como quien exprime de las ranas un elixir

sin etiqueta ni signatura

como quien sujeta la clara del bosque

y la recorre con la yema del dildo

rellena el dedal con un líquido

céfalo-cuasi-raquítico

adelgazado como este cuerpoide

en plena estación de Mutación

dial amniótico de la zona estelar, la zanja

donde pisa fuerte la anguila, el eléctrico

hedor que nos duerme y nos acuna como

quien expresa un despreciado banquete

de entidades abiertas en feedback

que otros prefieren reemplazar por anécdotas

Oh el desperdicio o el precipicio

de esa loopera y todos sus posibles

un motor de abstracciones

atragantado en los lirios

en la garganta concreta de las fuerzas

menos mal que escapamos de las historias

mandamos una Sonda al espacio interior

las estrellas que pasan no nos saludan

porque no hay espacio interior, o bien es un cielo

lodoso en la intersección del trip

el puenteo relampagueante que amamos

un Tributo al desbande

un esputo a las sombras del día

bajo esos hombros nos refugiamos

como efigies que prefieren el anonimato

si nos inflamos es con hipertelio

mejor la hidráulica que la robótica

lo retro de tu visor

el retrato de ese bisonte que se ve

más cerca de lo que está

no sé por qué pienso en las huellas

peregrinas de un camello blanco sobre la arena

si no hay arena en esta camilla

si no hay camellos en esta arena