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CUSCO – PERÚ
2018
FISIOPATOLOGÍA DE LA APENDICITIS AGUDA
Se cree que el evento patógeno primario en la mayoría de los pacientes con apendicitis aguda
se debe a una obstrucción luminal. Esto puede deberse a una variedad de causas, que incluyen
fecalitos, hiperplasia linfoide, cuerpos extraños, parásitos y tumores primarios y metastáticos.
La estasis fecal y los fecalitos caracterizan la causa más común de obstrucción apendicular,
seguida de hiperplasia linfoide, materia vegetal y semillas de frutas, bario de estudios
radiográficos anteriores y gusanos intestinales.La prevalencia de apendicitis en adolescentes y
adultos jóvenes sugiere un papel fisiopatológico para los agregados linfoides que existen en
abundancia en el apéndice de este grupo de edad. Según esta teoría, la obstrucción conduce a
la inflamación, al aumento de la presión intraluminal y, en última instancia, a la isquemia.
Posteriormente, el apéndice agranda e incita cambios inflamatorios en los tejidos circundantes,
como en la grasa pericecal y el peritoneo.
La rápida distensión del apéndice se debe a su pequeña capacidad luminal y las presiones
intraluminales pueden alcanzar de 50 a 65 mm Hg. Esta afección apendicular produce una
dilatación del ciego debido al íleon localizado, causado por el proceso inflamatorio. El contenido
cecal se almacena y no se conduce al colon derecho. La presencia de carga fecal dentro del
ciego dilatado se identifica en la radiografía abdominal simple como un signo específico de
apendicitis aguda.
Aunque es lógica y es probable que sea cierta, esta teoría no ha sido probada. En la revisión
más reciente sobre etiología y patogénesis, varios estudios demostraron que, a diferencia del
pensamiento común, es poco probable que la obstrucción del apéndice sea la causa principal en
la mayoría de los pacientes. Una investigación que midió las presiones intraluminales en el
apéndice mostró que en el 90% de los pacientes con apendicitis flemonosa, no hubo aumento
de la presión intraluminal ni signos de obstrucción luminal. Hubo signos de obstrucción de la luz
apendicular, expresada como una presión intraluminal elevada, en todos los pacientes con un
apéndice gangrenoso, pero no en pacientes con apéndice flemonosa. Estos datos sugieren que
la obstrucción no es un factor importante en la causa de la apendicitis aguda, aunque puede
desarrollarse como resultado del proceso inflamatorio. Sobre la base de la evidencia disponible,
es probable que existan varias etiologías de apendicitis, cada una de las cuales conduce a la vía
final de invasión de la pared apendicular por bacterias intraluminales.
Existe una fuerte evidencia epidemiológica que apoya la proposición de que la apendicitis
perforada y no perforada son entidades separadas con una patogénesis diferente. Los pacientes
con síntomas de corta duración tuvieron un infiltrado predominantemente de neutrófilos que se
convirtió en un infiltrado linfocítico predominante con evidencia de tejido de granulación a medida
que la duración de los síntomas se hizo más larga. Estos hallazgos apoyan la afirmación de que
un infiltrado mixto de linfocitos y eosinófilos representa una fase de regresión de la apendicitis
aguda. La formación de adherencias fibrosas y la cicatrización de la pared del apéndice también
se han demostrado y son consistentes con la resolución de un ataque previo de apendicitis. En
las personas mayores, la manifestación habitual de la llamada "apendicitis" es la perforación sin
o con poca inflamación. En estos casos, un apéndice isquémico perfora, a diferencia de los
jóvenes, en quienes la perforación se debe a la evolución de una inflamación con infección grave.
El papel inmunológico del apéndice implica respuestas locales y sistémicas para reconocer los
patrones moleculares de los microbios e iniciar la respuesta local que atrae y activa los
leucocitos, aumenta la permeabilidad vascular, provoca dolor y mejora el flujo de sangre al tejido
infectado. Muchas características de esta inmunidad son características de la apendicitis aguda,
como una forma común de infección bacteriana moderadamente grave pero localizada. Los
elementos importantes de la inmunidad están relacionados con el genoma, respondiendo a las
señales microbianas sin una modificación genética adicional. Sin embargo, los polimorfismos
alélicos en varios genes de inmunidad innata se han asociado con un mayor riesgo de adquirir
enfermedades infecciosas. La apendicitis complicada se asocia con el alelo C de IL-6 −174 y el
TNF-α que podría influir en la gravedad de la inflamación en la apendicitis. La mayor expresión
de TF y la disminución de la expresión del inhibidor de la vía del factor tisular contribuyen a la
trombosis microvascular local, necrosis tisular y gangrena
Recientemente, con el advenimiento de la neurogastroenterología, el concepto de apendicitis
neuroinmune ha evolucionado. Después de un ataque menor previo de inflamación intestinal, se
observan sutiles alteraciones en los neurotransmisores entéricos, que pueden resultar en una
percepción visceral alterada desde el intestino; Este proceso ha sido implicado en una amplia
gama de condiciones gastrointestinales.
REFERENCIAS BILBIOGRÁFICAS
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