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DECLARACIÓN DE DERECHOS DE VIRGINIA DEL 12 DE JUNIO DE 1776

12 de junio de 1776
Una Declaración de Derechos hecha por los Representantes del buen pueblo de Virginia,
reunido en plena y libre Convención; cuyos derechos pertenecen a ellos y a su posteridad,
como las bases y fundamento del Gobierno.
I. Que todos los hombres son por naturaleza igualmente libres e independientes, y tienen
ciertos derechos inherentes, de los cuales, cuando entran a estado de sociedad, no pueden,
por ningún pacto, privar o despojar a su posteridad; a saber, el goce de la vida y la libertad,
con los medios para adquirir y poseer propiedad, y perseguir y obtener felicidad y seguridad.
II. Que todo poder está investido en el pueblo, y consecuentemente deriva del pueblo; que los
magistrados son sus administradores legales y sirvientes, y en todo momento responsables
ante ellos.
III. Que el gobierno es, o debe ser, instituido para el beneficio común, protección y seguridad
del pueblo, nación o comunidad; de todos los varios modos y formas de gobierno ese es el
mejor, porque es capaz de producir el mayor grado de felicidad y seguridad y es el que más
efectivamente previene del peligro de mala administración; y que, cuando un gobierno sea
hallado inadecuado o contrario a estos propósitos, una mayoría de la comunidad tiene un
indudable, inalienable e irrevocable derecho a reformarlo, alterarlo o abolirlo, del modo que se
juzgue más conducente para el bienestar público.
IV. Que ningún hombre, o grupo de hombres, tienen títulos que les confieran beneficios o
privilegios separados de la comunidad sino es en consideración de los servicios públicos;
como no son transmisibles, tampoco deben ser hereditarios los cargos de magistrado,
legislador o juez.
V. Que los poderes legislativo y ejecutivo del Estado deben estar separados y distinguirse del
judicial; y, que (para que) los miembros de los dos primeros sean apartados de la opresión,
participando y sintiendo las cargas que lleva el pueblo, deben, en períodos establecidos, ser
reducidos al estadio privado, volviendo a ese cuerpo del que originalmente salieron, y los
cargos vacantes ser cubiertos por frecuentes, ciertas y periódicas elecciones en las que todos
o algunos de los miembros anteriores puedan ser elegidos o no elegidos, según lo que las
leyes establezcan.
VI. Que las elecciones de los miembros que deben servir como representantes del pueblo en
asamblea deben ser libres; y que todos los hombres, que hayan evidenciado suficientemente
un interés común permanente y un vínculo con la comunidad, tiene el derecho de sufragar y
no puede ser objeto de impuesto, o privado de su propiedad para usos públicos sin su
consentimiento o de los representantes así elegidos, ni sometido a ninguna ley a la que no
hallan, de ese modo, asentido, para el bien común.
VII. Que cualquier poder de suspender las leyes o ejecutar las leyes, por cualquier autoridad
que no cuente con el consentimiento del pueblo es una injuria a sus derechos y no deber ser
ejercido.
VIII. Que en todo proceso capital o criminal un hombre tiene el derecho a exigir la causa y
naturaleza de su acusación; a ser confrontado con los acusadores y testigos; a presentar
evidencia a su favor, y a un juicio rápido por un jurado imparcial de su vecindario, sin cuyo
consenso unánime no puede ser encontrado culpable; ni puede ser obligado a dar evidencia
en su contra; que ningún hombre puede ser privado de su libertad excepto por la ley del país o
el juicio de sus pares.
IX. Que no se debe exigir fianza excesiva, ni imponer multas excesivas; ni inflingir castigos
crueles o inusuales.
X. Que las órdenes genéricas, mediante las cuales se ordene a cualquier funcionario o
mensajero a investigar lugares sospechosos sin evidencia de un hecho cometido, o para
detener a cualquier persona o personas no mencionadas por su nombre en la orden, o cuyas
ofensas no estén descriptas en particular y apoyadas por evidencia, son gravosas y opresivas
y no deben ser emitidas.
XI. Que en controversias sobre propiedad y bienes entre dos hombres, el antiguo juicio por
jurados es preferible a cualquier otro y debe ser considerado sagrado.
XII. Que la libertad de la prensa es uno de las máximos bastiones de la libertad y nunca puede
ser restringida sino por gobiernos despóticos.
XIII. Que una bien regulada milicia, integrada por el pueblo, entrenada en las armas, es la
defensa apropiada, natural y segura de un Estado libre; que levantar ejércitos, en tiempos de
paz, debería evitarse como peligroso para la libertad; y que, en todos los casos, las fuerzas
militares deben estar bajo estricta subordinación a, y ser gobernadas por, el poder civil.
XIV. Que el pueblo tiene derecho a un gobierno uniforme; y de ahí que ningún gobierno
separado o independiente del gobierno de Virginia, puede ser instalado o establecido dentro
de sus límites.
XV. Que ningún gobierno libre, ni los beneficios de la libertad, pueden ser preservados a
ningún pueblo, sino por una firme adhesión a la justicia, moderación, templanza, frugalidad y
virtud, y una frecuente recurrencia a los principios fundamentales.
XVI. Que la religión, o las tareas que le debemos a nuestro Creador y la manera de cumplirlas,
puede ser orientada por la razón y la convicción, no por la fuerza y la violencia; y de alli, todos
los hombres están igualmente habilitados para el libre ejercicio de la religión, de acuerdo a los
dictados de la conciencia; y que es una obligación mútua practicar la paciencia, el amor y la
caridad Cristianas hacia cada uno de los otros.
Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano
EXTRACTO DE LAS ACTAS DE LA ASAMBLEA NACIONAL
De los 20, 21, 22, 23, 24, 26 de agosto y primero de octubre de 1789.
DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE EN SOCIEDAD.

Los Representantes del Pueblo Francés, constituidos en Asamblea Nacional, considerando


que la ignorancia, el olvido o el desprecio de los derechos del Hombre son las únicas causas
de las calamidades públicas y de la corrupción de los Gobiernos, han resuelto exponer en una
Declaración solemne los derechos naturales, inalienables y sagrados del Hombre; para que
esta declaración, estando continuamente presente en la mente de los miembros de la
corporación social, les recuerde permanentemente sus derechos y sus deberes; para que los
actos de los poderes legislativo y ejecutivo, pudiendo ser confrontados en todo momento con
los fines de toda institución política, puedan ser más respetados; y para que las reclamaciones
de los Ciudadanos, al ser dirigidas por principios sencillos e incontestables, puedan tender
siempre a mantener la Constitución y la felicidad de todos.
Por estas razones, la Asamblea Nacional, en presencia y bajo el auspicio del Ser Supremo,
reconoce y declara los siguientes derechos del Hombre y del Ciudadano:
I - Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales
sólo podrán fundarse en la utilidad pública.
II - La finalidad de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e
imprescriptibles del Hombre. Esos derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la
resistencia a la opresión.
III - La Nación es esencialmente la fuente de toda Soberanía; ningún individuo ni ninguna
corporación pueden ser revestidos de autoridad alguna que no emane directamente de ella.
IV - La libertad consiste en poder hacer todo aquello que no cause perjuicio a los demás. El
ejercicio de los derechos naturales de cada hombre no tiene otros límites que los que
garantizan a los demás Miembros de la Sociedad el disfrute de estos mismos derechos. Estos
límites sólo pueden ser determinados por la Ley.
V - La Ley sólo tiene derecho a prohibir las acciones perjudiciales a la Sociedad. Lo que no
está prohibido por la Ley no puede ser impedido. Nadie puede ser obligado a aquello que la
Ley no ordena.
VI - La Ley es expresión de la voluntad general. Todos los ciudadanos tienen derecho a
colaborar en su formación, sea personalmente, sea por medio de sus representantes. Debe
ser igual para todos, sea para proteger o para castigar. Siendo todos los Ciudadanos iguales
ante ella, todos son igualmente elegibles para todos los honores, colocaciones y empleos
públicos, conforme a su capacidad, y sin ninguna otra distinción que la creada por sus virtudes
y conocimientos.
VII - Ningún hombre puede ser acusado, arrestado ni mantenido en confinamiento excepto en
los casos determinados por la Ley y de acuerdo con las formas por ésta prescritas. Todo aquél
que solicite, emita, ejecute o haga que sean ejecutadas órdenes arbitrarias, debe ser
castigado, y todo Ciudadano requerido o aprehendido en virtud de la Ley debe obedecer
inmediatamente, y se hace culpable si ofrece resistencia.
VIII - La ley no debe imponer otras penas que aquéllas que son estrictamente y evidentemente
necesarias; y nadie debe ser castigado sino en virtud de una ley establecida y promulgada con
anterioridad a la ofensa y legalmente aplicada.
IX - Todo hombre es considerado inocente hasta que ha sido declarado convicto. Siempre que
su detención se haga indispensable, la Ley ha de reprimir con severidad cualquier rigor que no
sea indispensable para asegurar su persona.
X - Nadie debe ser molestado por razón de sus opiniones, ni aún por sus ideas religiosas,
siempre que al manifestarlas no se causen trastornos del orden público establecido por la Ley.
XI - Puesto que la libre comunicación de los pensamientos y opiniones es uno de los más
valiosos derechos del Hombre, todo Ciudadano puede hablar, escribir y publicar libremente,
teniendo en cuenta que es responsable de los abusos de esta libertad en los casos
determinados por la Ley.
XII - Siendo necesaria una fuerza pública para dar protección a los derechos del Hombre y del
Ciudadano, se constituirá esta fuerza en beneficio de todos, y no para el provecho particular
de las personas a las que ha sido confiada.
XIII - Siendo necesaria, para sostener la fuerza pública y subvenir a los gastos de la
administración, una contribución común, ésta debe ser distribuida equitativamente entre todos
los Ciudadanos, de acuerdo con sus facultades.
XIV - Todo Ciudadano tiene derecho, ya por sí mismo o por sus representantes, a constatar la
necesidad de la contribución pública, a consentirla libremente, a hacer un seguimiento de su
adjudicación y a determinar su cuantía, modo de amillaramiento y duración.
XV - La Sociedad tiene derecho a pedir a todos sus Agentes públicos cuentas de su
administración.
XVI - Toda Sociedad en la que la garantía de los Derechos no esté asegurada, ni la
separación de poderes determinada, no tiene Constitución.
XVII - Siendo inviolable y sagrado el derecho de propiedad, nadie deberá ser privado de él,
excepto en los casos de necesidad pública evidente, legalmente comprobada, y en
condiciones de una indemnización previa y justa.
Extracto del acta de la ASAMBLEA NACIONAL del jueves 1 de octubre de 1789.
La Asamblea ha decretado que el señor Presidente se presentará ante el Rey, afin de
someterle la Declaración de los Derechos para su aceptación.
Comprobado conforme al original.
Firmado, MOUNIER, Presidente; el VIZCONDE DE MIRABEAU, DÉMEUNIER, BUREAUX DE
PUSY, el OBISPO DE NANCY, FAYDEL, el ABAD D'EYMAR, los Secretarios.
ANALISIS

Ante los textos antes presentados según la problemática de ser al estudio planteado, se hace una
diferenciación tomando en cuenta la similitud de la implementación de políticas en 2 líneas de
tiempo, en diferentes lugares geográficamente pero siendo la segunda predecesora de la primera
en cuanto a su fuente inspiración e implementación en la sociedad, está marcada por la necesidad
de la igualdad como persona y ser humano en cómo se define ante el bien común.

Haciendo una breve énfasis al primer texto sobre la declaración de Virginia del 12 de junio de
1776, fue un documento que proclamo que todas las personas tiene derechos naturales que les eh
inherentes y llamo a los estadounidenses a independizarse del Reino Unido que en entonces eran
una colonia de este último, esto fue aceptado de manera unánime por los delegados y convención
de Virginia, se podría decir que de los puntos estipulados se redactó el segundo texto y también de
manera directa la carta de derechos de los Estados Unidos que esta última entro en vigencia en
1791 como las Diez enmiendas a la Constitución de Estados Unidos.

En cuanto a la énfasis relacionada al segundo texto esta estuvo marcada de igual manera ante la
necesidad pero desencadenada principalmente por la Revolución Francesa en la cual haciendo
caso ejemplo a seguir se utilizó la declaración de Virginia de 1776 para la redacción de la
Declaración de los Derechos del Hombre y Del Ciudadano en 1789 estos debatidos en los días
20,21,22,23,24,26 de agosto y 1 de octubre de 1789, se podría considerar que Universal a la
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

Partiendo de lo estipulado en ambas declaración toda nación y estado en el cual tenga una
jerarquía de administración a lo que en la actualidad llamamos gobierno es sus cartas magnas o
derechos constitucionales siempre y cuando estas ejerzan en lo que se denomina democracia,
tienen redactado en base a los 2 textos los derechos civiles, políticos y sociales que cada persona
tiene como derecho y obligación de cumplir y ejercer.

A continuación se hace en 2 tablas clasificación de ambas declaraciones en los fines civiles y


políticos:

CIVIL …………………………………………………………………………
POLITICO …………………………………………………………………………
DECLARACION DE DERECHOS DE VIRIGINA 1776

I. Que todos los hombres son por naturaleza igualmente libres e independientes, y tienen
ciertos derechos inherentes, de los cuales, cuando entran a estado de sociedad, no pueden,
por ningún pacto, privar o despojar a su posteridad; a saber, el goce de la vida y la libertad,
con los medios para adquirir y poseer propiedad, y perseguir y obtener felicidad y seguridad.

II - La finalidad de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e


imprescriptibles del Hombre. Esos derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la
resistencia a la opresión.

III. Que el gobierno es, o debe ser, instituido para el beneficio común, protección y seguridad
del pueblo, nación o comunidad; de todos los varios modos y formas de gobierno ese es el
mejor, porque es capaz de producir el mayor grado de felicidad y seguridad y es el que más
efectivamente previene del peligro de mala administración; y que, cuando un gobierno sea
hallado inadecuado o contrario a estos propósitos, una mayoría de la comunidad tiene un
indudable, inalienable e irrevocable derecho a reformarlo, alterarlo o abolirlo, del modo que se
juzgue más conducente para el bienestar público.

IV. Que ningún hombre, o grupo de hombres, tienen títulos que les confieran beneficios o
privilegios separados de la comunidad sino es en consideración de los servicios públicos;
como no son transmisibles, tampoco deben ser hereditarios los cargos de magistrado,
legislador o juez.

V. Que los poderes legislativo y ejecutivo del Estado deben estar separados y distinguirse del
judicial; y, que (para que) los miembros de los dos primeros sean apartados de la opresión,
participando y sintiendo las cargas que lleva el pueblo, deben, en períodos establecidos, ser
reducidos al estadio privado, volviendo a ese cuerpo del que originalmente salieron, y los
cargos vacantes ser cubiertos por frecuentes, ciertas y periódicas elecciones en las que todos
o algunos de los miembros anteriores puedan ser elegidos o no elegidos, según lo que las
leyes establezcan.

VI. Que las elecciones de los miembros que deben servir como representantes del pueblo en
asamblea deben ser libres; y que todos los hombres, que hayan evidenciado suficientemente
un interés común permanente y un vínculo con la comunidad, tiene el derecho de sufragar y
no puede ser objeto de impuesto, o privado de su propiedad para usos públicos sin su
consentimiento o de los representantes así elegidos, ni sometido a ninguna ley a la que no
hallan, de ese modo, asentido, para el bien común.

VII. Que cualquier poder de suspender las leyes o ejecutar las leyes, por cualquier autoridad
que no cuente con el consentimiento del pueblo es una injuria a sus derechos y no deber ser
ejercido.

VIII. Que en todo proceso capital o criminal un hombre tiene el derecho a exigir la causa y
naturaleza de su acusación; a ser confrontado con los acusadores y testigos; a presentar
evidencia a su favor, y a un juicio rápido por un jurado imparcial de su vecindario, sin cuyo
consenso unánime no puede ser encontrado culpable; ni puede ser obligado a dar evidencia
en su contra; que ningún hombre puede ser privado de su libertad excepto por la ley del país
o el juicio de sus pares.

IX. Que no se debe exigir fianza excesiva, ni imponer multas excesivas; ni inflingir castigos
crueles o inusuales.

X. Que las órdenes genéricas, mediante las cuales se ordene a cualquier funcionario o
mensajero a investigar lugares sospechosos sin evidencia de un hecho cometido, o para
detener a cualquier persona o personas no mencionadas por su nombre en la orden, o cuyas
ofensas no estén descriptas en particular y apoyadas por evidencia, son gravosas y opresivas
y no deben ser emitidas.

XI. Que en controversias sobre propiedad y bienes entre dos hombres, el antiguo juicio por
jurados es preferible a cualquier otro y debe ser considerado sagrado.

XII. Que la libertad de la prensa es uno de las máximos bastiones de la libertad y nunca
puede ser restringida sino por gobiernos despóticos.

XIII. Que una bien regulada milicia, integrada por el pueblo, entrenada en las armas, es la
defensa apropiada, natural y segura de un Estado libre; que levantar ejércitos, en tiempos de
paz, debería evitarse como peligroso para la libertad; y que, en todos los casos, las fuerzas
militares deben estar bajo estricta subordinación a, y ser gobernadas por, el poder civil.

XIV. Que el pueblo tiene derecho a un gobierno uniforme; y de ahí que ningún gobierno
separado o independiente del gobierno de Virginia, puede ser instalado o establecido dentro
de sus límites.

XV. Que ningún gobierno libre, ni los beneficios de la libertad, pueden ser preservados a
ningún pueblo, sino por una firme adhesión a la justicia, moderación, templanza, frugalidad y
virtud, y una frecuente recurrencia a los principios fundamentales.

XVI. Que la religión, o las tareas que le debemos a nuestro Creador y la manera de
cumplirlas, puede ser orientada por la razón y la convicción, no por la fuerza y la violencia; y
de alli, todos los hombres están igualmente habilitados para el libre ejercicio de la religión, de
acuerdo a los dictados de la conciencia; y que es una obligación mútua practicar la paciencia,
el amor y la caridad Cristianas hacia cada uno de los otros.

DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO

I - Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales
sólo podrán fundarse en la utilidad pública.

II - La finalidad de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e


imprescriptibles del Hombre. Esos derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la
resistencia a la opresión.

III - La Nación es esencialmente la fuente de toda Soberanía; ningún individuo ni ninguna


corporación pueden ser revestidos de autoridad alguna que no emane directamente de ella.

IV - La libertad consiste en poder hacer todo aquello que no cause perjuicio a los demás. El
ejercicio de los derechos naturales de cada hombre no tiene otros límites que los que
garantizan a los demás Miembros de la Sociedad el disfrute de estos mismos derechos.
Estos límites sólo pueden ser determinados por la Ley.

V - La Ley sólo tiene derecho a prohibir las acciones perjudiciales a la Sociedad. Lo que no
está prohibido por la Ley no puede ser impedido. Nadie puede ser obligado a aquello que la
Ley no ordena.

VI - La Ley es expresión de la voluntad general. Todos los ciudadanos tienen derecho a


colaborar en su formación, sea personalmente, sea por medio de sus representantes. Debe
ser igual para todos, sea para proteger o para castigar. Siendo todos los Ciudadanos iguales
ante ella, todos son igualmente elegibles para todos los honores, colocaciones y empleos
públicos, conforme a su capacidad, y sin ninguna otra distinción que la creada por sus
virtudes y conocimientos.

VII - Ningún hombre puede ser acusado, arrestado ni mantenido en confinamiento excepto en
los casos determinados por la Ley y de acuerdo con las formas por ésta prescritas. Todo
aquél que solicite, emita, ejecute o haga que sean ejecutadas órdenes arbitrarias, debe ser
castigado, y todo Ciudadano requerido o aprehendido en virtud de la Ley debe obedecer
inmediatamente, y se hace culpable si ofrece resistencia.

VIII - La ley no debe imponer otras penas que aquéllas que son estrictamente y
evidentemente necesarias; y nadie debe ser castigado sino en virtud de una ley establecida y
promulgada con anterioridad a la ofensa y legalmente aplicada.
IX - Todo hombre es considerado inocente hasta que ha sido declarado convicto. Siempre
que su detención se haga indispensable, la Ley ha de reprimir con severidad cualquier rigor
que no sea indispensable para asegurar su persona.

X - Nadie debe ser molestado por razón de sus opiniones, ni aún por sus ideas religiosas,
siempre que al manifestarlas no se causen trastornos del orden público establecido por la
Ley.

XI - Puesto que la libre comunicación de los pensamientos y opiniones es uno de los más
valiosos derechos del Hombre, todo Ciudadano puede hablar, escribir y publicar libremente,
teniendo en cuenta que es responsable de los abusos de esta libertad en los casos
determinados por la Ley.

XII - Siendo necesaria una fuerza pública para dar protección a los derechos del Hombre y
del Ciudadano, se constituirá esta fuerza en beneficio de todos, y no para el provecho
particular de las personas a las que ha sido confiada.

XIII - Siendo necesaria, para sostener la fuerza pública y subvenir a los gastos de la
administración, una contribución común, ésta debe ser distribuida equitativamente entre todos
los Ciudadanos, de acuerdo con sus facultades.

XIV - Todo Ciudadano tiene derecho, ya por sí mismo o por sus representantes, a constatar
la necesidad de la contribución pública, a consentirla libremente, a hacer un seguimiento de
su adjudicación y a determinar su cuantía, modo de amillaramiento y duración.

XV - La Sociedad tiene derecho a pedir a todos sus Agentes públicos cuentas de su


administración.

XVI - Toda Sociedad en la que la garantía de los Derechos no esté asegurada, ni la


separación de poderes determinada, no tiene Constitución.

XVII - Siendo inviolable y sagrado el derecho de propiedad, nadie deberá ser privado de él,
excepto en los casos de necesidad pública evidente, legalmente comprobada, y en
condiciones de una indemnización previa y justa.

en las dos tablas anteriores se puede apreciar la diversificación de ambas declaraciones en los
fines de estudio “Civil-Político” y haciendo de manera un comparación se llega la conclusión de lo
ya antes mencionado que el primer texto es decir la declaración de Virginia de 1776 da origen y es
la base fundamental (véase la similitud de los puntos estipulados entre ambas declaraciones) para
la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, así como a muchas otras a lo largo de
la historia.

A continuación se hará mención a algunos puntos con su correspondiente referencia a la


declaración presentada sobre a normas que esta dio un origen.

NORMAS RELACIONADA A LOS DERECHOS HUMANOS

Que todos los hombres son por naturaleza igualmente libres e independientes, y tienen
ciertos derechos inherentes, de los cuales, cuando entran a estado de sociedad, no
pueden, por ningún pacto, privar o despojar a su posteridad; a saber, el goce de la vida y
la libertad, con los medios para adquirir y poseer propiedad, y perseguir y obtener felicidad
y seguridad.(DECLARACION DE VIRGINIA DE 1776)

Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales
sólo podrán fundarse en la utilidad pública.(DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL
HOMBRE Y DEL CIUDADANO)

NORMAS RELACIONADA A LO PENAL O JUDICIAL

Que en todo proceso capital o criminal un hombre tiene el derecho a exigir la causa y
naturaleza de su acusación; a ser confrontado con los acusadores y testigos; a presentar
evidencia a su favor, y a un juicio rápido por un jurado imparcial de su vecindario, sin cuyo
consenso unánime no puede ser encontrado culpable; ni puede ser obligado a dar evidencia
en su contra; que ningún hombre puede ser privado de su libertad excepto por la ley del país o
el juicio de sus pares.(DECLARACION DE VIRGINIA DE 1776)

Que no se debe exigir fianza excesiva, ni imponer multas excesivas; ni inflingir castigos
crueles o inusuales. (DECLARACION DE VIRGINIA DE 1776)

Que las órdenes genéricas, mediante las cuales se ordene a cualquier funcionario o
mensajero a investigar lugares sospechosos sin evidencia de un hecho cometido, o para
detener a cualquier persona o personas no mencionadas por su nombre en la orden, o cuyas
ofensas no estén descriptas en particular y apoyadas por evidencia, son gravosas y opresivas
y no deben ser emitidas. (DECLARACION DE VIRGINIA DE 1776)

Que en controversias sobre propiedad y bienes entre dos hombres, el antiguo juicio por
jurados es preferible a cualquier otro y debe ser considerado sagrado. (DECLARACION DE
VIRGINIA DE 1776)

La libertad consiste en poder hacer todo aquello que no cause perjuicio a los demás. El
ejercicio de los derechos naturales de cada hombre no tiene otros límites que los que
garantizan a los demás Miembros de la Sociedad el disfrute de estos mismos derechos. Estos
límites sólo pueden ser determinados por la Ley.(DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL
HOMBRE Y DEL CIUDADANO)

La Ley sólo tiene derecho a prohibir las acciones perjudiciales a la Sociedad. Lo que no está
prohibido por la Ley no puede ser impedido. Nadie puede ser obligado a aquello que la Ley no
ordena. (DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO)

La Ley es expresión de la voluntad general. Todos los ciudadanos tienen derecho a colaborar
en su formación, sea personalmente, sea por medio de sus representantes. Debe ser igual
para todos, sea para proteger o para castigar. Siendo todos los Ciudadanos iguales ante ella,
todos son igualmente elegibles para todos los honores, colocaciones y empleos públicos,
conforme a su capacidad, y sin ninguna otra distinción que la creada por sus virtudes y
conocimientos. (DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO)

Ningún hombre puede ser acusado, arrestado ni mantenido en confinamiento excepto en los
casos determinados por la Ley y de acuerdo con las formas por ésta prescritas. Todo aquél
que solicite, emita, ejecute o haga que sean ejecutadas órdenes arbitrarias, debe ser
castigado, y todo Ciudadano requerido o aprehendido en virtud de la Ley debe obedecer
inmediatamente, y se hace culpable si ofrece resistencia. (DECLARACION DE LOS
DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO)

La ley no debe imponer otras penas que aquéllas que son estrictamente y evidentemente
necesarias; y nadie debe ser castigado sino en virtud de una ley establecida y promulgada con
anterioridad a la ofensa y legalmente aplicada. (DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL
HOMBRE Y DEL CIUDADANO)

Todo hombre es considerado inocente hasta que ha sido declarado convicto. Siempre que su
detención se haga indispensable, la Ley ha de reprimir con severidad cualquier rigor que no
sea indispensable para asegurar su persona. (DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL
HOMBRE Y DEL CIUDADANO)

NORMAS RELACIONADAS AL PERIODISMO

Que la libertad de la prensa es uno de las máximos bastiones de la libertad y nunca puede ser
restringida sino por gobiernos despóticos.(DECLARACION DE DERECHO DE VIRGINIA
1776)

Puesto que la libre comunicación de los pensamientos y opiniones es uno de los más valiosos
derechos del Hombre, todo Ciudadano puede hablar, escribir y publicar libremente, teniendo
en cuenta que es responsable de los abusos de esta libertad en los casos determinados por la
Ley.(DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO)
NORMAS RELACIONADAS AL CULTO O CREENCIA

Que la religión, o las tareas que le debemos a nuestro Creador y la manera de cumplirlas,
puede ser orientada por la razón y la convicción, no por la fuerza y la violencia; y de alli, todos
los hombres están igualmente habilitados para el libre ejercicio de la religión, de acuerdo a los
dictados de la conciencia; y que es una obligación mutua practicar la paciencia, el amor y la
caridad Cristianas hacia cada uno de los otros.(DECLARACION DE DERECHO DE VIRGNINA
1776)

Nadie debe ser molestado por razón de sus opiniones, ni aún por sus ideas religiosas, siempre
que al manifestarlas no se causen trastornos del orden público establecido por la
Ley.(DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO)

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