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CRISTO, EL SIERVO SUFRIENTE ANUNCIADO

POR ISAÍAS
Actualización de Is. 53 en el Evangelio según san Lucas

En este artículo pretendo mostrar de qué forma las profecías de Isaías sobre el
Siervo de Yahveh, en concreto las desarrolladas en el Cuarto Cántico del Siervo, se
hacen realidad en la persona de Jesús, según el relato de la Pasión en el Evangelio de
Lucas.

Consideraciones literarias

El libro veterotestamentario de Isaías, está compuesto no sólo por las enseñanzas


y profecías de un solo profeta, sino que compendia la obra de autores diferentes, en
tiempos diferentes y bajo contextos históricos distintos que los motivan a escribir de
distinta forma.
Mientras que el Proto-Isaías (Is 1-39), escrito con un estilo contundente,
enérgico y conciso, considera un mesianismo davídico, haciendo énfasis en un mesías
heredero de la casa de David, el Deutero-Isaías (Is 40-55) profetiza sobre la figura del
Siervo de Yahveh, que lleva a cabo la misión de la salvación del pueblo mediante su
enseñanza y su sufrimiento. Esto, con un estilo más bien solemne y redundante. El
Trito-Isaías (Is 56-66) resulta más heterogéneo en su composición.
El Deutero-Isaías presenta cuatro piezas líricas que se han titulado "Los Cantos
del Siervo". Presentan al perfecto discípulo de Yahveh, que predica la verdadera fe, es
luz de las naciones, y expía con su muerte los pecados del pueblo. Los primeros tres
cantos se atribuyen al segundo Isaías, pero el cuarto, del cual nos ocupamos en este
ejercicio, se piensa que fue compuesto más bien por alguno de los discípulos del
profeta.
Como referencia en la línea del tiempo, el primer Isaías fue escrito en el siglo
VIII a.C., el segundo Isaías en el VI, y el tercer Isaías en el V.
En cuanto al Evangelio según san Lucas, es importante considerar la continua
reflexión del autor sobre Jesús como profeta, cuya misión está rodeada de las
implicaciones y tribulaciones características de este ministerio, que finalmente
culminarán en su muerte, en cumplimiento de los designios de su Padre. En Lc 4,16-28,
Jesús se identifica a sí mismo como el Ungido para anunciar a los pobres la Buena
Nueva, que anunciara el segundo Isaías (Is 61,1-2).
Los libros de Lucas, el Evangelio y los Hechos de los Apóstoles, están escritos
en un griego exquisito, con un estilo literario de primera. Compuesto alrededor de la
década de los ochenta después de Cristo, el autor es discípulo de San Pablo y ha
investigado diligentemente todo desde los orígenes, para que Teófilo, el destinatario de
su obra, conozca la solidez de las enseñanzas que ha recibido (cf Lc 1,3-4). Vemos pues
que una de las intenciones de la obra lucana, consiste poner de manifiesto que lo que se
ha enseñado de Jesús es verdadero.

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Los textos

Para realizar este análisis he empleado textos tomados de la Edición Española de


la Biblia de Jerusalén. El texto bíblico aparece en azul, y mis comentarios personales en
negro.
El Cuarto canto del Siervo en Isaías comienza en Is 52,13-15:

He aquí que prosperará mi Siervo, será enaltecido, levantado y ensalzado


sobremanera.
Así como se asombraron de él muchos -pues tan desfigurado tenía el aspecto que
no parecía hombre, ni su apariencia era humana- otro tanto se admirarán mucha
naciones; ante él cerrarán los reyes la boca, pues lo que nunca se les contó verán, y lo
que nunca oyeron reconocerán.

A continuación, la relación de Is 53 con Lc:

53,1 ¿Quién dio crédito a nuestra 24,9-11 Regresando del sepulcro,


noticia? Y el brazo de Yahveh ¿a anunciaron todas estas cosas a
quién se le reveló? los Once y a todos los demás.
Las que decían estas cosas a los
La noticia resulta imposible de creer apóstoles eran María Magdalena,
para los que la reciben. Juana y María la de Santiago y
las demás que estaban con ellas.
Pero todas estas palabras les
parecían como desatinos y no les
creían.

Los apóstoles no creen a las


mujeres que Cristo resucitó.
53,2 Creció como un retoño delante de 22,63-65 Los hombres que le tenían preso
él, como raíz de tierra árida. No se burlaban de él y le golpeaban;
tenía apariencia ni presencia; (le y cubriéndole con un velo le
vimos) y no tenía aspecto que preguntaban: «¡Adivina! ¿Quién
pudiésemos estimar. es el que te ha pegado?» Y le
insultaban diciéndole otras
El siervo no tiene apariencia ni muchas cosas.
presencia.
Los soldados se burlan de Cristo
y lo golpean.

53,3 Despreciable y desecho de hombres, 23,18.21.23 Toda la muchedumbre se puso a


varón de dolores y sabedor de gritar a una: «¡Fuera ése,
dolencias, como uno ante quien se suéltanos a Barrabás!»,... pero
oculta el rostro, despreciable, y no ellos seguían gritando:
le tuvimos en cuenta. «¡Crucifícale, crucifícale!»
...Pero ellos insistían pidiendo a
El siervo resulta despreciable y no grandes voces que fuera
tomado en cuenta, desecho de crucificado y sus gritos eran
hombres, varón de dolores. cada vez más fuertes.

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Piden la muerte para Cristo
despreciándolo, y reclamando en
cambio la libertad de un asesino.

53, ¡Y con todo eran nuestras dolencias 23,34a Jesús decía: «Padre, perdónales,
4-5 las que él llevaba y nuestros dolores porque no saben lo que hacen.»
los que soportaba! Nosotros le Se descubre una actitud de no
tuvimos por azotado, herido de Dios rechazar los pecados (dolencias)
y humillado. de la humanidad.

Eran nuestras dolencias las que el


siervo cargaba.

53,5 Él ha sido herido por nuestras 24,52 Ellos (los apóstoles), después de
rebeldías, molido por nuestras postrarse ante él, se volvieron a
culpas. Él soportó el castigo que nos Jerusalén con gran gozo.
trae la paz, y con sus cardenales
hemos sido curados. El sufrimiento produce gran
alegría.
Con el castigo que soporta nos trae
la paz.

53,6 Todos nosotros como ovejas 24,13.21 Aquel mismo día iban dos de
erramos, cada uno marchó por su ellos a un pueblo llamado
camino, y Yahveh descargó sobre él Emaús, que distaba sesenta
la culpa de todos nosotros. estadios de Jerusalén. «Nosotros
esperábamos que sería él el que
Como ovejas erramos. iba a librar a Israel; pero, con
todas estas cosas, llevamos ya
tres días desde que esto pasó.»

Los discípulos que regresan a


Emaús andan como ovejas
errantes.

53,7 Fue oprimido, y Él se humilló y no 23,9.11 (Herodes) Le preguntó con


abrió la boca. Como un cordero al mucha palabrería, pero él no
degüello era llevado, y como oveja respondió nada. Pero Herodes,
que ante los que la trasquilan está con su guardia, después de
muda, tampoco él abrió la boca. despreciarle y burlarse de él, le
puso un espléndido vestido y le
Fue oprimido y Él se humilló, como remitió a Pilato.
cordero.
Herodes lo viste como "rey".
Jesús sufre la humillación en
silencio total.

53,8 Tras arresto y juicio fue arrebatado, 23,10 Estaban allí los sacerdotes y los

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y de sus contemporáneos, ¿quién se escribas acusándolo con
preocupa? Fue arrancado de la tierra insistencia.
de los vivos; por las rebeldías de su
pueblo ha sido herido; Cristo es acusado.

Arresto y juicio son anunciados.


35,9 y se puso su sepultura entre los 23,33.50- Llegados al lugar llamado
malvados y con los ricos su tumba, 51a.53 Calvario, le crucificaron allí a él
por más que no hizo atropello ni y a los malhechores, uno a la
hubo engaño en su boca. derecha y otro a la izquierda.
Había un hombre llamado José,
Sepultura entre malvados y tumba miembro del Consejo, hombre
entre ricos. bueno y justo, que no había
asentido al parecer de los demás.
Y después de descolgarle, le
envolvió en una sábana y le puso
en un sepulcro excavado en la
roca en el que nadie había sido
puesto todavía.

Crucificado entre malhechores.


José de Arimatea proporciona su
sepulcro.

53,10 Mas plugo a Yahveh quebrantarle 22,42-43 Y decía: Jesús, acuérdate de mí


con dolencias. Si se da a sí mismo cuando estés en tu Reino. Jesús
en expiación, verá descendencia, le dijo: Yo te aseguro: hoy
alargará sus días, y lo que plazca a estarás conmigo en el Paraíso.
Yahveh se cumplirá por su mano.
La muerte de Cristo da la vida.
Si se da en sacrificio, dará vida.

53,11 Por las fatigas de su alma, verá luz, 24,47-48 Y se predicará en su nombre la
se saciará. Por su conocimiento conversión para perdón de los
justificará mi Siervo a muchos y las pecados a todas las naciones,
culpas de ellos él soportará. empezando desde Jerusalén.
Vosotros sois testigos de estas
Justificará a muchos. cosas.

Por el anuncio de Cristo muerto


y resucitado, se salvará
(justificará) la humanidad.

53,12 Por eso le daré su parte entre los 23,34a Jesús decía: «Padre, perdónales,
grandes y con poderosos repartirá porque no saben lo que hacen».
despojos, ya que indefenso, se
entregó a la muerte y con los Aun soportando los dolores de la
rebeldes fue contado, cuando él cruz, Jesús intercede por sus

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llevó el pecado de muchos, e verdugos y por los que lo
intercedió por los rebeldes. condenaron.

Llevó el pecado de muchos e


intercedió por los rebeldes.

Conclusión

Jesús mismo conocía estos textos de Isaías de memoria. Es por ello que sabía lo
que habría de padecer durante su pasión "tan desfigurado tenía el aspecto que no parecía
hombre, ni su apariencia era humana”. El texto de Isaías está contenido en la segunda
parte, que se caracteriza ante todo por ser una obra profética de consuelo al pueblo de
Israel. Que las palabras del profeta, y sobre todo, la obra redentora de Cristo Jesús, nos
sirvan como recuerdo constante de la Buena Nueva que vino a anunciar el Ungido, "El
Siervo de Yahveh".

Referencias bibliográficas

EDICION ESPAÑOLA DE LA BIBLIA DE JERUSALEN. Desclee de Brouwer,


Bilbao, 1998.
THE NEW AMERICAN BIBLE. Catholic Bible Press, Nashville, 1987.
Carrillo, S., LOS PROFETAS DE ISRAEL 2. Instituto de Pastoral Bíblica, México,
1985.

© Mauricio Israel Pérez López, 2001


http://apologetica.org

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