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COMPRENSIÓN Y REDACCIÓN DE TEXTOS I

Ciclo enero 2019


Sesión 2A

Fuentes obligatorias para la Tarea Académica 1 (TA1)

Actividad preparatoria: Redacción Grupal 1 (TA1)


Revisa las fuentes obligatorias y complementarias (estas últimas debes descargarlas de Canvas), ambas
fuentes te servirán para construir un esquema de producción, el cual utilizarás en la Redacción Grupal 1
(TA1) el mismo que se construirá en base a la siguiente controversia: ¿consideras que debe ser
sancionado el robo por necesidad?

FUENTES AUDIOVISUALES

Fuente 1
Identifican a autores de saqueos en supermercados de SJL
https://www.youtube.com/watch?v=JxJQkAvQKGI (3:17)

Fuente 2
Robos por necesidad
https://www.youtube.com/watch?v=s-ranIIHqZk (1:47)

Fuente 3
Robar es malo
https://www.youtube.com/watch?v=HOrpBVJhTac (2:55)

FUENTES ESCRITAS
Fuente 1
Los dilemas utilizados por Kohlberg
DILEMA a
En Europa, una mujer estaba gravemente enferma (próxima a morir) de un tipo especial de cáncer. Había
un medicamento que los médicos creían que podía salvarla. Era una forma de radio que había descubierto
recientemente un farmacéutico de la misma ciudad. El medicamento era costoso de fabricar y el
farmacéutico cobraba diez veces la cantidad que le había costado hacerlo. Pagaba 200€ por el radio y
cobraba 2000€ por una pequeña cantidad de la medicina. El marido de la enferma, Heinz, visitó a todos sus
conocidos para pedir prestado el dinero e intentó todos los medios legales, pero solo pudo reunir 1000€, la
mitad del coste. Le dijo al farmacéutico que se lo vendiera más barato o que le permitiera pagarlo más tarde.
Pero el farmacéutico dijo: "No. Yo he descubierto la medicina y quiero ganar dinero". Así que, habiendo
intentado todos los medios legales, Heinz se desespera y piensa asaltar la farmacia y robar el medicamento
para su mujer.
DILEMA b
Efectivamente, Heinz asaltó la farmacia. Robó el medicamento y se lo dio a su mujer. En los periódicos del
día siguiente apareció la noticia del robo. El señor Bronce, un oficial de policía que conocía a Heinz, leyó
la noticia y recordó haber visto a Heinz que se alejaba corriendo de la farmacia, por lo que se dio cuenta de
que fue Heinz quien robó la medicina. El Sr. Bronce se pregunta si debe informar de que fue Heinz quien
robó la medicina.

DILEMA c

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El policía Bronce denuncia a Heinz. Detienen a Heinz y lo llevan ante el juez. Se elige un jurado. La misión
del jurado es decidir si una persona es inocente o culpable de haber cometido un delito. El jurado declara
culpable a Heinz. El juez tiene que dictar la sentencia.
Las preguntas que se formulan sobre el dilema “a” son:
1. ¿Debe robar el medicamento Heinz? ¿Por qué?
a) No, porque la ley es para todo el mundo; las leyes nos dicen qué está bien y qué no, la ley puede
dar más importancia a la propiedad que a la vida.
b) No, porque se convertirá en un ladrón y, si le detienen, irá a prisión.
c) No, porque sus amigos no esperan de él un comportamiento de esta naturaleza.
d) No, porque los quebraderos de cabeza que tendrá no le convienen de ninguna manera.
e) No, porque hay unos acuerdos sociales y aunque ella tenga derecho a la vida, el farmacéutico tiene
derecho a la libertad.
f) Sí, porque todo ser racional acepta que hay derechos que están por encima de todo: el derecho a la
vida es más valioso que el derecho a la propiedad.

2. ¿Si Heinz no quisiera a su esposa? ¿debe robar el medicamento para ella? ¿Por qué?
3. Como robar es malo, entonces, ¿puede afirmarse que Heinz actuaría mal si roba el medicamento?
4. Suponiendo que la persona que está por morir no es su esposa, sino una extraña, ¿crees que Heinz debe
robar la medicina? ¿Por qué?
5. ¿Te parece adecuado el proceder del farmacéutico?
6. Si se tratara de tu madre, esposa, novia, hermana (del sexo opuesto al tuyo), ¿qué harías en lugar de
Heinz?

[Extraído y adaptado de Departamento de Filosofía Ricardo Mella. (2014). Recuperado de: goo.gl/jc3diT.
(Consulta: 05/03/2018)]

Fuente 2
«No es delito robar por hambre»
No constituye delito cuando se roba por hambre. Por este motivo, el Tribunal Supremo italiano ha anulado,
en una sentencia histórica, la condena por robo que había impuesto el Tribunal de apelación de Génova a
un joven ucraniano sin trabajo, indigente y sin hogar. En el 2011, Roman Ostriakov, que ahora tiene 36
años, fue sorprendido en un supermercado de Génova cuando robaba un trozo de queso y un paquete de
salchichas wurstel por un valor total de 4,07 euros. Roman solo había pagado un paquete de colines,
escondiendo lo que había robado. Pero fue retenido antes de salir del supermercado Ecom, en el barrio San
Fructuoso de Génova. Fue denunciado por un cliente, que advirtió a los vigilantes. Roman Ostriakov, nacido
el 6 de agosto 1980, había cometido anteriormente robos análogos.
Un tribunal de primer grado de Génova lo condenó a una pena de prisión de seis meses, quedando en libertad
condicional con la obligación de pagar una multa de 100 euros. La sentencia fue confirmada posteriormente
en el Tribunal de apelación, con seis meses de cárcel y elevando la multa a 160 euros. Ahora llega la decisión
del Tribunal Supremo con una motivación muy comentada en todos los medios y redes sociales: “El hecho
no constituye delito”, es decir, no se trató de un robo, sino de hambre. Los jueces han explicado que no se
puede castigar a quien, empujado por la necesidad, roba en el supermercado pequeñas cantidades de comida:
“La condición del imputado y las circunstancias en que se produjo la incautación del queso y las salchichas
demuestran que él se hizo con ese poco alimento para hacer frente a la imprescindible exigencia de
alimentarse, actuando, por tanto, en estado de necesidad”, escriben los jueces en la sentencia. De esta forma,
el Tribunal Supremo anula de forma definitiva la sentencia impuesta en los juicios de primer y segundo
grado. La primera condena se produjo el 24 de octubre 2013, en Génova, y la del tribunal de apelación el
12 febrero 2015. Se absuelve así al indigente, porque el Supremo juzga legítimo no castigar un robo por
hambre: “el hecho no constituye delito”.

[Extraído y adaptado de ABC Internacional. (2016). Recuperado de: goo.gl/kHb3tz. (Consulta: 12/03/2018)]

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Fuente 3
Ni perdón ni conciliación: la implacable política de los supermercados contra el robo hormiga
A Martín, sacar en una mochila un paquete de desodorantes con un precio de 105 pesos sin pasar por la caja
del supermercado, le costó una condena de seis meses de cárcel y una multa de 4 mil pesos. Mientras que,
a Édgar, el robo de un shampoo y un acondicionador de 133 pesos, le supuso el bochorno de ser detenido
por la policía, una condena de tres años y una multa de 13 mil 500 pesos.
Estos casos, expuestos en la web de la compañía de seguridad Alto México, son ejemplos reales de la
‘política de mano de hierro’ que emplean en México las cadenas de supermercados y tiendas de autoservicio,
mismas que están dispuestas a llevar a la cárcel a quien hurte en sus tiendas, sin importar si quien robó lo
hizo por hambre o por delinquir, o si el monto de lo sustraído pueda parecer ridículo.
Pérdidas millonarias por ‘robos hormiga’
La Organización Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) explica en entrevista
con Animal Político que esta política de “tolerancia cero” ante cualquier robo, ya sean dos manzanas o una
televisión de última generación, tiene un poderoso motivo: las pérdidas millonarias.
A nivel nacional, la ANTAD reportó que empresas como Walmart, La Comer, Oxxo, Seven Eleven, o
Sumesa dicen haber tenido mermas en 2014 por hasta 14 mil millones de pesos por el ‘robo hormiga’ de
productos como café, leches, refrescos, cigarros, chocolates, o bebidas alcohólicas. De hecho, solo la cadena
Soriana dijo haber registrado el año pasado pérdidas por 110 millones de pesos.
Sobre los robos a negocio, el Tribunal Superior de Justicia del DF (TSJDF) detalla que entre 2013 y marzo
de este año, se registraron 8 mil 637 expedientes por este delito en la Ciudad de México. Esto es, 221 robos
por mes, siendo el robo sin violencia el ilícito más común: 5 mil 190 hurtos sin violencia frente a 2 mil 737.
“El robo hormiga es un problema muy grave. En este supermercado, por ejemplo, tenemos todos los días
algún robo hormiga en la mañana, en la tarde, y en la noche”, subraya en entrevista con Animal Político
Carlos, gerente de un supermercado Chedraui en la Ciudad de México, quien explica que el personal de
prevención de pérdidas enfrenta todo tipo de hurtos, desde quien abre sin pagar una bolsa de cacahuates, a
bandas profesionales de ‘farderos’.
“Son verdaderos especialistas que llevan fajas debajo de la ropa y que empiezan a guardar hasta 20-30
productos, como desodorantes o cosméticos, que luego revenden en la calle”, expone el gerente, quien
incluso asegura que han tenido casos de robos de pantallas de televisión por parte de estas bandas que ya
tienen toda una coreografía ensayada: unos distraen a los guardias, otros vigilan, y otros ejecutan el robo.
“Para los supermercados no hay distinción entre un robo de hambre y el robo hormiga”
En cuanto a los ‘robos de hambre’, es decir aquellos que se cometen por la necesidad de comer, Carlos
comenta que estos se producen principalmente en las secciones de carnes, salchichonería, quesos empacados
y en panadería. Aunque advierte a continuación que la política de la empresa es igual de implacable para
estos casos, por lo que el procedimiento es siempre el mismo. Esto es, retener a la persona una vez que pasa
la zona de cajas, llamar a la policía para que lo ponga a disposición del Ministerio Público, y presentar un
ticket con el monto de lo sustraído junto con una denuncia. “Para nosotros no hay distinción entre un robo
de hambre y el robo hormiga. Sigue siendo un robo igualmente porque genera una pérdida a la tienda”, zanja
el gerente de Chedraui. “Además, lo del ‘robo de hambre’ es algo muy subjetivo –añade-. Hemos tenido
casos en los que la persona que robó dijo que tenía hambre, pero debajo de la ropa llevaba 10 quesos de más
de 200 pesos la pieza”.
Karina Soriano, abogada de Alto México, compañía que analiza y combate los ‘robos hormiga’, recuerda
que cuando se denuncia un robo en México lo que se sanciona es la “conducta/acción” de robar, con
independencia del monto. “En México existe la falsa creencia de que, en razón del monto robado, puede o
no haber delito, pero eso es un grave error –critica la abogada-. Lo que sí es cierto es que dependiendo de
los montos así será la sanción y la multa alcanzada. Es decir, si una persona roba un producto de 50 pesos,
no puede tener la misma sanción que quien robó 10 mil”.
“Aunque quienes roban alimentos quieran pagarlos, los supermercados no les conceden el perdón legal”,
casos como el reciente de Érick Nájar, un joven con discapacidad intelectual quien estuvo preso un mes tras
ser acusado por Soriana de robar dos manzanas y un refresco con un valor de 21 pesos, han suscitado una
fuerte polémica por la dureza con la que se emplean las cadenas de supermercados.
En este sentido, aunque el TSJDF precisó a Animal Político que no cuentan con estadísticas relativas al

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‘robo de hambre’ –pero sí informó que de enero de 2015 a marzo de 2016 solo cinco personas fueron
condenadas en la capital por el ‘robo de alimentos’, Olivia Garza, expresidenta de la Comisión Especial de
Reclusorios en la Asamblea Legislativa del DF, asegura que las personas encarceladas por robar comida se
cuentan por miles.
“Sólo en la Ciudad de México tenemos cerca de 5 mil personas dentro de los penales que robaron por
hambre. Y son casos en los que, aunque muchas veces la persona que robó quiera pagar la mercancía para
reparar el daño, las tiendas no les otorgan el perdón legal y llevan la denuncia hasta las últimas
consecuencias de la justicia legal”, plantea la también directora de la organización civil Modernizando el
Sistema Penitenciario, quien acusa a las empresas de la ANTAD de tener políticas de seguridad “muy
insensibles”.
“Con el nuevo sistema penal se busca evitar estos casos ridículos de una persona en la cárcel por robar
20 pesos”
Ahora bien, ¿cómo una persona que roba unas manzanas y un refresco puede acabar en la cárcel?
En teoría, este tipo de robos simples ya se pueden resolver en el nuevo Sistema Penal Acusatorio, el cual
entrará en vigor el próximo mes de junio, aunque desde 2008 –cuando se inició la Reforma Penal- a la fecha,
ya se está implementado en casi todos los estados de la República, incluida la Ciudad de México.
Este nuevo Sistema Penal, explica Pamela Romero, investigadora del Instituto Nacional de Ciencias Penales
(Inacipe), ofrece la posibilidad de que en delitos no graves las partes se sienten en la misma mesa para
conciliar y llegar a un acuerdo reparatorio, “pero sin que el proceso penal dé inicio, ni se inicie una
investigación policial larga que implica gasto de tiempo y de recursos ministeriales y policiales”.
“Con el nuevo sistema penal se busca evitar estos casos ridículos de una persona en la cárcel por robar 20
pesos”, enfatiza la investigadora, que recuerda que abrir una averiguación previa “cuesta alrededor de 12
mil pesos en la Ciudad de México”. “Los abogados de las tiendas siempre buscan agravar el delito de robo
simple, para que se convierta en robo con violencia”.
Sin embargo, el que un caso se vaya a conciliación, o a la justicia penal, no es algo que ni los particulares
ni las cadenas de autoservicio puedan elegir, matiza Karina Soriano. Sino que lo decide el Estado a través
de la clasificación que dé al delito en cuestión. Es decir, que un robo simple en la Ciudad de México sí
podría ir a conciliación en el nuevo sistema penal, pero un robo con el agravante de violencia, no. Situación
que, según denuncia Rebeca Peralta, actual presidenta de la Comisión de Reclusorios en la Asamblea
Legislativa del DF, es utilizada por las tiendas para llevar a quienes cometen pequeños hurtos hasta la
prisión.
“La práctica común de los abogados de estas tiendas es siempre meter algún tipo de agravante al delito de
robo simple, para que sea un delito grave y la persona ya no pueda acceder a los beneficios de la ley, por lo
que pasará más tiempo en la cárcel si no puede pagar la fianza”, apunta la legisladora.
Y un ejemplo claro de esto, enfatiza Peralta, es el caso de Erick Nájar, quien en efecto no fue acusado de
robo simple, sino de robo agravado con violencia porque, según denunció Soriana, agredió a uno de sus
vigilantes al momento de su detención, aunque no presentó la grabación de las videocámaras que lo
acreditara. Por eso el caso se fue hasta la justicia penal y el joven pasó un mes en prisión preventiva, hasta
que la empresa se desistió de la denuncia por su discapacidad intelectual.
“Los supermercados llevan las denuncias hasta las últimas consecuencias para dar un escarmiento”
Para Jorge Cueto, empresario que creó las tiendas de ropa ‘Prison Art’ que da trabajo a más de 200 reos en
el país, este tipo de prácticas por parte de los abogados, es otra de las aristas de las políticas de las grandes
cadenas para combatir las pérdidas por robos.
“En definitiva, lo que buscan estas cadenas es llevar las denuncias hasta las últimas consecuencias para dar
un escarmiento –recalca el empresario de ‘Prison Art’, quien durante su estancia en la cárcel de Puente
Grande un año por un delito que no cometió y por el que ya fue absuelto, conoció muchos casos de presos
por ‘robos de hambre’, pero también porque hicieron del hurto a tiendas como Oxxo “su particular modus
vivendi “-. Es decir -concluye Cueto-, quieren que se corra la voz de que quien roba en una de sus tiendas,
aunque sea una charola de carne para comer, se va para el bote y no hay perdón posible”.

[Extraído y adaptado de Animal Político. (2018). Recuperado de goo.gl/5CiX53. (Consulta: 11/03/2018)]

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