You are on page 1of 4

Alteraciones hematológicas en el

embarazo
Durante el embarazo se producen alteraciones en el sistema
hematológico de la mujer. Su finalidad es preparar al organismo para la
demanda creciente por parte del embrión.

Modificaciones del volumen hemático

La pérdida aguda de sangre causa cambios dramáticos en el volumen


hemático materno tanto en el parto vaginal como en la operación
cesárea. Si la pérdida hemática en el parto vaginal es medida en forma
meticulosa es de más de 500 ml en los embarazos únicos y casi 1000
ml en los gemelos. La operación cesárea se asocia con una pérdida
hemática de alrededor de 1000 ml.

En la mujer embarazada normal al término, la hipervolemia modifica


considerablemente la respuesta a la pérdida hemática. El volumen
sanguíneo cae siguiendo a la pérdida aguda del parto pero permanece
relativamente estable a menos que dicha pérdida exceda al 25% del
volumen preparto. No hay aumento compensatorio en el volumen
hemático ocurriendo una caída gradual en el volumen plasmático,
debido primordialmente a la diuresis. La masa celular roja aumentada
durante el embarazo que no se ha perdido en el momento del parto se
reduce lentamente a medida que las células rojas llegan al fin de su
vida media. El resultado general es que el hematócrito aumenta
gradualmente y que el volumen hemático regresa a los niveles
pregestacionales.

En los primeros días postparto existen fluctuaciones en el volumen


plasmático y el hematócrito debido a respuestas individuales a la
deshidratación, hipervolemia del embarazo y la rapidez de la pérdida
hemática. La pérdida hemática promedio que puede ser tolerada sin
causar una caída significativa de la concentración de hemoglobina es
de aproximadamente 1000 ml pero esto depende del aumento normal
del volumen hemático previo al parto. Casi toda la pérdida hemática
ocurre dentro de las primeras horas posteriores al parto, en
circunstancias normales. En las siguientes 72 horas sólo se pierden por
vía vaginal 80 ml. Las pacientes con atonía uterina, episiotomía
extendida o laceraciones tendrán por supuesto una pérdida mucho
mayor. Si el hematócrito o la concentración de hemoglobina al quinto o
séptimo día postparto está significativamente más bajo que antes del
parto, existió una pérdida hemática patológica en el momento del
mismo, o hubo un pobre incremento del volumen hemático durante el
embarazo o ambos.

Los beneficios de la hipervolemia del embarazo pueden verse en


la tabla 1:

Tabla 1 - Beneficios de la hipervolemia en el embarazo

Leucocitos

El recuento leucocitario en la mujer varía considerablemente a lo largo


de la gestación. Suele oscilar entre 5.000 y 12.000 mm3. Durante el
parto y a principios del puerperio puede elevarse a 25.000 o más, sin
embargo, el incremento medio es de 14.000 a 16.000 mm3. La causa
de este aumento es desconocida, pero esto mismo ocurre luego del
ejercicio extenuante.

Otra característica del embarazo es la neutrofilia, que consiste


principalmente en formas maduras, aunque ocasionalmente puede
encontrarse un mielocito.
Desde épocas precoces aumenta la actividad de la fosfatasa alcalina
leucocitaria, pero esto no es peculiar del embarazo sino que suele
aparecer también en procesos inflamatorios.

Hemostasia

Una hemostasia normal depende de una vasculatura normal, de los


factores de la coagulación, de las plaquetas y de la fibrinolísis. Todos
ellos actúan en conjunto para mantener la sangre dentro del sistema
circulatorio y frenar el sangrado luego de un traumatismo. La
hemostasia no está exenta del cúmulo de alteraciones que el embarazo
produce en toda la economía de la madre.

Integridad vascular

Las plaquetas tienen un papel fundamental en los pequeños defectos o


lesiones del área vascular formando coágulos de fibrina. En el
embarazo se observa un pequeño descenso de los índices plaquetarios
pero siempre dentro de los valores normales de la mujer no
embarazada. Esto puede ser como consecuencia del aumento del
aumento del consumo plaquetario a lo largo de todo el embarazo. .
También, en el embarazo, está disminuido el tamaño de las plaquetas.

Sistema de coagulación

Muchos factores de la coagulación están aumentados durante el


embarazo. El fibrinógeno aumenta en promedio aproximadamente un
50 %. Este marcado aumento sin duda contribuye a la aceleración de la
eritrosedimentación que se observa normalmente en el embarazo .

Otros factores de la coagulación que aumentan durante el embarazo


son el factor VII (proconvertina), VIII (globulina antihemofílica), factor
IX , y el factor X (factor de Stuart). Generalmente los niveles de factor
II (protrombina) aumentan sólo ligeramente, mientras que los factores
XI y XIII están algo disminuidos.

Fibrinolísis

La actividad fibrinolítica es esencial en el mecanismo de la hemostasia.


La fibrina y el fibrinógeno son degradados por la plasmina (una
proenzima derivada del plasminógeno).

Esta actividad está mayormente concentrada alrededor de los grandes


vasos. El plasma, suero, y especialmente las plaquetas tienen una gran
actividad inhibidora de la plasmina. Durante el embarazo normal, el
nivel de plasminógeno (profibrinolisina) en el plasma aumenta
considerablemente, aparentemente inducido por los estrógenos. A
pesar de esto, la actividad fibrinolítica medida en el tiempo de
disolución del coágulo, está claramente prolongada respecto a sus
valores fuera del embarazo. La placenta cumple un importante papel
en esta reducción de la actividad fibrinolítica normal durante el
embarazo, ya que una hora después del alumbramiento vuelve a la
normalidad.

Las modificaciones de la coagulación en el embarazo normal producen


una actividad procoagulante continua de bajo grado. Usando
microscopía electrónica, se pueden observar depósitos de fibrina en el
espacio intervellosos de la placenta y en las arterias espiraladas del
lecho placentario .

En el momento del desprendimiento placentario, durante el


alumbramiento normal, un flujo sanguíneo de 500-800 ml/min tiene
que ser detenido en segundos o una grave hemorragia ocurriría. La
contracción miometrial juega un rol preponderante, reduciendo el flujo
al lecho placentario. El cierre veloz de la porción terminal de las
arterias espiraladas se ve además facilitado porque en el último período
de la gestación la capa muscular de las arteriolas espiraladas es
reemplazada por una matriz de fibrina. El lecho placentario
subsecuentemente es cubierto por una capa de fibrina. Para lo cual
durante el embarazo los niveles de fibrina así como los de otros
factores de la coagulación estuvieron aumentados.

Estas modificaciones tienen como contrapartida que predisponen a la


madre a un espectro amplio de posibles desórdenes de la
coagulación poniéndola en un estado de sensibilidad especial para la
coagulación intravascular.

You might also like