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Pedro Canales Tapia / Mariana Moreno Castilho

Editores

LOS CLAROSCURO DEL DEBATE


Pueblos Indígenas, Colonialismo y Subalternidad en América del
Sur. Siglos XX y XXI

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Red Internacional del Conocimiento
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© LOS CLAROSCURO DEL DEBATE
Pueblos Indígenas, Colonialismo y Subalternidad en América del Sur.
Siglos XX y XXI 4

Libros Colección e-200


Internacional del Conocimiento
http://www.internacionaldelconocimiento.org/

Gestión Editorial:
Ariadna Ediciones
Santiago / Chile
http://ariadnaediciones.cl/

ISBN 978-956-8416-46-1
Primera edición, octubre 2016

Libro de libre acceso bajo licencia Creative Commons By


https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/cl/
Consejo Editor Científico Proyecto e-200

Elian Araújo, professora Faculdade Presbiteriana


Mackenzie de Río de Janeiro, Coordinadora Rede
ILADISC - Iniciativa Latino Americana de Direito,
Sociedade e Cultura 5

André Porto Ancona, Professor da Faculdade de Ciência


da Informação da Universidade de Brasília

Silvia Fridman, Profesora jubilada Universidad de


Buenos Aires, ex Directora del proyecto UBA XII

Gilmar Bedin, Profesor y coordinados del Mestrado en


Direitos Humanos, UNIJUI, ex Reitor da UNIJUI

Tania Carranza, Profesora de Estudios


Latinoamericanos, Universidad Nacional Autónoma de
México

Fernando Estenssoro, Profesor del Instituto de Estudios


Avanzados, Universidad de Santiago de Chile, co-
coordinador de los congresos Ciencias, Tecnologías y
Culturas, Director del Instituto de Estudios Avanzados
de la USACH

César Ross, Profesor del Instituto de Estudios


Avanzados, Universidad de Santiago de Chile, Director
del Doctorado en Estudios Americanos

Claudio Maiz, Profesor de la Universidad Nacional de


Cuyo, co-Organizador de los seminarios Argentina-
Chile

Ricardo Salas, Profesor de la Universidad de


Concepción, Chile

José Santos, Profesor del Instituto de Estudios


Avanzados, Universidad de Santiago de Chile, ha sido
Director del Instituto de Estudios Avanzados de la
USACH

Raúl Bernal, Profesor de la Universidad del Centro de la


Provincia de Buenos Aires y de la Universidad Arturo
Prat 6

Celia Cristina Basconzuelo, Profesora de la Facultad de


Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Río
Cuarto
Indice

Prologo / Prefácio, 11
Presentación / Apresentação, 15
Introducción / Introdução, 21
9

1era Parte: Historia, Educación e interculturalidad

Modos de atualizar a diferença: relações entre o


movimento Indígena e a escola
Alexandre Herbetta, 33

Quechua, idioma que puede hacer retornar la vida


de comunidad
Antonieta Conde Marquina, 59

Experiências interculturais: A marca do tempo Chronos


vivenciada no Tempo Kairós
Cláudia Battestin y Camila Guidini Camargo, 75

El reloj de los antiguos: un acercamiento a la temporalidad


mapuche
Fernando Pairican Padilla, 97

La enseñanza de la arqueastronomía Mhuysqa


José D. Varela Cifuentes, 113

Estudo de história e arqueologia: os índios puris da bacia


inferior do vale do Paraíba do Sul
Simonne Teixeira, 131

2da Parte: Colonialismo, epistemología y subalternidad

Los estudios subalternos y la historia mapuche: buscando


acercamientos
Alejandro J. Cárcamo Mansilla, 161

La Conaie y Rafael Correa en torno a la plurinacionalidad y


colonialidad
Carolina Quezada Flores, 175

Colonialismo y procesos sociolingüísticos en Territorios del


Ngulumapu
Jaime Antimil Caniupan, 195
Tomás Guevara y el (ir)respeto por el pueblo mapuche
Mariana Moreno Castilho, 219

Tejiendo saberes: desobediencias epistémicas a la


colonialidad. Experiencias desde territorio colombiano
Maritza Cartagena Muñoz y Nataly Domicó Murillo, 247 10

3ra. Parte: Pueblos, política y Estados nacionales

La Demanda por la Libre Determinación de los Pueblos. El


caso del Pueblo Mapuche en Chile, 1980-2010
José Luis Cabrera Llancaqueo, 265

Notas sobre as potencialidades e os limites da participação:


Uma defesa da autodeterminação com base no processo de
resistência munduruku à construção de hidrelétricas na região
do Tapajós
Lea Tosold, 289

El movimiento mapuche en el gobierno de Patricio Aylwin. Su


conformación como actor sociopolítico
en Chile
Mathias Órdenes Delgado, 303

Identidad étnica y Estados nacionales en América Latina,


1930-1990
Pedro Canales Tapia, 345

Perseguição política de indígenas na ditadura


militar brasileira
Rochelle Foltram, 373

Conclusiones, 385

Autoras/es, 391
El movimiento mapuche en el gobierno de
Patricio Aylwin: su conformación como
actor sociopolítico en Chile

Mathias Órdenes Delgado 303

Introducción

Como es sabido, el gobierno del demócrata cristiano y


líder concertacionista Patricio Aylwin (marzo de 1990-marzo
de 1994), dio inició a la vuelta de la democracia sobre bases
institucionales y económicas definidas por el régimen
dictatorial y bajo la presión constante por una posible nueva
“intervención militar”, por lo que Chile se constituye como un
caso aislado de régimen democrático tutelado y, además,
sujeto a una Constitución escrita en dictadura. Esto se pudo
apreciar, en primer lugar, por la institución del binominal, que
implicó que al llegar la democracia se instalaran solamente
dos grandes sectores en el Congreso: la Concertación de
Partidos por la Democracia (en adelante Concertación) y
Alianza Democracia y Progreso (futura Alianza por Chile). Lo
que significó la derrota política del sector más duro de
oposición a la dictadura, o sea, los elementos de izquierda que
estuvieron comprometidos con la Unidad Popular y que
lograron sobrevivir a la represión de Pinochet y que en
transición no formaron parte de la Concertación, como el MIR
y el Partido Comunista. En segundo lugar, se debe considerar
que la vuelta a la democracia también se enmarca en el legado
del “Acuerdo Nacional” de 1985. Suscrito entre lo que pasaría
a llamarse la Concertación y la derecha pinochetista, el
“Acuerdo” contribuiría a la generación de un escenario
político marcado por la llamada “democracia tutelada” y los
“enclaves autoritarios”; donde los militares (instalados en el
Congreso, en el tribunal constitucional, en municipalidades,
en la burocracia estatal y alcanzando un control fáctico e
institucional sobre la Corte Suprema) no dejan del todo la
dirección política del Estado al llegar la democracia. Ello,
gracias a que se proveyeron de una “jaula de hierro” otorgada
por el corpus constitucional. Amarrado en dictadura y
consagrado en el “Acuerdo”, dicho corpus impide reformas
democráticas a la Constitución del 80, al exigir un alto
quórum parlamentario, cuestión que queda trabada por un
Congreso dividido en dos bandos555. En tercer lugar, lo
anterior también implicó que los acuerdos cupulares suscritos
a nivel de las elites políticas, garantizaran la continuidad del
modelo neoliberal, “por cuanto se impuso como amplio
consenso (desde los socialistas renovados hasta los grupos
conservadores) que éste había sido exitoso y que no era la 304
disposición de ningún sector político racional restaurar el
ineficiente Estado de Bienestar de los años setenta” 556. A esto
se sumó, por último, un fuerte temor social frente a un posible
nuevo golpe de Estado de parte de las Fuerzas Armadas,
quienes, a poco andar la democracia, sin pudor ni moral
patriótica alguna, enfrentaron con respuestas autoritarias los
requerimientos de la Justicia y del Ejecutivo por el
esclarecimiento de casos de corrupción y violaciones a los
Derechos Humanos cometidos en dictadura (recordemos el
“boinazo” y el “ejercicio de enlace” a mediados de 1993)557.
La Concertación logró un amplio triunfo electoral, sin
embargo, así las cosas, el optimismo por la caída de la
dictadura se vio opacado por las condiciones sociopolíticas
que reciben la vuelta a la democracia. Estos antecedentes son
fundamentales para comprender el carácter del Estado que se
inaugura en 1990. Las limitantes políticas, sociales y de
modelo económico para la generación de los cambios que
esperaba la ciudadanía (esclarecimiento de los delitos
cometidos en dictadura y mayor igualdad social),
contribuyeron a configurar una sensación de frustración y
desencanto que gradualmente se fue extendiendo al interior

555 Recordemos que las elites políticas que negociaron con el régimen
militar los términos de la transición, decidieron someterse a las
imposiciones constitucionales, por lo que postergaron la constitución
de la Asamblea Constituyente. Ver, Juan C. Gómez Leyton, “Los
Límites Políticos de una Transición Pactada: 20 años de la
Constitución Política de 1980”, Juan C. Gómez Leyton, Política,
democracia y ciudadanía en una sociedad neoliberal (Chile: 1990-2010),
Santiago, Editorial ARCIS/CLACSO Ediciones, 2010. pp. 61-74.
556 Igor Goicovic, “Transición y violencia política en Chile (1988-

1994)”, Ayer, 79: 3, Arce, Madrid, 2010. pp. 59-86.


557 Estas problemáticas al comienzo de la democracia han sido

suficientemente estudiadas, ver por, ejemplo: Edgardo Boeninger,


Democracia en Chile. Lecciones para la gobernabilidad, Santiago, Andrés
Bello, 1997, 312-513; Felipe Portales, Chile: una democracia tutelada,
Santiago, Andrés Bello, 2000; Tomás Moulian, Chile Actual: Anatomía
de un Mito, Santiago, LOM, 1997.
de la sociedad y que también afectaría las relaciones entre la
Concertación y el movimiento mapuche558.
A los pocos meses de la celebración del “triunfo del
arcoíris”, la prensa nacional y local daba cuenta periódica del
florecimiento de una serie de conflictos de “bajo impacto”,
derivados de la pobreza, el desempleo, la contaminación y la
privatización de empresas estatales. Las movilizaciones se 305
presentaban de múltiples formas (hoyas comunes, toma de
caminos, protestas callejeras, etc.), por lo que las autoridades
constantemente debían reunirse con pobladores, trabajadores
y campesinos. En la Araucanía, tales tensiones han tenido
como actores más visibles a los mapuche, quienes se han
movilizado reflejando un conflicto de gran impacto político,
mediático y social. Estos fenómenos provocaron que el
“modelo chileno” de transición democrática fuera más
conflictivo y con menor “orden” de lo que gran parte de la
literatura ha identificado559. No tuvimos una transición
pacífica560.

558 La primera señal de desafección política la entregó la elección


parlamentaria de 1997. En esa oportunidad, de un universo electoral
potencial que ascendía sobre 9,5 millones de personas, alrededor de 1
millón y medio no participó debido a que no se había inscrito en los
registros electorales; más de 1 millón se abstuvo de sufragar;
mientras que más de 1 millón y cuarto opta por concurrir a las urnas
para anular el voto o no marcar preferencia. De esta manera, la suma
de los no inscritos, los abstencionistas y quienes anulan el voto o lo
depositaron en blanco en las urnas, llegó a cerca del 40% de la
población electoral (los mayores de 18 años). Si se consideran sólo los
inscritos, la cifra alcanza a poco más del 30%. SERVEL,
http://www.servel.cl/servlet/Satellite?c=Page&cid=1374098176919
&pagename=ServelOficial%2FPage%2FSO_Padron-
ResumenHistorico [visitado el 28 de marzo de 2014].
559 A poco andar, desde la segunda mitad de la década de los 90,

coincidentemente con el inicio del segundo gobierno democrático, se


comienza a producir un aumento de los conflictos en diversos
sectores de la sociedad y no remitidos exclusivamente al sistema
político. “Desde ese momento, ya no se trata sólo de movilizaciones y
de demandas sectoriales (como las emprendidas por los profesores,
funcionarios de la salud y demás trabajadores del sector público),
sino más bien, de manifestaciones de descontento y malestar frente al
proceso modernizador neoliberal. Ejemplo de ellos son las
movilizaciones de los agricultores de la zona centro y sur, en 1994-
1995, en demanda de medidas proteccionistas y de los trabajadores
portuarios frente a las privatizaciones. A ello se agregan las
crecientes movilizaciones estudiantiles derivadas de los problemas
financieros en las instituciones de Educación Superior o por el alza
En el caso del movimiento mapuche, es de notar que
vino a consignar mayor y prolongada atención de parte de la
opinión pública cuando estallaron las tenciones por la
construcción de la Central Hidroeléctrica Ralco, a lo que sumó
en el período los reclamos de tierras por parte de las
comunidades, suscitando una serie de tomas que se
extendieron desde Lumaco hasta la Provincia de Arauco por 306
el norte y Valdivia por el sur. Ambos acontecimientos se
hicieron más visibles al concluir el segundo gobierno
concertacionista, entre 1997 y 1999, invitando a los analistas a
mirar con mayor atención el fenómeno para intentar
explicarlo.
A partir de esa fecha, algunos autores han puesto
bastante atención al contexto internacional como un factor
relevante del denominado “resurgimiento del conflicto
indígena”561. Esta entrada de aproximación al fenómeno
considera el hecho de que la llegada a la democracia coincide

en los aranceles universitarios y la falta de créditos. Otros conflictos


del período tuvieron un carácter más regionalista y se expresaron en
la paralización de ciudades deprimidas económicamente, como Arica
y Lota, o en otras acciones de carácter simbólica, como los
embanderamientos de las ciudades de Mejillones, Tal-Tal y Tocopilla
frente al grave problema de la cesantía”. Alfonso Arrau y Octavio
Avendaño, La hacienda revivida: Democracia y ciudadanía en el Chile de la
transición, Santiago, Universidad de Chile, PREDES. p. 48.
560 Como lo han venido planteando algunos autores, durante la

transición y en específico bajo la Concertación de Aylwin, la


conflictividad siguió estando presente, siendo la más notoria la de los
grupos subversivos. “Lo interesante de este último planteamiento es
que nos permite observar ‘el modelo chileno’ desde otro prisma, que
pone en tela de juicio parte de las afirmaciones expuestas y que nos
lleva a la necesidad de profundizar este período histórico”. Uno de
ellos, es que si bien la historia de la transición presenta muchas
continuidades, también están presentes en los actores subalternos
que continuaron con su óptica de la política y de la transición.
Fernando Pairacan, “Sembrando ideología: el Aukiñ Wallmapu
Ngulam en la transición de Aylwin (1990-1994)”, SudHistoria, 4,
Santiago, 2012, 17, 12-42. En esta línea de análisis se ubica también un
texto de Igor Goicovic, op. cit. y la compilación de textos de Paul
Drake e Ivan Jaksić, El modelo chileno. Democracia y desarrollo en los
noventa, Santiago, LOM, 1999.
561 Iván Vergara, Rolf Foerster y Hans Gundermann, “Más acá de la

legalidad. La CONADI, la ley indígena y el pueblo mapuche (1989-


2004)”, Polis 8, Santiago, 2004, Pairacan, op. cit.; José Bengoa, “Los
mapuche y el bicentenario”, José Bengoa (Edit), Procesos políticos y
culturas en el bicentenario, Santiago, Chile, Catalonia, 2012. pp. 27-51.
con la apertura de una serie de discusiones sobre la
conmemoración del quinto centenario del “descubrimiento de
América”, cuestión que involucraba a casi todo el continente y
que en Chile adquiere cierta importancia en los debates en
torno a la elaboración de la Ley Indígena562. En el mismo
período surge el levantamiento indígena del Ecuador, que dio
inicio a una serie de discusiones y “narrativas” sobre lo que 307
significaba ser “indio” en América. Luego vino el
levantamiento Zapatista en Chiapas, que puso, nuevamente,
el tema indígena en los medios de comunicación563. Por otro
lado, también se han puesto atención a lo que podríamos
denominar el estudio del movimiento “por dentro”, en
espacial, la formación, demandas y movilizaciones de
organizaciones como el Consejo de Todas las Tierras y la
Coordinadora Arauco-Malleco564, entre otras aproximaciones
al tema, como a las tenciones que se derivan de la Ley
Indígena, los conflictos entre el movimiento y la Concertación

562 Recordemos que Las marchas pacíficas de los indígenas durante


casi todo el mes de octubre de 1992, e incluso posteriores, se hicieron
presentes en casi todos los países del continente. Con ello hacían
presente los sufrimientos y heridas no sanadas durante cinco siglos.
En Chile estas marchas no siempre fueron autorizadas por las
autoridades, por lo que fueron disueltas por la fuerza pública. No
obstante, estos hechos terminaron colaborando con el discurso en
contra del “día de la hispanidad”
563 En este sentido, Vergara, Foerster y Gundermann señalaron en el

2004, que una evaluación más compleja de la capacidad del gobierno


de la Concertación de implementar una política respaldada por el
movimiento indígena debe considerar también el contexto
internacional. “En muchos países de América Latina comenzaron a
implementarse reformas legales y constitucionales respecto a los
pueblos originarios tendientes a su reconocimiento, al derecho a
conservar sus culturas y a establecer determinados grados de
autonomía en la administración de sus propios asuntos. A ello debe
sumarse la acción de importantes instituciones internacionales, como
Naciones Unidas, dentro de las cuales la cuestión indígena adquirirá,
a partir de mediados de los ochenta, una creciente importancia. Debe
subrayarse que en esos organismos se consagró la participación de
representantes indígenas y no sólo de los Estados miembros. En otras
palabras, la temática étnica adquirió una relevancia internacional,
que algunos conflictos ocurridos en algunas regiones de Asia, África
o Europa no hicieron más que aumentar”. Op. cit. p. 6.
564 Fernando Pairacan y Rolando Álvarez, “La Nueva Guerra de

Arauco: la Coordinadora Arauco-Malleco y los nuevos movimientos


de resistencia mapuche en el Chile de la Concertación (1997-2009)”,
Revista Izquierdas, 10: 8, 2011. pp. 66-84.
y la larga historia del conflicto partiendo desde la Conquista
Española, pasando por la Ocupación de la Araucanía 565. Es de
notar, que permanentemente ha estado en el análisis la
discusión sobre la violencia de Estado y los terratenientes y
los efectos del modelo neoliberal en territorio ancestral
mapuche.
Nuestra propuesta es un tanto distinta, con ayuda de 308
la prensa y de una parte de la amplia bibliografía que se
encuentra disponible, nos interesa analizar la conformación
del movimiento en los primeros años de la vuelta a la
democracia en el gobierno de Patricio Aylwin, considerando
su constitución como actor sociopolítico en el marco de las
tensiones que derivan de las demandas del sector bajo el
modelo neoliberal y las restricciones institucionales y temores
propios del período (cuestiones a lo que ya hemos hecho
referencia). Sostenemos que estos primeros años son claves
para identificar las posiciones que adoptará el movimiento,
tanto en los años posteriores, como en relación a los demás
actores del ámbito sociopolítico, ya sean el Estado, la clase
política, las transnacionales, los terratenientes o la sociedad
chilena, en lo que podemos identificar como un campo
concreto y complejo de luchas sociopolíticas, algo parecido a
un tablero de ajedrez en el que cada pieza se mueve dentro de
un marco de alternativas racionalizadas a priori.
En este trabajo se analizan las posiciones adoptadas
por el movimiento, teniendo presente que las consecuencias
de sus acciones no pueden comprenderse sino en función de
sus propias posibilidades y en relación con los demás actores
que participan del proceso, quienes disputan la proyección
hegemónica de sus intereses e ideologías566, y que, a la vez,

565 Una clasificación de las organizaciones del movimiento mapuche


se encuentra en José Mariman. Autodeterminación. Ideas políticas
mapuche en el albor del siglo XXI, Santiago, LOM, 2012. Sobre la
historia del pueblo mapuche existe abundante bibliografía, para una
revisión de las tensiones del presente partiendo desde los conflictos
del pasado, se recomienda ver, Martín Correa y Eduardo Mella, El
territorio mapuche de Malleco: Las razones del illkun/enojo. Memoria,
despojo y criminalización en el territorio mapuche de Malleco, Santiago,
LOM, 2009 y Alejandro Saavedra, Los mapuche en la sociedad chilena
actual. Santiago, LOM, 2002. Y sobre legislación indígena, son más
conocidos los trabajos de José Aylwin.
566 “La hegemonía, en tanto marco discursivo común por medio del

cual se legitima o resiste un cierto orden social, se encuentra en


mayor o menor medida permanentemente desafiado. Así, son las
coyunturas de mayor aceleración histórica donde sus referencias
cuando el movimiento intenta transformar las formas políticas
dominantes, también adquiere un compromiso crucial con la
transformación de su propia organización política567.
En el presente ensayo nos preguntamos por los
cambios estructurales y coyunturales que habrían favorecido
el estallido del conflicto mapuche en la Araucanía a la llegada
de la democracia. En otras palabras: ¿qué condiciones 309
surgieron para permitir que una larga historia de abusos
contra la etnia –la negación originaria como la llamó Tricot568-
se convierta a partir de 1990 en el estallido del movimiento
mapuche? Esto nos lleva, en segundo lugar, a preguntarnos
por las alternativas de movilización que tuvo el movimiento.
Buscando avanzar en el estudio y comprensión del
fenómeno, hemos recurrido a la teoría de los conflictos
sociales; enfoque que nos ha permitido ampliar nuestros
conocimientos. Abrimos nuestras reflexiones considerando el
siguiente supuesto teórico: difícilmente un movimiento social
logrará convertirse en un ‘gran movimiento’ sino entra en una
coyuntura favorable, o si no existen condiciones objetivas que
permitan que estalle el conflicto sobre el cual radica su razón
de ser, o si no es capaz de movilizar los recursos que ofrece el
contexto sociopolítico. La teoría racionalista de los conflictos
sociales, sostiene que los conflictos entran en una etapa de
estallidos social cuando quienes se sienten afectados por
alguna situación que consideran desigual, amplían las
posibilidades de resolución. Luego de una lectura de sus
posibilidades de éxito, los afectados capitalizan la constitución
de un escenario sociopolítico favorable a sus objetivos. Esta
lectura, por lo menos medianamente informada sobre su
propia realidad, brindaría a los actores sociales cierta
expectativa fundada en que la movilización entregaría
beneficios objetivos.
La constitución de un escenario sociopolítico más
favorable a los movimientos sociales se conoce como

encuentran mayor precariedad, abriendo espacios para la creatividad


e imaginación de los diferentes actores en conflicto (Mallon 2003)”.
Citado por Felipe Sánchez, Felipe, “Política nacional, conflictos
locales. Los propietarios agrícolas de la provincia de Llanquihue y la
movilización rural en la Reforma Agraria chilena”, Revista Austral de
Ciencias Sociales, 23:6, 2012, vol. 23, 101-131, 123.
567 Florencia Mallon, “The Promise and Dilemma of Subaltern

Studies: Perspectives from Latin American History”, The American


Historical Review, 99, 1994. pp. 1491-1515.
568 Tito Tricot, Autonomía. El Movimiento Mapuche de Resistencia,

Santiago, Chile. CEIBO, 2013.


Estructura de Oportunidades Políticas (EOP). Las EPO surgen
cuando el entorno político o el sistema político influyen
catalizando la acción colectiva. Ello no implica necesariamente
que los resultados sean positivos para quienes se movilizan.
Este escenario puede abarcar diversas dimensiones, entre
otras, el grado de apertura del sistema político
institucionalizado; los cambios que se producen en el sistema 310
electoral; la inestabilidad en las alienaciones de las élites; la
posibilidad o no de contar con el apoyo de un sector de las
élites y la capacidad estatal para reprimir o la tendencia a
hacerlo569.
Sostenemos que la coyuntura que se abre a partir del
Acuerdo de Nueva Imperial, suscrito entre el movimiento y la
Concertación en plana transición a la democracia, junto al
arribo del nuevo régimen, brindaron las condiciones para el
movimiento interpretara el momento político como favorable
a la movilización y consecuente reclamo público de sus
demandas como la autonomía, frente el Gobierno y al Estado.
Constituyéndose así, con la vuelta a la democracia, una EOP
que el movimiento aprovechó en términos de agenciamiento,
tras analizar sus posibilidades como actor.
En segundo lugar, también sostenemos que el
movimiento ha hecho lo que ha estado a su alcance en medio
de este escenario para transformar su condición de
marginalidad y exclusión histórica. Sin embargo, la
heterogeneidad de programas y compromisos ideológicos que
surgieron al interior del movimiento, han marcado las pautas
de división interna, teniendo como límite referencial entre
unos y otros al Estado, pues los sectores que surgen de tales
quiebres se han organizado para actuar dentro de las dos
únicas alternativas de movilización posible: ya sea dentro de
los marcos legales e institucionales vigentes (lo que toleran o
permiten el régimen político, el Estado de derecho y los
gobiernos democráticos), o fuera de estos marcos. Por ello
hablamos de la emergencia de un movimiento mapuche

569 M. Olson, The Logic of Collective Actión, Estados Unidos


Cambridge, 1965; Charles Tilly, From Mobilization to Revolution,
Estados Unidos, Reading, 1978; Doug Mc Adam, et. al., Movimientos
sociales: perspectivas comparadas, oportunidades políticas, estructuras de
movilización y marcos interpretativos culturales, Madrid, Istmo, 1999;
Pedro Lorenzo, Fundamentos teóricos del conflicto social, España,
Editorial Siglo XXI, 2001; Sidney Tarrow, El poder en movimiento. Los
movimientos sociales, la acción colectiva y la política, Madrid Alianza
Editorial, 2004.
autonomista e institucionalista (o movimiento menos
radicalizado, caracterizado por la forma tradicional de hacer
política y su intento de transformar el Estado desde dentro) y,
por otro lado, de la emergencia de un movimiento mapuche
autonomista no institucionalista (o movimiento radicalizado,
caracterizado por formas subversivas de movilización)570.
311

El momento de la esperanza: demandas mapuche y


promesas concertacionistas en la transición a la
democracia

Es útil partir recordando que la coalición de partidos


que posteriormente pasaría a llamarse la Concertación, desde
comienzos de los ochenta venía participando activamente al
interior del movimiento mapuche con objeto resguardar las
condiciones políticas que permitieran la transición
democrática, ello bajo el supuesto que el nuevo régimen
traería mejores condiciones sociopolíticas para el
cumplimiento de las demandas ciudadanas en general y
mapuche en particular, siendo las más significativas de este
último, poner término a las violaciones a los derechos
humanos cometidas en dictadura, la abolición del Decreto Ley
2568 que permitía la división y venta de las tierras
comunitarias y la demanda por la autodeterminación y
autonomía territorial. Debido a que la mayoría de los líderes
del movimiento eran miembros activos de los partidos de
dicha coalición, en especial de los Partidos Comunista,
Socialista y Democracia Cristiana, la alianza entre ambos se
desarrolló sin muchas dificultades, ello a pesar que la
izquierda y el centro político consideraban a los mapuche
como parte del resto de los grupos oprimidos, sin tomar en
cuenta sustancialmente su especificidad histórica y étnica 571.
Así comenzaba a gestarse un ala del movimiento mapuche
que pronto participaría activamente del conjunto de políticas

570 Una de las características de los movimientos sociales casi sin


excepción, es que suelen experimentar divisionismos internos, según
los diversos programas, proyectos e intereses de los sujetos que los
componen. El movimiento mapuche y el campesino nunca han sido
la excepción. En ellos se aprecian distintos proyectos, programas,
estrategias y formas de relacionarse con el Estado y la sociedad
chilena, según cada organización y comunidad, Tricot, Op. cit.
571 Rodrigo Levil, “Sociedad Mapuche contemporánea”, Mariman

Pablo. et al, ¡…Escucha, winka…! Cuatro ensayos de Historia Nacional


Mapuche y un epílogo sobre el futuro, Santiago, LOM, 2006, 219-252
Doi: 10.5212/Rev.Hist.Reg.v.20i1.0003

Discurso e movimento sindical dos proprietários de terras


durante a reforma agrária de Eduardo Montalva no centro e no
sul do Chile, 1964-1970
Discurso y movimiento gremial terrateniente durante la
reforma agraria de Eduardo Frei Montalva en el centro y sur de
Chile, 1964-19701
The landowners union’s speech and mobilisation during
President Eduardo Frei’s land reform in Central and Southern
Chile, 1964-1970

Mathias Órdenes Delgado*


José Díaz-Diego**

Resumo
Este trabalho tem por objetivo descrever e analisar as mobilizações do setor
sindical dos proprietários de terra durante a reforma agrária do presidente
Eduardo Frei. Afirmamos que o sindicato dos agricultores se viu preso entre
as reformas modernizadoras do Estado, em especial a reforma agrária, e as
reclamações e ações do movimento campesino e indígena pela propriedade
da terra. Isso levou o sindicato a tentar frear o processo e a se mobilizar contra
as aspirações campesinas e indígenas por meio de diversas estratégias, entre
elas, o reforçamento organizacional de suas bases e da elaboração de um
relato que lhes permitisse alinharem-se com o discurso desenvolvimentista
da época para pressionar o governo.
Palavras-chave: proprietários de terra; reforma agrária; movimento
campesino e indígena; Chile.

*
Doctor en Procesos Sociales y Políticos en América Latina, Investigador FONDECYT, Departamento de
Antropología, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Católica de Temuco, Chile. E-mail: mathias.
ordenes@gmail.com
**
Autor de correspondencia: Doctor en Desarrollo y Planificación Territorial, Profesor Asistente de
Antropología Social, Departamento de Antropología, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Católica
de Temuco, Chile. E-mail: jose.diaz@uct.cl
1
El texto que presentamos se enmarca en las investigaciones realizadas para el proyecto FONDECYT N°
11130213, “Tenencia de la tierra e imaginarios colectivos entre los dueños de los fundos de La Araucanía: reforma,
contrarreforma y modernización agraria desde las subjetividades esquivadas de los hacendados”, financiado por
CONICYT Chile, 2013-2016. Para su publicación, agradecemos también las valiosas consideraciones de los
evaluadores de la Revista de História Regional.

Revista de História Regional 20(1): 47-75, 2015


Disponível em: <http://www.revistas2.uepg.br/index.php/rhr> 47
Mathias Órdenes Delgado e José Díaz-Diego

Resumen
Este trabajo tiene por objeto describir y analizar las movilizaciones del sector
gremial terrateniente durante la reforma agraria del presidente Eduardo
Frei. Sostenemos que el gremio de agricultores se encontró atrapado entre
las reformas modernizadoras del Estado, en especial la reforma agraria, y
las reclamaciones y acciones del movimiento campesino e indígena por la
propiedad de la tierra. Esto llevó al gremio a intentar frenar el proceso y
a movilizarse frente a las aspiraciones campesinas e indígenas mediante
diversas estrategias, entre ellas, el reforzamiento organizacional de sus bases
y la elaboración de un relato que les permitiese alinearse con el discurso
desarrollista de la época para presionar al gobierno.
Palabras Claves: terratenientes; reforma agraria; movimiento campesino e
indígena; Chile.
Abstract
This paper aims to describe and analyze the mobilisations of the landowners
union sector during President Eduardo Frei’s agrarian reform. We argue
that the landowners’ union was trapped between the State’s modernizing
reforms, especially the land reform, and the peasants’ and natives’ demands,
in order to obtain land ownership. This led the union to attempt to stop
the process and to mobilise against the peasant and native aspirations
with a wealth of strategies, including strengthening their organisation and
elaborating a new narrative which would enable them to align their position
with the development discourse to pressure the government.
Key-words: Landowners; Land Reform; Peasant and Indigenous Movement;
Chile.

Introducción
La demanda por la tierra en Chile nunca ha experimentado en su
historia una estructura de oportunidades políticas2 más promisoria que

2
La teoría racionalista de los conflictos sociales sostiene que los sujetos se movilizan motivados por
una lectura de sus posibilidades de éxito. Esta lectura, por lo menos medianamente informada,
brindaría cierta expectativa fundada en que la movilización entregaría beneficios objetivos. Así, los
conflictos sociales estallan cuando los movimientos sociales amplían sus posibilidades de éxito, cuando
comprenden que surge un escenario sociopolítico favorable a sus objetivos. Este escenario se conoce
como estructuras de oportunidades políticas (EOP). Las EOP surgen cuando el entorno político o el sistema
político influyen catalizando la acción colectiva, aunque los resultados no siempre sean positivos
para los sujetos. Este escenario puede abarcar diversas dimensiones: el grado de apertura del sistema
político institucionalizado, los cambios que se producen en el sistema electoral; la inestabilidad en las
alienaciones de las élites; la posibilidad o no de contar con el apoyo de un sector de las élites, la capacidad
estatal para reprimir o la tendencia a hacerlo. Para una lectura básica sobre este tema, se sugiere ver:

Revista de História Regional 20(1): 47-75, 2015


48 Disponível em: <http://www.revistas2.uepg.br/index.php/rhr>
Mathias Órdenes, Conflicto mapuche-campesino en la Araucanía: un análisis a partir de la Estructura de
Oportunidades Políticas (EOP), 1967-1973 / Mapuche-farmer conflict in the Araucanía: an analysis by the
Political Opportunity Structures (POS), 1967-1973, Revista Izquierdas N°26, enero 2016, IDEA-USACH,
ISSN 0718-5049, pp.126-168

Conflicto mapuche-campesino en la Araucanía: un análisis a partir


de la Estructura de Oportunidades Políticas (EOP). 1967-1973

Mapuche-farmer conflict in the Araucanía: an analysis by the


Political Opportunity Structures (POS). 1967-1973

Mathias Órdenes Delgado

Resumen: En este artículo explicamos las condiciones sociopolíticas que favorecieron


la alianza entre el movimiento mapuche y el campesino, y el consecuente estallido del
movimiento social mapuche-campesino en la Araucanía durante la Reforma Agraria.
En segundo lugar, también explicamos el desarrollo de los sectores y tipos de
movilización que dividieron al movimiento. Sostenemos que a partir de 1958 hasta el
golpe de Estado, existieron condiciones objetivas que catalizaron el conflicto
mapuche-campesino, permitiendo a los sujetos implementar nuevas estrategias de
movilización. Estas condiciones se estructuraron a partir de la ampliación democrática
que surgió con la dictación de la Ley de Reforma Electoral y del corpus legal que
profundizó la Reforma Agraria en 1967, en el gobierno de Frei Montalva y luego en el
de Allende, a lo que se sumaría el apoyo brindado al movimiento por la izquierda
revolucionaria y los partidos. Ello permitió la conformación de lo que se conoce como
una Estructura de Oportunidades Políticas favorable al movimiento mapuche-
campesino, el cual se dividió en dos grandes sectores, que reflejaron las alternativas
posibles de movilización: dentro de la institucionalidad y fuera de ella.

Palabras clave: Movimiento mapuche-campesino, Conflicto social, Estructura de


Oportunidades Políticas, Reforma Agraria.

Abstract: In this article we explain the sociopolitical conditions that favored the
alliance between the Mapuche and the farmer movement, and the resulting outbreak of
the Mapuche-farmer social movement in the Araucanía during the agrarian reform.
Secondly, we also explain the development of the sectors and types of mobilization


El presente artículo comprende investigaciones realizadas en el marco de la tesis doctoral del autor,
“Movimiento mapuche y gobernabilidad democrática. De la Reforma Agraria al Gobierno de Sebastián Piñera
(1967-2014)”, para el Doctorado en Procesos Sociales y Políticos en América Latina, Universidad ARCIS,
2014. La investigación financiada enteramente por el autor.

Investigador del Instituto de Estudios Indígenas, Universidad de la Frontera, Profesor de Estado en Historia,
Geografía y Educación Cívica, Máster en Ciencias Sociales, Doctor en Procesos Sociales y Políticos en
América Latina. E-mal: mathias.ordenes@gmail.com
126
Mathias Órdenes, Conflicto mapuche-campesino en la Araucanía: un análisis a partir de la Estructura de
Oportunidades Políticas (EOP), 1967-1973 / Mapuche-farmer conflict in the Araucanía: an analysis by the
Political Opportunity Structures (POS), 1967-1973, Revista Izquierdas N°26, enero 2016, IDEA-USACH,
ISSN 0718-5049, pp.126-168

that divided the movement. We argue that from 1958 until the coup d´état, there were
objective conditions that catalyzed the Mapuche-farmer conflict, allowing to the
subjects to implement new strategies of mobilization. These conditions were
structured from the democratic expansion that came with the enactment of the
Electoral Reform Law and the legal corpus that deepened the Agrarian Reform in
1967, in the Frei Montalva and then in the Allende government, to which the support
of the movement would be added by the revolutionary left and the parties. These
conditions allowed the creation of what is known as a Political Opportunity Structure
favourable to the Mapuche-farmer movement, which was divided into two major
sectors, that reflected the possible mobilization alternatives: within the institution and
out of this.

Keywords: Mapuche-farmer movement, social conflict, Political Opportunity


Structures and Agrarian Reform.

Introducción
Con la implementación de la Reforma Agraria (1962-1973) se produjo un fenómeno
muy interesante: el movimiento mapuche se reconfigura y, en alianza con los campesinos
pobres no mapuche, logra constituir en la Araucanía un gran movimiento campesino e
indígena, el único de su tipo en toda la historia patria. Aunque, como veremos, ambos
sectores tenían su propia historia y demandas distintas, los unió un objetivo mayor:
reclamar las tierras del latifundio para terminar con la repartición desigual de propiedad
privada rural y con las injusticias históricas que los afectaban. Dicha movilización social se
encontró dividida en dos grandes sectores ideológicos y programáticos: uno comprometido
con el surgimiento de un nuevo tipo de izquierda, nacida en el marco del escenario
generado a partir de la Revolución Cubana. Esta fue una izquierda más insurrecta y
subversiva, lejana a la política partidista tradicional. Y un segundo sector, menos
subversivo, formado al alero de los nacientes sindicatos campesino y de los partidos
políticos tradicionales de centro e izquierda. Esto se tradujo, con notoriedad a partir de
1967, en que el primer sector del movimiento inicia un proceso intenso de
“recuperaciones”, “ocupaciones” y “tomas” de fundos en la Araucanía y otras zonas al sur
del Biobío; en tanto que el segundo, organiza distintas vías de negociación con las
autoridades.
Entre los resultados más visibles de la alianza mapuche-campesina, fue el hecho de que
a partir de la convergencia entre el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y un
grupo de comunidades mapuche nacerá en la provincia de Cautín, en 1968, el Movimiento
Campesino Revolucionario (MCR). Esta sería la más notoria de las organizaciones

127
História Unisinos
20(2):163-177, Maio/Agosto 2016
Unisinos – doi: 10.4013/htu.2016.202.05

Sujetos esquivados, memorias evadidas: sesgos


antropológicos e historiográficos en torno a los
dueños de la tierra durante la
reforma agraria chilena1
Dodged subjects, avoided memories: Anthropological and historiographical
biases about landowners in the Chilean land reform

José Díaz-Diego2
jose.diaz@uct.cl

Mathias Órdenes Delgado3


mathias.ordenes@gmail.com

Resumen: El artículo que sigue describe y analiza los sesgos antropológicos e historio-
gráficos cometidos en el estudio de la reforma agraria chilena, especialmente vinculados
a la evasión ideológica y metodológica de los dueños de la tierra y la diversidad de sus
posiciones y experiencias en dicho proceso. Defendemos que el necesario compromiso
1
Una versión preliminar del presente
texto fue expuesta por los autores
de antropólogos e historiadores con la voz de los sectores sociales más desaventajados o
como ponencia en el Simposio sobre vulnerables no ha sido una apuesta inocua ni en lo teórico ni en lo práctico, sino que ha
Transformación y Estructura de las
derivado en una menor atención para con las investigaciones encaminadas a comprender
Sociedades Rurales, celebrado duran-
te el III Congreso Mexicano de Antro- desde dentro las lógicas y retóricas de aquellos grupos impregnados de poder y generadores
pología Social y Etnología en 2014, de cultura dominante, como las élites, contribuyendo a una interpretación aún parcial de
en Ciudad de México. La posterior
revisión y actualización del trabajo
las relaciones etnoterritoriales en el Chile meridional de las últimas décadas.
ha contado con el apoyo del proyec-
to de investigación FONDECYT Folio Palabras clave: antropología, historia, reforma agraria, terratenientes, Chile.
11130213 “Tenencia de la tierra e
imaginarios colectivos entre los due-
ños de los fundos de La Araucanía: Abstract: The paper describes and analyzes the anthropological and historiographical
reforma, contrarreforma y moderni-
slants in the study of the Chilean land reform, especially in order to avoid landowners
zación agraria desde las subjetivida-
des esquivadas de los hacendados”, and their diversity of experiences during that agrarian process from an ideological and
financiado por el Fondo Nacional de methodological point of view. We argue that the necessary commitment of anthropologists
Desarrollo Científico y Tecnológico
del Ministerio chileno de Educación,
and historians with the voice of the most disadvantaged or vulnerable social sectors has
para el período 2013-2016. not been an innocuous theoretical or practical bet, but it has led to less attention to inves-
2
Autor de correspondencia: Profesor tigations aimed at understanding the logic and rhetoric of those power-holding groups
Asistente del Departamento de An-
tropología de la Facultad de Ciencias
and dominant culture producers, like elites, contributing to a still partial interpretation
Sociales de la Universidad Católica of the ethno-territorial relations in Southern Chile in recent decades.
de Temuco. C/ Manuel Montt, 56,
Campus San Francisco, Edificio A, CP
4813302, Temuco, IX región de La Keywords: Anthropology, History, land reform, landowners, Chile.
Araucanía, Chile.
3
Investigador FONDECYT de Historia
en el Departamento de Antropología
de la Facultad de Ciencias Sociales de
la Universidad Católica de Temuco. C/
Manuel Montt, 56, Campus San Fran-
cisco, Edificio A, CP 4813302, Temu-
co IX región de La Araucanía, Chile.

Este é um artigo de acesso aberto, licenciado por Creative Commons Atribuição 4.0 Internacional (CC BY 4.0), sendo permitidas reprodução, adaptação e distribuição desde que
o autor e a fonte originais sejam creditados.
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Historia Agraria, 74 Abril 2018 pp. 201-230


■ ■ ■
DOI 10.26882/histagrar.074e07o © 2018 SEHA

Cuando la mano de obra se subleva:


estrategias terratenientes
durante la reforma
agraria chilena (1964-1973)
MATHIAS ÓRDENES Y JOSÉ DÍAZ-DIEGO

PALABRAS CLAVE: reforma agraria, estrategias terratenientes, con-


flictos sociales, centro y sur de Chile.

CÓDIGOS JEL: D74, N56, R19, O17.


l presente artículo tiene por objeto describir y analizar las estrategias de los pa-

E trones de fundo de la zona centro-sur de Chile para enfrentar a sus trabaja-


dores movilizados durante la reforma agraria. Se analiza la composición tra-
dicional del mundo rural, los cambios producidos en distintos momentos del escenario
sociopolítico y la organización sindical y gremial de trabajadores y dueños de fundo como
factores claves en la elaboración de estrategias terratenientes. Entre ellas, se destacan ac-
ciones inéditas, como la unidad gremial, un discurso contrario pero propositivo frente a
la reforma agraria, la búsqueda de acuerdos con el movimiento campesino, la consti-
tución de una alianza con el sector superior del inquilinaje y el recurso jurídico, sin per-
der de vista el ejercicio de la violencia. A partir de la revisión de fuentes bibliográficas,
documentales y archivísticas, se amplía la mirada respecto del período reformista, tra-
dicionalmente centrada en la lucha interclasista y el enfrentamiento político y laboral,
incorporando ahora a este relato historiográfico variables de negociación, coalición y mo-
dernización.

201
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Mathias Órdenes y José Díaz-Diego

When labour rebels: landowners strategies


during the Chilean agrarian reform (1964-1973)
KEYWORDS: land reform, landowners’ strategies, social conflicts,
Central and Southern Chile.

JEL CODES: D74, N56, R19, O17.

T he object of this article is to describe and analyze the strategies landowners used
against mobilized workers in south-central Chile during the agrarian reform.
Key aspects analyzed in the development of landowner strategies include the
traditional composition of the rural world, the changes occurring in the socio-political
panorama over time, as well as workers’ unions and landowner organizations. Along
with the potential for violence, unusual actions included patron organization unity, a
propositional discourse opposing agrarian reform, a search for agreements with the peas-
ant movement, and the establishment of an alliance with higher-level legal and tenant
resources. A review of bibliographic, documentary and archival sources offers greater un-
derstanding of the reformist period. It has traditionally been conceptualized through a
historiographic narrative of interclass struggles and political and labor confrontation,
but here incorporates variables that include negotiation, coalitions and modernization.

Recepción: 2016-02-29 Revisión: 2017-01-27 Aceptación: 2017-02-06


■ ■

Mathias Órdenes es historiador, doctor en Procesos Sociales y Políticos en América Latina e investigador del
Núcleo Científico Tecnológico en Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de La Frontera. Dirección
para correspondencia: avda. Francisco Salazar, Universidad de La Frontera, 01145 Temuco (Chile). C.e.: ma-
thias.ordenes@gmail.com

José Díaz-Diego autor de correspondencia, es antropólogo, doctor en Desarrollo y Planificación Territorial y pro-
fesor asistente de Antropología Social en la Universidad Católica de Temuco. Dirección para correspondencia: c/
Manuel Montt, 56, Campus San Francisco, Departamento de Antropología, Facultad de Ciencias Sociales, Uni-
versidad Católica de Temuco, Temuco (Chile). C.e.: jose.diaz@uct.cl

202 pp. 201-230 Abril 2018 Historia Agraria, 74


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Cuando la mano de obra se subleva: estrategias terratenientes durante la reforma agraria chilena

1. INTRODUCCIÓN

Las presiones norteamericanas para implementar reformas estructurales en la propiedad


de la tierra a través de la Alianza para el Progreso reactivaron la vieja discusión sobre re-
forma agraria en América Latina, que hasta la década de 1960 se mantenía a la espera
de «mejores condiciones». Pronto, la reforma se convirtió en tema nacional cuando el Es-
tado se impuso, como claro objetivo para el avance del desarrollo industrial, la moderni-
zación del sector rural, considerado el más atrasado y postergado del país. Tal transfor-
mación implicaba el logro de varios objetivos a corto y medio plazo, asociados a la
modernización del campo, el aumento productivo, la mayor participación del campesi-
nado en el consumo nacional y la corrección del desequilibrado reparto de la tierra (Gó-
mez, 1982: 9-15; Santana, 2006:191-196).

Estos lineamentos generales, aunque bastante consensuados, no estuvieron bien de-


finidos al comienzo. La aceptación de las premisas básicas que sustentaban la reforma no
implicó acuerdos sobre su grado de profundización, por lo que los conflictos más serios
se desarrollaron respecto del alcance, ritmo y movilización social que involucró su im-
plementación en cada gobierno.

A partir de 1967 y bajo el gobierno demócrata cristiano de Eduardo Frei M. (1964-


1970), la expropiación y reparto de tierras entró en una etapa más activa que puso fin a
la moderada reforma agraria acometida por Jorge Alessandri R. desde 1962, conocida
como reforma de los Maceteros por el escaso número de fincas afectas. Luego, al llegar
el gobierno de la Unidad Popular (UP) de Salvador Allende (1970-1973), experimentó
una profundización y aceleración, que coincidió con un momento de gran demanda y agi-
tación social. De 1964 a 1970, la reforma afectó unas 3.564.553 hectáreas, mientras que
de 1970 a 1973 a unas 6.401.3151, lo que significó en total la expropiación del 58,7%
de la tierra de riego básico, el 43% del secano arable y el 65,8% de secano no arable (Ba-
rraclough & Fernández, 1974: 85; Gómez, 1982: 37; Huerta, 1989: 327).

Es evidente que, durante este proceso, los terratenientes tuvieron que enfrentar la ame-
naza de la pérdida, tanto de sus tierras como del control de la mano de obra. El desafío
fue mayúsculo, pues tuvieron enfrente al Ejecutivo, a las organizaciones campesinas e in-
cluso a los partidos de oposición política, como la Democracia Cristiana, que buscaron
en la escasa tierra que llegaba al campesinado un arma arrojadiza contra Allende. Como

1.Según la Oficina de Planificación Agrícola (ODEPA), esta cifra fue inferior: 5.770.000 hectáreas
(Boletín Agroestadístico, 1974, núm. 16).

Historia Agraria, 74 Abril 2018 pp. 201-230


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Mathias Órdenes y José Díaz-Diego

si fuera poco, a lo anterior se sumó una desfavorable regulación de precios de los productos
agrícolas dirigida desde el Estado2.

El proceso gatilló la constitución de un momento histórico y un espacio sociopolítico


abierto a las disputas entre los actores por el control de la propiedad y la construcción
de hegemonía (Purnell, 1999: 12)3. En el plano ideológico, ello implicó la disputa por la
construcción e instalación de categorías asociadas al poder (tales como desarrollo, mo-
dernidad, justicia, orden, patria, sociedad, doctrina social, etc.), con el objetivo de insti-
tuir, normalizar y sedimentar ciertas prácticas y discursos sociales y políticos (Sánchez, 2012:
103), que en el fondo ponían en tensión el éxito y el control hegemónico de proyectos
históricos que iban en direcciones opuestas: el proyecto empresarial terrateniente, el pro-
yecto de Estado desarrollista con Frei y en vías al socialismo con Allende, y el proyecto
reivindicativo campesino, con una variante etnoterritorial en la zona mapuche. La inte-
racción entre estos proyectos fue contenciosa y a la vez colmada de desajustes y friccio-
nes internas, sin excepción4. De esta forma, la reforma agraria se constituyó en un espa-
cio de articulación contingente de la política donde la hegemonía fue resistida, negociada y
redefinida (Sánchez, 2012: 104). Es más, se sostiene que la posterior polarización del sis-
tema de partidos provocaría tal divergencia que tendió finalmente a la mutua aniquila-
ción (Garretón & Moulian, 1983).

Parte sustancial de la literatura sobre la reforma agraria chilena nos remite a la vio-
lencia patronal, a la represión de Estado y, más recientemente, a los grupos subalternos
y sus relatos, lo que implica, obviamente, una preocupación por el conflicto de clase en
torno al gobierno de Allende y al posterior golpe de Estado de 1973. Relacionado con
ello, una parte importante de los estudios sociales e históricos sobre la reforma agraria
chilena han caracterizado a los grandes y medianos propietarios agrícolas como sujetos

2.A partir de 1932 se aplicarían un conjunto de políticas destinadas a estimular la industria nacio-
nal, como la importación y regulación de precios de productos agrícolas de primera necesidad. Esta
intervención habría favorecido el crecimiento industrial de la zona central en perjuicio de los pro-
ductores del sur (ALMONACID, 2009; PINTO & ÓRDENES, 2012). La reforma agraria agravó la inter-
vención, por lo que los terratenientes transmitieron sus quejas a los gobiernos, acusando un abandono
forzado de las faenas agrícolas.
3.Sobre hegemonía, hemos utilizado las tesis de Mallon entendiendo este campo social como un es-
pacio siempre abierto a las disputas, búsqueda de legitimación y orden social por parte de las elites
e incorporación parcial de los intereses de los dominados (véase más en MALLON, 2003: 77-108).
4.En el caso de los grupos subalternos, Mallon sostiene que cuando intentaron transformar el ré-
gimen hacendal y Estado oligárquico, también adquirieron un compromiso crucial con la transfor-
mación de sus propias organizaciones políticas para la conformación del movimiento campesino
(MALLON, 1994: 1491-1515). Sobre las disputas internas al interior de los sectores conservadores,
véanse WRIGHT (1982), CAMPERO (1984) y OSZLAK (2016).

204 pp. 201-230 Abril 2018 Historia Agraria, 74


■ ■
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Cuando la mano de obra se subleva: estrategias terratenientes durante la reforma agraria chilena

que frente a la amenaza de la pérdida de sus tierras acudieron a las armas y reacciona-
ron con virulencia contra campesinos, indígenas, izquierdistas y funcionarios del Go-
bierno. Junto con fijar en el imaginario social esta representación de los agricultores como
violentistas, gran parte de la literatura ha invisibilizado o, por lo menos, no ha dado cuenta
con detalle de otras formas de oposición terrateniente en este período de gran agitación.
Igualmente, se han tratado poco las particularidades de cada zona del país y los mati-
ces que presentó la coerción patronal, en muchas ocasiones producto de tomas5 y ex-
propiaciones repletas de irregularidades administrativas6. Esta producción académica,
aunque bien fundada, sigue siendo parcial, lo que requiere avanzar en los estudios de los
dueños de la tierra para alcanzar la comprensión más integral de una realidad que se
muestra, en palabras de Max Weber (1985), siempre infinita y compleja7 (Díaz-Diego
& Órdenes, 2016).

Por lo anterior, consideramos de interés historiográfico y antropológico analizar dos


cuestiones vinculadas, tanto al mundo latifundista como al contexto sociopolítico de la
época. Nos referimos, en primer lugar, a la capacidad de los terratenientes y sus orga-
nizaciones gremiales para elaborar distintas estrategias con las que enfrentar, en cada
período de la reforma agraria, a sus adversarios políticos: el campesinado movilizado,
las autoridades de gobierno y los partidos de centro e izquierda. Y, en segundo lugar, a
las diferencias y similitudes del fenómeno, poniendo mayor atención al centro-sur de
Chile y en él, especialmente a La Araucanía. Lo hacemos por cuatro motivos: en este
espacio las movilizaciones campesinas fueron más violentas, lo que concitó mayor
preocupación en la prensa, a diferencia del Norte Chico o las provincias del sur austral,
donde la situación estuvo relativamente más controlada. En segundo lugar, en el cen-
tro-sur del país se constató mayor influencia de la Sociedad Nacional de Agricultura
(SNA), cuando no de sus asociaciones gremiales de ámbito regional. En tercer lugar,
las características similares en la estructura latifundiaria y de inquilinaje en ambas zo-
nas nos ayudan a orientar nuestro análisis, considerando, además, a los mapuche en La
Araucanía, quienes dieron al episodio un cariz etnocultural que evidenció una realidad
más compleja.Y, por último, la mayor cantidad de estudios nos permiten reflexiones más

5.En Chile, se conoce como toma a la ocupación de una propiedad por parte de terceros, general-
mente en escenarios de reivindicación social o territorial.
6. Archivo del Subdepartamento de Tenencia de Tierras y Aguas, Servicio Agrario y Ganadero,
División Jurídica (ASTTA-SAG) de Santiago, fondo CORA, carpetas, 2373 y ss. Véanse también,
FONTAINE (2001) y CAMPERO (1984: 31-88).
7.Al respecto, se ha demostrado que el enfoque unidimensional de la política nacional oscurece
procesos profundamente complejos, como son las formaciones ideológicas a nivel local y las alianzas
políticas interclases, y cómo éstas pueden determinar irrevocablemente el curso de la política nacio-
nal, especialmente en momentos de grandes movilizaciones sociales (GUARDINO, 1996).

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Mathias Órdenes y José Díaz-Diego

informadas, a diferencia de lo ocurrido en otras provincias, donde se cuenta con me-


nos antecedentes8.

Observamos el proceso histórico como un campo concreto y complejo de luchas so-


ciopolíticas, algo parecido a un tablero de ajedrez en el que cada pieza se mueve dentro
de un marco de alternativas racionalizadas a priori. Por ello, analizamos las estrategias te-
rratenientes y de sus organizaciones gremiales teniendo presente sus motivaciones y que
las consecuencias de sus acciones no pueden comprenderse sino en relación con los de-
más actores y con el ritmo de la contingencia sociopolítica. Este enfoque nos obliga a dis-
tinguir, por lo menos, cinco cuestiones que nos ayudan al análisis de las estrategias te-
rratenientes y sus instituciones: en primera instancia, las condiciones sociopolíticas en que
se encontraban los distintos tipos de mano de obra campesina y los terratenientes en los
momentos previos a la reforma agraria (factor denominado heterogeneidad estructural) y
las posiciones sociopolíticas que fueron adoptando como actores cuando ésta se puso en
marcha; en segundo lugar, las movilizaciones del movimiento campesino y mapuche-cam-
pesino en La Araucanía; en tercer lugar, las presiones del Estado sobre el sector terrate-
niente; en cuarto lugar, el ritmo y grado de profundización que fue tomando el proceso
en distintos momentos de los gobiernos de Frei y Allende; y, por último, las similitudes
y diferencias más significativas entre la zona central y sur de Chile. Más allá de agotar la
totalidad de posibilidades analíticas, pretendemos avanzar en lo relativo a la diversidad
de fórmulas con que los dueños de fundo afrontaron esta convulsa época, aproximándonos
a las estrategias de mayor impacto espacial, temporal y sociopolítico.

Respecto de los trabajadores rurales, las fuentes que presentamos permiten sostener
que una parte cualitativamente importante de los inquilinos acomodados y otros cola-
boradores se pusieron del lado del patrón y rechazaron la reforma a fin de mantener pri-
vilegios; en cambio, el mayor número de minifundistas, inquilinos pobres y asalariados
afuerinos formaron parte del movimiento campesino que confrontó al patrón. Para el caso
de La Araucanía, un número no calculado de población mapuche que trabajaba como in-
quilinos, dadas las condiciones históricas de la región, se debatió entre sumarse a la re-
forma agraria y apoyar al movimiento campesino-indigenista o, por el contrario, perma-
necer fieles al patrón, dotando así de mayor complejidad sociopolítica al período. Los
archivos describen casos en ambas direcciones.

8.Sobre la provincia de Llanquihue pueden consultarse los trabajos de Felipe SÁNCHEZ BARRIA
(2012 y s.f) y sobre el valle del Choapa (en el Norte Chico) el de Igor GOICOVIC (2015). Ambos au-
tores coinciden en la falta de estudios sobre historia agraria regional.

206 pp. 201-230 Abril 2018 Historia Agraria, 74


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Cuando la mano de obra se subleva: estrategias terratenientes durante la reforma agraria chilena

Asimismo, también se puede señalar que previo a invocar la intervención del ejército
para la «restitución del orden», los terratenientes y sus gremios idearon sin mucho éxito
otras estrategias. Como explicaremos, por primera vez en la historia de Chile estas acti-
vidades lograron la unión de los gremios patronales de la zona central y sur, formando
una gran fuerza sociopolítica en torno a discursos y esfuerzos modernizantes y, a la vez,
tendentes a la negociación y formación de alianzas y coaliciones.

De esta forma, coincidimos con Oszlak (2016) cuando sostiene que los sectores con-
servadores enfrentaron la reforma mediante el empleo de seis tipos de estrategias que pu-
sieron de manifiesto el alcance de sus recursos de poder: 1) la consolidación, que tuvo por
objeto comprometer la mayor cantidad de recursos posibles como actor social, integrán-
dolos y empleándolos de tal modo que el resultado incremente las posibilidades de enfrentar
con éxito una amenaza o acción concreta; 2) la estrategia de obstrucción, cuyo objetivo fue
disminuir los recursos de grupos o unidades rivales para comprometer su éxito; 3) la coop-
tación, destinada a incrementar recursos de poder acudiendo a fuentes externas, mediante
la búsqueda de alianzas con poderes rivales, otros gremios y sectores profesionales; 4) el
enfrentamiento, donde se puso en riesgo la posición de recursos con objeto de aumentar-
los en el futuro, a costa de la posición del grupo o unidad rival, lo que se tradujo en el em-
pleo de la coerción y la violencia; 5) la adaptación, que implicó gastos de recursos con ob-
jeto de evitar pérdidas mayores; y 6) la estrategia de penetración (o persuasión), que,
aunque presenta características similares a otras, tenía por objetivo debilitar la posición
de recursos rivales. A diferencia de las demás estrategias, la persuasión, según Oszlak, elige
la acción directa sobre la unidad rival y los aliados potenciales, aunque sin enfrentarlos
abiertamente, pues emplea la infiltración ideológica apoyada por los medios de comuni-
cación (Oszlak, 2016: 358-362). A lo anterior debemos agregar, por un lado, la estrate-
gia de modernización, que implicó la defensa discursiva de un empresario agrícola mo-
derno, eficiente y preocupado por el bienestar de sus trabajadores y, por otro lado, la
estrategia de la coalición, que permitió la formación de un gran bloque conservador.

2. LA HETEROGENEIDAD ESTRUCTURAL DEL AGRO EN EL


DIAGNÓSTICO TERRATENIENTE

Entre los factores que ayudan a explicar las estrategias terratenientes para enfrentar la re-
forma, se encuentra lo que se denominó heterogeneidad estructural de la agricultura chi-
lena. Existe suficiente consenso en señalar que el modelo de desarrollo industrial trajo un
aumento paulatino de la modernización y proletarización del campo (trabajadores asa-
lariados) en desmedro del inquilinaje (diversas formas de trabajo rural permanente, con
o sin salario, pero con regalías no otorgadas en dinero) y una disminución relativa de la

Historia Agraria, 74 Abril 2018 pp. 201-230


■ ■
207
28/5/2018 Gmail - Artículo versión mejorada

Mathias Ordenes <mathias.ordenes@gmail.com>

Artículo versión mejorada


revistaayer@ahistcon.org <revistaayer@ahistcon.org> 15 de febrero de 2017, 9:20
Responder a: revistaayer@ahistcon.org
Para: Mathias Ordenes <mathias.ordenes@gmail.com>

Estimado Mathias:

Tengo el placer de comunicarle que el Consejo de Redacción de Ayer ha aceptado su artículo "Sujetos sin voz: una
aproximación a la historia social del campesinado no indígena (rotos) en La Araucanía posbélica (1883-1941)".

En consecuencia, pasa a la lista correspondiente en espera de su publicación. Enhorabuena.

Reciba un cordial saludo.


---
*************************************************

Mª. Pilar Salomón Chéliz


Secretaria de Redacción
Revista Ayer
Email: revistaayer@ahistcon.org
Web: http://www.ahistcon.org/revistaayer.html

**************************************************

El 2017-02-06 12:48, revistaayer@ahistcon.org escribió:


Estimado Mathias:

Acuso recibo de la nueva versión de su artículo. En breve, le


comunicaremos la decisión del Consejo de Redacción.

Reciba un cordial saludo.


---
*************************************************

Mª. Pilar Salomón Chéliz


Secretaria de Redacción
Revista Ayer
Email: revistaayer@ahistcon.org
Web: http://www.ahistcon.org/revistaayer.html

**************************************************

El 2017-02-03 14:50, Mathias Ordenes escribió:


Estimado Consejo de Redacción de Ayer, reciba un cordial saludo desde
Chile.

De acuerdo a las sugerencias del Consejo, he sometido el artículo que


adjunto a
un corrector de estilo que ha permitido mejorar la calidad de la
redacción. Adjunto además los antecedentes generales del artículo,
la nota curricular del autor y la declaración de originalidad.
Estaré atento a cualquier novedad.

Atte. --
Mathias Ordenes

https://mail.google.com/mail/ca/u/0/?ui=2&ik=de7e4cb3bb&jsver=YufsQDUoUmg.es.&cbl=gmail_fe_180509.12_p4&view=pt&msg=15a41eecc9e99b17… 1/2
Nº 56, 2018. Páginas 63-73
Diálogo Andino

LOS ROTOS EN LA GUERRA DE OCUPACIÓN DE


LA ARAUCANÍA: LA EXCLUSIÓN DEL LLEULLE (1862-1883)*
THE ROTOS IN THE WAR OF OCCUPATION OF ARAUCANÍA:
THE EXCLUSION OF THE LLEULLE (1862-1883)
Mathias Órdenes Delgado**

La presente monografía tiene por objeto explorar las condiciones de vida que brindó el Estado chileno y sus agentes a los solda-
dos en la Guerra de Ocupación de La Araucanía. Las fuentes muestran que los lleulles se encontraron atrapados bajo estrechas
jerarquizaciones sociorraciales que harían difícil escapar de su condición de exclusión social, a pesar de la utilidad que prestaron
en la colonización del territorio mapuche.
Palabras claves: Soldados chilenos, exclusión social, Guerra de Ocupación de La Araucanía.

This monograph aims to explore living conditions provided to soldiers by the Chilean state and its agents during the War for the
Occupation of Araucanía. The so-called lleulles were trapped under rigid social and racial hierarchies that made it difficult to
escape social exclusion, despite the role they served for the colonization of the mapuche territory.
Key words: Chilean soldiers, social exclusion, War of Occupation of Araucanía.

Introducción La presente monografía tiene por objeto explorar


las condiciones de vida que brindó el Estado y sus
En las últimas décadas un número importante agentes a los soldados en la Guerra de Ocupación
de historiadores y antropólogos han contribuido de La Araucanía. Se sostiene como hipótesis, que
bastante a explicar el llamado “conflicto mapuche”, los soldados, conocidos en el período como “lleu-
quedando bastante claro lo que significó la Guerra lles” e identificados muchas veces con el término
de Ocupación de La Araucanía para el pueblo genérico de “rotos”, fueron útiles en las exigencias
mapuche. Es innegable que la Guerra modificó y estrategias “civilizatorias”. Sin embargo, siempre
sustancialmente el Wallmapu y sus costumbres mal recompensados terminaron marginados del
ancestrales, quedando relegados a la exclusión y proyecto de ocupación. Bajo sospecha constante
subordinación cultural y política, además de la de las autoridades, ocuparon un lugar inferior en la
pérdida de vidas y el saqueo de ganados y de la construcción de estrechas jerarquías sociorraciales
rica platería mapuche1. perfectamente reconocibles a fines del siglo XIX,
Sin embargo, los avances han dejado zonas poco debajo de los inmigrantes europeos y terratenientes
exploradas y otras sin explorar. Se encuentra todavía acomodados. Como veremos, los relatos milita-
pendiente, por ejemplo, la historia de las mujeres, res e informes de guerra dan la razón a nuestras
de los niños y niñas mapuches, muchos de ellos apreciaciones.
secuestrados, convertidos en mocitos y rehenes de
guerra. Más aún, habita en terreno oscuro la historia El lugar del roto en la jerarquización
de los soldados y otros wingka pobres, ya sea quienes sociorracial
vivían de manera precaria en La Frontera antes del
conflicto, o quienes llegaron en oleadas en busca El siglo XIX en muchos aspectos estuvo mar-
de mejor vida, como los vagabundos y aventureros. cado por los sesgos y estructuras sociorraciales de
Todos ellos fácilmente sumaban miles de personas2 la era colonial, a lo que se sumaron el cientificismo
y en su mayoría entraron al nuevo orden territorial positivista y el darwinismo social de fines de siglo.
sin el goce de la propiedad privada de las tierras Bajo este estrecho marco de relaciones, si se quería
que alguna vez ocuparon o desearon ocupar. asegurar el “bienestar de la nación”, se entendía que

* Resultado proyecto FONDECYT Nº 3170158.


** Universidad Católica de Temuco, Departamento de Antropología, Temuco, Chile. Correo electrónico: mathias.ordenes@
gmail.com

Recibido: 13 de octubre de 2017. Aceptado: 2 de abril de 2018.


Revista de Humanidades
ISSN: 0717-0491
revistahumanidades@unab.cl
Universidad Nacional Andrés Bello
Chile

ORDENES DELGADO, MATHIAS


JORGE PINTO RODRÍGUEZ (EDITOR) ARAUCANÍA, SIGLOS XIX Y XX. ECONOMÍA,
MIGRACIONES Y MARGINALIDAD EDITORIAL UNIVERSIDAD DE LOS LAGOS, OSORNO, 2011,
283 PP.
Revista de Humanidades, núm. 25, junio, 2012, pp. 258-263
Universidad Nacional Andrés Bello
Santiago, Chile

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=321227326013

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258  ·  REVISTA DE HUMANIDADES Nº25 (JUNIO 2012): 255-263

Pogge plantea que en lugar de desgastarse en una polémica que no ha gene-


rado consenso habría de concentrarse en cuestiones susceptibles de aglutinar
moralmente a las sociedades, como resolver el hambre. Hacer justicia a la hu-
manidad implica que “nuestra labor moral principal es dar forma de nuevo a
este orden para que todos los seres humanos tengan acceso seguro a los bienes
básicos que necesitan para ser miembros plenos y respetados de sus comuni-
dades, de sus sociedades y del ancho mundo” (109). ¿Acaso es baladí tal tesis?

VÍCTOR HUGO MÉNDEZ AGUIRRE


Instituto de Investigaciones Filológicas
Universidad Nacional Autónoma de México
México D. F.
mendezaguirre@unam.mx

JORGE PINTO RODRÍGUEZ (EDITOR)


ARAUCANÍA, SIGLOS XIX Y XX.
ECONOMÍA, MIGRACIONES Y MARGINALIDAD
EDITORIAL UNIVERSIDAD DE LOS LAGOS, OSORNO,
2011, 283 PP.

Araucanía, siglos XIX y XX, Economía, Migraciones y Marginalidad, es el


título de este libro colectivo que presenta, en once artículos, los resultados de
parte importante de las más recientes investigaciones historiográficas del sur
del país.

Podemos encontrar cuatro aspectos que distinguen este libro. En


primer lugar, la reivindicación que hacen los autores de la historia regional
permite conocer temas novedosos y discutir problemáticas singulares, que son
muy distintas a las de Santiago o la zona norte. En segundo lugar, los artículos
se refieren a la amplia región que abarca desde el Bío-Bío hasta las llanuras de
Osorno, comprendiendo, también, parte de la zona Norpatagónica argentina.
RESEÑAS  ·  263

produciéndose, de esta forma, una incongruencia entre la realidad económica


y la propuesta de integración. Se proyectó construir un ferrocarril trasandino
y habilitar caminos que unieran el Atlántico con el Pacífico, sin embargo, el
comercio disminuía.

En “La industria en la Araucanía, 1900-1960” Jorge Pinto examina el


comportamiento de la industria y el desarrollo económico en la Araucanía du-
rante dicho período. Considera que, a pesar de las condiciones favorables que
presentó la región en un comienzo, esta no alcanzó un desarrollo industrial.
En las primeras décadas del siglo XX la Araucanía experimentó una fuerte
expansión que favoreció a la ganadería, la industria forestal y la agricultura,
no obstante, ello no se tradujo en una diversificación de su economía, ni en el
crecimiento de una industria que entregara mayor valor agregado a las materias
primas. En la década del 30 dicha expansión retrocede y los datos censales,
entre otros, permiten observar que no se amplió el mercado laboral y la mano
de obra no contó con atractivas expectativas salariales. Este deterioro arrastró
también al pueblo mapuche, agravado asimismo por la ocupación ilegal de sus
tierras y el crecimiento poblacional, que obligó a la subdivisión de las tierras
comunales y a la emigración.

El libro concluye con los análisis y comentarios del profesor Luis Orte-
ga, “A propósito de las regiones, la economía, las migraciones y la marginalidad
como problemas históricos”. Las observaciones que hace a cada uno de los
trabajos ahorran esfuerzo a quienes no están familiarizados con la Araucanía y,
a la vez, nos obligan a reconocer los alcances y limitaciones de la historiografía
regional. Sin duda, el libro entrega algunas claves sobre el subdesarrollo de
la Araucanía y la Norpatagonia, pero abre también otras interrogantes. En
este sentido, compartir las palabras de Ortega sobre estos problemas, refleja la
modestia de los autores respecto a sus esfuerzos personales y lo que falta por
hacer.

MATHIAS ORDENES DELGADO


Universidad Católica de Temuco
mordenes@uct.cl
Chungara, Revista de Antropología Chilena
ISSN: 0716-1182
calogero_santoro@yahoo.com
Universidad de Tarapacá
Chile

Ordenes Delgado, Mathias


Tai ñ fijke xipa rakizuameluwün. Historia, Colonialismo y Resistencias desde el País Mapuche. Héctor
Nahuelpan, Herson Huinca, Pablo Marimán, Luis Cárcamo-Huechante, Maribel Mora, José Quidel,
Enrique Antileo, Felipe Curivil, Susana Huenul, José Millalén, Margarita Calfio, Jimena Pichinao, Elías
Paillan y Andrés Cuyul. Primera Edición. Ediciones Comunidad de Historia Mapuche, Temuco, 2012,
pp. 378.
Chungara, Revista de Antropología Chilena, vol. 46, núm. 4, 2014, pp. 707-709
Universidad de Tarapacá
Arica, Chile

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=32633279014

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Volumen 46, Nº 4, 2014. Páginas 707-709
Chungara, Revista de Antropología Chilena

Tai ñ fijke xipa rakizuameluwün. Historia, Colonialismo y Resistencias desde el País Mapuche.
Héctor Nahuelpan, Herson Huinca, Pablo Marimán, Luis Cárcamo-Huechante, Maribel Mora,
José Quidel, Enrique Antileo, Felipe Curivil, Susana Huenul, José Millalén, Margarita Calfio,
Jimena Pichinao, Elías Paillan y Andrés Cuyul. Primera Edición.
Ediciones Comunidad de Historia Mapuche, Temuco, 2012, pp. 378.

Comentado por Mathias Ordenes Delgado1,2

condición, como investigadores y como integrantes del


movimiento mapuche.
Ta iñ fijke xipa rakizuameluwün se traduce “nues-
tras diferentes formas de pensarnos”. Quienes escriben
confiesan que el libro es producto de ese ejercicio. Los
investigadores conforman un grupo heterogéneo, con
diversas experiencias de vida e historias familiares.
Formados en distintos campos del conocimiento, señalan
que comparten “la voluntad de contribuir en la reconstruc-
ción de las historias y las memorias Mapuche, asumiendo
el potencial que éstas albergan en la interrogación crítica
y desmantelamiento del colonialismo” (p. 15). Esta hete-
rogeneidad, dentro de un mismo referente sociocultural,
potencia la fluidez de un pensar tanto ético como político,
cuestión que contribuye a enriquecer el texto. De este
modo, el texto muestra una valiosa diversidad de contextos
urbanos, rurales, de género y otros, donde no se oculta el
compromiso con las demandas mapuche. Con franqueza,
señalan los autores, “este pensarnos como colectivo, el
ejercitar la capacidad de mirarnos desde y en nuestra
propia diversidad, teniendo en cuenta nuestro devenir
histórico y la interacción constante con múltiples actores
y dinámicas, es lo que queremos revelar aquí” (p. 15).
El colonialismo, expandido desde Europa, ha sido
un largo y triste proceso; se habría iniciado en el Waj
Mapu (totalidad cultural y territorial mapuche) en el
primer encuentro indígena con el huinka, y perdura hasta
la actualidad tras adoptar diversas transformaciones que
Tai ñ fijke xipa rakizuameluwün. Historia, colo- incluyeron la formación del Estado nación. “El ‘fenómeno
nialismo y resistencias desde el país Mapuche, es el colonial’ implicó, para los Mapuche, la disgregación
título del libro colectivo que reseñamos a continuación. demográfica, la expoliación y ocupación de sus territorios
Editado por la Comunidad de Historia Mapuche, en casi por parte de chilenos y extranjeros, y la influencia del
cuatrocientas páginas catorce investigadores presen- poder del Estado, hasta el día de hoy, en todos los planos:
tan trece artículos sobre diversos temas de la historia físicos, económicos y espirituales” (p. 20).
contemporánea y presente del pueblo mapuche. Todos El libro se divide en cuatro partes, a las que se
buscan explicar los efectos nocivos del “colonialismo” agregan una introducción y un epílogo, escritos estos
(político, cultural, económico e incluso ideológico) que dos últimos en mapuzugun y español. La primera parte,
llegó con la dominación huinka al pueblo mapuche; a titulada “Independencia Mapuche y desgarros coloniales”,
la vez, expresan los deseos y testimonios de la contra- contiene los trabajos de Jimena Pichinao, José Quidel,
ofensiva étnica a tal subordinación, lo que otorga un Pablo Marimán, Herson Huinca y Héctor Nahuelpan.
alivio esperanzador al futuro del pueblo. Es necesa- La segunda parte, “Contra la dispersión: territorios de
rio señalar que los autores escriben desde una doble reconstrucción sociopolítica”, los trabajos de Felipe

1 Programa de Doctorado en Procesos Sociales y Políticos en América Latina, Universidad ARCIS, Santiago, Chile.
2 Universidad Católica de Temuco, Temuco, Chile. mordenes@educa.uct.cl
708 Revisiones de Libros

Curivil, Enrique Antileo, Susana Huenul y José Millalén. era aparentemente igualitarista, tenía por objeto dejar
En la tercera, “Estrategias multiculturales y pueblos que parte de ellas en manos del mercado y, a la vez, que
resisten”, se encuentran Andrés Cuyul, Margarita Calfio. los criollos pudiesen dominar los circuitos comerciales
Por último, en la cuarta parte, “Estructuras, voces y controlados por estos. Por el lado argentino, la situación
medios para permanecer en el tiempo”, aparece el artí- tomaba cauces similares. En definitiva, bajo condiciones
culo de Maribel Mora y el de Luis Cárcamo-Huechante muy precarias se establecía la “inclusión” del mapuche
y Elías Paillan. Si se quiere dimensionar las demandas y en la naciente República.
convicciones ideológicas del movimiento mapuche, así Por su parte, Herson Huinca en “Los Mapuche del
como las deudas históricas del Estado chileno, vale la Jardín de Aclimatación de París en 1883: objetos de la
pena revisar estos trabajos. ciencia colonial y políticas de investigación contempo-
El primer ensayo, “Los parlamentos hispano-Mapuche ráneas”, nos recuerda uno de los hechos más tristes para
como escenario de negociación simbólico-político durante el pueblo mapuche que, sin duda, nos obliga a cuestionar
la colonia”, de la antropóloga Jimena Pichinao, trata los alcances de la modernidad. El autor explica que las
sobre la mezcla cultural y política que surge en estos prácticas actuales de las ciencias sociales y de la histo-
espacios. Según la autora, los parlamentos habrían sido riografía se encuentran en la misma lógica de aquellas
no solo una fórmula institucional que permitió acuerdos del Jardín de Aclimatación. Al considerar a los indígenas
temporales, sino, además, espacios multiculturales que únicamente como objetos del conocimiento, desvaloran
el mapuche asumió bajo la figura del kojagtun, institu- sus profundas construcciones epistemológicas y, con
ción que formaba parte de leyes consuetudinarias que ello, también a los propios sujetos. Este trabajo nos invita
se respetaban desde tiempos ancestrales. Una signifi- a reflexionar sobre los modos en que la investigación
cativa concurrencia mapuche daba peso político a esta social, incluso en nuestros días, se encuentra permeada
ceremonia cargada de rigurosos protocolos, donde la por lógicas coloniales.
presencia de lenguaraces e indios amigos oficiaban de Héctor Nahuelpan desde su condición de historiador
intermediarios. Ella señala que a través de los parlamentos mapuche trabaja, a nuestro juicio, más profundamente la
ambas sociedades se recrearon mutuamente, generando perspectiva colonialista en comparación al resto de los
fórmulas culturales híbridas. La resistencia permanente autores. En su ensayo “Formación colonial del Estado y
contra la dominación española se expresó no solo en el desposesión en Ngulumapu”, señala que el colonialismo
plano bélico, sino también, en la transformación de los occidental no concluyó con la Independencia y la for-
parlamentos de acuerdo con los marcos protocolares de mación de las repúblicas en Chile y Argentina. Ambos
la forma mapuche de hacer política. Estados habrían llevado a cabo prácticas excluyentes
La segunda contribución, del profesor José Quidel, de despojo y explotación política, económica, cultural
“Rol y presencia del mapuzugun en la colonia frente al e incluso simbólica de los indígenas, que se expresaron
proceso de evangelización”, trata sobre la utilización del en sostenidos procesos de “desposesión”. De esta forma
idioma como instrumento en la búsqueda de conversión existiría, incluso, una “colonización de los cuerpos y de
del mapuche al catolicismo. El trabajo comprende tres las subjetividades Mapuche, bajo disciplinas laborales,
partes, la primera se aproxima a las misiones católicas religiosas y escolares a las cuales se les atribuye un
durante la Colonia y al rol que cumplió el mapuzugun carácter civilizatorio” (p. 126).
en ese proceso. En la segunda, el autor señala que existió Por su parte, Felipe Curivil nos sitúa en una experiencia
una “semi-mapuchización” del cristianismo, ya que las algo reciente y muy poco estudiada: la “Asociatividad
prácticas católicas se verbalizaron en mapuzugun, lengua Mapuche en el espacio urbano. Santiago, 1940-1970”.
hasta entonces oral, lo que implicó un manejo del idioma Su objetivo es analizar las estrategias de asociatividad
por parte de los misioneros, jesuitas y franciscanos, que generaron integrantes del pueblo mapuche que
cuestión que, en definitiva, redundó en desmedro de la debieron emigrar a Santiago a mediados del siglo XX.
imposición del español al indígena. Finalmente, Quidel Curivil señala que en el espacio público estos se articu-
nos recuerda que la evangelización no obtuvo los frutos laron a organizaciones conformadas mayoritariamente
esperados por los misioneros, razón por la cual las prác- por chilenos, gremios de profesionales, organizaciones
ticas ancestrales aún se mantienen. de trabajadores y pobladores. En el espacio privado,
El trabajo de Pablo Marimán, “La República y en cambio, se unieron a quienes vivían como mapuche
los Mapuche: 1819-1828”, se sitúa en los albores de la misma experiencia de desarraigo y exclusión. En el
la República, en el período conocido como “de en- espacio privado muchos de ellos, a pesar de los sincre-
sayos constitucionales”. Su objetivo es “describir las tismos, reprodujeron prácticas culturales, como el uso
visiones que se tuvieron de ‘lo indígena’ en la idea de del mapuzugun y otras, que les permitieron resistir la
nación que manejaron las elites de la sociedad criolla” dominación propia de la vida urbana.
(p. 67). Marimán explica, recordando los trabajos de El siguiente ensayo se ubica en una línea de in-
varios autores, que el corpus jurídico levantado para vestigación similar al anterior. “Migración Mapuche y
regular la condición del mapuche y sus tierras, aunque continuidad colonial” de Enrique Antileo, nos comenta lo
Revisiones de Libros 709

que significa en términos sociopolíticos lo que él deno- Margarita Calfio, en “Peküyen”, propone un tema
mina la “diáspora” mapuche. Sostiene que la migración, muy novedoso sobre la vida privada. Explica cómo el
presente desde la ocupación de La Araucanía, no ha sido colonialismo ha penetrado en la intimidad de las mujeres
un proceso voluntario derivado de decisiones libres y sin mapuche, transformando relación con el cuerpo y la
presiones; por el contrario, “obedece a factores estructu- fecundidad, de acuerdo con parámetros occidentales.
rales de dominación, que se transforman constantemente, La imposición de las creencias católicas del pecado y
pero cuya conformación colonial sigue vigente” (p. 193). el castigo habrían transformado la imagen que tenía
Cómo resistir la migración, constituye un desafío que la comunidad sobre el ciclo de fecundidad femenina.
el movimiento mapuche no ha logrado dimensionar ni La menstruación y el aparato reproductivo femenino
asumir cabalmente. pasaron a convertirse en tabúes. Esto habría traído dos
Susana Huenul, en “Construcción sociopolítica consecuencias, el control sobre el cuerpo de las jovencitas
de la ‘Ley Lafkenche’”, nos habla de un resultado y la pérdida de las antiguas prácticas reproductivas de
exitoso de la resistencia organizada mapuche, la Ley festejo en torno a la fecundidad.
20.249, que en 2008 dio origen a la creación del Espacio El texto de Maribel Mora, “Poesía Mapuche del
Costero Marino de los Pueblos Originarios. Ella cuenta siglo XX: escribir desde los márgenes del campo literario”,
cómo la participación organizada lafkenche consiguió nos muestra la pugna de estos poetas por la divulgación
la aprobación de la ley en el Congreso, cuestión que de sus expresiones del alma. Su objetivo es describir los
pasó a constituir un hecho significativo en la historia procesos de “inclusión/exclusión” en el desarrollo de la
de las relaciones entre el Estado chileno y los pueblos poesía mapuche en el siglo XX. Ella nos habla de las
originarios. Considera este como un hecho bastante dificultades que han debido sortear los escritores para
inédito en Chile, donde en la elaboración de las leyes posicionarse en el ámbito nacional.
no es común la participación de la sociedad civil, mucho En el último artículo, “Taiñ pu amulzugue agvn:
menos la población indígena. sonidos y voces del Wajmapu en el aire”, Luis Cárcamo-
José Millalén, en “Taiñ mapuchegen. Nación y Huechante y Elías Paillan nos cuentan sobre tres
nacionalismo Mapuche: construcción y desafío del pre- experiencias radiales mapuche. En 1990 sale al aire en
sente”, rescata la resistencia histórica del pueblo contra radio Ñielol de Temuco “Algo más que música”. Luego,
el colonialismo. Señala que la “condición de colectividad en 1993, en Radio Nacional de Chile en Santiago aparece
autodefinida y autorreconocida, con sus particulares el programa Wixage anai!, que quiere decir Despierta,
características y derechos inherentes, es lo que llevó levántate. Finalmente, en 1994 llega en radio Colo
al Pueblo Mapuche a sostener una permanente actitud Colo Amulduguleaiñ, que se traduce continuando con
de defensa de su integridad” (p. 242). El autor sostiene nuestro hablar. De estos tres programas solo el segundo
que desde el primer contacto que tuvo el mapuche con se transmite hasta la actualidad, los otros dos fueron de
el huinka, hasta las actuales organizaciones del movi- corta duración. El autor señala que estas experiencias
miento, ha existido una permanente defensa del colectivo, han permitido la divulgación y la resistencia cultural
cuestión que hoy identifican, en forma incipiente, con el mapuche en el ámbito de las comunicaciones.
autorreconocimiento de la nación mapuche. El libro finaliza con un Epílogo, en el cual los au-
Desde una temática distinta, “Salud intercultural tores manifiestan que en la actualidad, “las condiciones
y patrimonialización de la salud Mapuche en Chile”, sociales, materiales, culturales, de género, simbólicas,
Andrés Cuyul nos muestra una de las tantas formas política y económicas que sustentan el colonialismo no
que puede adoptar de colonialismo. Según el autor, han cambiado, por el contrario, continúan, se adaptan, e
los programas de salud intercultural impulsados por incluso se refuerzan en nuestro territorio por medio de la
el Ministerio de Salud bajo los criterios del Programa violencia y la criminalización de las legítimas demandas”
Orígenes, esconderían un proceso paulatino de lo que (p. 363). Los autores nos hablan de un “país mapuche”
algunos antropólogos denominan etnofagia. En este acosado y reducido por un colonialismo histórico. Este es
proceso, el Estado nación exalta superficialmente la el gran metarrelato del texto. Discurso con el que buscan
diversidad y el multiculturalismo, pero sus prácticas penetrar más allá de la histórica lucha de clases o contra
tienen como propósito la domesticación, integración e el Estado, ya que estas serían solo algunas de las formas
invisibilización de las identidades indígenas. que adoptaría el modelo colonial.

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