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“Por su inmenso amor Él se ha hecho lo que nosotros somos,

para darnos la posibilidad de ser lo que Él es”.

Adversus haereses,
Por NELSON CRESPO San Ireneo de Lyon, (140-202 d.C.)

M
agna es la misión que Je- ten fallos doctrinales… Será en estas sido de los nuestros, habrían per-
sús encomendó a los fechas, ante los conflictos que surgían manecido con nosotros
apóstoles y a sus suceso- entre los conversos procedentes del ju- (1Jn 2, 19).
res:“Vayan y hagan discípulos de todas daísmo y los del mundo gentil, que los
las naciones, enséñenle a guardar todo apóstoles realizan en la Ciudad Santa lo Las primeras desviaciones doctrina-
lo que les he mandado” que pudiéramos llamar el “primer Con- les que tuvieron que enfrentar los suce-
Los apóstoles, con la efusión del cilio” (Hch 15). sores de los apóstoles no negaron tanto
Espíritu Santo, tomando como asidero El “Protoconcilio” de Jerusalén la divinidad de Jesús como sí su huma-
la promesa del Señor de estar con ellos marca en cierto modo la mayoría de nidad. Baste mencionar la corriente
todos los días hasta el fin del mundo edad de la Iglesia primitiva que co- gnóstica que floreció en los siglos II y
(Mt 28, 20), se dispersan por el orbe mienza a andar con pasos propios, des- III, (de la cual proceden buena parte de
conocido de entonces: Pedro, después lindándose del entorno judío que había los denominados evangelios apócrifos),
de Jerusalén irá a predicar en Roma, sido su cuna. Luego los mismos após- que sostenía que Jesús, en cuanto Dios,
luego de su paso por Antioquia; Andrés, toles, o sus discípulos inmediatos, con- no era, en consecuencia, verdadera-
su hermano, irá al mundo griego; To- signarán por escrito la Buena Nueva, el mente hombre.
más irá primero a Siria y Persia para Evangelio. A finales del siglo II, San Ireneo de
luego dirigirse al oeste de la India, y así Para la Iglesia era (y es) de vital Lyon en su obra Adversus haereses,
el resto de los doce apóstoles. importancia custodiar el contenido de la salía en defensa del dogma cristiano
En cada uno de estos lugares los fe revelada, fe que tendrán que profun- contra las herejías de su tiempo, y cues-
discípulos anuncian a viva voz aquello dizar y explicar según el lenguaje de los tionaba: “¿Cómo podrían los hombres
que han visto y oído (Hch 4, 20), aque- hombres a quienes dirigen su mensaje. lograr la salvación, si Dios no hubiese
llo que contemplaron y palparon sus Elemento angular de esta fe trasmitida obrado su salvación sobre la tierra? ¿O
manos (1Jn 1, 1). El eje de su predica es el insondable misterio de la encarna- cómo habría ido el hombre a Dios, si
serán las enseñanzas de Jesús, su vida, ción del Verbo Eterno en la persona Dios no hubiese venido al hombre?”
sus hechos, su pasión, … su Resurrec- histórica de Jesús de Nazaret. ¿Contra qué herejías escribía en es-
ción. Esta predica oral pronto va a te- En los números anteriores nos tas tempranas fechas San Ireneo de
ner necesidad de fijación escrita, sobre hemos acercado a la plena divinidad y Lyon? Es difícil sintetizarlas. Son las
todo ante los desafíos que traía consigo humanidad de la Palabra hecha carne. mismas de ayer y de hoy, las mismas
la diversidad de contextos y culturas en Ello lo realizamos a partir de las Escri- que, aunque múltiples y matizadas, pu-
los cuales el evangelio intenta echar raí- turas canónicas, aquellas que nacen, en diéramos agrupar en dos tendencias: 1º.
ces y la consiguiente dispersión territo- la Iglesia, de la prédica de la primera - Los que niegan la divinidad de Jesús,
rial de aquellos que habían sido consti- generación apostólica en el siglo I. aquellos que ven a Cristo sólo como un
tuidos en columnas de la Iglesia. Hoy nos acercaremos al anuncio simple hombre, dotado de una sabidu-
que hacen de ésta aquellos que son eri- ría divina, o como una apariencia de un
El Espíritu los guiará a la verdad ple- gidos por la misma Iglesia, (y en ella), eón emanado del Ser divino.
na (Jn 16, 13). depositarios de la sucesión apostólica y, 2º.- Los que niegan su humanidad,
en virtud de este Magisterio, tienen la aquellos que consideran que lo humano
A partir de entonces los apóstoles misión, guiados por el Espíritu Santo, es despreciable por naturaleza y, por
comienzan un intercambio epistolar con de custodiar y trasmitir la fe de que son tanto, Cristo, en cuanto Verbo Eterno,
sus nuevos discípulos (Filemón, Tito…), depositarios; confirmando a sus herma- no habría podido tener un cuerpo mate-
con iglesias particulares (Filipo, Colo- nos (Lc 22, 32) en aquello que, como rial, siendo su cuerpo sólo aparente.
sas, Efeso…), así como con grupos de cristianos, los obliga a una adhesión ¿Quién es el mentiroso sino el que
éstas (epístolas universales de Pedro, irrevocable. niega que Jesús es el Cristo? Ese es el
Juan, Santiago…). En ellas, con su au- Anticristo, el que niega al Padre y al
toridad apostólica, dan recomendacio- Salieron de entre nosotros; pero no Hijo. Todo el que niega al Hijo tam-
nes, deciden cuestiones discutidas, emi- eran de los nuestros. Si hubiesen poco posee al Padre. Quien confiesa

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al Hijo posee también al Padre (I Jn después Arrio, sacerdote de Alejandría (Jn 1, 14) y a la tradición cristiana que
2, 22-23). (256-336), comenzó a propugnar que siempre confesó a Jesús como verdade-
El apóstol Pablo, alrededor de los Jesucristo no es Dios; aún cuando sea ro hombre. A lo anterior se añadían
años 56-62, recordaba a los Filipenses preexistente al nacimiento del seno de opiniones como las del obispo de Lao-
que a Jesús “Dios le exaltó y le otorgó María, sino que es creado en el tiempo. dicea, Apolinar (310-390), y sus segui-
el Nombre que está sobre todo nom- La herejía arriana poco a poco fue dores (apolinaristas), según los cuales
bre” (Fil 2, 9). Al respecto San Atana- extendiéndose, amenazando con dividir en Jesús no pudo haber un alma huma-
sio (293-373) comenta: “Esta expresión la Iglesia. El Concilio de Nicea (año na verdadera, porque habría sido susti-
‘le exaltó’, no pretende significar que 325) condena el arrianismo y al hacerlo tuida por el Verbo de Dios.
haya sido exaltada la naturaleza del formula, con las palabras que aún hoy El Papa San Dámaso I (366-384),
Verbo; en efecto, este último ha sido y se repiten en el Credo de la misa domi- en carta dirigida a los obispos orientales
será siempre igual a Dios. Por el con- nical, que el Hijo de Dios es (año 374), rechaza al unísono los erro-
trario, quiere indicar la exaltación de la “engendrado, no creado, de la misma res de Arrio y de Apolinar. Expresa la
naturaleza humana. Por tanto, estas pa- sustancia que el Padre”; expresando en carta del Papa en una de sus partes:
labras no fueron pronunciadas sino des- una fórmula adaptada a la cultura grie- “Aquellos (los arrianos) ponen en el
pués de la Encarnación del Verbo para ga de entonces, un elemento cardinal Hijo de Dios una divinidad imperfecta;
que apareciese claro que términos co- que en boca de Jesús surca todo el éstos (los apolinaristas) afirman falsa-
mo ‘humillado’ y ‘exaltado’ se refieren Nuevo Testamento: “El Padre y yo so- mente una humanidad incompleta en el
únicamente a la dimensión humana. mos Uno” (Jn 10, 30). Hijo del Hombre. Pero, si verdadera-
Efectivamente, sólo lo que es humilde Declara en su definición el Concilio mente ha sido asumido un hombre in-
es susceptible de ser ensalzado”. de Nicea: completo, imperfecta es la obra de
Estas palabras, tomadas del Adver- “Creemos... en un solo Señor Jesu- Dios, imperfecta nuestra salvación,
sus Arianos, son dirigidas por San Ata- cristo Hijo de Dios, nacido unigénito porque no ha sido salvado todo el hom-
nasio contra los arrianos, movimiento del Padre, es decir, de la sustancia del bre... Y nosotros, que sabemos que
que tuvo que enfrentar la Iglesia a co- Padre. Dios de Dios, luz de luz, Dios hemos sido salvados en la plenitud del
mienzos del siglo IV. Ya desde el siglo verdadero de Dios verdadero, engen- ser humano, según la fe de la Iglesia
III la Iglesia se vio en la necesidad de drado, no creado, consustancial al Pa- Católica, profesamos que Dios, en la
afirmar frente al obispo de Antioquia, dre por quien todas las cosas fueron plenitud de su ser, ha asumido al hom-
Pablo de Samosata, en un Concilio re- hechas, las que hay en el cielo y las que bre en la plenitud de su ser”.
unido en la propia ciudad (años 264- hay en la tierra, que por nosotros los Poco después el Concilio I de
268), que Jesucristo es Hijo de Dios hombres y por nuestra salvación bajó Constantinopla (año 381) condenará a
por naturaleza y no por adopción. Poco del cielo y se encarnó, se hizo hombre, los apolinaristas, reafirmando dogmáti-
padeció, y resucitó al tercer día, subió camente la plena humanidad de Jesús, a
a los cielos, y ha de venir a juzgar a los la que pertenece por su naturaleza un
En el Concilio de vivos y a los muertos”. alma humana verdadera (y, por tanto,
un verdadero intelecto humano y una
Nicea la Iglesia, Muchos seductores han salido al libre voluntad).
junto a la mundo, que no confiesan que
Jesucristo ha venido en carne.
Después de estos decretos concilia-
res, cuando se creía zanjado el tema,
reafirmación Ese es el Seductor y el Anticristo
(2 Jn 1, 7).
surgió una nueva y sutil controversia
enarbolada en esta ocasión por Nestorio,
dogmática de la Patriarca de Constantinopla (428-431),
En el Concilio de Nicea la Iglesia, quien propugnaba que la divinidad y la
plena divinidad del junto a la reafirmación dogmática de la humanidad de Jesús no se habían unido,
plena divinidad del Verbo hecho carne,
Verbo hecho sostiene y defiende al unísono la verda-
como en un solo sujeto personal, en el
ser terreno que había comenzado a
carne, dera humanidad de Jesús, la cual tam- existir en el seno de la Virgen María
bién era objeto de discusión desde mu- desde el momento de la Anunciación.
sostiene y cho tiempo antes, en particular por par- Nestorio hablaba de una presencia es-
te del docetismo, movimiento que sos- pecial de Dios en la humanidad de Je-
defiende al tenía que Jesús no tenía un cuerpo ver- sús, como en un ser santo, como en un
dadero sino solamente una “apariencia
unísono la de carne”.
templo, de manera que subsistía en Je-
sús una dualidad no sólo de naturaleza,
verdadera De ello se desprendía que en la en-
carnación y en la Cruz teníamos sólo
sino también de personas, la divina y la
humana.
humanidad una “ilusión de carne”, en abierto con- El Concilio de Efeso (año 431) con-
traste con las Escrituras que afirmaban dena la herejía de Nestorio, reafirman-
de Jesús... que el Verbo realmente se hizo carne do que Cristo es el Verbo eterno, Dios

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portamientos determinantes en la vida
cristiana. De este modo tenemos, de
una parte, lo que pudiéramos llamar,
en palabras del P. José María Castillo,
sj, un “monofisismo práctico” y, de
otra, lo que pudiéramos denominar un
“cristianismo ateo”.
El monofisismo como doctrina teo-
lógica fue condenado en el Concilio de
Calcedonia. Pero como tentación prác-
tica ha pervivido y pervive en muchos
cristianos que hablan y conciben de tal
manera a Cristo, que tienen mucho cui-
dado en no decir o hacer nada que aten-
te contra su divinidad, pero resulta que,
al mismo tiempo, dicen y hacen cosas
difícilmente conciliables con lo que es
de Dios, que como Hijo es mutables, sin división, sin separación, su condición humana, anunciado así a
“engendrado” desde siempre por el Pa- en modo alguno borrada la diferencia un Jesús totalmente desencarnado, pre-
dre y, según la carne, nació, en el tiem- de naturalezas por causa de la unión, ocupado más por los derechos de Dios,
po, de la Virgen María. Expresa el sino conservando, más bien, cada natu- que por los derechos de los hombres.
Concilio: raleza su propiedad y concurriendo en La reacción opuesta al monofisismo
“Confesamos, consiguientemente, a una sola persona y en una sola hipósta- práctico es lo que se ha venido en lla-
Nuestro Señor Jesucristo Hijo de Dios sis, no partido o dividido en dos perso- mar “cristianismo ateo”, una manera
unigénito, Dios perfecto y hombre per- nas, sino uno solo y el mismo Hijo uni- de pensar y de actuar que ve en Jesús a
fecto compuesto de alma racional y de génito, Dios Verbo, Señor Jesucristo, un hombre ejemplar, pero nada más
cuerpo, antes de los siglos engendrado como de antiguo acerca de Él nos ense- que eso; sin faltar ocasiones en que este
del Padre según la divinidad, y el mis- ñaron los profetas, y el mismo Jesucris- Jesús mutilado es reconocido más como
mo en los últimos días, por nosotros y to, y nos lo ha transmitido el símbolo un revolucionario socio-político, que
por nuestra salvación, nacido de María de los Padres”. como el Hijo de Dios del que nos habla
Virgen según la humanidad, el mismo el Evangelio.
consustancial con el Padre en cuanto a No seamos llevados a la deriva y za-
la divinidad y consustancial con noso- randeados por cualquier viento de El que a ustedes escucha, a mí me
tros según la humanidad. Porque se doctrina (Ef 4, 14). escucha (Lc 10, 16).
hizo la unión de dos naturalezas
(humana y divina), por lo cual confesa- La defensa de la fe de la Iglesia Hace poco más de 18 siglos San
mos a un solo Señor y a un solo Cris- contra los errores que la acechan obliga Ireneo escribía en su tratado contra los
to". a reafirmar una y otra vez lo que es ne- herejes: “La gloria del hombre es Dios,
Sin embargo, a partir de esta decla- cesario creer y lo que es accesorio. A pero el receptáculo de toda acción de
ración del Concilio de Efeso, los mono- pesar de los siglos transcurridos, los Dios, de su sabiduría, de su poder, es
fisistas comenzaron a propugnar que en desafíos actuales son parecidos a aque- el hombre”. Este sublime intercambio
tal unión la naturaleza humana había llos a los que tuvo que hacer frente la llega a su cenit en el ser de Jesucristo,
sido absorbida por la divina, o la divina Iglesia primitiva: guardar en su predica Logos Eterno, luz y razón de todas las
por la humana, o que de ellas resultó y en su acción la integridad de la fe re- cosas (Jn 1, 4. 9). El es Aquel que,
una tercera, una especie de mezcla físi- velada en Jesucristo. usando palabras del Papa Juan Pablo II,
ca. El Concilio de Calcedonia (año Como ayer, hoy sigue dándose en- se encarna y se hace presente en medio
451) para una mejor precisión del suje- tre los cristianos la tendencia de los que de los hombres y de las cosas, en el co-
to de esta unión de naturalezas, introdu- acentúan la divinidad de Cristo, con el razón de la historia, para ser, según el
jo el término "persona”. La fórmula de consiguiente detrimento de su humani- designio de Dios Padre, la cabeza onto-
la definición del Concilio de Calcedo- dad, (Cristo es Dios con apariencia de lógica del universo, el Redentor y Sal-
nia repetirá la de Nicea y Constantino- hombre); y la de los que ponen el acen- vador de todos los hombres, el Restau-
pla y hará suya la doctrina de Efeso pa- to en su humanidad, con el consiguien- rador que recapitula todas las cosas del
ra declarar: “Siguiendo, pues, a los te detrimento de la divinidad, (Cristo cielo y de la tierra (Ef 1, 10).
santos Padres, unánimemente enseña- fue un hombre adoptado por Dios, pero
mos a confesar a un solo y mismo no era Dios).
Hijo: el Señor Nuestro Jesucristo…, Estas tendencias se dan en nuestros
uno y mismo Cristo Señor unigénito: días no tanto en forma de doctrinas teó-
en dos naturalezas, sin confusión, in- ricas, sino más bien en forma de com-

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