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71-87
ACTAS
DELASIVJORNADAS
DEDERECHO
DEMINERIA
Sao Expone el autor en este trabajo las clasificaciones básicas de las sustan-
cias minemIes, contenidas cn la normativa minera (de rango consti~cion~ y legal),
de donde surgen los regirnenes jtidicos a que queda sujeto el aprovechamiento de
tales sustancias. Seaala que se distingue entre «minas» y «arcillas superficiales»; y
aquellas, las minas, pueden ser «concesibles» o &concesibles», en una terminología
que analiza y critica. Expone un breve esquema de los regímenes jurfdicos que resul-
tan para cada una de estas sustancias minerales.
~TRODUCCION
1. Clasificnciones bdsicns.
a) En cuanto a tas «minas+ en sentido jurídico (todas las cuales son del «dominio»del
Estado: art. 19 W 24, inc. 6” Constiluciiin Política [CPI). Tales minas se Sub-CIesS-
can en: «concesibles» o «inconcesibles».
b) En cuanto a las «arcillas superficiales» o materiales del reino mineral que no son
«minas» según la CP., corresponden al dueño del suelo2. No opera. entonces, a su
respecto, el sistema concesional minero.
ii) en segundo lugar, distingue kaCP aquelhts sustanciasminerales que no forman parte de
las «minas» que el Estado considera suyas, y que acceden al dueño del suelo: esta es la
situación de las «arcillas superficiales».
Distingue así tales «minas» del testo de la tierra («arcillas superficiales»), que
queda entregada (como veremos) al libre aprovechamiento del dueíío del suelo. Origfnase
en estaprimera separación,entonces, la surtuna divisio en materia minera la clasificación
de lo que es materia del «derecho minero» propiamente tal, y de lo que no lo es.
2 Wd: at. 19 Np 24, inc 6” CP=3, i,,c Y I.OCCM 2 ,3 CM
3 Según cl ZUL 19 d 24 k. 68 CP, se comprenden denso del concepto sminae+: &.T covaderas. las a.rcwa mcbdfferap. los
S&E& los &pósitos de carbón e hidrocaburos y las demk sustan& fósiles. con excepción de las arcillas supeficialesu
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Si bien, todas ellas son sustancias del reino mineral, es un hecho claro que la apropia-
ción dominical del Estado sólo cubre a las que la CP entiende que son «minas» y no a
las «arcillas superficiales».
Esta clasificación surge así: a su vez, a las sustancias que la CP. considera
jurídicamente «minas», se las clasifica nuevamente distinguiendo entre «minas
concesibles» y «minas inconcesibles». En todo caso, tanto las minas «concesibles»
como las «inconcesibles» forman parte del (<dominio» del Estado, pues todas ellas
son, jnrfdicamente, «minas».
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(i) «los yacimientos que contengan snstancias no susceptibles de concesión» (art. 19
IV 24 inc. 10 CP), fijados por la CP y ta IAXCM: los hi~~~b~os Iíquidos o gaseo-
sos (que tija la CP: art. 19 N” 24 inc. 7” CP; y desarrollan los arts. 3” inc. 4* LOCCM;
y 7 CM): y el litio (que lo determina la LOC.: art. 3” inc. 4* LOCCM = 7 CM).
(ii) «los yacimientos de cualquier especie existentes en las aguas rn~t~~ sometido
a la jnrisdiccibn nacional y a los situados, en todo o en parte, en zonas que, conforme
a ta ley, se determinen como de in~po~~cia para la seguridad nacional.» (art. 19 N”
24 inc. 10” CP = arts. 3%inc. &’ LOCCM y 7 CM).
Nótese que, sin discutir el fondo u objetivo de esta distinciún entre sustancias
concesibles e inconccsiblcs, elía admite dos observaciones:
6 vid.: Lu-L19Np24,inc.Tucl!
7 vi&: lut 19 Ng z‘l, hc. 10” LI!
8Vtd:art 19 NP21<inc. 18”parteCR
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En la vía concesional, en sentido lato, como se ha dicho, las formas de acceder
al aprovechamiento de los minerales depende de las sustancias de que se trate:
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2. Regla general: concesibilidmi de ídas ILISAnas.
~Qu6 minerales es posible explorar y explotar por la vía de Ias concesiones mineras*?
La respuesta directa a esta cuesti6n es: todas aquellas sustancias que la LOCCM de-
chun concesibles; y respecto de ellas, ~nalquier interesado puede constituir una con-
cesiitn minera de expforación o de explotación. La regla general es, entonces, la
concesibilidad de todas las «minas», salvo las expresamente excluídas Io.
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que Io abierto o cerrado del terreno es más bien un problema de ejercicio del derecho,
y no un requisito lógico a la denunciabi~d~~d.I,a solución del CM implica la virtual
entrega de estas sustancias minerales «concesibles» (art. 3* inc. 3* LOCCM) al dueño
del suelo pta el sólo hecho de cerrar un predio, lo que contradice el texto de 1aLOCCM.
Por otro lado, la exigencia señalada de que tales terrenos sean «francos» (art. 6,
inc. 3” CM). sí es lógica, y se corresponde con el art. 4 inc. 2” LOCCM, que establece
que <<sobrelas sustancias concesibles existentes en una misma extensi6n territorial no
puede constituirse mbs de una concesión minera>: esto es, se impide la superposición
de rítidus mineros sobre unas mismas wstancias minerales.
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Como sabemos, el Estado tiene claras limitaciones constitucionales para explo-
r:rr o explotar yacimientos minerales en forma directa, pues lo seiialado en la Const.,
en el art. 19 N” 24, inc. 10, debe interpretarse armónicamente con su art. 19 N9 21, inc.
F, que señala:
«Si el Estado estimare necesario ejercer las facultades de explorar con exchrsi-
vidad y explotar sustancias concesibles, deber& actuar por medio de empresas de las
que sea dueño o en las cuales tenga participación, que constituyan o adquieran la
respectiva concesión minera y que se encucIl~cn a~~ta~~~~ p‘ara tal efecto de acuer-
do con las normas constitucionales vigentes».
iii) a los yacimientos de cualquier especie existentes <<en»(bajo) las aguas marítimas
sometidas a la jurisdicción nacional (arts. 19 N” 24 inc. 10” 2” parte CP = 3 inc. 4”
LOCCM = 7 CM); y
iv) a los yacimientos situados, en todo o en parte, en zonas que, conforme a la ley, se
determinen como de importancia para la seguridad nacional, con efectos mineros (vid.
mismos arts.).
ii) a traves de ios contratos especiales de oprracion, que están regulados, cn general,
respecto de lc\s hidrwtirburos. Así, de acuerdo a la iry «los contratos especiales de
operaciún no afeutarrín en caso alguno el dominio del Estado sobre los yacimientos de
hitlroc~b~lros y dcm8s zlementos y compuestos químicos que los acompañan, no cons-
tituir5n concesiones, no confermín ningún derecho sobre dichos hidrocarburos, ele-
mentos y compuestos, ni cuncedrrrui facultades de apropiación o a~)ro~e~~~a~~nt~)
sobre los mismos»: véase art. 2 del Decreto Ley NQ 1089, de 1975, ~GJUC establece
normas sobre contratos especiales de operación para ia expioracion y explotaciõn o
beneficio dt\ yacimientos de h~droc~buros,~. Este texto legal ha sido modificado por
el Decreto Ley NQ 1X20, de 1977. y por el art. 55 de la Ley NQ 18.482, y SU texto
refm~dido. coordinado y sístem&ado fue fijado por el Decreto con Fuerza de Ley
(DA-) N” 2. de Minería, de 1986 (Diario Oficial de 30 de Marzo de 1987).
4. EL litio.
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legislacidn minera, sino por el llamado derecho común. En este caso, operan las leyes
civiles, ya que se produce a su respecto una accesion al suelo: son ~~~~~~~~~.
Estas afumaciones resultan del texto de la normativa minera vigente, que las
excluye expresamente en los siguientes tfrminos:
i) La Constitución, luego de declarar el total ~~dorninio»del Estado sobre las
m&as», señala que ello es won cxccpción de las arcillas su~~~~aIes~ (att. 19 ¡V 24
inc. 6”);
ii) en seguida, la LOCCM, ampliando considerablemente los tkminos de la
Const~m~i~n, señala que, «no se cons~tl~ran sust~~ias minerales» no ~610«las arci-
llas superficiales» (como seliala la CP), sino que agrega ademis a «las salinas ürtili-
cialcs, las arenas, rocas y demás materiales aplicables directamente a la construccibn,
todas las cuales se rigen por el derecho común o por las normas especiales que a su
respecro dicte cl C6digo de Minería» (art. 3 inc. 5”); y
iii) lo que ratifica el CM al señalar que: <cnose consideran sus~cíns m~eral~s
y, por lo tanto. no se rigen por el presente Codigo, las arcillas superficiales y las
arenas, rocas y demás materiales aplicables directamente a la construcciún./ Las sali-
nas artiticiales formadas en las riberas del mar, laguna o lagos, tampoco se consideran
sustancias minerales (...) » (art. 13 incs. 1” y 2” CM).
Estos materiales pueden llegar a ser ominas” a los efectos de la ley, pues sólo
est&n excluidos de tal categoría jurídica aquellos materiales «aplicables directamente
a la cons~uc~~ón~~;si para su apl~~a~i~n a la cons~cci~n se necesitan previas trans-
formaciones que alteren sus cualidades físicas o químicas, su situación varhara y pasa-
rán a ser, legalmente, «minas» (arts. 3p ínc. 5” LOCCM = 13 inc. 1” CM) ‘j.
ii) se ha dicho que las conchas y conchuelas, aunque contendí cal, mmpoco
pueden ser objeto dt: concesicin minera (Corte de Apelaciones de Iquique, 21 marzo
1919, G. 1919, ler sem., N91.149, p. 467).
iii) Respecto de la puzolana, material silíceo fumoso de origen volcánico
(utilizado por la industria del cemento), se ha dicho que es una sustancia minera no
metálica, sujeta al régimen de las concesiones mineras, y que no es procedente
catalogarla de material similar o análogo a la arena o ripio (Cortede Apelaciones de
Santiago, 16 octubre 1989, R. t. 86, secc. 5*, p. 199); por lo tanto, para su aprovecha-
miento es necesaria una «concesión minera».
ii) Respecto de los terrenos que son propiedad del fisco, o de los municipios,
bienes que, en principio, asumen una posición similar a un privado, existen reglas
especiales en la legislacitk. En efecto, en el caso de los bienes «fiscales» (vid. arts.
590 CC y ll DL 1939, de 1979, que establece normas sobre adquisicicn, administra-
ción y disposición de bienes del estado): y de los bienes «municipales» (vid. arts. 29 y
30 Ley IP 18.695, orgánica constitucional de municipalidades), existe un régimen
hifronte: por un lado su adquisición y disposición en general están sometidos al lla-
mado «derecho común» (CC), pero en ambos casos existe la posibilidad de darlos en
concesi6n a particulares, como si setratase de bienes nacionales de uso público (vidarts.
56s~ DL 1939, de 1979, y 32 inc. 1” Ley np 18.695). Estas últimas son, en realidad,
«concesiones» respecto de bienes sujetos al derecho común; y si bien su régimen es
similar a las otras concesiones sobre bienes nacionales de uso público, la naturaleza
jurídica de los bienes es distinta. Es una curiosidad legislativa: «concesi6n» respecto
de bienes fiscales y municipales sujetos al CC.
Las arcillas, rocas, arenas y kidos que se encuentran situados en sectores terri-
toriales que tienen el carácter de «bienes nacionales de uso público» (como las rocas
o arenas situadas en playas, de mar, lago o río, o en otros bienes nacionales), no se
encuentran sujetos al derecho civil (CC), sino que tales materiales tienen el carácter
de bienes nacionales de uso público. Por lo tanto, están administrados por órganos del
Estado que señala la legislación y ante ellos debe solicitarse lacorrespondiente conce-
si6n de bienes públicos. Así, la legislación especial regula las concesiones «municipa-
les» (a) y las «marftimas» (b), a través de Ias cuales es posible obtener derechos para
aprovechar las arcillas, rocas, arenas y áridos situados en tales terrenos públicos.
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(I J Concesiones ~<rnuniripal~s;). Respecto de estos materhrles (,xcnas, roca,
tidos. y demBs) situados en bienes nacionales de uso público admmfstmdos nor las
municipalidades (como las arenas y rocas de los cauces de los rfos), a ellas debe
solicitarse la correspondiente «concesión municipal»: véanse artfculos 5Qletra c); 32,
58 letra i) y 69 letra b) de la ley N.” 18.695, de 1988, Orgánica Constitucional de
Municipalidades.
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