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UNIVERSIDAD DE ALMERÍA

FACULTAD DE CIENCIAS EXPERIMENTALES

Departamento de Biología y Geología

EVALUACIÓN DE LA HARINA DE INSECTOS COMO

FUENTE ALTERNATIVA A LA HARINA DE PESCADO

EN PIENSOS PARA ACUICULTURA

Carolina de Haro Domínguez

TESIS DOCTORAL
Almería, 2015

 
EVALUACIÓN DE LA HARINA DE INSECTOS COMO FUENTE ALTERNATIVA
A LA HARINA DE PESCADO EN PIENSOS PARA ACUICULTURA

Memoria para optar al grado de Doctor en Ciencias Aplicadas al Medio Ambiente


por la licenciada:

Dª Carolina de Haro Domínguez

DIRECTORES DEL TRABAJO:

Dr. D. Fernando R. García Barroso Dra. Dª. Mª José Sánchez-Muros Lozano

LA ASPIRANTE:

Lda. Dª Carolina de Haro Domínguez


Los trabajos de investigación que se recogen en la presente memoria se han llevado a
cabo gracias al apoyo económico de los proyectos de investigación de excelencia
“Evaluación de la harina de insectos como fuente alternativa a la harina de pescado en
la alimentación de peces” (P09-AGR-5273) e “Indicadores de bienestar animal en el
cultivo de peces. Test de valoración” (ref. AGR-6193), financiados por la Junta de
Andalucía.

Los trabajos de investigación que se exponen en esta memoria han sido realizados en
el Departamento de Biología y Geología de la Universidad de Almería y en el
Departamento de Zoología de la Universidad de Granada.

Asímismo, algunos de los resultados recogidos en esta memoria han sido presentados
en:

- Aqua, 2012. International Congress of Aquaculture. Prague, Czech Republic.


- Feeding our Food. Sustainable Aquaculture Nutrition. XVth International
Symposium on Fish Nutrition and Feeding. 2012. Molde, Norway.
- Aquaculture Europe 2011. Rhodes, Greece.
- XIII Congreso Nacional de Acuicultura. 2011. Madrid. Spain.

Algunos de los trabajos también han tenido reconocimiento en el ámbito nacional,


europeo e internacional:

- Best Abstract/Travel Award. 2012. World Aquaculture Society (WAS).


- Student Spotlight. 2012. World Aquaculture Society (WAS).
- Lindsay Laird Student Award for Innovation in Aquaculture. 2011. AquaTT.
- Premio al Mejor Póster. 2011. Sociedad Española de Acuicultura.
AGRADECIMIENTOS

No pensaba escribir agradecimientos, más que nada, porque me parece


un apartado de las Tesis que, sin quererlo, a veces puede parecer caer
en la rutina establecida en el formato del manuscrito y perder todo el
sentido del reconocimiento verdadero. Sin embargo, aunque lo que se
presenta en esta memoria lo podía haber hecho cualquiera que hubiese
tenido las mismas oportunidades que yo, no hubiese sido así de no
haber estado rodeada de personas tan especiales, de las que estoy
profundamente agradecida y me gustaría dejar grabadas junto al groso
del trabajo.

Alma, tu madre te quiere sin medida, sin ti, ya no tiene sentido la


vida. Eres Alma. Te aferraste a la vida y ahora das sentido a la mia.
Gracias.

Gracias a mis Padres, por darme la Vida con Valores Reales.

Gracias a ti, Capitán, por permitirme acompañarte en la que fue la


mejor de las universidades. Con un verso tuyo me quedo, que no
olvido, por estar lleno de sentido:

Afortunada por vivir,


Afortunada por viajar,
Afortunada por compartir mi soledad.
Esa es mi libertad.

Gracias a los que, a su pesar, convertí en abuelos académicos. Junto


a vosotros aprendí ciencia y también sociología. Fernando y Pepa.
Escribo vuestros nombres y me da ternura y nostalgia al vislumbrar un
camino que se acaba. Sinceramente, y después de todo lo vivido, ¡no
creo que hubiese podido tener mejores directores de Tesis y personas
más cercanas a mi lado en esta travesía!

Por último, igualmente considero que se merece todo el mérito del


presente manuscrito, los conserjes, las limpiadoras, los compañeros de
proyectos fin de carrera, técnicos… Perdonadme, pero necesitaría otro
volumen como este para poder citaros personalmente a todos. Vosotros
habéis sido también la clave en muchos aspectos y momentos.
… A ti, EL MAR.

Y a los que me acompañan en este


increíble viaje que es la vida, a su
mirada y a su sonrisa, con su
presencia física o sin ella. Estoy en
deuda con todos, siempre recibo más
de lo que doy.
1. INTRODUCCIÓN

1.1. Situación Actual De La Producción Acuícola…………………………………. 2


1.1. La acuicultura en España…………………………………………………… 3

1.2. Harina De Pescado, Un Recurso Alimenticio Limitante…………...………….. 4

1.3. Fuentes Alternativas …..A La Harina De Pescado…………………………….. 6


1.3.1. Harinas de origen unicelular……………..……………………………….. 9
1.3.2. Harinas de origen vegetal…………………………………………………. 14
1.3.2. Harinas de origen animal……………………………………………......... 19

1.4. Los Insectos Como Alternativa A La Harina De Pescado……………………... 22


1.4.1. Características nutricionales……………………………………………… 23
1.4.2. Desventajas de los insectos para su empleo en la alimentación…….......... 29
1.4.2.1. Seguridad alimentaria y factores antinutricionales…………….......... 29
1.4.2.2. Coste de la producción………………………………………………. 33
1.4.3. Experiencias en peces…………………………………………………….. 34
1.4.4. Características principales de las especies de insectos utilizadas
1.4.4.1. Gusano de la harina (Tenebrio molitor)……………………………... 42
1.4.4.2. Mosca verde (Lucilia sericata)……………………………………… 45

1.5. Alimentación Y Nutrición De Peces…………………………………………… 47


1.5.1. Importancia de la proteína en la dieta de los peces……………………….. 47
1.5.1.1. Necesidades de aminoácidos………………………………………… 49
1.5.1.2. La proteína como fuente de energía en peces………………………... 52
1.5.2. Importancia de los ácidos grasos en la dieta de los peces………………… 52
1.5.3. Digestión en peces………………………………………………………... 53
1.5.3.1. Secreciones digestivas con actividad proteasa………………………. 54
1.5.4. Influencia de la dieta……………………………………………………… 56
1.5.4.1. Efectos en el estrés oxidativo………………………………………... 56
1.5.4.2. Calidad del músculo…………………………………………………. 58
1.5.5. Especies de peces estudiadas
1.5.5.1. Tilapia del Nilo (Oreochromis niloticus)……….…………………… 59
1.5.5.2. Dorada (Sparus aurata)……………………………………………… 61

2. OBJETIVOS…………………………………………………………………... 65

3. CAPÍTULOS EXPERIMENTALES

3.1. F.G. Barroso, C. de Haro, M.J. Sánchez-Muros, E. Venegas, A. Martínez-


Sánchez, C. Pérez-Bañón, 2014. The potential of various insect species for use
as food for fish. Aquaculture: 422-423: 193-201. Factor de impacto: 1,828
(Q2,13/50)……………………………………………………………………… 68

3.2. MªJ. Sánchez-Muros, C. de Haro, A. Sanz, C.E. Trenzado, S. Villareces,


F.G. Barroso, 2015. Nutritional evaluation of Tenebrio molitor meal as
fishmeal substitute for tilapia (Oreochromis niloticus) diet. Aquaculture
Nutrition. doi: 10.1111/anu.12313. Factor de impacto: 1,665 (Q2, 18/50)……... 77
3.3. C. de Haro, M.J. Sánchez-Muros, F. García Barroso. Effect of the
administration of Tenebrio molitor meal as fishmeal substitute at early
stages of development in juvenile tilapia (O. niloticus) diets. Publicación en
preparación………………………………………………………………………. 90

3.4. C. de Haro, R.P. Ramos Bueno, F. García Barroso, M.J. Sánchez-Muros,


M.A. Rincón Cervera, J.L. Guil-Guerrero, 2015. Insect larvae as feed
ingredient selectively increase arachidonic acid content in farmed gilthead
sea bream (Sparus aurata L.). Aquaculture Research. doi:10.1111/are.12738.
Factor de impacto: 1,32 (Q2, 22/50)…………………………………………….. 112

4. DISCUSIÓN GENERAL………………………………………..……………... 119

5. CONCLUSIONES………………………………………………..…………….. 138

6. REFERENCIAS………………………………………………………………… 141

7. ANEXOS

7.1. Resúmenes En Español Y En Inglés………………………………………... 184


7.2. Abreviaturas………………………………………………………………… 189
7.3. Listado De Especies Acuícolas……………………………………………... 191
7.4. Listado De Insectos…………………………………………………………. 193
1. INTRODUCCIÓN

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1.1. Situación Actual De La Producción Acuícola

Uno de los mayores desafíos que se le plantea al ser humano, con una población en
continuo crecimiento y sobre un planeta cuyos recursos son limitados (y ya
sobreexplotados), es la obtención de alimentos de calidad. Se apunta que la producción
mundial de alimentos debería crecer un 70% entre 2010 y 2050 para cubrir nuestras
necesidades (APROMAR, 2013).
La demanda de productos de origen animal a escala mundial está aumentando, y el
pescado no escapa a dicha tendencia. Este juega un papel destacado por ser un alimento
saludable, tanto por el valor biológico de su proteína, como por ser fuente de ácidos
grasos poliinsaturados (PUFAs, polyunsaturated fatty acids). Según FAO (2014) sobre
el estado mundial de la pesca y la acuicultura, la producción pesquera mundial ha
aumentado de forma constante en las últimas cinco décadas y el suministro de peces
comestibles se ha incrementado a una tasa media anual del 3,2%, superando así la tasa
de crecimiento de la población mundial del 1,6%. El consumo aparente mundial de
pescado per capita aumentó de un promedio de 9,9 kg en el decenio de 1960 a 19,2 kg
en 2012.
En el futuro, y según las previsiones de la FAO (2014), el aumento general de la
oferta de pescado provendrá principalmente de la acuicultura. Mientras que la
producción mundial de la pesca de captura marina prácticamente no ha aumentado
desde mediados de la década de 1980, con grandes fluctuaciones interanuales, el sector
de la acuicultura ha estado creciendo a un ritmo del 8,3% anual desde 1970 en todo el
mundo (FAO, 2014) y, a pesar de que en los últimos años se ha registrado una
disminución de su índice de crecimiento, la acuicultura es el sector de producción de
alimentos animales con un crecimiento más rápido en el planeta (tres veces mayor que
la producción mundial de carne) (FAO, 2010). La principales causas de este menor
ritmo de crecimiento serán la escasez de agua dulce, la menor disponibilidad de lugares
óptimos para la producción y los elevados costos de la harina y el aceite de pescado, así
como de otros piensos (aproximadamente el 50% de la acuicultura mundial depende de
piensos externos). Así todo, la acuicultura seguirá siendo uno de los sectores de
producción de alimentos con un mayor ritmo de crecimiento. Su porcentaje en la
producción pesquera mundial aumentará del 41% en 2010-12 al 47% en 2022. En lo que
respecta al pescado para consumo humano, la acuicultura debería superar el 50% del
total en 2015 y llegar al 53% para 2022 (FAO, 2010).

  2  
1.1.1. La acuicultura en España

A pesar de la tendencia creciente de la acuicultura en el mundo, la producción


acuícola europea ha registrado un descenso acumulado del 12,7% desde el pico de
producción acuícola de 1999; sin embargo, mientras que en 2011 la acuicultura de la
Unión Europea tuvo un descenso del 0,3% respecto a 2010, en España creció un 7,8%
(APROMAR, 2013).

El principal recurso acuático vivo producido en España es el mejillón mediterráneo


(Mytilus galloprovincialis), del que en 2011 se produjeron 212.556 t provenientes de la
acuicultura, muy por encima de cualquier producto de la pesca. En cuanto al cultivo de
peces, las tres primeras especies son dorada (Sparus aurata), trucha arco iris
(Oncorhynchus mykiss) y lubina (Dicentrarchus labrax) (APROMAR, 2013). La
producción de tilapia (Oreochromis sp.) en España no está muy extendida, aunque a
nivel mundial se encuentra la segunda en el ranking de cultivos, solo por detrás de la
carpa plateada (Hypophthalmichtys molitrix). Actualmente la demanda de tilapia en
Europa para consumo está aumentando, sin embargo, solamente existe una granja
acuícola en España que se dedica a su producción (Granjas Piscícolas del Sur).

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1.2. Harina De Pescado, Un Recurso Alimenticio Limitante

La harina de pescado es la harina cruda obtenida después de la molienda y el secado


del pescado entero o partes del mismo, sus desechos o subproductos tras la elaboración.
Se utilizan muchas especies diferentes para la producción de harina y aceite de pescado,
sin embargo, las especies pelágicas pequeñas, en particular, la anchoveta, son las que se
emplean principalmente para su transformación; el volumen de harina y aceite de
pescado producido en el mundo oscila anualmente en función de las variaciones de las
capturas de estas especies (FAO, 2012).
Ogunji et al. (2006) informaron de que aproximadamente el 30% del total de las
capturas de pescado es convertido en harina y aceite para su uso en piensos de
acuicultura y otros animales. Datos más recientes estiman que en los países en
desarrollo el 36% de las exportaciones de pescado se destina a la elaboración de harina
(FAO, 2012).
Según datos del último informe de la FAO (2014), la producción de harina de
pescado alcanzó su máximo en 1994 con 30,2 millones de toneladas (equivalente en
peso vivo) reduciéndose hasta 16,3 millones de toneladas en 2012. En cuanto a los
precios, en 2013 se alcanzó un máximo histórico, con un incremento del 206% entre
enero de 2005 y enero de 2013 hasta 1919 USD por tonelada. Sin embargo, entre enero
de 2013 y enero de 2014, los precios descendieron un 20 %, dado que los precios de la
harina de soja se mantuvieron relativamente estables durante el mismo período.

A pesar del citado crecimiento y la aceptación de la acuicultura en la sociedad,


Tacon et al. (2006) hacían hincapié en que el mercado del pescado y crustáceos de este
sector es altamente dependiente de la pesca de captura marina para el aprovisionamiento
de insumos claves en las dietas de los animales, incluyendo aceite, harina de pescado y
pescado de bajo valor (descartes o desechos). El progreso de la acuicultura junto con el
aumento de la ganadería han incrementado la demanda de este tipo de harina. Sin
embargo, el agotamiento de los caladeros, por sobreexplotación y deterioro
medioambiental, ha disminuido la producción provocando un aumento   de su precio,
situando a la acuicultura y otras explotaciones animales en una situación
económicamente delicada. Esto ha puesto de relieve que la harina de pescado no es un
recurso inagotable y depende de un entorno frágil, como es el medio marino.

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Por otro lado, frente a la pesca de captura tradicional, la acuicultura se ha beneficiado
en mayor medida de las reducciones de los costos, mediante el incremento de la
productividad y las economías de escala, pero recientemente ha experimentado un
aumento de los mismos, en especial, por el aumento en el precio de los piensos,
afectando sobre todo a la producción de especies carnívoras, más dependientes de la
harina de pescado para su alimentación. Por tanto, para poder continuar siendo una
economía competitiva, es necesario que el sector acuícola reduzca su dependencia sobre
ésta como aprovisionamiento principal de proteína y nutrientes lipídicos. Así, al tiempo
que los precios internacionales de la harina de pescado han ido en aumento, el
porcentaje de inclusión de la harina y aceite de pescado de los piensos han seguido una
clara tendencia descendente, tanto en ganaderías como piscifactorías, optando por
alternativas vegetales más baratas (FAO, 2014). No obstante, la mayoría de los piensos
para peces deben contener una cantidad mínima de harina de pescado para garantizar el
contenido óptimo de aminoácidos y otros nutrientes necesarios para el crecimiento de
los peces y la calidad de su carne. Siguiendo la línea del ahorro, esta harina proviene
cada vez más de los subproductos de elaboración del pescado (FAO, 2014).

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1.3. Fuentes Alternativas A La Harina De Pescado

La excelente calidad nutritiva de la harina de pescado se pone de manifiesto al


considerar alguna de las características generales aplicables a la mayoría de las harinas
de pescado comerciales (Cardenete, 1999):
- Elevado contenido en proteína, generalmente superior al 60% sobre sustancia
seca.
- Proteína muy digestible (Coeficientes de Digestibilidad Aparente, CDA,
superiores al 80%).
- Buena y equilibrada composición en aminoácidos esenciales (semejantes a la del
propio pez), lo que asegura la cobertura de las necesidades y excelentes tasas de
síntesis proteica.
- Aporte de ácidos grasos esenciales (EFAs, essential fatty acids), especialmente
PUFAs.
- Alto contenido en vitaminas del grupo B.
- Importante fuente de minerales, entre los que cabe destacar su alto contenido en
ácido fosfórico y fosfatos asimilables.
- Excelente palatabilidad para los peces, lo que asegura la consecución de niveles
de ingesta adecuados.

Por tanto, entre los criterios a tener en cuenta de cara a la selección de una materia
prima como fuente de proteína alternativa a la harina de pescado, cabe considerar
(Cardenete, 1999):
- Contenido proteico suficientemente elevado como para permitir sustituciones
sustanciales de las harinas de pescado, sin plantear problemas en cuanto a los
niveles de inclusión del resto de componentes de la dieta: lípidos, hidratos de
carbono, vitaminas, etc.
- La calidad nutritiva de la proteína, definida en composición de aminoácidos
esenciales y de digestibilidad de la misma.
- Presencia de antinutrientes: fibra soluble, inhibidores de las proteasas (ej.
antitripsina de la soja), factores antivitamínicos (ej. tiaminasa), fenoles (ej.
gosipol de la semilla de algodón), agentes goitrogénicos (ej. glucosinolatos de la
colza), agentes quelantes de cationes metálicos (ej. fitatos de muchas plantas) que

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reducen la disponibilidad de determinados iones (P, Zn, Ca, etc.), alcaloides,
saponinas, hemoagluininas, etc.

En este sentido, Barrows y Sealey (2014) añaden a la lista anterior la importancia de


evaluar la palatabilidad, siendo la ingesta del alimento (FI, feed intake = ingesta diaria
de alimento x100 / peso medio del pez), según estos autores, el criterio clave.

La sustitución de la harina de pescado por otras fuentes proteicas, tanto animales


como vegetales, de producción local y más baratas ha sido ampliamente estudiada en
dietas para peces (Tabla 2).

Tabla 2. Características generales de los materiales proteicos de distintos orígenes utilizados en la


alimentación de peces. Adaptada de Martínez et al. (1996).

CARACTERÍSTICAS
Material Positivas Negativas
Ajonjolí Buen nivel proteico (32-44%), rico en Alto contenido de ácido fítico, que forma
tionina y arginina. complejo insoluble con alguna proteína y
aniones metálicos reduciendo su
disponibilidad biológica.

Algodón Buen nivel proteico (26-47%). Buena Contiene el antinutriente gosipol, presente en
palatabilidad. las glándulas de pigmento, que afecta a la
disponibilidad de lisina, reduciendo el
crecimiento en monogástricos. Presencia de
ácidos grasos ciclopropenoicos (tóxicos).
Bacterias Niveles de proteína superiores a los de Elevado contenido de ácidos nucleicos.
otros materiales unicelulares (70-80%).

Biofloc Capacidad de reciclar nutrientes Calidad nutricional variable. Dirigido


residuales y disminuir la tasa de especialmente a especies que sean capaces de
recambio de agua. Elevado contenido consumir directamente los flocs, además de
proteico (25-50%). Propiedades tolerar alta concentraciones de sólido en aguas
probióticas. Fuente de minerales y pobres en calidad.
vitaminas.

Cacahuete Buen nivel proteico (33-57%). Bajo contenido de aminoácidos sulfurados y


lisina. Fácil contaminación con hongos
productores de aflatoxinas.

Colza Rica en proteína. Elevado contenido de Posee varios antinutrientes incluyendo


metionina y lisina. glucosinolatos, ácido erúcico, ácido fítico,
tanino, y otros constituyentes fenólicos.

Concentrados Ricos en proteína (36-70%), lípidos, Deficiente en aminoácidos sulfurados.


proteicos minerales, pigmentos y vitaminas. Concentran también los antinutrientes
termoestables. Afectan el sabor. Alto coste de
producción.

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Copra Moderado nivel proteico (19-25%) Generalmente cara. Alto contenido de fibra.
Deficiente en lisina. De fácil descomposición
por su alto contenido de aceite residual.

Girasol Buen nivel proteico (26-42%). Muy Alto contenido de fibra. Presenta actividad
rico en aminoácidos sulfurados; bajo moderada de inhibidores de proteasa,
contenido de antinutrientes. arginasas y taninos.

Harinas de Contenido proteico elevado, con un Problemas sanitarios y de transmisión de


origen animal buen equilibrio aminoacídico, y una enfermedades. Diferencias de calidad de las
elevada digestibilidad de la materia harinas debidas a la composición de origen y a
seca y de la energía, similar al de la los métodos posteriores de procesamiento.
harina de pescado. Buena palatabilidad.

Hongos Ricos en proteína (30-65%). Se Deficientes en aminoácidos sulfurados. Lento


filamentos cultivan en residuos industriales. crecimiento.

Levaduras Ricas en proteínas (50-70%) y Alto contenido de ácidos nucleicos,


vitaminas del complejo B. Pueden carbohidratos y material indigerible.
cultivarse en substratos baratos. Deficientes en aminoácidos sulfurado y alguno
minerales como el calcio.

Lodos Ricos en proteína y minerales, Son una Deficientes en aminoácidos sulfurados.


activados fuente importante de tirosina, valina y Presentan altos niveles de nitrógeno no
fenilalanina y una de las fuentes más proteico. Tienen niveles bajos de lípidos, alto
ricas de vitamina B12. contenido de fibra y elevadas cantidades de
cenizas inorgánicas que pueden provocar
desbalance mineral. Pueden contener residuos
tóxicos o cancerígenos y microbios patógenos.

Macrófitas Amplia distribución. Elevado Altos costos de colecta y procesamiento; valor


acuáticas contenido de minerales esenciales, y proteico variable; ricas en fibra.
vitaminas.

Microalgas Ricas en proteína (40-65%) y Alto costo de producción; baja digestibilidad


pigmentos. Se cultivan en sistemas en monogástricos. Muy bajo valor energético.
continuos o en aguas residuales.
Semillas Fuente importante de proteína, energía Deficiente en aminoácidos sulfurados.
leguminosas (como lípidos y carbohidratos) y Contienen múltiples antinutrientes como
vitaminas del complejo B. Ricas en aminoácidos libres (cavanina y mimosina),
lisina. alcaloides, glucósidos cianogénicos, saponinas
y factores estrogénicos, entre otros.
Soja >40% proteína. Rica en vitaminas C, Pobre en lisina y aminoácidos sulfurados.
K, tiamina, niacina, riboflavina, y Presencia de fitatos, hemoaglutininas,
tocoferoles. inhibidores de tripsina, saponinas,
goitrógenos , y factores antivitaminas D, E y
B12 entre otros antinutrientes.

Subproductos Baratos y de amplia disponibilidad Valor nutricional variable. Contienen


agrícolas antinutrientes.

Subproductos Baratos y reducen el impacto ambiental Variación de la composición y calidad de la


pesqueros y la presión sobre las pesquerías harina de pescado en función del tipo de
descarte. Aumento de la cantidad de ceniza
(minerales) y concentración de aminoácidos
pequeños (glicina, prolina e hidroxiprolina).
Digestibilidad muy baja de la harina de
plumas.

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Como era de esperar, los resultados más prometedores obtenidos han sido con peces
omnívoros/herbívoros (carpas, tilapias) y crustáceos (langostino blanco, Litopenaeus
vannamei, etc.), en los que se ha conseguido un reemplazamiento total de la harina de
pescado en la dieta, sin sacrificar el crecimiento o la eficiencia alimenticia (FCE, feed
conversión efficiency = incremento de peso / alimento ingerido).

1.3.1. Harinas de origen unicelular

Dependiendo de su origen, las proteínas unicelulares son ricas en proteína y


vitaminas, además, por lo general, carecen de factores antinutricionales (Tacon et al.,
2006). Adicionadas en ciertas cantidades se han revelado como eficaces suplementos de
EFAs y vitaminas del grupo B (Sanz y Cardenete, 2001). Son altamente termoestables,
se pueden producir a partir de desechos agroindustriales e incluso procedentes de la
industria petroquímica, y se pueden cultivar en sistemas continuos en pequeñas
instalaciones y en períodos muy cortos gracias a su breve tiempo de generación
(duplican la biomasa entre 0,5 a 6 horas, dependiendo de la especie y de las condiciones
de cultivo), además se puede controlar su composición según el medio de cultivo y por
manejo genético (Martínez et al., 1996, Tacon et al., 2006).
Se han realizado pocos estudios de alimentación de peces hasta la fecha debido a su
viabilidad económica, sin embargo, ya en 1981, informaban de sus limitaciones a la
hora de utilizarlas como altos sustitutos de la harina de pescado, debido a que presentan
alto contenido en ácidos nucleicos (que pueden ocasionar alteraciones metabólicas a
nivel hepático, acúmulo de ácido úrico y anomalías de parámetros hematológicos),
carecen de aminoácidos esenciales, y necesitan tratamientos adicionales para conseguir
la ruptura de las paredes unicelulares y mejorar la digestibilidad, además de las
limitaciones en disponibilidad y precio (de la Higuera et al., 1981).
Entre los organismos unicelulares utilizados en dietas para peces se encuentran los
hongos y levaduras, bacterias y microalgas.
 

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Hongos
Los hongos se consideran una fuente importante de alimentación en peces, dada su
calidad nutricional y su facilidad de cultivo con residuos celulósicos (Martínez et al.,
1996), sin embargo, no existen muchos estudios realizados con los hongos como
sustitutos de la harina de pescado en dietas para peces. Uno de los más conocidos es el
de Dabrowski et al. (1980), en el que consiguieron sustituciones de hasta el 50% de la
harina de pescado con Geotrichum candidum en dietas para trucha, sin embargo,
sustituciones mayores provocaron efectos adversos sobre el crecimiento atribuidos a
deficiencia de aminoácidos, particularmente sulfurados, lisina e histidina, así como
también problemas asociados a bajos niveles de Ca y Mg y deficiencias energéticas por
un bajo contenido de lípidos.

Por otro lado, los productos de las levaduras son frecuentemente usados en
acuicultura debido a su valor nutricional, que incluye lípidos, proteínas, vitaminas y
minerales (Sarlin y Philip, 2011). Además, mejora la salud de lo peces como
antagonista a patógenos por inmuno-estimulación (Andlid et al., 1995).
Como ejemplo de estudios recientes realizados con levaduras como sustituto de la
harina de pescado en dietas para peces, podemos citar el ensayo realizado por
Hauptman et al. (2014) con trucha arco iris, en el que observaron como la levadura seca
procedente de la destilación de granos a partir de la fermentación del maíz podía
sustituir hasta un 35,5% a la harina de pescado sin comprometer el desarrollo de los
peces alimentados. Niveles similares de sustitución de la harina de pescado por
levaduras se han conseguido también con salmón del Atlántico (Salmo salar), donde un
estudio con levadura de panadero (Saccharomyces cervisae), mostró que niveles de
inclusión del 40% sobre la harina de pescado reducía el crecimiento y la utilización
nutricional, mientras que para el mismo nivel, Candida utilis y Klyveromyces marxianus,
resultaron una prometedora fuentes de proteína alternativa sin afectar al desarrollo del
crecimiento de los peces, la digestibilidad o la retención de nutrientes (Øverland et al.,
2013). Por otro lado, un estudio con tilapia del Nilo (Oreochromis niloticus) mostró
como iguales sustituciones de la harina de pescado (40%) con levadura de panadero
conseguía una estimulación en el crecimiento, mejorando el desarrollo de los peces y la
FCE (Lara-Flores et al., 2003). También en tilapia del Nilo se han obtenido mejoras
frente a los antibióticos en la prevención de la infección por Aromonas hydrofila

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utilizando niveles de inclusión de 1 g/kg de levadura de panadero en las dietas (Abdel-
Tawwab et al., 2008).

Proteínas bacterianas
Entre las bacterias utilizadas en acuicultura como fuente de proteína nos
encontramos con especies como Methylophilus methylotropus, Micrococcus glutamicus,
Brevibacterium lactofermentum y Bacterium glutamaticum.
M. methylotropus se cultiva en metanol y es conocida por su elevada calidad
nutricional. La carpa crece eficientemente con dietas a base de este material, con
resultados mejores a los obtenidos con caseína o harina de pescado (Martínez et al.,
1996); además, hace bastantes años, diversos autores consiguieron un reemplazamiento
de hasta el 75% de la proteína animal en dietas para salmónidos y alrededor del 50% en
dietas para tilapia (Atack et al., 1979, Kaushik y Luquet, 1980, Tacon y Jackson, 1985).
En cuanto a M. glutamicus, derivada de la producción industrial de lisina, se ha
mostrado que tiene un valor nutricional adecuado con resultados similares que los
producidos con dietas comerciales para tilapia azul (Oreochromis aureus) y que puede
sustituir el 20% de la proteína en dietas para tilapia de Mozambique (Oreochromis
mossambicus) (Martínez et al., 1996).
Kieslisling y Askbrandt (1993), alcanzaron una sustitución de 16% sobre a harina de
pescado con B. lactofermentum y del 4% con B. glutamaticum sin afectar
significativamente a la tasa de crecimiento, FCE, composición del cuerpo e índices
hepatosomático (HI, hepatosomatic index) y gonadosomático en trucha arco iris. Los
resultados también indicaron que es posible que la proteína de B. glutamaticum sea
menos digerible y/o tenga algún factor antinutricional que no tiene B. lactofermentum
(Martínez et al., 1996).

En los últimos años, sin embargo, las investigaciones han estado más encaminadas al
uso de las bacterias como suplementos, más que como sustitutos de la harina de pescado,
para la estimulación, frente a infecciones y enfermedades, del sistema inmunológico y
desarrollo del crecimiento con excelentes resultados (Newaj-Fyzul et al., 2014).

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Microalgas
A pesar de ser pobres en energía, las microalgas son una buena alternativa ya que
pueden cubrir la totalidad de los requerimientos nutricionales (Gohl, 1981). Su
producción ha estado limitada debido a su costo (Vizcaino et al., 2014), sin embargo,
algunas se pueden obtener como subproductos industriales (Martínez et al., 1996) y se
están desarrollando nuevos sistemas que permiten abaratar los costes (González-López
et al., 2013).
Entre las microalgas de uso más común en acuicultura se encuentran especies del
género Spirulina. Lu y Takeuchi (2004) mostraron como tilapias del Nilo alimentadas
exclusivamente con espirulina podían mantener una reproducción normal durante tres
generaciones, con un incremento en el perfil de ácidos grasos de los huevos en ácido
linoléico (LA, linoleic acid, 18:2n-6) y α-linolénico (ALA, α-linolenic acid, 18:3n-3),
así como del de los altamente insaturados (HUFAs, high unsaturated fatty acids) de la
serie n-6. Igualmente, se ha demostrado que, además de su importante nivel proteico en
líneas de sustitución de la harina de pescado, puede actuar como inmunoestimulante y
contra el estrés oxidativo de los tejidos en tilapia acuicultivada suministrándola durante
al menos dos meses como suplemento en la dieta (Ibrahem y Ibrahim, 2014). El efecto
de la espirulina en el desarrollo del crecimiento y la tasa de eficiencia proteica (PER,
protein efficiency ratio = incremento de peso / ingesta proteica) también fue ensayado
en dos especies de carpa de la India (carpa catla, Catla catla, y carpa roho, Labeo
rohita) demostrando su utilidad a nivel de sustitución parcial y total de la harina de
pescado (Nandeesha et al., 2001). Su efecto estimulante también ha sido mostrado en la
carpa común, Cyprinus carpio, por Watanuki et al. (2006).
En estudios más recientes, Patterson y Gatlin (2013) alcanzaron un 15% de
sustitución de la proteína derivada de la harina de pescado y concentrado de soja con
una combinación de tres microalgas (Navicula sp., Chlorella sp. y Navicula salina) y
extractos lipídicos de las mismas para dietas de corvina roja (Sciaenops ocellatus).
Finalmente, Isochrysis sp. ha permitido la sustitución del 20% de la proteína
procedente de la harina de pescado y el 36% de los lípidos en dietas para lubina sin
afectar a los niveles de FI de los peces o su crecimiento, sin embargo produjo una ligera
disminución de los lípidos y la energía digestible, y una reducción moderada de los
PUFAs n-3 en el tejido muscular, así como una ligera pigmentación verde en la piel,
que por otro lado no afectó a la evaluación sensorial del filete (Tibaldi et al., 2015).

  12  
Bioflocs
Los sistemas de bioflocs son agregados (flóculos) de microalgas, bacterias, protozoos,
y otros tipos de materia orgánica particulada, como las heces y el alimento no
consumido. La comunidad biofloc también incluye pequeños herbívoros, como algunas
especies de zooplancton y nematodos que se alimentan de los mismos flóculos.
Los bioflocs fueron desarrollados para mejorar el control ambiental sobre la
producción y suministran dos servicios críticos, tratan los desechos y proveen alimento.
Estos sistemas minimizan la tasa de recambio de agua (0,5 a 1 %/día), permitiendo a su
vez el desarrollo de una densa comunidad biofloc que mejora el tratamiento de residuos
orgánicos y nutrientes, minimizando el impacto ambiental negativo generado por las
descargas de la acuicultura y la dependencia por la harina y aceite de pescado (De
Schryver et al., 2008). Parte del nitrógeno no consumido o eliminado por los peces es
incorporado en las células bacterianas que son un componente principal de biofloc. El
consumo de esta proteína microbiana, en efecto por segunda vez por parte de los peces,
contribuye a su crecimiento, posibilitando la reducción de las tasas de alimentación
(Avnimelech, 2007).
Avnimelech (2007) señaló que casi el 50% de los requerimientos de proteína por
parte de tilapia podían ser cubiertos por lo flocs. Posteriormente, Azim et al. (2008)
evaluaron el uso de bioflocs en los tanques de cultivo de tilapia del Nilo determinando
que la producción neta de pescado fue un 45% más alta que en los tanques control con
los mismos niveles de proteína en el pienso que en el sistema biofloc. Más
recientemente, Luo et al. (2014) comprobaron que el crecimiento, la FCE, el bienestar
animal y la rentabilidad económica era mejorada en sistemas de cultivo de tilapia del
Nilo mediante biofloc (30,90 ± 9,04 % de contenido proteico), y que el contenido en
proteína y grasa del musculo y la actividad digestiva era similar a los peces control
(alimentados con dieta comercial que contenía un 44 % proteína).

Por otro lado, aunque la calidad nutricional de biofloc en animales cultivados es


buena, esta es variable, y el beneficio de los sistemas bioflocs en el crecimiento de los
animales acuicultivados es mayor cuanto mayor sea la capacidad de los peces para
consumir directamente los flocs, además de tolerar alta concentraciones de sólido en
aguas pobres en calidad (por ejemplo, tilapia y camarón) (Hargreaves, 2013).

  13  
1.3.2. Harinas de origen vegetal

Macrófitas acuáticas
Entre las plantas macrófitas encontramos especies que ya han sido experimentadas
como alternativa a la harina de pescado en piensos para acuicultura como Eichornia
crassipes y que, por su elevado contenido en fibra, se limita su uso por encima del 40-
50% en bagre o tilapia (Edwards, 1980, Liang y Lovell, 1971, Martínez et al., 1996).
Con Azolla pinnata Santiago et al. (1988) determinaron que tilapia del Nilo crecía bien
con niveles de sustitución de hasta el 42%, mientras que otro estudio posterior de El-
Sayed (1992) observó una marcada reducción del crecimiento en la misma especie con
sustituciones del 30% de la proteína. Estas diferencias podrían estar relacionadas con el
contenido de proteína de las dietas y la energía de las mismas. Hassan y Edwards (1992)
también evaluaron para tilapia de Nilo la especie Lemna perpusilla, alcanzando unos
buenos niveles de crecimiento con tasas de alimentación diarias del 5, 4 y 3% sobre el
total del peso corporal en peces de 25 a 44 g, 45 a 74 g y 75 a 105 g respectivamente.
En otro experimento con Lemna polyrihiza se comprobó como sometiendo a esta a un
proceso de fermentación para reducir el contenido en fibra (de 11 a 7,5%) y los factores
antinutricionales (taninos de 1 a 0,02% y ácido fítico del 1,23 a 0,09%) conseguían
aumentar el porcentaje de inclusión de esta alga en dietas para carpa roho del 10 al 30%
(Bairagi et al., 2002). Con lubina se han obtenido buenos resultados de crecimiento con
sustituciones de a harina de pescado hasta el 10% con Gracialaria bursa-pastoris y Uva
rigida, y de hasta el 5% con Gracilaria cornea (Valente et al., 2006). Más
recientemente, Xuan et al. (2013) alcanzaron niveles de inclusión de hasta el 15% de
Gracilaria lemaneiformis, con una reducción del 6,73% de la harina de pescado en
dietas para juveniles de besugo negro (Acanthopagrus schlegeli) sin comprometer el
crecimiento, composición de la carcasa y actividad de encimas digestivas de los peces
alimentados.

Plantas superiores terrestres


La alternativa inmediata a las harinas de pescado han sido las harinas vegetales, más
baratas y abundantes. Sin embargo, estas presentan grandes inconvenientes, por una
parte, poseen un bajo porcentaje de proteína y cierto desequilibrio entre aminoácidos
esenciales y no esenciales, existencia de factores antinutricionales endógenos (Tabla 3)
y, finalmente, alto contenido en fibra e hidratos de carbono mal utilizados a nivel

  14  
digestivo por lo peces en general. Por tanto, aunque la proteína a este nivel sea bien
utilizada, la biodisponibilidad de la energía de las dietas es menor, lo cual repercute en
un menor crecimiento y un mayor uso de la proteína con fines energéticos (Sanz et al.,
1994, Morales et al., 1994). No obstante, parte de los inconvenientes de las fuentes
proteicas en general y de las vegetales en particular se han podido amortiguar gracias al
desarrollo de técnicas y procesos específicos que pueden eliminar o al menos disminuir
estos factores antinutricionales (Sanz y Cardenete, 2001).

Tabla 3. Algunos factores antinutricionales comunes en materiales proteicos de origen vegetal


(Martínez et al., 1996).

Antinutriente Material Efecto


Inhibidores de Oleaginosas (algodón, Afecta a la actividad de la tripsina y agudiza la
proteasas cacahuete, colza, girasol, deficiencia de aminoácidos sulfurados de las
soja); leguminosas (alfalfa, proteínas vegetales. Provoca hipertrofia
leucaena, canavalia, pancreática asociada a perdida de proteínas
frijoles, lupino); cereales y secretadas por el páncreas, constituidas en gran
sus subproductos. medida por enzimas ricas en cistina. Son
termolábiles.
Fitohemaglutininas Oleaginosas (cacahuete, Provocan coagulación de la sangre. Son
soja); Leguminosas termolábiles.
(frijoles, chícharos);
cereales y sus subproductos.

Ácido fítico Oleaginosas (cacahuete, Forma complejos indigeribles por los sistemas
colza, soja, algodón, digestivos de los animales, establecen enlaces
ajonjolí); leguminosas con aniones y cationes mono y polivalentes
(frijoles, chícharos); como proteínas, fósforo, calcio, zinc, cobre,
cereales y sus subproductos. magnesio, etc. provocando deficiencias de
minerales. No se inactiva con calor.

Cianógenos Oleaginosas (lino); Toxicidad por cianuro. La cocción destruye las


Leguminosas (frijoles, enzimas liberadoras del tóxico y volatiliza el
chícharos, harina de yuca). ácido cianhídrico.

Antagonistas de Soja, frijoles, alfalfa. Reducen la disponibilidad biológica de las


vitaminas vitaminas. Se inactivan por calor.
(antivitamina E; anti
vitamina B12, D y A)

Micotoxinas Oleaginosas (cacahuete, Elevada toxicidad. Cancerígeno. Producidas por


(aflatoxinas) colza, soja, girasol, el moho Apergillus lafbus bajo condiciones
algodón); leguminosas inadecuadas de almacenamiento alta humedad y
(frijoles, chícharos); temperatura. Se presenta también en alimentos
cereales y sus subproductos. terminados.
Aminoácidos libres Leguminosas (leucaena, Tóxicos a niveles elevados, inhibición del
(mimosina, canavalia, sesbaina). crecimiento y alta mortalidad. Estables al calor.
canavanina, Reducen la absorción a nivel de tracto digestivo.
canalina, lectinas) Se aumenta su actividad en presencia de
aflatoxinas.

  15  
Entre las plantas que, debido a su amplia distribución y abundancia, han recibido la
mayor atención para los alimentos acuícolas, se incluyen los granos de cereales como el
maíz y el trigo, las legumbres, como la harina de soja, y semillas oleaginosas, como la
colza (Barrows y Sealey, 2014).

Los productos del maíz son ingredientes atractivos en alimentos para peces debido a
su abundancia y a que los concentrados proporcionan niveles de hasta el 76,2% de
proteína (Empyreal® 75). Además, el almidón de maíz molido actúa como un
aglutinante durante la cocción de extrusión de los piensos. Sin embargo, los productos
del maíz, contienen varios pigmentos que pueden ser depositados en la carne dando
como resultado un color amarillento no deseado en algunas especies de salmónidos
(Barrows y Sealey, 2014) o de trucha arco iris (Skonberg et al., 1998), disminuyendo
así la aceptación visual de los filetes de pescado aunque no se vea afectado el sabor. En
cuanto a los niveles de sustitución de la harina de pescado por este ingrediente en dietas
para peces, Hu et al. (2012) consiguieron sustituciones del 32% en híbridos de pez gato
sin afectar al crecimiento o la FCE, y los niveles de xantofila (derivado oxigenado de
los carotenoides y responsable de la coloración amarilla y anaranjadas en vegetales) en
las dietas y en el filete fueron linealmente relacionados, pero sin apreciarse color
amarillo. Un estudio reciente realizado con lubina japonesa (Japanese seabass) en el
que midieron crecimiento, digestión y metabolismo proteico, en relación con el nivel de
expresión hepática de la insulina como factor de crecimiento, sugiere que la proteína del
gluten de maíz podría sustituir hasta el 60% a la harina de pescado, pero por encima de
estos niveles se ve influido el crecimiento de los peces (Men et al., 2014).

En cuanto a la harina de gluten de trigo, ésta posee un elevado contenido en proteínas


(~77-80%) y sus propiedades funcionales relacionadas con la fabricación de piensos la
hacen muy atrayente (Barrows y Sealey, 2014). El trigo es el ingrediente más utilizado
en los alimentos acuícolas como una fuente de almidón para la unión de alimentos
extruidos. Sotorebakken et al. (2000) consiguieron una sustitución de hasta el 35% de la
harina de pescado por harina de trigo en dietas para el salmón del Atlántico, si bien la
inclusión de la harina de gluten de trigo afectó a la calidad de los pellets, aumentando la
densidad de las dietas, por lo que tuvieron que ajustar los parámetros de extrusión de las
mismas para obtener una buena calidad física. Esto es debido a que cuando el gluten de
trigo está incluido en un 4 a 6% la estabilidad en el agua de la dieta se ve aumentada,

  16  
sin embargo, con niveles de inclusión por encima de 15%, los pellets se convierten en
un alimento muy duro para el consumo (Barrows y Sealey, 2014). Relacionado con este
último hecho, se pudo observar alguna desviación de los parámetros generales de
digestibilidad aparente de los nutrientes, en lugar de depender de las calidad nutricional
de los ingredientes de los piensos (Sotorebakken et al., 2000). Por otro lado, en un
experimento con lubina europea (European sea bass) en el que se uso la harina de trigo
con sustituciones de hasta el 70% de la harina de pescado, sola, o en combinación con
harina de guisante o soja, se pudo observar como el crecimiento de los peces no se vio
afectado pero si el incremento de los niveles de PUFAs n-6 en decremento de los n-3,
particularmente del ácido docosahexaenóico (DHA, docosahexaenoic acid, 22:6n-3) en
músculo, pudiendo tener consecuencias sobre el valor nutricional de la porción
comestible que llega al mercado (Messina et al., 2013). Otros autores, no recomiendan
su inclusión por encima de niveles el 20% de sustitución de la harina de pescado sin
suplementación con lisina en dietas para halibut atlántico (Hippoglossus hippoglossus)
debido a la expresión de la concentración de aminoácidos tanto en las dietas como en
los peces (Helland y Grisdale-Helland, 2006).

Entre las oleaginosas más populares se incluyen las harinas y pastas de semillas de
soja, algodón, colza y girasol.
La soja es, entre las harinas vegetales, la fuente de proteína vegetal más usada en
alimentación acuícola (Barrows y Sealey, 2014), y la materia prima más demandada en
la fabricación de piensos para el ganado en general, por lo que, desde un punto de vista
económico, en los últimos tiempos manifiesta una fuerte tendencia alcista (FAO, 2014).
No obstante, es limitante en el contenido de proteína (incluyendo los concentrados), en
aminoácidos azufrados y además contiene compuestos antinutritivos (Tabla 3), como
inhibidores de la tripsina, hemoaglutinantes y antivitaminas (Tacon, 1993), que impiden
elevar el nivel de sustitución por encima de los valores que se utilizan actualmente y,
por consiguiente, utilizarla como única fuente proteica. La calidad nutricional de la soja,
por tanto, va a depender del proceso utilizado para neutralizar los antinutrientes. En
tilapia del Nilo, un estudio de Thompson et al. (2012) demostró que no podía ser
cultivada con niveles mayores del 75% de soja cuando ninguna proteína de origen
animal era añadida en las dietas, incluso con la suplementación de metionina y lisina.
En peces carnívoros como la tenca (Tinca tinca) las sustituciones de la harina de
pescado por harina de soja no han alcanzado niveles mayores del 25% sin comprometer

  17  
los parámetros de producción (García et al., 2015), y en trucha arco iris se ha
comprobado como su uso en elevados porcentajes en pienso causa una condición en los
peces similar a la diarrea (Barrows y Sealey, 2014). No obstante, en los últimos años se
han desarrollado concentrados de soja de alta calidad que inhiben esa disposición. La
soja cultivada selectivamente para contener niveles más bajos de antinutrientes
específicos, incluidos oligosacáridos y proteínas alérgicas, se han desarrollado y
comercializado, permitiendo una mayor utilización de este ingrediente también en las
dietas de salmónidos (Barrows y Sealey, 2014).
Otra oleaginosa, la colza (canola), es conocida por ser una semilla rica en proteína,
con un elevado contenido en metionina y lisina, sin embargo, posee varios
antinutrientes incluyendo glucosinolatos, ácido erúcico (22:1n-9), ácido fítico (Tabla 3),
taninos y otros constituyentes fenólicos que limitan su uso en dietas para peces
(Martínez et al., 1996). Webster et al. (1997) demostraron que era posible una inclusión
de hasta el 36% de harina de colza manteniendo un 4% de harina de pescado en dietas
para pez gato americano (Ictalurus punctatus) sin comprometer el crecimiento ni la
composición corporal del mismo, sin embargo un porcentaje de inclusión del 48%
produjo perdida de peso en los peces alimentados, posiblemente debido a la
palatabilidad de las dietas. La harina de colza ha dado resultados favorables también en
otras especies de peces como el salmón, al 25% de inclusión (McCurdy y March, 1992),
la trucha, al 20% (Hardy y Sullivan, 1983), o la tilapia de Mozambique, en la que
encontramos valores máximos de inclusión muy dispares, desde el 50% por Jackson et
al. (1982), a no más del 5% (Davies et al., 1990), lo que podría indicar variaciones con
el tipo de semilla y su contenido en antinutrientes.
Otras oleaginosas, como el algodón y el girasol se utilizan en proporciones que
pueden llegar a sustituir a la harina de pescado hasta un 25%. Su uso es limitado debido
a los antinutrientes como el gosipol en el algodón y el contenido de fibras en la pasta de
girasol (Martínez et al., 1996).

Por otro lado, la investigación está mostrando que especialmente en peces carnívoros,
dietas basadas en plantas con la suplementación de nutrientes específicos (como la
taurina, electrolitos y niveles más altos de vitaminas) consiguen una mejora sustancial
de los resultados. En trucha se han alcanzado ganancias de peso equivalentes a los peces
alimentados con harina de pescado (Barrows y Silverstein, 2010). En el caso del bacalao
del Atlántico (Gadus morhua), mediante una mezcla de proteína de origen vegetal

  18  
(harina de soja, concentrado de proteína de soja y harina de gluten de trigo) a la que se
añadió metionina cristalina y lisina para mejorar los niveles de aminoácidos
indispensables y maximizar el crecimiento de los peces, se consiguieron buenos
resultados de crecimiento y FCE hasta niveles de sustitución del 50% de la harina de
pescado (Hansen et al., 2007). Sin embargo, a pesar de que se están produciendo
grandes avances, el desarrollo de estos alimentos alternativos hasta la fecha se
consideran prototipos y ligeramente más caros que los piensos convencionales.

1.3.3. Harinas de origen animal

Las harinas de origen animal se consideran un buen sustituto de la harina de pescado,


pues tienen un contenido proteico elevado, con un buen equilibrio aminoacídico, y una
elevada digestibilidad de la materia seca y de la energía, similar al de la harina de
pescado (Bureau et al., 1999, 2000). Sin embargo, la normativa europea de seguridad
alimentaria actual restringe su uso práctico en piensos a unas pocas fuentes, como las
harinas de plumas, huesos, sangre y desechos de pollería (EU No 56/2013 del 16 de
enero de 2013).

A priori, una primera alternativa animal a la harina de pescado convencional es la


harina a partir de subproductos de pescado que anteriormente se desechaban. Su uso con
este fin crece cada año, según las últimas estimaciones de la FAO (2014), en 2012
aproximadamente el 35% de la producción mundial de harina de pescado se obtuvo a
partir de residuos. Sin embargo, su utilización puede influir en la composición y la
calidad de la harina de pescado finalmente obtenida, concretamente aumentando la
cantidad de ceniza (minerales) y la concentración de aminoácidos pequeños (como la
glicina, la prolina y la hidroxiprolina), y disminuyendo la cantidad de proteína (FAO,
2014).
Por otro lado, y al igual que ocurre con los subproductos del pescado y el resto de las
harinas vistas hasta el momento, la calidad de la harina procedente de otras fuentes de
proteína animal va a depender tanto de la especie usada como del procesado final de la
harina, que pueden ser la causa de la disparidad de datos obtenidos por los diferentes
autores (Bureau et al., 1999), pero generalmente los resultados experimentales con
peces son mejores en especies herbívoras/omnívoras que en carnívoras (Sanz y

  19  
Cardenete, 2001). Por lo general, los estudios realizados muestran un buen potencial en
todas ellas, salvo para la harina de plumas, rica en aminoácidos azufrados pero con una
digestibilidad muy baja. En el caso de las harinas derivadas de restos de carne y huesos,
el máximo porcentaje de sustitución alcanzado se ha establecido en el 30% para carpa
(Watanabe y Pongmaneerat, 1991) y trucha arco iris (Bureau et al., 2000, Watanabe y
Pongmaneerat, 1991), y 40% en dorada (Alexis, 1997). Sin embargo, con las harinas de
pollería de alta calidad se ha llegado a porcentajes de sustitución hasta del 100% de la
harina de pescado en dorada (Alexis, 1997, Nengas et al., 1999), pargo (Pagrus major)
(Takagi et al., 2000) o bagre o pez gato africano (Clarias gariepinus) (Goda et al.,
2007). No obstante, otros autores han indicado que niveles de sustitución superiores al
50% afectan al crecimiento en la anguila europea (Anguilla anguilla) (Gallagher y
Degani, 1988), salmón real (Oncorhynchus tshawytscha) (Fowler, 1991) o trucha arco
iris (Steffens, 1994), y niveles superiores al 40% causan alteraciones histológicas en el
pez gato africano (Abdel-Warith et al., 2001).
En estudios más recientes, Sealey et al. (2011) consiguieron el reemplazamiento total
de la harina de pescado en trucha arco iris con una mezcla de harinas cárnicas
procedentes de concentrado de pollo, una mezcla de subproducto de ave y concentrado
de pollo y huevo, sin disminuir el crecimiento y la resistencia a las enfermedades. Sin
embargo, Lu et al. (2015), también para trucha arco iris, mostraron como la sustitución
de la harina de pescado por una combinación de harina de productos derivados del pollo,
harina de pluma hidrolizada y harina de sangre son un buen substituto hasta el 75% de
la harina de pescado sin comprometer el crecimiento, aunque la FCE y proteica si se
vieron afectadas, disminuyendo significativamente la digestibilidad aparente de la
proteína. Estos último resultados coinciden con los de otro estudio con pargo mancha
(Lutjanus guttatus) en los que se consiguieron crecimientos aceptables con sustituciones
de más de la mitad de la harina de pescado por harina de derivados avícolas, con
disminución de la digestibilidad aparente de la proteína con el incremento de este
substituto en la dieta (Hernández et al., 2014). Por otro lado, un estudio con lubina
japonesa en el que se midió además del crecimiento, la calidad del perfil de ácidos
grasos en el músculo de los peces alimentados, no recomiendan una sustitución por
encima del 18,9% de la harina de pescado por otra mezcla de harina de derivados del
pollo (40%), harina de carne y huesos (35%), harina de sangre (20%) y harina de pluma
hidrolizada (5%) (Hu et al., 2013).

  20  
En cuanto a experimentación con tilapia del Nilo encontramos distintos resultados,
El-Sayed (1998) logró reemplazar en tilapia del Nilo la harina de pescado por harina de
camarón, subprodutos de aves de corral, así como carne y harina de huesos sin
diferencias significativas en el crecimiento de los peces, aunque las tasas de conversión
de alimento y eficiencia proteica si se vieron disminuidas significativamente. Sin
embargo, posteriormente, Yu (2004) no recomendaron una sustitución por encima del
60% de la harina de pescado por harina de huesos y carne en tilapia del Nilo. Más
adelante, Borski et al. (2011) consiguieron el reemplazamiento total de la harina de
pescado con harina de carne de cerdo, reduciendo los costos en la alimentación y sin
ningún impacto negativo sobre la producción de tilapia del Nilo.

  21  
1.4. Los Insectos Como Alternativa A La Harina De Pescado

El empleo práctico de las harinas de insectos estará condicionada por su adecuación


para cubrir las necesidades específicas de los animales a las que vayan destinadas. Su
uso como materia prima para la acuicultura y la alimentación de las aves de corral
probablemente será más frecuente durante la próxima década (van Huis, 2013).
A priori, tienen la ventaja de no competir con ninguna fuente de recursos humana,
pueden ser criados en pequeños espacios comparado con las hectáreas de terreno que
suponen las plantaciones de cereales, soja o cría de ganado y aves, además, pueden ser
alimentados con diversos flujos de residuos, convirtiendo materia orgánica de bajo coste
en biomasa animal rica en proteína de alta calidad, vitaminas y aminoácidos, adecuada
para el uso en alimentación animal (Ramos-Elorduy, 1999, 2005). Asimismo, los
insectos, por ser de sangre fría, tienen una alta FCE (capacidad de convertir el alimento
ingerido para incrementar la masa corporal) y emiten menos gases de efecto invernadero
y amoniaco que la ganadería convencional (van Huis, 2013). Los insectos, por tanto,
pueden ser un interesante eslabón en la cadena de alimentación animal para cumplir con
la creciente demanda global de proteína (Figura I).

Figura I. Insectos como eslabón de economía circular sostenible (basado en el informe de Veldkamp
et al. (2012)).  

  22  
Según el informe desarrollado por van Huis (2013), los insectos que poseen el
máximo potencial inmediato para la producción de piensos a gran escala son las larvas
de la mosca soldado negra (Hermetia illucens), de la mosca doméstica (Musca
domestica) y del gusano de la harina (Tenebrio molitor), pero se están investigando
otras especies de insectos con este fin. Productores en Canada (Enterra Feed), China
(HaoCheng) Estados Unidos (Enviroflight), España (Entomotech), Francia (Ynsect),
Países Bajos (Protix), Sudáfrica (AgriProtein) y Sudeste asíatico (Co-Prot), ya están
criando grandes cantidades de insectos para la acuicultura y los piensos de aves de
corral, además de otros fines, a través de la bioconversión de residuos orgánicos.

1.4.1. Características nutricionales

La utilización de las harinas de insectos en la alimentación animal ha sido poco


estudiada. Sin embargo, han sido propuestos como una fuente de alternativa de proteína
de alta calidad, eficiente y sostenible (Veldkamp et al., 2012). Los insectos forman parte
de la dieta natural de muchos animales como aves, cerdos y peces de agua dulce,
además, presentan similitudes en su composición corporal con los crustáceos, ya que
ambos pertenecen al mismo phylum (Arthropoda), ampliamente consumidos por los
peces marinos, y han jugado un importante papel en la nutrición humana. El laboratorio
de entomofágia de la universidad de Wageningen inventarió en 2012 un listado de 2163
especies comestibles que son consumidas por humanos (Jongema, 2012). Los más
consumidos son los escarabajos (Coleoptera) (31%), orugas (Lepidoptera) (18%) y
abejas, avispas y hormigas (Hymenoptera) (14%), siguiendo a estos los saltamontes,
langostas y grillos (Orthoptera) (13 %), cigarras, cochinillas y chinches (Hemiptera)
(10%), las termitas (Isoptera) (3%), las libélulas (Odonata) (3%), moscas (Diptera)
(2%) y otros órdenes (5%) (van Huis, 2013).

La gran diversidad de especies de insectos (70-75% de las especies animales)


procedentes de diferentes ecosistemas, con diferentes dietas y etapas de desarrollo
(larva, pupa, ninfa o imago) provoca una gran variabilidad en su composición nutritiva,
incluso dentro de una misma especie. Por lo general, estudios realizados previamente
sobre composición corporal de varias especies de insectos muestran un elevado valor
nutritivo con un alto contenido en energía, grasa, fibra, proteínas, minerales y vitaminas

  23  
(van Huis, 2013), y estos tres últimos componentes con niveles similares al del pescado
y la carne (Veldkamp et al., 2012).
No obstante, al considerar los insectos desde el punto de vista nutritivo como
sustituto de la harina de pescado en piensos para peces, debemos revisar con mayor
profundidad aspectos tales como la cantidad y calidad de la proteína (contenido en
aminoácidos esenciales), su digestibilidad, la inclusión de quitina procedente del
exoesqueleto de los insectos en las dietas formuladas, así como el contenido en grasa y
el perfil lipídico de la misma.

Porcentaje de proteína en insectos


Generalmente los insectos poseen un alto contenido de proteínas de buena calidad
(Ladrón de Guevara et al., 1995, Ramos-Elorduy et al., 1981, 1984, 1997), pero esta
varía en función del orden de insectos que se esté estudiando y, dentro del mismo
insecto, de su etapa de desarrollo (Xiaoming et al., 2010) (Tabla 4).

Tabla 4. Contenido en proteína bruta (% materia seca) según el orden del insecto en distintas etapas.

Orden % P.B. Referencia


Coleoptera 20,1 - 71,1 Banjo et al. (2006b) - Ramos-Elorduy et al. (1998)
Diptera 35,9 - 70,1 Ramos-Elourdy et al. (1998) - Bernard et al. (1997)
Hemiptera 41,6 - 74 Ramos-Elourdy et al. (1998) - Xiaoming et al. (2010)
Homoptera 45 - 57 Xiaoming et al. (2010)
Hymenoptera 9,5 - 77 Ramos-Elourdy et al. (1998) - Xiaoming et al. (2010)
Lepidoptera 14 - 68 Xiaoming et al. (2010)
Odonata 46 - 65 Xiaoming et al. (2010)
Orthoptera 23 - 65 Xiaoming et al. (2010) - Ramos-Elourdy et al. (1998)

Dentro de una misma zona geográfica también se encuentran apreciables diferencias


en el contenido de proteína de los insectos. Así por ejemplo, en México, Ramos-
Elorduy et al. (1997) evaluaron 78 especies, cuyo porcentaje en proteína (como % de
materia seca) varió desde el 15% al 81%.

Calidad de la fuente proteica


La calidad de la fuente proteica está determinada en gran medida por la composición
de aminoácidos y, especialmente, por el balance entre aminoácidos esenciales (EAA,
essential amino acid) y no esenciales (NEAA, non-essential amino acid). Por lo
general, los insectos tienen una buena calidad de proteína, siendo ricos en EAA como

  24  
lisina, metionina y leucina, los cuales suelen ser limitantes en las fuentes vegetales (Hall,
1992).

Dentro de un mismo orden de especie de insecto podemos apreciar intervalos de


valores de aminoácidos detectados muy dispares. Como se puede observar en la tabla 5,
en comparación con la harina de pescado, la metionina por lo general es más baja en
todos los órdenes de insectos analizados, excepto para algunas especies de dípteros
como las larvas de mosca doméstica y Ephyra hians (Ramos-Elorduy et al., 1982),
lepidópteros como las pupas del gusano de seda (Bombyx mori) (Rao, 1994) y algunos
hemípteros (Ramos-Elorduy et al., 1997). La lisina se encuentra en menor cantidad en
todos ellos, mientras que con la cisteína ocurre todo lo contrario, dependiendo de la
especie dentro de un mismo orden podemos encontrar valores que se encuentran tanto
por debajo como por encima de los detectados en harina de pescado, en coleópteros por
ejemplo tenemos valores de 0,2 (% materia seca) en larvas de picudo rojo de la palma
(Rhyncophorus palmarun), mientras que en las de picudo de agave (Scyphohporus
acupuntacus) se detectan valores de 2,2%, un 1,2% más que para la harina de pescado.

Tabla 5. Aminoácidos esenciales (%materia seca) en distintos ordenes de insectos y harina de pescado de
buena calidad.

Harina de
Orden Coleoptera Diptera Hemiptera Hymenopterai Lepidoptera Orthoptera
Pescadom
Arginina 1,6a - 4,4b 1,7e - 5,2f 1,7h - 5,1e 1,6 - 1,7 3c - 6,8k 4,1cl - 6,6f 6,14
a b g f h b c k
Cisteína 0,2 - 2,2 0,1 - 2,4 0,9 – 2,4 n.d. 0,3 - 1,4 0,6cl - 2bd 1
Histidina 1a - 1,9c 1,0f - 2,9f 0,9h - 7b 1,1 0,8c - 2,7j 1,1g - 2,4b 3,6
Isoleucina 0,8a - 5,8d 0,6e - 5f 1,9h - 4,4b 2 - 2,6 1,3c - 5,7k 2,6l - 5,8d 4,8
a d e f h f c e l d
Leucina 1,6 - 10 2,1 - 8 2,8 - 7,7 2,8 - 3,5 3 - 7,9 4,7 - 10 7,8
a b e f h b c jk cl df
Lisina 1,7 - 5,5 1,7 - 7,3 2,5 - 4,5 1,6 - 1,9 1,9 - 6,5 3,6 - 5,7 7,9
Metionina 0,3a - 2b 0,9g - 4,6f 0,9h - 3,6b 0,5 - 0,9 0,5c - 4,6k 0,9c - 2df 2,5
a b g f h b c e c f
Fenilalanina 0,7 - 4,6 2,2 - 13 1,4 - 14 1,8 - 1,9 1,3 - 9,3 1,9 - 12 4,1
a b g f h b c k l df
Treonina 1,2 - 4 0,6 - 4,6 1,3 - 4,8 1,5 - 1,8 1,4 - 5,4 2,2 - 4 4,4
a b g e h b c k l d
Triptófano 0,3 - 0,8 0,2 - 0,6d 0,4 - 0,6 n.d. 0,3 - 0,9 0,3 - 0,7 1
Valina 0,8a - 6,2b 0,5e - 5,6d 2,1h - 7,3f 2,4 - 2,6 1,6c - 6,1h 3,3l - 7d 5,2
n.d. no detectado. Cerda et al. (1999), Ramos-Elourdy et al. (1997), Finke (2002), dRamos-Elorduy et
a b c

al. (2006), eOgunji et al. (2006), fRamos-Elordy et al. (1982), gNewton et al. (1977), hRamos-Elourdy et
al. (1998), iYing y Long (2010), jLongvah et al. (2011), kRao (1994), lFinke (2007), mLall y Anderson
(2005).

  25  
Digestibilidad de la proteína
Hasta la fecha, no existe mucha información sobre la digestibilidad de los insectos en
dietas para animales. En peces, se han observado una buena digestibilidad con el 75%
de reemplazamiento de la harina de pescado por langosta africana en el pez gato
africano (Alegbeleye et al., 2012) y por langosta migratoria, gusano rey (Zophoba
morio) y mosca doméstica para tilapia del Nilo (Emehinaiye, 2012, Jabir et al., 2012,
Ogunji et al., 2008c). A pesar de que el uso del gusano de seda desengrasado no mostró
unos resultados satisfactorios de digestibilidad frente a la harina de pescado para carpa
común (Kim, 1974), posteriormente Nandeesha et al. (1990) comprobó como la adición
de un 10% en las dietas del gusano de seda daba unos buenos valores de digestibilidad
para la misma especie de pez, permitiendo un ahorro del 5% de harina de pescado. El
uso del gusano de seda, desengrasado y sin desengrasar, también ha dado buenas
digestibilidades en tilapia (Boscolo et al., 2001, Hossain et al., 1992), gourami piel de
serpiente (Trichogaster pectoralis) (Jintasataporn, 2012), carpa rohu (Labeo rohita)
(Begun et al., 1994, Jayaram y Shetty, 1980) y en pez gato (Borthakur y Sarma, 1998b,
Hossain et al., 1991), para estas dos últimas especies incluso mejores que la harina de
pescado (Habib et al., 1994, Hossain et al., 1997). Sin embargo, en la lubina japonesa la
digestibilidad de la proteína de pupas de gusano de seda no desengrasadas fue menor
que la de harinas procedentes de desechos de pollo, sangre y soja, pero comparable a la
de plumas y mayor que la de carne y hueso (Ji et al., 2010). Finalmente, con mosca
soldado, el 33% de inclusión se ha conseguido sin afectar de forma significativa a la
digestibilidad de la proteína en rodaballo (Kroeckel et al., 2012), y ha dado muy buenos
resultados en salmón del Atlántico (Lock et al., 2014).

Contenido en quitina
El exoesqueleto de los insectos es rico en quitina. La quitina es un mucopolisacárido
con N-acetilglucosamina unidos por enlaces β(1→4) glicosidicos (Lindsay et al., 1984)
por lo que a priori es indigestible para monogástricos. La composición de quitina varía
entre las especies y las fases de desarrollo, siendo generalmente las pupas y adultos los
que presentan valores más altos, aunque los resultados en la bibliografía son muy
dispares (Akinnawo y Ketiku, 2000, Bergeron et al., 1988, Finke, 2007, Ramos-Elorduy
et al., 1997, Wang et al., 2004). Los más recientes estiman unos valores que van de 11,6
a 137,2 mg/kg de insecto en materia seca para pupas y larvas de abejas europea (Apis
mellífera) y adultos del gusano de la harina respectivamente (Finke, 2007).

  26  
La digestión de la quitina requiere la presencia de tres enzimas: quitinasa (o endo-
quitinasa, presente en el estómago de los peces), quitobiasa (o exo-quitinasa, presente
en el intestino) y lisozimas (con actividad en el intestino, aunque de menor importancia)
(Cohen-Kupiec y Chet, 1998, Fange et al., 1979, Filho et al., 2002, Kang et al., 1999).
Sin embargo, la existencia de quitinasas en peces no esta perfectamente establecida y
parece que depende de la especie (Lindsay y Gooday, 1985), de los hábitos alimenticios
(Goodrich y Morita, 1977) y de la flora intestinal (Clark et al., 1988, Lindsay y Gooday,
1985). En peces se ha detectado una alta digestibilidad de la quitina en trucha arco iris
(Lindsay et al., 1984, Sakai et al., 1992), mixino (Myxine glutinosa), quimera
(Chimaera monstrosa), mielga (Squalus acanthias), tiburón linterna (Etmopterus
spinax), raya radiante (Raja radiata) y granadero rupestre (Coryphanoides rupestris)
(Fange et al., 1979), bacalao del Atlántico (Danulat y Kausch, 1984, Lindsay y Gooday,
1985), cobia (Rachycentron canadum) (Fines y Holt, 2010), pintarroja (Scylliorhinus
canicula) (Alliot, 1967), tilapia del Nilo (Molinari et al., 2007), trucha alpina (Savelinus
alpinus) (Arbro et al., 2014), granadero abisal (Coryphaenoides armatus), el pejegato
lima (Parmaturus xaniurus), solla del Pacífico (Microstomus pacificus), bacalao negro
(Anoplompoma fimbria), peces de roca (Sebastes sp.), peces de cabeza espinosa
(Sebastolobus sp.), pez lámpara de grandes aletas (Lampanyctus ritteri), pez lámpara
del norte (Stenobrachius leucopsaurus) y pez lámpara azul (Tarletonbeania crenularis)
(Gutowska et al., 2004), pargo de Japón y la anguila japonesa (Anguila japónica) (Kono
et al., 1987) y en dorada (Esteban et al., 2000) entre otros.

En peces que se alimentan de crustáceos provistos de un caparazón de quitina, se ha


detectado la presencia de quitinasas, que rompen el exoesqueleto, probablemente para
facilitar la posterior digestión intestinal y/o evitar un posible bloqueo del tracto
digestivo como consecuencia de los pedazos del caparazón (Zamora y Cruz, 2009). Sin
embargo, la quitina que se encuentra en los crustáceos se engloba en una matriz de
proteínas y minerales (principalmente calcio) (Johnson y Peniston, 1982, No et al.,
1989), mientras que la cutícula de los insectos se compone de quitina en una matriz de
proteínas, lípidos y otros compuestos (Kramer et al., 1995). Este hecho podría estar
relacionado con la idea general de que la quitina disminuye la utilización de la proteína
en peces (Longvah et al., 2011) aunque no existe ninguna evidencia real (Henry et al.,
2015). La forma de la matriz en la que se encuentra la quitina de los insectos podría no
solo afectar a la digestibilidad de la quitina, si no también a la de los lípidos y las

  27  
proteínas, con la subsiguiente reducción de la utilización de los nutrientes y, por tanto,
el menor desarrollo y crecimiento de los peces (Henry et al., 2015).

Por otra parte, la ingestión de quitina en porcentajes limitados (por debajo del 1%) se
ha asociado a ciertos efectos saludables, como a un aumento del sistema inmunitario en
(Esteban et al., 2000, 2001), estimulación de macrófagos en trucha arco iris (Sakai et al.,
1992) y un aumento de los índices de crecimiento y FCE en peces acuicultivados como
el pargo de Japón y la anguila japonesa (Kono et al., 1987), ya que la quitina tiene un
contenido calórico de 17,1 kJ/g (Gutowska et al., 2004).

Contenido en lípidos
El porcentaje de grasa de la harina de pescado (8,2%) y el de la harina de soja (3,0%)
es menor que el de lo insectos, el cual puede variar entre un 2,1% en Analeptes
trifasciata (larva Coleoptera) (Banjo et al., 2006b) a 58,6% en Galleria mellonella
(larva Lepidoptera) (Finke, 2002).
Ciertos factores como la alimentación, el hábitat o el estadío de desarrollo pueden
afectar también al contenido lipídico de los insectos (Bukkens, 1997, 2005, Ghioni et al.,
1996, Raksakantong et al., 2010, Sánchez-Muros et al., 2014, Stanley-Samuelson et al.,
1988). Los insectos, por lo general, contienen aceites ricos en PUFAs y con frecuencia
contienen EFAs como el LA y ALA (Bukkens, 1997, 2005, van Huis, 2013). La
importancia nutricional de estos EFAs esta muy reconocida, principalmente para el
desarrollo saludable de los niños y adolescentes (Michaelsen et al., 2009). Además,
ciertos insectos, también tienen la capacidad para elongar y desaturar PUFAs a HUFAs
(Stanley-Samuelson et al., 1988). La dieta de insectos acuáticos incluye larvas y algas,
los cuales tienen pequeñas cantidades de PUFAs, además, poseen enzimas como la 5-
desaturasa y 6-desaturasa, que contribuyen a la síntesis de HUFAs por elongación y
desaturación de los primeros (Yang et al., 2006). Los insectos acuáticos resultan, en este
sentido, una fuente especialmente interesante.

  28  
1.4.2. Desventajas de los insectos para su empleo en la alimentación

1.4.2.1. Seguridad alimentaria y factores antinutricionales

Otro factor ha tener en cuenta es la seguridad alimentaria, por la posible presencia de


microorganismos o sustancia tóxicas y/o antinutricionales en los insectos, ya sean
bioacumuladas por ingesta de plantas ricas en estos o por producción endógena,
generalmente como función defensiva, además de la asociación con microorganismos
infecciosos de forma natural o provocada por unas malas prácticas en la manipulación
de los animales.
La seguridad de los insectos para la alimentación humana y animal ha sido revisado
recientemente (Belluco et al., 2013, Charlton et al., 2015, van der Spiegel et al., 2013),
pero hay pocos datos disponibles para apoyar el análisis de riesgos, sobre todo por el
uso de insectos como alimento, donde sólo un pequeño número de estudios relacionados
con la seguridad se han llevado a cabo (Awoniyi et al., 2004, Diener et al., 2011). No
obstante, estudios vis a vis sobre los antinutrientes han mostrado que los alimentos
basados en insectos pueden ser comparables a los alimentos convencionales que se
perciben popularmente más sanos y saludables (Kiatbenjakul et al., 2015, Tang et al.,
2015).

Bioacumulación de metales pesados y pesticidas


Las especies capturadas en los campos de cultivo son más propensas a contener
pesticidas o metales pesados que las recogidas en bosques densos (van Huis, 2013).
Ocurre, por ejemplo, con el saltamontes rojo (Sphenarium purprascens) recolectado en
las regiones de Oaxaca (México) cercanas a minas donde se han encontrado elevados
niveles de plomo en su composición (Handley, 2007) o en larvas del gusano de la harina,
que acumulan cadmio y plomo en su cuerpos cuando se alimentan de materia orgánica
en los suelos que contienen estos metales (Vijver et al., 2003).
La bioacumulación se ha detectado en células de partes del cuerpo de los insectos
como la grasa, tegumento (exoesqueleto), órganos reproductivos y digestivos (van Huis,
2013). Un estudio sobre larvas de mosca doméstica alimentadas con excrementos de
aves de corral y utilizadas a su vez en dietas para alimentación de tilapia del Nilo con
niveles de inclusión superiores al 35% en el pienso, mostró como los peces presentaban
mayores niveles de glutatin S-tranferasa (GST) en el hígado, sugiriendo la presencia de

  29  
pesticidas, medicamentos o residuos tóxicos en los residuos de la gallina (Ogunji et al.,
2007). Por otro lado, mientras que no hay evidencia para sugerir formas infecciosas de
las proteínas priónicas, como la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o crisis de las
vacas locas, que estén presentes en los insectos, puede haber un mayor riesgo de que la
transmisión de la proteína del prión infeccioso se produzca a través de la utilización de
los residuos de alimentos que contengan carne o despojos de matadero en la dieta de los
insectos, lo que puede luego actuar como vector de la enfermedad, mediante la
retención en su tracto digestivo por no ser digeridos (Charlton et al., 2015).

Infecciones por microorganismos asociados


En cuanto a la seguridad microbiana, los insectos pueden estar asociados a
microorganismos como bacterias, virus, hongos y protozoos entre otros (Vega y Kaya,
2012). En general, estos patógenos están separados taxonómicamente de los vertebrados,
por lo que son considerados como inocuos para los humanos, al igual que la diversidad
de microorganismos asociados a su flora intestinal (Banjo et al., 2006a, Opara et al.,
2012, van Huis, 2013); sin embargo, las esporas de diversos microorganismos como
Aspergillus, Penicillium o Fusarium relacionados con la producción de micotoxinas,
pueden estar presentes en la cutículas de los insectos (por ejemplo en las orugas de
mariposa emperador, Gonimbrasia belina), contribuyendo a la degradación del producto
destinado al consumo y poniendo en riesgo la salud el consumidor (Mpuchane et al.,
1996, van Huis, 2013). Lo mismo ocurre con algunas bacterias patógenas encontradas
en escarabajos comúnmente consumidos en el este de África del género Oryctus, como
Staphylococcus aureus, Pseudomonas aeruginosa y Bacillus aureus (Banjo et al.,
2006a, Opara et al., 2012), las cuales también pueden suponer un riesgo para la salud
humana. No obstante, esta contaminación puede ser más debida a un procesamiento
inadecuado o a la manipulación durante la venta al por menor y la compra, o la
exposición al aire (van Huis, 2013).

Sustancias tóxicas y alérgenos


Por otro lado, algunas especies de insectos como la langosta africana (Zonocerus
variegatus) y chinches (Encosternum delegorguei) (Barreteau, 1999, Bodenheimer,
1951, Scholtz, 1984) pueden resultar tóxicas y, para poder ser consumidos, deben de
tomarse precauciones adicionales en su preparación (Barreteau, 1999, Morris, 2004). La
producción endógena de 1,4 benzoquinona se ha descrito en Tenebrio sp. (El-Kashlan et

  30  
al., 1996), una toxina capaz de manchar la piel de color marrón oscuro, causar eritema
(enrojecimiento, erupciones en la piel) y conducir a la necrosis tisular localizada,
particularmente irritante para los ojos y las vías respiratorias. IARC (1987) encontró
pruebas suficientes para formular observaciones sobre la cancerinogenicidad del
compuesto, señalando que puede pasar fácilmente al torrente sanguíneo y que la
actividad en la producción de la médula ósea se deprime en ratones y puede inhibir las
enzimas proteasas implicadas en la apoptosis celular. Sin embargo, la presencia de
quinonas en tenebrio hasta ahora solamente ha sido descrita en adultos (Hackman, 1984,
El-Kashlan et al., 1996, Valko et al., 2005). En cuanto a otros insectos, se ha
comprobado que el gusano de seda africano (Anaphe venata) contiene tiaminasa y
puede causar deficiencia de tiamina (vitamina B1, ayuda a convertir a las células del
organismo carbohidratos en energía) (Nishimune et al., 2000); otro ejemplo son las
chinches, excretan un fluido penetrante que puede causar daño severo y ceguera
temporal si entra en contacto con los ojos (Bodenheimer, 1951, Scholtz, 1984). En
cuanto a experimentación de efectos tóxicos con animales, un ensayo llevado a cabo
con pollos informó sobre el aumento del hígado y la molleja cuando el nivel de harina
de larvas de mosca doméstica era incrementado del 1% al 2% (50-100% sustitución de
la harina de pescado en peso seco), lo que sugirió efectos tóxicos (Téguia et al., 2002).
Otro experimento más reciente y con ratas mostró daños histológicos en hígado y
riñones cuando el mismo gusano se incluía al 10% en dietas basadas en harina de
pescado y maíz (Bouafou et al., 2011).

En cuanto a las alergias derivadas de las proteínas de los insectos existen también
ciertos riesgos. Por ejemplo, la tropomiosina, un alérgeno responsable de la alergia a los
mariscos, también está presente en muchas especies de insectos como los ácaros del
polvo o las cucarachas (Ayuso et al., 2002, Santos et al., 1999). Si bien, esta es una
cuestión importante en relación a la entomofágia, también lo es en relación a los
insectos para alimentación animal, ya que la respuesta alergénica en los animales de
granja se traducirá en problemas de bienestar animal, además de implicaciones
económicas y nutricionales relacionadas, como por ejemplo la disminución de peso y
del rendimiento de la carne (Charlton et al., 2015).

  31  
Inhibidores de proteínas
Entre los antinutrientes, un grupo muy importante son lo inhibidores enzimáticos,
que impiden a las enzimas descomponer los nutrientes de la digestión para que puedan
ser absorbidos. Los inhibidores de las enzimas proteicas impiden la proteólisis digestiva,
es decir, la descomposición de las proteínas en aminoácidos, lo que puede resultar en
problemas en el sistema inmune, el riñón, páncreas o incluso de crecimiento (Eguchi,
1993, Gubb et al., 2010).
En los insectos, los inhibidores son considerados indispensables como función
defensiva y pueden ser también esenciales en la regulación del metabolismo, en
particular la de proteasas, presentando características únicas y también comunes con
inhibidores animales (Eguchi, 1993, Gubb et al., 2010). Sin embargo, en comparación
con los inhibidores de proteasa en mamíferos y plantas, pocos estudios han sido
llevados a cabo con insectos.
En una revisión de Eguchi (1993) sobre los inhibidores de proteasa en insectos
comparados con los de mamíferos, y en otra posterior de Gubb et al. (2010), se pueden
encontrar diversas especies de insectos para las que se han estudiado y analizado el
patrón genético de los inhibidores en el gusano de seda, la mosca tse-tsé (Glossina
morsitans), la mosca del vinagre (Drosophila melanogaster) o el gusano del tabaco
(Manduca sexta), entre otros; por su estructura, se ha mostrado como estos inhibidores
tienen propiedades parecidas a las serpinas inhibitorias (Eguchi, 1993, Gubb et al.,
2010), un grupo numeroso de proteínas con estructuras similares, capaces de inhibir
otras enzimas del grupo de las proteasas (quimiotripsinas) (Silverman et al., 2001). Por
otro lado, se ha comprobado que, además de inhibir las enzimas digestivas y factores
patógenos de virulencia codificados, los inhibidores de la proteasa en la mosca del
vinagre están involucrados en las vías morfogenéticas, espermatogénesis, transporte de
aniones orgánicos, necrosis celular, la apoptosis, la memoria a largo plazo, la
longevidad y muchos aspectos de la respuesta inmune innata (Gubb et al., 2010). Estos
resultados son, probablemente, generales para la mayoría de los insectos, pero también
hay funciones especializadas para los inhibidores de la proteasa incorporados en fibras
de seda, o inhibidores para bloquear la activación de cascadas de coagulación de la
sangre de los anfitriones en insectos chupadores de sangre (Gubb et al., 2010).

  32  
Almacenaje, conservación y procesamiento: enfermedades asociadas.
El procesamiento y conservación están estrechamente relacionados con los factores
antinutricionales ya citados (van Huis, 2013). Los insectos, al igual que muchos
productos cárnicos, son ricos en nutrientes y humedad, proporcionando un entrono
favorable para el crecimiento y la supervivencia microbiana (van Huis, 2013). Se ha
comprobado que el almacenaje de mosca doméstica con niveles de humedad
demasiados altos (23%) promueve el desarrollo de bacterias y hongos, recomendándose
un máximo e 4-5% de humedad par minimizar la actividad bacteriana (Makkar et al.,
2014). La cría artificial de insectos puede permitir un mayor control sobre las prácticas
de higiene y la seguridad de las fuentes de alimentación para los insectos comestibles,
mitigando de forma potencial los posibles peligros asociados ya comentados. El mayor
riesgo para los seres humanos y los animales es la aparición de microbios oportunistas
en sistemas de cría de insectos como consecuencia de enfermedades, por lo que estas
deben ser también evitadas y controladas cuando los insectos se crían y se utilizan para
el consumo humano y animal (Eilenberg et al., 2015).

1.4.2.2. Coste de la producción

Además de los criterios nutricionales, no competir con los recursos usados por el ser
humano (como ocurre con la soja) a la vez que ser ambientalmente sostenibles, las
fuentes de proteína para alimentación animal deben cumplir una serie de condiciones
relativas a su producción, como es la disponibilidad regular en cantidad, precio y
calidad.
En el caso de la cría en masa de insectos, se podría garantizar una producción
constante en cantidad, calidad y precio en ciertas especies. Sin embargo, actualmente es
difícil de establecer los costes de la producción intensiva pues, salvo para varias
especies utilizadas en la alimentación de mascotas (arañas, petauros, erizos, y diversas
especies de aves y reptiles), en la polinización y en la lucha biológica, sólo se han
desarrollado sistemas de producción a nivel experimental. Entre estas especies están el
gusano de la harina, el gusano rey, el grillo doméstico (Acheta domestica) y diversas
especies del orden Díptera como la mosca soldado negra o la mosca verde (Lucilia
sericata).

  33  
Hasta ahora, la falta de demanda de harinas de este producto ha provocado que no se
hayan implantado a escala industrial, por lo que es difícil establecer unos precios reales
y competitivos. En el informe de van Huis (2013) se detalla como, en la actualidad, los
insectos no son una alternativa a las proteínas vegetales (Tabla 6).

Tabla 6. Precio de varias fuentes de proteína (88% materia seca) (Meuwissen, 2011).

Precio (€/kg
Fuente de proteína Proteína Cruda (%) Precio (€/kg proteína)
producto)
Gusano de la harina 50 15,80 31,70
Harina de Pescado 65 1,24 1,91
Granos 12 0,14 1,17
Harina de Soja 45 0,28 0,62

Como se puede observar, el precio de los gusanos de la harina, cuyo valor en peso
vivo en el momento del informe se estima en 4,75€/kg, es muy alto comparado con el
de otros ingredientes. La proteína de este insecto supone un coste 51 veces mayor que la
de la soja, debido, mayormente, a que el nivel de producción (automatización y
mecanización) es bajo y, como consecuencia, la productividad de las labores de trabajo
son también bajas. El aumento del tamaño de las empresas de cría de insectos con un
nivel más alto de automatización/mecanización disminuiría los costes y, por lo tanto, el
precio final de su venta.
 

1.4.3. Experiencias en peces

Hace alrededor de 45 años se comenzó a evaluar el uso de insectos en la


alimentación animal (Calvert et al., 1969), sin embargo, ha sido hace unos años cuando
se les ha empezado a prestar una atención especial, principalmente como fuente de
proteínas en peces (Tabla 7).

  34  
Taba 7. Relación de peces e insectos utilizados en dietas para acuicultura como sustitutos de la
harina de pescado.

Orden/Insecto Pez (nombre común / nombre científico) Referencias

Coleoptera
Oryctes rhinoceros Bagre africano Clarias gariepinus Fakayode y Ugwumba (2013)
Oryctes rhinoceros Tilapia del Nilo Oreochromis niloticus Omoyinmi y Olaoye (2012)
Oryctes rhinoceros Vundu Heterobranchus longifilis Fakayode y Ugwumba (2013)
Tenebrio molitor Bagre africano Clarias gariepinus Ng et al. (2001)
Tenebrio molitor Dorada Sparus aurata Piccolo et al. (2014)
Tenebrio molitor Lubina Dicentrarchus labrax Gasco et al. (2014b)
Tenebrio molitor Pez gato común Ameiurus melas Roncarati et al. (2014)
Tenebrio molitor Trucha arco iris Oncorhynchus mykiss Gasco et al. (2014a)
Zophoba morio Tilapia del Nilo Oreochromis niloticus Jabir et al. (2012)

Diptera
Culex pipiens Trucha arco iris Oncorhynchus mykiss Ostaszewska et al. (2011)
Hermetia illucens Pez gato americano Ictalurus punctatus Bondari y Sheppard (1987),
Newton et al. (2005), Zhang et
al. (2014)
Hermetia illucens Pez gato americano Ictalurus punctatus + Bondari y Sheppard (1981)
+ tilapia azul Oreochromis aureus

Hermetia illucens Tilapia azul Oreochromis aureus Bondari y Sheppard (1987)

Hermetia illucens Trucha arco iris Oncorhynchus mykiss Sealey et al. (2011), St-Hilaire
et al. (2007)
Hermetia illucens Rodaballo Psetta maxima Kroeckel et al. (2012)

Hermetia illucens Salmon del Atlántico Salmo salar Lock et al. (2014)
Musca domestica Bagre africano Clarias Gariepinus Adewolu et al. (2010), Aniebo
et al. (2009), Fasakin et al.
(2003), Idowu et al. (2003),
Nsofor et al. (2008), Oyelese,
(2007)
Musca domestica Carpa negra Mylopharyngodon piceus Ming et al. (2013)
Musca domestica Carpa prusiana Carassius gibelio Dong et al. (2013)
Musca domestica Mudfish Clarias anguillaris Dong et al. (2013), Madu y
Ufodike (2003)
Musca domestica Pez gato Pelteobagrus vachelli Dong et al. (2013)
Musca domestica Pez gato híbrido Heterobranchus longifilis Sogbesan y Ugwumba (2008)
X Clarias gariepinus
Musca domestica Tilapia del Nilo Oreochromis niloticus Ajani et al. (2004), Ebenso and
Udo (2003), Ogunji et al.,
(2007, 2008a,b,c), Omoyinmi y
Olaoye (2012)
Musca domestica Tilapia del Nilo + Oreochromis niloticus + Ogunji et al. (2009)
carpa Cyprinus carpio
Musca domestica Trucha arco iris Oncorhynchus mykiss St-Hilaire et al. (2007)
Musca domestica Vundu Heterobranchus longifilis Ossey et al. (2012)

Isoptera
Macrotermes sp. Bagre africano Clarias gariepinus Solomon et al. (2007)
Macrotermes sp. Vundu Heterobranchus longifilis Sogbesan y Ugwumba (2008)

  35  
Lepidoptera
Bombyx mori Barbo plateado de Puntius gonionotus Mahata et al. (1994)
Tailandia
Bombyx mori Carpa común Cyprinus carpio Jeyachandran and Raj (1976),
Ji et al. (2010), Rahman et al.
(1996), Kim (1974), Nandeesha
et al. (1990, 1999, 2000)
Bombyx mori Carpa India Catla catla Rangacharyulu et al. (2003)
Bombyx mori Carpa masheer Tor putitora Sawhney (2014)
Bombyx mori Carpa mahseer negra Tor khudree Shyama y Keshavanath (1993)
Bombyx mori Carpa mrigal Cirrhinus mrigala Rangacharyulu et al. (2003)
Bombyx mori Carpa plateada Hypophthalmychthys Rangacharyulu et al. (2003)
molitrix
Bombyx mori Carpa rohu Labeo rohita Begun et al. (1994),
Rangacharyulu et al. (2003)
Bombyx mori Gourami piel de Trichogaster pectoralis Jintasatapom et al. (2011)
serpiente
Bombyx mori Hirame Paralichthys olivaceus Lee et al. (2012)
Bombyx mori Lubina japonesa Lateolabrax japonicus Ji et al. (2010)
Bombyx mori Pez gato andador Clarias batrachus Borthakur y Sarma (1998a,b)
Bombyx mori Pez gato común Ameiurus melas Venkatesh et al. (1986)
Bombyx mori Pez gato de aguijón Heteropneustes fossilis Hossain et al. (1993)
Bombyx mori Salmón chum Oncorhynchus keta Akiyama et al. (1984)
Bombyx mori Tilapia del Nilo Oreochromis niloticus Boscolo et al. (2001)
Bombyx mori Tilapia de Oreochromis Hossain et al. (1992)
Mozambique mossambicus
Bombyx mori Trucha arco iris Oncorhynchus mykiss Dheke y Gubhaju ( 2013)

Orthoptera
Locusta migratoria Tilapia del Nilo Oreochromis niloticus Abanikannda (2012),
Emehinaiye (2012)
Poekilocercus Pez gato andador Clarias batrachus Johri et al. (2010, 2011a,b,c)
pictus
Schistocerca Bagre africano Clarias gariepinus Balogun (2011)
gregaria
Zonocerus Bagre africano Clarias gariepinus Alegbeleye et al. (2012)
variegatus

La mayoría de estos trabajos indican el alto potencial de los insectos como sustitutos
de la proteína de la harina de pescado dentro de ciertos niveles (25-40%), aunque en los
últimos años se han conseguido alcanzar el reemplazamiento total. Estos niveles de
sustitución alcanzados varían dependiendo de la especie de insecto utilizada y el
sustrato con el que fuese alimentado el mismo, el resto de ingredientes utilizados en la
dieta, la estrategia de alimentación y la especie piscícola a la que iba dirigida. Los
insectos más utilizados hasta la fecha han sido las larvas del gusano de la harina, mosca
doméstica y mosca soldado, así como el gusano de seda (Tabla 7).

Coleoptera
Con el gusano de la harina, Ng et al. (2001) comprobaron que era una aceptable
proteína alternativa para el bagre africano. Con dietas isoprotéicas, consiguieron con el

  36  
40% de reemplazamiento de la harina de pescado un desarrollo del crecimiento y FCE
similar a los controles (peces alimentados sin harina de insecto), y consideraron que
hasta el 80% de sustitución otorgaba unos parámetros de crecimiento y FCE también
aceptables. Sin embargo, los peces alimentados con el gusano de la harina tuvieron un
porcentaje de grasa en la carcasa significativamente mayor. En un segundo experimento
de estos mismos autores, alimentando al bagre solamente con gusanos vivos durante el
día y con una dieta comercial por la tarde, comprobaron que los peces crecían tan bien o
mejor que los alimentados solamente con la dieta comercial. Más recientemente, Gasco
et al. (2014a) alcanzaron satisfactoriamente la sustitución del 50% de la harina de
pescado con tenebrio en dietas para trucha arco iris, y el 25% de sustitución se ha
conseguido en peces marinos carnívoros como la lubina o la dorada, aunque los niveles
de HUFAs n-3 en lubina se vieron disminuidos (Gasco et al., 2014b; Piccolo et al.,
2014). Peores resultados han obtenido las sustituciones del 100% de la harina de
pescado por larvas desengrasadas de gusano de la harina para la alimentación del pez
gato común, reduciendo significativamente el crecimiento de los peces respecto a los
controles, aunque, así y todo, se considero un crecimiento satisfactorio (Roncarati et al.,
2014)
Los resultados con tilapia del Nilo con otro Coleoptera, el escarabajo rinoceronte
(Oryctes rhinoceros), parecen no dar unos resultados prometedores con inclusiones del
16% de sustitución de la harina de pescado, sin embargo, el bajo peso obtenido con este
nivel de sustitución y la supervivencia de las tilapias llama la atención con el ínfimo
incremento de peso también obtenido por los controles (2 g en 10 semanas) (Omoyinmi
y Olaoye, 2012), que puede ser debido a la mala calidad de la harina de pescado
utilizada en las dietas (35% proteína) o a las condiciones de estrés y/o enfermedad de
los peces (Henry et al., 2015). Los experimentos con bagre africano y vundu (Fakayoe y
Ugwumba, 2013) tampoco parecen dar unos resultados muy fiables ya que, aunque
aseguran un crecimiento óptimo cuando la harina de pescado es reemplazada hasta un
16% con escarabajo rinoceronte e inclusiones mayores, incluso del 100%, parecen no
afectar tampoco al crecimiento de forma significativa, los cálculos de sustitución de la
harina de pescado pueden estar sobreestimados y ser erróneos (Henry et al., 2015).
Por otro lado, con gusano rey, Jabir et al. (2012) consiguieron en dietas para tilapia
del Nilo la sustitución del 50% con un óptimo crecimiento, incluso, el 75% de
reemplazamiento fue bien tolerado en términos de crecimiento, FCE y digestibilidad de
la proteína. Lo sorprendente de este último experimento fue que, aunque conforme se

  37  
incrementaba el porcentaje de sustitución de la harina de pescado por gusano rey
disminuía el porcentaje de proteína de las dietas y aumentaba el de lípidos, la
composición en el filete de los peces presentaba el perfil contrario en todos los niveles
de sustitución probados y comparados con los peces control.

En general, la orden de insectos Coleoptera se ha utilizado con éxito como sustituto


parcial de la harina de pescado en dietas para peces y, aunque la fiabilidad de los
estudios sobre el escarabajo rinoceronte es cuestionable, las dietas elaboradas con
gusano rey permitieron buenos crecimientos en tilapia del Nilo, mientras que las larvas
del gusano de la harina mostraron resultados positivos en la dieta de peces, tanto de
agua dulce como marinos.

Diptera
El crecimiento de la trucha arco iris alimentada exclusivamente con mosquitos
(Culex pipiens) congelados, no mostró buenos resultados, probablemente porque la
dieta era desequilibrada y/o el tamaño de partícula de las dietas diferente (Ostaszewska
et al., 2011). Sin embargo, no ocurre lo mismo con las otras dos especies de Diptera
ensayadas, mosca soldado y mosca doméstica, con las que los resultados han sido
mucho más satisfactorios.
Con mosca soldado se han llevado a cabo experimentos sustituyendo el 25% de la
harina de pescado sin afectar a la ganancia de peso en el pez gato americano (Newton et
al, 2005) o trucha arco iris (St-Hilarie et al., 2007); para este último pez, Sealey et al.
(2011) descubrieron que alimentando previamente las larvas con estiércol de vaca y
despojos de pescado a partes iguales, los peces posteriormente alimentados con ellas
podían admitir hasta un 50% de sustitución de la harina de pescado en el pienso, con
una mejoría en los niveles n-3 de PUFAs y HUFAs en el filete de los animales. En
policultivo de tilapia azul con el pez gato americano, Bondari y Sheppard (1981)
consiguieron la sustitución de una dieta comercial por el 50% o el 75% de estas larvas
sin afectar al peso de los peces así alimentados; sin embargo, en monocultivo, y con un
ensayo del 100% de sustitución para las mismas especies de peces los resultados no
fueron satisfactorios (Bondari y Sheppard, 1987). En el salmón de Atlántico se ha
conseguido el reemplazamiento del 100% de la harina de pescado con suplementación
de aminoácidos (lisina y metionina) sin afectar al desarrollo de los peces y mejorando
incluso la FCE, y la digestibilidad de la proteína y de los lípidos fue también muy buena

  38  
(Lock et al., 2014). En rodaballo, el 33% de sustitución de la harina de pescado por
larvas desengrasadas de mosca soldado no afectó significativamente a los índices de FI
o FCE, pero la digestibilidad de la proteína y el crecimiento específico fue menor al de
lo peces control en todos los niveles de sustitución ensayados (Kroeckel et al., 2012).
La presencia de quitina podría haber reducido la ingesta y la viabilidad de los nutrientes,
reduciendo así la utilización de los mismos y por tanto el desarrollo del crecimiento de
los peces (Kroeckel et al., 2012).
Respecto a la mosca doméstica, Sogbesean et al. (2006) y posteriormente Nsofor et
al. (2008), recomiendan en bagre africano, vundu (Heterobranchus longifilis) e híbridos
de ambos, el reemplazamiento del 25% de la harina de pescado en piensos para mejorar
la ganancia de peso, FCE o PER. En 2010, Adewolu et al. consiguieron una sustitución
del 50% de la harina de pescado sin disminuir la ganancia de peso, la tasa específica de
crecimiento (SGR, de sus siglas en inglés: specific growth rate = [(ln pf - ln
p0)/días]x100), FCE y PER con una mezcla de harina de pluma hidrolizada, vísceras de
pollo (excluidos mollejas, hígados y corazones) y harina de larvas de mosca doméstica
en alevines de bagre africano. Por otro lado, Aniebo et al., (2009) muestran como
sustituciones del 100% de la harina de pescado por mosca doméstica son posibles en
piensos para pez gato siendo la soja el mayor constituyente de la dieta (34-43%). En
trucha, sin embargo, un 25% de sustitución de la harina de pescado en la dieta afectó
significativamente al crecimiento y a los niveles de ácidos grasos n-3 de los peces (St-
Hilarie et al., 2007). En cuanto a experiencias con tilapia del Nilo, Ogunji et al. (2007,
2008a,b) determinaron un nivel de sustitución óptimo del 34% de la harina de pescado
con beneficios en el crecimiento y el desarrollo de los peces, sin verse afectada la
hematología ni la homeostasis; sin embargo, para mejorar el perfil lipídico,
recomendaron la inclusión de fuentes ricas en ácidos grasos de las series n-6 y n-3.
Posteriormente, Omoyinmi y Olaoye (2012) revelaron también que dietas con proteínas
procedentes de mosca domestica, eran tan efectivas en términos de crecimiento y
supervivencia como la harina de pescado para esta misma especie.

Debido a la variabilidad de especies de peces ensayadas y resultados obtenidos es


difícil concluir de forma general respecto al uso de Diptera en dietas para peces. Los
experimentos parecen señalar unos mejores resultados con la suplementación fuentes de
ácidos grasos ricos en n-6 y n-3 y aminoácidos esenciales como metionina y lisina.

  39  
Isoptera
Los trabajos realizados hasta la fecha con termitas en dieta para peces indican una
buena palatabilidad para el vundu, con la posibilidad de un 50% de sustitución de la
harina de pescado en la dieta sin afectar significativamente al crecimiento (Sogbesan y
Ugwumba, 2008). Por otro lado, el experimento llevado a cabo por Solomon et al.
(2007) en el que se suplementó la harina de pescado por harina de soja y de termita a
diferentes ratios no deja unos resultados muy fiables, teniendo en cuenta los errores en
los cálculos de los porcentajes de inclusión de termitas y la variación de las harinas de
soja y pescado entre las dietas experimentales, lo que hace difícil establecer si la mejora
en el crecimiento de los peces fue debida a las termitas en la dieta o al aumento de la
harina de pescado (Henry et al., 2015). Además, y, a pesar de estos resultados, las
termitas no son una muy buena opción para el uso a gran escala en alimentos acuícolas
debido a que son altos productores de metano, estacionales y muy difíciles de criar
(Henry et al., 2015).

Lepidoptera
En cuanto a los resultados de las experiencias llevadas a cabo con el gusano de seda
se ha demostrado que es una fuente de proteína de alto valor para muchas especies de
peces (Makkar, 2014). En porcentajes crecientes de inclusiones satisfactorias: en peces
carnívoros como el salmón chum (Oncorhynchus keta) y el hirame (Paralichthys
olivaceusse) han alcanzado pequeñas inclusiones (5-12%) con suplementaciones de
aminoácidos en la dieta (lisina y metionina), con el barbo plateado (Barbonymus
gonionotus) se han alcanzado sustituciones con pupas del 38% de la proteína total de la
dieta (Mahata et al., 1994), en carpa Jian (Cyprinus carpio van Jian) y carpa mahseer
negra (Tor khudree) del 50% (Ji et al., 2013, Shyama y Keshavanath, 1993) y en el pez
gato de aguijón (Heteropneustes fossilis) hasta el 75% (Hossain et al., 1993).
Sustituciones del 100% de la harina de pescado han conseguido Nandeesha et al. (1990)
y Rahman et al. (1996) en diversas especies de carpa sin afectar al desarrollo del
crecimiento y la FCE. También se ha mostrado que el ensilado fermentado de las pupas
para la incorporación en dietas como sustituto de la harina de pescado da mejores
resultados en términos de supervivencia, FCE y SGR que el uso de las pupas frescas sin
tratar en policultivos con diversas especies de carpas (Rangacharyulu et al., 2003).
Finalmente, no se han tenido tanta suerte en el uso del gusano de seda con otras
especies de peces como tilapia de Nilo en las que suplementaciones del 5% en una dieta

  40  
con 5% de harina de pescado no mejoraron la FI de los peces ni su crecimiento
(Boscolo et al., 2001); tampoco con la carpa Jian en la que sustituciones de la harina de
pescado por encima del 50% redujeron significativamente el crecimiento acompañado
de un decrecimiento de la superóxido dismutasa (SOD), la actividad proteasa del
intestino, así como un incremento en el shock térmico de las proteínas que podría estar
causado por estrés oxidativo en los peces con inclusiones en las dietas con un 60-80%
de sustitución (Ji et al., 2013). Tampoco Jintasatapom et al. (2011) encontró buenos
resultados para el gourami de piel de serpiente, en el que sustituciones del 50% de la
harina de pescado por pupas del gusano de seda durante cinco meses de alimentación
causaron descenso el crecimiento y de la producción de huevos por parte de las hembras.

A pesar de estos últimos resultados en tilapia del Nilo, carpa Jian y gourami, las
pupas del gusano de seda parecen ser una buena alternativa a la harina de pescado en el
resto de peces experimentados.

Orthoptera
Se ha mostrado en distintos ensayos como es posible la sustitución del 25% de la
harina de pescado por la langosta del desierto (Schistocerca gregaria) y la langosta
africana (Zonocerus variegatus) en el bagre africano (Alegbeleye et al., 2012; Balogun,
2012) o la langosta migratoria (Locusta migratoria) en tilapia del Nilo (Emehinaiye,
2012) sin afectar significativamente al crecimiento de los peces, la digestibilidad y la
utilización de los nutrientes. Por otra parte, el saltamontes indio (Poekilocercus pictus)
fue probado como sustituto al 100% de la harina de pescado en un ensayo de 91 días en
el que se midieron parámetros histológicos y fisiológicos del pez gato andador (Clarias
batrachus). Los resultados no mostraron efectos en los parámetros hematológicos pero
si se observó una contracción en las branquias y una reducción en la esteroidogénesis
ovárica, lo que puede reducir la fertilidad (Johri et al., 2010, 2011a,b,c).

  41  
1.4.4. Características principales de las especies de insectos utilizadas

1.4.4.1. Gusano de la harina (Tenebrio molitor)

Reino: Animalia Figura II. T. molitor (adulto y larvas).

Filo: Arthropoda
Clase: Insecta
Orden: Coleoptera
Familia: Tenebrionidae
Género: Tenebrio
Especie: T. molitor

Tenebrio es una especie cosmopolita del orden Coleoptera. Sigue un ciclo de cuatro
estadios diferentes durante su vida: huevo, larva, pupa e imago, y puede variar de 280 a
630 días.   Las larvas eclosionan después de 10 a 12 días (a 18-20ºC) y maduran después
de un número variable de etapas (8-20), normalmente después de 3-4 meses (a
temperatura ambiente), pero la etapa de larva puede durar hasta 18 meses. La larva
madura es de un color amarillo-marrón claro, mide de 20-32 mm de largo y pesa 130-
160 mg. La fase de pupa dura 7-9 días a 25ºC y hasta 20 días a temperaturas más bajas.
Los adultos viven de dos a tres meses (Finke, 2002).

Como descomponedores se pueden alimentar de insectos muertos o heces, aparte de


plantas, semillas y hojas caídas. En libertad se encuentran entre piedras y troncos o en
almacenes de grano, siendo una plaga para estos últimos. Junto al falso gorgojo de la
harina (Tribolium confusum), es una de las especies responsables de transmitir al
hombre y a otros animales el parásito Hymenolepis nana, cuyas larvas alberga. El
hombre puede infectarse cuando ingiere pan mal cocido, pudiendo causarle diarreas,
molestias gastrointestinales, debilidad e inapetencia entre otros males.
Por otro lado, las larvas del gusano de la harina tienen la capacidad de reciclar
materiales de desecho de plantas de baja calidad en alta calidad, rico en energía,
proteína y grasa en un tiempo relativamente corto (Makkar et al., 2014). Además, se ha
demostrado que es capaz de desintoxicar zearalenona, una micotoxina de importancia
mundial producida por Fusarium granmiearum, una especie de moho, metabolizándolo

  42  
en parte en α-zearalenol, sin riesgos de acumulación en su cuerpo y, por tanto, sin riesgo
de transmitirlo a los animales que se alimenten de ellos (Hornung, 1991).

En cuanto a su valor nutritivo y, a pesar de que este puede variar dependiendo del
sustrato con el que sea alimentado y la etapa de desarrollo (Tabla 8), las larvas del
gusano de la harina poseen 28,7 MJ/kg de energía bruta, un elevado contenido en
proteína (CP, crude protein) (47-60%) y grasa (EE, extracto etéreo) (31-43%), y un bajo
contenido en cenizas (<5%), y como otros insectos, poseen un bajo contenido en calcio
y un balance menor de Ca:P (Makkar et al., 2014).

Tabla 8. Composición proximal de T. molitor en distintas etapas de desarrollo.

CP EE MELN Cenizas
a,b
Adultos 65,00 ± 1,84 16,65 ± 2,47 3,9 3,20 ± 0,14
a,b,c
Larvas 49,30 ± 2,47 38,08 ± 4,21 0,3 3,03 ± 0,21
Pupasa,c 53,85 ± 1,06 33,75 ± 4,17 n.d. 3,4

Los resultados son expresados en porcentaje de materia seca como la media ± desviación estándar. CP
= Proteína cruda; EE = Extracto etéreo; MELN = Material extractivo libre de nitrógeno; n.d. = no
determinado. a Bernard et al. (1997), bFinke (2002), c Ramos-Elorduy et al., (2006).

Los análisis de aminoácidos realizados por (Finke, 2002, 2007) (Tabla 9) para las
larvas muestran un perfil inferior para todos los aminoácidos esenciales en comparación
con la harina de pescado de alta calidad presentado en la tabla 5, no obstante, la
composición de la harina en aminoácidos esenciales es buena (Makkar et al., 2014).

Tabla 9. Perfil de aminoácidos esenciales (media ± desviación estándar) encontrado en larvas de T.


molitor (Finke 2002, 2007).
Aminoácido g a.a. / 100 g m.s.
Arginina 2,80 ± 0,28
Cisteína 0,45 ± 0,07
Histidina 1,80 ± 0,14
Isoleucina 2,30 ± 0,14
Leucina 3,90 ± 0,28
Lisina 3,05 ± 0,21
Metionina 0,85 ± 0,21
Fenilalanina 2,05 ± 0,21
Treonina 1,80 ± 0,28
Triptófano 0,45 ± 0,07
Valina 3,25 ± 0,21

  43  
Respecto al perfil de ácidos grasos (expresado en % del total de ác. grasos
analizados) dado por Finke (2002) en larvas de gusano de la harina adquiridas en un
comercio especializado en su cría, pero del que no se especifica el alimento
suministrado para dicho fin, destacan el ácido oleico (18:1n-9) (41,9%), seguido del LA
(18:2n-6) (30,9%) y del ácido palmítico (16:0) (16,1%), en menor cantidad se
encuentran el ácido mirístico (14:0) (3,3%), el palmitoléico (16:1) (3,0%), el esteárico
(18:0) (2,5%) y ALA (1,4%). El resto de ac. grasos aparece por debajo del 0,5% o no
fueron encontrados.

Su cría en cautividad está ampliamente extendida debido a la facilidad (elevada


adaptación al medio) y al bajo coste de su mantenimiento. Los adultos no pueden ser
usados en alimentación por su contenido en quinonas que, junto a compuestos fenólicos,
participa en la estabilización de las proteínas de la exocutícula, formando la esclerotina
que le confiere rigidez (Hackman, 1984), pero que como especie radical es muy
agresiva y puede causar extenso daño celular por reacciones redox de estrés oxidativo
(Valko et al., 2005). Sin embargo, las larvas de este insecto no contienen quinonas y son
ricas en proteínas y lípidos, y pobres en cenizas (Tabla 8), por lo que son consideradas
un alimento de alta calidad (Makkar et al., 2014), alternativo a las fuentes
convencionales de proteína, sobre todo a la harina de soja (van Huis et al., 2013). Por
este motivo las larvas son comúnmente utilizadas como alimento vivo en mascotas
exóticas insectívoras como reptiles y aves, y también como suplemento alimenticio de
mantis religiosa, peces y tortugas acuáticas. Se usa con frecuencia como cebo de pesca.
Y puede ser usado también como harina en piensos para alimentación animal (Aguilar-
Miranda et al., 2002, Veldkamp et al., 2012).

Como se ha advertido en la sección anterior, varios ensayos han sido ya realizados


con el gusano de la harina en alimentación para peces, alcanzando con éxito, en
términos de crecimiento y FCE, distintos porcentajes de sustitución de la harina de
pescado (25-40%) que varían dependiendo de la especie de pez y hábitos alimenticios.
Incluso porcentajes de reemplazamiento del 80 y del 100% se consideró que daba
buenos crecimientos en el bagre afriano (Ng et al., 2000) y pez gato común (Roncarati
et al., 2014).

  44  
1.4.4.2. Mosca verde (Lucilia sericata)

L. sericata, más conocida como la mosca verde, es un insecto del orden Diptera
(Figura III).

Reino: Animalia Figura III. L. sericata (pupas, larvas y adulto)

Filo: Artrópodo
Clase: Insecta
Orden: Diptera
Familia: Calliphoridae
Género: Lucilia Adulto

Especie: L. sericata
Pupas Larvas

Basándonos en las observaciones de Frausto y Trejo (2009), el ciclo de vida de esta


mosca dura aproximadamente de 3 semanas a 2 meses, dependiendo de la temperatura y
la humedad. Al igual que los insectos con metamorfosis completas, comprende cuatro
estadios: huevo, etapa larval, pupa y etapa adulta. Los huevos a temperaturas
comprendidas entre 21-27ºC pueden tardar en eclosionar entre 21-18 h respectivamente.
El desarrollo larvario requiere entre cuatro y tres días, mientras que el desarrollo pupal
entre diez y siete días a las temperaturas de 21ºC y 27ºC, tras lo cual surge la mosca
adulta (Anderson, 2000).
Es una mosca de hábitos alimenticios necrófagos y una de las especies
predominantes en la fauna cadavérica. Uno de sus rasgos visuales más característicos es
la presencia de una coloración metálica verde botella en el abdomen.

En cuanto a su valor nutritivo, no hemos encontrado resultados previos sobre


composición en aminoácidos o ácidos grasos, solamente Yehuda et al. (2011)
informaron de su composición proximal, destacando el porcentaje en proteína seguido
de la grasa y carbohidratos como sus contenidos más importantes (Tabla 10).

  45  
Tabla 10. Composición proximal (%) de L. sericata (Yehuda et al., 2011).

Materia seca Humedad Cenizas Carbohidratos Grasa Proteína


Larvas 28,0 60,0 1,3 3,0 9,1 14,5
Pupas 23,3 77,0 1,8 2,6 5,5 13,4

Para la cría en masa de la mosca verde bajo condiciones de laboratorio, generalmente,


se emplean tejidos orgánicos que al descomponerse producen malos olores y
contaminación, lo cual, hace necesario implementar dietas sintéticas que los disminuyan.
Actualmente se está llevando a cabo diferentes estudios para establecer un sustrato
alimenticio eficaz para el desarrollo biológico y el mantenimiento de la especie en
condiciones de laboratorio (Pinilla et al., 2010). De esta manera, no se presentan
dificultades para el medio ambiente, ni para la salud de los investigadores,
disponiéndose así de un óptimo sustrato para el desarrollo continuo del ciclo biológico
de la especie. Así mismo, cuando se utilizan huevos de esta especie por hembras
alimentadas con dietas artificiales y con menor carga de microorganismos en su
ambiente, las larvas que eclosionan, previo tratamiento aséptico de la superficie de los
huevos, estarán libres de agentes microbianos y pueden ser empleadas en terapia larval
(en biocirugía: utilización de las larvas para la curación de heridas crónicas) con menos
riesgos para la salud de los pacientes (Pinilla et al., 2010).

La bibliografía sobre experiencias de alimentación de peces con mosca verde es


inexistente. Sin embargo, si constan referencias de la utilización de este en la
bioconversión de desechos de alimentos procedentes de pollo y pescado (Yehuda et al.,
2011), en las que se señaló con especial interés como las larvas de mosca y sus
subproductos se podrían utilizar beneficiosamente como un suplemento para la
alimentación de los animales para la industria de las aves de corral y peces, con la
ventaja añadida de la reducción de la cantidad de residuos.

  46  
1.5. Alimentación y Nutrición de Peces

Dados los elevados costes que suponen la alimentación en el cultivo intensivo de


peces, el piscicultor busca obtener el máximo rendimiento de la explotación mediante
unos índices de conversión del alimento ingerido (pienso) en kilos de animal producido
lo más bajos posibles y con la mayor calidad en el producto final para consumo humano.
Por este motivo, la evaluación previa de los ingredientes utilizados en la alimentación es
esencial.
La habilidad de los peces para emplear los nutrientes a partir de nuevos ingredientes
a prueba, o definir factores que interfieran en el proceso, es quizás la parte más
compleja y variable en la evaluación del ingrediente. Es crucial discriminar los efectos
metabólicos y de crecimiento en el consumo del alimento a partir de los efectos en la
utilización de los nutrientes desde sus ingredientes (Glencross et al., 2007). Es clave la
caracterización en nutrientes, pero también su palatabilidad, digestibilidad, utilización y
funcionalidad (Glencross et al., 2007).

1.5.1. Importancia de la proteína en la dieta de los peces

Las proteínas son macromoléculas con función energética y plástica, constituidas por
la unión de aminoácidos. Existen más de 80 aminoácidos, aunque solo unos 20 se
encuentran con frecuencia como componentes de las proteínas. Existen muchas
combinaciones posibles de los mismos y son su longitud y secuencia en la cadena las
que otorgan a cada proteína su confirmación, funciones y propiedades específicas.
La mayoría de los aminoácidos del cuerpo de los peces aparecen como
constituyentes de proteínas y los relativamente pequeños “pools” de aminoácidos libres
derivan de dos fuentes principales, la dieta y el catabolismo de proteínas corporales que
están en un “turnover” constante (Walton, 1987). Sin embargo, el catabolismo de
proteínas tisulares aporta, en los peces, menos del 50% de los aminoácidos de los “pools”
precursores (Cowey y Luquet, 1983) en comparación con valores del 70-80% en ratas
(Millward et al., 1976), por lo que los peces parecen depender más de las fuentes
proteicas dietarias que los mamíferos para este fin.
En comparación con vertebrados terrestres de interés ganadero, peces y crustáceos
necesitan dietas de alto contenido en proteína para garantizar el máximo crecimiento.

  47  
Sin embargo, Tacon y Cowey (1985) y, posteriormente, Bowen (1987), expresando las
necesidades de proteína en términos de ingesta absoluta (mg/g peso corporal/día)
evidenciaron que lo que parecen altas necesidades de proteína son realmente bajas
necesidades calóricas (debido al carácter ectotermo de los peces) y el uso preferencial
de la proteína dietética sobre los carbohidratos como fuente energética (Cowey, 1975).
En consecuencia, el contenido proteico relativo de la dieta es más alto en dietas para
peces y crustáceos en comparación con homeotermos terrestres de interés económico,
pero en términos de ingesta absoluta se traduce en unas necesidades de proteína e
índices de conversión de proteína similares (de la Higuera y Cardenete, 1993).

Debido a todo lo anterior, la proteína incluida en las dietas para peces es esencial y
se necesita para proveer una mezcla adecuada de aminoácidos, para satisfacer sus
necesidades de síntesis de proteínas (las proteínas son el componente fundamental, 65-
70%, del peso de la materia seca de los peces), y de otros compuestos de importancia
bioquímica (enzimas, hormonas, neurotransmisores, etc.) (Walton, 1987), además de
proporcionarles una considerable fuente catabólica de energía (Atherton y Aitken, 1970,
Cowey, 1975, 1980).

Por otro lado, los efectos principales derivados del incremento de la proteína en la
dieta para peces son aumentos en la concentración de aminoácidos corporales,
excreción de amoniaco, síntesis de proteína, actividad de los enzimas gluconeogénicos y
descenso de la actividad de los enzimas glucolíticos (Walton, 1987). El efecto sobre la
actividad de las enzimas catabolizantes de aminoácidos es mínimo, lo cuál contrasta
ampliamente con los mamíferos, donde si causan modificaciones notables (Aebi y
Berger, 1980).

  48  
1.5.1.1. Necesidades de aminoácidos

Las necesidades proteicas, estudiadas como la mínima cantidad de proteína necesaria


para conseguir un máximo crecimiento, son, realmente, la suma de las necesidades de
aminoácidos esenciales y no esenciales, constituyendo, en conjunto, un patrón
específico y cuantitativamente adecuado a una síntesis proteica eficaz (Tabla 11), en
coordenadas de tiempo que son función del diseño y administración de la dieta (de la
Higuera y Cardenete, 1993).

Tabla 11. Lista de los aminoácidos más comunes en peces (Li et al., 2009).

EAA NEAA Condicionales


Arginina Alanina Cisteína
Histidina Asparagina Glutamina
Isoleucina Aspartato Hidroxiprolina
Leucina Glutamato Prolina
Lisina Glicina Taurina
Metionina Serina
Fenilalanina Tirosina
Treonina
Triptófano
Valina
EAA: Essential Amino Acid (aminoácido esencial), no pueden ser producidos
en cantidades significativas por el animal.
NEAA: NonEssential Amino Acid (aminoácido no esencial).
Condicionales: aminoácidos que deben ser suministrados en la dieta bajo
condiciones donde las tasas de utilización son mayores que las de síntesis.

La caracterización de nuevas fuentes de proteína alternativas y el establecimiento de


las necesidades dietéticas óptimas de aminoácidos han sido un foco importante de
investigación en peces. Como se ha comentado ya anteriormente, debido al balance de
EAA/NEAA de la harina de pescado, ésta es considerada la fuente de proteína ideal
para la elaboración de piensos en alimentación de animales acuáticos, a pesar del
estancamiento de la producción a nivel mundial, su variabilidad estacional y geográfica
en calidad y composición, y la preocupación como vector de contaminación (Trushenski
et al., 2006)

Los aminoácidos desempeñan funciones importantes y versátiles en el metabolismo y


la nutrición de los peces. Nuevas pruebas de estudios realizados muestran su

  49  
importancia en la regulación metabólica de vías clave que son cruciales para el
mantenimiento, crecimiento, reproducción y la respuesta inmune entre otros (Li et al.,
2009). Estas funciones incluyen la señalización celular (arginina, glutamina, leucina y
prolina); estimulación del apetito (alanina, glutamato, prolina y serina); crecimiento y
regulación del desarrollo (arginina, glutamina, hidroxiprolina y leucina); utilización de
la energía (carnitina -amina sintetizada a partir de aminoácidos esenciales-); inmunidad
(arginina, glutamina y la dopamina); osmorregulación (glicina, taurina, b-alanina y
arginina); desintoxicación de amoníaco (glutamato, glutamina y citrulina); defensa
antioxidante (glutatión, cisteína, glutamina, glicina y taurina); metamorfosis (tirosina);
la pigmentación (tirosina); desarrollo del intestino (taurina, glutamina, arginina y
treonina); el desarrollo neuronal (arginina y taurina); respuestas de estrés (triptófano,
serotonina, aminoácidos de cadena ramificada y glutamina); reproducción (poliaminas,
arginina, melatonina e hidroxiprolina); y la supresión de la conducta agresiva
(triptófano y serotonina) en los animales acuáticos. Además, ciertos aminoácidos
(glutamato, histidina, y glicina) influyen en el sabor, textura, e incluso en la calidad
post-mortem del marisco (Li et al., 2009).

Los principales síntomas de deficiencia de aminoácidos esenciales en la dieta se


manifiestan, por lo general, con una pérdida de apetito, reducción del crecimiento,
índices de conversión bajos y menor actividad (de la Higuera y Cardenete, 1993).
Algunos aminoácidos como metionina, lisina, o triptófano pueden presentar cuadros
patológicos, más o menos específicos, que no siempre manifiestan la misma
sintomatología en especies distintas. Además, la evidencia experimental apunta a la
posible existencia de antagonismos entre ciertos aminoácidos como lisina y arginina y
entre leucina, isoleucina y valina (de la Higuera y Cardenete, 1993). Se ha comprobado
en el pez gato (Robinson et al., 1984), el salmón (Chance et al., 1964), bagre (Wilson et
al., 1980) y trucha de lago (Harper et al., 1970, Hughes y Rumsey, 1983) entre otros. Se
ha comprobado como la deficiencia dietaria de triptófano produce deformaciones en la
espina dorsal (escoliosis) en los salmónidos (Kloppel and Post, 1975, Mertz, 1972) pero
no en el pez gato (Wilson et al., 1978). Por medio de exámenes histológicos Klopplel y
Post (1975) observaron depósitos calcáreos en los riñones de trucha arco iris deficientes
en triptófano que fueron observados también por Walton et al. (1984) con contenidos
crecientes de sodio y potasio en hígado y riñón. La deficiencia de metionina llega a
inducir la formación de cataratas en salmón (Poston et al., 1977) y trucha arco iris (Page,

  50  
1978). Y la deficiencia de lisina puede afectar a la formación del colágeno, lo que se
traduce en ulceraciones de la aleta caudal con pérdida de las mismas en la trucha arco
iris y no en salmón (Ketola, 1983).

Los suplementos dietéticos de aminoácidos, derivados de su metabolismo, o una


combinación de los dos, pueden proporcionar nuevas estrategias para desarrollar
alimentos equilibrados que pueden compensar los impactos ambientales sobre los
animales de acuicultura, mejorar el rendimiento del crecimiento, y la rentabilidad de la
industria. Pruebas concluyentes demuestra que los suplementos dietéticos de L-lisina
HCl, DL-metionina, treonina y triptófano para compensar sus deficiencias en la
alimentación con piensos procedentes de harinas vegetales, es altamente rentable para
muchas especies de peces (Li et al., 2009). Por otro lado, estos suplementos deben de
estar bien equilibrados. Todd et al. (1967) examinaron los efectos derivados de una
alimentación con exceso de glicina cristalina en la dieta de la trucha arco iris
observando a niveles del 10% sobre la dieta control efectos en un aumento de los
índices hepatosomáticos y en los niveles de glucógeno en el hígado. Diversos estudios
(Walton et al., 1982, 1984) han demostrado el incremento del nivel de glucógeno en el
hígado de peces alimentados con dietas que contenían proporciones considerables de
aminoácidos cristalinos.

Finalmente, un aspecto práctico de notable interés, cuando se trata de ajustar la


proteína de la dieta a las necesidades de una especie, es la capacidad de algunos
aminoácidos esenciales de ser sustituidos parcialmente por aminoácidos no esenciales.
Esto permite no desestimar una fuente proteica por ser deficiente en un aminoácido de
esencialidad parcial, sin considerar la suma del no esencial que lo sustituye. Este   es el
caso de los azufrados metionina y cistina y de los aromáticos fenilalanina y tirosina (de
la Higuera y Cardenete, 1993). La posibilidad de sustitución de metionina por cistina,
en términos equimoleculares de azufre es de hasta el 60% en el bagre (Harding et al.,
1977), del 58% en la trucha arco iris (Kim et al., 1992), del 50% en el salmón (NRC,
1983) y tilapia (Santiago y Lovell, 1988) y del 43,5% en lubina (Thebault, 1983). En el
caso de los aromáticos, la esencialidad de la fenilalanina puede sustituirse parcialmente
por tirosina hasta un 50% para el bagre (Borlongan, 1992), 40-50% en tilapia (Santiago
y Lovell, 1988), 46% en Chanos (Ravi y Devaraj, 1991) y un 40% en catla (Ravi y
Devaraj, 1991).

  51  
1.5.1.2. La proteína como fuente de energía en peces

En el contexto del estudio del metabolismo, resulta de capital importancia la


regulación del metabolismo energético en conexión con las transformaciones de
compuestos, tales como hidratos de carbono, grasas y proteínas. Estos conocimientos
metabólicos ayudan a una mejor adaptación de las dietas a las diferentes condiciones
ambientales, lo que reviste gran importancia en estos animales dado su carácter
ectotermo (Ruiz Amil et al., 1987).
La mayoría de las vías principales del metabolismo de la proteína y los aminoácidos
son básicamente similares en todas las especies de animales. Sin embargo, a diferencia
de otros animales, los peces necesitan altos niveles de energía para la respiración y
osmoregulación que son cubiertos principalmente con lípidos y proteínas (Walton,
1987). A diferencia de los mamíferos, los peces, por lo general, no hacen un buen uso
de los hidratos de carbono en la dieta debido a sus limitaciones en la digestibilidad de
los mismos (Phillips y Brockway, 1959, Singh y Nose, 1967) y a la mala regulación de
los niveles de glucosa en sangre (Cowey et al., 1977, Palmer y Ryman, 1972). Además,
los peces pueden obtener la glucosa que necesitan mediante síntesis (gluco-neogénesis)
a partir de aminoácidos y ácidos grasos precursores.
Por tanto, paralelamente a intentar conseguir las mejores condiciones de síntesis
proteica, se debe minimizar el destino energético de los aminoácidos a través de un
ajuste, a la baja, de la óptima relación proteína/energía, en la que los lípidos e hidratos
de carbono juegan un papel fundamental (de la Higuera y Cardenete, 1993).

1.5.2. Importancia de los ácidos grasos en la dieta de los peces

Uno de los aspectos más importantes, tanto desde el punto de vista del desarrollo del
pez (en términos de crecimiento y supervivencia) como de su calidad final para el
consumo humano, es el perfil lipídico de la dieta que ingieren, especialmente el
contenido en EFAs.
Los EFAs desempeñan un papel fundamental en la estructura de las membranas y el
control de la actividad celular, además de ser precursores de eicosanoides, componentes
biológicamente muy activos que participan como mediadores para el sistema nervioso
central, los eventos de la inflamación y de la respuesta inmune (Tocher, 2003). Estos

  52  
Los estudios realizados hasta ahora muestran amplia convergencia entre las
actividades digestivas en los teleósteos adultos y las existentes en los vertebrados
superiores, lo que sugiere que el equipamiento enzimático es, en gran parte, análogo.
Aún así, la morfología del tracto digestivo de los peces es muy variable, ilustrando la
diversidad de regímenes alimentarios y modos de vida de estos (Hidalgo y Alliot, 1987).
Las especies herbívoras poseen un tubo digestivo relativamente más largo que el de las
especies carnívoras, lo que incrementa el tiempo de acción de los fermentos digestivos.
No obstante, los carnívoros presentan un gran desarrollo de la superficie intestinal,
cargada de enzimas proteolíticas adheridas a ella, lo cual aumenta el rendimiento
digestivo de sus, relativamente cortos, tubos digestivos (Kuz'mina, 1978).
Por otro lado, el tipo, la calidad y la cantidad de macronutrientes contenidos en el
alimento pueden alterar el perfil y la actividad enzimática del tracto digestivo de los
peces (Bazaz y Keshavanath, 1993, Denath et al., 2007, Kawai y Ikeda, 1972); desde
hace tiempo se ha relacionado el régimen alimentario y el nivel de actividad de tal o
cual grupo de enzimas según se trate de regímenes predominantemente proteicos o por
el contrario glucídicos, y la existencia de enzimas particulares tales como las quitinasas
y laminarinasas parecen directamente estar ligadas a regímenes alimentarios particulares
(Goodrich y Morita, 1977, Hidalgo y Alliot, 1987).

1.5.3.1. Secreciones digestivas con actividad proteasa

El análisis de las proteasas digestivas es esencial para poder entender los procesos de
digestión y la capacidad digestiva de cualquier pez cuando se producen cambios
nutricionales en su alimentación (Sunde et al., 2004). Las proteasas digestivas suelen
ser utilizadas frecuentemente como indicadores de la calidad de la proteína y de los
lípidos dietarios, incluso llegando a estar sus niveles de actividad correlacionadas con el
crecimiento de los peces (Gangadhara et al., 1997, Hidalgo et al., 1999, Mohanta et al.,
2008, Santigosa et al., 2008, Uys y Hecht, 1987).

En los peces con estómago, como la dorada, la digestión de las proteínas comienza
con la acción de la pepsina en medio ácido y continúa gracias a las proteasas y
peptidasas pancreáticas e intestinales. En los peces agastros (sin estómago) estas últimas
serían las únicas responsables de la degradación de la proteína que estaría caracterizada

  54  
por la ausencia de proteólisis en medio ácido (Hidalgo y Alliot, 1987). Por lo general,
en el intestino anterior y medio tiene lugar la mayor parte de la digestión química y la
absorción de los nutrientes (Zamora y Cruz, 2009).
Dependiendo del nivel de proteína en la dieta, específico de los distintos regímenes
dietarios de los peces, podría pensarse que la actividad enzimática proteolítica fuese
mayor en los carnívoros, sin embargo existen controversias acerca de este hecho (Sanz,
1995). Así Kuz’mina y Kuz’mina (1990) no observan diferencias en la actividad
proteásica de 11 especies de peces pertenecientes a grupos taxonómicos y ecológicos
diferentes. Dichos datos están de acuerdo con que la actividad proteásica es menos
dependiente del régimen alimentario que la actividad carbohidrasa (Al-Hussaini, 1949,
Fish, 1969, Kitamicado y Tachino, 1961, Vonk, 1937). Por otra parte, Hofer y Schiemer
(1981), encontraron que la actividad específica proteolítica es más baja en herbívoros
que en carnívoros y omnívoros, y se halla negativamente correlacionada con la longitud
del intestino, pero sin embargo, el tiempo de exposición del alimento ingerido a las
enzimas proteolíticas incrementa con la longitud del intestino, resultando una digestión
proteolítica más intensa en peces herbívoros. Finalmente, numerosos investigadores han
encontrado adaptación de las enzimas proteolíticas a la dieta para una misma especie,
incrementado la actividad a medida que aumenta el nivel de proteína en el alimento
(Dabroswski y Glogowski, 1977, Don Stevens y McLeese, 1988, Hofer y Schiemer,
1981, Kawai y Ikeda, 1972, Krogdahl et al., 2005, Peres y Oliva-Teles, 1999,
Shcherbina et al., 1976) o cambia el origen de la proteína suministrada (García-Meilán
et al., 2013, Haard et al., 1996, Santigosa et al., 2008). Algunos autores han observado
como el incremento de los niveles de proteína estimulaban la secreción pancreática de
tripsina en salmón del Atlántico (Krogdahl et al., 2005) y lubina (Habib et al., 1994).
En dorada este mismo hecho también fue observado (García-Meilán et al., 2013),
aunque en esta experiencia se relacionó la menor actividad proteasa total con el menor
porcentaje en proteína y una mayor presencia de lípidos en la dieta, tal y como había
sido determinado previamente por otros autores (Fountoulaki et al., 2005, Murashita et
al., 2008). Por otro lado, el uso de ingredientes vegetales como fuente proteica en
alimentos acuícolas se ha relacionado con una disminución de la actividad proteasas de
origen pancreático en salmón coho (Oncorhynchus kisuch) (Haard et al., 1996) y en la
dorada y la trucha arco iris (Santigosa et al., 2008). El porcentaje de inclusión de soja en
las dietas también ha sido relacionado con un decrecimiento en viabilidad de la proteína
y la energía, debido a que la actividad de la tripsina es altamente sensible a los

  55  
inhibidores de proteasa procedentes de las plantas (Krogdahl et al., 1994, Sandholm et
al., 1976).

1.5.4. Influencia de la dieta

Los peces cultivados deben ser alimentados con piensos provistos de una
composición apropiada de nutrientes: proteína, grasa, carbohidratos, minerales y
vitaminas. La proporción y fuente de dichos nutrientes incidirán en la tasa de
crecimiento, la calidad nutricional final del pescado y algunos aspectos organolépticos
como su sabor, olor, textura, así como el bienestar del animal (Zamora y Cruz, 2009).

1.5.4.1. Efectos en el estrés oxidativo

El estrés oxidativo se produce cuando la tasa de generación de las especies reactivas


del oxígeno (ROS, de sus siglas en inglés: reactive oxygen species) (radical superóxido
O2!−, peróxido de hidrógeno H2O2 y el radical hidroxilo OH!) es mayor que la de su
eliminación (Sies, 1986). Entre sus acciones deletéreas encontramos la oxidación de
proteínas, ADN y componentes esteroideos, así como peroxidación de lípidos
insaturados de las membranas celulares que dan lugar a hidroperóxidos inestables,
cuyos productos de rotura son altamente reactivos, amenazan la integridad y función
celular y, además, se descomponen en radicales libes que pueden continuar propagando
cadena de reacciones de peroxidación lipídica (Sanz et al., 2006).
En los últimos años el estrés oxidativo se ha relacionado con una amplia variedad de
procesos, enfermedades y síndromes, como mutagénesis, transformación celular y
cáncer, arteriosclerosis, ataques al corazón, enfermedades inflamatorias crónicas, estrés
fotooxidativo del ojo, desórdenes del sistema nervioso central, y una amplia variedad de
disfunciones relacionadas con la edad, existiendo, incluso teorías que lo proponen
como causa principal del envejecimiento (Harman, 1956, Sanz et al., 2006).

Por estos motivos, los animales han desarrollado un sistema de defensa antioxidante.
Así, enzimas especialmente adaptadas como la catalasa (CAT), SOD, y las enzimas
dependientes del glutatión (glutatión peroxidasa, GPX, y glutatión reductasa, GR), han
sido detectadas en varias especies (Rudneva, 1997). Junto a estas enzimas, se han

  56  
detectado antioxidantes de bajo peso molecular como carotenoides, vitaminas E, K y C,
aminoácidos, péptidos (glutatión), etc. (Sanz et al., 2006).
Muchas circunstancias generadas por la acción de agentes bióticos y/o abióticos
pueden provocar la respuesta de las defensas antioxidantes de los peces. Factores
intrínsecos al propio pez como la edad, la posición filogenética y el comportamiento
alimentario, así como factores ambientales (tipo de dieta disponible, temperatura,
oxígeno disuelto, toxinas presentes en el agua, patologías o parásitos) pueden también
incrementar o disminuir las defensas antioxidantes (Sanz et al., 2006).

En cuanto a la relación entre estrés oxidativo en peces y el tipo de dieta disponible,


los niveles de lípidos influyen en las defensas antioxidantes así como en el estado
oxidativo de los peces. Muchos estudios han puesto de manifiesto que los altos niveles
de PUFAs en la dieta aumentan la peroxidación lipídica en los tejidos de los peces y las
necesidades de vitamina E (Cowey et al., 1981, Olsen y Henderson, 1997, Stephan et al.,
1995, Tocher et al., 2002, Watanabe et al., 1981). Rueda-Jasso et al. (2004)
demostraron como dietas que contenían bajos niveles de lípidos y de almidón digestible
reducían la susceptibilidad del pez a la oxidación, pudiendo aumentar la tasa de
crecimiento. Además, se ha puesto de manifiesto en varios trabajos que algunas
vitaminas (especialmente E y C) y minerales (como por ejemplo el manganeso, cobre,
selenio y zinc) son factores nutricionales implicados en prevenir el daño de la oxidación
lipídica (Hidalgo y Alliot, 1987, Mourente et al., 2002, Parker, 1989, Powell, 2000,
Tappel, 1962, Tate et al., 1999, Thorarinsson et al., 1994). Además,

Por otro lado, los posibles cambios de las defensas antioxidantes durante periodos de
ayuno o restricción alimenticia (por distintos motivos) han sido muy poco estudiado en
peces. Se ha comprobado que la restricción parcial de alimento aumenta los niveles de
peroxidación lipídica en hígado de trucha (Hidalgo et al., 2002) y algunas enzimas
antioxidantes en lubina (Pascual et al., 2003) y el dentón (Dentex dentex) (Morales et al.,
2004). Sin embargo, todos estos parámetros volvieron a los valores de los controles tras
el retorno a las condiciones normales de alimentación.

  57  
1.5.4.2. Calidad del músculo

En las dietas utilizadas para la alimentación de peces, la proteína constituye el


principal componente, más del 50%, pero su valor productivo de proteína es sobre el
30%, por lo que una parte importante de la proteína es utilizada por el pez para obtener
glucosa y energía (Zamora y Cruz, 2009). Una sustitución parcial de proteína por otras
fuentes de energía puede ser una estrategia apropiada de alimentación, aumentado la
utilización de proteína para el crecimiento (protein sparing) (Zamora y Cruz, 2009). No
obstante, la relación entre EAA de la dieta y las concentraciones de aminoácidos libres
en los tejidos de los animales parece mantener una estrecha relación (Hansen et al.,
2007), aunque muchos otros factores pueden modificar o enmascarar esta relación. La
naturaleza o el nivel de proteína en sí, la digestibilidad o disponibilidad de los
aminoácidos componentes, así como la alimentación o los métodos de muestreo
interactúan para efectuar cambios variables en las concentraciones de los aminoácidos
libres de un tejido dado (Kaushik y Luquet, 1979).

Por otro lado, la calidad de la fuente lipídica utilizada en la dieta parece tener una
influencia más directa y rápida en el valor nutricional y la calidad del músculo de los
peces. Las grasas en la dieta son la segunda fuente principal de energía y la fuente de
ácidos grasos, pero los piensos con elevados niveles de grasa inducen un aumento del
contenido lipídico del pez y una disminución en el porcentaje de proteína (Boujard et al.,
2004, Camacho et al., 1976, Cardenete et al., 1986a,b, de la Higuera et al., 1977, Lanari
et al., 1999), cambio que se acentúa con el transcurso del tiempo (Zamora y Cruz, 2009).
Así mismo, el perfil de ácidos grasos de la dieta va a inducir cambios en el patrón
muscular (Camacho et al., 1976, Cardenete et al., 1986a,b, de la Higuera et al., 1977,
Marenco y Martín, 2005) de ácidos grasos en un periodo tan breve como el transcurso
de una semana desde el cambio de dieta (Camacho et al., 1976, Cardenete et al.,
1986a,b, de la Higuera et al., 1977), mostrando una tendencia significativa a alcanzar el
nuevo patrón de ácidos grasos (Zamora y Cruz, 2009).
Por tanto, a nivel del consumidor de pescado, la manipulación de la composición de
la dieta puede tener consecuencias muy importantes variando los preciados niveles de
EFAs en su carne. HUFAs como DHA, EPA y ARA, tienen roles bien conocidos en
muchas enfermedades humanas como la trombosis, la inflamación y la
inmunodepresión entre otras afecciones (Calder, 2007, Hossain, 2011), y ∫ los

  58  
beneficios de la ingesta en niños a partir de los seis meses de una dieta rica en ARA y
DHA para su desarrollo y prevención de enfermedades ha sido reconocida (Koletzko et
al., 2008, Lapillonne et al., 2014, Pastor et al., 2006).

1.5.5. Especies de peces estudiadas

1.5.5.1. Tilapia Del Nilo (Oreochromis niloticus)

Las tilapias son un grupo de peces de agua dulce, tropical y subtropical, de la familia
de los cíclidos, nativas de África y del Medio Oriente.
Tilapia del Nilo (Figura IV) es un pez de hábitos alimentarios omnívoros, que
consume larvas de insectos en su hábitat natural además de algas, plancton y bacterias.
Destaca por su adaptabilidad a una gama amplia de ambientes, elevada resistencia a las
enfermedades y elevada productividad.

Clase: Osteíctios. Figura IV. O. niloticus.

Superorden: Acanthopterygii
Orden: Perciformes
Familia: Cichlidae.
Género: Oreochromis
Especie: O. niloticus

Debido a sus características biológicas, su producción es importante en todo el


mundo, comercializándose tanto en fresco como congelada, y constituyendo uno de los
grupos de peces cultivados más importante, tras las especies de carpa y salmón
(Vásquez, 2011).

Los resultados sobre los estudios de los diferentes requerimientos de proteína en los
cultivos de tilapia se muestran en la tabla 12.

  59  
Tabla 12. Requerimientos de proteína en la dieta de tilapia (Jauncey, 2000).

Peso aproximado (g) Contenido óptimo de proteína (% dieta)


Alevines < 0,5 30-56
0,5-10,0 30-40
10,1-30,0 25-30
> 30,0 25-31

Además, se han identificado 10 EAA para tilapia del Nilo (Santiago et al., 1982) que
deben ser incluidos en la dieta (Tabla 13) y encontrarse en una proporción relativa
correcta con el fin de que la síntesis proteica in vivo pueda ocurrir (Jauncey, 2000).

Tabla 13. Aminoácidos esenciales en dieta para tilapia (% proteína) (Santiago, 1986).

Aminoácidos Requerimientos (% proteína)


Arginina 4,2
Histidina 1,7
Isoleucina 3,1
Leucina 3,4
Lisina 5,1
Metionina 2,7
Fenilanina 3,8
Treonina 3,8
Triptófano 1,0
Valina 2,8

En cuanto a la digestibilidad de las diferentes fuentes de proteína utilizadas en la


alimentación de tilapia para su producción a nivel comercial, se ha comprobado que la
harina de camarón presenta los mayores porcentajes de digestibilidad (87 y 99,4%)
frente al salvado de trigo (20%,) la semilla de algodón (31%) o la comúnmente utilizada
soja (91-94%) (Jauncey, 2000).

A nivel de lípidos, para optimizar la utilización de la proteína en el pienso Jauncey


(2000) recomienda para tilapias un nivel de inclusión entre un 6% y un 12%, y
Rodríguez et al. (2009) indican que entre un 10-20% de lípidos, expresados en peso
seco de la dieta, aseguran un uso eficiente de la proteína para crecimiento sin generar, al
mismo tiempo, un exceso de deposición de grasa en los tejidos del pez.
 

  60  
Por otro lado, las deficiencias de EFAs en tilapia, pueden producir disminución del
crecimiento, inapetencia, problemas en la salud del pez (erosión de las aletas), hígado
graso y/o respuestas erráticas y pronunciadas a cualquier impacto en el ambiente o por
manejo (Tacon, 1985). Olsen et al. (1990) demostraron que tilapia del Nilo puede
alargar la cadena y desaturar tanto el LA como ALA a HUFAs como ARA, EPA y
DHA, sin embargo, dicha capacidad, en tilapia del Nilo, tiene lugar de forma muy lenta
(Diana et al., 2012). Por este motivo y debido a que la carne de tilapia con altos niveles
de PUFAs es más popular entre los consumidores, por los beneficios que aporta para la
salud y a que el ser humano tiene muy poca capacidad para sintetizarlos por si mismo
(Emkem et al., 1994), aunque esta especie de pez no necesita PUFAs adicionales en su
dieta (Kanazawa et al., 1980, Takeuchi y Watanabe, 1983), estos suelen incluirse en el
pienso. En este sentido, Al-Souti et al. (2012) comprobaron como dietas que contenían
aceite de hígado de bacalao en contraste con dietas suplementadas con aceite de maíz
mejoraban el perfil lipídico de PUFAs de la serie n-3 en el músculo de tilapia roja
híbridas.

1.5.5.2. Dorada (Sparus aurata)

Las doradas (Figura V) forman un grupo homogéneo caracterizado por presentar un


cuerpo alto, ovalado y comprimido, recubierto e grandes escamas y con una viva
coloración.

Clase: Osteíctios Figura V. S. aurata.

Superorden: Teleósteos
Orden: Perciformes
Familia: Sparidae
Género: Sparus
Especie: S. aurata

La dorada se distribuye naturalmente por las costas orientales del océano Atlántico,
desde Gran Bretaña hasta Cabo Verde, y por todo el mar Mediterráneo donde es muy
común, extendiéndose también por el Mar Negro y el Mar Rojo (Bauchot y Haureau,
1986, Suau y López, 1976). Es una especie euriterma (límites de tolerancia 10-33ºC) y

  61  
eurihalina (soporta variaciones de salinidad desde 5 hasta 44 g/l) (Audoin, 1962). Tiene
hábitos típicamente costeros, alcanzando profundidades del orden de 90 m,
normalmente en fondos rocosos y praderas de fanerógamas marinas. También se
encuentra frecuentemente en lagunas saladas y salobres con comunicación con el mar, y
en zonas salobre de la desembocadura de los ríos (García, 1995).
Es un pez de hábitos carnívoros, que se alimenta principalmente de moluscos,
crustáceos y pequeños peces, para lo que disponen de un sistema dentario constituido
por numerosos dientes puntiagudos además de un intestino, derecho y corto. Como
alimento secundario pueden citarse las algas macrófitas y los anélidos, siendo los peces
y los insectos prácticamente ocasionales (García, 1995).
Es una especie que presenta hermafroditismo proteándrico, madurando primero
como macho y después como hembra y manifestándose del primero al cuarto año de su
vida, aunque hay algunos autores que citan a un macho fluyente de 7 años (Arias, 1980,
Suau y López, 1976) y hembras con algo más del año (Chauvet, 1978).

La dorada, junto con la lubina, son las especies que más interés han despertado en
el campo de la acuicultura marina en los países mediterráneos, dado el alto precio que
alcanzan en el mercado, la viabilidad de su reproducción en cautividad, posterior cultivo
larvario y engorde hasta talla comercial, así como su alta tasa de crecimiento (García,
1995). Los centros de reproducción producen huevos y larvas a partir de individuos
reproductores en condiciones muy controladas (Vela y Ojeda, 2007).

Los resultados sobre los estudios de los diferentes requerimientos de proteína en los
cultivos de dorada se muestran en la tabla 14.

Tabla 14. Requerimientos de proteína en la dieta de dorada.

Peso aproximado (g) Requerimiento de proteína (%) Referencia


0,8-3,3 55 Vergara et al. (1996a)
3-21 40 Sabaut y Luquet (1973)
5,5-30 46 Vergara et al. (1996b)
10-64 45 Santinha et al. (1996)

  62  
Sin embargo, los datos sobre los requerimientos cuantitativos de aminoácidos
basados en estudios dosis-respuesta son muy escasos (Tabla 15).

Tabla 15. Aminoácidos esenciales en dieta para dorada (Luquet y Sabaut, 1974).

Aminoácidos Requerimientos (g/16g N)


Arginina < 2,6
Lisina 5
Metionina+Cisteína 4
Triptófano 0,6

En cuanto a los niveles óptimos de lípidos (Tabla 16), fueron establecidos entre un
15-16% cuando se usaba aceite de pescado como fuente lipídica (Vergara et al., 1996b,
Vergara y Jauncey, 1993). Además, Vergara et al. (1999) observaron en peces de mayor
tamaño que la ganancia de peso mejoraba con un incremento de lípidos en la dieta del
15 al 22%. Sin embargo, estos mismos autores también observaron que cuando se usaba
proteína procedente de harina de pescado de buena calidad en la elaboración de las
dietas para dorada, un aumento de lípidos al 28% no producía mejoras, mientras que
cuando la proteína utilizada era de una categoría estándar, para mantener el máximo
crecimiento era necesario mantener el 28% de lípidos en la dieta. Por otro lado, con el
uso de tales niveles de lípidos se han encontrado anomalías en los hepatocitos y puede
ser aconsejable no utilizarlos a largo plazo para evitar efectos adversos (Oliva et al.,
2011).

Tabla 16. Niveles óptimos de lípidos en la dieta para dorada (Oliva et al., 2011).

Nivel de proteína Nivel óptimo de


Peso aproximado (g) Referencia
probado (%) lípidos (%)
5-30 42-58 15 Vergara et al. (1996b)
46 53 16 Vergara y Jauncey (1993)
44-80 42-44 9 Marais y Kissil (1979)
42-142 47-51 21 Santinha et al. (1999)
68-400 48 22 Vergara et al. (1999)

Al contrario que las especies de agua dulce, los peces marinos no tienen las enzimas
apropiadas, o la actividad enzimática suficiente (Tocher, 2003, Tocher et al., 2008)
como para sintetizar HUFAs a partir de la elongación y desaturación de ALA o LA, por
lo que es totalmente necesaria su inclusión en las dietas (Sargent et al., 2002).

  63  
Los requerimientos de EFAs para dorada se han estimado que deben de ser del 0,9%
de HUFAs con un ratio DHA:EPA = 1 (Kalogeropoulos et al., 1992) en juveniles de 1 g
de peso, mientras que en juveniles de 11-42 g los mejores desarrollos se ha alcanzado
con un 1,9% y con un ratio DHA:EPA = 0,5 (Ibeas et al., 1994, 1996). Estos mismos
autores observaron una depresión del crecimiento cuando el ratio DHA=EPA se
incrementaba de 1 a 2. Por otro lado, Izquierdo (2005) recomendó que, para un peso
final de 460 g, en dietas para dorada con un 22% de lípidos, éstas debían de contener un
2,5% de HUFAs, y que un 1,8% era insuficiente para mantener el óptimo crecimiento.
Estas diferencias se podrían relacionar con el tamaño de los animales, además también
se sabe que los requisitos cuantitativos de EFAs no son necesariamente valores
absolutos y pueden ser dependientes del nivel total de lípidos de la dieta (Oliva et al.,
2011).
En cuanto a los requerimientos de ARA en dorada, muy pocos estudios han sido
llevados a cabo, al contrario que para EPA o DHA. Sin embargo, se ha mostrado como
las poblaciones salvajes de dorada y lubina poseen unos niveles mayores de ARA en su
tejido que las acuicultivadas (Alexis, 1997). ARA es probable que sea requerido en
pequeñas cantidades, debido a la naturaleza de su papel fisiológico en la regulación y
que se contrasta con los marcados requerimientos, relativamente altos, de DHA y EPA,
necesarios para la función y estructura de las membranas; además, la contribución de
ARA para el crecimiento y la supervivencia puede ser enmascarada si otros niveles de
EFAs son subóptimos (Koven et al., 2001).

  64  
2. OBJETIVOS

  65  
El objetivo fundamental de esta Tesis es la evaluación del potencial nutritivo de las
harinas procedentes de diferentes especies de insectos como alternativa a la harina de
pescado en la alimentación de dos especies acuicultivadas, tilapia del Nilo y dorada.

En particular, este objetivo fundamental se ha desarrollado en varios objetivos


parciales que han conformado el diseño experimental de la presente Tesis:

1.- Estudiar el valor nutritivo de varias especies de insectos y establecer las más
adecuadas para la alimentación de peces, utilizando como patrón la harina de pescado y
la harina de hoja.

2.- Valorar la capacidad de sustituir la harina de pescado y de soja por la harina del
gusano de la harina en la alimentación de tilapia.

3.- Estudio del efecto de la alimentación temprana con dietas basadas en la harina de
tenebrio en juveniles de tilapia.

4.- Evaluar como afecta la inclusión de harina de insectos en el perfil de ácidos


grasos en el músculo del pez.

  66  
3. CAPÍTULOS EXPERIMENTALES

  67  
Aquaculture 422–423 (2014) 193–201

Contents lists available at ScienceDirect

Aquaculture
journal homepage: www.elsevier.com/locate/aqua-online

The potential of various insect species for use as food for fish
Fernando G. Barroso a,⁎, Carolina de Haro a, María-José Sánchez-Muros a, Elena Venegas b,
Anabel Martínez-Sánchez c, Celeste Pérez-Bañón c
a
Department of Applied Biology, University of Almería, Almería, Spain
b
Food Technology Division, University of Almería, Almería, Spain
c
Instituto Universitario CIBIO, University of Alicante, Alicante, Spain

a r t i c l e i n f o a b s t r a c t

Article history: Due to the expansion of aquaculture and the limited resources available from the sea, it is necessary to find
Received 18 June 2013 substitutes for fish meal for use in aquaculture. We believe that the use of insect meals as an alternative source
Received in revised form 11 December 2013 of animal protein may be an option. To use insects for this purpose, it is necessary to determine the nutritive
Accepted 12 December 2013
characteristics of these insects. To determinate the potential of insects as a substitute for fish meal in fish food
Available online 22 December 2013
used in aquaculture, we examined 16 different species, 5 of them as different stage of development, of the orders
Keywords:
Coleoptera (4), Diptera (7) and Orthoptera (5). The insect analysed have a higher proportion of fat and less
Fish nutrition protein than fish meal. With the exceptions of histidine, threonine and lysine, the insects present an amino
Alternative feed acid profile similar to fish meal, with Diptera b being the most similar group to fish meal. However, the fatty
Insects meal acid content of insects is very different from that of fish meal which is rich in n-3, especially 14% EPA, 16%
Fish meal DHA, practically absent in insects. The insects have higher ratios of omega 6 and monounsaturated fat.
Amino acids © 2013 Elsevier B.V. All rights reserved.
Fatty acid

1. Introduction in 2005 to US $2000/metric ton in June 2010, and this trend is likely to
continue (International Monetary Fund, 2010).
Fish have been a key source of food for humans (Ayoola, 2010), but The present shortage of fish meal motivates researchers to seek new
the global catch of wild fish declined approximately 3% from 2004 to protein sources with nutritional values similar to fish meal, in particular
2009 at a rate of 0.5% per year (FAO, 2010). Currently, aquaculture is those with similar contents of the essential amino acids, phospholipids,
playing an essential role in the seafood market, meeting the demand and fatty acids (docosahexaenoic acid and eicosapentaenoic acid) that
for fish that cannot be met with the wild catch. As a consequence, in promote optimum development, growth, and reproduction (Ayoola,
recent years (from 2004 to 2009), aquaculture production has grown 2010), which would allow aquaculture production to remain economi-
by 32%, a growth rate of approximately 5.6% per year (FAO, 2010). cally and environmentally sustainable over the long term.
Fishmeal is one of the major components of the feed used in aqua- From vegetable sources, soybean meal is the best available vegetable
culture. It is generally added to animal diets to increase feed efficiency protein source in terms of protein content and EAA profile. However, it
and animal growth through better feed palatability; it also enhances is potentially limiting in sulphur-containing amino acids (methionine
the uptake, digestion, and absorption of nutrients (Mile and Chapman, and cysteine) and contains some antinutrient substances such as trypsin
2006). It is estimated that approximately 30% of the total fish catch is inhibitor, haemagglutinin, and antivitamins (Tacon, 1993).
converted to fish meal and fish oil for use in animal and fish feeds Regarding sources of animal origin mostly of them are forbidden by
(Ogunji et al., 2006). prescription of food security, which have made more urgent the search
The percentage of fish meal that is used for aquaculture feeds has in- for alternatives to fish meal in aquaculture diets (Ogunji, 2004).
creased from 10% in 1988 to approximately 45% in 2002. The increasing Edible insects are a natural renewable resource used as food by
global demand for and decreasing availability of fish meal has led to humans (Ramos-Elorduy and Conconi, 1994). Since ancient times,
sharp increases in the price of fish meal, and hence, the cost of aquacul- insects have been one alternative protein source used to compensate
ture production has increased as well (Ayoola, 2010). The price of for the periodic or seasonal scarcity of other sources (Ramos‐Elorduy,
producing fish through aquaculture has risen from US $600/metric ton 1997). The most existing studies have focused on the insects that have
played an important role in human nutrition in Africa, Asia, and Latin
America. Thus, we can highlight the studies conducted in Nigeria
(Akinnawo and Ketiku, 2000; Banjo et al., 2006), Mexico (Ramos‐
⁎ Corresponding author at: Department of Applied Biology, E.S.I. University of Almería,
Carretera de Sacramento s/n, 04120 Almería, Spain. Tel.: +34 950015918; fax: + 34
Elorduy, 1997; Ramos-Elorduy and Conconi, 1994; Ramos-Elorduy
950015476. et al., 1997, 2006), Thailand (Yhoung‐Aree et al., 1997) and Zaire
E-mail address: fbarroso@ual.es (F.G. Barroso). (Kitsa, 1989).

0044-8486/$ – see front matter © 2013 Elsevier B.V. All rights reserved.
http://dx.doi.org/10.1016/j.aquaculture.2013.12.024
194 F.G. Barroso et al. / Aquaculture 422–423 (2014) 193–201

Although insects began to be evaluated as a potential foodstuff for 2.2.2. Determination of amino acid profile
animals 40 years ago (Calvert et al., 1969; Hale, 1973; Ichhponani and The amino acid profile was determined after hydrolysing the sample
Malik, 1971; Newton et al., 1977; Phelps et al., 1975; Teotia and Miller, with 6 N HCl for 22 h at 110 °C, followed by a sequence of filtering,
1974), the incorporation of insects into fish feed has not received much derivatisation, and separation in a gas chromatograph. Tryptophan
attention until recently (Ogunji et al., 2006). In the last 10 years there was not determined.
have been several studies of feeding experiments performed in vivo
with diets based on insect meal in Clarias anguillaris (Achionye-Nzeh
2.2.3. Analysis of fatty acids
and Ngwudo, 2003), Clarias gariepinus (Alegbeleye et al., 2012; Aniebo
For the FA analyses, all samples were transmethylated following the
et al., 2011; Fasakin et al., 2003), Orcorhychus mykiss (Sealey et al.,
method of Lepage and Roy (1984) with the minor modifications of
2011; St-Hilaire et al., 2007) Oreochromis niloticus (de Haro et al.,
Venegas-Venegas et al. (2011): for each sample, 1 ml of freshly
2011a,b,c,d,e; Ogunji et al., 2006, 2008) and Psetta maxima (Kroeckel
prepared transesterification reagents (methanol/acetyl chloride, 20:1,
et al., 2012). In general, percentages of substitution higher than 30%
v/v) was added to 50 mg of freeze-dried insect meal in a glass tube
decreased the growth depending on the fish and insect species.
along with 100 μl of a solution of internal standard (heptadecanoic
From the nutritional point of view, depending on species and/or
acid 17:0, 10 mg/ml). The tubes were shaken and then placed in a hot
stage, insects are rich in protein and lipids, nevertheless the presence
block (100 °C, 30 min). Next, the mixture was cooled to room temper-
of chitin a priori indicates a negative characteristic. However, chitin
ature, and 1 ml of distilled water was added to each tube. The samples
also is present in crustacean, which are widely consumed by fish.
were shaken again and centrifuged (3,000 rpm, 3 min). The upper
To evaluate the potential of insects, it is necessary to consider other
hexane phase was collected for GLC analysis.
advantages such as environmental benefits; the insects can be fed with
The resulting FA methyl esters (FAMEs) were analysed in a Focus
waste generated by humans, having an important role in recycling
GLC (Thermo Electron, Cambridge, UK) equipped with a flame injection
materials in the terrestrial biosphere (Katayama et al., 2008). The
detector (FID) and an Omegawax 250 capillary column (30 m 9
great diversity of insect species (70–75% of animal species), from
0.25 mm i. d. 9 0.25 lm film thickness; Supelco, Bellefonte, PA, USA).
different ecosystems, with different diets and stages of development
The temperature programme was 1 min at 90 °C, heating to 200 °C at
(larval, pupa, ninpha or imago) provokes a huge variability in body
a rate of 10 °C/min, constant temperature at 200 °C (3 min), heating
composition.
to 260 °C at a rate of 6C/min and constant temperature at 260 °C
The aims of this study are: (1) to determine the nutritive valour of
(5 min). The injector temperature was 250 °C with a split ratio of
the most frequent rearing insects and some of the common species of
50:1. The injection volume was 4 μl. The detector temperature was
Almeria (Spain), and (2) to establish the most similar to fish meal.
260 °C. Nitrogen was used as the carrier gas (1 ml/min).
Total saturated, monounsaturated, polyunsaturated, n-3 and n-6
fatty acids were calculated as the sums of saturated fatty acids (ΣSFA),
2. Materials and methods
monounsaturated fatty acids (ΣMUFA), polyunsaturated fatty acids
(ΣPUFA), n-3 and n-6 fatty acids, respectively.
2.1. Sampling

The insects and stages of its development (larval, pupa, ninpha 2.3. Data analysis
or imago) studied were chosen according to the following criteria:
easy to rearing, stage with mayor biomass and low exoskeleton. To better understand the applied value of the study's results, in addi-
The wild species were chosen in terms of their availability in the tion to a descriptive approach to the nutritional value of the insects, the
environment. compositions of the insect meals were compared with the compositions
The insects used in the study were obtained from pet shops of fish meal and soybean meal.
(captivity*), reared by the research group "Bionomy, Systematic and ap- To determine the similarity between the compositions of fish meal,
plied research on insects from University of Alicante & technology- soybean meal and the different species of insects, a hierarchical cluster
based company Bioflytech (captivity **) or captured in the field close analysis was used.
to our environment (wild-rearing). Table 1 summarises the insects stud-
ied, which belong to three orders, Diptera, Orthoptera and Coleoptera.
Table 1
The nutritional contents of insects were compared with those of fish
Order, stage of developement and origin of the species of insect analised.
meal and soybean meal because they are the most common ingredients
used in aquafeed production. Order Scientific name Stage Abbreviation Origin

Coleoptera Phyllognathus excavatus Adult PeA C Free-ranging


Coleoptera Rhynchophorus ferrugineus Larvae RfL C Free-ranging
2.2. Analytical methods Coleoptera Tenebrio mollitor Larvae TmL C Captivity*
Coleoptera Zophoba morio Larvae ZmL C Captivity*
Diptera Calliphora vicina Larvae CvL D Captivity*
2.2.1. Determination of proximate composition Diptera Chrysomya megacephala Larvae (L3) CmL D Captivity**
The nutritional values obtained were derived from three replicate Diptera Chrysomya megacephala Pupae CmP D Captivity**
samples for each species of insecta, fish meal and soy meal. Moisture, Diptera Eristalis tenax Larvae (L3) EtL D Captivity**
crude protein, total lipids and ash were determined using AOAC Diptera Hermetia illucens Larvae (L5) HiL D Captivity**
Diptera Hermetia illucens Pupae HiP D Captivity**
(2005) techniques. Diptera Lucilia sericata Larvae (L3) LsL D Captivity**
The insects were sacrificed by freezing (Finke et al., 1989). All Diptera Lucilia sericata Pupae LsP D Captivity**
samples, insects, fishmeal and soy meal were lyophilised (Cryodos, Diptera Musca domestica Larvae (L3) MdL D Captivity**
Ima-Telstar, Terrassa, Spain), and ground and freezing until to be Diptera Musca domestica Pupae MdP D Captivity**
Diptera Protophormia terraenovae Larvae (L3) PtL D Captivity**
analized. Total nitrogen (N) was determined using the Kjeldahl
Diptera Protophormia terraenovae Pupae PtP D Captivity**
procedure, and crude protein was estimated as N x 6.25. Crude lipid Orthoptera Acheta domestica Adult AdA O Captivity*
was determined following the Soxhlet extraction of dried samples Orthoptera Anacridium aegyptium Adult AaA O Free-ranging
with petroleum ether. Moisture was determined after oven drying the Orthoptera Gryllus assimilis Adult GaA O Captivity*
samples at 105 °C to a constant weight. The ash was determined Orthoptera Heteracris litoralis Adult HlA O Free-ranging
Orthoptera Locusta migratoria Adult LmA O Captivity*
eliminating the organic matter at 500 °C during 12 h.
F.G. Barroso et al. / Aquaculture 422–423 (2014) 193–201 195

Clustering is a multivariate technique of grouping together rows that The lipid levels in fish meal (8.2%) and soy meal (3.0%) are lower
share similar values. Cluster analysis is an exploratory data analysis than in insects. The lipid contents of most of the insects reached 20%.
technique for solving classification problems. Its purpose is to sort the The highest values were obtained for Locusta migratoria, Musca
different food sources (fish meal, soybean meal and insect meals) into domestica larvae and Tenebrio mollitor with 30% lipids and Zophoba
groups (clusters) so that the degree of association/similarity between morio with 38.0% lipids.
members of the same cluster is stronger than the degree of associa- These insects contain between 5 and 20% of nitrogen free extract
tion/similarity between members of different clusters. Each cluster is (NFE). Only three of the species had nitrogen free extracts above 35%.
described as the class to which its members belong. This analysis NFE involve carbohydrates, sugars, starches, fibre and chitin (primarily
provides a dendrogram grouping the meals according to the distance a nitrogen-containing polysaccharide).
between them. Regarding ash, fish meal contains a higher percentage (18.0%) than
The similarities were evaluated using hierarchical cluster analysis in insect meals (except for Hermetia pupae, 19.7%) or soybean meal.
the Past (Paleontological Statistics, Version 2.17). The analysis was per- The amino acid analyses are summarised in Table 3. In general, the
formed using hierarchical option clusters based on Ward's method amino acid patterns were quite different among species.
(Ward, 1963) with standardised data. Bootstrapping has previously The dendrogram in Fig. 1 illustrates the similarity of the essential
been used to obtain confidence intervals. amino acid profiles of the insects, fish meal and soybean meal. As
Specifically, there were two cluster analyses based on different shown in Fig. 1, two major groups or cluster were formed; (1) fish
characteristics: meal and Diptera, (2) Orthoptera, soybean meal and Coleoptera. Thus,
Diptera appears to be the most similar to fish meal in terms of its
• The proportion of essential amino acids.
amino acid composition, especially the larvae of Hermetia, Musca and
• The proportion of fatty acids
Eristalis, whereas Coleoptera is the most different from fish meal in
We observed that the cluster analysis classified different insect amino acid composition. Soybean meal is closer to Orthoptera in the
species according to their taxonomic order. Therefore, to analyse the dendrogram. These results verified the relationship between similarity
differences between orders, we grouped the data by order regardless in amino acid composition and insect taxonomy, as each order was
of the species. An analysis of variance with the taxonomic order as grouped into a different cluster.
main factor was performed with the JMP (Version 9.0.0) statistical Fig. 2 presents the significant differences in the proportion of
package (SAS Institute, Inc.) to evaluate the relationship between the essential amino acids among the three orders of insects, fish meal and
compositions of amino acids and fatty acids. Significant differences in soybean meal for all essential amino acids. Relative to fish meal, the
the mean response were determined with the Tukey–Kramer HSD test. insect meals are deficient in the amino acids histidine, lysine and
threonine, but better in lysine methionine and tyrosine than soy meal.
3. Results Diptera shows a histidine, lysine and threonine proportion similar to
fish meal (Fig. 2 and Table 3). Diptera also has a similar proportion of
The proximate analysis of the insect samples is summarised methionine and a higher proportion of phenylalanine compared to
in Table 2. As expected, most insect species analysed have a high fish meal and soy meal. However, Diptera exhibits a relative deficit in
proportion of protein, between 40 and 60% in similar to soy meal levels leucine that does not occur in Orthoptera or Coleoptera. The percent-
(50% CP) and lower than fishmeal (73.0% CP). The lowest levels were ages of tyrosine and valine were higher in all analysed insects than in
measured in Rhynchophorus ferrugineus (35%) and Hermetia illucens fish meal.
larvae (36%). The protein content of Orthoptera (73% CP) is similar to These data reveal that Diptera has similar amino acids profile to fish
fish meal (73.0%), particularly Heteracris littoralis (74%) and Acheta meal. Ortopthera and Coleoptera, although not so similar to fish meal,
domestica (73%). have better amino acids profile than soy meal.

Table 2
Proximate analysis (% dry matter) of selected insects, fish meal and soybean meal.

Specie ASH % EE % CP % NFE %

Phyllognathus excavatus PeA C 7.8 ± 0.2 15.9 ± 1.4 65.7 ± 1.3 10.6 ± 0.1
Rhynchophorus ferrugineus RfL C 6.6 ± 0.6 11.8 ± 1.5 34.6 ± 0.3 47.0 ± 1.3
Tenebrio mollitor TmL C 3.5 ± 0.2 30.1 ± 0.7 58.4 ± 0.4 8.0 ± 0.2
Zophoba morio ZmL C 2.5 ± 0.3 38.0 ± 0.3 53.5 ± 0.4 6.0 ± 1.1
Calliphora vicina CvL D 8.0 ± 0.1 20.1 ± 0.7 48.3 ± 0.9 23.6 ± 0.1
Chrysomya megacephala CmL D 7.2 ± 0.1 27.0 ± 3.2 61.8 ± 0.3 4.0 ± 3.4
Chrysomya megacephala CmP D 6.1 ± 0.1 16.5 ± 0.0 46.8 ± 1.1 30.6 ± 1.1
Eristalis tenax EtL D 13.9 ± 0.4 5.8 ± 0.6 40.9 ± 0.9 39.4 ± 1.1
Hermetia illucens HiL D 9.3 ± 0.3 18.0 ± 1.6 36.2 ± 0.3 36.5 ± 1.0
Hermetia illucens HiP D 19.7 ± 0.1 15.6 ± 0.1 40.7 ± 0.4 24.0 ± 0.7
Lucilia sericata LsL D 4.9 ± 0.9 28.4 ± 1.5 53.5 ± 4.4 13.2 ± 4.6
Lucilia sericata LsP D 4.9 ± 0.2 26.6 ± 1.0 59.0 ± 1.5 9.5 ± 0.1
Musca domestica MdL D 6.5 ± 1.5 31.3 ± 1.6 46.9 ± 4.1 15.3 ± 4.0
Musca domestica MdP D 8.4 ± 2.9 33.7 ± 0.7 40.1 ± 0.4 17.8 ± 0.3
Protophormia terraenovae PtL D 3.9 ± 0.1 28.3 ± 0.6 46.3 ± 0.6 21.5 ± 0.1
Protophormia terraenovae PtP D 8.8 ± 0.1 23.6 ± 0.3 56.0 ± 2.0 11.6 ± 2.2
Acheta domestica AdA O 5.6 ± 0.0 15.9 ± 0.2 73.1 ± 3.3 5.4 ± 0.3
Anacridium aegyptium AaA O 3.7 ± 0.1 17.6 ± 0.2 66.0 ± 5.0 12.7 ± 4.8
Gryllus assimilis GaA O 4.8 ± 0.1 23.2 ± 0.6 64.9 ± 0.5 7.0 ± 0.3
Heteracris littoralis HlA O 5.1 ± 0.1 8.8 ± 0.0 74.4 ± 1.0 11.7 ± 1.0
Locusta migratoria LmA O 4.0 ± 0.0 29.9 ± 0.5 58.5 ± 0.5 7.6 ± 0.1
Fish meal FM 18.0 ± 0.2 8.2 ± 0.0 73.0 ± 0.8 0.8 ± 0.7
Soybean meal SM 7.8 ± 0.0 3.0 ± 0.0 50.4 ± 0.2 38.8 ± 0.3

Values are means ± SD of triplicate determinations. EE—Crude fat. CP—Crude protein. NFE—Nitrogen-free extract.
196 F.G. Barroso et al. / Aquaculture 422–423 (2014) 193–201

Table 3 larger; fish meal contains only 2.5% n-6, and soy meal 55,4%, whereas in-
Amino acid (as a percentage of total amino acids) of selected insects, fish meal and sects have a intermediate proportion, in some species reaching over
soybean meal.
than 30% (e.g., Tenebrio mollitor, Gryllus assimilis and Acheta domestica).
Specie ARG HIS ILE LEU LYS MET PHE PRO THR TYR VAL Eristalis tenax is the only studied species that had a proportion (1.9%) of
PeA C 5.76 4.19 5.71 7.59 6.34 1.42 4.17 5.80 4.10 4.26 7.15 n-6 similar to that of fish meal.
RfL C 4.82 3.62 5.85 6.63 6.18 0.45 5.81 7.38 4.00 9.84 6.69 The variability of fatty acid profiles among species (Fig. 3) was
TmL C 6.14 3.64 5.87 8.65 6.03 0.64 4.29 7.17 4.49 4.18 7.61 greater than the variation in essential amino acids, with significant
ZmL C 5.72 3.87 6.36 8.25 5.82 0.76 5.00 5.62 4.33 6.28 7.55
differences in only some fatty acids. The Orthoptera exhibited a higher
CvL D 8.57 5.02 5.09 6.69 7.99 2.16 7.12 4.71 4.86 6.36 5.93
CmL D 7.83 5.08 4.85 6.89 8.53 2.22 7.17 4.56 4.51 6.68 5.77 proportion of n-3, especially for ALA 18:3 n3. No differences between
CmP D 8.99 5.20 5.23 6.96 7.87 2.76 6.73 4.76 5.02 6.02 6.14 groups for n-6 acids were observed except for the lower proportion of
EtL D 7.69 4.22 6.16 7.62 8.45 2.37 6.64 5.06 5.02 5.21 6.52 linoleic acid (18:2 n6) in Diptera compared to Orthoptera.
HiL D 8.24 5.29 5.76 6.87 7.60 1.50 6.88 6.16 5.39 6.35 6.31 The dendrogram (Fig. 4) illustrates the similarities of the fatty acid
HiP D 8.05 5.16 5.34 6.83 7.31 3.26 6.22 5.56 4.95 7.14 6.34
compositions among insects, fish meal and soybean meal. The results
LsL D 8.84 5.12 5.05 6.43 7.66 3.36 7.42 4.95 5.38 6.64 5.88
LsP D 7.67 5.18 5.10 6.96 7.91 3.08 7.02 4.83 4.60 6.29 6.03 of the cluster analysis show several groups and the distances are higher
MdL D 6.83 4.68 4.89 6.75 8.36 3.00 7.01 5.33 4.87 5.79 6.08 than the amino acids. Farthest group is composed of fish meal, Eristalis
MdP D 8.76 5.17 5.20 6.57 7.57 3.44 6.86 5.37 5.28 5.91 6.08 tenax and Hermetia ilucens larvae. Soybean meal and the other insects
PtL D 7.49 5.48 5.20 6.29 8.23 2.30 8.10 4.91 4.78 7.43 5.99
(Diptera, Coleoptera and Orthoptera) are mixed in more distanced
PtP D 7.71 5.35 5.08 6.77 7.89 2.55 7.15 4.98 4.83 7.10 6.05
AdA O 8.53 2.93 5.31 8.69 6.16 1.49 4.23 5.84 4.10 4.91 6.99 groups.
AaA O 9.63 4.04 5.16 7.28 5.73 2.36 5.00 7.21 4.49 5.75 6.64
GaA O 9.23 3.03 5.05 8.06 6.46 1.10 4.10 6.20 4.11 4.31 6.60
4. Discussion
HlA O 7.93 2.69 5.34 8.88 6.01 1.02 3.63 6.75 3.90 4.51 7.48
LmA O 7.58 2.98 5.27 8.31 6.33 0.54 3.84 7.46 4.28 4.48 7.01
FM 7.42 7.86 5.04 7.81 8.78 2.93 5.38 4.76 6.26 3.91 5.56 The results obtained of nutrients composition of insect show
SM 8.03 3.28 5.47 8.01 6.34 1.01 5.79 4.99 4.17 2.93 5.45 differences regarding fishmeal and among species and/or stage.

4.1. Proximal composition


Table 4 and Fig. 3 show fatty acids composition of insect fish meal
and soy meal. The most notable difference was the higher percentage Most of the insects species analysed have a high proportion of
of n-3 fatty acid in fish meal, up to 37% of the total fatty acids, containing protein, similar to the levels of soy meal but lower than fish meal. In
14% EPA (20:5 n3) and 16% DHA (22:6 n3). In contrast, the insects have general, the order Orthoptera exhibits a higher CP, between 60 and
a much lower proportion of n-3, while soy mal a rich in n-6. Some spe- 70%, but it must be taken into account that all samples of this order
cies of Orthoptera show a higher proportion (Hetteracris littoralis, 19.8% are adults with more chitin (and chitin nitrogen) and less fat that
and Anacridium aegyptium, 17.9%), but the n-3 in those species consists enhances CP levels. In Diptera, the levels of CP range from 40 to 50%,
primarily of ac-linolenic acid (ALA 18:3 n3). Chrysomya megacephala with higher values for the larvae of Chrysomya megacephala, pupae of
and Calliphora vicina (Diptera) only contain EPA, but it does not exceed Lucilia sericata and pupae of Protophormia terraenova (50–62%). The
1.5% of total FAs, a low percentage compared with the fish meal values. CP values vary among published works, the CP value obtained for larvae
The saturated fatty acid compositions of the insect meals are similar of Musca domestica was 46.9%, similar to that reported by Ogunji et al.
to fish meal; nevertheless, insects have nearly twice monounsaturated (2008), 47.1%, whereas other authors have obtained more diverse
fatty acid than fish meal and soy meal. The difference in n-6 is much results, including 37.5% (Aniebo and Owen, 2010) and 56.8% (Bernard

Fig. 1. Cluster analysis of amino acids similarity among insect species, fish meal and soybean meal.
F.G. Barroso et al. / Aquaculture 422–423 (2014) 193–201 197

et al., 1997). In pupae of Musca domestica, Bernard et al. (1997) obtained tenax (5.8%), lower than that obtained by Ramos-Elorduy et al. (1998)
a higher proportion, 58.3%, than that observed in this experiment, 40.1%. in Eristalis sp. (11.9%). Fat levels in both, larvae (31.3%) and pupae
The percentage of CP obtained in larvae of Hermetia illucens (36.2%) is (33.7%) of Musca domestica are greater than those observed by other au-
similar to those obtained by Sheppard (2002) (37.8%) and Arango thors: from 13.5 to 25% in larvae (Aniebo and Owen, 2010; Bernard
et al. (2004) (37%) and slightly lower than the value of 40.6% described et al., 1997; Ogunji et al., 2006, 2008; Sheppard, 2002) and 15.8% in
by Newton et al. (1977). The CP content obtained in Eristalis tenax, pupae (Bernard et al., 1997). As reported by Arango et al. (2004), the
40.9%, is similar to that observed by Ramos-Elorduy et al. (1998) in percentage obtained for the larvae of Hermetia illucens, 18%, is lower
Eristalis sp. (40.7%). than the values observed by Newton et al. (1977) and Sheppard
In the order Coleoptera, the species with the least CP is Rhynchophorus (2002), both greater than 30%.
ferrugineus (35%). The larvae of the genus Rhynchophorus are not very The stage of development may also affect the fat content. In general,
protein-rich; Banjo et al. (2006) reported that Rhynchophorus phoenicis the larval stages contained significantly more fat than adults (Barker
was only 28.4% protein, and Cerda et al. (1999) reported 25.8% protein et al., 1998). In Acheta domestica varies between 14 and 22% (Bernard
for Rhynchophorus palmarum. In Tenebrio mollitor larvae, the observed et al., 1997; Finke, 2002, 2007) at different stages of development.
CP was 58.4%, and in Zophoba morio, 53.5%. Both the Tenebrio and Probably the differences in lipids among the same species, reported by
Zophoba values are slightly higher than those observed by other authors: different authors, could be related not only to the stage of development
between 47 and 53% for Tenebrio mollitor (Bernard et al., 1997; Finke, but also to the age.
2002, 2007; Ramos-Elorduy et al., 2006) and 46.8% for Zophoba morio Diet appears to be another factor that influences the fat content of
(Finke, 2002). insects. A comparison of the fat content of the wild orthopteran
These differences may be due to the phase of development of the Heteracris littoralis, at 8.2%, with captive-bred orthopterans (Acheta
insect, variations in dietary habits between populations, the method of domestica, Gryllus assimilis and Locusta migratoria), with a higher
processing or differences in ecotypes (Banjo et al., 2006; Fasakin et al., proportion of fat, suggests that diet could affect lipid content.
2003; Teguia and Beynen, 2005), and this makes it difficult to draw As it occurs with CP, the lipids content varies enormously. Because of
solid conclusions related to differences between orders. this, it is difficult to obtaine a clear conclusion regarding relation be-
Nevertheless the results of this study indicate that the protein tween lipids content and taxon, stage or feeding. Supplementary studies
content of insects is generally less than that of fish meal and it is similar are needed.
to soybean meal. There are substantial differences between the protein On the other hand, the lipid levels in fish meal and soy meal are
contents reported by different authors, even for the same species of lower than in insects, which could complicate the use of insect meals
insect. This must be investigated to know the species and stages appro- in fishfeeds.
priate to be used in fish feeding. The ash contents obtained for all analysed insects were less than that
On the other hand, an additional problem to CP determination in of fish meal (18.0%), with the exception of Hermetia illucens pupae
insect is the nitrogen contained within nacetylglucosamine, a subunit (19.7%). Arango et al. (2004) (17.5%) and Newton et al. (1977) also
of the chitin polymer, digestibly unavailable (Finke et al., 1989). Finke found elevated levels (14.6%) of ash in this species.
(2002) suggests that the amount of nitrogen contained in chitin is
relatively small, and thus, nitrogen content may provide a reasonable 4.2. Amino acid profile
estimate of total protein in most invertebrates.
The fat content of insects is highly variable and it seems to vary be- A balanced essential amino acid (EAA) profile is one of the character-
tween stages, usually ranging between 15 and 30%. Zophoba morio is istics that define the quality of protein. The development of commercial
the species with the highest proportion of fat (38%) of all of the analysed aquatic feeds has traditionally been based on FM as the primary protein
species; this value is slightly lower than that obtained by Finke (2002), source due to its high protein content and balanced essential amino acid
42%. The larvae of coleopterans generally have a large amount of fat, profile (Nguyen et al., 2009) with high level of digestible essential
often exceeding 25%, the high proportion of fat was recorded for amino acids such as lysine, methionine and leucine, which are often de-
Tenebrio mollitor (30%), lower than levels (38 to 43%) reported by ficient in grains, the typical base for most animal feeds (Hall, 1992;
other authors (Finke, 2002, 2007; Ramos-Elorduy et al., 2006). A Keller, 1990). Currently, the specific amino acid composition of most in-
lower proportion was obtained in this study for the larvae of Eristalis sect species is unknown. In this work the amino acids profile of different

Fig. 2. Differences between insect orders studied in the percentage of essential amino acids (using fish meal and soybean reference).
198 F.G. Barroso et al. / Aquaculture 422–423 (2014) 193–201

Table 4
Fatty acid content (as a percentage of total fatty acid) of selected insects, fish meal and soybean meal.

Specie 12:0 14:0 16:0 17:0 18:0 16:1 n7 18:1 n7 18:1 n9 20:1 n9 18:2 n6 18:3 n6 20:4 n6 22:4 n6

PeA C 0 0 24.2 ± 3.0 0 4.5 ± 0.1 2.0 ± 0.0 0 55.1 ± 0.5 0 11.0 ± 0.4 0 0 0
RfL C 0 1.6 ± 0.1 37.8 ± 0.4 0 3.2 ± 0.1 4.2 ± 0.1 0 40.3 ± 0.1 0 11.2 ± 0.4 0 0 0
TmL C 0 2.2 ± 0.0 16.6 ± 0.1 0 3.4 ± 0.0 2.2 ± 0.0 0 43.6 ± 0.1 0 30.4 ± 0.1 0 0 0
ZmL C 0 1.1 ± 0.1 30.2 ± 0.4 0 7.6 ± 0.2 1.0 ± 0.0 0 34.7 ± 0.4 0 22.6 ± 0.0 0 0 0
CvL D 0 1.6 ± 0.1 19.4 ± 0.1 0 7.6 ± 0.1 12.8 ± 0.1 2.6 ± 0.0 24.9 ± 0.1 0.4 ± 0.1 10.8 ± 0.1 0.9 ± 0.0 12.5 ± 0.2 0
CmL D 0 1.5 ± 0.1 24.7 ± 1.1 0 9.7 ± 0.0 5.4 ± 0.3 0.7 ± 0.1 24.6 ± 0.2 0 15.1 ± 0.1 1.4 ± 0.0 12.0 ± 0.4 0
CmP D 0 1.8 ± 0.1 25.6 ± 0.4 0 8.1 ± 0.1 7.5 ± 0.5 0.6 ± 0.1 27.1 ± 0.1 0.3 ± 0.0 12.5 ± 0.2 1.3 ± 0.0 9.3 ± 0.1 0
EtL D 4.8 ± 0.6 17.2 ± 0.8 18.1 ± 0.1 0 1.7 ± 0.0 45.4 ± 0.3 0.3 ± 0.4 4.6 ± 0.1 0 1.6 ± 0.0 0 0 0
HiL D 43.4 ± 0.6 7.9 ± 0.1 13.2 ± 0.1 0 2.8 ± 0.1 2.3 ± 0.1 0 14.6 ± 0.3 0 15.2 ± 0.4 0 0 0
HiP D 0 2.4 ± 0.2 16.6 ± 0.1 3.4 ± 0.0 43.5 ± 0.2 2.2 ± 0.0 30.4 ± 0.1 0 0 0 1.1 ± 0.0 0 0
LsL D 0 3.7 ± 0.1 21.7 ± 0.1 0 2.5 ± 0.1 19.3 ± 0.4 0.3 ± 0.0 35.3 ± 0.5 0.2 ± 0.0 8.1 ± 0.2 0 0.7 ± 0.1 0
LsP D 0 2.9 ± 0.1 22.6 ± 0.3 0 3.3 ± 0.1 17.3 ± 0.1 0.5 ± 0.0 36.5 ± 0.4 0 7.5 ± 0.1 0.2 ± 0.0 2.7 ± 0.1 0
MdL D 0 2.4 ± 0.1 23.1 ± 0.5 0 7.2 ± 0.8 15.1 ± 0.8 0.3 ± 0.1 37.1 ± 0.7 0.2 ± 0.0 6.5 ± 0.0 0.2 ± 0.0 0.4 ± 0.0 0
MdP D 0 2.5 ± 0.1 22.6 ± 1.1 0 4.9 ± 0.1 15.4 ± 0.7 0.3 ± 0.1 38.3 ± 1.4 0.1 ± 0.1 6.6 ± 0.2 0.1 ± 0.1 0.4 ± 0.1 0
PtL D 0 2.4 ± 0.1 21.9 ± 0.1 0 2.8 ± 0.0 11.0 ± 0.1 0 33.8 ± 0.0 0 16.1 ± 0.1 0.4 ± 0.0 2.8 ± 0.1 0
PtP D 0 2.4 ± 0.1 22.8 ± 0.3 0 1.4 ± 2.0 10.4 ± 0.2 0.2 ± 0.3 33.0 ± 0.6 0 16.2 ± 0.2 0.5 ± 0.1 2.6 ± 0.1 0
AdA O 0 0.5 ± 0.0 24.9 ± 0.1 0 8.8 ± 0.0 0.9 ± 0.0 0 20.4 ± 0.1 0 41.4 ± 0.1 0 0 0
AaA O 0 1.9 ± 0.4 24.1 ± 1.5 0 4.4 ± 0.2 1.4 ± 0.1 0 37.4 ± 0.9 0 12.1 ± 0.3 0 0 0
GaA O 0 0.4 ± 0.6 26.4 ± 0.0 0 7.2 ± 0.0 1.7 ± 0.0 0 25.8 ± 0.4 0 34.4 ± 0.2 0 0 0.7 ± 0.0
HlA O 0 1.1 ± 0.1 17.5 ± 0.5 0 9.2 ± 0.1 0.9 ± 0.2 0 26.8 ± 0.1 0 22.3 ± 0.1 0 0 0
LmA O 0 2.3 ± 0.1 28.4 ± 0.1 0 5.8 ± 0.1 2.5 ± 0.1 0 45.3 ± 0.6 0 11.2 ± 0.2 0 0 0
FM 0 7.9 ± 0.4 23.0 ± 0.6 0 5.3 ± 0.1 7.9 ± 0.3 4.0 ± 0.7 8.4 ± 0.1 0.3 ± 0.4 1.1 ± 0.1 0 1.4 ± 0.0 0
SM 4.1 ± 1.3 0 15.1 ± 0.2 0 4.8 ± 0.4 0 0.8 ± 0.0 14.3 ± 0.3 0 48.5 ± 0.6 0 0 0
Mean ± S.D.

Specie 18:3 n3 18:4 n3 20:5 n3 22:5 n3 22:6 n3 Other Satura. Monoun. Ω-6 Ω-3 Polyuns.

PeA C 0.9 ± 0.1 0 0 0 0 1.5 ± 2.1 28.7 ± 3.0 58.1 ± 0.5 11.8 ± 0.4 0 11.8 ± 0.4
RfL C 1.9 ± 0.1 0 0 0 0 0.1 ± 0.0 42.5 ± 0.4 44.4 ± 0.0 13.0 ± 0.4 0 13.0 ± 0.4
TmL C 1.1 ± 0.0 0 0 0 0 0.6 ± 0.0 22.2 ± 0.1 45.8 ± 0.1 31.5 ± 0.1 0 31.5 ± 0.1
ZmL C 1.4 ± 0.0 0 0 0 0 1.6 ± 0.1 38.8 ± 0.2 35.7 ± 0.4 24.0 ± 0.0 0 24.0 ± 0.0
CvL D 0.2 ± 0.3 1.3 ± 0.1 1.4 ± 0.0 0.7 ± 0.1 0.4 ± 0.0 2.9 ± 0.0 28.5 ± 0.2 40.7 ± 0.4 24.1 ± 0.1 3.9 ± 0.3 28.0 ± 0.1
CmL D 0.6 ± 0.0 0.4 ± 0.0 1.3 ± 0.1 0.6 ± 0.1 0 2.3 ± 0.6 35.9 ± 1.2 30.6 ± 0.1 28.5 ± 0.5 2.9 ± 0.4 31.3 ± 0.7
CmP D 0.5 ± 0.0 0.7 ± 0.1 1.5 ± 0.1 0.4 ± 0.0 0.2 ± 0.2 3.0 ± 1.1 35.4 ± 0.6 35.4 ± 0.7 23.0 ± 0.3 3.2 ± 0.4 26.2 ± 0.1
EtL D 0 0 0 0 0 6.5 ± 1.2 41.7 ± 1.4 50.3 ± 0.2 1.6 ± 0.0 0 1.6 ± 0.0
HiL D 0.7 ± 0.1 0 0 0 0 0.1 ± 0.2 67.1 ± 0.6 16.9 ± 0.2 15.2 ± 0.4 0.7 ± 0.1 15.9 ± 0.6
HiP D 0 0 0 0 0 0.6 ± 0.0 65.8 ± 0.1 32.6 ± 0.1 1.1 ± 0.0 0 1.1 ± 0.0
LsL D 0.4 ± 0.0 0.2 ± 0.0 0.1 ± 0.0 0 0 7.8 ± 0.3 27.8 ± 0.1 55.0 ± 0.1 8.8 ± 0.4 0.7 ± 0.0 9.5 ± 0.4
LsP D 0.3 ± 0.0 0 0.4 ± 0.0 0 0 6.0 ± 0.0 28.8 ± 0.4 54.3 ± 0.2 10.3 ± 0.1 0.7 ± 0.0 11.0 ± 0.1
MdL D 0.3 ± 0.0 0.1 ± 0.0 0.1 ± 0.1 0 0 7.2 ± 0.0 32.6 ± 0.1 52.7 ± 0.2 7.1 ± 0.0 0.5 ± 0.1 7.6 ± 0.1
MdP D 0.3 ± 0.0 0.2 ± 0.0 0.1 ± 0.1 0 0 8.5 ± 0.1 30.0 ± 1.1 54.1 ± 0.8 7.0 ± 0.4 0.6 ± 0.1 7.5 ± 0.4
PtL D 0.8 ± 0.0 1.1 ± 0.1 0.8 ± 0.0 0 0 6.3 ± 0.1 27.1 ± 0.2 44.8 ± 0.1 19.2 ± 0.1 2.7 ± 0.1 21.9 ± 0.2
PtP D 0.8 ± 0.0 0.8 ± 0.0 0.9 ± 0.0 0 0 8.3 ± 1.9 26.6 ± 1.6 43.5 ± 0.1 19.2 ± 0.2 2.5 ± 0.0 21.7 ± 0.2
AdA O 1.8 ± 0.0 0 0 0 0 1.3 ± 0.1 34.2 ± 0.1 21.3 ± 0.1 43.2 ± 0.1 0 43.2 ± 0.1
AaA O 17.9 ± 0.4 0 0 0 0 1.0 ± 0.0 30.3 ± 1.7 38.7 ± 1.0 30.0 ± 0.7 0 30.0 ± 0.7
GaA O 1.8 ± 0.0 0 0.7 ± 0.1 0 0 1.0 ± 0.7 34.0 ± 0.6 27.5 ± 0.4 36.9 ± 0.2 0.7 ± 0.1 37.5 ± 0.3
HlA O 19.4 ± 0.1 0 0.4 ± 0.0 0 0 2.7 ± 0.3 27.7 ± 0.6 27.6 ± 0.3 41.7 ± 0.1 0.4 ± 0.0 42.1 ± 0.1
LmA O 4.7 ± 0.1 0 0 0 0 0.1 ± 0.1 36.4 ± 0.1 47.8 ± 0.5 15.9 ± 0.4 0 15.9 ± 0.4
FM 0.2 ± 0.3 1.9 ± 0.0 14.1 ± 0.2 2.7 ± 0.1 16.1 ± 0.1 6.0 ± 0.4 36.1 ± 1.1 20.6 ± 0.7 2.7 ± 0.2 34.7 ± 0.2 37.3 ± 0.0
SM 6.9 ± 0.2 0 0 0 0 5.6 ± 0.8 24.0 ± 1.9 15.1 ± 0.3 55.4 ± 0.8 0 55.4 ± 0.8

species and stages have been studied. The results show that the profile 2006) and Coleoptera (Finke, 2002, 2007; Ramos-Elorduy et al., 2006)
of amino acids is related to the taxonomic group (Fig. 1) and Diptera were approximately 5%.
are most similar, in terms of essential and limiting amino acids, to fish In terms of similarity to fish meal, the amino acid profile of the
meal (Fig. 2). This group has a similar proportion of methionine to fish Diptera is superior to that of soybean meal, thus Diptera could be a
meal and higher values of histidine, lysine and threonine. Orthoptera better replacement than soybean meal in the formulation of fish feed.
and Coleoptera have a higher proportion of leucine. Although each species is deficient in some essential amino acids, it is
These results are consistent with several studies in which low levels possible to design a feedstuff that is balanced in amino acids by combin-
of methionine have been observed in Orthoptera (Bernard et al., 1997; ing several species of insect.
Finke, 2002, 2007) and Coleoptera (Cerda et al., 1999; Finke, 2002,
2007; Ramos-Elorduy et al., 2006) and high levels in Diptera (Newton 4.3. Fatty acids
et al., 1977; Ogunji et al., 2006). Regarding lysine, the proportions
obtained for both Coleoptera and Orthoptera, 6%, are similar to those According to Ramos-Elorduy (2008) insects contain higher quanti-
described by Finke (2002, 2007). In Diptera, the lysine level obtained ties of polyunsaturated fats (PUFAs) n-6 than fish meal, but lower
in this work, 8%, coincided with the value previously reported by than soy meal. As in soy, lower levels of polyunsaturated fats n-3 were
Newton et al. (1977). observed in insect meal analysed regarding fish meal. Bukkens (1997)
The proportions of arginine have been shown to be adequate for reported significant quantities of linoleic acid in the fatty acid content
Diptera and Orthoptera; however, the Coleoptera are in deficit. These of all analysed species of insect. As observed by other researchers
results differ somewhat from earlier studies, which found that the (Akinnawo and Ketiku, 2000; Beenakkers and Scheres, 1971;
proportion of arginine in Orthopterans was approximately 7% (Finke, Ekpo and Onigbinde, 2007; Finke, 2002, 2007; Katayama et al., 2008),
2002, 2007) and those in Diptera (Newton et al., 1977; Ogunji et al., terrestrial insects do not contain EPA or DHA except for Chrysomya
F.G. Barroso et al. / Aquaculture 422–423 (2014) 193–201 199

Fig. 3. Differences between insect orders studied in the percentage of fat acids (using fish meal and soybean reference).

megacephala and Calliphora vicina, which have between 1.3 and 1.5% (1971), who measured 26% oleic acid (18:1 n9) and 21% ALA
EPA, far lower proportions than fish meal, which contains up to 14 to (18:3 n3), whereas the results of this experiment show 45% oleic acid
16% EPA. and 5% ALA. These differences could be related to diet; Locusta used
The lack of EPA and DHA in insects is one of the most important in this experiment are from pet stores, whereas in the work of
limitations to its use in seawater fish feed, since it involves a limit in Beenakkers and Scheres (1971), Locusta were provided with a diet of
their inclusion in aquafeed. reed, endive, or pear (supplemented with some reed). In addition,
Nevetheless there are evidences that the fatty acid profiles of insects these authors obtained a fair correlation between the percentages on
most likely reflect the fatty acid composition of their food. In wild oleic and linoleic acid in the tri- and diglycerides of both diet and
Hetteracris Littoralis and Anacridium aegyptium individuals that body fat. These results indicate that lipid quality could be manipulated
consume plants in the field have a high amount of a-linolenic acid by feeding, which amplifies the nutritive values of insects meal. On
(ALA, 18:3 n3), a precursor of the n-3 series, whereas three other the other hand in this work we have not sampled any aquatic insect.
species of orthopterans, bred in captivity and fed only with flour and Freshwater insects have a high proportion of EPA because they ingest
bran cereals, present with lower ALA, 18:3 n3. Finke (2002) has freshwater algae, which generally contain ALA. EPA levels above 15%
achieved FA profiles virtually identical to those obtained in this work as have been observed by Bell et al. (1994).
in Zophoba morio and Tenebrio mollitor, species bred in captivity. The The data obtained in this experiment agree with Justi et al. (2003):
fatty acid content of Locusta migratoria determined in this experiment fatty acids content of insects is more dependent on diet, in contrast
is very different from that obtained by Beenakkers and Scheres with amino acids, more related to the taxon.

Fig. 4. Cluster analysis of fatty acids similarity among insect species, fish meal and soybean meal.
200 F.G. Barroso et al. / Aquaculture 422–423 (2014) 193–201

The comparison with fish meal and soy meal reveals lower levels of Aniebo, A.O., Odukwe, C.A., Ebenebe, C.I., Ajuogu, P.K., Owen, O.J., Onu, P.N., 2011. Effect of
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Finally, it is interesting to note the following considerations: AOAC, 2005. Official Methods of Analysis of the Association of Official Analytical Chemists
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­ The utilisation of insects has other advantages that cannot be ig- Arango, G.P., Vergara, R.A., Mejía, H., 2004. Análisis composicional, microbiológico y
digestibilidad de la proteína de la harina de larvas de Hermetia illuscens (diptera:
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fisheries have been rather stagnant or even declining in some brates which are natural food organisms of Atlantic salmon parr (Salmo salar): a com-
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under-exploited, 12% are moderately exploited, 53% are “fully
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exploited”, 28% are over-exploited, 3% are depleted and 1% is recov- Fact sheet 003.Scientific Advisory Group to the American Zoo and Aquarium
ering from depletion. This situation, together with the increase in Association.
demand for fish, indicates that fish meal will become a more limiting Bukkens, S.G.F., 1997. The nutritional value of edible insects. Ecol.Food Nutr. 36, 287–319.
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curculionidae), insecto de la dieta tradicional indigena amazónica. Ecotropicos 12,
25–32.
5. Conclusion de Haro, C., Barroso, F.G., Hidalgo, L., Sánchez-Muros, M.J., Venegas, E., 2011a. Effect in
muscle composition of the inclusion of Tenebrio mollitor meal in tilapia feed
(Oreochromis nilotica). Aquaculture Europe (Annual meeting of the European
The data obtained in this work indicate an adequate nutritional com-
Aquaculture Society): Mediterranean aquaculture 2020, Rhodes, Greece.
position of the insect meals evaluated, for inclusion in fish food. The de Haro, C., Barroso, F.G., Hidalgo, L., Sánchez-Muros, M.J., Uclés, F., 2011b. Nutritive adap-
great variety of insect species, habitats, development stages, feeding tation in Nile tilapia (Oreochromis niloticus) to Tenebrio mollitor meal as protein
habits and other characteristics most likely affects insect nutritional source diet: effect in fish growth and performance. Aquaculture Europe (Annual
meeting of the European Aquaculture Society): Mediterranean aquaculture 2020,
value and makes insect meal very interesting to study as an alternative Rhodes, Greece.
to fish meal. de Haro, C., Sánchez-Muros, M.J., Rueda, M., Martínez, R., Barroso, F.G., 2011c. Efectos de la
Although insects generally present some characteristics that do not sustitución de la harina de pescado por harina de tenebrio (Tenebrio mollitor) en la
alimentación para tilapia del Nilo (Oreochromis niloticus). XIII Congreso Nacional
match with the fish meal, the amino acid profile of the Diptera shows Acuicultura, Barcelona, Spain.
that this group of insects could be a possible alternative protein source de Haro, C., Barroso, F.G., Hidalgo, L., Sánchez-Muros, M.J., Férriz, M., 2011d. Evaluation of
to be used in aquaculture. Nevertheless, more studies are needed to Tenebrio mollitor meal as a protein source in tilapia (Oreochromis nilotica) feed: nu-
tritive utilization and effect in fish growth and performance. Aquaculture Europe
know the digestibility, chitin content and digestive effect, presence of (Annual meeting of the European Aquaculture Society): Mediterranean aquaculture
toxic, meal treatments (such as degreasing), adequate mixtures of dif- 2020, Rhodes, Greece.
ferent insect species or to modify the nutritional value of insects by de Haro, C., Barroso, F.G., Hidalgo, L., Rincón-Cervera, M.A., Sánchez-Muros, M.J., 2011e.
Effect of adaptation to ingest a diet based in Tenebrio mollitor meal on body compo-
changing their diet or rearing condition. Insects can potentially play a sition in Nile tilapia (Oreochromis niloticus). Aquaculture Europe (Annual meeting
fundamental role in animal nutrition, so further studies are required of the European Aquaculture Society): Mediterranean aquaculture 2020, Rhodes,
on their nutritional value in the context of their use in animal feed. Greece.
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Aquaculture Nutrition
2015
..........................................................................................
doi: 10.1111/anu.12313

1,2 1 3 3 1

1
1
Department of Biology and Geology, University of Almerıa, Almerıa, Spain; 2 Faculty of Agricultural Sciences, Technical
University of Machala, Machala, Ecuador; 3 Department of Zoology, University of Granada, Granada, Spain

Many studies have focused on a nutritional perspective,


and the benefits and weaknesses of plant and animal
Fishmeal (FM) and soy meal (SM) are the most common protein sources are reasonably well known to date.
protein sources used in fish feed, but they are associated with In addition to the nutritional criteria, protein sources
environmental, economic or production problems. Insects should meet certain conditions for their production, such
could be an interesting alternative source of protein. This as regular availability in quantity, economic value, non-
work investigates the nutritive value of Tenebrio molitor meal competition with resources for humans (water, land, or
(TM) and the effect of total replacement of SM by TM (TM/ even the same source, as occurs with soy) and environmen-
FM diet) or partial replacement of FM by TM (TM/FM/SM tal sustainability.
diet) versus a diet based in SM and FM (FM/SM diet) for Along with their derivative protein concentrates, fishmeal
tilapia. We studied the chitin content in TM, the in vitro pro- and soy meal are two of the most protein sources used as
tein digestibility, protease activity, oxidative stress and anti- ingredients in fish feed. Both of them are associated with
oxidant defences, growth performance and nutrient environmental (overexploitation of natural resources), eco-
utilization. The results indicate that an inclusion up to 500 g nomic (fluctuation of feedstuff prices) or production (vari-
kg1 of TM in the diet did not affect feed intake, in vitro pro- able quality) problems.
tein digestibility, muscle amino acid composition or biomet- Insects could be an interesting source of protein. Mass
ric indexes. However, their inclusion reduced growth rearing of insects could ensure a constant production in
performance and affected the muscle fatty acid profile. The quantity, with high quality and stability of supply and
lowest values for protease activity, elevated FRAP in diges- price. Other advantages of using insects in fish feed are
tive tracts and ROS level in muscle and higher SOD activity diverse. Mass rearing of insects does not compete with feed
were observed in fish fed with SM/FM diet. The use of TM resources or land use and maximizes the benefits of waste
requires better understanding of the role of chitin in diges- management using ‘waste nutrients’ for insect growth
tion and the study of toxins that might affect fish growth. sources. Insects can be grown in industrial plants and do
not need much land or water, especially when compared to
KEY WORDS: body composition – metabolism, digestibility – crops such as soybeans. Use of insects contributes to natu-
feed, enzymes – metabolism, feeding – feed, nile tilapia – ral recycling of nutrients and could be a high-quality ani-
fish – aquatic animals, stress – diseases mal protein feedstuff using environmentally sustainable
technology.
Received 5 October 2014; accepted 23 February 2015 Regarding nutritive value, there are several facts support-
Correspondence: MªJ. S anchez-Muros, Department of Biology and Geol- ing consideration of insects as a component of animal
ogy, University of Almerıa, 04120 Almerıa, Spain. E-mail: mjmuros@ual.es feeds: the natural diets of many species, such as poultry,
pig, and all cultivated species of fish, include invertebrates
such as oligochaetes, crustaceans and insects (Weir 1972;
Bell et al. 1994; Matthews 1998; Matsuno et al. 1999;
Feeding in aquaculture is heavily dependent on fishmeal, Khan & Panikkar 2009). Studies on insect body composi-
even with supplementation with other protein sources. tion show large differences between species. The species
..............................................................................................

ª 2015 John Wiley & Sons Ltd


a

with high crude protein (CP) levels show a value of 650– to replace fishmeal or soy meal in diets for tilapia, and its
800 g kg1 such as Chinese grasshopper (Acrida cinerea), effect in nutrient utilization, chemical composition and
654 g kg1 CP (Wang et al. 2007); house cricket (Acheta amino acid profile in muscle, fatty acid profile in muscle
domesticus), 620 g kg1 CP (Nakagaki & Defoliart 1991); and liver, chitin content in diets, digestive protease activity,
and migratory grasshopper (Melanoplus mexicanus), in vitro protein digestibility, oxidative stress and antioxi-
770 g kg1 CP (Ramos Elourdy et al. 1998). dant defences was evaluated.
The amino acid profiles are very different between spe-
cies. Acrida cinerea has 17 g kg1 methionine, 7 g kg1
lysine and 38 g kg1 cysteine, which is similar to or better
than fishmeal, with 16 g kg1 methionine, 5 g kg1 lysine
and 16 g kg1 cysteine (Wang et al. 2007), while the Mor-
mon (Anabrus simplex) and house crickets (Acheta domesti- Tenebrio molitor larvae were used as a partial protein
cus) are deficient in methionine (DeFoliart et al. 1982; replacement of fishmeal (FM) and soy meal (SM) in fish
Finke et al. 1985; Nakagaki & DeFoliart 1987). diets. T. molitor, fed with cereal brans, was purchased from
Energy content depends mainly on fat content, which a pet store called ‘La grillerıa’, (Valencia, Spain). In our
varies widely by species (Cerda et al. 1999) and life stage. installations, T. molitor were frozen, lyophilized and
The caloric value has been determined in several species ground to homogeneity to make T. molitor larvae meal
and is generally high, varying between 16.62 and (TM). Proximate composition, crude protein (CP), ether
25.58 MJ kg1 of DM (Ashiru 1938; Malaisse & Parent extracts, ash and nitrogen-free extractives (NFE) of TM,
1980). FM and SM used in this trial were analysed (Table 1) to
The fatty acid composition of insect fat shows similar assist in diet formulation (Table 2). The rest of the ingredi-
levels of unsaturation to poultry or fish (DeFoliart 1992). ents for the diets were purchased from specialized
However, insect meal is rich in n-6, and fishmeal is rich in suppliers.
n-3 fatty acids. In Acrida cinerea, Wang et al. (2007) found The experimental diets were designed to observe the sub-
high levels of polyunsaturated fatty acids (PUFAs), espe- stitution of FM and SM by TM. The maximum level of
cially for linoleic and linolenic acids, at levels of 31.4%, substitution was limited by amino acid content to maintain
40.8% and 12.2% of total fatty acids. the amino acid balance among the diets. In two experimen-
The use in animals was tested in broilers (Wang et al. tal diets, 50% of protein from FM was replaced with
2007), where it was observed that the inclusion of up to
15% of insect meal did not affect growth. These results are Table 1 Proximate composition of protein feedstuffs evaluated in
this study, g kg1
consistent with those obtained by Finke et al. (1985), who
also found no significant difference in weight gain among Feedstuff
chickens fed a corn–insect mixture or a control diet. FM SM TM
Fish are the cultured animals with major exigencies of
Dry matter 900.0 879.0 349.6
quality and quantity of protein. Published results about the
Ash 177.3 78.4 48.3
use of insect meal in fish feeding indicate that their inclu- Ether extract 81.6 30.4 300.9
sion is possible. However, replacement of high levels of Crude protein (Nx6.25) 730.3 504.1 584.2
NFE1 10.8 387.2 66.6
fishmeal, over 25–50%, decreased growth (Wing-Keong
ADF2 1.1 76.5 65.7
et al. 2001; St-Hilaire et al. 2007b; Alegbeleye et al. 2012). ADIN3 n.d. 8.2 23.6
Nevertheless, these studies had focused on production CPc4 n.d. 495.8 560.6
parameters, and the nutritive properties of insect meal and Results show the mean (n = 3) in g kg1 of wet matter basis for
its in vitro digestibility and oxidative stress caused by feed- the result of dry matter and in dry matter basis for the rest.
ing have not been studied in fish. n.d., Not determined.
1
NFE = Nitrogen-free extractives = 100 – (ash + ether extract
Tenebrio molitor is a coleopteran widely cultured for use
+ crude protein).
as pet feed. This work addressed the nutritive quality of 2
ADF = Acid detergent fibre.
T. molitor larvae in Nile tilapia (Oreochromis niloticus) as 3
ADIN = Insoluble nitrogen content in ADF.
4
CPc = Crude protein corrected = CPi-ADIN (where ‘CPi’ repre-
an alternative to fishmeal and soy meal as a protein source.
sents the initial crude protein analysed (Nx6.25) and ‘ADIN’ the
We studied the meal composition and in vitro digestibility acid detergent-insoluble nitrogen content in ADF fraction
of protein. The meal obtained from dried larvae was used (Nx6.25)).
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protein from SM (FM/SM diet, used as control) or with A proximate analysis was conducted on each diet
protein from TM (TM/FM diet); in other diet, 75% of FM (Table 2). Gross energy (GE) was also calculated according
protein was replaced with SM (50%) and TM (25%) (TM/ to Jobling (1994). Finally, the amino acid profiles (Table 3)
FM/SM). The different diets were made in the Technical were analysed in protein sources and calculated for the
Services of University of Almerıa (Spain). experimental diets. Fatty acid profiles (Table 4) were analy-
sed in diets and protein sources.
Table 2 Ingredients, proximate composition and gross energy on
The percentage of chitin inclusion was determined as
dry matter basis (DM) of the experimental diets
acid detergent fibre (ADF) (Stelmock et al. 1985) and the
Diets acid detergent-insoluble nitrogen content in the acid
FM/SM TM/FM/SM TM/FM detergent-insoluble residue as ADIN (Finke 2007). The
1
initial protein (CPi) and initial gross energy (GEi) of
Ingredients (g kg DM)
Fishmeal (FM)1 310 150 300
protein sources and diets were recalculated as crude pro-
Tenebrio larvae meal (TM)2 0 210 430 tein corrected (CPc) and gross energy corrected (GEc),
Soy meal (SM)3 500 500 0 considering the percentage of ADF and ADIN (Tables 1
Fish oil1 85 40 0
and 2) (see below Chemical composition of diets and fish
Cellulose4 20 20 20
Wheat1 65 60 230 section). Diets were also analysed for ferric reducing anti-
Premix5 20 20 20 oxidant power (FRAP) and reactive oxygen species levels
Analysed composition (g kg1 DM)
(ROS).
Dry matter 929.5 913.4 906.3
Ash 129.8 88.1 105.2
Ether extract 107.6 108.8 120.9
Crude Protein (Nx6.25) 492.2 475.6 503.8
NFE6 210.3 267.6 243.1
ADF7 49.2 61.8 35.0
The Nile tilapias were provided by Valenciana de Acuicul-
ADIN8 10.6 14.6 17.6 tura S.A. (Valencia, Spain) at 15 days after hatching. The
CPc9 481.6 461.0 486.1 experimental trial was conducted in an aquarium of the
Gross energy10 (MJ kg1) 19.5 20.1 20.8
University of Almerıa, located in south-eastern Spain (36°
GEc (MJ kg1)11 19.4 19.9 20.4
490 38.08″N 2° 290 20.96″W). All procedures were conducted
1
Local supplier (Almerıa, Espan ~ a).
according to the guidelines of Council Directive 86/609/
2
La grillerıa, Valencia, Spain.
3
Bunge Canada (Oakville, ON, Canada). EEC (European Communities, 1986) on the protection of
4
Sigma, Spain. animals used for experimental and other scientific
5
Vitamin and mineral mix (values are g kg1 except to those in purposes.
parenthesis): Premix: 25; Choline, 10; DL-a-tocoferol, 5; ascorbic
acid, 5; (PO4)2Ca3, 5. Premix composition: retinol acetate,
When fish reached a weight of 32.09  1.42 g
1 000 000 IU kg1; calciferol, 500 IU kg1; DL-a-tocoferol, 10; (mean  SD), nine fish were sacrificed. The intestines were
menadione sodium bisulphite, 0.8; thiamin hydrochloride, 2.3; immediately removed and kept at -20 °C to determine the
riboflavin, 2.3; pyridoxine hydrochloride, 15; cyanocobalamin, 25;
in vitro digestibility of each experimental diet. The fish were
nicotinamide, 15; pantothenic acid, 6; folic acid, 0.65; biotin,
0.07; ascorbic acid, 75; inositol, 15; betaine, 100; polypeptides, weighed, measured and placed in nine experimental tanks
12; Zn, 5; Se, 0.02; I, 0,5; Fe, 0.2; CuO, 15; Mg, 5.75; Co, 0.02; (3 tanks/diet and 11 fish/tank) with a volume of 250 L and
Met, 1.2; Cys, 0.8; Lys, 1.3; Arg, 0.6; Phe, 0.4; Tryp, 0.7; except
replacement rate of 10.4 L h1. Fish were maintained at
1000 g (Dibaq-Diproteg).
6
NFE = Nitrogen-free extractives = 100 – (ash + ether extract 27 °C with a natural photoperiod (12L:12D). Animals were
+ crude protein + gross fibre). fed with the appropriate experimental diet, ad libitum twice
7
ADF = Acid detergent fibre. per day, at 09:30 and at 13:30 for 42 days. The feed was
8
ADIN = Insoluble nitrogen content in ADF.
9
CPc = Crude protein corrected = CPi-ADIN (where ‘CPi’ repre-
weighed before and after feeding the fish; after 15 min,
sents the initial crude protein analysed (Nx6.25) and ‘ADIN’ the uneaten pellets were removed by aspiration, dried and
acid detergent-insoluble nitrogen contented in ADF fraction weighed to calculate the daily feed intake.
(Nx6.25)).
10
Gross energy of the diets was calculated according to Jobling
(1994) based on an estimated of 23.64 MJ kg1 for protein,
39.33 MJ kg1 for ether extract and 17.20 MJ kg1 for carbohy-
drates.
DGC = Daily growth coefficient = [(Wf1/3Wi1/3)/t] 9 100.
11
GEc = Gross energy corrected = CPc 9 23.64 MJ kg1 + ether
extract 9 39.33 MJ kg1 + carbohydrates (take account TM as Being Wf = final weight, Wi = initial weight and ‘t’ the
ADF-ADIN) 9 17.20 MJ kg1. time in days of the experiment.
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Table 3 Amino acid composition (g kg1) of FM, SM, TM and of the three different diets formulated

Protein source Experimental diet

Amino acids FM SM TM FM/SM TM/FM/SM TM/FM

Arginine1 22.99 16.95 18.04 15.60 15.71 14.66


Histidine1 13.89 8.18 11.97 8.39 8.68 9.31
Isoleucine1 13.77 9.79 16.12 9.16 10.34 11.06
Leucine1 29.45 22.05 31.39 20.15 22.03 22.33
Lysine1 31.21 19.68 22.87 19.52 19.32 19.20
Methionine1 13.88 2.70 5.12 5.65 4.50 6.36
Phenylalanine1 18.01 18.30 14.28 14.73 14.85 11.54
Threonine1 15.66 11.27 16.17 10.49 11.38 11.65
Valine1 17.10 11.62 24.35 11.11 13.49 15.60
Alanine 29.80 16.48 41.30 17.48 21.38 26.70
Aspartic acid 38.07 37.68 31.66 30.64 31.20 25.03
Glutamic acid 51.86 60.38 44.45 46.27 47.30 34.67
Glycine 27.44 15.50 24.72 16.26 17.06 18.86
Proline 17.88 17.12 29.67 14.10 17.47 18.12
Serine 16.87 17.91 21.39 14.18 15.98 14.26
Tyrosine 13.59 7.32 22.65 7.87 10.45 13.82
EAA/NEAA2 0.90 0.70 0.74 0.78 0.75 0.80

Results of protein source show the mean on a dry matter basis of three replications. The values of the experimental diets are obtained
theoretically with the percentage of inclusion of FM, SM and TM and without to take account the rest of the ingredients.
1
Essential amino acid.
2
Balance of essential amino acids (EAA) and not essential amino acids (NEAA).

Table 4 Fatty acid composition of FM, SM, TM and of the three different diets

Protein sources Experimental diets

Fatty acid FM SM TM FM/SM TM/FM/SM TM/FM

14:0 7.85 n.d. 2.20 5.75 3.55 3.30


16:0 22.95 15.05 16.60 24.40 21.55 21.35
16:1n-7 7.90 n.d. 2.20 6.20 2.90 2.35
18:0 5.30 4.80 3.40 5.55 4.80 4.25
18:1n-7 4.00 0.80 n.d. 2.50 1.15 0.60
18:1n-9 8.40 14.30 43.55 13.95 25.70 33.70
18:2n-6 1.05 48.50 30.35 10.80 23.60 26.00
18:3n-3 0.20 6.85 1.10 1.70 2.05 1.35
18:4n-3 1.90 n.d. n.d. 1.05 0.50 0.15
20:1n-9 0.30 n.d. n.d. 1.50 0.85 0.15
20:4n-6 1.40 n.d. n.d. 1.25 0.60 0.10
20:5n-3 14.05 n.d. n.d. 6.60 3.25 2.35
22:5n-3 2.65 n.d. n.d. 1.45 0.75 0.25
22:6n-3 16.05 n.d. n.d. 12.65 6.45 2.60
Others 6.00 5.60 0.60 4.45 2.30 1.50
Monounsaturated 20.60 15.10 45.75 24.35 30.60 36.80
n-3 34.85 6.85 1.10 23.45 13.00 6.70
n-6 2.45 48.50 30.35 12.05 24.20 26.10
Saturated 36.10 23.95 22.20 35.70 29.90 28.90
Total PUFAs 37.30 55.35 31.45 35.50 37.20 32.80
n-3/n-6 14.22 0.14 0.04 1.95 0.54 0.26

The values show the mean in percentage of the total fatty acids analysed. All analyses were performed by triplicate.
n.d., Not detected.

FI = Feed intake (%) = (Daily feed intake/average body PER = Protein efficiency ratio = wet weight gain/crude
weight*) 9 100. *Average between final and initial weight. protein intake.
FCE = Feed conversion efficiency = wet weight gain/dry Condition factor = 100 9 body weight/total length3.
feed intake.
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Chitin content Chitin was determined using the method
described by Stelmock et al. (1985) as ADF, and the ADIN
At the end of the experiment, fish were fasted for 24 h
content in the acid detergent-insoluble residue for feedstuff
before sampling. All fish of each tank were lightly anaes-
and diets was calculated by the Kjeldahl method (AOAC
thetized and quickly weighed and measured. Nine animals/
2000) and was used to correct the initial crude protein
diet were sacrificed by overdose of anaesthesia (a solution
(CPi) and protein efficiency ratio (PER) and to recalculate
of clove oil 100 mg L1), and immediately, eviscerated car-
the gross energy (GE) in diets. All analyses were performed
cass, liver, intestine, stomach, spleen, gonads, head and
in triplicate.
muscle were removed and weighed to monitor changes in
CPc = crude protein corrected = CPi-ADIN
the main morphometric indexes. Different components of
‘CPi’ represents the initial crude protein analysed
fish fed with each different diet were stored at -20 °C
(Nx6.25) and ‘ADIN’ the acid detergent-insoluble nitro-
(intestine, liver, muscle and stomachs) and -80 °C
gen contained in the ADF fraction (Nx6.25).
(intestine, liver and muscle) for subsequent analysis.
PERc = Protein efficiency ratio corrected = wet
weight gain/crude protein intake corrected with CPc
value.
GEc = Gross energy corrected = CPc 923.64 MJ kg1
Chemical composition of diets and fish All analyses for + Ether extract 9 39.33 MJ kg1 + carbohydrates
proximate composition were performed according to the (take account TM as ADF-ADIN) 9 17.20 MJ kg1.
Association of Official Analytical Chemists (AOAC 2000).
Dry matter (DM) and ash were determined gravimetrically Protease activity The samples of intestines and stomachs
after drying at 105  0.5 °C and after combustion at were homogenized with distilled water in a ratio of
500 °C in mufla oven, respectively, until they reached a 250 mg mL1, using a Polytron PT 2100 homogenizer,
constant weight. Content of crude protein (Nx6.25) was before being centrifuged and diluted 5 times in distilled
determined by the Kjeldahl method, and total lipid content water for the determination of acid protease activity. For
was determined by ethyl ether extraction (Soxhlet tech- assaying alkaline protease activity, centrifuged samples
nique). All analysis was performed in triplicate. were not diluted. Soluble protein content of the superna-
tant for each tissue was calculated using a fast measure-
Amino acid profiles The amino acid profiles of FM, SM ment set, Pierce BCA TM Protein Assay Kit (Thermo
and TM and in the muscle of the fish fed with the experi- ScientificTM, Rockford, IL, USA).
mental diets were obtained through the Protein Chemistry The acidic protease activity of stomach extracts was
Service of Biological Research Centre (CSIC, Madrid, measured by a modification of the method of Anson
Spain), following the basic principle of operation devel- (1938), at pH 2 using haemoglobin as a substrate
oped by Spackman et al. (1958) via continuous flow chro- (Dıaz-Lopez et al. 1998). Alkaline protease activity in
matography (Biochrom 30 series). Tryptophan was not the gut extract was measured using the method devel-
detected. The asparagine and glutamine are deaminated oped by Kunitz (1947), subsequently modified by Wal-
and detected as aspartic and glutamic acid, respectively. ter (1984), at pH 9 using casein as substrate. All these
The analyses were performed in triplicate. The amino acid analyses were performed in triplicate. One unit of pro-
composition for the three different diets was calculated tease activity was defined as 1 lg of tyrosine released
theoretically from the percentage of FM, TM and SM per minute.
inclusion.
In vitro protein digestibility For the study of in vitro pro-
Fatty acid profiles For fatty acid analysis, all samples tein digestibility of the diets, the released amino acids were
were transmethylated by the method described by Lepage quantified during the hydrolysis of the protein by intestinal
& Roy (1984), with minor modifications from Venegas- proteases using the method described by Church et al.
Venegas et al. (2011): 1 mL of freshly prepared transesteri- (1983). In vitro digestibility was measured in intestines of ti-
fication reagents (methanol/acetyl chloride, 20:1, v v1) was lapias fed with only the commercial diet (Le gouessant au-
added to 50 mg of each sample. The hexane phase was col- rea-miet AL1, Lamballe, France). The results are expressed
lected for gas–liquid chromatography (GLC) analysis. The as g hydrolysed protein kg1 DM after 90 min of in vitro
analyses were performed in triplicate. hydrolysis.
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a

Oxidative stress For ROS, FRAP and enzymatic assays, transform 1 lmol of substrate per minute under the above-
tissue samples were homogenized in ice-cold buffer mentioned assay conditions. The protein content of the
(100 mMTris–HCl, 0.1 mM EDTA, and 0.1% triton X-100 supernatant solutions was determined by the Bradford
[v v1], pH 7.8) at a ratio of 1:9 (w v1). Homogenates (1976) method, using bovine serum albumins as a standard.
were centrifuged at 30 000 g for 30 min, and the superna-
tant was collected and frozen at 80 °C until analysis.
The analysis of ROS was performed as previously
described by Hayashi et al. (2007), based on the joining of The statistical software used was JMP 7.0.2. The results
free radical of peroxide to the chromogenic solution. The were analysed using one-way analysis of variance (ANOVA)
absorbance was measured at 505 nm. The calibration curve followed by the Tukey–Kramer HSD test. The results are
was calculated and expressed in terms of equivalent levels expressed as means  SEM (standard error of mean) with
of hydrogen peroxide (1 unit = 1.0 mg H2O2 L1). probabilities of P < 0.05 considered significant.
The FRAP test was performed as previously described The correlation of n-3/n-6 ratio between the diet and
by C ß akatay & Kayali (2006).The absorbance change is muscle and liver was quantified using Spearman rank order
translated into a FRAP value (in lM) by relating the correlation. The significance of the Spearmen rank order
change in absorbance at 593 nm of the test sample to that correlation can be assessed for data with any underlying
of a standard solution of known FRAP value (500– distribution and was thus calculated using untransformed
1200 lmol L1). variables.
All enzymatic assays were carried out at 25  0.5 °C
using a Power Wavex microplate scanning spectrophotome-
ter (Bio-Tek Instruments, Winooski, VT, USA) in duplicate
in 96-well microplates (UVStar; Greiner Bio-One, Fric- The proximate composition showed significant differences
kenhausen, Germany). The enzymatic reactions were among raw sources (Table 1). TM has the lowest and high-
started by the addition of the tissue extract, except for est values of ash and ether extract, respectively. The crude
superoxide dismutase, SOD (EC 1.15.1.1), where xanthine protein content of TM was lower than FM and higher than
oxidase was used. Catalase, CAT (EC 1.11.1.6), activity SM. The NFE extract content of TM was lower than SM.
was determined by measuring the decrease of H2O2 concen- The amino acid composition analysis (Table 3) shows
tration at 240 nm, according to Aebi (1984); SOD activity higher percentages of isoleucine, leucine, threonine, valine,
was measured spectrophotochemically by the ferricyto- proline, serine and tyrosine for TM. The balance of essen-
chrome c method using xanthine/xanthine oxidase as the tial amino acids and non-essential amino acids (EAA/
source of superoxide radicals. One activity unit was defined NEAA) was similar for SM and TM and among the diets
as the amount of enzyme necessary to produce a 50% inhi- (0.78 for FM/SM, 0.75 for FM/TM/SM and 0.80 for TM/
bition of the ferricytochrome c reduction rate measured at FM).
550 nm (McCord & Fridovich 1969); glutathione peroxi- Compared to FM, the fatty acid analysis of TM
dase, GPX (EC 1.11.1.9), activity was measured following (Table 4) showed elevated levels of monounsaturated (espe-
the method of Flohe & G€ unzler (1984); glutathione reduc- cially 18:1n-9) and n-6 fatty acids (especially 18:2n-6) and
tase, GR (EC 1.6.4.2), activity was assayed as described by lower levels of n-3 fatty acids (especially 20:5n-3 and 22:6n-
Calberg & Mannervik (1975), with some modifications, by 3). The ratio of the n-3/n-6 series was much higher in FM
measuring the oxidation of NADPH at 340 nm; glutathi- than TM and SM, and the latter showed a slightly higher
one S-transferase, GST (EC 2.5.1.18), activity was deter- ratio than TM. The fatty acid profile of the diets (Table 4)
mined by the method of Habig et al. (1974), adapted to reflects the TM inclusion.
microplates. GST activity was monitored at 340 nm by the The ADF included lignin and minerals and the chitin of
formation of glutathione-CDNB-conjugate; DT-diaphorase, exoskeleton of insect. The results (Table 1) show the highest
DTD (EC 1.6.99.2), activity was measured as described values for SM (due to lignin), followed by TM (due to chi-
bySturve et al. (2005). DTD activity was defined as the dif- tin); in FM, the percentage was small and based on miner-
ference between sample and control dichlorophenolind- als. The ADF in diet reflects the inclusion of SM and TM,
ophenol DCPIP reduction. Except for SOD, for which the as well as the wheat meal or cellulose. Considering the pro-
arbitrary units have already been mentioned, one unit of portion of ADF in TM and its inclusion within each experi-
activity is defined as the amount of enzyme required to mental diet, this represents 13.7 g kg1 for the TM/FM/SM
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diet and 28.2 g kg1 for the TM/FM diet, with an ADIN 18:1n-9 and 18:2n-6 in fish fed with TM. The fish fed with
inclusion of 4.9 g kg1 and 10.1 g kg1 from TM, respec- control diet (FM/SM) presented higher levels of eicosapen-
tively. The correction of values CPi affects TM, which taenoic acid (20:5n-3; EPA) and lower levels of n-6 fatty
decreased the CP content by 23.6 g kg1 and energy. acids than fish fed with TM diets. The levels of docosa-
The values of in vitro protein digestibility were hexaenoic acid (22:6n-3; DHA) were only significantly
32.6  1.4% of DM for FM/SM diet, 23.8  2.8% of DM lower for fish fed with TM/FM diet. Fish fed with TM also
for TM/FM/SM diet and 27.2  2.3% of DM for TM/FM had the highest percentages of monounsaturated fatty acids
diet. No significant differences were detected for in vitro and the lowest levels of saturated fatty acids.
digestibility values among the diets at 90 min. Regarding fatty acids in liver (Table 7), the profile was
The highest values for protease activity in stomach and similar to that of muscle, but there were major differences
intestine (Table 5) were observed in fish fed with less fish- between fish fed with FM/SM and fish fed with FM/TM.
meal (TM/FM/SM diet), followed by fish fed with the TM/ The results also show significant differences for DHA with
FM diet. the TM/FM/SM diet that did not appear in muscle, and
To evaluate the nutritive effect of TM, the growth per- EPA was not found in the liver of the fish fed with the
formance, nutrient utilization and morphometric parame- TM/FM diet.
ters related to fish production were determined. No The n-3/n-6 ratio in muscle was significantly different
differences were found in feed intake levels (Table 6), but between fish fed with the FM/SM and FM/TM diets,
DGC, FCE and PER were lower in fish fed with diets with reflecting the higher level of n-3 in fishmeal, but no differ-
TM than in fish fed with the control diet (FM/SM) ences were found in fish fed with FM/TM/SM (Table 7).
(Table 6). PER corrected with CPc data improved values In liver, however, the n-3/n-6 ratio was significantly differ-
slightly in all groups, but significant differences were main- ent among the three different diets (Table 7). There is a sig-
tained (P < 0.05). nificant and positive correlation of the n-3/n-6 ratio
No significant differences in morphometric indexes were between the diet and muscle (y = 1.5431x + 0.4288
found among the treatments, except for the hepatosomatic R2 = 0.9949) and liver of the fish (y = 1.1985x + 0.041
index, which is higher in fish fed with diets TM/FM R2 = 0.979).
(Table 6). The total oxidant and antioxidant power of diet and oxi-
No differences in the macronutrient composition of mus- dant and antioxidant response of muscle and digestive
cle were observed among the experimental diets (Table 6). tracts have been determined via ROS and FRAP (Fig. 2a
Regarding essential amino acids in muscle (Fig. 1), the and b). No differences were observed in FRAP content in
composition, expressed as a percentage of total amino diet or FRAP production in muscle. The highest FRAP
acids analysed, was similar in fish fed with the three experi- production was obtained in the digestive tracts of fish fed
mental diets, except for higher values of histidine and argi- with the FM/SM diet. ROS levels (Fig. 2a), however, were
nine and lower values of leucine in fish fed on diet FM/ higher in the FM/SM diet and in muscle of fish fed with
SM. this diet.
The fatty acid profile of muscle (Table 7) reflects the The results of liver antioxidant enzyme activities
fatty acid profile of the diet (Table 4) with higher levels of (Table 8) showed significant differences in SOD only
between fish fed with and without TM, with the highest
value for fish fed with the FM/SM diet. The other enzyme
Table 5 Activity units (AU) of protease in Nile tilapias fed with activities assayed showed no significant differences.
three experimental diets at the end of the experiment

Diets
1
AU mg prot FM/SM TM/FM/SM TM/FM
The analysis of the composition of TM (Table 1) reveals a
Stomach 12.46  1.01c 44.28  2.93a 27.64  0.99b protein percentage higher than SM but lower than FM and
Intestine 17.00  2.58c 54.87  1.19a 47.05  0.71b
higher in fat than either SM or FM. The amino acid com-
Mean  SEM of three intestine and stomach replicates of fish fed position (Table 3) is worse than FM but better than SM,
with the different experimental diets. Different letters indicate
showing high percentages of all essential amino acids for
significant differences (P < 0.05) based on the Tukey–Kramer HSD
test. One unit of protease activity (AU) was defined as 1.0 lg of fish except phenylalanine. The values of two non-essential
tyrosine released per minute. amino acids, glutamic acid and aspartic acid, were also
..............................................................................................

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a

Table 6 Growth performance, somatic indexes and body composition of Nile tilapia fed a control diet (FM/SM) and experimental diets
(TM/FM/SM and TM/FM)

Diet

FM/SM TM/FM/SM TM/FM

Growth performance
FBW1 (g) 84.73  4.40a 60.24  3.20b 60.2  1.33b
DGC2 (%) 2.74  0.18a 1.84  0.16b 1.83  0.06b
FI3 (%) 1.98  0.08 2.05  0.03 2.05  0.03
FCE4 1.03  0.03a 0.74  0.06b 0.74  0.02b
PER5 2.08  0.06a 1.55  0.13b 1.46  0.03b
PERc6 2.13  0.07a 1.60  0.13b 1.51  0.03b
Somatic indexes (%)
Carcass 86.85  0.57 79.4  4.75 86.68  1.97
Liver 1.47  0.20ab 1.32  0.16b 1.92  0.15a
Intestine 3.29  0.33 3.71  0.60 2.80  0.28
Stomach 0.82  0.14 0.67  0.13 0.48  0.05
Spleen 0.11  0.03 0.06  0.01 0.10  0.03
Head 23.18  0.93 23.16  1.21 22.91  0.44
Muscle 34.17  2.57 32.14  2.76 33.26  1.27
Gonads 2.26  0.59 2.58  0.74 2.99  0.61
Condition Factor7 1.72  0.05 1.63  0.06 1.58  0.02
Body composition (g kg1)
Dry matter8 977.7  4.4 970.6  8.3 971.1  2.7
Ash 64.8  1.1 72.7  4.4 68.2  0.9
Ether extract 42.3  12.2 45.9  12.2 50.3  6.9
Crude protein (Nx6.25) 877.2  10.5 880.5  9.7 873.3  7.2

Grow performance: Mean  SEM of three replicate tanks (11 fish/tank) at the end of the experiment. Different letters indicate signifi-
cant differences (P < 0.05) based on the Tukey–Kramer HSD test.
Somatic indexes: Results show, in % of total fish weight, the mean  SEM (n = 9); different letters indicate significant differences
(P < 0.05) based on the Tukey–Kramer HSD test.
Body composition: Results show, in g kg1 of dry matter of the muscle of Nile tilapia, the mean  SEM (n = 6); different letters indicate
significant differences (P < 0.05) based on the Tukey–Kramer HSD test.
1
FBW (final body weight).
2
DGC = Daily growth coefficient = [(Wf1/3Wi1/3)/t] 9 100.
3
FI (feed intake) = (feed daily intake/average body weight) 9 100.
4
FCE (feed conversion efficency) = wet weight gain/dry feed intake.
5
PER (protein efficiency ratio) = wet weight gain/crude protein intake.
6
PERc = Protein efficiency ratio corrected considering the crude protein corrected – CPc – presented in Table 2.
7
Condition factor = 100 9 body weight/total length3.
8
Dry matter sample of lyophilized muscle.

lower in TM than in SM. The results obtained caused an higher in ADF than in FM (Table 1), in which ADF is
EAA/NEAA balance in TM lower than FM but similar to zero. The b1,4 bond in chitin is indigestible for several fish
SM. The differences in amino acids limited the percentage species (Rust 2002). However, chitinase activity has been
of substitution at a maximum of 50% of fishmeal to main- described in the digestive tracts of some species of fish,
tain the amino acid balance. Nevertheless, this level of sub- with the chitinase produced by the fish (Smith et al. 1989)
stitution affects the fatty acid profile of the experimental or by digestive bacteria (Krogdahl et al. 2005). Neverthe-
diet, decreasing n-3 and increasing n-6 with the decrease in less, the presence of chitinase and the ability to digest it are
fishmeal inclusion because the composition of fatty acids discussed in several species. In red tilapia (O. niloticus x
(Table 4) is quite different, with SM or FM being TM O. hornorum) and Nile tilapia, dietary fishmeal can be
richer in 18:2n-6 and lower in 18:3n-3 than FM. replaced with shrimp meal, which is rich in chitin, at levels
Insect exoskeletons contain chitin. Chitin content has of 50% or 100% without significant retardation in weight
been determined as ADF, which also includes lignin from gain and feed efficiency (El-Sayed 1998; Mansour 1998).
vegetable sources. The ADF level of SM is due to lignin, Conversely, in other species of tilapia (O. niloticus x
while it is due to chitin in TM. Both TM and SM are O. aureus), the inclusion of chitin depresses growth (Shiau
..............................................................................................

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10 FM/SM muscle TM/FM/SM muscle TM/FM muscle

Amino acids (% of total amino acids analysed)


a
ab
8 b

7 a
Figure 1 Essential amino acids in fish’s b ab
muscle fed with three different diets. 6

Results show the mean  SEM (n = 6) 5


of percentage of total amino acids anal-
4 a
ysed; different letters indicate signifi- b b b
cant differences (P < 0.05) based on 3
the Tukey–Kramer HSD test. ARG:
2
Arginine; HIS: Histidine; ILE: Isoleu-
cine. LEU: Leucine; LYS: Lysine; 1

MET: Methionine; PHE: Phenylala- 0


nine; THR: Threonine. VAL: Valine. ARG HIS ILE LEU LYS MET PHE THR VAL

Table 7 Fatty acids profile (% total fatty acids analysed) in muscle and liver of Nile tilapia fed a control diet (FM/SM) and experimental
diets (TM/FM/SM and TM/FM)

Muscle Liver

Fatty acid/Diet FM/SM TM/FM/SM TM/FM FM/SM TM/FM/SM TM/FM

14:00 3.08  0.61 2.03  0.24 2.43  0.30 3.05  0.05 2.4  0.65 2.43  0.07
16:00 22.5  0.36 18.92  0.77 18.72  1.35 21.80  2.10x 16.5  1.89xy 10.70  0.51y
16:1n-7 3.55  0.86 1.72  0.3 1.93  0.47 3.90  0.70 2.87  0.55 2.90  0.23
18:00 8.90  0.8 8.42  1.03 6.85  1.08 11.70  0.20 7.53  1.01 4.67  0.70
18:1n-9 13.03  1.35b 17.9  2.40ab 26.65  3.03a 15.45  3.75y 25.27  3.29y 39.03  2.02x
18:1n-7 3.42  0.65 2.60  0.23 1.58  0.30 3.20  0.60x 1.77  0.41xy 0.87  0.26y
18:2n-6 6.47  0.56b 15.55  1.98a 19.05  1.46a 6.25  3.55z 12.87  0.23y 18.53  1.07x
18:3n-3 0.53  0.17 0.48  0.34 0.33  0.22 0.25  0.25 0.50  0.06 0.50  0.06
18:3n-6 n.d. n.d. n.d. n.d. 0.30  0.3 0.60  0.15
18:4n-3 0.20  0.2 0.07  0.07 0.08  0.08 n.d. n.d. n.d.
20:1n-9 1.25  0.06a 0.58  0.07b 0.57  0.11b 1.45  0.15 0.67  0.35 0.87  0.07
20:4n-3 n.d. n.d. n.d. n.d. 0.67  0.67 n.d.
20:4n-6 2.72  0.43 2.40  0.38 2.32  0.51 3.50  0.40x 1.67  0.63xy 1.00  0.15y
20:5n-3 2.83  0.12a 1.23  0.15b 0.47  0.26b 1.50  0.40x 0.30  0.06y n.d.
22:1n-11 n.d. n.d. n.d. n.d. 0.17  0.17 n.d.
22:5n-3 4.85  0.32a 3.68  0.19ab 2.88  0.46b 1.25  1.15 1.07  0.19 0.40  0.10
22:5n-6 n.d. n.d. n.d. 0.45  0.45 0.33  0.18 n.d.
22:6n-3 22.77  2.15a 18.22  2.38ab 11.70  1.81b 21.00  2.20x 10.67  2.65y 3.27  0.28y
Others 3.90  0.08b 6.20  0.56a 4.67  0.63ab 5.25  2.45y 14.47  1.91x 14.23  1.55x
Monounsaturated 21.25  1.55 22.8  2.51 30.73  3.38 24.00  5.20y 30.73  3.94xy 43.67  2.22x
n-3 31.18  1.71a 23.68  2.30ab 15.47  1.94b 24.00  0.90x 13.20  2.86y 4.17  0.23z
n-6 9.18  0.45b 17.95  1.60a 21.37  1.15a 10.20  0.01z 15.17  0.43y 20.13  0.90x
Saturated 34.48  0.12a 29.37  1.48b 28.00  2.12b 36.55  1.85x 26.43  2.34y 17.80  1.05z
Total PUFAs 40.37  1.57 41.63  0.79 36.83  0.87 34.20  0.90 28.37  3.29 24.30  0.86
n-3/n-6 3.42  0.29a 1.37  0.26b 0.74  0.13b 2.35  0.09x 0.86  0.17y 0.21  0.02z

Results show the mean  SEM (n = 6); different letters indicate significant differences (P < 0.05) based on the Tukey–Kramer HSD test
with ‘a’ or ‘b’ for muscle and ‘x’, ‘y’ or ‘z’ for liver.
n.d., Not detected.

& Yu 1999). Chitinolytic activity was present in the serum, utilization rates. The ADIN was higher in TM, due to the
stomach, and intestine of Nile tilapia, with the serum hav- nitrogen atoms present in the chitin molecules. However,
ing the highest specific activity (Molinari et al. 2007). In that nitrogen did not significantly affect the protein content
this experiment, diets were formulated without considering initially valued in the diets (Table 2) or PER (Table 6).
chitin and its nitrogen content, but these were both The in vitro digestibility of protein was similar for the
determined to help understand the growth and nutritive three sources of protein analysed. Low digestibility of soy
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a

80 (a) 2000 (b) a

FRAP units (μmol L–1)


a

ROS units (mg L–1)


b
60 1500 b
ab
40 1000
b
20 500

0 0
TM/FM TM/FM/SM FM/SM TM/FM TM/FM/SM FM/SM
Muscle Intestine Diet Muscle Intestine Diet

Figure 2 ROS (a) and FRAP (b) levels in the three experimental diets and muscle and intestine of the fish fed with each diet. Results show
the mean  SEM (n = 6); different letters indicate significant differences (P < 0.05) based on the Tukey–Kramer HSD test.

Table 8 Effects of different experimental diets based in TM on liver antioxidant activity in Nile tilapias

Diets

Antioxidant enzymes in liver FM/SM TM/FM/SM TM/FM

SOD 1
467.56  37.39 a
368.31  17.15 b
383.47  28.08b
CAT1 228.77  20.67 215.82  15.57 200.10  22.50
GPX2 48.77  3.38 45.79  3.07 48.42  1.64
GR2 6.19  0.69 5.98  0.50 4.85  0.59
GST2 179.95  29.76 147.44  13.82 205.01  23.57
DTD2 21.36  4.06 11.67  2.88 16.90  4.03

Results show the mean  SEM (n = 9); different letters indicate significant differences (P < 0.05) based on the Tukey–Kramer HSD test
for superoxide dismutase (SOD), catalase (CAT), glutathione reductase (GR), glutathione peroxidase (GPX), glutathione transferase (GST)
and DT-diaphorase (DTD).
1
U mg1 protein
2
mU mg1 protein.

protein has been described due to the presence of protease into the lamina propia have been observed upon feeding
inhibitors (Rodiles et al. 2012); nevertheless, in this experi- diets containing 600–700 g kg1 of soybean meal to rain-
ment, the in vitro digestibility of protein is less in SM but bow trout (Burrells et al. 1999), causing the inclusion of
is not significantly different from TM and FM. This, soybean meal to be limited. The experimental diets replaced
together with the high values of alkaline and acid proteases 50% of the fishmeal with SM, for a 500 g soy kg1 diet in
observed (Table 5) in fish fed with the TM-based diets, TM/FM/SM and FM/SM diets, and the intestine histology
could indicate a high potential for digesting dietary pro- has not analysed. However, the growth rate in fish fed with
teins, but we cannot affirm a high digestibility of TM the control diet is similar to that described for this species
because the digestibility was determined in diet but not in (Edwards et al. 2000).
meal. The experimental diets were well accepted, with similar
Current practice has achieved a high percentage of sub- feed intake levels among the three experimental diets
stitution of FM with plant sources. El-Sayed et al. (2003) (Table 6); the inclusion of TM at the percentages tested in
reported that growth performance was not significantly this experiment did not affect the palatability of the diet.
impaired in tilapia fed with a diet in which 100% of the Nevertheless, tilapias fed with TM were observed to
dietary protein came from a complex mixture of vegetable decrease their nutritive utilization and growth index com-
sources. Nevertheless, feeds based on individual plant pro- pared to fish fed the diet without TM (FM/SM). Similar
teins have generally resulted in a decrease in fish growth results were obtained for Ictalurus punctatus (cat fish), and
performance (Mbahinzirek et al. 2001; Sklan et al. 2004), Oreochromis aureus (blue tilapia) fed with Hermetia illucens
which has been attributed to the presence of antinutritional (black soldier fly) prepupa ate a 34% substitution (Bondari
factors in plant protein, particularly soybean meal (Bureau & Sheppard 1981, 1987; Newton et al. 2005).
et al. 2000). Currently, commercial fish diets have a high The lower growth (Table 6) in fish fed with insect meal
percentage of soy meal. Nevertheless, a loss of integrity of could be due to the chitin content in the diet. In tilapia
the villus tips and increased inflammatory cell infiltration (O. niloticus x O. aureus) fed diets with chitin, a growth
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decrease has been described (Shiau & Yu 1999). Similarly, (0.74) from muscle of fish fed with TM/FM diet are higher
in Atlantic salmon, the inclusion of chitin, at a percentage than that obtained for chicken breast (1.19% of n-3 and
of 1% or higher, decreased fish growth (Shiau & Yu 1999; 0.05 n-3/n-6 ratio) (Rule et al. 2002) but with lack in con-
Gopalakannan & Arul 2006; Olsen et al. 2006). In our tent of EPA and DHA. The percentages of EPA and DHA
study, the proportion of ADF evaluated as chitin in TM in muscle of fish fed with TM are lower than that observed
and its inclusion within each experimental diet represented from the control diet. The data for liver fatty acids suggest
1.37% for the TM/FM/SM diet and 2.82% for the TM/ a greater use and/or mobilization to the muscle of these
FM diet, which might explain the cause of decreased fatty acids because at 42 days of experimentation, no EPA
growth and nutrient utilization in tilapia fed TM-contain- or DHA was detected in the liver of fish fed the diet with
ing diets versus the fish that were fed with the control diet more TM (TM/FM). This effect is less evident in fish fed
(FM/SM). Low lipid utilization and the low lipid retention with a lower percentage of substitution (TM/FM/SM),
can be attributed to the presence of chitin and its negative which may be a consequence of the inclusion of fish oil in
influence on lipid digestibility (Kroeckel et al. 2012). How- the diet formulation. On the other hand, synthesis of highly
ever, we note that the growth and nutritive indexes wors- unsaturated fatty acids (HUFA) from precursors such as
ened independently of the percentage of inclusion of the 18:3n-3 has been described in some freshwater fish species,
insect meal, suggesting a negative effect of some com- such as tilapia, which are able to convert the C18 essential
pounds in T. molitor. These could be chitin, which exceeds fatty acid (EFA), 18:3n-3 and 18:2n-6, to the longer chain,
1% in the experimental diets, or it may be some other more unsaturated and physiologically important, HUFA.
toxin. For example, the endogenous production of 1, 4 EPA, DHA and arachidonic acid (20:4n-6; AA) are synthe-
benzoquinone has been described in Tenebrio sp. (El-Kash- sized via a series of fatty acid desaturations and elonga-
lan et al. 1996). tions, so they only require the C18 PUFA (Henderson &
The biometric indexes (Table 6) show normal develop- Tocher 1987; Sargent et al. 1989, 1995).
ment of fish, with no differences among diets except for the The oxidative stress and antioxidant defence results
hepatosomatic index (HI), which is higher in the TM/SM (Fig. 2a and b) show that FRAP in muscle and intestine of
diet than the TM/FM/SM diet, but there are no significant fish (Fig. 2b) matches the increased SOD activity in liver
differences from the control diet (FM/SM). This is not due (Table 8), as well as the main antioxidant enzymes that ini-
to the presence of TM because the TM/FM/SM diet also tiate the cascade of reductive reactions, indicating that the
contains T. molitor and induced a lower HI than the con- animals fed with a greater amount of FM (FM/SM) are
trol. those who need to increase their antioxidant defences. Both
The muscle proximate composition (Table 6) was not circumstances, along with the highest level of ROS found
affected by any of the experimental diets. In Clarias gari- in the muscle of animals fed with FM/SM diet and FM
epinus, the replacement of FM with TM shows a slight (Fig. 2a), indicate that the probable cause is the higher
increase in the total lipid level without significant changes level of PUFAs and HUFAs, indicating a high response
in protein levels compared to control fish (Wing-Keong capacity of these two organs, as it has been described
et al. 2001). The results of our experiment show no change under multiple stress conditions (S anchez-Muros et al.
in body composition, but our data are only for muscle. In 2013).
rainbow trout (Onchrynchus mykiss) fed with diets contain- The possible presence of toxins could have resulted in
ing housefly (Musca domestica) or black soldier fly (Herme- increased activity of GST and DTD. Nevertheless, no sig-
tia illucens), the body protein is also unchanged, while nificant changes were found in DTD and GST activities
lipids decrease in fish fed with diets containing black sol- among the diets.
dier fly (St-Hilaire et al. 2007a). In summary, the results of this work indicate that TM
The amino acid composition of muscle is similar for all has a composition comparable to SM and that the partial
experimental diets, and the amino acids profile seem to be a replacement of FM or total replacement of SM with TM
characteristic of the each species rather than a consequence does not affect feed intake, in vitro protein digestibility, the
of feeding. However, the muscle fatty acid composition amino acid composition of the muscle or biometric indexes.
(Table 7) reflects the fatty acid composition of the diets, However, the inclusion of TM at either level tested (25 and
and the percentage of n-3 fatty acids was significantly lower 50%) decreased growth by approximately 29% and
in fish fed with TM. Nevertheless, from a human nutritional affected the fatty acid profile of muscle. TM is a protein
perspective, n-3 fatty acids (15.47%) and n-3/n-6 ratio source that cannot be used at high rates of substitution,
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a

and need to improve the lipid profile. The use of TM Cerda, H., Martınez, R.N.B., Pizzoferrato, L., Hermoso, D. & Pa-
requires better understanding of the role of chitin in diges- ole, M. (1999) Cría, aná lisis nutricional y sensorial del picudo
del cocotero Rhynchophorus palmarum (coleoptera: curculioni-
tion and better detection of toxins that might affect fish dae), insecto de la dieta tradicional indigena amazonica. Ecotrop-
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Effect of the administration of Tenebrio molitor meal as fishmeal substitute at early
stages of development in juvenile tilapia (O. niloticus) diets
 

C. de Haro1, M.J. Sánchez-Muros1, F.G. Barroso1*

1
Department of Biology and Geology, University of Almería, 04120 Almería, Spain
*
Corresponding author. Tel: +34 950015918; Fax: +34 950015476; E-mail: fbarroso@ual.es.

**Document under preparation

ABSTRACT

This work studies the effect of early feeding in juveniles of Nile tilapia (Oreochromis
niloticus) with a diet based in Tenebrio molitor larvae meal (TM). Three different diets
were designed: C diet (without TM), I diet (with 25% of FM substituted by TM) and II
diet (with 30% of FM substituted by TM). The experiment was developed in two
different stages with four different treatments. In stage 1, the fish were divided into two
treatments: one treatment was fed with C diet and the other with I diet. In stage 2, each
previous treatment was divided in other two, resulting in four final treatments: animals
that consumed the C diet in both stages (C!C), the C diet follow by II diet (C!II), I
diet and then II diet (I!II) and I diet and then C diet (I!C). The percentage of
ingestion shows a good acceptation of TM, but the growth and the conversion indexes
are worse in fish fed with TM. The protease activity is significantly higher in fish fed
with C diet at the stage 2. However no significant differences were found for in vitro
protein digestibility, and the early administration of TM improves the utilization of II
diet as not statistical differences in DGC between C!C and I!II fish group were found.
The highlight result obtained was that the administration of insect based diet at early
stages of development don’t affect the measured indexes if in the second stage fish are
fed with fishmeal-based diet (C diet) as show the results of I!C treatment, which
showed a feed conversion efficiency, proximal composition, essential amino acid or
polyunsaturated fatty acids in muscle, similar to C!C treatment. Although we must
conduct more related studies with insect meal feeding fish, similar feeding strategies
with insect meal could be a significant saving of fishmeal in fish diets.

  90  
Keywords: Adaptation; Nile tilapia; Tenebrio molitor; alternative feed; insects; fish
nutrition.
Abreviations: AA, amino acids; ADC, apparent digestibility coefficient; ADF, acid
detergent fibre; ADIN, acid-detergent-insoluble nitrogen content in the acid-detergent-
insoluble residue; ALA, α-linolenic acid; ARG, Arginine; AU, activity units of
protease; CP, crude protein; CPc, crude protein corrected; DGC, Daily growth
coefficient; DHA, docosahexaenoic acid; DM, dry matter; EAA, essential amino acids;
EFA, essential fatty acids; EPA, eicosapentaenoic acid; FCE, feed conversion
efficiency; FI, feed intake; FM, fishmeal; GE, gross energy; GEc, gross energy
corrected; GLC, gas-liquid chromatography; HIS, Histidine; HUFAs, highly unsaturated
fatty acids; ILE, Isoleucine; LEU, Leucine; LYS, Lysine; MET, Methionine; NEAA,
non-essential amino acids; PER, protein efficiency ratio; PHE, Phenylalanine; PUFAs,
polyunsaturated fatty acids; THR, Threonine; TM, Tenebrio molitor larvae meal; VAL,
Valine

1. Introduction

Aquaculture presents several challenges, including the conservation of the


environment and the reduction of feeding. The finfish and crustacean aquaculture
sectors are still highly dependent upon marine capture fisheries for sourcing key dietary
nutrient inputs, including fishmeal, fish oil and low-value trash fish (Tacon et al., 2006).
Compared to other conventional animal and plant protein sources, fishmeal is an
excellent source of high-quality animal protein, with a well-balanced essential amino
acid profile, essential lipids, including omega-3 fatty acids, and a good source of
digestible energy (Hasan, 2001; Hertrampf and Piedad-Pascual, 2000).
In this context, the insects have a great potential for to help to meet rising demand in
meat products and replace fishmeal because they are a good source of protein, vitamins,
with high digestibility (Ramos Elourdy et al., 1998; Ng et al., 2001) and they are part of
the natural diet of poultry, pigs, fish and some human communities. Regarding
environmental point of view, they have high growth and feed-conversion rates and a
low environmental footprint over their entire life cycle (van Huis et al., 2013).
Some previous experiments with insect inclusion in fish feed for aquaculture have
shown good results within certain levels of substitution (Bondari and Sheppard, 1981;
Nandeesha et al., 1990; Sogbesan and Ugwumba, 2008; St-Hilaire et al., 2007; Stafford

  91  
and Tacon, 1984; Tacon et al., 1983; Velasquez et al., 1991; Wilfred et al., 2011; Ng et
al., 2001). However, in these same experiments, it has been found that high levels of
substitution do not give good results, which in large part could be due to a lower
digestive utilization.
The different protein source induces changes in the activities of enzymes digestives
to improve digestive efficiency of the protein digestion. In Rhamdia quelen trypsin and
chymotrypsin activities were higher in fish fed diets containing animal protein source  
(Lazzari et al., 2010). The alkaline proteases were negatively affected by dietary
soybean meal while amylase activity had greater variation between diets and intestine
sections. On the other hand, fish fed meat and bone meal diets showed higher gastric
protease activity (Lazzari et al., 2010). In Penaeus vannamei larvae Squid meal
stimulated significantly chymotrypsin activity while trypsin activity decreased with fish
protein soluble concentrate (Le Moullac et al., 1994).
On the other hand, the inclusion of insect affect to composition of de muscle,
especially the fatty acids composition. Fish fed black soldier fly diets low in fish oil had
reduced levels of omega-3 fatty acids in their muscle fillets; specially key fatty acids
were affected by diets with proportionally less α-linolenic acid (18:3n-3; ALA),
eicosapentaenoic acid (20:5n-3; EPA), and docosahexaenoic acid (22:6n-3; DHA) (St-
Hilaire et al., 2007).
The objective of this work was to study the response of juveniles of Nile tilapia
(Oreochromis niloticus) to the change of a diet based in fishmeal to a diet based in
Tenebrio molitor, in vitro protein digestibility and proteases activities. Also we study
proximal composition, growth performance and nutritive utilization by fish.

2. Material and Methods

2.1. Diet ingredients and formulation

T. molitor larvae, fed with cereal bran, were purchased from a pet store (La grillería,
Valencia, Spain). In our installations, T. molitor were frozen, lyophilized, and
homogenized by grinding to assist in diet formulation. Three experimental diets were
designed with different rates of substitution of fishmeal (FM) with T. molitor larvae
insect meal (TM) (Table 1):
 

  92  
- Control diet C: without TM.
- Insect diet I: with 25% of FM substituted by TM.
- Insect diet II: with 30% of FM substituted by TM.

The rest of the ingredients for the diets were purchased from specialized suppliers.
The different diets were developed by the Technical Services of the University of
Almería (Spain). A proximate analysis was conducted on each diet (Table 1). Gross
energy (GE) was calculated according to Jobling (1994).

Table 1. Ingredients, proximate composition and gross energy on dry matter basis (DM) of the
experimental diets.

Diets
C I II
Ingredients (g/kg)
Fishmeal (FM) a   610   450   300
Tenebrio larvae meal (TM) b - 230 430
Wheat meal a 230 230 200
Fish oil a 70 20 -
Vitamin/mineral premix c 50 50 50
Cellulose d 40 20 20
Analyzed composition (g/kg)
Dry matter   913.63   898.72   906.27
Ash 147.95 135.13 105.23
Ether extract 117.08 103.74 120.86
Crude Protein 504.51 484.38 503.75
e
NFE 193.42 249.67 243.07
f
ADFom 4.95 17.23 35.02
ADIN g 3.48 8.08 17.63
h
CPc 501.03 476.30 486.12
Gross energy (MJ/kg) 19.62 19.82 20.86
a b c
Local supplier (Almería, España). La grillería del sur, Valencia, Spain. Vitamin and mineral mix
(values are g/kg except to those in parenthesis): Premix: 25; Choline, 10; DL-α-tocoferol, 5; ascorbic
acid, 5; (PO4)2Ca3, 5. Premix composition: retinol acetate, 1000000 IU/kg; calciferol, 500 IU/kg; DL-α-
tocoferol, 10; menadione sodium bisulphite, 0.8; thiamin hydrochloride, 2.3; riboflavin, 2.3; pyridoxine
hydrochloride, 15; cianocobalamin, 25; nicotinamide, 15; pantothenic acid, 6; folic acid, 0.65; biotin,
0.07; ascorbic acid, 75; inositol, 15; betaine, 100; polypeptides, 12; Zn, 5; Se, 0.02; I, 0,5; Fe, 0.2; CuO,
15; Mg, 5.75; Co, 0.02; Met, 1.2; Cys, 0.8; Lys, 1.3; Arg, 0.6; Phe, 0.4; Tryp, 0.7; excpt. to 1000 g
(Dibaq-Diproteg). d Sigma, Spain.
e
NFE = Nitrogen-free extractives = 100 – (ash + ether extract + crude protein + gross fibre).
f
ADFom = Acid detergent fibre expressed exclusive of residual ash.
g
ADIN = Insoluble nitrogen content in ADFom.
h
CPc = Crude protein corrected = CPi-ADIN (where “CPi” represents the initial crude protein
analysed (Nx6.25) and “ADIN” the acid detergent insoluble nitrogen contented in ADFom fraction
(Nx6.25)).

Also we analysed the amino acid (Table 2) and fatty acid (Table 3) profiles resulting.

  93  
Table 2. Amino acid composition of the three different diets formulated.

Diets
Amino acid C I II
Arginine* 6.14 5.88 5.35
Histidine* 3.72 4.27 4.12
Isoleucine* 5.13 5.04 5.27
Leucine* 7.40 6.93 7.48
Lysine* 7.42 6.51 5.50
Methionine* 2.57 2.70 2.38
Phenylalanine* 4.34 4.33 4.20
Threonine* 5.05 5.18 5.05
Valine* 6.40 6.49 7.52
Alanine 8.47 9.29 11.02
Aspartic acid 8.55 7.87 7.66
Glutamic acid 11.41 9.79 8.14
Glycine 10.51 11.26 10.34
Proline 5.65 6.26 6.99
Serine 4.61 4.94 5.22
Tyrosine 2.63 3.25 3.76
a
EAA/NEAA 1.15 1.13 1.10
Results show the mean (n=3) in percentage of the total amino acids analyzed.
* Essential amino acid.
a
Balance of essential amino acid (EAA) and not essential amino acids (NEAA).
 
Table 3. Fatty acid composition of the three different diets.

Diets
Fatty acid C I II
14:0 6.93 5.00 3.30
16:0 24.45 21.65 21.35
16:1n-7 7.28 4.30 2.35
18:0 5.63 4.40 4.25
18:1n-7 3.00 1.55 0.60
18:1n-9 12.68 28.35 33.70
18:2n-6 3.05 15.60 26.00
18:3n-3 0.53 0.70 1.35
18:4n-3 1.18 0.70 0.15
20:1n-9 1.50 0.55 0.15
20:4n-6 1.48 0.70 0.10
20:5n-3 9.18 5.15 2.35
22:5n-3 1.95 1.00 0.25
22:6n-3 15.40 7.50 2.60
Others 5.48 2.85 1.50
Monounsaturated 24.78 34.75 36.80
n-3 28.23 15.05 6.70
n-6 4.53 16.3 26.10
Saturated 37.00 31.05 28.90
n-3/n-6 6.26 0.92 0.26
The values show the mean (n=3) in percentage of the total fatty acids analyzed.

  94  
2.2 Nile tilapia feeding trial

Animals used in this experiment were juveniles of Nile tilapia, supplied by


Valenciana de Acuicultura (S.A.). These fish were transported from the farm to the
aquarium of the University of Almería.

To study the digestive adaptation to diet change, the experiment was designed in two
stages (Figure 1).

Figure 1. Stages of administration of T. molitor larvaes meal.

Nile  tilapia  
n  =  336    

C   I    

CàC   CàII   IàC   IàII  

Stage 1: 336 15-day-old Nile tilapia were divided into two treatments (C and I),
housed in four 60 L fibreglass tanks (two tanks/treatment, 84 fish/tank), and were
supplied a different diet, control (C) or insect (I) during 34 days.
After 34 days, the fish lightly anaesthetized with clove oil (30 mg/l), it were weighed
and measured.
Stage 2: Each previous treatment (C and I) was divided in other two, resulting in four
final treatments. Each new treatment was carried by triplicated in 300 L fibreglass, (in
total 12 tanks, 3 tanks/treatment, 28 fish/tank). The following treatments were
performed:
1. C!C: Control fish continue eating control feed.
2. I!II: Fish fed with diet I in stage 1, in stage 2 receive an increased of percentage
of mealworm, with reduction of FM in the diet.
3. I!C: Fish fed with I diet are changed to C diet.
4. C!II: Fish fed with C diet are changed to diet II.
During the next 39 days, the fish were fed with the experimental diets ad libitum
twice a day, at 08:30 h and at 13:00 h. The intake of each tank was recorded. The feed

  95  
was weighed before and after feeding the fish; after 15 min, uneaten pellets were
removed, dried and weighed to calculate daily food intake.

2.3. Fish performance indexes

DGC = Daily growth coefficient = [(Wf1/3 - Wi1/3)/time] x 100. Being Wf = final


weight and Wi = initial weight and “t” the time in days of the experiment.
FI = Feed intake (%) = (Daily feed intake/average body weight*) x 100. *Average
between final and initial weight
FCE = Feed conversion efficiency = wet weight gain/dry feed intake.
PER = Protein efficiency ratio = wet weight gain/crude protein intake.
Condition factor = 100 x body weight/total length3.

2.4. Sampling

For the first stage the initial weight in this experimental stage was not recorder
because the fish were so little. At the end the fish were weighed and distributed in
twelve tanks to start the second stage.
At the end of the second experimental stage, fish fasted 24 h before the sampling. All
fish in each tank were lightly anaesthetised and quickly weighed and measured. From
each tank, five fish (15 fish per treatment) were sacrificed by overdose of anaesthesia,
and muscle, liver, housing, intestine, stomach, spleen, head, gonads and perivisceral fat
were immediately removed and weighed to monitor changes in the main measurements
of morphometric and nutritional indexes. Components of fish fed with each different
diet were stored at -20ºC for subsequent analysis in muscle, liver and intestine.

2.5. Analytical methods

2.5.1. Chemical composition of diets and fish

Dry matter and ash were determined gravimetrically after drying at 105±0.5ºC
(AOAC, 2000) and after combustion at 500ºC in a mufla oven (AOAC, 2000),
respectively, until constant weight. Content of CP was determined by the Kjeldahl
method (Nx6.25) (AOAC, 2000), and total lipid was determined by ethyl ether

  96  
extraction (Soxhlet technique) (AOAC, 2000). All analyses were performed in
triplicate.

2.5.2. Amino acid profiles

The analysis of amino acid profiles was performed according to AOAC (1995). Acid
digestion of the samples was performed using 2.5 mM aminobutyric acid as an internal
marker. All analyses were performed in triplicate.

2.5.3. Fatty acid profiles

For fatty acid analysis, all samples were transmethylated by the method of Lepage
and Roy (1984) with minor modifications of Venegas-Venegas et al. (2011): 1 ml of
freshly prepared transesterification reagents (methanol/acetyl chloride, 20:1, v/v) was
added to 50 mg each of freeze-dried meals of TM and FM, the different diets and
muscle of fish, or 2 ml for fresh liver with 50 mg of dry matter, in glass tubes, as well as
100 µl of a solution of internal standard (heptadecanoic acid 17:0, 10 mg/ml). The tubes
were shaken and then placed in a hot block (100ºC for 30 min, or 45 min for livers).
Next, the mixture was cooled to room temperature, and 1 ml of distilled water was
added to each tube. Samples were shaken again and centrifuged (3,000 rpm, 3 min). The
upper hexane phase was collected for gas-liquid chromatography (GLC) analysis. The
analyses were performed in triplicate.

2.5.4. Chitin content

Chitin was measured as acid detergent fibre (Stelmock et al., 1985; Finke, 2007)
according to ANKOM Technology, and expressed exclusive of residual ash (ADFom).
The acid-detergent insoluble nitrogen (ADIN) content in the acid-detergent-insoluble
residue was calculated by the Kjeldahl method (AOAC, 2000) and used to correct the
initial CP calculated in feed (crude protein corrected, CPc = CPi - ADIN) and the
protein efficiency ratio (PERc).

  97  
2.5.5. Protease activity

To measure the protease activity on intestinal extracts at the end of the experiment,
sets of nine intestines of each treatment maintained at -20°C were homogenised with
distilled water in a ratio of 100 mg/mL, using a Polytron PT 2100 homogeniser. Soluble
protein content was quantified using a fast measurement set, the Pierce™ BCA Protein
Assay Kit (Thermo Scientific ™). Alkaline protease activity in the pool extracts was
measured using the method developed by Kunitz (1947), subsequently modified by
Walter (1984) at pH 9 using casein as substrate. The analyses were performed in
triplicate. One unit of protease activity was defined as 1 µg of tyrosine released per
minute.

2.5.6. In vitro protein digestibility

For the study of in vitro protein digestibility in the adaptation of the fish to diets with
TM, the released amino acids were quantified during protein hydrolysis   by intestinal
proteases using the method described by Church et al. (1983). In vitro digestibility of
the II and C diets was measured on the intestines of each treatment fed at the end of the
second experimental stage. Each treatment was evaluated with the two feeds, adding
100 activity units (AU) of protease to 40 mg of protein. The analyses were performed in
triplicate. The results are expressed as g hydrolysed protein/kg protein in feed after 90
min of in vitro hydrolysis.

2.6. Statistical analysis

The statistical software used was JMP 7.0.2. The results for weights and lengths of
the fish at the end of the first stage and the comparisons between the results of in vitro
protein digestibility for the two diets within the same fish treatment were statistically
analysed using the Student’s t-test. All multiple-comparison   analyses were performed
using one-way analysis of variance (ANOVA) followed by the Tukey-Kramer HSD test.
Results are expressed as the means±SEM (standard error of mean), with probabilities of
P<0.05 considered significant.

  98  
3. Results

The initial weigh of the fish in the first experimental stage was not recorder because
the fish were so little (15-days-old). At the end of first stage, the weights of C fish
(6.04±0.21 g) and fish fed with diet I (5.45±0.19 g) were significantly different
(applying the Student’s t-test, P-Value=0.04).
The growth performance and feed utilization parameters of Nile tilapia during Stage
2 are shown in Table 4. Regarding FI no significant differences were found among the
four treatments, however, at the end of the experiment, the weight of fish fed with
control diet (I!C and C!C treatments) was higher respect to insect diet (I!II and
C!II treatments). The FCE and PER were significantly higher in fish fed with C diet
than fish fed with TM. I!C fish group had the highest DGC, but no significant
differences were found with controls. The controls (C!C fish treatment) neither had
significant differences with I!II fish treatment. The lowest DGC was for C!I fish.
No significant differences were found for the condition factor and biometric indexes
between different treatments (Table 4).
The proximate muscle composition of Nile tilapia fed the different diets (Table 4)
showed similar ash content and CP; however, the group of fish that received TM
displayed lower body lipid, with significant differences between the C!C and C!II
fish treatments.

Table 4. Growth performance, somatic indexes and body composition of Nile tilapia on the second stage
of the experience.

Fish group
C!C C!II I!C I!II
Growth performance
Final body weight (g) 28.30 ± 1.02a 23.60 ± 0.82b 28.85 ± 1.04a 24.30 ± 0.89b
a ab c a
DGC (%) 3.17 ± 0.01 2.77 ± 0.11 3.42 ± 0.11 2.95 ± 0.02bc
FI b (%) 3.15 ± 0.45 3.67 ± 0.20 3.06 ± 0.14 4.00 ± 0.16
c a b a
FCE 1.10 ± 0.09 0.86 ± 0.02 1.16 ± 0.03 0.82 ± 0.03b
PER d 2.23 ± 0.18a 1.70 ± 0.05b 2.34 ± 0.07a 1.62 ± 0.06b
e a b a
PERc 2.24 ± 0.19 1.76 ± 0.05 2.35 ± 0.07 1.68 ± 0.06b
Somatic indexes (%)
Digestive 3.48 ± 1.06 4.16 ± 0.77 3.75 ± 0.84 3.42 ± 1.36
Gonads 1.45 ± 1.40 1.47 ± 1.55 1.22 ± 1.33 1.37 ± 1.67
Head 24.54 ± 2.43 26.09 ± 5.20 25.46 ± 2.52 25.13 ± 1.64
Housing 86.20 ± 2.32 82.78 ± 6.33 83.64 ± 14.81 84.24 ± 2.78

  99  
Intestine 2.87 ± 0.88 3.56 ± 0.72 3.16 ± 0.78 2.89 ± 1.32
Liver 1.52 ± 0.75 1.74 ± 0.57 1.37 ± 0.38 1.54 ± 0.45
Muscle 37.85 ± 7.72 33.12 ± 8.10 37.30 ± 8.08 35.60 ± 8.13
Perivisceral Fat 0.20 ± 0.07 0.22 ± 0.12 0.10 ± 0.04 0.03 ± 0.02
Spleen 0.13 ± 0.09 0.10 ± 0.07 0.12 ± 0.07 0.15 ± 0.07
Stomach 0.61 ± 0.35 0.60 ± 0.14 0.59 ± 0.13 0.53 ± 0.17
f
Condition Factor 1.70 ± 0.09 1.67 ± 0.16 1.77 ± 0.47 1.62 ± 0.12
Muscle composition (g/kg)
Ash 81.64 ± 6.31 81.12 ± 6.94 79.30 ± 8.86 79.57 ± 4.40
a b ab
Ether extract 112.77 ± 14.08 56.59 ± 12.84 61.73 ± 10.20 78.73 ± 7.30ab
Crude Protein   806.88 ± 33.55 845.94 ± 9.54 835.00 ± 24.37 865.94 ± 12.03
Growth performance: Mean ± S.E.M. of three replicate tanks (28 fish/tank) at the end of the experiment.
Different letters indicate significant differences (P<0.05) based on the Tukey- Kramer HSD test.
a
DGC = Daily growth coefficient = [(Weightf1/3- Weighti1/3)/time] x 100.
b
FI = Feed intake = (Feed daily intake/average body weight) x 100
c
FCE = Feed efficiency = wet weight gain/dry feed intake.
d
PER = Protein efficiency ratio = wet weight gain/crude protein intake.
e
PERc = Protein efficiency ratio corrected considering the crude protein corrected –CPc– presented in
Table 1.
Somatic indices: Results show, in % of total fish weight, the mean ± S.E.M. (n=15); different letters
indicate significant differences (P<0.05) based on the Tukey- Kramer HSD test.
f
Condition Factor = 100 x body weight/total length3.
Muscle composition: Results show, in g/kg of dry matter of the muscle of Nile tilapia, the mean ±
S.E.M. (n=9); different letters indicate significant differences (P<0.05) based on the Tukey- Kramer HSD
test.

The essential amino acid composition in muscle (Figure 3) was similar in the four
experimental treatments, with the exception of arginine, which was significantly lower
in fish fed with diet II. There were no significant differences among the four treatments
in the balance of essential and non-essential amino acids (EAA/NEAA).

Figure 3. Essential amino acids in the four experimental group fish.

Results show the mean ± SEM (n=3) in percentage of total amino acids analysed; different letters
indicate significant differences (P<0.05) based on the Tukey- Kramer HSD test. ARG: Arginine; HIS:
Histidine; ILE: Isoleucine. LEU: Leucine; LYS: Lysine; MET: Methionine; PHE: Phenylalanine; THR:
Threonine; VAL: Valine. EAA/NEAA: Balance of essential amino acids (EAA) and not essential amino
acids (NEAA).

  100  
The fatty acid profile of TM and fishmeal in the formulated diets was transmitted to
fish muscle (Table 5). Significant differences were found in the total value of
monounsaturated, saturated, n-3 and n-6 fatty acids in the four treatments. Compared
with fish fed with C diet at the end of the experiment, fish fed with II diet had higher n-
3 levels of polyunsaturated fatty acids (PUFAs) but lower n-3 highly unsaturated fatty
acids (HUFAs), higher n-6 and monounsaturated levels. Regarding n-3 HUFAs, fish
that consumed control diet in the stage 2 (C!C and I!C fish treatments) showed much
higher EPA and DHA levels than tilapia fed with TM (C!II I!II fish treatments). No
significant differences were found for essential fatty acids between C!C and I!C fish.
However, there were significant differences between C!C and I!C fish group in n-
3/n-6 ratio. The n-3/n-6 ratio in C!I and I!II were not significantly different.
The fatty acids in fish liver showed a very similar profile of muscle (Table 5),
nevertheless, the difference in the total sum of n-3 among fish fed with C diet and fed
with II diet is higher on the liver profile than on the muscle. On the other hand, on the
liver, the resulting value for EPA showed significant differences between the control
fish (C!C) and the I!C treatment, unlike on muscle where no differences were found.
No significant differences were found in n-3/n-6 ratio between the C!C and I!C
treatments on liver.

  101  
Table 5. Fatty acids profile (% total fatty acids analysed) in muscle and liver of Nile tilapia fed with four different treatments.
Muscle Liver
Fatty acid C!C C!II I!C I!II C!C C!II I!C I!II
14:00 4.52 ± 0.22b 2.27 ± 0.40b 4.00 ± 0.46a 2.2 ± 0.07b 3.98 ± 0.19a 2.19 ± 0.20c 2.98 ± 0.14b 1.87 ± 0.12c
16:00 21.2 ± 0.41a 16.13 ± 0.46b 22.18 ± 1.44a 14.45 ± 0.13b 18.1 ± 1.19a 12.60 ± 0.99b 17.80 ± 0.64a 11.50 ± 0.59b
16:1n-7 6.35 ± 0.23a 2.60 ± 0.38c 4.10 ± 0.10b 2.60 ± 0.06c 6.45 ± 0.29a 2.89 ± 0.13c 5.04 ± 0.47a 2.86 ± 0.23c
ab b a b a b a
18:00 7.03 ± 0.33 5.97 ± 0.59 8.48 ± 0.33 5.38 ± 0.22 8.13 ± 0.71 4.79 ± 0.45 9.55 ± 0.57 5.21 ± 0.36b
18:1n-7 3.52 ± 0.04a 1.18 ± 0.19b 3.48 ± 0.15a 0.87 ± 0.04b 3.83 ± 0.22a 0.75 ± 0.13b 3.93 ± 0.06a 0.91 ± 0.31b
18:1n-9 15.53 ± 0.71b 30.93 ± 1.45a 16.12 ± 1.25b 33.95 ± 0.73a 21.18 ± 1.22b 41.06 ± 0.36a 20.32 ± 1.22b 41.06 ± 1.31a
18:2n-6 2.60 ± 0.10b 17.83 ± 0.46a 4.80 ± 0.89b 19.25 ± 0.48a 2.38 ± 0.10b 18.90 ± 0.94a 2.68 ± 0.35b 17.48 ± 0.47a
a b
18:3n-3 0.23 ± 0.15 0.43 ± 0.22 0.25 ± 0.25 0.63 ± 0.03 n.d. 0.42 ± 0.11 0.14 ± 0.09 0.41 ± 0.03a
18:3n-6 n.d. n.d. n.d. 0.55 ± 0.03 n.d. 0.38 ± 0.10ab n.d. 0.76 ± 0.20a
18:4n-3 0.67 ± 0.03 n.d. n.d. n.d. 0.15 ± 0.15 0.11 ± 0.11 n.d. n.d.
a b b b ab bc a
20:1n-9 1.77 ± 0.02 0.93 ± 0.02 1.08 ± 0.10 0.97 ± 0.04 1.70 ± 0.18 1.26 ± 0.17 1.97 ± 0.04 1.00 ± 0.09c
a b ab ab b
20:4n-3 0.67 ± 0.07 0.15 ± 0.15 0.32 ± 0.17 n.d. 0.65 ± 0.24 n.d. 0.16 ± 0.10 1.04 ± 0.16a
20:4n-6 1.68 ± 0.09ab 1.48 ± 0.17b 2.18 ± 0.12a 1.37 ± 0.09b 1.83 ± 0.08a 0.86 ± 0.09b 2.18 ± 0.13a 1.13 ± 0.13b
20:5n-3 3.70 ± 0.12a 1.18 ± 0.07b 3.15 ± 0.28a 0.85 ± 0.06b 2.25 ± 0.24a 0.33 ± 0.09c 1.46 ± 0.15b 0.60 ± 0.07c
22:1n-11 0.60 ± 0.03 n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d.
a c b c a b a
22:5n-3 6.40 ± 0.10 3.00 ± 0.13 5.02 ± 0.27 2.63 ± 0.17 5.33 ± 0.69 1.15 ± 0.11 5.14 ± 0.41 0.81 ± 0.12b
22:5n-6 1.07 ± 0.07a 0.17 ± 0.09b 0.67 ± 0.33ab 0.47 ± 0.02ab 0.70 ± 0.04a n.d. 0.94 ± 0.14a 0.09 ± 0.06b
22:6n-3 20.83 ± 0.75a 12.73 ± 1.58b 20.30 ± 1.14a 10.10 ± 0.73b 18.88 ± 1.08a 5.71 ± 0.44b 21.26 ± 0.99a 5.78 ± 0.81b
Others 1.89 ± 0.51bc 2.67 ± 0.14ab 0.61 ± 0.27c 3.74 ± 0.17a 4.50 ± 1.35b 6.61 ± 0.55ab 4.44 ± 0.37b 7.50 ± 0.49a
b a b a b a b
Monounsaturated 27.77 ± 0.77 35.65 ± 1.62 24.78 ± 1.11 38.38 ± 0.67 33.15 ± 0.95 45.96 ± 0.43 31.26 ± 1.53 45.83 ± 1.45a
n-3 32.5 ± 0.68a 17.5 ± 1.38b 29.03 ± 1.01a 14.22 ± 0.88b 27.25 ± 1.98a 7.72 ± 0.37b 28.16 ± 1.32a 8.64 ± 1.15b
n-6 5.35 ± 0.13b 19.48 ± 0.51a 7.65 ± 1.08b 21.63 ± 0.41a 4.90 ± 0.09b 19.77 ± 1.01a 5.80 ± 0.19b 18.69 ± 0.55a
Saturated 33.52 ± 0.41a 24.53 ± 0.72b 35.57 ± 2.23a 22.25 ± 0.29b 30.70 ± 1.65a 19.64 ± 1.65b 30.84 ± 0.80a 18.76 ± 0.85b
n-3/n-6 6.07 ± 0.03a 0.90 ± 0.09c 4.00 ± 0.73b 0.66 ± 0.05c 5.56 ± 0.38a 0.39 ± 0.01b 4.89 ± 0.33a 0.46 ± 0.05b
Results show the mean ± S.E.M. (n=9); n.d.: not detected. Different letters indicate significant differences (P<0.05) based on the Tukey- Kramer HSD test.

  102  
The values for protease activity (Figure 3) determinate in I!C fish group were the
highest (25.15 AU/mg soluble protein) with significant differences respect to C!C fish
group (22.36 AU/mg soluble protein); fish fed with II diet showed the lowest values
(18.44 and 19.92 AU/mg soluble protein for C!II and I!II fish group respectively).

Figure 3. Activity units (AU) of protease in the intestinal extracts of tilapias fed with the experimental
diets at the end of the experiment.

Results show the mean±SEM (n=3) of intestine pools (nine intestine for each treatment) of fish fed
with the different experimental diets. Different letters indicate significant differences (P<0.05) based on
the Tukey-Kramer HSD test. One unit of protease activity (AU) was defined as 1 µg of tyrosine released
per minute.

The values of in vitro protein digestibility at 90 minutes for the two diets (C and II),
looked at separately within the same fish group, didn’t show significant differences
(Table 6). The statistical comparison of in vitro protein digestibility among the four fish
treatments fed with its corresponding diet at the end of the experiment neither produces
significant differences.

Table 6. In vitro protein digestibility (g hydrolysed protein/kg of DM after 90 min) on the intestinal
extracts of tilapias fed with the experimental diets at the end of the experiment.

Fish group
 Diet   C!C C! II I!C I ! II
C 163.81 ± 13.04 177.49 ± 19.86 146.30 ± 2.75 153.05 ± 8.02
II 171.68 ± 5.46 187.12 ± 3.07 133.50 ± 8.21 163.30 ± 9.67
Results show the mean±SEM (n=3). Different letters indicate significant differences (P<0.05) based
on the Tukey-Kramer HSD test for statistical analysis between fish fed with the corresponding diet at the
end of the research. The differences between the results of two diets in the same fish group were also
analysed with a Student’s t-test. One unit of protease activity (AU) was defined as 1 µg of tyrosine
released per minute.

  103  
4. Discussion

The insect meal as protein source is an interesting new alternative to fishmeal.


Nowadays, different insect species (silkworm pupae, Anaphe infracta, mealworms,
Tenebrio molitor, grasshoppers, Zonocerus variegatus, termites, Macrotermes
subhyalinus, black soldier fly, Hermetia illucens and domestic housefly, Musca
domestica, among others) has been checked in the feeding of different fish species
(common carp, Cyprinus carpio, rainbow trout, Oncorhynchus mykiss, african catfish,
Clarias gariepinus, mud catfish, Heterobanchus longifilis, channel catfish, Ictalurus
punctatus, blue tilapia, Tilapia aurea and Nile tilapia, among others) focused to the
zoothechnics parameters of growth and nutritive indexes (Bondari and Sheppard, 1981,
1987; Fasakin et al., 2003; Nandeesha et al., 1990; Sealey et al., 2011; Sogbesan y
Ugwumba, 2008; St-Hilaire et al., 2007; Stafford and Tacon, 1984; Wilfred et al., 2011;
Ng et al., 2001). However, the effect of the administration of insect at early stages of
development is unknown.  
The results of these experiment show that the feeding at early stages of development
with TM affects the final growth. At final of stage 1, fish fed with I diet weighed less
than fish fed with C diet. Similar results were found at stage 2 (Table 4), with the
highest weight for fish fed with C diet, independently of the diet consumed at stage 1.
The final weigh and DGC of I!C fish group indicated that the feeding with insect-
based diet at early stages of development does not affect irreversibly growth and fish
can recover when they are changed to the control diet. These results could allow some
strategies in feeding to save fishmeal.
The low final weight obtained in fish fed with II diet could be due to a low nutritive
utilization of diet, as reflect the FCE and PER (Table 4) but not to a low level of ingest;
the values of FI were similar for both diets that indicated a good acceptation of TM.
Nevertheless, C!C fish group does not had significant differences in DGC with I!I
fish group. On the other hand, a no well-balanced diet affects the growth. Insects are
typically first limiting in total sulphur amino acids (methionine and cysteine) (Finke,
2002). Despite the EAA and NEAA imbalance between the diets with and without TM
(Table 2), no significant differences were found in this balance and the amino acid
profile in fish muscle, except for arginine (Figure 3). A slower rate of protein synthesis
occurs due to an imbalance in certain essential amino acids in diet and also due to
 

  104  
poorer availability of these amino acids that influence the growth (Kaushik and Luquet,
1979).
The mayor total fat (ether extract, Table 4) in the muscle of the C!C regarding C!I
can be related to a lower digestibility of dietary lipids due to chitin present in the diets II
(Alegbeleye et al., 2012). However, the fish of treatment I!II show no significant
differences in muscle lipids compared to control which might be due to some adaptation
to eating insects either of lipid metabolism or digestive level, increasing the absorption
of lipids despite negative effect of chitin or other possible causes are still unknown.
Opposite to our results, in the study of Ng et al. (2001) of the potential of mealworm in
practical diets for african catfish, inclusion of TM in diets caused a significant increase
in whole-body lipid concentrations in fish at all levels of TM incorporation. However,
another study with the same fish species but using grasshopper (Alegbeleye et al., 2012)
showed that the proximate carcass composition of fish fed the different test diets had
similar moisture content and CP values, but the group of fish that received grasshopper
displayed lower body lipid with an increase of the inclusion. Moreover, this study also
highlighted   the highest apparent digestibility coefficient ADC(lipid) in the group fed the
control diet and that measure decreased with an increase in the inclusion level of
grasshopper.
Regarding fatty acids, the fatty acids of fish lipids are rich in n-3 long-chain, HUFAs,
which have particularly important roles in animal nutrition, including fish and human
nutrition, reflecting their roles in critical physiological processes (Tocher, 2003).
Deficiencies in essential fatty acids in TM larvae were transmitted to the body
composition of fish (Table 5). Supporting us in Jauncey (2000), the results obtained
may to influence the decreased growth in tilapia fed with diets based on TM due to the
deficiency of n-3 HUFAs.
The PUFAs, linoleic (18:2n-6) and linolenic (18:3n-3) cannot be biosynthesized de
novo by most animals, including fish, and so they are termed essential fatty acids
(EFAs) (Holman, 1986). TM diets (I and II diet) are very rich in these PUFAs (Table 3).
Fish species displaying a so-called ‘freshwater’ pattern are able to convert the C18
EFAs, 18:3n-3 and 18:2n-6, to the longer chain, more unsaturated and physiologically
important (HUFAs) like EPA, DHA and arachidonic acid (20:4n-6), via a series of fatty
acid desaturation and elongations (Henderson and Tocher 1986; Sargent et al. 1989,
1995). In this experiment haven't been determined the synthesis of HUFAs, however the
results of fatty acids profile in I!II and C!II fish group (Table 5) indicates that if

  105  
there are it is very low. Nevertheless, the administration of C diet during stage 2 restores
the lipids until similar levels to the fish fed with C diet. As it observed, the fish that
consumed TM in stage 1 and C diet in stage 2 (I!C fish group) recovered the levels of
n-3 HUFAs, with values similar to the fish that had not consumed FM (C!C).
Muscular and hepatic (Table 5) fatty acids profile show a major n-3 fatty acids in
liver than muscle, specially HUFAs due that the reactions of desaturation and
elongation occurs in the microsomal fraction of the liver and the same enzymes act on
the n-3 and the n-6 fatty acid series (Sargent et al., 2002)
Poor digestibility in general and the protein digestibility in particular can affect the
growth. In this experiment we have determined the in vitro protein digestibility and
protease activity. The protease activity of the intestine extracts in tilapia at the end of
the experiment (second stage) showed the highest values for I!C fish group, followed
of C!C fish group, with significant differences (Figure 3). The lowest values were
found for fish fed with II diet. Nevertheless not differences were found in in vitro
protein digestibility from the C and II diets for the four different fish groups (Table 6).
These results about a lower protease activity in fish fed with insect meal coincide with
Ji et al. (2013) with substitution over 50% of fishmeal with silkworm pupae meal in Jian
carp (Cyprinus carpio var Jian) diets, also their results was joined by a significant
descent in fish growth levels. On the other hand, in contrast to our results, the
investigation of Pavasovic et al. (2007) showed a significant negative correlation
between the protease activity in the gut of redclaw crayfish (Cherax quadricarinatus)
fed with fishmeal and a variety of animal, plant and single-cell-based feed ingredients
with the apparent digestibility coefficients for crude protein.

Chitin is a linear polymer of β-(1-4) N-acetyl-D-glucosamine units structurally


similar to cellulose (linear polymer of β-(1-4)-D-glucopyranose units). Chitin has been
determined as ADFom, wich contain nitrogen (Barker et al., 1998; Finke, 2002; 2007).
Our study has shown that the rate of the dietary ADFom and nitrogen content in it
(ADIN) (Table 1) had a slight effect on the initial protein value. This coincides with
earlier studies by Finke (2007) in which the raw estimate of chitin in raw whole insects
showed that the amount of nitrogen in chitin is a relatively small percentage of the total
nitrogen in insects.
Shiau and Yu (1999) demonstrated that a diet supplemented with chitin and
chitosan (polymer obtained from the de-acetylation of chitin) depressed growth in

  106  
tilapia (Oreochromis niloticus X O. aureus), and feed conversion ratio, body weight
gains, body lipid content, lipid and dry matter digestibility were lower in animals fed
with 2% chitin than control fish, but CP and ash levels in fish were not affected by the
diets. The chitinase hydrolysed the chitin molecule. In Nile tilapia, chitinolytic activity
was present in the serum, stomach, and intestine, with the serum having the highest
specific activity (Molinari et al., 2007). In our experiment, the chitinase activity has not
been determined, nevertheless the FCE and final weight in fish fed with insect meal
(Table 4) could be indicating a low or any activation on the digestive chitinase even in
fish fed at stage 1 and 2 with insect meal.

5. Conclusions

These results indicate that TM doesn’t affect the DGC and in vitro protein
digestibility, however it causes a decreasing in final weight and worse nutritive indexes.
Nevertheless the administration at early stages of development does not cause any
negative effect in fish performance and they can recuperate the weight and the essential
fatty acids profile in muscle (specially in EPA and DHA) at the same values than
control fish after the administration of C diet. The authors of this experiment consider
that, although more experiment are necessary and the use of insects require better
understanding, the administration of a diet based on insect meal with a feed similar
strategy to the I!C fish group could be a significant saving of fishmeal in aquaculture
feeding.

Acknowledgements

The authors are very grateful to the Consejería de Innovacion y Ciencia (project
AGR5273), European Regional Development Funds (FEDER funds), Campus de
Excelencia Internacional Agroalimentario (CEI3) Campus de Excelencia Internacional
del Mar (CEI-mar).

  107  
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Aquaculture Research, 2015, 1–7 doi:10.1111/are.12738

Insect larvae as feed ingredient selectively increase


arachidonic acid content in farmed gilthead sea
bream (Sparus aurata L.)

Carolina de Haro1, Rebeca P Ramos Bueno2, Fernando G Barroso3, Marıa J S


anchez
 Rinc
Muros1, Miguel A on Cervera2 & Jos
e L Guil-Guerrero2
1
Animal Production Division, CeiA3, University of Almerıa, Almerıa, Spain
2
Food Technology Division, CeiA3, University of Almerıa, Almerıa, Spain
3
Zoology Division, CeiA3, University of Almerıa, Almerıa, Spain

Correspondence: J L Guil-Guerrero, Food Technology Division, CeiA3, University of Almerıa, Almerıa 04120, Spain. Email:
jlguil@ual.es

the impact on the wild fish stocks (Barroso, de


Abstract
Haro, S anchez-Muros, Venegas, Martınez-S anchez
This work is aimed at obtaining farmed fish & Perez-Ba~ n 2014). Therefore, the use of
no
designed to contain targeted PUFAs. To this end, insects, which contains high levels of protein and
an experiment was conducted with farmed speci- fat, could provide amounts of nutrients suitable for
mens of gilthead sea bream (Sparus aurata L.), fish feeding.
which were fed meal containing different percent- The amino acids and fatty acids (FAs) of several
ages of common green bottle fly (Lucilia sericata insect species for fish feeding have been recently
Meigen) larvae, cultured on appropriate substrates, reviewed, concluding that is technically feasible
and then the fatty acid profiles in fish muscles the use of insects as a sustainable protein rich feed
were determined. Results indicate that arachidonic ingredient in diets (S anchez-Muros, Barroso &
acid content in fish muscle is significantly Manzano-Agugliaro 2014). However, the main
increased when replacing different proportions of drawback to the use of insects to feed fish is that
fishmeal by larvae from L. sericata, which contains they lack of significant amounts of polyunsatu-
arachidonic acid up to 10.6% of total fatty acids. rated fatty acids (PUFA), such as eicosapentaenoic
Thus, larvae seem to be a suitable vector for intro- acid (EPA, 20:5n-3) and docosahexaenoic acid
ducing target PUFA in fish muscle and it could (DHA, 22:6n-3), which are widely reported to be
also contribute to reduce the use of wild fish stocks beneficial for the human health (Hossain 2011),
for fishmeal production. being the insects rich in linoleic acid (LA, 18:2n-
6) saturated FAs (SFAs) and monounsaturated
Keywords: arachidonic acid, aquaculture, Gilt- FAs (MUFAs) (S anchez-Muros et al. 2014). There-
head sea bream, Sparus aurata, Lucilia sericata, fore, studying the percentages of targeted FAs in
insect larvae species of insects intended to feed farmed fish
resembles a desirable tool to increase the nutri-
tional value of fish flesh for human consumption.
Introduction
Among essential FAs (EFAs), arachidonic acid
Aquaculture industry demands a growing amount (ARA, 20:4n-6) is a long chain PUFA (LCPUFA)
of fishmeal, which is a component of the feeding that along with DHA are indispensable for growth
used for fish farming. Due to the limited availabil- and development during the perinatal period in
ity of marine resources, finding appropriate substi- humans (Innis 2007). In higher vertebrates, ARA
tutes for fish meal is needed. Consequently, the and DHA are the major LCPUFA in the central
use of renewable feed sources for fish, such as nervous tissue (Diau, Hsieh, Sarkadi-Nagy, Wijen-
insects, should be a desirable option to minimize dran, Nathanielsz & Brenna 2005). ARA display

© 2015 John Wiley & Sons Ltd 1


Larvae increases arachidonic acid in Sparus aurata C de Haro et al. Aquaculture Research, 2015, 1–7

well-recognized functional roles, acting as cell sig- Table 1 Composition of the three experimental diets
nalling molecule, either in its own right or after its (g kg 1)
conversion into oxidized derivatives (eicosanoids).
These metabolites have well-known roles in many Diet A Diet B Diet C

diseases including thrombosis, inflammation and Fish meal 200 150 100
immunosuppression (Calder 2007). L. sericata larvae 0 90 150
Despite the lack of specific ARA intake recom- Fish oil 150 120 105
Soymeal 268 270 275
mendations for children over a year, for infants
Wheat flour 154 160 160
aged from 7 to 12 month, a daily intake of 4.6 g Gluten 50 50 50
of either LA or ARA has been recommended. Such Protein concentrate from fish meal 50 50 50
amount corresponds to around 6% of daily energy Potato 78 60 60
intake, and is based on the average intake of n-6 Vitamins and minerals supplements 50 50 50

PUFA ingested from human milk and complemen-


tary foods (Trumbo, Schlicker, Yates & Poos 2002).
Furthermore, it has been advised to continue the and pelletized by a matrix of 4 mm of a mincing
provision of dietary sources of both ARA and DHA machine (BRAHER P-32; Braher Internacional
during the second 6 months of life (Koletzko, Lien, S.A, San Sebastian, Spain). Pellets were air-dried
Agostoni, B€ ohles, Campoy, Cetin & Uauy 2008). overnight, stored in sealed bags and refrigerated
Therefore, lean fish containing adequate levels of (4°C) until used. The composition (g kg 1 whole
both DHA and ARA is of great interest for child meal) of the three experimental diets is shown in
nutrition; however, commonly consumed fish con- Table 1.
tain very low amounts of LA and ARA, up to 4%
of total FAs and mostly as LA, so a more balanced
Samples
composition thereof would be desirable when intro-
ducing fish in infant’s diet, due to wide evidence All culture experiments were carried out at the
about health benefits obtained by an increased Servicios Tecnicos de la Universidad de Almerıa cen-
ARA content therein (Pastor, Soler, Mitmesser, Fer- tre. Gilthead sea bream, Sparus aurata, was used in
guson & Lifschitz 2006; Lapillonne, Pastor, Zhuang the experiments. Fish were cultured in flow-
& Scalabrin 2014). through fibreglass tanks. Before starting the trials,
This study is aimed to explore the above detailed fish were acclimated at 22  1°C for 14 days. The
goal. To this end, farmed specimens of gilthead sea experimental diets were fed to three replicate
bream (Sparus aurata) were fed meal containing dif- groups; each one was disposed with 36 specimens
ferent percentages of green bottle fly larvae (Lucilia for ad libitum intake twice a day (morning and
sericata) cultured on appropriate substrates, and afternoon) during 33 days. Water temperature
then the FA profiles in fish flesh were determined. was kept constant at 22°C. The manipulation of
fish during the experiment and transportation was
normalized to standardize the stress. Larvae were
Material and methods
grown on a substrate containing pig liver. All
samples, larvae, diets and fish after slaughtering
Ethics statement
were lyophilized prior to analysis (Cryodos, Ima-
All procedures were conducted according to the Telstar, Terrassa, Spain), and then ground and
guidelines of Council Directive 86/609/EEC (Euro- kept frozen until analysis.
pean Communities 1986) on the protection of ani-
mals used for experimental and other scientific
Crude protein, total lipids and ash
purposes, and the study was approved by the Bio-
ethical Committee for Animal Experiments at the These nutrients were determined in insects and
University of Almerıa. fish meal using AOAC (2005) techniques. The
insects were slaughtered by freezing (Finke et al.
1989). Total nitrogen (N) was determined using
Diet preparation
the Kjeldahl procedure, and crude protein was
The ingredients were mixed with a baker mixer estimated as Nx6.25. Crude lipid was determined
(Sammic BM 10; Sammic SL, Guipuzcoa, Spain) by Soxhlet extraction of dried samples with petro-

2 © 2015 John Wiley & Sons Ltd, Aquaculture Research, 1–7


Aquaculture Research, 2015, 1–7 Larvae increases arachidonic acid in Sparus aurata C de Haro et al.

leum ether. Ash was determined at 500°C for lm film thickness; Supelco, Bellefonte, PA, USA).
48 h. The temperature programme was: 1 min at 90°C,
heating until 220°C at a rate of 10°C min 1,
constant temperature at 220°C (2 min), heating
Morphological measures
until 250°C at a rate of 10°C min 1 and constant
The following measurements were made using an temperature at 250°C (1 min). The injector temper-
ichthyometer: total and standard length (cm), and ature was 250°C with a split ratio of 50:1. The
maximum height (cm). Eight fish per treatment injection volume was 4 lL. The detector tempera-
were completely dissected to weigh the main body ture was 260°C. Nitrogen was used as carrier gas
components and to calculate the relative weights (1 mL min 1). Peaks were identified by retention
(% of body weight) of fillets, viscera, digestive times obtained for known FAME standards (PUFAs
tract, mesenteric fat, liver and the dressed weight No. 1, 47033 from Sigma, St. Louis, MO, USA), and
(Table 2). FA contents were estimated by using methyl penta-
decanoate (15:0; 99.5% purity; 76560 Fluka) from
Sigma as internal standard.
Oil extraction and transesterification
Simultaneous oil extraction and transesterification
Quality control
was done according to previous works (Lepage &
Roy 1984; Guil-Guerrero, G omez-Mercado, Ramos- The repeatability of the direct methylation was
Bueno, Rinc on-Cervera & Venegas-Venegas 2014). checked by analysing replicates of the same sam-
Samples (50 mg) were weighed in 10 mL test ple daily. The intermediate precision was evaluated
tubes, and then 1 mL of the methylation mixture by measuring samples on different days through-
(methanol:acetyl chloride 20:1 v/v) and 1 mL of out the study. Also, blank samples were analysed
n-hexane were added. Tubes were capped and every time when the methylations were performed.
later on heated at 100°C for 30 min. Afterwards, Control oil samples were analysed prior and after
the tubes were cooled to room temperature, 1 mL running samples. Canola oil (46961 SUPELCO,
of distilled water was added, and after centrifuga- from SIGMA) was used for the control tests. As
tion (280 g, 3 min), the upper hexane layer, quality control of GLC, a blank sample (hexane)
which contains FA methyl esters, was removed for was run together with the samples in every batch
gas–liquid chromatographic (GLC) analysis. to check the GLC performance.

FA analyses Statistical analysis


FAMEs were analysed using a Focus GLC (Thermo Experimental results were expressed as mean  SD
Electron, Cambridge, UK) equipped with a flame for three different determinations. A multifactorial
ionization detector (FID) and an Omegawax 250 analysis of variance (ANOVA) and Duncan’s Multiple
capillary column (30 m 9 0.25 mm i.d. 9 0.25 Range Test (Statgraphics Plus 5.1 for Windows,

Table 2 Body morphological traits


Diet A Diet B Diet C
of gilthead sea bream (Sparus aurata
L.) cultured under three different Initial weight (g) 9.74  0.13a
9.73  0.13a
9.76  0.14a
diets*,† Final weight (g) 22.86  0.57a 21.95  0.67a 18.54  0.45a
Initial distance tail (cm) 9.20  0.04a 9.24  0.05a 9.27  0.05a
Final distance tail (cm) 11.82  0.08a 11.7  0.1a 11.26  0.08a
Carcass (% of total fish) 91.51  0.23a 92.15  0.28a 91.54  0.19a
Mesenteric fat (% of total fish) 0.84  0.18a 0.92  0.18a 0.97  0.15a
Muscle moisture (%) 61.5  0.4a 61.4  0.3a 61.3  0.3a
Liver (% of total fish) 1.58  0.05a 1.45  0.09a,b 1.35  0.06b
Muscle (% of total fish) 44.16  1.64a 40.79  3.21a 39.98  1.44a
Viscera (% of total fish) 8.49  0.23a 7.85  0.28a 8.46  0.19a

*Means (n = 108 for fish weight while for the remaining parameters n = 24)  SD.
†Values within a row followed by the same superscript letter are not significantly differ-
ent (P < 0.05) by the ANOVA Duncan’s Multiple Range Test.

© 2015 John Wiley & Sons Ltd, Aquaculture Research, 1–7 3


Larvae increases arachidonic acid in Sparus aurata C de Haro et al. Aquaculture Research, 2015, 1–7

Manugistics, Rockville, MA, USA) was carried out This trend was not followed by all PUFAs; i.e.
with the data of nutrients, morphological traits although the higher percentage of larvae in the
and FAs from fish muscles. formula diet leads to an increasing of LA, this was
only slightly reflected in fish muscle, thus suggest-
ing that ARA is selectively accumulated in the fish
Results and discussion
body. On the other hand, EPA and DHA percent-
The composition of the three experimental diets ages slightly decreased in fish muscle when replac-
designed to feed fish is displayed in Table 1. Notice ing fishmeal with larvae, however, their
that fish meal was diminished to 75% and 50% in percentages remained at some critical level, from
larvae-containing diets, while a less intense reduc- which they did not get lower, despite higher
tion was effected for fish oil. Both were made replacement rate.
alongside with the increasing of L. sericata larvae Concerning FA groups (Table 4), the inclusion of
at two levels, according to calculations made to L. sericata larvae in the fish diet led to an increase
keep protein proportion by the same percentage in MUFAs, a decrease in saturated SFAs, as well as
that without the addition of larvae, which resulted the expected small increase in n-6 PUFAs in paral-
also in maintaining the proportion of fat in feed lel with the decrease in n-3 PUFAs, all these facts
(Table 3). Thus, analyses made in the feed showed being statistically significant (P < 0.05).
no major differences in the main nutrient parame- The FA profile detected in fish muscle when
ters, i.e. protein and fat (Table 3). Unexpectedly, increasing larvae content in diet leads to the
this fact resulted in a proportional increase in fat obtaining of an ARA-enriched fish, which could be
in fish fillets fed larvae. On the other hand, ash used for infant nourishment among other uses,
content slightly increased in feed when larvae considering the good amounts of both ARA and
were added, although no significant results were DHA that it contains. Even though is known that
obtained in fish muscle (Table 3). ARA can result into inflammatory mediators (pro-
The FA profiles from fishmeal, larvae, the exper- staglandins, leukotrienes and related metabolites)
imental diets and the fish muscle from each tested and therefore adverse effects might be expected
group are shown in Table 4. Notice that larvae due to higher ARA intake (Calder & Grimble
from L. sericata contains a high ARA percentage, 2002), the n-6/n-3 ratio, which constitutes the
10.6% of total FAs (Table 4), which proceeds from predictor of low-grade inflammation (Kalogeropou-
pig liver used for its culture. Results indicate that los, Panagiotakos, Pitsavos, Chrysohoou, Rousi-
despite fish muscle already contains ARA, its per- nou, Toutouza & Stefanadis 2010), changes only
centage increased significantly when different pro- slightly by the addition of larvae, i.e. rises from
portions of fishmeal were replaced with larvae 0.38 (control diet) to 0.56 (larvae-containing
from L. sericata. That is, compared with control diets), both figures below the safe limit range of 1–
(Diet A, 1.5% ARA of total FAs), Diets B and C 2 (Table 4) (Simopoulos 2002). Furthermore, it is
(2.8% and 3.6% AA respectively) proportionally known that moderate ARA supplementation
increased ARA percentage in fish muscle, i.e. 1.5% enhances synthesis of eicosanoids without sup-
(Diet A, control), 2.2% (Diet B) and 2.7% (Diet C). pressing immune functions in young healthy men,

1
Table 3 Nutrient composition of L. sericata larvae, experimental diets and fish muscles (g kg dry weight)

Experimental diets* Fish muscle†,‡

L. sericata larvae* Diet A Diet B Diet C Diet A Diet B Diet C

Crude protein 563  18 444  8 453  5 440  4 711  14a


702  20 a
692  18a
Crude fat 295  9 171  7 152  4 155  3 201  10c 215  8b 232  7a
Ash 45  2 144  3 155  6 151  4 65  6a 72  5a 61  3a
Other compounds 97  4 241  9 240  5 254  5 23  1a 11  2b 15  1c

*Triplicate values (mean  sd).


†Data represent the mean of three complete independent experiments made in triplicate  SD.
‡Values within a row followed by the same superscript letter are not significantly different (P < 0.05) by the Duncan’s Multiple
Range Test.

4 © 2015 John Wiley & Sons Ltd, Aquaculture Research, 1–7


Aquaculture Research, 2015, 1–7 Larvae increases arachidonic acid in Sparus aurata C de Haro et al.

Table 4 Main fatty acids and fatty acid groups from fish meal, larvae, three experimental diets and fish muscle of each
tested group

Fatty acids (FA% of total FAs)*

Experimental diets† Fish muscle‡,§

Fatty acids Fish meal† L. sericata† Diet A Diet B Diet C Diet A Diet B Diet C

Total FAs (% sample) 9.4  0.1 22.4  0.5 14.5  0.3 14.6  0.2 14.5  0.1 16.9  0.1a 17.2  0.3a 17.5  0.2a
Myristic (14:0) 7.8  0.2 1.5  0.1 3.7  0.3 3.3  0.2 3.0  0.1 3.4  0.2a 3.1  0.1b 3.0  0.3b
Palmitic (16:0) 22.9  1.1 19.0  0.9 20.2  0.8 20.2  0.6 19.9  0.8 17.6  0.9a 17.0  0.4a 16.2  0.5b
Palmitoleic (16:1n-7) 7.9  0.3 11.6  0.3 5.1  0.3 5.8  0.1 6.3  0.1 6.9  0.2c 7.4  0.2b 8.1  0.3a
Stearic (18:0) 5.3  0.1 5.6  0.1 5.4  0.1 5.5  0.2 5.5  0.1 4.6  0.2a 4.3  0.1b 4.2  02b
Oleic (18:1n-9) 8.4  0.1 28.7  0.3 15.8  0.1 17.5  0.1 18.9  0.2 18.9  0.3c 20.7  0.4b 21.6  0.3a
Vaccenic (18:1n-7) 4.0  0.1 0.5  0.0 2.5  0.1 2.3  0.1 2.1  0.0 3.2  0.1a 3.1  0.0a 3.0  0.1a
Linoleic (18:2n-6) 1.1  0.1 13.9  0.2 8.8  0.3 10.2  0.3 11.4  0.1 8.3  0.1a 9.9  0.5b 9.7  0.1b
a-linolenic (18:3n-3) 0.2  0.0 0.5  0.0 1.5  0.1 1.4  0.0 1.4  0.1 1.2  0.0a 1.1  0.0a 1.1  0.0a
c-linolenic (18:3n-6) – 1.1  0.0 – 0.5  0.0 0.6  0.0 0.5  0.0c 0.8  0.0a 0.7  0.1a
Stearidonic (18:4n-3) 1.9  0.0 – 0.9  0.0 0.8  0.0 0.7  0.0 1.0  0.0a 0.8  0.1b 0.9  0.0b
Eicosenoic (20:1n-9) 0.3  0.0 – 2.3  0.0 1.9  0.1 1.8  0.0 1.8  0.0a 1.6  0.1b 1.4  0.0c
Arachidonic (20:4n-6) 1.4  0.2 10.6  0.1 1.5  0.2 2.8  0.2 3.6  0.2 1.5  0.1c 2.2  0.1b 2.7  0.1a
Eicosatetraenoic 0.5  0.0 – 0.6  0.0 0.5  0.0 0.4  0.0 0.6  0.0a 0.6  0.0a 0.5  0.0a
(20:4n-3)
Eicosapentaenoic 14.1  0.2 1.2  0.1 6.9  0.2 5.7  0.2 5.0  0.2 6.0  0.2a 5.4  0.3b 5.6  0.2b
(20:5n-3)
Cetoleic (22:1n-11) 1.7  0.1 – 1.5  0.0 1.3  0.0 1.2  0.0 0.9  0.0a 0.8  0.1a 0.7  0.1a
Clupanodonic 2.7  0.1 0.5  0.0 1.6  0.0 1.4  0.0 1.3  0.0 2.4  0.0a 2.1  0.0b 2.2  0.0b
(22:5n-3)
Docosapentaenoic 0.9  0.0 – 0.9  0.0 0.8  0.0 0.7  0.0 0.8  0.0a 0.7  0.1a 0.7  0.1a
(22:5n-6)
Docosahexaenoic 16.1  0.3 0.3  0.1 17.8  0.4 14.7  0.3 13.1  0.1 17.7  0.7a 14.5  0.5b 14.5  0.4b
(22:6n-3)
Fatty acids groups
Total SFAs 36.0  0.9 26.1  0.8 29.3  0.9 29.0  1.0 28.4 0.8 25.6  0.6a 24.4  0.7b 23.4  0.9c
Total MUFAs 22.0  0.8 40.8  1.0 24.9  0.9 26.9  0.8 28.5  1.0 29.9  0.6c 32.0  1.1b 33.4  1.3a
Total n-3 PUFAs 35.5  0.7 2.5  0.0 29.3  0.8 24.5  1.1 21.9  0.9 28.9  1.4a 24.5  0.4b 24.8  1.4b
Total n-6 PUFAs 3.4  0.2 25.6  0.9 11.2  0.2 14.3  0.1 16.4  0.3 11.1  0.2b 13.6  0.5a 13.8  0.4a
n-6/n-3 0.10  0.0 10.2  0.2 0.38  0.0 0.58  0.0 0.75  0.0 0.38  0b 0.56  0.0a 0.56  0.1a

*The FAs are expressed in per cent (individual FA area) of total FAs (total FA area), all areas determined by GLC.
†Data represent the mean of three complete independent experiments made in triplicate  SD.
‡Triplicate values (mean  SD).
§Values within a row followed by the same superscript letter were not significantly different (P < 0.05) by the ANOVA Duncan’s Mul-
tiple Range Test.

thus it has no adverse health effects (Kelley, Tay- healthy development of children younger than
lor, Nelson & Mackey 1998). 1 year (Pastor et al. 2006; Koletzko et al. 2008;
Accordingly, consumption of fish muscle contain- Lapillonne et al. 2014); reduces the incidence of
ing higher amounts of ARA than usual, while main- respiratory illness and diarrhoea the first year of life
taining the ratio n-6/n-3 at appropriate levels, (Pastor et al. 2006; Lapillonne et al. 2014); and fur-
could clearly possess healthy effects on the above- thermore, its intake reduces the risk of hip fracture
mentioned population groups. That is, considering in men (Farina, Kiel, Roubenoff, Schaefer, Cupples
both ARA percentage in total FAs as well as the & Tucker 2011). Thus, all these healthy actions
total FAs in fish muscles (Table 4), the consumption could be expected by ingesting a fish having slightly
of 100 g of a fillet of fish fed diet C provides, if bio- higher amounts of ARA than a standard fish, as
available, 0.5 g ARA, which would provide unques- here described, which at the same time provides
tionable benefits on health, due to that it is an valuable amounts of n-3 PUFAs at a somewhat
indispensable nutrient for the development of the lower ratio than fish fed by a control diet designed
brain (Innis 2007); contributes to an adequate with no larvae addition (Table 4).

© 2015 John Wiley & Sons Ltd, Aquaculture Research, 1–7 5


Larvae increases arachidonic acid in Sparus aurata C de Haro et al. Aquaculture Research, 2015, 1–7

An incentive for using insect meal in the diets Barroso F.G., de Haro C., S anchez-Muros M.J., Venegas
of fish is that this ingredient constitutes a more E., Martınez-Sanchez A. & Perez-Ba~non C. (2014) The
natural source for fish feeding, thus reducing the potential of various insect species for use as food for
amount of fishmeal used for the manufacturing of fish. Aquaculture 422, 193–201.
Calder P.C. (2007) Dietary arachidonic acid: harmful,
commercial formulations. Furthermore, fish
harmless or helpful? British Journal of Nutrition 98,
obtained in this study does not deviate from the
451–453.
natural patterns of FA composition for fish; i.e. Calder P.C. & Grimble R.F. (2002) Polyunsaturated fatty
until recently, the idea of low ARA needs in mar- acids, inflammation and immunity. European Journal of
ine fish was common, however, recent findings Clinical Nutrition 56, S14–S19.
suggest the important physiological role of this Diau G.Y., Hsieh A.T., Sarkadi-Nagy E.A., Wijendran V.,
essential FA for fish in estuarine environments Nathanielsz P.W. & Brenna J.T. (2005) The influence
(Koussoroplis, Bec, Perga, Koutrakis, Bourdier & of long chain polyunsaturate supplementation on do-
Desvilettes 2011). That is, in the wild, when avail- cosahexaenoic acid and arachidonic acid in baboon
able, some fish selectively accumulate ARA in neonate central nervous system. BMC Medicine 3, 11.
muscle. To what extent this statement is true for Farina E.K., Kiel D.P., Roubenoff R., Schaefer E.J., Cup-
ples L.A. & Tucker K.L. (2011) Dietary intakes of ara-
farmed fish constitutes is still unknown, and this
chidonic acid and a-linolenic acid are associated with
paper helps clarify that point.
reduced risk of hip fracture in older adults. The Journal
As for the feasibility of fish obtained by eating of nutrition 141, 1146–1153.
insect meal, no adverse impact has been found Finke M.D., De Foliart G.R. & Benevenga N.J. (1989) Use
against the replacement of fish meal by meal lar- of a four – parameter Logistic model to evaluate the
vae; i.e. the quality parameters, such as biometric quality of proteins from three insects species when fed
data, indicate no significant differences in fish to rats. The Journal of nutrition 199, 864–871.
groups fed larvae or fed without larvae (Table 2); Guil-Guerrero J.L., G omez-Mercado F., Ramos-Bueno
only liver weight statistically decreases in fish fed R.P., Rinc on-Cervera M.A. & Venegas-Venegas E.
increasing amounts of L. sericata larvae. (2014) Restricted-range boraginaceae species consti-
According to the data reported in this study, a tute potential sources of valuable fatty acids. Journal of
the American Oil Chemical Society 91, 301–308.
number of further tests could be carried out by
Hossain M.A. (2011) Fish as source of polyunsaturated
using larvae growth in substrates having different
fatty acids (PUFAs), which one is better-farmed or
PUFA profiles, to obtain enriched fish to be used wild. Advance Journal of Food Science and Technology 3,
as dietary sources of target PUFAs. 455–466.
In conclusion, larvae not only seem to be a suit- Innis S.M. (2007) Human milk: maternal dietary lipids
able vector for introducing valuable PUFA in fish and infant development. Proceedings of the Nutrition
muscle, they could also contribute to decrease the Society 66, 397–404.
use of wild fish stocks for fishmeal production as Kalogeropoulos N., Panagiotakos D.B., Pitsavos C.,
well as other currently added ingredients to this Chrysohoou C., Rousinou G., Toutouza M. & Stefanadis
end, thus providing economic and environmental C. (2010) Unsaturated fatty acids are inversely associ-
benefits. ated and n-6/n-3 ratios are positively related to inflam-
mation and coagulation markers in plasma of
apparently healthy adults. Clinica Chimica Acta 411,
Acknowledgments 584–591.
Kelley D.S., Taylor P.C., Nelson G.J. & Mackey B.E.
This study has been funded by a grant of the Span-
(1998) Arachidonic acid supplementation enhances
ish Ministry of Science and Technology (project synthesis of eicosanoids without suppressing immune
AGL2011-25807) and the Consejerıa de Innova- functions in young healthy men. Lipids 33, 125–130.
cion y Ciencia (project AGR5273), European Regio- Koletzko B., Lien E., Agostoni C., B€ ohles H., Campoy C.,
nal Development Funds (FEDER funds). Predomar Cetin I. & Uauy R. (2008) The roles of long-chain
S.L., which provided fish, is also acknowledged. polyunsaturated fatty acids in pregnancy, lactation
and infancy: review of current knowledge and consen-
sus recommendations. Journal of Perinatal Medicine 36,
References 5–14.
AOAC (2005) Official Methods of Analysis of the Associa- Koussoroplis A.M., Bec A., Perga M.E., Koutrakis E.,
tion of Official Analytical Chemists International(18th Bourdier G. & Desvilettes C. (2011) Fatty acid transfer
edn). AOAC International, Gaitherburg, USA. in the food web of a coastal Mediterranean lagoon: evi-

6 © 2015 John Wiley & Sons Ltd, Aquaculture Research, 1–7


Aquaculture Research, 2015, 1–7 Larvae increases arachidonic acid in Sparus aurata C de Haro et al.

dence for high arachidonic acid retention in fish. Estu- incidence of bronchiolitis/bronchitis the first year of
arine, Coastal and Shelf Science 91, 450–461. life. Clinical Pediatrics 45, 850–855.
Lapillonne A., Pastor N., Zhuang W. & Scalabrin D.M. S
anchez-Muros M.J., Barroso F.G. & Manzano-Agugliaro
(2014) Infants fed formula with added long chain F. (2014) Insect meal as renewable source of food for
polyunsaturated fatty acids have reduced incidence of animal feeding: a review. Journal of Cleaner Production
respiratory illnesses and diarrhea during the first year 65, 16–27.
of life. BMC Pediatrics 14, 168. Simopoulos A.P. (2002) Omega-3 fatty acids in wild
Lepage G. & Roy C. (1984) Improved recovery of fatty plants, nuts and seeds. Asia Pacific Journal of Clinical
acid through direct transesterification without prior Nutrition 11, 163–173.
extraction or purification. Journal of Lipid Research 25, Trumbo P., Schlicker S., Yates A.A. & Poos M. (2002)
1391–1396. Dietary reference intakes for energy, carbohydrate,
Pastor N., Soler B., Mitmesser S.H., Ferguson P. & Lifs- fiber, fat, fatty acids, cholesterol, protein and amino
chitz C. (2006) Infants fed docosahexaenoic acid-and acids. Journal of the American Dietetic Association 102,
arachidonic acid-supplemented formula have decreased 1621–1630.

© 2015 John Wiley & Sons Ltd, Aquaculture Research, 1–7 7


4. DISCUSIÓN GENERAL

  119  
4.1. Valor Nutritivo De Los Insectos Para Su Uso En Acuicultura

La utilización de los insectos tiene diversas ventajas que no pueden ser ignoradas,
por lo que, a priori, es interesante destacar las siguientes consideraciones:
1. El actual sistema de producción de la acuicultura, basado principalmente sobre
la harina de pescado en la elaboración de los piensos, es claramente
insostenible, debido, entre otros, a la sobreexplotación pesquera. Esta situación,
junto con el aumento de la demanda de pescado, indica que la harina de
pescado podría llegar a ser el ingrediente más limitante en la producción y
rentabilidad de este sector. Por lo tanto, es esencial obtener alternativas
potenciales que no compitan con otros recursos naturales para el ser humano y
que tampoco comprometan el crecimiento y las ventajas nutritivas de los peces
acuicultivados.
2. En comparación con la producción de soja, orientada en gran medida hacia la
alimentación animal y una de las principales fuentes vegetales empleadas en
acuicultura como sustituto a la harina de pescado, los insectos son mucho más
sostenibles, ya que requieren menos recursos (tierra, agua, fertilizantes…) y,
además, no compiten con los de los humanos y pueden ser criados como
eficientes bio-transformadores mediante la utilización de subproductos en su
alimentación, convirtiendo así abundantes desechos orgánicos de bajo coste en
biomasa animal, rica en proteínas y adecuada para su uso en la alimentación
(Ramos-Elorduy, 1999, 2005).

Para la evaluación y utilización práctica de la harina de insectos como fuente


alternativa a la harina de pescado en piensos para acuicultura es necesario, antes de
nada, la determinación de su composición nutritiva. Los datos recogidos en bibliografía,
muestran como las características nutricionales de los insectos varían enormemente en
función de su hábitat, alimentación, etapa de desarrollo, etc. (Banjo et al, 2006; Fasakin
et al, 2003; Teguia y Beynen, 2005). En este trabajo nos propusimos analizar insectos
cercanos a nuestro ambiente, bien criados por empresas de la zona (cautivos), bien
capturados directamente del entorno natural más cercano (salvajes). Los insectos
cautivos y su estadio de desarrollo fueron elegidos considerando la facilidad de su
producción, etapa de mayor biomasa y menor exoesqueleto. Las especies silvestres se
eligieron en función de su disponibilidad en el medio. En total se analizaron 16 especies

  120  
diferentes, 5 de ellas en distintas etapas de desarrollo y de los órdenes Coleoptera (4),
Diptera (7) y Orthoptera (5). Los contenidos nutricionales de los insectos fueron
comparados con los de la harina de pescado (FM, fish meal) y la harina de soja (SM,
soy meal o soybean) por ser los ingredientes más comunes en la elaboración de piensos
para acuicultura.

4.1.1. Contenido en proteína bruta y perfil de aminoácidos

La mayoría de los insectos analizados en nuestro laboratorio tienen un alto contenido


en CP, similar a SM, pero menor que FM (capítulo experimental 3.1.). Sobre los
resultados debemos tener en cuenta que las muestras con un mayor porcentaje de CP
(58,5-74,4%) pertenecen por lo general al orden Orthoptera y que son adultos, con más
quitina y menos grasa.
En el capítulo experimental 3.1., para algunos insectos obtuvimos valores muy
similares respecto a los determinados  anteriormente por otros autores, como por ejemplo
la mosca abeja (Eristalis tenax) (Ramos-Elorduy, 1998), sin embargo, en otros, como el
de las pupas de mosca doméstica, fueron muy diferentes (Bernard et al., 1997). En el
caso concreto del gusano de la harina, especie que posteriormente utilizaríamos para la
elaboración de las dietas de tilapia, nuestros resultados (58%) fueron ligeramente
superiores a los observados por otros autores (47-53%) (Bernard et al, 1997;. Finke,
2002, 2007; Ramos-Elorduy et al., 2006).
La comparación de nuestros análisis con los de otros investigadores pone de
manifiesto la variabilidad de los resultados incluso para un mismo insecto y en la misma
etapa de desarrollo en cuanto a valores de CP, que pueden ser debido, entre otras causas,
a la alimentación, que puede variar su composición proximal.

Por otro lado, el desarrollo de los piensos en acuicultura ha estado basado


principalmente en la harina de pescado debido, no solo a su alto contenido en proteína,
si no, además, a su valor biológico, con altos niveles de aminoácidos limitantes como
lisina, metionina o leucina, los cuales son normalmente deficientes en fuentes de origen
vegetal (Hall, 1992; Keller, 1990; Sánchez-Muros et al., 2014).
Lisina, cisteína, y metionina son lo aminoácidos más importantes desde el punto de
vista de la nutrición de peces (Strom y Eggum, 1981). La metionina es uno de los

  121  
aminoácidos menos frecuentes en los alimentos, sin embargo, la harina de pescado es
rica en este aminoácido, con un porcentaje que varía dependiendo de la especie. Una
dieta mal balanceada en términos de aminoácidos (EAA/NEAA) afecta al crecimiento,
y la tasa de síntesis proteica se hace más lenta cuando existe cierto desbalance de EAA
en la dieta y también cuando su disponibilidad es menor (Kaushik y Luquet, 1979).
Por lo general, no existe mucha información sobre la composición en el perfil de
aminoácidos de la mayoría de especies de insectos. Ng et al. (2007) compararon el
perfil de aminoácidos de una harina de pescado determinada con la del saltamontes
chino (Acrida cinerea), presentando este último mayor contenido de todos los
aminoácidos, excepto para la histidina, treonína, fenilalanina y lisina, además del ácido
aspártico. Por el contrario, la harina de termita (Macrotermes subhyalinus) presentó los
valores más bajos de aminoácidos y en menor porcentaje que la harina de pescado con
la que se comparó (Sogbesan y Ugwumba, 2008). No obstante, la mayoría de los
perfiles de aminoácidos de los insectos probados en dietas para peces han mostrado una
buena correlación con los valores de los requerimientos específicos y en algunos casos
incluso excedían dichos requerimientos como el gusano de seda o el gusano de la harina
(Henry et al., 2015).
El perfil de aminoácidos de las larvas de gusano de la harina (TM) utilizado en
nuestros experimentos mostró un balance de EAA y NEAA (EAA/NEAA) inferior a
FM (0,74 frente a 0,90, respectivamente) pero similar a SM (0,70) (capítulo
experimental 3.2.). TM presentó algunos valores de EAA superiores a FM como
isoleucina, leucina, treonina y valina. El único EAA encontrado en SM con valores por
encima de FM y TM fue la fenilalanina. El contenido de aminoácidos hallado en
nuestros análisis es inferior al observado previamente por Finke (2002, 2007), no
obstante, el estadio larvario así como la metodología empleada de identificación pueden
haber influido en dichas diferencias. Sin embargo, a pesar de haber obtenido unos
valores inferiores a los presentados previamente por Finke, coincidimos en que la
composición de TM en EAA es buena, más aún si comparamos con los requerimientos
de EAA en la dieta de tilapia del Nilo descritos por Jauncey (2000), con la excepción de
la metionina, que estaría un poco por debajo de sus necesidades.

Finalmente, en nuestros análisis, con diferentes especies y etapas, se puede observar


como el contenido de aminoácidos es similar al observado anteriormente por otros
autores, (Bernard et al., 1997; Cerda et al., 1999; Finke, 2002, 2007; Newton et al.,

  122  
1977; Ogunji et al., 2006; Ramos-Elorduy et al., 2006), y además se relaciona con el
grupo taxonómico.
El orden Díptera es el más cercano a FM, en términos de similitud en amino ácidos
limitantes y esenciales. Este grupo tiene una proporción similar en metionina a FM y
valores superiores de histidina, lisina y treonina. Respecto a SM, el perfil de
aminoácidos del orden Díptera es superior y, por tanto, podría ser una mejor alternativa
en ingredientes para piensos en acuicultura. Además, a pesar de que cada especie es
deficitaria de algún EAA, la obtención de un pienso correctamente balanceado se podría
conseguir con la combinación con distintas especies de insectos.

4.1.2. Digestibilidad de la Proteína

Una pobre digestibilidad en general, y de la proteína en particular, pueden afectar al


crecimiento.
En el experimento de sustitución de FM y SM por TM a distintos niveles (capitulo
experimental 3.2.), la digestibilidad in vitro de la proteína fue similar para las tres dietas
experimentales. Aunque ha sido descrita una baja digestibilidad en la proteína de soja
debido a la presencia de inhibidores de proteasa (Rodiles et al., 2012.), en este ensayo la
digestibilidad in vitro de la proteína de las dietas formuladas no resultó
significativamente diferente, lo cual podría estar causado porque el procesado de la
harina inactivara los inhibidores de las proteasas, obteniéndose una buena digestibilidad
de la soja. Por otro lado, los altos valores de proteasas alcalinas y ácidas observadas en
los peces alimentados con las dietas a base de TM, sugieren una buena digestibilidad de
la proteína de esta harina, aunque no pudo ser confirmado ya que la digestibilidad se
determinó en los piensos y no en las harinas aisladas. Nuestros resultados con SM
concuerdan con los de Newton et al. (1977) y Hwangbo et al. (2009), que evaluaron la
digestibilidad de la mosca soldado y de la mosca doméstica en comparación con harina
de soja en dietas para cerdo y pollos respectivamente, encontrando una digestibilidad
similar para ambas fuentes de proteína incluidas dentro de las dietas.
En cuanto a estudios comparativos de digestibilidad en peces, no hemos encontrado
experimentos de evaluación con el gusano de la harina, ni de harina de otros insectos
comparados con harina de soja en bibliografía. No obstante, para tilapia del Nilo
encontramos referencias de buenas digestibilidades con langosta migratoria

  123  
(Emehinaiye, 2012), langosta africana (Alegbeleye et al., 2012) y el gusano rey
(Emehinaiye, 2012) con sustituciones de hasta el 75% de la harina de pescado en la
dieta. Ogunji et al. (2008c), sin embargo, comprobaron que disminuciones del 17,30%
de la harina de pescado en las dietas control (con 52% de harina de pescado) e
inclusiones en las mismas de mosca doméstica hasta el 15% daba una buena ACD de la
proteína de los piensos, sin embargo, sustituciones mayores empeoraban este
coeficiente en tilapia del Nilo, seguramente por el mayor contenido en cenizas en la
dieta.
En el experimento de administración a las tilapias con distintos niveles de sustitución
de FM por TM en dos etapas sucesivas de desarrollo (capítulo experimental 3.3.),
tampoco se encontraron diferencias en la digestibilidad in vitro de la proteína para las
dietas C e II entre ninguno de los grupos de peces. La actividad proteasa básica al final
del experimento mostró los mayores valores en los peces que tomaron la dieta control.
Concretamente, en los peces del grupo I!C, seguidos del grupo C!C con diferencias
significativas entre ellos. Los menores valores fueron encontrados en los peces
pertenecientes a los grupos que habían sido alimentados con un porcentaje del 43% de
harina de insecto en la dieta (C!II e I!II). Estos resultados sobre una menor actividad
proteasa en los peces alimentados con harina de insecto coinciden con los de Ji et al.,
(2013) para niveles superiores al 50% de sustitución de la harina de pescado por pupas
de gusano de seda en carpa Jian, que además estuvo acompañado de un descenso
significativo en el crecimiento de los peces.

4.1.3. Contenido en Quitina

La quitina, formada por un polímero de N-acetilglucosamina, es el constituyente


principal de la cutícula de los insectos, y cambia o muda en las diferentes etapas de
desarrollo y con la edad de los animales.
En los análisis, el contenido en quitina fue determinado como fibra ácido detergente
(ADF, acid detergent fiber), (Lovell et al., 1968, Stelmock et al., 1985, Watkins et al.,
1982). ADF también incluye lignina cuando el sustrato a analizar procede de fuentes
vegetales. El nivel de ADF en SM hallado se debe a la lignina y el de TM a la quitina; el
porcentaje en FM obtenido fue prácticamente cero (capitulo experimental 3.2.).

  124  
Un problema adicional en la determinación de la CP en insectos es el contenido en
nitrógeno de las moléculas de N-acetilglucosamina. Anteriormente se ha sugerido que
una cantidad significativa de nitrógeno en los insectos podría estar acomplejada a la
quitina, y la estimación de la proteína como CP (Nx6,25) podría dar lugar a una
sobreestimación de proteína verdadera. Sin embargo, Finke (2002, 2007) apuntó que en
varias especies analizadas (gusano de la harina, grillo doméstico, mosca doméstica,
termitas, etc.), exceptuando los gusanos de seda, la cantidad de nitrógeno procedente de
la molécula de quitina es relativamente pequeña, por lo tanto, aunque es preferible un
análisis detallado de aminoácidos, en general parece que la determinación como CP
puede proporcionar una razonable estimación de la proteína total en la mayoría de los
invertebrados. De acuerdo con Finke (2002, 2007), el nitrógeno atribuido a la fracción
ADF (ADIN, acid detergent-insoluble nitrogen) incluido en las dietas prácticamente no
afectó al valorado inicialmente como CP en los piensos o el PER en los peces.

4.1.4. Contenido en grasa bruta y perfil de ácidos grasos

El contenido en grasa bruta o EE que hemos observado en los insectos en muy


variable y parece estar influido por la edad y las distintas etapas de desarrollo, variando
normalmente entre un 15-30% y siendo mayor en larvas que en adultos. En nuestros
análisis, la especie con mayor proporción de EE fueron las larvas de gusano rey (38,0%),
mientras que para las larvas de la mosca abeja fueron muy inferiores (5,8%) (capítulo
experimental 3.1.). Los análisis sobre las harinas de TM y LM utilizadas en la
elaboración de los piensos para las experiencias con peces mostraron un porcentaje de
30,1% y 29,6% de EE respectivamente respecto al 8,2% determinado en FM (capítulos
experimentales 3.2., 3.3. y 3.4.).

En cuanto al perfil de ácidos grasos, los insectos, por lo general, contienen


cantidades más altas de ácidos grasos poliinsaturados (PUFAs) n-6 que FM e inferiores
a SM. Sin embargo, los PUFAs de la serie n-3 son más altos en FM. Nuestros resultados
muestran, al igual que las observaciones realizadas por otros investigadores (Akinnawo
y Ketiku, 2000, Beenakkers y Scheres, 1971, Ekpo y OniEEinde, 2007, Finke, 2002,
2007, Katayama et al., 2008), como la mayoría de los insectos terrestres no contienen
EPA o DHA, excepto la mosca de cabeza grande y la mosca azul (Calliphora vicina),

  125  
que tienen 1,3-1,5% de EPA, aunque es una proporción mucho más baja que la
encontrada en FM (14,1%) (capítulo experimental 3.1.). La falta de EPA y DHA en los
insectos es uno de los factores limitantes más importantes para su uso en la
alimentación de peces, ya que implica un límite en su inclusión al no poder ser
sintetizados por los animales o hacerlo a una tasa de velocidad muy lenta. Solamente en
algunas especies de insectos acuáticos se han detectado niveles significantes de EPA
(Blomquist et al., 1991, Stanley-Samuelson et al, 1988) y DHA, aunque los niveles de
este último son bajos (Bell et al, 1994). Niveles de EPA superiores al 15% han sido
observados por Bell et al. (1994) en el orden Ephemeroptera como Amoletus, Caenis,
Ecdyonurus, Ephemerella o Drunella coloradensis, y por Hanson et al. (1985) en
Díptera como Atherix varlegate y Odonata como Argia sp., Hesperoperla pacifica,
Isogenoides sp. Sin embargo, los niveles de otro HUFA, el ARA, resultaron ser mayores
que los de la harina de pescado (1,4%) en varias especies del orden Diptera analizadas
en nuestros laboratorios, con valores superiores desde el 2,6% en pupas de
Protophormia terraenovae hasta el 12,5% en larvas de mosca azul (capítulo
experimental 3.1.).
Investigaciones anteriores han detectado HUFAs importantes como ARA en algunas
especies de insectos en alto porcentaje como termitas (Termes sp.) (56,01%), cigarras
(Meimuna opalifera) (33,03%), hormigas (Oecophylla smaragdina) (57,73%) y
chinches (Tessaratoma papillosa) (46,68%) entre otras (Raksakantong et al., 2010).

El perfil lipídico de las harinas de las dos especies de insecto, TM y LM utilizadas


para la elaboración de los piensos de nuestros experimentos de alimentación con peces
fue bastante diferente con respecto a FM. Siendo TM y LM más ricas en n-6 pero más
pobre en n-3 que FM. LA y ALA, resultaron más elevados en LM y TM respecto a FM.
Sin embargo, como era de esperar, EPA, DHA y ARA no fueron detectados en TM que
habían sido alimentados a base de cereales ni en las moscas verdes alimentadas con
harinas cárnicas del capítulo experimental 3.1. Por otro lado, cuando a esta última se le
cambió la alimentación a base de hígado de cerdo, rico en ARA, para el capítulo
experimental 3.4. se pudo observar principalmente como los niveles de este ácido graso
se elevaban de 0,7 a 10,6.
Pocos estudios se han llevado a cabo con PUFAs de la serie n-6 en peces,
especialmente ARA, a pesar de su acreditado potencial para la salud. Las necesidades
de ARA en peces han sido principalmente relacionadas con reacciones al estrés (Sargent

  126  
et al., 1995) y particularmente en larvas, las cuales son más susceptibles (Bessonart et
al., 1999; Koven et al., 2001). Cuantitativamente, estos ácidos grasos están mucho
menos representados en los tejidos de peces marinos, donde típicamente tienen un
balance n-3/n-6 de 10-15:1 (Ackman, 1980), sin embargo, se ha mostrado que ARA
puede ser esencial en ciertas especies de peces como el dorado (Ostrowski y Divakaran,
1990), el rodaballo (Scophthalmus maximus) (Castell et al., 1994), la dorada (Bessonart
et al., 1999, Fountoulaki et al., 2003, 2005, Kalogeropoulos et al., 1992, Menoyo et al.,
2004) o la carpa china (Tian et al., 2014), y que es retenido preferentemente junto con
DHA durante periodos de ayuno, lo que sugiere una prioridad metabólica para la
conservación de ciertos ácidos grasos (Delgado et al., 1994, Fountouaki et al, 2009,
Izquierdo, 1996, 2005, Ostrowski y Divakaran, 1990, Rainuzzo et al., 1994, Roche y
Pérés, 1984, Torstensen et al., 2004). En dorada ARA mejora la supervivencia de las
larvas si se proporciona en presencia de una alta relación DHA/EPA (Bessonart et al.,
1999), y también mejora la supervivencia de juveniles alimentados con rotíferos
enriquecidos en ARA frente a rotíferos enriquecidos con DHA y sometidos a estrés por
manejo durante el hacinamiento, la clasificación y otros factores (Koven et al., 2001),
por lo que se trata de un ácido graso muy importante para dicha especie (Bessonart et al.,
1999, Koven et al., 2001). También se ha comprobado que suplementos de vitamina E
en el pienso de dorada (Tocher et al., 2002) y tilapia del Nilo (Diana et al., 2012)
aumentan los niveles de ARA, por una posible relación de esta vitamina con la
activación de las enzimas elongasa y desaturasa del LA para sintetizar ARA (Mourente
et al., 2005). Además, se ha observado que los peces de estuario acumulan
selectivamente ARA en el musculo, lo que sugiere un papel fisiológico importante para
estos animales (Koussoroplis et al. 2011).
En este sentido, el empleo de insectos en piensos para peces con altos niveles de
ARA, o de otros PUFAs selectivamente introducidos en su dieta podría ser altamente
beneficioso para el desarrollo de los animales y la calidad de un producto funcional
final.

  127  
4.2. Efecto del uso de los insectos en dietas para peces

4.2.1. Parámetros zootécnicos e índices biométricos

Los resultados obtenidos de alimentación de dorada y tilapia de piensos basados en


insectos indican que la inclusión de LM y TM hasta el 15% y el 43% respectivamente
en la dieta no afecta a la ingesta, lo que indica una buena palatabilidad, permitiendo,
además, en dorada, un ahorro del 50% del uso de FM sin afectar al crecimiento de los
peces (capitulo experimental 3.4.). Sin embargo, en juveniles de tilapia, el uso de TM al
21% tiene efectos negativos sobre los índices de aprovechamiento nutritivo (PER y
FCE) y de crecimiento (capitulos experimentales 3.2. y 3.3.). Esta disminución del
crecimiento puede haber sido debida a varios factores como una deficiencia en HUFAs,
alto contenido en quitina, baja digestiblidad, etc…
En el experimento llevado a cabo en etapas sucesivas de desarrollo con incremento
en el grado de inclusión de TM (capitulo experimental 3.3.), se muestra que la
administración temprana de una dieta basada en insectos no provoca efectos
irreversibles de crecimiento en los peces y que estos pueden recuperarse cuando se les
suministra posteriormente la dieta control (grupo de peces I!C). Nuestros resultados
podrían permitir estrategias de alimentación para ahorrar harina de pescado en cultivo
de peces. Este tipo de respuesta de crecimiento puede estar relacionada con el
crecimiento compensatorio o crecimiento de recuperación (Jobling, 1994). En los peces,
tras un periodo de privación de alimento, se produce un incremento de la ganancia de
peso y una mejora de la conversión del alimento (Jobling, 1994).
No existen referencias previas con el gusano de la harina en dietas para tilapia del
Nilo como tampoco del uso de la mosca verde en ninguna especie de pez, por lo que no
podemos comparar resultados, ya que, como hemos visto en las experiencias recogidas
en la introducción, los datos varían mucho dependiendo del insecto y la especie de pez
en la que se ha empleado, así como el método de procesamiento de la harina o la
estrategia de alimentación.
Contrario a nuestros resultados, en la única experiencia de dorada con insectos
hallada en bibliografía, Piccolo et al. (2014) comprobaron que aunque el 25% de
sustitución de harina de pescado por la harina del gusano de la harina no producía
efectos en el peso final de los animales, se observó un empeoramiento de PER y FCE, y
el 50% de sustitución llegó a ser aún menos favorable, también para el SGR.

  128  
El gusano de la harina, por su parte, ha permitido unos crecimientos positivos en
dietas experimentales, tanto de peces de agua dulce como de agua salda, con niveles de
sustitución del 40-80% en bagre africano, 25% en dorada y lubina y 50% en trucha arco
iris (Gasco et al., 2014a,b, Ng et al., 2000, Piccolo et al., 2014;). En nuestros resultados,
sin embargo, la sustitución en torno al 25% de FM por TM produjo una reducción del
crecimiento respecto a los peces alimentados sin harina de insecto.
Jabir et al. (2012) alimentaron a tilapias del Nilo con otro insecto del orden
Coleoptera, el gusano rey, alcanzando un crecimiento óptimo con el 50% de sustitución
de la harina de pescado, y tolerando el 75% de una forma eficaz en términos de
crecimiento y FCE. En términos de crecimiento, otros órdenes de insectos como el
Diptera, y concretamente con mosca doméstica, han mostrado que sustituciones del
100% son posibles sin comprometer el desarrollo de los peces, el peso final alcanzado,
SGR y FCE (Ogunji et al., 2007). Sin embargo, posteriormente Ogunji et al. (2008c)
revelaron que aunque tilapia del Nilo mostraba unos buenos crecimientos en términos
de peso final ganado, FCE y SGR, estos disminuían de forma significativa respecto a
los grupos control cuando la harina de pescado era reducida en un 17,31% en el pienso
y a su vez se introducía un 15% de mosca doméstica, aunque el PER con inclusiones
incluso mayores no se veía afectado. Estas diferencias podrían estar debidas a las
diferencias en la formulación y la composición proximal de las dietas finales para
ambos experimentos.

Por otro lado, una concentración de aminoácidos desequilibrada en el pienso se


asocia con una menor síntesis de proteínas o el aumento de su degradación, o un cambio
simultáneo en ambos componentes de recambio proteico, lo cual se podría traducir,
entre otras cosas, en una disminución del crecimiento de los peces (Espe et al. 2007,
Hansen et al., 2007). En los ensayos de sustitución de FM y/o SM por TM (capítulo
experimental 3.2.), ciertos aminoácidos como arginina, lisina, y fenilalanina se
encuentran individualmente en menor cantidad en las dietas que contienen TM frente a
los piensos control (sin TM), sin embargo, finalmente todas las dietas fueron
formuladas de forma similar en términos de EAA/NEAA, tanto teórica (capítulo
experimental 3.2.) como analíticamente (capítulo experimental 3.3.). No obstante, y a
pesar de que nuestras dietas se encontraran similarmente balanceadas en términos de
EAA/NEAA, no se descarta que la posible presencia del complejo que engloba la matriz
de quitina en los insectos, pudiera dificultar la viabilidad y disponibilidad de los

  129  
aminoácidos (Kramer et al., 1995, Longvah et al., 2011) y que esto afectara al
crecimiento. Si bien hay que destacar que la digestibilidad in vitro es similar y se
produce un aumento de la actividad proteasa en la dietas con TM, por lo que no parece
probable que haya una menor disponibilidad a nivel digestivo de aminoácidos y que una
deficiencia de estos sea la causa de la reducción de crecimiento.

En nuestros experimentos, las dietas se formularon sin considerar la quitina y su


contenido en nitrógeno, pero ambos fueron analizados a posteriori para ayudarnos a
entender las tasas de crecimiento y la utilización de los nutrientes, ya que, a pesar de
que todas las dietas experimentales con inclusiones de TM fueron bien aceptadas, con
niveles de consumo de alimento similares, se observó que las tilapias alimentadas con
TM disminuyeron su utilización nutritiva y los índices de crecimiento en comparación
con los grupos control (capítulos experimentales 3.2. y 3.3.).
El menor crecimiento en los peces podría deberse a la baja utilización de nutrientes,
como proteínas y lípidos, y a la retención de los mismos, atribuida a la presencia de la
quitina de los insectos y su influencia negativa sobre la digestibilidad de estos (Kroeckel
et al., 2012, Shiau y Yu, 1999). La presencia de quitinasa y la capacidad de digerir la
quitina se discute en algunas especies de peces. Actividades quinolíticas han sido
encontradas en el suero, el estómago, y el intestino de la tilapia del Nilo, siendo el
primero el que mayor actividad específica presentó (Molinari et al., 2007). En nuestros
experimentos, la actividad quitinasa no fue determinada, sin embargo el FCE y el peso
final de las tilapias alimentados con harina de insecto podrían indicar una menor o
ninguna actividad en las quitinasas digestivas, incluso en los peces en los que se intentó
una administración temprana de la dieta basada en TM con inclusiones mayores en el
pienso en dos fases consecutivas de desarrollo (grupo de peces I!II) (capítulo
experimental 3.3.). Por el contrario, se ha comprobado que en la tilapia roja (O.
niloticus ✕ O. hornorum) y tilapia del Nilo, la harina de pescado puede ser reemplazada
por harina de camarón, el cual es rico en quitina, a niveles de 50% o 100% sin retraso
significativo en el aumento de peso o la eficiencia alimenticia (El-Sayed, 1998,
Mansour, 1998). Sin embargo, esta quitina procede de un crustáceo y no de un insecto,
y la matriz en la que se encuentra englobada es distinta (Kramer et al., 1995, Johnson y
Peniston, 1982, Noetal, 1989). Por el contrario, en otra especies de tilapia híbrida (O.
niloticus ✕ O. aureus) la inclusión de quitina (Sigma, St. Louis, MO) al 2, 5 y 10% en
la dieta control deprimió el crecimiento, FCE, ganancia de peso corporal, contenido en

  130  
lípidos y la digestibilidad de la proteína y los lípidos (Shiau y Yu, 1999). Igualmente, en
el salmón del Atlántico, la inclusión de la quitina procedente de kril en un porcentaje
del 1% o más redujo el crecimiento de los peces (Olsen et al., 2006). En nuestros
experimentos, la proporción de ADF evaluada como quitina en TM y su inclusión
dentro de cada dieta experimental representaban el 1,4% para las dietas con una
inclusión media y el 2,8% para las dietas de máxima sustitución (capítulos
experimentales 3.2. y 3.3.), lo que podría explicar la causa de la disminución del
crecimiento y la utilización de los nutrientes frente a los peces que fueron alimentados
con dietas de control (FM/SM y C).

Como se pudo observar, las deficiencias en HUFAs de los insectos fueron


transmitidas a través de la dieta a la composición corporal de los peces. De hecho, el
perfil de ácidos grasos del hígado revela niveles muy bajos de EPA y DHA en los
animales alimentados con los mayores niveles de sustitución con TM. El perfil lipídico
de los peces es rico en HUFAs n-3, los cuales tienen un importante rol en nutrición
animal, incluyendo procesos fisiológicos críticos, tanto en peces como en humanos
(Tocher, 2003). Apoyándonos en las observaciones realizadas previamente por Jauncey
(2000) sobre las consecuencias de un sub-óptimo nivel de HUFAs n-3 en las dietas para
tilapia del Nilo, estos resultados podrían haber influido también en el menor crecimiento
de los peces.

Por otro lado, los índices biométricos muestran un desarrollo normal de los animales,
sin diferencias significativas entre los distintos tratamientos realizados, excepto HI, que
resultó menor en los peces (tanto tilapias como doradas) alimentados con las dietas que
contenían soja (capítulos experimentales 3.2. y 3.4.), lo cual indica que la causa no es la
presencia de TM. Tanto en el experimento de introducción temprana de los insectos en
dietas para peces durante dos etapas consecutivas de desarrollo (capítulo experimental
3.3.), como en el experimento de sustitución de SM y FM por TM, en el ensayo de la
dieta TM/FM (capítulo experimental 3.2.), no se observó ninguna diferencia
significativa en los índices biométricos entre ninguno de los grupos de tilapias
alimentadas con TM y los controles, tampoco en el hígado, pero se ha de hacer notar
que para estos tratamientos ninguna de las dietas contenía SM. En dietas sin soja,
Ogunji et al. (2008) no observaron ninguna diferencia significativa en el HI de tilapias
del Nilo alimentadas con en las que se introdujo el 30% de mosca doméstica en la dieta

  131  
y se disminuiyó el 36,5% de la harina de pescado respecto al pienso control. Por el
contrario, Gasco et al. (2014a) advirtieron que sustituciones en dietas isoprotéicas e
isoenergéticas del 25% y el 50% de harina de pescado por gusano de la harina, producía
una disminución progresiva del HI respecto al grupo control en trucha aro iris.

4.2.2. Calidad del músculo

La composición proximal del músculo de los peces no se vio afectada por ninguna
dieta, a excepción del EE, en el que encontramos diferentes resultados.
El porcentaje de macronutrientes en el músculo de tilapia del Nilo del experimento
de sustitución de FM y SM por TM (capítulo experimental 3.2.) no produjo ninguna
diferencia significativa respecto a los controles, incluyendo el EE. Las mismas
observaciones fueron realizadas recientemente por Gasco et al. (2014a) para trucha arco
iris con sustituciones de hasta el 50% de la harina de pescado por la misma especie de
insecto. Estos mismos autores tampoco observaron diferencias para la composición
proximal del cuerpo completo de lubina con el mismo porcentaje de sustitución.
Sin embargo, en el experimento realizado con la misma especie de pez pero   con
inclusiones de TM que aumentaron en dos etapas sucesivas de desarrollo de los peces
(capítulo experimental 3.3.), en los peces control (C!C) se encontró un mayor
porcentaje de grasa muscular respecto a los C!II, el cual, podría estar relacionado con
la quitina y con una menor digestibilidad de los lípidos de la dieta (Alegbeleye et al.,
2012). En un estudio con bagre africano, usando la langosta africana como sustituto de
la harina de pescado en lugar del gusano de la harina, los peces que fueron alimentados
con este insecto mostraron que la composición de lípidos de la carcasa también
disminuía, así como el ADC de los lípidos, conforme se incrementaban los niveles de
inclusión en el pienso (Alegbeleye et al., 2012). Sin embargo, los peces que siguieron el
tratamiento I!II, no mostraron diferencias significativas en la cantidad de lípidos
comparados con el grupo control, lo cual resulta difícil de explicar.
El caso totalmente opuesto lo encontramos con las doradas alimentadas a base de
LM como sustituto de FM (capítulo experimental 3.4.), en las que se incrementó la
cantidad de grasa acumulada en el músculo de forma significativa entre los tres grupos
conforme se aumentó la inclusión de este insecto en el pienso. Estas mismas
observaciones también fueron observadas en bagre o pez gato africano, donde el

  132  
reemplazamiento de la harina de pescado con el gusano de la harina a partir del 20% de
sustitución mostró un incremento en los niveles de grasa en todo el cuerpo, pero no en
los de proteína comparado con peces control (Ng, 2001). Estos mismos hallazgos
también fueron realizadas por Ogunji et al. (2008c) para tilapia del Nilo con mosca
doméstica en la que una suplementación del 15% en la dieta con larvas de este insecto y
la disminución del 17,31% de la harina de pescado provocó un aumento de los lípidos
contenidos en el cuerpo de los animales, aunque el ADC de los lípidos no mostraba
diferencias con los controles. Contradictoriamente, aunque el contenido proteico del
cuerpo de los peces no varió significativamente en ese mismo experimento, si lo hizo el
ADC de la proteína y de la energía con la inclusión de las moscas en la dieta (Ogunji et
al., 2008c). Sin embargo, en dorada, al contrario de nuestros resultados donde el
contenido de EE del músculo de esta especie se incrementaba con la inclusión de LM en
el pienso, sustituciones de hasta el 50% de la harina de pescado por el gusano de la
harina no produjeron diferencias significativas en la composición proximal del cuerpo
de los peces (Piccolo et al., 2014)
La variabilidad de los resultados dependiendo del insecto y del pez estudiado
indican la necesidad de estudios mas profundos para alcanzar unas conclusiones finales.

En cuanto al perfil de aminoácidos del musculo de las tilapias alimentados con TM,
en los capítulos experimentales 3.2 y 3.3. se procuró formular unas dietas similarmente
balanceadas en términos de EAA/NEAA para cada experimento, lo cual fue reflejado en
el músculo de los peces sin encontrarse diferencias significativas en los mismos cuando
estos fueron comparados con los grupos control (sin TM en la dieta). Se ha determinado
que la relación entre EAA de la dieta y las concentraciones de aminoácidos libres en los
tejidos de los animales parece mantener una estrecha relación (Hansen et al., 2007,
Kaushik y Luquet, 1979). En una experiencia con bacalao del Atlántico en la que se
sustituyó la harina de pescado de forma gradual hasta el 100% por fuentes vegetales, se
correlacionó de forma lineal la disminución del balance de EAA/NEAA en las dietas
vegetales con el del músculo de los peces, a pesar de que a las dietas experimentales se
les añadió metionina cristalina y lisina para mejorar los niveles de aminoácidos
indispensables y maximizar el crecimiento de los peces (Hansen et al., 2007). En el caso
de la alimentación de peces con harina de insectos como fuente de proteína, aunque
existen referencias sobre el crecimiento de los peces, el desarrollo muscular y las
posibles dificultades de digerir la quitina y la cantidad de aminoácidos que esta puede

  133  
acomplejar, no existen estudios sobre el efecto en el perfil de aminoácidos resultante en
el músculo de los peces alimentados con esta fuente de proteína. La naturaleza o el nivel
de proteína en sí, la digestibilidad o disponibilidad de los aminoácidos componentes, así
como la alimentación o los métodos de muestreo interactúan para efectuar cambios
variables en las concentraciones de los aminoácidos libres de un tejido dado (Kaushik y
Luquet, 1979). En este sentido, en nuestros ensayos comprobamos como en el capítulo
experimental 3.2 y 3.3., existe cierta disparidad en el perfil de aminoácidos muscular de
las tilapias alimentadas y el de la dieta suministrada para ciertos aminoácidos. Ocurre
por ejemplo con la lisina, uno de los aminoácidos más limitantes en la elaboración de
piensos para acuicultura, especialmente cuando se intenta sustituir la harina de pescado
por fuentes de origen vegetal (Mai et al., 2006,). Sin embargo, a pesar de encontrarse en
menor proporción en las dietas con TM, no refleja diferencias significativas en el
músculo de los peces que siguieron los distintos tratamiento. Con la arginina que se
encuentra también en menor proporción en las dietas con TM, refleja una disminución
en el músculo de las tilapias alimentadas con este insecto. Los peces tienen altos
requisitos de arginina, no solo porque es una aminoácido esencial, si no también porque
se encuentra de forma abundante formando parte de las proteínas (como péptido unido a
aminoácidos) y en los tejidos líquidos (en forma de fosfoarginina, un importante
reservorio de ATP). Otro desequilibrio que se pudo observar fue en el capítulo
experimental 3.2, en el que histidina y leucina, presentes teóricamente de forma similar
en todos los piensos disminuyen y aumentan, respectivamente, de forma significativa,
en el músculo de las tilapias alimentadas con TM. La histidina afecta tanto a la síntesis
de ADN como de proteínas, además de servir como combustible energético durante la
inanición (Hansen et al., 2007). Por otro lado, leucina es considerado como un
aminoácido funcional por estimular la síntesis de proteínas musculares e inhibir la
proteolisis en los mamíferos (Nakashima et al. 2007). Sin embargo, ese papel de leucina
no se ha investigado para los animales acuáticos (Hansen et al., 2007). Las disparidades
observadas entre el perfil de aminoácidos muscular de las tilapias alimentadas con TM y
el de la dieta suministrada para ciertos aminoácidos podrían estar relacionadas tanto por
factores ambientales como endocrinos, la posible presencia de ciertos antagonismos
entre los aminoácidos, además de a la disponibilidad real de ciertos aminoácidos dentro
del complejo formado por la quitina y al esfuerzo de los peces por mantener la síntesis
proteica y unos niveles de energía adecuados con determinados aminoácidos.

  134  
Finalmente, la composición de ácidos grasos del músculo tanto de las tilapias como
de las doradas alimentadas en nuestros experimentos con los distintos piensos reflejó la
composición de ácidos grasos de las dietas suministradas, con un incremento de PUFAs
de la serie n-6 y ac. grasos ácidos grasos monoinsaturados (MUFAs, mono-unsaturated
fatty acids) y decrecimiento de PUFAs de la serie n-3 y de ácidos grasos saturados
(SFAs, saturated fatty acids) conforme el porcentaje de inclusión de TM y LM fue
mayor (capítulos experimentales 3.2., 3.3. y 3.4.). Observaciones similares han sido
realizadas por otros autores, donde se ha demostrado que el perfil de ácidos grasos de
los lípidos totales de los peces de cultivo reflejan básicamente el de la dieta que
comieron (Arzel et al., 1994, Yu y Sinnhuber, 1972). En un experimento reciente
realizado por Gasco et al. (2014b) con lubina, donde se realizaron sustituciones del 50%
de la harina de pescado por el gusano de la harina en la dieta, los peces disminuyeron
significativamente los contenidos en EPA y DHA respecto a los controles. No obstante,
desde una perspectiva nutricional humana, los ácidos grasos n-3 y la proporción n-3/n-6
a partir de músculo de los peces alimentados con las harinas de insecto son más altos
que los obtenidos en la pechuga de pollo (1,19% de n-3 y 0,05 para n-3/n-6) (Rule et al.,
2002), aunque con deficiencias en el contenido de EPA y DHA.
Por otro lado, la inclusión de un pienso control posterior a la dieta I durante la
segunda etapa de crecimiento (peces I!C) en el experimento de administración
temprana con tilapias (capítulo experimental 3.3.), restauró el perfil lipídico en los
animales hasta niveles similares al grupo control (peces C!C). Nuestros resultados,
junto con los obtenidos para los parámetros zootécnicos, no solo podrían permitir
estrategias de alimentación para ahorrar harina de pescado en cultivo de peces con un
crecimiento óptimo, si no que también, con unas calidades semejantes desde el punto de
vista de nutrición y salud humana. Observaciones similares han sido realizadas por
Rueda (2002) en las que tras un periodo de ayuno y realimentación, independientemente
de la composición que tuviese la grasa del músculo por efecto del ayuno, al final del
experimento todos los peces presentaron un perfil similar de ácidos grasos en los lípidos
totales, lo que apoyaría la sugerencia de Yu et al. (1977) sobre la existencia de un
mecanismo en el pez para regular la composición de los ácidos grasos.

Otro resultado destacable  es el perfil de ácidos grasos detectado en el músculo de las
doradas cuando se introduce LM enriquecida con ARA en su pienso, obteniendo de un
pescado enriquecido en este ácido graso (capítulo experimental 3.4.). El uso de los

  135  
insectos ricos LA y ARA, como nuestras larvas de mosca verde, y/o con capacidad de
elongación y desaturación para sintetizar ARA a partir de LA como G. mellonella
(lepidoptera) (Stanley-Samuelson et al, 1988), en piensos para peces, podría resultar
beneficiosa cuando éste se introdujera en la alimentación infantil, debido a la evidencia
de sus múltiples beneficios en el crecimiento y el desarrollo del cerebro entre otros. Se
ha comprobado que un filete de pescado con 0,5% de ARA, contribuye claramente al
adecuado desarrollo, en términos de salud, de los niños menores de un año, reduciendo
la incidencia de enfermedades respiratorias y la diarreas durante el primer año de vida
año (Lapillonne et al., 2014, Pastor et al., 2006) y contribuye al desarrollo cerebral
infantil (Innis, 2007). Además, su ingesta reduce el riesgo de fractura de cadera en los
hombres (Farina et al., 2011).

4.2.3. Estrés oxidativo y defensas antioxidantes

Los resultados de estrés oxidativo  y defensas antioxidantes del capítulo experimental


3.2. mostraron que los animales alimentados con una mayor cantidad de FM y aceite de
pescado (dieta FM/SM) son los que necesitan aumentar más sus defensas antioxidantes.
Los niveles de poder reductor antioxidante del hierro (FRAP) en el músculo y en el
intestino de este grupo de peces coincide con el aumento de la actividad SOD en el
hígado, así como las principales enzimas antioxidantes que inician la cascada de
reacciones reductoras. Ambas circunstancias, junto con los mayores niveles de especies
reactivas del oxigeno (ROS) encontradas tanto en la dieta FM/SM como en el músculo
de los animales alimentados con la misma, indican una alta capacidad de respuesta de
estos dos órganos, que probablemente se deba a los niveles más altos de ácidos grasos
PUFAs y HUFAs de la dieta, ya que el alto grado de insaturación de este tipo de ácidos
grasos los hace más susceptibles a la oxidación a nivel de los carbonos próximos a los
dobles enlaces (Trenzado, 2004). Por otro lado, la posible presencia de toxinas en TM
podría haber dado lugar a una mayor actividad de glutatión transferasa (GST) y DT
diaforasa (DTD), sin embargo no se encontraron cambios significativos en las
actividades DTD y GST entre las dietas. Lo mismo ocurrió con la actividad CAT, la
principal enzima antioxidante empleada como importante marcador de estrés oxidativo
en órganos y tejidos (Ogunji, 2007), mostrando que no había diferencias significativas
entre los peces alimentados con las distintas dietas, con o sin TM. Por tanto, la inclusión

  136  
de TM en dietas para tilapia del Nilo disminuye el estrés oxidativo en el hígado y el
músculo respecto a peces alimentados con harina y aceite de pescado.
Ogunji et al. (2007), en un experimento de 56 días de sustitución de la harina de
pescado por mosca doméstica en dietas para tilapia del Nilo, no observaron diferencias
significativas en la actividad de CAT en hígado, ni relacionaron los ROS con la
presencia de este insecto en los piensos, sin embargo, en su caso, la actividad GST en
hígado aumentó conformé se incrementó la proporción de moscas en la dieta
(especialmente cuando se supera el porcentaje de inclusión de harina de pescado por
moscas). Esta correlación implicaría que este insecto contiene compuestos desconocidos
(de origen endógeno o bioacumulados por su alimentación) que estimulan la
biotransformación en el hígado de los peces, no obstante, si se valora la respuesta de
crecimiento (en las que no hubo diferencias significativas incluso a niveles del 100% de
sustitución), el aumento de GST podría haber sido temporal sin ninguna implicación
fisiológica real en los peces y/o su actividad no es lo suficientemente alta como para
causar deficiencias energéticas que no puedan ser restauradas a través de la
alimentación (Ogunji et al., 2007). Por tanto, al igual que en nuestro caso, sus resultados
indican que las moscas domésticas fueron bien utilizadas y su incorporación a las dietas
de tilapia parecen no provoca estrés oxidativo.
Posteriormente, Ogunji et al. (2008b) sugirieron que la alimentación de alevines de
tilapia del Nilo con dietas basadas en larvas de mosca doméstica tampoco causa ningún
tipo de estrés fisiológico en los peces al medir las concentraciones de glucosa en plasma,
cortisol y características de la sangre en alevines de tilapia del Nilo alimentadas con
sustituciones de hasta el 100% de mosca doméstica por harina de pescado en sus dietas.
Por el contrario, con niveles superiores al 50% de sustitución de la harina de pescado
por pupas de gusano de seda, Ji et al., (2013) señalaron un posible daño por estrés
oxidativo en carpa Jian, correlacionando un descenso significativo en el crecimiento
acompañado de un decrecimiento de la SOD en el hígado, la actividad proteasa del
intestino, así como un incremento en el shock térmico de las proteínas.

  137  
5. CONCLUSIONES

  138  
1. Los insectos analizados tienen un alto contenido de proteína, similar a la soja, pero
menor que la harina de pescado. El perfil de aminoácidos se relaciona con el del taxón.
Con las excepciones de histidina, treonina y lisina, los insectos presentan un perfil de
aminoácidos similar a la harina de pescado, siendo el orden Diptera el más cercano.
Respecto a la harina de soja, el perfil de aminoácidos de este orden es superior y, por
tanto, podría ser una mejor alternativa en ingredientes para piensos en acuicultura.
Además, a pesar de que cada especie es deficitaria en algún aminoácido esencial, la
obtención de un pienso correctamente balanceado se podría conseguir con la
combinación con distintas especies de insectos.

2. Los insectos examinados poseen un elevado contenido graso comparados con las
harinas de pescado y soja. El perfil de ácidos grasos de los insectos terrestres tiene una
mayor proporción de ω-6 y grasas monoinsaturadas, muy diferente al de la harina de
pescado, rica en ω-3, especialmente EPA y DHA, prácticamente ausente en los insectos.

3. El contenido en quitina, determinado como fibra ácido detergente, de los piensos


elaborados con harina procedente de larvas de Tenebrio molitor supone un 1,4% y un
2,8% para las sustituciones al 25% y 50% de la harina de pescado respectivamente. En
cuanto al nitrógeno que forma parte de la quitina, este no supone un porcentaje mayor
del 1,01% de la proteína bruta de los piensos para la máxima sustitución. Este
porcentaje no afecta a la utilización nutritiva de la proteína dentro del mismo grupo
experimental de tilapias del Nilo (Oreochromis niloticus) ni tampoco hay diferencias en
la digestibilidad in vitro de la proteína de los distintos piensos suministrados. Sin
embargo, bajo nuestras condiciones experimentales, se produce un empeoramiento de
la eficiencia alimenticia y aprovechamiento proteico de las dietas entre los distintos
grupos de tilapias.

4. La sustitución parcial (25-50%) de la harina de pescado, o total de la harina de


soja, por T. molitor, no afecta a los niveles de ingesta de los peces, los índices
biométricos y el balance en aminoácidos esenciales y no esenciales del músculo. Sin
embargo, la inclusión del T. molitor en cualquiera de los niveles probados disminuye el
crecimiento de tilapia del Nilo, empeora los parámetros nutritivos y afecta al perfil
lipídico del músculo.

  139  
5. Las dietas ensayadas en tilapia del Nilo con una sustitución del 25% y el 50% de
la harina de pescado por T. molitor disminuyen el estrés oxidativo en el hígado y el
músculo respecto a peces alimentados con harina y aceite de pescado.

6. La administración en edades tempranas de desarrollo de una dieta basada en la


harina de larvas de T. molitor, con un 25% de sustitución de la harina de pescado, no
provoca efectos irreversibles en los parámetros zootécnicos e índices biométricos en
tilapia del Nilo, ya que estos pueden recuperarse cuando se les suministra
posteriormente una dieta control (sin harina de insecto). Nuestros resultados podrían
permitir estrategias de alimentación para ahorrar harina de pescado en cultivo de peces.

7. Las deficiencias en HUFAs de los insectos son transmitidas a través de la dieta a


la composición corporal de los peces. Sin embargo, el efecto en el perfil lipídico del
músculo de los animales por la administración temprana de una dieta con harina de
insectos es redimido con la posterior ingesta de una dieta control (sin insecto) que
conlleva la recuperación de los perfiles lipídicos del pez, especialmente de EPA y DHA,
a la vez que permite un ahorro de harina de pescado durante la etapa de alimentación
temprana basada en harina de insectos.

8. La alimentación de dorada (Sparus aurata) con harina procedente de larvas de la


mosca Lucilia sericata rica en ARA como sustituto de la harina de pescado, incrementa
el nivel de este ácido graso en el músculo, permitiendo obtener un alimento funcional
rico en este ácido graso.

  140  
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  182  
 

 
 
 

 
 
 
 

 
 
 

 
 
 
 

 
 
7. ANEXOS
 
 
 
 

 
 
 
 

 
 
 

  183  
7.1.  Resúmenes  En  Español  Y  En  Inglés  

 
Debido a la expansión de la acuicultura y de los limitados recursos disponibles en el
mar, es necesario encontrar sustitutos de la harina de pescado para su uso en la industria.
La utilización de los insectos tiene diversas ventajas que no pueden ser ignoradas:

1. El actual sistema de producción de la acuicultura, basado principalmente en la


harina de pescado de los piensos, es claramente insostenible, debido, entre otros, a la
sobreexplotación pesquera. Esto, junto con el aumento de la demanda de pescado,
indica que la harina de pescado podría llegar a ser el ingrediente más limitante en la
producción y rentabilidad del sector. Por lo tanto, es esencial obtener alternativas que no
compitan con otros recursos naturales para el ser humano y que tampoco comprometan
el crecimiento y las ventajas nutritivas de los peces acuicultivados.
2. En comparación con la producción de soja, orientada en gran medida hacia la
alimentación animal y una de las principales fuentes vegetales empleadas en acuicultura
como sustituto a la harina de pescado, los insectos son mucho más sostenibles, ya que
requieren menos recursos (tierra, agua, fertilizantes…) y, además, no compiten con los
de los humanos y pueden ser criados como eficientes bio-transformadores mediante la
utilización de subproductos para su alimentación, convirtiendo así abundantes desechos
orgánicos de bajo coste en biomasa animal, rica en proteínas y adecuada para su uso en
alimentación.

El objetivo fundamental de esta Tesis es la evaluación del potencial nutritivo de las


harinas procedentes de diferentes especies de insectos como alternativa a la harina de
pescado en la alimentación de dos especies acuicultivadas, tilapia del Nilo
(Oreochromis niloticus) y dorada (Sparus aurata).

Como conclusiones finales se destaca:

1. Los insectos analizados tienen un alto contenido de proteína, similar a la soja, pero
menor que la harina de pescado. El perfil de aminoácidos se relaciona con el del taxón.
Con las excepciones de histidina, treonina y lisina, los insectos presentan un perfil de
aminoácidos similar a la harina de pescado, siendo el orden Diptera el más cercano.
Respecto a la harina de soja, el perfil de aminoácidos de este orden es superior y, por
tanto, podría ser una mejor alternativa en ingredientes para piensos en acuicultura.

  184  
Además, a pesar de que cada especie es deficitaria en algún aminoácido esencial, la
obtención de un pienso correctamente balanceado se podría conseguir con la
combinación con distintas especies de insectos.

2. Los insectos examinados poseen un elevado contenido graso comparados con las
harinas de pescado y soja. El perfil de ácidos grasos de los insectos terrestres tiene una
mayor proporción de ω-6 y grasas monoinsaturadas, muy diferente al de la harina de
pescado, rica en ω-3, especialmente EPA y DHA, prácticamente ausente en los insectos.

3. El contenido en quitina, determinado como fibra ácido detergente, de los piensos


elaborados con harina procedente de larvas de Tenebrio molitor supone un 1,4% y un
2,8% para las sustituciones al 25% y 50% de la harina de pescado respectivamente. En
cuanto al nitrógeno que forma parte de la quitina, este no supone un porcentaje mayor
del 1,01% de la proteína bruta de los piensos para la máxima sustitución. Este
porcentaje no afecta a la utilización nutritiva de la proteína dentro del mismo grupo
experimental de tilapias del Nilo ni tampoco hay diferencias en la digestibilidad in vitro
de la proteína de los distintos piensos suministrados. Sin embargo, bajo nuestras
condiciones experimentales, se produce un empeoramiento de la eficiencia alimenticia y
aprovechamiento proteico de las dietas entre los distintos grupos de tilapias.

4. La sustitución parcial (25-50%) de la harina de pescado, o total de la harina de


soja, por harina de larvas de T. molitor, no afecta a los niveles de ingesta de los peces,
los índices biométricos y el balance en aminoácidos esenciales y no esenciales del
músculo. Sin embargo, la inclusión del T. molitor en cualquiera de los niveles probados
disminuye el crecimiento de tilapia del Nilo, empeora los parámetros nutritivos y afecta
al perfil lipídico del músculo.

5. Las dietas ensayadas en tilapia del Nilo con una sustitución del 25% y el 50% de
la harina de pescado por T. molitor disminuyen el estrés oxidativo en el hígado y el
músculo respecto a peces alimentados con harina y aceite de pescado.

6. La administración en edades tempranas de desarrollo de una dieta basada en la


harina de larvas de T. molitor, con un 25% de sustitución de la harina de pescado, no
provoca efectos irreversibles en los parámetros zootécnicos e índices biométricos en

  185  
tilapia del Nilo, ya que estos pueden recuperarse cuando se les suministra
posteriormente una dieta control (sin harina de insecto). Nuestros resultados podrían
permitir estrategias de alimentación para ahorrar harina de pescado en cultivo de peces.

7. Las deficiencias en HUFAs de los insectos son transmitidas a través de la dieta a


la composición corporal de los peces. Sin embargo, el efecto en el perfil lipídico del
músculo de los animales por la administración temprana de una dieta con harina de
insectos es redimido con la posterior ingesta de una dieta control (sin insecto) que
conlleva la recuperación de los perfiles lipídicos del pez, especialmente de EPA y DHA,
a la vez que permite un ahorro de harina de pescado durante la etapa de alimentación
temprana basada en harina de insectos.

8. La alimentación de dorada con harina procedente de larvas de la mosca Lucilia


sericata rica en ARA como sustituto de la harina de pescado, incrementa el nivel de este
ácido graso en el músculo, permitiendo obtener un alimento funcional rico en este ácido
graso.
 

 
 
 
 

 
 
 

 
 
 
 

 
 
 

  186  
Due to the expansion of aquaculture and the limited resources available in the sea, it
is necessary to find a fishmeal substitute for its use in the industry. The use of insects
has various advantages that cannot be ignored:

1. The current system of aquaculture production, mainly based on fishmeal feed, is


clearly unsustainable, due to, among others, to overfishing. This, along with increasing
demand for fish, indicates that fish meal could become the most limiting ingredient in
the production and profitability of the industry. Therefore, it is essential to obtain
alternatives that do not compete with other natural resources for humans, nor
compromise the growth and nutritional benefits of aquacultured fish.

2. Compared to soybean production, largely oriented towards animal feed and one of
the major vegetable sources used in aquaculture as a substitute for fishmeal, insects are
more sustainable, as they require less resources (land , water, fertilizers ...) and also do
not compete with humans and may be raised as bio-efficient transformers using
products for their feeding, converting organic waste in abundant low cost animal
biomass, rich in protein and suitable for use in food.

The main objective of this Thesis is the evaluation of the nutritional potential of
different species of insects meal as alternative to fishmeal in the feeding of two fish
species, Nile tilapia (Oreochromis niloticus) and sea bream (Sparus aurata).

As final conclusions is highlighted:

1. The insects analyzed have a high protein content, similar to soybean, but smaller
than fishmeal. The amino acid profile is related to the taxon. With the exception of
histidine, threonine and lysine, insects have a aminoacid profiles similar to fishmeal,
being the order Diptera the closest. Regarding soybean meal, amino acid profile of this
order is higher and therefore it might be a better alternative aquaculture feed ingredients.
Moreover, although each species is deficient in some essential amino acid, to obtain a
properly balanced feed could be achieved with the combination of various insect species.

2. The insects examined have a high fat content compared with fishmeal and
soybeans. The fatty acid profile of terrestrial insects have a higher proportion of ω-6 and
monounsaturated fats, very different from fishmeal, wich it rich in ω-3, especially EPA
and DHA, virtually absent in insects.

  187  
3. The chitin content, determined as acid detergent fiber, of the feed elaborated with
Tenebrio molitor larvae meal represents 1.4% and 2.8% for substitutions to 25% and
50% fishmeal respectively. As the nitrogen that it is part of chitin, this does not suppose
a higher percentage of 1.01% of crude protein feed in the maximum replacement. This
percentage does not affect the nutritional utilization of protein within the same
experimental group of Nile tilapia nor are there differences in the in vitro protein
digestibility of different feed supplied. However, under our experimental conditions, it
is produced a worsening of the feed efficiency and utilization of protein diets between
different groups of tilapia.

4. The partial substitution (25-50%) of fishmeal, or total of soybean meal, by T.


Molitor larvae meal, it does not affect the levels of intake in fish, biometric indices and
balance in essential amino acids and non-essential on fish muscle. However, the
inclusion of T. molitor meal in any of the tested levels decreases the growth of Nile
tilapia, worsens nutritional parameters and affects the lipid profile on the fish muscle.

5. The diets tested in Nile tilapia with a substitution of 25% and 50% of fish meal
from T. molitor larvae meal decrease oxidative stress in the liver and muscle compared
to fish fed with fishmeal and oil fish.

6. The administration at early ages of develop of a T. molitor larvae meal meal based
diet, with 25% substitution of fishmeal, does not cause irreversible effects on
zootechnical parameters and biometric indices in Nile tilapia as these can recover when
subsequently they are preovided with a control diet (without insect meal). Our results
could allow feeding strategies to save fishmeal in fish farming.

7. HUFAs deficiencies in insects are transmitted through the diet to body


composition of fish. However, the effect on the lipid profile muscle of animals by early
administration of insect meals based diet is redeemed with the subsequent intake of a
control diet (without insect), wich involves the recovery of lipid profiles of the fish,
especially EPA and DHA, as the same time that allowing savings fishmeal during the
early stage of flour based food insects.

8. The feeding of gilthead sea bream with green bottle fly (Lucilia sericata) larvae
rich in ARA as substitute of fishmeal, increases the level of this fatty acid on the muscle,
allowing obtain a functional food rich in this fatty acid.

  188  
7.1. Abreviaturas

Daily growth coefficient ADF: Acid Detergent Fiber (fibra ácido detergente).

ADIN: Acid Detergent-Insoluble Nitrogen (nitrógeno insoluble ácido detergente).

ALA: Alpha-Linolenic Acid (ácido α-linolénico) (18:3n-3).

ARA: Arachidonic Acid (ácido araquidónico) (20:4n-6).

CAT: Enzima Catalasa.

CDA: Coeficiente de Digestibilidad Aparente.

CP: Crude protein (proteína bruta).

DGC: Daily growth coefficient (coeficiente de crecimiento diario) = [(Wf1/3- Wi1/3)/días]x100; siendo Wf
y Wi el peso final e inicial de los peces respectivamente.

DHA: Docosahexaenoic Acid (ácido docosahexaenóico) (22:6n-3).

EAA: Essential Amino Acid (aminoácido esencial).

EE: Extracto etéreo.

EFA: Essential Fatty Acid (ácido graso esencial).

EPA: Eicosapentaenoic Acid (ácido eicosapentaenóico) (20:5n-3).

FCE: Feed Conversión Efficiency (eficiencia alimenticia) = incremento de peso / alimento ingerido.

FI: Feed Intake (ingesta del alimento) = (ingesta diaria de alimento / peso medio del pez) x100.

FM: Fish Meal (harina de pescado).

GPX: Enzima Glutatión Peroxidasa .

GST: Enzima Glutation S-Transferasa.

GR: Enzima Glutatión Reductasa.

HI: Hepatosomatic index (índice hepatosomático).

HUFA: High Unsaturated Fatty Acid (ácido graso altamente poliinsaturado).

LA: Linoleic Acid (ácido linoléico) (18:2n-6).

LM: Lucilia sericata meal (harina de larvas de L. sericata).

  189  
MELN: Material Extractivo Libre de Nitrógeno.

MUFA: Mono-Unsaturated Fatty Acid (ácido graso mono-insaturado).

NEAA: Non-Essential Amino Acid (aminoácido no esencial).

PER: Protein Efficiency Ratio (tasa de eficiencia proteica) = incremento de peso / ingesta proteica.

PUFA: Polyunsaturated Fatty Acid (ácido graso poliinsaturado).

ROS: Reactive Oxygen Species (especies reactivas del oxígeno).

SFA: Saturated Fatty Acid (ácido graso saturads).

SGR: Specific Growth Rate (tasa específica de crecimiento) = [(ln pf - ln p0)/días]x100.

SM: Soy Meal (harina de soja).

SOD: Enzima Superóxido Dismutasa.

TM: Tenebrio Meal (harina de larvas de Tenebrio molitor).

  190  
7.2. Listado De Especies Acuícolas

Nombre común Nombre científico


Almeja japonesa Ruditapes philippinarum
Anguia japonesa Anguila japónica
Anguila europea Anguilla anguilla
Bacalao del Atántico Gadus morhua
Bacalao negro Anoplompoma fimbria
Barbo plateado Barbonymus gonionotus
Barbo plateado de Tailandia Puntius gonionotus
Besugo negro Acanthopagrus schlegeli
Carpa cabezona Hypophthalmichthys nobilis
Carpa catla Catla catla
Carpa china Ctenopharyngodon idella
Carpa común Cyprinus carpio
Carpa masheer Tor putitora
Carpa masheer negra Tor khudree
Carpa mrigal Cirrhinus mrigala
Carpa negra Mylopharyngodon piceus
Carpa plateada Hypophthalmichthys molitrix
Carpa prusiana Carassius gibelio
Carpa roho Labeo rohita
Cobia Rachycentron canadum
Corvina roja Sciaenops ocellatus
Dentón Dentex dentex
Dorada Sparus aurata
Dorado Coryphaena hipparus
Gourami piel de serpiente Trichogaster pectoralis
Granadero abisal Coryphanoides armatus
Granadero rupestre Coryphanoides rupestris
Hailbut atlántico Hippoglossus hippoglossus
Hirame Paralichthys olivaceus
Langosta de agua dulce Cherax quadricarinatus
Langostino blanco Litopenaeus vannamei
Langostino tigre Panaeus monodon
Lubina Dicentrarchus labrax
Lubina europea European sea bass
Lubina japonesa Japanese seabass
Lubina japonesa Lateolabrax japonicus
Mejillon mediterráneo Mytilus galloprovincialis
Mielga Squalus acanthias
Mixino Myxine glutinosa
Mudfish Clarias anguillaris
Ostra japonesa Grassostrea gigas

  191  
Pargo de Japón Pagrus major
Pargo mancha Lutjanus guttatus
Peces de cabeza espinosa Sebastolobus sp.
Peces de roca Sebastes sp.
Pejegato lima Parmaturus xaniurus
Pez gato Pelteobagrus vachelli
Pez gato africano Clarias gariepinus
Pez gato americano Ictalurus punctatus
Pez gato andador Clarias batrachus
Pez gato común Ameiurus melas
Pez gato de aguijón Heteropneustes fossilis
Pez lámpara azul Tarletonbeania crenularis
Pez lámpara de grandes aletas Lampanyctus ritteri
Pez lámpara del norte Stenobrachius leucopsaurus
Pintarroja Scylliorhinus canicula
Quimera Chimaera monstrosa
Raya radiante Raja radiata
Rodaballo Psetta maxima
Rodaballo Scophthalmus maximus
Salmón chum Oncorhynchus keta
Salmón coho Oncorhynchus kisuch
Salmón del Atlántico Salmo salar
Salmón real Oncorhynchus tshawytscha
Solla del Pacífico Microstomus pacificus
Tenca Tinca tinca
Tiburón linterna Etmopterus spinax
Tilapia azul Oreochromis aureus
Tilapia de Mozambique Oreochromis mosambicus
Tilapia del Nilo Oreochromis niloticus
Trucha alpina Salvelinus alpinus
Trucha arco iris Oncorhynchus mykiss
Trucha arco iris Salmo gairdneri
Vundu Heterobranchus longifilis

  192  
7.2. Listado De Insectos

Orden/Nombre científico Nombre común


Coleoptera
Oryctes rhinoceros Escarabajo rinoceronte
Rhynchophorus ferrugineus Picudo rojo
Rhynchophorus palmarun Picudo negro de la palma
Rhynchophorus phoenicis Picudo de palma africana
Scyphohporus acupuntacus Picudo de agave
Tenebrio molitor Gusano de la harina
Tribolium confusum Falso orgojo de la harina
Zophoba morio Gusano rey
Diptera
Calliphora vicina Mosca azul
Chrysomya megacephala Mosca de cabeza grande
Culex pipiens Mosquito común
Drosophila melanogaster Mosca del vinagre
Eristalis tenax Mosca abeja
Glossina morsitans Mosca tse-tsé
Hermetia illucens Mosca soldado
Lucilia sericata Mosca verde
Musca domestica Mosca doméstica
Hemiptera
Encosternum delegorguei Chinche comestible
Meimuna opalifera Cigarra
Tessaratoma papillosa Chinche gigante del litchi
Apis mellífera Abeja europea
Oecophylla smaragdina Hormiga
Isoptera
Macrotermes subhyalinus Termita
Lepidoptera
Anaphe venata Gusano de seda africano
Bombyx mori Gusano de seda común
Gonimbrasia belina Orugas de mariposa emperador
Manduca sexta Gusano del tabaco
Samia ricini Gusano de seda del ricino
Orhoptera
Acheta domestica Grillo doméstico
Acrida cinerea Satamontes chino
Anacridium aegyptiun Saltamontes egipcio
Grylls assimilis Grillo bicolor o de la sabana
Heteracris littoralis Saltamonte del litoral
Locusta migratoria Langosta migradora
Poekilocercus pictus Saltamontes indio
Schistocerca gregaria Langosta del desierto
Sphenarium purprascens Saltamontes rojo
Zonocerus variegatus Langosta africana

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