MINISTERIO DE CELULAS

LAS PREGUNTAS DEL HOMBRE MODERNO

Tema 10: ¿Es cierto que hay un infierno?

Esta pregunta viene de aquellas personas que no creen en Dios y dudan que haya
un infierno. En realidad nadie quisiera creerlo. Todos desearíamos que este mundo
y el mundo venidero estuvieran libres de tal condenación. Por naturaleza el hombre
siempre desea solo cosas buenas, paz, amor, dinero, salud, tranquilidad, armonía,
felicidad, éxito, etc., se niega aceptar que en la experiencia humana también figura
la parte negativa de las cosas. La cotidianidad de la vida es un reflejo de la realidad
espiritual que existe y que viene. Así como hay día, hay noche. Hay luz, pero
también tinieblas. Hay salud, pero también enfermedad. Hay amor, pero también
odio. Hay alegría, pero también tristeza. Hay nacimiento e infancia, pero también
senectud. Hay vida, pero también hay muerte. Hay un cielo, pero también un
infierno.

Dios diseño el infierno como un lugar de castigo eterno para Satanás y sus ángeles,
que desobedecieron a Dios. Pero satanás no quiere estar solo sufriendo ese castigo,
sino que trabaja cada día, para que más personas se alejen y desobedezcan a Dios y
lo acompañen en ese castigo. El único libro que puede hablarnos con verdad y
autoridad sobre este asunto es la Santa Biblia, veamos sus enseñanzas:
1. En el infierno hay fuego: Lucas 16:23-24. Nos narra la historia de un hombre
que que vivió a su manera en la tierra, sin Dios y al estar en el Hades (palabra
griega equivalente al Sheol del A. T. que significa muerte y es símbolo del
infierno) “Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de
 lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo:
Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje
la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy
atormentado en esta llama.

2. Hay prisiones de oscuridad: Los ángeles que Luz Bel trajo a la tierra, fueron a
dar a la oscuridad del infierno. Estos serán juzgados al final de los tiempos para
volver otra vez al infierno. “Porque si Dios no perdonó a los ángeles que
pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de
oscuridad, para ser reservados al juicio;” 2ª Pedro 2:4

3. Las personas estarán agusanadas: Marcos 9:43-48. Se supone que por los
efectos del mismo infierno, los cuerpos se irán deteriorando, se irán pudriendo.
Sin embargo, no morirán. El castigo es eterno. “Y si tu ojo te fuere ocasión
de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que
teniendo dos ojos ser echado al infierno, donde el gusano de ellos no
muere, y el fuego nunca se apaga”. Marcos 9:47-48.

4. Ahí estará La Bestia, el Falso Profeta y el Diablo: Estos seres, son aliados,
pero enemigos de Dios y ocasionarán muchos males en la Tierra. Dios tiene un
castigo también para ellos. Apocalipsis 19:20; “Y la bestia fue apresada, y
con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con
las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y
habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un
lago de fuego que arde con azufre”

CONCLUSION: La Biblia dice que sí habrá un infierno. No importa si es un

lugar físico o un estado del alma, la verdad bíblica es que hay consecuencias
muy tristes, muy desastrosas, para las personas que deciden vivir sin Dios en
esta tierra. Es muy lamentable saber que hay infinidad de personas que, por
darle la espalda a Dios, ahora mismo viven en grandes problemas, desesperadas
y sin rumbo. Viven ya un infierno anticipado, pero este sufrimiento no se puede
comparar al que la Biblia dice que vendrá. Muchos, por ignorancia o por la
dureza de sus corazones acarrean doble sufrimiento sobre ellos.

Gracias a Dios, todos tenemos la gran oportunidad de salvarnos del horrendo

infierno. El Señor Jesucristo dice: “Venida a mi todos los que estáis trabajados
y cargados que yo os haré descansar” (Mateo 11:28) Si las personas creen, se
humillan, se arrepienten de sus pecados y aceptan a Jesucristo como el Salvador
y el Señor de sus vidas, Jesús les dice: “Vendré otra vez y os tomaré a mi
mismo, para que donde yo esté, vosotros también estéis conmigo” San Juan 14:
2-3. Con la ayuda de Dios podemos librar a más personas del fuego del
infierno. Todavía hay tiempo.