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CAPÍTULO 2

“Es de Abarai-Kun. ¿No podemos reunirnos esta noche?”

El nombre de Hinamori Momo también estaba en el apartado de dirección.

“¿Está Hinamori invitada también? ¿Qué hay de ti…?”

Comprendiéndolo todo y levantando el rostro para contestar, Genji sonrió y depositó


su mano sobre la pila de documentos.

“¿Puedes ver esto, Teniente Kira?”

“Le daré recuerdos a todos de tu parte, encargado de la academia.”

Dicho esto, Izuru le devolvió la sonrisa.

Mientras ambos hablaban de la situación, una mujer de cabello negro voló dentro por
la ventana. Su brillante coleta onduló con el movimiento de su cabeza.

“¿Se están divirtiendo?”

Con sus dos manos en la cintura, se carcajeó. Era Shihoin Yoruichi.

“¡Saludos, Shihoin-sensei!”

“Ha pasado tiempo, Shihoin-san.”


Los dos intentaron levantarse, pero fueron detenidos por su mano. Yoruichi se inclinó
hacia Izuru.

“Bueno, la primera vez en un año, Kira. ¿Te llevas bien con Otoribashi?”

El capitán de la tercera división, Rojuro Otoribashi, tenía un gran conocimiento sobre la


música. No sólo por apreciar composiciones musicales, sino también por disfrutar
tocando algún instrumento musical como hobby.

Cuando Yoruichi estaba al mando del clan Shihoin, a veces se le encargaba a Rojuro
reparar y afinar los instrumentos del Gagaku* que compraban en el mundo humano.

(*Gagaku: tipo de orquesta clásica y antigua japonesa.)

La relación que había entre ambos era una antigua amistad. Una o dos veces al año,
Yoruichi visita las oficinas del tercer escuadrón llevando regalos del mundo humano.
En ocasiones intercambiaron unas palabras, y como resultado, se hicieron conocidos
con Izuru.

“Uh, bien, así es. Me he acostumbrado a sus actuaciones musicales mientras hago mis
tareas.”

“¿Puedes acostumbrarte a eso…?”

Izuru se encogió de hombros ante la pregunta de Genji. En los cuarteles y las oficinas
del tercer escuadrón se colocan muchos instrumentos musicales, alineados a cada lado
dependiendo del estado de ániimo de Rojuro. Sin embargo, la actuación puede
empezar durante las tareas de los demás, causando cierto desagrado. Al principio
Izuru lo criticaba, pero desde que notó que su eficiencia en el trabajo aumentaba, lo
aceptó.

“¡Haces la vista gorda! ¡Si le quitas los instrumentos a ese tipo, no le queda nada!”

“No haré nada.”

Yoruichi se mostró despreocupada e ignoró la mirada de regaño de Genji. Aquellos dos


parecían hacerlo bien. Izuru sonrió de corazón.
“De todos modos…¿cómo es el trabajo de profesor, Shihoin-sensei?”

“¡Ha! Los jóvenes me toman el pelo…”

Tras mirar fugazmente a Izuru, Yoruichi le dio a Genji un gran trozo de papel.

“Las personas que tengan su nombre aquí ya se pueden inscribir debidamente.”

Genji miró los nombres que estaban allí escritos, gruñendo y asintiendo.

“¿Qué son los círculos que tienen algunos niños?”

“Oh, a esos los puedes poner en la novena división. Sus habilidades en Hakuda (n/t:
combate cuerpo a cuerpo) es limitado. Son inteligentes y se interesan en escritura.”

“¡Entendido!”

Genji sacó un cuaderno de su bolsillo y anotó las palabras de Yoruichi, guardando el


papel en él antes de cerrarlo.

“Estoy sorprendido…estás trabajando seriamente en esto de ser profesora, ¿no?”

Yoruichi alzó su ceja, temblorosa, ante la forma de hablar de Izuru.

“¿Te estás riendo de mí?”

“¡Eso sería absurdo! Sin embargo, cuando escuché que tendrías que hacer esto, tenías
una expresión de molestia cuando aceptaste…”

“Creo que aún ahora sigue siendo molesto…”


“Shihoin-sensei… por favor, no diga eso delante de los estudiantes. Una cosa así…”

Yoruichi lo entendió, y miró a Genji como si tratase de decir algo mientras desviaba su
mirada al techo con sus brazos cruzados.

“¿No te lo dije? No sé cómo un genio puede guiar a gente corriente…Una vez cada
medio mes tengo que ejercer de maestra especial. Si hubiese dicho que me volvería
capitana de la octava división tras la restauración, no tendría que tomar
responsabilidades aquí.”

Si rechazaba ser capitana de la octava división, tendría que ser maestra de Hakudo y
Shunpo para los estudiantes de quinto y sexto grado todas las semanas. Esa fue la
propuesta del Capitán Comandante Kyoraku a Yoruichi.

“No podríamos dejar a alguien tan talentosa como Shihoin-san desocupada…Cada


escuadrón debe elegir abiertamente a una persona para ser maestro en la Academia y
por tanto, la orden ha sido enviada a todas las divisiones.”

“Desde que una gran cantidad de maestros se perdieron protegiendo al Rey Espiritual
en la Gran Guerra…”

Durante la Gran Guerra, todos los estudiantes fueron evacuados a sus dormitorios.

Como resultado, una gran cantidad de reiatsu se concentró en los dormitorios,


provocando que los soldados del Wandenreich atacasen esa zona. Los maestros se
prepararon para morir en la batalla ante los ojos de los estudiantes. Todos los
profesores eran experimentados y unos expertos, pero aún así fue difícil derrotarlos
debido a la superioridad numérica y cayeron uno tras otro.

Bajo situaciones desesperadas, unos shinigamis portando máscaras aparecieron


cortando las oscuras nubes.

“¡Los superhéroes están aquí!”

Era la ‘Super’ teniente de la novena división, Kuna Mashiro, que decidió posar mientras
pisoteaba a un soldado.
Cuando quiso atacar al Sternritter, el capitán de la novena división Muguruma Kensei,
no permitió a Mashiro continuar.

“¡Hey! ¡Yo también voy!”

Como siempre, Mashiro cayó al suelo resistiéndose. Si hubiese sido la escena habitual,
entonces habría habido voces ruidosas, pero Kensei se arrodilló y le dijo a Mashiro de
que se quedase junto a él en su línea de visión.

“Ve a la Academia, Mashiro. Ve y protege el futuro de los shinigami.”

Agarró su brazo para ayudarla a levantarse. Tenía una insignia de teniente hecha por
ella misma.

“Supongo que no eres una simple teniente…”

Mashiro se incorporó, saltando hacia el cielo nocturno y sin mirar atrás.

Su insignia con el “SUPER 9” grabado en ella reflejó un resplandor rojizo por la luz del
ocaso.

A pesar de que los estudiantes estaban protegidos por una hollowficada Mashiro, el
número de maestros disminuyó hasta un tercio. Ahora el entrenamiento de shinigamis
es un asunto importante. No era exagerado decir que reponer todo aquello era la tarea
más importante.

“La protección del Rey Espiritual en la Gran Guerra…no puedo soportar ese nombre tan
vil.”

Confesó Yoruichi abiertamente. Izuru estuvo de acuerdo.

“No se puede hacer nada…Si dices la verdad no podrás evitar que haya confusión y
desorden.”
Después de que Kurosaki Ichigo venciese a Yhwach, su cadáver fue transportado al
Palacio del Rey Espiritual por la División Zero. Cientos de sellos fueron colocados
alrededor del cadáver, el cual seguía teniendo una gran cantidad de poder espiritual
incluso después de muerto. Al tenerlo a él como el nuevo eje del Gran Palacio del Rey
Espiritual, el mundo se salvó del colapso.

También se ocultó la desaparición del Rey Espiritual. El hecho de que ahora es quien
provocó la guerra aquel que mantiene este mundo atado. Las invasiones de la guerra
por el Wandenreich se le ha puesto el nombre de “La Protección del Rey Espiritual en la
Gran Guerra”

“El Palacio del Rey Espiritual está a salvo y nuestro Rey Espiritual no fue
asesinado…por lo visto eso es lo que se les enseña a nuestros estudiantes. Parece ser
que este tipo de falsificaciones están también dentro de nuestros estudios, supongo.”

Genji parecía que no pudiera terminar lo que estaba diciendo. Sacudió ligeramente la
cabeza.

“La distorsión para la conveniencia de quien manda…así es la historia.”

Murmuró Yoruichi cuyos ojos portaban un deje de angustia. Recordó los tiempos en
los que fue considerada una traidora y perseguida por la Sociedad de Almas. Ambos se
hundieron en el silencio.

“¡No pongan esas caras tan tristes! No soy yo para nada.”

Las palabras descontentas de Yoruichi se vieron interrumpidas por alguien que llamaba
a la puerta.

“¡Director, Sensei! ¡Me llamaron para venir y recoger los documentos terminados!”

La voz de un chico estudiante se podía escuchar a través de la puerta.

“¡Está bien! ¡Lo llevaré yo mismo…! Iré en un minuto. También tenemos que hablar
sobre el tema de las inscripciones oficiales.”
Genji se disculpó con ambos con los documentos terminados bajo su brazo y dejó la
habitación.

Esperando a que los pasos se alejasen, Yoruichi miró a Izuru.

“Bien, entonces sólo nosotros dos.”

Sus ojos sonrieron con malicia, provocando una situación angustiosa y que Izuru se
congelase.

(Una serpiente mirando a una rana…No, en este caso sería un gato mirando a un
ratón…)

Como era de esperarse, Yoruichi se acercó a él sin dudarlo.

“Según lo que he escuchado, parece ser que tienes un gran agujero en tu cuerpo, ¿no?”

Haciéndose hacia atrás, su espalda tocó el reposabrazos del sofá, quedándose sin
salida.

“¿Q-qué es todo esto así de repente…?”

Izuru instintivamente posó su mano sobre el lado derecho de su pecho. Debido a su


agujero, aquel movimiento sólo hizo que su mano se hundiese en el shihakushou.

Inmediatamente después de la cirugía, se le enseñó a disipar el calor de su cuerpo sin


cubrir el agujero, así que tenía que estar dejando su hombro al descubierto. De todos
modos, cuando la guerra acabó, el problema del calor se arregló y fue innecesario
cubrir su agujero. Izuru fue capaz de volver a ponerse bien el shihakushou.

“¡Kurotsuchi lo dijo! Nemu es una obra maestra de la tecnología artificial espiritual,


Kira es una obra maestra de cirugía de remodelación del cuerpo… Déjame ver ese
agujero.”
“¡¿Quéeee…?! ¡Eso no me gusta!”

“No dije nada malo, sólo quiero ver como es ese corte transversal, probablemente no
disminuirá el tamaño. ¿huh? ¡Hey! ¡HEY!”

Sin tener en consideración las protestas de Izuru, Yoruichi agarró su manga derecha y
tiró con fuerza.

“¡Para por favor!”

Trató de deshacerse de la mano aferrada a su ropa y mientras se retorcía, pudo ver


como se abría una puerta.

“¡Kira! Estos chicos tienen unas preguntas y…”

Genji regresó acompañado de dos chicas, las cuales estaban heladas ante aquella
visión.

El shihakushou de Kira estaba desabrochado y Yoruichi sentada a horcajadas encima


de él.

Genji cerró la puerta inmediatamente.

“¡¡L-lo siento Kira…!!”

“¡No te disculpes, no es lo que parece!”

Izuru empujó a Yoruichi a un lado y salió apresuradamente de la habitación. Desde los


pasillos se escuchaban a dos personas gritando “Perdón” y “No es lo que parece”.

“Curiosamente, es bastante bueno que las cosas hayan salido así.”


Yoruichi ronroneó sin darle importancia a la situación, y de la misma manera que llegó,
se marchó por la ventana.

Al día siguiente los rumores del “romance prohibido entre Shihoin-sensei y el teniente
Kira” se expandieron por la Academia. Durante un tiempo, se dijo que Izuru tenía
miedo de las miradas asesinas que le lanzaba la Capitana de la segunda división Soi-
Fong cada vez que se cruzaban, ya que Soi-Fong adora a Yoruichi.

-FIN DEL SEGUNDO CAPÍTULO-

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