You are on page 1of 2

NIÑOS QUE MUERDEN

PARA EL DOCENTE

Las agresiones como mordiscos y rasguños pueden ser normales y recurrentes entre los 2
y los 5 años pues son comportamientos que hacen parte del desarrollo del niño, como forma
de expresión, producto de la inmadurez del lenguaje y la no regulación de las emociones.
“rasguñar, morder, golpear o empujar es solo el medio que usan los niños para obtener lo
que están buscando, que en estos casos puede ser un juguete o un objeto de su interés.
No lo hacen con la intención de maltratar o causar daño a sus compañeros, sino que, por
el contrario, es una forma operativa de alcanzar sus objetivos y de resolver conflictos".

Los niños que agreden lo hacen porque tienen dificultad para manejar sus
emociones y es importante que los padres los orienten, les enseñen a identificar cuáles son
(tristeza, rabia, ansiedad, miedo, angustia, impotencia…) y a tener en cuenta al otro, ya que
hay niños que solo piensan en sí mismos y no les importa lo que sucede a su alrededor.

Una buena estrategia es decirle: “¿cómo se sentirá Miguel porque le pegaste?”,


“¿será que está triste, molesto o sigue llorando?”. En estos casos resulta más efectivo
permitirles cuestionar sus actos, que regañarlos. Con el tiempo el niño tendrá un mejor
control de sus actos, porque reconocerá sus emociones, intentará manejarlas y, poco a
poco, dejará de irritarse y agredir a sus pares.

La idea no es castigar al niño, pero sí enseñarle conductas reparativas, es decir, que


sus actos tienen consecuencias y que, si estas son negativas, deben resarcirse. Una forma
de lograrlo es pedirle que elija un detalle de su agrado, como un juguete, un dulce o una
galleta, y se lo entregue al compañero que maltrató, le pida excusas y se comprometa a no
hacerlo de nuevo. En cambio, al pasarlo por alto, estarás esquivando un paso esencial en
la maduración emocional del niño: el aprendizaje de los valores de la empatía, el respeto y
el perdón.

Una vez tu niño empiece a mostrar señales de cambio, debes felicitarlo, resaltar
aspectos y comportamientos positivos, que también le permitirán construir su autoimagen.
Para reducir la probabilidad de que un niño golpee a los otros, desde muy pequeños es
importante enseñar a los niños a manejar la frustración, evitando darles todo lo que piden
"si quieren algo, deben esperar un poco, y no complacer todos sus deseos", advierte.
En este sentido, hay que reconocer que cada niño tiene un temperamento diferente:
algunos son más tranquilos, otros más impacientes, de modo que reconocer el carácter de
tu hijo y compartir esa información con sus profesores y cuidadores, les permitirá anticiparse
a las agresiones y ayudarle a controlar sus emociones.

Por ejemplo, este puede explicarle que va a distribuir fichas y decirle al niño que
será el último en recibirlas mientras atrae su atención con otros juguetes y a la vez,
fortalecer el trabajo en equipo.

Ahora bien, si la situación es repetitiva, la forma de agresión es la misma o se


presenta en circunstancias que no están mediadas por ningún objeto, es importante indagar
por posibles factores que generen molestia en el niño, como cambios de casa, horas de
sueño, alimentos que consume durante el día, separación de los padres, la llegada de un
nuevo hermanito, maltrato intrafamiliar, entre otros.

Nota: Si después de los 5 años el niño aún golpea a sus compañeros, se debe llevar a
consulta con un especialista en psicología clínica.

You might also like