Preparatoria Alfa Fundación

Literatura III
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AE Temas de la Generación del 98

Los siguientes son temas propios de la literatura de la Generación del 98.

Temas sociales
 Interés por el paisaje, sobre todo de Castilla (austeridad castellana).
 La vida, tradición y valores de los pueblos de España.
 La “intrahistoria”, la historia de los hombres sin historia, es decir, de la clase baja.
 Protesta ante el retraso de España y rechazo por la política del momento.
 Reconstrucción del país a través de la agricultura, la educación y la cultura.
 La Historia y la identificación en el pasado de los males presentes.

Temas existenciales
 Lucha entre la razón y la búsqueda de Dios.
 La vida y la muerte, el sentido de la vida, el paso del tiempo.

Instrucciones: lee los poemas o fragmentos de ensayo que se presentan y contesta las siguientes preguntas; justifica cada
una de tus respuestas con citas.
2. “Castilla”, Miguel de Unamuno
1. “Los pobres de Dios”, Valle Inclán
Tú me levantas, tierra de Castilla,
Por los caminos florecidos en la rugosa palma de tu mano,
va la caravana de los desvalidos, al cielo que te enciende y te refresca,
ciegos, leprosos y tullidos. al cielo, tu amo,
No tienen albergue en la noche fría,
Tierra nervuda, enjuta, despejada,
no tienen yantar a la luz del día, madre de corazones y de brazos,
por eso son hijos de Santa María. toma el presente en ti viejos colores
El polvo quema sus llagas rojas, del noble antaño.
sus oraciones son congojas:
van entre el polvo como las hojas. Con la pradera cóncava del cielo
Van por caminos de sementeras, lindan en torno tus desnudos campos,
caminos verdes entre las eras, tiene en ti cuna el sol y en ti sepulcro
en donde cantan las vaqueras. y en ti santuario.

“Como chove miudiño, Es todo cima tu extensión redonda

como miudiño chove, y en ti me siento al cielo levantado,
pol'a banda de laiño, aire de cumbre es el que se respira
pol'a banda de lestrove”. aquí, en tus páramos.

¡Ara gigante, tierra castellana,

a ese tu aire soltaré mis cantos,
si te son dignos bajarán al mundo
desde lo alto.

1
Declaro que soy el autor de este trabajo y he citado debidamente todo aquello que no es de mi propiedad
intelectual.
3. “La oración del ateo” Miguel de Unamuno
“Oye mi ruego Tú, Dios que no existes,
y en tu nada recoge estas mis quejas,
Tú que a los pobres hombres nunca dejas
sin consuelo de engaño. No resistes

a nuestro ruego y nuestro anhelo vistes.

Cuando Tú de mi mente más te alejas,
más recuerdo las plácidas consejas
con que mi alma endulzóme noches tristes.
¡Qué grande eres, mi Dios! Eres tan grande
que no eres sino Idea; es muy angosta
la realidad por mucho que se expande

para abarcarte. Sufro yo a tu costa,

Dios no existente, pues si Tú existieras
existiría yo también de veras.

4. “Castilla” (fragmento), José Martínez Ruiz “Azorín”

No puede ver el mar la solitaria y melancólica Castilla. Está muy lejos el mar de estas campiñas llanas, rasas, yermas,
polvorientas; de estos barrancales pedregosos; de estos terrazgos rojizos, en que los aluviones torrenciales han abierto
hondas mellas; mansos alcores y terreros, desde donde se divisa un caminito que va en zigzag hasta un riachuelo. Las
auras marinas no llegan hasta esos poblados pardos de casuchas deleznables, que tienen un bosquecillo de chopos junto al
ejido. Desde la ventana de este sobrado, en lo alto de la casa, no se ve la extensión azul y vagarosa; se columbra allá en
una colina con los cipreses rígidos, negros, a los lados, que destacan sobre el cielo límpido. A esta olmeda que se abre a la
salida de la vieja ciudad no llega el rumor rítmico y ronco del oleaje; llega en el silencio de la mañana, en la paz azul del
mediodía, el cacareo metálico, largo, de un gallo, el golpear sobre el yunque de una herrería. Estos labriegos secos, de
faces polvorientas, cetrinas, no contemplan el mar; ven la llanada de las mieses, miran sin verla la largura monótona de los
surcos en los bancales. Estas viejecitas de luto, con sus manos pajizas, sarmentosas, no encienden cuando llega el
crepúsculo una luz ante la imagen de una Virgen que vela por los que salen en las barcas; van por las callejas pinas y
tortuosas a las novenas, miran al cielo en los días borrascosos y piden, juntando sus manos, no que se aplaquen las olas,
sino que las nubes no despidan granizos asoladores.

5. “Mi religión” (fragmento), Miguel de Unamuno

Y bien, se me dirá, “¿Cuál es tu religión?” Y yo responderé: mi religión es buscar la verdad en la vida y la vida en la
verdad, aun a sabiendas de que no he de encontrarlas mientras viva; mi religión es luchar incesante e incansablemente con
el misterio, mi religión es luchar con Dios desde el romper del alba hasta el caer de la noche, como dicen que con Él luchó
Jacob (…) Esos, los que me dirigen esa pregunta, quieren que les dé un dogma, una solución en que pueda descansar el
espíritu en su pereza. Y ni esto quieren, sino que buscan poder encasillarme y meterme en uno de los cuadriculados en que
colocan a los espíritus, diciendo de mí: es luterano, es calvinista, es católico, es ateo, es racionalista, es místico, o
cualquier otro de estos motes, cuyo sentido claro desconocen, pero que les dispensa de pensar más. Y yo no quiero
dejarme encasillar, porque yo, Miguel de Unamuno, como cualquier otro hombre que aspire a conciencia plena, soy una
especie única.
1. ¿Cuáles son los poemas o fragmentos en que se presenta el tema del interés por el paisaje? Incluye dos citas. (20
puntos)

2. ¿En qué poemas o fragmentos se muestra “la historia de los hombres sin historia”? Incluye dos citas. (20 puntos)

3. ¿Qué poemas o fragmentos hacen referencia a temas existenciales? ¿Por qué? Incluye una cita. (20 puntos)

4. ¿Se puede decir que Miguel de Unamuno era un nombre que creía plenamente en la existencia de Dios? ¿Por qué?
Complementa tu respuesta con una cita. (20 puntos)

5. Desde tu punto de vista, ¿cuál crees que era el propósito de los escritores de la Generación del 98 al integrar estos
temas en sus obras? (20 puntos