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Asesor
Dunia Yisela Trujillo Piso
Docente de la facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia
Universidad Cooperativa de Colombia
Ibagué- Tolima
2016
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La peritonitis infecciosa felina (PIF) es una enfermedad infecciosa viral causada por la
mutación del coronavirus felino. Afecta principalmente a gatos menores de dos años que
son mantenidos en ambientes sobrepoblados. Actualmente, al no contar una prueba
específica para diagnosticar esta enfermedad, los médicos veterinarios se basan en el
conocimiento del comportamiento de la afección para dar un diagnóstico definitivo, y así
tener un pronóstico que permita establecer un tratamiento paliativo. El objetivo de este
artículo de revisión de literatura, en donde se recopilaron 67 artículos sobre peritonitis
infecciosa felina, es reunir información de relevancia sobre esta patología, que permita
tener un mayor conocimiento sobre la epidemiologia, transmisión, síntomas clínicos,
pruebas diagnósticas y el tratamiento actual.
ABSTRACT
Feline infectious peritonitis (PIF) is a viral infectious disease caused by the mutation of the
feline coronavirus. Is prevalence in cats less than two years old that are kept in
overpopulated environments. Currently, since there is no specific test to diagnose this
disease, veterinarians rely on the knowledge of the behavior of the condition to give a
definitive diagnosis, and thus have a prognosis that allows establishing a palliative
treatment. The objective of this article of literature review, where 67 articles on feline
infectious peritonitis were collected, is to gather relevant information about this pathology,
which allows a greater knowledge about epidemiology, transmission, clinical symptoms,
diagnostic tests and treatment current.
INTRODUCCION
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La peritonitis infecciosa felina (PIF) es una enfermedad infecciosa, de gran importancia por
su alta mortalidad. A pesar de que se trata de una enfermedad frecuente en los gatos
domésticos, faltan muchos aspectos para esclarecer, puesto que aún no se cuenta con
ninguna cura eficaz(1).
PIF fue descrita por primera vez en 1966, en donde se descubrió que era una enfermedad
infecciosa fatal y se sospechó que tenía un origen viral (2). En 1968 se confirmó su
etiología vírica, observando las partículas del virus en los tejidos de gatos infectados (3). El
agente causal de la PIF es coronavirus felino (CoVF) que puede causar una leve enteritis o
una grave enfermedad multisistémica (PIF)(4). Solo el 12% de los gatos infectados por
CoVF desarrollaran PIF (5). El coronavirus felino se elimina en las heces de gatos
aparentemente sanos que se encuentran en hacinamiento(6).
ETIOLOGIA
Epidemiologia
Son más propensos de ser diagnosticados con PIF gatos machos enteros, gatos de raza pura
y gatos jóvenes (17). En un reciente estudio realizado, se evidencio una incidencia más alta
de PIF para los gatos machos (62.4%) que hembras (37.6%) (22).
Los gatos están más predispuestos a desarrollar PIF desde las 6 a 10 semanas porque es el
periodo donde pierden la inmunidad calostral, además pasan por cambios que generan
estrés como el destete y cambio de hábitat, adicionando a esto que el sistema inmune no se
ha desarrollado totalmente. Después de los dos años de edad hay muy pocos enfermos por
PIF (4).
Se dice que algunas razas tienen mayor presentación de la enfermedad como lo son:
Sagrado de Birmania, Siamés, Persa, Bengalí, Ragdoll, British Shorthairs, Abisinios,
Himalaya, Ragdolls y Rexe. Esta incidencia racial puede variar entre países y regiones (23,
17).
Según Ortiz et al., en Colombia no hay estudios de la prevalencia de PIF, por lo que no se
encuentran cifras que muestren la situación de la población felina con respecto a la
peritonitis infecciosa felina (24).
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Patogenia
La principal fuente de contagio son las heces, el VPIF puede sobrevivir hasta por dos
semanas en la caja de arena (4).
Después de adquirir la enfermedad por vía oro-fecal, empiezan a eliminar el virus por las
heces después de una semana. De estos, se estima que sólo un 5% a 10% desarrollan el PIF
(25). También puede ser transmitido por fómites y en algunas ocasiones por la saliva (20).
El CoVF tiene como células blanco a los enterocitos, por lo tanto la patología se limita solo
al intestino, mientras que, por el contrario, el VPIF es una enfermedad sistémica, por ser
sus células blanco los macrófagos (26)(27).
Al mutar el virus ingresa mediante endocitosis a los monocitos, donde madura y se acumula
en el citoplasma donde se copia en una cadena negativa complementaria. Posteriormente
ésta se copia nuevamente en un genoma de polaridad positiva por una ARN polimerasa y
en ARNm subgenómicos. Estos últimos son ARNm virales de diferentes tamaños (todos
con un extremo común 3´). La producción de este tipo de ARN subgenómico es
característico de todos los coronavirus. Después de su replicación, produce muerte celular y
libera más partículas virales en el torrente sanguíneo, los cuales son captados por más
monocitos, lo cual hace que aumente su velocidad de replicación (26)(28). los monocitos
secretan citoquinas (FNTalfa, IL-1), que permiten la expresión de adhesinas endoteliales a
las cuales se une el monocito, haciendo que se una al endotelio y no siga su recorrido por el
torrente sanguíneo, el monocito abandona el torrente sanguíneo mediante diapédesis e
ingresa al espacio intersticial como macrófago activado, el cual libera más citoquinas,
atrayendo más monocitos, linfocitos y neutrófilos, los cuales se acumulan y se empaquetan,
formando así los característicos piogranulomas perivasuculares, también se produce
vasculitis lo que ocasiona una fuga desde el plasma provocando las efusiones en abdomen,
tórax y pericardio(26).
Los gatos con infección clínica o subclínica son mayormente sensibles a adquirir otras
infecciones causadas por mycoplasma, Chlamydia, herpes virus o el virus de la
inmunodeficiencia felina. Por la inmunosupresión que provoca la enfermedad(29).
Signos clínicos
Es una forma más mortal de la enfermedad, ya que tiene un inicio más rápido y curso
clínico corto comparándolo con la forma seca. La muerte se produce a los dos meses de
iniciados los signos clínicos (28). Las lesiones predominantes de esta forma de la
enfermedad son la vasculitis y la perivasculitis (31). Se caracteriza por presentar
inflamación fibrinosa de serosas y derrame de líquidos en la cavidad torácica y/o
abdominal, desarrollando pleuritis o peritonitis dependiendo de la localización del derrame
(32).
Se observa distensión abdominal (ascitis) por la efusión, la ascitis es una de los hallazgos
más encontrados en PIF húmedo. PIF es la principal enfermedad que la produce seguida
por enfermedades cardiovascular, neoplasia, enfermedad hepática y enfermedad renal como
causas ascitis (4). A causa del derrame abdominal se produce un abdomen péndulo,
aumentado de tamaño, con la prueba de rebote positiva. A la palpación los gatos no
manifiestan dolor. El derrame pericárdico y pleural produce un amortiguamiento de los
ruidos cardíacos y pulmonares. Además, con el derrame pleural se observa una disnea
inspiratoria (28). en los machos enteros pueden presentar aumento escrotal, esto se da por la
extensión de la peritonitis a las túnicas que rodean los testículos y el edema (17). También
se pueden ver signos hepáticos que se presentan con ictericia, vómitos y diarrea en periodos
fluctuantes, constipación, en consecuencia de la inflamación que se extendió a diferentes
órganos (28).
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La PIF seca es de curso más lento que la húmeda, aunque pocos gatos sobreviven más de
un año, puede presentarse con solo manifestaciones del sistema nervioso central (SNC) o de
los ojos (28). Se llama PIF seco o no efusivo porque no hay exudado en las cavidades
corporales, algunos gatos con PIF seco en la fase terminal de la enfermedad pueden pasar al
PIF húmedo (17).
La PIF se caracteriza principalmente por granulomas (33), con ubicación variable, pueden
presentarse en los riñones, ganglios linfáticos o mesentéricos, pared intestinal, hígado, SNC
y los ojos(34) (35). Los síntomas pueden ser variables, ya que dependen de los órganos
afectados, siendo más comunes los riñones, hígado, ojos, pulmones y bazo (31).
Los signos nerviosos tienen una incidencia del 10%, los signos se generan de acuerdo a la
localización de los granulomas en el sistema nerviosos. Principales signos son estado
mental anormal, junto a cambios de comportamiento, signos vestibulares, ataxia, perdida
del equilibrio, convulsiones, paraparesia, tetraparesia, hiperestesia y reacciones posturales
anormales (81). Cuando se presentan convulsiones indica que hay un daño cerebral extenso,
por lo cual se toma como un pronóstico desfavorable para la enfermedad (36). También se
puede presentar hidrocefalia que puede producir los cambios de personalidad como rabia,
agresividad, aislamiento, entre otros (28). Los gatos que se presenten con estos síntomas se
deben tener en cuenta otras enfermedades en el diagnóstico diferencial como lo son:
linfoma, toxopalsmosis, ViLeF, VIF, hipoplasia cerebelar, meningitis bacteriana,
criptococosis y trauma(37). Se considera que la PIF es la enfermedad que más afecta la
medula espinal en los gatos junto otras dos enfermedades, como lo son linfosarcoma y
neoplasia de la columna vertebral (38).
PIF se ubica como causa más frecuente de coriorretinitis en los gatos (con causas menos
frecuentes como son linfosarcoma asociado al FeLV, trauma y toxoplasmosis) (39). Los
signos oculares generalmente son bilaterales, se presentan signos de iridocicilitis (uveítis
anterior exudativa) que se presenta con: miosis, precipitados fibrinocelulares queráticos,
sinequias y edema. También se puede presentar corioretinitis (uveítis posterior) que puede
llevar al desprendimiento de retina (28).0
Entre los signos intestinales se pueden encontrar vómitos y diarrea por periodo de tres
meses. Al examen clínico, se puede palpar una masa intestinal, se deben tener en cuenta en
el diagnóstico diferencial linfomas de la válvula ileocecal (40).
También muchos gatos pueden presentar sinovitis generalizada, que se da por la migración
de macrófagos infectados a la membrana sinovial. Por lo tanto presentara signos como
fiebre y cojera. Los signos generales de PIF se desarrollan poco después de que aparece la
cojera (17).
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Diagnostico
El diagnóstico del PIF se debe realizar conjunto, ya que no existe un examen específico
para su diagnóstico. Se debe correlacionar los hallazgos más importantes de la clínica, la
historia, los hallazgos clínico- patológico, serología y el examen post- mortem, la
histopatología e inmunohistoquímica (17).
Laboratorio
Proteínas plasmáticas: se encuentra una hiperproteinemia total sérica (>8 g/dl) que se
encuentra en el 50% de los gatos con la forma efusiva y 70% con la forma no efusiva, una
hiperglobulemia, que provoca una disminución en la relación albumina/ globulina (<0.6)
(43, 44).
El análisis del líquido de derrame tiene más alto valor diagnóstico que el hemograma, este
examen se puede tomar fácilmente mediante aspiración, guiada o no por ultrasonografía
(5). es un exudado generalmente de color amarillo, mucoso o viscoso (17). se encuentra un
elevado contenido proteico (> 3.5 gr/dL), con un número de leucocitos que puede variar
desde 1600 hasta 25000 por microlitro (μL), predominan macrófagos, neutrófilos no
tóxicos y linfocitos. Son efusiones positivas al “Test de Rivalta”(5, 44).
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Las efusiones de PIF se clasifican como un exudado o transudado modificado. Los dos
poseen un origen dado por un daño vascular u niveles altos de proteínas, esto se ve
reflejado por el aumento de proteínas séricas totales (43)(45). Con frecuencia contiene
fibrina visibles y coagula al ser expuesto al aire. La densidad es de 1,018 y es estéril a
menos que exista infección microbiana(43, 46).
La prueba Rivalta es una herramienta de gran ayuda, diagnostica para el PIF húmedo y se
realiza muy fácilmente, primero se llena un tubo de ensayo con agua destilada, al cual se le
añade una gota de ácido acético al 98% y otra gota de la efusión peritoneal o pleural. El
resultado es negativo cuando la gota desaparece y la solución se mantiene clara; el test da
positivo cuando la gota mantiene su forma y no se disipa en la solución, manteniéndose en
la superficie del tubo o se dirige al fondo de este. Cuando se obtiene un resultado negativo
se descarta PIF con un 97% de precisión, y cuando el test es positivo tiene el 86% de
precisión en que sea PIF, ya que significa que es un exudado la efusión (47, 5).
Serología
Los títulos de anticuerpos se deben interpretar con cuidado para que puedan contribuir al
diagnóstico de la PIF(5). La presencia de un título inmune simplemente indica que el gato
ha sido infectado con un Coronavirus tal como VPIF, CoVE, coronavirus canino, porcina o
coronavirus respiratorio humano(48,49). Por lo tanto, estas pruebas son de utilidad sólo
para determinar que el gato no ha tenido contacto con ninguno de los coronavirus
nombrados anteriormente y pueda ser introducido a un criadero libre de él (31). En algunos
estudios se ha comprobado que en etapas terminales del PIF, los títulos disminuyen y
aproximadamente 10% de los gatos con PIF signos clínicos evidentes los resultados dieron
negativos (47). La serología sigue siendo una ayuda para descartar o aumentar las
posibilidades de que un animal especifico tenga PIF; en ningún momento para confirmar la
enfermedad (17).
Lo mismo que sucede con los títulos de anticuerpos pasa con las pruebas de anticuerpos
fluorescentes indirecta (IFA), Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) y
enzimoinmunoanálisis de adsorción. (ELISA) (50). En la PCR es muy común encontrarse
con falsos negativos o falsos positivos, porque no se distingue entra las diferentes cepas de
coronavirus.
Los hallazgos típicos de los gatos con PIF son una concentración de proteína alta de más de
200 mg / dl y un recuento de leucocitos de más de 100 células / microlitro, en donde
predominan los neutrófilos (51). en cambio el LCR de gatos con otras enfermedades
comúnmente tiene una concentración de proteína de menos de 100 mg / dl y un recuento de
glóbulos blancos total de menos de 50 células / l. (52)
Histopatología e inmunohistoquímica
Tratamiento de la enfermedad
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Se pueden usar citostaticos junto con los corticoides, como la ciclofosfamida para suprimir
al sistema inmune, la cual tiene un efecto lítico sobre los linfocitos B. (2 a 4 mg/kg/día, vía
oral) por cuatro días consecutivos (43).
También se recomienda para el tratamiento de PIF el uso del interferón que es una
glicoproteína, producida por los linfocitos que induce una respuesta frente a un agente
extraño, no permitiendo su replicación (4). Existen en la actualidad un interferón humano y
otro felino. El interferón felino tiene la ventaja de ser específico de la especie y tiene mayor
eficacia como antiviral en las células felinas. Su eficacia in vitro se demostró en un estudio
realizado por Mochizuki et al. donde se demostró que el interferón omega felino inhibe la
replicación del virus (59). según un estudio realizado in vivo en 37 gatos a los cuales
trataron con interferón omega felino, en el cual se concluyó que el interferón no tenía
efecto en el tiempo de supervivencia o la calidad de vida (60). Contrario a esto, En otro
estudio sobre el interferón felino omega realizado en el año 2003, en el cual se trataron 12
gatos con diagnóstico definitivo de PIF, a los cuales se trató con corticoides junto con el
interferón felino, se logró que sobrevivieran por más de dos años el 33,3% del total de los
población estudiada, los cuales eran mayores de 6 años y el resto del grupo vivió de 2 a 5
meses(61). También se ha demostrado que el interferón omega felino mejora los signos
clínicos y reduce la excreción viral del coronavirus felino en gatos infectados naturalmente
(62).
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Prevención
Teniendo en cuenta que la principal vía de contagio del VPIF es la oro- fecal, el factor más
importante para la prevención es la higiene (5). Por lo tanto, es necesario que en los en los
criaderos o refugios se tengan instalaciones adecuadas las cuales se puedan limpiar
facialmente, disminuyendo así el nivel de estrés y la carga viral del VPIF (21).
Un estudio realizado por Foley et al,. demostro que al evaluar la heredabilidad para PIF en
criaderos de felinos de gatos Persa la heredabilidad fue mayor al 54% y en un criadero de
gatos Sagrado de Birmania fue del 25%. Por lo tanto, se recomienda a los criadores el uso
de razas menos sensibles para los programas de mejoramiento genético y reproducción
(66).
Las estrategias más económicas, de fácil implementación para el control y la prevención del
PIF, son principalmente evitar el hacinamiento en los criaderos, no mantener más de seis
13
Conclusiones
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