Latina. Consagró enteramente su vida estos pobres desdichados.
Petrus Claver, Aethiopum Semper Servus. Pedro Claver, Esclavo de los Esclavos negros para
siempre.
Muere en 1654, a los 74 años. (Después de estudiar 20 años, 38 años de misión). Es canonizado
en 1888.
La llegada de esclavos negros fue masiva. Cada mes llegaban más de mil esclavos. En algunas
regiones (Venezuela y Colombia) llegaban a ser dos tercios de la población.
Lo primero es la asistencia material. En ocasiones, antes incluso de que se bajen del barco. “La
mano debe preceder al corazón”. Todos ellos llegaban en condiciones desesperadas. Cuando
llegaban a la costa, a menudo ya habían tirado al mar parte de la carga humana.
Lo segundo es comunicarse con ellos. Cuando no lograba entenderse, tenía grandes cartones y
un libro compuesto por él mismo. Además, tenía un grupo de dieciocho intérpretes enseñados
por él mismo y que vivían con él en el colegio jesuita.
Les recordaba la dignidad humana. Les acogía. Era su amigo. Se preocupaba por los jóvenes y
por los condenados a muerte. Les iba a visitar a las plantaciones y a las minas.
Llevó una vida muy pobre y de gran penitencia para expiar el mal que otros cristianos
realizaban.
Vemos que en las comunidades cristianas conviven el mal y el bien. Depende de nosotros que el
bien y la justicia predominen.
7. PROPAGANDA FIDE
En la Edad Moderna hay dos potencias católicas que poseen grandes colonias: Portugal y
España.
Los objetivos de los misioneros y de los colonizadores a menudo eran contrarios. Muy a
menudo, prevalecían los intereses de los colonizadores, en detrimento de los intereses de los
misioneros. Un caso muy ilustrativo es el del Congo. Su rey fue cristiano y se llamaba Alfonso.
Envió a su hijo –llamado Enrique- a estudiar a Portugal. Se ordenó sacerdote y fue creado
obispo en el Congo. ¡Nada menos que en 1521! Sin embargo el Congo volvió al paganismo
cuando llegaron los europeos buscando esclavos cobre y marfil.
De este modo, la evangelización de los nuevos territorios era tarea exclusiva de los gobiernos.
Se podría decir que muchas veces los misioneros trabajaban como funcionarios del gobierno.
Viendo este peligro, el papa Gregorio XV creó en 1622 la “Congregación para la propagación
de la fe”, conocida como la “Propaganda Fide”. De este modo las misiones se desvincularán
poco a poco de la colonización y pasarán a ser puramente eclesiásticas. También colabora a
desterrar la idea de que el cristianismo es la “religión de los europeos”. El cristianismo es la
religión de los que siguen a Cristo.
Sin embargo, hasta mediados del siglo XVIII hubo frecuentes tensiones y pleitos entre los
misioneros del patronato y los misioneros de la Propaganda Fide, llegando en ocasiones a
repartirse las diócesis entre unos y otros.
8. LA PROPAGACIÓN DE LA FE EN ASIA
1. China:
Las misiones en China comenzaron en los siglos XIII y XIV por los franciscanos. (cuentan
algunos libros que para “rodear” a los turcos por la espalda y así liberar oriente de su poder).
Dos jesuitas desembarcaron en China: Miguel Ruggeri y Mateo Ricci (32 años después de que
muriera San Francisco Javier). Este último era un gran estudioso, especialmente en
matemáticas, cosmología y astrología.
Cuando llegaron, se vistieron como chinos y actuaron socialmente como si fuesen monjes
budistas. Aprendieron chino y estudiaron la doctrina de Confucio y otros sabios chinos. Pero no
consiguieron gran cosa. Se dieron cuenta de que los budistas no eran excesivamente apreciados.
Entonces, aprovechando sus muchos conocimientos se hicieron pasar por sabios (y ciertamente
lo eran). De las conversaciones de Ricci con los sabios chinos nació el libro El tratado sobre
Dios, que más tarde sería aceptado entre los escritos clásicos chinos. En 1598 (15 años después
de llegar) se entrevistó con el emperador. Se vistió como un mandarín y llevó varios artilugios e
inventos. Entre ellos destaca un mapa del mundo pintado por él mismo con China sobresaliendo
en el centro. (China es llamada por ellos “reino del Medio”). Los anales de la dinastía Ming
recuerda este hecho llamándole “la entrega del mapa de los 10.000 reinos”. Gracias a esto,
consigue permiso para evangelizar. Cuando Mateo muere en 1610 (tras 27 años allá), hay cerca
de 2500 católicos en China. Hubo una gran discusión acerca de si los conversos podían
conservar el culto a los antepasados y a Confucio o no, con grandes defensores y detractores de
ambas propuestas. Como nota curiosa, durante unos 100 años, los cristianos fueron los
astrónomos y matemáticos oficiales del reino.
La dinastía Ming fue sustituida por la Manchú en 1644. Ésta era hostil a los católicos. A los
cuatro años desencadenó una persecución en la que murió el primer santo de China: San
Francisco Capillas, dominico.
Luego vino cierta calma hasta 1726. En aquel entonces se dieron condiciones favolrables para
que se expandiese el cristianismo (veíamos que llamaban a los Jesuitas en calidad de “sabios”).
Más adelante, entre 1726 y 1796 vuelven las persecuciones. En 1747 el obispo dominico
Francisco Serrano es martirizado tras entregarse voluntariamente para ahorrar otros sufrimientos
a los cristianos de la nación. Al año siguiente, cinco hermanos sacerdotes. La historia sigue,
pero lo veremos en el siguiente trimestre.
2. La India
La Iglesia allí fue de la mano de la colonización portuguesa. Para los portugueses, no era tan
importante la conquista como el establecimiento de de puntos de apoyo para su comercio.
Además, como toparon con países e imperios de alta civilización les habría sido imposible.
Del mismo modo, no se trataba de cristianizar a grandes masas de población sino de formar
minorías religiosas. Cuando un indígena abrazaba el cristianismo, caían en la sospecha de
haber abandonado su nacionalidad, con lo que perdían casi toda la fuerza de atracción para
sus compatriotas paganos.
Del mismo modo que los portugueses no desplazaron a los soberanos indígenas, tampoco el
cristianismo absorbió sus religiones.
La decadencia: La unión con España trajo consigo muchas dificultades, pues se mantuvieron los
dos patronatos; multitud de diócesis quedaron vacantes durante decenios. Después, los ataques
y conquistas de ingleses y holandeses terminaron de arruinar parte del edificio que con tanto
trabajo se había construido.
Adoptó los usos y costumbres locales. La sociedad era compleja: un brahmán no podía tratar
por ninguna razón con un paria sin contaminarse y sin ser despreciado; un paria, por su parte,
no apreciaba en absoluto las costumbres occidentales, que le parecían bárbaras. Sólo vivían
así los odiados “prangui” (los colonizadores portugueses). Esto resultaba tan obvio que el
catecismo de los misioneros portugueses decía textualmente que “practicar la religión cristiana
significa vivir como los prangui”. Peo muy pocos querían adoptar la manera de vivir de los
extranjeros.
Nobili fue realmente audaz, llegando a vivir como un brahmán. Dialogando con los indios, era
frecuente que les citase versos religiosos hindúes. Queriendo acercarse a las castas más
humildes (recordamos que una casta humilde jamás se mezclará con una más noble ni
viceversa) se hizo uno de ellos. Esto hizo desencadenarse numerosas y desagradables
controversias en Europa. Gregorio XV apoyó estas prácticas y añadió que ojalá todos los
cristianos adoptasen los modos de vivir humildes, ojalá todos nos hiciéramos parias (esto está
escrito u poco a vuela-pluma. Revisar). Cuando murió, la iglesia de Madura contaba con 40.000
fieles. Había sacerdotes para los parias y sacerdotes para los demás.
3. Vietnam
Los “anales de la corte annamita” transmiten la noticia de un tal I-Ne-Chu que entró en
territorio vietnamita en 1533. No es, sin embargo hasta 1615 cuando llegan dos jesuitas y
Alejandro de Rhodes, considerado el verdadero fundador de la iglesia en Vietnam. Se formó un
pequeño grupo cristiano –unos 7000, entre ellos 200 sacerdotes y las hermanas del rey. Que
contaba con la simpatía de la población. Sin embargo, en cuanto llegó una gran sequía, se le
echó la culpa a los cristianos. “Con el pretexto de enseñar el camino del cielo, arruinan nuestros
campos”. También se les acusa de no mostrar el debido respeto a los difuntos, que eran
venerados. De cualquier manera la Iglesia creció. Se les acusó de nuevo; esta vez de minar la
sociedad al pedir a los cristianos que solamente se casen con una mujer. En el siglo XVII ya
tenemos varios mártires en Vietnam. La gran persecución, de cualquier manera, se dará en el
siglo XVIII. La iglesia creció enormemente, al igual que el número de sacerdotes nativos. En
1802 comenzó una persecución por la que perdieron la vida por mantener su fe unos 30.000
cristianos. En el siglo XIX (esto pertenece ya al siguiente trimestre) se darán persecuciones muy
fuertes. En poco más de cien años, perderán la vida por cristo más de 100.000 mártires: seglares,
sacerdotes y obispos.
4. Japón
El 15 de agosto de 1549 llegó san Francisco Javier al Japón, donde desarrolló su actividad
apostólica durante unos tres años.
La persecución
En 1613 el nuevo “shogun” Ieyasu (llamado Taifusama) ordenó el exterminio en masa de los
convertidos. Tal vez por los celos de los bonzos budistas y el temor político a un excesivo poder
de los extranjeros. (En Edo —Tokio— veintitrés mártires : Arima-Kuchinotsu (año 1614, con
cuarenta y tres mártires)
Hacia 1637-38 "insurrección" de Shimabara fueron ajusticiados cerca de treinta mil cristianos.
Lo más triste de este asunto fueron las intrigas de los calvinistas holandeses que, con el fin de
conseguir la concesión exclusiva del comercio con algunas islas japonesas, no dudaron en
estimular la persecución.
Ciertamente pasaron de varios miles. El cálculo más conservador sobre este número, desde
finales del siglo XVI hasta mediados del siglo XVII, indica entre 5.000 y 10.000 mártires. (Sin
contar con los que murieron en las guerras). Los mártires extranjeros no pasan del centenar.
Los cristianos eran de todas las clases sociales: nobles samurais, autoridades civiles,
artesanos, profesores, pintores, literatos, campesinos, ex-bonzos convertidos, esclavos ya
liberados y prisioneros de guerra (de Corea), algún corsario convertido, trovadores ciegos
especializados y diplomados en el arte melódico-narrativo.
En 1865 a la Iglesia Católica le fue permitida abrir una iglesia en Nagasaki. Al poco tiempo, un
grupo de japoneses curiosos se acercaron al templo y preguntaron ¿dónde está la estatua de la
Virgen? dándose a conocer como cristianos. Los misioneros supieron que había cerca de 30.000
cristianos en la región
5. Filipinas
La llegada de misioneros fue especialmente dura debido a los peligros de los viajes. Como
ejemplo:
Cuando los dominicos decidieron enviar misioneros a las islas, mandaron un grupo de
20 frailes. Sólo llegaron dos.
Mandaron los dominicos otro grupo de 32. Sólo llegaron 15.
En 1569 España tomó posesión de las islas. En 1585 se contaba con 400.000 cristianos. En 1595
más de 700.000. En 1620 más de 2.000.000. En 50 años se había hecho cristiana la masa de
habitantes de las islas.
La población de las islas, que profesaba un animismo primitivo, no opuso apenas resistencia a
los heraldos de la fe. Solamente al sur, en los principados musulmanes, se opuso una barrera a
sus esfuerzos.
9. LA PROPAGACIÓN DE LA FE EN ÁFRICA
10. FRANCIA
Inglaterra inicia su camino para adueñarse de los océanos. Adquiere gran prosperidad
económica. Protagoniza la Revolución Industrial en el siglo XVIII. Un siglo después, en el siglo
XIX será el mayor imperio de la Tierra. A su vez, mantiene cierta independencia con Europa y
el resto del mundo.
Holanda se convertirá en un país extremadamente próspero, aunque en poco tiempo pierde su
papel de gran potencia.
Francia se convierte en el país más importante del mundo. En los siglos XVII y XVIII Francia
es el espejo en que se miran las potencias europeas.
Francia es el faro cultural de Europa. Todos los grandes intelectuales saben expresarse
perfectamente en francés y mantienen correspondencia con Rousseau, D’Alembert,
1. Jansenismo
¿Cómo podemos salvarnos? Esta es una pregunta frecuentemente formulada a lo largo del siglo
XVII. El belga Jansenio cree tener la respuesta. Se salvan sólo los elegidos, predestinados por
Dios. ¿Es esto algo nuevo? Desde luego que no. Esto mismo fue defendido por Calvino. Se
puede decir que es un intento de fusionar el calvinismo con el catolicismo.
Jansenio se llamaba en verdad Cornelio Jansen (1585-1638). Fue obispo de Yprés. Estudió en
la universidad de Lovaina. Esta universidad está muy ligada a la tradición agustiniana. Se hace
allí especial hincapié en la necesidad de la gracia de Dios en la salvación del hombre. En este
sentido, Jansenio escribió una gran obra sobre el pensamiento de San Agustín, aunque falseó el
pensamiento global del santo, pues subrayaba unilateralmente el valor de la gracia y terminaba
por negar la libertad del hombre: quien es elegido por Dios, se salva necesariamente, y los otros
son abandonados a su suerte. Es “San Agustín leído con los lentes de Calvino”.
Jansenio fue incansable. Se jactaba de haber leído diez veces todas las obras de San Agustín y
treinta veces las relativas a la gracia. A estas lecturas añadió la lectura de Calvino.
A Dios había que temerle. El hombre no estaba herido por el pecado original, sino
irremediablemente incapacitado para la salvación. Queda sin libertad y la voluntad humana
queda esclava de la concupiscencia. No hay libre albedrío. Cristo no murió por todos los
hombres ni todos pueden beneficiarse de la gracia; la gracia eficaz está reservada a un reducido
número de escogidos. Historia de que el alma es un mulo…
Odian a los jesuitas. Él se cree elegido por la providencia para librar a la Iglesia de la influencia
de los jesuitas.
Nace de esta manera el Jansenismo, que exigía un modo de vida muy austero y penitente, casi
trágico. Fue esta espiritualidad, este modo de vivir el que hizo que esta herejía se propagase tan
rápidamente y fuese difícil de controlar. Pues nunca han faltado los rigoristas y esforzados en
la Iglesia.
Pero Jansenio muere antes de publicar su libro. Será el abad de Saint Cyran, amigo y
colaborador de Jansenio, quien acoja su mensaje y lo difunda. Era austero y de palabra muy
elocuente. Aplicó las teorías del holandés al ejercicio práctico de la dirección espiritual y al
desarrollo de la ascética y la moral.
En un principio fue apreciado por hombres de gran talla como San Vicente de Paúl, Bréulle y
Richelieu, aunque muy pronto se separaron de él. Fue nombrado confesor de las monjas de
Port-Royal, que aceptaron al poco tiempo y con entusiasmo las ideas jansenistas. Cuentan que
la madre superiora acababa de reducir su monasterio cisterciense a la más dura observancia,
pero pecaba de mucho amor propio y mucha confianza en sí misma. Le escribía San Francisco
de Sales “no os recarguéis con demasiadas vigilias y austeridades; id al Port-Royal de la vida
religiosa por el camino “real” (royal) del amor de Dios y del prójimo, de la humildad y de la
bondad”. No parece que hiciese mucho caso; decía de estas monjas el arzobispo de París que
“eran puras como ángeles pero soberbias como demonios”.
Más adelante le siguió un nutrido grupo de sacerdotes, monjas y seglares, todos ellos bien
relacionados, organizados, ricos e influyentes.
Este movimiento durará aproximadamente cien años. ¿Por qué duró tanto? No se debatían
solamente temas de gracia.
2. Quietismo
Un sacerdote español, Miguel Molinos, ejerció gran parte de su ministerio en Roma hasta que
en 1685 fue detenido por la inquisición.
El hombre debe reducir a nada sus potencias. El deseo de mostrarse activo en la vida espiritual
es ofensivo a Dios. Las tentaciones deben ignorarse; ni siquiera resistirse. Eso sería ofensivo
para Dios. Cuando el demonio invade al hombre, de nada vale resistirse; es voluntad de Dios.
De nada sirve confesarse… Dios hace a veces imposible la confesión para el alma perfecta.
Luego vendrá un estado de mayor perfección y estos pecados desaparecerán.
Molinos y sus adeptos llevaban una sorprendente vida espiritual, compuesta por prácticas
religiosas e impurezas sexuales. Pero no eran más que unos dos cientos en Roma.
Nos recuerda a la cínica frase de Oscar Wilde: “La única forma de vencer una tentación es
caer en ella”.
Una corriente similar pero no heterodoxa se extendió por Francia debido a la actividad de
Madame Guyon y Fenellon (que llegó a ser arzobispo de Cambrais y heredero del trono).
¿Quién fue Madame Guyon? Una mujer piadosa y bien intencionada. Tal vez algo fanática.
Adoctrinada por un discípulo de Molinos, y extremadamente influyente en Francia. (No se tiene
constancia de que llevase a cabo inmoralidades del tipo de los discípulos de Molinos). Su
espiritualidad era heterodoxa, pues devenía en una especie de “lamaísmo” (entiéndaseme). Fue
denunciada y sus proposiciones condenadas. Una vez más, lo que está en juego no es tanto la
ortodoxia de la fe como el PODER. En este caso, el opositor a este semi-quietismo,llamado
Bossuet, es galicano y amigo de Luis XIV. El papa, presionado por el propio Luis XIV acaba
condenando algunas de las afirmaciones de Guyon por medio de un breve (Bossuet esperaba
una bula). Luego le manda una especie de felicitación.
Parece ser que este Guyon fue un buen presbítero. Enseñó la mística verdadera a madame
Guyon. Muchos historiadores de la iglesia (y muy de fiar son) le tienen en alta estima. Esto no
quita que ciertas posturas estuviesen del todo claras.
Parece que esto nos prepara a la expulsión de los jesuitas. Los gobiernos son los que controlan
la Iglesia.
El problema es que se creó cierto resquemor. Estas disputas, acusaciones y traiciones tal vez
hirieron el sentimiento místico católico del siglo XVIII, especialmente en Francia. También
afectaron a la vida contemplativa, uno de los pilares más fuertes de la Iglesia.
3. Galicanismo
El gobierno francés es absolutista. “Todo para el pueblo pero sin el pueblo” o, como dijo Luis
XIV, “el estado soy yo”. Este tipo de gobierno es el típico en el siglo XVIII en Europa. La gran
mayoría de los países europeos son dominados por un monarca absoluto. La Revolución
Francesa acaba con esta forma de gobierno.
En su afán por dominar todos los aspectos del gobierno, los reyes europeos (católicos y
protestantes) tienden a apropiarse de la iglesia para ponerla al servicio del estado. La Iglesia,
lejos de salir beneficiada, saldrá bastante perjudicada, pues será tiranizada por los monarcas
católicos. Dicen algunos autores que la única manera de salir de esta tiranía será gracias a la
Revolución Francesa. Será un desastre total para la Iglesia, pero eso sí, será por fin libre.
Luis XIV es el monarca más poderoso de la tierra (puesto que anteriormente tuvieron Carlos V
o Felipe II). Su reinado fue muy largo (1643-1715). Es una figura que conviene conocer.
En 1516, la Santa Sede concedió a la corona francesa el disfrute de las rentas de unos cuantos
obispados mientras la sede quedaba vacante. Luis XIV decidió disfrutar de las rentas de toda
sede que quedase vacante. El papa protestó enérgicamente. Y Luis XIV respondió más
enérgicamente aún.
Además hubo una rencilla entre soldados franceses y la guardia corsa del vaticano. El rey Luis
XIV amenazó con invadir Aviñón. De hecho lo hará más adelante.
Luis XIV declaró por medio de la asamblea del clero de Francia de 1682 los siguientes
términos:
a) Ni los papas ni la Iglesia tienen poder alguno sobre los príncipes temporales como
tales; éstos no pueden ser depuestos ni sus súbditos desligados de sus juramentos de
lealtad
b) Los decretos de Constanza sobre la superioridad del concilio general respecto del
papa, seguían manteniendo toda vigencia.
c) La primacía del papa debe ejercerse con la debida consideración a las costumbres de
las iglesias locales.
d) Los decretos papales, en cuestiones de fe, no son irreformables en tanto la Iglesia
toda no haya dado su conformidad.
(Hay varios errores e imprecisiones; sobre todo se limitan los poderes de jurisdicción y
magisterio del papa).
Estos cuatro puntos debían enseñarse en todos los seminarios y debían ser aceptados por todos
los que se graduasen en teología.
El papa anuló todas las disposiciones de la asamblea y se negó a colocar en las sedes vacantes a
ninguno que hubiese suscrito los artículos.
Esto se mezcla con el problema del jansenismo que vimos anteriormente. Por un lado el rey no
quería enfrentarse directamente a la autoridad del papa para no dar pie a los jansenistas. Por
otro lado, muchos jansenistas se pusieron de lado del papa contra Luis XIV.
En 1693 (once años después) el rey retiró la obligación de enseñar los cuatro puntos y el papa
nombró a los obispos. Pero aunque se retiró la obligación, se siguió enseñando en todos los
seminarios.
No es nuevo el galicanismo, pero hasta entonces era un sentimiento informe. Ahora lo tenemos
delimitado, escrito y sancionado por el rey. Los sentimientos anti romanos son muy fuertes.
Sólo se oponen a ellos dominicos y –sobre todo- jesuitas. Esta es una de las causas por las que
se les perseguirá con tanto ahínco en Francia.
En el año 1770 la Compañía de Jesús estaba compuesta por 23.000 miembros, entre sacerdotes,
escolares, legos y novicios. Además de sus casas, administraban doscientos setenta y tres
Se les puede acusar de muchas cosas, pero no hubo motivo cabal para suprimirla. Cabe decir
que, cuando la Compañía sea restituida en 1814, se apremie a que vuelva a ser tal y como era
antes de la supresión.
Fue un error de muy graves consecuencias. Las misiones sufrieron especialmente la expulsión…
El marqués de Pombal, que manejaba el gobierno del rey José I era un hombre rico y ambicioso.
En 1759 todos los jesuitas fueron detenidos y expulsados de Portugal. Casi todos fueron
depositados en la costa de Italia, provistos únicamente de sus sotanas y sus breviarios. Sus
La manera de operar fue la siguiente: primero el marqués de Pombal logró que el papa
vendían productos de las reducciones). Desde luego que el juicio no tuvo las menores
garantías. En quince días (ningún jesuita habló en el juicio) fueron condenados como
culpables. Al día siguiente moría el papa Benedicto XIV. Le sucedió Clemente XIII. Cuando iba
a revisarse la causa, fueron acusados de participar en un atentado contra el rey (en verdad un
marido burlado por el rey fue el causante). No debemos olvidar a quien tenemos de visitador;
no olvidemos quién proporciona las pruebas. El 12 de Enero de 1759 todos los jesuitas de
Portugal fueron detenidos y en los años sucesivos tuvieron que abandonar los territorios de
misiones.
En Francia ya había una fuerte corriente anti-jesuita desde el siglo XVII, especialmente en el
parlamento.
Además eran anti-jesuitas los jansenistas, los galicanos y los filósofos. Escribía Voltaire en una
carta “Cuando hayamos destruido a los jesuitas, fácilmente podremos acabar con la Infamia”
(La Infamia o la Infame era el nombre con el que Voltaire llamaba a la Iglesia).
A todos estos enemigos hay que sumar a madame Pompadour, la concubina del rey, muy
enfadada porque los jesuitas no aprobaban la relación de esta señora con Luis XV.
a la captura de sus cargamentos por barcos ingleses en las primeras semanas de la Guerra de
los Siete Años. La deuda era de un millón de libras y le pidieron el dinero al procurador
general de las misiones. Este dijo que no, que desde la isla habían actuado por su cuenta.
La cosa es que la Compañía pierde y tiene que pagar. Recurren la sentencia al tribunal
supremo de París y vuelven a perder. No sólo se les obligó a pagar sino que les investigaron.
Afloraron todas las denuncias habidas y por haber. Casi todas exageradas y algunas
El 6 de abril de 1762 el tribunal toma la decisión de que la Compañía es poco más que una
Se prolonga la batalla dos años más. Finalmente el rey Luis XV sucumbe a la presión. Firmó el
decreto que negaba la existencia legal de la orden y ponía a los jesuitas bajo la jurisdicción de
¿Por qué firma el rey? Él mismo se lo explica a ministro Choiseul: “no siento personalmente
ningún afecto especial por los jesuitas, pero todos los herejes los detestaron siempre. No digo
más sobre este punto. Si, por la paz de mi reino, los expulso, contra mis inclinaciones, no
quiero que se crea, ni por un momento, que estoy de acuerdo con todo lo que los parlamentos
han dicho y hecho contra ellos… No digo más, o tendría que decir demasiado”.
Por lo general, los obispos los defendieron a capa y espada, pero de nada sirvió. El papa
Clemente XIII también los defendió. Tras la firma del decreto por Luis XV, publico la bula
La expulsión de España fue la más misteriosa de todas y nunca llegó a ponerse en claro.
Los ministros del rey de entonces, Carlos III, eran de ideas absolutistas y tendencias
“galicanas”. Enemigos declarados de los jesuitas. Carlos III era un rey muy piadoso; el disgusto
del papa con la expulsión fue mayúsculo, escribiñéndole una carta conmovedora en la que le
acusa de querer ensombrecer su vejez y marchar hacia la muerte entre lágrimas (más o menos…
no encuentro ahora el texto). Comienza citando a Julio César “Tu quoque, fili mi”
La excusa la pondrán ciertos motines y malestares causados por las sequías y los malos
gobiernos; en ellos se atacará a los jesuitas. Primero como causantes de los males, luego como
causantes de los motines (¡!). Aún así, la resolución de expulsarles nació de los ministros. El rey
la firmó. Anunció simplemente que graves razones de estado, que para siempre guardaría
encerradas en su real pecho, requerían y justificaban este modo de proceder. Todos los
documentos utilizados, fueron presentados al rey y después destruidos. Nunca ningún jesuita
¿Cómo se llevó a cabo? Se expidieron a todas las autoridades cartas selladas se debían abrir la
noche del dos de abril de 1767. En la mañana, de acuerdo con estas instrucciones, detuvieron a
todos los jesuitas y los embarcaron en puertos previamente designados. Les enviaron a los
Estados Pontificios.
Hablan algunos historiadores de que, mientras hubo reyes cabales, la Compañía pudo hacer
Inevitables). Cuando llegaron los Borbones con su regalismo desaforado, no se pudo frenar la
avalancha.
En enero de 1769 las tres potencias, Francia España y Nápoles pidieron conjuntamente al papa
la supresión de la Compañía. El papa Clemente XIII se negó. Los tres reyes planearon bloquear
Roma y obligar al papa a huir. Antes de eso, el pobre papa falleció.
El siguiente papa fue Clemente XIV, franciscano conventual. Parece que no hubo “pacto” de
eliminar la Compañía a cambio de ser elegido. Pero el hecho cierto es que a las pocas semanas
de ser elegido comenzó la supresión de la Orden. Los borbones elaboraron el decreto y el papa
lo firmó. No juzgaba a la Compañía ni pronunciaba sentencia contra ella. El decreto refería
simplemente cómo desde siempre los jesuitas habían sido un blanco de contradicción y exponía
los muchos cargos que se les imputaba. Por causa de la paz, que no podría mantenerse mientras
ellos existieran, el papa suprimió la orden.
Resumiendo:
1814 Restituidos
En Oriente, predomina la Iglesia Ortodoxa. Hay Ortodoxos bajo el dominio turco en los
pone y depone patriarcas a su gusto. Moscú será la “tercera y definitiva Roma”. Con la
patriarcado de Moscú.
Pero cuando llega el patriarcado a Moscú, Rusia estaba en una gran crisis política. (Hubo varios
Cuando llega el patriarca Nikon, reforma la Iglesia rusa al estilo de la griega (señal de la cruz
con tres dedos en vez de dos, cambió el ritual del bautismo, el credo, el misal, la fiesta de la
epifanía, las procesiones. Esto conturbó a los rusos pues acababa con sus tradiciones.
Por un lado, quienes defendían las reformas, entre ellos el zar (de los Romanov) y
numerosos eclesiásticos reunidos en un sínodo. La “antigua fe”
Por otro, fieles de toda condición, incluidos muchos monjes, se opusieron al cambio. A
veces hubo persecuciones, incluso sangrientas. “los viejos creyentes”.
¿Qué es la Ilustración?
La Ilustración parte del deseo de construir una civilización basada en la razón. Este deseo,
lógicamente produjo un cambio profundo en la actitud general con respecto a la religión y a
la Iglesia.
La razón es lo único cierto y valioso con lo que el hombre puede contar. (Más tarde, se
llega incluso a cuestionar la razón, llegando a un escepticismo que nos es bastante familiar
hoy en día).
La Iglesia, con sus aspectos visibles y su tradición fue considerada como contraria a la
racionalidad. El sentido del misterio, de la intervención misteriosa de lo divino en la historia
y en la vida del hombre comienza a desaparecer.
Los hombres comienzan a admitir un Dios lejano que no influye ni participa en la vida de
los hombres.
Una nota para los del Corazón de Cristo: Cobra importancia que en este siglo XVIII tome
forma el culto al Sagrado Corazón de Cristo. Esto es debido principalmente a san Juan de
Eudes, sacerdote oratoriano y santa Margarita de Alacoque, visitandina. No es un siglo
fácil para esta forma de piedad. El pueblo en seguida lo entiende y lo acoge. El fervor
popular hacia el Sagrado Corazón se extiende y arraiga en seguida (capillas, procesiones,
cofradías, novenas…). Es notorio que hasta el siglo XIX la Iglesia no reconozca de manera
oficial este culto)
¿Sobre qué se funda la ilustración? Bueno, es complejo. Lo que está claro es que se funda tanto
en la llana aspiración a la felicidad como en la mística más sublime de Spinoza y Malebranche.
La desteologización fue la base del estado tolerante, pero fue la base para el encumbramiento
del estado absoluto.
El indiferentismo sustituyó al universalismo medieval, pero puso las bases para el nihilismo
De las tinieblas de la Edad Media y la aurora del renacimiento y humanismo, emerge la “plena
luz de la razón”(no obviar el entrecomillado, por supuesto)
A partir de la paz de Westfalia en 1648, decae la influencia del papado en la vida europea.
Baste como ejemplo su papel en la diplomacia internacional. En 1648 no fue invitado a la paz.
El papa protestó, aunque tardó dos años en formular la respuesta. Se opuso a las graves
pérdidas de la Iglesia en el Imperio. No significa esto que quería que siguiese la guerra pero,
El papado se ve influido por los estados. Primeramente por Francia, pero también por el
Imperio.
Este mismo libro de Jedin tiene un capítulo muy interesante que se titula Roma bajo la creciente
Siguiendo con la Ilustración, podemos hacer una breve presentación de los personajes:
…Y Hume (escéptico) Habla de indigencia religiosa en sentido psicológico, que brota del
temor y la esperanza, como una más de las deficiencias humanas.
Una idea suya que influirá enormemente en Europa es que el hombre es bueno por
naturaleza, mientras que la sociedad es violenta
Digo yo, según Rousseau, si cambian las estructuras cambiará la sociedad y el
hombre será feliz
Deísmo
Nace en Inglaterra XVII. Consideraban que la única religión razonable era la religión natural.
La religión natural es aquella únicamente guiada por la razón y cuyo fin es la práctica de la
virtud natural.
Cuando llegó a Europa, conquistó a los principales escritores, científicos, filósofos y publicistas
de la época. Esta creencia fue importante en el desarrollo de la Revolución Francesa.
Fue acogido con gran éxito por la sociedad francesa. Incluso por la europea (nadie es importante
hasta que no ha intercambiado un par de cartas con Voltaire.
Se escriben en 1783 estas líneas: Desde hace diez años, el gran mundo ya no va a misa; se va
únicamente los domingos para no escandalizar a los lacayos… y los lacayos saben que se va
únicamente por ellos.
La Enciclopedia de Diderot, D’Alembert. (hubo una anterior editada en Inglaterra; los franceses
la copian)
La intención era “dar un cuadro general de todos los esfuerzos del género humano en
todos los géneros y en todos los siglos”
El resultado es desigual.
El tono general es: “El culto a la razón y al progreso” y la presencia de una “actitud
crítica”
Tras muchas dificultades la completaron entre 1759 y 1772. Tuvo un éxito enorme