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CAPITULO I
Glorias del santo Nombre
Todas las glorias a Gadâdhara y Gaurâôga, a la vida de Jâhnavâ, Nityânanda
prabhu.
Todas las glorias a Sîtâ y Advaita, a Ärîvâsa y a todos los devotos.
Por eso, El Señor, pensando en el bienestar de las jîvas en Kali yuga, descendió
con su Santo Nombre. El Señor descendió y predicó el sendero para Kali yuga,
el proceso de Nâma Saôkîrtana, ya que mediante este proceso la jîva puede
realizar directamente el Supremo tesoro de Kèëòa Prema, la felicidad real, que
es llamado el sendero superior o mayor, en distinción de los senderos
secundarios de Karma y jñâna. En este proceso, todo lo que la jîva tiene que
hacer es cantar y recordar el Nombre del Señor constantemente. Cuando la jîva
impura sigue el proceso de bhakti para su purificación, él está desarrollando
sâdhana-bhakti, servicio devociónal en práctica. Cuando su práctica alcanza la
pureza y la perfección (sâdhya), en otras palabras, cuando la jîva realiza prema
bhakti, las actividades de sâdhana-bhakti, escuchar y cantar los Nombres del
Señor, etc., permanecen como las actividades de prema-bhakti. Las principales
actividades del servicio devociónal son eternas. En el estado perfecto de prema,
el medio (sâdhana) y el fin (sâdhya), o el método (upâya) y lo que se ha de
obtener por el método (upeya) no se diferencian. Así no hay barreras u
obstáculos entre la vida y las actividades durante el entrenamiento y en el
estado perfecto. El Santo Nombre permanece constante en ambos casos. De
esta manera, la jîva puede fácilmente alcanzar la transcendencia del mundo
material.
Haridâsa continuó:
Soy tan sólo una persona caída y vil, tan absorta en los objetos de los sentidos.
Al ser tan tonto, ni siquiera seguí Tu Nombre,! oh Señor!.
Con lágrimas que fluían incesantemente de sus ojos, Haridâsa, la encarnación
de Brahmâ, cayó sin aliento a los pies del Señor.
Ärîla Bhaktivinoda Ùìâkura predica que quienquiera que pueda refugiarse en el
Señor, en los devotos del Señor y en el servicio devocional recibe, los efectos
totales del Santo Nombre, la piedra de toque que produce todos los deseos. En
ese momento, el Nombre se convierte en el centro de su existencia.
CAPITULO 2
Capitulo Tres
Nâmâbhâsa
Capítulo cuatro
LA BLASFEMIA CONTRA LOS VAIËÒAVAS
Todas las glorias a Ärî Caitanya, la vida y alma de Gadâdhara, a Ärî Nityânanda,
la vida y alma de Jâhnavâ.
Ärî Caitanya dijo:! Oh Haridâsa! describe ahora en detalle las ofensas al Santo
Nombre.
Haridâsa replicó: Por tu poder diré lo que Tú me haces decir.
Las ofensas al Santo Nombre son analizadas como diez, según la Escritura; uno
deberá ser temeroso de cometer estas ofensas. Las ofensas son las siguientes:
1. Blasfemar o criticar contra los Vaiëòavas.
2. Considerar que las demás entidades vivientes, tales como los
semidioses, son independientes de Kèëòa.
3. Desobedecer o irrespetar al Guru.
4. Irrespetar la autoridad de la Escritura.
5. Interpretar el significado del Nombre y pensar que las glorias del santo
Nombre son imaginarias.
6. Cometer actividades pecaminosas en la protección del Santo Nombre.
7. Entregar el Santo Nombre a los infieles que no están listos para aceptarlo.
8. Considerar el Santo Nombre como Karma y actividad piadosa.
9. Estar distraído mientras se canta el Santo Nombre.
10. Después de haber recibido el conocimiento perfecto y estando enterado de
las glorias del Nombre, permanecer ligado al mundo material de "mi" y "mío" y,
por último, rechazar el Nombre.
Estas serán descritas una tras otra. La primera ofensa, conocida como sâdhu-
nindâ, crítica de los vaiëòavas, es muy perjudicial para aquéllos que desean
progresar en la vida espiritual.
Primero, el sâdhu o vaiëòava debe definirse:
En el Undécimo Canto del Ärîmad Bhâgavatam, Kèëòa, hablando con Uddhava,
enumera las características del sâdhu.
dayâlu- misericordia
sahiëòu- tolerancia
sama- igual
droha-äûnya-vrata- penitencia sin castigo para el cuerpo
satya sâra- veracidad
viäuddhâtmâ -purificado
parahita rata- dedicado al bienestar de la humanidad
kâme akëubhita buddhi- inteligencia libre de lujuria
danta- restringido
akiñcana- desprovisto del concepto de propiedad
mèdu- gentil
äuci- limpio
parimita-bhojî- comida y hábitos moderados
äântamân- pacífico
anîha- apatía por el materialismo
dhèmân- paciencia
sthira- austeridad
apramatta- atento, alerta
sugambhira- muy grave
vijita-ëaàguòa- conquistador de las seis gunas (hambre, sed, lamentación,
envidia, vejez y muerte)
amânî- que no espera honores de los demás
mânada- que da respeto a los demás
dakëa- hábil
avâñcaka- no hipócrita
jñânî- conocedor de las escrituras
Capítulo Cinco
ADORAR A LOS SEMIDIOSES COMO INDEPENDIENTES DE KÈËÒA
Todas las glorias a Ärî Caitanya, la vida de Gadâdhara,
Todas las glorias a Nityânanda, la vida de Jâhnavâ,
Todas las glorias al esposo de Sîtâ, y a los devotos del Señor.
Haridâsa habló, con sus manos unidas: ”Ahora, escucha acerca de la segunda
ofensa,! oh Señor del Universo!“.
Primero, él aclaró sobre la posición de Viëòu. Viëòu es el Principio Supremo, no
sujeto a la dualidad del mundo material. El es una forma llena de conciencia y
conocimiento, que existe eternamente mas allá de las modalidades de la
naturaleza material, aunque siendo el Absoluto controlador del mundo material.
Kèëòa en Goloka es la forma de Viëòu original y suprema estando ornamentado
con las sesenta y cuatro cualidades transcendentales, para embellecer sus
actividades bienaventuradas. Al manifestarse a sí mismo como Nârâyaòa, El
despliega sesenta cualidades por las cuales realiza Sus actividades. Los puruëa
avatâras y otros avatâras plenarios poseen todos estas sesenta cualidades a fin
de cumplir su función.
Kèëòa se expande como dos clases de partículas conscientes. La primera es la
jîva ordinaria, que tiene cincuenta cualidades en algún grado. La segunda son
los semidioses, quienes tienen las mismas cincuenta cualidades, pero en un
grado mayor. Además, Äiva posee cinco cualidades más. Viëòu tiene todas
estas cualidades además de otras cinco que no se encuentran en las demás
entidades vivientes. De esta manera, podemos ver que Viëòu o Nârâyaòa con
las sesenta cualidades es el Señor, y Äiva y los semidioses son sus sirvientes.
Mayores que las jîvas ordinarias son los semidioses y Äiva, y mayor que Äiva es
Viëòu quien es el Señor de las jîvas y el Señor de los semidioses. Por lo tanto,
quien considere a Viëòu en el mismo nivel de los semidioses, es muy ignorante.
Algunas personas proclaman que el Brahman, sin cualidades, las adquiere
cuando se expande como Brahmâ, Viëòu y Äiva. Empero la conclusión de la
escritura es que Nârâyaòa es Supremo y es la causa de Brahmâ y Äiva.
Quienquiera que rechace a Viëòu como el Supremo controlador y se entregue a
adorar los Semidioses, cae dentro del mundo de la ilusión.
Otras personas proclaman que puesto que Viëòu es omnipresente a través del
universo total y está también presente en los semidioses, uno puede adorar a
Viëòu al adorar a todos los semidioses. Pero esta no es la formulación de la
escritura, más bien está prohibido este tipo de actividad. Al adorar a Viëòu,
toda otra adoración está perfeccionada. Tal como dándole agua a la raíz de un
árbol las ramas llegan a satisfacerse, al adorar exclusivamente a Kèëòa, Viëòu
se cubre de toda adoración. Esta es la conclusión Védica, pero
desafortunadamente los tontos rechazan este precepto. Bajo la influencia de la
filosofía mâyâvâdî, las entidades vivientes de Kali-yuga ponen a Viëòu en el
mismo nivel que los semidioses. En verdad, sin embargo, los semidioses dan
sólo un resultado limitado, mientras que la adoración de Viëòu produce todos
los resultados. Si los materialistas pueden entender esta verdad, se entregarán
a adorar a Viëòu y alcanzarán todos los resultados. ¿Cómo deberá actuar un
amo de casa dentro del sistema Varòâärama?
Generalmente, él deberá dejar de preocuparse por las obligaciones inferiores y
sencillamente, adorar a Kèëòa. En otras palabras, en todos los Saêskâras desde
la inseminación hasta los ritos funerarios, Kèëòa deberá ser adorado, usando
los mantras adecuados de los Vedas. Uno deberá adorar a los Vaiëòavas y a
Viëòu directamente y adorar a los antepasados dándoles el prâsada de Viëòu.
Adorar a los semidioses directamente, como lo hacen los mâyâvâdîs solamente
acortará nuestra vida. Pensar que los semidioses son independientes de Viëòu
es una ofensa, puesto que los semidioses toman su existencia de Viëòu; en
ellos, uno no puede hallar la completa perfección. Hasta los poderes
controladores de Brahmâ, Gaòeäa y Sûrya provienen de Kèëòa. Ellos no tienen
poder independiente, por lo tanto el gèhastha vaiëòava deberá reconocer un
Señor Supremo, Viëòu y ver a los semidioses como sus energías dependientes.
Así, el gèhastha, aunque siga las reglas y costumbres prescritas en su casta,
dejará todas aquellas reglas que incluyen la adoración de los semidioses,
dirigidas a la gratificación de los sentidos y se mantendrá firmemente en la
senda del bhakti, adorándolo tan sólo a El en todos los casos donde la adoración
esté prescrita.
De esta manera, el gèhastha, con su mente fija en la devoción a Kèëòa,
efectuará los saêskâras de su casta, satisfacerá a los ancestros mediante
ofrendas del prâsada de Viëòu y ofrecerá oblaciones a los semidioses,
reconociéndolos como los devotos de Kèëòa, y tomando Kèëòa-prâsada. El sabe
que adorando a Kèëòa y al vaiëòava se alcanzan todos los resultados. Así, él
siempre canta el Santo Nombre, cuidando evitar las ofensas tales como el
segundo aparâdha.
Puede surgir la pregunta de por qué uno deberá seguir en todo el sistema
varòâärama. La respuesta es que todos deben seguir este sistema habiendo
aceptado el cuerpo humano. Mediante este ordenamiento científico de la
sociedad, las masas generales de gente pueden llegar a su plena capacidad
según su naturaleza individual y gradualmente alcanzar la devoción por Kèëòa;
aquellos que están fuera del sistema varòâärama, deberán estar siempre
dispuestos a dejar todos los malos hábitos y comenzar a practicar como sudras.
Este debe ser el sendero que la sociedad civilizada emprenda en la vida.
La adoración de Kèëòa es una parte esencial del sistema varòâärama. Si los
cuatro varòas realizan la vida de acuerdo con las reglas de su casta particular,
pero no adoran a Kèëòa, entonces simplemente van al infierno. Particularmente
el gèhastha, debe seguir las reglas de su varòa para desempeñar sus
actividades mundanas de criar la familia y relacionarse con el resto de la
sociedad; pero al mismo tiempo, según sus medios, él debe adorar a Kèëòa y
debe seguir y respetar esas reglas en tanto él no haya llegado a la plataforma
en donde las reglas obstaculicen su progreso de adoración a Kèëòa. Esta es la
plataforma técnicamente conocida como bhâva. En ese estado, la jîva
desarrolla el sâdhana-bhakti, en el cual la inspiración para cumplir las
actividades devocionales, llega directamente del sabor experimentado por la
jîva pura. Esta meta será, con el tiempo, realizada por el gèhastha vaiëòava
que acepte a Viëòu como el Supremo.
Hay otra ofensa derivada de no aceptar a Viëòu como El Supremo, el uno sin
segundo, advaya tattva. Siendo el advaya tattva, Viëòu, por sus inconcebibles
energías, posee inherentemente nombre, forma y cualidades que no se pueden
considerar separadas de El. Considerar el Nombre, etc., como diferente del
Señor, es considerar al Señor y al Nombre en un nivel material.
Este concepto de dualidad es ofensivo. En el estado de nâmâbhâsa, uno puede
sostener este concepto inconscientemente por la falta de conocimiento o de fe,
pero es imposible mantener este concepto en el estado de prema; este anartha
puede ser retirado por la misericordia de un Guru fidedigno que guiará al
practicante en sâdhana-bhakti para que el äuddha-nâma, el nombre puro, sea
revelado.
Mediante la especulación material, uno puede ocasionar este concepto de
dualidad en el Señor y puede llegar a ser una grave ofensa que es difícil de
retirar. Así, en el caso de los mâyâvâdîs, sostener este concepto es un
aparâdha; los mâyâvâdîs proclaman que el brahman es la verdad Suprema sin
variedad, carácter o energías, sin forma o belleza, sin cambio o actividad,
simplemente existencia pura; para ellos, el nombre y la forma de Viëòu son
creaciones de Mâyâ, la energía material de la ilusión. Cuando una persona
puede vencer la ilusión, entonces Viëòu simplemente emerge en el brahman,
perdiendo la identidad individual. Esto simplemente es mala lógica, basada en
el ateísmo; proclamar que la Verdad Absoluta carece de las inconcebibles
energías trascendentales o que es incapaz de poseer características, es una
locura. Puede haber una confusión respecto a qué llamar Verdad Absoluta,
Brahman o Viëòu, pero en cualquier caso, la realización suprema debe ser Dios
con Sus energías y personalidad. Esa es la conclusión védica.
Realmente Viëòu tiene ambas características en sí mismo: nirviäeëa y
saviäeëa, sin variedad y con variedad; esto es posible por el inconcebible poder
de Dios, El Supremo poderoso. Todos los opuestos son asimilados sin dificultad,
mediante este inconcebible poder, el Supremo puede existir con variedad,
belleza y lîlâ.
Por supuesto, la jîva, siendo naturalmente de pequeña inteligencia como
partícula de Dios, no puede entender plenamente la naturaleza del inconcebible
poder del Señor. En el intento de establecer un concepto de la Suprema Verdad
por su propia inteligencia, La jîva se refugia en la lógica material y acepta la
característica secundaria del Señor, el Brahman, un estado de unidad y paz,
como el supremo. Al rechazar los pies de loto de Viëòu, Quien es adorado por
los seres superiores, los semidioses, y siendo luego ligado a un estado de
Brahman, él no puede distinguir lo que es bueno o malo para su propio
bienestar.
Pero una persona que puede entender que la Verdad Absoluta puede existir con
forma y variedad en un estado trascendental puro, puede ver propiamente que
Viëòu, su Nombre y cualidades son todos uno e inseparables del Señor. Este
concepto de Kèëòa con personalidad, es conocimiento real; con esta
comprensión, uno puede entregarse a cantar el Santo Nombre, sabiendo que es
Kèëòa mismo.
Así, debe evitar la ofensa de pensar materialmente que Viëòu y su Nombre, su
forma, etc., son diferentes y de pensar que las otras entidades vivientes, los
semidioses, tienen existencia separada de Viëòu.
Para resumir, quien quiera que se dedique solamente a Kèëòa, sencillamente
adora a Kèëòa y deja toda otra adoración; no critica a los semidioses o a las
escrituras que sustentan la adoración de los semidioses, pero respeta a los
semidioses como sirvientes de Kèëòa. Algunas escrituras pueden afirmar que
los semidioses son como supremos para establecer la creencia en las diferentes
categorías de seres humanos, a fin de elevarlos a través de la regulación hasta
el punto de llegar a la fe en Kèëòa y en el bhakti. El verdadero Vaiëòava verá la
función de los semidioses y sus respectivas escrituras en una apropiada
perspectiva.
La crítica a los sirvientes de Kèëòa, los semidioses, también es ofensiva.
Puesto que el amo de casa tiene obligatoria adoración de los semidioses, según
su casta él adorará a los semidioses y antepasados ofreciéndoles los
remanentes del Señor Kèëòa. Similarmente cuando ese devoto ve el mûrti de
un semidiós, él hará respetos al semidiós, viendo al semidiós como un
Vaiëòava. Sin embargo, el devoto no aceptará los remanentes de prasâda de
un ofrecimiento que un mâyâvâdî haya hecho a Viëòu. Por que el canto y la
adoración del mâyâvâdî son juntos, ofensivos, el Señor nunca acepta su
ofrenda. Aceptar las ofrendas hechas directamente a los semidioses es
también, una ofensa a Viëòu y obstruye el sendero del servicio devociónal puro.
Pero adorando a Kèëòa, el devoto real dará con respeto a los semidioses el
prasâda del Señor. Tal adoración y el recibir tal prasâda no es ofensivo. De esta
manera, el devoto evita la segunda ofensa en el cantar del Santo Nombre y al
continuar este proceso correctamente alcanza el amor de Dios.
Si por accidente se le ocurriera a uno apartarse de aceptar a Viëòu como
Supremo, uno debería arrepentirse y refugiarse en Viëòu, y cuidarse de no
cometer la ofensa otra vez. Recordando a Kèëòa, recordando su Nombre,
cantando su Nombre, la ofensa desaparecerá, según la escritura Védica, no hay
prâyaäcitta (proceso reformatorio o expiación) más efectivo que esto. Es así,
porque El Señor es un océano de misericordia y un océano de indulgencia;
similarmente el devoto también perdona las faltas pasadas.
Haridâsa concluyó: Uno deberá evitar la asociación con aquellos que adoran a
los semidioses como supremos, y más bien adorar a los Vaiëòavas que tienen a
Kèëòa como Supremo. De esta manera, uno puede evitar la segunda ofensa.
Para alguien que realice estas devociones a los pies de Haridâsa, la piedra de
toque del Santo Nombre, el Nombre se convierte en su propia vida y alma.
CAPITULO SEIS
DESATENDER AL GURU
(Guru avajña)
Todas las glorias al Pañca Tattva y a Ärî Râdhâ Mâdhava.
Todas las glorias a Navadvîpa, Vraja, Yamunâ y a los Vaiëòavas.
Haridâsa dijo: !Oh Señor! ahora te diré cómo ocurre la tercera ofensa, y de
acuerdo con tu orden, describiré en detalle todas las ofensas que ocurren por
desobedecer al Guru:
Habiendo estado errante, cuerpo tras cuerpo, en 8'400.000 especies de vida,
mediante la actividad piadosa no intencional, la jîva obtiene un cuerpo humano;
el cuerpo humano es una rara oportunidad porque solamente en esta forma,
puede la entidad viviente desarrollar apropiadamente el servicio devocional.
Como un semidios, se tiene la tendencia a disfrutar y como un animal inferior,
no hay la capacidad para el conocimiento, pero en la forma humana, la entidad
viviente puede progresar de vuelta a su posición constitucional con Kèëòa. Por
lo tanto, si no se procura alcanzar a Kèëòa en este cuerpo temporal, uno morirá
y obtendrá algún otro cuerpo, perdiendo la oportunidad de escapar de la prisión
material. La persona inteligente, habiendo tomado nacimiento humano en este
mundo, se refugiará en un Maestro Espiritual, quien actuará como un capitán
para guiar la jîva sobre el océano de la naturaleza material con las
instrucciones del Bhakti yoga. Esta es la importancia del Guru.
Uno debe aproximarse al Guru calificado, persona que es un devoto de Kèëòa y
ha dominado los sentidos, e inquirir sumisamente de Él. Estando satisfecho con
sus respuestas, la jîva recibe la iniciación de él y así cruza sobre el océano
material. Teniendo la atracción por Kèëòa, él dejará la lógica material inútil, se
refugiará en el conocimiento superior y recibirá iniciación mántrica del Maestro
Espiritual.
El gèhastha debe aceptar al Guru, pero permanecerá en sus deberes de
Varòâärama. Si un Brâhmaòa es un devoto de Kèëòa, él puede servir como
Guru para los Varòas; pero si no hay una persona de nacimiento Brâhmaòa, uno
puede recibir la iniciación de un Guru de otro Varòa. Si hay una elección, el
gèhastha debe escoger El Guru fidedigno de casta superior, pero en cualquier
caso, la mejor calificación por la cual juzgar quién es un Guru fidedigno
conveniente, es cuánto sabe el Guru acerca de Kèëòa. El puede ser brâhmana o
äûdra, amo de casa o sannyâsî, pero no hay ninguna diferencia en la capacidad
del Guru para liberar la jîva. Esta debe ser la principal consideración al escoger
al Guru, si uno desea progresar hacia la pura atracción por Kèëòa. En otras
palabras, si hay un Guru calificado de casta elevada, no hay necesidad de
buscar a un Guru de casta inferior; pero si El Guru de casta elevada, no está
calificado como un Kèëòa bhakta, uno no debe recibir dîkëâ de él por sólo
considerar su elevada casta. Más bien, uno debería seguir a un Guru calificado
de casta inferior. La calificación de conocer a Kèëòa y ser un devoto de Kèëòa
es la consideración importante.
En la circunstancia de un amo de casa que no puede hallar la vida espiritual
apropiada en el âärama gèhastha, debe seguir a un Guru fidedigno que no sea
un amo de casa. En otras palabras, si uno renuncia a la vida de hogar y está
buscando la guía espiritual, deberá refugiarse en un âcârya que haya
renunciado con éxito a la vida hogareña, y recibir dîkëâ y äikëâ de El, a fin de
obtener la meta deseada de prema. Pero si el amo de casa tenía antes un Guru
calificado, ese Guru anterior no debe ser irrespetado o rechazado. Debe
honrársele siempre.
El amo de casa puede seguir a un Guru que sea amo de casa o renunciante,
cualesquiera es conveniente. Aceptando el Guru y cumpliendo el sâdhana
bhakti, el amo de casa alcanzará con el tiempo, el estado de bhâva en donde
esta atracción por la vida familiar y la gratificación de los sentidos cesarán. En
ese estado, él dejará naturalmente la vida hogareña y entrará en la orden
renunciante; Esta persona debe buscar un âcârya en la orden renunciante y
seguir su instrucción.
Puede haber dos clases de Guru: Uno que da dîkëâ con Mantra y otro que da
instrucción espiritual. deberán ser considerados de igual importancia por
alguien que quiera avanzar rápidamente. Una persona puede aceptar
solamente un dîkëâ Guru, pero puede tener muchos äikëâ Gurus que dan el
sambandha jñâna.
El sambandha jñâna o enseñanzas son transmitidas en un sampradâya del
fundador âcârya del sampradâya. Estas enseñanzas originales y el fundador
âcârya del sampradâya, deberán ser adorados con todos los respetos. Uno debe
ser leal a estas conclusiones e instrucciones, no tomando las enseñanzas de
otros. Se debe tomar como äikëâ o dîkëâ Guru solamente a una persona que
esté siguiendo con fe las enseñanzas de ese fundador âcârya. Tomar iniciación
o enseñanzas de un mâyâvâdî es inútil.
Quienquiera que siga o acepte tales enseñanzas desautorizadas, simplemente
va al infierno. El rechazar a Kèëòa y aprender filosofía anti-Kèëòa, solamente
puede conducir a la ruina de su vida. ¿Cómo puede una persona ser Guru y
liberar a otros, no habiendo alcanzado, o siendo incapaz de alcanzar él mismo
la perfección?
El Guru sea äikëâ o dîkëâ, debe ser el sirviente de Kèëòa, un asociado eterno
del Señor en Vèndâvana, quien ha sido especialmente facultado por Kèëòa.
Uno debe servir al Guru con gran devoción, sabiendo que él es directamente
autorizado por Kèëòa, el sirviente más querido de Kèëòa y el propio guía
espiritual eterno de uno. Mediante tal servicio sincero al Guru, uno puede cruzar
el océano material.
¿Cuál es el procedimiento para adorar al Guru? Primero debe adorar al Guru
(ofreciendo pâdya, arghya, etc.); luego, pidiendo su permiso, adorará al Señor.
Luego, ofrecer el prâsada de Kèëòa al Guru, a los Vaiëòavas, a los semidioses y
a los antepasados. Con el Guru en la mente, debe hacer la adoración de Kèëòa
y con el Guru en la mente cantar el Nombre de Kèëòa.
En consecuencia, si se desobedece o irrespeta al Guru, es ofensivo, y bloqueará
el progreso del bhakti. Así como mostrando el debido respeto y devoción al
sâdhu y a Kèëòa, similarmente, mediante el adecuado servicio al Guru y canto
del Santo Nombre, se puede lograr rápido éxito; teniendo firme fe en el Guru,
por la fuerza del santo nombre, podemos alcanzar la meta de prema.
¿Cuándo debe ser rechazado un Guru? Puede ocurrir que a través del asat
saôga un Guru pierda sus calificaciones. Habiendo comenzado como un gran
Guru, al cometer nâma aparâdha, decae su conocimiento, al ofender a otros
Vaiëòavas desaparece el sabor por el Nombre, y gradualmente cae bajo el
control de la riqueza y las mujeres. Tal Guru debe ser rechazado, y por la
misericordia de Kèëòa, el discípulo obtendrá un nuevo Guru fidedigno y
emprenderá nuevamente el canto del Santo Nombre.
Si un Guru toma a personas inadecuadas como discípulos, El tendrá que sufrir
por eso, y si un discípulo sigue a un Guru descalificado, sufrirá en concordancia;
a fin de evitar estas desgracias, se debe ser cauteloso. Por otra parte, mientras
el Guru y el discípulo estén debidamente calificados, la relación continuará,
idealmente esta relación es eterna, pero si el discípulo se vuelve malo, El Guru
debe rechazarlo y si el Guru se vuelve malo, el discípulo debe rechazarlo. De
otra manera ambos pueden caer. Mejor uno que ambos.
A fin de evitar el dolor de tener que rechazar a su Guru, se debe examinar
cuidadosamente para ver si él es un devoto puro de Kèëòa. Hasta para recibir
un artículo material uno lo examina por su calidad. Una vez que se haya
aceptado a un Guru calificado, si uno desobedece su instrucción, comete una
grave ofensa. Por eso hasta los semidioses pueden caer en el infierno.
¿Cómo se debe respetar a un Guru? El lecho y la silla del Guru, sus zapatos, su
carro, el agua que lava sus pies, su imagen deben ser respetados. Si uno deja
de respetarlos o adora a alguien más como Guru en la presencia del Guru, esa
es una mentalidad desviada que trata de minimizar al Guru fidedigno. Debe
verse al Guru como su Señor y Maestro, obedecer sus palabras e instrucciones
y al verlo a él, caer al suelo en reverencia. Uno debe glorificar en voz alta al
Guru, obedecer siempre su orden, tomar sus remanentes de prasâda y no
discutir nada que le disguste al Guru. Al entregarse humildemente a los pies del
Guru, debe actuarse de modo que él esté complacido. De esta manera se
cumple el Kèëòa nâma saôkîrtana, ganando todas las perfecciones. Esta es la
afirmación de los Vedas.
El Guru dará las apropiadas enseñanzas concernientes al Santo Nombre y
después de haber establecido la fe en el Santo Nombre dentro del corazón de
una persona, él les dará formalmente el Nombre de Kèëòa o un Mantra que
contiene el Nombre de Kèëòa para cantarlo como su sâdhana, esto es dîkëâ. Si
por la mala asociación o contacto con la literatura bhoga le ocurre rechazar o
irrespetar a tal nâma-dîkëâ fidedigno, debe dejarse inmediatamente la mala
asociación y la literatura y acercarse arrepentido a los pies de su Guru. El Guru,
siendo todo misericordioso, lo rehabilitará y al cantar sinceramente él alcanzará
prema.
Aquella persona que se considera a si misma inferior a una hoja de la grama,
que aspire el polvo de los pies de loto de Haridâsa Nâma-acarya, estará
calificado para cantar siempre la piedra de toque del Santo Nombre.
CAPITULO SIETE
CRITICA DE LA ESCRITURA
(Ärutiäâstra ninda)
Todas las glorias a Gadâdhara Gaurâôga y Nityânanda
Todas las glorias a Advaita y a los devotos de gaura
Haridâsa dijo: “la cuarta ofensa es la crítica de la escritura, esta ofensa también
obstruirá el bhakti de uno.”
Escrituras significa los cuatro Vedas, los Upaniëads y los Puranas. Habiendo
emanado de la respiración de Kèëòa, constituyen el perfecto conocimiento y la
autoridad. Particularmente en los asuntos espirituales, son la referencia de
prueba final. Como los sentidos materiales del hombre, caracterizados por las
cuatro fallas de karaòa-pâùava (percepción limitada), brama (ilusión),
vipralîpsa (deseo de informar algo diferente de lo que se percibe) y pramad
(desatención de los sentidos) posiblemente no pueden percibir más allá del
nivel material de la materia inconsciente, El reino espiritual sería inaccesible sin
la ayuda de Kèëòa. Por lo tanto, Kèëòa ha dado los cuatro vedas, que están más
allá de las cuatro fallas de los sentidos, y tan sólo por estos puede el hombre
progresar hacia la meta espiritual.
¿Cuál es el contenido de las escrituras?, el hombre sabio comprender que
karma y jñâna son secundarios e indignos, como procesos independientes, y
que el sendero del bhakti es la esencia.
Los Vedas se sustentan como la guía autorizada y referencia (pranâma), y
comprueban nueve diferentes tópicos, que se pueden clasificar en el
sambandha, abhideya y prayojana. Por estos diez principios, la autoridad
Védica y los nueve tópicos que los Vedas prueban, la ignorancia es destruida y
el conocimiento trascendental es revelado.
Estos nueve principios pueden ser resumidos como sigue:
1. Hay un Señor Supremo, Viëòu.
2. El Señor es el poseedor de todas las energías.
3. Kèëòa es la fuente de todos los râsas y está situado en su Dhâma
eternamente, dando gozo a todas las jîvas.
4. Las jîvas son partículas del Señor, ilimitadas en número, infinitesimales en
tamaño pero conscientes.
5. Algunas jîvas están eternamente ligadas a los universos materiales, atraídos
por el placer ilusorio.
6. Algunas jîvas están eternamente liberadas y adorando a Kèëòa y residen con
El como asociados en el cielo espiritual experimentado prema.
7. Kèëòa existe con sus energías, la energía material, la energía de la jîva y la
energía espiritual, en un estado de simultánea identidad y diferenciación,
permitiendo que todas permanezcan aún solas, debido a su inconcebible poder.
(acintya bhedâbheda tattva)
8. El proceso específicamente mencionado (abhideya) para la jîva en los Vedas,
es el proceso nónuple '9 ' del servicio devocional, dividido en vaidhi y râga
bhakti. De los nueve procesos, el cantar y el escuchar el Santo Nombre son los
principales medios. Por esa razón, el canto de "om" es glorificado en los vedas.
La meta final, la plataforma constitucional (prayojana) de las jîvas, es la
actividad del Bhakti puro o prema. Esto es logrado por la misericordia de Kèëòa.
Estos son los principios básicos para la guía de las jîvas que son denotadas por
los vedas. Si uno critica a los Vedas, esa es una ofensa al Santo Nombre. Tal
persona es un ruin pícaro. En la historia de la India hay seis personalidades que
inventaron teorías y por sus invenciones se atrajeron no buen final. Jaiminî,
aunque proclamando seguir los Vedas, no reconoce al Señor Supremo y
recomienda karma kânda, actividades independientes de la adoración a Dios.
Kapila, por confusiones piensa que el Señor es imperfecto y recomienda el
proceso de yoga sin entender su meta, Los Jainas, refugiándose en la filosofía
de que todo es ilusión, predican contra el Veda. El ateo Carvaka no tenía
respeto por el conocimiento Védico; y similarmente, el Budista.
Gautama, no adora al Señor, sino que en cambio, piensa en términos de seres
humanos. Todas estas filosofías están contra los vedas, a veces directamente y,
a veces ocultos. Por lo tanto el hombre sabio, sabiendo que la fe en estas
filosofías, lo hace a uno ofensor, las evita totalmente.
Otra filosofía a ser evitada es la de los mâyâvâdîs. Sus escrituras no son
genuinas, sino distorsiones del significado de los vedas; realmente son Budismo
encubierto y su finalidad es desviar a los tontos en Kali yuga. Äiva, por orden
del señor, apareció en una familia Brâhmaòa y se hizo âcârya y, como Jaiminî,
tomando la autoridad de los Vedas, torció el significado para ilusionar al mundo.
Haciendo esto, siguió la doctrina Budista de la ilusión y trato de ilusionar al
mundo, encubrió el significado directo de los Vedas y el proceso del Bhakti. Así,
si uno acepta cualquiera de estas filosofías, no hay lugar para el Bhakti real, si
uno sigue El santo Nombre junto con estas filosofías, se está cometiendo grave
ofensa contra el Nombre, y simplemente se atrae su propio fin.
Si la jîva puede aceptar el significado directo de los Vedas, el sendero del bhakti
puro, él será recompensado con la dulzura de prema, pero si sigue el
significado indirecto de las interpretaciones metafóricas como el significado
real, no puede llegar a la verdad y muere por su ofensa a Kèëòa. El principal
sonido en los Vedas es "OM" que es un nombre de Kèëòa, y cantando el nombre
uno puede alcanzar la meta de la vida. Este nombre es utilizado por los devotos
en el Ärî Sampradâya. Los Vedas establecen que el Santo Nombre es la forma
espiritual del Señor en el mundo material. Es tan poderoso que hasta la
influencia tenue del Nombre, puede atraer la perfección.
Este es el significado: Ya que los Vedas enseñan el canto del Nombre como el
principal proceso, criticar los Vedas es criticar el Nombre. Eso es ofensivo. Los
devotos, sin embargo, se refugian en los Vedas, y cantando el Santo Nombre
alcanzan el néctar del Nombre. Los Vedas dicen: "Sólo canta el Nombre del
Señor y por eso, recibirás la forma Suprema de amor y bendición. Hasta en el
cielo espiritual, las grandes personalidades cantan el Santo Nombre".
Es desafortunado que en el kali-yuga aún los así llamados grandes
personalidades eviten a la Suprema Personalidad de Kèëòa y Su nectáreo
Nombre, y en cambio, adoren la energía de la ilusión, Mâyâdevi. Por refugiarse
en el tantra tamásico, critican la autoridad védica. Ansiosos de carne e
intoxicaciones, llevando una vida corrupta contra el dharma, estas personas se
matan así mismas. Ellos no siguen el Nombre de Kèëòa ni tampoco logran el
eterno dhâma de Vèndâvana. Mâyâdevi da a los ateos la felicidad mundana o el
castigo, según sus actividades, pero a alguien que sirve a los devotos, ella le da
el refugio de los pies de loto de Kèëòa.
Siendo sirviente de Kèëòa, Mâyâdevi castiga a las almas equivocadas y les da
solamente la felicidad ilusoria a aquellos que la adoran. Pero si uno adora a
Kèëòa y Su Nombre, ella le ayuda a vencer el océano material.
Si por desgracia, uno llega a cometer sruti ninda, se debe arrepentirse y ofrecer
sus respetos a las escrituras. Con atención, se debe ofrecer flores y hojas de
Tulasî al Bhâgavatam y a los Vedas. El Ärîmad Bhâgavatam, siendo la esencia
de los Vedas y una encarnación de Kèëòa, nos dará una misericordia ilimitada.
Haridâsa dijo: "Día y noche estoy inmerso en éste océano de néctar del Santo
Nombre, habiendo abandonado la ofensa de criticar la escritura".
Quienquiera que aspire al polvo de los pies de Haridâsa está calificado para
usar sobre su cuello el rubí de la piedra de toque del Santo Nombre.
Capítulo Ocho
INTERPRETAR EL SANTO NOMBRE
(arthavada, harinami kalpanim)
CAPITULO NUEVE
COMETER PECADOS AL AMPARO DEL SANTO NOMBRE
(namna balad yasyahi papabudhi)
Haridâsa habló sobre el poder del Nombre para erradicar las actividades
pecaminosas.
Si la jîva se refugia en el Nombre Puro, que es el äuddha sattva, transcendental
y puro en todos los momentos, rápidamente todos los anarthas, incluyendo la
debilidad del corazón, se irán. Cuando uno llega a estar fijo en el Santo Nombre,
uno no pensará más en cometer pecado, y los efectos de pasados pecados no
le influirán más a uno. Esto se debe a la purificación del corazón.
El pecado puede ser analizado en tres estados. Un acto pecaminoso es el
estado final. Esto es causado por una semilla de pecado o un deseo de pecado.
Ese deseo o semilla se origina en la ignorancia, la causa raíz. Todos los tres son
considerados como causa del sufrimiento de la jîva. Sin embargo, Kèëòa es
misericordioso, siempre viendo por el bienestar de Sus partes y porciones; no
siendo capaz de tolerar los sufrimientos de las jîvas, El siempre trata de
ayudarles. Así, mediante el proceso del Bhakti, la sed por el estímulo material,
la lujuria de los sentidos, abandonan el corazón. Uno es capaz de ver con
desprecio el esfuerzo de adquirir una bella mujer o riquezas. Uno vive
satisfecho con su servicio constitucional al Señor. El devoto acepta todo lo
favorable al desarrollo del Bhakti y rechaza todo lo desfavorable al Bhakti; él ve
tan sólo a Kèëòa como su protector, y como su mantenedor, y abandona todas
las ideas del concepto del ser de "mi" y "mío". Creyéndose muy bajo e indigno,
el devoto cantará continuamente el Santo Nombre. Quienquiera que se refugie
en el Nombre de esta manera, no puede pensar ni cometer ninguna actividad
pecaminosa.
Está garantizado que rápidamente será purificado de toda influencia
pecaminosa. Empero, hay inevitablemente un estado entre la vida pecaminosa
y el estado puro, y en éste período interino, puede haber alguna relación con el
pecado pasado, alguna traza menguante del pecado. Sin embargo, no se está
cometiendo nuevo pecado y el pecado se va disipando rápidamente. Mientras
más se entregue uno al Santo Nombre, más rápidamente se desvanecerá ese
olor de pecado. Kèëòa prometió a Arjuna que El nunca permitiría que Su devoto
cayera en problemas. Ya que el problema es causado por el pecado, Kèëòa
misericordiosamente aleja todo pecado del devoto. El jñâni, sólo con gran
dificultad, es capaz de controlar el pecado, pero sin el abrigo de Kèëòa, él caerá
rápidamente de su posición inmaculada. Por lo tanto, como concluye la
escritura, solamente tomando abrigo del Señor, en el Bhakti, está garantizada
la seguridad.
Aunque un devoto por accidente llegue a cometer una falta, él no apela a
prayascitta, karma kânda, ritos purificatorios. Ese pecado es temporal y al
cantar será borrado, sin dejar influencia. Sin embargo, hay otro tipo de pecado.
Si alguien, pensando que el Santo Nombre es tan poderoso para destruir los
pecados, intencionalmente comete un nuevo pecado por lujuria, pensando que
no habrá mal efecto por el poder del Nombre, esa persona no es un devoto
serio, sino que es conocido como engañador. De esta ofensa contra el Nombre
el sacará lamentación, temor y muerte. Así, se pueden distinguir dos tipos de
actividad pecaminosa, un pecado no premeditado y uno premeditado. Existe
una diferencia neta entre los dos, según la escritura.
En el caso del pecado ordinario, uno puede contrarrestarlo por prâyaäcitta, pero
si uno piensa aún cometer pecado al amparo del Santo Nombre, no hay medida
remedial; tan grave es la ofensa. Ni siquiera las incontables torturas por los
sirvientes de Yamarâja pueden liberarlo de la ofensa. Y si pensando en cometer
la ofensa al Nombre atrae tal sufrimiento, cuanto más será el sufrimiento de
cometer realmente el acto?
Se da un ejemplo: En la escritura uno escucha que el Santo Nombre retira los
efectos de más pecados de los que uno puede cometer en diez millones de
vidas. En incontables lugares, las escrituras establecen que por el nâmâbhâsa,
todos los cinco tipos de pecado, aún el más grande pecado, pueden ser
borrados. Una persona de mentalidad engañadora, que escuche esta
información, deseará con motivación insana comenzar a cantar el Santo
Nombre. De la misma manera una persona puede dejar el trabajo regular como
difícil y tomar las ropas de un renunciante, pero aún asociarse con mujeres y
riquezas para la gratificación de los sentidos. Empleando la posición de un
renunciante avanzado, como un medio para disfrutar como un jefe de hogar es
una gran perturbación del orden social y del universo. Bien sea como un líder
de hogar o como un renunciante, no hay impedimento para seguir el Santo
Nombre y perfeccionar su vida, puesto que uno cumple sus devociones según
las reglas sin ofensas. Pero tener la idea de cometer pecado bajo el refugio del
Nombre es una gran ofensa, lo cual bloqueará el camino del Bhakti.
Alguien que se halle en el estado de nâmâbhâsa, por la mala asociación está en
peligro de cometer esta ofensa; pero alguien que tenga suddha-nâma no
comete este aparâdha. Quienes se han refugiado en el Nombre Puro, en ningún
momento, en ninguna forma, se aproximan a cometer ninguno de los diez
aparâdhas. Sin embargo, mientras uno no tenga el Nombre Puro, existe todo
peligro de comisión de ofensas y, por lo tanto, la persona en nâmâbhâsa debe
estar informada sobre la mentalidad de cometer pecado al amparo del Santo
Nombre. Quienes tienen el abrigo del Nombre Puro siempre viven en asociación
de vaiëòavas puros y están vigilantes para evitar las ofensas y tienen su mente
determinada a no retirarse de Kèëòa ni siquiera por un momento. Pero alguien
fuera de este estado deberá vivir con el temor de las ofensas, especialmente la
ofensa de cometer pecado bajo el poder del Nombre. Esta persona debe cantar
constantemente el Nombre del Señor, y por la gracia del Guru, recibir
sambandha jñâna, lo cual, a su turno, le dará el Kèëòa-bhakti real y Kèëòa-
nâma verdadero.
Si por azar uno comete esta ofensa, uno debe purificarse mediante la
asociación con los vaiëòavas puros. Los deseos pecaminosos son como ladrones
en el camino del Bhakti y los vaiëòavas puros son los protectores del camino.
Grita alto el Nombre del protector; cuando el protector llega, el ladrón huye.
Pronuncia ese Nombre con amor, y no temas, porque recuerda que el Señor
dijo: "Yo soy tu protector".
Quienquiera que haga el voto de servir a los pies de los vaiëòavas
exclusivamente, sintiéndose lo más bajo de lo bajo, llega a cantar la piedra de
toque del Santo Nombre.
CAPITULO DIEZ
CAPITULO ONCE
Considerar que el Nombre es Equivalente a las Actividades piadosas
Materialistas
Haridâsa dijo: "Oh Señor, ten presente que el Santo Nombre no debe ser
igualado con las actividades piadosas mencionadas en los vedas. Uno debe
conocer la identidad del Nombre. Kèëòa es el sol espiritual, perfecto, consciente
e inconcebiblemente maravilloso. Así, todas las diversas formas del Señor
pueden ser similarmente plenamente espirituales, así como Su Nombre, Dhâma
y Lîlâ. Diferentemente de los objetos y nombres materiales, los principales
Nombres del Señor no son diferentes del Señor. Cuando el devoto canta el
Nombre, ese nombre está llegando directamente desde el nivel espiritual, de
Goloka al alma, del alma al cuerpo, en donde baila en la lengua de los devotos,
en su mente, etc. Si uno toma el Nombre con esta concepción, entonces tiene
el Nombre real del Señor, con todo su poder. Pero tomar el Nombre como un
objeto material conduce al dolor.
Por supuesto, en la Escritura hay varios métodos mencionados, según nuestra
cualidad, para llegar al Señor. Los hombres que sólo pueden pensar en
términos materialistas de tiempo limitado y objetos tangibles, por miedo
emprenden la actividad religiosa. Realmente El Señor es el único alivio del
temor, porque tomando Sus pies de loto uno puede cruzar el océano material.
Para llegar a aceptar los pies del Señor, El Señor creó diferentes métodos: Para
alguien que está en la concepción materialista, el método es material. Todas las
actividades, tales como sacrificios de fuego, baños, caridad, yoga, deberes de
varòâärama, votos de visitar lugares santos, adoración de los antepasados,
meditaciones, cultivo del conocimiento, adoración de los semidioses,
austeridades, prâyaäcitta, hacen uso de los elementos materiales para
objetivos materiales limitados. Pero estas actividades piadosas materialistas
también son un medio por el cual uno puede eventualmente llegar al bhakti, y
al recibir el bhakti uno rechazará los medios materiales temporales y se
dedicará solamente al bhakti. Esto atraerá la plena dicha de prema, la meta de
la vida.
Aquí podemos ver la diferencia entre el bhakti y las actividades piadosas. Los
objetos materiales y el tiempo no tienen dicha real. Toda la actividad y
recompensa de la actividad piadosa es material y el progreso hacia la meta del
prema espiritual es lenta. Hay una gran separación entre los medios y el fin.
Por lo tanto, siendo misericordioso, el Señor dió el Santo Nombre por el cual las
jîvas inteligentes pueden alcanzar la perfección. Como el Santo Nombre es
también un medio o un método, algunos consideran que es una parte del
método de la actividad piadosa, con ninguna otra potencia. De la misma
manera, los materialistas piensan que Viëòu, como Brahmâ y Äiva son
considerados como un semidios material. Aunque el Nombre es transcendental,
sin matiz material, la jîva cubierta por el materialismo le da al Nombre una
posición material, como una actividad piadosa. Esto es ofensivo al Nombre y un
obstáculo para el bhakti.
En verdad, el Nombre es el fin, la meta llena de dicha espiritual, la perfección;
y, simultáneamente, el Nombre apareció en el mundo material como el medio
para que la jîva llegue a ese fin. Así, el Nombre es el medio de purificación, y el
fin, prema. Según nuestra cualidad, el Nombre puede estar actuando como un
medio o como un fin.
En el mundo, podemos encontrar dos medios: los medios secundarios o
indirectos de purificación, las actividades piadosas, y el medio principal, el
Santo Nombre. Uno no debe confundir los dos e igualarlos. Cantando el Nombre
la dicha transcendental llegará y hará bailar el corazón. Ese es realmente el
carácter esencial del Nombre; está pleno de nectáreos pasatiempos. Esa
felicidad lograda por jñâna y yoga puede parecer grande en comparación con la
sombra de la felicidad recibida en el mundo material, pero en comparación a la
dicha del Santo Nombre, esa felicidad es escasa.
En el estado de sâdhana, estado purificador, el Nombre es el medio; pero en el
estado puro el Nombre es el fin, la Suprema bienaventuranza. Así, no puede ser
comparado con las actividades piadosas materiales. Aún en el estado de
sâdhana, el Nombre permanece puro; los anarthas del sâdhaka solamente lo
hacen parecer impuro. Pero mediante la asociación con los vaiëòavas, la
mentalidad material y los anarthas se irán, y el Nombre puro se mostrará. Uno
debe rechazar las actividades piadosas, pero nunca rechazar el Nombre. En un
estado se halla cubierto; en otro estado es puro.
Por la misericordia del Guru, el Nombre es revelado. Si falta este conocimiento
en el estado de sâdhana, entonces uno se vuelve ofensor. Pero si uno tiene fe
en que el Nombre es Supremo, sin igual, entonces el Nombre Puro será
revelado rápidamente junto con la dicha completa y el néctar.
Si uno cometiera esta ofensa y deseara alivio, uno debe buscar la buena
asociación y purificar su inteligencia. Si un paría se entrega al Nombre Puro,
para nuestra propia purificación debemos rociar el polvo de sus pies sobre
nuestro cuerpo, comer los remanentes de su comida y beber el agua de sus
pies. De esa manera, uno puede obtener similarmente el Nombre Puro. Un
ejemplo de esto es Haridas.
Haridâsa dijo: "Estoy materialmente mentalizado, y sólo canto, pero nunca
obtengo la piedra de toque del Nombre. Sé misericordioso, oh Señor y baila en
mi lengua en la forma del Nombre. Manténme en el reino material o en el cielo
espiritual, pero, en donde quiera que me coloques, dame el néctar del Nombre.
Tú has aparecido en el mundo para dar el Santo Nombre a la gente del mundo.
Por favor, acéptame como una de esas personas. En verdad, soy ruin, pero Tú
eres el liberador de los caídos. Esta es nuestra relación: Los caídos y el
liberador. Esta es nuestra inquebrantable relación. Bajo el amparo de esta
fuerza estoy implorando el néctar del Nombre.
En el kali-yuga, ni siquiera es posible ejecutar la senda de las actividades
piadosas. Por lo tanto, el Nombre apareció aquí como el único proceso para la
era".
Quienquiera que sirva con devoción como el sirviente de Haridâsa, y se
considere así mismo sin cualidades, está calificado para cantar la piedra de
toque del Santo Nombre.
CAPITULO DOCE
Falta de Atención durante el Canto
(Pramada)
CAPITULO TRECE
Esta ofensa es la más ruin de todas. Con esta ofensa uno no puede obtener
prema. Es la actitud exactamente opuesta a la entrega al Señor. Habiendo
desechado las primeras nueve ofensas, los devotos deben cultivar la plena
entrega al Nombre. Según las escrituras, hay seis tipos de entrega, las cuales
son dificiles de explicar en detalle. En resumen, son como sigue:
CAPITULO CATORCE
OFENSAS AL SERVIR A LA DEIDAD (sevâ aparâdha)