Por Marcelo E.
Martins
Ingeniero de Lubricación Senior
marcelo.e.martins@exxonmobil.com
Consultas al 0800-8888088
La lubricación es una ciencia del comportamiento
(tiene que ver más con la psicología que con la ingeniería)
Hace poco tuve la oportunidad de leer un artículo en una
publicación del rubro, con el que no pude estar más de
acuerdo. El título era algo así como "La tribología es una
ciencia del comportamiento", y su argumentación posterior
era bastante ingeniosa.
No es mi intención comentar ese artículo (cualquiera puede
leerlo) sino más bien repasar por qué estoy convencido de
lo mismo.
Si bien me he recibido de ingeniero, como muchos de mis
lectores, rara vez he utilizado cálculos complejos para resol-
ver problemas prácticos de lubricación.
Esto tiene mucho que ver con la función
que desempeño, en la que me dedico a
cuestiones prácticas en lugar de diseño
de maquinarias y componentes. Un inge-
niero o técnico de mantenimiento segura-
mente coincidirá conmigo en que también
rara vez utiliza cálculos complejos en sus
tareas cotidianas.
Sin embargo, en más de una oportunidad
me he topado con gerentes o jefes de
mantenimiento que quieren sacarle prove-
cho a su título de ingeniero y tratan de solucionar problemas
en apariencia mecánicos o fallas de equipos recurriendo a
razonamientos complejos que involucran técnicas de análi-
sis sofisticadas sólo al alcance de unos pocos estudiosos.
Lamento desilusionar a quines quieren sacarle lustre a su
título universitario, pero mi experiencia me dice que más del
90% de las fallas de lubricación están asociadas con:
• Selección del lubricante incorrecto
• Contaminación del lubricante
• Degradación del lubricante
• Niveles de lubricante incorrectos
• Falta de lubricante
• Prácticas inadecuadas o no estandarizadas
El rasgo común a todas estas causas de falla es que son
todas evitables por medio de acciones prácticas que necesi-
tan un poco de conocimiento de ingeniería y mucho conoci-
miento de sentido común (que, como decía mi abuela, es el
menos común de los sentidos).
Errores comunes como seleccionar el aceite más barato
para determinada aplicación asumiendo que todos los acei-
tes son iguales, permitir el ingreso de polvo ambiental al no
instalar filtros en los venteos, favorecer la degradación del
lubricante al extender los períodos de cambio o mantener
inadecuadamente los sistemas de refrigeración, mantener
niveles de lubricante demasiado elevados (más usual) o
Consejo de la semana
demasiado bajos o permitir que cada empleado encargado de
la lubricación use su propio criterio en lugar de uno común a
todos, constituyen algunas de las principales causas de fallas
de lubricación en la industria.
El análisis de cualquiera de estas causas de falla no provoca
el mismo estímulo mental que un problema de ingeniería que
involucra cálculos avanzados. Sin embargo, es mucho más
usual que un jefe de mantenimiento se enfrente a estas cau-
sas de falla que a las más "sofisticadas".
Lamentablemente en la universidad no nos enseñaron a diag-
nosticar y enfrentar este tipo de situaciones, por lo que en re-
iteradas ocasiones fallamos al proponer soluciones.
Como ya expresé en el "Consejo de la
semana # 17- Administrando un pro-
grama de lubricación", los elementos
infaltables para prevenir los proble-
mas de lubricación son:
Liderazgo: El personal debe tener
bien claro que la lubricación es una
prioridad para la gerencia, de lo con-
trario todos los esfuerzos serán en
vano.
Procedimientos operativos están-
dar: Una vez definidas las mejores prácticas, debe haber con-
sistencia en su aplicación. La lubricación es demasiado impor-
tante como para dejarla librada al criterio de cada persona.
Trabajo en equipo y comunicación: Si existe la puja típica
entre mantenimiento y operaciones, u otra similar con compras
o planeamiento, el programa fracasará. Aquí cobra nueva im-
portancia el líder del programa.
Sistemas de programación, planeamiento y rastreo de la
lubricación: Hoy en día la cantidad de datos que necesita y
genera un programa de lubricación es sólo manejable con un
sistema computarizado de seguimiento. Pero como este sis-
tema lo manejan las personas, es fundamental que día a día lo
llenen de información valiosa.
Entrenamiento: Las mejores prácticas deben aprenderse y
mejorarse día a día.
Métricas: Es necesario fijar estándares de medición del des-
empeño, y seguirlos periódicamente. El personal debe cono-
cerlos y saber que se le medirá en base a ellos, lo cual genera
compromiso.
Auditorías: Un programa de lubricación "excelente" sólo lo es
en comparación con otro. Es necesario compararse continua-
mente, generando una cultura de excelencia en el personal.
Habrán notado que los elementos que mencioné tienen que
ver más con la administración del comportamiento de las per-
sonas que con ingeniería mecánica avanzada. Por eso es que
seguiré sosteniendo que la lubricación es más una ciencia del
comportamiento que otra cosa.