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TEMA 2. LA DIVERSIDAD DEL MEDIO GEOGRÁFICO EN LA TIERRA.

CONCEPTOS FUNDAMENTALES Y
FUENTES

1. Nuestro planeta

1.1. El Sistema Solar en el Universo

Nuestro sistema solar se sitúa en una galaxia denominada Vía Láctea. Una galaxia constituye en conjunto
de planteas, estrellas y nubes de gas y polvo cósmico.

Según la forma que adoptan, podemos distinguir galaxias esféricas, elípticas, espirales o irregulares. La
Vía Láctea es una galaxia espiral. Se estima que en el universo existen más de cien mil millones de galaxias.

1.2. La Tierra en el Sistema Solar

La Tierra es uno de los ocho planetas que, junto con el Sol, constituyen nuestro sistema sola. Este está
formado principalmente por:

✓ Una estrella: el Sol, que es un astro que brilla con luz propia.

✓ Planetas: que giran sobre sí mismos y alrededor del Sol y no tienen luz propia. Mercurio, Venus,
La Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Plutón, incluido este último hasta hace poco,
pero en este grupo, ha dejado de ser considerado un planeta debido a su reducido tamaño.

✓ Satélites: son astros más pequeños que los planetas que giran sobre sí mismos y alrededor de
algunos planetas.

Según su proximidad al Sol, la Tierra es el tercero de los planetas. La distancia media que lo separa de él
es de unos 150 millones de km, mientras que la existente con respecto a la Luna, nuestro satélite, es de
unos 384.000 km. El ritmo estacional está marcado por la inclinación del eje terrestre sobre el plano de la
eclíptica, el plano donde tienen lugar los eclipses.

Dentro del sistema solar, La Tierra se sitúa en la única zona habitable. No existen pruebas concluyentes
de que el resto de los planetas de este sistema alberguen vida.

La Tierra tiene una envoltura gaseosa, la atmosfera. El oxígeno que forma parte de la atmosfera proviene
de la actividad fotosintética de las plantas y es lo que da color azul al cielo. La Troposfera tiene un espesor
de entre 8 y 12 km y más allá de esta capa de la atmosfera ya no se produces procesos climatológicos.

El núcleo interno de la Tierra, también conocido


como NiFe por su composición metálica, tiene una
forma sólida debida a la presión. El núcleo externo,
por su parte, presenta una configuración “pastosa”.
Es en esta capa de la tierra donde se producen las
corrientes convectivas, importantes porque
general el campo magnético terrestre, que
defiende al planeta de las radiaciones nocivas
procedentes del Sol.

Por encima del núcleo externo se sitúa el manto


terrestre, que ocupa la mayor parte de la masa
terráquea, formado por silicatos. Esta capa tiene un
estado físico “pastoso” y en ella tienen lugar
también corrientes convectivas independientes de
las del núcleo externo. Estas corrientes convectivas son las que provocan la traslación de las placas
litosféricas.

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Por encima del manto se sitúa la corteza, es decir, la envoltura solida del planeta. La corteza terrestre
tiene una profundidad variable, alcanzando profundidades desde los 5km hasta los 50km. Dentro de esta
distinguimos dos tipos: la corteza continental y la corteza oceánica. La corteza continental tiene tres
características fundamentales:

1. Es una corteza gruesa, de una profundidad máxima de 50 km.

2. Es litológicamente variada, es decir, en ella se registran todos los tipos de roca y sedimentos que
se conocen.

3. Es más antigua que la corteza oceánica.

La corteza oceánica, por su parte, se caracteriza por su menor espesor, que alcanza entre 5 y 8 km de
profundidad. Además, posee una constitución uniforme (basáltica) y es mucho más joven que la corteza
continental (solo cuenta con 200 millones de años – los sectores más antiguos datan del periodo Jurásico).

La litosfera es la capa sólida superficial de la Tierra, caracterizada por su rigidez. Está formada por la
corteza y la zona más externa del manto. La presión que ejerce la corteza sobre la litosfera hace que esta
se solidifique y se integre en la primera. En la actualidad la litosfera se encuentra fragmentada en placas
litosféricas (que no tectónicas).

La historia geológica de la Tierra se estructura en dos grandes episodios, los eones, con una duración muy
desigual: el Precámbrico y el Fanerozoico. El Precámbrico es la primera y más larga etapa de la historia de
la Tierra —más del 88 %—, que engloba los eones Hádico, Arcaico y Proterozoico. Este periodo abarca el
proceso planetario de La Tierra, hasta hace 620 millones de años, y da paso al Eón Fanerozoico, período
cuando los organismos vivientes ya toman formas complejas, evolucionan y se diversifican ampliamente

Hace 620millones de años ocurre lo que los paleontólogos denominan “la explosión cámbrica”, por la que
se produce una verdadera irradiación de la vida. La vida aparece antes, pero es a partir de este momento
donde se desarrollan ya los diferentes taxones, tanto vegetales como animales.

2. La estructura del medio natural: los sistemas terrestres

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3. Los elementos abióticos del medio natural:

3.1. Litosfera

3.1.1. Estructura dinámica de la Tierra

La litosfera es la capa rígida externa de la Tierra, formada por la corteza terrestre y la capa superior
inmediata del manto, la astenosfera.

3.1.2. La corteza terrestre: continental y oceánica. Los tipos de rocas

Es la envoltura exterior y más delgada de la Tierra. Una capa sólida de 5 a 50 km de espesor formada sobre
todo por rocas ígneas y metamórficas. Se distinguen:

• la corteza continental, con un mayor espesor (30/50 km), mayor variedad


litológica y mayor antigüedad

• La corteza oceánica, con un menor espesor (8/10 km), menor variedad


litológica y menor antigüedad

Los tipos de rocas se clasifican por su origen:

• Rocas sedimentarias: formadas por la cementación de fragmentos de otras rocas. Su tacto es


arenoso y su aspecto homogéneo. Dentro de estas se distinguen:

o Rocas detríticas: formadas por la cementación de granos o clastos.

o Rocas de precipitación química: formadas por la evaporación, precipitación o acción de


seres vivos y de aspecto más o menos homogéneo.

• Rocas metamórficas: rocas en general con sus componentes cristalizados formando cristales y
dispuestos en laminas u orientados en bandas.

• Rocas ígneas o magmáticas: en general, presentan unos componentes cristalizados formando


cristales y con igual composición mineralógica en todas sus direcciones. Dentro de estas se
distinguen:

o Rocas plutónicas: con textura granuda (holocristalina)

o Rocas volcánicas: con textura vítrea o porfídico-vítrea.

o Rocas filonianas: con textura porfídica/pergmatítica.

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Metamorfismo regional: ocurre cuando las rocas son deformadas entre dos placas litosféricas en colisión.
En este caso la raíz de la montaña está sometida a tanta presión por la profundidad a la que se encuentra
y el peso de la roca encima, que en combinación con la temperatura generada causa metamorfismo
regional de las rocas. En ocasiones la temperatura aumenta tanto que puede derretir la roca. Por lo
general el magma no llega a la superficie.

3.1.3. Tipos de relieve: estructurales y denudativos o erosivos

La Teoría de la Tectónica de Placas fue prefigurada por Alfred Wegener (1915) y postulada en los años
sesenta En ella se establece que la distribución y configuración de los continentes y océanos ha variado a
lo largo historia geológica de la Tierra, y lo seguirá haciendo. A fines del Paleozoico, existía un solo
continente (Pangea), en el Mesozoico, Laurasia (Norteamérica, Europa y Asia) y Gondwana (Sudamérica,
África, India, Australia y Antártida) y, en el Cenozoico, los cinco actuales (África, América, Antártida, Asia,
Europa, Oceanía) y los tres océanos (Atlántico, Pacífico, Índico y Ártico).

Esta teoría establece que la litosfera está dividida en placas (grandes bloques rígidos que engloban a la
vez áreas continentales y oceánicas) que se desplazan sobre la astenosfera. Las corrientes de convección
que se producen en el manto son el origen de la formación, del movimiento y de la relación mecánica
existente entre las placas. El movimiento de las placas tiene efectos importantes en la modificación del
relieve de la superficie terrestre: las grandes cordilleras son paralelas a los bordes activos (colisión) de
placas. Las placas adyacentes se conectan entre sí mediante diferentes estructuras geológicas, que dan
lugar a los diferentes tipos de límites de placa.

La litosfera está fragmentada en placas rígidas:

• Principales placas continentales-oceánicas  Euroasiática, Índicoaustraliana, Anatolia, Arábiga,


Irán, Africana, Antártica, Norteamericana, Caribe, Suramericana.

• Principales placas oceánicas  Pacífico, Cocos, Nazca, Filipina, Escocesa.

La corteza terrestre está dividida en placas litosféricas. Hay placas de mayor y menor tamaño, las que
presentan grandes dimensiones presentan indistintamente corteza continental y oceánica. Existen
también micro-placas, como la Ibérica, que estuvo actuando durante todo el Mesozoico y parte del
Cenozoico, pero que termino por soldarse a la gran placa euroasiática.

La dorsal es el lugar donde ser genera corteza oceánica y, por tanto, se produce la separación entre dos
placas. Esta separación genera unos márgenes pasivos que son arrastrados hacia uno y otro lado,
levantando suelo oceánico. A partir de la dorsal atlántica el Océano Atlántico se ensancha cada vez más,
en torno a 4 cm por año. La corteza oceánica es tanto más joven cuanto más cerca nos encontremos de
esta dorsal.

Las bordes de placa se corresponden a regiones más o menos inestables, donde pueden darse actuaciones
volcánicas y orogénicas. Encontramos una notable actividad sísmica a lo largo de los Andes, en
Sudamérica, parte de Norteamérica y en todo el continente asiático.

El cinturón de fuego del Pacífico se llama así por la inestabilidad tan fuerte que encontramos en el margen
asiático y americano del Océano Pacifico, donde vemos que existe una orla, con una configuración más o
menos circular, a lo largo de la cual se desarrolla toda una serie de fenómenos orogénicos. Aquí es donde
se registra la mayor parte de la actividad sísmica de la Tierra.

A finales del Paleozoico lo que es ahora la Península Ibérica estaría situada en latitudes ecuatoriales. Por
tanto, se habría producido una traslación desde una situación muy austral hasta el Ecuador. Se habría
formado entonces un gran continente, Pangea, con un gran océano, el Pantalassia.

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3.1.4. Las grandes regiones estructurales

Los continentes esta constituidos por la yuxtaposición de grandes unidades estructurales, que son grandes
regiones de la superficie terrestre con un origen y estructura similares:

• ESCUDOS: con grandes estructuras, convexas hacia el cielo, de dimensiones continentales,


estables y rígidas integradas por formaciones del Precámbrico. Están constituidos por la raíz
(parte más profunda) aflorante de cordilleras precámbricas, arrasadas por la erosión a lo largo
de centenares de millones de años. En ellos no se registran movimientos sísmicos relevantes, ni
tampoco actividad orogénica alguna. Los relieves poseen, en conjunto, escasa energía.

• PLATAFORMAS: son grandes estructuras, igualmente estables y rígidas, integradas también por
formaciones precámbricas y recubiertas por sedimentos posteriores a este último eón. Su origen
es el mismo que el de los escudos, diferenciándose de estos únicamente en el tipo de
deformación, con la concavidad, en este caso, vuelta hacia el cielo. Las plataformas se presentan
como prolongación natural de los escudos. Escudos y plataformas constituyen el embrión o
germen de los actuales continentes.

• MACIZOS: son estructuras también estables, en esta ocasión de dimensiones regionales, que
constituyen la raíz de antiguas cordilleras paleozoicas (caledoniana y herciniana), arrasadas ya e
igualmente integradas por formaciones eruptivas y metamórficas. Los macizos suelen adosarse
a los escudos y plataformas como prolongación natural de estos en los continentes.

• CUENCAS SEDIMENTARIAS: áreas deprimidas de los escudos y macizos colmatadas por


sedimentos variados, formando espesos estratos sedimentarios que no han sido sometidos a
movimientos orogénicos. Estas cubetas, plataformas o llanuras sedimentarias se diferencian
según su extensión, su espesor y tipo de sedimentación (marina o continental).

• ORÓGENOS: corresponden a las áreas inestables de la corteza, esto es, a los bordes activos de
placa, lo que explica su planta alargada o lineal. Los orógenos están constituidos por cordilleras
y arcos-isla. Las primeras son relieves plegados desarrollados, en su parte superior, por rocas
plásticas, plegadas a gran altura y que, en ocasiones, generan mantos de corrimiento. Los
segundos son estructuras volcánicas arqueadas, con la concavidad vuelta hacia el continente y
destinados a formar una nueva cordillera en el margen de este.

Las orogenias son los procesos de formación de una cordillera constituida por la colisión entre dos bordes
activos de placa, bien sea continental-oceánico (cordillera tipo andino) o continental-continental
(cordillera intracratónica), como en los Alpes o el Himalaya. De ahí el carácter alargado que presentan las
cordilleras fanerozoicas.

3.1.5. El material litológico de la corteza terrestre

• Litología: estudio de las características fisicoquímicas de las rocas y de las condiciones las que
estas se formaron.
• Roca: material solido de la corteza terrestre formado por un agregado de minerales cristalinos o
amorfos que presentan características homogéneas en grandes extensiones.
Las diferentes variedades de rocas (competentes e incompetentes, compactas y deleznables) derivan de
los procesos de formación, composición química y mineralógica resultantes. Los tipos de roca son:

• Rocas ígneas: resultante de la consolidación de un magma.

• Rocas metamórficas: formadas por la transformación de otras rocas a altas presiones y/o
temperaturas.

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• Rocas sedimentarias: procedentes de la alteración, transporte y sedimentación de otras rocas o
de precipitación de sales disueltas en un cuerpo de agua.

La configuración de la superficie topográfica (geomorfología) está realizado por distintos procesos


constructivos (endógenos) y destructivo (exógenos)s hasta llegar al modelado actual. En la formación de
los relieves intervienen la litología, la tectónica y la meteorización, estrechamente relacionadas y de cuya
combinación resultará una forma de relieve concreta.

• Litología: la naturaleza del terreno. Los relieves se definen por la respuesta del conjunto rocoso
a la tectónica y la meteorización, además, del grado de plasticidad y dureza.

• Tectónica: la disposición que adquieren las rocas por la intervención de las fuerzas internas o
endógenas. Modifican la disposición de los materiales terrestres en mayor o menor grado, en
relación de los empujes y las propiedades mecánicas de las rocas afectadas. Acción constructiva:
se pueden plegar, elevar, hundir, romper los materiales.

• Meteorización: la acción de las fuerzas y, por tanto, de la actuación del sol externas, procedentes
de la atmósfera. Se relaciona directamente con el clima y con las características de los materiales
afectados (modelado). El relieve es atacado por la meteorización desde el primer momento de
su configuración, pudiendo llegar a su completa destrucción (superficies de erosión). Acción
destructiva por complejos procesos de los agentes erosivos: agua líquida, hielo, viento, etc.

Los relieves estructurales se definen como el relieve cuya superficie o topografía está determinada por la
disposición de las rocas, producto de las fuerzas endógenas, y sus características internas.

La actividad tectónica que se realiza en la litosfera actúa sobre las rocas, que según su comportamiento
mecánico, responden fracturándose (fallas y diaclasas) o plegándose (pliegues). La ausencia de tal
actividad sobre las masas rocosas dará lugar a formas horizontales o aclinales.

Los tipos de relieves estructurales son:

• Simples:
o Estructuras horizontales (aclinales) de cuencas sedimentarías (páramos, mesas)
o Estructuras monoclinales o inclinadas en un solo sentido de borde de cuencas
sedimentarias (cuestas)
• Complejos:
o Estructuras plegadas
o Estructuras falladas
Los relieves horizontales (aclinales) están configurados por una reducida actividad tectónica. En este
relieve, las rocas sedimentarias conservan su estructura original de depósitos horizontales o
subhorizontales, y en series sedimentaria estratificadas. Su forma más elemental es la plataforma (llanura
estructural), en donde, destacan páramos, mesas y alcarrias, separadas por valles (campiñas) producidos
por la erosión diferencial (modelado de morfología tabular o plana). Cuando la erosión progresa, se
desarrolla relieves residuales (cerros testigo, antecerros y oteros o colinas cónicas).

El modelado de las estructuras plegadas está en función de la tectónica, la litología y la erosión diferencial.
Los elementos que forman el modelado plegado son los pliegues anticlinales (donde los estratos más
antiguos ocupan el núcleo del pliegue) y sinclinales (donde los estratos más recientes se encuentran en el
núcleo del pliegue).

Los relieves monoclinales (inclinados en un solo sentido) son propios de los bordes de las cuencas
sedimentarias (cuestas) o de las áreas donde la tectónica ha inclinado en una sola dirección las series
sedimentarias (pseudocuestas). Se le conoce como relieve en cuesta. Los estratos de rocas de diferente

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grado de competencia en sucesión alternante han sido ligeramente basculados o inclinados por la
tectónica en un solo sentido.

En el relieve conforme o jurásico las elevaciones (mont) coinciden con los anticlinales y las depresiones
(val) con los sinclinales.

En el relieve invertido las elevaciones corresponden con los sinclinales (sinclinales colgados) y las
depresiones con los anticlinales (anticlinales desventrados)

En los relieves en estructuras falladas se distinguen fallas, rupturas de la roca que producen un
desplazamiento (deslizamiento) de un bloque respecto al adyacente. Las fallas rara vez aparecen aisladas,
presentándose frecuentemente en grupos (campos de fallas), habitualmente paralelas o perpendiculares
(conjugadas).  La fracturación y tectónica generan movimientos de bloques: - horst (bloque levantado
entre fallas) - graben o fosa tectónica (bloque hundido entre fallas).

3.2. La hidrosfera

3.2.1. El agua y el ciclo hidrológico

El total de agua en la Tierra alcanza alrededor de 1386 millones de km2 de agua. El 97% de esta
corresponde con el agua salada de los océanos y los mares, y el 3% restante corresponde a agua dulce
continental.

Entendemos por CICLO HIDROLÓGICO el paso del agua de los océanos a los continentes por medio de la
evaporación, la condensación (nubes) y de las precipitaciones (lluvia, nieve y granizo) y la vuelta a los
océanos y mares por medio de la escorrentía fluvial. El agua filtrada en el suelo da lugar a los acuíferos,
reservas de agua subterránea.

Las glaciaciones son alteraciones del ciclo hidrológico, consistente en que una parte del agua que circula
en este ciclo queda retenida en glaciares.

3.2.2. Distribución del agua en la Tierra

Las aguas continentales constituyen la parte de la hidrosfera que se encuentra en los continentes e
Integran las aguas superficiales y las subterráneas, presentándose bajo múltiples formas (glaciares,
océanos, mares interiores, ríos, arroyos, lagos, lagunas, charcas, etc.), además, de verse afectadas por la
acción antrópica (canales y embalses).

Una cuenca hidrográfica es una gran superficie continental cuya agua va a drenar hacia un colector
principal o hacia un lago. La cuenca está delimitada por la divisoria de aguas. En este sentido, podemos
hablar desde de tres tipos de áreas:

• las áreas exorreicas, aquellas que tienen una salida al mar o a otro río;

• las áreas endorreicas, que no tienen una salida directa al mar si no que terminan en un lago.
Estas áreas pueden, a su vez, ser áreas endorreicas exógenas (aquellas en las cuales los lagos
tienen comunicación con el mar, ej. Grandes lagos americanos y africanos) o endógenas (aquellas
en las cuales los lagos no tienen salida alguna);

• y las áreas arreicas, aquellas que no tienen agua y, por tanto, no tienen una red hídrica
suficientemente jerarquizada (ej. desiertos).

Los regímenes de los ríos presentan grandes variaciones en función de la cuantía y distribución de las
precipitaciones, del tamaño de la cuenca y del tipo de sustrato (permeabilidad) por donde fluyen.

En Europa se distinguen, a una escala continental, los siguientes regímenes:

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– Pluvial oceánico. Caudal abundante durante todo el año, con un máximo en otoño e invierno,
por lo que suelen ser reguladas para convertirlas en vías navegables, ej. Rin, Mosa, Mosela,
Weser, Elba, Sena, Garona, Loira, etc.)

– Pluvial Oriental. Corresponde a los ríos del NO y E de Europa, cuyo caudal presenta un mínimo
invernal por la retención nival, y un máximo de abril a junio por el deshielo que puede provocar
inundaciones, ej. Volga, Dniéper, Dvina, Pechora (la navegación queda dificultada durante el
invierno).

– Pluvial mediterráneo. La estacionalidad e irregularidad interanual de las precipitaciones en la


cuenca mediterránea provoca grandes variaciones del caudal de los ríos, con máximos en
primavera y otoño, y un acusado estiaje estival. Al presentar recorridos cortos, fuertes
pendientes, y vertientes desprovistas de vegetación, las lluvias torrenciales que periódicamente
descargan sobre la cuenca provocan grandes avenidas y el desbordamiento de ríos. Al no ser ríos
navegables, su aprovechamiento queda limitado a la generación de energía hidroeléctrica y al
regadío.

– Pluvial alpino. Los ríos que poseen la cabecera de la cuenca situada a gran altitud, como el Po,
el Ródano o el Danubio, reciben agua abundante en primavera por el deshielo y las lluvias,
mientras que durante el invierno experimentan un mínimo por la retención nival.

El caudal es la cantidad de agua que lleva un río en un punto definido del río, que se conoce como “aforo”.
Esta cantidad se mide en metros cúbicos por segundo. Existen dos tipos de caudal: el caudal absoluto, que
se refiere a la cantidad de agua que lleva un río en un punto determinado; y el caudal relativo, que se
refiere a la cantidad de agua que lleva un río en relación con el tamaño de la cuenca, y se mide en litros
por segundo y kilómetro cuadrado.

Entendemos por rambla un valle seco de fondo plano y laderas escarpadas pero cortas. Estas ramblas se
llenan de agua cuando tienen lugar el famoso fenómeno de la “gota fría”.

3.2.3. Intervenciones antrópicas

Se manifiestan en la influencia de los ríos en la economía y el poblamiento.

En Europa las ciudades del interior del continente han tendido a emplazarse en la ribera de los ríos,
buscando el abastecimiento, la defensa y el transporte, los núcleos de población se identifican
generalmente con un río. Este hecho ha producido alteraciones en los cauces, y en el siglo XX con
importantes impactos ambientales por la intensidad del proceso de urbanización.

Se manifiesta en la influencia de los ríos en la economía. Los cursos fluviales han sido empleados
asiduamente por los estados para fijar fronteras o pretender fijarlas. Por ejemplo, el limes romano,
delimitado por los ríos Rin y Danubio, era una frontera, pero no era una barrera. Francia consideraba que
el Rin era su frontera natural con Alemania. El río Bravo entre EE. UU. Y Méjico. Los ríos es la Oder-Neise
que separa Alemania de Polonia.

Desde épocas muy antiguas, los ríos europeos han sido arterias de comercio (Hansa), y hasta el siglo XIX
han cumplido el papel de asegurar el transporte de grandes cargas, ayudados por la red de canales. La
mayoría de los ríos europeos permiten acceder hacia el interior barcos de navegación oceánica,
favoreciendo el desarrollo de puertos tierra adentro, como Rotterdam en el Rin/Mosa, Bremen en el
Weser, Hamburgo en el Elba, Amberes en el Escalda, Basilea en el Rin, Londres en el Támesis. En la
actualidad, algunos de estos ríos son vías de agua surcadas continuamente por barcazas y barcos de todos
los tamaños, particularmente en el Rin, Danubio, Elba y Ródano. Todo ello además de un importante y
antiguo sistema de canales, uniendo distintos litorales marítimos.

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• RIN I: Nace en los Alpes Centrales (en el macizo de San Gotardo) y desemboca en el Mar del
Norte, alcanzando una longitud de 2.200 km y una superficie de cuenca de 185.000 km². Destaca
por su intensa utilización como vía de transporte desde Basilea, es el curso fluvial más importante
del continente. Su caudal supone el recurso más importante de Europa (cerca de 300.000
millones de m³). Desemboca junto al Mosa y el Escalda formando en Zelanda el País del Mar. La
cuenca hidrográfica está distribuida en 8 países (aunque su cauce discurre por seis: Suiza,
Liechtenstein, Austria, Alemania, Francia y Países Bajos).

• RIN II: No sólo es relevante por los países que atraviesa, sino también porque explica la riqueza
de las ciudades que baña, generalmente centros comerciales. Algunos núcleos de población
datan de la época del Imperio Romano, como Basilea, Estrasburgo, Espira y Worms, mientras que
otras surgieron durante la Edad Media (Maguncia, cuyo origen es un puente romano sobre el Rin
que dio paso a una ciudad floreciente en la Edad Media), Fráncfort, situada en el denominado
vado de los francos, sobre el río Maine.

• RIN III: En el Alto Rin hace frontera entre Suiza y Liechtenstein, Austria y Alemania. Con Alemania,
forma el lago Constanza. Dirección E, N y O. Desde Basilea, el Rin fluye en dirección N a través de
una fosa tectónica, la del Rin, de 300 km de longitud, y de 30 a 40 km de anchura, flanqueada
por las montañas del la Selva Negra en el E y los Vosgos en el O. El Rin Medio atraviesa el Macizo
Esquistoso Renano a través de un valle, al cual se une el de su gran afluente, el Mosela,
confluyendo ambos ríos en la ciudad de Coblenza.

• RIN IV: Posteriormente, el río adopta una dirección N-NW que ya no abandonará hasta su
desembocadura en los Países Bajos, donde se bifurca en diversos brazos formando un delta, tras
recibir importantes afluentes, como el Maine y el Ruhr. Los valles del Rin y del Mosela son las
comarcas europeas más septentrionales dedicadas a la viticultura. Las vides ocupan las faldas
escarpadas de las montañas con bancales.

• RIN V: Atraviesa una de las regiones de mayor densidad demográfica y mayor peso político y
económico (tanto industrial como financiero) de Europa Tiene importantes repercusiones
medioambientales, con serios problemas de contaminación. En 1963 se firma el Convenio de
Berna entre los países de su cuenca fluvial para la protección y conservación de Rin, el resultado
es el programa de acción firmado en 1987, cuyos objetivos son: mejora en la calidad d Geografía.
Máster Formación Profesorado 92

• RIN VI: Destaca su comunicación, por medio de canales, con los distintos mares ribereños de
Europa: el Mar Negro por medio de su afluente el Maine, que enlaza un canal con el Danubio;
el Mar Báltico con el Mittelland kanal que atraviesa todo el norte de Europa Central, y
enlazando la totalidad de los ríos, que desembocan en el mar Báltico; el Mediterráneo a través
del Ródano, utilizando un canal en su antiguo cauce hacia el Doubs, que abandonó en tiempo
relativamente recientes (cuando capturó otro río de menor importancia que atravesaba el
Macizo Esquistoso Renano). Geografía. Máster Formación Profesorado 93

• RIN VII: El 1 er acuerdo internacional sobre navegación en el Rin se realiza en 1831. Acta de
Mannheim de 1968 determina la libertad de navegación por el Rin, libre de cualquier derecho de
paso y su acceso a todos los países. Barcazas de hasta 2.000 Tm pueden llegar al puerto suizo de
Basilea, que en 1930 movía 1 millón de Tm y en 1991 excedía los 8 millones de Tm (1/3 del
comercio exterior de Suiza). En el curso medio del Rin, en la depresión de la Renania y Palatinado
de materiales poco coherentes del Cuaternario, el Rin trazó numerosos meandros, que entre
1817 y 1870 fueron cortados para regular el cauce, construyéndose diques que canalizaron el
río. Su longitud se redujo desde 354 km a 274 km en esta región, con una anchura comprendida
entre los 200 y los 500 m

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3.2.4. Glaciaciones

Los glaciares cuaternarios cubrían 10/11% de la superficie de la Tierra. Si en el día de hoy, todos los
glaciares se derritieran, el nivel del mar subiría alrededor de 70 metros (Centro Nacional de Datos de Nieve
y Hielo. EE.UU.)

Durante la última edad glacial (Würm) el nivel del mar se encontraba a 122 m. (±) por debajo del actual,
y los glaciares cubrían casi un tercio de la superficie terrestre.

Durante el último período periglaciar (hace 125.000 años ±), el nivel del mar era 5.5 m. superior al actual.
Alrededor de tres millones de años atrás, los mares podrían haber estado 50.3 m. más arriba.

3.2.5. Las aguas subterráneas y oceánicas. Corrientes marinas

Las aguas subterráneas se producen por la filtración de agua de la superficie en las capas superiores de
los continentes (freáticas). Esta agua puede emerger rápidamente siendo descargada en los lechos de las
corrientes de agua. La gravedad hace que una gran parte continúe moviéndose hacia capas más
profundas, hasta alcanzar un estrato de roca impermeable, configurando acuíferos.

El agua subterránea supone el 30,1% del agua dulce. Es una reserva de abastecimiento adicional, pero no
es un recurso inagotable, la sobreexplotación superior a la recarga puede acabar con el acuífero.

En cuanto a las aguas oceánicas, se estima que el volumen total de agua en los océanos es de 1,4 billones
de km3, lo que supone el 97% del agua de la tierra. También, los océanos proveen el 90% del agua que se
evapora hacia la atmósfera. El agua oceánica constituye un importante recurso (biodiversidad) y medio
de transporte.

Las aguas oceánicas configuran diversa densidad de agua en función de la temperatura y salinidad:

• Las aguas más densas se corresponden con las más frías y las más saladas.

• Las aguas menos densas son las más cálidas y las menos saladas.

Existen varios movimientos de las aguas marinas:

• Movimientos de equilibrio: las corrientes marinas son flujos constantes que presentan las aguas
marinas para equilibrar los contrastes de salinidad y temperatura).

• Movimientos de origen cósmico: mareas (cambios cíclicos del nivel del mar debido al campo
gravitatorio producido por la luna, por el sol o por ambos).

• Movimientos eustáticos: (ascenso o descenso del nivel mar por las variaciones del volumen de
los glaciares o por la velocidad de acreción del suelo de los océanos).

• Movimientos de origen tectónico: tsunamis o maremotos (ondas de choque producidas por


actividad sísmica o volcánica).

• Movimientos debidos a los vientos: olas (agitación de la superficie marina).

Existen dos tipos de corrientes marinas:

• Corrientes cálidas: Suavizan los climas fríos de las costas noroccidentales de los continentes
(corrientes del Golfo, Kuro-Shivo) y, al inestabilizar el aire, hacen aumentar las lluvias.

• Corrientes frías: Hacen descender las Tº en las costas orientales de los continentes (corrientes
del Labrador y Oya Shivo). Refrescan las fachadas occidentales de los continentes (corrientes de
Humboldt, California, Canarias, Benguela).  Generan desiertos costeros en las líneas de los

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trópicos (corrientes de Humboldt, Benguela).  Gran riqueza piscícola (corriente de Canarias,
Labrador, Benguela, Humb

4. Elementos bióticos del medio ambiente

El conjunto de elementos bióticos forma una biosfera.

Uno de los primeros agentes bióticos del medio ambiente es el ser humano. El medio / territorio es tal
como las sociedades humanas lo han conformado durante los últimos milenios. Distinguimos:

• Medio/territorio “natural”: Cuando los elementos del medio han sido poco o nada
transformados por el hombre, manteniendo sus características naturales esenciales

• Medio/territorio “antrópico”: Cuando los elementos del medio han sido transformados por el
hombre de forma total o parcial, perdiendo así sus caracteres naturales anteriores

• Paisaje: “Extensión del territorio que se ve desde un sitio, resultado de la interacción de los
elementos abióticos, bióticos y antrópicos”. La expresión visible, al mismo tiempo que soporte
del medio

4.1. Los elementos de la biocenosis. Suelos (edafogeografía)

4.1.1. Suelo: definición y perfil

El suelo es la formación natural de la superficie terrestre con estructura móvil y de espesor variable,
resultante de la alteración de la roca madre subyacente bajo la influencia de diversos procesos de origen
físico, químico y biológico, debidas al efecto integrado del clima y de la materia orgánica (vegetación y
fauna), condicionado por el relieve y durante un tiempo determinado.

El suelo es un cuerpo tridimensional que aparece de manera discontinua, es decir, que no existe el suelo
en cualquier sitio, si no que el suelo, así definido, únicamente aparece en determinados lugares y puede
ser barrido por la erosión. El perfil de un suelo está compuesto por varios horizontes:

• Horizonte A: es el más superficial del suelo, abundan las hojas y las raíces y se pueden encontrar
en el mismo los microorganismos animales y vegetales, es de color oscuro debido a la presencia
del humus.

• Horizonte B: los horizontes B y (B), respectivamente textural y estructural, son especialmente


ricos en arcilla, de origen geológico o de neoformación – minerales de la arcilla formados a partir
de la alteración de otros minerales silicatados-.

• Horizonte C: está formado por la roca madre fragmentada mecánicamente y en proceso de


desintegración

La formación del suelo se define por la actuación de la roca madre y la materia orgánica. Con diversos
procesos mecánicos, químicos y los ligados a los seres vivos, se produce la fragmentación y
descomposición de la roca, aportando al suelo la materia inorgánica o mineral del suelo. La vegetación y
la fauna aportan materia orgánica. Se producen procesos de humificación y mineralización aportando al
suelo la materia orgánica

4.1.2. Los elementos de la biocenosis

Las formaciones vegetales naturales en la actual son un mosaico discontinuo consecuencia de la intensa
actividad humana en los dos últimos milenios, sobre los biomas o paisajes naturales resultantes de la
última glaciación, de hace 10.000 años. Los biomas son el sustento de los paisajes naturales y están
determinados por los dominios climáticos, que a su vez pueden tener matizaciones en latitud y longitud

11
por: Tº, Pmm, exposición, relieve, suelos y extensión. En los biomas se integran una vegetación uniforme,
una fauna específica y unos suelos tipo, el resultado es la región o dominio biogeográfico, que junto a la
acción humana constituye los paisajes consolidados.

En cuanto a los biomas o regiones biogeográficas en Europa:

• El clima mediterráneo define la región/bioma mediterráneo.

• Los climas continental y oceánico definen la región eurosiberiana, en donde, se identifican varios
biomas según el clima:

o En el clima oceánico el bioma Atlántico/boreonemoral.

o En el clima continental se definen según la latitud distintos biomas (ártico/ tundra,


boreal/taiga, continental, estepario).

• El clima de montaña define la región/bioma alpino.

• Distintos factores determinan regiones/biomas locales como la Panónica, del mar Negro.

• La región/bioma Macaronésica en los archipiélagos del Atlántico

Bosque: asociación vegetal formada por varias especies. Hay básicamente dos tipos de bosque de clima
templado: el bosque monoespecífico, aquel en el cual predomina una especie arborea que es la que le da
el nombre (ej. Robledal, hayedo, castañeras); y el bosque pluriespecifico, aquel en el que no predomina
una especie arborea.

5. Protección de espacios naturales

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) define a un espacio protegido como:
“Un área de tierra y/o mar, especialmente dedicada a la protección y conservación de la diversidad
biológica, de los recursos naturales y de los recursos culturales asociados, y administrados por medios
legales u otros medios eficaces“. (UICN, 1994).

El mantenimiento de los procesos ecológicos esenciales y de los sistemas vitales básicos, en la


preservación de la diversidad biológica, genética, de poblaciones y de especies, y en la preservación de la
variedad, singularidad y belleza de los ecosistemas naturales, de la diversidad geológica y del paisaje (Art.
2. Ley 42/2007, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad).

El patrimonio natural y la biodiversidad desempeñan una función social relevante por su estrecha
vinculación con la salud y el bienestar de las personas, y por su aportación al desarrollo social y económico,
son objeto de ser declaradas de utilidad pública o interés social (Art. 4. Ley 42/2007, del Patrimonio
Natural y de la Biodiversidad) vs. Objeto de protección.

Su origen está en EE. UU (P. N. Yellowstone, 1872 con 8.983 km2). En 1890 los PP. NN. Yosemite y Secuoya
en California (EE. UU.) y P. N. Banff, 1885 con 6.640 km2 en Alberta (Canadá). Se protege grandes
territorios de naturaleza salvaje, con la finalidad de segregándolos de la colonización y ocupación. La
figura de parque nacional supone el dominio de la propiedad pública sobre un territorio, que posee una
singularidad geológica y paisajista, además, de una rica biodiversidad, para beneficio y disfrute de las
gentes. Similares argumentos se adaptaron en Sudamérica.

En Europa a finales del siglo XIX quedaban, pocos territorios intactos a la acción humana. No obstante, en
muchos países aparece la necesidad de conservación de parajes naturales. Con anterioridad se podrían
considerar algunas propiedades reales (reservas de caza). Suecia es el país pionero en Europa en la
protección de espacios naturales. En 1909 constituye los pp. nn. de Abisko, con 78 km2 , y Peljekajse, con
153 km2 .

12
Los países europeos utilizaron los parques nacionales:

1. protección de parajes singulares a la intensa actividad humana.

2. para recuperar áreas degradadas, en donde los bosques que habían dejado paso al paisaje
industrial a principios del siglo XX.

3. o bien, repoblar especies animales que estaban al borde de la extinción, por ejemplo, los íbices
del P. N. Gran Paradiso, (Italia, 1922, 700 km2), pudieron ser fueron transferidos a otros lugares
del país para fundar nuevos rebaños.

En España la protección de espacios naturales aparece a principios del siglo XX. En 1916 se promulga la
Ley General de Parques Nacionales, por iniciativa de Pedro Pidal (Marqués de Villaviciosa) y
posteriormente Eduardo Hernández Pacheco. Esto hace que España sea uno de los primeros países de
Europa en iniciar la política de protección de los espacios naturales, esta ley recogía el concepto estético
y paisajístico de parque nacional, bajo el que se declararon en 1918, los dos primeros parques nacionales:
Montaña de Covadonga (desde 1995 P. N. Picos de Europa) y Valle de Ordesa (155 km2).

En Europa hay una evolución gradual en el proceso protección de espacios naturales, desde, el primigenio
y exclusivo objetivo de conservación de espacio natural, a partir de la segunda mitad del siglo XX, se pasa
a la protección integral, por el surgir del ecologismo, la conciencia por el medio ambiente y la recreación
generalizada por la naturaleza.
El patrimonio natural incluye:

1. los parajes fisiográficos de gran singularidad por sus paisajes,


2. ecosistemas representativos,
3. reductos de fauna o flora,
4. formas geológicas del alto interés.

Además, como recurso científico, educativo, turístico por lo que es preciso darles una normativa de
conservación y protección a la actividad humana, y dotarlos de una infraestructura acorde con las
posibilidades de dichos usos y actividades.
Esto motivó una nueva forma de entender y tratar a los espacios protegidos. No solamente se conservar
en sentido estricto, además, se protege con la gestión, investigación, educación, restauración y disfrute
es el conjunto de objetivos que se enmarca. Se ha diversificado los distintos niveles de protección
diferenciando las figuras, según territorio y contenido. Además, se tiene en cuenta a las actividades
tradicionales propias del área protegida, como a las del entorno que constituyen la economía y la cultura
de la zona, teniendo presente que el hombre forma parte del territorio.

13
TEMA 3. LOS CLIMAS, ZONAS BIOCLIMÁTICAS Y PAISAJES. REPRESENTACIONES GRÁFICAS Y FUENTES.

1. Climatología y meteorología.

La meteorología es el estudio de la atmósfera y de los fenómenos atmosféricos o meteoros, cuyo fin


esencial es analizar y explicar los estados del tiempo, con objeto de prever su evolución, para poder
orientar las actividades humanas, además, luchar contra sus efectos e incluso tratar de modificar algunas
de sus manifestaciones más dañinas.

La climatología es el estudio de los climas, definidos por sus factores y elementos.

Entendemos por clima el estado medio de la atmósfera en un lugar determinado, definido por un cierto
número de medias que se refieren sobre todo a temperaturas, precipitaciones y presiones.

El tiempo se define como la síntesis del estado y de los fenómenos atmosféricos, en un momento
determinado, tal como son sentidos por el hombre o por los seres vivos.

2. La atmósfera

La atmósfera es la cubierta gaseosa del globo terrestre y su contenido en suspensión pasiva (gotitas y
cristales de agua de las nubes, polvos, humos, microorganismos, etc.). La temperatura y presión cambia
en altitud. La mezcla de gas que compone la atmósfera es el aire. Está compuesta por cinco capas:

1. TROPOSFERA: Es la capa inferior de la atmósfera de la Tierra, más próxima a la superficie


terrestre. La temperatura disminuye en altura (6º cada 1.000 m). Se producen los fenómenos
atmosféricos o meteoros, que componen el tiempo. Alcanza una altura máxima de 10/18 km
(según latitud polo/ecuador).

2. ESTRATOSFERA: La segunda capa de la atmósfera de la Tierra. A medida que se sube, la


temperatura aumenta. El principal componente de esta capa es el ozono, que se acumula entre
15 y 32 km (±) provoca que la temperatura suba al absorber la luz peligrosa del sol (radiación
ultravioleta) y la convierte en calor. Alcanza una altura de 50 km.

3. MESOSFERA: La tercera capa de la atmósfera de la Tierra. La temperatura disminuye en altura,


puede llegar a ser hasta de -90°. Alcanza una altura de 80/90 km.

4. TERMOSFERA: La cuarta capa de la atmósfera de la Tierra. Los componentes del aire son
mínimos, y la temperatura cambia con la actividad solar. Si el sol está activo, las temperaturas
en la termosfera pueden llegar a 1.500°. Alcanza una altura de 500/600 km.

5. EXOSFERA: La última capa de la atmósfera de la Tierra. En esta capa los átomos se escapan hacia
el espacio. Alcanza una altura de 2.000/10.000 km.

3. Factores en la determinación del clima

3.1. Disposición y estructura de las unidades del relieve

La cordillera de los Andes y las Rocosas, impiden la influencia del océano Pacífico en el interior del
continente americano. En el Norte de Europa, los Montes Escandinavos forman una barrera contra la que
chocan las masas de aire húmedas procedentes del océano Atlántico, produciendo precipitaciones
superiores a 2.500 mm anuales en el litoral noruego, mientras que en la vertiente de Suecia (sotavento /
interior), apenas se superan los 500 mm anuales.

En Europa Meridional, los Arcos Alpinos forman una barrera de separación entre el litoral mediterráneo
y el del resto de Europa, pues dificultan el acceso de masas de aire cálido hacia el Norte de Europa.

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Con la orientación de las unidades el relieve, las Tº experimentan anomalías locales por el efecto föehn,
un viento cálido y seco característico de los Alpes y otras grandes cadenas montañosas europeas que
afecta a las vertientes de sotavento.

3.2. Situación latitudinal

El mecanismo astronómico de las estaciones se estable por la distribución del balance energético, es decir,
por la radiación solar, en la zona templada es distinto tanto en el tiempo, como en el territorio. Mientras
que en la zona intertropical es constante a lo largo de todo el año. En las zonas polares se establecen en
dos momentos anuales, con un balance energético muy bajo.

La radiación solar que alcanza la superficie templada es inversamente proporcional con la latitud, debido
tanto a la menor duración del día en invierno como a la menor altura que alcanza el Sol en latitudes altas.

La insolación entre los trópicos es similar en todas sus latitudes. Mientras que en la zona templada hay
grandes diferencias. Europa, en las latitudes bajas es hasta tres veces superior a la de las regiones polares,
dando lugar a enormes diferencias térmicas, produciendo mecanismos atmosféricos de reajuste.

3.3. Influencia del océano

La influencia de las masas de aire marítimo en los continentes en las latitudes medias es generando
humedad atmosférica, con su efecto suavizador sobre las temperaturas, se deja sentir en el interior de
los continente gracias a la inexistencia de barreras orográficas. En Europa las borrascas procedentes del
Atlántico puedan incidir cientos de kilómetros en el interior produciendo un clima húmedo fresco.

3.4. Contorno continental

La configuración del territorio continental favorece la influencia marítima. El territorio europeo,


especialmente su mitad occidental, está configurada por un conjunto de penínsulas y mares interiores
que permite la influencia oceánica, dulcificando las temperaturas y generando precipitaciones regulares.

La mitad oriental está determinada por amplias extensiones, se hallen alejadas del océano Atlántico y de
los mares continentales meridionales (Mediterráneo, Negro y Caspio), dominando los grandes contrastes
climáticos, de sur a norte y de oeste a este, en relación con la lejanía de las influencias marinas, se opera
una ganancia creciente del grado de continentalidad y una disminución de las temperaturas medias
anuales.

El monzón incide en los meses de verano en el sureste asiático, influyendo especialmente en la vida
económica y social por la propia configuración de este continente.

3.5. Corrientes marítimas

Las corrientes marítimas pueden alterar el clima de la fachada continental en donde incidan. Clima
Mediterráneo de California, corriente fría de California. Clima desértico costero de Chile y Namibia,
corrientes frías de Humboldt y Benguela. La corriente cálida en el noroeste de Europa provoca que, en
invierno, la temperatura media en esta zona sea hasta 11ºC más alta que en otras regiones del planeta
situadas en la misma latitud.

La mayor temperatura también favorece un incremento de la precipitación en la región, ya que el aire


cálido posee mayor capacidad de acumulación de vapor de agua. Por el contrario, las corrientes frías
producen aridez.

Esta anomalía térmica positiva, está relacionada con la deriva del Atlántico Norte (Corriente del Golfo),
que incrementa la temperatura del aire suprayacente, provocando que las costas atlánticas de la
Península Escandinava (incluso por encima del Círculo Polar Ártico) queden libres de hielo durante el
invierno, lo que permite la navegación libre de hielos hasta el mar de Barents.

15
4. Elementos del clima

4.1. Temperaturas

El estado energético del aire que se traduce un mayor o menor calentamiento.

La temperatura del aire se mide con termómetros. Se utilizan dos unidades de medida:

• El grado centígrado o Celsius es el intervalo de 1/100, que separa del estado de congelación (0º
C) al de ebullición (100º C) del agua pura a una presión de 1.013 mb.
• El grado Farenheit (1/180 del intervalo entre 32º F = 0º C y 212º F = 100º C.
• La escala KeIvin o escala K utiliza el grado centígrado, pero el grado 0 K corresponde al grado 0
absoluto, (–273º C); esta escala se utiliza en la alta atmósfera, ahorrándose el empleo de signos
negativos.

La temperatura en la superficie de la Tierra tiene una lógica disminución en latitud, y es diferente a lo


largo del año, con dos máximos: enero y julio. En invierno se aprecia la disminución en latitud en los
continentes, pero se acentúa en el interior de estos por la continentalidad.

La helada es un fenómeno climático que consiste en un descenso de la temperatura ambiente a niveles


inferiores a 0º, hace que el agua que está en el aire se congele depositándose en forma de hielo en las
superficies. Además, para que la helada se produzca, la humedad relativa del aire sea superior al 60%, de
lo contrario no habrá suficiente agua en la atmósfera para depositarse en las superficies. La última
condición, es que el viento no sea intenso, de lo contrario, el agua no podrá depositarse

• Heladas de advección: una masa de aire frío cuya temperatura es inferior a 0ºC. Este tipo de
heladas se caracteriza por la presencia de vientos con velocidades iguales o superiores a los 15
km/h y el gradiente de temperatura (variación de la temperatura con la altura) es negativo, sin
inversión térmica.
• Heladas de radiación: Se producen por el enfriamiento de las capas bajas de la atmósfera y de
los cuerpos que en ellas se encuentran debido a la pérdida de calor terrestre por irradiación
durante la noche.
• Heladas de evaporación: Debidas a la evaporación de agua líquida desde la superficie vegetal.
Suele ocurrir cuando, debido a la disminución de la humedad relativa atmosférica, el rocío
formado sobre las plantas se evapora. El paso de agua líquida a su estado gaseoso requiere calor.
Ese calor lo aporta la planta con su consiguiente enfriamiento.

En verano en la zona templada la insolación es más determinante. Las temperaturas disminuyen en


latitud.

4.2. Precipitaciones

La cantidad de precipitación sobre un punto de la superficie terrestre es llamada pluviosidad.

• Tipos de precipitación: lluvia, llovizna, nieve y granizo.


• Tipos de lluvia:
o Topográfica/orográfica: tienen lugar cuando una masa de aire calidad y húmeda choca
contra una montaña y se ve obligada a ascender.

o Frontal: resultado del choque de dos masas de aire de características físicas diferentes.

o Convectiva: producidas por el calentamiento de la superficie terrestre.

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Como hecho singular producido por el clima particular y la orografía es la acumulación de agua en los
Alpes, lo cual convierte a Suiza en el depósito de agua de Europa. Los principales cursos fluviales que
parten del país fluyen hacia el mar del Norte (Rin) o hacia el Mediterráneo (Ródano). Una parte menor del
territorio pertenece a las áreas de captación del Po (Adriático) y el Danubio (mar Negro).

5. Circulación atmosférica general

La fuerza de Coriolis es el efecto que sufre un objeto en movimiento que se mueve en línea recta en un
objeto en rotación. En la tierra el efecto se nota cuando los vientos se desplazan en dirección norte-sur y
la rotación hace que la masa de aire se desvié hacia el oeste. Es tanto más acusada cuanta más velocidad
tiene el viento. Fue descubierta por el francés Gustave Coriolis (1835) y desarrollada por W. Ferret (1855).

17
TEMA 4. LA POBLACIÓN Y SOCIEDAD. CONCEPTOS FUNDAMENTALES, REPRESENTACIONES GRÁFICAS Y
FUENTES

1. Introducción

La Geografía es la ciencia del paisaje. El paisaje es un conjunto de elementos interrelacionados en la


superficie de la Tierra. Los elementos naturales del paisaje son el relieve, la hidrografía, la vegetación, los
suelos y la fauna. No todos estos elementos tienen que estar presentes para formar un paisaje. Los
elementos antrópicos del paisaje son los edificios, industrias, vías de comunicación y el propio ser
humano.

La Geografía de la Población es aquella parte de la Geografía Humana que estudia y describe la


distribución de la población humana y sus características, es decir, las variables que determinan las
características fundamentales de esta (composición por edades, sexo, condiciones económicas, cuál es su
grado de instrucción, etc.).

La Demografía es una ciencia que está más vinculada a los datos, mientras que a la Geografía de la
Población le interesa el dónde.

2. La distribución de la población europea

La población europea se encuentra repartida de forma bastante desigual, tanto en el conjunto países
como por regiones. Existe una alta concentración de población en el Noroeste del continente, en torno al
Mar del Norte. Con altas densidades: Benelux, Alemania, Reino Unido y Francia, que reúnen casi la tercera
parte de la población europea (31.4% 2007). Estos contrastes también se han manifestado en el
transcurso del tiempo, con un desplazamiento del centro de gravedad demográfico y económico, que
explica la apreciación anterior.

La lectura de estos datos expresa la existencia de un centro con altas densidades que disminuye en
relación a las fronteras colindantes. Si la consideración la hacemos en función a las regiones internas,
establecemos un área central en torno a las cuencas del Rin/Ruhr, Mosa y Escalda con densidades
superiores a los 300 hab./km². A estos espacios habría que añadir, con similares densidades, las regiones
urbanas en torno a París, Londres, Madrid, Cracovia, o bien áreas dispersas en donde vuelven a elevarse
las densidades (Tierras Bajas de Escocia, Midlands ingleses, el valle del Po, Mezzogiorno, Estocolmo, etc…).

La densidad también disminuye en función de la distancia, desde los dos ejes anteriores y, en todas las
direcciones, los valores decrecen, de tal forma que las de menor densidad se sitúan en los extremos de
Europa, que contrastan fuertemente con las cifras del área central, están situados en las regiones más
septentrionales y meridionales de Europea: norte de Suecia, Finlandia y Rusia con 3 y 4 hab./km² y la
región escocesa de las Tierras Altas/Highland con 9 hab./km², coincide con situaciones climáticas
extremas por su latitud, y limitadas por su luminosidad anual.

El poblamiento con densidades en torno a los 200 hab./km² se prolonga a lo largo de dos ejes o corredores,
partiendo desde el Noroeste de Inglaterra; uno, meridional, desde la Alemania renana, por la Lorena y
Mitteland suizo, hasta el valle del Po, configuraría el eje Manchester/Milán; el otro latitudinal desde la
Renania, Turingia y Sajonia.

En cuanto a las densidades más altas, éstas corresponden a Holanda y Bélgica con 394 y 348 hab./km²,
cantidades similares a la del Japón (338 hab./km²); países con cantidades en torno a los doscientos
aparecen Reino Unido, 251, Alemania, 230, Italia, 197, Suiza, 182 y Luxemburgo, 180; un tercer grupo con
valores ligeramente superiores a los 100 hab./km² estarían R. Checa, 131, Dinamarca, 127, Moldavia, 118,
Polonia, 122, Portugal, 116, Albania, 110, Eslovaquia, 110, Francia, 112, Hungría, 108, Serbia, 108; el resto
de países poseen valores inferiores a los 100 hab./km².

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3. Los factores físicos y humanos de la distribución humana. La distribución en España

Las zonas anecuménicas de La Tierra, es decir, aquellas zonas despobladas por el ser humano, se
corresponden con los desiertos. El mayor desierto de la superficie continental es la Antártida, seguido por
el desierto de Gobi, aunque son los océanos los mayores desiertos del planeta. Hay desiertos climáticos,
lo que habitualmente denominamos desiertos, también existen desiertos fríos, como la Antártida y una
gran parte de Siberia; los desiertos montañosos y los desiertos inducidos por la vegetación, las selvas.

Desertización: cambio climático consistente en una degradación del clima, es decir, una
reducción de las precipitaciones. Se da siempre por causas naturales. Ej: desierto del Sáhara.

Desertificación: proceso antrópico consistente en la emigración de la población como


consecuencia de la degradación del medio natural, generalmente por prácticas agrícolas y
ganaderas inadecuadas (sobreexplotación de acuíferos, salinización de los suelos, etc.) Ej:
Mesopotamia (Irak), Cartago (Túnez).

En la Península Ibérica existe un ejemplo paradigmático de equilibrio agrícola y ganaderas, la dehesa. Una
dehesa es un bosque aclarado, artificial, y dedicado a la cría de ganado, generando una relación simbiótica
entre la vegetación y el ganado. Fundamentalmente ganadería vacuna y porcina. Solo tiene dos estratos
de vegetación, el estrato arbóreo y el herbáceo. El mantenimiento de la dehesa estaba
extraordinariamente reglamentado en la legislación medieval española. La dehesa puede estar
conformada por cualquier especie arbórea (encina, olivos, etc.). Dehesa sucia: dehesa deshabitada,
presenta matorrales.

Existen dos tipos de factores que influyen en la distribución de la población: los factores físicos (cercanía
al mar, altitud, sequedad, bajas temperaturas, sobreabundancia de vegetación, relieve, clima, suelos y
enfermedades) y los factores humanos.

Existe una cierta tendencia por parte de la población a situarse cerca del mar y a poblar las islas.
Evidentemente, el mar proporciona recursos valiosos, ante todo, recursos pesqueros. Los recursos
pesqueros los vemos desarrollarse, sobre todo, en aguas frías y aguas templadas. En las aguas frías existe
una mayor cantidad de CO2, necesario para el mantenimiento del fitoplancton que alimenta al
zooplancton, ambos constituyen la base de la cadena trófica en los océanos y mares. Otro recurso obvio
derivado de la cercanía al mar es el comercio. La cercanía al mar viene también determinada por
fenómenos climáticos, y es que los climas que se desarrollan cerca de los océanos suelen ser climas
suaves, con alguna excepción, como el desierto costero de Atacama, en Chile.

La altitud ha sido, en líneas generales, rehuida por parte del ser humano debido a los efectos negativos
que esta genera sobre el ser humano (sobre todo respiratorios, por la deficiencia en oxígeno). El límite de
tolerancia estaría entorno a los 5000 metros. En ocasiones, sin embargo, la altitud es un factor que no se
rehúye, sino que se busca. Este caso se produce en el mundo intertropical, porque aquí la actitud es un
factor corrector de la latitud, de manera que se busca la altitud porque corrige los problemas que sobre
el organismo genera un clima tropical.

La sequedad climática se rehúye siempre, pues no aporta ningún recurso favorable a la vida humana. El
ser humano siempre abandona los lugares excesivamente secos, porque no son capaces de aportar una
agricultura prospera y conllevan, por otra parte, un déficit natural de agua. La excepción la conforma los
oasis, afloramiento de un acuífero en el desierto. En el desierto a veces sobrevienen precipitaciones
torrenciales, que duran muy poco tiempo pero que aportan agua en cantidad suficiente para alimentar
los acuíferos.

Las bajas temperaturas invalidan la ocupación de una buena parte de la superficie continental. Los dos
grandes factores limitantes son la sequedad y las bajas temperaturas.

19
La sobreabundancia de vegetación produce unos suelos muy ácidos, que apenas contienen nutrientes,
por lo que el aprovechamiento agrícola solo puede darse de manera muy marginal.

Hay una tendencia a que la población se sitúe en regiones con climas templados, si bien buena parte de
la población ocupa regiones de clima monzónico, un clima muy poco adecuado para la vida humana.
Resulta complicado definir que es un clima óptimo. En principio podríamos aventurar que los climas
templados lo son. Una buena parte de la población se concentra en climas monzónicos, cálidos y
húmedos, que no podríamos considerar un clima óptimo para la vida humana. Esto responde a razones
culturales e históricas. Los suelos de estos lugares son suelos pobres, muy lavados, que contienen pocos
nutrientes (salvo áreas concretas). Son climas en los que los organismos patógenos aumentan su acción.
El clima no determina tampoco, al menos de una manera concluyente, la distribución de la población.

Otro factor físico que determina la distribución de la población es el relieve. Por lo general, las laderas
escarpadas rehúyen el establecimiento de la población. Sin embargo, vemos que existe alguna excepción,
como es el emplazamiento defensivo por parte de algunas poblaciones. La orientación de las laderas
también es fundamental. Hay que distinguir entre laderas de solana y laderas de umbría. En la zona
templada las solanas y las umbrías son siempre las mismas: la solana es el lado sur y la umbría el lado
norte. La disposición de los cultivos y los poblamientos responde a esta dinámica. Hay que distinguir
también entre la vertiente sotavento (más secas) y la vertiente barlovento (más húmedas).

Otro factor físico son los suelos. Los suelos han tenido mucha importancia para el poblamiento humano
desde el desarrollo de la agricultura. Hay que tener en cuenta que en un primer momento cuando la
comunidad humana es reducida y cuando no cuenta con unas técnicas agrarias muy desarrolladas, esta
comunidad no busca los mejores suelos, pues no sabe cultivarlos. Un buen suelo es un suelo profundo y
desarrollarlo, que requiere voltear todo su horizonte B para iniciar su cultivo. Estos suelos no se labrar
fácilmente.

Otros factores físicos son el desarrollo de las enfermedades. La extensión de organismos patógenos
puede explicar también el movimiento de los pueblos. Muchos despoblados de la Península Ibérica datan
del siglo XIV (peste) y XVII (peste también). La caza también supone un factor físico en el desarrollo del
poblamiento. La caza de las manadas de renos, por ejemplo, supuso el primer poblamiento humano de
América.

El otro tipo de factores que explican la localización de la población son los factores humanos, más
complicados que los que hemos citados. Un primer factor son los recursos minerales (metalurgia) y
energéticos (madera, carbón). Durante la revolución industrial tiene lugar una concentración de la
población entorno a la industria. Otra fuente de energía es el agua, entorno a la cual se desarrollará la
industria textil de Cataluña, por ejemplo.

Hay actividades económicas que favorecen la concentración de población. En estas debemos diferenciar
la clase de la actividad y la escala de esta. Desde el punto de vista económico hay que señalar que la
interconexión de actividades favorece la concentración de población. Esta dependencia del medio natural
ha aflojado mucho con la revolución de los transportes.

3.1. El concepto de densidad de población

La densidad de población es la expresión que relaciona la población de un territorio y la superficie de este


y que indica el grado de ocupación media del territorio. Se expresa en habitantes por km2.

Densidad de población= población total/superficie en km2

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3.2. La distribución de la población en España

Hasta el siglo XIX las regiones con más peso específico en la población eran las del norte y el levante, ya
que hay que tener en cuenta que la población de buena parte del sur se hizo con cierta lentitud. Pero el
impulso demográfico del siglo XVIII se apreció más en los territorios costeros que en el centro peninsular.

Durante el siglo XIX, especialmente en su segunda mitad, se acentúa la diferencia de crecimiento entre el
centro y las regiones costeras. Hay que tener en cuenta que buena parte de la industrialización que se
produjo en España en esa época tuvo lugar en territorios de la periferia (Cataluña, País Vasco, Asturias,
etc.) y que la natalidad era muy alta en las regiones del sur y en Galicia. Por otro lado, y sobre todo durante
los últimos decenios de aquel siglo, Madrid inicia un crecimiento muy potente, que no se detendrá hasta
la actualidad.

La época 1900-1960 fue de gran incremento demográfico, pero este sigue concentrándose en las mismas
regiones que antes. El resultado será una España dividida en dos grandes espacios:

• Unas provincias costeras con una economía cada vez más diversificada, más ricas y con un
crecimiento de población más acusado, sobre todo a partir de los últimos años 50, en los que se
supera la posguerra.
• Frente a ellas, el interior, que se convierte en un espacio muy poco habitado y con amplias zonas
prácticamente despobladas (comarcas de Teruel, Cuenca, Soria, Badajoz…). Las excepciones
serán algunas provincias, como Madrid, Zaragoza y, en menor medida, Valladolid.

A partir de 1970, la perdida de vitalidad demográfica por la caída de las tasas de natalidad y por el
envejecimiento de la población comienza a ralentizar el crecimiento de buena parte del país.

Ahora, al endeble incremento del centro, se añade el de las comunidades del norte peninsular (País Vasco,
Cantabria, Asturias y Galicia), que sufrieron una dura crisis económica. Sin embargo, otras agrupaciones
mantienen un crecimiento potente. Es el caso de aquellas comunidades que dejan de sufrir el proceso
emigratorio y que todavía conservan un dinamismo demográfico positivo (Andalucía, Murcia, Canarias…).

El cambio al siglo XXI trajo consigo un fuerte aumento de la población. No obstante, el crecimiento no se
ha repartido de modo uniforme y se sigue reforzando un esquema en el que la cuenca mediterránea, las
islas, Madrid y sus provincias limítrofes poseen un crecimiento muy acelerado, frente a un interior y
cuadrante noroeste estancados o con crecimientos mucho más débiles, dado que su dinamismo
socioeconómico ha sido menor.

Los datos anteriores se traducen en una distribución actual muy contrastada de la población, ya que esta,
como tantas otras variables geográficas, posee diferencias de concentración muy fuertes entre unas zonas
y otras del país. Así, solo cuatro comunidades (Andalucía, Cataluña, Madrid y Comunidad Valenciana)
concentran la mitad de la población española.

La densidad media de población en España es de 91 hab./km2. Pero las diferencias entre unas
comunidades autónomas y otras, y también entre las distintas provincias, son muy grandes.

Es importante señalar que el crecimiento demográfico, especialmente cuando es acelerado, no aminora,


sino que suele incrementar las diferencias en la distribución territorial de la población y, por consiguiente,
también las diferencias en la densidad. Por tanto, en los últimos tiempos estas diferencias se están
incrementando.

21
3. Tendencias futuras en la distribución territorial

• 1er mundo: países desarrollados de economía capitalista

• 2do mundo: países industrializados de economía comunista


• 3er mundo: países subdesarrollados de Asia y África
• 4to mundo: países menos desarrollados del continente americano

En cuento a las proyecciones de futuro, la participación de las distintas regiones del mundo es bastante
concluyente. El continente con mayor población es el continente asiático, en esta proyección (2050) su
aportación es ligeramente inferior pero determinante. Presencia meramente testimonial de Oceanía y
Europa.

4. Fuentes para el estudio de la población: etapas pre-estadística y estadística

Las fuentes del estudio de la población se refieren a unidades administrativas y unidades territoriales, y
se dividen en fuentes directas e indirectas (que a su vez se distinguen en fuentes pre-estadísticas y fuentes
estadísticas).

Las fuentes indirectas son fuentes engañosas, pues no nos informan con exactitud del volumen de
población existente en un determinado lugar, sino que se trata de deducciones realizadas desde la Historia
y la Arqueología sobre las dimensiones de un establecimiento poblacional (efectos de epidemias,
impuestos, vestigios de necrópolis, extensión de los cultivos, etc.).

Las fuentes directas son fuentes que suponen ya una información más exacta. Las fuentes pre-estadísticas
son aquellas anteriores a las estadísticas. Las fuentes estadísticas son, por tanto, aquellas que están
ligadas a la formación del Estado liberal decimonónico, que es un Estado que requiere efectuar una
contabilización de la población por causas impositivas y desarrollar el gobierno de la nación.

Las estadísticas se inician con el censo de 1857. Tanto las fuentes estadísticas como las pre-estadísticas
son fuentes directas. Las fuentes pre-estadísticas se refieren a unidades territoriales, en el caso de España,
reinos.

El termino censo, en la época estadística, se refiere a una operación estadística estatal, y en la época pre-
estadística el censo es un recuento.

Otra fuente pre-estadística son las relaciones topográficas de Felipe II, una operación estadística que
sobrepasa el ámbito de la estadística. Es un recuento de las poblaciones que había en la Corona de Castilla.
Estas relaciones topográficas consisten en unos cuestionarios sobre cada una de las poblaciones de la
Corona de Castilla.

Durante el siglo XIX no se registra ningún censo en España. Las Cortes de Cádiz en 1813 habían previsto la
realización de censos a través de las diputaciones provinciales que, sin embargo, no se llevaron a efecto.
En 1837 se ordenó la realización de un censo que no vio la luz por culpa de la falta de presupuesto en
Hacienda por las Guerras Carlistas. En todo caso, en 1829 podemos citar un diccionario geográfico que
recopila ciudades de las cuales se aporta una determinada información (riqueza, población, etc.). Este
diccionario fue dirigido por Miñano y tiene muchos errores. El diccionario geográfico de Madoz resulta
útil, sin embargo, para conocer la España del siglo XIX. Este, además, estaba acompañado de una
cartografía provincial que se elaboró conforme a las nuevas provincias recién definidas en 1833 por Javier
de Burgos.

Entendemos por censo el conjunto de operaciones encaminadas a reunir, resumir, analizar y publicar los
datos de tipo demográfico, cultural, económico y social de todos los habitantes de un país y de sus
unidades político-administrativas, referidas a un instante o periodo concreto.

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De ellos podemos obtener informaciones de:

• Localización. Tradicional diferencia población de hecho (presente+transeúntes) de población de


derecho (presente+ausente), desde el censo 2001: población residente y población vinculada.

• Informaciones demográficas como sexo, edad, estado civil y diferentes características familiares.

• Informaciones socioculturales: nivel de estudios, índice de escolarización…

• La nacionalidad

• Pertenencias étnicas, religiosas o lenguas habladas,

• Tipo socioeconómico

• Alojamientos y viviendas

El primer censo del mundo: Suecia 1749, EEUU 1790, el primero en España data de 1857.

Existen varias formas de recogida de información durante los censos: auto-censado (cuestionario en
papel) o por internet.

En los países avanzados suele existir un censo intermedio. En España, este censo intermedio son los
padrones de habitantes.

El censo es universal, estatal y secreto. Se entiende por día censal aquel día en el que se realiza el censo
y al que se refieren los datos de este. En los primeros censos correspondía con el 31 de diciembre. Hoy
corresponde con la primera quincena de marzo.

La gran diferencia entre el censo y el padrón es que este último es un proceso dinámico, mientras que el
censo es siempre, y por definición, estático, es decir, refleja la cantidad de población en un momento
concreto.

Datos que se incluyen en el censo:

• Edad: año de nacimiento

• Sexo: con este se elabora la tasa de masculinidad, es decir, el número de mujeres que hay cada
100 varones. La tasa de masculinidad siempre es ligeramente favorable a la mujer en una
proporción que va entre 102 y 106 mujeres por cada 100 varones. Ley de los grandes números
consiste en que estos datos y estadísticas, aplicables a la mortalidad, natalidad, etc., solo son
aplicables cuando la población es lo suficientemente grande. Cuando no lo es nos encontramos
con datos anómalos. Nacen más varones que mujeres, pero, sin embargo, hay una
sobremortalidad masculina, sobre todo en los primeros años de vida. A lo largo de la vida esta
sobremortalidad continua, especialmente en las edades más avanzadas.

• Estado civil: solteros (por edad, solteros que aspiren a casarse y célibes por motivos religiosos),
casados (monogamia y poligamia, dentro de esta, poliginia y poliandria), viudos y, dependiendo
del censo, separados y divorciados. El estado civil depende, en buena medida, de la composición
de la población (EJ: población joven  más solteros/as; población envejecida  más viudos/as)

• Diferenciación entre joven, adulto y anciano.

• Tasa de interdependencia: suma de jóvenes y ancianos dividido por los adultos.

• Actividad económica: hay que diferenciar entre población no activa, es decir, la que no está
desarrollando un trabajo remunerado ni está dispuesta a hacerlo, y población activa, que es

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aquella que realiza un trabajo remunerada (población ocupada) o desea llevarlo a cabo
(población en paro). La población no activa corresponde con los niños, los jóvenes, amas de casa
y los pensionistas, dentro de estos diferenciamos entre: jubilados y discapacitados. Dentro de
los no activos existe un grupo cuya presencia ha sido relevante en algún momento, los rentistas,
es decir, aquellas personas que viven de sus rentas. Los sectores de actividad son el sector
primario (agricultura, ganadería, minería, cantería, caza y pesca), secundario (industria,
construcción y artesanía), terciario (servicios y turismo) y se podría añadir un sector cuaternario
(altos cuadros de la administración y de las empresas) desglosado de este último. El sector
terciario es el más variado y el más representativo de todos, tanto en los países más avanzados
como en los menos desarrollados.

• Grado de instrucción: desde estudios primarios hasta estudios de doctorado. (Analfabetismo


funcional: sabiendo leer y escribir no lo hacen a menudo)

• Lugar de procedencia de la persona.

• Algunos censos extranjeros incluyen la etnia.

• Población de hecho: población presente + población transeúnte.

• Población de derecho: población presente + población ausente.

• Población transeúnte: población ausente en el registro total.

• Población vinculada: el conjunto de personas que tienen alguna relación con un determinado
municipio. Es la población que reside, trabaja o estudia en este municipio, o que pasa en este un
periodo de tiempo prolongado. Puede ser población residente, que incluye a todas las personas
que solo residen, las que residen y trabajan, o bien residen y estudian. Dentro de la población
vinculada están también los no residentes, aquellos que no residen, pero trabajan, no residen
pero estudian, no residen pero pasan más de 14 noches al año. Con estos se dan la tasa de
población: el porcentaje de población vinculada respecto a la población residente.

Otra fuente importante para el estudio de la población es el padrón municipal. El padrón municipal es un
documento esencialmente dinámico, podríamos decir que es como una película, de manera que va
cambiando constantemente. El padrón municipal es un documento realizado por los municipios en los
que se recogen menos datos que en el censo. Es un documento cuyos datos cambian constantemente e
incluyen nacimientos, defunciones y lugares de residencia. Este documento incluye datos que varían de
un municipio a otro. Con los datos del padrón municipal se elabora el censo electoral.

La ultima fuente, desde el punto de vista demográfico y sin hacer referencia a las inmigraciones, es el
registro civil. El registro civil fue instaurado en 1870 como una exigencia más del nuevo Estado liberal,
pero no se materializó como tal hasta 1878, ya durante la restauración borbónica. Hay que señalar que
en 1900 se estimaba que el registro civil solo controlaba el 89% de todos los nacidos. Los datos del registro
civil son nacimientos, defunciones, matrimonios, parejas de hecho. Las oficinas del registro civil se
encuentran repartidas por toda la geografía española. Cuando se registra un matrimonio se otorga a la
pareja el llamado libro de familia, que lo expide el registro civil.

5. Los movimientos de población

Los movimientos de población son los cambios numéricos que se producen en una población. Estos
cambios numéricos se producen por dos tipos de causas: causas naturales, que son los nacimientos y las
defunciones; y los movimientos espaciales (migraciones).

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Desde este punto de vista, nos tenemos que referir al concepto de saldo demográfico, el hecho de que la
población un determinado espacio aumente o disminuya. Si la población aumenta tendremos un saldo
positivo y si esta desciende, el saldo será negativo. La población aumenta cuando la suma de lo que entra
(natalidad e inmigración) supera la suma de las defunciones y los emigrantes.

5.1. Movimientos naturales de la población

Los movimientos naturales de población son aquellos que inciden en el crecimiento de un territorio y
que dependen exclusivamente del comportamiento demográfico de sus habitantes (nacimientos y
defunciones); son una parte importante del crecimiento real de la población, aunque siempre está influido
por los saldos migratorios, es decir, por los movimientos espaciales de población.

5.1.1. Las políticas demográficas

Las políticas demográficas son las estrategias que desarrollan los Estados y otras instituciones públicas
para alcanzar un nivel de población optimo; por ejemplo, fomentar la emigración en un momento de
saturación demográfica o, al contrario, potenciar que las personas tengan más hijos para compensar las
tasas de natalidad bajas.

En España se vienen desarrollando algunas políticas de este último tipo durante los últimos años, aunque
con mucho retraso respecto a otros países europeos, lo que explica que nuestras tasas estén entre las
más bajas del planeta.

5.1.2. Natalidad y fecundidad (tasas)

La tasa de natalidad registra el número de nacimientos habidos en un año y un territorio determinados,


en relación con la población total por mil habitantes. Esta tasa se considera alta si supera el 30% y baja si
es inferior al 15%. La natalidad está determinada por el número de mujeres en edad de procrear, de los
comportamientos sociales y la coyuntura económica y de la nupcialidad.

Hasta 1970 un nacimiento se consideraba un niño que nacía con vida y vivía al menos 24 horas fuera del
claustro materno. Si moría, no había nacido estadísticamente hablando y no engrosaba ni las tasas de
mortalidad ni las tasas de natalidad. A partir de 1970 se considera nacido todo niño que nazca con vida, a
pesar de que pueda fallecer al cabo de pocas horas. En este tipo de censos se considera como aborto
aquel niño nacido sin vida o que muere antes de las 24h de vida.

La tasa de natalidad se debe combinar con la tasa de fecundidad, que corresponde con el número de
nacidos a lo largo del año dividido por el número de mujeres entre 15 y 49 años. Este resultado se
multiplica por mil y expresa el dinamismo demográfico de una población.

Entendemos por reemplazo generacional el índice que permite conocer si una población puede
reemplazarse a sí misma en un determinado periodo de tiempo mediante su crecimiento vegetativo. Hace
falta, como promedio, que cada mujer en edad fértil tenga al menos 2,1 hijos para que se produzca. Si no
sucede se produce lo que se ha llamado la esclerosis demográfica, un término que hace referencia al
envejecimiento de la población.

El Baby-boom es fenómeno ascenso rápido y puntual de la natalidad. Se trata de un momento con un


número extraordinariamente elevado de nacimientos. En Europa, tuvo lugar inmediatamente después de
las guerras mundiales. En el caso español se da después de la guerra civil (no en los 60) y la razón de este
es puramente practica y psicológica.

5.1.3. Mortalidad (tasas)

La tasa de mortalidad registra el número de fallecimientos habidos en un año y un territorio determinado,


en relación con la población total por cada mil habitantes. Las tasas de mortalidad dependen del grado

25
de desarrollo de una población y la composición por edad de la población. Si una población se encuentra
envejecida necesariamente tiene que ofrecer unas tasas de mortalidad elevadas, también.

La mortalidad infantil es la que afecta a los niños que todavía no han cumplido un año. Las tasas de
mortalidad infantil relacionan los niños fallecidos antes de cumplir el año dividido por todos los nacidos
en una población y el cociente se multiplica por mil. La incidencia de una serie de patologías afecta a esta
tasa. No debe confundirse con la mortalidad de los niños, que es aquella que afecta a los niños de más de
un año. Cuanto más pequeña sea la tasa de mortalidad infantil mayor será el desarrollo económico de
una población.

La mortalidad maternal es la que afecta a las mujeres que han sido madres durante ese año como
consecuencia del parto. La tasa de mortalidad maternal relaciona el número de mujeres muertas como
consecuencias del parto dividido entre las madres que han sido mujeres durante ese año y el resultado se
multiplica por diez mil.

Podemos hablar también de mortalidad especifica por edad, que se refiere al número de fallecidos en la
población que pertenecen a un determinado grupo de edad.

5.1.4. Esperanza de vida al nacer (años)

La esperanza de vida indica el número de años que una persona espera alcanzar contando con las
condiciones existentes cuando se produjo ese nacimiento.

Las principales causas de mortalidad se pueden dividir en 3 grandes grupos:

1. la propia biología humana,


2. los factores ambientales (contaminación) y
3. los avances técnicos y científicos.

En España la esperanza de vida ha ido aumentando desde principios del siglo XX hasta el parón que supuso
la gripe española. La industrialización del país a partir de los años 20 hace que esta esperanza de vida
vuelva a ascender hasta la incidencia de la guerra civil. Tras el conflicto la esperanza de vida continua su
ascenso vertiginoso. Este ascenso se normaliza en las últimas décadas. Gran parte de este ascenso en la
esperanza de vida se debe al desarrollo de la Seguridad Social en España.

Los 12 países que presentan una mayor esperanza de vida son: EEUU, España, Italia, Israel, Irlanda,
Islandia, Francia, Suiza, San Marino, Mónaco, Australia, Andorra y Japón (una de las más altas).

Las curvas de supervivencia son unas líneas que expresan, dentro de una determinada generación, de
cada mil niños nacidos cuantos sobreviven a determinadas edades. La curva de supervivencia denota el
grado de desarrollo de una sociedad.

5.1.5. El crecimiento natural o vegetativo (%)

El crecimiento natural o vegetativo hace referencia a la diferencia entre el número de nacimientos


(natalidad) y de fallecimientos (mortalidad) que tienen lugar en una región o país. El crecimiento natural
es positivo si hay más nacimientos que fallecimientos, y negativo en el caso contrario.

El crecimiento natural o vegetativo se obtiene restando la tasa de natalidad y la tasa de mortalidad y el


coeficiente se multiplica por 10, de manera que siempre se expresará en tantos por ciento.

6. El Modelo de Transición Demográfica

El Modelo de Transición Demográfica es una construcción teórica que surge en los años 50 con el objetivo
de extrapolar los datos correspondientes a la evolución de la población europea a otras poblaciones

26
humanas. Se trata de un modelo eurocéntrico, cuestionable y muy poco científico. En este modelo se
observan la relación entre mortalidad, natalidad y crecimiento natural.

La primera fase se corresponde con las poblaciones preindustriales: en Europa esta primera fase se daría
aprox. hasta 1750, es decir, hasta el inicio de la Revolución Industrial. Esta fase se caracteriza por altas
tasas de mortalidad y natalidad. El crecimiento vegetativo era, pues, muy reducido.

En la segunda fase se produce un descenso de la mortalidad (siglo XVIII europeo – nuevos cultivos,
expansión económica, clima benigno, mejora de la alimentación).

La tercera fase es una fase de reajuste, es decir, la mortalidad sigue bajando, pero en esta ocasión como
consecuencia de factores ambientales, como la traída de agua a las ciudades, el desarrollo del sistema de
alcantarillado y algunos avances médicos, fundamentalmente el descubrimiento de la anestesia, que
aumenta la posibilidad de realizar operaciones quirúrgicas, el descubrimiento de la existencia de
gérmenes y la lactancia artificial. En esta tercera fase la natalidad desciende también, pues empieza a
aumentar el coste de crianza de los hijos. Como consecuencia, el crecimiento vegetativo aumenta de una
manera más suave.

Con esto llegamos a la cuarta fase, en la cual ambas tasas adquieren valores numéricos muy similares, de
manera que habrá ocasiones en las cuales la mortalidad supere a la natalidad. Por tanto, es una fase en
la cual el crecimiento vegetativo se mantiene o incluso empieza a disminuir. En esta fase la mortalidad
sigue disminuyendo como consecuencia de los avances médicos, fundamentalmente en el diagnóstico.

Por último, tendríamos una quinta fase, en la cual nos encontramos actualmente, y que está determinada
por un repunte de la natalidad como consecuencia de la llegada de inmigrantes.

7. Movilidad especial de la población

7.1. Definición de migración y dificultades para una definición universal de emigrante

Llamamos movimientos espaciales o migraciones a los desplazamientos de la población que implican un


cambio del lugar de residencia.

Utilizamos el término emigración para referirnos al traslado de población de un sitio a otro. La persona
que se marcha de su lugar de residencia es un emigrante. Por el contrario, utilizamos el término de
inmigración para referirnos a la llegada de población procedente de otro territorio. La persona que llega
de fuera a un lugar se denomina inmigrante.

Debemos tener en cuenta que no se considera migración aquellos movimientos que se efectúan entre
dos municipios de la misma corona metropolitana, ni tampoco los realizados por la población nómada o
los turistas.

Se pueden diferenciar varios tipos de migraciones en función de su carácter, del tiempo que permanecen
los emigrantes en el lugar de destino y del espacio en el que suceden los desplazamientos.

Según el carácter o la naturaleza de las migraciones, hay que diferenciar entre migraciones forzadas, es
decir, no deseadas; y migraciones libres o voluntarias. Las migraciones por motivos económicos se
consideran voluntarias.

Según el tiempo que duren, los desplazamientos pueden ser temporales (por estudios, por un trabajo con
una duración determinada, etc.) o definitivos, si la persona no vuelve a su lugar de origen.

Según el espacio en que se producen los movimientos migratorios, se distingue entre migraciones
interiores o nacionales, si tienen lugar dentro del propio país, y migraciones exteriores o internacionales,
que tienen como destino un país extranjero. Dentro de las migraciones interiores destaca el llamado
éxodo rural, es decir, los desplazamientos masivos de población rural que abandona el campo para

27
instalarse en la ciudad, así como también los movimientos ciudad-ciudad, es decir, movimientos
migratorios interurbanos. Y si las migraciones internacionales suponen el traslado de un continente a otro,
las denominamos migraciones transcontinentales.

Las migraciones se dividen también en masivas y selectivas. Las migraciones selectivas afectan a un
determinado grupo de la población, fundamentalmente grupos de edad. A veces las migraciones afectan
únicamente a uno de los sexos, en general, cuando esto ocurre el masculino suele ser el sexo más afectado
(sobre todo en el caso de las migraciones transoceánicas). Las migraciones masivas afectan a ambos sexos
y a todos los grupos de población. Estas migraciones se vienen desarrollando desde la Antigüedad con las
deportaciones, a través de las cuales la población vencida era trasladada a otras regiones (Ej: Imperios
asirios, Hispania romana, guerras mundiales, etc.). Suelen ser migraciones forzadas.

Denominamos saldo migratorio a la diferencia entre inmigrantes y emigrantes. Es importante conocer


este dato, puesto que tiene mucha influencia en la evolución de la población en un territorio.

7.2. Los grandes flujos migratorios en el mundo

Las migraciones se han visto fuertemente condicionadas por ciertos acontecimientos históricos (guerras
mundiales, crack del 29, etc.).

En el caso de los movimientos migratorios existen fuentes oficiales y fuentes extraoficiales. Las
migraciones oficiales son las que se recogen en el organismo del Instituto Nacional de Emigración, hoy
desaparecido. Los datos de migración de los países de acogida suelen presentar unos datos mayores, pues
considera también las emigraciones no oficiales.

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TEMA 5. EL ESPACIO URBANO. CONCEPTOS, PROCESOS, SISTEMAS, MORFOLOGÍAS Y ESTRUCTURAS
URBANAS. FUENTES Y PLANOS.

1. La ciudad. Definiciones cuantitativas y cualitativas

El hecho urbano no es fácil de discernir en el paisaje de forma precisa, ya que lo urbano se extiende
continuamente y los procesos urbanos van tomando el terreno del mundo rural (nivel de modernización,
grado de polarización por los centros urbanos vecinos, integración más o menos acusada en la economía
de mercado, calidad de vida, relaciones sociales, etc.).

Para conceptualizar el hecho urbano y, por tanto, comprender que son las ciudades, se utilizan dos tipos
de definiciones: cuantitativas y cualitativas.

Sin embargo, los criterios que se utilizan cuantitativamente para delimitar el concepto de ciudad son muy
variables. Así, hay países como Suecia que consideran “ciudad” a aquella aglomeración de personas en la
que viven, como mínimo, 200 habitantes. En Japón, por el contrario, solo se denomina ciudad a aquellos
núcleos con más de 30.000 habitantes. En España, que se encuentra en un término medio, se considera
ciudad a los núcleos con más de 10.000 habitantes. La conferencia de Praga fijo en 5000 el número mínimo
de habitantes, para catalogar como ciudad a una aglomeración de personas.

Otro criterio es la densidad de población, es decir, que tenga un elevado número de habitantes por km
cuadrado. Finalmente, para que una ciudad sea considerada como tal, debe tener menos de un 25% de
su población trabajando en el sector primario.

Para definir una ciudad desde un punto de vista cualitativo se pueden emplear distintos criterios: la
morfología, en la que se incluyen las infraestructuras, los usos del suelo, edificaciones, etc.; la
funcionalidad, y que a partir de ella tenga capacidad para organizar el territorio que la rodea; la concesión
de un estatuto jurídico de ciudad, propio de épocas históricas anteriores; las relaciones sociales, es decir,
que sean heterogéneas y que exista en ellas la denominada cultura urbana; la percepción de sus
habitantes, que depende del medio de locomoción que emplea el observador y de la utilización que hace
del espacio, lo que también está en función de su edad, sexo, ocupación, nivel cultural y socioeconómico.

2. El proceso de urbanización: evolución histórica

El proceso de urbanización en el mundo es cada vez mayor. En 2007, la mitad de la población mundial
vive en áreas urbanas. Típicamente está clasificada como urbana, los núcleos de población de más de
2000 habitantes.

En la actualidad, hay grandes diferencias ente las regiones del mundo según sus niveles de urbanización.
En las regiones más desarrolladas y en América Latina y el Caribe, más del 70% de la población es urbana,
mientras que en África y en Asia la población urbana está por debajo del 40%. Sin embargo, para el año
2030, la proporción de estas dos regiones excederá el 50%.

Para el año 2030 aproximadamente el 61% de la población mundial estará viviendo en las áreas urbanas.

Las ciudades más grandes del mundo están creciendo muy rápidamente en tamaño y están cambiando
las regiones más desarrolladas a las regiones menos desarrolladas. En 1990, las tres ciudades más grandes
se encontraban en los países más desarrollados; para el año 2000, solamente Tokio quedaba entre las tres
más grandes. En 1950, Nueva York era la ciudad más grande del mundo, con una población de 12 millones.
Para el año 2015, se ha proyectado que la ciudad más grande será Tokio, con una población de 36 millones
de personas.

El fenómeno urbano, hasta la segunda guerra mundial, estaba íntimamente relacionado con el desarrollo
económico de los países. Sin embargo, en las últimas décadas se han ido desarrollando una serie de
barriadas, conocidas como bidonville (aunque también reciben otros nombres), sobre todo en países

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latinoamericanos. Se trata de un crecimiento urbano sin ningún tipo de control y que carece de las
infraestructuras necesarias para garantizar una vida digna entre sus habitantes.

2.1. La ciudad histórica hasta el siglo XIX

A lo largo de la Historia las ciudades han sido fundamentalmente de dos tipos: ciudades planificadas y
ciudades espontaneas. Las segundas son aquellas que han surgido en un lugar determinado a partir de un
asentamiento previo y que han ido desarrollándose poco a poco. En el caso español, este tipo de ciudades
suelen ser ciudades medievales, bien pertenecientes al ámbito cristiano o al ámbito musulmán.

Las ciudades planificadas pueden tener un origen antiguo, fundamentalmente se trata de ciudades
romanas y se caracterizan por su plano ortogonal (trazado planimétrico ordenado). Durante la
romanización de la península se toma como ejemplo el trazado del campamento romano. Este tipo de
ciudad planificada aparecen en el Renacimiento, sobre todo en Hispanoamérica. En la edad media, la
ciudad cristiana y la ciudad musulmana apenas se diferencian morfológicamente. La ciudad moderna
responde a un nuevo tipo de regulación urbana.

PLANTA HIPODÁMICA.

Herencia romana  el modelo de ciudad-campamento: un recinto cuadrangular, el cardo y


decumanus. En el sector central se edifica el foro, muy cerca de las termas y el mercado. En el propio
recinto urbano se ubica también el teatro. La traza urbana puede mantenerse en la actualidad, como es
el caso de Zaragoza.

Medievo  ciudades espontaneas, como la ciudad cristiana y la ciudad musulmana. La ciudad


cristiana, en algunas ocasiones, se desarrollan sobre antiguos asentamientos romanos. Estos
asentamientos cristianos van progresando de Norte a Sur, según el avance de la ocupación del territorio.
Se trata de asentamientos muy reducidos, pues el mundo cristiano es fundamentalmente rural. La ciudad
musulmana también hereda el elemento clásico romano. El mundo andalusí es un mundo esencialmente
urbano, pues los musulmanes ocuparon los sectores más ricos de España y aprovecharon antiguas
ciudades romanas. Las ciudades más destacadas son Córdoba, Zaragoza, Toledo y Badajoz. En la ciudad
musulmana destaca la medina, entorno a un castillo; el rabat, que es el campamento militar que aloja a
los soldados de la yihad; y todo el desarrollo urbano extra-muros. Ambas ciudades carecen de
organización urbana, de manera que las calles suelen ser curvas y estrechas, para aprovechar el espacio.
Las plazas, tal y como las conocemos hoy, surgen durante el Renacimiento.

Renacimiento XV-XVI  Se vuelven los ojos a los clásicos (vitrubio y su obra “los diez libros de
arquitectura”, que influye en Alberti o Palladio. Aparecen esquemas de ciudades ideales, no centradas en
castillos ni iglesias, sino en la vida civil y el poder central o del duque. Los modelos de ciudad que se crean
son poligonales o cerrados y no facilitan su crecimiento posterior. Casi todas ellas son ciudades
fortificadas, con una función defensiva básica. Ej: Palma Nuova 1593, en la península itálica: Coeworden
en Holanda, Vitry-Le-François, reconstruida por Francisco I según modelos italianos; Grammichele y Avola
en Sicilia comenzadas después del terremoto de 1686, en Almeida (Portugal). La idea de ciudadela pervive
en la antigua fortificación de Pamplona, etc.

La aparición de la pólvora destruye con facilidad las murallas, que pierden su sentido defensivo, aunque
se mantienen cercas y murallas con fines fiscales.

Gran parte de la actividad urbanística de los siglos XV y XVI consistió en reformas interiores de las ciudades
u operaciones de renovación urbana:

• Plazas: sistematización de la plaza de Pienza, el espacio en torno al Palacio Ducal de Urbaino de


Federico de Montefeltro desde 1465; o ensanches como los de Ferrara o los de Torino. En España

30
se construyen las plazas mayores en algunas ciudades (Valladolid, Villalón, Tordesillas y Aranda
de Duero, de plano irregular……………)

Primera ciudad diseñada por un arquitecto  Palmanova, diseñada por Vicenzo Scamozzi en 1593,
en ella se cumplen las leyes de la “ciudad ideal”. Planta poligonal, presencia de calles anchas y rectas
que convergen en una gran plaza.

Plazas mayores: desde el punto de vista urbanístico es uno de los elementos más caracteristicos.
Cumplen en buena medida al concepto de ciudad ideal renacentista. Las plazas mayores son espacios
amplios y regulares, que a partir del renacimiento responden a una

4. Morfología y estructura interna de la ciudad

La Geografía Urbana se dedica al estudio de las ciudades. La morfología urbana es la parte de la Geografía
Urbana que analiza la estructura de la ciudad a partir de su proyección cartográfica (o sea, de su plano) o
de su imagen (paisaje urbano).

Las ciudades tienen un emplazamiento, es decir, se sitúan en un determinado lugar: un cerro, un valle,
una llanura, una bahía… La mayoría de las ciudades se localizan en zonas que favorecen las
comunicaciones y las actividades económicas: en la costa, a orillas de los ríos, en valles fértiles, junto a las
minas, etc.

El plano urbano nos permite conocer cómo es la ciudad internamente. Hay 5 tipologías de plano:

1. Plano irregular: se trata de un entramado urbano falto de estructura aparente, en el que


difícilmente diferenciamos las calles más importantes de las secundarias y en el que las manzanas
y parcelas son diferentes en formas y tamaños. Es raro que el plano entero de una ciudad sea
irregular, pero esta tipología aparece muchas veces en los centros históricos de las localidades
españolas.

2. Plano línea y derivados: de forma alargada, suele ser producido por la adaptación al valle de un
rio, a la costa o a un eje de comunicación. Cuando se superponen dos planos lineales en ángulo
recto, se obtiene el plano de cruz.

3. Plano en damero (ortogonal, en cuadricula o hipodámico): se trata del plano en el que las calles
se cortan en ángulo recto, dando una impresión general de tablero de ajedrez. Siempre se trata
de ciudades, o partes de ciudades, resultado de la planificación.

4. Plano radioconcéntrico: se trata del resultado del crecimiento urbano cuando se produce a partir
de un punto en coronas sucesivas. El resultado es un plano urbano que recuerda a los anillos del
tronco de un árbol.

5. Plano compuesto: cuando una localidad tiene un plano en el que predominan dos o más de las
tipologías anteriores, se dice que responde a un tipo d plano compuesto o mixto.

En la mayoría de las ciudades hay zonas con plano irregulares y otras con planos regulares. Esto
significa que las ciudades nacieron de forma espontánea, pero, en épocas posteriores, su extensión
se realizó siguiendo un plan urbanístico. Las ciudades tienen dos formas de crecimiento: cuando
existe un proyecto que indica la forma de sus calles y edificios se duce que tiene un modelo de
crecimiento planificado. Cuando tal orden no existe y cada habitante construye cómo y dónde quiere,
se dice que esa ciudad tiene un modo de crecimiento orgánico.

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TEMA 7. LA DIVERSIDAD GEOGRÁFICA EN ESPAÑA. ELEMENTOS Y PAISAJES. CARTOGRAFÍA Y FUENTES.

1. Complejidad geográfica de España

La condición peninsular de una buena parte de España explica también la amplitud de su litoral, que se
distribuye en el Océano Atlántico y el mar Mediterráneo.

Por su situación, entre los 36º y los 43º de latitud norte, el clima oscila desde el templado oceánico del
Norte, el mediterráneo continental del centro y el mediterráneo en el Este y del Sur, lo que hace que
exista una España húmeda correspondiente al Norte y las áreas montañosas, la España verde, con bosques
frondosos, y la España seca del Mediterráneo.

La situación de la Península Ibérica en el extremo suroccidental de Europa, y a solo 14 km de distancia del


continente africano, dota a España de un gran valor estratégico: con proyección mediterránea, por un
lado y como encrucijada de caminos entre África y Europa.

2. Diversidad climática en España

En el clima de España influyen diferentes factores geográficos.

2.1. Factores del clima en España

2.1. La latitud

España está situada en la mitad meridional de las latitudes medias, salvo el archipiélago canario, que se
localiza en latitudes claramente subtropicales. Por esta razón, las islas Canarias no presentan un contraste
térmico que permita hablar de distintas estaciones climáticas, mientras que en el resto de España sí se
diferencia una estación cálida (verano), otra fría (invierno), y dos intermedias (primavera y otoño).

Por su latitud, España se ve afectada, salvo en verano, por el paso de los frentes nubosos que llevan los
vientos del oeste, que son más activos en el norte y en el oeste peninsular.

2.2. La posición

La posición de España en el extremo suroccidental de la masa continental euroasiática y al norte y al oeste


del continente africano, del que nos separan tan solo 14 km, hace que pueda recibir masas de aire
procedentes de ambos continentes.

Además, España está situada entre dos grandes masas marinas, el océano Atlántico y el mar
Mediterráneo. Esta posición facilita la entrada de borrascas del frente polar y también de las
perturbaciones originadas sobre el Mediterráneo.

2.3. La influencia del mar

La presencia de grandes masas de agua, como mares y océanos, suaviza las temperaturas. El agua tiene
un gran calor específico, lo que hace que el mar tarde más en calentarse y en enfriarse que la superficie
continental. Además, el calor del suelo se acumula en una capa muy fina, mientras que en las grandes
masas de agua el calor recibido en superficie se transmite hacia aguas más profundas, y se almacena en
una capa de gran espesor.

La influencia que tiene el mar en la Península Ibérica es escasa, dada su configuración maciza, con
montañas que la rodean y aíslan del mar. Por este motivo, la influencia del mar se limita a una pequeña
franja de costa y, como es lógico, a los archipiélagos.

Las zonas que reciben la influencia del mar tienen una baja amplitud térmica anual, es decir, en ellas la
diferencia de temperaturas media entre los meses más cálidos y los más fríos no es muy grande. Por el

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contrario, en e interior peninsular, la característica predominante es la continentalidad, que se manifiesta
en el gran constaste de temperaturas que se da entre el invierno y el verano.

2.4. El relieve

La influencia del relieve en el clima se manifiesta en varios aspectos. El más básico de todos es que, a
medida que ascendemos, la temperatura del aire disminuye a razón de unos 0,6ºC cada 100m. Por este
motivo, en las cumbres de las montañas se mantiene la nieve mucho más tiempo que en los valles.

La orientación de las montañas también es importante, y lo es en un doble sentido. En función de la


insolación, en el hemisferio norte las laderas orientadas hacia el sur (solanas) serán más calidad y menos
húmedas que la orientadas al norte (umbrías). En función de los vientos dominantes, las laderas
orientadas a barlovento, es decir, expuestas al viento, tendrán mayores precipitaciones que las que se
encuentren a sotavento.

2.5. Masas de aire

Llamamos masas de aire a aquel volumen de aire que presenta una extensión de miles de km2 y que, por
haber permanecido un largo periodo de tiempo en su región manantial, ha adquirido unas características
de temperatura y humedad homogéneas, que tienen a mantenerse cuando se desplaza fuera de dicha
región. Las masas de aire se mueven de una región a otra siguiendo las pautas marcadas por la presión
atmosférica, y sus propiedades varían, sobre todo las de sus capas inferiores, en función de las
características de las zonas por donde pasan.

Cuando dos masas de aire de características diferentes entran en contacto apenas se mezclan y entre ellas
se forma un límite muy definido, llamado frente. El paso de un frente ocasiona cambios de tiempo.

Las masas de aire se originan en las áreas anticiclónicas polares y subtropicales del planeta, ya que es en
estas zonas donde el aire estable permanece durante más tiempo, adquiriendo las características que
definen a cada masa.

2.6. Centros de acción

A las áreas de altas y bajas presiones las denominamos centros de acción. Para medir la presión del aire
utilizamos el barómetro, y como unidad de medida el hectopascal (hPa) o el milibar (mb).

La dinámica atmosférica genera cinturones de presión que están constituidos por los centros de acción.
En aquellas áreas de la superficie terrestre donde se produce convergencia del aire, este asciende y
provoca una disminución de la presión y un estado inestable del aire. En este caso se forma un centro de
acción de bajas presiones o ciclónico, con el mismo sentido de giro que la tierra. La inestabilidad del aire
de las bajas presiones genera nubosidad, que suele acompañarse de precipitaciones.

En los lugares donde se produce un descenso del aire desde la alta troposfera, aumenta la presión en
superficie y se forma un centro de altas presiones o anticiclónico, que tiene un sentido de giro contrario
al de la rotación terrestre. En ellos, el aire presenta gran estabilidad.

Entre los centros de acción que afectan a España podemos señalar los siguientes:

• El anticiclón de las Azores, de carácter dinámico y de origen subtropical. Su posición varia a lo


largo del año, llegando en verano a ocupar latitudes más septentrionales. Es el responsable de la
disminución de precipitaciones en nuestro país.

• El anticiclón escandinavo, de carácter dinámico y origen polar, genera masas de aire frías. Alcanza
nuestras latitudes en invierno.

• De origen térmico son el anticiclón invernal centroeuropeo y el de la Península Ibérica.

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• Entre las bajas presiones dinámicas destaca la de Islandia, localizada en el Atlántico Norte, y
cuyos frentes asociados provocan abundantes precipitaciones. Otra depresión dinámica que nos
afecta es la de Génova, que ocasiona precipitaciones en el litoral mediterráneo.

• También nos afectan las depresiones estivales del norte de África y de la Península Ibérica, de
carácter térmico.

4. Aguas continentales en España

4.1. Diversidad de regímenes fluviales en España

El régimen fluvial es la evolución del caudal de una corriente a lo largo del año. Para poder analizar esta
evolución, es decir, para analizar las características de un régimen fluvial, utilizamos unos parámetros o
elementos, que son todos aquellos aspectos cuantificables con los que valorar la cantidad de agua que
fluye por un río.

El caudal lo usamos como el elemento de medida más destacado. Se refiere al volumen de agua que lleva
un río por segundo en un lugar determinado (la estación de medición, que se denomina estación de aforo)
y se mide en m3/s. Este valor es absoluto y varía continuamente por lo que suele emplearse valores
promedio, como son el caudal medio diario, mensual o anual. El módulo o abundancia media es el caudal
medio anual calculado sobre un periodo estimado de 30 años. La aportación es la cantidad total de agua
que drena anualmente una cuenca.

El caudal específico o relativo relaciona el caudal con la superficie total de la cuenca, lo que permite
comparar cuencas de tamaños muy diferentes. Se mide en L/s/km2.

En España los caudales máximos generalmente están ligados a las grandes cuencas fluviales, aunque
indudablemente el factor climático afecta directamente al caudal de los ríos en una tendencia clara norte-
sur. El río más caudaloso de la Península Ibérica es el Duero, seguido del Ebro y el Tajo. En contraste, los
caudales relativos más altos se asocian a los ríos pirenaicos y cantábricos, de cuencas más reducidas.

Los regímenes fluviales dependen del factor climático, concretamente de la cuantía y el tipo de las
precipitaciones que alimentan nuestros ríos. Desde este punto de vista, distinguimos tres tipos de
regímenes fluviales:

• Régimen pluvial: es el más extendido en España. Está condicionado directamente por las
precipitaciones en forma de lluvia. Se diferencian varios subtipos en función del régimen de
precipitaciones:

o Oceánico: característico de los ríos del norte peninsular de clima atlántico, área de
precipitaciones elevadas y regulares y una evaporación relativamente baja. Presenta un
máximo invernal y un mínimo poco pronunciado durante el verano.

o Mediterráneo: es propio de un contexto climático de precipitaciones irregulares, con


una pronunciada sequia estival y frecuentes lluvias de carácter torrencial. Presenta un
acusado estiaje veraniego, aguas máximas en primavera y una importante evaporación
a lo largo del año. Al presentar recorridos cortos, fuertes pendientes, y vertientes
desprovistas de vegetación, las lluvias torrenciales que periódicamente descargan sobre
la cuenca provocan grandes avenidas y el desbordamiento de ríos. Al no ser ríos
navegables, su aprovechamiento queda limitado a la generación de energía
hidroeléctrica y el regadío.

• Régimen nival: los ríos de régimen nival son propios de las zonas de montaña con cabeceras por
encima de los 2500 m de altitud. Se alimentan con el agua de las nieves retenidas durante el
invierno, época que corresponde a la estación de aguas bajas. A finales de la primavera e incluso

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comienzos del verano, la fusión de las nieves aumenta el caudal del rio, es la época de aguas
altas. En España el régimen nival se limita a los ríos pirenaicos de alta montaña.

• Régimen mixto: se trata de ríos que combinan ambos tipos de alimentación, nival y pluvial,
nombrándose en primer lugar el tipo de precipitación que aporta más recursos.

4.2. Vertientes fluviales peninsulares

La red fluvial peninsular se estructura en dos vertientes hidrográficas: la vertiente atlántica y la vertiente
mediterránea. Son dos vertientes bien diferenciadas, tanto por su desigual extensión como por las
características de los ríos y los recursos que cada una ofrece. En los archipiélagos no encontramos
auténticos ríos, y la escorrentía superficial se limita a una red de barrancos y torrentes.

La vertiente atlántica es la más extensa. Dentro de la podemos diferenciar dos sectores. El primero
corresponde a los ríos del norte peninsular (vascos, cántabros, astures y gallegos), reunidos en la cuenca
norte. El segundo conjunto agrupa los grandes colectores de la Meseta y la depresión Bética (el Duero, el
Tajo y el Guadiana).

La cuenca norte incluye los ríos de clima oceánico, tanto los que desembocan en el mar Cantábrico como
los gallegos, que tienen rasgos comunes con los cantábricos. Esta cuenca se define por unos cursos
fluviales cortos. La mayoría de sus ríos nacen en la Cordillera Cantábrica, muy próximos a su
desembocadura. En su recorrido excavan profundos valles para salvar los desniveles entre las montañas
donde nacen y el mar, por lo que tienen una gran fuerza erosiva y un carácter torrencial que se aprovecha
para producir electricidad. Las elevadas y regulares precipitaciones otorgan a estos ríos un caudal
abundante y regular, con un régimen de alimentación pluvial y pluvio-nival. Los ríos vascos (Bidasoa,
Nervión) son los más regulares. Los cántabros y astures (Pas, Deva, Sella, Nalón, Narcea, Navia) tienen una
gran fuerza erosiva. Y los ríos gallegos (Eo, Tambre, Ulla, Miño y Sil) son los que presentan un curso más
suave.

La cuenca del Duero es la más extensa de la Península. Drena las tierras de la Submeseta Norte y recoge
las aguas de las cordilleras Cantábrica, Ibérica y Central. Nace en los Picos de Urbión y, tras atravesar las
tierras castellanas, se encaja en los Arribes del Duero, salvando el gran desnivel entre las tierras españolas
y las portuguesas. Ese desnivel se aprovecha para la construcción de presas que producen electricidad.
Sus afluentes de la margen derecha (Pisuerga y Esla) son más caudalosos que los de la margen izquierda
(Duratón, Adaja, Tormes) y su régimen de alimentación es pluvio-nival.

La cuenca del Tajo discurre por la Submeseta Sur, entre el Sistema Central, las estribaciones del suroeste
del Sistema Ibérico y los Montes de Toledo. Es el río más largo de la Península: nace en la Sierra de
Albarracín y desemboca en Lisboa. Está regulado por muchos embalses. Sus principales afluentes de la
margen derecha son el Jarama, el Alberche, el Tiétar y el Alagón. Los de la izquierda, menos caudalosos,
son el Guadiela, el Algodor y el Almonte.

La cuenca del Guadiana, también en la Submeseta Sur, se extiende entre los Montes de Toledo, Sierra
Morena y las Subbéticas. Este río nace en las lagunas de Ruidera y desemboca en Ayamonte. Es un río de
caudal pobre e irregular, con acusados estiajes. Además, la litología caliza presente en parte de la cuenca
favorece la circulación subterránea. Su régimen de alimentación es pluvial y sus afluentes (Jabalón, Zújar
y Matachel) aportan poca agua al curso principal.

La cuenca del Guadalquivir recorre la depresión Bética. Nace en la sierra de Cazorla y discurre por una
llanura casi horizontal hasta su desembocadura en el golfo de Cádiz, donde forma marismas. Su régimen
de alimentación es pluvial subtropical, aunque su principal afluente, el Genil, tiene influencia nival.

La vertiente mediterránea se extiende, de norte a sur, desde Girona hasta Gibraltar. Hacia el interior, la
divisoria de aguas de la vertiente está definida por el Sistema Ibérico y los Sistemas Béticos; este aspecto

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condiciona las características de sus cuencas fluviales, puesto que, salvo el Ebro, son curso de pequeña o
mediana longitud, cuencas reducidas, y pronunciadas pendientes en sus cabeceras, debido a la
proximidad de los relieves montañosos a la costa.

4.3. Factores de los ríos españoles

La configuración y las características de la red hidrográfica española están condicionadas


fundamentalmente por la gran diversidad climática y el complejo relieve de nuestro territorio. Junto a
ellos, existen otros factores:

4.3.1. El clima (régimen fluvial)

El clima determina el caudal y la regularidad de los cursos fluviales españoles, puesto que el agua que
alimenta ríos, lagos y acuíferos proviene fundamentalmente de las precipitaciones. De esta manera, la
cuantía y distribución de las precipitaciones son el factor climático más destacado. De él deriva la
diferenciación entre:

• Una España húmeda, de ríos regulares y de caudal abundante en el área de clima atlántico.
• Una España seca, con ríos menos caudalosos e irregulares en la región de clima mediterráneo.
• Y, por último, la región mediterránea árida del sureste, con los ríos de caudal más pobre y
grandes estiajes.

Las temperaturas son otro elemento climático que influye en la red hidrográfica. De ellas dependen las
perdidas por evaporación, que son máximas en verano en las regiones del interior y del sur peninsular,
coincidiendo con el periodo de insuficientes precipitaciones, la estación de aridez estival.

4.3.2. El relieve y la topografía

El relieve condiciona, en primer lugar, la disposición y la organización de la red fluvial. La Península Ibérica,
al finalizar el Terciario, pasó a inclinarse hacia el oeste, y esto determinó la disocian actual de la red fluvial,
caracterizada por la gran disimetría entre las vertientes atlántica y mediterránea. Por ello, todos los
grandes ríos (excepto el Ebro), a pesar de nacer más cerca del mar Mediterráneo, discurren hacia el
océano Atlántico, labrando grandes cuencas hidrográficas que atraviesan extensas llanuras.

La divisoria de aguas entre la vertiente atlántica y la mediterránea está definida por las cumbres del
Sistema Ibérico y de las Béticas. La disposición de las unidades de relieve determina la forma y las
dimensiones de las grandes cuencas fluviales.

En segundo lugar, el relieve influye en la capacidad erosiva de los ríos, en su velocidad y en el volumen de
las crecidas. Cuanto mayor sea la pendiente del terreno, mayores serán la capacidad erosiva de una
corriente y la velocidad de sus aguas. Al contrario, en algunas zonas llanas de escasa o nula pendiente, las
aguas apenas tienen movimiento, y pueden presentar una circulación endorreica (sin salida al mar), que
da lugar a formaciones lacustres de pequeñas dimensiones en el interior peninsular.

Por último, el relieve, a través del factor altitud, afecta también al régimen hidrográfico. Con la altitud
aumentan las precipitaciones, que mal zonas de alta montaña caen en forma de nueve. La nieve queda
retenida en las cumbres durante el invierno, y solo a partir de primavera, e incluso a comienzos del verano,
esas aguas se deshielan y se van incorporando a la red fluvial.

4.3.3. La litología

Los suelos condicionan las características de la red hidrográfica a través de la distinta permeabilidad y
resistencia la erosión que presenta cada roca.

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De esta manera, la roca caliza, que es permeable, se define por una escorrentía superficial mínima e
irregular (sumideros y surgencias), dominando la escorrentía subterránea. La litología silícea, dominante
en el oeste peninsular, es muy poco permeable, lo que favorece la circulación superficial, salvo en aquellos
sectores muy diaclasados, en los que el agua escapa hacia niveles subterráneos. Los roquedos arcillosos
(propios de las grandes cuencas sedimentarias) son muy impermeables y se caracterizan por una
escorrentía superficial.

4.3.4. La vegetación

La vegetación retiene el agua de las precipitaciones, favorece la humedad del suelo y el subsuelo y dificulta
la erosión, lo que se traduce en una mayor disponibilidad y riqueza hídrica en las zonas más densamente
cubiertas por la vegetación.

En un suelo desprovisto de vegetación o con vegetación poco densa, las filtraciones de agua son menores,
aumenta la evaporación y el agua de arroyada fluye más rápidamente, erosionando y destruyendo el
suelo. Por el contrario, en un suelo cubierto por un denso tapiz vegetal, la evaporación y la erosión del
suelo se dificultan, lo que favorece la formación de acuíferos y de cursos permanentes de agua.

4.3. 5. El ser humano

Las personas modificamos los caracteres de la red fluvial mediante la construcción de infraestructuras de
regulación, como los embalses, que tratan de paliar los profundos estiajes de nuestros ríos; las presas,
que también se utilizan para generar electricidad, o el trazado de canales y trasvases, que modifican y
reducen el volumen de agua de los ríos.

5. Biodiversidad geográfica

5.1. Biomas y formaciones vegetales en España

• El clima mediterráneo define la región/bioma mediterráneo

o Bosque perennifolio (encina, alcornoque y pino).

o Dehesa.

o Matorral (maquia, garriga y estepa)

o Bosque de ribera (aliso, sauce, chopo y álamo)

• En el clima oceánico el bioma Atlántico/boreonemoral.

o Bosque caducifolio (haya, roble, castaño, pino y eucalipto)

o Landas y prados

• El clima de montaña define la región/bioma alpino.

o Piso subalpino

o Piso alpino

o Piso nivel

• La región/bioma Macaronésica en las Canarias.

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6. Protección de espacios naturales en España

Origen, conservación y protección del medio

En España la protección de espacios naturales aparece a principios del siglo XX. En 1916 se promulga la
Ley General de Parques Nacionales, por iniciativa de Pedro Pidal (Marques de Villaviciosa) y
posteriormente Eduardo Hernandez Pacheco.

Esto hace que España sea tanto uno de los primeros países de europa en iniciar la politia de protección
de los espacios naturales, esta ley recogia el concepto estético y paisajístico de parque nacional, bajo el
que se declaraon en 1918, los dos primerps parques nacionales: Montaña de Covadonga.

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TEMA 9. LA ACTUAL ORGANIZACIÓN DE ESPAÑA

1. La actual organización territorial de España y Unión Europea

La unidad territorial base es el municipio, entendido este como un núcleo de población vinculado a un
territorio agrícola. Varios municipios pueden crear una unidad territorial mayor, la comarca, y así
sucesivamente hasta dar lugar a provincias, comunidades y Estados.

Cuando se constituye la CEE y la EU se hace necesario, por razones estadísticas, la organización de una
estructura territorial dentro de los países que se incorporan a estas. Estas estructuras se denominan NUTS
(Unidades Territoriales Estadísticas/Nomenclature des Unités Territoriales Statistiques) y se organizan
según dos criterios: los estados, elemento territorial base; y la población, para dar uniformidad a la
recogida y tratamiento estadístico. Esta división es adaptada por los estados a sus respectivas divisiones
administrativas: Estados (NUTS 0), conjuntos regionales/agrupaciones de CC.AA. (NUTS 1); regiones o
CC.AA. (NUTS 2); provincias (NUTS 3); comarcas (LAU 1); y municipios (LAU 2).

Los NUTS se dividen en tres niveles regionales:

• NUTS 1: la unidad de mayor territorio con un gran peso demográfico, que se equipara a conjuntos
regionales o agrupación de CC.AA.

• NUTS 2: regiones o CC.AA.

• NUTS 3: menor territorio y población (provincias).

Los niveles inferiores corresponden con ámbitos de carácter local. Las unidades LAU (Unidades de
Administración Local) se dividen en dos niveles locales: comarcas (LAU1) y municipios (LAU2).

2. Los municipios

El municipio es la unidad territorial más pequeña en la administración local. Está formado por un territorio
con uno o varios núcleos de población (uno de ellos principal), su origen aparece en España en la Edad
Media.

Los municipios, concejos o bailias (Corona de Aragón) surgen de la apropiación y ocupación de un


territorio por parte de algunos súbditos (hombres libres) de la corona. La unión de esos hombres libres
creara núcleos de población, que controlarán y defenderán ese territorio o alfoz, que constituyen la base
de los términos municipales. Muchos de estos municipios recibían del rey el título de villas o ciudades de
realengo, y también unos fueros municipales y estatutos jurídicos privilegiados.

En el siglo XIII los reinos cristianos experimentaron importantes reorganizaciones administrativas y


territoriales consistentes: en la Corona de Castilla, la aparición de entidades supramunicipales (“sexmas”,
“ochavos”, “tierras”, “partidos”, entre otras denominaciones) para el mejor gobierno y el uso de servicios
comunes.

La división territorial y municipal de buena parte de España, tiene raíces históricas, medievales en la mayor
parte de los casos. Es precisamente la Historia lo que explica la existencia de discontinuidades o enclaves,
sectores localizados fuera de las fronteras o de los límites continuos de una entidad administrativa, suelen
ser uno o varios términos municipales o parte de los mismos vinculados con otra provincia y comunidad
autónoma, en donde están situados:

• El municipio de Llivia en territorio francés, es el caso más relevante.

• El Rincón de Ademúz, comarca de 7 municipios (370 km2) es el enclave de mayor tamaño. Se


localiza entre las provincias de Teruel (Aragón) y Cuencas (Castilla-La Mancha).

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• El Condado de Treviño, perteneciente a Burgos (Castilla y León), situado en Álava.

• La Cepeda en la Sierra de Malagón, territorio del municipio de Santa María de la Alameda


(Comunidad de Madrid) en Ávila (Castilla y León).

• Otros enclaves son Los Barrancos (Torrejón del rey de Guadalajara) en la Comunidad de Madrid,
Miranda de Ebro (Burgos) en La Rioja, de Palencia en Cantabria (Cezura, Lastrilla y Berzosilla) y
de Navarra en Zaragoza (Petilla de Aragón)

La actual Ley de Régimen Local (7/1985) estable:

Los municipios están regidos por un Ayuntamiento, compuesto por un concejo y presidido por un alcalde.
(7/1985. Artículo 19.1. El Gobierno y la Administración municipal, salvo en aquellos Municipios que
legalmente funcionen en régimen de Concejo abierto, corresponde al Ayuntamiento, integrado por el
alcalde y los concejales).

El mapa de los municipios de España presenta una configuración muy desigual, con provincias integradas
por un reducido número de municipios de elevada superficie media (superior al centenar de km2):
Extremadura, Andalucía Occidental, Región de Murcia o sur de Castilla-La Mancha, frente a la mayoría de
las provincias de la mitad norte peninsular y los archipiélagos, con un mapa municipal muy parcelado.

4. La división provincial

La provincia castellana en la Edad Moderna se asociaba a las ciudades con voto en Cortes (se trataba de
ciudades realengas). A lo largo del XVI el termino de provincia se irá precisando y llenando de contenido
como demarcación de las instituciones económicas y fiscales.

Anteriormente en el S. XIII, en la Corona de Castilla, aparecen entidades supramunicipales territoriales


(“sexmas”, “ochavos”, “tierras”, “partidos”, entre otras denominaciones) para el mejor gobierno y el uso
de servicios comunes. Mientras que la Corona Aragonesa carecía de división provincial y se ordenaba por
los distintos reinos que la constituían, a su vez, se dividían en demarcaciones singulares de cada reino. Lo
mismo ocurría en el Reino de Navarra (Merindades), Señorío de Vizcaya (englobaba a los Señoríos de
Vizcaya, Guipúzcoa y Álava), Reino de Galicia (se dividía en siete provincias Tuy, Santiago, La Coruña,
Betanzos, Orense, Mondoñedo y Lugo).

La Corona de Castilla en el siglo XVI estaba dividida en provincias, conformadas por municipios y estos
generalmente por entidades supramunicipales territoriales en virtud de relaciones de vasallaje de origen
medieval. De esta manera, es frecuente que las provincias sean territorios fragmentados y de tamaño
muy diferente. En 1594, en el Vecindario o Planta de la Corona de Castilla aparece la división territorial en
9 reinos y 17 provincias, que a su vez tenían circunscripciones internas.

La provincia de Madrid estaba constituida por la Tierra de Madrid, el Sexmo de Casarrubios, la Tierra de
Maqueda, el Condado de Puñonrostro, la Alcarria y Partido de Zorita.

En el siglo XVIII se establecen las intendencias, esta división no era más que la traslación a España del
modelo francés en medio del ambiente reformador borbónico. Este sistema quiere ser el medio para
agilizar la lenta maquinaria de la Administración.

En 1718 Felipe V estableció 20 intendencias: La Coruña, León, Valladolid, Burgos, Pamplona, Zaragoza,
Barcelona, Salamanca, Ávila, Guadalajara, Toledo, Madrid, Ciudad Real, Valencia, Mérida, Sevilla,
Córdoba, Granada, Palma y Santa Cruz de Tenerife. Esta división fue muy criticada pues no coincidían con
los límites de los Reinos, ni con los límites de las provincias de los Austrias, aunque fueron el criterio de
su ordenación.

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Fernando VI reordenó los límites de las intendencias, haciéndolos coincidir con las provincias de los
Austrias y los antiguos reinos de España.

Resulta el precedente de la actual división en provincias.

Esta política unificadora de los Borbones pretendía:

• racionalizar el sistema administrativo, sustituyendo el complejo sistema de demarcaciones e


instituciones.
• El intendente dependía directamente del rey, y tenía competencia en todos los asuntos clave de
la administración (hacienda, guerra, economía y orden).
• Debía fomentar la industria, el comercio, la agricultura y los transportes, en definitiva, todo
aquello que sirviera al progreso de la Intendencia y del Reino.

Cayetano Soler, Superintendente General de Hacienda, diseñó un plan de reforma territorial que es el
principal antecedente de las reformas del XIX. Entre 1801 y 1805, reestructuró las provincias existentes
apoyándose en la teoría de la equidistancia entre los distintos núcleos de población y la capital, aunque
respetando la extensión de los términos municipales.

Esta reestructuración, fundamental en la Corona de Castilla, comenzó con Madrid y continuó con
Guadalajara, Soria, Toledo, Cádiz y Segovia. Finalmente, en 1805, se reformaron los límites de Ávila,
Cuenca, Salamanca y Zamora. De manera indirecta, Palencia y Burgos experimentaron ciertas
modificaciones.

El Estado liberal en los comienzos del siglo XIX, necesitaba una nueva ordenación del territorio para:

• consolidar la unidad política,


• gobernar el país de manera centralizadora, uniforme y eficaz,
• establecer impuestos comunes,
• crear un mercado único,
• hacer cuerpo legal de igualdad jurídica para todos.

En las primeras décadas del siglo XIX, hubo varios proyectos de organización provincial.

José Bonaparte intenta ordenar el territorio, en 1810, dividiéndolo en 38 prefecturas. Este sistema no
respetaba los límites históricos. Los nombres de los municipios previstos en esta reforma surgen de ríos y
accidentes geográficos. Esta reforma no llegó a establecerse por la precariedad del régimen.

En 1813 el Gobierno Constitucional, encarga una nueva división provincial de acuerdo con las exigencias
de las Cortes a Felipe Bauzá, oficial de Marina, experto en temas geográficos. Si bien la propuesta sería
modificada por una Comisión formada a tal efecto, que determina 44 provincias, con criterios históricos.
Pero no se aprobó, por la vuelta al Antiguo Régimen que impuso Fernando VII.

En el Trienio Liberal aprueba en enero de 1822, con carácter provisional, una división provincial de España
en 52 provincias. Este proyecto no hace concesiones a las provincias históricas, pero mantiene los límites
de los antiguos reinos, se rige, además, por criterios de población, extensión y coherencia geográfica. La
caída del gobierno liberal, y la restauración del absolutismo supuso el fin del proyecto, que nunca llegó a
entrar en vigor.

En 1833 Javier de Burgos (Secretario de Estado de Fomento) establece una división en 49 provincias con
los mismos criterios y límites de 1822. Esta división sigue básicamente vigente, salvo pequeños reajustes
territoriales realizados en los años inmediatamente posteriores, además, de la división de Canarias en
1927, alcanzado el número de 50 provincias. En el siglo XIX hubo varios intentos de reformar esta división
que fracasaron.

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Fco. Tomás y Valiente: “la genialidad de Javier de Burgos en 1833 reside en que supo reorganizar la
Administración Española aunando la tradición de la más tardía Administración del Antiguo Régimen con
la importación consciente de las técnicas administrativas napoleónicas”.

Criterios provinciales:

• Respeta los límites históricos de los reinos medievales.


• Territorio continuo e indivisible.
• Homogeniza los criterios de población y superficie.
• La provincia se organiza por un núcleo de población importante.
• Racionaliza la administración del estado. Centralizador y unificador

5. Las Comunidades Autónomas

Los marcos territoriales que se definen en España institucionalmente por tradición, historia y
administración son:

• Municipios (LAU 2/NUTS 5)


• Comarcas (LAU 1/NUTS 4)
• Cabildo/Consejo de carácter insular (LAU 1/NUTS 4)
• Provincias (NUTS 3)
• Comunidades Autonómicas (NUTS 2)

La unidad territorial base es el municipio, la provincia es el conjunto de municipios, las comunidades


autónomas están constituidas por una o varias provincias.

La Constitución de 1978 define España como una nación integrada por nacionalidades y regiones, con
capacidad de autogobierno. El texto constitucional no definió cuáles debían ser dichas nacionalidades y
regiones, pero estableció el marco territorial base: la provincia (Artículo 143).

Las provincias existentes son las unidades territoriales para formar las Comunidades Autónomas, que
podrían estar constituidas por una (7 CC.AA.) o varias provincias (10 CC.AA.) y dos ciudades autónomas.

Las 17 Comunidades Autónomas presentan diferencias: superficie, densidad de población y origen


histórico -> DIVERSIDAD REGIONAL.

LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS SE IDENTIFICAN CON REGIONES

Entre 1979 y 1983, todo el territorio nacional se organizó en 17 Comunidades Autónomas. En 1995, de
acuerdo con la Constitución, Ceuta y Melilla adquirieron el estatuto de Ciudades Autónomas.

5.1. Origen de la diversidad regional

Los territorios regionales peninsulares se definen en la Edad Media. La Reconquista establece la expansión
territorial norte–sur. La fragmentación político territorial de la Baja Edad Media instituye unos marcos
regionales políticos que han subsistido (en líneas generales) hasta el Siglo XXI.

La fragmentación político territorial de la Baja Edad Media se instituye en los reinos peninsulares, que se
integran en una unión dinástica, la Monarquía Hispánica, en el siglo XVI:

• Corona de Aragón: Integrada por los Reinos de Aragón, Valencia, Islas Baleares y Principado de
Cataluña.
• Corona de Castilla: se estructura en distintos reinos de Galicia, León, Castilla La Vieja, Castilla La
Nueva, Murcia, Extremadura, Andalucía (Sevilla, Córdoba, Jaén) Canarias y Señorío de Vizcaya.
• Granada.

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• Navarra.
• Portugal (Monarquía Hispánica 1580-1640).

Estos ámbitos regionales se mantienen durante los siglos XVI, XVII, XVIII, XIX y primera mitad del siglo XX.

Estos ámbitos regionales se mantienen durante los siglos XVI, XVII, XVIII, XIX y primera mitad del siglo XX.
En el siglo XVIII los 4 Decretos de Nueva Planta (1707-15) se constituye la "nueva planta" de las Reales
Audiencias de los territorios de la Corona de Aragón y de Castilla, precedidos por la abolición de las
instituciones propias:

• Se abolieron los fueros de los reinos de la Corona de Aragón,


• Se disolvió la organización territorial de la Corona de Castilla en reinos,
• Se anularon los fueros y libertades de sus municipios.

Fue una medida política de carácter administrativo, que no supuso la pérdida de identidad regional, por
el contrario, la acentúo.

En el siglo XIX hay el intento político de institucionalización regional con la I República en un Estado
Federal. Nuevamente con la II República se recobra el reconocimiento político regional de una Estado
autonómico, reforzado con la Constitución de 1978.

Estas dos vías establecen que hay Comunidades Autónomas que tienen un origen histórico, es decir, son
territorios que constituyeron circunscripciones políticas en un pasado más o menos lejano, y que ya
estaban en el mapa de las regiones españolas anterior a la Constitución de 1978 (Cataluña, País Vasco y
Galicia tuvieron autonomía política durante la II República). Accedieron por el Artículo 151, además de
Andalucía. El resto comunidades con raíces histórico-geográficas, que no habían alcanzado la autonomía
en el periodo republicano, serían: Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias, Castilla y León, Castilla-La
Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura, Islas Baleares, La Rioja y Murcia, accedieron por el Artículo
143. Navarra accedió por un estatuto especial (Amejoramiento del Fuero).

6. Otras divisiones territoriales:

OTRAS DIVISIONES TERRITORIALES REGIONALES son producto de las competencias del Estado como la
Administración de la Justicia, la organización de las Fuerzas Armadas, gestión de los recursos hídricos, han
exigido el establecimiento de divisiones territoriales específicas, también, otras instituciones ajenas al
Estado, de importante presencia social, es la división eclesiástica.

REGIONES MILITARES, que respondían a un modelo de defensa territorial. Desaparecen en 2002, por la
organización en unidades tácticas en función de los cometidos y misiones asignados. Anteriormente se
las identificaba por la capitanía.

REGIONES ADMINISTRATIVAS. En la cúspide de la organización judicial española es el Tribunal Supremo


de Justicia, con sede en Madrid, lo mismo que la Audiencia Nacional. Las instancias intermedias
corresponden a los Tribunales Superiores Territoriales (17), uno por cada Comunidad Autónoma, y a los
52 Tribunales Supremos Provinciales. La división básica de la Administración de Justicia en España es el
Partido Judicial, en donde, se inscriben los Juzgados de Primera Instancia. Sus límites pueden incluir uno
o varios municipios.

Las CUENCAS HIDROGRÁFICAS se establecen en los años veinte, para racionalizar la gestión de los recursos
hídricos, sus límites son definidos por las cuencas de los grandes colectores hídricos peninsulares, excepto
en el norte, sureste y noreste se unifican las cuencas por la reducida superficie de las mismas y la
singularidad geográfica: Duero, Tajo, Guadiana, Guadalquivir, Segura, Jucar y Ebro, Norte, Sur y Cataluña.
No se tiene en cuenta los límites políticos-administrativos, aunque hoy está cuestionado.

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DIVISIÓN ECLESIÁSTICA Provincias, integrada por varias diócesis, intentan identificarse con las CC.AA.
Diócesis, formada por un número variable de municipios, se equiparán en la mayoría de las mismas con
las provincias políticas

7. Las comarcas

La Constitución establece la posibilidad de crear unidades territoriales que agrupen municipios de una
misma provincia, también, estable los Cabildos y Consejos insulares. Pueden existir por razones históricas
o de gestión administrativa, otras unidades territoriales del mismo rango (comarcas) que agrupen
municipios de una misma provincia, instituidas por los gobiernos regionales, según establece la Ley de
Régimen Local, o bien, los parlamentos regionales.

Comarca: Es la unidad territorial intermedia entre el municipio y la provincia. Este marco territorial
corresponde con las NUTS 4 / LAU 1 en la división estadística-territorial de la Unión Europea.

Galicia, Cataluña y Aragón han establecido oficialmente estas entidades supramunicipales con gran
tradición histórica y fuerte contenido geográfico.

En el Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid establece la posibilidad de un reconocimiento


institucional de comarcas, pero por el momento no ha desarrollado dicho proceso. Se ha realizado por
razones estadísticas una demarcación en NUTS 4, que se puede ajustar a criterios comarcales. En Castilla
y León, El Bierzo es la comarca que se encuentra reconocida por ley autonómica. La sede del Consejo
Comarcal del Bierzo está en Ponferrada y está integrada por 38 municipios. Cataluña ha actuado del
mismo modo con el Valle de Arán, con capital en Viella Mitg Arán en donde reside el Consejo General de
Arán.

Merindad: Institución de origen medieval que abarcaba varios municipios, existente en Castilla (La Vieja)
y Navarra. El territorio estaba bajo la bajo la jurisdicción de un merino o juez encargado de velar por los
intereses de aldeas y pueblos.

En Castilla desaparecen con el Antiguo Régimen en el siglo XIX.

El norte de la Prov. de Burgos proliferan la toponimia municipal de Merindad de: Montija 866 habs.,
Valdeporres 472 habs., Cuesta-Urria 463 habs., Sotoscueva 495 habs., Valdivieso 451 habs. (Padrón 2009)
Da nombre a la Comarca de las Merindades.

En Navarra en los siglos XIII al XV constituyeron las merindades una división administrativa. Desaparecen
en 1876, aunque vuelven a tener un reconocimiento administrativo en la Ley de Amejoramiento de los
Fueros en 1982.

Parroquia: En origen, corresponde a la organización eclesiástica. En el medio rural gallego y asturiano


adquirió un significado más amplio, al agrupar a varias aldeas y caseríos dispersos. Un municipio o
Concello abarcaba una o varias parroquias. En la actualidad, el Estatuto de Galicia y Asturias reconocen
esta figura, aunque no se han establecido sus competencias. Su número asciende a 3.781 en Galicia. La
parroquia rural en Galicia y Asturias no es una mera circunscripción eclesiástica, sino un tercer segmento
de convivencia social situado por encima de la casa y la aldea. Cada parroquia se conoce por una
denominación en la que se comprende un referente religioso —es el santo patrono— y un topónimo.

Mancomunidad: Es la asociación libre de municipios colindantes, dentro del marco jurídico nacional, que
crea una entidad local superior y a la que los municipios asociados delegan parte de las funciones o
competencias, al objeto de que se preste un servicio conjuntamente para todos sus miembros, y unos
órganos de gestión igualmente propios y diferenciados de los participantes. En general se constituyen en
toda España, para conseguir servicios que serían muy costosos de mantener para cada uno de los

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municipios por separado (como la recogida de basuras,) o desarrollar actividades conjuntas (como
solicitar fondos europeos .... )

Cabildo y Consell Insular: Formas de organización administrativas exclusivamente insulares, tienen las
atribuciones propias de las Diputaciones provinciales en el resto del territorio nacional. Su finalidad es
mejorar la administración atendiendo a las cuestiones particulares de cada isla. Cada entidad está
formado por representantes elegidos por sufragio. En Canarias son (El Hierro, Fuerteventura, Gran
Canaria, La Gomera, La Palma, Lanzarote y Tenerife). Los Cabildos fueron creados en 1912 y
permanecieron durante todo el periodo franquista. En Islas Baleares (Ibiza, Mallorca y Menorca). Se
establecen en 1978.

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