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Agujeros Negros de Kerr

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Jefferson Londoño Cardoso


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Agujeros Negros de Kerr

Jefferson Londoño C.1 ,Eduardo Velasquez A.2


Escuela de Fı́sica, Universidad Nacional de Colombia
1 jelondonoca@unal.edu.co
2 edvelasquezal@unal.edu.co

Resumen

En el contexto astrofı́sico es conocido que la mayorı́a de los objetos estelares


rotan, pero no tiene carga eléctrica neta apreciable. El espacio-tiempo que
describe el comportamiento exterior de uno de estos objetos corresponde a
la solución de Kerr, la cual posee únicamente masa y momento angular. Un
agujero negro de Kerr se forma por el colapso gravitacional de una estrella
masiva rotativa, o por el colapso de una colección de estrellas o gas con un
momento angular total distinto de cero. Como la mayorı́a de las estrellas giran,
se espera que la mayor parte de los agujeros en la naturaleza sean agujeros
negros en rotación. En este informe, se presenta un estudio detallado de esta
métrica y las implicaciones de la misma.

1
Índice
1. Introducción 3

2. La Solución de Kerr 4
2.1. Métrica Estacionaria y con Simetrı́a Axial . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
2.2. Métrica de Kerr . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

3. Propiedades de la Solución de Kerr 8


3.1. Vectores de Killing y simetrı́as en el espacio-tiempo de Kerr . . . . . . . . 8
3.2. Singularidades y Horizontes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
3.2.1. Singularidades Esenciales y de Coordenadas . . . . . . . . . . . . . 10
3.2.2. Singularidades del espacio-tiempo de Kerr . . . . . . . . . . . . . . 10
3.2.3. Horizonte de Eventos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
3.2.4. Superficie de lı́mite estacionario: Ergosfera . . . . . . . . . . . . . . 13

2
1. Introducción
Los agujeros negros constituyen la manifestación más extrema de la gravitación en el
universo. El descubrimiento de estos objetos fue posible gracias a la teorı́a de la Rela-
tividad General, la mejor teorı́a clásica sobre campos gravitacionales formulada hasta el
momento. El hallazgo de las ecuaciones de campo de la Relatividad General por Albert
Einstein, el 25 de noviembre de 1915, ha sido uno de los eventos capitales en la historia de
la ciencia y cambió significativamente la concepción hasta entonces aceptada del espacio,
el tiempo, y el cosmos.
La primera solución exacta de las ecuaciones de campo de Einstein fue hallada por
el fı́sico y astrónomo alemán Karl Schwarzschild, director del Observatorio Astrofı́sico
de Postdam. Schwarzschild sirvió voluntariamente en el frente ruso durante la Primera
Guerra Mundial. Fue desde allı́, en enero de 1916, que Schwarzschild le comunicó a Einstein
la obtención de una solución exacta de las ecuaciones de campo, solución que describe la
geometrı́a del espacio-tiempo fuera de una distribución esféricamente simétrica de materia.
[1]
Esta solución fue una motivación para encontrar otro tipo de soluciones, como, por
ejemplo, los potenciales que den cuenta de la geometrı́a en el exterior de una fuente con
simetrı́a esférica y en rotación, sin embargo, se tuvieron que esperar aproximadamente
50 años para encontrar tal solución: El elemento de lı́nea de Kerr. [2] Fue en 1963 donde
el matemático neozelandés Roy P. Kerr anunció el descubrimiento de la solución exacta
de las ecuaciones de campo de Einstein para un objeto rotante de masa M y momento
angular por unidad de masa a. Los importantes resultados de Kerr pasaron prácticamente
desapercibidos para la audiencia. Poco tiempo después, sin embargo, el desarrollo de
técnicas geométricas globales para el estudio de espacio-tiempos deveları́a importantes
propiedades de la solución de Kerr y de los agujeros negros en general. [1]
En la fı́sica actual, el estudio de las propiedades fı́sicas de los agujeros negros ha re-
velado algunos aspectos del comportamiento del campo gravitacional a pequeña escala,
donde los efectos cuánticos son relevantes. En ausencia de una teorı́a cuántica de la gravi-
tación, los agujeros negros se presentan como laboratorios naturales para evaluar y llevar
al lı́mite las teorı́as fı́sicas actuales. [1]

3
2. La Solución de Kerr
La solución de Schwarzschild es de una utilidad teórica enorme debido a su sencillez
y que nos permite introducir numerosos conceptos de fundamental importancia. Sin em-
bargo, no es una solución fı́sicamente realista, ya que los objetos estáticos y esféricamente
simétricos no abundan en nuestro universo. Necesitamos de una métrica más sofisticada
que describa el espacio-tiempo generado por objetos en rotación, mucho más apta para
describir una enorme variedad de sistemas astrofı́sicos. [3]
La solución de Kerr representa la única solución de vacı́o que la Teorı́a General de
la Relatividad provee para describir a un agujero negro rotante estacionario y sin carga
eléctrica. Esta solución es un caso particular de una solución a las ecuaciones de Einstein-
Maxwell: la llamada métrica de Kerr-Newman que describe a un agujero negro rotante y
con carga eléctrica. A pesar de esto, los agujeros de Kerr tienen mayor relevancia astrofı́sica
ya que es de esperar que, por acreción de material, los agujeros negros cargados tiendan
a neutralizarse rápidamente. [4]

2.1. Métrica Estacionaria y con Simetrı́a Axial


Antes de presentar un algoritmo matemático cuya finalidad sea obtener la solución a
las ecuaciones de campo para un objeto en rotación y en el vacı́o, es importante reconocer
de forma general que elemento de lı́nea se espera, dadas ciertas condiciones iniciales.
Ahora, dado que el objeto se encuentra en constante rotación es razonable pensar que la
métrica buscada se caracterice no solo por el parámetro de masa M sino también por su
momentum angular J. [2]
En particular, para la descripción de dicho espacio-tiempo, es conveniente introducir la
coordenada temporaloide t(= x0 ) y el ángulo azimutal φ(= x3 ) para el eje de simetrı́a. El
carácter estacionario y con simetrı́a axial del espacio-tiempo requiere que los coeficientes
de la métrica gµν sean independientes de t y φ. Por lo tanto, los coeficientes dependerán
a lo sumo de r y θ.
Además de la estacionalidad y la simetrı́a axial, también requeriremos que el elemento
de lı́nea sea invariante para la inversión simultánea de las coordenadas t y φ, es decir, las
transformaciones:
t −→ −t y φ −→ −φ
El significado fı́sico de este requerimiento se encuentra ligado directamente a que la
fuente de campo gravitacional se encuentra rotando alrededor de un eje de simetrı́a; en
contraste, cuando se tienen los dieciséis coeficientes del elemento de lı́nea, para garantizar
la invarianza, se deben considerar nulos los coeficientes [5]

g01 = g10 = g02 = g20 = g13 = g31 = g23 = g32 = 0 (2.1)


De esta manera se encuentra, que la métrica toma la forma:

h i
2 2 2 1 2 1 2 2 2

ds = g00 dt + 2g03 dtdφ + g33 dφ + g11 dx + 2g12 dx dx + g22 dx (2.2)

Observamos que, dado que los coeficientes métricos gµν son funciones solo de x1 y x2 , la
expresión entre corchetes en (2.2) se puede considerar como un submanifold 2-dimensional.
Por lo tanto, se puede lograr una reducción adicional en la forma de la métrica utilizando

4
el hecho de que cualquier variedad pseudoriemanniana 2-dimensional es conformacional-
mente plana, es decir, siempre es posible encontrar un sistema de coordenadas en el que
la métrica adopte la forma:

gab = Ω2 (x)ηab
Donde Ω2 (x) es una función arbitraria de las coordenadas y [ηab ] = diag(±1, ±1), los
signos dependen de la signatura de la variedad (Ver Apéndice 11C de [5]). Por lo tanto,
aprovechando este hecho, y escribiendo el resultado para un cuerpo en rotación, podemos
expresar el elemento de lı́nea (2.2) en la forma:
h 2 2 i
ds2 = Adt2 − B (dtdφ − wdt) − C dx1 + dx2 (2.3)

Donde A, B, C y w son funciones arbitrarias de las coordenadas espacialoides x1 y


x2 . Por definición, denotemos las coordenadas x1 y x2 por r y θ respectivamente. Para
nuestra métrica con simetrı́a axial, estas coordenadas no se asocian tan fácilmente con
ningún significado geométrico. Sin embargo, para que puedan ser elegidos más tarde lo
más similar posible a los r y θ de las coordenadas esféricas convencionales, es útil permitir
cierta libertad extra en la métrica al no exigir que los coeficientes métricos g22 y g33 sean
idénticos. Por lo tanto, de ahora en adelante trabajaremos con la métrica:

ds2 = Adt2 − B (dtdφ − wdt) − Cdr2 − Ddθ2 (2.4)


Donde A, B, C, D y w son funciones arbitrarias de las coordenadas espacialoides r y
θ, pero tenemos la libertad de relacionar C y D de tal manera que los significados fı́sicos
de r y θ estén lo más cerca posible al caso de coordenadas esféricas convencionales. Las
funciones (2.4) están relacionados con los coeficientes métricos gµν por: [5]

gtt = A − Bw2 , gtφ = Bw, gφφ = −B, grr = −C, gθθ = −D


y en general se puede mostrar que:

ds2 = gtt dt2 + 2gtφ dtdφ + grr dtr2 + gθθ dθ2 + gφφ dφ2 (2.5)
En donde la tarea a realizar consiste en determinar de forma explı́cita, si es posible, de
los coeficientes métricos relacionados en la ecuación (2.5). Vale recalcar, que debido a la
simetrı́a particular que tiene el sistema, no se puede asociar, inicialmente, a las coordena-
das (r, θ) algún significado geométrico preciso ligado al sistema de coordenadas esférico
convencional. Sin embargo, se denotan de esta manera con la finalidad, que posteriormente
sean lo más cercanas posibles a las coordenadas esféricas usuales.

2.2. Métrica de Kerr


No vamos a incluir la obtención de la solución de Kerr, ya que esto supondrı́a más
de lo que el presente trabajo desea ilustrar, además de ser necesaria la introducción de
un formalismo matemático de gran complejidad. El proceso detallado de obtención de
esta métrica se encuentra en [6]. Nos limitaremos a comentar que, para su obtención,
debido a la presencia de rotación, se ha de imponer estacionariedad y simetrı́a axial, en
contraposición con la estaticidad y simetrı́a esférica de Schwarzschild. Se trata, igual que
esta, de una solución para el vacı́o (Tµν = 0).

5
El enfoque general para encontrar los coeficientes métricos es el utilizado para hallar la
métrica de Schwarzschild. Primero calculamos los coeficientes de la conexión Γµνσ para la
métrica (2.5) y luego usar estos coeficientes para obtener expresiones para los componentes
Rµν del tensor de Ricci en términos de las funciones desconocidas en el elemento de lı́nea.
Dado que estamos nuevamente interesados en la geometrı́a del espacio-tiempo fuera de la
distribución de la materia rotativa, debemos entonces resolver las ecuaciones de campo
de espacio vacı́o:

Rµν = 0
Aunque este proceso es conceptualmente sencillo, es algebraicamente muy complicado,
y el cálculo completo es extremadamente largo. De hecho, se encuentra que las ecuaciones
de Einstein por sı́ solas son insuficientes para determinar todas las funciones desconocidas
de forma única. Esto no deberı́a ser una sorpresa ya que el requisito de la simetrı́a axial
es mucho menos restrictivo que el de la simetrı́a esférica, utilizada en la derivación de la
geometrı́a de Schwarzschild. Aunque prevemos un cuerpo giratorio “compacto”, como una
estrella o un planeta, la forma general de la métrica (2.5) también serı́a válida fuera de un
cuerpo axialmente simétrico “extendido” y giratorio, como una cuerda cósmica giratoria.
Para obtener la métrica de Kerr, debemos imponer algunas condiciones adicionales en la
solución. Resulta que si exigimos que la geometrı́a del espacio-tiempo tienda a la forma
de Minkowski como r → ∞ y que en algún lugar exista un horizonte de eventos convexo
cerrado y suave fuera del cual la geometrı́a no es singular, entonces la solución es única. [7]

A efectos de visualizar algunas caracterı́sticas de la estructura del espacio-tiempo,


resultan muy útiles las coordenadas de Boyer-Lindquist para (t, r, θ, φ), en las que el
elemento de lı́nea para la métrica de Kerr se vuelve:

4aM r sin2 θ ρ2 2
 
2 2M r
ds = 1 − 2 dt2 + dtdφ − dr − ρ2 dθ2
ρ ρ2 ∆
(2.6)
2a2 M r sin2 θ
 
2 2
− r +a + sin2 θdφ2
ρ2

donde

ρ2 = r2 + a2 cos2 θ (2.7)

∆ = r2 − 2M r + a2 (2.8)
En ella, M y a son constantes de integración que caracterizan nuestro sistema, cuyo
significado fı́sico es fácilmente deducible si estudiamos el comportamiento asintótico con
J
r grande. La constante a es llamada parámetro de Kerr y se define como a = M y
es su momento angular por unidad de masa. La métrica de Kerr tiene las siguientes
caracterı́sticas:

1. Es Estacionaria. La métrica no depende explı́citamente del tiempo (No depende


explı́citamente de la coordenada t).

2. Tiene Simetrı́a Axial. La métrica no depende explı́citamente de la coordenada φ.

6
3. La métrica no es Estática. No es invariante ante transformaciones de reversión
temporal t → −t.

4. La métrica es invariante ante transformaciones simultáneas de reversión en el tiempo


t → −t y reversión en la coordenada angular φ → −φ.

5. En el lı́mite r → ∞, la métrica de Kerr se reduce a la métrica de Minkowski en


coordenadas polares. (el espacio-tiempo de Kerr es asintóticamente plano).

6. En el lı́mite a → 0 y con (M 6= 0), la métrica de Kerr se reduce a la métrica de


Schwarzschild.

3. Propiedades de la Solución de Kerr


Para dar un acercamiento al sistema fı́sico considerado, se describirán algunos aspectos
encontrados en la solución de Kerr a la luz de las métricas ya conocidas como la de
Minkowski y la de Schwarzschild; por lo tanto, en este apartado se dispone a listar algunas
de las propiedades más notables de dicha solución.

3.1. Vectores de Killing y simetrı́as en el espacio-tiempo de Kerr


Los vectores de Killing son una herramienta de gran utilidad en el análisis de las
simetrı́as y la estructura causal de los agujeros negros. Se definen como aquellos vectores
en cuya dirección la derivada de Lie del tensor métrico se anula. La derivada de Lie del
tensor gµν en la dirección del vector k µ se define como:

Lk gµν = k ρ ∂ρ gµν + gρν ∂µ k ρ + gµρ ∂ν k ρ (3.1)


De modo que para que un vector de Killing se cumplirá Lk gµν = 0 y se puede demostrar
que esta condición es equivalente a la ecuación de Killing:

5ρ kν + 5ν kρ = 0 (3.2)
donde 5 denota la derivada covariante.
Los vectores de Killing son pues la forma generalizada de estudiar las simetrı́as de
la métrica y, gracias al teorema de Noether, sabemos que toda simetrı́a continua tiene
asociada una cantidad conservada. De este modo, los vectores de Killing nos permiten
conocer simultáneamente las simetrı́as del espacio-tiempo y las constantes de movimiento
asociadas a esas simetrı́as. [9]
Podemos fijarnos en la forma de la métrica de Kerr en coordenadas de Boyer-Lindquist
para estudiar a simple vista sus simetrı́as. En primer lugar, podemos apreciar la no depen-
dencia de la métrica con las coordenadas t y φ. Efectivamente, existen simetrı́as continuas
asociadas a la invariancia bajo traslaciones temporales y bajo rotaciones, cuyos vectores
de Killing asociados toman una forma muy sencilla en este sistema de coordenadas:

k µ = δtµ = (1, 0, 0, 0)
(3.3)
lµ = δφµ = (0, 0, 0, 1)

Sin embargo, en este caso no existen más vectores de Killing escondidos, poco evi-
dentes por la elección de coordenadas: las simetrı́as mencionadas son las únicas simetrı́as

7
continuas presentes en el agujero negro de Kerr. A diferencia del caso de Schwarzschild,
no hay invariancia bajo rotaciones alrededor de ningún otro eje. Tal y como comentamos,
la métrica posee simetrı́a axial y no esférica: existe un eje privilegiado, el eje de rotación
del agujero negro.

Las cantidades conservadas asociadas a los vectores (3.3) son (recordar que ẋµ =
(ṫ, ṙ, θ̇, φ̇)): [10]

2aM r sin2 θ
   
µ µ 2M r
k ẋ = 1 − 2 ṫ + 2 φ̇ = E
r + a2 cos2 θ r + a2 cos2 θ
(3.4)
2aM r sin2 θ 2aM r sin2 θ
   
µ µ 2 2
l ẋ = 2 2 2
ṫ − r + a + 2 2 2
sin2 (θ)φ̇ = −Lz
r + a cos θ r + a cos θ

Sı́ ẋ es la trayectoria de una partı́cula, podemos asociar E a su energı́a medida en el


infinito y Lz a su momento angular alrededor del eje de rotación del agujero negro, ambos
normalizados a la masa de la partı́cula.

Observadores estacionarios y estáticos Los vectores de Killing nos permiten ademas


definir de forma muy general los sistemas estacionarios dentro de una metrica dada:
un sistema estacionario es todo aquel que se mueve siguiendo una trayectoria siempre
tangente a un campo vectorial de Killing cualquiera. Este tipo de observador se mueve,
pero no observa cambios en el espacio-tiempo de su vecindad. En el caso de Schwarzschild,
debido a la simetrı́a esférica, siempre podrı́amos suponer que el plano de movimiento de un
observador estacionario es paralelo al plano ecuatorial, de modo que el vector trayectoria
mas general de dicho observador serı́a:
1 µ
uµestacionario =
(k + Ωlµ ) (3.5)
N
donde Ω es una constante correspondiente con la velocidad angular de dicho observa-
dor medida por otro que se encuentra en el infinito y N es una constante de normalización.
Esta forma del vector tangente quiere decir que un observador estacionario en dicho es-
pacio sigue trayectorias circulares concentricas con el centro del agujero negro.

Ademas, partiendo de esta definición de observador estacionario, podemos expresar


un concepto mas en función de los vectores de Killing: el de observador estático. Un
observador estacionario es estático respecto a otro observador estacionario si ambos siguen
una trayectoria dada por el mismo campo de Killing. A lo largo del presente trabajo nos
van a interesar especialmente los observadores asintoticos inerciales (aquellos con r → ∞.
Puesto que k µ es el único vector de Killing que tiende a volverse un vector temporal
de norma unidad en el infinito (es decir, un vector que puede representar la trayectoria
de una partı́cula con masa, con norma positiva k µ kµ > 0), podemos afirmar que dichos
observadores asintoticos siguen una trayectoria dada por este vector, y por tanto cualquier
sistema estático respecto a ellos también lo seguirá.

uµestatico = k µ (3.6)
Es decir, el caso Ω = 0 de la ecuación (3.5). Es por tanto, como cabrı́a esperar intui-
tivamente, la trayectoria de un observador completamente quieto, cuyas coordenadas r, θ

8
y φ no varı́an con el tiempo, xµ = (t, r0 , θ0 , φ0 ). Consideraremos por tanto como estatico
(respecto al observador en el infinito) a cualquier observador cuya trayectoria venga dada
por (3.6). [13]

Superficie de lı́mite Estacionario La superficie de limite estacionario es la superficie


a partir de la cual ningún observador puede permanecer estático respecto a un sistema de
referencia inercial, de modo que al atravesarla el vector de Killing que asociamos a este
observador estático deja de ser de tipo temporal (es decir, con norma positiva, requisito
indispensable para el vector trayectoria de cualquier partı́cula con masa).

En el caso de Schwarzschild, donde hemos dicho que la estaticidad viene dada por el
vector (3.5), tendrı́amos lo siguiente sobre la superficie de lı́mite estacionario:

u2estatico = k µ kµ = 0
lo que nos lleva a la condición
 
2M
gtt = 0 → 1− =0 (3.7)
rLE
Se tiene finalmente que la superficie de lı́mite estacionario es una superficie esférica
de radio rLE = 2M . Tenemos por tanto que, si bien tienen definiciones y propiedades
distintas, la superficie de lı́mite estacionario y el horizonte de sucesos coinciden en el caso
del agujero negro de Schwarzschild, donde están constituidas por una esfera de radio 2M .
Veremos en próximas secciones como ambas son superficies completamente distinguibles
y separadas en el caso del agujero negro de Kerr, y la región entre ambas poseerá una
serie de caracterı́sticas muy interesantes.

3.2. Singularidades y Horizontes


Finalmente en esta sección se presentan algunos argumentos importantes respecto a
la singularidades y horizontes encontrados en la geometrı́a de Kerr.

3.2.1. Singularidades Esenciales y de Coordenadas


Las singularidades que son independientes del sistema de coordenadas escogido y que
siempre aparecen en la métrica (y por lo tanto son realidades fı́sicas) se conocen como
singularidades esenciales (o fı́sicas). Puesto que es imposible conocer la forma de la
métrica en los infinitos sistemas de coordenadas generalizadas posibles, se puede afirmar
que una singularidad es de este tipo si aparece en uno de los invariantes de curvatura,
cantidades relacionadas con los tensores de curvatura y que por su carácter escalar son
invariantes bajo cambios de coordenadas. El invariante de Kretschmann Rµνρσ Rµνρσ , don-
de Rµνρσ es el tensor de curvatura Riemman, es uno de estos invariantes.

Por otro lado, las singularidades que dependen del sistema de coordenadas reciben el
nombre de singularidades de coordenadas. Para afirmar que una singularidad perte-
nece a esta categorı́a simplemente tenemos que encontrar un sistema de coordenadas en
el que la singularidad desaparezca de la métrica.

9
3.2.2. Singularidades del espacio-tiempo de Kerr
Realizando una inspección a la métrica de Kerr en coordenadas de Boyer-Linquist,
se pueden apreciar numerosas singularidades. Para saber cuales de estas con esenciales,
calculamos invariante de Kretschmann:

48M 2 (r2 − a2 cos2 θ)  2


Rµνρσ Rµνρσ = r + a2 cos2 θ − 16r2 a2 cos2 θ
 
6 (3.8)
(r2 + a2 cos2 θ)
Se puede ver claramente que la métrica de Kerr tiene una singularidad esencial en
ρ = r2 + a2 cos2 θ = 0, es decir, cuando r = 0 y θ = π2 . Por otra parte la métrica tiene
2

una singularidad coordenada (véase (2.6)) que corresponde a los horizontes de eventos,
esto es cuando ∆2 = r2 − 2M r + a2 = 0.

Pese a que las singularidades de coordenadas no representan ninguna singularidad


fı́sica real, estás si se pueden interpretar y tienen algún significado fı́sico. Tomando en
cuenta la métrica de Schwarzschild [11], vemos que está tiene una singularidad esencial
para r = 0, pero también posee una singularidad de coordenadas para r = 2M , en dicho
coso, esta es interpretada como el horizonte de eventos (o de sucesos), es la superficie de
no retorno del agujero negro.

Coordenadas de Kerr-Schild Para estudiar el comportamiento de la singularidad


esencial realizamos el cambio a las de coordenadas de Kerr-Schild, las cuales son cierto
tipo de coordenadas cartesianas (t, x, y, z):

√   a 
x= r2 + a2 sin θ cos φ + tan−1
√   ar
y = r2 + a2 sin θ sin φ + tan −1 (3.9)
r
z = r cos θ

nombrando α = tan−1 ar y reconociendo, por medio de álgebra sencilla sobre α, que




r2 sin2 α = a2 cos2 α, se expanden las coordenadas de Kerr-Schild, de tal manera que:

x = r sin θ cos φ − a sin θ sin φ


y = r sin θ sin φ + a sin θ cos φ (3.10)
z = r cos θ

Singularidad: Anillo Para determinar la “forma” de la singularidad esencial se toman


las relaciones de transformación encontradas en las ecuaciones (3.7), de tal manera que,
calculando (ver [12]):

x2 + y 2 = sin2 (θ) r2 + a2


z 2 = r2 cos2 θ = r2 − r2 sin2 θ → r2 sin2 θ = r2 − z 2


combinando estas últimas dos ecuaciones,

r 2 x 2 + y 2 = r 4 − r 2 z 2 + r 2 a2 − z 2 a2


10
y tomando valores de r constantes, no nulos,

x2 y 2 a2 z 2 a2
 
+ + 1 + = 1 +
r2 r2 r2 r2 r2
esta ecuación representa elipsoides con focos x = ±a bajo la condicion que r = 0. Si
se toma z = 0,

x 2 + y 2 = r 2 + a2
nuevamente bajo la condición r = 0, los elipsoides se deforman y forman un disco,

x 2 + y 2 = a2 (3.11)
Regresando a que la condición para que se de una singularidad esencial es ρ2 = r2 +
a cos2 θ = 0, es decir, cuando r = 0 y θ = π2 . Para las condiciones en los que se da esta
2

singularidad se obtiene un anillo de radio a ubicado en el plano z = 0 (θ = π/2)

3.2.3. Horizonte de Eventos


Este término se refiere a una hipersuperficie frontera del espacio-tiempo, tal que los
eventos a un lado de ella no pueden afectar a un observador situado al otro lado. Fuera
de ella, cualquier partı́cula emitida en la dirección apropiada puede escapar al infinito.
En su interior, ni siquiera partı́culas sin masa (fotones) pueden escapar, y cualquier fotón
emitido justo sobre esta superficie se mantendrá en movimiento estacionario sobre ella.
Se tiene por tanto que cualquier observador que viaje mas allá del horizonte de sucesos
perderá completamente su capacidad de influir al exterior, se habrá roto el contacto causal.

Se define, pues, como la superficie a partir de la cual ningún observador puede ser
estacionario y esta destinado a caer en la singularidad, por lo que si nos atenemos a
nuestra definición de estacionariedad en función de los vectores de Killing, tenemos que el
horizonte de sucesos es la superficie a partir de la cual ningún campo de Killing es de tipo
temporal, a partir de la cual ningún campo de Killing puede representar la trayectoria de
una partı́cula.
Dada la definición antes dada de los vectores de Killing, tenemos que sobre el horizonte
de sucesos se cumple (véase [13] y [15]):
1
u2estacionario = (k µ + Ωlµ ) (k µ + Ωlµ ) = 0
N2
lo que nos lleva a la condición siguiente, teniendo en cuenta que uµ uµ = uµ gµν uµ :

gtt + 2Ωgtφ + Ω2 gφφ = 0


resolver esta ecuación de segundo grado nos lleva a,
s 2
gtφ gtφ gtt
Ω± = − ± − (3.12)
gφφ gφφ gφφ
Podemos entonces encontrar el horizonte de sucesos buscando la condición que hace
que no haya ningún valor posible para esta velocidad angular: tenemos que buscar la
superficie sobre la cual el radicando de (3.12) se anula. Esto nos lleva a la siguiente
condición:

11
2
gtφ − gtt gφφ = 0 (3.13)
Sustituyendo los correspondientes elementos de la métrica (2.6) y expresando la con-
dición obtenida de una forma un poco mas amigable, llegamos a que (3.13) es equivalente
a:
2
r2 − 2M r + a2 r2 + a2 cos2 θ

=0
El segundo factor se anula únicamente en la singularidad, por lo que no nos preocu-
paremos mas por el. El primer factor es una ecuación de segundo grado en r que sı́ nos
da soluciones no triviales (∆ = 0, que representa una singularidad de coordenadas):

r± = M ± M 2 − a2 (3.14)
Este es un resultado sorprendente: la métrica de Kerr posee dos horizontes de sucesos
en lugar de uno. Ambos tienen forma elipsoidal y nos referiremos a ellos a partir de ahora
como horizonte exterior (correspondiente a r+ ) y horizonte interior (correspondiente a
r− ). De (3.14), podemos ver que existen diferentes soluciones dependiendo de la relación
entre a y M :

Caso subextremal: a < M . Existen dos horizontes de sucesos bien diferenciados.


Para r− < r < r+ , no existe ningún vector de Killing de tipo temporal y por lo tanto
es imposible llevar una trayectoria estacionaria: cualquier partı́cula que atraviese
el primer horizonte se vera obligada a avanzar inexorablemente hasta alcanzar el
segundo horizonte, momento en el cual la estacionariedad vuelve a ser posible.

Caso extremal: a = M . La ecuación (3.14) tiene una raı́z doble en r = M. Este


caso es un lı́mite teórico poco realista. Ambos horizontes quedarı́an superpuestos,
de modo que es imposible para un sistema con masa permanecer estacionario sobre
la superficie, pero es perfectamente posible a cualquier lado de esta.

Caso sobreextremal: a > M . No existen soluciones reales para r± , de modo que no


hay horizonte de sucesos y la singularidad queda desnuda. Los espacios con singula-
ridades desnudas son altamente patológicos, debido a que la singularidad es capaz
de influenciar causalmente y de forma incontrolada a cualquier punto del espacio-
tiempo. En 1969 Roger Penrose propuso una solución a este problema enunciando
la conocida como Conjetura de la censura Cosmológica (no demostrada), que afir-
ma que es imposible que en condiciones normales se forme una singularidad sin un
horizonte que la recubra. [14]

3.2.4. Superficie de lı́mite estacionario: Ergosfera


La zona que delimita la frontera de la ergoesfera se llama lı́mite estático. La ergoesfera
delimita una zona en la que los observadores no pueden permanecer estáticos: sus siste-
mas de referencia son irremisiblemente arrastrados por la rotación del espacio-tiempo. Sin
embargo, esta zona es intermedia entre el exterior y el horizonte de sucesos, por lo que
los observadores pueden permanecer o salir de esta zona, sin caer necesariamente hacia la
singularidad.

12
Arrastre de sistemas inerciales Este efecto de la curvatura, conocido en ingles como
frame dragging, tiene que ver con el arrastre rotatorio que sufren los sistemas que se
aproximan al agujero negro de Kerr, incluso si tienen momento angular nulo. Este efecto
no existe en Schwarzschild ya que, como veremos, se debe al termino cruzado gtφ de la
métrica en coordenadas Boyer-Lindquist.
Para un sistema de referencia inercial en el infinito, la velocidad angular de una partı́cu-
la cualquiera viene dada por:

dφ φ̇
Ω= = (3.15)
dt ṫ
Supongamos ahora que tenemos una partı́cula con momento angular nulo alrededor
del eje de rotación del agujero negro, Lz = 0. Por (3.4), esto implica que gtφ ṫ + gφφ φ̇ = 0.
Sabiendo esto, y sustituyendo en la expresión (3.15), tenemos que, para sistemas con
momento angular nulo: [15]
gtφ
Ω0 = − (3.16)
gφφ
Esta expresion no se anula en general, salvo para θ = 0, π, r = 0 y r → ∞. Tenemos
por lo tanto que partı́culas con momento angular nulo son arrastradas por el giro (twist)
del espacio-tiempo alrededor de la singularidad. Puesto que gtφ y gφφ dependen de r y θ,
la fuerza de arrastre dependerá de la posición del sistema. En particular, para el plano
ecuatorial θ = π/2:
2M a
Ω0,equ =
r3
+ a2 r + 2M a2
Una partı́cula lanzada desde el infinito con velocidad únicamente radial comenzar a
a ser arrastrada por el espacio-tiempo y terminara girando en la misma dirección que el
propio agujero negro.
Si analizamos la ecuación (3.12), vemos que los valores de Ω± nos dan una cota superior
e inferior a los posibles valores de la velocidad angular de un observador estacionario en
cada punto del espacio, y pueden ser tanto positivos como negativos. El punto medio entre
ellos es el valor que acabamos de hallar Ω0 .

Ergosfera El efecto de frame-dragging nos sugiere que, a partir de cierto punto, la fuerza
de arrastre sera tal que no habrá ningún sistema capaz de mantenerse estático respecto
a un observador lejano y se vera obligado a acompañar al agujero negro en su giro. Esto
supone, por supuesto, que en ese punto se encuentra la superficie de lı́mite estacionario.
De (3.7), se tiene que:
2M r
gtt = 0 = 1 − (3.17)
r2
+ a2 cos2 θ
Esta condición nos lleva a una ecuación de segundo grado que tiene por tanto dos
soluciones para r:

rS± = M ± M 2 − a2 cos2 θ (3.18)
Tenemos por tanto, que para rS− < r < rS+ , ningún sistema puede permanecer estáti-
co respecto a un observador inercial en el infinito, pero si es posible para 0 < rS− ≤
r− < r+ < rS+ . Llamaremos a las superficies definidas por rS± ergosuperficies, y a

13
la región entre la ergosuperficie exterior y el primer horizonte de sucesos, ergosfera o
ergorregion. Esta nomenclatura cambia dependiendo del autor y no existen términos
globalmente aceptados.

Figura 1: Estructura del agujero negro de Kerr. [16]

Las hipersuperficies definidas por rS± vistas desde el conjunto de coordenadas carte-
sianas dan cuenta de un par de elipsoides axialmente simétricos con las siguientes carac-
terı́sticas,

1. Para rS− = M − M 2 − a2 cos2 θ

Con θ = π/2, es decir, el plano ecuatorial. Se tiene que rS− = 0, lo cual


evidencia que la hipersuperficie coincide con el anillo de singularidad.
rS− está completamente contenida en el horizonte de eventos interior r− .

Con θ = 0, se encuentra que rS− = M − M 2 − a2 = r− , lo cual indica que
esta hipersuperficies comparten el mismo punto en sus polos.

2. rS+ = M + M 2 − a2 cos2 θ

Con θ = π/2, se tiene matemáticamente que rS+ = 2M , lo cual evidencia que


la hipersuperficie tiene una distancia al anillo de singularidad dada por esta
cantidad.
rS+ encierra completamente al horizonte de eventos exterior r+ .

Con θ = 0, se encuentra que rS+ = M + M 2 − a2 = r+ , lo cual indica que
estas dos hipersuperficies comparten el mismo punto en sus polos.

3. La región que se obtiene entre r+ , el horizonte de eventos, y rS+ , superficie lı́mite


estacionaria, es llamada ergosfera.

14
Referencias
[1] Pérez, D. (2016). Agujeros Negros Astrofı́sicos. Facultad de Ciencias Astronómicas
y Geofı́sicas, Universidad Nacional de La Plata. Argentina. Págs. 1-8.
[2] Fonseca, D. (2016). Horizontes de eventos del espacio-tiempo de Kerr. Facultad
de Ciencias, Departamento de Fı́sica, Universidad Nacional de Colombia . Colombia,
Bogotá D.C. Págs. 1,16-17.
[3] Guerreo, J. (2017). El agujero negro de Kerr. Departamento de Fı́sica Teórica y
del Cosmos, Universidad de Granada. España, Granada. Pág. 11.
[4] Ranea, I. (2009). Perturbaciones Gravitacionales a la Métrica de Kerr. Facultad de
Ciencias Astronómicas y Geofı́sicas, Universidad Nacional de La Plata. Argentina.
Pág. 13.
[5] Hobson, M. P., Efstathiou, G. P. y Lasenby, A. N. (2006). General Relativity:
An Introduction for Physicists. Cambridge University Press. Págs. 310-312.
[6] Chandrasekhar, S. (1983). The Mathematical Theory of Black Holes. Oxford Uni-
versity Press. Págs. 273-292.
[7] Hobson, M. P., Efstathiou, G. P. y Lasenby, A. N. (2006). General Relativity:
An Introduction for Physicists. Cambridge University Press. Págs. 317-315.
[8] Visser, M. (2009). The Kerr spacetime: A brief introduction. School of Mathematics,
Statistics, and Computer Science, Victoria University of Wellington. New Zealand,
Wellington.
[9] Guerreo, J. (2017). El agujero negro de Kerr. Departamento de Fı́sica Teórica y
del Cosmos, Universidad de Granada. España, Granada. Pág. 6-7.
[10] Wald, R. M. (1984). General Relativity. The University of Chicago Press. Págs.
319-321.
[11] Carrol, S. M. (2004). Spacetime and geometry: An introduction to general relati-
vity. Pearson New International Edition. Págs. 193-194.
[12] Fonseca, D. (2016). Horizontes de eventos del espacio-tiempo de Kerr. Facultad
de Ciencias, Departamento de Fı́sica, Universidad Nacional de Colombia. Colombia,
Bogotá D.C. Apéndice H.9, Pág. 81.
[13] Guerreo, J. (2017). El agujero negro de Kerr. Departamento de Fı́sica Teórica y
del Cosmos, Universidad de Granada. España, Granada. Págs. 8-9.
[14] Guerreo, J. (2017). El agujero negro de Kerr. Departamento de Fı́sica Teórica y
del Cosmos, Universidad de Granada. España, Granada. Págs. 16-17.
[15] Fonseca, D. (2016). Horizontes de eventos del espacio-tiempo de Kerr. Facultad
de Ciencias, Departamento de Fı́sica, Universidad Nacional de Colombia. Colombia,
Bogotá D.C. Apéndice H.10, Págs. 73-76.
[16] Hobson, M. P., Efstathiou, G. P. y Lasenby, A. N. (2006). General Relativity:
An Introduction for Physicists. Cambridge University Press. Figure 13.3, Pág. 325.

15
[17] Hartle, J. B. (2003). Gravity: An introduction to Einstein’s General Relativity.
Editorial Addison Wesley.

[18] O’Neil, B. (1995). The Geometry of Kerr Black HoleS. Editorial A K Peters.

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