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REPÚPLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL SIMÓN RODRÍGUEZ


NÚCLEO CARICUAO
CURSO: ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
SECCION: “G”

UNIDAD III
Responsabilidades en la Administración Pública, sus
controles y eficiencia

Facilitadora: Participantes
Zapata Arelis Sequera Aldry C.I 27.107.003
Carmona Yorgelis C.I 24.884.669
Febres María C.I 13.535.126
Graterol Laura C.I 13.643.145

Caracas, Octubre 2017


Introducción

La responsabilidad es aquel valor que implica responder por el


cumplimiento de los compromisos concretos individuales o sociales,
valorando el factor tiempo.

En este sentido, siendo la Administración Pública quien ejecuta las


actividades de gestión sobre bienes y recursos del Estado para
suministrarlos de forma inmediata y permanente a la sociedad, es inerte su
vinculación con la responsabilidad, asimismo su enfoque directo en los
cumplimientos de la responsabilidad social.

Según J.M Canyelles la define como “la integración voluntaria por


parte de las organizaciones de las preocupaciones sociales y ambientales en
sus operaciones”.

Para la Administración Pública no es muy difícil la pérdida de


confianza por parte de la ciudadanía, hecho que se suele atribuir a la
sensación de lentitud en la capacidad de adaptarse y dar respuestas ante los
cambios y retos. El sector público conlleva enormes responsabilidades
vinculadas directamente a las necesidades de los venezolanos, por ello el
aumentar la transparencia en la gestión, el transmitir compromiso
administrativo con la ejecución de proyectos factibles, el fomentar la cultura
de la real ética pública y prever los impactos sociales, económicos y
ambientales, son algunos de los inductores del fomento de un buen gobierno.

La responsabilidad administrativa es un valor que está en la


conciencia de los servidores y funcionarios públicos, y como tal, dicha
responsabilidad desde su ingreso a la carrera administrativa les permite
reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos,
siempre en el plano de lo moral.

Algunos aspectos importantes de la responsabilidad de la


Administración Pública son:
Mejora de la gobernanza

Hoy en día la calidad de las políticas públicas y las garantías de sus


impactos requieren de la construcción de un perfil institucional nuevo, donde
la responsabilidad y visión social sean la clave para orientar los grupos de
interés que conformen una sociedad
Más que la promulgación de leyes que otorguen beneficios a la
ciudadanía, el personal que da funcionamiento a la administración pública
debe estar centrado y guiado por principios éticos para lograr no solo el
acatamiento formal de las políticas, sino su aplicación de acuerdo a la
finalidad que se persigue.
Eficacia de las políticas

“La principal responsabilidad ante la sociedad viene dada por la


capacidad de producir resultados positivos e impactos sostenibles en el
ámbito de sus funciones y, por extensión, en todo lo que afecte a las
condiciones económicas, sociales y ambientales de su área” es la idea que
plantea J.M Canyelles.

Dentro de las políticas públicas se deben incluir medidas para


optimizar los resultados así como los instrumentos para medir y comunicar
dichos resultados.

Por otro lado deben realizarse de manera significativa las


planificaciones, asimismo la capacidad de producir y evaluar los efectos a
mediano y largo plazo.
Participación y transparencia

La implicación de la ciudadanía emerge cuando existen mecanismos y


técnicas que expresan y gestionan el conocimiento correspondiente a
informaciones veraces, con el fin de canalizar datos significativos.
La transparencia no solo abarca la voluntad de mostrar la información
de la que se dispone sin ocultar nada, sino también la vinculación con la
calidad de dicha información para facilitar la participación democrática.
Legislación aplicable de la Administración Pública

Las leyes son reglas de carácter obligatorio y generalmente dictado


por el poder legislativo para regular conductas o establecer órganos
necesarios para cumplir con varios fines, como lo expresa el artículo 142 de
la CRBV. Son un conjunto de normas con mayor jerarquía después de la
constitución.

A continuación se expresarán las leyes que rigen el comportamiento


de la administración pública en Venezuela:
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

Es la norma suprema vigente desde el año 1999 bajo el mandato de


Hugo Chávez. Tiene la función de regir las leyes, dentro de cuyo marco
deben ceñirse todos los actos legales de la nación, así como los deberes y
derechos. Debido a esto, es fundamental su protagonismo en las
responsabilidades y funciones de la Administración Pública, que suelen estar
enmarcadas en sus artículos 141, 142, 143, 144, 145, 146, 147, 148, 149.
Ley Orgánica de la Administración Pública
Artículos: 174
Es la ley que regula y organiza la administración pública estableciendo
sus principios y bases para los compromisos de gestión. Dicha ley surge para
la construcción de un sistema de gobierno popular para el rescate de la
economía nacional.

Uno de sus objetivos es rescatar y mantener la eficiencia y eficacia


dentro de las estructuras públicas, promoviendo valores que se exponen el
art 141 de la CRBV. Crear y promover mecanismos para la participación
colectiva sobre los resultados públicos, así como establecer las normas
básicas sobre archivos y registros públicos, así lo determina el art 1 de la
LOAP; finalmente garantizar y proteger los intereses del Estado en sus
diferentes niveles de gobierno.
La LOAP está estructurada en los siguientes títulos:

TÍTULO I: PRINCIPIOS Y BASES DEL FUNCIONAMIENTO Y


ORGANIZACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA.
TÍTULO II: PRINCIPIOS Y BASES DEL FUNCIONAMIENTO Y
ORGANIZACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA.

TÍTULO III: DEL NIVEL CENTRAL DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA


NACIONAL.

TITULO IV: DE LA DESCONCENTRACIÓN Y DE LA


DESCENTRALIZACIÓN FUNCIONAL.
TÍTULO V: DE LOS COMPROMISOS DE GESTIÓN.
TÍTULO VI: DE LA PARTICIPACIÓN SOCIAL EN LA GESTIÓN PÚBLICA.

TÍTULO VII: DE LOS ARCHIVOS Y REGISTROS DE LA ADMINISTRACIÓN


PÚBLICA.

La Administración Pública siempre debe estar al servicio de los


particulares y en su actuación dará preferencia a la atención de los
requerimientos de la población y a la satisfacción de sus necesidades
asegurando efectividad en sus derechos

Además tendrá entre sus objetivos la continua mejora de los


procedimientos, servicios y prestaciones públicas, de acuerdo con las
políticas fijadas y teniendo en cuenta los recursos disponibles, determinando
al respecto las prestaciones que proporcionan los servicios de la
Administración Pública, sus contenidos y los correspondientes estándares de
calidad. Art 5

Los funcionarios y funcionarias de la Administración Pública incurren


en responsabilidad civil, penal o administrativa de no permitir violación en los
derechos garantizados por la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela.

En sentido participativo las personas podrán, directamente o a través


de las comunidades organizadas o las organizaciones públicas no estatales
legalmente constituidas, presentar propuestas y formular opiniones sobre la
gestión de los órganos y entes de la Administración Pública.
Ley de Procesos Administrativos
Artículos: 108
Esta ley constituye una herramienta dentro de las múltiples acciones,
desarrolla el concepto político jurídico del ciudadano, consagrado en la
constitución, la cual está integrada por derechos, deberes y garantías, cuya
tutela y protección es uno de los fines esenciales del Estado. Maneja una
serie de políticas que rigen las actividades establecidas para la
administración pública con la finalidad de potenciar la eficiencia y
consistencia.

Su vinculación a la administración pública es inherente y de suma


importancia, puesto que determina los procedimientos del control de los
recursos en forma sistemática y ordenada.

La LOPA en su art 7 define los procesos administrativos como todas


aquellas declaraciones de carácter general o particular emitidas de acuerdo a
las formalidades y requisitos establecidos por la ley, por lo órganos de la
administración pública. Parte de las fases que expresa esta ley para el
cumplimiento de estos procesos son:
Capítulo I (Iniciación)

La iniciación como lo indica su nombre, es la primera y necesaria


etapa de todo procedimiento. Iníciese de oficio o a solicitud de parte
interesada, todo procedimiento debe regirse por los principios y reglas de
alcance general, consagrados en esta ley
Capítulo II (Ordenación)

La ordenación es una actividad donde se dictan los actos de trámite


con la finalidad de poner en marcha el procedimiento y ordenarlo hasta su
final. Esta actividad constante se inicia con la incorporación y llega a su fase
final con la resolución
Capitulo III (Sustanciación)

La Sustanciación Constituye la fase fundamental del procedimiento,


cabe destacar que en el desarrollo o transcurso de la misma se realizan los
actos en virtud de los cuales, se determina, se conoce, y se comprueban los
datos (de hecho y de derecho) acerca de la fundamentación de la resolución
definitiva del procedimiento.
Capitulo IV (Terminación del Procedimiento).

La Terminación tal y como lo indica su nombre, es la etapa final del


procedimiento. Consiste en adoptar el acto que pone fin al mismo. Es
fundamental acotar que todo procedimiento debería tener un fin normal, es
decir a través de un acto resolutorio que decide sobre lo planteado, esto
ocurre durante la etapa de sustanciación. Sin embargo, existen formas que
se escapan de esta normalidad de la terminación del procedimiento, pero
que el ordenamiento jurídico atribuye la misma eficacia de darlo por
terminado, como son la perención y el desistimiento y por otra parte, el
silencio – administrativo de efectos negativos.
Ley del Estatuto de la Función Pública
Artículos:
Es un conjunto de normas reguladoras del ingreso, ascenso, traslado,
suspensión y retiro de los funcionarios públicos. Es decir, que regula las
relaciones de empleo público entre los funcionarios y las administraciones
públicas nacionales, estatales y municipales en Venezuela, comprende todo
lo relativo al sistema de dirección y de gestión de la función pública, así como
el sistema de administración de personal, el cual incluye la planificación del
recurso humano, valoración y clasificación de cargos, escala de sueldos,
permisos y licencias, régimen disciplinario y normas para el retiro. Así lo
estipula su artículo 1.

En lo referido al artículo 3 de la presente ley define Funcionario o


funcionaria público como toda persona natural que, en virtud de
nombramiento expedido por la autoridad competente, se desempeñe en el
ejercicio de una función pública remunerada, con carácter permanente.

De lo anteriormente planteado se desprende la existencia de un


régimen estatutario unilateralmente establecido por el estado para regular la
relación de empleo público en Venezuela, el cual está perfectamente
delineado y ajustado a los preceptos constitucionales, con base a ello, los
gerentes de personal que desarrollan actividad dentro del sector público
venezolano deben acatar de una manera obligatoria las normas allí
contenidas, pues de lo contrario podría acarrearles severas sanciones
administrativas, sin embargo, la verdadera dinámica en la cual se
desenvuelven las instituciones constituye una realidad totalmente distinta, y
por supuesto los resultados de la gestión no son los esperados.

De acuerdo a los artículos 4, 5 y 6: se refiere a los organismo,


instituciones cargos y atribuciones que le corresponden dirigir y gestionar la
administración pública en general afín de coadyuvar con los funcionarios y
funcionarias públicas a efecto de atender los derechos y deberes consagrado
en la carta magna, esta ley y demás leyes y reglamentos que norma al
empleado publico
En otro orden de ideas, todo funcionario o funcionaria público tendrá
derecho, al incorporarse al cargo, a ser informado por su superior inmediato
acerca de los fines, organización y funcionamiento de la unidad
administrativa, asimismo debe percibir las remuneraciones correspondientes
al cargo que desempeñen, de conformidad con lo establecido en esta Ley y
sus reglamentos.
Ley Orgánica de la Contraloría General de la República
Artículos:

Es un conjunto de normas que controla, fiscaliza vigila y analiza de


manera especializada la administración del patrimonio público nacional como
lo son los ingresos, bienes, recursos e incluso como estos llegan ser gastos
públicos. Su autonomía va orientada a funciones de inspección
transparentes, el fortalecimiento de la gestión de entidades públicas, y
promoción de valores de servidores funcionarios públicos. Por tal motivo la
Ley Orgánica de la Contraloría General de la República se relaciona
directamente con las responsabilidades de la administración pública

El Sistema Nacional de Control Fiscal tiene por objetivo fortalecer la


capacidad del Estado para ejecutar eficazmente su función de gobierno y
establecer la responsabilidad por la comisión de irregularidades relacionadas
con la gestión de las entidades aludida. Así lo prevé el artículo 23 de la
LOCGR.

Los entes y organismos del sector público, los servidores públicos y


los particulares están obligados a colaborar con los órganos que integran el
Sistema Nacional de Control Fiscal; Asimismo, deberán atender las
citaciones o convocatorias que les sean formuladas.

La Contraloría debe velar por el pago oportuno de créditos fiscales


mediante una actividad estratégica sistemática que registra analiza y
comprueba y compara la legalidad en las operaciones financieras y contables
de los entes de la administración pública, con el fin de determinar con
exactitud cada cifra obtenida y su causa. Por obligación de la ley, este
órgano tiene la potestad de solicitar a las dependencias públicas, la
actualización de sus inventarios de bienes, para hacer supervisiones en la
legalidad de presupuestos.
Artículo 38

“El sistema de control interno que se implante en los entes y organismos


públicos, deberá garantizar que antes de proceder a la adquisición de bienes
o servicios, o a la elaboración de otros contratos que impliquen compromisos
financieros, los responsables se aseguren del cumplimiento de los requisitos
siguientes:

1. Que el gasto esté correctamente imputado a la correspondiente partida del


presupuesto o, en su caso, a créditos adicionales.
2. Que exista disponibilidad presupuestaria.

3. Que se hayan previsto las garantías necesarias y suficientes para


responder por las obligaciones que ha de asumir el contratista.

4. Que los precios sean justos y razonables, salvo las excepciones


establecidas en otras Leyes.

5. Que se hubiere cumplido con los términos de la Ley de Licitaciones, en los


casos que sea necesario, y las demás Leyes que sean aplicables.

Atribuciones que determina la Ley la Contraloría General de la República,


basándose en el artículo 289 de la CRBV son: ejercer el control, la vigilancia
y fiscalización de los ingresos, gastos y bienes públicos, así como las
operaciones relativas a los mismos sin perjuicio de los estados, municipios,
controlar la deuda pública, inspeccionar y fiscalizar los órganos, entidades
del sector público.”
Ley de Simplificación de Trámites Administrativos
Artículos: 82

Esta ley determina su objetivo en su artículo número 1, “establecer los


principios y bases conforme a las cuales se simplifican los trámites
administrativos que se realicen ante la administración pública”. Aplicándose
entonces a todos los entes y organismos correspondientes a la misma

Es decir que existe en función de agilizar los trámites en la


Administración Pública, los cuales, por lo general, complican los procesos
administrativos a las y los ciudadanos. Los órganos y entes en el ámbito de
sus competencias, eliminarán las autorizaciones innecesarias, solicitudes
excesivas de información de detalle y, en general, la exigencia de trámites
que entorpezcan los trámites e incrementan costos operacionales en la
actividad administrativa.

Asimismo, se planteó que todos los cambios que realicen los órganos
y entes de la administración pública en materia de trámites deberán ser
publicados en Gaceta Oficial y ser comunicados a través de cualquier otro
medio. Los órganos y entes públicos deben, además, tener disponibles en
sus sitios de Internet los vínculos que permitan acceder a la información
sobre sus trámites.

Ante todo, un servidor público y como tal su actividad debe estar


dirigida a servir eficientemente a las personas procurando la plena
satisfacción del interés colectivo. El servicio de información telefónico que
deben ofrecer los servidores públicos fue establecido con carácter
obligatorio.

Se creó el Instituto Nacional para la Gestión Eficiente de Trámites y


Permisos (Ingetyp) así como también el Sistema Nacional de Trámites
Administrativos (Sistrad),

Por otra parte, Ingetyp también sancionará a los servidores públicos


“responsables del retardo, omisión o distorsión de los trámites
administrativos”; con multas entre “25% y 50% de su remuneración total
correspondiente al mes en que cometió la infracción”.

Artículo 53 “La supervisión, control y evaluación de la elaboración y


ejecución de los planes de simplificación de trámites administrativos de la
Administración Pública Nacional, Los órganos y entes en el ámbito de sus
competencias, eliminarán las autorizaciones innecesarias, solicitudes
excesivas de información de detalle y, en general, la exigencia de trámites
que entorpezcan los trámites e incrementan costos operacionales en la
actividad administrativa.
Ley Contra la Corrupción
Artículos: 136

La corrupción en sentido lato es uno de estos fenómenos que


evoluciona constantemente para evadir los controles que se han dispuesto a
fin de garantizar la confianza pública en las instituciones. Tal circunstancia
demanda la revisión periódica de los instrumentos normativos destinados a
prevenir y combatir su flagelo.
La presente Ley tiene por objeto promover la educación contra la
corrupción y los valores de ética pública y moral administrativa en los
ciudadanos; establecer las normas que deben observar las personas sujetas
a la misma para la administración, manejo o custodia de los bienes públicos,
a fin de salvaguardar el patrimonio público y garantizar su adecuada
utilización conforme a los principios de honestidad, probidad, participación,
transparencia, eficiencia, eficacia, legalidad, rendición de cuentas y
responsabilidad que rigen el ejercicio de la función pública.

En ese sentido, se implementan los conceptos de ética pública y moral


administrativa, en referencia a la conducta que deben mantener los
funcionarios públicos en el desempeño de sus funciones, con preeminencia
de los intereses del Estado, sobre el interés particular, fundamentado en los
principios constitucionales que rigen la Administración Pública y se considera
corrupción, además del daño al patrimonio público, el incumplimiento de esta
ley y otras normas que rigen el comportamiento del funcionario público, o de
cualquier otra persona natural o jurídica, pública o privada, nacional o
extranjera que contrate con el Estado o reciba, administre o custodie sus
bienes y recursos públicos.
Artículo 6
“A los efectos de la presente Ley se entiende por:

 Bienes Públicos: Fondos, recursos y demás activos de cualquier tipo,


muebles o inmuebles, corporales o incorporales, tangibles o
intangibles pertenecientes a la República, los estados, los distritos,
distritos metropolitanos, municipios y sus entes descentralizados.

 Ética Pública: Sujeción de la conducta a los principios de honestidad,


equidad, decoro, lealtad, vocación de servicio, disciplina, eficacia,
responsabilidad, transparencia y pulcritud que rigen el ejercicio de la
función pública, exigible a las personas señaladas en el artículo 3 de
esta Ley.

 Moral administrativa: Obligación que tienen los funcionarios,


empleados y obreros de los órganos y entes señalados en el artículo
4, de actuar dando preeminencia a los intereses del Estado por
encima de los intereses de naturaleza particular o de grupos dirigidos
a la satisfacción de las necesidades colectivas.”
Artículo 8
“Toda la información sobre el presupuesto y la administración, manejo y
custodia del patrimonio público que corresponda a las personas sujetas a
esta Ley, tendrá carácter público, salvo las excepciones que por razones de
seguridad y defensa de la Nación, investigación criminal y confidencialidad
que expresamente establezca la Ley.”
Responsabilidad Patrimonial del Estado
Orígenes

La noción de “responsabilidad patrimonial del Estado” es de reciente


creación, ya que en los orígenes de los Estados este concepto no era
reconocido ni aplicado; antes y por el contrario, el Estado se consideraba
irresponsable. Entonces imperaba el criterio de que las consecuencias
dañosas de los actos en ejercicio de la soberanía no daban lugar a
indemnización, siendo que lo propio era imponerse a todos los ciudadanos
sin derecho a compensación. La impunidad del Estado se explicaba como
una consecuencia del ejercicio de soberanía. Se invocaba en la mayoría de
los casos al principio del derecho anglosajón, propio del Estado absolutista,
conforme al cual “El Rey no comete errores” (The King can do no wrong) y,
por tanto, no podía ser responsable.
Esta irresponsabilidad absoluta fue flexibilizándose con el transcurrir
del tiempo hasta la consagración clara y definitiva del principio de
responsabilidad patrimonial en la mayoría de los países. Como lo señala
Rivero, «había razones prácticas evidentes que condenaban el
mantenimiento de la irresponsabilidad. La amplitud de los daños causados
por la Administración, crecientes con el desarrollo de su acción y la potestad
de sus medios, hacía de su reparación una necesidad social».

Como no habrían de haber razones para aceptar la responsabilidad, si


como señalaron los clásicos del siglo xix la acción del Estado nos acompaña
desde la cuna –diríamos hoy desde el vientre materno– hasta la sepultura.
En todas esas actuaciones, intervenciones, prohibiciones, regulaciones,
autorizaciones previas, cargas, obligaciones, el Estado, a través de sus
variados órganos, de derecho público o privado, llena todos los espacios de
la vida de los administrados y ocasiona, por acción u omisión, daños, incluso
morales, de manera frecuente.

Aun en aquellos Estados en los que la gestión de sus órganos tienen


el propósito y compromiso de someterse meticulosamente al imperio de la
ley, y a prestar solo los servicios públicos indispensables, salud, educación,
transporte, vialidad e infraestructura física, seguridad, y otros de esa esencial
naturaleza, dentro de altos y encomiables niveles de calidad, acontecen
accidentes, acciones u omisiones, incluso lícitas, que hacen que el Estado
deba incurrir en la reparación del daño causado.

Tanto más, por supuesto, puede ello ocurrir en aquellos Estados –


muchos todavía lamentablemente– en los que el apego a la legalidad se
maneja con mayor laxitud y descuido y donde, además, el Estado decide no
solo prestar los servicios públicos indispensables e importantes, sino que
interviene en la economía, de manera concurrente con los administrados, o
peor aún, excluyente, es decir, que impide a los empresarios realizar muchas
actividades de naturaleza económica y se las reserva monopólicamente.

Este modelo de Estado que ocupa asfixiantemente esferas propias del


libre desenvolvimiento de la personalidad humana, Estado empresario en
petróleo, siderúrgica, energía eléctrica, hierro, bancos, seguros,
telecomunicaciones, hoteles, agricultor, importador de bienes, vendedor de
televisores, cocinas, comida, motos y carros, entre otras muchas cosas, y
que además regula todas las esferas de actuación de los particulares, es el
Estado que a través de sus órganos, fácilmente causa daños, personales y
morales, por acción u omisión.

La transición al reconocimiento de la responsabilidad patrimonial del


Estado ha recibido tratos distintos en el derecho comparado. En algunos
países la responsabilidad del Estado ha sido la consecuencia de la labor
jurisprudencial y en otros ha quedado consagrada por vía legislativa. El
establecimiento del sistema general de responsabilidad del Estado en
Francia, que ha inspirado e influido determinantemente la mayoría de los
sistemas de derecho administrativo y, entre ellos, el derecho administrativo
venezolano, fue fruto de la labor jurisprudencial del Consejo de Estado
francés y del Tribunal de Conflictos.

No fue sino hasta el 8 de febrero de 1873, cuando por vía


jurisprudencial el Tribunal de Conflictos, en el caso resuelto por el juez Jules
Dufaure, conocido como Arret Blanco, estableció y reconoció en Francia la
existencia de un sistema especial de responsabilidad. Esta decisión, dictada
con ocasión del conflicto de competencias planteado sobre una demanda de
daños y perjuicios, ejercida contra el Estado por el padre de una niña de 5
años de edad, Agne Blanco, arrollada y gravemente atropellada por un vagón
que transportaba materia prima de una empresa manufacturera de tabacos,
situada en Bordeaux, propiedad de la Administración, estableció que la
responsabilidad del Estado no podía ser regida por los principios
establecidos en el Código Civil para las relaciones particular /particular, pues
esta responsabilidad “tiene reglas especiales que varían según las
peculiaridades del servicio y la necesidad de conciliar los derechos del
Estado con los intereses privados”.

Como lo destaca el profesor Henrique Iribarren, numerario de esta


corporación, en su interesante y muy completo estudio sobre la materia, “el
inmenso paso que se dio con este fallo en la historia misma del derecho
comparado en el mundo occidental civilizado, fue de dimensiones
incalculables por dos principios clave. Por primera vez se admitió la
posibilidad de los ciudadanos comunes de atacar el patrimonio del Estado
administrador, a los efectos de satisfacer por indemnización los daños que
este les hubiera causado por motivos no contractuales. He aquí un principio
fundamental del derecho moderno. Pero, al mismo tiempo, y como necesario
elemento de equilibrio, en atención a la naturaleza pública, de origen
colectivo, del ente cuyo patrimonio sería afectado por las demandas de
indemnización, se consideró, con toda justicia y en aras del interés general,
que la responsabilidad patrimonial, cuya puerta se estaba abriendo, estaba
sometida a un régimen especial distinto del contemplado en el Código Civil
para las relaciones entre particulares”.
En Inglaterra y España la configuración de la responsabilidad del
Estado fue determinada por vía legislativa, a través de la aplicación de
normas especiales en la materia. En Italia esa evolución partió de la
aplicación de las normas de derecho común, que regulan la responsabilidad
extracontractual. En Alemania se trata de un sistema complejo integrado por
una variedad de pretensiones, cuyos orígenes, fundamento, tratamientos,
son también variados. En algunas oportunidades hallan su fundamento en
leyes; en otras, son producto del desarrollo jurisprudencial. Pueden incluso
ser la consecuencia de la aplicación de los principios generales del derecho
o de principios reconocidos por la Constitución.
La Constitución de 1961 consagró normas fundamentales del Estado
de derecho que estimularon el desarrollo legislativo, doctrinario y
jurisprudencial respecto del tema de la responsabilidad del Estado. En este
sentido, la separación de los poderes, el principio de legalidad, el control de
la actividad de la administración y su responsabilidad, así como la
consagración con rango constitucional de la jurisdicción contencioso-
administrativa, permitieron, sin duda, un importante desarrollo de la
responsabilidad del Estado.
La Responsabilidad del Estado en Venezuela

Desde 1811 se estableció en Venezuela el principio de


responsabilidad del Estado con la consagración de normas atributivas de
competencias jurisdiccionales al Poder Judicial de la Confederación para
conocer de «las diferencias en que el Estado Federal tenga o sea parte» (Art.
115). En la Constitución de 1830 se incluyó la declaración genérica según la
cual el gobierno de Venezuela «es y será siempre republicano, popular,
representativo, responsable y alternativo» (énfasis añadido). El carácter
responsable del gobierno venezolano fue siempre establecido en las
Constituciones sucesivas e incluido en todas las que se dictaron en el curso
del siglo XX.

La Constitución de 1961 consagró normas fundamentales del Estado


de derecho que estimularon el desarrollo legislativo, doctrinario y
jurisprudencial respecto del tema de la responsabilidad del Estado. En este
sentido, la separación de los poderes, el principio de legalidad, el control de
la actividad de la Administración y su responsabilidad, así como la
consagración con rango constitucional de la jurisdicción contencioso-
administrativa, permitieron, sin duda, un importante desarrollo de la
responsabilidad del Estado.

Esa redacción es similar a la acogida en la Constitución venezolana


de 1901 y encuentra explicación en las sucesivas guerras de la época, lo
cual imponía regular que la responsabilidad solo se admitiría ante los actos
de autoridades legítimas. Además, fue en esa misma Constitución de 1961,
cuando por primera vez se reguló, en el artículo 206, la jurisdicción
contencioso-administrativa, jueces especiales con competencia para anular
los actos administrativos generales o individuales contrarios a derecho,
incluso por desviación de poder, y para condenar al pago de los “daños y
perjuicios originados en responsabilidad de la Administración” y “disponer lo
necesario para el restablecimiento de las situaciones jurídicas subjetivas
lesionadas por la actividad administrativa”.

El principio de la tutela judicial efectiva, derivado del artículo 68 de la


Constitución de 1961, sirvió igualmente de fundamento a la jurisprudencia,
no solo para el establecimiento de la responsabilidad estatal, sino además
para garantizar la efectividad de los fallos, tanto en lo relativo a las
potestades cautelares del juez como para superar los escollos de las
dificultades en la ejecución de la sentencia. En lo que se refiere a la
responsabilidad por actividad lícita, el principio constitucional de igualdad
ante las cargas públicas15 y la garantía de la indemnización expropiatoria
constituyeron también base para el desarrollo jurisprudencial de la
responsabilidad del Estado y de sus funcionarios.
La Constitución de 1999 reconoce el principio de la responsabilidad
patrimonial del Estado en el artículo 140, el cual establece: “El Estado
responderá patrimonialmente por los daños que sufran los particulares en
cualquiera de sus bienes y derechos, siempre que la lesión sea imputable al
funcionamiento de la Administración Pública”.
De otra parte la Exposición de Motivos, respecto del tema, se establece:

Finalmente, en las disposiciones generales, se establece bajo una


perspectiva de derecho público moderna, la obligación directa del Estado de
responder patrimonialmente por los daños que sufran los particulares en
cualquiera de sus bienes y derechos, siempre que la lesión sea imputable al
funcionamiento, normal o anormal, de los servicios públicos y por
cualesquiera actividades públicas, administrativas, judiciales, legislativas,
ciudadanas o electorales, de los entes públicos o incluso de personas
privadas en ejercicio de tales funciones (énfasis añadido).

La interpretación de la norma constitucional y de la exposición de


motivos lleva a considerar, incluido en la Constitución de Venezuela de 1999,
la responsabilidad del Estado por cualquier actuación de los órganos del
Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial, de control o electoral, de los entes
públicos o privados en ejercicio de tales funciones.

Además de las normas citadas precedentemente, el principio de


responsabilidad patrimonial del Estado se ve respaldado por las
disposiciones referentes al derecho a la tutela judicial efectiva, el principio de
igualdad ante las cargas públicas –fundamento moderno de la
responsabilidad-, así como la garantía indemnizatoria en la expropiación. Por
su parte, la norma que consagra la jurisdicción contencioso-administrativa,
incluye ahora su competencia para conocer de los reclamos por la prestación
de servicios públicos.

La tesis de la responsabilidad objetiva del Estado ha sido establecida


por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia a través de la
decisión del 19 de noviembre de 2002 (sobre el caso Viuda Carmona).
Consideraciones generales sobre el control
Control es un concepto Jurídico-político-constitucional que implica
limitación específica al Poder y es uno de los postulados fundamentales del
Estado de Derecho en su origen etimológico la palabra control proviene de
las voces contre-rol. Es un barbarismo, concretamente un galicismo que
sustituye al término tutela, en tal sentido se infiere que el control del Poder
Público equivale a una suerte del auto-tutelaje por parte del Estado.

El control podría entenderse bien como una actividad de revisión,


examen o inspección o, en un sentido más amplio que abarque la facultad de
impedir o intervenir las decisiones por parte del órgano que ejerce el control
e incluso la posibilidad de aplicar sanciones. También es importante señalar
la actividad a controlar y la oportunidad en que el control se ejerce: Si el
control se aplica sólo sobre actividades realizadas, se verifica el llamado
control posterior.

Históricamente, el control surge para tutelar la Hacienda Pública y ha


ido evolucionando al compás de la evolución del Estado. El Control es una
función regulada constitucionalmente, cuya finalidad es garantizar que las
limitaciones impuestas a la actuación los órganos del Poder Público se
mantengan. El control como función posee una especificidad que se traduce
en los siguientes aspectos:

1. El Control es diverso: Se realiza a través de técnicas jurídicas y políticas


distintas (sanción, interpelación, censura, etc.)

2. Da lugar a una terminología propia o específica, cuando se habla de


autorización, aprobación, evaluación, supervisión, inspección, examen, etc.

3. Los mecanismos de control suelen ir conectados o concatenados entre


distintas instancias y a distintos niveles para producir sinergias en todo el
entramado sistémico del aparto público
4. Da lugar a una relación jurídico-política entre el ente controlante y el
controlado.

5. Tradicionalmente, el objeto central del control es el Poder Ejecutivo. Sin


embargo veremos como en el sistema de controles en la Const.99, se
prescriben mecanismos de control entre los distintos poderes.

Modalidades del control de los órganos del poder público en la


constitución de 1999
Entre los rasgos característicos del control habíamos señalado
precisamente, que el control es diverso. En este sentido destacaremos un
esquema las modalidades del control, en función de la naturaleza y carácter
del órgano que ejerce el control. Así tenemos el Control institucional que
ejercen los órganos oficiales del Estado, reconocido por la Constitución y el
Control no institucional que se atribuye a diversos tipos de organizaciones o
grupos fuera del ámbito oficial.
1. Control Institucional
1.1. Control Político
1.2. Control Jurídico o Jurisdiccional
1.3 Control Administrativo
1.4. Control Social
2. Control no Institucional
2.1. Medios de Comunicación y Opinión Pública
2.2. Organizaciones no gubernamentales (ONG) Grupos de Representación
de Intereses.
El Control Administrativo

Es el que la Administración Público ejerce sobre ella misma, dentro del


cual se destacan las modalidades de:

Control Jerárquico: En virtud del cual los órganos de rango superior


pueden revisar, modificar o anular los actos de los órganos inferiores y
establecer las responsabilidades a hubiere lugar.

Auto Tutela: Es la potestad que tiene la administración pública de


revisar, de oficio, sus propios actos
Control Fiscal: va orientado a la gestión pública administrativa,
respecto a la asignación de los recursos financieros, materiales, a la
ejecución y evaluación de planes, programas y proyectos, a las Políticas
Públicas en genera. Recae sobre los ingresos, los gastos y los bienes del
Estado, cuyo órgano por excelencia es la Contraloría General de la
República, quien de conformidad con el artículo 291 de la CRBV integra el
"Sistema Nacional de Control", con acentuación de sus atribuciones en los
ingresos, gastos y bienes públicos de la enunciada Fuerza y de sus órganos
que lo adscriben.

Destaca dentro de este particular compuesto orgánico que es el Poder


Ciudadano, la función de control de la Contraloría General de la República,
por ser ésta su función natural, en cuanto en esencia, le corresponde "ejercer
el control de gestión y evaluar el cumplimiento y resultado de las decisiones y
políticas públicas de los órganos, entidades y personas jurídicas del sector
público sujetos a su control".

En lo referente a la competencia de los estados en materia de control,


la Const.99 confiere a los Consejos Legislativos la competencia de sancionar
la Ley de Presupuesto respectiva y a la Contraloría del Estado, la potestad
de ejercer el control, la vigilancia y la fiscalización de los ingresos, gastos y
bienes estadales, "sin menoscabo del alcance de las funciones de la
Contraloría General de la República" (Art. 163 Const.99) y respecto al Poder
Municipal, establece el Artículo 176 de la Const.99, que es de su
competencia, el control, la vigilancia y la fiscalización de los ingresos, gastos
y bienes municipales, "sin menoscabo del alcance de las funciones de la
Contraloría General de la República.
Por último, no podemos dejar de mencionar como órgano de control, a
la Contraloría General de la Fuerza Armada Nacional, institución, que, a
tenor del Artículo 291 de la Const.99, forma parte del "Sistema Nacional de
Control", cuya función se concreta en los ingresos, gastos y bienes públicos
de la mencionada Fuerza y de sus órganos adscritos.

Control presupuestario: Es el proceso de descubrir qué es lo que se


está haciendo, comparando los resultados con sus datos presupuestados
correspondientes para verificar los logros o remediar las diferencias.
Principios del control presupuestario:

1. Principios de previsión:

 Predictibilidad: es posible predecir algo que ha de suceder o que


queremos que suceda.
 Determinación cuantitativa: debemos determinar en pesos y centavos
cada uno de los planes de la empresa para el período presupuestal.
 Objetivo: se puede prever algo siempre y cuando se trate de lograr un
objetivo.

2. Principios de planeación:

 Precisión: los presupuestos son planes de acción y como tales deben


expresarse en forma precisa y concreta.
 Contabilidad: el beneficio de instalación del sistema de control
presupuestal ha de superar el costo mismo de instalación y
funcionamiento del sistema.
 Flexibilidad: todo plan debe dejar margen para los cambios que
surjan en razón de la parte totalmente imprevisible y de las
circunstancias que hayan variado después de la previsión.
 Unidad: debe existir un solo presupuesto para cada función y todos
los que se aplican a la empresa deben estar debidamente
coordinados.
 Confianza: el decidido apoyo y fe en todos los principios y en
la eficiencia del control presupuestal por parte de todo
el grupo directivo de la empresa es factor importantísimo para su
buena marcha.
 Participación: es esencial que en la planeación y control de los
negocios intervengan desde el primero hasta el último de los
empleados con el objeto de que se tenga el beneficio que se deriva de
la experiencia de cada uno de ellos en su área de operación.

3. Principios de organización

 Orden: la planeación y control presupuestal de los negocios deben


descansar en una sana organización, esta organización debe estar
claramente trazada en los organigramas preparados por los jefes de
departamento; las líneas de autoridad y responsabilidad deben ser tan
precisas que no quede duda a nadie sobre el área en que actúa.
 Comunicación: la comunicación debe ser oportuna y concisa y
siempre que sea posible, debe ser escrita para evitar que
la información se tergiverse.

4. Principios de dirección:

 Autoridad: este principio dispone que la delegación de autoridad no


sea jamás tan absoluta como para eximir totalmente al funcionario de
la responsabilidad final que le cabe de las actividades bajo su
jurisdicción.
 Coordinación: el interés general debe prevalecer sobre el interés
particular; el control presupuestal actúa como coordinador de todos los
intereses al establecer un programa balanceado que lleve a la
empresa a su objetivo central.

Sistemas de control

Proceso para asegurar que las actividades reales se ajusten a las


actividades planificadas. También, permite mantener a la organización o
sistema en buen camino.

Factores del control

 Tiempo
 Cantidad
 Calidad
 Costo

Valores éticos que deben guiar al servidor en su gestión pública.


El principio de la Responsabilidad:

Incurren en responsabilidad pena, los agentes públicos que, en


ejercicio de sus funciones, por acción u omisión, realizan infracciones
expresamente previstas por las leyes como delitos o faltas, y sancionadas
legalmente con penas determinadas.
Entre nosotros, el principio de la responsabilidad de los funcionarios
públicos está consagrado en el artículo 139 dela Constitución, conforme al
cual, «el ejercicio del Poder Público acarrea responsabilidad individual por
abuso o desviación de poder o por violación dela Constitución o las leyes»
Principio de finalidad de la Administración Pública:

La finalidad de la Administración Pública es satisfacer los intereses


colectivos, y como integrante del Estado, promover el bien común. La
Constitución de 1999 en forma expresa establece que “la Administración
Pública está al servicio de los ciudadanos” (art. 141)

 Honestidad: Se encuentra establecido y regulado en el ordenamiento


jurídico y en el Derecho Natural con las ejecutorias que se desarrollan.
En este sentido, la falsedad, el populismo, la corrupción, la
malversación de fondos, el burocratismo, el ausentismo laboral, la
indisciplina, el despilfarro, la mentira, entre otros antivalores no tienen
cabida en el orden administrativo, pues quien sufre es y será siempre
el colectivo.
 Participación: Es sin duda alguna, el valor más acentuado en la
CRBV. No es la participación pasiva, a la cual estábamos
acostumbrados, es la acción directa, decidida, protagónica, por
supuesto, a través de los distintos medios que el propio orden jurídico
ha establecido. A tales efectos, basta con ver lo que estatuye el
artículo 5.
 Celeridad: Traducida en actividades con prontitud, encaminadas a
optimizar y racionalizar los trámites administrativos, ajustada a los
nuevos tiempos y realidades de la demografía, áreas de trabajo,
demandas del soberano, tecnología, para el bien del colectivo
(administrado) y del Estado (administrador).
 Eficacia: Entendida como el cumplimiento de lo planificado en el
tiempo establecido y recursos de rigor, para evitar las dilaciones
innecesarias, los gastos indebidos.
 Transparencia: Concebida como la medida y estrategia de un
accionar pulcro, sin vicios, sin “lunares”, sin máculas, sin “tapujos” que
pudiesen enturbiar, contrariar y enervar el sueño, los anhelos y las
aspiraciones del colectivo. A tales efectos, existen muchas estrategias
que hacen viable tal valor: reuniones periódicas para informar por muy
pequeño que pareciere ser lo que se hace.
 Rendición de cuentas: Se constituye como un juicio o precepto que
encuentra asidero en el valor de la transparencia; no obstante, para la
evaluación de lo actuado hace falta contar con los instrumentos que
sirvan de parámetros comparativos: el plan de gobierno, las
ordenanzas de presupuestos (ingresos y egresos) en los municipios.

Responsabilidad Civil, Administrativa y penal del servidor público en


ejercicio de sus funciones

Responsabilidad: La acción u omisión de un funcionario o servidor público


puede determinar la existencia de responsabilidad civil, penal o
administrativa.

Responsabilidad Civil: La noción de responsabilidad civil radica en una


concepción de derecho natural conocida desde muy antiguo y que sirve de
norma fundamental de la vida del hombre en sociedad: la de que nadie debe
causar un daño injusto a otra persona, y en caso de causarlo, dicho daño
debe ser reparado.

En el caso de que su actuación suponga un delito o una falta que puede


estar castigada incluso con la cárcel. Una misma actuación puede dar lugar a
estos tres tipos de responsabilidad porque son independientes entre sí y
compatibles. Es decir, por una misma infracción el trabajador se puede
enfrentar a una sanción laboral, al pago de una indemnización por la vía civil
y a penas de prisión por lo penal. Junto con el código que se aplica a los
empleados públicos, cada sector cuenta con una normativa que puede
endurecer las penas a las que se enfrentan los trabajadores. En el Título X
de la Ley 30/1992 de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y el
Procedimiento Administrativo Común se regula la responsabilidad de la
Administración y de las autoridades y el personal a su cargo.

Responsabilidad Administrativa: surge debido a la contravención o


violación de las normas que rigen la función pública o que establecen los
deberes o las obligaciones administrativas, lesionando los intereses de la
Administración. Conforme a la Ley N° 27785, también incurren en
responsabilidad administrativa funcional los servidores y funcionarios
públicos que, en el ejercicio de sus funciones, desarrollaron una gestión
deficiente, para cuya configuración se requiere la existencia, previa a la
asunción de la función pública que corresponda o durante el desempeño de
la misma, de mecanismos objetivos o indicadores de medición de eficiencia.
Los empleados públicos, en el ejercicio de sus funciones, pueden incurrir
en faltas que, si son muy graves, pueden estar castigadas incluso con la
separación del servicio. En el caso de los interinos, comporta la revocación
de su nombramiento. El personal laboral, en el supuesto de que cometa
faltas muy graves, también se expone al despido disciplinario, que además
conlleva la inhabilitación para ser titular de un nuevo contrato de trabajo con
funciones similares a las que desempeñaba.
Otras de las sanciones para faltas graves y muy graves son el traslado
forzoso, con o sin cambio de residencia, por el periodo que se establezca en
cada caso, y la suspensión firme de funciones, o de empleo y sueldo en el
caso del personal laboral. Para las de menor gravedad, se contempla el
demérito, que consiste en la penalización a efectos de carrera, promoción o
movilidad voluntaria, y el apercibimiento.

Responsabilidad Penal: Si la magnitud de la transgresión o de la falta


afecta no solo el normal desarrollo del servicio sino además el orden público
o un bien jurídicamente tutelado, se incurre en responsabilidad penal.

Además de las infracciones en las que el funcionario puede incurrir como


cualquier otro ciudadano, el Código Penal establece en su Título XIX una
serie de delitos propios contra la Administración Pública, como son la
prevaricación, la revelación de secretos, el cohecho, la malversación de
fondos públicos o el tráfico de influencias, que pueden estar castigados con
penas de cárcel e inhabilitación.

Se puede castigar a las autoridades o funcionarios públicos que, a sabiendas


de su injusticia, dicten una resolución arbitraria en un asunto administrativo.
La pena supone la inhabilitación especial para empleo o cargo público por un
periodo de entre siete y diez años.

Tipos de responsabilidad Penal:

 Común: cuando el delito cometido puede ser realizado por


cualquier individuo, como por ejemplo: el robo, el abuso sexual o el
homicidio.
 Especial: cuando el delito es cometido por un funcionario público
aprovechándose de su condición, por ejemplo: el peculado
(malversación de caudales públicos), la prevaricación o la
concusión.
CONCLUSIONES

Como hemos puesto de manifiesto, la sociedad reclama de las


entidades públicas una mayor transparencia y mejor uso de los recursos. El
control en general, y las técnicas de auditoría en particular, son métodos
adecuados para avanzar en la consecución de ambas exigencias.

A nuestro juicio, dentro del contexto de aumento de la eficiencia y


mejora de la gestión de las entidades públicas, las responsabilidades en la
Administración Pública y su control, en cualquiera de sus vertientes, tiene un
papel importantísimo en los próximos años. Su adecuada implantación y
desarrollo en todas las áreas y entidades del sector público garantiza
avanzar en la consecución de los objetivos establecidos. En cualquier caso,
estas actuaciones precisan de instrumentos adecuados para sus fines.

Esta tarea, pese a ser compleja, no debe seguir demorándose y


aprovechar la experiencias llevadas a cabo por las administraciones de otros
países. En este sentido, nos gustaría resaltar, entre otros posibles, los
indicadores de gestión o los cuadros de mando, que, además de redundar en
la mejora de las responsabilidades en la Administración Pública y control de
las mismas, facilitaría la labor de sus responsables, tanto políticos como
técnicos.

El Poder Público se consagra en la Constitución como institución que


emana de la soberanía popular para cuyo ejercicio se requiere la sumisión de
sus órganos a ésta y al sistema de controles que ella misma ha diseñado.
Sin entrar en confrontación con la realidad práctica, la aplicación efectiva del
sistema de controles que consagra la Const.99 debería ubicar a las
instituciones políticas venezolanas en un ángulo orientado hacia
perfeccionamiento del sistema democrático y del Estado de Derecho. A su
vez, con la incorporación de los nuevos elementos de participación en
materia de control, bien podrían favorecerse las condiciones para el
desarrollo de una determinada cultura institucional, basada en valores
democráticos que hiciese posible que quienes representan a los órganos del
Poder Público fuesen proclives al control y lo reconocieran como un aspecto
inherente al ejercicio del Poder mismo. "El ser está constituido por la realidad
que en algunos casos puede estar impregnada de antivalores. El deber ser,
en cambio es aspiración constante al crecimiento humano, a la realización y
calidad de vida en el contexto de los valores " (Luis Ponce de León, 1998, p.
211).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

http://wwww.accid.org/revista/documents/Responsabilidad_social_de_las_ad
ministraciones_publicas.pdfv

http://finanzasxiiic.blogspot.com/2010/08/ley-del-estatuto-de-la-funcion-
publica.html

http://www.asambleanacional.gob.ve/documentos_leyes/ley-contra-la-
corrupcion-y-para-la-salvaguarda-del-patrimonio-publico.pdf

http://www.psuv.org.ve/opiniones/nueva-ley-para-simplificacion-tramites-
administrativos/#.WePXINPWzcs

http://hinterlaces.com/conozca-la-ley-de-simplificacion-de-tramites-que-
entrara-en-vigencia-en-enero-de-2015/

http://www.monografias.com/trabajos82/control-fiscal-venezuela/control-
fiscal-venezuela2.shtml#ixzz4wCUhfUiM
http://servicio.bc.uc.edu.ve/derecho/revista/mempol8/8-6.pdf

Bonnemaison. María A. Abogado. Magíster en Ciencia Política. Investigadora


del Centro de Estudios Políticos y Administrativos de La Facultad de Derecho
de La Universidad de Carabobo.

Ponce de León, Luis. (1988) Modelo Trans-Universal del Derecho y del


Estado Editorial Porrúa, México

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