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Procesos biotecnológicos de la salud

Digestión y Absorción

Cabrera Gonzaga Jorge Jovanni

QI1001
Digestión y absorción de las proteínas
La digestión de las proteínas comienza en el estómago con la acción de pepsina y continúa en
el intestino delgado con enzimas pancreáticas como tripsina, quimiotripsina, aminopeptidasas
y carboxipeptidasas. Estas enzimas se secretan en la forma «pro» y son activadas por la
escisión de una pequeña secuencia peptídica. Esta división la realizan enterocinasas
secretadas en el líquido intestinal. Las proteínas de la dieta estimulan la secreción de las
proenzimas pancreáticas. El tripsinógeno se divide para formar tripsina y ésta se une a las
proteínas de la dieta para comenzar la hidrólisis. Cuando ésta termina, aumenta el contenido
de tripsina libre en el intestino, lo que constituye una señal para cesar la secreción de
tripsinógeno. Posteriormente, las oligopeptidasas y aminopeptidasas del borde epitelial del
enterocito completan la digestión; cada una de estas enzimas tiene una acción específica. La
tabla muestra una clasificación de las proteasas, que incluye tanto enzimas que actúan en el
aparato digestivo humano como otras que se emplean en la obtención de hidrolizados de
proteínas . La mayoría de los péptidos de más de tres aminoácidos son hidrolizados
extracelularmente por las enzimas del borde en cepillo de los enterocitos, mientras que los
dipéptidos y los tripéptidos pueden ser absorbidos intactos. La absorción de péptidos y
aminoácidos ocurre, principalmente, en el intestino delgado proximal, general mente por
transporte activo mediante transportadores específicos para los diferentes tipos de
aminoácidos. Los dipéptidos, tripéptidos y oligopéptidos tienen también sistemas
transportadores específicos. Se calcula que un 25 % de las proteínas de la dieta se absorben
como dipéptidos y tripéptidos. Los aminoácidos se absorben en presencia de sodio y tanto
éstos como los dipéptidos y tripéptidos se absorben rápidamente. Las dipeptidasas y
tripeptidasas pueden hidrolizar posteriormente estos péptidos a aminoácidos, pero algunos
alcanzan intactos la circulación sanguínea. Aún con mucha menor frecuencia, también existe
una absorción limitada de proteínas intactas, bien a través de las uniones de las células
epiteliales o bien por captación de vesículas desde la luz intestinal hasta la zona basal de estas
células epiteliales. Esta absorción no tiene repercusión nutricional, pero puede ser importante
desde un punto de vista inmunológico, porque puede dar lugar a respuestas alérgicas. Tras la
digestión de proteínas, los aminoácidos son transportados al hígado, donde se regula el flujo
de aminoácidos de la dieta que entra en la circulación sistémica. El hígado transamina y oxida
los aminoácidos sobrantes. En la práctica, el exceso de proteínas (aminoácidos) en la dieta de
un sujeto sano da lugar a un aumento de la eliminación urinaria de nitrógeno. El hígado es el
lugar principal de metabolización de aminoácidos esenciales, con excepción de los
aminoácidos ramificados, que apenas se degradan en el eje enterohepático y son más bien
metabolizados por otros tejidos periféricos; por ejemplo, sólo un 2 % de la leucina de la dieta
es oxidada en el hígado.
Digestión y absorción de lípidos
La digestión de las grasas comienza en la boca con la secreción de lipasa bucal, un
componente de la saliva, y su actividad aumenta cuando el conjunto saliva-alimento entra en
el estómago y el pH se hace más ácido. La digestión de esta lipasa no es tan importante como
la que realizan en el intestino delgado las lipasas secretadas en la mucosa gástrica e intestinal

Fase intraluminal
La parte más activa de la digestión de los lípidos tiene lugar en la porción superior del yeyuno.
El proceso comienza ya con la formación del quimo, que después se mezcla con las
secreciones pancreáticas según se vacía el estómago. La liberación de lecitina por la bilis
facilita el proceso de emulsificación, para que los tres tipos de lipasas pancreáticas y una
coenzima hidrolicen los lípidos. La liberación de estas enzimas se encuentra bajo el control de
CCK, hormona que facilita, además, la salida de bilis de la vesícular biliar.
La lipasa pancreática es responsable de la mayor parte de la hidrólisis y del fraccionamiento
de los ácidos grasos, al actuar sobre la superficie de las micelas que engloban a los
triglicéridos. La enzima pancreática colipasa, favorece la formación del complejo sales
biliares lipasa-colipasa que interviene en la hidrólisis. Como resultado de la actividad de la
lipasa, monoglicéridos, ácidos grasos, y glicerol se reparten por el ambiente acuoso de la luz
intestinal y posteriormente son solubilizados por las sales biliares. Los productos finales se
ponen en contacto con la superficie de los microvilli.
Colesterol esterasa es otra enzima pancreática que hidroliza los ésteres de colesterol.
Fosfolipasa es otra enzima pancreática, de la que existen dos formas A1 y A2, que hidroliza
ácidos grasos de los fosfolípidos. Fosfolipasa A2 hidroliza también la lecitina y se produce
lisolecitina y un ácido graso, que son absorbidos con facilidad. Para la formación de
quilomicrones es necesaria la presencia de fosfolípidos.
La bilis, es un factor importante en la digestión de las grasas. Además de factores
emusificadores, como los ácidos y las sales biliares, los fosfolípidos y el colesterol contiene
bilirrubina, producto derivado de la hemoglobina. La bilis es secretada por el hígado y se
deposita entre las comidas en la vesícula biliar, donde se concentra 5-10 veces, vertiéndose
posteriormente al intestino delgado para tomar activa en el proceso digestivo.

Fase mucosa
Las micelas favorecen que los productos de fraccionamiento de los lípidos se difundan por la
superficie del epitelio intestinal. Y la absorción de las sustancias ligadas a las micelas se debe
a que se difunden por la capa acuosa, proceso que va seguido de su captación por parte de la
membrana plasmática. Los ácidos grasos libres y los monoglicéridos pasan a través de los
microvilli de la membrana por un proceso pasivo, el glicerol necesita un mecanismo
transportador.

Una proteína de bajo peso molecular, presente en el citoplasma de las células de la mucosa,
proteína ligadora de ácidos grasos (FABP), transporta ácidos grasos de cadena larga al
retículo endoplásmico liso en donde se resintetizan en triglicéridos. También, parte del
colesterol es reesterificado por acil-CoA-colesterol aciltransferasa (ACAT) o por la colesterol
esterasa de la mucosa. Los triglicéridos reesterificados se incorporan a las lipoproteínas junto
con los fosfolipidos, colesterol, ésteres de colesterol y apoproteína B. Los quilomicrones
migran al aparato de Golgi en donde pueden unirse glicoproteínas. Otros ácidos grasos, con
diez o menos átomos de carbono, se transportan sin esterificar y pasan al sistema porta,
unidos, generalmente a albúmina
Referencia:
 Miguel León Sanz (2006) Proteínas en nutrición artificial. Unidad de Nutrición
Clínica Hospital Doce de Octubre. Madrid
 Cheshire A.(1998) Lo Esencial en Aparato Digestivo. Ed Harcourt-Brace.
 Guyton y . (2001) Tratado de Fisiologia Médica. Ed. McGraw-Hill Interamericana.

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