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UNIVERSIDAD “CENTRAL DEL ECUADOR”

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS.

CURSO DE NIVELACION DE CARRERA.

AREA: 6-SALUD. ASIGNATURA: ANATOMIA PARALELOS: SV-01 SV-02

DOCENTE: DR. CARLOS A NARVAEZ. FECHA: 10 de Julio 2015

SISTEMA NERVIOSO.

INTRODUCCION.
Todos los animales, cualquiera que sea el lugar que ocupen en la serie, están dotados de la facultad de sentir, moverse
y nutrirse. A la sensibilidad, a la motilidad y a la nutrición se añaden en los vertebrados superiores todo un conjunto de
facultades nuevas, que presiden a los diferentes actos psíquicos y se comprenden en la denominación genérica de
facultades intelectuales y afectivas.

El conjunto de los órganos destinados a estas varias funciones constituye el sistema nervioso, y se designa con el
nombre de neurología, la parte de la Anatomía que se ocupa en su descripción.

El sistema nervioso es primitivamente muy sencillo y sólo por una serie de transformaciones sucesivas llega a este grado
de complejidad que lo caracteriza en el hombre. En algunos celentéreos, como la hidra de agua dulce, que está
constituida simplemente por dos hojas celulares adosadas, el sistema nervioso se halla representado por células de
origen ectodérmico, diseminadas en toda la extensión de la superficie externa del cuerpo y que desempeñan a la vez
el papel de células sensitivas y de órganos contráctiles (células neuromusculares de Kleinenberg)

En los vertebrados, finalmente, se presenta bajo la forma de un largo tallo de sustancia nerviosa, más o menos abultado
por el lado de la extremidad cefálica y alojado en un conducto óseo, el conducto craneorraquídeo. Se le llama eje
cerebroespinal o neuroeje. Del órgano nervioso central, encerrado en el conducto óseo craneorraquídeo, emanan
cordones nerviosos, llamados nervios, que salen del conducto citado y van luego, después de un trayecto más o menos
largo, a ramificarse en los diferentes aparatos de la economía, aparato locomotor, aparato sensorial, aparato vascular,
aparato digestivo, etc.

El sistema nervioso, considerado en su conjunto, comprende, pues, dos clases de órganos: órganos centrales, alojados
en el conducto óseo craneorraquídeo, que constituyen el sistema nervioso central; órganos periféricos, situados fuera
de este conducto y que constituyen el sistema nervioso periférico

SISTEMA NERVIOSO CENTRAL.

Considerado desde el punto de vista puramente morfológico el sistema nervioso central puede ser definido Asi: La masa
voluminosa de sustancia nerviosa, a la vez blanca y gris, que ocupa el conducto neural de la columna vertebral y da
origen a los nervios. Se le designa también con los nombres de centros nerviosos, mielencéfalo, eje encefalomedular,
eje cerebroespinal, neuroeje. Todos estos términos son sinónimos.

El mielencéfalo es, sin disputa, el órgano más importante del


cuerpo, por razón de las altas funciones que le están
encomendadas y que colocan al hombre, con justicia, en el primer
lugar entre los primates. Desgraciadamente es también uno de los
más complejos y de los hasta hace poco, menos conocidos.

Durante mucho tiempo, el estudio anatómico de los centros


nerviosos se ha limitado a la simple enumeración de sus partes
constituyentes, a una descripción vulgar de lo que se veía, ya en la
superficie exterior, ya en cortes macroscópicos. En estos últimos
tiempos, gracias al concurso de la fisiología experimental, de la
anatomía patológica y del desarrollo, se ha llegado a descubrir, allí donde los métodos puramente anatómicos no
podían hacernos ver otra cosa que sustancia blanca o sustancia gris, una serie de sistemas independientes que gozan
cada uno de funciones especiales y perfectamente definidas.

Por otra parte, los nuevos métodos de coloración, principalmente el método de Ehrlich con el azul de metileno y el
método de Golgi con el cromato de plata, perfeccionado éste por Ramón y Cajal, han permitido a los histólogos aislar
en su propia situación los elementos nerviosos, seguirlos en una larga extensión de su trayecto y comprobar, de un
modo más claro y más preciso de lo que se había hecho hasta aquí, sus relaciones recíprocas. La morfología
cerebroespinal ha sido así esclarecida con nueva luz, y si existen todavía en su dominio algunos puntos oscuros, sería
injusto no reconocer que hay también gran número que están resueltos con claridad y determinados definitivamente.

Basta examinar un encéfalo despojado de sus envolturas o cortar de través un segmento cualquiera de la medula
espinal para comprobar que los centros nerviosos se componen esencialmente de dos sustancias: una sustancia blanca
y una sustancia gris. En la medula espinal la sustancia gris está situada en el centro del órgano, y la sustancia blanca en
la periferia. En el encéfalo la sustancia blanca es casi por completo centra l; en cuanto a la sustancia gris, se encuentra
en parte en la periferia (córtex) y en parte en el centro (núcleos optoestriados, núcleos del cerebelo, etc.). Pero estas
dos sustancias no difieren solamente por su aspecto, por su situación, por su consistencia, por sus atribuciones
funcionales; difieren también desde el punto de vista estructural, e importa, antes de estudiarlas metódicamente en
tal o cual parte del neuroeje, tener ya una idea clara de su constitución anatómica general.

En este concepto, el neuroeje contiene como elementos constituyentes, a la vez en sus partes blancas y en sus partes
grises:

El neuroeje presenta dos órdenes de elementos nerviosos: fibras y células. Estos dos elementos se encuentran en la
sustancia gris; la sustancia blanca no posee más que fibras. Las fibras nerviosas constituyen el elemento esencial de la
sustancia blanca, pero existen también, aunque en proporciones muchos menores, en la sustancia gris. Aquí, como en
los nervios periféricos, son simples conductores que transportan el influjo nervioso.

La célula nerviosa no es solamente una unidad anatómica, es una unidad fisiológica: toda fibra nerviosa representa una
prolongación de este elemento, y mientras las fibras nerviosas desempeñan el papel de simple conductor, las células
nerviosas son verdaderos centros: centros receptores para las impresiones periféricas, centros de emisión para las
incitaciones motrices, centros de elaboración para los fenómenos que constituyen la vida psíquica, etcétera. Las células
son, pues, el elemento fundamental del eje encefalomedular. Del cuerpo celular parten prolongaciones:

 la neurita, qué constituye el cilindroeje de una fibra nerviosa;


 las dendritas o prolongaciones protoplasmáticas. Estas prolongaciones son las que, por su número y por su
modo de inserción, crean las diversas modalidades celulares.

Las células nerviosas, salvo algunas excepciones, no suelen encontrarse sino en las partes grises, y a su presencia,
particularmente a los corpúsculos pigmentarios contenidos en su protoplasma, la sustancia gris debe la coloración más
o menos oscura que le es propia. Esta coloración puede en ciertos puntos, a consecuencia de la abundancia de
pigmento, puede llegar a ser francamente negruzca.

Las células nerviosas, según los puntos en que se


examinan, pueden ser globulosas, ovoides, piramidales,
estrelladas, etc. Pero tienen un carácter común: el de dar
origen en su periferia a cierto número de
prolongaciones.Las células de los centros ofrecen a
nuestra consideración las tres partes siguientes: el
cuerpo celular; el núcleo; las prolongaciones.

El cuerpo celular.- Se presentan con la forma de fibrillas


extremadamente finas, dirigidas en todos sentidos, que
se entrecruzan bajo los ángulos más diversos; éstas son
las neurof¡brillas de los autores modernos, palabra
empleada ya por S c h u i t z e . Las neurofibrillas ocupan
toda la extensión del cuerpo celular, tanto en superficie
como en profundidad. Pero se distribuyen generalmente
en dos planos: un plano un plano superficial, que ocupa
las capas más externas del protoplasma, plano cortical, y
un plano profundo que se desarrolla alrededor del
núcleo, plano perinuclear.

Si examinamos las neurofibrillas a nivel de los polos celulares o, mejor dicho, en los puntos de donde parten las
prolongaciones nerviosas, vemos que estas neurofibrillas, hasta entonces más o menos espaciadas en el citoplasma, se
aproximan, se unen las unas a las otras y, así dispuestas en fascículos, pasan a las prolongaciones para contribuir a su
formación. Y esto ocurre tanto a nivel de las prolongaciones protoplasmáticas (dendritas) como a nivel de las
prolongaciones cilindroaxiles: unas y otras tienen exactamente la misma constitución anatómica.

Núcleo y nucléolo. EL núcleo de las células nerviosas tiene el aspecto de una pequeña masa, redondeada u ovoidea, de
contornos mejor o peor limitados, situada en el centro del cuerpo celular o en sus cercanías. Sus dimensiones oscilan
entre 3 y 18 m. Es ordinariamente único. Gran número de histólogos ( Remar, Schu ltze ,Schwalbe , etc.) encontraron
a veces dos núcleos en una misma célula. La condensación de la cromatina en un nucléolo y la ausencia de centrosoma
estaban en relación con la impotencia de estas células para multiplicarse o regenerarse.

Prolongaciones. Las células nerviosas, como hemos visto, emiten en todo su contorno prolongaciones cilíndricas y
diversamente ramificadas. Las células de la medula y del encéfalo pertenecen al tipo multipolar y en ellas las
prolongaciones son siempre múltiples, y con frecuencia muy numerosas.
Estas prolongaciones son de dos órdenes:
Las unas, que se continúan con los cilindroejes de las fibras nerviosas, no son, por consiguiente, otra cosa que la
porción inicial de los cilindroejes y se llaman por esta razón prolongaciones cilindroaxiles. Mitocondrias en una célula
nerviosa de la medula del conejo.

Las otras, que no tienen relación alguna directa con las fibras nerviosas y son designadas con el nombre común de
prolongaciones protoplasmáticas o dendritas.
La prolongación cilindroaxil, o prolongación nerviosa (axón de algunos autores o también neurita), fue observada
claramente por Wagner, en 1851, en el torpedo y por Remak en la medula de ternera. Pero indudablemente
corresponde a Deiters el honor de haberla estudiado seriamente y de haber establecido la ley, hoy día clásica, según
la cual cada célula nerviosa se continúa, por lo menos por una de sus prolongaciones, con el cilindroeje de una fibra
nerviosa Por este motivo el término de prolongaciones de Deiters ha venido a ser, para todos los histólogos, sinónimo
de prolongación cilindroaxil.

El axón nace del mismo cuerpo celular; pero puede también, en ciertas células puede salir de una de sus prolongaciones
protoplasmáticas, a una distancia mayor o menor de su punto de origen. Se distingue de las prolongaciones
protoplasmáticas por su menor diámetro, por su calibre uniforme, por la limpieza de su contornó, por su aspecto liso
y regular. Se admite generalmente que cada célula de los centros nerviosos sólo posee una prolongación cilindroaxil.

Prolongaciones protoplasmáticas o dendritas. Han recibido este nombre de Deiters , que las consideraba, y con razón,
como prolongaciones no modificadas del protoplasma celular. Son eminentemente variables por su número y
disposición general, en cada categoría de células nerviosas. Sin embargo, son bastante semejantes en una misma
categoría de células: células de las astas anteriores de la medula, células de Purkinje del cerebelo, grandes células
piramidales de la corteza cerebral. Morfológicamente las prolongaciones protoplasmáticas se distinguen de la
prolongación cilindroaxil en que están más o menos regularmente calibradas: la mayor parte son más o menos
acodadas, nudosas, varicosas; otro tanto ocurre con algunas que están erizadas de puntas, lo cual les da cierto aspecto
espinoso.

Sea la que fuese su forma, todas las prolongaciones protoplasmáticas se separan de la célula siguiendo un trayecto
más o menos radiado; se dividen varias veces durante su curso y se resuelven finalmente, a consecuencia de estas
divisiones y subdivisiones sucesivas, en multitud de ramas, ramos y ramúsculos que recuerdan bastante bien en su
conjunto el aspecto de ciertos árboles, vistos en invierno, cuando carecen en absoluto de hojas. De ahí el nombre de
Dendritas.

Evolución e Involución de las células nerviosas.- Las


células nerviosas adultas son incapaces de dividirse, por
lo que él número de neuronas es en el nacimiento por lo
menos igual al que posee el adulto, En él anciano el
número de estos elementos sólo puede estar en déficit
En efecto, cada célula nerviosa tiene su vida propia y nos
presenta, como todo organismo vivo, un estado de
juventud, un estado adulto y un estado senil,
correspondientes respectivamente a sus tres períodos
de desarrollo, estado y declinación.

Las células nerviosas radiculares y las células de los


ganglios espinales carecen por completo de corpúsculos
cromáticos. Estos corpúsculos aparecen al comienzo del
tercer mes, en la parte periférica del cuerpo celular. Después se multiplican y se extienden de manera progresiva hacia
el centro, hasta el punto de que, en el momento del nacimiento, ocupan toda la extensión del cuerpo celular.

De todas maneras, la célula nerviosa posee, en el momento del nacimiento, sus dos partes fundamentales: retículo y
sustancia cromática. No obstante, la célula se halla todavía incompletamente desarrollada: se admite por lo general
que crece hasta la edad de veinticinco a treinta años. Las nuevas adquisiciones del adolescente están ligadas no al
aumento de las unidades neurónicas, sino a la extensión y proliferación de las dendritas y de los cilindroejes.
La célula llega entonces a la edad adulta. A partir de este momento la célula no crece más, no se modifica más: sufre
una detención y queda como tal hasta la edad de cincuenta o sesenta años. Entonces empieza para ella una nueva
fase, denominada fase involutiva, la cual la conducirá de una manera lenta al estado senil.

Hemos visto que los cilindroejes se continúan directamente con la célula nerviosa, así como las prolongaciones
protoplasmáticas. La célula nerviosa, con sus prolongaciones diversas, forma una verdadera unidad nerviosa,
anatómica y funcional: Waldeyer , en 1891, dio a esta unidad un nombre que tuvo suerte, el de neurona.

Cada neurona comprende, pues, tres partes:

 Una primera parte, central, el cuerpo celular.


 Una segunda parte, periférica: las prolongaciones protoplasmáticas y sus diversas ramificaciones.
 Una tercera parte, también periférica, formada por la prolongación cilindroaxil, cualesquiera que sean,
además, la longitud y el destino.

Relaciones de las neuronas entre sí.- Debiendo ser consideradas las fibras y las células nerviosas, no ya como elementos
independientes, sino como elementos que están recíprocamente fusionados para formar neuronas, la constitución
anatómica del neuroeje puede definirse a sí: el sistema nervioso central es un compuesto de neuronas. Esas neuronas
difieren mucho, como se comprende, por su significación fisiológica; la neurona se halla en relación con la sensibilidad,
la otra con la motilidad; ésta se refiere a las funciones nutritivas, aquélla a los actos psíquicos, etc. Difieren también,
naturalmente, por su disposición anatómica, variando ésta para cada una de ellas según su función.

Teoria de Golgi.- El método cromoargentico empleado por Golgi para el estudio de los centros nerviosos, colorando
las más finas expansiones celulares, le permitió seguir mucho más lejos de lo que habían hecho sus predecesores las
prolongaciones celulares, ya protoplasmáticas, ya cilindroaxiles, y llegar, por lo que se refiere a su trayecto y su
terminación, a conclusiones enteramente nuevas.

Golgi demostró que las prolongaciones protoplasmáticas terminan siempre por extremos libres. Nunca se
anastomosan, ya durante su trayecto, ya por sus fibras terminales, con las prolongaciones de las células vecinas. Es la
negación absoluta de la red de Gerlach. Los cilindroejes ofrecen, según Golgi , dos modalidades distintas. Este autor
admitía dos clases de células: la célula de Golgi tipo I.- provista de un cilindroeje muy largo que nace en un punto
cualquiera del cuerpo celular, suministrando algunas colaterales, pero conservando su individualidad para rodearse de
mielina y formar una fibra nerviosa.
La célula de Golgi tipo II.- tiene un cilindroeje corto que nunca se rodea de mielina y solo termina por una fibra nerviosa.
Poco después de su origen se subdivide en numerosas fibrillas
como una prolongación protoplasmática en la proximidad de
la célula de que emana. Estas fibrillas cilindroaxiles se
anastomosan de célula a célula para formar en plena sustancia
gris la red difusa de Golgi.

Vasos sanguíneos.- Los centros nerviosos, como todos los


órganos a los que corresponden funciones importantes, son
muy vasculares. En efecto, reciben, como veremos más tarde,
troncos arteriales voluminosos: arteria cerebral anterior,
arteria cerebral media, tronco basilar, etc.
Haremos notar que, desde luego, estos troncos arteriales no
penetran en la masa nerviosa por un hilio para dividirse luego
en ramas y ramitas, como se observa en la mayor parte de
vísceras, el hígado y el bazo, por ejemplo.
El modo de irrigación del neuroeje es muy distinto, ya que las
arterias voluminosas, con sus bruscas alternativas de
retracción y expansión, no podrían hallarse en contacto con elementos tan delicados como son las neuronas sin
ocasionar un trastorno más o menos profundo en el funcionalismo de estas últimas. Conduciéndose, pues, aquí de un
modo especial, las arterias destinadas al neuroeje se ramifican alrededor del órgano, en una membrana llamada
piamadre, y sólo en estado de vasos de pequeño calibre penetran en la masa nerviosa y se distribuyen por su espesor.
De esta red común vascular pial, las arterias caminan perpendicularmente hacia la profundidad en sentido radiado, a
lo largo de los tabiques neuróglicos que les sirven de soporte. Se dividen y se subdividen, sin anastomosarse nunca, y
se resuelven en redes capilares, quedando no obstante terminales, Las redes capilares de los centros nerviosos dan
origen a venillas, y éstas a venas, que llegan, por trayectos diversos, a la superficie exterior del neuroeje. Estas venas
siguen unas veces el mismo trayecto que las arterias correspondientes, otras veces un trayecto absolutamente
independiente.
DIVISION DE LOS CENTROS NERVIOSOS. - El sistema nervioso central tiene naturalmente la misma configuración general
que el conducto óseo que lo aloja y protege, y, por lo tanto, se ofrece en la forma de un largo tallo cilíndrico, o sea la
medula espinal coronado en su extremidad superior por un abultamiento voluminoso, el encéfalo La medula espinal
ocupa el conducto raquídeo; el encéfalo, la cavidad craneal.
Estas dos porciones extremas del neuroeje están unidas entre sí por una porción intermedia, el bulbo raquídeo, el cual
atraviesa el agujero occipital y corresponde al cráneo y al raquis.
Estudiaremos primero la medula espinal y luego emprenderemos la descripción del encéfalo.

La masa encefálica comprende: una primera porción voluminosa, que ocupa por sí sola las nueve décimas partes de la
cavidad craneal, el cerebro; una segunda porción, más pequeña, situada detrás de la precedente, el cerebelo; una
tercera porción, tendida sobre el canal basilar, el istmo del encéfalo o eje encefálico, que une el cerebelo con el cerebro
y éste con el bulbo raquídeo.
Describiremos el neuroeje en el orden siguiente:
 La medula espinal;
 El bulbo raquídeo;
 La protuberancia anular;
 El cerebelo;
 Los pedúnculos cerebrales;
 El cerebro.
Considerados en sus relaciones con las cavidades esqueléticas que los contienen, la medula y el encéfalo no están
directamente en contacto con la pared ósea de estos conductos. Están separados de ellos en toda su extensión por un
sistema de envolturas membranosas que los rodean por todas partes y a las que se ha dado el nombre de meninges. Su
estudio es inseparable del estudio del sistema nervioso central.

La medula espinal.- es la parte del sistema nervioso central que ocupa el conducto raquídeo. Debe el nombre de medula
a la analogía grosera que presentan su consistencia y su situación con las de la medula de los huesos largos, que, como
ella, es blanda y está contenida en un conducto óseo
Forma.- La forma de la medula, es la de un largo tallo sensiblemente cilíndrico, que desciende del encéfalo por el
conducto raquídeo, y de aquí el nombre de prolongación raquídea del encéfalo que impropiamente
Le había dado Chaussier . Por lo demás, éste es el aspecto de una medula extraída del conducto raquídeo y que, gracias
a su flexibilidad, se extiende sobre un plano horizontal.

Sin embargo, la medula no es un cilindro perfecto. En primer lugar es


ligeramente aplastada de delante atrás, de suerte que su diámetro
transversal predomina constantemente de un milímetro a un milímetro y
medio sobre su diámetro anteroposterior. Por otra parte, el cilindro
medular ofrece dos engrosamientos fusiformes muy extensos, que
ocupan uno la región cervical y el otro la región dorsolumbar. Se puede así
dividir la medula en cinco regiones: la parte superior, el engrosamiento
cervical, la parte dorsal, el engrosamiento lumbar y el cono terminal, en el
que la medula se aguza a manera de un lápiz afilado y más allá del cual se
continúa por el filum terminale.
La parte superior.- de dos centímetros aproximadamente de longitud,
extendida desdé el cuello del bulbo al comienzo del engrosamiento
cervical, es cilíndrica; corresponde sobré iodo al axis y se extiende desde
el agujero occipital a la tercera vértebra cervical. Da origen a los tres
primeros pares cervicales destinados al cuello y la ruca.

El engrosamiento superior o cervical, denominado también braquial


porque da origen a los nervios del miembro superior, tiene la apariencia
de un huso aplanado de delante atrás. Se extiende de la tercera cervical a
la segunda dorsal en una longitud de 10 a 12 centímetros. Su mayor
diámetro corresponde a la sexta vértebra cervical (14 milímetros). De él
se desprenden siempre el cuarto par cervical, origen principal del nervio
frénico, el quinto, sexto, séptimo y octavo pares terminales y el primero
dorsal, que, por su unión, constituyen el plexo braquial.

La parte dorsal o torácica es por lo regular redondeada; su parte medía, ligeramente estrangulada, forma la región más
estrecha de la medula. Se extiende, en una longitud de 18 a 22 centímetros, de la segunda vértebra dorsal a la novena
o décima, y da origen a los once últimos nervios intercostales.
El engrosamiento lumbar o crural.- corresponde a los nervios del miembro inferior: se extiende de la novena a décima
vértebra dorsal a la primera o segunda lumbar en una longitud de 7 a 9 centímetros. Su diámetro, menor que el del
engrosamiento cervical, alcanza 12 milímetros en la duodécima dorsal. Su nombre apenas se halla justificado, puesto
que está comprendido en su mayor parte en la porción dorsal del conducto raquídeo.

El cono terminal o cono medular, envuelto por raíces nerviosas denominadas nervios de la cola de caballo, es el extremo
afilado del engrosamiento lumbar. Es difícil precisar sus límites, pues se confunde por arriba, sin línea de demarcación,
con el engrosamiento lumbar, y por abajo, con el filum termínale. En este caso el cono tiene a menudo una longitud
casi nula. Le damos el nombre de cono medular al segmento que corresponde al tercero, cuarto y quinto pares sacros
y al segmento coccígeo. Los centros genitales, anales y vesicales están en este segmento.

El filum termínale, también denominado ligamento caudal o coccígeo, es un cordón delgado que prolonga inferiormente
la medula, de la que sólo es un vestigio embrionario atrofiado. Se extiende del vértice del cono terminal a la base del
cóccix, en cuya cara posterior se inserta. Su diámetro es de 2 milímetros, por término medio; su longitud, de 25
centímetros aproximadamente. Está sumergido en el paquete de los nervios de la cola de caballo, de la que ocupa el
centro de la parte posterior y de la cual se distingue por su aspecto variable. La cola de caballo es el conjunto de las
raíces de los últimos nervios raquídeos. Partidas del engrosamiento lumbar, recorren un largo trayecto vertical para ir
de su punto de emergencia a su pun to de salida recordando en cierto modo las crines del caballo.

Dimensiones y Peso.- Llegada la medula a su completo desarrollo tiene 45 centímetros de longitud según En el hombre
sería de 45 centímetros y en la mujer de 41. Si hay una diferencia de longitud absoluta, la longitud relativa es la misma.
En cuanto al diámetro transversal de la medula espinal, despojada de las raíces de los puntos examinados, la medula
varía notablemente,

En cuanto al peso absoluto de la medula espinal, despojada de las raíces de los nervios raquídeos, es, por término
medio, de 26 a 30 gramos en el hombre y 1 ó 2 gramos menos en la mujer.

Dirección. - La medula espinal sigue exactamente las in flexiones de la columna vertebral y presenta, por consiguiente,
dos curvaturas: una cervical de concavidad posterior y otra dorsal de concavidad anterior.

ENCEFALO.- El encéfalo, parte superior de los centros nerviosos, ocupa, como su nombre indica, la cavidad craneal.
Tiene forma ovoide de extremo grueso posterior y está constituido por varías masas nerviosas; de ahí su aspecto multi
lobulado. En él se distinguen, yendo de abajo arriba: el bulbo raquídeo, que es continuación de la medula espinal; la
protuberancia anular; el cerebelo; los pedúnculos cerebrales, que reúnen los órganos precedentes; los hemisferios
cerebrales. Esta división morfológica no corresponde exactamente al desarrollo embriológico.

El bulbo raquídeo.- es continuación de la medula espinal, de donde el


nombre de medula oblongada (medula oblungata). Constituye el primer
segmento del encéfalo. Es una de las partes más interesantes del
neuroeje, no solamente a causa de las importantes funciones que le
están encomendadas, sino también a causa de su compleja constitución.
Es una especie de encrucijada donde se reúnen, para entrar en
relaciones unos con otros, los elementos constitutivos de la medula, del
cerebelo, del cerebro y de gran número de nervios llamados
bulbares.Las consideraciones generales a que se presta el bulbo son
relativas a sus límites, forma, dimensiones, peso, dirección y relaciones.

Forma.- El bulbo tiene la forma de un tronco de cono aplastado de


delante atrás, cuya base mayor estuviera arriba, junto a la
protuberancia. Su base menor, representada por el plano horizontal por el que el bulbo se une a la medula espinal,
corresponde al extremo inferior del órgano, denominado también cuello del bulbo a causa de su estrechez relativa.

Dimensiones.- La longitud del bulbo es de 27 a 30 milímetros. Su diámetro anteroposterior no excede de 12 a 15


milímetros. Su diámetro transversal, que es de 10 a 12 milímetros en su extremo inferior, aumenta gradualmente y
alcanza de 20 a25 milímetros en la base superior. El peso del bulbo raquídeo es de 6 a 7 gramos.

PROTUBERANCIA ANULAR.-La protuberancia anular, llamada también mesocéfalo o puente de Varolio, es esta
eminencia, de color blanco y forma cuadrilátera, intermedia al bulbo, al cerebelo y a los pedúnculos cerebrales. Debe
su nombre a la disposición muy especial de sus fibras superficiales, que al dirigirse de un lado a otro cubren a manera
de puente o de semianillo los fascículos longitudinales del bulbo y de los pedúnculos cerebrales, que constituyen las
partes profundas del órgano.
Dimensiones. — Las dimensiones varían según los individuos y sobre todo según el volumen del cerebelo. Midiendo en
8 individuos (4 hombres y 4 mujeres) los tres principales diámetros de la protuberancia, hemos obtenido los términos
medios siguientes: para el diámetro vertical (altura), 27 milímetros; 38 milímetros. La protuberancia anular ofrece una
forma irregularmente cúbica. Así, pues, consideraremos en ella las seis caras siguientes: cara anterior, cara posterior
cara inferior, cara superior y dos caras laterales.

La protuberancia anular, como demuestran los diferentes cortes de este órgano se compone a la vez, tanto el plano
anterior como en la calota, de sustancia blanca y sustancia gris.

EL CEREBELO. El cerebelo es la porción del encéfalo que ocupa la parte posterior e inferior de la cavidad craneal. Existe
en todos los animales que tienen cerebro y medula; por consiguiente, en las cinco clases de vertebrados; pero su grado
de desarrollo es muy distinto.

Considerado de un modo general y en el conjunto de la serie, el cerebelo, órgano impar y simétrico, se compone
esencialmente de tres partes: una parte media que forma el lóbulo medio; dos partes laterales, que constituyen los
lóbulos laterales o hemisferios cerebelosos. Ahora bien, el lóbulo medio se encuentra en todos los vertebrados, Pero
no sucede lo propio con los hemisferios: éstos no existen en los peces, en los batracios, en los reptiles y en las aves, en
los que el cerebelo está reducido a su parte media. Los hemisferios aparecen por vez primera en los mamíferos
inferiores y gradualmente van adquiriendo importancia a medida que se asciende en la serie.

Situación. -EL cerebelo se halla situado en la parte inferior de la base del cráneo o compartimiento cerebeloso, detrás
de la protuberancia y de los tubérculos cuadrigéminos, encima del bulbo y debajo del cerebro. Una línea casi horizontal,
que continuase el borde superior del arco cigomárico y fuese a parar a la protuberancia occipital externa, indicaría
bastante bien, en la superficie del cráneo, el límite de separación del cerebelo y el cerebro.

Dimensiones.- su diámetro transversal, el más largo de los tres, es de 8 a 10 centímetros; su diámetro anteroposterior,
de 5,5 a 6,5 centímetros; su diámetro vertical, o mejor dicho, su espesor, mide 5 centímetros por término medio.
Peso.-El cerebelo pesa 140 gramos por término medio, o sea la octava parte del peso del cerebro: pero esta cifra es
muy variable según los individuos, las edades v el sexo.

Los pedúnculos cerebrales.-son dos cordones nerviosos blancos, anchos y cortos, de trayecto ligeramente divergente,
que reúnen la protuberancia anular al cerebro. Conformación exterior y relaciones Las dos columnas ligeramente
aplanadas, de aspecto fasciculado que forman los pedúnculos cerebrales, salen hacia atrás y abajo de la cara superior
de la protuberancia. De aquí se dirigen en sentido oblicuo arriba, adelante y afuera, separándose de manera progresiva
uno de otro y ensanchándose ligeramente.

Por último, penetran en el cerebro debajo de los núcleos optoestriados. El límite inferior o posterior está constituido
por el surco protuberancial posterior; el límite anterior o superior se ha señalado por el trayecto de la cintilla óptica
bajo la cual penetra cada pedículo. Al separarse uno de
otro interceptan un espacio angular de 80o
aproximadamente.

Miden en longitud de 15 a 18 milímetros en el lado


interno y 12 a 14 en el externo; su anchura pasa de 12 a
14 milímetros en su origen, a 18 y hasta 20 milímetros en
su terminación; su espesor es de 20 a 22 milímetros. Su
volumen varía en función del que tiene el cerebro.

EL CEREBRO.-Constituye la parte anterior y superior del


encéfalo. De los distintos segmentos que entran en la
constitución del eje cerebromedular, es a la vez el más
voluminoso, más importante y más noble: a él llegan, en
definitiva, todas las impresiones llamadas conscientes
recogidas en la periferia por los nervios sensitivos y
sensoriales, y de él parten todas las incitaciones motoras
voluntarias, transportadas luego a los aparatos musculares por los nervios motores; el cerebro es, finalmente, el punto
donde tienen su asiento las facultades intelectuales, con las cuales tiene relaciones íntimas, que no por ser poco
conocidas dejan de ser indudables. Anatómicamente comprende los hemisferios cerebrales propiamente dichos, con
sus ventrículos laterales, y los tálamos ópticos con el ventrículo medio; es decir, el cerebro medio (diencéfalo) y el
cerebro anterior (telencéfaló).
En el curso de su desarrollo, éste incorpora el cerebro medio de tal manera, que en el adulto no es posible separar en
el estudio uno de otro.

Situación.- El cerebro ocupa casi en su totalidad la caja craneal. Su cara superior está en relación con el casquete óseo,
que se amolda exactamente sobre ella. Su cara inferior corresponde, en su parte anterior, al departamento anterior o
frontal de la base del cráneo; su parte media desciende, con el nombre de asta esfenoidal, al departamento medio;
finalmente, su parte posterior se extiende sobre el doble plano inclinado de la tienda del cerebelo, que se separa de
este último órgano. Un bloque de yeso, moldeado en la cavidad craneal y llenando toda esta cavidad, excepto las fosas
occipitales inferiores y el canal basilar, representa con bastante exactitud el cerebro.

Volumen y peso. - El hombre es, de todos los mamíferos, aquel en el que el cerebro alcanza su mayor grado de
desarrollo, y así se ha podido decir con razón que el volumen considerable del cerebro es uno de los rasgos más
característicos del hombre. El peso medio del cerebro parece ser, según las investigaciones de Sappey , de 1.182
gramos en el hombre y de 1.093 gramos en la mujer. Broca , que en los últimos años de su vida pesó un considerable
número de cerebros, obtuvo cifras algo menores: 1.157 gramos para el cerebro del hombre y 995 gramos para el
cerebro de la mujer. Es probable que tal disparidad en los resultados obtenidos por estos dos anatomistas se explique
por la diferencia en los procedimientos empleados.

La sustancia blanca representa, pues, aproximadamente, los tres quintos de la masa cerebral; La sustancia gris, los dos
quintos solamente. La densidad del cerebro disminuye, como su peso, al pasar de la edad adulta a la edad senil. El
cerebro, como hemos dicho antes, tiene la forma de un ovoide cuyo eje mayor es anteroposterior y con su extremidad
más gruesa dirigida hacia atrás. Su parte posterior, en relación con la bóveda del cráneo, es en todas partes sumamente
convexa: por esta razón ha recibido el nombre de convexidad del cerebro. Su parte inferior, en relación con la base del
cráneo y la tienda del cerebelo, ha recibido el nombre de base: casi plana en su cuarto anterior, es en sus tres cuartos
posteriores muy excavada en sentido transversal ofrece numerosos surcos y es de color gris.

Si imprimimos media vuelta al cerebro para examinar su base hallaremos también los dos hemisferios. Claramente
separados por delante y por detrás por la extremidad anterior y la extremidad posterior de la gran cisura
interhemisférica, están en su parte media íntimamente unidos entre sí por formaciones en parte blancas y en parte
grises, que designaremos con el nombre de partes comisurales de la base o comig o sura hemisférica de la base. La
comisura de la base se confunde, por delante, con la parte anterior del cuerpo calloso. Por detrás y por los lados está,
por el contrario, separada de él por una hendidura en forma de herradura, que se designa con el nombre de hendidura
cerebral de Bichat.

En número de dos, los hemisferios cerebrales se distinguen en derecho e izquierdo. Se les designa también con el
nombre de semicerebro izquierdo y semicerebro derecho, o más sencillamente, con el de cerebro izquierdo y cerebro
derecho. Considerados desde el punto de vista de su conformación exterior, los dos hemisferios cerebrales pueden
compararse a prismas triangulares, cuyos ejes fuesen primero paralelos entre sí y luego paralelos a la línea media.

EL SISTEMA NERVIOSO PERIFÉRICO.

Está constituido por un conjunto de cordones más o menos voluminosos, llamados nervios, destinados a desempeñar
una doble función: transportar a los centros las diversas impresiones recogidas en la periferia, o bien conducir a la
periferia las incitaciones motrices y secretorias elaboradas en los centros. Los nervios se dividen, pues, en dos grandes
categorías: nervios centrípetos, llamados también sensitivos; nervios centrífugos, llamados asimismo motores.

Semejante división, de importancia capital en fisiología, tiene, en anatomía descriptiva, interés muy secundario, puesto
que los nervios motores y los sensitivos presentan idéntico aspecto exterior, y, por otra parte, la mayoría de los
cordones nerviosos que denuda el escalpelo son nervios mixtos, es decir, que, envueltos en una misma vaina
conjuntiva, tienen fibras sensitivas o centrípetas y fibras motoras o centrífugas. Aunque desde un punto de vista
distinto, durante mucho tiempo se han dividido los cordones nerviosos en dos grupos: unos que se desprenden
directamente del neuroeje y van a parar a los órganos de la vida de relación, y otros destinados a las vísceras, que
constituyen un sistema especial, el sistema neurovegetativo.

Los nervios aparecen en forma de cordones cilíndricos, blanquecinos, que conectan con los centros o los ganglios
periféricos las diferentes partes del cuerpo.

Origen. -Algunos nervios, que constituyen el antiguo sistema de la vida de relación, se desprenden del neuroeje a
diferentes alturas. Nacidos en la cavidad craneorraquídea, para llegar a los territorios de su destino han de atravesar
las paredes óseas. Los que nacen del organovegetativo tienen un origen más complejo, que luego estudiaremos.
Cualquiera que sea su origen, los nervios son pares y obedecen en su distribución general a la ley de simetría.
Trayecto y división. — Desde su origen, los nervios irradian hacia los órganos que deben inervar, y en su trayecto, lo
mismo que los vasos, se dividen, antes de dar las ramas terminales, en ramas colaterales cada vez más numerosas. El
ángulo de incidencia de un nervio colateral sobre el tronco generador es generalmente agudo. Desde el punto de vista
topográfico, los nervios se dividen, como los vasos, en superficiales y profundos. Siguen, aún más que las arterias, un
trayecto rectilíneo. Los nervios se componen esencialmente de fibras nerviosas, dispuestas paralelamente entre sí y
sumergidas en tejido conjuntivo.

Nervios craneales y espinales.- Los nervios craneales y espinales


se presentan como cordones de color blanquecino y brillante.
Están formados por el conjunto de muchas fIbras nerviosas, casi
todas revestidas de vaina mielínica.

Todos los nervios craneales y espinales resultan de la unión de


fibras que salen del encéfalo o de la médula espinal. Sin
embargo, mientras que, para los nervios craneales dichas fibras
se unen directamente para formar el nervio, en los nervios
espinales, las fibras se unen primero en dos formaciones
diferentes, la raíz anterior y la raíz posterior. La unión de ambas
raíces, dan origen finalmente el tronco del nervio espinal. El
tronco de todos los nervios espinales tiene una longitud de poco
más de 1 centímetro ya que se divide en una rama anterior o
ventral, más gruesa, y una rama posterior o dorsal, más delgada.

Las ramas posteriores se mantienen siempre separadas e independientes entre sí, mientras que, en las vías anteriores,
además de los nervios intercostales independientes forman los plexos nerviosos

Los nervios con gran frecuencia, acompañan a los vasos sanguíneos que deben alcanzar el mismo territorio formando
los paquetes vasculonerviosos, resultantes del conjunto de un nervio, una arteria y una o varias venas, adosados y
mantenidos unidos por tejido conjuntivo. Al dirigirse hacia la periferia, los nervios emiten ramas en distintas
direcciones. Estas ramas se llaman ramas colaterales, mientras que las ramas en las que termina el nervio para
subdividirse en su terminación, se llaman ramas terminales. Un caso particular está representado por las ramas que
abandonan un nervio para penetrar en otro nervio, estableciendo así anastomosis entre nervios distintos; son las
llamadas ramas anastomóticas.

Las numerosas fibras nerviosas que constituyen un nervio están reunidas, por medio del tejido conjuntivo, en muchas
unidades sucesivas. El conjuntivo que envuelve en superficie la totalidad del nervio se denomina epinervio; de él se
dirigen hacia el interior del nervio innumerables prolongaciones de tejido conjuntivo y pequeños vasos sanguíneos y
linfáticos, destinados a la nutrición de las fibras nerviosas. Inmersos en este conjuntivo laxo, encontramos cierto
número de hacecillos secundarios, grupos, generalmente circulares, de fibras nerviosas, bien delimitado y separado
uno de otro. La envoltura de cada fascículo secundario se llama perinervio. Del perinervio parten tabiques que se
insinúan hacia el interior del fascículo secundario, subdividiéndolo en muchos fascículos de fibras, más pequeños y de
forma variada: los fascículos primarios. Los fascículos primarios, a su vez, están envueltos por el endonervio primarios
se llama endonervio.

Cuando un nervio se bifurca, cede uno o más de los haces secundarios completos incluyendo el perineuro y además el
epinervio del nervio del que se origina. Lo mismo ocurre con los haces primarios e incluso con las propias fibras
nerviosas que al ramificarse van acompañadas de tejido conjuntivo el perineuro y epineuro formando una vaina
llamada vaina de Henle

En el nervio se observan fibras nerviosas de dimensiones muy variadas: las provistas de vaina mielínica oscilan entre
20 y 1 micra de diámetro; las que están desprovistas de dicha vaina no llegan a la micra.

Clasificación de los nervios. Los nervios se clasifican según el tipo de impulsos que transporta:

Nervio sensitivo somático: nervio que recoge impulsos sensitivos relativos a la llamada «vida de relación», es decir, no
referentes a la actividad de las vísceras;

Nervio motor somático: un nervio que transporta impulsos motores a los músculos voluntarios;

Nervio sensitivo visceral: un nervio que recoge la sensibilidad de las vísceras;

Nervio elector visceral: un nervio que transporta a las vísceras impulsos motores, secretores, etc.
Además, los nervios que desarrollan una sola de las cuatro funciones relacionadas más arriba se llaman nervios puros,
mientras que los que son simultáneamente sensitivos somáticos y motores somáticos (o que son también
simultáneamente somáticos y viscerales) se llaman nervios mixtos.

Sin embargo, la nomenclatura de los nervios se ha establecido en función del.territorio en el que se distribuyen: habrá,
así, por ejemplo, nervios musculares y nervios cutáneos. Los nervios musculares penetran en los músculos estriados,
llevando esencialmente fibras motoras. Cada fibra se divide, en el interior del músculo, en muchas ramitas, y cada una
de ellas llega a la placa motriz de una fibra muscular. El conjunto de fibras musculares inervadas por una sola fibra
nerviosa se denomina unidad motora de Sherrington

Por su parte los nervios cutáneos son los que llegan a la piel, recogiendo la sensibilidad de ésta. Cada nervio cutáneo
se distribuye en una cierta zona de piel, llamada dermatoma.El Sistema Nervioso Periférico se compone por todos los
nervios que parten del Sistema Nervioso Central y se van ramificando para llegar a todas las partes del cuerpo. Existen
principalmente dos tipos de nervios: Los craneales y los espinales.

Nervios craneales.- Los nervios craneales, se conectan directamente con el cerebro, son doce pares y pertenecen a los
ojos, oídos, nariz, paladar y lengua. Estos nervios permiten la transmisión instantánea al cerebro de lo que vemos,
oímos, olemos, y saboreamos. Mandan avisos sobre "peligros" a los que nos enfrentamos y esto permite al cerebro
responder inmediatamente y mandar órdenes para actuar y protegernos.

Nervios espinales.- Los 31 pares de nervios espinales salen de la médula espinal hacia la derecha
e izquierda de nuestro cuerpo, forman grandes y organizados equipos de trabajo que realizan
diferentes tareas como hacer funcionar el corazón, los pulmones, la piel y todo el resto del
cuerpo. Los nervios espinales forman además otro sistema, el Nervioso Esquelético encargado
de controlar todos los movimientos musculares voluntarios, es decir los que hacemos cuando
queremos, como caminar, correr, escribir o masticar.

Los nervios craneales y los espinales trabajan coordinadamente para que el cuerpo pueda
reaccionar rápidamente. Por ejemplo los nervios craneales de la vista, oído, olfato, gusto y tacto
mandan algunas señales de peligro y los espinales actúan rápidamente para que reaccionemos
protegiéndonos del peligro.

Los ganglios.-son estructuras que contienen somas de neuronas localizados fuera del sistema
nervioso central, las cuales dan lugar a parte de las fibras que forman los nervios periféricos. Los
somas de las células ganglionares suelen ser muy grandes y están rodeados por las denominadas
células satélites, que son un tipo de glía periférica. Los somas de las células ganglionares más
grandes poseen prolongaciones nerviosas que transmiten información táctil y propioceptiva y son de conducción
rápida (80%), mientras que los somas más pequeños (20% restante) poseen fibras que llevan información
termoalgésica (temperatura y dolor).Hay ganglios periféricos sensitivos y ganglios vegetativos:

En los ganglios sensitivos o aferentes.-no se establece ninguna sinapsis. Están formados por neuronas ganglionares
sensitivas pseudomonopolares con una prolongación bifurcada. Una de las ramas se dirige hacia la periferia,
terminando libremente o contactando con receptores de la piel, la musculatura, las articulaciones o las vísceras del
territorio del que recogen información sensorial. A pesar de que esta prolongación morfológicamente parece un axón
(incluso presenta vaina de mielina), funcionalmente tiene carácter dendrítico. La otra rama se corresponde con el
verdadero axón y penetra en la médula espinal o en el encéfalo. A nivel espinal los ganglios sensitivos están ubicados,
como ya se ha comentado, en las raíces dorsales o posteriores de los nervios raquídeos, mientras que a nivel craneal
se encuentran asociados con los pares craneales V, VII, VIII, IX y X.

Los ganglios vegetativos o eferentes son aquellos que pertenecen al sistema nervioso autónomo. Contienen somas de
las neuronas motoras que inervan los músculos lisos de las vísceras. Son estaciones sinápticas puesto que estas
neuronas motoras están inervadas sinápticamente por neuronas localizadas en la médula espinal (preganglionares).
Los ganglios vegetativos se clasifican en ganglios simpáticos y parasimpáticos. Los ganglios del sistema nervioso
simpático suelen estar localizados en su mayoría formando un cordón paralelo a la columna vertebral, denominado
cordón paravertebral, mientras que los parasimpáticos se sitúan mayoritariamente en las proximidades de los órganos
que inervan, exceptuando los ganglios parasimpáticos de la cabeza y cuello.

Como hemos mencionado, una gran parte de los ganglios simpáticos forman la cadena ganglionar simpática, o
paravertebral, los cuales están conectados por puentes de unión. Esta cadena es paralela a la de los ganglios raquídeos
y los axones de sus células ganglionares pueden entrar en el nervio raquídeo por medio del ramo comunicante gris
(fibras no mielinizadas) y terminar inervando la musculatura lisa de los vasos, las glándulas sudoríparas y seborreicas o
los pelos. Otras fibras de estos ganglios paravertebrales siguen su trayecto directo hacia las vísceras formando los
nervios viscerales. Existen otros ganglios denominados ganglios simpáticos perivasculares, por localizarse en las
proximidades de los grandes vasos.

Los ganglios parasimpáticos están formados por 4 ganglios parasimpáticos cefálicos y por numerosos ganglios que se
encuentran próximos a las vísceras denominados ganglios parasimpáticos yuxtaviscerales o dentro de ellas
denominados ganglios parasimpáticos intramurales o entéricos. Las células ganglionares intramurales no forman un
único ganglio sino que se encuentran dispersas en grupos a lo largo de la víscera.

Diferencia entre el SNC y SNP.- La principal diferencia entre el sistema nervioso periférico y el sistema nervioso central
radica en que el sistema nervioso periférico no está protegido por huesos o por la barrera hematoencefálica, la cual se
ubica entre el SNC y los vasos sanguíneos e impide que muchas sustancias tóxicas salgan.

En general el sistema nervioso periférico coordina, regula e integra nuestros órganos internos por medio de respuestas
involuntarias.

Sistema nervioso periférico que a su vez involucra a


todos los axones aferentes y eferentes del S.N.C y a
las neuronas localizadas por fuera de esas
estructuras centrales. A su vez el S.N.P. puede
dividirse en: Sistema nervioso somático, voluntario,
que inerva exclusivamente al músculo esquelético y
cuyos axones emergen del S.N.C. y siguen sin
interrupción hasta hacer sinapsis en las uniones
neuromusculares y

Sistema nervioso autónomo, involuntario. Que


controla las funciones viscerales del cuerpo. Este se
activa principalmente por centros situados en médula espinal, tallo cerebral e hipotálamo. Del mismo modo, porciones
de la corteza cerebral (corteza límbica) pueden transmitir impulsos a los centros inferiores y, de ésta manera, influir en
el control autónomo.

El S.N.A. es predominantemente un sistema eferente que transmite impulsos desde el S.N.C. hacia órganos periféricos.
Estos efectos incluyen: control de la frecuencia cardíaca y fuerza de contracción, contracción y dilatación de vasos
sanguíneos, contracción y relajación del músculo liso en varios órganos, acomodación visual, tamaño pupilar y
secreción de glándulas exocrinas y endocrinas.

Los nervios autónomos constituyen todas las fibras eferentes que abandonan el S.N.C., excepto aquellas que inervan
el músculo esquelético. Hay algunas fibras autonómicas aferentes (transmiten información desde la periferia al S.N.C.),
las cuales se encargan de mediar la sensación visceral y la regulación de reflejos vasomotores y respiratorios, por ej.
Los barorreceptores y quimiorreceptores del seno carotídeo y arco aórtico los cuales son importantes en el control del
ritmo cardíaco, presión sanguínea y actividad respiratoria. Estas fibras aferentes son transportadas al S.N.C. por nervios
autonómicos principales como el vago, el esplácnico o nervios pélvicos.

A menudo el S.N.A. funciona por medio de reflejos viscerales, es decir, las señales sensoriales que entran en los
ganglios autónomos, la médula espinal, el tallo cerebral o el hipotálamo pueden dar lugar a respuestas reflejas
adecuadas que son devueltas a los órganos para controlar su actividad. Reflejos simples terminan en el órgano
interesado mientras que reflejos más complejos son controlados por centros autonómicos superiores en el S.N.C.,
principalmente el hipotálamo.

El S.N.A. se divide en: sistema nervioso simpático y sistema nervioso parasimpático con bases anatómicas y funcionales
diferentes. Ambos sistemas consisten en fibras preganglionares mielinizadas las cuales hacen conexiones sinápticas
con fibras postganglionares no mielinizadas las cuales inervan a los órganos efectores. Estas sinapsis ocurren
usualmente en lugares denominados ganglios. La mayor parte de los órganos son inervados por fibras provenientes de
ambas divisiones del S.N.A., y la respuesta es usualmente opuesta (por ej. el vago enlentece el corazón mientras los
nervios simpáticos aumentan la frecuencia cardiaca y la contractilidad), aunque ésta puede ser semejante (por ej. en
glándulas salivales).

Anatomía fisiológica del S.N. Simpático .Los nervios simpáticos tienen su origen en la médula espinal, entre los
segmentos D1 y L2, desde donde pasan primero a la cadena simpática y desde ahí a los tejidos y órganos que son
estimulados por ellos. Cada vía simpática desde la médula espinal al tejido estimulado se compone de dos neuronas,
una preganglionar y una posganglionar. El cuerpo celular de cada neurona preganglionar se halla en el asta
intermediolateral de la médula espinal y sus fibras atraviesan la raíz anterior de la médula hasta el correspondiente
nervio raquídeo (Nervio mixto que consta de una raiz anterior motora y una posterior sensitiva). Estas neuronas están
a su vez inervadas por axones descendentes que transcurren entre los fascículos anterolaterales de la médula y que se
originan en hipotálamo, núcleos del bulbo y otros núcleos centrales. Inmediatamente después de que el nervio
raquídeo abandona la columna las fibras simpáticas preganglionares dejan el nervio formando la rama blanca hasta
llegar a uno de los ganglios de la cadena simpática. Desde allí las fibras pueden seguir uno de los tres pasos siguientes:

a) Hacer sinapsis con neuronas posganglionares


en el ganglio en que penetra.

b) Ascender o descender por la cadena


ganglionar paravertebral y establecer sinapsis en
uno de los otros ganglios de la misma. (22 pares
dispuestos a ambos lados de la columna
vertebral)

c) Recorrer una distancia variable por la cadena,


atravesar uno de los nervios simpáticos que
irradian a partir de la misma y terminar en uno de
los ganglios prevertebrales. (ganglio celíaco,
cervical superior e inferior, mesentérico inferior y
aórtico-renal)

El sistema nervioso simpático: Las tres


catecolaminas naturales, noradrenalina, adrenalina y dopamina, se sintetizan a partir del aminoácido tirosina que se
encuentra en cualquier dieta y es captado de la circulación por un proceso de transporte activo hacia el interior axona

Anatomía fisiológica del S.N. Parasimpático

Esta división tiene su origen principal en cerebro medio o mesencéfalo, médula oblongata y la porción sacra de la
médula espinal. Las fibras nerviosas parasimpáticas abandonan el S.N.C. por los nervios craneales III, VII, IX y X y por
los nervios raquídeos S2 y S3 y ocasionalmente por S1 y S4. La mayoría de las fibras nerviosas parasimpáticas se
encuentran en el nervio vago que pasa a la totalidad de las regiones torácica y abdominal del cuerpo. Este nervio
proporciona inervación parasimpática al corazón, pulmones, esófago, estómago, intestino delgado, mitad proximal del
cólon, hígado, vesícula biliar, páncreas y porciones superiores de los uréteres.

El sistema parasimpático, al igual que el simpático, tiene neuronas pre y posganglionares, no obstante, las fibras
preganglionares pasan sin interrupción hasta el órgano que van a controlar en cuya pared se hallan las neuronas
posganglionares en las cuales hacen sinapsis y luego fibras posganglionares cortas salen de las neuronas para
diseminarse por la sustancia del órgano.

El sistema nervioso parasimpático: El neurotransmisor acetilcolina se sintetiza en la terminal axonal y se deposita en


vesículas sinápticas.

Bibliografía
TESTUT, L., & LATARJET, A. (s.f.). Tratado de Anatomía Humana. París: SALVAT EDITORORES S.A.

TORTORA, & DERRICKSON. (2006). Prinicipios de Anatomía y Fisiología. Buenos Aires: Médica Panamericana.

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