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La adolescencia es una de las fases de la vida más fascinantes y quizás más complejas, una

época en que la gente joven asume nuevas responsabilidades y experimenta una nueva
sensación de independencia. Los jóvenes buscan su identidad, aprenden a poner en práctica
valores aprendidos en su primera infancia y a desarrollar habilidades que les permitirán
convertirse en adultos atentos y responsables. Cuando los adolescentes reciben el apoyo y el
aliento de los adultos, se desarrollan de formas inimaginables, convirtiéndose en miembros
plenos de sus familias y comunidades y dispuestos a contribuir. Llenos de energía, curiosidad y
de un espíritu que no se extingue fácilmente, los jóvenes tienen en sus manos la capacidad de
cambiar los modelos de conducta sociales negativos y romper con el ciclo de la violencia y la
discriminación que se transmite de generación en generación. Con su creatividad, energía y
entusiasmo, los jóvenes pueden cambiar el mundo de forma impresionante, logrando que sea
un lugar mejor, no sólo para ellos mismos sino también para todos
1. Introducción

La adolescencia se sitúa aproximadamente en la segunda década de la vida. Es la etapa que


transcurre entre la infancia y la edad adulta y tiene la misma importancia que ellas,
presentando unas características y necesidades propias

La adolescencia es un periodo del desarrollo biológico, psicológico, sexual y social


inmediatamente posterior a la niñez y que comienza con la pubertad. Anteriormente, la
Organización Mundial de la Salud consideraba la adolescencia como el período comprendido
entre los 10 y 19 años, comprendida dentro del período de la juventud —entre los 10 y los 24
años—.1 La pubertad o adolescencia inicial es la primera fase, comienza normalmente a los 10
años en las niñas y a los 11 en los niños y llega hasta los 14-15 años. La adolescencia media y
tardía se extiende, hasta los 19 años. A la adolescencia le sigue la juventud plena, desde los 20
hasta los 24 años de edad.2

Algunos psicólogos consideran que la adolescencia abarca hasta los 21 años de edad3 e incluso
algunos autores han extendido en estudios recientes la adolescencia a los 25 años.3

El inicio de la pubertad y la entrada en la adolescencia coinciden con el ingreso de estos


jóvenes a la tercera etapa de la educación básica, donde el contenido de las diferentes
materias comienza a alejarse de lo concreto para introducirse en aspectos progresivamente
más abstractos, hecho que se corresponde con un cambio cualitativo de las estructuras
cognoscitivas del ser humano, que nos pone en presencia de un pensamiento hipotético-
deductivo, el cual permite al adolescente apropiarse de los conocimientos de este nivel
educativo.

En este trabajo se explicara: las características propias de esta etapa, las fases, las
características psicológicas, el desarrollo intelectual, Cognitivas y otros aspectos como ser
algunos problemas que presentan los adolecentes.

La adolescencia, esos años desde la pubertad hasta la edad adulta, se pueden dividir a groso
modo en tres etapas: adolescencia temprana, generalmente entre los 12 y 13 años de edad;
adolescencia media, entre los 14 y 16 años de edad; y adolescencia tardía, entre los 17 y 21
años de edad. Además del crecimiento fisiológico, de estos años se pueden extraer siete tareas
clave de desarrollo intelectual, psicológico y social. El propósito fundamental de estas tareas es
formar la propia identidad y prepararse para la edad adulta.
Las Teorizaciones de Piaget e Inhelder son puntos obligados cuando tratamos de entender los
grandes cambios intelectuales de los adolescentes, por ello las asumimos como introductorio
de este artículo, donde a continuación analizamos los aportes de Vygotski en el área y una
reflexión comparativa personal de ambas teorías.

Es importante acotar que autores neopiagetianos y cognitivistas que trabajan con


procesamiento de la información han realizado importantes aportes en el tema que tratamos.
La longitud permitida al presente trabajo impide hacer referencia de ellos.
Etapa de la vida comprendida entre la segunda infancia y la adultez. No se trata de
un simple desequilibrio pasajero ligado a la maduración del instinto sexual
(pubertad), sino que es una etapa caracterizada por formas finales de pensamiento
(operaciones formales) y de vida socio-afectiva (conquista de la personalidad y su
inserción en la sociedad adulta). Los logros adolescentes aseguran al pensamiento
y a la afectividad un equilibrio superior que decuplican sus alcances anteriores, lo
que si al principio producirá perturbaciones, luego estas serán superadas cuando el
equilibrio instaurado sea más firme (8, 93).

Cambios psicológicos
La adolescencia es quizás la época más complicada en todo el ciclo de la vida
humana. Los adolescentes son muy conscientes y están seguros de que todo el
mundo los observa, entre tanto, su cuerpo continuamente los traicionan; sin
embargo la adolescencia también ofrece nuevas oportunidades que los jóvenes
abandonan de diferentes maneras. No sabemos porque la maduración comienza
cuando lo hace, ni podemos explicar tampoco cual es el mecanismo exacto en
la que la desencadena, solo sabemos que a cierta edad determinada por factores
biológicos esto ocurre. Todos estos factores ayudan de una manera u otra a
crear responsabilidad en cada joven, lo que hace temprana o tardíamente que
este obtenga una maduración intelectual que le hará abrir la memoria y pensar
mejor las cosas antes de actuar.

1. Adolescencia temprana
Se inicia con los cambios corporales de los 10 años a los 12-13 en las
chicas y de los 12-13 a los 14-15 aproximadamente en los chicos. En
esta etapa empieza un nuevo salto cualitativo y cuantitativo hacia la
autonomía que tiene que conducir, al final de la adolescencia, a la
plena independencia personal.
Las principales características de esta etapa se agrupan en función de
los cambios más significativos:
1. El cambio en la autonomía y el uso de la libertad

La necesidad de más percepción de autonomía se muestra tanto a


través de los comentarios como a través de las conductas: expresan
las opiniones de forma más contundente, hacen las cosas por
decisión propia sin depender tanto del acuerdo o del consenso con
los padres, marcan una cierta distancia del entorno familiar y
muestran menos interés por las actividades y las opiniones de los
padres.

Al inicio de la adolescencia, chicos y chicas están básicamente


centrados en sus necesidades, probablemente porque es mucho el
trabajo de transformación que se tiene que hacer en esta etapa.
Una de las necesidades que más claramente exhiben es la de más
autonomía y más libertad, esto provoca que se muestren muy
celosos y susceptibles ante actitudes de autoridad paternas o
maternas, o que tengan más dificultades para aceptar críticas o
consejos.

2. Los cambios emocionales

Se inicia un momento de transición en el cual se pierde una


identidad y un cuerpo infantil, una relación más dependiente e
idealizada de los padres, y un deseo de cariño que estaba centrado
en la familia y que progresivamente se desplaza fuera.

Este inicio también va acompañado de una gran vitalidad, de un


idealismo y de un optimismo desbordantes, que pueden ser grandes
motores para acompañar el adolescente durante su proceso de
cambio.

La acomodación a todos estos cambios implica fluctuaciones en el


comportamiento y la reactividad emocional que se hacen muy
presentes y se expresan en forma de cambios de humor que pueden
ir desde la ilusión desenfrenada o la exaltación hasta la tristeza o
el abatimiento, desde las demostraciones de cariño casi infantiles
a las de mal genio.
3. El cambio de imagen
También los cambios rápidos del físico pueden provocar sorpresa,
misterio o atracción, así como inseguridad y dudas respecto a la
nueva imagen. Aparece el interés por el atractivo físico y se
empieza a comparar con el de otros adolescentes
En esta etapa es fundamental que los padres u otros adultos de
referencia puedan ayudar al adolescente a vivir de forma positiva
estos cambios, y también a ser crítico con los modelos sociales
predominantes de belleza, para aceptarse a sí mismo y fomentar la
estima personal. Los dos aspectos son fundamentales para que se
desarrolle de forma adaptativa a nivel psicológico, relacional y
sexual.

4. El cambio en las relaciones sociales

Al mismo tiempo que se aleja de la familia, busca apoyo en los


amigos, ya que necesita encontrar a otras personas que estén
viviendo los mismos cambios y compartir vivencias similares. En
esta etapa los lazos más profundos suelen ser con otros
adolescentes del mismo sexo, con quien es más fácil intimar.
5. Los cambios cognitivos

Las capacidades cognitivas del adolescente evolucionan


progresivamente desde el pensamiento concreto y presente, más
centrado en su realidad y su experiencia, hacia lo abstracto, basado
en capacidades hipotéticas, deductivas y de razonamiento
simbólico. Esta progresión en la forma de razonar le permitirá, al
final de la adolescencia, desarrollar habilidades de análisis que le
faciliten, por ejemplo, encontrar varias soluciones ante los
problemas y anticipar sus consecuencias, tener más conciencia de
la complejidad de la realidad y aplicar sus propias deducciones
sobre su mundo y también sobre el funcionamiento de la sociedad,
y entrar en la valoración realista de sus capacidades y habilidades
para empezar a planificar el futuro.

La adolescencia temprana es una época de exaltación en la que el


adolescente puede tener algunas dificultades en el control de
impulsos a la vez que despliega una gran capacidad para el
aprendizaje y el conocimiento. Hay que orientar estas capacidades
para fomentar hábitos saludables, de estudio y de autodisciplina.
También es un buen momento para fomentar la canalización de su
energía hacia el ejercicio físico.
Igualmente, es una buena edad para iniciar la prevención del
tabaco, el alcohol y, por extensión, otras drogas, fomentando el
criterio del propio adolescente, para poder hacer frente a la presión
que pueda ejercer el grupo en relación con el riesgo de consumos
de sustancias y la transgresión de las normas.

Adolescencia media (14-17 años)


Al comienzo de esta fase, el adolescente ya ha finalizado casi por
completo su maduración sexual: A partir de este momento, los cambios
físicos se ralentizansobremanera, lo que le permite al adolescente fijar
su imagen corporal y desarrollar más fácilmente una imagen de sí mismo.
En esta fase adquieren vital importancia los cambios psicológicos y
sociales.
Durante estos años desarrolla el pensamiento abstracto y la capacidad
de percibir las implicaciones futuras, aunque en circunstancias
conflictivas, como etapas de estrés, puede sufrir regresiones hacia el
pensamiento concreto y ser incapaz de percibir estas implicaciones. La
capacidad de percibir en abstracto provoca que el joven desarrolle
también una cierta capacidad discursiva, además de identificarse con
otras personas, grupos e ideologías. El adolescente también desarrolla y
potencia una imagen de sí mismo, un rol que proyecta hacia los demás.
La pertenencia a un grupo social y la necesidad de independencia
respecto del grupo familiar también son consecuencias directas de los
cambios psicológicos y cognitivos durante esta etapa.
El narcisismo y la sensación de invulnerabilidad es otra de las
consecuencias de los cambios psicológicos del adolescente. Proyecta su
imagen hacia el resto del mundo con el objetivo de acaparar atención. La
sensación de invulnerabilidad y de fortaleza hacen que el adolescente
pueda ser más agresivo en ciertas circunstancias y puede acarrear
comportamientos de riesgo, como el consumo de alcohol, tabaco y otras
drogas.

Adolescencia tardía (17-21 años)


El desarrollo físico y sexual ha terminado. El adolescente ya es
físicamente adulto y sus órganos sexuales están plenamente capacitados
para la reproducción.
El pensamiento abstracto también se ha desarrollado en su totalidad y el
joven puede pensar en abstracto sin dificultad y percibe perfectamente
las implicaciones futuras de sus actos. El desarrollo del pensamiento
es un factor individual que depende de las condiciones del entorno y de
las propias capacidades de la persona.
A partir de este momento, el adolescente comienza a enfrentarse a las
exigencias del mundo adulto, las necesidades de atención y de
pertenencia a un grupo pierden importancia en pro del fomento de las
relaciones individuales.

3. El desarrollo intelectual en el adolescente.- A diferencia del niño, que piensa


concretamente cada problema a medida que la realidad se lo plantea, el adolescente es
ya capaz de suponer situaciones inexistentes y de construír grandes teorías -a menudo
quiméricas- que unifiquen problemas concretos y sin relación directa con las cuestiones
cotidianas. En efecto, hacia los doce años comienza gradualmente la reflexión libre y
desligada de lo real: el adolescente pasa del pensamiento concreto al pensamiento
formal y, más específicamente, al pensamiento hipotético-deductivo. Esto significa que
pasa de realizar operaciones sobre la realidad concreta (sobre objetos tangibles y
experimentables, o bien sobre representaciones de objetos ausentes pero considerados
reales), a realizar operaciones sobre acontecimientos posibles, supuestos o hipótesis
que se expresan mediante enunciados verbales. Se pasa de pensar sobre objetos
concretos a pensar sobre meras ideas que ni se basan en la percepción, ni en la
experiencia y ni siquiera en la creencia en su realidad. La denominación de pensamiento
hipotético-deductivo alude precisamente a la posibilidad de plantear acontecimientos
posibles, aún sin asidero en lo real (hipótesis) y deducir a partir de allí conclusiones.

El dominio de la lógica proposicional, que se logra con la construcción de la estructura


operatoria del grupo reticulado, verdadera eminencia gris del pensamiento adolescente,
expresa el grado más perfecto de equilibrio cognoscitivo que pueda alcanzarse en esta
etapa de la vida.
P). Más tarde, el equilibrio se alcanzará cuando la reflexión comprende que la cuestión
no es contradecir la experiencia (mediante teorías que no se ajustan a la realidad), sino
anticiparse a ella e interpretarla: ha conseguido así un equilibrio entre la realidad y la
teoría, y ha pasado del egocentrismo intelectual a una mayor descentración
cognoscitiva.
El psicólogo francés Jean Piaget determinó que la adolescencia es el inicio de la etapa del
pensamiento de las operaciones formales, que puede definirse como el pensamiento que
implica una lógica deductiva.

Piaget asumió que esta etapa ocurría en todos los individuos sin tener en cuenta las
experiencias educacionales o ambientales de cada uno. Sin embargo, los datos de las
investigaciones posteriores no apoyan esta hipótesis y muestran que la capacidad de los
adolescentes para resolver problemas complejos está en función del aprendizaje acumulado y
de la educación recibida.

Entre las características funcionales del pensamiento formal suelen citarse las siguientes:

 Apertura al mundo de lo posible: el adolescente descubre que la vida tiene muchas


posibilidades más allá de su experiencia personal. Puede distinguir entre lo real y lo posible,
probar hipótesis, trabajar con pensamientos abstractos. De niño podía amar a los padres y
odiar a las cucarachas, ahora se puede amar la libertad y odiar la discriminación.
 Pensamiento lógico: el pensamiento formal se basa en proposiciones, no en realidades.
Un adolescente es capaz de realizar inferencias o deducciones lógicas sin necesidad de
tener en cuenta los datos concretos. Por ejemplo “todo A es B” es equivalente a “todo B es
A”.
 Posibilita el razonamiento hipotético-deductivo: imaginemos un péndulo, un objeto que
cuelga de una cuerda. podemos cambiar la longitud de la cuerda, el peso del objeto, la
altura desde la que cuelga o la cantidad de fuerza que usamos para empujarlo. De estos
cuatro, ¿qué factor o factores determinan la velocidad con que el péndulo se balancea? Si
queremos resolver este problema tenemos que utilizar el razonamiento hipótetico-deductivo.
Este método consiste en establecer una hipótesis, deducir consecuencias y comprobarlas o
verificarlas mediante la experimentación. Finalmente debemos interpretar los resultados de
las sucesivas comprobaciones, rechazando las hipótesis falsas. El adolescente es capaz de
deducir conclusiones no sólo basadas en la observación de la realidad, sino también a partir
de hipótesis. En el problema anterior, la única variable que determina la velocidad del
péndulo es la longitud de la cuerda.
 Pensamiento egocéntrico: esta forma de pensar, típica del adolescente, se caracteriza
porque se concede un gran poder a la reflexión y a la abstracción. Tiende a supervalorar las
ideas como agente de cambio social, se cree que el mundo debe adaptarse a sus ideas y
no ideas a la realidad. Además, al adolescente cuesta diferenciar entre su punto de vista y
el de su grupo social y, a menudo, cree que lo que piensa o le preocupa es similar a los
pensamientos y preocupaciones de los demás. Abrirse a otros puntos de vista servirá al
adolescente en su desarrollo social para poder participar de forma efectiva en la sociedad.
Alcanzará el equilibrio cuando comprenda que la función de la reflexión no es contradecir,
sino predecir e interpretar la experiencia.

Estos cambios desempeñan un papel decisivo en lo que respecta a ayudar al adolescente a


encarar las demandas creciente complejas, en materia de educación y de vocación, que se le
hacen. Sería virtualmente imposible dominar temas académicos tales como el cálculo o el uso
de metáforas en poesía, sin un elevado nivel de pensamiento abstracto; sin poseer la
capacidad que Piaget ha llamado de las operaciones de segundo grado, o capacidad de pensar
acerca de aseveraciones que no guardan relación con objetos reales del mundo.

Nuevas reflexiones, sin embargo, nos harán ver que muchos otros aspectos del desarrollo
adolescente dependen también de los adelantos cognoscitivos realizados durante este período.
Estos cambios cognoscitivos influyen fuertemente en la modificaciones del carácter de las
relaciones padres-hijos, en las nacientes características de la personalidad y en los
mecanismos de defensa psicológica, en la planeación de las futuras metas educativas y
vocacionales, en las crecientes preocupaciones por los valores sociales, políticos y personales,
e incluso en el sentido que se va desarrollando de la identidad personal.

Medios de comunicación y adolescentes

La introducción masiva de dispositivos tecnológicos en la actualidad ha causado un gran


cambio en la vida de los seres humanos. Los adolescentes son los más vulnerables debido a
que ellos han nacido en una sociedad tecnológica y por lo tanto son los que han acogido de
manera más personal dichos dispositivos. Estudios han demostrado que el teléfono móvil es el
dispositivo tecnológico más popular entre los adolescentes y su disponibilidad casi llega al
100%.

El rol de los medios de comunicación en el proceso de socialización

.Las consecuencias psicosociales del uso de dispositivos tecnológicos

Adicción: La consecuencia psicosocial principal que perjudica a los adolescentes es la adicción


al celular, internet o juegos de video.

El embarazo no deseado

Lo primero que se tiene que plantear una adolescente ante una situación de embarazo no
deseado es qué hacer. Son muchos los interrogantes que se abren, demasiados para una
adolescente que todavía está en proceso de maduración personal. Necesitará ayuda de
adultos de referencia y de personal sociosanitario para que la puedan acompañar en el
proceso de afrontar la situación y tomar decisiones. En este proceso también ocupan un lugar
relevante la pareja y la familia. A veces la pareja puede ser que no quiera tomar parte, lo cual
todavía deja la adolescente en una situación de más soledad.

Problemas Psicológicos en los adolecentes:

En el estudio de la psicopatología en adolescentes, no es fácil delimitar qué es una conducta


anormal, en una etapa caracterizada por la variabilidad y el cambio, y en la que también hay
que tener en cuenta la importancia que adquiere la manera en la que esta conducta es
percibida por el entorno del adolescente, ya sea la familia, la escuela, el entorno social o el
propio adolescente

Consumo de drogas

Tabaco
La edad media de inicio de consumo de tabaco en los países
occidentales es de los 11 a los 15 años. En los países desarrollados, 8
de cada 10 adultos fumadores inició este hábito en la adolescencia
(FAO).

La proporción de adolescentes fumadores que tienen padres fumadores


es casi el doble en relación con los adolescentes fumadores que tienen
padres no fumadores. Si los padres fuman, es más probable que los
hijos fumen

Alteración de la conducta alimentaria


Anorexia

La anorexia es un trastorno psicológico más frecuente en chicas que


en chicos, en una relación de nueve chicas por cada chico.
Características
 Pérdida importante de peso, superior al 15 % del peso ideal,
teniendo en cuenta la edad y la altura. Esta pérdida de peso es
buscada y mantenida por la adolescente.

Bulimia
La bulimia es un trastorno psicológico difícil de detectar, ya que la
persona puede continuar con un peso dentro de la normalidad y
mantener sus síntomas en secreto.
Características
 Preocupación exagerada por la silueta y el control de peso.
 Impulso que hace irresistible comer y comer, con sensación de
pérdida de control ante la comida.
2.2 Depresión

Los estudios indican un aumento en la prevalencia de este trastorno, que se manifiesta con
diferentes intensidades. No se tiene que confundir con las fluctuaciones normales del estado
de ánimo del adolescente o el decaimiento que puede experimentar cuando tenga que
adaptarse a una situación de vida desfavorable.

La depresión se caracteriza por una tristeza y una incapacidad para experimentar placer
persistentes en el tiempo y que deterioran las relaciones sociales, escolares y laborales.
2.3 Trastorno bipolar

El trastorno bipolar, también llamado trastorno maniacodepresivo, hace referencia a la


alteración grave de los mecanismos biológicos que regulan el estado de ánimo.

Consumo de drogas
Tabaco
La edad media de inicio de consumo de tabaco en los países
occidentales es de los 11 a los 15 años.
La proporción de adolescentes fumadores que tienen padres fumadores
es casi el doble en relación con los adolescentes fumadores que tienen
padres no fumadores. Si los padres fuman, es más probable que los
hijos fumen.

Alcohol

La sociedad actual tiene una alta permisividad ante el consumo de bebidas alcohólicas, disfruta
de una alta aceptación social, lo que favorece un modelo social de permisividad que lleva a
muchos jóvenes a hacer un uso inadecuado del alcohol.

El consumo de alcohol se inicia alrededor de los 14 años y frecuentemente en el ámbito


familiar. Es habitual encontrar personas adultas con dependencia del alcohol que iniciaron su
consumo entre los 9 y los 12 años.

Otras drogas

En las sociedades occidentales y occidentalizadas la disponibilidad de sustancias generadoras


de problemáticas, tanto sanitarias como sociales, tanto legales como no legales, es muy alta;
este es el primer factor de riesgo para el consumo.

Actualmente la gran mayoría de adolescentes pasan su tiempo libre y de ocio fuera de casa, al
margen del control de los adultos, especialmente durante el fin de semana, cuando buscan
espacios de ocio juvenil (discotecas, bares...) que se acaban convirtiendo en ejes importantes
para la socialización de una parte importante de adolescentes. Es en este contexto en el que el
consumo de drogas puede convertirse en una actividad más para desinhibirse, formar parte
del grupo, etc.
https://psicologiaymente.com/desarrollo/adolescencia-media

https://es.slideshare.net/VladimirVasquezSanchez/adolescencia-media-y-tarda-en-la-etapa-
del-ser-humano

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