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B O L E T Í N B I M E S T R A L D E L A C O M I S I Ó N N A C I O N A L PA R A E L C O N O C I M I E N T O Y U S O D E L A B I O D I V E R S I D A D
H E L I A B R AV O
P OR EL TIEMPO Y LAS CIRCUNSTANCIAS que
el trabajo.
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C
© Lourdes Almeida
TÁ
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A
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PA B L O E S P I N O S A Y Á N G E L VA R G A S
P I O N E R A E I N O LV I D A B L E M A E S T R A *
Hace diez años, Jesusa Rodríguez lantada en la primaria; el segundo, espinas y aguijones, manantiales
escribió la letra y Liliana Felipe la porque inauguró la carrera de bio- de metáforas y guisos, en México
música de la canción Las suculen- logía en nuestro país, por supues- se llaman nochtli, comitl, nochez-
tas (para la doctora Helia Bravo- to que también con calificaciones tli, tlalnopal, tlapalnopalli, coc-
Hollis). Por ello, hoy también la de excelencia. cum, chahuixtlenopal, xoconoch-
comunidad artística está de luto. En el diccionario, la palabra tli, nombres que les confirieron
Los cactos recibieron el bautizo de cacto está muy cerca del término los antiguos mexicanos pero que
la maestra Bravo en México. Ella cacumen. Se necesita mucho ca- los colegas de la doctora Bravo re-
había recibido el último diploma cumen para estudiar las cactáceas conocen por las nuevas denomi-
que firmó Porfirio Díaz y el primer y también mucha pasión y amor, naciones que les confirió la maes-
título profesional, cuando tenía cualidades ambas de la maestra, tra merced a su sapiencia: realizó
respectivamente 6 y 27 años, que doctora Bravo. Así que cactáceas, 59 cambios nomenclaturales y
fueron los primeros testimonios de aizoáceas, asclepiadáceas, crasu- describió muchas nuevas especies
una brillante trayectoria: el prime- láceas, euforbiáceas y liliáceas, de de cactáceas mexicanas.
ro, porque fue la alumna más ade- tejidos carnosos, con presencia de La suya fue una vida siempre
fesor Isaac Ochotorena. He- tancias del profesor Ochoto- ceas y Suculentas Mexica-
lia Bravo-Hollis estudió en la rena, en 1937 se publica la nas, que publica su primer
Facultad de Medicina y de primera edición de Las cac- número en junio de 1955.
Altos Estudios, para conver- táceas de México, trabajo Realiza un intenso trabajo de
tirse, en 1927, en la primera con el cual Helia Bravo obtu- campo y con sus ejemplares
bióloga graduada en México. vo el grado de maestra en colectados contribuye a la
En 1929 la Universidad al- ciencias. Durante tres años fundación del ahora Jardín
canza su autonomía y los trabajó en el herbario del Ins- Botánico de la UNAM, obra
centros de investigación pa- tituto Politécnico Nacional, iniciada con Hernando Sán-
san a formar parte de ella. El antes de regresar a la UNAM chez-Mejorada. La nueva
profesor Ochotorena, funda- invitada por el doctor Rober- edición de Las cactáceas de
dor y primer director del Ins- to Llamas, director del Insti- México, en tres tomos, fue
tituto de Biología, incorpora tuto de Biología. En el otoño un trabajo de casi treinta
a Helia Bravo-Hollis como de 1951 se funda la Socie- años. La doctora Bravo fue
curadora del ahora Herbario dad Mexicana de Cactología invitada por el doctor Peter
Nacional MEXU. Sus primeros con cinco miembros: Helia Raven, director del Jardín
trabajos se concentraron en Bravo-Hollis, Hernando Sán- Botánico de Missouri, para
a Bravo con
ejemplar de
L
A DOCTORA Helia Bravo- la familia Lemnaceae, sobre chez-Mejorada, Eizi Matuda, escribir sobre las cactáceas
Hollis nació el 30 de sep- todo en las algas de agua Dudley Gold y Jorge Meyrán. de Mesoamérica, trabajo
inocactus
yacanthus, tiembre de 1901 en la Ciu- dulce de Xochimilco. En Como presidenta de la So- que será publicado en la se-
uacán, 1936. dad de México. Muy joven se 1932 se acerca a la familia ciedad. la doctora Bravo rie Flora Mesoamericana.
Archivo Helia inició en la investigación bio- que habría de ser la obra de nombra al doctor Meyrán Varios centenares de es-
lógica bajo la tutela del pro- su vida: las cactáceas. A ins- editor de la revista Cactá- pecies han sido nombradas
2
Portadas de algunos de los primeros ejemplares
de la revista Cactáceas y Suculentas Mexicanas.
luminosa: "Nací el 30 de septiem- tado generosamente a La Jornada Mis padres amaban la naturale-
bre de 1901 en la Villa de Mixcoac por la revista Artes de México. za… Mi madre, a la caída de la tar-
(así se llamaba antes); era una pe- Allí deja la maestra, doctora de, me llevaba a ver el crepúsculo
queña población en lo que ahora es Bravo, la siguiente imagen con con nubes que se revolvían entre
la delegación Benito Juárez. La in- una precisión semejante a la belle- colores púrpura, rojo y oro, en tan-
tegraban calles angostas (quedan za que plasmó durante los últimos to que los volcanes se revestían de
restos aún), residencias de gente años mediante la pintura al pastel, un color violeta que gradulamen-
bien, casas más modestas, las igle- una de sus pasiones adquiridas te se disolvía al anochecer…
sias de San Juan y La Candelaria, muy recientemente: "al suroeste Cuento todo esto para que ustedes,
un mercado municipal y la escue- se veían el Ajusco y el Xitle, tam- ya en otro siglo, conozcan cómo
la llamada Olavarría y Ferrari (que bién cubiertos de pináceas… Por fue nuestra preciosa ciudad".
aún existe), así como varios con- los lomeríos de Becerra descendía
ventos de monjas con tapias altas el río Mixcoac, un verdadero río, * Texto tomado de La Jornada del 27 de
como lo están ahora", según lee- con agua cristalina y a los lados septiembre de 2001, editado por Biodiversitas.
mos en un texto biográfico facili- florida vegetación herbácea…
en honor de la doctora Bra- Instituto de Biología de la cinco miembros en 1951 a buyó con la descripción de
vo; por ejemplo, Ariocarpus UNAM a los 90 años, por pro- casi 350 en 2001, con cerca varias decenas, entre otras,
bravoanus, Opuntia heliae, blemas de salud. de la mitad de ellos de origen Lophophora diffusa, Opuntia
Opuntia bravoanus, Mammi- Un poco antes de la Se- extranjero, y cuenta con nue- huajuapensis, O. jaliscana,
llaria hahniana ssp. bravoae. gunda Reunión de Cactá- ve sociedades filiales en la Peniocereus occidentalis,
La repercusión del trabajo de ceas y Suculentas Mexica- República mexicana (Jalis- Mammillaria matudae, M.
la doctora Bravo en la biolo- nas, celebrada en Oaxaca co, Querétaro, Hidalgo, Esta- perezdelarosae y el género
gía de las cactáceas ha tras- en 1999, quiso visitar San do de México, Oaxaca, San Backebergia, sino que fue un
cendido fronteras, y ella tuvo Pedro Nolasco, cerca de Luis Potosí, Puebla, Hidalgo ejemplo a seguir por todos
la humildad y el conocimien- Guelatao, Oaxaca, para ver y Tamaulipas). A lo largo de los botánicos en México.
to científico suficientes para las especies de cactáceas 45 años, la Sociedad Mexi- Unas palabras de Helia Bra-
afirmar que "a pesar de to- descritas por Karwinski, ya cana de Cactología ha apor- vo-Hollis son un ejemplo pa-
do, creo que mi trabajo dejó que había una confusión tado de manera ininterrumpi- ra la labor científica que se
mucho que desear, pues el geográfica en su ubicación. da material sobre cactáceas lleva a cabo en México y
conocimiento de las cactá- Posteriormente se trasladó al y otras suculentas mexica- muestran la vocación de un
ceas no está acabado, siem- istmo de Tehuantepec para nas por medio de su publica- verdadero maestro: "Hice mi
pre se está haciendo. Es revisar las poblaciones de ción periódica, además de trabajo con sentido de res-
una familia en la que la siste- Mitrocereus militaris (Audot) realizar reuniones mensua- ponsabilidad ante la UNAM,
mática siempre se está mo- Bravo. A finales del año 2000 les informativas abiertas a con amor, con pasión, con
viendo. Tenemos que encon- fue invitada a la inauguración todo el público. La doctora coraje; no fue un trabajo con
trar un método bioquímico de la Reserva de Metztitlán. Bravo no sólo enriqueció el sueldo, fue una grata investi-
que nos ayude a interpretar La Sociedad Mexicana conocimiento sobre muchas gación".
la morfología". Se retira del de Cactología ha crecido de especies mexicanas y contri-
3
MARÍA C. MANDUJANO, J. GOLUBOV Y JERÓNIMO REYES*
L A FAMILIA CACTACEAE, origina- bel, 1986) y en proporción, los me- eficientes de reproducción de espe-
ria de América, comprende tres sub- nos estudiados tanto desde el punto cies con problemas de sobreviven-
familias de plantas perennes (es de- de vista taxonómico como ecológi- cia en el campo como Ariocarpus
cir, que viven más de una estación): co. Hay reportes del uso y aprove- agavoides, Astrophytum asterias,
Pereskioideae, Cactoideae y Opun- chamiento de las cactáceas desde la Mammillaria carmenae, M. plumo-
tioideae (Britton y Rose, 1919- época prehispánica; diversas espe- sa, M. solisioides, M. teresae, Orte-
1923; Bravo-Hollis, 1978). Esta fa- cies se han manejado con fines me- gocactus macdougallii, por mencio-
milia ocupa el quinto lugar en dicinales, alimenticios, mágico-reli- nar los más dramáticos en el país.
diversidad, con alrededor de 55 gé- giosos y ornamentales (Del Paso y Una parte muy importante de es-
neros y 850 especies en el ámbito Troncoso, 1886; Bravo-Hollis 1978; te fascinante conjunto de plantas es-
nacional (Rzedowski, 1983). Méxi- Colunga G-M., et al. 1986; Casas et ta conformado por los nopales (gé-
co es el centro de diversificación de al., 1999). Por estas razones la ma- nero Opuntia), que son un grupo con
cactáceas más importante, con un yoría de las cactáceas están amena- más de 120 especies y que habitan
elevado índice de endemismos (Bra- zadas de desaparecer o en peligro de ambientes por demás diversos en
vo-Hollis y Sánchez-Mejorada, extinción (Glass, 1998). Sin embar- México. Los nopales pueden ser
1991). Hernández y Godínez (1994) go, otras especies sufren presiones parte dominante del paisaje y formar
calculan que el grado de endemis- indirectas como cambios de uso de vastas extensiones de terreno deno-
mos de las especies es del orden de suelo para agricultura y ganadería. minadas nopaleras. Se ha considera-
78% y de 73% a nivel de géneros, Los factores conocidos que afectan do que las nopaleras son de los eco-
mientras que Arias (1993) estima a estas especies son la agricultura, la sistemas más diversos de las zonas
que el endemismo a nivel de géne- ganadería (caprino y bovino), los áridas, como por ejemplo en los es-
ros es de 35% y el de especies es de asentamientos humanos, el desarro- tados de Guanajuato, Chihuahua,
84%; aunque las cifras difieren, am- llo industrial, la construcción de ca- San Luis Potosí y Zacatecas, o pue-
bos trabajos coinciden en que el por- minos y carreteras, los tendidos de den estar representados por algunos
centaje de endemismos en México líneas eléctricas y telefónicas, la ex- individuos esporádicos en casi todos
es muy alto. De las tres subfamilias, tracción de materiales de construc- los tipos de vegetación (Miranda y
Cactoideae es la que más especies ción, la construcción de presas y so- Hernández-X., 1963; Rzedowski,
tiene y comprende aproximadamen- bre todo por la colecta ilegal de 1983; Mandujano et al., 1996; Gon-
te 110 géneros (Gibons y Nobel, ejemplares para el comercio nacio- zález-Espinosa, 1999). Además de
1986; y Bravo-Hollis, 1978); la nal e internacional (Reyes y Terra- la gran diversidad de ambientes en
Opuntioideae está representada en zas, 1991). Con la actual degrada- los que pueden encontrarse, los no-
México por tres géneros (Pereskiop- ción de los ecosistemas naturales pales pueden presentar formas de vi-
sis, Nopalea y Opuntia; Bravo-Ho- donde se distribuyen y crecen las da distintas: rastreras, arbustivas y
llis, 1978). Los géneros Opuntia y cactáceas, es urgente implementar arborescentes, por lo que no es de
Mammillaria son ecológicamente un programa de manejo y conserva- sorprender que la copa de algunos
los grupos más diversos, con mayor cion de esta familia. Por ejemplo, al- árboles de las selvas secas no sea
número de especies (ca. 160 y ca. ternativas de rescate y conservación otra cosa que un penacho de pencas
200, respectivamente; Gibson y No- como es el desarrollo de métodos (por ejemplo, de Opuntia excelsa).
4
Plantación de nopales
en Tlayacapan, Morelos
(arriba) y cosecha de
nopalitos en Milpa Alta,
Distrito Federal (abajo).
Fotos © Fulvio Eccardi
En nuestro país, principalmente frutos de varias especies de Mammi- ¿Por qué importa un cacto si no lo
en la región centro, se acostumbra llaria y de Ferocactus haemata- puedo tocar o hasta ahora he vivido
comer nopalitos como verdura fres- canthus, respectivamente. sin saber siquiera que existe? Para
ca, cuya venta genera anualmente Todas estas maravillas, parte im- los amantes de la naturaleza, la res-
más de 8 millones de dólares (Sobe- portantísima de nuestra tradición puesta inmediata es conservar, por
rón y Golubov, en prensa); hay otras culinaria, gastronómica, cultural, un principio de respeto a la vida. Pe-
regiones que se caracterizan por geográfica y ecológica están ligadas ro todos tenemos la misma respon-
consumir otros cactos. El 6% del to- desde tiempos ancestrales a la his- sabilidad de conservar los recursos
tal de frutos consumidos por mexi- toria de México. Seguramente, en naturales para las futuras generacio-
canos está representado por las ju- alguna conversación o en algún li- nes y el mismo derecho a compartir
gosas tunas reinas, blancas o los bro o periódico, todos hemos tenido el conocimiento.
xoconostle. Desafortunadamente, el la oportunidad de conocer la leyen- Quizá todo empiece en el posi-
primer productor-exportador de tu- da de la fundación de la gran Te- ble origen de estas plantas raras por
nas en el ámbito mundial es Italia nochtitlan (del náhuatl tenochtli, sus formas, sus colores y sus flores;
(Pimienta-Barrios y Muñoz-Urías, que significa tuna de piedra, y tlan, las que resaltan en los paisajes
1995). En ciertas regiones de Méxi- que significa lugar): el águila posa- agrestes y áridos que asociamos con
co, como por ejemplo en el estado da en un nopal (Bravo-Hollis, 1978; los cactos. Estas especies desatan
de Puebla, se produce el acitrón o Hoffmann, 1995). Además, no hay una gran pasión para muchos aficio-
biznaga en dulce, preparado de la otra familia de plantas más honrada
cocción del tallo de una hermosa es- que la Cactaceae, ya que la bandera
pecie en riesgo de desaparecer, de México ostenta el águila devo-
Echinocactus platyacanthus (C. Ji- rando a una serpiente con una rama
ménez, com. pers.). Otro maravillo- de nopal en su base, posiblemente
so ejemplo es el consumo de un fru- de la especie Opuntia streptacantha
to rarísimo, con cáscara de color (sensu Nobel, 1994). No obstante,
rosa mexicano, de textura tersa, con no falta el naturalista meticuloso
pulpa blanca, jugosa, de puntitos ne- que ha comentado al respecto el he-
gros: es el fruto de una cactácea tre- cho de que el águila real no tiene en
padora, la pitaya o para otros pitaja- su dieta a la serpiente, y que posible-
ya, y que entre los científicos se mente la especie de nopal sea un
conoce con el nombre de Hyloce- "cultivar". Pero no vamos a quitarle
reus undatus. En Oaxaca se consu- el romanticismo a esa hermosa pá-
me en todos los mercados la nieve gina de la historia.
de sorbete con tuna, del fruto de un Bien, hemos logrado una aproxi-
cacto columnar, Escontria chiotilla; mación a lo que es un cactos en lo
y en el norte de México se consu- más inmediato para nuestra socie-
men los "chilitos" de sabor dulce, o dad. ¿Pero qué pasa con un cacto
las agridulces limillas, que son los que no veo, no uso o no conozco?
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Opuntia sp. nados y coleccionistas, quienes es- Además, como ya se ha indicado, la corporar y apoyar en la conserva-
en floración. tán dispuestos a pagar "lo que sea" familia Cactaceae es dominante en ción, producción, uso y protección
por un ejemplar de tal o cual forma las zonas áridas y semiáridas del de estas especies. Finalmente, es
distinta. Pero no le sorprendería sa- país; en México poseemos cerca de nuestra responsabilidad que las cac-
ber que el origen de los cactos po- 45% de las especies de la familia y táceas no desaparezcan de nuestros
dría haber sido en una selva. ¡Qué un alto porcentaje es endémico; las paisajes agrestes, de nuestras casas,
extraño!: plantas especialistas en al- cactáceas ocupan el primer lugar en nuestras mesas, nuestros jardines y
macenar agua, estar despiertas en la el listado de la Norma Oficial Me- mercados. Además, sometemos a su
noche para tomar aire y listas para xicana, con 260 taxa (Diario Oficial consideración el hecho de que los
almacenar energía durante el día, de la Federación, 1994); también principales productores y vendedo-
que las imaginamos siempre bajo un ocupan el primer lugar en la lista de res son alemanes y japoneses que en
sol inclemente. Las novedades: re- la CITES (Convención sobre Comer- algunos casos jamás han visto un
sulta que para poder vivir, la mayo- cio Internacional de Especies Ame- cacto en su hábitat natural, es decir,
ría de los cactos, cuando son "jóve- nazadas de Fauna y Flora Silvestres) quienes van a capitalizarse durante
nes" requieren todos los cuidados de y de la UICN (Unión Mundial para la la extinción de estas excepcionales
las plantas más delicadas de nuestro Natrualeza); es una de las familias y fascinantes plantas no son mexi-
jardín: agua, sol suave y por supues- que más se detecta en el comercio canos.
to nada de frío. Entonces en los de- nacional e internacional como plan-
siertos, en donde las cactáceas al- tas silvestres (Glass, 1998); el creci-
*Instituto de Ecología, UNAM; CONABIO; Jar-
canzan el mayor despliegue de su miento de la mayoría de los indivi- dín Botánico, UNAM; Sociedad Mexicana de Cac-
diversidad, ¿cuántas y cada cuánto duos es muy lento, es una familia tología.
se pueden establecer? Pues en muy que posee ejemplares longevos que
pocas, poquísimas ocasiones, posi- llegan a vivir más de 2000 años de
Bibliografía
blemente una vez cada siglo (Man- edad (Mandujano, 1995); existe un
dujano, 1995). De esta manera, el marcado endemismo estricto, y la Arias, S. 1993. Cactáceas: conservación
establecimiento y la supervivencia y diversidad en México. Revista de
destrucción de hábitats sigue en au-
la Sociedad Mexicana de Historia
de los cactos al iniciar su vida es mento. Estas son algunas de las jus- Natural XLIV:109-115.
bastante improbable. Se ha estima- tificaciones para iniciar el programa Bravo-Hollis, H. 1978. Las cactáceas de
do que sólo una semilla en 13 millo- de protección de la familia Cacta- México. Vol. I. Universidad Nacio-
nes puede llegar a establecerse y ceae. nal Autónoma de México, México.
Bravo-Hollis, H. y H. Sánchez-Mejora-
reproducirse (Mandujano, et al., Recientemente, varios miem-
da. 1991. Las cactáceas de México.
2001). Éstas son las primeras razo- bros de la comunidad científica y Vols. II y III. Universidad Nacional
nes para preocuparnos por su con- aficionados a este grupo de plantas Autónoma de México, México.
servación. Hasta el momento no hemos participado en la fundación Britton, N. L. y J.N. Rose. 1919-23. The
existe un programa integral a nivel del Subcomité técnico para el estu- Cactaceae. 4 vols. Carnegie Institute,
Publication 248, Washington, D. C.
nacional para definir los criterios y dio, conservación. recuperación y
Colunga, G.-M.P., E. Hernández-X y A.
trabajos prioritarios para cada re- utilización de la familia Cactaceae, Castillo. 1986. Variación morfológi-
gión de alta diversidad de especies. por medio del cual se pretende in-
6
Párido desértico (Auriparus flaviceps),
comiendo una fruta de cactos (arriba)
y plantas de Opuntia sp. con frutos en
Ixmiquilpan, Hidalgo.
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HESIQUIO BENÍTEZ* Y PAT R I C I A D Á V I L A * *
8
Tabla 1. Cactáceas mexicanas incluidas Tabla 2. Especialistas que contribuyeron
en el Apéndice I, que se propone a fundamentar el estado poblacional
transferir al Apéndice II. de algunas especies de cactáceas
quien tiene a su cargo la labor de re- Unidos, Japón y varios países euro- pasado septiembre de 2001 (PC11),
copilar, coordinar y promover el tra- peos. Este saqueo se ha llevado a ca- la delegación mexicana se opuso a
bajo taxonómico, ecológico y social bo por varias decenas de años, y en esta transferencia con base en la in-
que realizan los diferentes investi- la actualidad hay indicios de que se formación ecológica que obtuvo de
gadores del país y que permitirá la sigue practicando, aun cuando las diferentes científicos (véase tabla
documentación adecuada de estas medidas de protección de los am- 2). Esta información permitió mos-
especies. bientes silvestres en México son trar al pleno del Comité de Flora de
En esta nota nos referiremos bá- más eficientes que en el pasado. la CITES que existen argumentos
sicamente a la situación actual de las Dada la diversidad de especies y ecológicos y de sobreexplotación,
cactáceas mexicanas que son obje- formas de vida de las cactáceas y la incluyendo saqueos ilegales, por los
to de comercio ilícito y al papel que facilidad con que los saqueadores cuales algunas de las especies no
en el contexto de la CITES ha desem- obtienen semillas que pueden sacar pueden ser transferidas al Apéndice
peñado la autoridad científica. del país de manera subrepticia y sin II (Astrophytum asterias, Aztekium
Las cactáceas en México desem- que haya mucho que se pueda hacer rittieri, Obregonia denegrii, Mam-
peñan un papel muy importante des- al respecto, resulta prioritario para millaria pectinifera y M. solisoi-
de el punto de vista biológico, social México que muchas de sus especies des). Del resto de las cactáceas, el
y económico. En el país existen al- permanezcan incluidas en los apén- argumento utilizado fue la falta de
rededor de 715 especies de cactá- dices I y II de la CITES, ya que esto conocimiento sobre el estado pobla-
ceas, de las cuales cerca de 80% son les otorga una protección importan- cional de sus especies. Después de
endémicas, y casi todas las demás te en el ámbito internacional, inde- un intenso debate en el que algunos
son compartidas con el sur de Esta- pendientemente de las regulaciones países europeos apoyaban la pro-
dos Unidos o con Centro y Sudamé- nacionales que existan para este puesta suiza, frente a la opinión de
rica. Muchos de sus frutos y tallos mismo fin. Chile, EUA y los representantes de
son alimentos importantes en la Sin embargo, en las últimas tres América Central, del Sur y del Ca-
dieta de los mexicanos, aunque tam- reuniones del Comité de Flora de la ribe, Asia y África, que apoyaban la
bién se usan como forraje, ornamen- CITES ha habido diferentes propues- posición mexicana, dicho Comité
to y fuente de obtención de sustan- tas, especialmente de Suiza, enca- decidió posponer la propuesta, has-
cias químicas de interés médico y minadas a transferir algunas cactá- ta que Suiza, México, Paraguay,
farmacológico; asimismo, existen ceas mexicanas del Apéndice I al II Brasil y EUA (países de origen de
pruebas claras que apuntan al papel (véase tabla 1). La argumentación cactáceas enlistadas en el Apéndice
ecológico sobresaliente de muchas de esta propuesta está basada en que I), establecieran contacto y valida-
de las cactáceas en las zonas áridas no existe comercio internacional ran la información de tal manera que
y semiáridas del país. En contraste, importante de ellas, en que sus po- puedan cooperar para contar con
también se sabe que este grupo ha blaciones no están amenazadas y en más elementos y elaborar una nue-
sido el blanco de un intenso saqueo que no existen indicios de saqueo va propuesta.
ilegal (de plantas y semillas), con el ilegal de las mismas. En este senti- También durante la PC11 se pre-
fin de satisfacer el mercado interna- do, en la última reunión del Comité sentó la propuesta formal por parte
cional, especialmente en Estados de Flora, efectuado en Malasia el de la Delegación de Suiza para la eli-
9
Jardín Botánico de minación de las especies del grupo tado de especies de sus apéndices, Apartir de una investigación que
Villa Hambury en Opuntioidea y Pereskioidea del por lo cual el Secretariado del Comi- ha hecho la autoridad científica de
Liguria, Italia Apéndice II. Esta propuesta incluye té de Flora encargó a Suiza hacer la México por medio de la búsqueda
(izquierda) y venta más de 300 especies de los géneros revisión de las cactáceas. Sin embar- vía internet, se ha podido compro-
de cactos en un Opuntia, Pereskia, Pereskiopsis y go, existe otro motivo importante, el bar la existencia de 19 proveedores
mercado de
Grusonia. México se opuso a la pro- cual tiene que ver con la demanda en internacionales provenientes de 8
Amsterdam,
puesta suiza argumentando, nueva- el mercado internacional que existe países en los que se anuncian en
Holanda (derecha).
mente, la falta de conocimiento so- de varias cactáceas mexicanas. venta cactáceas mexicanas. Aunque
bre las poblaciones de la mayoría de En este sentido, la información este ejercicio no ha sido concluido
estas especies y aun tomando en que se ha podido obtener plantea va- y se encuentra al 50% de su desarro-
cuenta que quizá sí hay algunas que rias vertientes en lo que respecta a llo, en la base de datos que se ha ela-
no deberían estar en este Apéndice. las cactáceas y a su mercado inter- borado se han podido registrar 531
Después de un largo debate entre nacional. En primera instancia, especies de cactáceas de México
Suiza y los representantes de Europa existen viveros en diferentes partes que están en venta. Las especies que
y Austria frente a México, EUA, del mundo (algunos con registro y son más frecuentemente anunciadas
Chile y los representantes de Améri- otros sin él) que tienen a la venta en venta se presentan en la tabla 3.
ca Central, del Sur y del Caribe y el cactáceas mexicanas, y la mayoría Estas especies pertenecen a géneros
de Asia, el Comité recomendó pos- de ellos concuerda en que el mate- diversos, dentro de los cuales se in-
poner dicha propuesta hasta que Sui- rial que está a la venta no es de ori- cluyen principalmente los que se
za, en conjunto con los países de ori- gen silvestre; sin embargo, la prohi- muestran en la tabla 4.
gen, elaboren un nuevo documento bición del comercio de cactáceas Con todos estos antecedentes,
con la información necesaria y sufi- que ha existido en el país hasta el resulta prioritario enfrentar la pro-
ciente. Por lo tanto, estas dos pro- año pasado, cuando apareció la nue- blemática de las cactáceas mexica-
puestas afortunadamente no proce- va Ley de Vida Silvestre, contradi- nas en el contexto de la CITES, con
dieron por el momento, pero estamos ce estas aseveraciones. Otros vive- el fin de evitar que por propuestas
seguros de que en el futuro próximo ros, por el contrario, dicen que con poca fundamentación ecológi-
nuevamente saldrán a la luz. Conse- obtuvieron material silvestre antes ca y social algunas especies puedan
cuentemente, resulta indispensable de que México entrase a formar par- quedar fuera de esta protección in-
que México tome una posición más te de la CITES y que, a partir de estas ternacional. Esto nos lleva necesa-
activa y resolutiva que le permita en- plantas, ahora ponen a la venta sólo riamente al planteamiento de una
frentar estas propuestas con argu- plantas propagadas artificialmente. estrategia de tipo nacional, median-
mentos académicos concretos. Es claro que conocer el origen real te la cual se pueda, por un lado, re-
Existen dos razones principales de este material en venta es prácti- copilar y analizar toda la informa-
por las cuales la delegación de Sui- camente imposible, pero lo que he- ción disponible de tipo taxonómico
za ha puesto sobre la mesa estas pro- mos podido constatar es que existe y ecológico de las cactáceas mexi-
puestas. En primera instancia, exis- un mercado muy amplio de cactá- canas, pero además también nos
te, en el marco de la CITES, un ceas, lo cual obviamente se debe a conduzca a proponer trabajos de in-
ejercicio encaminado a revisar el lis- que existe una demanda. vestigación concretos encaminados
10
Tabla 3. Géneros más comunes de las especies de cactáceas mexicanas
que son anunciadas para venta en internet
a documentar el estado poblacional zada para documentar aspectos re- mo resultado de este ejercicio, Mé-
de muchas otras especies. Esta es- lacionados con la CITES. En segun- xico estará alcanzando paulatina-
trategia nacional deberá tener dos do lugar, se requiere el apoyo guber- mente una buena situación para de-
componentes básicos; el primero namental que permita paulatina- terminar con certidumbre aquellas
implica que todos aquellos especia- mente ir llenando las lagunas de especies que no requieren ser in-
listas que cunten con información información que sobre la taxonomía cluidas en los apéndices de la CITES
estén dispuestos a compartirla para y el estado poblacional de muchas y de otras cuya permanencia en
el fin antes mencionado. En este especies de cactáceas existe actual- ellos es indispensable.
sentido, utilizamos este medio para mente. Se espera que tanto la CONA-
hacer un llamado a todos los cientí- BIO como la SEMARNAT apoyen, me-
ficos que quieran mandar su infor- diante sus convocatorias, la realiza- *Comisión Nacional para el Conocimiento y
mación a la CONABIO, para que lo ción de proyectos de investigación Uso de la Biodiversidad. **ENEP-Iztacala, UNAM.
hagan tomando en consideración de cactáceas mexicanas.
que la misma solamente será utili- Asimismo, resulta claro que co-
Tabla 4. Especies de cactáceas que más frecuentemente son anunciadas para venta en internet.
Frecuencia = número de registros de venta encontrados en internet
11
A N A I . B AT I S Y MARIANA ROJAS-ARÉCHIGA*
Peyote (Lophophora E N LA AMÉRICA INDÍGENA, el em- mentos divinos, fuente de una pro- municarse con los espíritus e influir
williamsii), Cuatro pleo de plantas alucinógenas se pre- funda y misteriosa sabiduría, y de sobre ellos. Algunas de las prácticas
Ciénegas, Coahuila. senta como una costumbre de pro- belleza e inspiración, así como un rituales se conservan entre los tara-
© Fulvio Eccardi
fundo arraigo y antigüedad milena- medio para mantener la integridad humaras, tepehuanes, coras y hui-
ria. El continente americano es el cultural. choles, etnias de México a cuyas le-
espacio geográfico donde se ha re- Los grupos prehispánicos ame- yendas, tradiciones e historia están
gistrado la mayor diversidad de ricanos llevaban a cabo prácticas ri- asociadas de manera importante las
plantas que contienen principios tuales alucinatorias en diferentes cactáceas.
psicoactivos (más de 100 especies). contextos religiosos para abrirse a Cuando hablamos de especies
Estas plantas contienen sustancias otro tipo de realidades, para inducir alucinógenas de México casi siem-
químicas –alcaloides– capaces de experiencias de iniciación a ciertos pre pensamos en los famosos hon-
promover estados anormales de misterios y para curar enfermedades gos psicodélicos (Psylocybe spp.)
conciencia que ocasionan alteracio- del cuerpo y del alma. Cierto tipo de utilizados por María Sabina (Santa
nes visuales, auditivas, táctiles, ol- hongos y plantas eran consumidos Sabina de los hongos), en ceremo-
fativas e incluso gustativas. Por es- por los curanderos, sacerdotes o nias realizadas en Huautla de Jimé-
ta razón son vistas por algunas chamanes, considerados personas nez, Oaxaca, y en ciertas plantas
culturas como portadoras de inteli- con talentos curativos y respetados como el toloache (Datura stramo-
gencia y son consideradas instru- por sus poderes especiales para co- nium, D. innoxia), el ololiuqui (Ipo-
12
Representación mítica femenina
del peyote: Tatei Hicuri, nuestra
bisabuela peyote (tomado de Schultes
y Hofmann, 1982).
13
La corona del
peyote toma
diversas formas
según su edad
(tomado de Schultes y
Hofmann, 1982).
cluidas en el cuadro cuentan con un mir más de un kilo del cacto seco o pequeñas como para producir algún
registro histórico de haber sido usa- 9 kilos de la planta fresca para con- efecto psicotrópico.
das como narcóticos o alucinóge- seguir este efecto. El género Mam- Varias especies de cactos contie-
nos, que muchas de ellas aún tienen millaria contiene sustancias enteó- nen los alcaloides hordenina (peyo-
que ser científicamente analizadas y genas, tales como tetrahidroisoqui- cactina) y tiramina, ambos con
que casi todas ellas figuran hoy día nolinas. Este género agrupa a los propiedades antisépticas. Los indí-
en la lista de especies raras, amena- falsos peyotes más importantes usa- genas usan los jugos de diferentes
zadas y/o en peligro de extinción dos por los tarahumaras como susti- cactos para limpiarse la piel y como
(CITES). tuto del peyote. El cacto Pachyce- agente antibacteriano. Durante
El género Coryphantha tiene di- reus pecten-aboriginum se usa de cientos de años los huicholes han
versos alcaloides químicamente si- vez en cuando como narcótico. frotado el peyote en las heridas pa-
milares a la epinefrina. La especie Entre los cactos que también ra prevenir la infección y promover
Coryphantha macromeris (Doñana) producen mescalina destacan varias la curación. Se ha probado que la
posee un alcaloide llamado macro- especies de Sudamérica pertene- hordenina muestra una acción inhi-
merina, droga con aproximadamen- cientes al género Trichocereus, bitoria contra un espectro amplio de
te 20% de la potencia de la mesca- siendo el principal exponente la es- bacterias resistentes a la penicilina.
lina. Considerando que hay nor- pecie T. pachanoi (=Echinopsis pa- El peyote tiene muchos usos en
malmente no más de 0.1 % de chanoi) o cacto de San Pedro. la medicina tradicional: para tratar
macromerina en Doñana y que pue- Otros cactos como Aztekium rit- la influenza, la artritis, la diabetes,
de necesitarse un gramo o más de es- terii, Lophophora diffusa y Pe- los desórdenes intestinales, la mor-
te alcaloide para producir un efecto lecyphora aselliformis también la dedura de serpiente, el piquete de
psicotrópico, uno tendría que consu- producen pero en dosis sumamente escorpión y el envenenamiento por
Datura.
Los tarahumaras consumen can-
tidades pequeñas de peyote para
combatir el hambre, la sed y el ago-
tamiento mientras van a cazar y
cuando corren detrás de un ciervo
durante días sin comida, agua o des-
canso alguno.
El peyote se prescribe en la ac-
Primera ilustración tualidad como un emético (induce el
botánica de vómito), como un estimulante car-
Lophophora wiliamsii,
díaco y como un narcótico (reduce
publicada en 1847
o alivia el dolor).
(tomado de Schultes y
Todas las especies de Ariocar-
Hofmann, 1982).
pus son conocidas en México con el
nombre vernáculo de chaute. Desde
14
En la geografía huichola, Wirikuta, el lugar
de los dioses ancestrales, es el sitio donde
se origina la vida sagrada de la tribu; allí
crece el peyote que los huicholes, en
pequeños grupos, recogen anualmente
(tomado de Schultes y Hofmann, 1982).
15
Especie Nombres comunes Estatus* Distribución
16
Sustancia activas (alcaloides)
Hordenina, N-metiltiramina
N-metiltiramina, hordenina, anhalidina, mescalina, N,N-3,4-dimetoxi PHA, peyotina, 3-metoxitiramina Ariocarpus agavoides
Backbergina, heliamina (0.75-1.0%), N-metilhelamina, dehidro-helamina, iso-backbergina, lemairocereína (0.03%),
dehidro-lemairocereína, 3-metoxitiramina (0.02%), 3-4-dimetoxifenetilamina (0.025%), N-metil-3,4-dimetoxifenetilamina,
N,N,-dietil-3,4-dimetoxifenetilamina (0.06%).
3-metoxitiramina, 3,4-dimetoxifenetilamina, 3,4-dimetoxi-5-hidroxifenetilamina, 3,5-dimetoxi-4-hidroxifenetilamina, arizonina,
dopamina, heliamina, dehidromescalina, tiramina, carnegina, gigantina (5-hidroxicarnegina), salsolidina (norcarnegina)
N-metiltiramina, hordenina, N-metil-3,4-dimetoxifenetilamina, normacromerina, b-metoxi-3,4-dimetoxi-N,N-dimetilfenetilamina
y b-metoxi-3,4-dimetoxi-N-metilfenetilamina
Macromerina, metanefrina, normacromerina
Hordinina, 4-metoxifenetilamina, sineferina, N-metiltiramina, N-metil-3-4-dimetoxifenetilamina, 4-metoxi-b-hdroxifenetilamina.
Hordenina, peyotina, anhalinina, gigantina, anhalonidina, isopeyotina, mescalina, N-metilmescalina, O-metilpeyotina, lophophorina
Hay alrededor de 60 alcaloides. Es conocido por contener 56 componentes nitrogenados derivados de la tiroxina base,
así como 20 componentes derivados de la tiramina
N-metil-3,4-dimetoxifenetilamina.
Hordenina, longimammatina, (-) normacromerina, (-) sinefrina, (dl)sinefrina, N-metiltiramina, uberina, ubina,
N-metil-3-4-dimetoxifenetilamina, N-metil-4-metoxifenetilamina, N-metil-4-metoxi-b-hidroxifenetilamina.
Contiene triterpenos y alcaloides similares a la epinefrina. Pelecyphora pseudopectinata
N-metiltiramina, hordenina
Hordenina
Mescalina, 3-4-dimetoxifenetilamina (0.01%), 4-hidroxi-3-5-dimetoxifenetilamina (0.01%)
Mescalina, 3-4-dimetoxifenetilamina (0.01%), 4-hidroxi-3-5-dimetoxifenetilamina (0.01%)
Mescalina, 3-4-dimetoxifenetilamina (0.01%), 4-hidroxi-3-5-dimetoxifenetilamina (0.01%)
Hordenina, mescalina
Mammillaria grahamii
17
ALEJANDRO CASAS*
L AS CACTÁCEAS columnares in- cactos (cuadro 1) en excavaciones jas, Ajalpan, Santa María, Palo
cluyen alrededor de 170 especies, de cuevas del Valle de Tehuacán, de Blanco y Venta Salada (5 500-460
de las cuales 80 se encuentran en las cuales seis eran cactáceas colum- años A.P.), sugieren que el consumo
México (Bravo-Hollis, 1978; Va- nares. Callen (1967), por su parte, de tejido de tallo, frutos y semillas
liente-Banuet et al., en prensa). Es- encontró que en coprolitos huma- de cactáceas columnares fueron más
tas plantas son componentes princi- nos de la fase El Riego (8 500- importantes que los de Opuntia.
pales de los bosques tropicales 7 000 años A.P.), los restos de cac- La importancia de las cactáceas
caducifolios y matorrales xerófilos tos (Opuntia, cactáceas columnares columnares en la historia de las cul-
de las zonas áridas y semiáridas, que y otras cactáceas no identificadas) turas mesoamericanas puede apre-
cubren cerca de dos tercios del terri- fueron parte de la dieta de comida ciarse en la Historia Natural y Ge-
torio nacional. silvestre, junto con semillas de Se- neral de las Indias de Gonzalo Fer-
Los arqueólogos han revelado taria spp., raíces de pochote (Ceiba nández de Oviedo y Valdés, el
que, junto con varias especies de parvifolia), hojas de maguey (Aga- Códice De la Cruz-Badiano, el Có-
Opuntia y biznagas, las cactáceas ve spp.) y carne. En la fase Coxca- dice Florentino, los libros de Fran-
columnares fueron algunos de los tlán (7 000-5 500 años A.P.), los res- cisco Hernández y las Relaciones
principales recursos utilizados por tos de tejido de tallos y frutos de Geográficas del Siglo XVI. En el si-
los humanos durante la prehistoria Opuntia y cactáceas columnares glo XVI, Fernández de Oviedo y
de Mesoamérica. Smith (1967) en- fueron materiales igualmente domi- Fray Bernardino de Sahagún descri-
contró restos de nueve especies de nantes. Los restos de las fases Abe- bieron cómo la cosecha de frutos de
Cuadro 1. Restos arqueológicos de cactáceas del Valle de Tehuacán (con base en MacNeish, 1967 y Smith, 1967)
Phase Ajuereado El Riego Coxcatlán Abejas Purrón Ajalpan Sta. María Palo Blanco Venta Salada
Fecha 14 000- 8 800- 7 000- 5 400- 4 300- 3 500- 2 800- 2 150- 1300-
(años A.P.) 8 800 7 000 5 400 4 300 3 500 2 800 2 150 1 300 500
Cephalocereus hoppenstedtii1 X X X X
Echinocactus platyacanthus X X
Escontria chiotilla1 X X
Ferocactus latispinus X X
Myrtillocactus geometrizans1 X X X
Opuntia spp. X X X X X X X X X
Pachycereus hollianus1 X X X
Pachycereus weberi1 X X X X X
Stenocereus stellatus1 X X
1Cactáceas columnares.
18
Cuadro 2. Cactáceas columnares mesoamericanas.
Usos: 1 = frutos comestibles (*calidad regular, **buena calidad); 2 = forraje;
3 = bebida alcohólica; 4 = semillas comestibles; 5 = tallos y flores comestibles;
6 = construcción; 7 = cercas vivas; 8 = medicina; 9 = ornamental;
10 = adhesivos; 11 = leña.
Estatus cultural: s = silvestre recolectada; m = manejada in situ; c = cultivada.
Backebergia militaris 1, 2 s
Cephalocereus apicicephalium 1, 2 s
C. chrysacanthus 1*, 2 s
C. collinsii 1*, 2 s
C. columna-trajani 1*, 2, 6 s
C. guerreronis 1, 2 s
Opuntia spp. y de cactáceas colum- C. nizandensis 1, 2 s
nares era crucial para la subsisten- C. palmeri var. Sartorianus 1*, 2 s
cia de algunos pueblos precolombi- C. purpusii 1, 2 s
nos y aun después de la Conquista. C. quadricentralis 1, 2 s
Algunos pueblos indígenas de la C. senilis 9 s, c
costa del Golfo de México migraban C. totolapensis 1, 2 s
durante el verano a las tierras altas Escontria chiotilla 1**, 2, 3, 4, 5, 7, 11 s, m
del altiplano en busca de frutos de Mitrocereus fulviceps 1*, 2, 6 s
Opuntia. En esa región la gente per- Myrtillocactus geometrizans 1**, 2, 3, 5, 7 s, m
manecía durante dos meses, mi- M. schenkii 1**, 2, 3, 5, 7 s, m, c
grando de sitio en sitio consumien- Neobuxbaumia macrocephala 1, 2, 6 s
do los frutos. En los siglos XVIII y N. mezcalaensis 1**, 2, 4, 5, 6 s
XIX, Miguel Barco y Francisco Ja- N. multiareolata 1, 2 s
vier Clavijero mencionaron que la N. scoparia 1, 2 s
de pitayas era la “principal cosecha N. tetetzo 1**, 2, 4, 5, 6 s
de los indios” en Baja California, to- Pachycereus grandis 1**, 2, 4 s
das ellas provenientes de poblacio- P. hollianus 1**, 2, 3, 4, 7 s, m, c
nes silvestres de Stenocereus turbe- P. marginatus 1**, 2, 7, 8 s, m, c
ri, S. gummosus, Lophocereus scho- P. pectin-aboriginum 1**, 2, 4, 6, 8, 11 s, m
tii y Pachycereus pringlei. Pachycereus weberi 1**, 2, 3, 4, 6, 11 s, m
De acuerdo con Bravo-Hollis Polaskia chende 1**, 2, 4, 7, 11 s, m
(1978) y Bravo-Hollis y Sánchez- P. chichipe 1**, 2, 4, 7, 11 s, m, c
Mejorada (1991), en la región me- Stenocereus beneckei 1*, 2, 7 s
soamericana de México se han re- S. chacalapensis 1**, 2 s
gistrado alrededor de 420 especies S. chrysocarpus 1**, 2 s, m
de cactáceas, de las cuales 118, se- S. eichlamii 1** s
gún han documentado los estudios S. fricii 1**, 2, 4, 7 s, m, c
etnobotánicos, son utilizadas por los S. montanus 1* s
pueblos indígenas de la región y, en- S. pruinosus 1*, 2, 7, 11 s, m, c
tre éstas, 45 especies son cactáceas S. queretaroensis 1**, 2, 7 s, m, c
columnares (cuadro 2). De ellas, 22 S. quevedonis 1**, 2, 4, 7 s, m, c
especies son gigantes, de hasta 15 m S. stellatus 1**, 2, 3, 4, 5, 7, 11 s, m, c
de alto, con un crecimiento vegeta- S. standleyi 1**, 2, 4, 7 s, m, c
tivo lento, que alcanzan la floración S. treleasei 1**, 2, 4, 7, 11 s, m, c
después de varias décadas de haber
germinado sus semillas, no presen-
tan propagación vegetativa ni son
cultivadas (Casas et al., 1999). No
19
Arriba,
Ferocactus diguetii, Isla Catalina,
Golfo de California.
© Fulvio Eccardi
Abajo,
mujer limpiando frutos de cactos
para preparar mermelada.
© Adalberto Ríos Szalay (tomado de Suculentas
CONABIO-UNAM-Semarnap, México)
20
Cactáceas columnares
en el Valle de Tehuacán,
Puebla.
© Fulvio Eccardi
rraje. Con este fin, los pastores cor- de algunas especies se utilizan como es rara, pues la propagación vegeta-
tan ramas y en ocasiones quitan las leña para calentar y preparar alimen- tiva es menos exitosa que en los ca-
aréolas con el machete. También tos, y los de Polaskia chichipe, P. sos de Stenocereus. Más bien, la
suelen recolectar frutos o sus cásca- chende y Stenocereus stellatus se gente practica el transplante de in-
ras para dárselas directamente al ga- usan en hornos para la manufactura dividuos jóvenes (de entre 20 y 30
nado o para preparar ensilados. Con de cerámica tradicional. cm) con el fin de optimizar el uso del
los frutos de algunas especies se La recolección de productos úti- espacio abierto con fines agrícolas
prepara una bebida fermentada co- les en poblaciones silvestres de to- (Arellano, 2001; Carmona, 2001).
nocida como nochoctli o colonche, das las especies es una práctica co- Debido a que los individuos así to-
a manera de pulque o vino. Las se- mún. En general, la recolección de lerados compiten por espacio con
millas de algunas especies se consu- frutos ocurre de manera selectiva; la las plantas cultivadas, la gente se-
men separadas de la pulpa. Se secan, gente prefiere los frutos de las espe- lecciona cuáles especies son las me-
se asan y muelen para preparar una cies o de las variantes de una espe- jores para tolerarse, de acuerdo con
pasta comestible a manera de man- cie que tienen pulpa jugosa, mayor su utilidad, así como cuáles indivi-
tequilla o bien para preparar salsas. tamaño, en ocasiones los frutos más duos son los mejores, de acuerdo
Los botones florales de varias es- dulces, en otras los más ácidos, de- con la calidad de sus frutos. La gen-
pecies también son comestibles. Ge- pendiendo del destino del producto te prefiere dejar en pie los indivi-
neralmente se preparan hervidos y (para elaborar mermeladas se pre- duos con frutos relativamente más
fritos con huevo o encurtidos con vi- fieren los agrios). En ocasiones los grandes, con sabor más dulce, con
nagre, cebolla y orégano. Los tallos frutos con cáscara delgada (para cáscara delgada y con pocas espi-
tiernos de algunas especies también consumo directo) o los de cáscara nas. Finalmente, 12 especies son
son comestibles. Generalmente se gruesa (si se piensa comercializar- cultivadas en las huertas y solares,
quitan las espinas y se hacen cortes los, ya que la cáscara gruesa es más principalmente por medio de propa-
longitudinales a la rama con el fin de resistente a la pudrición) (Casas et gación vegetativa. La gente selec-
eliminar la porción medular. Las ti- al., 1997). Sin embargo, es posible ciona los fenotipos deseables tanto
ras de tejido fotosintético pueden observar otro tipo de interacciones en poblaciones silvestres como en
hervirse o asarse y de esa forma la en algunas de las especies. Por individuos previamente cultivados,
cutícula puede eliminarse con faci- ejemplo, las poblaciones silvestres corta sus ramas y las planta en el si-
lidad. Se consumen guisadas o en- de 19 especies son sujetas a formas tio conveniente. En los casos de Ste-
curtidas con vinagre. La madera de de manejo in situ (cuadro 2). Por nocereus stellatus, S. pruinosus y
varias especies de cactáceas colum- medio de este manejo, los campesi- Pachycereus hollianus, general-
nares gigantes se utiliza comúnmen- nos dejan en pie algunos individuos mente se cortan ramas de entre 1 y
te en la construcción de techos y cuando talan la vegetación y en oca- 1.5 m; en los casos de Polaskia
cercas de las casas campesinas tra- siones también promueven su abun- chende, P. chichipe, Escontria chio-
dicionales. Algunas especies se uti- dancia por medio de propagación tilla y Myrtillocactus schenkii se
lizan como cercas vivas y como bor- vegetativa. En el caso de Polaskia cortan brazos completos desde la ar-
dos de contención en terrazas (Casas spp. y Escontria chiotilla, la planta- ticulación, de 40 cm o más. Estas ra-
et al., 1997, 1999). Los tallos secos ción de ramas, aunque no imposible, mas se dejan secar al sol durante dos
21
Arriba,
cactáceas columnares en el
Valle de Tehuacán, Puebla.
Abajo,
corte de Ferocactus histrix
para la elaboración del dulce
conocido como acitrón.
© Fulvio Eccardi
22
L I B R O S L I B R O S L I B R O S
23
UNIVERSIDAD DE CIENFUEGOS, CUBA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE TAMAULIPAS,
SOCIEDAD MEXICANA DE CACTOLOGÍA, A.C.,
Encuentro Internacional de Instituciones y Organizaciones ASOCIACIÓN CACTOLÓGICA TAMAULIPECA, A.C.
Promotoras de la Agricultura Sostenible, Cienfuegos, Cuba
III Congreso Mexicano y II Latinoamericano, del Caribe sobre Cactáceas y
Del 12 al 15 de febrero de 2002 otras Plantas Suculentas.. Ciudad Victoria, Tamaulipas
27th IOS Congress, Desert Botanic Garden, Phoenix, SECRETARIO TÉCNICO: Victor Lichtinger COORDINADOR NACIONAL: José Sarukhán Kermez
Arizona SECRETARIO EJECUTIVO: Jorge Soberón Mainero DIRECTOR DE SERVICIOS EXTERNOS: Hesiquio Benítez Díaz
Web: www.wessex.ac.uk/conferences/2002/urs02/index.html
COORDINADOR: Fulvio Eccardi ASISTENTE: Rosalba Becerra
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