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Alumno: Angel Luis Camacho Vidal

1 semestre Medicina Humana.

Tema: Trabajos 2 bimestre.

Catedrático: Josué Ocampo Castillo

Tuxtla Gutiérrez Chips. A 03 de octubre del 2018


La personalidad.
Introduccion.

La personalidad, concepto individualizado y totalizador.-Definición.-Papel


de la herencia y del ambiente.-Modelos de la personalidad: descriptivos y
dinámicos.-La homeostasis psicológica, formulación dinámica de la
personalidad: id, ego, superego.- Los mecanismos de defensa.-Las
caracterologías de Freud-Abraham y Erich Fromm.- Los trastornos de la
personalidad. TÉRMINOS como percepción, temperamenlO, emociones,
intelecto, etc., se refieren a funciones parciales del organismo hwnano. Si no
se pierde de vista que las personas actúan siempre en forma unitaria, lanto
en un momento dado, como en el transcurso de su vida, es fácil comprender
que un concepto que hace alusión al ser humano considerado como una
tolalidad ocupe un lugar central en el campo de la psicología. Tal es el
conceplO de personalidad. La unidad y la totaJidad de un organismo vivo
no pueden entenderse en función de una simple suma de partes. Se trala
de algo más: de una entidad nueva, una organización o configuración. El
concepto de personalidad es un concepto inclusivo que expresa a la vez la
tolalidad y la individualidad del hombre.
La personalidad es una entidad compleja que presenla múltiples facetas.
De ahí que distintos autores utilicen definiciones que, sin pretender abarcarlo
todo, son suficientes para ser usadas con propósitos específicos. En algunas
de estas definiciones se destacan elementos que son comunes a todos los
seres humanos; en otras, rasgos que son individuales. En tanto que algunos
autores incluyen en sus definiciones los aspectos corporales, otros los
excluyen y se refieren exclusivamente a los aspectos psíquicos. Algunas
definiciones están disei\adas para ser usadas en el campo de la psicología
social y en ellas se enfatizan los aspectos culturales y sociales. Antes de
proseguir, es útil diferenciar entre conduela y personalidad. Conduela es un
término muy amplio. Casi todo acerca de la vida puede ser llamado
conduela. Desde una perspectiva a largo plazo, es inevilable que uno se
interese en la personalidad como una entidad más pennanente. La gente
puede cambiar patrones de conduela y de comunicación y permanecer la
misma. Lo que permanece es la personalidad. El término carácter procede
del griego charazo, que significa esculpir o grabar; algo que permanece,
perdura y que es modo habitual y ordinario. Por otro lado, el término
"personalidad" es de origen latino; persoiUJ es máscara o careta. El término
hace referencia a lo que de un sujeto es percibido por los otros. El término
personalidad es preferido por los autores americanos, quienes enfatizan los
comportamientos observables, en tanto que el término carácter es
empleado preferentemente por autores europeos e indica una estructura
interna. El término "carácter" es un legado de la psicología clásica y está
arraigado enlamentalidad popular con implicaciones cuantitativas, como
algo que la gente tiene en mayor o menor grado o deja de tener. Además,
implica un criterio moral y juicios de valor. Actualmente, el término carácter
tiende a ser empleado con menor frecuencia que el término personalidad.
Lo que algunos denominan "los trastornos del carácter" es similar a lo que
otros definen bajo el rubro de "los trastornos de la personalidad". La
personalidad es una integtación. Esto implica que ocurre en algún lugar
donde sus componentes pueden ser integrados. Este lugar es el cerebro.
Como dice Murray,' "la personalidad es postsensorial y premotom". Es
conveniente agregar que la integración de la personalidad es el resultado
de una transformación que ocurre a pequeños pasos, con base en el
desarrollo del organismo, en particular del cerebro, y en el aprendizaje en
respuesta a los estimulas familiares, escolares, culturales y sociales. La
personalidad está determinada por la herencia y el ambiente. Al ser
concebida, cada persona recibe una dotación genética que varía de un
individuo a otro. Así, la herencia provee las potencialidades para un
desarrollo característico del ser humano y también es el punto de partida de
las diferencias individuales. En la personalidad hay componentes comunes
a todos los seres humanos; dependen de la dotación biológica de la
especie y de condiciones que son comunes a todas las sociedades. Pero
cada ser humano es diferente a los demás; tiene un modo peculiar de ser,
de sentir y de pensar; un modo propio de contender con los problemas de
su vida. Ese "modo de ser" es función de su personalidad. Algunos
componentes de la personalidad, como la inteligencia, la sensibilidad y la
flexibilidad, tienen una base genética poderosa al igual que las
disposiciones temperamentales como la explosividad, la inafectividad, la
vivacidad y la energía. Aun desde las primeras semanas de la vida, los niños
difieren en cuanto a su sensibilidad geneml: algunos se sobresaltan al más
pequeño ruido o al recibir la luz del sol sobre la cara, en tanto que otros son
insensibles a estos estímulos. Ventajas iniciales en vigor físico pueden
anticipar el desarrollo de una personalidad energética y autoafumativa. La
dotación biológica inicial puede facilitar que algunos niños sean más
pasivos e inclinados a la fantasfa que otros.
Estructura de la
personalidad.
Introducción.

La estructura de personalidad es, según Hans Jürgen Eysenck, el conjunto


de características personales de un sujeto humano. Estas características, en
parte innatas, en parte adquiridas, constituyen el comportamiento. De todo
individuo humano haciéndole único e irrepetibleLa estructura de
personalidad se compone de dos partes: una congruente o consistente y la
otra plástica o modificable. La primera es aquella permanente que
comprende la estructura biológica y los aprendizajes más fuertemente
adquiridos (por lo general los de la temprana infancia). La segunda se trata
principalmente de los aprendizajes y adecuaciones de comportamiento
que el sujeto realiza más tardíamente y en muchos casos conscientemente.
. Según Eysenck la estructura de personalidad posee tres "dimensiones":

 Inteligencia (o dimensión cognitiva)

 Temperamento (o dimensión relacional)

 Carácter (o dimensión afectivo-emotiva)

Estas tres dimensiones deben hallarse equilibradas entre sí, de otro modo
pueden ocurrir estados patológicos.
La estructura de la personalidad:

Según Freud la personalidad humana surge del conflicto entre nuestros


impulsos instintivos tendentes a la agresividad y a la búsqueda del placer,
por un lado, y los límites sociales que se les impone por otro. La personalidad
se construye como un intento de conciliar estas dos instancias buscando la
satisfacción de nuestros instintos sin ser víctimas de los sentimientos de culpa
o castigo. Para explicar este conflicto Freud construyó unos conceptos
teóricos que interactuaban entre sí: el ello, el yo y el super-yo. Estos
conceptos no tienen que considerarse como poseedores de una verdad
objetiva sino más bien como herramientas útiles para la comprensión de la
dinámica de nuestro psiquismo.

El Ello (Id):

Freud, desde el paradigma antropológico del darwinismo, asumió que las


motivaciones básicas del hombre no podían ser diferentes a las de cualquier
otro animal: autoconservación, agresividad y reproducción; no obstante,
estas motivaciones no aparecían tal cual en nuestra vida social, como sí que
aparecen en el resto de animales, sino que quedan ocultas, por
conveniencias culturales, a un nivel inconsciente. El ello es ese depósito
inconsciente de nuestra energía psíquica primaria que busca la satisfacción
de esos impulsos biológicos primitivos. Obviamente el ello actúa movido por
el principio del placer: busca la satisfacción de nuestros deseos. Pensemos
en un niño que en un supermercado coge una bolsa de patatas la abre y
empieza a comérsela para vergüenza de su madre; está actuando movido
por el principio del placer, busca la mera satisfacción de la necesidad
biológica de alimentarse.
Los impulsos del ello son innumerables sin embargo podemos agruparlos en
dos grandes instintos primarios: Eros y Tánatos. El impulso de Eros tiende a la
reunión de elementos dispersos en una unidad mayor por esto también se le
denomina impulso de vida ya que la construcción de nuevas realidades es
su meta principal. Por su parte, el impulso de Tánatos busca la disolución de
una unidad en un conjunto de elementos más pequeños, se le denomina
también impulso de muerte. Para Freud estos impulsos están presente incluso
en algunos procesos inorgánicos de la naturaleza (atracción-repulsión,
cristalización-disolución, etc.). El deseo de formar una familia, de pertenecer
a un grupo social, de construir algo puede ejemplificar el impulso de Eros;
por impulso de muerte.

Es importante subrayar que Freud no hace una consideración ética de estos


dos impulsos, toda vez que este tipo de consideración no es pertinente al
pertenecer estos impulsos a una realidad amoral como el ello. Eros no es
bueno como Tánatos tampoco es malo, estas consideraciones carecen de
valor y fundamento. ¿Acaso el deseo de un hombre de cuarenta años de
permanecer bajo la tutela de su mamá es algo bueno? ¿Acaso el deseo de
independencia en un joven es malo? Vemos que estas consideraciones
carecen de sentido en sí mismas y las valoraciones morales se sitúan a un
nivel muy diferente que las valoraciones psicológicas.

Además Freud subraya que ambos impulsos se retroalimentan y dependen


entre sí. Por ejemplo, un león desea cazar una presa, para ello necesita
matarla y digerirla (Tánatos) pero la finalidad de esta acción no es la
destrucción en sí sino que quizás sea el mantenimiento del propio organismo
o incluso alimentar a las crías (Eros).

El yo (ego):

A medida que el niño va creciendo va también aprendiendo que sus deseos


chocan con el mundo real; esto fuerza al niño a readaptar sus deseos a ese
mundo real a través del principio de realidad. Así se construye el yo
consciente en el primer año de vida del sujeto, el yo que creemos que
somos. Este yo es la parte visible de nuestra personalidad pero las raíces
profunda de nuestra identidad permanecen en el lado inconsciente de
nuestro psiquismo. Todas las motivaciones conscientes no son más que
motivaciones inconscientes transformadas por el super-yo para que el yo
pueda conservar incólume su autoconcepto. Un ejemplo típico es el amor
sexual; a pesar de la poesía, el arte que lo ensalza, o los sentimientos tan
nobles que alimenta, desde la perspectivas psicoanalítica el amor tiene un
origen inconsciente en el impulso de la autoperpetuación que aparece en
todos los seres vivos; la creación simbólica asociada al amor (la ternura, el
afecto, la fidelidad) no son más que velos con los que encubrir su motivación
primaria, biológica e incluso fisiológica. El yo se complace en considerar que
sus sentimientos se basan en principios nobles y no en un mero impulso de
satisfacción instintivo.

Los elementos inconscientes son lesivos para el concepto que de sí mismo


posee el yo, por esta razón esos elementos inconscientes son reprimidos y no
surgen a la conciencia más que en ocasiones puntuales como sueños y
actos fallidos. Los procesos de libre asociación o la interpretación de los
sueños del paciente son metodologías terapéuticas propias del
psicoanálisis.

El super-yo (super-ego):

Más tarde en el proceso de desarrollo, a los cuatro o cinco años, el individuo


empieza a desarrollar ideales de comportamientos que nos dicen no sólo
como debemos de actuar para satisfacer los impulsos del ello (principio de
realidad del yo) sino como deberíamos de comportarnos. Así el sujeto va
interiorizando y creando una conciencia moral que va más allá de la
adecuación práctica de su conducta a la realidad. El super-yo genera un
“ideal del yo” que intenta de imponer al propio yo efectivo.

El super-yo nace de las exigencias culturales que pesan sobre el sujeto desde
su más tierna infancia. La sociedad en su conjunto, pero sobre todo los
padres del niño son los que construyen dentro de él esta instancia psíquica.
Sentimientos como los de culpa o satisfacción moral son generados en el
super-yo cuando este es satisfecho en sus exigencias.

Las exigencias del ello (principio de placer) y del super-yo (ideal moral de
yo) están en franco conflicto la resolución de este conflicto es tarea del yo
que debe mediar entre las exigencias biológicas encarnadas por el ello y las
exigencias sociales representadas por el super-yo. En este cruel conflicto la
posición del yo es siempre comprometida e inestable: por un lado el ello
acosa al yo con exigencias perentorias que precisan satisfacción inmediata,
por otro lado, el super-yo reprime esos impulsos e incluso las motivaciones
ocultas tras las “nobles” acciones del yo. La salud mental es ese equilibrio
inestable entre estas dos potencias.

Neurosis y psicosis:

Cuando se produce el inevitable conflicto entre el ello y el super-yo el yo


puede resolver este conflicto de un modo sensato y socialmente admitido o
puede no hacerlo. Cuando no se resuelve este conflicto de un modo
apropiado surge una patología mental; el yo, en este caso, puede
identificarse unilateralmente con las exigencias del super-yo o, por contra,
con las exigencias del ello. En un caso se produce la neurosis y en otro la
psicosis.

Por neurosis Freud entendía un abigarrado número de patologías mentales


que tienen como nexo común que una conducta patológica afectada de
estados de profunda culpa, miedo o ansiedad. El lavarse repetitivamente
las manos puede ser un ejemplo de esta conducta neurótica que pretende
“purificar” de un modo simbólico los aspectos del ello que el yo se afana en
ocultar para satisfacer al super-yo. El miedo a los espacios abiertos puede
tener el mismo origen: el deseo de proteger al yo ideal de un choque contra
el mundo real que le produciría angustia y ansiedad. Otros trastornos como
los depresivos pueden caer bajo esta amplia etiqueta de “neurosis” toda
vez que en estos trastornos el sujeto desarrolla una continua baja autoestima
y un continuo sentimiento de culpa: el super-yo domina la vida psíquica del
enfermo mostrándole de continuo su alejamiento de lo que “debería ser”
según los estrictos criterios del yo ideal del super-yo.

Por psicosis Freud entendía aquellos trastornos en donde el sujeto se exiliaba


de la realidad y construía otra diferente a la realidad socialmente admitida.
El psicótico tiene alucinaciones y no ve la realidad tal cual nosotros la vemos
sino distorsionada por las exigencias del ello que al final llevan al enfermo a
un estado de desconexión total con la realidad social y a un profundo
sentimiento de soledad. Según el psicoanálisis las psicosis sobreviene
cuando el enfermo se ha tenido que enfrentar a hechos dramáticos y
frustrantes que le han empujado a cortar sus nexos con la realidad, es decir
a abandonar el principio de realidad del yo en aras del principio de placer.
El sufrimiento del enfermo psicótico llega cuando percibe la exclusión social
y afectiva que conlleva su ruptura con la realidad ordinaria de tal manera
que una construcción irreal del mundo que debería satisfacer plenamente
al ello desconectado con la realidad se convierte en una pesadilla.

Los niños pequeños tienen episódicos comportamientos neuróticos (fobias,


angustias, etc.) y psicóticos (amigos invisibles, alucinaciones, etc.) pero estos
desajustes son normales en cualquier desarrollo psíquico. El equilibrio entre
las exigencias del ello y del super-yo es difícil y alcanzarlo es un proceso
complejo con muchos escollos intermedios.
Mecanismos de defensa (extraído íntegramente del manual de Psicología
Myers):

La ansiedad, decía Freud, es el precio que pagamos por la civilización.


Como miembros de grupos sociales debemos controlar nuestros impulsos
sexuales y agresivos y evitar mostrarlos. Pero a veces el yo teme la pérdida
del control en su lucha interna entre las exigencias del ello y del super-yo, y
el resultado es una nebulosa oscura de ansiedad desmedida, que nos deja
el sentimiento de intranquilidad sin saber cuál es la causa. En esos
momentos, según Freud, el yo se protege a sí mismo con mecanismos de
defensa. Estas tácticas reducen o reorientan la ansiedad de diversas
maneras, pero siempre distorsionando la realidad. Veamos seis ejemplos.

La represión elimina de la conciencia los pensamientos y los sentimientos


que despiertan la ansiedad. Según Freud, la represión subyace a todos los
otros mecanismos de defensa, cada uno de los cuáles oculta impulsos
amenazantes y los mantiene alejados de la conciencia. Para él, la represión
explica por qué no recordamos el deseo que sentíamos por nuestro
progenitor del otro sexo en la infancia. Sin embargo, también creía que la
represión suele ser incompleta, que los impulsos reprimidos afloran en los
símbolos oníricos y en los lapsus verbales.

Siguiendo con la teoría de Freud, también luchamos contra la ansiedad


mediante la regresión, es decir, con el retorno a una etapa más temprana
del desarrollo infantil. Por tanto, es posible que cuando un niño se siente
ansioso por los primeros días de colegio haga una regresión a la etapa oral
y empiece a chuparse el pulgar. Los monos jóvenes, cuando están ansiosos,
regresan al regazo de su madre o de u sustituto. También los estudiantes
universitarios de primer año pueden extrañar la seguridad y la comodidad
de su hogar.
En el tercer mecanismo de defensa, la formación reactiva, el yo disfraza de
manera inconsciente los impulsos inaceptables y aparecen como sus
opuestos. En el camino hacia la conciencia, la frase inaceptable “lo odio”
se convierte en “lo quiero”, la timidez se vuelve osadía y los sentimientos de
inferioridad se transforman en fanfarronería.

La proyección disimula los impulsos amenazantes atribuyéndoselos a los


demás. Por tanto, “no confía en mí” puede ser una proyección de un
sentimiento real “no confío en él” o “no confío en mí mismo”. […]

El mecanismo conocido de la racionalización sucede cuando generamos


inconscientemente una justificación para poder ocultarnos a nosotros
mismos los motivos reales de nuestros actos. Es así que los bebedores
habituales pueden decir que beben con sus amigos “para ser sociables”.
[…]

El desplazamiento, siguiendo a Freud, desvía los impulsos agresivos o


sexuales hacia un objeto o una persona que es psicológicamente más
aceptable que el que despiesta los sentimientos. Los niños que temen
expresar enojo contra los padres pueden desplazar este sentimiento
pateando a su mascota. Los estudiantes molestos por un examen pueden
descargar su malestar contra un compañero.

Todos estos mecanismos de defensa funcionan de manera indirecta e


inconsciente y reducen la ansiedad al disimular los impulsos amenazantes.
Así como el organismo se defiende inconscientemente contra la
enfermedad, así también, creía Freud, el yo se defiende inconscientemente
contra la ansiedad.
Yo
Principio de la
realidad.

ELLO Super yo.


Principio del placer, sexo y Aspectos morales de la
agresión.
personalidad.
Normalidad y
anormalidad
psiquica.
Introducción.

La salud mental al igual que la salud física es un estado relativo y por lo tanto
difícil de definir. Que la salud mental es un estado relativo significa que las
personas con un diagnostico de trastorno mental pasan periodos de tiempo
en los que hay una relativa ausencia de síntomas. A su vez las personas que
denominamos mentalmente sanas también pasan por periodos en los que
puede haber una presencia de sintomatología psicopatológica. Cada
profesional resalta diferentes aspectos de lo que es salud mental. h
Meninnger, define salud mental como la adaptación o ajuste del ser
humano a su entorno y a él mismo con el máximo de efectividad y felicidad.

Esta basado en el concepto de adaptación del individuo. h Freud, define


salud mental como la capacidad de trabajar y de amar. h Jahoda, define
la salud mental debe reunir los siguientes requisitos: - ausencia de
enfermedad. - tener una conducta normal. - tener un ajuste interno. - una
adaptación al medio. - tener una correcta percepción de la realidad. h
Castila de Pino, habla de salud mental en términos de equilibrio entre los
diferentes polos del self (concepto de si mismo). Tiene que existir una
congruencia entre el concepto de unos mismo, congruente con el
concepto que los demás tienen de mi y con el concepto que yo creo que
los demás tienen de mi.
La salud mental se define como un estado de bienestar emocional en el que
la persona es capaz de funcionar de forma adecuada en la sociedad a la
que pertenece y cuyas características y rendimientos personales son
satisfactorias para él. 2- Normalidad y anormalidad psíquica. Para
determinar la relativa normalidad de una conducta o comportamiento la
psicopatología se vale de una serie de criterios evaluativos. Hay dos series
de criterios, los generales y los específicos. Independientemente de que sea
general o específico todos los criterios ausar deben de reunir tres
condiciones: - Que los signos sean fácilmente observable por la persona
promedio, que las primeras personas que detectan la anormalidad de una
conducta son el entorno familiar del enfermo y el propio enfermo. - Que la
continuidad de la conducta normal / anormal requiere que los criterios sean
aplicables a todos los grados de funcionamiento perturbado. - Los criterios
deben de ser no culturales ya que las características esenciales de la
conducta son iguales en todas las culturas.

Criterios generales. Lo que caracteriza a todos los criterios generales es que


son unos criterios muy amplios, y precisamente porque son muy amplios son
menos útiles. - Normalidad como salud, evalúa como normal la ausencia de
síntomas, por lo tanto existía una anormalidad con la presencia de síntomas.
El problema básico y fundamental de este criterio es que no hay síntomas
fijos, absolutos de anormalidad. Es decir, cualquier sentimiento, pensamiento
y reacción que nosotros observamos es un paciente mental puede ser
también observado en una persona normal. Generalmente de forma mas
controlada, mas moderada y socialmente mas aceptable. Cualquier
síntoma psicopatológico puede ser considerado normal si su forma de
expresión es normal. - Normalidad estadística, una interpretación de la
norma se basa en el modelo estadístico que sostiene arbitrariamente como
normal las reacciones usuales o típicas de la gran mayoría de la población,
las reacciones inusuales o atípicas van a ser consideradas como anormales
independientemente de su cualidad. La mayor parte de los aspectos del ser
humano se ajustan a una distribución normal (curva de distribución normal)
es decir, que para la mayor parte de la población la dispersión de una
característica completa es relativamente limitada.

Criterio ideal de normalidad, este criterio parte de cómo deberían de


comportarse las personas, en este sentido la norma seria el ideal. El criterio
ideal en realidad es un criterio utópico. El criterio ideal según los utópicos
serian: 9 Maslow, postula una jerarquía de necesidades humanas ordenadas
de acuerdo a su importancia vital. La pirámide de Maslow es: La mecánica
de satisfacción de estas necesidades es satisfacerlas poco a poco,
ordenadamente empezando por la base. La persona normal para Maslow
es aquella que de forma cotidiana se maneja en la satisfacción de las
necesidades de autorrealización ya que esto implica que esta persona tiene
satisfechas todas sus necesidades. 9 Cole, propone un criterio ideal basado
en la madurez. Para Cole la persona normal es aquella que alcanza la
madurez en tres dimensiones. Las dimensiones son: 8 Afectivo - emocional,
exige un tono emocional constante que origine sentimientos de seguridad y
confianza y que nos permita establecer relaciones emocionales positivas y
reciprocas.

Eficacia del funcionamiento psicológico, datos experimentales y clínicos


confirman que la severidad del déficit psicológico y la psicopatologia
correlacionan de forma positiva. Cuanto mas grave / intenso es el deterioro
psicológico mas grave es la psicopatologia. Las funciones psicológicas que
se evalúan son las inherentes al ser humano, es decir, son la atención, la
percepción, razonamiento, aprendizaje, memoria, comunicación y la
afectividad básicamente. Desde este punto de vista, personas con un
trastorno mental no significa que carezcan de la capacidad de pensar, sino
que esta deteriorada esa capacidad nada mas. - Eficacia del
funcionamiento social, la base de este criterio esta en la relativa
incapacidad de la persona para en primer lugar estar eficazmente
conformado con el modelo cultural, y en segundo lugar evitar
comprometerse en acciones que difieren de forma drástica de la norma
cultural. Se usa el criterio para describir la forma básica de incapacidad de
comprometerse a unas acciones. Los principales signos de un
funcionamiento social defectuoso incluirían en primer lugar la falta de
control sobre los impulsos agresivos, la excesiva desconfianza y recelo con
respecto a los otros, en tercer lugar la comunicación incoherente, en cuarto
lugar la irresponsabilidad, en quinto lugar tendencias autodestructivas y por
ultimo el egocentrismo (interés por uno mismo).
Fundamentos biológicos de
la personalidad.
Introducción

La atracción, a veces siniestra, que el hombre ha sentido por el cerebro es


tan antigua como la propia existencia del hombre: es el órgano que se
comían los enemigos victoriosos para incorporar la sabiduría o fortaleza del
vencido, o los familiares de los fallecidos para preservar la existencia del
muerto, incorporándolo al vivo. El interés del ser humano por el cerebro ha
dado lugar a diversos abordajes para comprender el significado del cerebro
y la relación de este con la mente y con el mundo espiritual, aunque
generalmente desde posiciones antagónicas y excluyentes. Es durante las
últimas décadas, desde que se impuso el método científico-experimental
como vía común de estudio, cuando se ha producido una clara
coincidencia entre la neurobiología y la psicología en la comprensión del
significado del cerebro y en la interacción del binomio cerebro y mente,
dando lugar al nacimiento de las neurociencias.
FUNDAMENTOS BIOLÓGICOS DE LA PERSONALIDAD

Se considera a la personalidad como “los patronos responsables de las


diferencias individuales que podemos observar en el comportamiento”,
éstos deben, de alguna manera, ser reflejo del estado fisiológico del
organismo en aquel instante, el cual a su vez, puede producir patrones
responsables de las diferencias individuales como consecuencia de
diferencias anatomo-fisiológicas, dependientes a su vez de factores
ambientales (sociales y no sociales) o genéticos, actuando por si mismos o
conjuntamente. Si se trata de factores genéticos, serán a su vez el resultado
de Las presiones evolutivas de la selección natural.

La conducta observada de un organismo en un momento dado es


directamente dependiente de su estado fisiológico en dicho instante. La
fisiología de un organismo y especialmente la de su sistema nervioso y
endocrino, no puede explicarse más que como el resultado de la
interacción entre los procesos bioquímicos del propio organismo y los
factores ambientales intra-orgánicos e inter- orgánicos. En la actualidad
conocemos que los procesos bioquímicos que se producen en cualquier
organismo, son totalmente dependientes de la existencia y funcionamiento
de unas sustancias denominadas enzimas. Dichas sustancias poseen unas
propiedades características que las convierten en elementos de estudio
indispensable para la correcta comprensión de los procesos fisiológicos.

La principal cualidad de los enzimas reside en su doble especificidad. Tales


sustancias actúan como biocatalizadores de las reacciones químicas
propias del metabolismo y tal actuación muestra una absoluta
especificidad enzima-reacción bioquímica, de suerte que podríamos decir
que un enzima sólo puede catalizar una reacción bioquímica determinada
y viceversa, una reacción bioquímica determinada sólo puede ser
catalizada por un enzima específico. Tal cualidad de los enzimas se ve
acompañada de otra suerte de especificidad tan importante o más que
ella misma. En efecto, al analizar los contingentes enzimáticos de una
especie determinada, hallamos que éstos son específicos de la misma. En
otras palabras, todos los individuos pertenecientes a una especie
determinada poseen un equipo enzimático prácticamente idéntico. A su
vez, los contingentes enzimáticos de especies distintas muestran una clara
diferenciación. Asimismo podemos afirmar, que las diferencia entre equipos
enzimáticos pertenecientes a diferentes especies son tanto más notables
cuanto mayor sea la diferencia filogenética entre dichas especies.

Las propiedades de especificidad de las enzimas anteriormente expuestas


nos llevan a profundizar en el estudio de las cualidades fisicoquímicas de
tales sustancias. Estudios efectuados en este sentido, llevaron al
establecimiento del carácter proteico de los enzimas. Las proteínas son
productos poliméricos formados por la secuencia lineal de unidades
estructurales denominadas aminoácidos. Es dicha secuencia lineal la que
confiere a cada proteína una especificidad de utilización biológica y en el
caso concreto de los enzimas, la que proporciona la especificidad arriba
comentada.

El orden de sucesión de las unidades monoméricas, aminoácidos, es


consecuencia de un proceso celular activo denominado síntesis de
proteínas. La fuente primaria de dicho orden es un ácido orgánico
denominado acido desoxirribonucleico (DNA) que es el constituyente
básico de unas estructuras fundamentales de las células denominadas
cromosomas. El DNA consiste en un esqueleto de ésteres fosfato de un
azúcar denominado desoxirribosa, con cadenas laterales de unas bases
nitrogenadas (puricas y pirimidinicas). Es precisamente la secuencia de
dichas cadenas laterales la que constituye la información primaria del
proceso de síntesis proteica. Tal secuencia, mediante un proceso de
transcripción basado en el aparejamiento complementario entre bases
puricas y pirimidinicas es transmitida a un nuevo tipo de moléculas
denominadas ácidos ribonucleicos (RNA).

El DNA como antes hemos ya mencionado, se encuentra en los


cromosomas, estructuras ubicadas en el núcleo celular. Sin embargo, los
procesos de síntesis proteica se desarrollan en el retículo endoplasmatico
granular, estructura situada en el citoplasma de la célula. El vínculo de unión
física entre ambas estructuras subcelulares viene establecido por moléculas
de los tres tipos de RNA, a saber: RNA mensajero (RNA,), RNA transportador
(RNA,) y RNA ribosómico (RNA,).

Cada molécula de RNA, es capaz de reaccionar y unirse a un solo tipo de


molécula de aminoácido de las que se encuentran en el citoplasma celular.
De ahí que dicha unión sea específica. Dado que la única fuente de
variabilidad entre 10s distintos tipos de moléculas de RNA, reside en la
secuencia de sus bases nitrogenadas, podemos concluir que dicha
especificidad RNA,-aminoácido es consecuencia de la secuencia de bases
antes mencionada.

La fisiología es directamente dependiente de la actuación bioquímica de


los enzimas, los cuales son a su vez producto del proceso celular
denominado síntesis proteica, la cual viene recogida por la estructura
secuencial del DNA cromosómico más comúnmente conocida como clave
o código genético. El conjunto de unidades funcionales (genes) de la
dotación cromosómica es el denominado genotipo del individuo. Cada gen
es responsable de la codificación de los enzimas específicos reguladores a
nivel bioquímico de una característica del individuo

Todos los mecanismos biológicos antes expuestos, podrían suponer que


dicha exposición se encamina hacia una explicación biológica determinista
del comportamiento. Sin embargo, debemos tener en cuenta que tales
mecanismos no constituyen más que la base física sobre la que se sientan
todas las manifestaciones comportamentales.

Las manifestaciones comportamentales y concretamente la personalidad,


puede considerarse desde el punto de vista biológico como parte del
fenotipo individual de cada organismo. El concepto de fenotipo se aplica
la manifestación externa del genotipo individual modulado por los factores
intra orgánicos e interorgánicos, sociales y no sociales. Se consideran
factores intraorgánicos a las interacciones fisiológicas existentes entre los
distintos mecanismos bioquímicos que regulan el funcionalismo orgánico.
Así, por ejemplo, las manifestaciones enzimáticas de un genotipo
homocigoto respecto de un gen, no son siempre semejantes a las de un
heterocigoto respecto del mismo gen, debido a relaciones de posible
dominancia existente entre los alelos de dicho gen.

Por otra parte, debemos resaltar también la importancia de los


denominados factores interorgánicos sociales y no sociales, capaces de
modificar la expresión externa genotípica, dando lugar a diversas
posibilidades fenotípicas de un mismo genotipo. En este sentido, siguiendo
a Eysenck podríamos decir que si bien deben existir ciertas estructuras y
funcionalismos en el sistema nervioso que son heredadas a través del
genotipo, tales como el neurotícismo o nivel de excitabilidad del sistema
nervioso vegetativo y la extraversión-introversión o nivel de arousal cortical,
sin embargo, la conducta en sí no debe forzosamente serlo, sino que más
bien es el resultado de la interacción entre el funcionalismo de dichas
estructuras y el medio ambiente físico y social.

Se considera a la personalidad como “los patronos responsables de las


diferencias individuales que podemos observar en el comportamiento”.
Éstos deben, de alguna manera, ser reflejo del estado fisiológico del
organismo en aquel instante, el cual a su vez, puede producir patrones
responsables de las diferencias individuales como consecuencia de
diferencias anatómico- fisiológicas, dependientes a su vez de factores
ambientales (sociales y no sociales) o genéticos, actuando por si mismos o
conjuntamente. Si se trata de factores genéticos, serán a su vez el resultado
de las presiones evolutivas de la selección natural.

La actitud más aceptada hoy es la interaccionista, representada por la


teoría de Eccles y Popper. Uno de los grandes filósofos de nuestro siglo, Karl
Popper, propuso una diferenciación tríadica de la realidad humana, el
Mundo 1, el de la naturaleza física y biológica de la persona, un Mundo 2, el
de la autorreflexión consciente y un Mundo 3, de la cultura y sus productos.
Su colega y amigo el premio Nobel de Fisiología Sir John Eccles sugirió que
hay una parte del cerebro, el cerebro de enlace, cuya función es
precisamente relacionar los Mundos I y 2. La unidad básica del sistema
nervioso, la neurona, se conecta mediante cientos y a veces miles de
sinapsis con otras unidades, formando redes neuronales. La corteza cerebral
acumula la mayor densidad neuronal, organizándose en capas con una
diferenciación funcional. Él supraconjunto anatómico-funciona de la
corteza son módulos columnares, donde cada columna inhibe a las
cercanas y activa a otras distantes. Cada módulo opera como un radio-
receptor/transmisor, conectado sus alrededor de diez mil neuronas, e
interactuando con cientos de otros módulos semejantes. En total hay dos
millones de módulos, que en conjunto poseen veinte mil millones de
neuronas, en un sistema de complejidad dificil de imaginar.

Popper y Eccles han descrito a la mente auto-reflexiva como una entidad


independiente que lee constantemente los módulos del cerebro de enlace
que estén abiertos a ella. Algunos permanecen así, otros siempre están
cerrados y hay un tercer grupo cuyo grado de apertura varía: se abren y se
Cierran dinámicamente. El hemisferio cerebral dominante constituye el
"área de enlace" que crea la vivencia de la experiencia consciente del
Mundo 2. La evidencia acerca de este modo de operar se encuentra en
estudios sobre el dormir, sobre el soñar y sobre propiedades de la memoria.

En el último caso, juegan un especial papel los circuitos que ligan la corteza
al hipocampo ya otras bases de datos mnémicas (Los estudiantes a menudo
utilizan técnicas mnémicas para recordar la enorme cantidad de
información que deben memorizar.). El “Cerebro de enlace” funciona en el
caso de la memoria como un centro reconocimiento mnémico.

La descripción neurofisiológica anterior hará que cualquier psicoanalista


recuerde el modelo inicial topográfico de Freud, con su distinción entre un
área abierta a Ia vivencia directa, el sistema inconsciente, una cerrada a
ella permanentemente por la barrera de la represión, el sistema
inconsciente. Otra que puede ser abiertas según se necesario

Focalizando la atención, e l sistema preconsciente. El "cerebro de enlace",


en términos de la segunda tópica freudiana, el modelo estructural, puede
ser ligado a la función del Yo del sujeto. Otros aportes, desde los estudios de
la lateralización cerebral, hacen vislumbrar por vez primera la posibilidad de
que los conceptos estructurales de Freud tengan una base anatómica, y nos
acercan al misterioso salto entre la mente y el cuerpo".

Popper y Eccles han contrastado tres aproximaciones diferentes a ésta: el


materialismo monista, que plantea que hay sólo una única realidad física,
que se organiza y progresa evolutivamente. El materialismo
fisicista/esencialista de los griegos ha sido hoy reemplazado por una teoría
de mayor complejidad, al demostrarse que el universo no está lleno, como
lo postuló Demócrito, sino vacío. La alternativa dualista plantea que el alma
existe desde el comienzo y en todo: se complementan aquí el panpsiquismo
con el paralelismo psicofísico desarrollando la posición cartesiana a ultranza.
Finalmente, el interaccionismo dice que el cuerpo y la mente se influyen
recíprocamente y que actúan como un todo integrado pero con una
causalidad que fluye desde arriba hacia abajo. Esta oposición evita e l
reduccionismo que plantea que lo inferior explica lo superior, o que las
partes permiten comprender al todo, y se acerca más a la teoría gestáltica
de Kohler: el todo es más que la suma de sus partes.
Hidrogeno y Helio.

Mundo 1 Elementos, liquidos


Objetos Fisicos y cristales.

Organismos
viviente.

Conciencia sensorial
Ordenación de la Mundo 2
del animal.
realidad en 3 Experencias
mundos subjetivas
Conciencia del sí
mismo y de la
mente

Lengua Humano.
Teoria del sí mismo.
Mundo 3
Productos de la
mente humana
Trabajo de arte y de
ciencia
Perspectiva psicodinámica
de la personalidad.
Introduccion:

la personalidad la representan como constituida por elementos


jerarquizados y más o menos autónomos. Aristóteles propuso tres niveles de
funcionamiento del alma, y Platón propuso también una representación de
tres partes distintas, con asiento cada una de ellas en una región del cuerpo.
El abdomen, asiento de los deseos y de las pasiones; el tórax, asiento de la
voluntad, el valor y el talante; la cabeza, asiento de la inteligencia y la razón.
Estas descripciones en las que se distinguen tres esferas en la personalidad
son los antecedentes de concepciones modernas en términos de
afectividad, volición y cognición. Jackson propuso una concepción
jerárquica del funcionamiento del sistema nervioso. La corteza cerebral, el
estrato diencéfalo-hipofisiario y la sustancia reticular. Los centros inferiores
son asiento de las emociones, los sentimientos, el talante y las pulsiones.
Normalmente los centros superiores, inteligencia y voluntad, controlan e
inhiben a los inferiores y este control se pierde en condiciones patológicas.
Así, la disfunción de la corteza cerebral entraña la disolución del control
voluntario y la liberación de la instancia subordinada, cuya actividad se
muestra en la reaparición de formas arcaicas de funcionamiento de la
personalidad. Las funciones superiores, de adquisición filogenética más
reciente, son también más frágiles y pueden ser desbordadas por la acción
de los centros subyacentes.
En un sentido dinámico la personalidad puede definirse como el conjunto
relativamente permanente de tendencias que orientan las formas
individuales de sentir, pensar y actuar. Las tendencias de la personalidad
forman constelaciones organizadas que operan con o sin advertencia del
sujeto. Entre estas fuerzas se incluyen los instintos, las necesidades y las
pulsiones. Se llama instinto a un mecanismo neural organizado, sensible a
ciertos estímulos internos que lo despiertan y lo dirigen y a los cuales
responde mediante conducta dirigida a la preservación del individuo y de
la especie. En los animales, los instintos constituyen la base de su conducta
orientada hacia un fin . En la conducta del hombre, los instintos juegan un
papel más reducido. Las necesidades son expresiones del estado interno
que impulsa a acciones dirigidas a restablecer el equilibrio alterado del
organismo. El concepto de pulsi6n se refiere a patrones de comportamiento
preformados en las estructuras nerviosas. Se les distingue de los
comportamientos adquiridos por aprendizaje, que corresponden a
motivaciones más variadas. La actividad motivada por una pulsión está
dirigida hacia una meta específica y cesa al alcanzarla. Así se explican la
sed, el hambre, la actividad sexual y la actividad exploradora, que
garantizan la conservación del individuo y de la especie. La información que
reciben los centros nerviosos integrados proviene del medio imerno, como
son las variaciones humorales captadas por los quimiorrecepLOres de La
vísceras. Otras provienen del exterior y son captadas por los órganos de los
sentidos, como son las informaciones olfativas y visuales. Estos centros
subconicales están sometidos a las influencias de la corteza cerebral. Los
desacuerdos principales entre las distintas escuelas psicodinámicas se
basan en diferencias acerca de la naturaleza de las fuerzas que determinan
el pensar, el sentir y el actuar de los individuos. Para Freud6 toda la conducta
puede ser referida a sus fuentes originales: un instinto de vida o Eros y un
instinto de muerte o Thanatos cuyo fin es conducir lo vivo al estado
inorgánico. La libido es la energía de la pulsión sexual correspondiente al
instinto de vida y la destructividad es la pulsión que corresponde al instinto
de muerte. Es necesario aclarar que el concepto de instinto que Freud utiliza
no corresponde al que los biólogos usan habitualmente en referencia a las
especies inferiores. Además, el término usado por Freud en su idioma original
fue Trieb, cuyo significado más correcto equivale a impulso o fuer7..a
directriz; sin embargo, Freud nunca objetó que el término fuera traducido
como instinto. Freud escogió el término libido para referirse a la
representación psíquica del instinto erótico, que es experimentado como
ímpetu dirigido hacia el objeto capaz de saciarlo. En la hipótesis de Freud,
ambos instintos, erótico y tánico, están sujetos al principio que gobierna la
conducta adaptativa y por lo t.:'lnto no pueden ser considerados como
rígidos y unidireccionales. El punto importante es que las fuerzas instintivas
postuladas por Freud como fuente elemental de toda actividad mental son
susceptibles de cambiar sus direcciones y sus objetivos, si bien Freud señaló
límites estrechos a su adaptabilidad. La teoría de los instintos bá~icos de
Freud ha sido muy criticada tanto por biólogos como por psicólogos y
sociólogos. Se ha dicho que los hechos conocidos acerca de las estructuras
y funciones biológicas contradicen el principio de que todas las fuerzas que
mueven a la acción sean de naturaleza sexual o destructiva. En cuanto a un
instinto de la muerte, es contrario al principio biológico que afirma la
prioridad de la supervivencia. Adler7 postuló como fuerza motivadora
principal el anhelo de superioridad que se origina en la necesidad ineludible
de compensar un sentimiento de inferioridad básico común a todos los seres
humanos, y 1 ung postuló que la fuerza primaria proviene del inconsciente
primitivo. Fromm8 propone que la teoría dual de los impulsos eróticos y
tánicos debe considerarse como una abstracción cuyo mérito es señalar la
gran polaridad en que se orientan las acciones humanas: biofilia, que es la
tendencia a la creatividad, a la vida, al amor; y necrojilia, que significa
destrucción, muerte, odio. Las tendencias agresivas, aunque necesarias
para la preservación de la vida, no necesitan derivarse de un hipotético
instinto de la muerte. Del estudio de la conducta de diversas especies
animales, Lorenz9 concluyó que hay una pulsi6n agresiva intraespecíjica
primaria, cuyo fin es la conservación del individuo y de la especie. La
existencia de esta pulsión ha sido puesta en duda puesto que la conducta
agresiva puede también comprenderse como una respuesta a las
frustraciones. Una teoría más que conviene mencionar es la propuesta por
Gordon Allport,10 quien no encuentra ventaja en hacer derivar las diversas
formas de la conducta humana de uno o dos instintos originales. Allport
propuso el principio de la autonomía funcional de los motivos. De acuerdo
con este principio, una actividad o conducta puede convertirse en un fin u
objetivo en sí mismo, a pesar de que se haya originado con otro fin. Para
Allport, el grado de autonomía de la motivación de un individuo es una
medida de su madurez. Pueden distinguirse dos criterios que son ilustrativos:
el de quienes siguiendo a Freud postulan fuerzas esencialmente
dependientes de la estructura biológica del organismo y el de aquellos que,
como Fromm, 11 Homey12 y Sullivan,l3 otorgan preeminencia a condiciones
dimanadas de la naturaleza social del hombre y proponen que la energía
psíquica es canalizada por intermedio de las relaciones del individuo con
los demás. Es necesario aclarar que ni los psicólogos freudianos dejan de
tomar en cuenta la fuerza modeladora de la sociedad y la cullura, ni los
psicólogos "culturalistas" ignoran las fuerzas biológicas. Estas divergencias
no alteran la validez del principio, en el que generalmente coinciden las
escuelas dinámicas, de que el hombre es dirigido por fuerzas o necesidades
que tienen que ser satisfechas en alguna forma si es que la personalidad ha
de preservar su equilibrio, y que esas fuerzas pueden verse involucradas en
conflictos que tienden a alterarla. El hecho es que la conducta humana no
puede ser explicada solamente en términos de motivos racionales
adaptados a la realidad. Tanto en los actos normales como en los
patológicos es patente la participación de procesos irracionales e
inconscientes. No nos percatamos de este componente inconsciente de
nuestra vida mental porque cubrimos nuestros motivos inconscientes con
otros conscientes, realistas y en apariencia sensatos. La tendencia del
hombre al autoengafio y sus consecuencias no deben ser ignoradas en el
estudio de la personalidad. Como es sabido, fue Freud14 quien a través del
estudio de la hipnosis, los síntomas histéricos, los sueños y los errores de la
vida cotidiana demostró la existencia de procesos mentales inconscientes.
Además, diseñó técnicas especiales, como la interpretación de los sueños
y las asociaciones libres del pensamiento, para hacerlos conscientes.
Modelo
psicodinámico.

Enfoque del
Enfoque Enfoque de las concepto de si
psicoanalítico. mismo
necesidades

Enfoque psicodinámico Teoría de la


de la personalidad. satisfacción de las
necesidades de maslow
Mecanismos de defensa
Introducción

Los mecanismos de defensa son las distintas modalidades, que el YO pone


en práctica con la finalidad de reprimir las excitaciones internas, junto con
los recuerdos y posibles fantasmas que comportan. El termino mecanismo
de defensa se emplea para describir las luchas del YO con ideas y afectos
dolorosos e insoportables.

Sirve para la protección del YO contra las exigencias del instinto al igual se
define como el proceso psicológico automático que protege al individuo
de la ansiedad y de la conciencia de amenazas o peligros externos.
Mecanismo defensa

Los mecanismos de defensa son referidos con mayor exactitud como


mecanismos de defensa del yo, y así pueden ser categorizados
aconteciendo cuando los impulsos del ello están en conflicto unos con otros,
cuando los impulsos del ello entran en conflicto con los valores y creencias
del superyó, y cuando una amenaza externa es planteada al yo.

Mecanismo defensas principales: disociación, negación, proyección,


introyección, formación reactiva, regresión, aislamiento, desplazamiento,
racionalización, sublimación y condensación.

Disociación: es el mecanismo donde el inconsciente hace olvidar algún


evento o pensamientos que serían dolorosos si accede a nuestro
pensamiento (consciente). Ejemplo: olvidarnos del cumpleaños de antiguas
parejas.

Negación: trata los factores de la realidad como si no existiera o no pasara.


Ejemplo: cuando una persona va por la calle cae, pero como ve que lo
quedan viendo los demás esta se levanta como si nada paso.

Proyección: se refiere a los sentimientos dolorosos que pasa una persona,


pero esta la proyecta asía otra sin que está este acorde. Ejemplo: Pedro le
dice a su mama que francisco quiere ir al estadio sin que francisco lo sepa.

Introyección: es la incorporación de una persona de rasgos que son


característicos de otra. Ejemplo: una persona deprimida quizá incorpora las
actitudes y las simpatías de otra persona y así, si esa otra persona tiene
antipatía hacía alguien determinado, el deprimido sentirá también antipatía
hacia esa persona determinada.

Formación reactiva: se define como una prevención anticipada de algún


caso para que este no llegue a un final triste. Ejemplo: cuando alguien no le
atrae a otra pero para que esta no se dé cuenta que no le cae bien le
muestra una cara feliz.

Regresión: es retroceder el tiempo de un presente a un pasado. Ejemplo:


cuando un alumno de 3er grado no sabe leer le dice el maestro te regresare
de nuevo a 2do para que aprendas.

Aislamiento: es separar algún recuerdo pasado con los sentimientos


presentes. ejemplo: afecto-odio.

Desplazamiento: sé le entiende como la ira de una persona hacia otra pero


que implica una tercera a la que se le carga la culpa. Ejemplo: José de 5to
grado le pego a Mario de 4to, como José no se pudo defender llega a casa
y se desquita con su hermanito.

Racionalización: es la sustitución de una razón inaceptable pero real, por


otra aceptable.

Sublimación: ocurre cuando se redirigen los motivos y sentimientos


reprimidos en dirección a canales u objetos socialmente aceptados y
valorados, por lo que depende mucho del contexto sociocultural de la
persona en particular, así como de otros factores. Con ella, la líbido llega a
alcanzar satisfacción, pues se trata de la relación del sujeto con el placer
directamente.

Condensación: hace referencia según Sigmund Freud, y dentro del contexto


psicoanalítico, a «uno de los modos esenciales de funcionamiento de los
procesos inconscientes: una representación única representa por sí sola
varias cadenas asociativas, en la intersección de las cuales se encuentra.
Desde el punto de vista económico se encuentra catectizada de energías
que, unidas a estas diferentes cadenas, se suman sobre ella.
Se aprecia la intervención de la condensación en el síntoma y, de un modo
general, en las diversas formaciones del inconsciente. En donde mejor se ha
puesto en evidencia ha sido en los sueños.

Conclusión

Las defensas del yo actúan como armaduras protectoras, cuando una


adquiere mucha influencia y domina al yo, reduce su flexibilidad y
adaptabilidad para enfrentar los retos del diario vivir. Durante la infancia, los
riesgos y las exigencias de la existencia, es aconsejable que sean pequeños,
e ir incluyendo retos más complejos a través de los años de crecimiento, de
acuerdo a sus estadios del desarrollo, así el yo tendrá más posibilidades de
utilizar mecanismos de defensa más adaptables y convenientes como la
sublimación, siempre que sea enfocada en actividades positivas, en donde
la persona pueda canalizar sus pulsiones e instintos hacia otros elementos o
actividades que le sean más convenientes para su desarrollo y que se
consideran más aceptables en su contexto social. Por lo que representa un
mecanismo “maduro”, el cual canaliza la energía producida de maneras
que contribuyen al equilibrio y desarrollo de la persona.

Los deseos libidinales y la agresividad, incluso, producen energía, la cual


puede utilizarse para cumplir otros objetivos como concentrarse en algún
deporte, en el desarrollo del intelecto, en actividades académicas,
científicas, religiosas y en lo artístico, por mencionar algunas. Se pueden
desarrollar planificar protocolos utilizando la sublimación para conseguir
bienestar y salud, cuando son adecuadamente enfocados al crecimiento
del individuo en algún aspecto.

Por ello, representa un instrumento que denota progreso y un desarrollo


“adecuado” de la personalidad; utilizando esta defensa del yo, se puede
enfrentar de maneras sanas el estrés, la ansiedad, la angustia, las
frustraciones, así como las amenazas, peligros y los retos que impone la vida
cada día.
olvido

disociación inconsiente

pensamiento doloroso

no existiera
negación
no paso

sentimientos dolorosos
proyección
se reflaja hacia otra
persona
meacnismos de defensa

rasgos caracteristicos
introyección actitudes
de otra persona

traumatico
para que no se llege a
formación reactiva prevencion
un evento
triste
retroceder en el de un presente a un
regreción
tiempo pasado

separacion de los
aislamiento afecto-odio
recuerdos

provocada por una


desplazamiento ira de persona con otra
tercera persona

razón inaceptable a
racionalización
otra aceptable

motivos
sublimación Redireccion
sentimientos
reprimidos

modos esenciales de
funcionamiento
condensación Sigmund Freud
inconciencia
Teorías humanistas de la
personalidad
Introduccion.

El desarrollo humano es tan complejo que, a pesar de existir una disciplina


psicológica procedente de la psicología general, los psicólogos del
desarrollo también recurren a otras áreas de conocimiento que les ayuden
a comprender los entresijos que se producen en este ámbito. Así, los
psicólogos del desarrollo se han planteado cinco objetivos: 1. Describir los
cambios en la edad y la experiencia en el crecimiento en sus diversas
dimensiones. Tales descripciones dan una imagen del curso general del
desarrollo. 2. Comparar personas de diferentes procedencias con pasados
diferentes e historias distintas. Esta comparación ofrece un retrato de las
diferencias individuales. 3. Explicar los cambios y secuencias en el desarrollo
según los principios, reglas, teorías y mecanismos. 4. Predecir pautas de
desarrollo. Una vez puede predecirse el desarrollo podemos idear formas
para controlarlo y la intervención se hace posible. 5. Relacionar los hallazgos
de la psicología del desarrollo con los trabajos de otras disciplinas. Tal y
como se ha mencionado, los psicólogos del desarrollo extraen
conocimiento y recursos de otras ciencias afines con el objetivo de alcanzar
su meta. Existe tal diversidad de disciplinas distintas en el desarrollo que se
ha necesitado tomar información de la biología, sociología, etc., para
intentar comprender el curso del mismo. Sin embargo, debemos señalar que
desde esta disciplina pueden observarse únicamente aspectos específicos
del proceso; se pueden aislar pequeñas partes del desarrollo a fin de
interpretarlo con la mayor precisión posible. Antes de definir los aspectos
determinantes del desarrollo es importante señalar la crítica que se ha
venido haciendo desde la psicología del ciclo vital respecto al empleo
excesivo de la edad cronológica para describir el desarrollo humano.
Debido a la enorme variabilidad que se produce en el desarrollo, los
psicólogos proponen sustituir el tiempo cronológico por otra medida de
tiempo más descriptiva, el tiempo funcional o tiempo de contenido; un tiem
po m edido en función de otras variables o procesos de los que recibe
significado. Para calcular el tiempo funcional se halla la función evolutiva
resultante de establecer la relación entre la edad cronológica y uno o varios
atributos comportamentales (p. ej., el nivel intelectual), el objetivo es sustituir
la edad cronológica por otra variable dependiente que tenga mayor
significado funcional. Dependiendo de qué tipo de variable (biológica,
psicológica o social) se relacione con la edad cronológica tendremos
distintos subtipos de tiempo funcional: ® Edad cronológica: es el número de
años que han pasado desde el nacimiento. Mucha gente considera que la
edad cronológica es un sinónimo del concepto de edad. Sin embargo,
algunos psicólogos evolutivos consideran que la edad cronológica no
resulta muy relevante a la hora de comprender el desarrollo psicológico de
una persona (Botwinick, 1978). El tiempo es un índice riguroso de muchos
eventos y experiencias, y no significativamente la causa. ® Edad biológica:
es la edad de una persona en términos de salud biológica. Para determinar
la edad biológica debemos conocer las capacidades funcionales de los
órganos vitales de una persona, teniendo en cuenta que las capacidades
vitales de una persona pueden ser mejores o peores que las de otras de
edades similares. Cuanto más joven sea la edad biológica de una persona
mayor será su expectativa de vida. ® Edad psicológica: son las
capacidades de adaptación de un individuo en comparación con otros
individuos de igual edad cronológica. Es importante señalar que no hay una
edad psicológica única, sino tantas como ambientes concretos tengan que
afrontar las personas, o Edad social: se refiere a los roles y las expectativas
relacionadas con la edad de una persona. El tiempo social se basa tanto en
el conjunto de estatus y roles que asume el individuo a lo largo de su vida,
como en la serie de acontecimientos relevantes que vive y que configuran
su curso vital.
A lo largo del siguiente apartado se tratarán diversos aspectos que deben
tenerse en cuenta en el estudio del desarrollo, tales como los determinantes
del cambio, es decir, la herencia o el ambiente, qué papel desempeña el
contexto o la genética para el desarrollo del individuo; además, y dadas las
diferentes formas de estudiar el desarrollo, se plantearán algunas de las
alternativas contrapuestas en relación a cómo se producen los cambios
durante el ciclo vital y cuáles pueden ser algunas de las influencias que
desde el contexto determinen la conducta. Determinantes del desarrollo
Cuando en psicología nos preguntamos qué hace que las personas nos
comportemos como lo hacemos, la disyuntiva que primero se plantea es si
las fuerzas que nos moldean tienen su origen en la herencia que recibimos o
en el medio en el que nos desarrollamos. Anastasi (1958) ya dio una
respuesta simple y definitiva a la cuestión: herencia y medio. Actualmente,
esta cuestión básica de la psicología ya no se realiza desde planteamientos
contundentes y excluyentes, y por ello, tanto los planteamientos rígidamente
innatistas, que defendían una preconfiguración del desarrollo psicológico
en los genes, como los planteamientos rígidamente ambientalistas, que
rechazaban cualquier idea de determinación genética y reclamaban para
el ambiente todo el peso de la determinación, se convirtieron en un debate
estéril. Actualmente, las cosas se plantean de una forma muy distinta, no se
trata de la negación de una u otra, ni de una yuxtaposición de las
alternativas, sino que se mantiene como principio, que todos los aspectos
de la conducta y el desarrollo humano se encuentran a la vez posibilitados
por la interacción entre las fuerzas de la herencia y las del ambiente. Así, el
problema fundamental es conocer cómo se relacionan las unas con los
otras y establecer si existen momentos en el desarrollo o contenidos
evolutivos en los que, en la interacción entre la parte proporcionada por la
herencia y la adquirida en contacto con el ambiente, un aspecto o el otro
tienen un papel más o menos determinante, es decir, cuál es la contribución
cualitativa de cada uno de ellos en los procesos psicológicos y cómo se
realiza su interacción. Según Jacob (1970), la herencia se describe en
términos de información, de mensaje, de código; a través de ese código lo
que se transmite de generación en generación son las instrucciones que
especifican las estructuras moleculares, los planos arquitectónicos del futuro
organismo. Para Jacob, y desde un punto de vista evidentemente biológico,
la herencia prescribe cómo debe ser el organismo y cuáles han de ser sus
pasos y su destino, pues solo así se garantiza la reproducción y supervivencia
de la especie. En este sentido para Jacob (1970), en el código genético
podemos distinguir unos contenidos cerrados y unos contenidos abiertos. Los
contenidos cerrados, son todos aquellos que no son alterables como
consecuencia de la experiencia individual; son contenidos concretos, que
nos acompañan desde el nacimiento, que nos definen como especie y que
solo sufrirían alteraciones como resultado de larguísimos procesos
filogenéticos. Los contenidos cerrados de nuestros genes nos proporcionan
unas características morfológicas y un calendario madurativo propios de
nuestra especie. Por lo que se refiere a los contenidos abiertos, estos tienen
menos que ver con contenidos concretos y más con las posibilidades de
adquisición y desarrollo. Estas posibilidades existen gracias a lo que se
establece en la parte cerrada del código, pero no son contenidos sino
potencialidades. Así, por ejemplo, esto se puede comprobar en el ámbito
del lenguaje, en el que la evolución de la especie nos ha dejado unos
órganos fonadores que permiten el lenguaje, pero en el momento en que
las bases madurativas están a punto, son el medio ambiente y la
estimulación que se ejerce sobre la persona los que determinan su mayor o
menor prontitud, riqueza o tipo de lenguaje adquirido (castellano, francés,
árabe, etc.). Para Jacob (1970), a medida que los organismos aumentan en
complejidad el rigor de la herencia se atenúa, en el sentido de que al lado
de los aspectos rígidamente prefijados por la herencia hay un creciente
número de posibilidades abiertas por ella, posibilidades que la interacción
con el medio se encargará de actualizar. Lo que varía en última instancia es
la capacidad de aprendizaje. Cuanto más complejo sea un organismo más
vías diferentes le quedan para desarrollar las posibilidades que la herencia
le da. Así, según Palacios (2001), podemos afirmar que los procesos
psicológicos están posibilitados por los genes que nos definen como
miembros de una especie, están limitados por un cierto calendario
madurativo que determina el momento en que ciertas adquisiciones son
posibles y están finalmente determinados en su concreción por las
interacciones de la persona con su entorno. A este respecto, el concepto
de canalización nos indica que los seres humanos somos más parecidos en
nuestro desarrollo cuanto más cerca del nacimiento estamo Naturaleza del
cambio: continuo frente a discontinuo La problemática de la continuidad-
discontinuidad en el desarrollo de la conducta humana es una de las
cuestiones centrales que presenta la psicología evolutiva dado que plantea
una cuestión fundamental, si el desarrollo implica cambios acumulativos
graduales (continuidad) o diferentes fases (discontinuidad). Desde el
paradigma organicista se propugna que el ser humano es una totalidad
organizada, cuyas partes adquieren significado por su relación con el
conjunto, de tal manera que el ser humano posee una estructura
determinada, diferente en las sucesivas etapas de su evolución. Así se
plantea una continuidad a nivel explicativo, que viene dada por la
existencia de principios básicos a lo largo de todo el desarrollo, y una
discontinuidad a nivel descriptivo, que viene formulada por la existencia de
estadios evolutivos que son estructuralmente diferentes al precedente y al
posterior, lo cual implica que existen diferencias cualitativas entre los distintos
niveles de organización que se producen a lo largo del desarrollo
(PérezPereira, 1995). Por su parte, en el paradigma mecanicista el organismo
es reactivo ante las fuerzas externas, los cambios en la conducta se pueden
explicar en última instancia como resultado de procesos de aprendizaje que
serían los que darían cuenta de las transformaciones que se produzcan en
la conducta. Para los mecanicistas la discontinuidad descriptiva no está
presente, ya que desde sus planteamientos no tienen sentido ni las
transformaciones estructurales ni la descripción en estadios, en la medida en
que consideran el cambio evolutivo no a nivel estructural, sino en sus
componentes aislados, en los que no tiene por qué darse una progresión
regular y homogénea. Para Palacios (1983), desde el punto de vista de los
hechos, la discontinuidad es tal vez predominante; no existen patrones de
medida que nos permitan medir lo mismo a un bebé que a un adolescente
o un adulto. Pero debemos tener en cuenta que el hecho de que exista una
predominancia en el nivel descriptivo no implica que en el nivel explicativo
no exista continuidad. Estabilidad y cambio Este es otro de los factores
importantes en el desarrollo. La estabilidad y el cambio implican el grado
según el cual nos convertimos en el resultado final de nuestras experiencias
tempranas (estabilidad) o si nos desarrollamos como alguien diferente de
quien éramos en un punto anterior del desarrollo (cambio). Este tema está
relacionado con la perspectiva de Baltes (1997) sobre la plasticidad o el
cambio, factores importantes en el ciclo vital. Desde la perspectiva que
estamos abordando, la del ciclo vital, la plasticidad o el cambio son posibles
a lo largo de toda la vida, aunque algunos autores indican que los ancianos
a menudo muestran menor capacidad de cambio que los jóvenes (Baltes
et al., 2006).s.
Teoría humanista
de la personalidad.

Es llamada la
tercera fuerza ya
que se plantea
como una
alternativa a los
pensamientos.

Se centra en el
desarrollo de las
El aprendizaje mayor y
personalidades y las
espontaneo engloba a la
condiciones de
totalidad del sujeto es el
crecimiento existencial,
más duradero y
basándose en datos
generalizable.
provenientes de la
experiencia de los
individuos.

Los aprendizajes que son


El ser humano tiene
una amenaza real para el
una capacidad natural
yo se captan con mayor
para aprender.
facilidad cuando el peligro
externo es mínimo.
Personalidad desde la
perspectiva social.
Introduccion.

En general, las teorías se enmarcan dentro de grandes perspectivas que


hacen hincapié en diferentes procesos de desarrollo y que adoptan
posturas distintas. Existen cinco perspectivas principales sobre el desarrollo
humano: la psicodinámica, del aprendizaje, cognoscitiva, contextual y
evolucionista/ sociobiológica. La perspectiva psicodinámica señala que el
desarrollo es movido por fuerzas inconscientes que motivan la conducta
humana. Dentro de esta perspectiva se encuentran la teoría psicosexual de
Freud y la teoría psicosocial de Erikson. © La teoría psicosexual de Freud.
Señala que desde la infancia los seres humanos están motivados por
impulsos irracionales hacia el placer, siendo estos impulsos una expresión de
la libido, que es la fuerza vital o energía psíquica que motiva la conducta
humana. Los instintos de los niños entran en conflicto, de forma inevitable,
con las demandas sociales, forzando al pequeño a alterar su
comportamiento para ser aceptado socialmente. Freud propuso la
existencia de tres aspectos en conflicto de la personalidad humana: el ello,
donde residen todos los impulsos inconscientes; el yo, el que guía la
conducta realista de afrontar las cosas y empieza a desarrollarse cuando el
bebé tiene unos 6 meses, es el mediadoentre lo que uno quiere hacer (ello)
y lo que debe o no debe hacer (superyó); y el superyó, que es la conciencia
moral que se desarrolla en la primera infancia, cuando el niño asimila los
valores de los padres y las normas de conducta. ® La teoría psicosocial de
Erikson. En esta teoría la personalidad se desarrolla a través de la resolución
progresiva de conflictos entre las necesidades y las demandas sociales. Los
conflictos han de resolverse, al menos parcialmente, en cada una de las
ocho etapas para poder progresar hacia el siguiente grupo de problemas.
La meta no es eliminar de la personalidad la cualidad superada, sino
decantar el peso de la balanza para que la cualidad más beneficiosa sea
la que prevalezca. Un fracaso en resolver los conflictos en alguna de las
etapas puede conducir a desórdenes psicológicos que afectarán durante
el resto de la vida. La perspectiva del aprendizaje sostiene que el desarrollo
es el resultado del aprendizaje, un cambio de conducta duradero basado
en la experiencia o en la adaptación al ambiente. Los teóricos del
aprendizaje consideran que el desarrollo es continuo (no que ocurra en
etapas) y ponen el acento en los cambios cuantitativos. Dentro de esta
perspectiva se enmarcan dos teorías muy importantes, el conductismo y la
teoría del aprendizaje social. ® El conductismo. Es una teoría mecanicista
que describe la conducta observada como una respuesta predecible a la
experiencia. La biología fija límites a lo que hacen las personas, pero los
conductistas pensaban que el entorno influía mucho más. Sostenían que los
seres humanos de todas las edades aprenden sobre el mundo como los
demás organismos: a través de reacciones a determinadas condiciones que
resultan placenteras, dolorosas o amenazadoras. La investigación del
conductismo se centra en el aprendizaje asociativo, concretamente en el
condicionamiento clásico y el condicionamiento operante. ® Teoría del
aprendizaje social. Esta teoría considera que el ambiente, al actuar sobre el
individuo, es el principal motor del desarrollo, afirmando (Bandura, 1977 y
1989) que el motor del desarrollo tiene dos direcciones, dando lugar al
determinismo recíproco, la persona actúa en el mundo y el mundo actúa
sobre ella.

En este último apartado se pretende dar una visión general de algunos de


los principales cambios que se producen durante el desarrollo, para ello se
analizan aspectos de las diferentes etapas del ciclo vital y de los cambios a
tener en cuenta principalmente en el desarrollo cognitivo y afectivo-social.
Período prenatal Este período comprende desde la concepción al
nacimiento y está caracterizado por el crecimiento. A partir de una célula
se crea un organismo complejo con un cerebro y capacidades
comportamentales, producido en un período aproximadamente de nueve
meses. Durante el período embrionario se producen múltiples cambios, el
embrión comienza a percibirse y a tener forma de ser humano, es la etapa
más delicada, ya que se forman los órganos; posteriormente, durante la
etapa fetal se perfilan las estructuras y el feto ya realiza diversas actividades
y practica reflejos en el interior del útero. Los seres humanos estamos
compuestos de trillones de unidades que denominamos células en cuyo
interior existen unas estructuras llamadas cromosomas que almacenan y
transmiten la información genética. De este modo, los genes determinan,
bajo una serie de leyes, nuestras características externas (físicas), así como
también aspectos psicológicos, como la inteligencia o la personalidad. Sin
embargo, durante el desarrollo intrauterino los cromosomas pueden
presentar anormalidades causando problemas graves del desarrollo. Sin
embargo, la influencia de factores ambientales y sociales afecta también
durante el desarrollo fetal. Los agentes no genéticos que pueden causar
también malformaciones en el embrión y en el feto son conocidos como
teratógenos, como pueden ser ciertos fármacos, drogas, infecciones, etc.
Tanto unas como otras influencias pueden ser determinantes para el
posterior desarrollo psicológico, si bien la prevención y un tratamiento
adecuado pueden minimizar estas deficiencias de forma que el sujeto
pueda mejorar su adaptación y ajuste en su posterior desarrollo durante
todo el ciclo vital. Primera infancia La primera infancia es el período
evolutivo que va desde el nacimiento hasta los 18 o 24 meses. Es un período
de extrema dependencia de los adultos. Acaban de comenzar numerosas
actividades psicológicas (lenguaje, pensamiento simbólico, coordinación
sensoriomotora y aprendizaje social). Durante este período el recién nacido
se comunica y transmite información a través del llanto, la expresión
emocional y la sonrisa. El llanto es una conducta que se produce como
respuesta refleja ante un estado de malestar, existiendo cuatro tipos de
llanto (básico, de cólera, de dolor y de atención o frustración). La expresión
emocional es una reacción subjetiva ante la experiencia y está asociada a
cambios fisiológicos y de conducta, siendo la cara su principal medio de
expresión. Las emociones básicas son la alegría, tristeza, ira, miedo, sorpresa,
desagrado e interés. Con el crecimiento estas emociones se manifiestan de
diferente manera y se van socializando, potenciando la expresión de
emociones positivas y controlando las negativas, y con el tiempo son
capaces de reconocer estas expresiones en otras personas. La sonrisa es
puramente fisiológica y transmite bienestar, pero al poco tiempo va
adquiriendo valor social, convirtiéndose en su vehículo de relación social.
Niñez o segunda infancia Este segundo período queda dividido en dos
etapas: niñez temprana y niñez intermedia y tardía. Niñez temprana La niñez
temprana abarca desde el final de la primera infancia hasta los 6-7 años,
suele ser un período que coincide con el inicio de la escolarización. D urante
esta etapa los niños aprenden a ser más autosuficientes y a cuidar de sí
mismos, desarrollan habilidades lectoras y pasan muchas horas jugando
entre iguales. A nivel cognitivo comienza la etapa preoperacional que se
caracteriza por la capacidad de utilizar representaciones mentales pero
con una cierta incapacidad para usar la lógica. La función simbólica o
semiótica es la capacidad que permite al niño recordar las cosas y pensar
sobre ellas aunque no estén físicamente presentes, lo que supone poder
referirse a elementos tanto actualmente no perceptibles como a aquellos
que están presentes. El desarrollo de la función simbólica se pone de
manifiesto a través de: * La imitación diferida: se inicia en ausencia del
modelo y es la habilidad para observar una acción y repetirla después de
un período determinado de tiempo. ® Las imágenes mentales: son
representaciones de objetos o hechos no necesariamente presentes y en
esta etapa son casi exclusivamente estáticas, con dificultad para reproducir
movimiento (cambio de posición) o transformaciones (cambio de forma). ®
El lenguaje: es el medio más flexible de representación mental, ya que
implica la capacidad para hablar de objetos y personas aunque no estén
presentes, además cumple una función socializadora y de comunicación. ©
El juego simbólico: se refiere a la capacidad de utilizar un objeto
pretendiendo deliberadamente que represente otro. Para Piaget e Inhelder
(1969) es indispensable para el equilibrio que el niño disponga de actividad
que no esté motivada únicamente por la acomodación sino por la
asimilación de lo real al yo.

Individuo.

Exosistema

Macrosistema. Microsistema.

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