Rehabilitación (Madr).

2014;48(1):46---53

www.elsevier.es/rh

REVISIÓN

Efectividad de la rehabilitación en la esclerosis múltiple

M.A. Castellano-del Castillo a,b,∗ , M.E. Lacasa-Andrade b , E. Hijós-Bitrián a ,
L. Mambrona-Girón a , E. Sebastiá-Vigatá a,b y A. Vázquez-Sasot a

a
Hospital Santa María, Gestión de Servicios Sanitarios, Lleida, España
b
Hospital de Día Miquel Marti i Pol, Fundación Esclerosis Múltiple, Lleida, España

Recibido el 29 de diciembre de 2012; aceptado el 19 de marzo de 2013

Disponible en Internet el 27 de septiembre de 2013

PALABRAS CLAVE Resumen

Esclerosis múltiple; Objetivo: Evaluar la efectividad del tratamiento rehabilitador en la esclerosis múltiple.
Rehabilitación; Estrategia de búsqueda: Revisión sistemática de la literatura en las principales bases de datos.
Terapia física Artículos en español e inglés publicados entre 1997 y 2012.
Selección de los estudios: Ensayos clínicos aleatorizados, ensayos clínicos no aleatorizados,
metaanálisis, revisiones sistemáticas y guías de práctica clínica. Se seleccionaron un total de
35 artículos.
Existe evidencia científica a favor del tratamiento rehabilitador en el manejo terapéutico de
la esclerosis múltiple. Existen distintos grados de evidencia sobre la efectividad de cada uno
de los componentes del equipo multidisciplinar cuando se analizan por separado.
El tratamiento rehabilitador mejora la discapacidad y la minusvalía en pacientes con escle-
rosis múltiple.
© 2012 Elsevier España, S.L. y SERMEF. Todos los derechos reservados.

KEYWORDS Effectiveness of rehabilitation in multiple sclerosis

Multiple sclerosis;
Rehabilitation; Abstract
Physical therapy Objective: To evaluate the effectiveness of rehabilitation treatment in multiple sclerosis.
Search strategy: A systematic revision of the literature of articles in Spanish and English from
19997 to 2012 in the main databases was performed.
Study selection: A total of 35 articles on randomized clinical trials, non-randomized clinical
trails, meta-analysis, systematic reviews and clinic practice guidelines were selected for the
study.
There is scientific evidence supporting rehabilitation therapy of multiple sclerosis. There are
different levels of evidence regarding the effectiveness of each one of the components of the
multidisciplinary team when they are analyzed separately.

∗ Autor para correspondencia.

Correo electrónico: miguelcastellano@hotmail.com (M.A. Castellano-del Castillo).

0048-7120/$ – see front matter © 2012 Elsevier España, S.L. y SERMEF. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.rh.2013.03.006
Efectividad de la rehabilitación en la esclerosis múltiple
Rehabilitation treatment improves disability and disablement in patients with multiple sclerosis.
© 2012 Elsevier España, S.L. and SERMEF. All rights reserved.
Introducción
Actualmente, el origen principal de la discapacidad de ori-
gen neurológico no traumático en adultos jóvenes es la
esclerosis múltiple (EM). Se diagnostica más frecuentemente
en el sexo femenino, y su inicio se presenta sobre todo en
la tercera década de la vida, entre los 25 y los 30 años.
Se estima que esta enfermedad crónica neurodegenerativa
afecta a 2,5 millones de personas en todo el mundo. La
prevalencia estimada en Europa es de 83 casos por cada
100.000 habitantes, con una incidencia media de 4,3 casos
por 100.000 habitantes (3,8 en nuestro país)1,2 .
La EM se caracteriza por la aparición de lesiones infla-
matorias que originan placas de desmielinización a nivel de
la sustancia blanca del sistema nervioso central (SNC). Su
evolución es progresiva, y su curso clínico es oscilante e
incierto, no pudiéndose predecir con exactitud cómo va a
desarrollarse. Las lesiones pueden aparecer en diferentes
localizaciones del SNC. Esto ocasiona distintos síntomas y
déficits de efecto acumulativo que originan un complejo
y heterogéneo patrón de discapacidad y minusvalía3 . Se
estima que alrededor del 50% de los pacientes con EM requie-
ren una ayuda técnica para la marcha; el 10% precisan una
silla de ruedas para sus desplazamientos en los 15 primeros
años de evolución; y el 90% presentan limitaciones significa-
tivas funcionales en los primeros 25 años de la evolución4,5 .
Es fundamental una valoración exacta del déficit, la
discapacidad (actividad) y la minusvalía (participación)
previamente al diseño de los objetivos principales de
cualquier tratamiento neurorehabilitador. Para valorar el
déficit en EM, habitualmente se han utilizado los sistemas
funcionales de Kurtzke. Su evaluación junto a la estimación
de la capacidad de deambulación del sujeto permiten la
valoración mediante la Expanded Disability Status Scale
(EDSS), la escala más frecuentemente aplicada tanto a
nivel clínico como en la investigación en esta enfermedad6 .
Al ser una escala ordinal no permite aplicar pruebas
paramétricas, lo que le resta potencia estadística en los
estudios. Además, es poco sensible al cambio, por lo que
desde 1999, y a instancias de la Academia Americana de
Neurología (AAN), se recomienda la valoración de la disca-
pacidad mediante la medida funcional compuesta (MFC).
Esta escala consta de 3 pruebas para la valoración de la
función de las extremidades superiores (Nine Hole Peg Test
o prueba de los 9 palitos), la función de las extremidades
inferiores (prueba de los 25 pasos o 7,62 m), y la función
cognitiva (prueba Paced Auditory Serial Addition [PASAT])7 .
Una vez valorada la discapacidad, podemos evaluar su
relación con la minusvalía que origina, y establecer estima-
ciones predictivas entre ambas8 . Existen distintas escalas
para valorar la minusvalía en EM, si bien no hay estudios
que apoyen el uso de una sobre las otras. La Sociedad
Española de Neurología (SEN), en su Guía Oficial para
el diagnóstico y tratamiento de la EM de 2007 (GPCN)
recomienda la utilización del la London Handicap Scale
(LHS) y la Environmental Status Scale (ESS)9 .
47
La EM supone un gran impacto, no solo en el paciente
que la sufre, sino también en la familia y los cuidado-
res, afectando a las relaciones interpersonales, laborales y
sociales. Todo ello provoca una reducción significativa de
la calidad de vida. Además, las necesidades de cuidado,
de servicios de salud y de servicios de la comunidad repre-
sentan un importante impacto socioeconómico asociado3,10 .
El enfoque integral que proporciona un equipo rehabilitador
multidisciplinar es hoy por hoy el principal soporte terapéu-
tico para el tratamiento de la discapacidad y minusvalía que
origina la EM. Hay que resaltar el hecho de que la heteroge-
neidad de los distintos cuadros clínicos, la multifactorialidad
de los mismos, y las limitaciones de las medidas de valora-
ción en EM hacen que sea complicado y difícil el estudio y la
demostración de la efectividad de los distintos tratamien-
tos en rehabilitación habitualmente aplicados. No obstante,
en los últimos años el cuerpo de evidencia al respecto ha
ido creciendo progresivamente apoyando la función de la
rehabilitación en EM. Muchos de los estudios se focalizaban
al principio en la fisioterapia, pero paulatinamente se han
ido centrando en el análisis del rol del equipo rehabilitador
multidisciplinar en EM, tanto en su conjunto como en cada
uno de los distintos componentes que lo forman10,11 . El obje-
tivo de este trabajo es realizar una revisión bibliográfica
sobre el tratamiento rehabilitador en EM y determinar el
nivel de evidencia científica del que disponemos en la actua-
lidad al respecto.
Método
Se llevó a cabo una revisión bibliográfica para localizar y
analizar los estudios realizados sobre el tratamiento rehabi-
litador en EM. Se completó una búsqueda electrónica en las
principales bases de datos bibliográficas:
- Medline (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed)
- Physiotherapy Evidence Database (http://www.pedro.
org.au)
- Cumulative Index to Nursing and Allied Health Literature
(http://www.ebscohost.com/public/the-cinahl-database)
- Central Cochrane (http://www.cochrane.org)
Igualmente se realizó una búsqueda bibliográfica en
el metabuscador Trip Database (http://www.tripdatabase.
com) y en las principales bases de guías de práctica clínica:
- National Guideline Clearinghouse (http://www.
guidelines.gov)
- NET Guidelines Finder (http://www.evidence.nhs.uk)
- Guía Salud (http://www.guiasalud.es)
Términos de la búsqueda
Los términos de la búsqueda de nuestra revisión fueron obte-
nidos mediante Descriptores de Ciencias de la Salud (DeCS) y
48
Tabla 1 Niveles de evidencia. Centre for Evidence-Based
Medicine (CEBM) de Oxford
Nivel de evidencia/tipo de estudio
1a Revisión sistemática de ensayos clínicos
aleatorizados, con homogeneidad
1b Ensayo clínico aleatorizado con intervalo de
confianza estrecho
1c Práctica clínica («todos o ninguno»)
2a Revisión sistemática de estudios de cohortes, con
homogeneidad
2b Estudio de cohortes o ensayo clínico aleatorizado de
baja calidad
2c Outcomes research, estudios ecológicos
3a Revisión sistemática de estudios de casos y controles,
con homogeneidad
3b Estudio de casos y controles
4 Serie de casos o estudios de cohortes y de casos, y
controles de baja calidad
5 Opinión de expertos sin valoración crítica explícita o
basados en la fisiología, bench research o first
principles
del Medical Subject Headings (MeSH). Se conformó una bús-
queda compuesta relacionando el término multiple sclerosis
con:
- Rehabilitation
- Physichal therapy
- Occupational therapy
- Psychology
- Neuropsychology
- Speech therapy
Límites de búsqueda
• Artículos que incluyeran pacientes mayores de 18 años sin
distinción de género y raza
• Artículos publicados en español e inglés
• Artículos publicados entre el 1 de enero de 1997 y el 30
de octubre de 2012
Criterios de inclusión
• Guías de práctica clínica (GPC), revisiones sistemáticas
(RS), metaanálisis, ensayos clínicos aleatorizados (ECR) y
ensayos clínicos no aleatorizados (EC), que trataran sobre
los distintos componentes del equipo multidisciplinar de
neurorehabilitación en EM
Se identificaron un total de 420 estudios potencialmente
relacionados con la búsqueda, de los cuales se seleccionaron
34 tras aplicar los criterios de inclusión.
Para la valoración del nivel de evidencia y los grados de
recomendación basados en la evidencia se utilizó la cla-
sificación Centre for evidence-Based Medicine (CEBM) de
Oxford12 , la cual se muestra en las tablas 1 y 2.
M.A. Castellano-del Castillo et al
Tabla 2 Grados de recomendación. Centre for Evidence-
Based Medicine (CEBM) de Oxford
Grado de recomendación/nivel de evidencia
A Estudios de nivel 1
B Estudios de nivel 2-3, o extrapolación de estudios de
nivel 1
C Estudios de nivel 4, o extrapolación de estudios de
nivel 2-3
D Estudios de nivel 5, o estudios no concluyentes de
cualquier nivel
Discusión
Dadas las características de la enfermedad, la asistencia
a los pacientes afectados debe ser continuada, integral y
multidisciplinar3 . En una revisión Cochrane de 2011 rea-
lizada sobre el análisis de 9 ECR, Kahn et al. remarcan
este hecho concluyendo que el tratamiento rehabilitador
multidisciplinar mejora la discapacidad y la minusvalía en
los enfermos con EM, si bien no se demuestra que pro-
duzca, per se, una recuperación del déficit. Recomiendan
igualmente, el seguimiento y la evaluación periódica de su
evolución clínica. Además, exponen que hacen falta desa-
rrollar nuevos estudios de alta calidad para concretar la
intensidad, frecuencia y tipo de tratamiento RHB óptimo,
así como su coste-efectividad13 . El mismo autor publicó en
2012 un ECR que corroboraba lo anteriormente expuesto10 .
La GPC editada por el sistema nacional de salud del Reino
Unido (GPCRU) en 200714 y la del Ministerio de Salud de
Chile (GPCCH) en 201015 hacen una recomendación grado
A del tratamiento rehabilitador en EM mediante un equipo
multidisciplinar. Aconsejan que el plan de rehabilitación
incluya al paciente y al cuidador (recomendación grado B),
y ponen de manifiesto que se han de tratar y evaluar los
déficits y la discapacidad que presente el paciente con un
grado C de recomendación. La GPC del departamento de
salud de Cataluña (GPCC) hace una recomendación débil a
favor del enfoque rehabilitador multidisciplinar en EM16 . El
equipo básico de neurorehabilitación ha de estar compuesto
por médicos rehabilitadores, fisioterapeutas, terapeutas
ocupacionales, logopedas, neuropsicólogos, psicólogos, tra-
bajadores sociales, diplomados en enfermería y técnicos
ortopédicos. Los principales objetivos del tratamiento reha-
bilitador son prevenir las complicaciones, tratarlas cuando
aparezcan, disminuir la discapacidad, promover la inde-
pendencia funcional y aumentar la calidad de vida. Dichos
objetivos generales han de tener en cuenta las particulari-
dades de cada paciente y se han de ajustar a cada momento
evolutivo3 .
Se han de tratar y compensar los déficits que vaya oca-
sionando el desarrollo de la EM y la discapacidad secundaria
que conllevan. Así, la National Multiple Sclerosis Society
(NMSS)17 recomienda la valoración y tratamiento de:
- Déficits de movilidad:
• Limitaciones del balance articular
• Alteraciones del tono muscular
• Alteraciones del balance muscular
• Alteraciones de la coordinación
Efectividad de la rehabilitación en la esclerosis múltiple
• Alteraciones del equilibrio
• Alteraciones de la deambulación
- Alteraciones de las actividades básicas de la vida diaria
(ABVD)
- Alteraciones de la deglución, del habla y del lenguaje
- Alteraciones cognitivas
- Alteraciones psicológicas
Igualmente, recomienda tanto la valoración y adaptación
de ortesis, sillas de ruedas y dispositivos de bipedestación,
como el asesoramiento sobre ayudas técnicas y adaptaciones
del entorno.
El tratamiento RHB está indicado tanto en la fase aguda
de brote, cuando el estado general lo permite, como en la
fase crónica. Craig et al. realizaron un ECR en 2003 donde
pusieron de manifiesto que la suma de tratamiento rehabili-
tador junto al tratamiento corticoideo intravenoso durante
la fase de brote demuestra un mayor índice de recuperación
funcional y de calidad de vida18 . En otro ECR de 2002, Slade
et al. concluyen que el tratamiento rehabilitador reduce el
tiempo de ingreso hospitalario en la fase aguda del brote19 .
La GPCRU hace una recomendación grado A, a favor de que
se realice de forma temprana una valoración por el equipo
de rehabilitación del paciente con EM en la fase aguda de
brote. La GPCC y Guía de práctica clínica de la SEN (GPCN)
de 2007 recomiendan igualmente la valoración de rehabili-
tación tras la aplicación del tratamiento con corticoides en
la fase aguda9,14,16 .
Resulta fundamental el control y la evaluación periódica
de los enfermos con EM, tanto por la variabilidad evolu-
tiva característica de la enfermedad como por la duración
de los efectos del tratamiento rehabilitador, como remar-
can Terré-Boliart y Orient-López en su revisión de 20073 . En
dicho trabajo se remarca el interés al respecto del estudio
llevado a cabo en 1999 por Freeman sobre una muestra de
50 pacientes con EM. En él, se expresaba que los beneficios
en la discapacidad y la minusvalía se mantienen aproxima-
damente 6 meses, en tanto que la mejoría de la calidad de
vida lo hacía por 10 meses20 .
Distintos estudios han ido evaluando la efectividad de los
diferentes tratamientos que componen el tratamiento reha-
bilitador en la EM. La fisioterapia es la que ha dado lugar
a un mayor número de estudios. Se considera evidente la
necesidad de un abordaje fisioterapéutico de los distintos
déficits que ocasiona la enfermedad. La GPCRU y la GPCCH,
aconsejan tratar los distintos problemas de movilidad que
aparecen en el curso evolutivo del a EM mediante fisiote-
rapia con un grado A de recomendación. En una revisión
Cochrane realizada por Rietberg et al. en 2009 sobre el tra-
tamiento con ejercicios se concluye que existe evidencia
nivel 1 a a favor del beneficio del tratamiento con ejerci-
cios en relación con el incremento de la potencia muscular,
la tolerancia al esfuerzo y a la mejora de las actividades
motoras. Igualmente, concluyen que existe un nivel de evi-
dencia 1 b en cuanto a la mejora del estado de ánimo que
producen. No obstante inciden en la idea de que se precisa
focalizar estudios futuros en concretar el tipo y dosis de los
ejercicios para encontrar un patrón óptimo21 . En otra revi-
sión Cochrane llevada a cabo por Mills et al. en 2007 sobre
el tratamiento de la ataxia en EM, se concluye que no se
pueden realizar recomendaciones sobre el uso de la fisiote-
rapia en este campo dada la pobre documentación hallada y,
49
que por consiguiente, se precisa realizar estudios de mayor
calidad22 . La GPCCH hace una recomendación grado C del
uso de la fisioterapia y la valoración de ortesis en la ataxia
en EM15 .
La GPCRU y la GPCN recomiendan la valoración por
equipo de rehabilitación en la ataxia en EM y la aplicación
de ortesis y ayudas técnicas para compensarla9,14 . En 2012
Paltamaa et al. presentan una revisión sistemática en la que
incluyen 11 ECR sobre el efecto de la fisioterapia en el tra-
tamiento de las alteraciones del equilibrio en pacientes con
EM, demostrando pequeños, pero significativos efectos posi-
tivos de la fisioterapia sobre las alteraciones del equilibrio
en EM en los pacientes con discapacidad leve y moderada23 .
La GPCCH apoya con una recomendación grado C la aplica-
ción de tratamiento fisioterapéutico para la espasticidad en
EM si se produce alteración de la función o si origina dolor15 .
En este sentido, la GPCRU hace una recomendación grado D
para la realización de movilizaciones pasivas, estiramientos
musculares y vibraciones en espasticidad en EM14 . La GPCN
recomienda la aplicación de fisioterapia en la espasticidad9 .
La GPCC hace una recomendación débil a favor del trata-
miento mediante fisioterapia de la espasticidad, y aconseja
considerar la aplicación de toxina botulínica A en los pacien-
tes con EM que presenten espasticidad local16 . La GPCCH
recomienda lo mismo con grado B15 . La GPCN recomienda la
aplicación de toxina botulínica en el caso de que la espasti-
cidad interfiera en la marcha, en la higiene, o en la movili-
zación del paciente9 . La GPCRU hace una recomendación
grado B a favor del uso de toxina botulínica en el caso de
que la espasticidad no responda a otros tratamientos14 .
La GPCCH recomienda con grado C la aplicación de
técnicas de fisioterapia para el tratamiento del dolor
de origen musculoesquelético en EM. Idéntica recomenda-
ción, pero de grado D, hace la GPCRU14,15 . Actualmente,
existen 2 revisiones Cochrane en marcha iniciadas en 2011
y 2012 pendientes de resultados respecto a la fisioterapia
respiratoria en EM24 y el tratamiento mediante ejercicios en
la fatiga en EM25 .
Existen diversos estudios sobre el beneficio del uso de la
terapia ocupacional (TO) en EM26 demostrando la mejoría
funcional que produce27 . En 2009 se publicó una revisión
Cochrane realizada por Steultjents et al. que analizaba un
ECR y 2 EC, llegando a la conclusión de que la falta de ERC
no permite valorar la aplicación de TO en la EM y, que por
ello, igual que en otra áreas, se necesitan más estudios de
alta calidad para evaluarla28 . La GPCCH y la GCPCRU hacen
una recomendación de grado D sobre la reeducación de las
ABVD, la aplicación de técnicas de ahorro energético para
la fatiga, y la valoración de ayudas técnicas y adaptación
del entorno mediante TO en la EM14,15 . La GPCC hace una
recomendación débil aconsejando la realización de técnicas
de ahorro energético en este campo16 .
La afectación neuropsicológica que pueden experimen-
tar estos pacientes puede ser tan discapacitante o más que
las alteraciones de índole motora. Existe evidencia, aun-
que débil debida a la baja calidad de los estudios, a favor
de la rehabilitación neuropsicológica en EM. Así lo pone de
manifiesto la revisión sobre 14 ECR que realizó Rosti-Otajärvi
et al. en la colaboración Cochrane en 201129 .
A la misma conclusión llegan Das Nair et al. en otra
reciente revisión Cochrane publicada en 2012 sobre 8 ECR
acerca del tratamiento neuropsicológico de las alteraciones
50
Tabla 3 Guías de práctica clínica de rehabilitación en esclerosis múltiple
Guía de práctica clínica
The Royal College of Physicians
Reino Unido, 2006
Sociedad Española de Neurología, 2007
Ministerio de Salud de Chile, 2010
M.A. Castellano-del Castillo et al
Contenidos y grado de recomendación
Grado A: el enfoque terapéutico de la esclerosis múltiple ha de ser multidisciplinar
Grado B: el plan de rehabilitación ha de incluir al cuidador
Grado C: se han de evaluar los déficits y la discapacidad que presenta el paciente
Grado A: se deben tratar los déficits de movilidad mediante fisioterapia
Grado D: se ha de valorar la ataxia en la esclerosis múltiple por un equipo de
rehabilitación, y se han de aplicar ortesis y ayudas técnicas para compensarla
Grado D: se han de realizar movilizaciones y estiramientos musculares en
espasticidad en EM
Grado D: se ha de aplicar fisioterapia para el tratamiento del dolor
musculoesquelético en EM
Grado D: se han de reeducar las actividades de la vida diaria, aplicar técnicas de
ahorro energético, valorar ayudas técnicas y adaptar el entorno del paciente con
esclerosis múltiple
Grado D: se han de valorar y tratar los déficits cognitivos en esclerosis múltiple
por un neuropsicólogo
Grado D: se han de valorar y tratar las alteraciones psicológicas en la esclerosis
múltiple
Grado D: se ha de realizar logopedia en las alteraciones de la deglución, del habla
y del lenguaje en la esclerosis múltiple
Grado A: se han de realizar ejercicios de suelo pélvico para la incontinencia
urinaria en EM
Esta guía de práctica clínica no especifica el grado de recomendación
Recomienda:
• Valoración de la rehabilitación tras la aplicación del tratamiento con corticoides
en la fase aguda
• Se deben tratar los déficits de movilidad mediante fisioterapia
• La ataxia en la esclerosis múltiple se ha de valorar por un equipo de
rehabilitación, y se han de aplicar ortesis y ayudas técnicas para compensarla
• Realización de movilizaciones y estiramientos musculares en espasticidad en la
esclerosis múltiple
• Valoración y tratamiento neuropsicológico de los déficits cognitivos en la
esclerosis múltiple
Grado A: el enfoque terapéutico de la esclerosis múltiple ha de ser multidisciplinar
Grado B: el plan de rehabilitación ha de incluir al cuidador
Grado C: se han de evaluar los déficits y la discapacidad que presenta el paciente
Grado A: se deben tratar los déficits de movilidad mediante fisioterapia
Grado C: se ha de tratar la ataxia en la esclerosis múltiple mediante fisioterapia y
ortesis
Grado C: se ha de aplicar fisioterapia para la espasticidad en la esclerosis múltiple
si se produce alteración de la función o si se origina dolor
Grado B: se ha de aplicar toxina botulínica en la espasticidad localizada en la
esclerosis múltiple
Grado C: se ha de aplicar fisioterapia para el tratamiento del dolor
musculoesquelético en la esclerosis múltiple
Grado D: se han de reeducar las actividades de la vida diaria, aplicar técnicas de
ahorro energético, valorar ayudas técnicas y adaptar el entorno del paciente con
esclerosis múltiple
Grado D: se han de valorar y tratar los déficits cognitivos en EM por un
neuropsicólogo
Grado C: se ha de prestar un soporte psicológico integral y permanente al
paciente con esclerosis múltiple
Grado B: se ha de prestar un soporte emocional al cuidador y a la familia del
paciente con esclerosis múltiple
Grado D: se ha de realizar logopedia en las alteraciones de la deglución, del habla
y del lenguaje en la esclerosis múltiple
Grado A: se han de realizar ejercicios de suelo pélvico para la incontinencia
urinaria en la esclerosis múltiple
Efectividad de la rehabilitación en la esclerosis múltiple 51

Tabla 3 (continuación)

Guía de práctica clínica Contenidos y grado de recomendación

Departamento de Salud de Cataluña, 2012
Recomendación débil: el enfoque terapéutico de la esclerosis múltiple ha de ser
mediante equipo multidisciplinar
Recomendación débil: se ha de realizar una valoración por un equipo de
rehabilitación tras la aplicación del tratamiento con corticoides en la fase aguda
Recomendación débil: se ha de aplicar fisioterapia en la espasticidad en esclerosis
múltiple
Recomendación débil: se ha de considerar la aplicación de toxina botulínica A en
pacientes con esclerosis múltiple que presenten espasticidad local
Recomendación débil: se han de aplicar técnicas de ahorro energético en los
pacientes con esclerosis múltiple
Recomendación de pauta de buena práctica clínica: realizar ejercicios de suelo
pélvico y cateterismos en caso de disfunción vesical

de la memoria en EM30 . La GPCRU, la GPCCH y la GPCN
hacen una recomendación grado D a favor de la valoración
y el tratamiento neuropsicológico de los déficits cognitivos
en EM9,14,15 . La GPCC hace una recomendación débil a favor
de la rehabilitación cognitiva en EM cuando exista déficit
de este tipo16 .
La afectación psicológica en el enfermo con EM es muy
frecuente y da lugar a distintos cuadros de ansiedad, depre-
sión y otras alteraciones de la esfera psíquica, que precisan
una intervención terapéutica en este sentido. Así lo ava-
lan los distintos estudios incluidos en la revisión realizada
por Dennison et al. en 200931 . Thomas et al. coordinaron
otra revisión Cochrane publicada también en el mismo año
sobre 16 ECR en la que se recomendaba la intervención psi-
cológica en los enfermos con EM, subrayando la idoneidad
del enfoque cognitivo-conductual en la tratamiento de la
depresión32 . La GPCCH hace una recomendación de grado
C apoyando el soporte psicológico integral y permanente,
así como una recomendación grado B a favor del soporte
emocional al cuidador y la familia15 . La GPCRU hace una
recomendación grado D acerca de la valoración y el trata-
miento psicológico en EM14 .
El campo terapéutico rehabilitador en el que se han rea-
lizado menos estudios de alta calidad en EM es la logopedia,

Tabla 4 Revisiones sistemáticas de rehabilitación en la esclerosis múltiple

Revisión sistemática
22
Mills et al. , 2007
Thomas PW, Thomas S, Hillier C,
Galvin K, Baker R. Cochrane, 2008
Rietberg MB, Brooks D, Uitdehaag B,
Kwakkel G, Cochrane, 2009
Steultjens MJ, Dekker J, Bouter LM,
Cardol M, van de Nes JCM, van den
Ende CHM. Cochrane, 2009
Dennison et al.31 , 2009
Khan F, Turner-Stokes L, Ng L,
Kilpatrick T, Amatya B. Cochrane,
2011
Rosti-Otajärvi y Hämäläinen29 , 2011
Paltamaa et al.23 , 2012
Das Nair et al.30 , 2012
Contenido
No se pueden realizar recomendaciones sobre el uso de la fisioterapia en la ataxia
en la esclerosis múltiple en este campo dada la pobre documentación hallada y
que por consiguiente, se precisa realizar estudios de mayor calidad
Se recomienda la intervención psicológica en los enfermos con esclerosis
múltiple, subrayando la idoneidad del enfoque cognitivo-conductual en el
tratamiento de la depresión
Existe nivel de evidencia 1 a, a favor del beneficio del tratamiento con ejercicios
en relación con el incremento de la potencia muscular, la tolerancia al esfuerzo y
a la mejora de las actividades motoras en los pacientes con esclerosis múltiple
La falta de ensayos clínicos aleatorizados no permite valorar la aplicación de la
terapia ocupacional en la esclerosis múltiple y, por ello, se necesitan más
estudios de alta calidad para evaluarla
La ansiedad y la depresión en la esclerosis múltiple precisan tratamiento
mediante técnicas de psicología
La asistencia a los pacientes con esclerosis múltiple debe ser continuada, integral
y multidisciplinar. El tratamiento rehabilitador multidisciplinar mejora la
discapacidad y la minusvalía en los enfermos con esclerosis múltiple, si bien no se
demuestra que produzca, per se, una recuperación del déficit
Existe evidencia, aunque débil debida a la baja calidad de los estudios, a favor de
la rehabilitación neuropsicológica en la esclerosis múltiple
Se demuestran pequeños pero significativos efectos positivos de la fisioterapia
sobre las alteraciones del equilibrio en la esclerosis múltiple en los pacientes con
discapacidad leve y moderada
Existe evidencia débil a favor de la rehabilitación neuropsicológica de los déficits
de memoria en la esclerosis múltiple
52
si bien está fuera de discusión la necesidad del tratamiento
de las alteraciones de la deglución, del habla y el lenguaje
en EM mediante esta disciplina. Así se puede ver reflejado en
la GPCCH y la GPCRU, en las que se hace una recomendación
grado D de la valoración y tratamiento mediante logopedia
de las alteraciones de la deglución, del habla y el lenguaje en
EM14,15 . No se han encontrado ECR ni EC sobre el tratamiento
logopédico de estas afecciones en EM.
La afectación de la función vesical y esfinteriana es tam-
bién importante en estos pacientes. La GPCRU y al GPCCH
hacen una recomendación grado A, a favor del uso de ejer-
cicios de suelo pélvico en el caso de incontinencia14,15 . La
GPCC recomienda igualmente, esta práctica, y aconseja
igualmente la realización de cateterismos en caso de dis-
función vesical16 .
Por último, es primordial resaltar el interés económico
que supone la aplicación del tratamiento multidisciplinar
rehabilitador en EM, habida cuenta de la mejora de los cos-
tes económicos que se han objetivado tanto a corto como a
largo plazo33,34 . La GPCRU resalta también este hecho14 .
En las tablas 3 y 4 se recoge el resumen de las con-
sideraciones y recomendaciones de los estudios citados
anteriormente.
Conclusiones
Dada la complejidad sintomática y funcional que pueden
presentar los pacientes con EM, deben ser valorados, trata-
dos y seguidos por un equipo rehabilitador multidisciplinar.
El tratamiento rehabilitador mejora la discapacidad y la cali-
dad de vida. El tratamiento rehabilitador de la EM tiene
efectos positivos sobre los costes económicos totales del
proceso a corto y largo plazo. Se deben realizar más estudios
de alta calidad para evaluar la efectividad real de los distin-
tos componentes del tratamiento rehabilitador, y concretar
las características de su aplicación.
Responsabilidades éticas
Protección de personas y animales. Los autores declaran
que para esta investigación no se han realizado experimen-
tos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que en
este artículo no aparecen datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los
autores declaran que en este artículo no aparecen datos de
pacientes.
Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Bibliografía
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