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EL ORIGEN DE LA FIESTA PAGANA

DE HALLOWEEN

Su historia
La celebración del Halloween se inició en los Estados Unidos alrededor del año 1845.
Existen indicios de que antes de esa fecha los puritanos que llegaron a ese país
provenientes de Europa habían prohibido dicha celebración; pero en el año 1845, miles
de inmigrantes irlandeses inundaron Nueva York a causa de una escasez de patatas.
Fueron ellos los que trajeron consigo una vieja fiesta religiosa de los sacerdotes galos
llamados “druidas”, la cual gradualmente se propagó por el resto del país.

Entre 1845 y 1851, en Irlanda ocurrió la Gran Hambruna a causa de la escasez de


patatas. Como consecuencia, un millón de irlandeses murió y otro millón emigró a
Estados Unidos (Mural “An gorta Mór”- Belfast, Irlanda del Norte)
La celebración original no era llamada por su nombre actual de Halloween; empezó
mucho antes de la era cristiana entre los antiguos celtas (bretones, galos, escoceses e
irlandeses). El fin del verano marcaba el inicio del Año Nuevo Céltico; éste se celebraba
ofreciendo sacrificios al “Señor del Cielo y de la Tierra”: Samhain o Saman. La
celebración se constituía en un día festivo llamado la “Vigilia de Saman”. La imagen de
ese dios pagano era la de un esqueleto sosteniendo una hoz o guadaña en su mano que
más tarde llegó a ser conocido como La Muerte.

El 1 de noviembre era la fecha en que los celtas celebraban el Día de la Muerte. Por esa
época las hojas de los árboles caían, oscurecía más temprano y las temperaturas bajaban.
Ellos interpretaban estos fenómenos estacionales como un decaimiento de su dios sol, el
cual pensaban ellos, estaba perdiendo fuerza porque Samhain lo estaba subyugando.
Adicionalmente ellos creían que el día anterior, el 31 de octubre, Samhain se reunía con
los espíritus de todos los que habían muerto el año anterior. Estos habían estado
confinados a habitar en cuerpos de animales durante todo un año como castigo por sus
malas obras, y en la víspera de la fiesta, el 31 de octubre, se les permitía regresar a sus
antiguos hogares a visitar a los vivos. Para proteger a éstos, el sacerdote dirigía a la gente
en ceremonias de adoración diabólica en las que eran quemados como ofrenda caballos,
gatos, ovejas negras, bueyes y seres humanos, para apaciguar a Samhain y evitar que los
espíritus de los muertos los lastimaran.

La influencia del samhain en la fiesta de halloween es notoria, la imagen de una


calabaza con decoraciones samhainadas. Crédito de la imagen: Mihaela Bodlovic
Los Druidas o sacerdotes, eran ministros quienes asimismo realizaban sacrificios
humanos como ofrendas que servían para apaciguar la ira de los dioses. “La Vigilia de
Samhain” era pronunciado en la primera Bretaña So-wein. En un intento de cristianizar
este día de adoración pagana, en el año 800 la Iglesia Romana movió el Día de Todos los
Santos del 13 de mayo al 1 de noviembre. En inglés este día se llama el “All Hallow’s
Day” que pronto se acostumbró llamar “All Halloween”, y que pronto fue abreviado a
Halloween que hoy en día conocemos. Los satanistas establecieron entonces la noche
anterior, el 31 de octubre, como la noche de “Todos los Demonios”, para que estos
penetraran la noche anterior, consagrándola mediante hechizos, maldiciones y horrores.

El origen de los disfraces


La noche del 31 de Octubre los druidas fabricaban una enorme fogata de año nuevo.
Quemaban animales, cosechas y seres humanos como sacrificios a su dios sol y a
Samhain, su dios de la muerte. Durante esta ceremonia diabólica la gente usaba disfraces
hechos de cabezas y pieles de animales, a semejanza de los berserker (guerrero
escandinavo vestido con pieles de lobo). Entonces practicaban adivinación, saltaban sobre
las llamas o corrían a través de ellas, bailaban y cantaban. Todo esto era hecho para
ahuyentar a los malos espíritus. Los disfrazados iban de casa en casa, cantando y bailando.
Sus máscaras con sangre coagulándose y sus grotescos disfraces servían para verse ellos
mismos como espíritus malignos, y así engañar a los espíritus que entrarían ese día y
evitar ser lastimados por ellos.
Trato o truco
Si por alguna razón alguien olvidaba disfrazarse o no podía engañar a los demonios
vistiendo pieles de animales u otros disfraces, había una forma de exorcizarlos: haciendo
con ellos un trato de comida y fruta y proveyendo al espíritu errante de albergue para la
noche. Si el demonio quedaba satisfecho con su trato, no le harían truco arrojándole un
hechizo maligno que le causara estragos. Los druidas en Irlanda recorrían los vecindarios
y alrededores la noche del 31 de octubre para colectar ofrendas a Satanás. Ellos cargaban
linternas, bolsas de dinero y varas de caña puntiagudas. En cada casa demandarían un
específico importe. Si el dueño de la casa no daba la ofrenda, el druida castraría al humano
con la vara o a uno de sus preciados animales. Años después, los granjeros irlandeses,
emulando la costumbre druida de antaño, iban casa por casa rogando por comida para sus
antiguos dioses. Buena suerte era prometida a todo aquel que donaba, pero amenazas eran
hechas contra aquellos que no daban.

Halloween en la actualidad
No es difícil reconocer las similitudes entre las antiguas celebraciones de los celtas y sus
sacerdotes paganos, con las costumbres aparentemente ingenuas de la celebración del día
de Halloween de nuestros días. Los disfraces, aunque hoy son más variados y no
solamente se utilizan cabezas de animales, son un fiel reflejo de la antigua costumbre.
Asimismo lo son las visitas de casa en casa pidiendo dulces y la frase que utilizan de
“truco o trato” con la amenaza de hacer travesuras a aquellos que se atreven a no dar lo
que se les pide. Estas celebraciones parecieran ser inofensivas y hasta simpáticas. El
comercio y la sociedad las han aceptado y son ampliamente publicitadas. Hay todo un
movimiento social que organiza celebraciones en casas, fiestas en clubes, los
establecimientos comerciales adornan con motivos alusivos a prácticas ocultas, y aún los
sectores más “radicales” de la cristiandad guardan silencio ante una práctica que ya no
solo es exclusiva de la sociedad norteamericana, sino que ha llegado a Hispanoamérica
como un producto de importación más de la sofisticada sociedad de consumo
norteamericana. ¿Qué daño podría haber en Halloween? Mas sin embargo puede ser un
día dañino y peligroso.

El daño de Halloween
Sin pecar de fanatismo, es necesario que revisemos los significados y las consecuencias
que trae para nosotros, nuestras familias y la sociedad, la celebración del Halloween. Son
varios los aspectos que debemos estudiar pero al menos aquí trataremos tres de ellos.

1. Halloween enfatiza la violencia y la muerte. El 6 de Enero de 1988 en California, la


conocida periodista Ann Landers escribió una columna titulada “Los padres deben
atacar la violencia”. En ella se relataba un episodio en el que una maestra de cuarto
grado les pidió a sus estudiantes escribir un breve ensayo de lo que más les gustaría
hacer en Halloween. El 80% de sus estudiantes de 9 años de edad expresaron que
desearían “matar a alguien”. Estas ideas los niños las han sacado de la TV y
Halloween está desensibilizando a nuestros niños con la glorificación de la violencia,
muerte, mutilación y sangre. Considere por un momento las películas “Pesadilla en la
calle del Infierno”, “Halloween” y “Viernes 13”. Éstas son muy populares para ser
vistas en la fiesta de Halloween. En estas películas se expone el sadismo, la violencia
sexual, satanismo, tortura, mutilación y los más extraños asesinatos que lleva
inconscientemente a nuestros niños a copiar esos comportamientos.
2. Halloween enfatiza el horror y el miedo. Para un niño una visita a una “casa
embrujada” creada para Halloween podría ser una pesadilla. El psicólogo Marvin
Berkowitz, de la Universidad de Marquette dijo: “Algunas casas embrujadas pueden
incluso espantar a un adulto; los niños deberían entrar a ellas con un correcto estado
mental” y recomienda que los padres “deben hacerle saber al niño que puede ser
traumatizado con una experiencia como ésta”. Un trágico producto del miedo, en la
vida de los niños a temprana edad y en la adolescencia, es el interés muchas veces
descontrolado de involucrarse en los fenómenos sobrenaturales de lo oculto.
3. Halloween enfatiza lo oculto. Halloween es dañino porque atrae las personas a lo
oculto. Muchos niños son introducidos a prácticas ocultistas en las fiestas del
Halloween, y atraídos a lo oculto por el poder que les ofrece. Otros lo ven como el
mayor significado de la rebelión contra los padres. Personas que nunca se
involucrarían en prácticas ocultistas en otro tiempo, lo experimentarán en fiestas de
Halloween con sesiones, tablas Ouija, levitación y otros rituales. Hace algunos años
se detectaron instrumentos corto punzantes en las golosinas. Estadísticas reportan un
incremento en las desapariciones de niños durante las fechas próximas a la
celebración del Halloween (los satanistas realizan sacrificios humanos en esa
celebración).

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