You are on page 1of 172

PREPARÁNDOSE PARA LA DISCUSIÓN

-¿Dónde vas armado de semejante manera?


-Recuerda que soy diputado y que hoy tengo sesión en la Cámara.
Jer
el mimado^ J
de la
mujer
es cuestión de caer en
gracia, atraer la sim-
patía... Y esto lo ha
conseguido el |abón

HENO
DE JABÓN
PRAVIA HENO DE PRAVIA

Es el favorito de las Muy e s p u m o s o e


intensamente perfumado.
señoras "chic" y me-
rece también el favor
de los hombres cui-
dadosos de la higiene
y blancura de la piel. De venta en los principales
establecimientos de América.

^ ^
E N e s t a fuerte-
venturosa I s l a
Afortunada hay
caza y hay pesca. Hay
DM\G\CIQNE$
a la pobre cabrilla
agonizando en el aire,
pensaba lo que será
la agonía en el éter de
caza de conejos y de DE UN un pobre hombre mun-
gangas. La frase a ca- dano y frivolo, de uno
de esos sedicentes pa-
za de gangas es aquí
una realidad.
La ganga es un ave
—• Ja pterocoles orienta-
CONFINADO triotas que tenga que
respirar en una región
de etéreos principios,
talis, según el ornitó- POR IVIKiniEL ME UnsíAís^íINÍO en un ámbito de idea-
logo David A. Banner- les de hbertad, verdad
nmn, cuya obra sobre las Is- y justicia.
las Canarias tengo a la vista, (Al llegar a este punto de
y que la llama en inglés, mi divagación, una de las
«lack- breasted» Sandgrouse P E S C A moscas que me están moles-
la ganga es una especie de tando mientras escribo —
perdiz majorera, a la que se aquí las moscas duran todo
le puede cazar cuando va de el año — se cae en el tintero,
aguada, pues es un animal METÁFORAS y hay que ver la agonía de la
rauy suspicaz y medroso. Su mosca en la tinta! ¡Una ago-
reclamo suena como agua nía en tinta!)
hirviendo. Pero yo no soy cazador, por lo menos El pez vuela en el seno de las aguas — hay,
de animales. además peces voladores que vuelan algún tiem-
Tampoco soy pescador, pero he salido algún po en el aire, sobre la mar — y el ave nada en
día de pesca. Mis compañeros de excursión ma- el seno del aire, moviéndose uno y otro en un
rina salían a pescar pescados, yo salía a la ámbito homogéneo,' mientras que nosotros, los
pesca de metáforas. Y a la sombra áe la vela, hombres, como todos los animales terrestres,
reclinado en el borde del bote, hundía mi mi- discurrimos, cortando el aire, sobre una super-
rada en el seno azul de las olas y buscaba allí ficie sólida. Hay que pisar en tierra y respirar
una fuente de metáforas, un manadero de y ver en aire. Aunque el submarino y el aero-
ideas. plano hayan alterado ese régimen.
En Las Palmas de la Gran Canaria nos ense- «¡Maravillas de la ciencia!» — exclaman al-
ñaron esta cuarteta: gunos papanatas refiriéndose a esos artefactos
Ni en Puerto Cabras hay cabras — ni en la inventados por el ingenuo humano. Pero los
Oliva hay un olivo—ni pájaros en la Pájara — tales artefactos en poco o en nada alterarán la
ni en la Antigua hay nada antiguo. Excusado profunda constitución de la mente humana.
decir que Puerto Cabras, la Oliva, Pájara y la Como apenas si la han alterado el tele$?g)pjg y
Antigua son los nombres de cuatro poblados de el mioroscopio. Y en cuánto a novedad, ¡cuánto
)í!,-isla. Y lo que dice él cantor no és cierto, si no más nuevo que un aeroplano sería si apareciese
es acaso por lo del olivo. un ictiosauro vivo o uno de aquellos gigantes-
Desde luego hay cabras aquí, en Puerto Ca- cos reptiles voladores que cruzaban los airea
bras — esta misma mañana contemplaba una cuando el hombre no arrastraba sus miserias
cuyas henchidas ubres descansaban sobre el y sus vergüenzas sobre la tierra!
pedregal que había estado como lamiendo — y Ni en aeroplano volará nadie más alto que
hay además en su mar, cabrillas. Cabrillas se les voló la inteligencia sublime de Platón.
llama a unos pescados que abundan en estas ¿Cuándo uno de esos artefactos déla industria
costas. humana podrá ser una fuente de metáforas,
Mis compañeros pescaban cabrillas y como lo es uno cualquiera de los poemas
yo los contemplaba, sujetándolas con los vivos de Dios? De un producto del ingenio
dedos por junto a las branquias, cuando humano se puede sacar todo menos poesía;
después de haberlas desprendido del an- la poesía surge de las criaturas de Dios.
zuelo se les iba a arrojar al fondo del bo- Pensé coger una de aquellas ca.brillas y vol-
te. ¡Aquellos ojos que parecen despa- ver a echarla a la mar, donde se
voridos! curaría del desgarrón que le
Y luego, allí, en el fondo del bo- dejó, al serle arrancado, el
te, su agonía en el ahogo del aire, anzuelo.
agitándose de vez en cuando, Pero después de haber pro-
dando pequeños saltos sobre bado la agonía del aire, a
sus aletas! ¡Congojosa agonía! la luz del sol, ¿encontraría
¡Trágico ahogo! el sosiego del seno de la
Ahogo: palabra que, como so- mar? ¿Cómo la tranquilidad
foco, vienen de focus, de fuego. Y submarina?
Se ahoga uno en agua, y el pez se De <idolor sabroso» hablaba
ahoga en el aire. Un pájaro si cae al nuestra Santa Teresa, y de
«igua se ahoga en agua y un pez ello sabe el que ha pasado
Se ahoga en el aire. por trances de agonía etérea,
Recordé lo que Platón nos el que ha sentido cómo se le
dice de aquella región etérea derretía el alma en la re-
donde los felices mortales gión de las ideas pu-
que a ella llegan, los in- ras, el que ha senti-
mortales, respiran do el ahogo en el
éter que es al aire seno de la liber-
lo que el aire es tad, la verdad
al agua. Y al y l a j US t i -
contemplar M^r - ^ 1 ^ ^ I
AJM C O N C U R D S O LITBRoAIbíO DE
C A R a ^ S i^GAKs)BT/\S

E
N la estancia atrás de un espeso
todos se han montón de árboles
retirado a y lianas; y repuesto
descansar durante de mi sorpresa, in-
las horas de la sies- tento adelantarme
ta. T^s cliicharras para salvarla del
hacen estremecer peligro en que la
los aires con su es- supongo, c u a n d o
tridente canto. me ordena nueva-
l-os p a s t i z a l e s mente;
amarillos, qus on- — ¡No te acer-
dean al viento, re- ques, no te acer-
flejan con fuerza la ques! ¡No puedes!
luz ardiente del sol. Ante ese tono de
Con mi rifle y enojo mi curiosidad
mis aparejos de se aviva; mas, rete-
p e s c a s a l g o al niendo mi impa-
campo. c i e n c i a , le p r e -
Tongo que andar gunto:
inedia legua bajo — Pero, ¿qné te
ese sol deslumbian- pasa? ¿Qué te ha
te hasta llegar a los sucedido?.. . ¡Voy
montes del río; pe- a ayudarte!
ro, la costumbre Ella, ante estas
quita para mí las últimas palabras y
molestias de esas ante mis primeros
andanzas y voy sa- pasos de avance,
tisfecho, aspirando cambia el tono im-
el vaho saturado de perativo por un
esencias vegetales
que el sol exprime
y que los vientos
evaporan.
IMUQLCJANO llanto implorante:
—¡No, Juan
Agustín! ¡No te
acerques! ¡Te digo
¡Dicha inefable de vagar por la so (NOVELA CORTA) que no puedes! ¡No seas malo, Juan
Agustín! — Este llanto puede más que
ledad de los montes, ágil el paso, fir
me el ánimo y sintiendo a la natu- aquellas órdenes y me detengo.
raleza palpitar junto a nosotros en pleno vigor! — Pero, ¿me dirás qué tienes? Me quedaré aquí,
Un zorro cruza por el capiino al trotecito y lo pero, ¿qué te sucede?
persigo disparando mi rifle con mala puntería. — Nada, nada — me contesta, ya más tranqui-
Corriendo a ratos y espiando agazapado, entro la, aunque con la voz temblorosa de llanto. — Te
por los pajonales que preceden al monte en la lle- voy a decir: me había subido a este árbol a bajar
gada al río, y cuando alcanzo la costa estoy agi- una planta de flor del aire, y se me ha roto el ves-
tado y sudoroso. tido. Ahora lo estoy componiendo...
El aire, que se refresca en las aguas, alivia mí — ¡Vaya, chiquilla! — le contesto. — ¿Y es por
cansancio. eso, no más, que no puedo acercarme?
A ratos óyese el grito destemplado de algún — Es que. . . no — se apresura a contestarme. —
carpincho que se arroja al agua, y junto a mí, Es que se me ha roto. . . mucho. Me lo he sacado
entre las hierbas y entre la ramazón de los árboles, un poco. ¿No tienes alfileres?
los insectos zumban con chirridos que se mezclan — Sí — contesto. — Muchos. Pero todos torci-
para formar una vaga sinfonía. dos. Preparados para raojarreros.
Paso así un largo rato en vano empeño de pesca, — No es nada. ¡Dámelos!... Pero, ¡no! ¡No te
y vuelvo después a internarme en los montes si- acerques!
guiendo la enmarañada senda de la costa. — ¿Y cómo quieres que te los dé, entonces?
El río Gualeguaychú, en esa parte de su curso — Mira — me responde: — espera.
superior, corre a trechos encajonado en un cauce Siento luego ruido de ramas en el lugar donde se
profundo de unos diez m.etros de angho, y en otras esconde María Julia, y después me grita:
partes se extiende, perdiendo profundidad, entre :— Bueno; ahora sí, acércate un poco. Deja los
orillas separadas una de la otra por más de una alfileres allí, en la horqueta de ese espinillo. Sí. . .
cuadra. allí. Bueno, ahora ándate lejos y no vuelvas hasta
Espesa arboleda llena esas costas dándoles her- que yo te llame.
moso y salvaje aspecto. Al retirarme miro involuntaria y tímidamente
Camino, y de pronto oigo un ruido de ramas y de soslayo hacia el matorral donde se vislumbra
en seguida la voz cristalina de María Julia que me el tono del vestido de mi prima; pero ella me grita:
grita con tono de aflicción: -— ¡Bueno, bueno! ¡A ver si t e vas de una vez!
— ¡No te acerques, J u a n Agustín, no tte acer- — ¿No te puedo ayudar?
ques! — ¡No, no! ¡Te he dicho que no! — exclama, ver-
No alcanzo a divisar a mi prima, cuya voz sale de gonzosa y 'enojada.
Me retiro, y al rato oigo que María Julia me grita: — No tires de ese lado. El sol no t e va a dejar
— ¡Ahora sí! ¡Vení! ¡Venf! apuntar bien. Córrete hacia la derecha.
Cuando vuelvo encuentro a mi prima cargada En esto una gallineta sale huyendo de un ma-
con grandes ramas de aromo florecidas y con una torral de paja, a grandes trancos, airosa con su
planta de clavel del aire, también con una tenue plumaje bermellón y su cola parada.
flor purísima. María Juha, olvidando la primera pieza, detié-
Un enorme rasgón, improvisadamente remendado, nese y dispara sobre la gallineta y la hiere.
cruza su vestido desde el cuello hasta la cintura. El animalito ensaya en vano un vuelo; y luego
— Mira — me dice: — me había subido a ese echa a correr saltando, renga.
árbol; resbalé, caí, y esa punta se enganchó en mi Loca de entusisasmo con su éxito, María Julia
vestido, la persigue, y entonces el animal, que ve cerca a su
— Pero, ¿y qué andabas haciendo entre el monte? perseguidora, refugiase en una cueva que encuentra
— ¿Y tú? en su camino; pero mi prima, que llega al punto,
— Yo siempre v e n g o . . . mete la mano para, atraparla, y ' g r i t a en el colmo ~
— ¡Oh! Y a mí también me gusta. Y sobre todo de su alegría, llamándome:
que esos señores que vinieron de la ciudad me, fas- — ¡Aquí está! , '
tidiaron mortalmente con su sobremesa: Que la Pero, yo, que me acerco corriendo, la veo de
crisis ganadera, que la desvalorización de las ha- pronto retorcerse pretendiendo retirar con espanto
ciendas, que los frigoríficos, que los saladeros y la mano de la cueva; y lanza el más horrible alarido
que esto y que lo otro. ¡Vaya un tema para entre- de terror y dolor que en mi vida he escuchado.
tenerme! Preferí salir y venirme al monte. Velozmente me an-ojo hacia ella, y en la obs-
Así conversando llegamos a la orilla del río. Las curidad del agujero diviso una cabeza peluda cu-
aguas tranquilas son un espejo que refleja con fo- yas mandíbulas aprietan la mano de la desgraciada
tográfica fidelidad el tono violáceo del cielo en la cazadora.
tarde que ya serenamente declina. Desenvaino entonces mi cuchillo de caza y clavo
El perfume de los aromos tiene a esa hora una su afilada hoja en la nuca de la bestia, que afloja
frescura delicada que embriaga dulcemente los sen- entonces su presa; y María Julia se desmaya en mis
tidos, y el silencio que se impone sobre la natura- brazos.
leza y las sombras que empiezan a surgir de entre La sacudo briosamente; pero como el desmayo
los huecos de los árboles, imprimen al paisaje un continúa, la levanto y corro con ella hasta una ca-
aspecto de milagrosa contemplación. ñadita cercana y baño en agua su rostro cubierto
Nos hemos sentado junto al agua. He mojado mi de mortal pahdez.
pañuelo para lavar un rasguño que se había hecho Poco a poco se reanima, y cuando vuelve en si
María JuUa en su caída. repite sus desesperados gritos, exclamando: •
. En la extática contemplación, la blanca y deU- — ¡Me voy a morir! ¡Me voy a morir!
cada mano lastimada ha quedado entre las mías. Consigo a la fuerza apaciguarla y le digo:
Un último rayo de sol, atravesando el monte por — ¡Un^poco de juicio, chica! Vamos a ver. Es
debajo de las ramas de los árboles, enciende el oro un mordisco, nada m á s . . .
de los cabellos de mi prima. — Sí, pero, ¿y el veneno? — grita con angustia.
Se ha entrado el sol. Aun es de día, pero ya apa- — ¿Qué veneno?
rece, parpadeando, una estrella. Los ojos azules de — Pero, ¿no era una víbora? jSí! ¡Si es un víbora
María Julia se elevan en éxtasis hacia el astro per- que me ha mordido!
dido en el fondo del infinito, y yo entre mis manos — No, María Julia — le digo. —• No sé qué e».
siento aquella manita suya que suavemente, sua- si es zorro o comadreja; pero víbora no era. Es^ov
vemente, palpita en un tibio tic tac que, con el de seguro.
mi corazón, parecen el único movimiento que per- ,— ¡Vamos a ver!
turba aquella serenidad. Cone, riendo con una vaga risa nerviosa; y cuan-
do llegamos, una comadreja se retuerce agonizando
11 junto a la gaUineta, ya muerta.
Sin duda, cuando la comadreja notó en su cueva

E L viento, que ha estado soplando toda la la presencia de la gallinácea herida, que tan fácil-
noche y !a mañana, continúa a la tarde. Des- mente se le brindaba al buscar refugio en el peli-
' encadenado en los montes, parece que dis- groso hueco, quiso disputar su presa a la suave mano
loca las ramazones; y en los pastizales revuélvese que se la arrebataba, y le clavó sus dientes, furiosa.
en mil remolinos. Miro la mano de María Julia. Los afilados col-
Cuando con mi prima cruzo la galería en direc- millos han penetrado profundamente en el dedo
ción a la tranquera, mi padre aparece en la puerta índice y en el mayor. Llegamos al río y lavo proli-
del comedor. jamente las heridas en medio de los lamentos llo-
— Pero, ¿van a salir con este día? rosos de mi prima.
— ¡Pues sí. señor! — contestamos a un tiempo — No es nada — le digo mientras hago un ven-
y con igual entus'sasmo. daje con mi pañuelo. — En dos días estarás curada.
— ¡Buen par de locos! — exclama mi padre al — ¿No es nada? ¡Es claro! ¡Como no es en tu
tiempo que se vuelve a las habitaciones, c a r n e ! . . . Pero, ¡qué susto! ¡Qué horror! (Yo creí
— La verdad es que si piensas cazar con este que era una serpiente enorme que me arrancaba
viento, t e engañas — me dice María J u h a con se- el brazo!. . .
riedad inusitada, — Y, francamente, no sé en dón- Y las pupilas se le dilatan con pánico de locura,
de nos vamos a meter. y nuevamente, ante la evocación del episodio, se
— No — le contesto. — Entre el monte el vien- extiende desmayada sobre la arena de la orilla.
to no se ha de sentir tanto; y buscaremos algún Yo contemplo esa frágil estatua viviente caída,
rinconcito de la costa para pescar. ¿Quién aguanta más hermosa en su doloroso desvanecimiento; y,..
este forzado encierro ? ya menos temeroso de un peligro mayor, pienso que
Cuando vamos cruzando entre los primeros ár- si no fuera una profanación cobarde podía dar un
boles del monte, mi prima me pide el rifle para beso en esos labios finos que se mueven apenas
tirarle a un carancho posado en la copa de un tala; en una leve palpitación y en esos ojos sobre los cua-
y mientras ella lucha para sujetarse las guede- les se han plegado tristemente los delicados pár-
jas que el viento echa sobre sus ojos, le aconsejo: pados y las largas y sedosas p e s t a ñ a s . . .
ni María Julia está sola sentada en un sofá de! es-
critorio.

H OY tuve que salir para el pueblo on se-


guida de la comida de medio día. Mi padre
me había mandado llamar.
¡Día horrible de calor!
Cuando me ve se asombra.
— ¿Cómo? ¿ Y t ú p o r a q u í ? Te hacía en el pueblo , . .
No. Tuve que volverme. Papá venía ya de vut !;a.
Lo encontré en el camino.
Pero el aire que agito en mi furiosa carrera en — ¡Ah! ¿Entonces desde temprano estás aquí?
el automóvil me refresca la cara. — Así es.
María Julia so ha quedado triste con mi impre- — ¿Y qué has h e c h o ? — m e interroga con cre-
vista partida. ciente interés.
Pero, apenas he andado dos leguas (una quinta — Anduve por el río. . . por el monte.
parte del camino), encuentro a mi padre que \nene — ¿Por qué lado? — m e pregunta clavando sus
de la ciudad. Abandona el automóvil de un vecino ojos en los míos fijamente.
en que ha venido y sube al nuestro. — Por allí; por el paso de lo.^ talas. . .
Quedamos aún media hora tratando una — ¡Ah! — dice suspirando. — ¿No acostum-
vieja cuestión de deslinde de los campos bras a andar por la rinconada del Gcná ?
y luego retornamos a la estancia Y agrega, justificando su pregunta:
Son las di.s de la tarde. Pregun- — Siempre hay mucho que cazar
to por mi prima. Ha salido al por ahí. . .
campo. Yo sé lo que quiere averiguar;
— ¡A asarse con este sola- siento que se fija atentamente
zo! —• dice mi padre, para ver si la cngafio, y
Y con un secreto inten- miento sin habilidad:
to de que yo me quede — No; hace días que no
con él, me da conversa- ando por ese lugar. . .
ción. Pero ella ha conocido
Pero, yo me he puesto mi mentira, porque me
de pie y me paseo impa- he puesto rojo, y ella
ciente por irme también; enrojece también y se con-
y como, aunque rne es- funde.
fuerzo en atenderlo, nota La situación mortifi-
mi preocupación, me dice, cante se hace insostenible.
al fin, medio enojado: FeUzmente un peoncito
— ¡Ándate, h o m b r e ! entra en ese momento y
¡Ándate con esa mocosa! corta la escena:
¡Ya veo que te estás mu- — Dice el patrón que la
giendo por salir de una comida está en la mesa.
vez!. . . Y esa noche María Ju-
Yo ensayo una mala de- lia no me ha mirado ni-
fensa; pero, como mi pa- una sola vez y se lo ha pa-
dre no quiere oírme, me sado conversando exclu-
voy. sivamente con papá y el
He andado por entre el mayordomo.
monte, he seguido por la Y mi tía, siempre tan
costa caminando como callada, me mira compasi-
dos horas sin hallar a Ma- vamente, como si viera en
ría JuHa. esa indiferencia de mi pri-
Entonces sigo hacia la ma una injusta maldad a
rinconada del arroyo Ge- consecuencia de cualquier
ná, la parte más desierta enojo de novios.
del campo.
Como hay allí una amplia playa donde suelo IV
encontrar nutrias y garzas, me apro.ximo con pre-

O
caución, escondido entre los aricóles. UÉ mañana tan linda! Cruzamos el monte en
En el arenal un hermoso sauce llorón forma con medio de los cantos de los zorzales, de las
su ramaje caído como una glorieta. calandrias y de los cardenales.
Cincuenta metros, por lo menos, me separan del ¡Qué alegría en todas las cosas!
árbol cuando dirijo la vista y veo junto a él una fi- Junto al río, mi prima, con enérgicos gestos, me
gura blanca que se incorpora entre el agua de la manda guardar silencio y me indica después una
playa. pareja de nutrias sentadas frente a nosotros en la
¡Oh, visión indescriptible! ¡Oh, aquel cuerpo es- o'.ra orilla.
belto y fino, blanco y sonrosado, a medias entre el Allí el río es angosto.
agua y sin otro ropaje que la rubia cabellera des- María Juha trae también su rifle, y a media voz
prendida que se derrama sobre los hombros! me dice:
La ansiedad de la emoción me ahoga y siento va- — Tú le tiras a la mayor; yo a la de la derecha.
cilar mi pensamiento como si creyera estar en un Yo voy a dar la señal.
sueño. María Julia dirige miradas temerosas hacia Apuntamos y ella dice:
las costas, como si el grito de los horneros cerca- — ¡ U n o . . . d o s . . . tres!
nos al sitio en que me oculto le hiciera desconfiar Suenan simultáneamente los dos tiros.
de la presencia de algún indiscreto testigo; y se María Julia he errado el suyo, porque la nutria
refugia entre las ramas del sauce para vestirse. jnás pequeña permanece quieta en el mismo lugar,
Con mil precauciones para que no me vea ni me mientras que la otra da dos o tres brincos y al fin
oiga retrocedo y me alejo y huyo en dirección al se tiende sin fuerza.
punto más opuesto del campo. Voy a tirar nuevamente cuando María Julia ex-
Ando y ando, y llego ya bien entrada la noche a clama alegremente:
la estancia. — ¡No le til-es! Mira: ¡ya so muere!
Efectivamente, Comienza a sangrarle un ojo y — ¡No pasarás! ¡No quiero que pases! ¡No t e
luego se inclina a un costado. voy a dejar! ¡Te voy a hacer caer al agua!
— Y ahora, ¿quién las alcanza? Comienzo a deslizarme por el tronco mayor cu-
— Espera — le digo. — Por allí se puede cruzar yas ramas pasan de orilla a orilla; poro María Julia,
el río. decidida a cumplir su empeño, ha tomado uno de
Caminamos unos treinta pasos. El río se estrecha sus extremos, moviéndolo violentamente para que
y en sus dos orillas grandes sauces juntan arriba yó no pueda guardar el equilibrio.
sus copas. Inmensos troncos secos caídos al fondo Y se ríe a carcajadas al ver realizado su capricho.
del agua han embalsado ramazones y camalotes. Me detengo. E n vano le ruego.
Sobre los troncos que flotan y sobre la parte sa- Vuelve insistentemente a su intento, hasta que
hente de los que están en el agua es posible pasar cansado resuelvo hacerle una broma: cuando yo
de una orilla a la otra. comience a andar sobre el tronco y ella lo mueva,
Me descalzo para cruzar y mi prima se empeña voy a arrojarme al agua simulando una caída; y
en acompañarme. aunque no es mucho lo que sé nadar, voy a intentar
En vano intento disuadirla. aparecer detrás de los raigones de un tala (en la
— Mira que el río es misma costa en que se en-
m u y hondo; sería muy pe- cuentra m.i prima), donde
ligroso caerse. ella no podrá verme, para
So quiere oir razones. hacerle creer que me he
— En el peer de los ca- ahogado.
sos, lo que me puede su- (¿Qué demonio infernal
ceder es que tome una me aconseja este bár-
mojadura. Pero como no baro disparate?)
me voy a largar de donde Pretendo entonces se-
me tome. . . guir avanzando y ella re-
Yo empiezo a tantear anuda los violentos sacu-
los troncos. Son traicio- dones. Respiro largamen-
neros. Los que parecen te, mido con la vista el tre-
más firmes se hunden de cho que debo recorrer ba-
pronto. Otros descansan jo el agua y, simulando
en una purita, y, cuando una caída, me hundo en
menos se piensa, pierden la corriente.
su equilibrio, se tuercen Cuando saco la cabeza
y c(5rren. del agua estoy justamente
María Julia sigue ani- en el punto elegido, y rápi-
mosa. A duras penas y len- damente me tomo de una
tamente vamos llegando a raíz saliente para sostener-
la mitad del río. La co- me. Por entre los inters-
rriente es allí fuerte y lle- ticios de la raigambre
na de remolinos. Pero la puedo ver a mi prima.
situación se hace muy pe- Se ríe con todas sus ga-
ligrosa. Un tronco se ha nas; pero, al instante, su
ido hundiendo sin que lo cara se vuelve seria.
veamos, y quedamos en- Mira hacia el agua. In-
tonces sobre la horqueta daga, cerca, lejos, más
de otro, en violenta e lejos.
incómoda posición. Para Ha pasado un segundo,
guardar el equilibrio te- dos. . . t r e s . . . Un velo
nemos que arquear el cuer- de ansiedad le cubre el
po. Yo no veo por dón- rostro; dilátansele las pu-
de podremos seguir. pilas, críspansele las manos. Grita:
Los rizos rubio de María Julia me rozan la cara. — ¡Juan Agustín!
Su respiración anhelante llega tibia hasta mí; sus Y luego un alarido de locura rompe los aires en
mejillas encendidas están junto a mi boca. estridente voz de angustia espantosa.
Yo olvido todo y un impulso me domina. Apro- Recién entonces comprendo la brutal necedad
ximo mis labios y doy un beso en la boca roja y que cometo. Trepo rápidamente la costa y avanzo
húmeda que me tienta. hacia ella.
¡Oh, sabor divino de fruta sana y madura, olorosa La infeliz me mira con su faz trágica, y en un
y sabrosa! rapto ardiente arrójase sobre mí y tomando entre
Mi prima gime y se retuerce. sus manos mi cabeza me cubre de besos el rostro.
— ¡Infame! jinfame! ¡Déjame! ¡Déjame, infame! — ¡Querido! ¡Querido! ¡Qué bruta que soy!
Sepárase de mí y está a punto de caer al agua. Y yo, abrumado por un terrible arrepentimiento,
La sostengo; y luego, con signos de grave enojo, bajo esa lluvia deliciosa de caricias de la que, sin
comienza trabajosamente a retornar al punto de seido, se cree culpable, no me animo a decirle la
salida. Cuando llega a la costa desahoga su ira: verdad.
— ¡Vean qué caballero! ¡Aprovecharse de la si-
tuación afligida de una muchaclia! ¡Esas son t u s
quijotadas! ¡Y tendrás todavía el valor de decirte
Quijote! ¡Follón, malandrín, menguado!

L
A estancia está triste. Se han ido al pue-
Yo me callo. No ha de estar tan enojada cuando blo papá, tío Carlos, tía Luisa y el mayor-
rezonga así. Yo la conozco. Si se hubiera quedado domo.
callada, entonces sí habría que temer. Y tía Joaquina, que ha quedado, ¡es tan callada,
Y, como puedo, llego a la otra orilla. Recojo las t a n triste también!
nutrias y arrojo sus cuerpos a la orilla donde está Los tres liemos cenado en silencio, rápidamente,
María Julia. Esta ha recuperado su buen humor, y y t a n temprano que cuando nos levantamos de la
ahora grita y palmotea: mesa recién empieza a anochecer.
Tía se acuesta en seguida y María Julia y yo Ahora veo blanquear las flores de los árboles
quedamos solos sentados bajo los paraísos. cercanos.
Mi prima, no sé con qué motivo, empieza a con- Mi prima mira como hipnotizada a la esfera
tarme sus impresiones de una lejana lectura de la resplandeciente de la luna; y recuesta blandamen-
Biblia. te su cabeza en mi hombro.
Habla con entusiasmo, pero confunde tan cómi- Hemos intentado hablar, y, como el eco de nues-
camente los libros, los personajes y los episodios, tra propia voz nos impresiona, callamos.
que yo me río; ella se enoja jurando no hablar más. ¿Qué t'.empo ha pasado?
— Pero si me encanta escucharte, María Julia. María Julia se ha dormido.
¡Sigue! ¡Oh, su faz de virgen iluminada por esa luz en
Ño quiere hacerlo por nada; y le digo entonces: aquel marco de salvaje belleza!
•— Bueno. ¿Quieres que caminemos por el campo? Yo beso sutilmente sus ojos y tomo entre mis
Y salimos. manos las suyas.
El cielo, recamado espléndidamente de estrellas, Y ensimismado en contemplarla musito con emo-
es un espectáculo maravilloso. En el horizonte, ción religiosa los versículos del Cantar de Salomón
muy a lo lejos, un vago que involuntariamente
fulgor; son las luces de acuden a mi memoria;
Gualeguaychú. «¡Qué hermosa e r e s
Las luciérnagas parecen amiga mía! ¡Qué hermosa
hilos de plata que se en- eres! Tus ojos de paloma
trecruzan y se cortan y se bajo los pliegues de tu
enredan en el aire. velo. Tus cabellos como re-
La leve brisa que sopla baños de cabras subiendo
trae una frescura deliciosa. por los montes de Galaad.
— ¿Y si llegáramos has- Tus labios como cinta
ta el río? de púrpura. Tus mejillas
— Yo tengo un poco como cacho de granada
de miedo. . . bajo los pliegues de tu ve-
— ¿Miedo? ¿Y de qué? lo. Tu cuello como la torre
— No sé; el monte, t a n - de David. Toda eres her-
t a obscuridad. . . mosa, amiga mía; y man-
— ¡Tonterías! Pronto va cilla no hay en ti. Huer-
a salir la luna. ¡Vamos! to cerrado eres, hermana
— Y bueno... mía, esposa; huerto ceiTa-
Marchamos. do, fuente sellada. Fuente
La verdad es que la de huertos, pozo de aguas
profunda obscuridad del vivas, río que corre del
monte es imponente. Cru- Líbano...»
jen a veces las ramas con Y un suave sopor me
r u i d o s sospechosos; se domina. . .
'oyen sonidos que parecen Despierto de pronto.
pisadas detrás de uno. A — ¡Juan Agustín! ¡Juan
veces una lechuza chista Agustín!
siniestramente. Entre los Nos hemos dormido los
árboles las palomas des- dos vencidos por el can-
pertadas con sorpresaesca- sancio de las andanzas de
pan batiendo ruidosamen- ese día y tal vez por la
te las alas. influencia del perfume de
Mi prima,apoyada en mi tantos árboles florecidos
brazo, camina en silencio. que nos rodean.
Y así llegamos al río. La luna, cerca del cénit, derrama sobre todo el
La corriente suave produce apenas un vago paisaje su fulgor de plata. Un aire frío mueve len-
rumor. tamente los árboles.
E.stamós junto a los árboles que bordean la Pero María Julia está asustada.
costa. — ¡Yo he oído una voz! ¡Un grito!
— ¿Sientes qué aroma? — me dice María Julia. En esto óyese un tropel y un grito; y en seguida
• Sí — le digo. — ¡Qué delicia! ¿No? un chapuzón formidable en el agua.
— ¿Y de que Es un carpincho que grita con su voz hueca de
Yo conozco el lugar. Estamos en un retazo del falsete ululante al arrojarse al río; y mi prima se
monte donde abundan los arraj'anes y los azareros acoge a mí temblando de miedo.
silvestres. — ¡Vamonos!
Nos hemos sentado. Yo me tiendo en el suelo Emprendemos la vuelta.
y elevo la vista a las estrellas. Y en el cam'.no, mientras se oye, muy a lo lejos,
Una especie de mareo parece que me elevara a ladridos de perros, nuestras sombras «son una sola
los cielos. Sólo diviso estrellas y un cielo negro sombra larga» y nos estremecemos con secreto te-
azuloso. El alma se cierne en las alturas; la tierra rror con un penetrante frío de muerte evocando el
ha desaparecido. nocturno de S i l v a . . .
Oigo después que María Julia me habla.
— Mira. Debe estar saliendo la luna.
En efecto; el monte de la costa de enfrente tiene VI.
una orla de nácar y en el cielo se difunde una blanca
claridad.

F
UÉ de María Julia la idea de hacer un paseo
^ Luego la luna llena asonla en todo su esplendor por todo el día al río; pero yo estoy encar-
y el paisaje toma nuevo aspecto. Las masas negras gado de organizarlo.
de montes interminables que nos rodean se esmal- Tarea fácil, ciertamente, porque vamos sola-
t a n con su luz. mente. . . ella y yo.
Cuando invitábamos, todos nos han contestado el terror y parece rezar a media voz con el rostro
lo mismo: entre las manos.
— ¡Salgan, locos, de aquí! ¿Cuándo se van a La lluvia continúa. Ya no nos defiende el follaje
cansar de andar vagando por el monte? de! sauce bajo el cual nos hemos guarecido; y como
. . .Antes de que el sol hajiu salido ya estamos el cielo se ha cubierto de nubes y se prepara a
en la costa. En el breack llevamos armas, aparejos llover largamente, decidimos afrontar el agua an-
de pesca y provisiones. tes que la noche nos tome lejos del punto de partida.
En la costa está la canoa que el día antes hemos Cuando empiezo a remar parece que la lluvia
hecho llevar del arroyo San Antonio. Es una tosca amengua uíi poco; pero después furiosos chaparro-
embarcación en forma de piragua, segura y fuerte. nes se suceden uno tras otro.
El peón nos ayuda a embarcar los efectos, que lle- P a r a defendernos un poco nos recostamos a la
vamos y se vuelve a la estancia con el coche. Ven- orilla en una parte en que es barrancosa, bajo un
drá a esperarnos al anochecer. árbol cuyo tupido ramaje sobresale de la costa
Calculo que tenemos que remar por lo menos una ofreciéndonos un protector asilo, y en la semiobs-
hora para llegar a la cañada de los Porongos, en curidad del lugar nos acurrucamos bajo el pellón
cuyas inmediaciones hemos decidido pasar el día. que mi prima generosamente comparte conmigo.
¡Día de emociones! Esperamos un rato que calme la tormenta.
E n el primer recodo del río sorprendemos una María Julia ha recuperado la tranquiüdad, y
__ tropilla de carpinchos y mi wínchester da cuenta . tomando mis manos, invadidas de suave ternura,
de tres hermosos ejemplares. me conversa al oído:
Más adelante una tortuga que descansa pacífi- — Suponte, Juan Agustín, que nuestra vida
camente en la arena de la orilla queda acribillada sea como este día de tormenta; y que lleguemos a
a balazos; y María Julia ensaya con espléndido ir por ella en desamparo y soledad. Pues enton-
éxito su excelente puntería en una iguana que aso- ces yo quiero ir contigo, como estamos ahora, bien
ma su cabeza sobre la baixanca del río y le corta juntitos, tomados de la mano; tú, valiente y fuerte
la cola y la guarda alabando las grandes virtudes porque tienes la responsabilidad de defenderme y
curativas de sus anillos. de salvarme; yo, tranquila y confiada en ti y brin-
La verdad es que cuando llegamos al lugar pro- dándote mi amor como incentivo y consuelo. ¿Que
puesto, el tiempo se muestra amenazante. H a y un el viento nos echa de aquel lugar? Pues vamos, re-
calor pesado y grandes nubes se van amontonando memos hacia otro, como ahora, y aunque nos falten
en el sur, a impulsos de un persistente viento del un techo, he aquí que cobijados bajo un árbol sa-
Este. bemos conservar nuestra dicha como un tesoro. . .
Hago fuego, y mientras preparo el asado María como un tesoro pequeñito, pero inapreciable, y
Julia pesca con gran escándalo y gritería. secreto para reservarlo de la envidia de las gentes...
La primera tararira que sacó estuvo a punto de — Pero, ¿y cuando t ú ya no me quieras?
arrastrarla al río. — ¡Cállate, tontucio! — exclama tapándome la
En cuanto siente que un pez se ha prendido en boca con la mano que yo cubro de besos.
la línea grita nerviosamente y yo corro a ayudarla. — Pero, entonces, ¿me querrás siempre?
Asi ha sacado un dorado de cinco Idlogramos de — ¡Siempre, siempre, siempre, alma mía! — dice
peso y un pacú hermosísimo. con efusión oprimiendo mis manos.
Pero el punto culminante de su ruidosa actuación Queda un momento callada, y luego, en brusca
de pescadora es cuando al sacar la línea con algo transición, exclama:
que en ella se ha prendido, aparece una anguila — ¡Pero, chico! ¡Mira! ¡Está anocheciendo! No
que se retuerce con grandes bríos. tendremos más remedio que marchar.
Mi prima larga el aparejo aterrorizada gritando: Empuño los remos y seguimos.
— ¡Una víbora, una víbora! — Y si yo ño acudo Cuando llegamos al punto de partida ya es de
t a n pronto el pez se vuelve al agua con aparejo y noche y sólo a la luz de los relámpagos podemos
todo. desembarcar.
Cuando terminamos de comer una calma abso- El pobre peón que nos espera con el coche tirita
luta reina en la atmósfera. El aire se hace más pe- calado hasta los huesos.
sado, el calor arrecia. Se ha nublado el cielo. Y nosotros, chapaleando en el barro, ya perde-
— ¿No te parece que deberíamos emprender la mos la esperanza de salvar seca siquiera alguna
vuelta? Le digo a María Julia mirando el amena- parte del cuerpo; y así nos metemos en el coche,
zador aspecto del tiempo. que trabajosamente comienza a marchar entre los
Pero ella, con el entusiasmo de la pesca, no pastizales llenos de charcos, dando violentos tumbos.
quiere oír hablar del regreso. Los campos, bajo el torrente de la lluvia, con el
Al rato un trueno nos anuncia la tormenta y furioso viento que sopla y a la luz de los relám-
grandes gotas de lluvia comienzan a. caer. pagos que se suceden vertiginosamente, muestran
Una racha de viento que atraviesa con gran fantásticos escenarios.
ruido y movimiento por el monte encrespa el agua Así llegamos a la estancia.
del rio. Sigue un instante de caima y en seguida Después de mudarnos ropas cenamos alegremente
la tormenta se formaliza. en medio de los comentarios de María Julia rela-
Obscurécese el cielo y empieza a llover torren- tivos a las variadas aventuras del día; y la sobre-
cialmente. mesa se prolonga hasta casi media noche, sin que
El viento sacude los árboles produciendo los más amengüe un instante el estupor que nuestras na-
raros y variados chirridos y golpes. rraciones causan en el apacible y candoroso espí-
Rápidamente recogemos nuestros enseres y nos ritu de tía Joaquina.
refugiamos bajo un sauce. Mi prima se cubre con Cuando me acuesto y apago la luz, por eniSe
un cuero de carnero que traíamos de asiento en la las rendijas de la ventana se vislumbran los re-
chalana. lámpagos de la tormenta que no cesa aún. El viento
De cuando en cuando la luz cárdena de los re- y la lluvia azotan los cristales.
lámpagos ilumina el paisaje. Las sensaciones del día perduran y me parece
De pronto, un formidable estampido hace tem- sentir todavía el balanceo de la chalana en el río;
blar la tierra. Es u n ravo que debe de haber caído y creo oir aquella vocecita que me decía allá entre
cerca de nuestro lugar. él monte, bajo la Uuyia y ej Y'^9''íS'
María Julia se estrecha contra mí dominada por «Suponte Juan Agustín, que nuestra vida sea
'^omo este día de tormenta; y que lleguemos a ir Cruzo las calles desiertas envuelto en mi imper-
por ella en desamparo y soledad. Pues entonces yo meable, azotado el rostro por la lluvia que el viento
quiero ir por ella contigo, como estamos ahora, sacude en ráfagas furiosas.
bien juntitos, tomados de la m a n o . . . » Cuando doblo por la calle San Martin recuerdo
Y, al arrullo de esas palabras, yo me voy dur- que voy a pasar por la casa del doctor González,
miendo con el corazón henchido de una fuerza ro- que hace ya dos años se casó con mi, prima,
busta de felicidad y de una luz radiante de glorioso ¡Cómo pasa el tiempo!
ensueño... Un repiqueteo en el cristal de la ventana me hace
detener,
María Julia, detrás del cristal, mira el paisaje
de la calle; y cuando me ve no me reconoce. Un velo
VII
de tristeza cubre su rostro, pero luego su faz se ilu-
mina con un mudo estallido de alegría.
Mas en ese preciso instante yo veo en su cara un

H E pasado tres días en el pueblo, ayudando a rápido cambio, yo veo que ella siente o presiente a
papá. Hoy emprendí el regreso al campo y alguien que se acerca por el interior de las ha-
llegué a la estancia al anochecer. bitaciones,
Cuando entro en el escritorio, María Julia lee Núblanse otra vez sus ojos, distiéndense sus me-
junto a la luz. jillas y contráese con una mueca amarga su boca.
Me ha recibido efusivamente; pero, de pronto, Todo ha durado un segundo apenas,
clava su ^'ista en la solapa de mi saco y, al tiempo Y sigo mi camino.
que exclama con \'0z enronquecida «¿Qué es esto?»,
toma en sus finos dedos tres o cuatro 'hebras IX
de cabellos rubios que brillan al fulgor
de la lámpara con vivos reflejos de M.\RÍA Julia: • O •'
oro. La senda de nuestras vidas se
^ ¿Cómo están esos cabe- bifurcó al impulso invisible de -
llos en mi ropa? ¿Cómo han esos banales incidentes que
quedado prendidos entre pueden obrar con mayor
ü solapa de mi saco? eficacia, porque su falsa
El rostro de mi prima insignificancia o b t i e n e
se ensombrece. Y escapa más fácilmente nuestra
hacia el patio conteniendo indiferencia.
sollozos de rabia. Y así nos torcieron con
Intento seguirla, alcan- implacable fatalidad el
zarla, pero huye sin escu- destino.
charme. Y hoy yo he visto en
No aparece en la mesa. tus ojos una luz que co-
Después de cenar la veo nozco.
en la galería y me acerco En ese fugaz relampa-
a hablarla. gueo del balcón, he visto
No me escucha ni me en ellos brillar la alegría
mira. Los celos revuelven de aquellos días en que
seguramente iraa espan- bajo el sol del estío, entre
tosa tragedia en su alma; los pastizales ondulantes,
y repite: recorríamos el campo pal-
— ¡No me hables! ¡No pando la felicidad como
te expliques! ¡Farsante! una cosa tangible que lle-
Y a la mañana siguiente naba nuestra vida; he vis-
he tenido que partir de to fulgurar el ensueño que
nuevo paraGualeguaychú. la luna concretaba en las
noches de nuestros paseos
VIII románticos; he visto lucir
en tus ojos toda la dicha
de aquellas aventuras que

V UELVO de los tribu-


nales. Va a hacer ya
tres aftos de la muer-
te de mi padre y aún tengo
juntos pasamos entre el
monte florecido y en las
risueñas barrancas del río.
Yo también ahora, en
que andar en esos engo-
rrosos y antipáticos trá- esta tarde de julio, lluvio-
mites judiciales de la testamentaria. sa y fría, con la frente pegada a los cristales de
Felizmente parece que pronto van a terminar. mi ventana, miro con ojos cansados la lluvia
:-k)lamente con esa esperanza he podido salir que cae,
esta mañana para ir al juzgado. Y mientras las sombras van llenando mi apo-
El temporal que reina en toda la República se sento, ante la evocación de aquellos días luminosos
hace sentir intensamente en Gualeguaychú. Hace y ante la torva presencia de esta realidad que nos
tres días que llueve sin cesar, El río crece'con fuerza. muestra hoy, como un cadáver, el tiempo pasa-
I ^ zona de la ribera está inundada; y sus infelices do, siento que una negra angustia rebalsa en
habitantes tienen que abandonar sus casas en medio el corazón con la desesperación mortal de lo irre-
de la lluvia, del viento y del frío penetrante y cruel. parable...

BLAS OLEGARIO IDEARTE


1 D I B U J O S D E R E Q U E K A E S C A L A D A
D I C H O Y H E C H O , POR MA = A
¿LE INTERVENDRÁN? EL MENSAJE

iUUUI

Lenoinas. — Si yo tuviese, como Cantilo, Tipógrafo 1.° — ;E1 mensaje sale con algunas erratas!
un ejército de veinticinco mil empleados, ¡no Tipógraío 3." — Porque no lo ha revisado don Hipólito, que
se atrevería nadie a intervenirme! • es un gran corrector de pruebas.
EL NUEVO PRESIDENTE DE LA CÁMARA

Los personalistas. — ¡Qué perse- Los antipersonalistas. — ¡Qué er- Los conservadores. — ¡Qué distin-
Guido! Guido! Guido!
APUESTA IMPOSIBLE

— ¡Qué palabras malsonantes! Le api;e.-jto cralquier cosa a que salen del Conceio.
— Le apuesto la cabeza a que salen de la Cámara de Diputados.
El amigable componedor. ^ Usted tiene razón y usted t^ nibicn la tiene. Salen de las dos partes.
En el Club Sirio-Líbano

LA HISTORIA D E SHIVA el forraje; al rico, trigo; al pobre, mi- —• Ninguna — contestó el dios. —
Sentado en el umbral de su vivien- jo; al santón, mendrugos; al tigre Saca el saltamontes que llevas escon-
hambriento, reses frescas; a todos dido en el pecho.
da, reposaba Shiva, después de la la- repartió sus dones.
bor. Y entonces Parbati, al sacar el in-
Pero Parbati, su esposa, para bur- secto, vio que una tierna hojilla, que
Había repartido su porción a cada larse de él, se escondió en el pecho un había brotado al calor de su pecho,
uno, desde el más rico hasta el saltamontes. servía de alimento al saltamontes.
pordiosero. — ¿No habrás dejado ninguna boca
Dio al camello, el espino; al buey. sin alimento? — preguntó a Shiva. RTJDYABD K I P L I N G .

Los
íiánU^Se
condimentos
de las comidas
si n o son b u e n o s , aca-
r r e a n molestias a l e s t ó -
mago e intestinos. Los
v i n a g r e s p r e p a r a d o s con
á c i d o acético artificial,
t r a e n esas consecuencias.

VINAGRE
OMEGA
c o m o es d e p u r o v i n o d e

EL
KALISAY
GRAN PRODUCTO ARGENTINO
producción argentina, n o
contiene á c i d o a c é t i c o
artificial.
D a a las p e r s o n a s q u e lo t o m a n a n t e s d e comer, u n a
Por su pureza, obtuvo el
satisfacción superior.
Como e s t i m u l a n t e del a p e t i t o , el a p e r i t i v o v i n o - q u i - ! . « ' Pernio de la Munici-
n a d o Kalisay, n o t i e n e similares. palidad.
E s el g r a n tonificador d e l o r g a n i s m o , p o r e s t a r p r e -
parado científicamente a base de la mejor quina del E l V i n a g r e «Omega» d a a
mundo. los manjares u n sabor
2 2 A ñ o s (le é x i t o . delicioso.
I-agorio y Cía.
Lleve Vd a su cuerpo
un nuevo soplo de vida.
Reanime el espíritu
quebrantado, vigorice
sus nervios y los gló-
bulos rojos de su san-
gre, vitalice y regenere
su organismo con

IPERBIOTINA
MALESCI
tónico reconstituyente
que en breve tiempo
acabará con sus pade-
cimientos, devolviendo
todas las funciones or-
gánicas a la normalidad.
Venta en Droguerías y Farmacias.

Preparación patentada del Establecimien-


to Químico Dr. Malesci, Firence (Italia).
— Inscripta en la farmacopea Oficial del
Reino de ítalieu

ÚNICO CONCESlONAEIO-mPORTADOR
en la R E P Ú B L I C A ARGEMTINA:

M. C. de MONACO
VIAMONTE. 871 BUENOS AIRES
No es la propaganda Universidad Nac. de Bs. Aires
A r q u i t e c t o s ef$resa<los

^es la calidad-
a lo aue se debe la acepta-
ción y la enorme popularidad
de aue goza

Señor Juan Antonio Señor Horacio uruz. Alberto uoails.


Bercaita.

El gran tónico y aperitivo


genuinamente argentino.

Sr. Salvador Froio. Señor EodoUo S. Gi- Sr. AUredo Horta.


Desde hace 60 años PINERAL lardone.

viene siendo el aperitivo de


mayor preferencia por su pa-
ladar delicioso y sus notables
cualidades estomacales.

Por la excelencia de su elaboración


Señor Alberto Hor- Señor I<;nri4ae J. Sr. Atilio 3. Kocca.
es un timbre de orgullo para la teloup. Koch.
INDUSTRIA NACIONAL.
LA HERRADURA
lina tradición refiere que, cuando Jesás andaba por
el mundo, un diade gran calor iba acompañado de Pe-
PRODUCTORES: dro, por camino solitario; amboa fatigosos, sediento?,
sin encontrar un árbol a cuya sombra cobijarse, ni una
fuente en cuya agua refrescar los secos labios. Y dicoa
PIN I Hnos. y Cía. Lda. que en su camino tropezó Cristo con una vieja herra-
dura, que mandó recoger a Pedro.
BUENOS AIRES — ¡Señor, está ya tan vieja que no vale la pena de
agacharse!"
El modelo de humildad no replicó nada; que los hu-
mildes no replican nada; que los humildes no replican
nunca; pero se inclinó con sencillez y pausa, t0)nó la
herradura y la guardó.
Onizóae con ellos un jinete, y Jesús le propuso que
comprara la herradura.
— ¡Poco vale!
— Pues quiero sólo lo que para usted represente.
y más tarde cuando el cansancio y la fatiga eran ya
extremados, a cierto vendedor ambulante de cerezas se
encontraron, y Cristo le cambió el dinero obtenido en la
venta de la herradura por buena ración de ellas. Lue-
go caminó despacio saboreando con delicia su fnita. Pe-
dro, callado y pensativo, iba detrás; el Maestro dejaba
caer de vez en cuando y como al descuido algunas cere-
zas, y el discípulo amado, también como al descuido y
con gran disimulo, se bajaba a recogerlas, las limpiaba
el polvo, y con fruición las comia.
¡Todo en este mvmdo tiene su término. Y cuando lo
tuvieron las cerezas de Cristo, volvióse el MaestróTy
dljole a Pedro;
— ¡Hijo querido, nada debe desdeñarse! ¡No quisiste
inclinar tu cuerpo una sola vez por la obediencia, y !a
necesidad te obligó luego a inclinarte muchas veces!
¡Aprende. Pedro, aprende!
La afluencia
de g e n t e
en nuestra Casa, indica que damos
completa satisfacción a quién nece-
sita comprar artículos de f a r i n a c i a :
Porque vendemos lo que el cliente
nos pide.
Porque le entregamos artículos de una
absoluta legitimidad.
Porque le vendemos artículos puros.
Porque le vendemos artículos frescos,
que en medicamentos es de capital
importancia.
Porque nuestros precios están calcu-
lados a base de un honesto beneficio;
nos contentamos con vender mucho,
ganando poco.
Porque no hacemos esperar al cliente
sino el tiempo indispensable.
A cálculo hecho y por término medio
cada cliente no espera en nuestra casa
más de cuatro minutos en ser atendido.
Esto constituye la

Farmacia Franco-Inglesa
LA MAYOR DEL MUNDO

Sarmiento y Florida Buenos Aires


? L \ ^ MINISTERIAL
,
Ministro inteligente,
con algo de filósofo y esteta,
pues conceptuamos que
nuestra juventud, nuestra
^ Sagarna es elocuente deficiente experiencia
y también es poeta. y lo complejo, al par
Cuando se abren los cursos que inorgánico de
o celebra una fiesta algún colegio nuestra vida nos impo-
pronuncia unos discursos nía tina concurrente
que son un verdadero florilegio. y celosa orientaci-
Hablando en cualquier parte, ón comprensiva e
habla con t a l ingenio y con t a l arte integralisia, a todas las enseñ-
,. que nos deja asombrados ' •' onzas que permitieron , . • ,.
;• o, por mejor decir, embelesados. conocernos bien, a-
Llama a Apolo en su ayuda quilaiar nuestros medios
y el dios corre a su lado sin demora • y nuestros recursos,
o le envía una musa encantadora, asumir en verdad
pues Sagarna es poeta. ¿Quién lo duda? la soberanía real
Y escribe endecasílabos y efectiva de nuestra
y ,escribe sorprendentes heptasílabos. heredad y con los
Si la envidia se ceba pies firmes en • la ti^ra
en él y nos rebate, elevar la visión a las estrellas
no.sotros probaremos que es un vate. cual adoctrina el lema
Aquí está su discurso que lo prueba de la Universidad,
y así, seguros de nosotros mismos
Y respondiendo, algunas sanos y alegres ento-
horas después, nar a los cuatro rumbos
. • a la cariñosa demosíración cardinales el himno de la patria,
con que los jóvenes egresados que es canto de libey
quisieron iesiimoniar, en iad, pregón de justicia,
(Esto parece prosa. verbo de fraternid-
Lo que viene después es otra cosa). ad y credo idealistas;
mi persona al Gobierno Nacional, porque es — y cada día
su reconocimienlo y simpatía, debe serlo en mayor
les dije que no habíamos pensado,
como don Quijote en grado — trasunto vivo y luminoso
el pleito de las armas y las letras, del alma ingenua y expansiva de
dirimir una con- la Nación.
tienda de orientaciones educado-- ¡Qué estro! ¿Quién no le admira y le respeta?
nales exclusivistas «Onorato l'altissimo poeta.»
o prevalentes hacia,
las ciencias o hacia las humanidades. DIBDJO DE MACAYA LUIS GARCÍA
LA CABEZA del ITALIANO
SÍILSS NACIONAL
LAS NOVEDADES DE LA SEMANA
CON LOS MAYORES ÉXITOS DE A C T U A U D A D
DÜO GARDEL - RAZZANO
(Con 4 guitarras RICARDO-BAESIEEI)
r
,t
Discos Dobles "Nacional" de 25 ctms. a $ 3.25
Cascabelito. Tango. Solo Gardei. Caruso-Eohr.
18090Í Sueño Marchito. Xango. Solo Gardei. Timami-
Polito.
El Templo de Venus. Shimmy. Solo Gardol.
18100 Millán - Iribarne.
Pobre Amigo. Tango canción. Solo Gardei.
Barbieri - Itial.
ROBERTO FIRPO. Orcjuesta Tipica
Discos Dobles "Nacional" de 25 ctms. a $ 3.00
6259 Pimentilla. Tango. José M. Cruz.
Adiós Madre. Tango. Juan M. Calvi.
í Pétalos. Tango de salón. J. C. Bazán.
6262 [ Pucho. Tango. J. C. Bazán.
FEAMCISCO CANARD. Orquesta Tipica y Jazz-Band
<iQ7o í Mnchachita Loca. Tango. Tírica. A. Scatasso.
[ Juventud. Tango. Tiplea. A. Scatasso.
La Caheza del Italiano. Tango. Típica. A.
{ Scatasso.
Reflejos. Tango. Tipica. F . Cañare.

{Madame Pompadour. Shimmy de José y Josefa.


Jazz-Eand. Leo Fall.
Buena Monta. Tango. Típica. Korón Domínguez.
ELEUTEEIO YEIBARREN. American Jazz-Band

{Ulysse. Shimmy. M. Iv.ain.


Mindin'My Bus'Ness. (De lo mío me ocupo).
Fox Trot. W. Donaldson.

(
Tu lo has Querido. (Jou have wishid it). Shim-
my. A. La Valle.
La Danza del Adiós. (Farewcll Blues). Fox Trot
Blucs. L. Rnppolo.
IGNACIO CORSINI. (Con aoomp. de 2 guitarras),
ooq í La Cabeza del Italiano.Tango. Bastardi-Scatasso.
I ¡Juventud! Tango. Bastardi-Scatasso.
JOSÉ BOHR. BA/^TARDI-yCATA^O
(Con acomp. de Jazz-Band FRANCISCO CANARO)
Discos Dobles "Nacional" de 25 ctms. a $ 3.25
,„,„!,f Dia de Lluvia. Fox Trot. GaJlego-Qnesada.
" [ Yo Tartamudeo. Fox Trot. Bohr - Cllíf. OROUE/Tííl
xÁj^,-^^m
ommoo
POR. I . C O R / i N t
DI./*CO 2 2 9
FONÓGRAFO GLUCKSIVIANN
SIN BOCINA (roble o caoba)
La máquina parlante mejor
dotada dentro de su calidad.
Precio, con 200 púas: $ 45.-
Sffí'

MAX GLVCKSMANN
iLyOYBíMITRElllisffiDAYLAVALlE
=M0HTLVIDEO
ISdelULlO 9 6 6

^!i^:WL>^•?yr^y/^^^^T/v^»c/^^v\Trt^^
Dem ost ración

Pero con lo que dijo basta para que sepamos que


CLEMENCEAU ESCEPTICO Olemenceau se está volviendo horriblemente escéptico
Olemenceau acaba de declarar a un periodista, que en su vejez. No oree en la inteligencia del mundo occi-
el mundo occidental se está volviendo estúpido y que dental, no cree en que Francia ha ganado la guerra,
piensa hacer un viaje al Japón para cambiar de pers- ¿entonces en qué cree ya este fiero luchador, que hizo
pectiva; luego agregó que «el mejor medio de ganar tanto, por asegurar la preponderancia del mundo occi-
una guerra es perderla*. Olemenceau se abstuvo de dental y por organizar la victoria francesa? He aquí
hacer declaraciones sobre la actual política francesa, cómo, aún los hombres más fuertes, flaquean en su
quizá porque aún le queda un resto de sentimiento fe tradicional, se desilusionan al fin del ideal que han
patriótico y no quiere desacreditar al gobierno francés sostenido toda la vida. Esta es una terrible lección
ant§.el mundo. para los optimistas.

LA Moda^ pa.ra I
INVIERNO 1 © S 4
So encuentra oomprjn^ila en la hermosa colección
de modelos que freSentan las nuevas CARTERAS
«M A E ^ Iv z& Cartera para Señoras, notablemente
^ülP'^ua y perfeccionada, contiene: ^
140 FIGURINES Y
SUS 140 MOLDES
de vestidos, trajes, blusas, chaquetas, capas, tapados,
etc., con sus correspondientes
patrones graduados a tamaño
natural, desde el 42 C Aft
liaata el 60, a $ 'Í.UU
Carteras para niñas o va-
rones,con40 mo- 9 t\(\
délos, a . . S OA/U
Para ropa interior de se-
ñoras, con 134 >g {\(\
modelos a.. S •»•%»**
Para ropa interior de niñas
o varones, a pe- o Eft
Ajuar completo pata Bebé
y recién nacido, con 54 ^'^•\\jvl
modelos, a pe- o nn ^!&a
Carteras de Balones - Pijamas
- Corsés - Amazonas - Guar-
dapolvos - Camisas caballero,
etc. Cada cartera a n CA
pesos *>•*»«
Para el interior, libre delicie.
J . L . C O N D E & Cía.
CARLOS FELLEGRINI, 426
Buenos Aires.
IMPORTADA
LA P R E F E R I D A POR LOS MÉDICOS PARA
SU CONSUMO PROPIO ^
Preparada con verdadera malta obtenida de
la mejor cebada y con lúpulo de superior ca-
lidad, de sabor agradable sin ser dulce, de
precio moderado al alcance de todos g^
los bolsillos, es el alimento dietéti- . .pB"'"^
co más indicado para las madres IH^ÍÍ*^
que crían, para los niños, ancianos,
personas débiles y convalecientes.
^ Venta en Almacenes y Farmacias.

Si encuentra dificultad en adquirirla, diríjase a sus únicos importadores:


1170 - B A R T O L O M É MITRE - 1174
Teléfonos: Unión T.. Rivadavia, 1990 - Cooi>. T.. Central, 153
De Avellaneda

M cónsul esiañol de La £1 señor Guillermo Mazzanti


Plata, señor Gaspar, hacien- presidente de la Sociedad
do uso de la palabra. Caracterizados miembros de las colectividades española e italiana, que Italiana "Eoma".
concurrieron al banquete de confraternidad realizado en la Isla Maciel
bajo los auspicios de las Sociedades Roma, Española de S. M., 0. Ga-
llego y C. Italiano '

T U S I A i N SUS T R A J E S . T E J I D O S , H I U A D O S . E T C .
. c c s r v í EZí— ^ ^ ^<

S U P E R -IRIDE*
El R e y da los Colorar\rcs _ j f
Premiado con Gran Premio y Medalla de oro en la
Gran Exposición Internacional de Ñapóles de 1906.
C u a n d o V d . d e s e e t e ñ i r s u s ropas u s e s i e m p r e e l

••SUPER-IRIDE"
y o b t e n d r á el m e j o r resultado.
En venta en las buenas Ferreterías, Bazares y casas de Ramos Generales. —
Únicos concesionarios :TESTOM, FACETTI y Cia. - Defensa. 271-275-Bs. Aires.
En el Uruguay dirigirse a los señores Trabucati y Cía. — Ilontevideo-
**"-•'-*-"-••••'•"•• mm • ^ » ^ . ^ ^ - I 1* W. • - • • S E

C/Produe/o T72ÓJ-üenaíno
de íoL índastrlcK Arjenf/hó.

BiZGOmOS CAFIALE
"CASA PALMA"
GHANDES ESTABLECIMIENTOS SUDAMERICANOS DE CALZADOS
CORRIENTES, 838 — Buenos Aires — C. PELLEGRINI, 78
Dirigir correspondencia a CORRIENTES, 888 SOLICITEN CATÁLOGOS

MODELO N.o 229 MODELO N.° 216


En cabritilla negra,
En cabritilla charola- color sangre o marrón,
da, gamuza negra o En gamuza negra, ca-
caliiitilla negra. britilla charolada y
cabritilla charolada
$ 14.90 color sangre.

$ 14.90

MODELO N.° 226 MODELO N.» 158


En cabritilla charola- En gamuza negra,
da, cabritilla negra, gris y marrón. En ca-
cabritilla charoladaco- britilla negra, color
''"' '-.—re. En cabri- sangre, marrón y cha-
I ' >i i • >ón,colorsan- rolada.
' I . lamuza negra
; blanca. En
seda negra. 14.90
$ 14.90

$ 14.90 14.90

MODELO N.o 59
MODELO N. 58 Botin o zapato con pnntera bigotera. En anca
En gum metal negro y color, doble suela, de potro negro; en gum metal negro y color. To-
gran moda. do cosido alrededor, doble saela.

MODELO N.° 191 MODELO N." 193


En cabritilla charola- Botin gum metal color
da, en gum metal ne- o negro, caña de ga-
gro o color, con cordo- bardina marrón, beige
nes o botones, caña claro, beige obscuro,
de gabardina gris, bei- liso o picado, con cor-
ge claro, beige obs- dones o botones.
curo y becerro mate.

14.90 $ 14.90

Zapatillas de paño, con ribete de peluch o sin él, números 34 al 45 $ 3 - 5 0


dolor
en el periodo, desarreglos, metritis, hemorragias,
inflamaciones, etc., desaparecen tomando el

"Específico Scheid's"
Frasco: S 4.—
En el atraso, escasez o falta del período, tomad
• • A M E N O R R O L*'
Frasco: S 4.—
comprobado inofensivo, siendo estos dos productos
muy eficaces y recetados por los médicos. Pídalos
Todos necesitan una
hoy mismo. Venta en toda buena farmacia.
SCHEID y VALLE Lámpara de Bolsillo
Depósito General: C. FELLE6RIKI,. e44-Es Aires.
Dr. ULISES R. CAEBONE
Jefe del Servicio de enfermedades de señoras y Ci-
rujía del Hospital J. A. Fernanda. — Consultorio:
EVEREADY
Ayacuoho, 1027, Ciudad.
He usado cu el Hospital y particularmente en la
AS lámparas de bolsillo
Amenorrea el específico "Amenorrol" y contra cier-
tas motrorragias "Específico Scheid's", habiendo
tenido siempre buenos resultados. L E V E R E A D Y son las que
producen una luz más intensa
Pida folletos explicativos gratis, en sobre cerrado, y penetrante y las que mayor
a Señora, C. Pellegrini, 644, Bs, Aires (Sección aten-
dida por señoras), por carta o personalmente. tiempo duran de todas las lám-
paras eléctricas portátiles que

SORDOS-
Con los Tímpanos Artificiales del Dr. Plobner
se conocen. Con ellas se ob-
tiene un potente haz luminoso
en el instante que se corre el
se quitan la sordera y ruidos que privan oír. interruptor. Ni el viento ni la
Colocados al oído quedan invisibles. Precio: lluvia las apaga. No ofrecen
pesos 12 c/u. Pida foUetos, gratis, a C. Scheid,
calle Carlos Pellegrini, 644, Bs. Aires. No vacile ningún peligro de incendio ni
en adoptarlos a su uso; no quedará arrepentido.
de accidente. Los inconvenien-
tes de la obscuridad desapare-
cen con una lámpara E V E -
READY.
Estas famosas lámparas se hacen
de muchos estilos y tamaños, todos
de aspecto elegante. Las pilas
"Unit Cell" EVEREADY propor-
cionan un servicio prolongado y sa-
tisfactorio.
Pídanse siem-
pre las lámparas
y pilas "Unit Cell"
EVEREADY.
WREADÍ
^ /
' ^ " ' « U CARBÓN c o l * Vlla, Marzoni y Cía.
Rivadavia, 1451
Buenos Aires
LOS QUE SUFREN
Falta de Vigor Varonil, Lumbago, Do- Lámparas de Bolsillo
lores de Cintura, Espaldas, Ciática, Afec-
ciones del Estómago, Intestinos, etc.,
que necesiten aplicarse la corriente electrogalvánica, de-
ben usar el más perfeccionado cinturón eléctrieo BOBUB
del Dr. Berndt, a pilas secas. Tiene exacto Regulador para
graduar su fuerza, perfecto funcionamiento garantido,
siempre listo para usar sin ninguna previa preparación.
No produce quemaduras. Precio al alcance de todos. -son de mayor duración
Pida hdy mismo en sobre cerrado el

Gratis " libro ilustrado escrito por el Dr. Berndt.


a a E. Scheid, calle C. Pellegrini, 644,
Bs. Aires. Por carta o personalmente.
• ' • /

queros 7
ON maestría de viejo ciru- Estanislao siguió faenando al animal, ea
jano liundió Estanislao su silencio. No contestó ni con un solo gesto de
filoso cuchillo en el bajo aprobación o de disgusto al comentario de su
vientre del animal, muerto compañero. Quedaron en un silencio molesto.
el día antes, para comen- Finalmente Evaristo, haciendo el menor ruido
zar desde allí la tarea de posible, subió a su caballo y, al mismo tiempo
cuerearlo. Evaristo, a su que lo taloneaba, saludó a su compañero con
lado, de pie, miraba silen- un frío;
cioso la escena, mientras — G ü e n o . . . hasta luego.
su caballo tascaba el freno, impaciente. — A . . . dios — contestó, sin mirarlo, Es-
De pronto, y siempre con el cuerpo" inclinado, tanislao.
dijo Estanislao: Cuando habían pasado algunos minutos,
— Ya estoy cansao de hacer siempre lo mes- éste se incorporó y, poniendo las manos sobre
m o . . . — y siguió su faena. los ríñones doloridos, por la incómoda postura,
Hubo un rato de silencio, al cabo del cual y miró cómo se alejaba Evaristo, al trotecito
golpeándose la pierna con su. rebenque, habló de su ruano. Y sintió una profunda lástima
Evaristo: por ese pobre hombre que a los veinticuatro
— G ü e n o . . . me voy — y recogiendo las años, aun no había alimentado ninguna ilusión.
riendas de su caballo se dispuso a montar. — ¿Qué más q u e r é s ? . . . — se dijo, con soma.
— ¿P'ande vas? Y volvió al animal.
— ¿Y. . . ¿ande querés que v a y a ? . . . A re-
correr.
— ¡Ah!
Súbitamente, como si recién se le hubiera ABÍA nacido en «Las Tunas» y allí estaba
ocurrido, incorporándose y mirándole fijamente
a los ojos, dijo Estanislao:
— Dccime, ¿vos no estás aburrido de cantar
H a la sazón.
No conocía sino las estancias de los al-
rededores. De sus padres no sabía nada, ni le
preocupaba tampoco. Sólo recordaba de ellos
siempre el mesmo canto?
" ^ - ¿ Y o ? . . . Y, ¿por qué? , • que tuvieron un puesto en «Las Tunas», desde
Estanislao envolvió a su compañero en una donde lo mandaron a trabajar de boyero, a la
mirada de profundo desprecio y luego se in- estancia. Desde entonces, pocas veces los había
clinó sobre el animal sin contestarle. visto. La última vez fué en ocasión de irse am-
— Vos t'estás quejando e' vicio — aventuró bos para el pueblo, desde donde un buen día
Evaristo. — No te falta nada, comes bien, dor- se fueron para otro campo, situado, no recor-
mís a pierna suelta, tenes menega. . . ¿qué más daba bien si en Trenque Lauquen o en Gua-
querés? miní.
Allí, en «Las Tunas», había pasado su vida. conquista. Que a uno le había sonreído en for-
Nunca le había entusiasmado el pueblo con ma harto sospechosa, que al otro lo miraba de-
sus diversiones, ni los bailes de los ra:nchos de masiado, y así todos. El único que no presta-
los alrededores. Se conformaba con lo que le ba atención a esas charlas de fogón, era Evaristo.
contaban los peones. Buen cumplidor, era apre- Sin embargo, alguna vez pensó en Dominga,
ciado por sus superiores, así como mal quisto pero sin que ese pensamiento lograra arrai-
por sus comjiañeros, que veían en él a un po- garse en su cerebro. Se g.reguntó, con la más
sible capataz. simple de las curiosidades, por qué él también
Evaristo se conformaba con todo; nunca su voz no hablaba de ella en la misma forma que sus
tuvo una salida de tono ni su cara un gesto agrio. compañeros. Fué una cosa pasajera y nada más.
¿Que el mate cocido no estaba en su hora y La misma noche de la discusión acerca de
todos protestaban? ¡Qué importaba! las mujeres y el amor, ya en su cama, Evaristo
¿Que la comida era mala y escasa? A él no no podía conciliar el sueño. Extraña desazón le
le parecía así; por lo demás, al que le parecie- embargaba el ánimo y un cosquilleo molesto
ra escasa que peludiara y comiera peludo asado. le recorría el cuerpo. El cuerpo de Dominga,
Ni los trances más difíciles de su vida, que, regordete y de insinuantes curvas, se le apare-
por otra parte, fueron bien escasos, lograron cía cerca suyo. Una cosa le molestaba sobre
sacarlo de su chocante indiferencia. Ni los in- manera: sus labios, tan rojos, tan abultados,
sultos groseros de un mayordomo que tuvieran, t a n . . . El no se explicaba qué tendrían esos
y al cual imo de los peones inalhiriera, lograron labios para que los recordara tanto esa noche,
iiacer de él un hombre como concebían la hom- hasta el punto de parecerle que los tenía cla-
bría los otros peones. vados en su cerebro. Algo habían de tener de
— Pa eso es el patrón—argüía, y se que- extraordinario para que solicitaran su atención
daba sentado fumando su invariable cigarrillo, de manera tan apremiante.
que no abandona.ba un instante. Era su único Luego de dar vueltas y más vueltas en su
deleite: armar sus gruesos cigarriUos de un ta- cama, pensando en todo lo que habían habla-
baco negro y fuerte que fumaba todo el día. do de las mujeres, resolvió proceder al día si-
No se le conocía ninguna otra clase de vicios. guiente con Dominga, en la forma procaz con
¿Qué vicios iba a tener a once leguas de distancia q-tie procedían los otros peones, esto es, rozarla
del pueblo y no yendo sino cada dos meses? al pasar, decirla piropos e indirectas con res-
J or lo demás, ya se sabía a qué.iba: a com- pecto a un fingido cariño y, sobre todo: íozarla,
prarse la ropa que le hacía falta y el tabaco. sentir el contacto de un cuerpo de mujer.
Tocante a esto último, no permitía que nadie , Al día siguiente, a la hora del almuerzo,
se lo comprara. Sentía un raro deleite en ha- quiso poner en práctica los planes rumiados
cerlo él mismo. Y se venía a la estancia con unos en la obscuridad de la noche y, por la mañana,
cuantos kilos de.tabaco, que luego ponía en la- frente a la naturaleza, entregado a sus tareas
tas para que no se le secara. habituales.
Los peones le querían poco. No le podían per- La primera oportunidad que se le presentó,
donar que cuando se tratara de hablar mal de fué cuando Dominga pasó su grueso brazo muy
los patrones o del mayordomo, él cortara siem- cerca de su cara, para dejar la sopera sobre
pre la conversación, con un frío: la mesa. Como hacían sus compañeros en oca-
— Pero, ¿qué más quieren?. . . siones análogas, Evaristo arrimó su cara tos-
Sin embargo, le respetaban, quizás debido tada por el sol, al brazo de la cocinera. Pero
a su corpulencia. no habla ai'm sentido el roce de la piel cuando
Y así transcurría la vida de Evaristo, plá- sintió sobre su mejilla algo que le quemaba,
cidamente. Su vida era como la superficie de y que no era sino una cuchara, humeante aún,
]a laguna de la estancia que ningún viento, que le aplicara con toda oportunidad, Dominga.
por fuerte que fuese, agitaba mayormente. La algazara fué general. Repuestos de la sor-
presa que les causara el inusitado gesto de Eva-
risto, los peones comenzaron a ' darle bromas,
que no cesaron durante toda la comida.

O uÉ sabes vos de mujeres, si no has cono-


cido ni a tu madre!.. .
Así remató Estanislao la discusión, que
sobre el amor, sostuviera con Evaristo. Este ARA Evaristo, Dominga constituyó una
no supo qué contestar. Ganas le dieron en ese
momento de mentir, pero en seguida consideró
que sería inútil. Todo el mundo conocía sus
relaciones con el otro sexo y no hubieran pres-
P constante preocupación.
Imaginaba mil tretas, a cual de ellas más
absurda, para atraer la atención de la cocinera
hacia su persona. Mas, a pesar de sus lángui-
tado crédito a lo que él pudiera contar. Se calló, dad miradas, de su continuo ir y venir a la co-
pues, y se retiró a descansar. Por otra parte, cina, parecía que Dominga no acababa de dar-
310 tenía mayor interés por la discusión. se cuenta del amor de Evaristo.
Y en efecto, .jamás había conocido a una mu- Y lo que empezó de una manera tan gra-
jer. No sabia qué cosa era el amor, ni en su for- ciosa para todo el mundo, se tornaba en un dra-
ma más simple. Alguna vez quizás lo habría ma sordo, silencioso, que se desarrollaba en el
sospechado, pero, con toda seguridad, no pasó alma de Evaristo y al que asistían sus compa-
de una simple sospecha; alguna vez- quizás, ñeros, en calidad de espectadores. Las bromas,
sintió en él algo que no comprendía muy bien, sin embargo, habían cesado a raíz de un serio
algo así como una necesidad de querer a al- disgusto que tuviera Evaristo con uno de sus
guien, pero eso sentimiento fué tan vago que no compp.ñeros.
logró hacerse carne en él y asi como vino se mar- Cuando más sufría era por las noches. Sen-
chó, sin dejar en su espíritu la más leve huella. tado en el umbral de la puerta de su pieza,
Por aquel entonces había en «Las Tunas» con su invariable cigarrillo enti-e los labios,
vma mujer que atraía las miradas codiciosas perdida la mirada en la inmensidad de la lla-
de todo el personal: Dominga, la cocinera. nura, envuelta en la obscuridadjsuave de las no-
Todos hablaban de ella como de una segura ches del otoño, Evaristo imaginaba toda una
conversación con Dominga, en la cual, él le Llegó y golpeó con los nudillos en la puerta,
confesaba el enorme cariño que le tenía. pero lo hizo tan despacio, que ni él mismo oyó
— Dominga... usted es muy mala conmigo. los golpes. Luego, quiso llamarla:
Usted me desprecea delant'e todos los peones. — [Dominga!... ¡Dominga!... — mas la
¿Es que le he íaltao en a l g o ? . . . angustia le atenaceaba la garganta y las pala-
Ella guardaba silencio. El insistía, impaciente, bras se le anudaron y sólo salió de sus labios
haciendo hincapié en si le había faltao en algo. un sonido ronco, gutural, como de animal en-
Al fin, ella se resolvía a contestarle que no, fermo; un sonido que venía de muy lejos y que
que no le había faltao en nada, que, al contrario, le causó una profunda impresión de miedo, de
y se ponía ruborizada. espanto. Sintió que tenía los labios resecos y
Evaristo, al verla así, le preguntaba: dificultosa la respiración. Estaba delante de
— Entonces. . . ¿por qué? . . . ¿por q u é ? . . . la puerta de ella y no podía entrar. Sus manos
— Es q u e . . . — y de nuevo ese silencio que estaban torpes y como si mil alfileres estuvieran
no dejaba continuar la conversación tan bien clavados en ellas.
encaminada. Pero él, al fin, se resolvía; la to- Intentó llamarla nuevamente; hizo un es-
maba de las manos y se las apretaba fuertemente fuerzo sobrehumano porque su voz saliera sua-
contra su corazón. ve y dulce, pero de su garganta reseca no salía
Al llegar a esta parte de sus pensamientos, sino un sonido doloroso, triste, aterrante. En
una sonrisa de total felicidad iluminaba el ros- tonces, desesperado, extendió los brazos hacia
tro curtido por todos los vientos de la pampa, la puerta. Sus manos llegaron a ella. Vio que
de Evaristo, que liaba un nuevo cigarrillo, me- la puerta se ensanchaba. Ya abarcaba la pared,
cánicamente, con la vista perdida en la inmen- la casa toda, el campo entero. Era una puerta
sidad de la llanura. enorme, maciza, hostil en sus proporciones
gigantescas.
Quiso huir. En seguida tuvo ganas de lan-
zarse hacia la puerta sin saber a ciencia cierta
A vida se le había hecho imposible. El, que
L antes no se afligía por nada, ahora encon-
traba un obstáculo hasta en sus actos
más insignificantes. El que no le perdonaba
a qué. Mil ideas distintas cruzaron su cerebro
en una vorágine vertiginosa; en un segundo
sintió mil emociones diferentes y en un segundo
sintió una enorme pena.
este camíiio tan brusco en su manera de ser, Y, agotado, cayó al suelo hecho un ovillo.
era Estanislao.
Una vez liabla que llevar una tropa de dos-
cientos novillitos a embarcar en la estación más
cercana. Le tocó ir, como casi siempre, a Eva- la madrugada lo encontraron desmayado
risto. Cuando el capataz se lo comunicó, no fué
poca su sorpresa al oirle decir:
— Pero, ¿no tiene otro a quien m a n d a r ? . . .
¡Siempre a mí me toca el choclo!. . .
A frente a la puerta de la pieza de Dominga.
Tenia la cara pálida, demacrada y pro-
fundas ojeras le circundaban los ojos. Impre-
sionaba malamente el verlo.
— Pero pedaso e ' p a v o . . . ¿Quemas querés? Estanilao fué quien lo encontró. En seguida
Te haces un viajecito al p u e b l o . . . compras llevó la novedad a sus compañeros que comen-
t a b a c o . . . — dijo Estanislao que estaba oyen- zaban a levantarse.
do la conversación. Dos de ellos lo trajeron a su pieza y lo acos-
— Te lo regalo el viajecito... — contestóle taron. Poco a poco, y mediante; compresas de
Evaristo, poniendo en sus palabras el tono agua fría, lograron que Evaristo volviera en sí.
más provocador. En los primeros momentos, Evaristo no se
Y a esta rebeldía sucedieron muchas. Había daba cuenta ni se acordaba de nada. Abrió rm
cambiado por completo este hombre, a quien poco los ojos y vio, como a través de una nie-
nada interesaba; este hombre que estaba tan bla, a varios hombres que conversaban en voz
conforme con todo lo que le rodeaba. baja. Vio que uno de ellos se acercaba a su cama
y le ponía la mano sobre su frente. La mano
pesaba enormemente en su cabeza, pero él no
le podía decir que la retirara. Sentía una ver-

V IVÍA torturado. Su espíritu se agitaba en


una lucha cruenta, amarga. Se agotaba
por momentos. Noches y noches pasadas
al sereno, acariciada su cara por el viento, pen-
dadera sensación de alivio; la sentía deliciosa-
mente fría. Poco a poco, la bruma fué desapa-
reciendo de su cerebro y tuvo una vaga idea de
lo que le había ocurrido.
sando en ella, en Dominga. Nunca le había di- — ¡Quién sabe — pensó. — ¡Lo habré soñao!
cho una sola palabra del fuego que le consu- Y se esforzaba por no pensar más, pero en
mía poco a poco. Pero tampoco era concebible seguida volvía a recordar vagamente, hasta
que ella no se diera cuenta de nada. que al fin fué precisando imágenes claras y el
Ya no aguantaba más. Un día se resolvió a recuerdo de la noche que pasara surgió nítido,
hablarla. Decididamente, lo haría en la pri- haciendo subir a su cara una oleada de sangre.
mera oportunidad que se le presentase. Si no Sus compañeros continuaban a su lado co-
encontraba ninguna, la buscaría. mentando, a buen seguro, la escena que habían
Y una noche, después de dos días malogra- presenciado.
dos en esperas inútiles, resuelto a todo, fué a Evaristo quiso hablar. Abrió la boca y de su
verla a su pieza. garganta salió un sonido desarticulado.
Esperó a que sus compañeros durmiesen •— ¿Te duele algún lao? — preguntó solicito
las fatigas del día. Secundado por la obscuridad uno de sus compañeros.
absoluta de la noche, se dirigió cauteloso hacia Evaristo respondió por señas que no.
la pieza de la cocinera. -— ¿Te sentís mal?. . . ¿Querés que te Uevemo
Fuertes estremecimientos nerviosos sacu- al poblao?
dían por momentos su cuerpo, y a medida que Nueva negativa.
se acercaba, sentía que la angustia le trababa — Güeno — dijo uno de los peones.—Va-
las piernas, impidiéndole casi caminar. mo a esperar a que se levante don Andrés, pa
ver qué dice. — Y salió. Detrás de él, salieron de reír, de gritar su enorme alegría, de decirle
todos a hacerse cargo de sus puestos. a alguien que Dominga lo quería, que él era fe-
Evaristo quedó solo en su pieza, fijando re- liz. Lo había leído en la mirada de ella. Y no se
cuerdos y tratando de localizar el dolor que equivocaba. Estaba completamente seguro.
lo tenía en cama y no lo dejaba mover. Intentó levantarse, pero el dolor de la médula
A la hora del mate cocido de la mañana, contá- se acusó intenso, inaguantable. Le cortaba la
ronle a Dominga y diéronle bromas con Evaristo. respiración y lo dejaba fatigado. El sudor le
— ¡Lo han engualichao...! — comentó és- corría por la cara y por el cuerpo. Creía tener
ta, y siguió cebando mate para el mayordomo. fiebre. Las sienes le latían con violencia y el
Cuando ya se iiabían ido todos los peones, corazón le saltaba del pecho, produciendo un
fué a ver a Evaristo. Lo encontró dormido y ruido sordo, desacompasado. Tuvo miedo. Miedo
no lo quiso despertar. Miróle la cara, en la que de morirse sin haber gozado de una sola cari-
tenía impreso el sello de los sufrimientos de la cia de la mujer que amaba. Aliora que éi es-
noche antes y luego, haciendo el menor ruido taba seguro de que ella lo quería, sentía un ho-
posible, arregló las raídas colchas de la cama y rrible miedo por la muerte. Deseaba intensa-
barrió la pieza. Cuando ya. se retiraba, Evaristo mente la presencia de alguien. El miedo cun-
abrió los ojos. La miró con un gesto de extra- día en su espíritu y estaba seguro de que se
ñoza y en su cara apareció una soniisa de ale- moriría. Entonces, en la desesperación, gritó
gría. Quiso incorporarse, pero un agudo dolor, con todas sus fuerzas:
que sintió en la médula, lo hizo encogerse en — ¡Negrooo. . . L a o ! . . . — llamando ,a sus
un instintivo movimiento de defensa Ella en- compañeros. Su voz llenó la habitación, se des-
tonces habló: lizó por las paredes, serpenteando angustiosa-
—- ¿Necesita algo, Evaristo? — y puso en la mente, salió al campo y chocó en el enorme gal-
pregunta toda la coquetería de que se sintió pón de la estancia.
capaz. — ¡Laooo!... —- respondió débilmente el
Evaristo quiso hablar, pero no pudo. Miró eco y siguió vibrando.
profundamente a los ojos negros de Dominga Evaristo comprendió la inutilidad de su es-
y puso en su mirada tanta ternura, que ésta, fuerzo. Nadie lo oiría. Todos sus coiupañeros
que jamás había tenido sino una noción rudi- estaban lejos, en el campo.
mentaria del amor, comprendió que detrá.s de Pasó una hora de angustiosa espera. Cada
esa mirada había algo que no alcanzaba a com- momento que pasaba le convencía de que nada
prender, pero que la desazonaba por completo; detendría el curso fatal de su existencia. Mi-
y le devolvió la mirada con un suave: nuto a minuto esperaba a la muerte que no sa-
— ¡Hasta luego!... bía cómo vendría. Un sudor frío le había empa-
pado el cuerpo. Estaba completamente ago-
tado. Lo rindió el cansancio y se quedó dormido.
o había aún terminado el almuerzo, cuando
N ya Estanislao se encontraba a la cabecera
de la cama de Evaristo.
O-
L ruido de unos pasos lo despertó sobre-
— ¿Qué te pasó, Evaristo?—le dijo con
tono indiferente.
— Nada — le respondió, asombrado de sí
E saltado.
Era Estanislao. La pieza estaba envuelta
en una tenue oscuridad. Llegaban del campo
los mil ruidos que se sienten al caer de la tarde.
mismo Evaristo.
— ¡Ah!.. . t'empieza a gustar hacer sebo. . . Los mil ruidos tristes y monótonos de todos los
Indignado, Evaristo, quiso levantarse, pero atardeceres de otoño.
volvió a sentir el agudo dolor a la médula. Y — ¡Me muero, Estanislao... — atinó a decir
se recostó, fatigado, sobre la almohada. Evaristo.
— Ta güeno — dijo Estanislao, como si no Estanislao lo miró sonriente, incrédulo.
hubiera notado el gesto de indignación de su — Mira, Estanislao, no v'y a pasar de esta
compañero. noche. . . Aura q'ella me quería — agregó,
Uno a uno llegaron los demás peones, los que con honda tristeza.
distrajeron a Evaristo con cuentos y con bro- Su compañero, incrédulo, miraba el piso de
mas, hasta la hora de tomar nuevamente sus ladrUlo de la habitación
tareas. — I Aura q'ella me quería!... — seguía re-
Y de nuevo quedó solo Evaristo. El recuerdo pitiendo Evaristo, mientras sus ojos se llena-
de Dominga acudió a su mente. La vio por la ban de lágrimas.
mañana, mirándole al irse, con amor, con un — Vos no me decís n a d a . . . Lao-... y yo sé que
gran amor. Así interpretó Evaristo la mirada me muero, y no quiero porque aura me quiere.
que le dirigiera Dominga, impresionada — Tas l o c o . . . — aseguró Estanislao. Y
por el hondo mirar suyo. Y entonces, luego, con una sonrisa malévola, le pre-
tuvo la certidumbre del amor de Do- guntó.
'• minga. Parecióle que su corazón — Pero, ¿te morís de veras?
• • se ensanchaba y todo él se sin- — ¡Me m u e r o . . . No v'y a pasar
i tió e m b a r g a d o por un senti- d'esta noche. . .
m i e n t o n u e v o para él, •— Y, ¿di áhi?... ¿Qué más
mezcla de dolor y de ale- querés?...—le dijo Estanislao,
gría, necesidad de llorar y y salió de la pieza.

EfA.
E L SEDAN LIMOUSINE BUICK 1924
Este amplio y lujoso coche no solamente satisface todos los
requisitos para el transporte cómodo de la familia o del grupo
numeroso de amigos, sino que también establece nuevas normas
de elegancia, rapidez y seguridad.

La fuente de energia de su motor de seis cilindros es más que


suficiente para propulsar el coche en las más empinadas cuestas
o para hacerlo correr vertiginosamente en los caminos llanos.

Los frenos en las cuatro ruedasproporcionan la mayor seguridad.


Evitan patinar en los pavimentos resbaladizos al detener el
coche y permiten pararlo en una menor fracción de tiempo y
de distancia de la que se requiere con los sistemas usuales de
frenos en dos ruedas, con la consiguiente economía en el
desgaste de neumáticos.

De aspecto distinguido y servicio inmejorable, el Sedán Limou-


sine Buick 1924, provisto con su división interna de cristal
amovible que separa al conductor de los ocupantes, ha venido
a establecer una base enteramente nueva para apreciar los
automóviles cerrados.

HENRY W. PEABODY & Cíla.


SALÓN DE VENTAS: BARTOLOMÉ MITRE, 1746
TALLERES: BOLÍVAR, 1650
BUENOS A IRES
De Bahía Blanca

El embajador ita-
liano, señor Giu-
riafcti, rodeado por
la eomitiva oficial
durante la visita
que efectuara a la
Escuelaltaliana
de esta c i u d a d .

LOS TALCOS

proporcionaran a su
niño la satisfacción y
contento tan indispen-
TUBERCULOSIS
sables a su delicado
organismo para su con-
u TMCMCIIE
veniente desarrollo. í DU DOCTEUR E. PERRAUDIN
A BASE DE SALES CALCICAS CONVERTIDAS EN ASIMILABLES

En droguerías, boticas EX-CHIMISTE EXPERT D E LA VILLE D E PARÍS


EX-ELEVE D E L ' I H S T I T U T PASTEUR
y casas del ramo. DE VENTA EN TODAS LAS D R O G U E R Í A S
Y FARMACIAS D E L PAIS
LABORATOIRE DES PRODUITS "SCIENTIA"
rtew/íRK. n.j. ^viA 10, RUÉ FROMENTIN, PARÍS
beScittd^türótíA^1

Cómo una joven recuperó su perdida belleza,


encontrando al mismo tiempo algo... que
no había perdido... pero sí deseado mucho/

FRAGMENTOS DE UN DIARIO
Maj'-o 16.—Cumplo hoy 25 años!... He recibido Junio 10.— Por primera vez — mi querido Diario —
— como todos los años en igual día — mensajes afec- voy a volcar alegría en tus páginas!!... El tiempo me
tuosos, lindas flores, valiosos obsequios, y he pasado ha sido escaso en estos últimos días para ir observando
un día de verdadera fiesta. — Pero, como cada vez que en el espejo y confirmando por laa exclamaciones ad-
en la soledad de mi «boudoir» abro este Diario para mirativas de mis amigas y . . . por las miradas de algu-
escribir una nueva página o releer las antes escritas... nos amigos... la maravillosa transformación operada
me siento t r i s t e . . . muy triste!!,.. en mi aspecto!!...
Mi juventud declina! No sólo el espejo rae de- Desde que me apliqué porlae puro pulverizado a las
muestra las muchas fallas que hacen mi rostro des- partes que afectaba el vello, éste — que reaparecía an-
agradable. . . Me lo hacen notar hasta algunas alusio- tes con mayor fuerza después de cada dolorosa depi-
nes irónicas de mis amigas!!! Y, más que ellas, el aleja- lación — no ha vuelto a aparecer!!...
miento de los amigos,.. Todas estas noches, antes de acostarme, he exten-
Y no soy fea!!... Mis facciones son regulares, y mi dido sobre mi rostro y cuello, como si fuera cold cream
boca }' mis ojos hasta han merecido elogios!... — Pero, simple, un poco de cera pura mercolizada (puré mer-
este horrible cutis, tan descolorido, ajado y manchado, colized wax), y en los pocos días de tan sencillo tra-
hace suponer justamente que soy viejal!... tamiento se ha operado una renovación total de mi cu-
Y a todo esto, los años corren... y el ansiado «él»... tis, imperceptiblemente, no sólo para los demás, sino
ni se vislumbra!!... hasta para mi misma!!!... He asistido al teatro, y a
** * reuniones al aire libré, y tanto en los salones como a
pleno sol, me han ponderado la tei'sa frescura y deli-
Mayo 19. —• Concurrí al casamiento de mi amiga cioso sonrosado de mi rostro!!,.,
Clara —Qué hermosa estaba!!... Parecía una niña; A propósito, he afrontado en frecuentes salidas el
y tiene bastantes más años que y o ! ! . . . Dichosa ella!!... frío y fuertes vientos de estos días; y mi cara no so
Su hermosura, cual llave mágica, abrióle la puerta de amorata ni sufre por esas grietas y paspaduras que
im risueño porvenir!!... todos los inviernos me martirizaban. Un poco de sim,-
Me causó gracia e! iri'evcrente comentario de María ple parsidium; extendido sobre el rostro y cuello, lo
Luisa, mientras esperábamos en la iglesia la llegada nace invulnerable a las inclemencias del tiempo; ade-
del cortejo nupcial. «Mira — me dijo •— la profusión más, tonifica grandemente la piel, complementando ad-
»do ex votos que adornan el altar de San Antonio. mirablemente la acción maravillosa de la cera pura
»iVamos a prometerle que nos casaremos ante su altar, mercolizada!!
«siempre que haga el milagro de que esto suceda an- Y, i)or si fuera poca la dicha que todo esto me oca-
otes de un año?...» siona, después de pocas veces que he lavado mi cabe-
Y . . . pidiéndole disculpas por la irreverencia de Ma- za con un shampoo que yo misma preparo, disolviendo
ría L u i s a . . . cuánto pedí y* prometí al glorioso tau- en agua caliente una cucharada de stallax granulado,
maturgo!!... ) voy notando que aumenta la cantidad de mi cabello,
¿Por qué me habrá citado Adela, con tanta insisten- que ya no es lacio y opaco como lo fué siempre, siuo
cia, para m a ñ a n a ? . . . que tiene un brillo y un ondulado tan naturales como
encantadores y permanentes!!!...

Mayo 20. — Si fuera cierto todo lo que me ha dicho


Adela!!... La prueba que he hecho en su misma toi- Junio 12. — El hermano de Adela — el tan codicia-
lette predispone a creerlo!... Cada minuto me ob- do Juan Carlos!!... — me apremia para que le contes-
servo en el espejo para constatar si es cierta la des- te!!. . . Le he dicho que mañana, pues, deliberadamen-
aparición do esa colección de puntos negros y barri- te, he querido fijar el día de San Antonio, para que sea
llos que esta mañana afeaban mi cara; y rae parece el inicial del dichoso porvenir que debo a su poder
mentira que hayan desaparecido con un simple lavado Mañana iré a misa con Adela; a la misma iglesia en
del rostro con agua en la cual se había disuelto una que se realizó la boda de C l a r a , . ,
sola tableta de s t y m o l ü . . . Y todo lo que yo había
hecho antes, tan inútilmente!!!... '
¿Será posible que sean iguulmente eficaces, el porlae
para extirpar el vello; el parsidium para alisar las Junio 13. — Ante el altar de San Antonio, he ren-
arrugas y evitar las dolorosas paspaduras y enrojeci- dido hoy mis homenajes de gratitud y renovado mi pro-
mientos — tan comunes en invierno; —• la cera pura mesa!! . . . Algo me he distraído durante la misa, pla-
mercolizada para quitar el mal cutis y mantener el nue- neando la decoración del altar para el día de mi b o d a . . .
vo siempre fresco y terso; y el stallax para poseer una
cabellera abundante, permanentemente ondulada y Al salir del templo, he renovado mi provisión de
brillante?... cera mercolizada, stallax, porlae, parsidium y stymoL
Felizmente, se encuentran en toda farmacia o per-
íSerá posible que esas simples substancias, todas las fumería.
cuales no me han costado ni lo que un solo pote de
,esas tantas cremas que he usado inútilmente, me atrai- Toda la tarde, que he pasado en casa de Adela, Juan
gan la tan ansiada d i c h a ? . . . Carlos se ha mostrado intrigado por mis cuidados al
paquetito que contenía las preciosas substancias, pre-
Con qué fervor reitero mis promesas a San Anto- guntándome insistentemente qué contenía... Si su-
nio!! . . . piera que se trataba de los principales factores de la
dicha que hoy gozamos!!!..; !
De Bahía Blanca

NI TEMER NI SER TEMIDO DE LOS instinto de sociabilidad que en todos existe; pero,
dadas las condiciones en que ahora se desenvuelve al
HOMBRES vida, casi todos los hombres, por sn profesión se ven
obligados a relacionarse entre sí. Por otra parte, y
El amor a la soledad, cuando no se exagera, nos esto es lo más importante, sólo en contacto con ellos
conviene, porque engendra la meditación, madre de se les puede hacer bien. Lejos, únicamente el escritor
todos los progresos. Guando se lleva más allá de sus o el sabio.
justos límites, indica, si no aversión, por lo menos, No huyamos, pues, de ellos," pero guardémonos de
temor de los hombres. despertar su envidia. Pasemos a su lado haciendo el
Huir de los hombres en el tiempo presente es casi menor mido posible.
imposible. No sólo necesitamos aniquilar para ello el ARMANDO PALACIO VALDÉS.

MARAVILLOSO
Y PRODIGIOSO INVENTO
LOS CABELLOS BLANCOS tomarán su primitivo color natural
a LOS OCHO DÍAS de usar el INSTJSTITUIBLE

Perfumante PELIKANOL
Producto de vegetales preparado en Bai'celona, (España). No
mancha absolutamente nada y por eso se usa con las mismas
manos, como cualquier LOCIÓN DE TOCADOR.
El uso de este ACREDITADÍSIMO articulo no es para
teñir los cabellos de tal o cual color, es únic.imente para
devolver a los CABELLOS BLANCOS su primitivo
COLOR NATURAL, CON TODA GARANTÍA, hayan
sido éstos RUBIOS, CASTAÑOS o NEGROS, sin que
nadie pueda advertirlo. Se garantiza también que no se
caen los cabellos con su uso.
SE VENDE EN TODAS LAS FARMACIAS Y PERFUMERÍAS
PRECIO: $ 8 y 14
Con uno de $ 14 (mayor tres veces que el de $ 8 ) hay cantidad
suficiente paia un año de nso.

ÚNICO CONCESIONARIO:
LUIS CUVILLAS — BUENOS AIRES
Depósito y oficinas: Bartolomé MITRE, 2010 - Baenos Aires.
Solicite interesante prospecto gratis.
AGENTE EN EL URUGUAY :
J. D. BARILARI — Victoria 1037, Montevideo
Depósito y venta: Farmacia "FRANCO INGLESA", Uruguay y Florida.
del iniepiop
de n u e s t r o nuev?o
PALACIO DE 6 PISOS

EGALOMO/a qul&rx lo soi¿c¿¿e por-correa'


y úrzíccunenie a Los del Irderíor
(ENVIANDO ESTE AVISO)
U N ELEGANTE TERMÓMETRO
DE PARED EN METAL
coTz motÍL:»ys
fuutrióiícos.
NOTA: '
CON CADA T E R M Ó M E T R O
e n t r e g a m o s UN CUPOM MASCOTA
presentando el cual en toda compra futura
conseguirá Uti REGALO OE i/'ALOfí.
ZAPÚ era joven y hermosa. Hija de uno que Izapú llore.» Mas ¿cómo hacer Uorar a la
de los más poderosos caciques, era soli- indiferente? ¿Cómo sacar agua de la roca dura
citada de amores por los guerreros más y fría sin un poder que la cuñataí, pese a su
terribles, los que deponían ante su her- decantada ciencia, no podía? Ya que el dolor
mosura y su juventud los trofeos arran- ajeno no era capaz de hacerla llorar, preciso
cados al enemigo con peligro de muerte. era que el dolor se probase en ella. Mas ¿cómo
Mas Izapú no respondía a esos halagos hacerlo si ella estaba protegida por el
y desdeñosa pasaba ante los valientes amor ciego del anciano cacique?
guerreros que a su hermosura y Cierto día en que Izapú, silen-
juventud se rendían, porque ciosa según habitualmente es-
Izapú no amaba, Izapú no po- taba, iba por un camino, le
día amar. Tal era su tempe- salió al encuentro una arru-
ramento. Indiferente al do- gadísima y decrépita vie-
lor, se la llamaba también ja. Con voz quebrada y
«La que no lloró nunca», claudicante, tanto que só-
porque nadie vio jamás lo era un soplo de voz,
que de sus ojos'negi'os ca- rogóla que la cogiese al-
yeran lágrimas. Los más gunas ramas y con ellas
espantosos desastres azo- hiciese un haz para lle-
taron a los suyos: Una varlo a su choza y calen-
inundación del río Uru- tarse porque un nieto su-
guay se llevó las tolderías yo, enfermo de calenturas,
y en ellas perecieron ahoga- se moría allí de frío. Izapú,
dos niños y mujeres; Izapú no indolente y d e s d e ñ o s a , no
lloró. Y en tanto mujeres y hom- ayudó a la anciana. Postróse
bres también se daban al dolor en ésta de rodillas y la rogó llo-
medio de llairtos y lamentaciones, Izapú, rando, con voz más quebrada aún;
indiferente, puestas sus hermosas pupilas ne- mas la doncella, como si fuese ciega y sor-
gras allá lejos, como si buscase detrás de la da, siguió su c a m i n o . . . Siguió su camino
línea azul del horizonte, nada veía, no oía nada. hasta encontrar otra mujer, todavía joven
Su padre, el viejo cacique, sentía un entraña- y con un niñito en brazos. Se le acercó la mujer:
ble cariño por aquella hija desdeñosa al amor su faz pálida, sus pupilas llorosas, su gesto de-
de todos; y en su egoísmo paternal, veíalacomo mudado, denunciaban que el dolor había he-
algo más suyo, ya que estando en edad del amor, cho presa de su alma. Y la rogó si sabía de
no amaba. El la protegía de la cólera de todos algunas hierbas buenas que pudiesen curar a
los de su tribu que de buena gana la hubiesen su niño, porque su niño se le moría en sus
sacrificado, pues la miraban como agorera y propios brazos. Izapú sabía de esas hierbas;
sindicábanla como portadora de todas sus des- no hubiese tenido más que internarse en los
venturas. Hubo «anangé» que propuso some- bosques de ella tan conocidos y traerla a pu-
terla al martirio para obligarla a llorar porque, ñados, a brazadas; pero Izapú, desdeñosa, in-
y esto se lo decía su ciencia que consultara un diferente al dolor de esta madre como antes
sapo puesto a la luz de la luna, porque si Izapú lo había sido de aquella abuela, siguió su ca-
lloraba, la desventura de la tribu trocaríase en mino . . . Siguió su camino por poco trecho,
dicha y sus derrotas en triunfos. Mas al comu- pues una fuerza la obligó a detenerse y escu-
nicárselo al viejo cacique, fué tal la cólera de char a sus espaldas la voz de la cuñataí de la
éste, que ordenó matar al «anangé»; y con su pro- tribu que invocaba a Aña, el señor de las ti-
pia mano, aun cometiendo un espantoso sacri- nieblas, el amo de los maleficios:
legio, hubiese muerto al brujo, si éste no fugara.
Pero la desgracia seguía cebándose sobre la •—Aña, pertnité que esta mujer que no se ha
tribu. En un combate sostenido contra los tan compadecido del dolor de una abuela ni de una
feroces caiguás, la tribu del viejo cacique fué madre, no sea ella nunca ni madre ni abuela.
dispersada por los montes; cayeron en poder Aña, permite que esta mujer que nunca h.a llora-
del enemigo las más hermosas de sus doncellas, do, llore siempre, viva siempre llorando. Aña,
y bajo la herida de sus armas los más aguerri- permite que esta mujer cuya dureza al llanto fué
dos de sus guerreros. Una hermana de Izapú, la causa de tantos males, sólo haga bien con su
hermosa como ella, pero de corazón blando y llantoalos demás que tan indiferentes le eran...
destinada a ser «cuñataí», cayó prisionera del E Izapú ya no oyó más, porque ya no era huma-
jefe enemigo. Un hermano, el más vaUente, for- na su figura. Al terminar su invocación la cuña-
nido y hábil de los guerreros de la tribu, el des- tal, la doncella quedaba convertida en un árbol.
tinado a substituir al viejo cacique, fué encon- Y desde entonces, en las selvas tropicales,
trado agónico entre los matorrales. yérguese este árbol cuyo es esta-particularidad:
de sus hojas despréndese continuamente vm
Después de aquello, la tribu, reducida a abundante roclo que refresca el aire: Es la don-
nñas pocas mujeres y a un puñado de comba- cella que llora, que llorará para siempre y con
tientes, rodeando a su cacique anciano, mudo su llanto hace bien a los demás, a sus semejantes
, de dolor y de despecho, refugiáronse en las los hombres, que tan indiferentes le fueron
selvas. Izapt\ estaba con ellos, indiferente cuando era forma humana la suya. Porque la
como de costumbre, sin que sus pupilas leyenda, que no olvida su fin ético, ha
negras se empañasen con una sola querido hacer de la indiferencia al dolor
lágrima. La anciana cuñataí de la ajeno un símbolo del que se sacrifica
tribu consultó los astros de nuevo; a sí misijio y llora para bien de los
Puso en su consulta los talis- demás, hasta del viandante incóg-
• . manes y sortilegios de su sa- nito que acierta a llegarse al pie
biduría, y volvió a decirle: del árbol que siempre llora
«Para desviar la mala- y que lleva el nombre de
, ,> . ventura que azota a la doncella que iiunca
los tuyos, es preciso lloró: Izapú.
i=^i^n:cfe&=%=^°fe;ij^¿fc^s==:a=g¿b?^^

L I C O R DE LOS HERMANOS

Familiar en todos
los nogares

CONCESIONAR IOS"

•fe^==^^===ji3:?;c^=;^?;^s==5%==g^9i=:^a3i¿;¿a;°>=^^°? %aga5a;¿isJ?jf5?;3^^=aa=:^)^^P:i
De San Fernando

Aspecto del Salón


Municipal duran-
te el gran festival
artístico, realiza-
do últimamente.

ü n núcleo de dis-
tinguidas concu-
rrentes a la fiesta
antedicha, la cual
adquirió lucidas
proporciones.

DISIPAD EL TEMOR
\'
A LAS COMIDAS
NO MAS MALESTAR DIGESTIVO

La mayor parte de las formas de los desarre-


^ T E L E F O N O S '5a glos estomacales como la dispepsia, la'indiges-
tión, la gastritis, los ardores, acidez, bostezo, etc.
ULTRA-RADIO son debidos o acompañados por un exceso de
2' " MANHATTAN ' 2000 ohms. $ 12.00 acidez y una fermentación perjudicial de los
8 "MURDOCK' .2000 ohms. $ 10.00 alimentos. Suprimid esta acidez, esta fermenta-
" MANHATTAN ' 3000 ohms. $ 13.80
ción y podréis tomar las comidas sin preocupa-
LIQUIDAMOS ros más de malestar digestivo ni de dolores ul-

%
Accesorios radio por cuenta de fabricantes
Precios verdaderamente sensacionales
VISÍTENOS O ESCRIBANOS
i teriores. El mejor medio para llegar a este re-
sultado es el procurarse en la farmacia un frasco
de Magnesia Bisurada. Tomad media cuchara-
dita de las de café en un poco de agua después
'i GRATIS : Enviamos folletos con
ilustraciones y precios,
de cada comida o tan pronto como se deje
Atractivos descuentos, a sentir algún d o l o r . No sólo la a c i d e z será
i profesionales y reven- neutralizada, la fermentación cortada, sino que
yp dedores.

f<
..sy la inflamación de las delicadas paredes del
MAGDALENA ^%\ estómago será calmada. No sufráis más, tomad
^ M A I P U , 689 S ^ Magnesia Bisurada y aprovecHad agradable-
^1^ Bs. Airea. mente de vuestras comidas, como todo el mundo
sin temor a dolores digestivos.
Empezará Vd. bien el día
tomando como desayuno una taza de
Chocolate Noel. Su gusto delicioso a cacao
de la más excelente calidad y fina vainilla,
proporciona al paladar un placer incom-
parable. La elaboración del
Chocolate Noel
a base únicamente de elementos tan sanos
y nutritivos, como el azúcar y el cacao,
, asegura un alimento insubstituible.
Pídaselo Vd. a su proveedor y fíjese que
la etiqueta lleve impresa esta palabra:

La marca que tiene una fama de 77 años.


De Villa Luro

A lo que el chico respondió:


APÓLOGO •— Porque es feo.
—Un muchacho cruel tiraba piedras a un pobre sapo ; •— Los animales — repuso el hombre —• no son, en
que acababa de salir de un matorral. realidad ni feos ni hermosos, sino tal y como deben
ser. Más feo, pero mucho más feo que el sapo es algo
Un hombre compasivo que pasaba jior allí se detuvo que 3'0 conozco.
y le dijo: — ¿Y qué es?
— ¿Qué daño te ha hecho ese pobre animal? ¿Por — El corazón de los niños malos como tú, que mal-
qué quieres matarlo? tratan a los animales.

E n la estación húmeda y fría son


muy frecuentes las enfermedades de
los órganos respiratorios, tos, coriza,
resfriados, dolores del pecho, etc.
Al notar los primeros síntomas, tó-
mese la ,

Guayacose "Bayer" \
La Guayacose suprime la tos y demás
molestias. Además, la Guayacose
posee valiosas propiedades recons-
tituyentes. No debe por esto faltar
en ninguna casa.
^^^^^^^
Interesantes artículos
de calidad y moda que
nuestra casa ofrece en
condiciones de precio muy ventajosas.
ORION con ala dobladillada armada a roulé, en fieltro de
muy buena calidad, con forro y guarniciones finas; coiores . ^ C *%
pizarra y champagne $ lOadU
SOMBRERO forma Orion marca «Borsalino», clase especial; ^ _
colores negi"o, marrón y gris plata, ala r i b e t e a d a . . . . . . . . $ ¿ 9 a
CAMISETAS de lana normal, fabricación inglesa, de rica . « C #*
calidad y excelente abrigo $ W«wO
CALZONCILLOS largos, haciendo juego $ Q, 2 5
CAMISETAS de lana Slietlan, color gris, encorpadas, el ^ ^ e #%
máximo de abrigo y duración $ IZBWO
MEDIAS de pura lana, punto tricot, encorpada.s, colores «• «»K
obscuros jaspeados, marrón, azul, gris, etc. El par § Z»25
CHALECO TRICOTA con mangas, en tejido punto de lana, #>#%#*
de mucho abrigo % 9a9 O
ELEGANTE ECHARPE en fina seda rayada, colores de ^_
moda, tamaño giande, desde $ | 2«

ALHAJAS FINAS y fantasías originales de calidad pueden obtenerse en


nuestra casa, a pagar en diez meses, solicitándonos un CRÉDITO.

A.DE N I C H E L I Y C ! A
AV. de MAyo y B3°de I r i g o y p n - B^ Aires - Suc «n M A r d e l Plaf"a.
De San Justo

nerviosa extraña, como si estuviera bajo la influencia


UN SISMÓGRAFO HUMANO de una corriente eléctrica. Queda casi incapacitada
Inglaterra posee un sismógrafo humano, «una mujer para hacer cualquier cosa mientras le dura, pues se
que registra las sacudidas de los temblores de tierra en inmoviliza súbitamente.
cualquiera parte en que se produzcan». Asi lo ha decla- El i^rofesor cita una carta fechada el 10 de diciem-
rado el profesor H. H. Turner en un artículo sobre los bre que afirma que: «los terremotos japoneses la han
terremotos, publicados en la «Quarterly Review». afectado fuertemente y que tuvo un ataque a3'eri).
«una mujer de una sensibilidad notable», escribe, Casi inmediatamente, agrega, «la explicación del fuerte
ha podido desde hace muchos años anunciar casi ataque fué dada: se había producido un violento tem-
todos los terremotos en.todas las partes del mundo blor de tierra en la India el 9-de diciembre, a las 1 1 '
antes de que se reciba la noticia. Sufre de vina tensión de la noche».
CÁMARA GOERZ
ROLL-TENAX 8x14
Es ligera, de fácil manejo y
construida sólidamente. Toma
fotografías formato tarjeta
postal y está dotada del in-
mejorable objetivo GOERZ DOGMAR F 1: 4, 5, muy apta
para instantáneas rápidas aun con tiempo desfavorable.

$ 275

GEMELOS DE T E A T R O con
"ÓPTICA ESPECIAL TEATRO COLON"

LYS PARÍS

LEMAIRE
EL SURTIDO MAS VARIADO
PARA TODOS LOS GUSTOS
EXCEPCIONAL.—Un buen gemelo de teatro con su estuche, $ 15.

Primer Instituto Óptico Oculfstico

LUTZ, FERRANDO Y C>A;


FLORIDA, 240 ~ BUENOS AIRES
Cabildo 1916, Belgrano - Almirante Brown 1067, Boca - Rivadavia 6879, Flores
ROSARIO-CORDOBA-TUCUMAN-SANTA FE-LA PLATA-MAR del PLATA
De Lujan COMO FUE ENCONTRADO EL LADRÓN
Mustafá, sabio y rico mercader de Damasco, tenia
un sólo hijo, llamado Said, al cual quiso educar con
prudericia, pero Said confiaba demasiado en un joven
armenio que logró engañarle varias veces sin desper-
tar sospechas.
Un día Mustafá y Said se vieron obligados a ir a
Bagdad por cuestión de negocios.
. — i^ quién confiaré mi dinero durante mi ausen-
cia? — se preguntó el mercader.
•—A mi amigo, el armenio, desde luego — dijo su
hijo. — E s el hombre más honrado de Damasco.
— Muy bien, Said — exclamó el padre -— por una
vez voy a seguir tu consejo.
Dio a su hijo una caja grande y fuerte para que la
pusiera al cuidado del armenio, y cuando Said volvió
se fueron a Bagdad. Dos meses rilas tardo volvieron a
Damasco, habiendo ganado una suma considerable de
dinero con su negocio.
— Ahora, hijo rüío, dijo Mustafá — ve a ver a tu
amigo y tráeme la caja.
Fué Said en busca del armenio; y pronto i'egresó
muy angustiado.
— Has insultado a mi amigo — exclamó, pues no
era dinero lo que le has confiado, sino un montón de
piedras.
— Dime, hijo mío, ;,cómo ha sabido tu honrado
amigo que sólo había piedras en mi caja? — preguntó
Mustafá. ,
— Debe haber roto las tres fcerraduras y esto te
probará ahora que yo tenía razón para no confiarle
nada de valor.
Said bajó la cabeza y desde entonces se dejó guiar
por la sabiduría y experiencia de su padre.

El doctor Enrique Udaoado. director del Museo Colonial e Histó- Mira, mira — dice doña Eufrasia — cómo me aca-
rico, pronunciando, desde los balcones del mismo, una brillante rician las olas.
alocución patriótica en la fiesta realizada el dia del 114.» aniver- — Sí; ya se sabe que el agua del mar tiene muy mal
sario de la Revolución de Mayo. gusto.

los Constipados
anii^uos y recientes
Tos Bronquitis
son
Los efluvios que emanan las flores,
se hallan concentrados en el perfume

- O R G í A"
LOCIÓN, EXTRACTO, POLVOS y JABÓN

Depositarios:

González, García y Cía.


ALSINA, 1058 — Bs. Aires.
La. moda, tan capricliosa siempre, nos imjjone hoy femenina esta indiscreción; pero el gesto es tan bonito,
tir.ii innovación, cuya transcendencia puede llegara tan lleno de señoril sencillez!
ser incalculable. Bien saben ustedes, lectoras amigas, En cambio el comentario menciona la triste aven-
que la nota más perfecta del chic femenino, consiste tura de una de las más acaudaladas figuras de nues-
ahora en lucir collares de perlas, cuyo grosor ext.ra- tra aristocracia, que adquiriera recientemente en Pa-
orJinario y perfecto oriente, podrían^avahiarse en su- rís uno de los decantados collares de fantasía; cada
mas realmente fabulosas; sólo un experto, puede tasar una de aquellas perlas, evocaba el recuerdo de las joyas
en su justo valor, esos collares prodigiosos, dignos de de Aladino...
ficnirar en los tesoros de algún príncipe liindíi... Pero Después de rendir tributo a la fantasía parisina de
las brillantes figuras de mundanas que ostentan la rigurosa actualidad, marchóse a Londres, donde de-
tunbicionada joya, declaran con encantadora sinceri- cidió ostentar su célebre y magnifico collar — legí-,
dad, que sus perlas son falsas, y cjue las han adqui- timo, se entiende — y enriquecido por algunas per-
ri.'o por algunos centenares de francos en Iji casa Ch. las nuevas de fabuloso valor. Sus amigas poco exper-
(le París. Debemos convenir — mu^' complacidas, por tas, seguramente, elogiaron la magnífica joya, diciendo:
1 ¡orto —-en'que la moda lia tenido un rasgo de inusi- «¡Pero, qué collar más bonito! ¿Lo compraste en casa
tada sensatez! Cuántas \"eces, me he atrevido a expre- de Ch.? ¡Cualquiera lo tomaría por verdadero!
sar que consideraba como un alarde de vanidad im- Era de, ver entonces, el desconsuelo, y por último,
penlonable, el empleo de sumas que llegaban a repre- la indignación de nuestra interesante eorñpatriota.
sentar un crecido caudal, con el solo fin de adquirir Parece que daba pena realmente el comprobar hasta
el ivdispevsahle hilo de perlas, más o menos decora- qué punto llegaba a afectarla el error de esas exce-
t i v o . . . Parece que el concepto fuera aVjriéadose ca- lentes amigas, capaces de confundir un capricho de
mino, merced a la fantasía qiie nos autoriz», hoy a la moda, con las maravillosas perlas de su collar, digno
lucir una joya que, al realzar el encanto femenino de figurar entre los tesoros de algún príncipe h i n d ú . . .
¡son tan tentadoras las perlas! ya sea para acompañar El tema del día nos ha sugerido, lectoras amigas,
el sobrio traje lailleiir o un lujosísimo atavio, no re- maravillas feéricas... pero tal vez ignoran ustedes,
presenta sin embargo, ni el alarde vanidoso, ni el sa- que el comentario mundano dei actualidad, podría
crificio pecuniario. Nadie se atreve ya a comentar imponemos el referir un cuento de hadas en acción:
la osadía de la Señora de X., o de Z., que lucen co- el persistente susurro, me obliga a ser lo más indis-
llares de perlas falsas, cuando todo L>1 miiiido sabe, que creta posible... y repetir por consiguiente, la frsise
FUS medios de fortuna no están de acuerdo con esa legendaria: «Erase una vez un príncipe, tan apuesto
ostentación ridicula; pero si este último grifo de la moda caballero, que su varonil belleza eclipsaba la de sus
permite tan inocente satisfacción a la coquetería fe- fieles cortesairos... X'n día llegó al reino de su ilustre
menina, el comentario insinúa con cierta malignidad, padre el representante de una nación amiga, con su
quo las brillantes personalidades mundanas que dis- hija, tan rubia, como el dorado resplandor del sol, y
frutaron hasta ayer, como jirivilegio exclusivo, el poder cuya belleza deslumliró al joven príncipe, que le riri-
ostentar collares cuyo valor representa por lo menos diera el homenaje de su sincera admiración...»
un capital de cien mil pesos, están s\imidas en profunda Ya ven ustedes que el preámbulo no difiere mucho
aflicción, ante este nuevo capricho de la moda, que de la tradición, pero la adaptación moderna asegura
liiere sus sentimientos de agudo snohismo... ¡Vanidad que hace largos meses, al celebrai-se en el real palacio,
de vanidades! una solemne recepción, el principe quiso admirar el
Y, sin envbargo, el tema de hoy me impone anotar primoroso trabajo de uno de los brazaletes que lucía
en esta crónica mía, con la acostumbrada indiscre- la interesante figura juvenil, y le pidió, que se lo per-
ción, un hermosísimo ejemplo — dado por una de las mitiera examinar de cerca; ella se lo quitó, accediendo
más destacadas personalidades de nuestra aristocracia con toda gentileza a la solicitud del príncipe, que, to-
— ejemplo que revela un generoso desprendimiento, mando la artística joya, exjM-esó así:
nnido a una sencillez realmente señoril: asegura el co- «No tardaré en devolverle e,ste brazalete, puesto que
mentario que una distinguidísima }' muy acaudalada confio en emprender un largo viaje, rumbo a lejanas
(íama argentina que decidiera — en determinadas • tierras...»
I ircunstancias — ofrecer a las jiorsonas más allegadas LA DAMA D U E N D E
a ella, el obsequio de una propiedad valiosa, o de una Buenos Aires: Junio 10. 1924.
joya de determinada importancia, eligió un collar de
perlas, tasado en más de setenta mil pesos, para una
prestigiosa y señoril figura femenina con la que le unen
lazos de parentesco y amistad, pei'o que, a pesar, de
ser dueña de una gran fortuna, no se había preocupado
aún de adquirir el collar indisiiensabU para toda dama
de su r a n g o . . . La valiosa joya no fué aceptada, por-
que la cultísima figura femenina consideraba, absolu-
tamente innecesaria esa ostentación. Pasó el tiempo,
y hallándose la misma dama en París, irodeada de los
suyos, llegó el caso de celebrar un grato aniversario
de familia: el jefe del hogar ofreció entonées a su es-
posa un magnífico collar que representaba también
un valor aproximado al del que rechazara en otra opor-
tunidad la señoril figura; como ella insistiera en que •
no consideraba necesario ese detalle do lujo para su
atavío, el renombraílo joyero parisino, empeñado en
realizar la ventajosa operación, rogó a la gran dama
porteña que consintiera en lucir el collar durante- un
mes, seguro que no podría habituarse luego a n o usar
la magnífica joya. Aceptó la dama el trato, con mali-
ciosa sonrisa, y al vencerse el plazo estipulado, se
presentó en la "casa de la ruc de la Paix, cliciendo al
artífice que no volvía en sí de su asombro; «Aquí
tiene usted su collar, ya ve cómo hay mujeres que
pueden vivir tranquilas sin perlas...»
Cuentan asimismo, que como su esposo se empeñara
en hacerle un obsequio que representara el valor atri-
buido al famoso collar, la generosa dama optó por que Señora Enriqueta M. de Noó
esa suma fuese repartida en partes iguales entre sus Distinguida dama de nuestra sociedad cuyo iallecimiento cansó
tres hijos. Séame perdonado por la prestigiosa figura bonda impresión.
Alumnas de la: Academias Sínger, rindiendo sus pruebas linales del Primer Curso, acto que se realizó en el Ealcn '*PrÍRce
George's Hall" los días 5 al 10 de Mayo próximo pasado
y a su férrea volun-

U
N brillante
y elocuen- tad, inteligente di- '
te a c t o La Mujer Argentina y el Bordado a Máquina rección y activo en-
tusiasmo, se debe el
que ha si-
do una demostra- alto grado oMenido
ción del progreso ACTO ORGANIZADO POR LA COMPAÑÍA SINGER en dicha labor, que
alcanzado en una ha venido a ser una
de Jas hermosas maravilla dcsperta- ,
m a n i f e s t ñ cienes da en la cultura le-
culturales femeninas, fue el que se llevó a cabo en el amplio nicnina. La paite técnica, que encierra una compleja y cuidado.-a
salón del l*rinee George's Hall, de la calle Sarmiento, 1230.. el üi-ganización y que ha cooperado muy eficazmente en dicha labor,
día 4 del corriente mes. ^ " ú lajo ia entusiasta dirección del señor Chas Sanders.
Este acto que fué presenciado por una numerosa ccncurrencia 'luí alejamiento de la mujer de la vida de la calle y de! talk r.
femenina en su casi totalidad, fué organizado ]:or la Singer giiiiindola hacia la agradable labor en cl hogar, al amparo y
Sewing Machine Company, con motivo de la distribución de cuidado de los í-iiyos, lespcndo a una sana acción de notorio;?
certificados y premios, a las alumnas de sus Academias gratuitas, fines niorales, que se peuigueyse obtienen con hermosos resulta-
instaladas en la Capital Federal y alrededores, que aprobaron el dos fn la acción educativa que importa la enseñanza de labores
primer Curso Reglamentario de Estudios, correspondiente al bordadas a máquina. Veintitrés mil seiscientas veintitrés alum-
Libro Argentino de Bordados. nas desfilaren durante el año 1923, por las doscientas veinte ,
Las pruebas finales del püraer ctirso, son semestrales y en Academias gratuitas, instaladas en esta Capital y en distintas
esta, oportunidad, fneron realizadas en el mes de Mayo illtimo, ciudades y pueblos de la Iíe])ública. Es digno hacer notar, que en
en el mismo salón. Doscientas ochenta alumnas se presenta- ninguna otra parte del mundo, cl bordado a máquina ha sido acep-
ron para rendir sus pruebas de suficiencia, que son realizadas tado y desarrollado con íanto cariño como aquí, y puede decirse
dentro de un marco de estricta legalidad y seriedad. que entre nosotros están las más i:erfectas bordadoras a
Los resultados generales han sido excelentes, máquina. Una de las manifestaciones más Intere-
debido a la cuidadosa preparación de las santes de este éxito, es el L\bro Argentino de
alumnas, que obtuvieron im elevado pro- liordados Singer, obra itetamente argen-
medio de clasificación. tina, que ha sido aceptada y ai)laudida
Semejantes pruebas finales, en distintas partes del mundo. La
realizan periódicamente en ios entrega de premios y certificados
más importantes puntos de la a las alumnas que aprobaron el
República, donde la Compa^ primer curso, según puede
nía Singer tiene instaladas apreciarse por la demostra-
sus Academias. ción gráfica aquí reprodu-
cida; adquirió lucidos
AI acto a que hacemos contornos. I ^ numerosa
referencia, a s i s t i e r o n concurrencia, que al-
especialmente invita- canzaba a 1.500 per-
dos el doctor Mateo sonas, siguió con visi-
Quijano," Subsecreta- ble interés los dis-
rio de Instrucción c u r s o s pronuncia-
Pública; el doctor dos, otorgando su
Eduardo Lauronce- aprobación con in-
na, Inspector Gene- sistentes manifesta-
ral de Justicia de la ciones de aplausos.
Kación;e! Hou. H. Hizo uso de la pa-
H. Morgan, Cónsul labra el doctor Ma-
General de los Es- teo Quijano, Sub-
tados Unidos de secretario de Ins-
Norteamérica; ía t r u c c i ó n Pública,
señora Herminia L, quien dijo que el
de Roth, Directora Gobierno Nacional,
de la Escuela Nacio- aplaudía la labor des-
nal de Economía Do- arrollada por las Aca-
méstica y distinguidos demias Singer, en bene-
caballerosy hombres de ficio de la cultura feme-
negocios de ia colectivi- nina. La señora Herminia
dad norteamericana. L. de Roth, Inspectora
La obra educativa que de las Escuelas de Econo-
con tanto empeño y acierto, mía Doméstica, hizo entrega
desarrolla la Compañía Singer de los premios y certificados y
en la He pública Argentina, fué pronunció algunas palabras de
iniciada hace 10 años con las difi- estímulo, para las alumnas que con
cultades propias de toda obra nue- tanto éxito habían rendido las prue-
va, y en la actualidad ha llegado al bas finales. Aplaudióla obra que des-
grado más perfecto imaginable en este ai rolla la Compañía Singer, con tanto bene-
sentido. Parte del numeroso póblíco que ficio para la mujer e invitó a todas a aceptar
El señor C. Whittemore, en su carácter do asistió al acto de la entrega de el progiama completo y perfecto de ense-
Gerente Genera] de esta Organización, ha sido premios y certificados a las alum- ñanza implantado en sus Academias
el más decidido propulsor de la obra realizada. nas que aprobaron el primer curso.
HÁGALOS ^5¿XN L U Í
N.° 3004. HERMOSA GUITARRA,
Guitarras "AMERICA" "BOCA D E E S T R E L L A " constnií-
da en maderas extrafinas de nogal,
Las más famosas por su so- tapa armónica en abeto de los Alpes.
noridad y construcción Con método 'para aprender sin maes-
artística. tro y embalaje gratis, pe- ^ i ^
sos s^KJm"
N.» 3005—REGIA GUITARRA VALEN-
CIANA legítima. Caja en fina madera de
nogal de los Pirineos, boca artística y filetes
alrededor de la tapa aiTnónica. Con ^ C J
método y embalaje gratis $ y^ J%"
Otros modelos de GUITARRAS • •^ hasta pesos
desde pesos PCaí SOO,—
CATALOGO ILUSTRADO N." 23 remitimos enviándonos
S 0,20 en estampillas.

VIOLINES Modelos de auténticos

STRADIVARIUS
ARTÍSTICOS

MANDOLINES FINOS
MODELOS DE CATANIA
N.o 5613. —MANDOLÍN construido en ma-
deras finas, escudo calado e incrustacio-
nes de nácar. Lo remitimos con método
para aprender sin maestro, FUNDA DE N.o 4101 bis. — BUEN VIOLIN DE ORQUESTA,
REGALO y embalaje gratis, por 4% • • construcción esmerada. Se remite completo, con
solo " % áSD, estnche, arco, pez y embalaje gratis,
Otros modelos de MANDOLINES desde
§ 11.—ha.«ta % 850.=
r>or solo 38.-
Catálogo ilustrado de MANDOLINES y N.° 4102 bis. — PRECIOSO VIOLIN DE SALÓN.
BANDURRIAS N.° 35 remitimos envián- Instrumento fino. Lo ofrecemos completo, con
donos $ 0.20 en estampillas. estuche, arco, pez y embalaje gratis, / Í C 5 0
por solo I TTO»

Otros modelos de VIOLINES desde % 85.—


hasta pesos 2.500.—
MAESTROPIANO Catálogo ilustrado N.° 24 remitimos envián-
donos S 0.20 en estampillas.
El piano ideal para es-
tudio y concierto. Lo
toca el más profano
igual que el gran pia-
nista. Acordamos faci-
lidades de pago para su
adquisición. Solicite
catálogo ilustrado N.°
3X de "Maestropia-
nos" y rollos perfora-
dos 88 notas. AVÉlVIDA MAYO,
PRACTICO/ E IH/TRUCTIVO;^,
PARA LA/ TRADICIONALE/ FIE/TA/
> ^ N J U A N Y>AN PEDRO
GRAFÓFONOS "AMERICA"
Las máquinas parlantes de MAYOR RESONANCIA,
dotadas de Gran Corneta amplificadora de los sonidos
y de los más modernos adelantos de la acústica.
N.o 101. — CAJA FINAMENTE LUS- Mido 34 X 34 X16 centímetros. Motor
TRADA, midiendo 31 x 31 X15, mo- Suizo de dos cuerdas. Con 6 piezas,
tor Suizo perfeccionado. Con 6 pie- 200 púas y embalaje gra- ^ ^ JÉ?
zas, 200 púas y embalaje Md^k 50 tA6, a S 99a—
gratis, a S 4 9 •— N.« 117. — EXCELENTE GRAFÓ-
N.» 109. — HEEMOSO GEAPOFONO FONO. Caja terminación caoba con
con caja altamente pulida 5' tapa a tapa a bisagra. Mide 38 x 38 x 18 cen-
bisagra para abrir. Motor Suizo. Con tímetros. Motor Suizo de dos cuerdas.
6 piezas, 200 púas y em- * J E Con 6 piezas, 200 púas
balaje gratis, a S O w •—
K.» 114. — CAJA TERMINACIÓN
y embalaje gratis, a. $
K.° 6. — GRAN GRAFÓFONO DE
115.-
CAOBA, con tapa a bisagra, mide LUJO. Caja finamente lustrada en
3 3 x 3 3 x 1 7 centímetros. Motor Sui terminación cacba, midiendo 41 por
zo. Con 6 piezas, 200
púas y embalaje gratis S 75.
N.° 14. — REGIO APARATO, caja
41 x22 centímetros. Poderoso motor
Suizo de dos cuerdas. Con 6 i>iezas.
200 púas y embalaje | á¡^ Á
en nogal de Italia con tapa a bisagra. gratis, a S IWUB—

mi 9ooooejCLOi».ó^^^
CONCERTÓLA
^ ^ ^ ^ ^ La máquina parlante que en-
cierra bellezas imponderables
i.- E s ^ ^ , ; . que contribuyen a iníundir s o -
laz, esparcimiento y aumentar
el encanto del hogar.
N.o 4 bis. — CONCERTÓLA, mo-
delo para mesa, mueble en fina
madera de roble o caoba, motor
Suizo perfeccionado de dos cner-

J das. Con 6 piezas, 200 púas y


embalaje gratis, pe- i C
sos
N.° 6. — CONCERTÓLA DE SA-
ft
ISU."

Ik oooo LÓN, mueble fino en madera do


roble o caoba, con armario guarda
discos. Motor Suizo de dos cuerdas.
POR SOLO Con 12 p i e z a s , 600 p ú a s y
embalaje gratis, P C - ^ C ^ ^ ^

$19J
lemitimos con embalaje gratis y método
N.° 5 bis. — REGIA CONCERTÓ-
LA con armario guarda diseos, pre-
cioso mueble en madera de roble o
caoba con finos adornos de mar-
quetería. Gran motor Suizo de dos
para aprender sin maestro este bonito cuerdas. Con 12 piezas. COO^in'ias
y embalaje gratis, pe-
Acordeón de 8 bajos y 19 voces. Ofre-
cemos a precios de fábrica el más gran-
dioso surtido en Acordeones a PIANO,
sos 330.-
SEMITONADOS y CROMATICOS de la otros modelos de CONCERTÓLAS,
afamada marca "PIEMONTE". Soli- desde S 4 5 . — hasta S 650.—.
cite el catálogo ilustrado N.° 26 de Solicite catálogo ilustrado N.° 21
Acordeones y Bandoneones. enviando .? 0.20 en estampillas.

979. — (No cerramos los Sábados. No tenemos Sucursales).


De ChiviJcoy

Alumnos de las escuela» locales y público gue asistió a la hermosa iiesta realizada en la Plaza principal, iestejando
el 114.» aniversario de la Eevolución de Mayo.
no griego y el hosanna de los hebreos. Cada una de las
HORROR SAGRADO estaciones pone y retira su tienda. La salvaje inmensi-
Nada hay en la creación qne no sea transitorio, ensa- dad no está siempre contenta, y se oye en su parte infe-
yo, bruma, aventura y sueño, que la vida se alimenta rior confuso gruñido. El mal, ese gran blasfemo, se en-
con la muerte. Es una decoración cuyos bastidores están laza con el bien, y el conjuntode todo eso es la vida.
pintados por las dos caras; aquí presenta la faz y allá la En todas las cosas puede verse el la¿íO que ata lá noehe
careta. Todo habla en ella; los pinos, las encinas, los to- con el día; el prodigio divino rueda en esos tumultos, re-
rrentes, los escollos, que bate incesantemente la marea. volviendo nuestras leyes, nuestras creencias y nuestros
Nada miente; nada en ella se equivoca, ni lanza una cultos; para hacer avanzar la justicia y probar el dere-
nota falsa, ni un grito perdido. Ninguna voz dice una cho y el progeso, los desatres intervienen casi tanto co-
cosa por otra. El viento sabe lo que se dice, lo mismo mo ias victorias; el misterio profundo dedosvoeescon-
que el apóstol; la estrella habla con la aurora, y cuando tradictorias se nos presenta siempre, y el infierno de la
abre la atmósfera la desgarradura enorme del relámpa- razón al paraíso desde un extremo al otro del siniestro
go, la tempestad profunda murmura confusamente el horizonte. El sarcasmo afirma, maldecir es creer, y el
verbo que en tiempos antiguos los poetas pronunciaron, silbido es un raido que comprueba la existencia de la
y del que salió como un eco del tenebroso tenrjílo el him- gloria. —VÍCTOR HUGO

MUSARDISES TA N G O
tEUlLA SAIS-TU?

tES/iPARFUMERIES DE

liAB'ilíiJLA
a.RUE EOOUARD V1I.PARIS.
VENTA POR MAYOR
C E R A N Ó; C í a .
SUiPACHA, I!i8 — U.T., 37. Rivadavia, 3 5 5 2
Corriente& niz-so
BvenoJ ñipej.
Instale o renueve el moblaje de su
hogar, aprovechando las positivas veij-
tajas que ahora ofrecemos.

JUEGO DE DOEMITORIO construido en roble norteamericano, cuerpo


entrante, amplio formato 3 cuerpos, herrajes y aplicaciones de bron-
, ce cincelado, lunas Saint Gobain biseladas, mármoles color selecciO' GÜAEDARROPA, imitación roble, puertas
i nado. Compuesto de: 1 ropero, 1 «toilettes-cómoda, 1 cama matrimo- corredizas sobre rieles, luna biselada, herra-
nial con elástico reforzado, 2 mesas de luz con espejo. El juego, pesos jes de bronce. Medida: alto 215 ctms., an-
600.—. El mismo luego con ropero do 1 luna, igual y U E A cho 143 ctms. Precia de gran A g
,tamaño S • # ^ W » reclame S 9 9 B

• '-^ass
CAMA DE HIERBO esmaltada al laque, JUEGO DE DOBIUIORIO, en roble macizo, lunas biseladas ovaladas,
con elástico imperial reforzado a doble mármoles de color, herrajes y aplicaciones de bronce. Compuesto de:
tejido, todo en hierro; 2 plazas, S 45.—; 1 ropero amplio formato, 1 cama matrimonial con elástico reforzado,
1 i plaza, S 36.—; 1 pía- ^% W" i mesa de luz y 1 «toilette» forma cómoda. El juego ^k ^ ^ __^
completo S ^%J%Mm
^ s £9.—
De Lavallol

i _ _ ^ i b . . ^ : '*• •..;• . ~ , •• •_
. .. ¿ , í --liSÍ^

' •«•ÉBBHÍK^^'^,-:;A.%..-,- •"


^H^^á ', Concurrentes a la demostración ofrecida por el señor Zacarías Benitez | ,^^1
m^^K' a un núcleo de amigos del periodismo y comercio, con loable propósito ^^H
HI^^K»^ ,- >•. i ^° estrechar más sólidamente los vínculos de amistad que los une. I, „ . .... I L L ^ M B I

LA NUEVA correspondiente debilitamiento del bido a la gran frecuencia de las co-


organismo en general. rrientes eléctricas usadas en las plan-
ENFERMEDAD Los médicos alemanes, que recien- tas inalámbricas de gran poder.
temente descubrieron tal enfermedad,
La enfermedad del inalámbrico han hallado que sus pacientes pre-
ha sido agregada a la lista de las mo- sentan una considerable reducción En el tribunal:
dernas enfermedades, aunque ella no de los glóbulos rojos de la sangre. El juez. — ¿Qué edad tiene usted,
ataca sino a los operadores de los po- Atribuyen ellos tal enfeiTaedad en señora?
derosos aparatos radiotelegráficos ins- parte a la estrechez de los cuartos La señora (turbada). — Cuento
talados en los buques. Tal enferme- en que trabajan los operadores in- veinticinco años.
dad presenta los síntomas de la ane- alámbricos a bordo, y en parte a la El juez (con severidad). — ¿Y
mia o pobreza de sangre, con su excesiva oxonización del aire, de- cuáTitos no cuenta usted?

RAD OTELEFONIA Y FOTOGRAFÍA


Nuevos departamentos recientemente inau-
gurados con un amplio y selecto surtido
y aparatos y accesorios ultra modernos.
RECEPTOR T. S. J. N.o 1
CÁMARAS BROWNIE
PLEGADIZAS, AUTOGRAFICAS
TIPOS Y TAMAÑOS EN CENTIMETEOS
K." 3 A S.» 2 C 2 A 2
8xl4cm. 7 i x l 3 i 6 i x l l 6x9
Con objetivo menisco $ 55.— $ 50.— S 38.— S 33.—
» 8 rápido rectilíneo » 65.— » 60-— s 44.— » 38.—
Estuche imitación cuero... » 8.— •) 7.50 » 7.— » 8.40
Bollos de películas 6 esp. N." 122, -S 2.—. N.» 130, $ 1.80
El receptor que usted debe adquirir, por su gran íí.° 116, S 1.30. N.» 120, $ 1.—. Rollos de películas 10 esp.
alcance, selectividad y fácil manejo. Construido N.° 122, S 3.30. N.» 130, S 3.90. Rollos de películas 12 esp.
en regia caja de caoba lustrada, le 21 x 40 x 26
centimetros, llevando en su interior las pilas de N.» IIB S 2.40
placa, encendido de filamento y su andión: precio I E^stas p e l í c u l a s c o r r e s p o n d e n e n orden
con lámpara, pilas y un par do | J " ^ ' correlativo a las m á q u i n a s anteriores.
teléfonos S 1 9 Ua O
»^

^ t

c^.
'"\\
í^
^4>-

¿A nflTURílLEZ^ ES CIEG/1 K<

y avanza recta e inflexible hacia sus fines. Empujado por


ella va el hombre. Pero ella ni lo ve, ni lo oye, ni lo siente.
Con idéntica impasibilidad lo halaga o lo tortura, lo levanta
o lo derriba, lo crea o lo destruye. El hombre, sinembargo,
usando de las mismas fuerzas que ella le otorga, ha ido,
poco a poco, aprendiendo a defenderse. Así, por ejemplo,
tratándose de los dolores físicos, la ciencia humana ha lu-
chado hasta llegar al descubrimiento de la
CAPIAS PI R I Ñ A
que es el analgésico perfecto, pues no solo alivia rápida-
mente los dolores de cabeza, muelas y oído; las neuralgias;
los resfriados; el malestar causado por los excesos alcohó-
licos, etc., sino que levanta las fuerzas e imparte
al organismo una grata sensación de bienestar.

En tubos de veinte t^ibletaf y Sobres


Rojos Bayer de una dosis.
Al lado del niño convaleciente o del
anciano debilitado,
En los principales clubs sociales,
En el restaurant de moda, '
jEn la alta vida mundana,
En cualquiera de estas manifestaciones de
la vida, el

Oporto DOM LUIZ


es una figura destacada, es un factor de
sana alegría y perfecto bienestar.
BUENOS AIRES, 21 DE JUNIO DE 1924

AÑO X X V I l
CARASYCARETAS N.° 1342

EL N U E V O EDÍFÍCIO DE LA FACULTAD DE F I I . O S O F Í A Y LETRAS


CCLOCACIÓN DE LA PIEDRA FUNDAMENTAL

E l. Ministro (1(. .I„sii i,. ,. Ii¡<|,,„( i.-,i, l'ulilica l¡rinai:(!o el a( la <_ur ív.O (¡(^jioMlada al ((ilo;ar,-c la piedra
tunilaincntal. /•,« /„ /,„,/,. ,„/,,•„„.• l.a liilaina (,li ia! iirupada por r! l'riiiii'i-:\laL'¡Ktrado el <lo;tor SaL'arna,
, vi liitondi-iite .\l\iin. ipa!, el rei-toi'de la r i i i v e u i d a d de Buenos Ain-s. lioiti.i' A i i e , el decano de la [''aíidlad
de iMlüsolia y^ Letras, doetoi- Kojas, los d e c a n o s de las J''aculta('es de l.'erec lio. Aíironomia v X'eterinaria. v
d e Cieneías Kconoinieas, pioh sores de las iiiisnias y otras iiersonalidades, al verificarse la (ei'enionia, (pie d e n t r o
de su s e l u i H e / , ad(pnrió las propon-iones de un signifiíativo aconteí indento.
FCTCS DE BELL.
A C T U A L I D A D E S
Nuevo Presidente de Francia Cas? P r o v i n c i a l y C o l e g i o d e l a s H e r m a n a s S i e r v a s

M. Doumergae tiue presidía el senado al re- Monseñor Beda Cardinali, la señora Dolores Anchorena de Elortondo y el doctor Norberto
nunciar M. Millerand, /siendo electo presi- Láinez que presii ieron la inauguración del nuevo ediiicio de la benéíica asociación
dente de la República Francesa en la última religiosa.
asamblea realizada en Versalles.
b a n q u e t e a n u a l d e la C á m a r a d e C o m e r c i o Norteamericana

Aspecto general del Cabecera de la mesa


salón donde se sir\ió presidida por el emba-
el tradicional banque- jador estadounidense,
te que anualmente M. Wallace Riddle y
ofrece la prestigiosa cono idos miembros de
entidad a sus socios. la eole^tiádai.

E x p o s i c i ó n Nacional d e T e j i d o s E n el S a l ó n Nacional d e B e l l a s Artes

El doctor Alvtav, la pretidenta de la Comisión de Señoras de la "Una clase de Semiología en la Far- litad de Ciencias Médicas",
Liga Patrió) ica Argentina y demás concurrentes a la tiesta inau- uno de los óleos del pintor Roberto íantuzzi, expuesto jn dicho
giLial patrocinada por ésta institución. salón.
DE LA S E M A N A
Acto i n a u g u r a l de la quinta Sala C u n a del P a t r o n a t o d e la Infanci a

El doctor Alvear y distinguidas personalitlades que concurrieron a la inauguración de la Doña Regina Facini de Alvear pasando re-
nueví , sala-cuna donada por la señora Ernestina Ortiz Basualdo cíe Llavallol. vista a los niños de la nueva sala-cuna.
E n la Catedral N o r t e a m e r i c a n a Nombramientos E n el A u t o m ó v i l Cliíb

Q •*• i

Don Ernesto Casares, nom-


brado recientemente por el
Poder Ejecutivo gerente déla
Lotería Nacional.

El emLajador estadounidense y el ministro de Don Wenceslao Reguena, nue- El Jefe de Policía, miembros de la Comisión Direc-
Relaciones Exteriores, doctor Gallardo presidiendo vo subgerente de la Lotería tiva y algunos de ios imitados a la celebración
el homenaje realizado en memoria del; primer Nacional; desií?naciones que del vigésimo aniversario c¡ue sorprende a la co-
Ministro de Norte América en nuestro país, con han sido acogidas con satis- nocida institución deportiva y social en pleno
motivo del centenario de su fallecimiento. íacción general. iloreci miento.

Distinguida* señoritas y i;aLaileros que a^iytieron al te y taile de benelicencia realizado por la Asociación de Nuestra Señoia de Lujan^
atneáa ituiiión a la que le dio animación una numerosa consurreücia.
FGTCS DE ARROYO Y BELL
rii
Dii la ]>antal]a de la actualidad desfilan fifiuras ]^olitiras.
P hechos e x t r a o r d i n a r i o s , historias pasionales y crímenes
horrendos.
La tragedia del Azul es de n n a intensidad t a n e n i o t h a ,
q u e no o b s t a n t e e! a p a s i o n a m i e n t o del jiúlilico diu'ante el i;ri-
m e r acto de ese d r a m a — el lieclio, -— interesándose, y su exal-
tación en el a c t o segundo — el juicio oral en el Azul, — a h o r a ,
en el a c t o tercero — el sejíundo juicio en La P l a t a , — la Ojiininn
p a l p i t a a n t e las noticias de los diarios que sobre e^e asinito
informan.
Mateo l'anks es la fiíjiira m á s enigmática de la criminoloíría.
No es un d e g e n e r a d o , no es im loco, no es u n desequilibiado
siquiera. Autoridades como el doctor Durquot aseíjuian que
ese hombre misterioso es el «exponente m á s a l t o de la haliilidad
y de la destreza; el tipo m á s
a c a b a d o de la simulación y de
la disimulación».
Mateo líanks calla, calla
siempr(í. E n su derredor van
acinuulándose, d u r a n t e el jui-
cio oral, las ]'ruebas conclu-
yentes de su culpa feroz. Pe-
ritos, docun.entos, testigos,
totografias, afirmaciones com-
probadas. Como un mosaico
\ a construyéndose, júedra ]:or
piedra, esa com]ilicada ligura
que rei)resenta todo el ciimen:

BANKS EN «EL TRÉBOL», OYENDO LA DECLARACIÓN


EXPLICANDO A LOS CAMA- DE SANTOS BLANDO <'EL
RISTAS CÓMO ENCONTRÓ COLCHONERO!) EN EL J U I -
LOS CADÁVERES. CIO ORAL DE LA PLATA.

LOS PERITOS EXAMINAN EL PIE DE MATEO BANK5


PARA CERCIORARSE DE SU COARTAHA.
desde su nacimiento en el cerebro de Mateo llaiilis luista el
entierro de sus víctimas.
Y él caJla. Con las manos cruzadas; sus ojos claros entre-
abiertos, sombríos, sin expresión, extraviados como los de un
ciego, aprieta los dientes y reflexiona, sin inmutarse, como si
todo lo que en su derredor sucede no se refiriese a el.
Su última carta la jugó en «las estancias de la Jluerte» cuando
la Cámara de La Plata llevó a Jfateo Banks al escenario de
sus hazañas siniestras. Allí hizo entonces su nltinia tcTitativa
de defensa; pero fracasó, y al contradecirse ]HMler(isanieiUe liubo
de entregarse de pies y manos a la \indicta pública, como una
presa que le debía.
Y no habló más. Su mutismo elocuente es la confesión de su
derrota; el abandono que hace de si mismo a la muchedumbre.
En el cráneo de ola esfinge
del Azul» luchan las dos ideas
fundamentales que constitu-
yen el coeficiente de su jior-
\enir: XJshuaia y la .Aluerte.
Vencerá la más poderosa. Y
fse es el enigma que rodea la
ligura del ya condenado a re-
clusión perpetua.
¿Es un esjúritu tuerte o es
un cobarde en quien el instin-
to de conservación es más fuer-
te que la propia vida?
B L BUZO.

EL PERITO TALABARTERO MATEO BANKS LLORA TEA-


QUE DEMOSTRÓ LA COAR- TRALMENTE EN «EL TRÉ-
TADA DEL BOTÍN DE MA- BOL*.
TEO BANKS,
C R o N I C P O I C I
I n t e n s a t r a g e d i a p a s i o n a l

ca. h a s t a qne u n a
U NL'i'if'iito.
ílruina r-aii-
nca- cai-ta aiióiiiina le
sionaíio 1 f)r rl reveló el parade-
desvio (le una i'O de at|uélla. Ar-
iiuiji^r t u v o liijíar miido de \u\ re-
en la cn^a de de- vólver liizo acto
pai'tnnioiitcs de de J)re^ellcia en vi
ralle A^ííierü d e p a r t a m e n t o ci-
miniero 11 :í(). tado donde • sor-
Jétela J.aria- p r e n d i ó a su
niendi,jir<ieiitina a m a n t e y a su
do 20 años de c o n i p a ñ e r o ju-
edad, h a b i a vivi- diando a las cai-
do h a s t a hace jio- tas en oonipañia
coK m e s e s co u Estela L a r r a m e n d i , víctima (foto- d e dos amigos. ^'
'
Jíicardo Alliois, Hu j i r o n u n c i a r
gralía t o m a d a hace once años).

Ricardo Albors, victimario Héctor


y suicida.

palabra, Albors hizo fuego a


arfientijio de 45 años de "lístela y luego a Gatto, bi-
e d a d . De la unión de am- 1 ii'ndolos a amíios de m u e i -
bos nacieron u n niño y u n a li Momentos dtsjan.'^ j en
niña, de 6 y 3 años respecti- t iKUU'-tancias en (jue la po-
vamente. li( n bat n a t t o dt ])iesencia.
Sin causa que justificara Alboi-- il)0(o-c i l <um<i en
su a c t i t u d , lístela Larramen- l.i ^u n d( H ( h a N st d i s p a r ó
di, c u a t r o días a n t e s de la \m tiro. <pH le ocasiono la,
tragedia, a b a n d o n ó el hogar miicrti. instan tan* a m t n t e .
y en compañía de Hifetor i an I i]iii!a tu¿ la e s c e n a
G a t t o , de 23 años de e d a d , (iiH 111 lo-^ -luiuos (|ne .itoin-
a r g e n t i n o , fwé a o c u p a r un 1) iiialtau a 1 si( i i \ l U c t o r
d e j i a r t a m e n t o ( n la casa de pudieion ( \ it u l a ni t a m -
la calle cferiíla. Profun- poco t 1 a ^ m t c dt polu Ui que
d a m e n t e afectado ])or la u i i d u ) lingo al llamado d e
a c t i t u d de su c o m p a ñ e r a . Ultima fotografía de Estela Larramentli. s á c a l a en conipania de una los \( I inos a h u m a d o s i)or
Albors e m p e ñ ó s e en su bus- amiga en los jardines de P a l e r m o . las jíiimeías d t t o n a i iones.

Dramática resolución de un amante Original odisea de una joven

A' •ansa de los


• malos t r a t o s
de que la hacía
gi'm se lia com-
I^robado 1 u c g o ,
sus p r o i > ó s i t o s
eran o t r o s , jiues
1 "^ INA Varodini, ilaüana, sol-
t e r a d e 22 años, ciiil)arcó-
se en el puerto de (¡éiiova,
a bordo del \ a p o r fi'ancés «Ai-
víctima su a m a n -
te J u a n i.aiiza- h a b i e n d o ido a siua» p a r a ir a reunirse con su
lot, t í a m n n a Oje- v e r a su excom- m a d r e en Marsella. E n el t r a n s -
d a altaiidonó el jiañcra y luego de curso del viaje, se e n a m o r ó d e
hogar ai'oiiipaña- insistiren sus rue- un c o m p a t i i o t a , y como c^te
d a iior ima hijita gos, sacó un re- la promeliera casarse al llegar
d e corta e d a d . vólvcir e hizo tres a Buenos Aires, la joven deci-
Afectado el hom- disjiaros c o n t r a dió continuar su viaje b a s t a
bre ¡lor la d e t e r - la niujcr deján- i'sta. Y para e^•itar t r a s t o r n o s ,
minación de su dola m o r t a l m e n t e c a m b i ó sus ropas de mujer ])or
compañera, escri- hci'ithl. Al v e r un imiforme de m a r i n e r o , con-
bióle u n a carta, caer a la v í c t i m a i'undit'iidose así con los d e m á s
en la cual Ic ma- L a n z a l o t volvió h o m b r e s de la trijuilaeión. Sin
nifestaba que si el a r m a hacia si e embargo, no pudo el engaño
no t o r n a b a al ho- h i z o un c u a r t o {xiütinuar a bordo. V 'fina, des-
gar, se daría la d i s p a r o , hiriéndo- c u b i e r t a por algunos debió lia-
J u a n Lanzalot, uxoricida, y se levemente. cer su viaje escondida e n t r e el
m u e r t e . Pero, sc-
CLue luego intentó suicidarse. c o m p a r t i m e n t o de nii'uiuhias,
sitio al que le era llevado el
alimento por el coeinero del
liarco «pie de esta m a n e r a 1&.
i'iX'sróayuda. JJcgado el vapor
a n u e s t r o jiuerto, la audaz jo-
\"en 'i'ina, se dispuso a dcseni-
1 ari;nr. Pero \m oficial de lii
L'relectura qiu; a la sazón se
eiicoutra!)a ciTca s<)s])echó la
ciilidad del marinero, hiterro-
gatla hábilmente y l l e \ a d a a.
i n e s e n c i a del capitán del bar-
co, fué establecida su verda-
d e r a personalidad, pues al sa-
carse la gorra apareció su a b u n -
d a n t e cabellera de mujer; co-
mo habia algunos p u n t o s sin
aclarar, a la joven se lo di-diva
rriesg'ada eu el Hotel de Inmigraiiltí-,

El victima 10, en compañía de su esposa, la víctima, y de su hijita. El cocinero del vapor 'V I s i n a " Oficial inspector de la Prefec-
que protegió a U joven d u r a n t e t u r a , señor C áceres, que fué el
el viaje. primero en intervenir.
F I G U,"R A S DE. A CT U A L I D A D
D O c T o.R LE O P O L D O D IAZ
NUEVO MINISTRO ARGENTINO EN EL PARAGUAY
PORALONSO
scRiTOR y poeta de alto vuelo, diplomático distinguido y caballeresco, su
E designación para ocupar el alto cargo en el país hermano ha causado íntima
'satisíacción, por cuanto ella justifica ampliamente el concepto elogioso
unánime, que el desempeño de su misión en el extranjero ha merecido.
OTRO VESTIDO QUE COMO EL PRIMERO TUVO LOS LLAMATIVO TAPADO COMBINADO A CUADROS
HONORES DE DESPERTAR EL MAYOR INTERÉS GRISES Y BLANCOS. EL SOMBRERO PEQUEÑO SE
EN EL ARISTOCRÁTICO HIPÓDROMO.
HA IMPUESTO ABSOLUTAMENTE ESTE OTOÑO.
FOTOS DE NUESTRO CORRESPONSAL EN PARÍS.
Lo QUí ^UENA DL^Pimio P O C H O L O

p o ri^
¿ V V I N N E D_T-0 N
D I B U J A N T E NOf:n"EAMER.lCANO
A teoría del
L libre albe-
d r í o , que
ha enviado a pre-
de los siglos, to-
dos iguales en su
esencia y todos
distintos, no obs-
sidio o a la horca tante. . .
a tanta gente, es De tal convic-
uno de los mu- ción nace nuestro
chos fantasmas fatalismo inque-
que ha ideado la brantable. Todo
humanidad para influye perpetua-
darse importan- mente en todo,
cia. El animal va- y de ahi que lo
nidoso por anto- que se nos antoje
nomasia no es el más pequeño pue-
pavo real, sino el da ser enorme y
hombre. El mo- t e n e r derivacio-
zalbete ^•e con nes y resonancias
j ú b i l o acercarse infinitas.
la hora en que la «El canto de
ley ha de decla- los pájaros — es-
rarlo mayor de cribió Víctor Hu-
edad; la hora te- go — influye en el
rrible de las res- m o v i m i e n t o de
ponsabilidades no los astros». Y es-
le asusta. tas palabras son
A don Fulano, mucho más que
que se cree for- una frase infla-
mado «a imagen mada de poeta,
y semejanza de poi'que expresan
Dios» según le una verdad. ¡.'Vea-
enseñaron en la so encierren toda
escuela, le gusta la verdad!. . .
exclamar echan- l'or eso hace-
do atrás el cuerpo mos mal en otor-
Y metiendo los garnos la respon-
pulgares en las sabilidad de nues-
sisas de su cha- tros actos, pues
leco: nada es perfecta-
— ¡Yo soy res- mente «nuestro»,
ponsable de mis y esa voluntad,
actos!. . . cuj'a independen-
Nosotros, des- cia libérrima tan-
de hace mucho to nos envanece,
tiempo — y cuan- a n t e s que u n a
to más conoce- d u e ñ a es «u n a
mos el mundo con ad m in i stradora»
mayor seguridad de cuanto la He-
nos ratificamos rencia — la ver-
en esta creencia — esta- dadera reina omnipotente
mos ciertos de que el libre •— dejó en nosotros. De-
albodrío es una quimera trás de cada individuo
late un medroso «porqué»
filosófica falsa y muy
molesta, dicho sea de
paso; y, de consiguiente,
que nadie, ni aún aque-
irioviETA una fuerza racial que re-
reduciéndole a vertigino-
sa insignificancia, le re-
llos dictadores que pare-
cen moverse fuera de los
códigos, son dueños ab-
ILGOYC- noi dime, le hace inaccesible
a la responsabilidad y es
para él como una agua
solutos de si mismos, ni lustral. Se nace santo o
e n t e r a m e n t e responsa- se nace criminal, lo mis-
bles, por tanto, de sus mo que se nace rubio. . .
acciones. o sanguíneo... o Jmfático...
En la evolución universal, tantas veces com- — ¿Y la educación?. . . ¿Es que el medio no
parada a un tren en marcha, si alguna máquina influyo en el n i ñ o ? . . . —dirán algunos.
hay, es el Tiempo; todo lo demás, minerales, A lo que yo respondo:
vegetales, personas, mundo. . . son «unidades — Cierto que influye; ¿pero acaso ese medio,
del convoj'», cuerpos cjue caminan eternamente adverso o favorable en que el recién nacido em-
— nadie sabe ni sabrá por qué — y tirando pieza a desarrollarse, no es también algo pre-
ciegamente unos de otros. La vida es un Pla- establecido?
cer . . . o un D a ñ o . . . — esto también está por Busquemos la razón de nuestro tempera-
descubrir — cuyo misterio recibimos y trans- mento e inclinaciones en nuestros padres,
mitimos a ciegas. Nuestros padres nos la dieron quienes a su vez obedecían a la idiosincrasia
y nosotros la damos a nuestros hijos apresura- que recibieron de sus progenitores, y asi hasta
damente, cual si su enigma insondable nos remontarnos al primer hombre.
quemase las manos. Apenas empezamos a vivir, Por lo cual a ese orgulloso «don Fulano»
empezamos a morir; y asi siempre a lo largo que se cree responsable, y, de consiguiente.
autor único de su vida moral, yo le diría: Esta declaración hace suponer que en el tren
— No sea usted majadero; usted no es «prin- que Naruse quiso descarrilar viajaba la mujer
cipio» de nada. Usted es un pelele, un muñeco ingrata o infiel de quien el despechado quería
movido por el aparato de relojería de la He- vengarse. En esta cabala salvaje hay algo ló-
rencia. ¿Usted sabe por qué esta tarde se ha gico. Y no obstante la explicación del horroroso
comprado una corbata azul?. . . Pues porque intento criminal es otra. . . mucho más tenebro-
en el siglo xii un ascendiente suyo se desayunó sa, más incomprensible; otra tan obscura, tan
con un plato de lentejas y media docena de bárbara, tan laberíntica, que apenas hallamos
naranjas... su razón.
Y esto que acabo de decir no es una pam- La víspera del atontado, Naruse había sor-
pirolada, pues nada se pierde, y todos nues- prendido a su novia entre los brazos de un indi-
tros actos son corno piedras que rodasen per- viduo. Esto es todo. En aquel momento el bur-
petuamente por las paredes de un abismo sin lado no pensó en matar a los traidores, sino en
fin. «Del hombre — afirma sabiamente el pro- escapar, y transido de celos y de rabia echó a
fesor Otus — sólo conocemos la superficie». correr. Durante toda la noche erró por el campo
¡Muy cierto!. . . Y no olvid-emos que los re- como si quisiera huir de si mismo; pero no podía
cursos más fuertes de nuestra alma, los im- olvidar lo c]ue vieron sus ojos, y la odiosa escena
pulsos más rotundos y simuladamente más se devanaba sin cesar ante él, semejante a un
arbitrario de la vida social, i^adican cabal- «film» interminable. Aquel cuadro lo llevaba den-
mente «en lo que no vemos». tro de su alma, y era como una llaga, cada vez
A principios del año actual estuvo expuesto nías grande, en su memoria. Y a la mañana
a descarrilar en las inmediaciones de Tokio siguiente fué cuando determinó — para des-
un tren que llevaba a la capital a varios pro- ahogar su cólera — hacer descarrilar el expreso
hombres de la oposición. La prensa mundial de Tokio,
y particularmente «las izquierdas» japonesas, ¿Qué le impulsaba a ello?. . .
creyeron tratábase de un atentado político Naruse, ahora no se lo explica. Pero nosotros,
urdido por el gobierno, o tramado, al menos sí. La explicación de su acto debemos buscarla
con su beneplácito. Esto indignó a la opinión: en la «indiferencia» con que todas las personas
hubo manifestaciones públicas, se celebraron con quienes debió de cruzarse en el curso de
ardorosos «mítines» pidiendo el esclarecimiento aquella noche trágica le niirarían. Naruse las
del hecho y el severo vería pasar tranquilas, y
y fulminante castigo de su sosiego le exasperaba.
los culpables, y el es- —INli dolor—pensaría
cándalo, en suma fué

{Em^K3
—noles importa. Es cier-
tan enorme que deter- to que ignoran mi des-
minó la disolución de gracia, pero si la supiesen
la Dieta. Sin embargo, probablemente se enco-
la mano criminal, que gerían de hombros... o
preparó la espantosa se echarían a reír. . . En-
catástrofe permaneció tonces ideó su crimen,
en la sombra. . . porque en su subcons-
Ahora, después de ciencia algo le insinuaba
tres meses, se ha des- que el dolor de los demás
pejado el misterio y aliviaría un poco el suyo.
aparecido la verdad; Y, mientras, ayudado
una pobre verdad tan por las primeras clari-
nrezquina, tan increí- dades del alba, iba arran-
ble, tan grotesca. . . que cando los rieles, el mi-
mueve a risa. serable se diría:
Espontáneamente, — Todos esos viajeros
movido a ello quizá que ahora son felices,
por un deseo de noto- pronto quedarán destro-
riedad, un rústico lla- zados. ¡Mejor!... Que
mado Naruse, se ha mueran, que lloren, que
presentado en la Je- sufran . . . como y o . . .
fatura de Policía, di- Tengamos miedo de
ciendo: nosotros mismos, lector:
— Vengo a consti- tengamos miedo más
tuirme ]ireso. que a los abismos en que
Y orgulloso y aco- pueden hundirse nues-
bardado a la vez, re- tros pies, a las simas y
lató su hazaña. Naruse derriscaderos sin fondo
no es ladrón; tampoco de nuestro corazón. El
t i e n e ideas políticas, mal que hacemos es. . .
sus antecedentes son ¡una sonrisa!. . . compa-
buenos. Naruse, cuan- rado con el daño que
do cometió su delito, «podemos hacer». Por
ganaba honradamente imperativos raciales, el
su pan, poseía algunos
ahorrillos y pensaba ca-
sarse,
— ¿ E n t o n c e s , pot
lAHMOU hombre más bueno, el
más indulgente lleva ba-
jo su blanca camisa de
civilizado un nido de
qué hizo usted eso? — le preguntó víboras. Y esas víboras la Moral no
el juez. DI B U J O S las mata; su poder no alcanza a tan-
El repuso: 'D E to: lo único que puede conseguir es
B O N O M I que no despierten...
— Por celos.
M O M E N T O S
Por el dibujante norteamericano

¿ Y USTED PIENSA
PAGAUME'
EL ALQUILER.
LAVANDO R.QPA?

Cuando instalado en un palco del teatro con su cara esposa, Cuando, ea el "sagrado" de su bogar, se dedica usted al lavado
dos coristas pizpiretas exclaman: "¡Alli está Pancho! ¡Hola, y de repente aparece la dueña de casa.
Panchito!"

ES U N A FIJA
Q U E ME REBA-
J A N ELSUELDQl

1^- *<

Cuando, a mitad del camino que le conduce a su oücina, descutre Cuando, padeciendo de sonambulismo, se despierta usted en ropas
usted que se le olvidaron la corbata y los lentes. menores ante la curiosidad con que le observan vecinas y vecinos.

¿QUE HACE USTED


A Q U Í "^
Iñ •••v~
¿DONDE ESTOy?<

'^J

•1

Cuando llega usted tarde y con grandes precauciones al hogar Cuando delante de visitas la esposa nos reprende diciéndonos:
conyugal y se cuela por la puerta de un sorprendido vecino. I No seas bruto! i i Animal!!
E M B A R A Z O S O S
C H A R L E S DUNN.

Cuando el pibe de la casa, teniblemente indiscreto, comienza a Cuando el viento, sin consideración a la dignidad de los años,
contar a la visita una historia "privada", sin hacer caso de las nos arrebata el sombrero y nos hace perder la linea y el eiiuilibrio.
llamadas de mamá.

Cuando, yendo de compras con la "costilla" y después de marear Cuando, amoscado por la vergüenza, el pibe que pasea al her-
a la empleada durante una hora, ésta pregunta si van a comprar manito sufre los titeos de sus burlones y pequeños camaradas.
algo, y la compradora contesta que no hay nada que le guste.

Cuándo la señorita a quien le presentaron una vez se olvidó, o Cuando, después de haber fanfarroneado delante de sus amigos
finge olvidarse, de usted. de ser "el amo en la casa", se ve en el aprieto de pedir permj^
E L . — He ve- Hablas de ella
nido a este bai- como si quisie-
le atraído por ras impresio-
no sé qué fuer- nar mi alma,
za o qué ma- ¿No sabes que
gia. Sin cono- los labios son
certe te lie bus- la r e s p u e s t a
cado y, sin co- del silencio?
n o c e r m e tú E L . —- Por
has llegado ha- ellos se llega
cia mí. Estás al corazón.
unida a mi vi- ELLA.— Fe-
da por un siglo liz s o ñ a d o r
de leyenda y que elevas el
fantasía. Des- dulce vuelo de
c ú b r e t e . La la palabra
realidad es a cuando sabes
veces más her- que ellas son
mosa cuando humo y ni aun
se palpa, que la tienen el mila-
ilusión que nos gro del sueño.
obsesiona. E L . — {Insis-
E L L A . — [Mo- tiendo). Déja-
viendo la cabe- me ver enton-
za). No insis- ces tus ojos.
tas. Deja a la E L L A . — Mí-
ilusión que sir- ralos a través
va de pórtico del antifaz.
a lo desconoci- E L . — No me
do. El misterio basta. Sé que
tiene a veces eres una mu-
un maravillo- jer que hace
so hechizo. La pensar, pero
realidad vive no sé si eres
a tu alrededor. una muj er que
Te h a s t i a r á s hace sentir.
de ella. Quiero ver la
E L . — La pal- línea violácea
po, pero no la de tus ojeras.
domino. Tu an- Quiero ver si
tifaz te aparta tus sueños
de mí. No veo abrazan la vi-
el brillo de tus da como los
ojos. brazos volup-
E L L A . — Pero tuosos de las
mis ojos te mi- enredaderas.
ran y escudriñan tu ELLA. — (Moviendo
interior. No apetez- I L U S I Ó N negativamente la cabe-
za.) Tu afán de vivir
cas lo que no tienes
a tu alcance. La emo- te lleva más allá de
ción que te acaricia (La escena se desarrolla en una sala del Beatriz, don Ramiro.
puede alejarse de ti. palacio Orlaiii. Balcón veneciano que da al No fuerces el deseo de
No siempre nuestros Canaleito. Decoraciones antiguas. Lienzos una mujer. Guárdate
deseos se aplacan con de dogaresas. Una estatua de Benvenuto en el misterio. Mira
lo que pueden obte- Cellini que representa una mujer ven- esta bella estatua (se •
ner. Conténtate con dada. Puertas a izquierda y derecha). acerca a ella.). Con-
adivinarme. ¿Me crees témplala con ojos de
bella? Personajes: E L y ELLA artista más que con
EL.—Presiento que ojos de hombre. ¿Ves
lo eres. A tu lado pa- cuánta delicadeza flu-
lidecen estos viejos ye de ella? Y ahora
lienzos de los tiempos de las b l a n c a s y quítale su venda y te dará la sensación de una
lindas dogaresas. Mira esta Fornarini. Contem- mujer como todas.
pla aquella Anafesto. Observa cómo sobre el EL. — El misterio nos llena de tortura, y el
negror del brocado, resalta la granada de la amor nos ofrece la infinita tibieza de las manos
boca ducal. Mas ¿qué es ella comparada con xmídas. Prefiero la luz a la tiniebla. La vida
la tuya? Palidece. En estos salones donde la es demasiado triste para ennegrecerla aun más.
leyenda acaricia la gloria de los Dogas, tu boca Los hombres vivimos siempre extraviados en
parece un oasis infinito donde van a saciar su una negra gruta. Un hilo de luz nos lleva a
sed los peregrinos. Llay en ella la tentación de los astros.
la fruta madura. ELL.4. — (Apoyando un codo sobre el balcón
ELLA. — Siempre la boca. Siempre la boca. y mirándolo fijamente.) ¿Eres escéptico?
E L . — He leído a Shakespeare. Conozco EL. — [Intentando detenerla.) Cómo, ¿te vas
Hamlet. Además he conocido el placer y la ELLA. — [Volviéndose.) Me voy. Más allá de
angustia de vivir. So-y un sacerdote del amor mi vida, como tú dices, está mi destino, y el
doloroso y íeliz, sugestivo y fatal. destino quiere que ahora me aleje de tu lado.
Ei.i.A. — Pues haz de cuenta que yo soy la Adiós. Espera la palabra del silencio. No
fatalidad que te acecha en la sombra. Déjame dudes.
pasar. Desde el silencio te visitará mi recuerdo. EL. — (Hace un ademán de detenerla, pero
E L . — ¿Y crees tú que yo podré creer en tu se contiene Contempla la flor y la lleva a sus
promesa? Más allá de tu vida está tu destino. labios.) Mujer, fragilidad eterna, ¡cuánto dolor
Eres como una flor solitaria perdida en un y cuánto placer hay en ti! Todo lo que brota
desierto. La noche te cubrirá. de tu cuerpo quema como la fiebre, pero
ELLA. — Vendrá un nuevo día. . . el ílúido de tu alma abrasa como el hierro can-
E L . — Y te hallará marchita ])ara mis ojos dente o hiela como los témpanos la pobre ter-
ávidos de juventud. Ya no tendrás ni la fra- nura del corazón. (Vuelve a mirar la flor.)
gancia de hoy, ni la frescura de ayer. Pobre flor. Tú has corrido la cortina de la
ELLA. — Tu pensamiento me reanimará en sombra. Recién naces y ni tienes el frescor de
ti mismo. Ivejuveneceré junto a ti como una la esperanza ni el aliento de la infancia sutil
rosa marchita colocada en un vaso de oro. y suave, ^'ienes a mis inanos como podías
Llenaré de fragancia tu a l c o b a . . . haber ido. a las manos de otro hombre. El
E L . — No vivirás más. Conozco demasiado destino te ha traído o la casualidad te ha
el espíritu de la mujer para creer en la cons- buscado. (Inclina la cabeza y medita.) Yo sé que
tancia. Te irás con el curso de mi voz como ella no volverá a mí. La sentí morir con su
se han ido otras que he amado en países lejanos. voz. Como las mujeres de los lienzos antiguos,
Morirás como ellas en mí y en tu alma. tiene la eternidad de los éxtasis. Quizás tenga
ELLA. — Resurgiré a tu invocación; apar- razón. La ilusión es más fascinadora cuando
taré la tristeza dé tu añoranza. . . se entrevé que cuando se acaricia con las
E L . — (Con dudas.) ¡Inefable anhelo, sublime manos. Tiene por lo menos el blancor de los
sacrificio de la fragilidad femenina! Sin em- velos de las vestales. Es impalpable. La fuerza
bargo, toma esta rosa. Es emblema de cons- humana y avasalladora de las pasiones pasa
tancia (se saca d'l ojal una flor y se la tiende.) junto a ella en fuga miserable y cobarde.
Guárdala. Cuando sus pétalos no den perfume, [Contempla la estatua.) Y bien, dejemos que
arranca uno de ellos y haz que llegue a mis el misterio cubra el ansia del corazón. Sacri-
manos. Creeré en ti y dudaré entonces fiquemos a éste en provecho de estos
de mí. viejos óleos de los tiempos de Flo-
ELLA. — [Aceptando la flor y ten- riani. El futuro es vida, el pasado
diéndole otra.) La guardaré y su fra- es eternidad. [Arroja la flor que tiene
gancia me traerá tu recuerdo. en sus manos por el balcón y
Toma {le tiende otra flor.) Cuan- se inclina para contemplarla;
do sus pétalos se desprendan, después se vuelve.) Ya mu-
\. , ás la realidad y toda su rió el s u e ñ o ; demos
i ' sía caerá a tus pies. [Se ahora otro paso hacia
aleja hacia la izquierda). la vida. . .

BARTOLOMÉ GALINDEZ

Noche, noche callada,


yo busco entre tu sombra,
el cálido secreto de tu alma iluminada
que en el dulce misterio de tu reino te nombra.
PLEGARIA
Elevemos el canto;
DE LA busquemos el sendero que a tu reino nos lleve;
¡échanos sobre el alma tu piadoso manto
en ese ritmo dulce y silencioso y leve!
N O C H E
Tu alma es como el perfume que brota de tu seno,
P O R y brilla humedecida de un resplandor de plata,
pasa sobre las vidas como un río sereno
R O B E R T O cuando la mansedumbre de sus sombras desata.

L A S C A N O Tú calmas como un filtro todas las amarguras;


mi tierno corazón sus angustias te fía,
¡oh noche!, ¡noche inmensa! báñame en tus ternuras;
¡húndeme en tu regazo por siempre, noche mía!

iiiiiiintiiiM)iiiiiiiiiiiiii>iMiiiiiiiiiiiiiit»i"<")"i
S I M P LE B A L A D A
I III
Mi alma era una linda mucliacha; En este sepulcro pequeño
de estrellas los ojos tenía; como una avellana,
era su pelo de jacinto morado ahora reposa
y sus manos de vincapervinca. la hermosa muchacha.
Todas las mañanas al campo .1 . IV
la hermosa muchacha salía; : : Aves del cielo,
hablaba con las aves del cielo cantad para ella.
y con la hierba y con las florecillas Viento, trae de lejanos países
Sus pies breves como las almendras , ,., hasta aquí, las más cálidas quejas.
Farolitos chinescos de Dios,
en los claros arroyos hundía, oh amigas estrellas;
y se pasaba las horas soñando, TV errabundos guiños de la noche,
soñando y soñando la muchacha linda. oh amigas luciérnagas;
brillad para ella.
II
V
Una tarde, ¡yo no sé cómo fué!
se internó la muchacha en un monte. ' •". ¡Yo tengo el consuelo de ir por el mundo
La noche llegó sobre ella ' "• cantando la dulce pena que me mata;
como un siniestro buho enorme. mientras llevo en mis manos
amorosas y pálidas,
Las zarzas rasgaron sus carnes doradas este sepulcro pequeño
como las lengüitas de los girasoles. como una avellana,
D e s p u é s . . . ¡Las estrellas, la luna y el viento en donde reposa
saben el secreto que aun nadie conoce! la hermosa muchacha.

R D O R . B U N O
DIBUJO DE L A R C O
^ ^ ^ c f v ^ © . CMrtLC
A '^f

4Í, tí'W

' K-^i. í3

''"'^X^^ÜIi..

LA CASA DE DON LIBORIO

PAlSAJh UH LA gULBlv/M.--.

ÓLEOS DE LEONIE MATTHIS


L A. C ]£ -S

irttii rimiiiiiiT
r os prestigios conquis-
TEATP-O-MACIOMAL en el teatro Liceo. Felices
^—'tados en su carrera ar- COMPAÑÍA han sido sus interpreta-
tística por el conocido ciones en las distintas
actor se lian puesto aún DE PIEZAS obras que este año ha
más de manifiesto en la estrenado, llegando algu-
presente temporada, al
frente de la disciplinada
CÓMICAS nas de ellas a constituir
verdaderas creaciones de
compañía con que actúa
IVIcf-AI^ATA la escena nacional.

JUAN SER ANTES, ACTOR,

ARATA, EN SU HILARANTE PAPEL D E ABEPPO» EN LA PIEZA


í'NOIALTRI. ZENEIXI SEMMO COSCI . . .*

JUAN FERNANDEZ, ACTOR. IGNACIO CORSINI, ACTOR.

MANUEL RICO, ACTOR.


LA A L E G R E
riENE MÍE-
BARRA NO LE
DO AL FRÍO.

DESDE-LA-AZOTEA-DEL- OMNIBVS

BALCONEANDO LA SITUACIÓN, COMO ALGUNOS POLÍTICOS.


EL AGENTE COMERCIO Y
GALANTE. FLIRT.

I n d u d a b l e m e n t e la al-
C ON alegría casi in-
fantil íiemos subi- t u r a favorece las m e -
do al imperial de \ui ditaciones filosóficas;
antobúí^. Es qiio re- m e d i t a m o s , sin apar-
cordamos aquellas im- t a r los ojos de la hu-
periales tranviarios de m a n i d a d portcfia y do
n u e s t r a j u v e n t u d , có- la naturaleza etlilicia.
modas azoteas a m b u - Un boleto b a r a t o
lantes dosdf ( uNa'^ al- 1 os l a co 1 ertido en
t u r a s la (iiui.ui adiiui- ( Ih eie le regular
ria un a^ju ( l o iiiie\o t a t i 1 r 1 !as verc-

/ TO DESDE
hA:^ A ''URAS
D^ M P E-
RIAL.

CAM]NO DEL EAUTIZC. SEPARÁNDOSE PARA El ASALTO


UN HIGIENIS- DEDUT DE UN
TA EN FUN- FUTURO « v e -
CIONES. LANTE'>.

(las y en la calzada de p r i m e r piso.


liay {:aniinante.), ca- N a t u r a l que los
rros y cosas propias de peatones nos encuen-
"lUi I.iUput relativo: tran un poco ridícu-
nuestros ojos desafian los, al mirar el eleva-
la alliva vista de laíí do c a t a f a l c o ; pero
a\fs de ie;_'idar vuelo. nosotros, ol ¡m pica-
Saliurcanios un placer mente, les devolve-
<le <^it;autes y, de pa- mos la pelota sabo-
so, diii,L;inios ojeadas leando sus figuras,
curio-as a los balcones caiicatiu'escas.

;,A ÍLUríION DE QUE EL F AN KA BAJADO. «BARÍTONO') VISTO DESDE EL PARAÍSO.


t L SEGUNDO O j o , SIN OPERAR AUN, Y QUE LUEGO SE LLENO D E LUZ.

E v el silencio
(le su labora-
torio el doctor Re-
buffo, distinguido
lionibre de ciencia
argentino, lia rea-
ms una tlesesperación
inaudita: q u e r í a
a c c i o n a r , levan-
tarse, correr con
todas sus fuerzas y
gritar a pleno pul-

91 LA ¿U.
lizado una intervención qui- món que veía, cpie veía por
r ú r g i c a, que luego por priiíiera vez en su vida, cjue
.sus consecuencias, asumió el mundo desconocido y mis-
los caracteres de un hecho terioso que antes sentía a
extraordinario. su alreiledor como un ser
Un ¡lornbre de condición humilde, monstnioso, obscuro y agitado, se le
residente en la provincia de Tucu- ]iresentaba ahora de pronto y se le
mán tenia un hijo do 22 años, ciego adentraba por el cerebro. El eximio
de nacimiento. l'reocu]iado por la cirujano, no obstante su propia emo-
suerte de su vastago, decidió venir a 'ión, tuvo que hacer grandes esfuer-
la capital y no ahorrar gastos ni mo- zos paia calmar al paciente, de cuyos
lestias a fin de hacer re\isar al cnl'cr- ojos se desprendían lágrimas de ale-
mo por los mejores especialistas, l'ero gría y terror. . .
jiinguno de e.stos le dio esperanza: la Y luego las frases balbuceantes del
ciencia era impotente para hacer la enfermo: «¡Oh, doctor, lo veo, aciuí
biz en las pupilas apagadas. cerca mío!» Todo su ser seguía estre-
l'n azar de la suerte quiso q\ie el meciéndose convulsivamente y agi-
doctor Hebuffo tuviera conocimiento tándose como si una corriente eléc-
del caso. JJcspués de una prolija trica pasara por sus células. Era la
auscultación y de un detenido estu- Vífbv que le jienetraba de pronto en
dio a fondo, el doctor Rebuffo se de- forma de una luz roja primero y
cidió a intervenir quirúrgicamente. Y I lauca después y que le trastornaba
ima mañana, la gran tarea comenzó. el jKibre cerebro, l^a primera imagen
VA liisturi seguro y ¡ircciso, rasgó las reí ibida fué el rostro del cirujano que
tinieblas ile la ])u¡nhi. Kué un momen- debió aparecérsele como un Dios po-
to solemne, emotionante. Impresio- deroso y pio])icío, generoso y terri-
nado por la luz primera que llegaba a ble, y que le sonreía emocionado por
su cerebro, el enfermo se incorporó su profíia o b r a . . .
en la mesa de opei'aciones y gritó: En la pequeña sala de operaciones
»¡l'"uego, fuego!», >' sus brazos se se había realizado el milagro de
movieron desesperadamente en la luz. l'n ser había sido arranea-
el vacío como para librarse do de las tinieblas de la no-
del peligro. El cirujano y che eterna y había sido de-
siis ayudantes, se halla- vuelto a la vida. Aliora
ban conmovidos. El EL DOCTORAGUSTIN R E B U F F O , Q U E REA- poseía el más grande
enfermo era presa de LIZÓ LA MARAVILLOSA INTERVENCIÓN. de los bienes. ¡V^er!
EL EX CIEGO, Ar-iTi-: i.A IN- EL DOCTOR REEUFFD, ENSE-
MENSA MOLE DE UN TRANS- ÑÁNDOLE EL AGUA TRAN-
ATLÁNTICO QUILA DE UN ESTANQUE.

El sentido incompara- Su benefactor, el doc-


ble de la vista, sólo lo tor Kcbuffo, tiene para
aprecia aquél q\ie lo lia él solicit\ides de padre.
perdido. Un hombro que Y en verdad, puede de-
nunca ha visto, cirse que os «una
-es como un re- obra de él», una
cién nacido cu- ES UN PA- obra maestra, a
yas p r i m e r a s ARO Y CÓMO
ELA.
la cual sólo fal-
manifestaciones tan ios i'etoqiies

:.^f^"n

LA PRIMERA IM- ^ LA CURIOSIDAD


PRESIÓN DE UN ANI-
MAL SALVAJE. OBSÉRVESE
^« QUE
FIERA
DESPIERTA LA
EN EL EX CIEGO.

:se desarrollan en el dominio últimos para ser considerada


<le lo subconsciente. Ahora podria perfecta,
gozar del espectáculo de la naturaleza: t^on él ha salido, después de las pri-
las arboledas floridas, ios torrentes rumo- meras precauciones, a «conocer el mundo»
rosos, las montañas azules, eternamente i y él le ha enseñado los primeros nombres. . .
vadas, las selvas en cuyo seno palpita li- El e.K ciego aprende rápidamente todo cuan-
bremente la vida, y la gloria del sol entic to se le enseña. Le posee un afán ex-
las nubes formando figuras mitológicas. traordinario de verlo y aprenderlo
¡Ver! Abandonar para siempre las todo. A cada nuevo objeto que
tinieblas espesas que le rodean a impresiona sus ojos, su rostro,
•uno y abrir ios ojos no ya en antes inmóvil y sin expresión,
vano... se anima todo entero y su gar-
l-'ero Herrera, el c.v ciegue- ganta deja escapar pequeños
•cito t u c u m a n o , cu_\'üs gritos de asombro y ale-
veintidós años transcu- gría. Y luego, volvién-
rrieron en medio a dose hacia su medico
una noche sin fin, es y maestro, le dice, son-
como un niño que recién riente con su jiintoresca
despertara a la vida. No tonada tucumana: «¡Qué
«sabe» ver. Hay que enseñar- lindo, doctor!»
le a usar sus ojos y el nombre Es un espectáculo tocante que
de cada cosa que ve ]ior jirimera conmueve todas las fibras ner-
vez. A'iosas.
Asimismo, aun sus ])asos son ca\itc- Una obra admirable en la cual no se
losos, SU.S ademanes tímidos y sus fiases sabe si admirar más la pericia del cini-
mueren en los labios trémulos de asom jano o la bondad del hombre alti-uísta
b r o . . . La luz del sol le cansa y a veces que consagra sus sacrificios a sal-
•entorna sus párpados abrumados por ILIBERTADO pRE DE LAS ^'*'' n" semejante del más horrible
el esplendor del mundo exterior. PARA SIEM- TINIEBLAS! de los males.

C A R L O S E R N E S T O M A N G U D O
NAZZASI, GH:I;RRA,
BACK DERECHO. KALF IZQUiríRDO
CAPITÁN.

LO/ CAHPEONJ:/
M V H D I A L E / DE
VIDAL,
CEHTRO HALF.
rOOTBALL ]¡i"GUAY «for ever!»
T / ' O'ir
i.-OF w-^rc L r r ECHO
El -iriío ruó l;iiizadn iiisistciitcninitc, oiisoifie-
(•('doraiiifiilo. I\I()n(c\i(li'o lia \ i v i d o lioras de wr-
(ladf'r;i íii'hiv {-ou v.] íootbail de las oliin])tad!is.
Cuando se <Í!jn ^uf el cuadro de la Aí^oriacirm
juizaría n i (.'oJoiiihcs. Iiulio <íi'nt<' t\uv liMnb.ú de
iiuoia fe.
— ¡J-:s una tciuoridadl
V la idea íué c o n i h a t i d a , ya en fonna menos
ingenua, ]ior lo? eontraiios de la Asociación.
Como se sabe, ei tootball sufre én el Uniííuay
el mismo eisiua (jue en la Aríienliiia Hubo, jiues, el iioli<.'ro de que niu-
L'ún c u a d r o riH'se a las olinijiíadas de París, i^or forl una, la d(M-iri¡6u di- un
hombre oitríniist;!, comoel doctor Atilio .N'araneio y la habilidad de ese es-
LJRDlNArAN, [líritu a^íudo que es el doctor Glii^diani. ^•ellcieron todas las dilicuitadcs. ROMANO,
WING DERECHO J'^l cuadro salió como jiara j u ^ a r en E s p a ñ a los m a t c h e s que el di- WING IZQUIERDO
n u t a d o .Martinez L a g u a r d a — a la s a z o n e n E u r o p a — había concertado.
j''ué, ya en \iaje los jutradores, cuando se \ ió la ]K)sibilidad de íuler^'e-
uir en las Olimpíadas de París,
Aparecieron entonces las objeciones de los cspií-ilus sim]-;!es y las
críticas i n t e r e s a d a s de los ca%ilosos:
— ¡Esc equipo no os la «renuiua representación deí l'ootbajl uni;_'ua-
yo! — d e c í a n los úllinios.
IVro vinieron las victorias de Vi'io. Coruña. liilbao y Madrid. Ei
i'ruLíuay e n t e r o puso aíeuciiMí en eso.-; tiiunios. Cuando los ju.^adore-
lie la Asociación ll(-;faroii a París, una atmósfera ]iropicia rircundaba
.su u o m b i r en la ]iatria,
\ !ii'iiii'i]áaban Jas ()I¡jn)(íadas. I.os uru,mia>'os empezaron ]'or \ e n -
CEA, cer a los checos, lue;¿o a los luirleamericauos y a los í'rancescs. J.a de- FETRONE.
rrota de los franceses r n 11 iiiojiío l'arís. llenó tic esj^cranzas los corazo-
DRWAKD IZQUIER- CENTRO FORWARD
nes uru.truayos.
Se interesaban por el foolball ya aun los que en la vida presenciaron
un p;ntido. 80 hizo inia cui-siión nacional del a s u n t o . E n t r ó ia ^honrilla
de familia';.
J*ero, f.qiu' de r-xtrauo es esto, si en ia |')Opia A r g e n t i n a el triunfo de
los uruLTUayos se deseaba y ]¡reocii]pal)a. convcitiflo en <*or¡zuIIo de raza?/
Aun en el propio París, una vez d e r r o t a d o s ios franceses, deseáiíase el
iriunfo del rriisiuay, ]ior aquello de la «solidaridad latiiioamerieaua», . .
(íiiedj'H'onli' a los uriiííuayos los dos eouti'incautes m á s fuertes: los
heiTÚIeos holandeses y los (enaces suizos.
;. La agilidad ínteliLTcnte y elefante de los platinos ])odria ^'eneer
frente a cuadros tan t e m i b l e s ? . . . He ahí la in<]uietiid, la zozolira, el
a n h e l a r f e b r i l . . . V no se üi-^n f[ue ma^niifieamos el t e m a , porque este
SALDOMEIDE, a s u n t o de las Olimjiíadas lle<:ó a ] i r e o e u | i a r . . . ¡si nos a|)riefan m u c h o SOMMA.
WING IZQUIERDO, \ a m o s a decir que t a n t o como la jíuerra euroj-ea! WING IZQUIERDO,
SUl-LENTR El (lía del eni'uentro de los cuadros holandés y nrusniayo, liubo una
hi'i'a de an^'ustla. J'oco faltó para que d e r r o t a r a n a los mnehaclios
del CruLTuay, que en esa j o r n a d a habían tenido la suerte de csjialdas.
I':i e n c u e n t r o con los suizos fué la reivindicación del jiie<:o limjiio.
cieiifífico y estético que dondna en í^ud América.
Cuando se conoció la \'ictoria, la | oblación se ^'olcóen las calles centra-
les; brillaron al .sol i i u c r u a l . por mi.'es, las l)anderas; se or^'anizai-on ma-
nifestaciones comjiactas; a t r o n a r o n el aire las bocinas, las músicas, la
sirenas, las b o m b a s , los c o h e t e s . . . IJesde el día en que se lirnió la ]VM
.Montevideo no ha p r e s e n t a d o un aspecto m á s jubiloso en el centro de
ia ciudad.
ViciiNTi; A. SAI,AVEIÍRI
lilCHEGCYnN, .Montevideo, junio 192-1.
CENTRO FCRWAKD,
SUFLENTR

ZIBECCHI ZINGONE. CASELLA, TOMASSINI, URIARTE,


CENTRO HALF HALF DERECHO, GO AL- K EHPEK, EACK IZQUIERDO, SU- BACK IZQUIERDO,
PLENTE ^•' ENTE PLENTE PLENTE SUPLENTE
SrebCaúitC"'
1

^
NATURAL-OPTIMO

Estas S palabras
lo dicen t o d o :
El aceite COMPLETO de jugo de oliva de calidad y marca [p
se recomienda con estas dos solas palabras: NATURAL-
ÓPTIMO. Ellas sintetizan una realidad imposible de superar:
realidad máxima y exclusiva de clase.
*
Nadie se imagina, antes de comer con aceite
COMPLETO rp la inferioridad que se nota en
los aceites de oliva INCOMPLETOS. Inferiori-
dad nutritiva, económica y de paladar.
LA' OLIVARERA DEL MEDITERRÁNEO
Niza - Genova - Barcelona.

Tabla de exageraciones QUE JAMAS No se puede decir «extra-completo»,


EMPLEA «La Olivarera del Medite- porque más allá de lo completo, no
rráneo», porque carecen del sentido cabe nada más. No se puede decir
de la realidad en el ramo de aceite «extra-natural» por la misma razón.
de oliva: Extra-completo No se puede decir «extra-virgen»
Extra-natural porque es algo que no cabe en lo po-
Extra-óptimO sible y carecería de realidad clasificar
Extra-virgen. de <iextra-óptimo» un aceite de oliva.
ENFERMEDADES DEL T R I G O : CARIE Y CARBÓN
Es comi'in en la campiña confundir estas dos enfer- «carbón volador», el «ustilago tritici», es también bas
medades del trigo, que se designan con la denomina- tante difuso en el país, y al examen ocular se presenta
ción única de «carbón»; y sin embargo tienen caracte- do otro modo: ataca a todos los granos de una espiga,
res exteriores diferentes, se manifiestan de diversa desti'uj'endo completamente la eflorescencia, cuando
forma, tienen distinto ciclo evolu- todavía está en caña y a medida que
. tivo, no se propagan del mismo modo se va formando; al aproximarse la
y, por último, requieren o exigen ca- época de madxirez se oljscrva que,
da una un tratamiento diverso, jiara mientras las espigas sanas se do-
evitar su difusión. Es para diferen- blan hacia el suelo, encorvando sus
ciar las características y modalida- tallos bajos al peso de sus granos,
des de estas plagas, que nos ocupa- las enfermas se yerguen derechas,
mos lioy en estas breves notas de el polvo negro, que se forma en lu-
vulgarización. gar de los granos, se cae, llevado
La más difusa y que mayores per- por el viento, o lavado por las llu-
j\iicios causa indudablemente es la vias, quedando el raquis, o raspa,
«cario», causada por dos hongos mi- tiesa y desnuda, o con restos o vesti-
croscópicos, «illetia carie» y «C. Le- gios de carbón en sus codos, por lo
vis», que atacan algunos granos de cual es fácil reconocerlas.
la espiga, raramente todos; estos, Este mismo polvo negro, consti-
cuando el mal ha completado su des- tuido por los esporos o semillas del
arrollo, se llenan de una materia hongo, cayendo al suelo, lo infectan,
pulverulenta, de c o l o r obscuro y un trigo sano sembrado en él queda
f o r m a d a por los esporos mis- atacado a su vez; pero sucede tam-
mos de la carie y de olor desagrada- bién cjue el polvo ese, llevado por
ble característico; estos granos ata- el viento, cae sobre las florea de es-
cados son más voluminosos que los pigas sanas, y los granos que en
sanos y su forma redondeante y so- ellas se forman quedan también in-
bresaliente los distingue de los de- fectados, llevando el germen de la
más. Una ve?, cortado el trigo y lle- enfermedad en su interior, cuando se
vado a la parva, en la trilla se rom- empleen como semilla.
pe la envoltura de los granos enfer- Carie del trigo. El ciclo evolutivo de este hongo,
mos, y su contenido, el polvo ne- 1) espiga sana; 2) granos sanos; 3) es- el carbón volador, empieza en el
gro o carbón, se expande, se despa- piga atacada; 4) granos atacados; 5) in-
terior, granos con carie. suelo, por la infección del mismo, o
rrama y se adhiere a loa pelos de la por la semilla infectada, como di-
extremidad superior de los granos jimos; de modo que al germinar ésta,
sanos, por lo que quedan, como regularmente se dice, el mal se propaga en la planta y sigue su desarrollo
con «punta negra»; estos granos, sembrados, constitu- hasta atacar la espigas en formación.
yen el vehículo, el medio natural y seguro de la pro- Los daños que causa esta enfermedad son notables,
pagación del mal y por tanto de nuevas infecciones. especialmente en años húmedos, de lluvias frecuentes
La evolución o desarrollo de estos o excesivas, y calurosos, por las es-
hongos es paralela o simultánea, po- pigas destruidas y la merma consi-
dríase decir, al de la planta, pues los guiente en los rendimientos.
esporos adheridos a la semilla del Su modo de propagarse, por la in-
trigo, una vez sembrada, germinan fección del suelo o del grano, indi-
también (su poíler germinativo dura ca evidentemente que curando la se-
hasta ocho años) y el liongo penetra milla como se hace para la carie,
e infecta la planta desde su tierna la operación no surte efectos útiles
edad, hasta que al formarse las flo- o eficientes, porque el germen.de la
res, las ataca y el ovario se trans- enfermedad está en el suelo, o bien
forma en grano relleno del polvo ne- en el interior del grano; los medios
gro mencionado. ¡preventivos a mano del agricultor,
Los perjuicios que causa la carie para evitar la difusión del mal, con-
son a veces sensibles, por los granos sisten únicamente en sembrar semi-
y espigas que inutiliza y destruye, lla sana, procedente de trigales sin
porque sirven éstos de vehículo de carbón volador, en campo sano, y
Eu propagación y por la deprecia- no siéndolo, esterilizar la semilla su-
ción que sufre el producto en el co- jetándola a un baño de agua caliente,
mercio, pues el mercado rechaza o con. 54 centígrados de temperatura,
})aga menos el trigo con jíunta negra, durante diez minutos, la que destru-
a causa de que en la molienda ensu- yo la vitalidad de los esjjoros que
cia la harina y la desmerece por su iian infectado la semilla, sin alterar
menor blancura. su poder germinativo; se cuidará que
Demostrado, p-aes, que el vehículo la temperatura sea la indicada, pues
de la difusión de la carie lo consti- si es inferior no surte efecto útil, j '
tuye únicamente el grano infecto, si es superior destruye- el embrión
o con punta negra, los medios a po- Carbón velador del trigo. de la semilla y no germina.
nerse en práctica por el agricultor, Espiga sana; espigas atacadas en sus Y, en fin, agregaremos que por
para evitar su propagación, consis- diversos estados.
eete procedimiento, aunque parezca
ten en desinfectar la semilla y sa- de difícil aplicación en la práctica,
nearla, 3'a con el sulfataje o con los métodos do cura- se desinfecta la semilla no solamente del carbón vo-
ción a seco, como lo hemos indicado en el número an- lador, sino también de la carie, de modo que, cm-
•terior de C-^R.-vs Y CARETAS. ]5leándolo, se matan dos pájaros de un solo tiro, como
El carbón, que recientemente se viene denominando suele decirse vulgarmente.
H U G O M I A T L . L O
—¡Pobre Pepe! Ahí lo tienes trabajando y sin em-
bargo pronto se va a morir.
—¿En que lo conoces?
•—Én que tiene un pie en la tierra y el otro en el
otro mundo.
De General Viamonte, F. C. O.

El señor Francisco N. Lettiere, ex Intendente municipal, presidiendo el banquete que le £ué ofrecido por un núcleo de amigos feste-
jando su reciente elección de senador provincial.

EPILEPSIA Pida folleto " A " gratis que


contiene todos los informes
del afamado REMEDIO DE
T R E N C E para epilepsia,
Casa LUIS MARIANI
PARANÁ, 628 - Bs. Aires
CURADA ataqnes y enfermedades ner-
viosas. VENDE
Acordeones italianos y
3 0 a ñ o s d e éxito
Aprobado por el Departamento Nacional de Higiene. Bandoneones alemanes.
A. G. HUMPHREYS SE HACEN COMPOSTURAS.
Casilla de Correo 675. Buenos Aires. PIDA CATALOGO

A ALCOHOL
CARBURADO
CADA LÁMPARA DE 70 BU-
JÍAS EFECTIVAS DE LUZ
CONSUMIENDO UN LITRO
DE ALCOHOL EN 2 0 HORAS.

PORTÁTIL
ECONÓMICA
BRILLANTE
SOLICITE CATALOGO 1924 - SE I>.\N A PEÜEBA SIN COMPHOMISO DE OOMPRAB
Cía. ARGENTINA
Cía. ARG DE ALUMBRADO A ALCOHOL N°5231 ws-Limpara
de mesa, de bronce pu-
DEFENSA, 429. — Buenos Aires. — SUCURSAL MONTEVIDEO: 25 de Mayo, 724 lido, completa, g 12-50

GRATIS.
¿Quiere Vd. conseguir un RELOJ encha-
MALUGANI Hnos.
pado en oro sin gastar un solo centavoP ESPECIALISTAS
Pida instrucciones por carta a
J . T O C C I
en C O C I N A S
Catamarca, 1063 — Buenos Aires- SOLICITEN CATALOGO
Cevallos, 1357 - Bs. Aires.
LA BASE DE LA BELLEZA
femenina reside en el cutis. Una piel fina, suave, delicada
y transparente, es bastante para hacer triunfar la estética
facial. Señora: cultive usted el perfeccionamiento de su cutis
con el uso diario del

POLVO
GRASEOSO ttícnrim-
y gustará la íntima satisfacción de sentirse admirada.

MENDEL & Cía.


En Buenos Aires: Guardia Vieja, 4439. En Montevideo: Cerrito, 673,
En Rosario Santa Fe: Entre Ríos, 864. En Asunción (Paraguay): Alberdi, 217.
De Carmen de las Flores

E. P. Guido de Aiidréis, pres- Público, congregado en la estación del ferrocarril, escuchando los discursos El R, P. Carlos Raíz Santa-
tisioEO párroco de la igle- pronunciados en el momento de partir el R. P. de Andréis, el cual deja na, designado cura párroco
Eia local, trasladado con as- hondos afectos en la localidad, donde ha desempeñado su venerable mi- de la iglesia de Nuestra Se-
censo a Mar del Plata. nisterio durante diez años. ñora del Carmen, en reem-
plazo del R. F. Andréis.

CURIOSAS INVESTIGACIONES d i a n t e s , a los cuales se rogó que escribieran r á p i d a -


m e n t e los n o m b r e s d e las p r i m e r a s diez persona.s q u e
PSICOLÓGICAS r e c o r d a r a n ; después de u n a h o r a se les hizo escribir,
sobre o t r a hoja, los n o m b r e s d e diez personas queri-
Los psicólogos a m s r i c a n o s —• refiere el «Literary d a s , o r d e n a d a s según la i n t e n s i d a d d e ! afecto que j)or
Digestí) — h a n realizado e x p e r i m e n t o s p a r a c o n s t a t a r ellas sentían. E l e x p e r i m e n t a d o r c o m p r o b ó que solo
BÍ el recuerdo de los hechos d e s a g r a d a b l e s es t a n fuerte en el 30 p o r ciento d e los casos existia c o i n c i d e n c i a
y r á p i d o como el d e los a c o n t e c i m i e n t o s placenteros. e n t r e las listas, d e n o t a n d o t a m b i é n m a y o r r a p i d e z
Los m é t o d o s u s a d o s fueron varios: el cieutifico T a l t en los recuerdos a g r a d a b l e s ; pero el resto d e las l i s t a s
dio listas de p a l a b r a s s u s c i t a d o r a s d e imágenes placen- dio r e s u l t a d o s d i s c o r d a n t e s y no se p u d o llegar m á s
t e r a s , d e s a g r a d a b l e s e indiferentes, }' c o m p r o b ó que las que a esta conclusión: a u n a d m i t i e n d o que el c a r á c t e r
l i s t a s a g r a d a b l e s e r a n a p r e n d i d a s m á s p r o n t o que las a g r a d a b l e de los recuerdos a y u d a la función d e la me-
d e s a g r a d a b l e s y estas a n t e s que las indiferentes. H e n - moria, la facilidad d e r e c o r d a r cosas tristes o g r a t a s
dei'son p i d i ó a diez personas que r e c o r d a r a n r á p i d a - d e p e n d o en g r a n p a r t e d e l t o n o emocional del indivi-
m e n t e cien episodios d e su vida p a s a d a y c o m p r o b ó d u o y d e su t e m p e r a m e n t o , en el fondo o p t i m i s t a o
q u e la m e d i d a de las imágenes p l a c e n t e r a s del cincuen- pesimista.
t a por ciento y las d e s a g r a d a b l e s llegaban al t r e i n t a í í o h a p o d i d o p a s a r d e a h í la Psicología en sus cu-
y tres. O t r a e x p e r i e n c i a se hizo con u n grupo de estu- riosas investigaciones.

Parche de
Belladona La Obesidad
Se cura (ron ol Te del profíísor
de Johnson Densmore, do New York, sin dicta
y sin la menor molestia. No olvide
Alivia l o s d o l o r e s que engordar es envejecer. Vea lo
que dice el distinguido médico do
c a u s a d o s p o r debili- Buenos Aires, doctor Andrés G.
d a d en la e s p a l d a , Casarino, a propósito del Te Dens-
e n los r í ñ o n e s y e n more:
el h í g a d o así c o m o '^enou-- M 3 IC'ÍHO \ Cía. — Presente.
dolor en los m ú s c u - Me es niiu giato manifestar a ustedes que he prescripto
los, los p u l m o n e s y el p e c h o . con excelente resultado el aTe Densmore* contra la oliosidad,
E s s i e m p r e eficaz. obteniendo una gradual disminución do peso sin ninguna
acción nociva a la salud de los que han hecho uso de diclio
Pídalo en la Botica te, por lo cual no dejaré de emplearlo.
Saludo a ustedes atte.
Firmado: Dr. ANDUES G. CASAIíTíí-0.
Vov instrucciones v precios, dirigirse a losi'inicos introduc-
(J NEW BRUNSWICK./; N.J.. U.S.A. ' tores; M. FIGALLO y Cía., Buenos Aires, calle MAIPU, 212.

6ALP0N DESMOÜTABLE
Con armazón de PINO TEA DE PRIMERA,
BASES DE QUEBRACHO y chapa N.o 24 inglesa.

Galpón de 8x16x4 S 3.450 ^


1) 1) 8 x 2 0 x 4 ^ 2 . 9 5 0
Jiíí 1) » 8 x 2 5 x 4 » 3.500
,) » 1 0 x 2 0 x 4 1) 3.800
1) » 10x3¿'x4 » 4 . 3 0 0
» » 10x30x4 » 5.200

GOROSTEGUI HnOS.-B. de Irigoyen, 1544. Buenos Aires.


Entrega inmed ¡No vacile en comprar a estos precios! Pida Catálogo. U. T. 3079, E. Orden.
Existencia permanente.
PROTECCIOI^
• QENTIRSE resguardados por las espesas y sólidas murallas del
i O castillo! ¡Protegidos también y aun más por el antiguo foso y
el rústico puente levadizo!... ¡Pero qué primitiva nos parece hoy
esa defensa, si la comparamos con la seguridad absoluta que en
nuestros días es ofrecida a millones de hogares por los modernos
COLT—Revólveres o Pistolas Automáticas.
Su manejo es seguro y sin peligro, su acción fulmínea, su tiro preciso e infa-
lible: no ha de causar, por lo tanto, asombro que las COLT sean las armas de
fuego preferidas por los gobiernos y los particulares.
Vea a su proveedor y dele una oportunidad
para que le explique detalladamente todas las características y ¡os
factores de seguridad propios de las armas COLT.

DIAGRAMA FOTOGRÁFICO DEL SEGURO POSITIVO COLT. LA


BARRA DE ACERO OUE HACE IMPOSIBLE TODO DISPARO
ACCIDENTAL. SOLAMENTE LAS ARMAS COLT OFRECEN ESTA
CARACTERÍSTICA ABSOLUTAMENTE DISTINTIVA.

COLT'S PATENT FIRE ARMS MFG. CO.


Hartford, Connecticut, E. U. de N. A.

DE LA LEY Y DEL ORDEN


El 12 de abril estuvo de paso por Bolonia el conde revistas del m u n d o . . . La misma empresa edita tam-
de EiOmanones y se quedó entre nosotros hasta las bién PLVS VLTHA, jverdad? que es el non plus vltra
18.30, hora en que tomó el tren para Venecia. de la elegancia y presentación tipográfica y artística...
Las personalidades españolas tienen en esta ciudad E l director de PLVS VLTRA es un español, si no me equi-
BU <(pied a terre» en el Colegio de España, mucho más voco, nuestro Alonso. Muchas veces tengo oportuni-
ahora que el doctor Manuel Carrasco ha querido dar dad de admirar el poderoso esfuerzo que hacen los sud-
a esta institución, que fundara el Cardenal Albornoz, americanos con sus publicaciones maravillosas T. .
la característica de Casa de España, centro de culhira Y luego, dirigiéndose al doctor Carrasco, agregaba
española. con mucha vivacidad.
El conde de Romanones, a más de ser una eminente —• Nosotros no tenemos una idea de lo adelantada
personalidad política en su país, fué alumno de este que está la prensa en Sud América... Hay diarios
Colegio; por consiguiente, con que no tienen nada que envidiar
más razón que otro merecería a los más poderosos de Nortc-
las afectuosas acogidas que se américa... No se limitan al am-
le dispensaron por parte de los biente de su país, sino que lle-
alumnos y del Rector. nan columnas y columnas con
No era el caso de perder una
entrevista con tan eminente hom-
CON EL CONDE telegramas de todas partes de)
m u n d o . . . Ha}' noticias que se
bre de estado, y ixiesto que des- D E conocen primero allá que acá.
de !a llegada de los reyes he man- Diarios que salen con 12, 16, 24
tenido un cierto contacto con páginas... Cosas increíbles, mu-
los dirigentes del Colegio de Es- ROMANONES cho más si se tiene en cuenta que
paña, solicité sin más trámite el número de habitantes no es
el honor de cambiar unas cuan- muy crecido en esas repúblicas.
tas palabras con el ilustre hués- La Argentina tendrá )moa ocho o
ped. nueve millones de ciudadanos.
— Mire que tiene los minutos contados — dijo el ¿No es así? ¡Y la cantidad de revistas!...
doctor Carrasco. —• A las 16 debe realizar una jira — Por lo que veo, V. E . está muy al corriente del
por la ciudad acompañado por el alcalde y luego seguir desaiToUo de esos países. <
viaje... — ¡Y cómo podría ser lo contrario, si hay millonea
— Por culpa mía no va a perder el t r e n . . . de españoles que se han labrado una fortuna allá,
— Ya sé, p e r o . . . sé también que ustedes los perio- o cuando menos viven holgadamente gracias a su
distas cuando empiezan con las preguntas... trabajo? Un hombre de gobierno no puede prescindir
—• Cuando empezamos con las preguntas, termina- de ciertos conocimientos.
mos en cuanto nuestro entrevistado se canse de contes- — Permítanle V. E. No deberían los hombres de
t a r . . . Los que siguen hablando quiere decir que lo gobierno prescindir de ciertos conocimientos, es muy
hacen de muy buena gana. justo y rigurosamente lógico; p e r o . . .
— Evite si es posible las preguntas sobre política... —• Pero dirá usted que no todos se ocupan de estas
Lo va a poner en una situación delicada... cosas...
— í Quiere que me limite a preguntarle cómo se en- — ¡Ni más, ni menos!...
cuentra de salud y qué tal le fué en el viaje? — El imperfecto conocimiento de las Américas y
— No exagere... Digo que si puede evitar la tecla especialmente de las Américas latinas es un incon-
de la política me parece que haría m e j o r . . . veniente muy grave, un error que-es preciso subsanar.
— Pierda c u i d a d o . . . Mas en todo caso es bastante Vivimos en una época en que lejos de aislarnos, ence-
hábil para no soltar prenda rramos en nosotros, debemos buscar expansión... Se
— Bueno, b u e n o . . , ' Venga conmigo. diría que los poderosos y rápidos sistemas de trans-
Y precediéndome, entró en su estudio particular, porte -no hayan alcanzado a quebrar esa barrera de
donde el conde de Romanones se encontraba escri- agua salada, que para muchos es tan infranquealilo
biendo unas cartas a sus relaciones, puesto que como el espacio que separa los planetas de nuestro
tres sobres llevaban la dirección de Madrid. sistema. ¿Adonde lee|usted noticias de Sud Amé-
— Un periodista argentino... E l s e ñ o r . . . rica en los diarios europeos? Una que otra
— ¡Oh!... ¡Qué suerte la mía! ¡Cuánto me vez registrarán la elección de un nuevo pre-
alegro! ¿De Buenos Aires? sidente; dirán que ha estallado una re-
— Es d e c i r . . . corresponsal de revistas volución, que ha habido un temblor
y diarios porteños. de tierra, y basta.
—- ¡Qué revista? — Un fenómeno que lo noté en
—-GARAS Y CARETAS. seguida al poner pie en Europa... . .
— Una de las más completas — A ustedes les toca reaccio-

5fl: s H
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
• •
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
- Cbe, ¿no te parece que agael sobretodo me va muy bienp ••^ - ¿Una sola hija hoy, señora de ClavijoP
- Pero, jes tuyoP •• - He perdido la otra.
Todavía no... •• - jSe ba muerto?
- No. Se ba casado.
nar en contra de este indiferentismo. ¿Cuánto tiempo como control del Gobierno central. Nadie niega que
estuvo usted allá? los parlamentos de hoy día hayan degenerado de
— ¡Más de un cuarto de siglo! una manera lamentable, de manera que será pre-
—• Muy b i e n . . . Entonces no deberla limitarse a es- ciso proceder á modificaciones radicales si no se
cribir a los diarios de allá, sino escribir también en quiere que en lugar de cooperar al buen funciona-
los de acá y hacer conocer aquéllo... Poco a poco los miento de un Gobierno, sigan siendo verdaderas
lectores se acostumbrarían a la nota americana... trabas para los estadistas mejor intencionados...
Hay miles de temas interesantes. Y haría usted un Mas, como acabo de decirle, los considero indispen-
gran servicio al país que debe conocer al dedillo; se- sables . . .
ría una prueba de gratitud hacia la Argentina... — ¿Y cómo andan las cosas en España?
— Es q u e . . . i — Es una pregunta... Usted lo sabe tanto como
— Ya e n t i e n d o . . . Muchos di- yo. Se trata de un momento
rán que ciertos argumentos no excepcional.., Las Cortes están
tienen mayor interés para los cerradas, las U n i v e r s i d a d e s
lectores. ¿No es verdad? Más también, loa diarios de oposi-
bien que ciertos cuentitos sin ción no son muy libres para
ton ni son, más bien que tanta D O C T O R decir lo que piensan, . . En
literatura sobre Tutankhamón, fin...
considero más práctico relatar — ¿Y Unamuno?
algo sobre regiones tan poco co- — Un hombre de inteligencia
nocidas entre nosotros. Insista. V A C C A R I s u p e r i o r indudablemente,de
Todo lo que se refiere a tierras quien me honro ser amigo y sin-
extrañas interesa siempre... y cero admirador, ¡pero demasiado
mucho más tratándose de regio- original, demasiado original! Por
nes que absorben miles y railes mi parte lo habría dejado tran-
de nuestros hijos. quilo, pues es un hombre de-
— ¿Desde cuándo faltaba V. E. de eata ciu- masiado conocido y apreciado. ¿Ha visto usted
dad? cómo ha sido unánime el coro de protestas por las
— Cuarenta años. En esta Universidad me recibí medidas que se han tomado en su contra? Son hom-
en Derecho. El año en que terminé mis estudios se bres que no conviene tocar.
instituía el premio Vittorio Emmanuele II y tuve la —• ¿Y qué me dice de la iniciativa del rey Alfonso,
suerte de ser el primer premiado gracias a un trabajo para que el Colegio de España se convierta en im cen-
sobre «Los sistemas representativos y los gobiernos tro de cultura española?
de gabinete». Tengo vivísimo en la memoria el re- —• Digna de nuestro soberano, hombre moderno
cuerdo de los profesores de entonces: Cenerí, Kegnoli, que comprende cómo todas las instituciones deben
don Ferranti, — ¡pobre viejo, tan bueno! —Mantovani, evolucionar...
ürsettf... Un edificio como éste, dotado de biblioteca y
— ¿Qué ciudades de Italia ha recorrido V. E. hasta salones regios, que cuenta con unas tradiciones glo-
ahora?
riosas, no podía limitarse a servir de internado para
— Vengo directamente desde R o m a . . . urios pocos alumnos....
— ¿Se vio con el Presidente del Consejo?
— Hablé largamente con él Me hizo la im- Luego, el destino que le quiere dar el Soberano no
presión de encontrarme delante de la voluntad solamente no contraría las ideas del fundador del Co-
hecha persona... Es una figura de un temple ex- legio, sino que las completa.
cepcional, de un talento superior, dotado de una El conde de Romanónos hubiera seguido hablando,
visión muy clara del presente y del porvenir. No mucho más dado el tema nada comprometedor en '
hay duda que es un producto de las circunstancias, que nos habíamos embarcado, pero llegaba en ese
cuya mano firme y segura guiará a Italia hacia mismo instante el Comm. Puppini, alcalde de la ciu-
grandes destinos; pero quedo con mis principios dad, y se excusó de tener que interrumpir la en-
liberales y . . . trevista:
En teoría, los sistemas representativos son ideales, — Voy a dar un vistazo a la vieja Bolonia,
pero en la práctica parece que no dan re- tan llena para mí de recuerdos imborra-
sultados muy lisonjeros... bles . . . Pocas ciudades de Italia me han
— Estamos de acuerdo... Hay que inspirado tanta simpatía como ésta,
practicar reformas radicales en los que de primera impresión parece tria-
jiarlamentos para que respondan al te, monótona. ¡Pero quien ha vi- . -
objeto por el que han sido ins- vido en ella no la puede ol-
tituidos . . . Pero son necesarios vidar! . . ,

E SE a
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
— ¿ho divierte la piczaP • • — Mis padres no me darán su consentimiento antes de un
— ¡Oh, nada de eso I • • año. ¿Podrás esperarme, GabrielaP
— Kntonces, jpor qué aplaude nitedf • • — Si... Si no se me presenta otra ocasión...
— Para despertarme.
De French
•»' ' / . ••*^'

:S¿-p.'#^.

Af#^-

Concurrentes al Sestival literario y musical organizado en la Esouei i


N." 12, conmemorando el 114." aniversario de la Revolución de May".

EL PUENTE MAS LARGO DEL MUNDO sobre t o d o l o largo d e la i n m e n s a c a p a de a g u a la cons-


trucción de u n p u e n t e d e mader-a; su pilotaje exigió l a
E s a t r a v é s d e l lago S a l a d o que l a Conapañía d e l Svid- t a l a d e 38.256 árboles.
Pacífico h a c o n s t r u i d o el grandioso p u e n t e , que t i e n e
u n o s t r e i n t a kilómetros d e longitud.
Sobre el c i t a d o p u e n t e se t i e n d e u n a n u e v a línea N o seáis c u m p l i m e n t e r o s , p o r q u e si tenéis este de-
férrea, q u e v a de L u c i n a. Odgen. fecto, vuestros envidiosos, o l v i d a n d o las b u e n a s pren-
Después d e h a b e r l e v a n t a d o u n a eí5peeie d e esco- d a s que os a d o r n a n , n o d e s p e r d i c i a r á n l a ocasión d e
l l e r a d e 13 k i l ó m e t r o s d e longitud y a t r a v e s a r la t i e r r a poneros en ridículo y d e acomodaros el epíteto d e a d u -
firme d e u n p r o m o n t o r i o , los ingenieros e m p r e n d i e r o n ladores.

URINARIAS L a Blenorragia, Gonorrea {Sota militar).


Cistitis, Prostatitis, ü r e t r i t i s . Leucorrea (Flu-
jos blancos) de las señoras, y demás enferme-
dades de las vías urinarias e n ambos sexos,
por antiguas y rebeldes que sean, se c o m b a -
lAMROS SEXOS) ^^^ ^^ breves días y sin molestias con los

CACHETS COLLAZO
A N T I B L E N O R R A G I C O S
P r e m i a d o s con m e d a l l a de oro en P a r í s y R o m a . A p r o b a d o s p o r el D e p a r t a m e n t o N a c i o n a l de Higiene
d e B u e n o s Aires, p o r los Consejos de H i g i e n e del Brasil, Chile, M o n t e v i d e o y d e m á s R e p ú b l i c a s H i s p a n o
A m e r i c a n a s y p o r l a Dirección de S a n i d a d d e E s p a ñ a ,
TESTIMONIO:
! Concordia, 12 de noviemlire de 1923.
fl Doctor Ángel García Collazo.
«Muy señor mío: He leído en la revista CARAS Y CARETAS SUS interesantes productos Collazo. He licoho uso de ellos
«para ima blenorragia que tenía hacía más de seis meses, que estaba en tratamiento, pero siempre igual. Un día encontrí
j en dicha revista los anuncios de sus CACHETS COLLAZO. Empecé a tomarlos y pronto sentí mejoría, y al cabo de \m
, mes y medio estuve completamente curado. Hoy para mí no hay otros remedios de mis eficacia que sus productos y he
(, recomendado a muchos de mis amigos. Salúdalo muy atentamente, S. S. S.Í
P o r discreción se o m i t e el n o m b r e , p e r o el original v m u c h a s m á s e s t á n a disposición de los i n t e r e s a d o s .
P r e c i o : "$ 6 . —
GRATIS S E R E M I T E N DOS
INTERESANTES LIBRITOS Y
MUESTRAS D E
AZÚCAR COLLAZO
p a r a p u r g a r a los niños y a d u l t o s sin que lo s e p a n , p u d i e n d o dárseles t o d a clase de a l i m e n t o s , i n s u p e r a b l e
p a r a las señoras e n e s t a d o y c r i a n d o y p a r a los enfermos de la piel, e s t ó m a g o , hígado e i n t e s t i n o s .
P r e c i o : .$ 2.80 caja g r a n d e , y % 0.80 caja chica.
Pídalos a ESPECÍFICOS COLLAZO, Perú, 7 1 , esquina Avenida de Mayo, Buenos Aires, o a la F a r m a c i a del
Cóndor. Rosario.

C U Í D E S E D E LAS INYECCIONES, origen irceuento do estrecheces, y cuídese, sobre todo, de los tratamientos des-
tructores de la mucosa urtral (causa principal de las complicaciones y de que las enfermedades se hagan crónicas), y de
cuantos, a falta de garantías, escúdanse en el anónimo de la ciencia extranjera. El jirimcr especialista mundial, doctor
Kcrmogant, dice: «Cnanto a las inyecciones, puede establecerse que toda inyección, aun do agua simple, que produzca uiíis
ardor que un escozor ligero, hace míis nial que bien. Las inyecciones fucrlos llamadas abortixas deben rccimj-.arse en aljsoliilo*.
Indispensables cuando se pre-
fieren los mejores VINOS

BENEGAS Hnos. y Cía. Ltda.


Sociedad Anónima Industrial y Comercial
744, F L O R I D A , 744
B U E N O S A I R E S
U. T. 1752 y 1365, Retiro
Coop.
De A z u l

sirve para recordar que los volátiles gró un templo a aquellos rumiantes.
LAS COMPLICA- son uno de los elementos nutritivos Él sexto día es el de los caballos y
CIONES EN EL de los hombres. El segundo día es el recuerda al pueblo las consideracio-
de los perros, en memoria de cierto nes que deben tenerse con aquellos
CELESTE IMPERIO can que devoró a un asesino que es- cuadrúpedos. El séptimo fué consa-
taba a punto de matar a un sabio del grado al hombre y al dios Pu-Tso,
La complicación es vina especia- Celeste Imperio. El tercero es el día que enseñó a los chinos a nutrirse
lidad de la raza china. Los trajes, de los cerdos, porque uno de estos de arroz, de grano y de carne.
las leyes, las religiones, el arte, todo animales salvó, en un incendio, un y , terminando, el octavo, el nove-
es complicadísimo en el Celeste Im- precioso manuscrito. El cuarto, día no y el décimo días son los del grano,
perio. Y liasta las cosas menos im- de los carneros, en recuenio de vin del lino y de las habas, el uso de las
portantes llevan el sello de esta es- pastor llamado P\m-Kuon-Cega, que cuales reveló a los chinos el mismo
pecial característica amarilla. Para enseñó lo que se podía hacer con la Pu-Tso.
no citar más que un ejemplo diremos lana de los carneros. Y ahora nos explicamos por qué
que el año nuevo se celebra en China El quinto día es el de las vacas, las religiones chinas tienen tan gran
con fiestas que duran nada menos porque uno de estos animales ali- niímero de dioses, viendo la facilidad
que diez dias. mentó a mi chiquillo huérfano, que con que se asignaba el títvdo de «dios,
El primer día es el de los pájaros luego cuando fué mandarín, consa- en la patria de Confucio.

C U I D A D O C O N L O S " A I R E S "
Los golpes de a i r e son traicioneros.
Tan pronto atacan los pulmones, cansando congestión, pulmonía, neumonía, etc.,
como la cintura, originando lumliagos, ciática, etc., o liien ciertas articulaciones,
yentonces aparecen los dolores reumáticos. Cuando en esas partes sienta usted dolor,
no vacile y coloque en seguida encima una hoja de

T H E R M O S I N E
L A R O C H E T T E
ya sea de día o de noche. En contacto con la piel, la THEEMOSINE produce un calor
intenso, la sangre circula y el dolor desaparece. Es un remedio casero, muy útiL

EN T O D A S L A S F A R M A C I A S

USE EL H E R C U L E X
SI QUIERE HERMOSO CABELLO
Este mismo aparato con sus accesorios especiales para
masaje, elimina las arrugas y devuelve la tersura al
cutis. El aparato genera su misma electricidad con
sólo mover la palanca del mango.
Pida el folletito " P A R A L A B E L L E Z A
D E L A M U J E R " , es gratis, éste explica
c ó m o se r e c u p e r a y m a n t i e n e la b e l l e z a .

Cía. SANDEN -Sección Belleza Esta Sección es atendida por Señoras.


ESTOMAGO
e INTESTINOS
¡Tienen su Remedio!
Pero no liay que confundir. . .
Para obtener efectos permanentes,
definitivos,

RADICALES,
es ante todo necesario observar un
régimen científico y no usar medi-
camentos peligrosos. El remedio que
ofrecemos lo pueden tomar hasta
los sanos, sin ningún inconveniente.
Su fórmula, fruto de 20 años de
experiencia, la debemos a la genti-
leza del distinguido especialista
doctor CalandrelLi, como asimismo
el prospecto que acompaña a cada
tarro, con prolijas instrucciones sobre la alimentación conve-
niente en cada caso particular. Adoptar la

PEPTOLYSINA
significa, para los enfermos que viven lejos de Buenos Aires,
evitarse largos y costosos viajes a la capital. La PEPTOLYSINA
suprime acideces, anula dolores, absorbe gases y transforma
en livianos los platos más pesados. Esta última condición la reco-
mienda a los sanos comilones, como garantía de buena digestión.
Preparado en los LABORATORIOS y FARMACIA «NELSON»
PRECIO DEL T A R R O : $ 5.

Pedidos del interior, deben agregar 0.50 centavos para gastos de franqueo.

LABOBATORIOS y FAfiMCIA "NELSON"


MANUEL I. NELSON, JUAN M. NELSON y RAÚL A. NELSON
MÉDICOS - QUÍMICOS - FARMACÉUTICOS
ATENCIÓN PERSONAL Y PERMANENTE
477, SuiPACHA, 4 8 1 — - B U E N O S A I R E S
TELépONOS ( " • / • 4750, R.VADAV,A - ^

l E R T O D Í A Y N O C H E
?»^i^^^J^SS^T>WvS*nñ^^^

€a esítreíla bel labriego


ESPUÉs de la frugal comida, el tío gritos de desesperación. Pasó así muchos días,
Juan salió a la puerta de su humilde hasta que una noche en que la luna estaba
choza, y cómodamente sentado en muy blanca y muy grande, v tan cerca que
su rústica silla de paja, púsose a parecía que alargando la mano se la alcan-
contemplar con mistico arrobamien- zaría; una triste noche en que aquella es-
to el diáfano cielo do aquella se- trella, fia. veis? esa, la más brillante y her-
renísima noche primaveral. A pe- mosa, temblaba mucho, mi querida madre
sar de sus sesenta inviernos, sen- expiró; y yo, mi padre y mis hermanos que
tíase aún fuerte y vigoroso, y con francis- la rodeábamos en tan amargos instantes, la
cana resignación soportaba la pesada carga oímos decir, agonizando ya, que se iba a la es-
de las rudas faenas campesinas, siempre deci- trella hermosa, y que allí nos esperaba.. .
dido y animoso, como si su vida fuera una in- Suspiró larga y penosamente; miró al cielo,
extinguible juventud. Pero en determinada como dirigiéndose a la estrella blanca para pe-
fecha del año, al llegar el aniversario de la muer- dirle fuera testigo de la veracidad de sus palabras
te de su mujer, tornábase sombrío y preocu- y continuó:
pado, y, abandonando su diaria labor iba has- — Después fui liombre; amé, formé un ho-
ta el camposanto del pueblo a dejar sobre la gar ; y como si sobre nosotros pesara algún ma-
tumba déla difunta el homenaje silencioso y leficio, nunca nuestra humilde vivienda se po-
ferviente de unas flores y unas lágrimas. Y esa bló con las risas y los llantos de un niño, que
noche, mirando absorto el inmenso arcano azul, tanto pidió mi mujer a la Virgen, y que con tan-
triste y acongojado, recordaba que quince años to ardor deseábamos para completar nuestra
antes, en una noche igual a esa, la fiel compa- dicha y alegrar nuestro ranchito florido. Y pa-
ñera de su vida emprendió el viaje del que no saron los años, esperando siempre la llegada
se regresa nunca; y ante la dolorosa evocación, del niño que la buena virgen no quiso darnos
dos gruesos lagrimones rodaron sobre su faz nunca. Hasta que un día enfermó mi mujer, y
apergaminada y curtida por la caricia ardorosa se fué también allá, a la estrella hermosa y
del s o l . . . blanca. . . Y alLá me está esperando, junto a
Un alegre murmuMo de voces juveniles sa- mi buena madre. Y en estas noches claras y
có al pobre viejo de sus angustiosas cavilaciones. bellas, yo creo verlas que desde allá me tienden
— ¿Qué le apena, tío Juan? — interrogó Mar- los brazos, como llamándoine, invitándome a
gara, la hija mayor de los habitantes del rancho subir.. .
vecino, moza garrida y bella, que, adivinando Calló el viejo y un sollozo desgarrador suce-
el secreto dolor del anciano, intentó distraerlo, dió a sus últimas palabras; mientras las jóvenes,
trayendo hasta él el coro risueño y bullanguero con religioso respeto y cohibidas ante aquel
de sus amigas. sincero dolor, se retiraron silenciosamente
- ^ Refiéranos una de esas hist:orias tan tris- rumbo a sus viviendas, dirigiéndose furtivas
tes y tan lindas que usted sabe — rogó otra de y temerosas miradas a la hermosísima y lejana
la juvenil y alocada farándula. Y apretándose, estrella blanca, que allá en los diáfanos ámbitos
rodearon al pobre viejo, que no pudiendo re- azules seguía brillando esplendorosamente. . .
sistir los imperiosos requerimientos de aquella
bulliciosa juventud, y sin olvidar el motivo
de sus íntimos duelos, se dispuso resignada- SA noche el tio Juan durmió al sereno, y
mente a satisfacer los deseos de las muchachas.
— Tenía yo veinte años — comenzó diciendo
— cuando mi buena madre cayó enferma de
E soñó que junto con el astro adorado des-
' cendían del cielo las dos muertas amadas
y lo conducían allí, para vivir con ellas, rodea-
gravedad. En aquellos tiempos los módicos das de lindos angelitos rubios que eran sus
no conocían muchos do los males que amenazan queridos nietecitos.
de continuo a las gentes, 5' el que mi madre Y al amanecer del siguiente día, unos pas
sufría jamás lo descubrieron en mortal tores que llevaban sus rebaños a pacer
1 alguno. Y a íe que era aquella una por las campiñas cercanas, encontraron
extraña enfermedad. Recuerdo como si el cadáver del tío Juan tendido próximo
aún estuviera viendo la cara de a la puerta de su choza, con las
mi pobre madre, toda llena de ropas desti'ozadas y manchadas de
unas grandes manchas moradas de sangre, y en sus pobres carnes \
color de uvas muy madu- desgarradas las huellas de
ras que se hinchaban mu- los agudos dientes de los
cho, arrancándole horribles lobos. .

/ , ftuarfto üartin

^•--^-^''íiSíiR^rftSii^
rF

enora:
Para que sus vestidos adquie-
ran la característica de la moda,
y el cuerpo la forma escultu-
ral que distingue a la mujer
de buen gusto, debe visitar la

Casa Izquierdo
490, Carlos Pellegrini, 490
y adquirir uno de sus famosos
Corsés o Fajas, únicos que
responden ampliamente a
las leyes de la estética
y distinción, armoni-
zando la moda con el
arte que impera en
su e s m e r a d a
confección.

C A N OL
La mejor tintura vegetal instantánea
p a r a el cabello y la b a r b a .
D e v u e l v e a l cabello s u color n a t u r a l ,
a d q u i r i e n d o u n h e r m o s o brillo y la sua-
v i d a d d e la s e d a .
Garantizamos nuestra tintura C A N O L
y d e v o l v e m o s el i m p o r t e si n o d a el
resultado indicado.
Todos los t o n o s , en r u b i o , c a s t a ñ o y n e g r o .
Precio de la caja con eiicomienda paga d; O Presentamos
a cualquier punto de la República... "P 0 - " nuestro m o -
delo N.o 20.
Único ConcesionaTÍo para la América del Sud Preciosa faja
CASA IZQUIERDO confecciona-
d a con rico
Carlos Pellegrini, 490. — B u e n o s Aires. elástico d e
seda, t o d a la
parte delan-
tera y tricot
Solicite Nuestro Nuevo Catálogo de hilo con 4
ligas d e seda

$ 18.-
Casa Izquierdo
LA MAS I M P O R T A N T E D E S U D A M E R I C A

Carlos Pellegrini, 490.-Bs. Aires.


UNION TELEFÓNICA, MAYO 0313
De Espartillar

Concurrentes a la iiesta campestre realizada en la qumta del señor Jorge Avio, festejando el dia patrio.
Las constituciones externas tienen que prevalecer
\ . INTERPRETACIONES sobre la interna. De otro modo el liorabre no Jiubiera
No hay que exagerar el alcance de las originalidades salido de la selva primitiva. La civilización política,
de los pueblos. Todos los pueblos que están dentro de como toda civilización, es una derogación parcial do
una cultura y de una de las grandes familias étnicas, la naturaleza, una obra de elevación. La democracia
tienen capacidades parecidas. El ciudadano ideal no es nna educación. Por eso, uno de los primeros instru-
existe en ninguna parte. Toda constitución política es mentos de la democracia es la escuela. Los periódicos
artificial. Es un bosquejo de la ciudad ideal, que va en que escribimos son parte de la gran escuela popular.
educando a los hombres, y en eso consiste acaso su Lo es también el parlamento. Los pueblos son a veces
principal virtud. En la historia de la oivilazaoión el perezosos en ir a la escuela. También lo son los esco-
mimetismo ha desempeñado un inmenso papel. Para lares; pero ello no es argumento contra la escuela. Po-
que el hombre llegue a ser ciudadano es preciso que se drá serlo contra los maestros que no la hacen atrac-
le haga tomar parte en la comedia de la ciudadania. tiva: pero la misma pereza indica que hace mucha falta
Llegará a acostumbrai-se y a saber el papel, y cuando la Escuela, no sólo para enseñar sino para formar el
lo sepa no querrá dejarle. hábito. — E . GÓMEZ DE BAQUERO.

Una Mujer Anémica


no Puede ser Cariñosa
Todo hombre nonnal se enorgullece de tener
una esposa cariñosa. Pero muchos que no son
tan afortunados, no siempre se dan cuenta de
que la mujer n o puede dar de lo que no posee.
El afecto es mayormente producto de abun.-
dante vitalidad, y la mujer que está en delicada
salud, languidez, etc., mal puede dar de sus
fuerzas para las exigencias de su deber como Día de Lavado, Dia de RIT
esposa y madre. Tenga siempre una existencia de EIT
para el día de lavado. Así podrá usted
Como un verdadero fortalecedor para mujeres dar nuevo color a las piezas desteñidas
deUcadas, H I E R R O NUXADO ha demostrado al mismo tiempo que las va lavando.
RIT es una combinación del mejor ja-
ser de gran alcance y merece completa confianza. bón para lavar y para tinte. No se re-
Enriquece y purifica la sangre, fortifica el sis- quiere preparación especial — lave úni-
camente sus vestidos en jabonadura
tema nervioso y ayuda a producir carnes y RIT — en el color que desee. Es tan
fuerzas, trayendo la vivacidad, satisfacción y sencillo que usted puede adquirir nuevos
tonos para su lencería, sus medias, sus
goces de la vida que solo vienen con la salud blusas, su ropa de niños, etc., etc., de-
normal. jándolas enteramente nuevas, con un
costo insignüicante.
H I E R R O NUXADO es hierro orgánico que
se incorpora prontamente en la sangre y así En todas ¡as Tiendas y Farmacias
abastece los elementos nutritivos de gran nece- Agentes exclusivos: G E A
sidad que pocas personas obtienen suficiente-
RECONQUISTA. 558 - Bs. Aires.
mente de la alimentación diaria. Glicerofosfatos
es otro valioso componente que todo médico Pida
reconoce como a un tónico nervioso productivo
de fuerza y resistencia. Unas pocas semanas de
prueba con H I E R R O NUXADO puede cam-
biar enteramente la salud de toda mujer deli-
cada. Sin duda vale ia pena experimentarlo.
Lo venden todas las buenas farmacias.
ÍT'IPL^

Vi

E S motivo de placer inmenso y


especial confianza el subir, una
cuesta en un Hupmobile. Marcha
cuesta-arriba con la mayor, seguri-
dad, acelerando siempre sin trabajo
ni esfuerzo. P o d r á h a b e r , o t r o s
automóviles que funcionen.como el
Hupmobile en terreno piano; pero
c u a n d o se t r a t a de_pendientes o
caminos escabrosos, el Hupmobile
supera a todas las expectativas.

Hupmobile
REPRESENTANTES GENERALES:

2 0 6 7 . RIVADAVIA. 2071 — Buenos Aires


Unión Telef. 5501. Libertad. ^
c/o/á /7h/c3^
1.UE

ZUBIIV RARIc/"
on/^ma^
%^

ép/c/o/^ NUEVO/
POLVO/
ADHERENTEy^
^^d
Joueec/pdnae> EN L O /
PERFUMEy^
)Y de FAMA MUNDL^L
\fe
la C a j a e n i:oaa5 parles.

Entre usfed
V las enfermedades^
de las Vias Respiratorias
PONOA SIEMPRE]

Las Pastillas V A L D A
Ellas son un verdadero talismán
para precaverse contra los inconvenientes
delFWo, de las Nieblas, de l&Humedadg
contra los peligros
del polvo, de los miasmas y de los
microbios, para evitar los Constipado^
Oolon de Garganta, LaHngitis,
BfOnquWs, Gatarpos, Grippe, oto»
O ECHARLOS_DESi RÁPIDAMENTE
Tenga Vt la precaución de no estar nunca sin

PASTILLAS VALDA VERDADERAS


que comprará únicamente en las Farmacias
en CAJAS oon el nombre
V A L D A
^en la tapa y nunca de otra^
manera.
EL R É Q U I E M DEL CUERVO
I tío Zacarías era el ser más curioso Has, lo que probaba la gran cantidad de ropa
y original que he visto en mi vida. Fi- blanca que tendría guardada en sus armarios;-
guraos un hombre bajo, grueso, an- pero la particularidad más interesante del carác-
cho, robusto, la tez brillantemente ter de Hasselnoss era que, perro o gato que fran-
coloreada, el vientre enorme, y la na- queara el dintel de su puerta, no se le volvía a ver
riz respingada y llena de excrecencias. más. ¡Dios sabe lo que haría con ellos! La voz pú-
Además, el digno hombre era calvo como la palma blica llegaba hasta acusarle de llevar en uno de los
de la mano, usaba habitualmente unos grandes es- bolsillos de la levita un pedazo de tocino para atraer
pejuelos, y cubría su cabeza con un pequeño gorro a los pobres animales; así que, cuando salía por
de seda negra que apenas le cubría la coronilla. la mañana para ir a ver a sus enfermos, y pasaba
Mi querido tío era un hombre de buen humor y andando a pequeños saltitos por delante de nues-
«sfícionado como pocos al pavo relleno, al foie-gras tra casa, no podía menos de considerar con vago
y ál añejo Johannisberg: pero lo que prefería a todo terror los grandes faldones de su levita flotando
en el mundo era la música. Zacarías MuUer había a derecha e izquierda.
nacido músico por la gracia de Dios, como otros Estas son las más vivas impresiones de mi in-
nacen franceses o rusos, y tocaba todos los instru- fancia; pero lo que más me agrada en estos leja-
mentos con una facilidad maravillosa. No se podía nos recuerdos, lo que por encima de todo se fija
comprender, al ver su aspecto sencillo y bonachón, en mi memoria cuando pienso en esta pequeña y
que tanta alegría, tanto numen y t a n t a vivacidad querida ciudad de Bingen, es el cuervo Hans. re-
pudieran animar a tal personaje. voloteando por las calles, picoteando en las car-
Así hizo Dios al ruiseñor; glotón, curioso y cantor: nes colgadas en la carnicería, cogiendo los pape-
mi tío era un ruiseñor. les al vuelo, penetrando en la casa, y al que todo
Se le invitaba a todas las bodas, a todas las el mundo admiraba, acariciaba, llamaba «Hans»
fiestas, a todos los bautismos, a todos los entierros:-, por aquí, «Hans» por allá.
«Señor Zacarías, le decían, nos hace falta un Hop- ¡Singular animal! Un día había llegado a la
ser ( I ) , una Aleluya, un Réquiem, para tal día», y ciudad con un ala rota; el doctor Hasselnoss se la
él respondía invariablemente: «Lo tendréis.» En había curado y había llegado a hacerse familiar a
seguida ponía manos a la obra; silbaba delante de todo el barrio. Uno le daba pan, otro carne, otro
su pupitre, fumaba infinito número de pipas, y al queso. Hans pertenecía a toda la ciudad; Hans
mismo tiempo que lanzaba una lluvia de notas estaba bajo la protección de la fe pública.
sobre el papel pautado, llevaba el compás con el ¡Lo que yo quería a este Hans a pesar de los
pie izquierdo. frecuentes picotazos que me daba! Me parece aún
Mi tío Zacarías y yo habitábamos una antigua y verle saltar por la nieve, volver ligeramente la
modesta casa en la callé de Minnsingers, en Bin- cabeza y mirar a los transeúntes con el rabillo del
gen; él ocupaba el entresuelo, un verdadero alma- ojo y aire burlón. Cuando a alguien se le caía al-
cén de trastos, repleto de muebles viejos y de guna cosa de los bolsillos, una moneda, una llave,
instrumentos de música; yo dormía en un cuarto, un pañuelo, fuera lo que fuera, Hans lo recogía
del piiO de encima, y todas las demás piezas que- y se lo llevaba a los desvanes de la iglesia. Allí
daban desocupadas. era donde había establecido su almacén; allí era
Justamente enfrente de nuestra casa habitaba donde ocultaba el fruto de sus rapiñas, pues Hans
el doctor Hasselnoss. Por la noche, cuando mi era desgraciadamente un pájaro ladrón.
cuarto estaba sumido en las tinieblas y las venta- Por lo demás, mi tío Zacarías no podía sufrirle:
nas del doctor se iluminaban, me parecía, a fuerza trataba de imbéciles a todos los habitantes de
de mirarlas fijamente que su lámpara se aproxi- Bingen por colocar su afección en semejante ani-
maba, se aproximaba, y concluía por tocarme en mal, y este hombre t a n tranquilo, tan dulce, se
los ojos. Veía al mismo tiempo la silueta de Has- ponía fuera de sí cuando por casualidad tropeza-
seUioss agitarse sobre el muro de una manera ex- ban sus ojos con el cuervo, que graznaba y se re-
traña, con su cabeza de ratón cubierta con su tri- movía delante de nuestras ventanas.
cornio, su pequeña coleta moviéndose a derecha e Una hermosa tarde de Octubre, mi tío Zacarías
, izquierda, su gran levitón de anchos faldones, y parecía aún más alegre que de costumbre; no había
su raquítico cuerpo sostenido por sus delgadas visto a Hans en todo el día. Las ventanas estaban
piernecillas. Distinguía también en las profundi- abiertas y un sol espléndido penetraba en las ha-
dades de su habitación redomas llenas de anima- bitaciones. A lo lejos, en la campiña, el otoño ex-
les extraños, piedras brillantes, aparatos descono- tendía esas bellas tintas amarillentas que se des-
cidos y el lomo de sus libros, resplandecientes de tacan con t a n t a brillantez sobre el verde sombrío
dorados, colocados en batalla sobre las tablas de de los abetos. El tío Zacarías, recostado en su
su biblioteca. ancha butaca, fumaba tranquilamente una pipa,
El doctor Hasselnoss era, después de mi tío Za- y yo le contemplaba preguntándome a mí mismo
carías, la persona más original de la ciudad. Su qué sería lo que le hacía sonreír, pues su bonda-
criada Orchel se vanagloriaba de no hacer lejía dosa fisonomía estaba resplandeciente de satis-
más que una vez cada seis meses, y ningún tra- facción.
bajo me costaba el creerlo, pues las camisas del — Querido Tobías — me dijo al fin, lanzando al
doctor estaban siempre llenas de manchas amari- techo una densa espiral de humo — no puedes
figurarte la dulce quietud que experimento en este
(1) Música para baile. instante. Muchos años hace que no me siento t a n
bien dispuesto como ahora para emprender una el lugar de tu padre y de tu madre? ¿No te he en-
obra magna, una obra por el estilo de La Crea- señado a tocar el clarinete? ¡Ah, Tobías, Tobías,
ción, de Haydn. El cielo parece que se abre delan- qué malo es lo que haces!
te de mí; oigo a los ángeles y a los serafines entonar Decía todo esto con tal expresión de convenci-
su himno celeste; pudiera señalar y separar todas miento, que yo acababa por creerle, y maldecía
las voces. . . ¡Oh, qué hermosa composición, To- desde el fondo de mi alma a aquel maldito Hans
bías, qué hermosa composición! Si pudiera oir los que turbaba la inspiración de mi tío: «Sin él, me
bajos de los doce apóstoles. . . ¡es magnífico, mag- decía yo, nuestra fortuna estaría hecha»; y hasta
nífico! La voz de soprano del pequeño Rafael es llegaba a dudar de si realmente aquel cuervo sería
t a n penetrante que píirece la trompeta del juicio el diablo en persona.
final, los ángeles agitan las alas riendo y los santos Algunas veces el tío Zacarías trataba de escri-
lloran de una manera verdaderamente armoniosa. . . bir; pero por una fatalidad curiosa y casi increí-
Pero, ¡silencio! He aquí el Veni Creaíor: el bajo ble, Hans aparecía siempre en el mejor momento,
colosal avanza y la tierra T;iembla: Dios va a apa- o se oía su graznido destemplado y ronco. Enton-
recer. ces el pobre hombre tiraba la pluma con deses-
jY el señor Zacarías inclinaba la cabeza, parecía peración, y si hubiera tenido cabellos, se los hu-
escuchar con toda su alma, y gruesas lágrimas biera arrancado a puñados; tan grande era el
cubrían sus ojos y estaban a punto de resbalar por paroxismo de su furor. Las cosas llegaron a un
sus mejillas! <'Bene, bene, Rafael», murmuraba. punto, que el señor Zacarías pidió prestado el fu-
Pero cuando mi tío se sumergía así en profun- sil del panadero Racer, un viejo armatoste mo-
do éxtasis; cuando su fisonomía, su mirada, su hoso, y se puso de centinela detrás de la puerta
actitud, todo, expresaba en él un deleite infinito, para espiar la llegada del maldito animal. Pero
un encanto celeste, he aquí que Hans se precipita entonces Hans, astuto como el diablo, no parecía,
de pronto contra nuestra ventana, lanzando un y tan pronto como mi tío, cansado de esperarle y
ctiac espantoso. Mi tío Zacarías palideció horrible- tiritando de frío, porque era invierno, se acercaba
mente y se quedó mirando hacia la ventana con a calentarse las manos a la chimenea, en aquel
los ojos espantados, la boca abierta, la mano ex- mismo momento Hans lanzaba su graznido delan-
tendida, en la actitud más completa de estupor. te de la casa. El señor Zacarías corría a coger
El cuervo se había colocado, en un travesano otra vez el fusil y se lanzaba a la calle; pero ya
de la ventana, y no, no creo recordar haber visto Hans había desaparecido.
nunca fisonomía más radiante y burlona; su largo Era una verdadera comedia, de la que hablaba
pico se inclinaba ligeramente, hacia un lado, y su toda la ciudad. Mis camaradas de colegio se bur-
ojo brillaba como una perla. Hizo oir un segundo laban de mi tío, lo que me obligó más de una vez
cuac irónico, y se puso a peinarse tranquilamente a librar en la plaza descomunales batallas. Yo le
el ala con el pico. defendía a todo trance, y raro era el día que no
Mi tío apenas respiraba: estaba como petrificado. volvía a casa con un ojo vendado o la nariz ma-
Xl cabo de un momento Hans volvió a levan- gullada. Entonces me miraba conmovido y me
tar su vuelo, y el señor Zacarías, dirigiéndose a decía:
mí, me miró fijamente algunos segundos. — ¡Querido Tobías, ten valor! Pronto no ten-
— ¿Le has reconocido? — me preguntó. drás necesidad de sufrir tantas contrariedades.
— ¿A quién? Y se ponía a pintarme con entusiasmo la gran-
— ¡Al diablo! diosa obra que meditaba. Era verdaderamente
— ¿Al d i a b l o ? . . . ¡Bah! ¡queréis chancearos! una cosa magnífica; todo era lógico, ordenado,
Mi tío no se dignó contestarme y volvió a su- de una estructura admirable; empezaba con la
mergirse en sus profundas meditaciones. overtura de los apóstoles; seguía el coro de los
Desde este día el señor Zacarías perdió todo su serafines en «mi bemol»; después, el Veni Creator en
buen humor. Trató de escribir su gran sinfonía de medio de los relámpagos y los truenos. . . «Pero,
los Serafines: pero no acertaba a dar formas a su decía mi tío, es preciso que el cuervo muera; el
pensamiento, y una inmensa melancolía se apode- cuervo es la causa de mis distracciones, de mi
ró de él. Se tendía en su butaca y en ella se pasa- falta de inspiración: mira, Tobías, si no fuera
ba casi todo el día, con los ojos fijos en el techo, por él, mi gran sinfonía estaría terminada hace
pensando en la armonía celeste. Cuando yo le mucho tiempo, y viviríamos tranquilamente de
manifestaba que el dinero se me iba acabando y nuestras rentas».
que era preciso que escribiera un vals, una polka
u otra cosa cualquiera que produjera algo, me
interrumpía diciendo:
— Un v a l s . . . una p o l k a . . . ¿qué es eso? ¿qué II
significa e s o ? . . . Si me hablases de mi gran sinfo-
nía, menos mal; ¡pero un vals!. . . Vaya, vaya,
Tobías, pierdes la cabeza, no sabes lo que te dices. Una noche, al volver de la plaza me encontré a
Después añadía con acento más tranquilo: Hans. Había nevado: la luna refractaba su luz en
— Créeme, Tobías; cuando haya terminado mi los blancos techos, y no sé qué vaga inquietud se
gran obra, podremos cruzarnos de brazos y dor- apoderó de mi corazón a la vista del cuervo. Al
mirnos como en lecho de plumas. Es el alpha y el llegar a la puerta de nuestra casa quedé sorpren-
oinega de la armonía. ¡Entonces sí que será gran- dido al encontrarla abierta; permanecí un momen-
de nuestra reputación! Mucho tiempo hace que to suspenso, y vi que algunos resplandores se fil-
debía haber terminado esa gran obra; una sola cosa traban a través de los vidrios, como el reflejo de
me lo ha impedido: ¡el cuervo! un fuego que se apaga. Entro, llamo; pero nadie
— jEl c u e r v o ! . . . Pero, querido tío, ¿cómo pue- me responde; sigo avanzando y juzgúese de mi
de el cuervo impediros escribir, os pregunto? sorpresa y mi disgusto cuando a uno de los refle-
¿Acaso no es un pájaro como otro cualquiera? jos de la llama veo a mi tío con la nariz azul, las
— ¡Un pájaro como otro cualquiera! — exclamó orejas violáceas, y tendido cuan largo era en su
indignado; — ¡ya veo, Tobías, que conspiras con- butaca, con el viejo fusil de nuestro vecino entre
tra mí al lado de mis enemigos!... Y sin embargo, las piernas, y los zapatos llenos de nieve.
¿qué cosa hay que no haya hecho por ti? ¿No te El pobre hombre había salido a ver si cazaba el
he educado como a mi propio hijo? ¿No he ocupado cuervo y había vuelto medio helado.
— ¡Tío! ¡querido tío! — exclamé. — ¿Estáis dur- mas, en lugar de decir lisa y llanamente: «He aquí
miendo? un gato, he aquí un ratón; yo estoy a favor del
Al sonido de mis palabras entreabrió los ojos, ratón porque somos de una misma familia, porque
y fijando en mi una mirada soñolienta, dijo: antes de ser Hasselnoss, doctor en medicina, he
— Tobías, le he apuntado más de veinte veces, sido ratón, ardilla o hurón, y en su consecuencia.. .»
y al momento que iba a tocar el gatillo, desapare- Pero no terminó su frase, porque en el mismo
cía como una sombra. instante el gato de mi tío pasó rozándole las pier-
Dicho esto, volvió a caer en profundo sopor; yo nas, y cogiólo el doctor bruscamente haciéndolo
lo hablaba, le sacudía, pero inútilmente; perma- desaparecer en su inmenso bolsillo con una rapi-
necía inmóvil. Sobrecogido entonces por el páni- dez asombrosa. El tío Zacarías y yo nos miramos
co, corrí a buscar al doctor Hasselnoss. Al levantar estupefactos.
el pesado aldabón de su puerta, mi corazón latía — ¿Qué vais a hacer con mi gato? — dijo al fin
precipitadamente; y cuando se oyó retumbar el mi tío.
,i.;oIpe en cl fondo del vestíbulo, mis rodillas fla- El doctor, en lugar de responder, sonrió y dijo:
(¡uearon y estuve a punto de caer. La calle estaba — Señor Zacarías, quiero curaros.
desierta; algunos copos revoloteaban alrededor de — Devolvedme primero mi gato.
ni!; sentía frío hasta en la médula de los huesos. — Si me obligáis a devolveros este gato — dijo
.'VI tercer aldabonazo, la ventana del doctor se Hasselnoss — os abandono a vuestra triste suerte;
abrió, y la cabeza de Hasselnoss, con su gorro de no tendréis un minuto de reposo; no podréis es-
algodón se inclinó hacia fuera. cribir una nota y adelgazaréis de día en día.
— ¿Quién está ahí? — preguntó con voz brusca. — ¡Pero en nombre del cielo! — repuso mi tío.
— Señor doctor, venid pronto a casa del señor — ¿Qué es lo que os ha hecho ese pobre animal?
Zacarías; está muy enfermo. — Lo que me ha h e c h o . . . — respondió el doc-
— Voy en seguida — contestó Hasselnoss; — sólo tor, cuyas facciones se contrajeron — ¡lo que me
tardo el tiempo necesario para ponerme un abrigo. he h e c h o ! . . . ¡Sabed que estamos en perpetua
Volvió a cerrarse la ventana y transcurrió un lar- guerra desde el origen de los siglos! ¡Sabed que
go cuarto de hora, que pasé mirando la calle de- este gato reasume en él la quinta esencia de un
sierta, escuchando las veletas crujir en sus en- cardo que me ha ahogado cuando yo era violeta;
mohecidas agujas, y allá, a lo lejos, algún perro de un acebo que me ha hecho sombra cuando yo
de cortijo ladrar a la luna. Por fin, se oyeron pa- era arbusto; de un sollo que me ha comido cuan-
sos: alguno bajaba lentamente, muy lentamente, do yo era carpa, y de un gavilán que me ha devo-
la escalera; introdujeron una llave en la cerradu- rado cuando yo era ratón!
ra, y Hasselnoss, envuelto en una gran hopalanda Creí que Hasselnoss estaba loco; pero el tío Za-
gris, y una pequeña linterna en forma de palma- carías, cerrando los ojos, respondió después de un
toria en la mano, apareció en cl dintel. largo silencio:
— ¡Brrr! — dijo — ¡qué frío hace! ¡Bien he he- — ¡Os comprendo, doctor Hasselnoss, os com-
cho en abrigarme tanto! prendo! ¡Pudiera ser muy bien que tuvierais ra-
— Sí — respondí — pero yo hace veinte minutos zón! . . . Curadme, y os doy mi gato.
que estoy tiritando. Los ojos del doctor brillaron.
— Pues me he dado prisa para no hacerte esperar. — ¡Ya eso es otra cosa! — exclamó. — Ahora
Un minuto después entrábamos en el cuarto de voy a curaros.
mi tío. Sacó, dicho esto, una pequeña navaja de su
— ¡Hola! ¡buenas noches, señor Zacarías! — dijo cartera, y cogió de la chimenea un trozo de leña,
el doctor Hasselnoss con el tono más tranquilo que hendió con suma destreza. Mi tío y yo le mi-
del mundo, dando un soplo a su linterna. — ¿Cómo rábamos hacer en silencio. Después de haber hen-
estáis? Parece que hemos pillado un pequeño ca- dido aquel pedazo de madera, lo ahondó algo, y
tarro, ¿eh? en seguida sacó de la cartera una laminita de per-
A esta voz, mi tío Zacarías pareció despertarse. gamino, que ajustó dentro de la hendidura. Hecho
— Señor doctor — dijo — voy a contároslo todo esto, aplicó sonriendo aquél objeto a sus labios.
tal como h?. sucedido. La fisonomía de mi tío se puso radiante.
— Es inútil — le interrumpió Hasselnoss sentán- — Doctor Hasselnoss — dijo — sois un hombre
dose en frente de mi tío en un viejo cofre; — co- raro, un hombre verdaderamente superior, un
nozco el principio y las consecuencias, la causa y hombre. . .
los efectos; vos detestáis a Hans, y Hans os de- — Ya lo sé — le interrumpió Hasselnoss — ya lo
testa; vos le perseguís con el fusil, y Hans viene sé. Apagad la lumbre ahora, y que ni el más in-
a posarse en los travesanos de vuestra ventana significante pedazo de carbón brille en la sombra.
para burlarse de vos. ¡Je, je, je! Todo esto es muy Mientras yo ejecutaba sus órdenes, él abrió la
sencillo; al cuervo no le gusta el canto del ruiseñor, ventana de par en par. La noche estaba glacial;
y el ruiseñor no puede sufrir el graznido del cuervo. por encima de los techos aparecía la luna tranqui-
Mientras Hasselnoss hablaba, absorbía con frui- la y límpida en medio de un cielo puro y transpa-
ción un polvo de tabaco; después, guardó la taba- rente. El brillo deslumbrador de la nieve y la
quera, cruzó ima pierna sobre otra, sacudió los obscuridad del aposento formaban un contraste ex-
püegues de su levitón y se echó a reír, mirando traño; veía la silueta de mi tío y de Hasselnoss
fijamente al señor Zacarías con sus pequeños y destacarse en el marco de la ventana, y mil impre-
maliciosos ojos. siones confusas me agitaban a la vez. De pronto,
Mi tío estaba estupefacto. mi tío Zacarías estornudó, y la mano de Hasselnoss
— Escuchad — repuso Hasselnoss; — esto no de- se extendió con impaciencia para imponerle silen-
be sorprenderos; todos los días estamos viendo cio; después, el silencio se hizo solemne.
hechos parecidos. Las simpatías y antipatías go- De repente, un silbido agudo atravesó el espa-
biernan nuestro pobre mundo. Entráis en una ta- cio: «¡Pi-uite, pi-uite!» Después, todo volvió a
berna, en una cervecería, no importa dónde; repa- quedar en silencio. Mi corazón latía con t a n t a
ráis en dos jugadores sentados a una mesa, y sin fuerza que casi escuchaba sus latidos. Al cabo de
cSnocer a ninguno de ellos, hacéis en seguida votos un instante se hizo oír el mismo silbido: «¡Pi-uito,
por el uno o por el otro. ¿Qué razón hay para que pi-uite!», y entonces comprendí que era el doctor
prefiráis a uno de los dos? Ninguna. ¡Je, je, je! quien lo producía con su reclamo. Esta observa-
S o b r í esto los sabios edifican sistemas y más siste- ción me dio algún valor y presté atención a las
menores circunstancias de lo que estaba pasando rarse, y sus grandes ojos azules brillaron de entu-
a mi alrededor. siasmo; no tocaba delante de nosotros, sino en
El tío Zacarías, medio encorvado, miraba a la una catedral, ante una asamblea inmensa, delante
luna. Hasselnoss permanecía inmóvil con una de Dios.
mano apoyada en la ventana y la otra con el silbato. ¡Qué pieza más sublime! ora sombrío, patético,
Pasaron dos o tres minutos: al cabo de este desgarrador o resignado; después, bruscamente, de
tiempo se oyó el vuelo de un pájaro hendir los aires. en medio de los sollozos brotaba el dulcísimo
— ¡Olí! — murmuró mi tío. canto de la. esperanza desplegando sus alas de ce-
— ¡Silencio! — dijo Hasselnoss, y el «pi-uite» se leste y oro. ¡Dios mío, Dios mío! ¿es posible con-
repitió muchas veces con extrañas y precipitadas cebir cosas tan grandiosas?
modulaciones. Dos veces el pájaro, inquieto y tras- Era un Réquiem, y durante una hora no aban-
tornado, tocó en su rápido vuelo la ventana con el donó la inspiración ni un segundo al tío Zacarías.
ala, y dos veces hizo mi tío un movimiento como Plassclnoss no reía ya: insensiblemente su fiso-
para coger el fusil; pero Hasselnoss le cogió por el nomía burlona había adquirido una expresión in-
brazo, murmurando: «¡Pero estáis loco!» Enton- definible; creí por un momento que iba a enter-
ces mi tío se contuvo, y el doctor redobló sus sil- necerse; pero pronto le vi hacer movimientos
bidos con tanto arte, imitando el canto de la pega bruscos y nerviosos, y me apercibí de que alguna
cogida en el lazo, que Hans, girando a derecha e cosa se debatía bajo los faldones de su levitón.
izquierda, acabó por entrar en la habitación, atraí- Cuando mi tío, rendido por tantas emociones,
do, sin duda, por una curiosidad singular que le apoyó su ardorosa frente sobre el borde del cla-
trastornaba el cerebro. Oí sus dos patas, chocar pe- vicordio, el doctor sacó de su gran bolsillo una
sadamente contra el pavimento, y casi al mismo cosa inerte y la presentó, riéndose, a nuestras
tiempo mi tío Zacarías lanzó un grito, y se pre- miradas.
cipitó sobre el pájaro, que se escapó de sus ma- Era el gato que acababa de estrangular.
nos. — ¡J^' i^' js! — dijo;—buenas noches, señor
— ¡Torpe! — exclamó Hasselnoss cerrando la Zacarías, buenas noches. Cada uno hemos hecíio
ventana. nuestra caza. ¡Je, je, je! Vos habéis hecho un
Ya era tiempo. Hans revoloteaba junto a las vi- Réquiem para el cuervo Hans; bien podéis hacer
gas del techo. Después de haber dado cuatro o ahora un Aleluya para vuestro gato. ¡Buenas
cinco vueltas, chocó contra uno de los \adrios con noches!...
t a n t a fuerza, que dejóse caer aturdido tratando de Mi tío estaba tan abatido, que se contentó ccn
agarrarse con las uñas a los travesanos. Hassel- saludar al doctor con un movimiento de cabeza,
noss encendió entonces una vela, y vi al pobre haciéndome seña de que le acompañase.
Hans entre las manos de mi tío, que le apretaba Ahora bien, aquella misma noche murió el gran
el cuello con un entusiasmo frenético, diciendo: duque Yeri-Peter, segundo de su nombre, y cuando
— ¡Ja, ja, ja! ¡ya le tengo! ¡ya le tengo! Hasselnoss atravesaba la calle, oí las campanas
Hasselnoss le acompañaba con carcajadas aún de la catedral doblar lentamente. Al volver a
más ruidosas. nuestro cuarto, vi al tío Zacarías de pie.
— ¡Je, je, je! ¿estáis contento, señor Zacarías, — Tobías — me dijo con voz grave - ^ ve a acos-
estáis contento? tarte, hijo mío, ve a acostarte; es preciso que
Nunca he visto escena más horrible. El rostro escriba todo esto esta misma noche; si no, sería
de mi tío estaba de color carmesí. El pobre cuervo fácil que olvidara. . .
se debatía entre sus manos, y agitaba las alas y Me apresuré a obedecer, y en mi vida he dor-
las patas con las angustias de la muerte. mido mejor.
Este espectáculo me horrorizaba tanto, que Al día siguiente, a las nueve, me despertó sobre-
corrí a ocultarme en el fondo de la habitación. saltado un gran tumulto. Todos los habitantes de
Pasado el primer momento de indignación, mi la ciudad se habían lanzado a las calles; no se
tío Zacarías volvip en sí, y me dijo con voz toda- hablaba de otra cosa que de la muerte del gran
vía algo temblorosa: duque.
— Tobías, el diablo las ha pagado ya todas El señor Zacarías fué llamado a palacio. Se le
juntas y . . . le perdono. Toma, tenme a ese Hans encomendó el Réquiem de Yeri-Peter 11, obra que
delante de los ojos. ¡Ah! ¡me siento revivir! Ahora, le valió al fin la plaza de maestro de capilla, que
silencio: ¡escuchad! ambicionaba hacía tanto tiempo. Este Réquiem no
Y el señor Zacarías, con la frente inspirada, la era otro que el que escribió para Hans. Así, el
pupila centelleante, se sentó al clavicordio. Yo tío Zacarías, cuando llegó a ser grande hombre
estaba enfrente de él, y tenía cogido al cuervo y podía gastar hasta quinientos íhalers por año,
por el pico; detrás, Hasselnoss levantaba la b u j í a ' me decía algunas veces al oído:
para alumbrar a mi tío. No podía darse cuadro — ¡Ah, sobrino, sobrino! Si se supiera que .ese
más extraño que aquellas tres figuras, Hans, mi Réquiem famoso lo he compuesto para el cuervo,
tío Zacarías y Hasselnoss, bajo las elevadas y car- todavía creo que iríamos a tocar el clarinete en
comidas vigas del toclio. Aun me parece verlos, las fiestas de las aldeas.
iluminados por la oscilante luz, así como nuestros Asi son las cosas de este mundo; muchas veces
viejos muebles, cuyas sombras vacilaban en el de- la fortuna, la riqueza, los honores, sólo estriban
crépito muro. en la cosa más fortuita, en acertar con el momento
A los primeros acordes, mi tío pareció transfigu- oportuno.

E R C K M A N N C H A T R I A N
• • • I

— Discúlpeme la señora. — Pero j qué complicación 1 . . .


No vi que se terminó — Bañándose diariamente,
el JABÓN REUTER, y no no veo el inconveniente
queda nada para ahora. de bañarse, hoy, sin jabón.

— Vaya, usted a cualquier lado. — Puede, usted soltar el caño;


— Señora: ya son las tres pues prefiero no bañarme
y, como es sábado inglés, a dejar de jabonarme
estará todo cerrado. con REUTER. Hoy no me baño.
De Navarro

EXPERIENCIAS Y EFUSIONES se extienda, que cada bien engendre otro bien. Tam-
poco esto significa que el fin justifica los medios, sino
No basta hacer bien en el mundo: es menester hacer que, al cumplir con los mandamientos de la conciencia,
el bien con prudencia. Esto no es apartarse de la doc- que son absolutos y apremiantes, tenemos el deber,
trina cristiana; no falsificar el imperativo categórico por el hecho de ser inteligentes, de que nuestra
de la conciencia. Es sencillamente, aplicar la idea de actividad se produzca mediante las leyes de la
arte a la ejecución del bien. Y el arte es aplicable a razón.
toda nuestra actividad. Debemos procurar que el bien ARMANDO PALACIO VALDÉS.

instituto de Higiene para la Tez "Costafort"


ÚNICAMENTE PARA SEÑORAS
iiiiittrtrtiiiiiriiiiiiiiiiiiiiiniiiuiiiiii IIIMttIIIIIPIIIIIIIIIIIIIIIIt II I I iiiiilniítiliiii

¿Por qué tener VELLO, PECAS, PANOS y ARRUGAS que tanto afean
el cutis, cuando pueden eliminarse con el
COMPUESTO VEGETAL "COSTAFORT"?
ÚNICO LOCAL DE VENTAi
Carlos Pellegrini, 156. — Buenos Aires.
Í T T? A T T 51 se envía el CATALOGO de los PRODUCTOS "COSTAFORT"
w XV j x X ± o j,jjjj amplias explicaciones sobre embellecimiento de la tez.

iü E N D E R É C E S E !!!
Esto lo haría nuestra > ESPALDERA HERCULEX», pues le oUigaria a echar
los hombros para atrás, y sacar bien el pecho. Su precio es de S m/n. 2.80. Para
envío por encomienda postal agregar S m/n. 0.20. (Para la Capital Federal, $ 0.45).
MANDE MEDIDA DE CINTURA Y SISA

^HERNIA HERCULEX^
La Hernia Herculex CURA la hernia por medio de su corriente Electro Galvánica.
También se puede aplicar la Electricidad a su mismo braguero. Fíiadatos hoy mismo a la
Cía. "SANDEN" - S e c c i ó n S
CARLOS PELLEGRINI, 105.—BUENOS AIRES. —CONSULTAS GRATIS

L
VIGOR VARONIL
La causa de su pérdida y el modo de recuperarla. «VIGOE'>, SU USO Y ABUSO POE EL HOMBRE.
este librito hoy mismo, es GRATIS pata todo HOMBRE DÉBIL.
Cía. S A N D E N - CÁELOS P E L L E G R I N I , 1 0 5 , — B U E N O S A I R E S . — Horas de Ofibina: de 9 a 18.

Bb—
La boca, s e m i l l e r o de
gérmenes nocivos a la salud.
Millones de microbios se alojan cada
día y se multiplican en la cavidad bucal, Véase cómo está
contra los cuales es menester prote- atada la tapa;
no puede extra-
gerse si no queremos perder la salud. viarse; siempre
estará ahí para
i Combatidlos con la crema dental m a n t e n e r la
crema fresca.
germicida Kolynos! v
Kolynos.ademásdepreservar los dientes
del daño que pueden inferirle las bac-
terias, devuelve a estos su color natural
y tanto la boca como la garganta se man-
tienen en un estado de higiene perfecta.
Se vende en todas las farmacias, per-
fumerías, tiendas, etc.

CREMA DENTAL
Mayon Ltda., agentes de T h e Kolynos Company.
CONCURSO DE DIBUJOS INFANTILES
Los dibujos no han de ser copiados, y serán hechos con pluma y tinta negra, a tamaño de
postal. Deberán traer el título de lo que representan y, al respaldo, el nombre y dirección del
autor. Cada mes se premiarán los dibujos más interesantes, con libros especiales para niños.
Los sobres deben diri^irfíe: <<Concurso infantil CARAS Y CAKETAS», Chacabuco. 151.

1717 — Un tranvía. 1718 — Doña Luisa dando de comer a sus patitos. 1719 — El potro do mi tío.
ARTURO FODARO. BLANCA LOLA GAVIÓLA. GABRIEL C. LOPEZ.

1720 — Llegando al puente. 1721 — La hora del copetín. 1722- Ordeñando la vaca.
ERNESTO ÁNGEL IGAEZABAL. RICARDO GRAND. E. GAUDIN.

LA A M E R I C A N A REGIO DORMITORIO, roble ma-


cizo, 8 cuerpos, entrante O D A _
o saliente, 4 patas OOw»"
de R U J E N S K Y Hnos. REGIO DOBMITOEIO, de roWe
1356 - CORRIENTES •• 1356 macizo, formato 3 cuer- O Q R
pos, 3 lunas, a S *»'«'•"
El mismo juego, con 1 4 7 A
luna, a s*lvi.-
£1 mismo. Imitación l o - i Q C
ble o cedro, a $ ' •'*'•
El mismo, más chico, a 4 e e
pesos lU»».
COMEDORES, desde pe- -j g n _ _

Solicite catálogo H, con la nueva


rebaja de precios.
Emlalaie y acarreo gratis.

"EL SOL DE NOCHE N.° 3 3 5 "


ES EL ULTIMO MODELO DE LINTERNA A NAFTA
con pantalla fija, de bronce niquelado, denominada

"EL REY DE LA TEMPESTAD"


por ser a prueba de vientos, lluvias e insectos.
300 bujías de poder, UN litro dura 12 horas. Se gradúa la luz a voluntad.
HERMOSO SXnaiIDO EN LAMPARAS PARA TODOS LOS USOS Y GUSTOS
GRATIS remitimos nuestro catálogo general ilustrado, N.° 36. Pídase a : k

RICHEDA y Oía. - Talcahuano, 289 - Buenos Aires.


REVENDEDORES ACTIVOS NECESITAMOS, UNO EN CADA LOCALIDAD
Kodak Autográfíca
Especial No. 1A

Nueva cámara Eastman con


obturador Kodamático y ob-
jetivo Kodak Anastigmático
/.6.3. Para fotografías de
2 ^ x 4 ^ plgs. (6.5x11 cms.).
tamaño univcrsalmente
popular.

P O R su apariencia acabada e impecable y por las


excelentes fotografías que con ella se obtienen,
la nueva Kodak Especial No. i A es sencillamente la
última palabra en aparatos de primer orden. Y no
podía menos de ser así, pues en la construcción de
esta cámara ha puesto todo su esmero la mayor de
las entidades fotográficas del m u n d o .
El obturador Kodamático, con necesidad de calcular la distancia
siete velocidades precisas desde aproximada.
i / a segundo hasta i/2oode segun- El rápido objetivo Kodak Anas-
do, tiene, entre otros distintivos tigmático /.6.3 es una garantía
de gran valía, la escala automática de negativos perfectos y nítidos,
que determina a simple vista la resultado de exposición y foco co-
abertura correcta del diafragma. rrectos, características éstas pro-
El Telémetro Kodak indica el pias de la nueva Kodak Especial
foco preciso, eliminando así la No. lA. ~

Todas las Kodaks son Autográficas

Kodak Argentina, Ltd., Calle Paso 4.3 8, Buenos Aires


«Renovar» es el lema de la moda. LA seda con taco de platino incriistado
Lo que hoy llevamos, ayer hubiera de brillantes.
parecido una paradoja, y mañana MODA AL D Í A
será una vieja banalidad. El vestido
Pero, ¿cuántas mujeres hay en Pa-
rís que puedan permitirse tamaño
se reduce y alarga; la medida lineal P O R lujo? y he aquí surgir las imitacio-
de los modistos es el metro-acordeón;
el cabello es reducido a una pobi'e LUZ Y S O M B R A nes en aluminio (!) y diamantes ar-
tificiales. Una vez más, la megalo-
melena o a un enredo de rizos, como manía arrastra a lo ridículo a las al-
si el arte del peluquero fuera sólo el mas femeninas, siempre algo dema-
de cortar; las alhajas yacen sueltas siado soñadoras, siempre felices de
en los rincones más imprevistos del dejarse llevar por una deslumbrante
atavío femenino; los zapatos mudan ilusión.
forma y color. Sin embargo, hay zapatos de «la-
El calzado negro de charol no se me», «brocado» y piel, entre los que
ve más que de día y no es un zapato, puede saciaree el deseo de gustar y
sino una sandalia con «claque» ne- de g a s t a r . . .
gro. Las tiras que cruzan sobre el Las medias de color se usan mucl'.o,
pie, y el taco, son de piel de gamuza pero se necesita mucha discreción y
de color. Otras veces es ima tira de muy buen gusto para su elección. La
terciopelo verde o azul marino c(ue media de seda negra toda de punti-
cruza y sujeta al pie una sandalia lla, se usa de noche para un vestido
charolada. todo negro. La media de seda clara
Todos los otros calzados son hoj' acompaña casi siempre el vestido
día de color. Con una pollera blanca obscuro y lleva, como ya lie dicho,
plegada y el saco de color, verde o co- incnistaciones de ]>untiila.
lorado, las medias son blancas y los Las crónicas parisienses citan la
zapatos puntiagudos y «souples», en tentativa de algunas célebres «dan-
gamuza o «glacé» del color del saco. seuses», que se presentan en la escena
Luego hay el zapato blanco que sin medias. Sobra decir que antes
ya no pertenece al mundo de las cosas de ahora viéronse parecidas inicia-
elegantes,-si no se le añade ima gran tivas, las que han quedado siempre
fantasía. Por ejemplo, todo el zapato sin consecuencias; pues, si una pier-
de gamuza avellana y la tira y el taco na bien formada y bien cuidada liace
blancos; o todo blanco y sólo el taco un color rosado pálido idéntico al
de color, haciendo juego con una de las medias de moda, no podrá, sin
«echarpe» o un sombrero. embargo, tener nunca el brillo incom-
Por la noche, el zapato de satín de parable de la seda. A menos que al-
color está de moda hace algún tiem|io; gún químico ponga en comercio una
con un vestido de «lame» hace juego el nueva laca para substituir las media.s.
calzado en satín y «lame», y la media Y entonces, en lugar del temor de
de seda y encaje del color de moda: los puntos coiTÍdos, tendremos el de
carne ligeramente anaranjado. las grietas.

La preferencia es aliora paiu el


calzado claro con los trajes sombríos.
Zapato plateado con medias blan-
cas; la tira del tobillo y el taco llevan
incnistaciones de piedras de color.
Calzado en «lame» rosa o blanco
con plata y taco de «strass», para
acompañar un vestido de «lame» azul
y oro o de terciopelo rubí. La tira
lleva un adorno de brillantes ver-
daderos.
Los flecos de perlas buenas son el
broche elegante que sujeta la tirita
del zapato exteriormente.
Muchos modelos de calzado vie-
nen muy escotados y sujetos al tobi-
llo por una pulsera de turquesas o de
coral. En lugar de la tira abrochada
hay en ciertos modelos suntuosos,
una «barrete» do brillantitos o zafi-
ros o rosas de coral rojo con un peque-
ño brillante en el centro de cada una.
Las Jiebillas son de plata, de esmal-
te antiguo, de «clavos» acerados, de
cristal, de materias plásticas. Otras
lio son más que un monograma de lí-
neas artísticas de brillantes muy pe-
queños; otras son grandes motivos
cuadrados o alargados, colocados a
propio capricho.
La rica California que manda a Pa-
rís sus excéntricas millonarias, quie-
nes, bajo el pretexto de «tomar el chic
parisiense» di.sfrazan París con una
triste careta de oropel, ha impuesto a
la Ciudad-luz la moda del calzado de L^«¿<U«^^ M a S ü * á i « S . Í ' ' * K ' ^
la pena....
''^^^m/m//////0^'
Si usted se suscribe ahora a una colección completa del gran

DICCIOP^IO BSaCLOPEDICO
HISPANO - AMERICANO
le regalaremos, a su elección, ya sea la "HISTORIA DE
LA GUERRA DEL MUNDO ", por Simonds, o un ejem-
plar del gran "ATLAS JACKSON", verdaderos obsequios
de valor e indispensables en toda biblioteca particular.

HAY QUE NO DEJE VD. DE VISITARNOS O ESCRIBIRNOS LO


ANTES POSIBLE, PUES SON MUY LIMITADAS LAS
COLECCIONES RESERVADAS PARA ESTA OFERTA.
APURARSE
El "DICCIONARIO ENCICLOPÉDICO HISPANO-
AMERICANO" llega hasta donde alcanza todo el saber
hinnano, y está completo desde la A hasta la Z. Cada uno
de sus 28 hermosos volúmenes contiene más de i.ooo
páginas a 3 columnas, y su conjunto equivale a i.ooo
libros del tamaño común. Es además el mejor y más
extenso diccionario del léxico.

CONCEDEMOS AMPLIO CRÉDITO


SIN FIANZAS NI PAGARES.

Exposición y Venta: Bn[\c. MITRE 1092 - Bs. A's.

W. M. JACKSON - Inc.
CASILLA DE CORBMQ Ui2 — BUENOS AIRES
Sírvanse enviarme detalles completos del Diccionario Enci-
clopédico Hispano • Americano y de los regalos.
0. 0. 4

MÁNDENOS
HOY
EL C U P Ó N N.o
Necrología

Señor Juan Capurro. — Bahía Señor Tomás S a n t a n a . -


Blanca. Zlavarro.

Prolonga la dniracíon de
los útiles de labranza
XJ*S una sabia medida la de dar
•*—' de vez en cuando una ligera
m a n o d e p i n t u r a s de l u s t r e
SAPOLIN a los arados, segado- Señor Boberto de la Huelga Señor Haiio B. Colombo.
r a s , a v e n t a d o r a s , carruajes y García. — Capital. Capital
automóvil de 2a hacienda, cuando
se noten señales de deterioro en
sus superficies. Si se retocan con
los lustres de color SAPOLIN,
adquirirán su primitivo brillo y
color con una sola aplicación,
Sapolin se aplica fácilmente. Se
fabrica en un gran número de
ctáores para todas las aplicacio-
nes. Produce buenos resultados
aún en los climas más cálidos.
Búsquese el nombre SAPOLIN
en cada tarro.
S e adquiere en todas partea donde
s e vende pintara

PINTURA DE LUSTRE
PARA C A R R U A J E S

SAPOLrIN
Ademáa;
Aluminio S A P O L I N Resistente al Calor SeñoiVíctor E c h e p a r e . Señor Fabián Sánchez. — Las
Esmalte SAPOLIN para Tinas de BaBo C arcaría já. Bandurrias.
. E s m a l t e de A l u m i n i o S A P O L I N
T i n t e de L u s t r e S A P O L I N
L u s t r e de P l a t a S A P O L I N
Colores Lustrosos SAPOLIN
paraPisos yMaderaa
LustredeOroSAPOLIN
etc., etc.

Fabricantes: Gerstendorfer Bros.


Nueva York, E. U. A.
Fabricamos también el Esmalte de Oro, lava-
ble, que lleva por nombre OUR FAVORITE".
De económica y fácil aplicación y el mejor
eubstitato del l e ^ t i m o oro en hojas.
2-2-23

Señor Simón B i a n c o t t i Señor Luís Yanníno.


, — Colón. las Flores.
inSUPERABLE
Vino Tónico APERITIVO

Jerez Quin^
' '""Ico Reconstituyen'^
Sus cualidades de pureza y
sabor exquisitos ponen de re-
lieve una super-calidad, pro-
veniente de su esmerada ela-
boración a base de añejos
vinos de Jerez.
Se prepara en las mismas
famosas Bodegas donde se
produce el delicado y muy
difundido

C&ñAcLonECQ I m PORTAD ORES


meREULO H I M 0 5
AMM^^M^^^MMN^atfWMi
BUENO-/'AIRe/ • J I J-« <"if Ítf~ l~ •'^l<~lli m0*^*^'*^**i*^0*^^0^0'tm0i^0^^^

vtirtg-ii^i jf ^r,ir ^ tTirvri uwii<r->^ riifaff^tfiíuBtiiir ii<n i" ^ i i"i i.f «i iiiin^-i*~i~-i^T*%írii*'^<''M'w<-M-"i^K*"-i^^ni#*'M~»#*>f~~
EL VIEJO ROBLE
Vívia en la cima de un monte un pretender quebrarlas y el árbol en la montaña, crujidos de su tronco
viejo roble, al que hubiera sido más todo se inclinaba hacia un lado como roto.
fácil contarle las hojas que los años—• si fuera a caer al fin vencido. Más de Cuando las pocas ramas que le
comenzó diciendo la abuela recla- una x'ez, también el rayo, pareció quedaban fueron sepultadas bajo la
mada por los nietos a contarles una hacerle su blanco yendo a caer en nieve, el viejo roble comprendió que
historieta. medio de sus ramas. Pero, el viejo había llegado su última hora.
A lo largo de las faldas crecían roble, se mantenía siempre en píe Al llegar la primavera, el viejo ár-
llenas do juventud, erguidas con gran con gran contento de seres y cosas. bol sólo era un resto de lo que fué. En
firmeza, hennosas plantas de ave- En la estación de las flores y en su tronco ya hueco, crecía verde el
llanas, de almendras, de nueces, de el estío especialmente, pastores y musgo. Poro aun conservaba el ro-
castañas y de hayas. No habría sido ganados iban a echarse al pie del ble un álito de vida. Miró a su alre-
posible decir cuál do ellas ofrecía roble para cobijarse bajo su sombra dedor y le fué dado contemjdar un
mejor aspecto por su ofrenda de hojas bienhechora. bellísimo espectáculo. La hierba cre-
y de frutos. En medio a todas ellas, Entonces el roble no silbaba más. cía a sus pies como abrazándolo;
el roble, semejaba un abuelo vene- Los pajarillos cantaban alegre- veía gemas en todos los árboles y
rable. Y, en realidad, que él se com- mente, las abejas zumbaban a su plantas, las flores comenzaban a
portaba como el más bueno y amo- alrededor, el pen'o dormitaba, las abrirse y las hojas se balanceaban
roso de ellos. Tenía atento el oído y ovejas triscaban, y el pastor leía un dulcemente bajo los tibios rayos del
pronto el corazón. Si comenzaba a libro de historias antiguas. .sol.
soplar viento, él movía fuertemente El roble, muy contento de ser Los .jóvenes castaños, los avella-
las ramas, para anunciar el peligro útil a alguien, pensaba: nos, los abetos, las hayas, todos,
a plantas y pájaros. Estos i'dtimos se — Pronto no serviré para nada. volvían a ver a la hermosa estación,
sobresaltaban y corrían a refugiarse No tendré más bellotas ni más hojas; rebosantes de savia vital y pródigos
en sus nidos. Cuando más fuerte era mis ramas se habrán caído y mi tron- de promesas. El viejo roble los miró
el viento mejor se hacía oír el viejo co taladrado. ¿Qué haré entonces? a todos con amor de abuelo y se pre-
roble, como si en cada una de sus ra- Pasó un invierno crudísimo. Pjl paró a esperar el hacha del hombre
mas tuviera un silbato. El peligro roble fué nuevamente azotado, pero que debía derribarlo. Esta historia
que corría, a veces, era grande, bus lo encontró sin fuerzas y ya sus ra- se repite siempre en cada abue-
ramas j'a débiles por los años eran mas no silbaron. Extenuado, roí- lo — terminó diciendo sonriente la
juguete de los vientos que parecían do, en el silencio de la noche, se oía anciana.

¡
lEf. A D E L I A D C A R L 0 lf =

— ¡Toma Seneguiua y déjate de toser!


...si estudia y obtiene el diploma de
uno de nuestros cursos profesionales.
Mande su dirección y
recibirá gratis un ma- T E N E D O R D E LIBROS
TAQUIGRAFÍA
nual para aprender a ORTOGRAFÍA
escribir a máquina y ARITMÉTICA
ELECTRICISTA
folletos explicativos de DIBUJO ARTÍSTICO
los cursos que enseñamos CONSTRUCTOR
CONTADOR MERCANTIL
por correspondencia. CORRESPONDENCIA
CALIGRAFÍA
MECÁNICO
ESCUELAS SUDAMERICANAS I
LA VALLE, 1059 Buenos Aires, i- DIBUJO MECÁNICO
(LA ESCUELA MAS GRANDE DEL MUNDO) ' CHAUFFEUR
^ I MAQUINISTA
Nombre I
Devolvemos el dinero al alumno des-
Dirección conforme durante los dos primeros

tr_ _llJi
meses de estudio.
UN E N T I E R R O EN STAMBUL
N día, después de haber almorzado labios, para que tuviera aspecto de cosa viva, lo
en una especie de restorante-taberna que casi conseguían...
de Stambul, quisimos dar un paseo Entró t a n t a gente; lloraban unos con t a n t a an-
fuera del recinto amurallado de la gustia; tantas palabras, al parecer perentorias,
ciudad, des .osos de ver nuevamen- exclamaban otros, que por un instante fui olvi-
te la cintura pétrea que cerraba la dado. Entonces intenté salir de allí con disimulo,
antigua Bizancio por la puerta pero no lo conseguí.
del mar, rehaciendo así aquel paseo evocador de La mayoría de los que habían entrado después
grandiosas proezas y de crisis sociales brutalmente que yo, los que ya estaban llorando cuando yo' en-
resueltas; deseoso de contemplar lienzos de muros tré y los que llenaban el patio o huerto, hablaban
rotos de arriba abajo por catapultas, trabucos y cu- armenio, griego, turquesco, todo junto, y era impo-
lebrinas; y torres maestras sin atalayas ya, conver- sible darse cuenta de lo que d e c í a n . . . Al cabo do
tidas en motones de piedra entre las que crecen pocos minutos de estar allí, comparecía por el por-
plantas parásitas. Era aquel un paseo que antes ha- talón un venerable anciano; un vejete de aspecto
bíamos hecho cabalgando uno de esos caballitos solemne, un sacerdote, sin duda, que llevaba en la
mansos que los guías os ofrecen voceando: «¡cavallo cabeza un ancho turbante, tenía unas barbas que
bono, ngnorh y que, convenido el precio, dicho el le llenaban el pecho y llevaba en la espalda un
sitio donde uno desea ir, no hay más que montar blanco velo flotante.
cuidando de no caer, pues el dueño de la bestia la Prosternóse el viejo ante el muerto, y todos los
guiará, dándole tirones de la cola, lanzándole inter- concurrentes le imitaron, arrodillándose, extendien-
jecciones y golpeándole la grupa. do la palma de la mano en el suelo. Y en aquel
Conociendo bien el camino, quisimos hacerlo, pobre aposento de aquella pobre casa levantóse
aquel día, solos y a pie, tranquilamente. Eran ya gran algarabía, mezcla de gritos femeninos que lle-
más de las dos, las dos y media quizá, y nos hallá- gaban al través de las puertas, de suspiros, de vo-
bamos lejos del restorante, cuando al pasar por de- ces e imprecaciones de cuantos entraban y con-
lante de unas barracas aisladas, en medio de un templaban el cadáver, de plañidos litúrgicos de al-
patio que, por las trazas, había sido huerto, pues gunos que debieron alquilarse para llorar, los cua-
se veían en él cuatro adelfas polvorientas, una hi- les acompañaban su melopea con enérgicos sones
guera mustia y dos cubos con mentas y rosales, arrancados al p a n d e r o . . . Y nunca he sabido si
oímos gritos y gemidos y viraos varios turcos que fué por obligación ritual, o porque tanto cantar y
se deslizaban, corriendo, por nuestra vera, y se la temperatura elevada que allí se disfrutaba con-
metían en una de las b a r r a c a s . . . y en vez de ir vidasen a beber, lo cierto es que trajeron u n a ' d a -
a ver las murallas de Stambul, por un impulso ins- majuana llena de agua y que de ella bebimos todos,
tintivo, seguimos a los que corrían y lloraban. después de haberlo hecho el anciano.
Como hallamos las puertas del patio y la de la Acabadas las libaciones de agua fresca, empezó
habitación suficientemente abiertas, (la última lo de nuevo el de profundis con acompañamiento de
estaba de par en par), nos acercamos al sitio de pandero. Y cuantos estábamos allá nos apartamos
donde partían los gritos y los sollozos: era una cá- para dejar pasar a unos recién llegados que toma-
mara reducida y llana, donde, rodeado de gente ron el cuerpo del adolescente y lo colocaron con
de aspecto pobre, yacía el cuerpo de un hombre singular destreza sobre unos maderos guarnecidos
muerto... de terciopelo rojo y de clavos dorados, cubriéndolo
Era un adolescente que nos pareció debía haber con un lienzo de museüna, pero dejando el rostro
muerto tuberculoso, pues tenía las mejillas y las al descubierto.
órbitas hundidas, angosta la caja torácica y largas Se formó el cortejo, y, sin saber cómo ni por
,y esqueléticas las manos, cruzadas sobre el pecho... qué, dos caballeros de mi edad — los uncios de
Todo su cuerpo era raquítico y mísero. Y allí yacía, la concurrencia que vestían poco más o menos a
yerto, desnudo. . . la europea como yo — se pusieron a mi lado. En-
Indudablemente todos aquellos hombres que es- tonces yo hice lo mismo que éstos hacían y salu-
taban alrededor del muerto (no se veían mujeres, daba cuando ellos saludaban. Imitándoles en todo,
pero se oía su llanto doloroso y se adivinaba que rocié el muerto con el agua olorosa que tomábamos
estaban escondidas en el interior de la casa), to- de una gran bacía y pasé al que estaba tras de mí
dos aquellos parientes y amigos del difunto debie- los caramillos que me habían dado para la asper-
ron suponer, al verme cruzar los diez o doce pasos sión, haciéndole el mismo gesto de cortesía que a
que había de la puerta de la calle a la cámara, que mí me habían hecho, inclinando la cabeza cuando
era yo algún conocido del muerto, su principal los otros la inclinaban y simulando rezar cuando
quizá, o un médico, un funcionario de policía, de los "otros rezaban, cada vez que el sacerdote inicia-
la parroquia, del templo, de la s i n a g o g a . . . ¡qué ba una nueva oración mortuoria.
sé y o ! . . . Nunca me he explicado lo que aquella Vedme ahora por las callejas de Stambul, tras
buena gente pudo pensar.de mí, pues nadie me di- el cadáver de aquel jovencito a quien nunca había
rigió directamente la palabra, limitándose unos y visto en vida, presidiendo el duelo en aquel entie-
otros a mirarme y a mirarse luego, profiriendo rro anónimo, pues por el lugar que en el cortejo
frases que sin duda se re'erían al tránsito de aquel ocupaba yo al lado de aquellos compañeros fortui-
que estaba allí de cuerpo p r e s e n t e . . . al cual, des- tos, bien puedo decir que iba en la presidencia.
pués de haberlo lavado con aguas oloro- El cortejo era heteróclito y lo formaban
sas, embellecían poniéndole lazos en los gentes de muy distintos ropajes; allí tur-
puños, peinándole la cabellera, ornando bantes de toda especie y túnicas de varios
su mortaja con flores artificiales, con pe- colores: azul celeste, verde lechuga, mora-
dacitos de papel dorado, dándole unos to- do berenjena; allí gente mísera con levitas
ques de bermellón en las mejillas y en los sin botones, chaquetas de luengas mangas.
sombreros de paja sin cinta, hongos deformes, protesta, son el Viático más seguro, el único que
chalecos de toda forma y color, indumentaria pro- hasta hoy hayan hallado los hombres más sabios
cedente toda ella de los bazares de ropa vieja. de todos los siglos y de todas las iglesias.. .
Así caminamos gran trecho por Stambul, dete- Y contemplando la caída del sol tras los hierá-
niéndonos de vez en cuando para que gente pia- ticos cipreses del cementerio, se me ocurría que si
dosa o amiga del difunto se acercase a éste y le el Emperador romano no pudo saber nada de lo
besara. Y andando, andando, llegamos por fin al que los sacerdotes de Eleusis sabían, fué porque
cementerio. los sacerdotes se reservaban los secretos hasta con
Bajo unos cipreses plantados en el centro mismo un iniciado cuyo postulado de iniciación acogieron
del sagrado recinto, había una tumba abierta y pro forma, decididos a no revelarle nada de lo fun-
allí nos dirigimos todos, siguiendo al sacerdote y damental que sabían, pues eso les daba prestigio
a los que conducían el cadáver. Pusieron al muerto y los elevaba ante los ojos de la plebe.
sobre unos taburetes; el sacerdote tomó otro, ha- Me iba diciendo yo que lo que sabían los sacer-
ciéndole servir de facistol, abrió sobre él un libro dotes de Eleusis debieron ser forzosamente leyes
y empezó a salmodiar versículosj! dirigiéndose ora físicas, propiedades de la Naturaleza, que, sólo
a Levante, ora a Poniente, increpando a la tierra conocidas por unos cuantos, se prestaban a la ex-
y a los aires, tomando de nuevo agua olorosa, ro- plotación (en el sentido noble de la palabra) y con-
ciando con ella al muerto y avanzándose por fin a servaban el prestigio que es ley de vida para todos
él para besarle en la frente. los elegidos, para todos los que rigen las socieda-
Los que debían ser acólitos del sacerdote pasaron des, para todos los que por virtud propia o por con-
la bacía al señor que estaba a mi lado, quien hizo veniencia de las multitudes, son sus Guías, sus
las mismas operaciones que el sacerdote. Tocóme Pastores y sus Oráculos.
entonces el turno a mí, y yo, emocionado, afligido Parecíame evidentísimo que ciertos sacerdotes
por la aflicción que me rodeaba, me avancé a besar supremos, egipcios y griegos, conocían leyes físicas
al difunto, santiguándolo y bendiciéndolo con el ignoradas por la multitud; y en el atardecer aquél,
mismo afecto con que yo quisiera ser santiguado y después de haber enterrado a un ser humano sin
bendecido por alguien que, sin haberme conocido saber fijamente a qué secta pertenecía, nos decía-
en vida, me reconociera como a su hermano después mos que los iniciados sabían principios y leyes de
de muerto. la materia de cuyo descubrimiento nos vanaglo-
Acabadas las oraciones, cuando todos los concu- riamos n o s o t r o s . . . las propiedades del imán, la
rrentes que así lo quisieron hacer hubieron besado conductibilidad eléctrica de ciertos cuerpos, la ma-
el cadáver, retiróse el sacerdote; y los acólitos to- nera de hacer explotar ciertas materias, el uso del
maron el cuerpo del adolescente, sacándolo de los opio y de sus compuestos, y que, poseedores de
maderos en que lo habían traído, y cubriéndolo por tales prodigios, en días determinados, al querer
completo, hasta taparle la cara con la muselina que castigar al blasfemo, lo hacían comparecer ante la
Velaba su desnudez, lo descendieron al fondo de la imagen del dios y allí, después de haberle anate-
hoya y, muy despacio, con tiento, lo iban cubriendo matizado, hacían caer sobre su cabeza las chispas
de tierra que tomaban, a puñados, del borde mismo que, saliendo del brazo de Júpiter tonante, le de-
de la tumba. jaban sin vida
Mientras se efectuaba la larga operación de cu- Siguiendo la ruta que de antemano trazara el
brir los despojos de aquel nuestro hermano, intenté hormigueo de la gente, alejaba de! pensamiento
retirarme silenciosamente, y como a hurtadillas las visiones fúnebres que lo habían asaltado: mo-
tne fui hacia a tras, a paso lento, yendo de un tú- mias, iniciados de Eleusis, sacerdotes tebanos, curas
mulo a otro, simulando que leía las inscripciones católicos, cementerios rurales con cruces trunca-
funerarias. Y al fin conseguí aislarme. - das, sembraderos de malvas, hinojales y algún
Al encontrarme solo por aquellos parajes desco- ciprés que señalaba el c i e l o . . . Y para conseguir
nocidos (renunciando definitivamente a visitar las del todo mi intento, páreme ante una especie de •
murallas, pues ya el sol se iba al ocaso), tomé la chuflero que tenía su establecimiento ambulante
misma ruta que había seguido el cortejo para ir bajo un gran árbol, a la vera del mar.
al cementerio, y andando, andando, pensaba que Con él hatílé grotescamente, no entendiéndole
las manifestaciones del culto ayudan en gran ma- apenas, diciéndonos ambos palabras extrañas,
nera a conocer el modo de ser de los pueblos y que, substantivos que no pertenecían a ningún idioma
en consecuencia, es necesario enterrar a los hom- determinado, burlándome de los racimos de pasas
bres, casarlos y darles; al nacer, la bienvenida, con de Corinto que me ofrecía, de sus pistachas azuca-
consagraciones que moralmente los hermanen y radas, de su compota de cerezas, y alabándole, en
que los unan fuertemente a fin de que se ayuden cambio, las rebanadas de sandía, los altramuces.
unos a otros. Junto a él me senté para sacudir materialmente el
Y sin querer, por la magia misma del pensamien- polvo del cementerio que llevaba encima; y una
to, veía cosas antiguas y cosas de hoy, cementerios vez limpios los zapatos, aceptando un granizado de
de nuestra tierra, sepelios prehistóricos, vasos ci- limón que el hombre me ofreció y que me pareció
nerarios, sarcófagos, momias egipcias, ¡qué sé yol riquísimo, pagúele el gasto, no sin reírme una vez
Me daba cuenta de que en nuestras sociedades cris- más de las hiperbólicas alabanzas que prodigaba a
tianas, donde no se hace nada encubierto, en las todas las exquisiteces que vendía, ni sin aceptar,
que los libros y las enseñanzas orales nos muestran gustoso, una brizna de tabaco rubio "y aromático,
desde hace siglos lo que el hombre piensa y cree, que el chuflero en cuestión guardaba dentro de una
" n hombre no cristiano puede instruirse en pocas olla y con el que yo llené la pipa, despidiéndome de
ñoras sobre nuestra manera de explicar lo Perdu- él cuando la hube encendido y echado beatamente
rable, de satisfacer la tan humana ansiedad de co- al aire las primeras bocanadas.
nocer lo incognoscible, dando paz al espíritu, aquie- Con el humo aquel se desvaneció de mi espíritu
tándolo, dictando leyes de vida, estableciendo con- la enojosa canción funeraria en que se meciera
soladora doctrina, supliendo las obscurida- durante horas seguidas. Y dos días des-
des providenciales y eternas, que quizá pués de haber presidido por las calles de
sean la misma Divinidad, por medio de Stambul el duelo de aquel entierro, salía de
artículos de F e . . . áncora recia a la que el J. PIN Constantinopla sin haber sabido quién era
nombre amarra su vida; artículos de fe Y el muerto y sin que los que conmigo comple-
•Jne, recibidos mansamente, aceptados sin SOLER taron el séquito supieran quién era yo.
^
C O N C U R S O I N F A N T I L PARA COLOREAR DIBUJOS
CARAS Y CARETAS invita a sus pequeños lectores a tomar parte en este concurso, iluminando libremente a la acuarela, al lápiz o al
gouache, el paisaje que publicamos. Una vez terminado, pueden remitirlo, unido al cupón que aparece al pie, a la siguiente dirección:
Concurso infantil de CARAS Y CARETAS. ~ Chacabuco. 151-155, Buenos Aires.
te otorgarán CÍES PREMIOS, que serán distribuidos todos los mese;; entre los cien niños Que más condiciones artísticas revelen.

t3_
Cupón para el Concurso Intantil de CARAS Y CARETAS, N." 107
Nombre y apellido ,
Domicilio
Toblación
Escríbase claro y mándese este cupón liiiido ni paisaic colorerido.

FAJAS Dr D l ^ ^ l E s t a s n u e v a s F a j a s en sus d i s t i n t o s
modelos del Dr. Diva!, de l a F a c u l t a d
¿6 d e M e d i c i n a de P a r í s , p a r a Señoras y
Caballeros, d a n u n a e l e g a n t e conforma-
ción al t a l l e , reduciendo las líneas pro-
m i n e n t e s del cuerpo, s i e n d o al m i s m o
t i e m p o las m á s eficaces p a r a c o m b a t i r
la O B E S I D A D , V I E N T R E C A Í D O , D I -
LATACIÓN D E L ESTOMAGO, RI-
ÑON MÓVIL, H E R N I A UMBILICAL,
E V E N T R A C I O N , y modelos especiales
'Vím
p a r a el embarazo y operados, etc., e t c .
E s p e c i a l i d a d en fajas d e c a u c h o (go-
m a ) , desde $ 20.
P í d a s e p e r s o n a l m e n t e o p o r c a r t a el
catálogo ilustrado con sesenta fotograba-
dos, que r e m i t i m o s G R A T I S , por retor-
n o de Correo.
Dirigii-se a L e o n a r d P r o d e l , A v e n i d a
• le Mayo 1172. B u e n o s Aires.
""^^M
^ ^ L E O N A R D PRODEL
# A V E N i D A DE MAY01172-Bs.As.» CASA M A T R I Z 11 rué SAINT L A Z A R E París

an o ' m- ^ m

iÜT TÓNICO DIGESTIVO


^ • - - - - : : - , ^ J . - , ,, -v—-^ ^
• 0UÜIII(I5 CUUIIUIIIlUilS
• para carbón y leña, des- T C tal
TE CUMBRE •^^ÍX]
1 '- i
1 •
I
n
de $ 1.500 hasta
INSTALACIONES DE AGUA
CAUENTE PABA BAÜOS
S ' ^ /n.

oompuesto de plantas medicinales andinas. Nadie padece


más del estómago, afecciones intestinales, ni del hígado i-i ii 1J A. G E N T I L E
tomando este maravilloso Té. — Caja S 2 en su depósito:
Deán Funes, 1328- Bs. Aires.
tu DEPENDENCIA 2515. — BUENOS AIUEf PIDA CATALOGO
PILOTCADO POR ALFREDO W E Q E M E R :y
A T I L I O PORZAhO c o n o ACOnPAnAMTE

TRlijfHFA
en la carrera del kilómetro, organizada el 18 de Mayo último por el
Santa F e Automóvil Club, obteniendo el

PRIMER PREMIO
de la 3.=' categoría para coches hasta 2 4 litros de cilindrada y resul-
tando de la prueba una velocidad media de 80 kilómetros por hora.
El "GRAY" de turismo, reúne las comodidades y posee la calidad
de un coche de precio elevado.
Motor cuatro cilindros (suave y silencioso), tres velocidades, arranque eléc-
trico, velocímetro, luz en el tablero, etc. Comodidad para cinco pasajeros,
carrocería de sólida construcción, elegante y cómoda, cuatro puertas.

Precio: $ 2.690 m/n. Un empleado espera a Vd. en


nuestra Exposición para que
s/ w/ B. A. efectúe un viaje de ens.ayo.
De Santa F e
CAKLOS PELLE-
GEINI. — Alum-
nos de las escue-
las locales y nu-
meroso público
congregado en la
plaza principal
durante el desa-
rrollo de la liesta
patriótioa reali-
zada en conmemo-
ración del aniver-
sario patria.

TORTUGAS. —
Niños de la Es-
cuela Fiscal aue
dirige el señor
Francisco B. Lar
cantando el Him-
no Nacional, el
día del 114." ani-
versario de la Re-
volución de Mayo.

Casa Introductora de
instrumentos Musicales ANTONIO MESCHIERI e Hijos
SARMIENTO, 1083 ROSARIO DE SANTA FE
Gran surtido ACORDEONES muy buena
de Gramófo- clase, hecha según dibujo,
nos y discos con planchitas separadas y
a precios de voces de acero, fuertes y
reclame. armoniosas con 21 teclas
y 13 bajos.
Los mandamos con su co-
A n t e s de rrespondiente correa y mé-
efectnar sus
compras todo para aprender a tocar
pida nuestro sin maestro, y emba- _ _
gran católo- laje gratis por solo $ 2 7 . -
go ilustrado. El mismo con 21 te- _
cías y 8 bajos . . . $ Z o . "

NUESTRO OBSEQUIO
PARA NUESTEOS OHENTEa
NUEVO ÁLBUM en Colores naturales de
las distintas raías de aves
qne cultiva el "CRIADERO EXCELSIOR"
(el más importante de la Amé-
rica del Sur, establecido hace
37 años), con descripción de
las razas, alimentación y en-
fermedades remitimos al que
envié $ 2 m/n.; ofrecemos
además los siguientes libros
ilustrados: «Manual de Avicul-
Con las incubadoras iofali- tura» (sobro incubadoras e
bles de la"Caia RMnliold" implementos modernos) $ 1.20,
y hnevos para empollar del "Crladtro Excelslor", la cria de •La cria de Abejas» $ 0.60, «La
aves resulta una ocupación fácil y agradable en la cual pue- conservación de Frutas $ 2, «Indus-
den hacer fortuna hombres, mojeres y niños. Libros ilus- tria Lechera, $ 1.60. La colección completa en $ 6.— ra/n.
trados explicativos, "Manual de Avicultura", a $ 1.20 y Oferta Limitada. Escriba en seguida
"Cria, Enfermedades y Álbum en colores de las aves", a $ 2.—
los remite ALEJANDRO REIHHOLD. EXPOSICIÓN EXCELSIOR
CALL BELGRANO. 499 — BUENOS AIRES CALLE BELGRANO, 4 0 9 — BUENOS AIRES
Ponga en su Cubierta una
buena Cámara.
Muchos automovilistas consideran en — Su construcción es laminada, de
el neumático únicamente a la cubierta. modo que si hubiera una im-
perfección, ésta queda confinada
Olvidan de que ésta, por muy buena • a„ la laminita y no traspasa la
que sea, no puede dar prueba de su cámara. - '
calidad ni recorrer un largo kilome-
traje si no lleva dentro de si una cá-
mara de igual bondad. — Se las construye con la mejor
clase de caucho puro — no es
Una cubierta no puede evitar su pron- adulterado.
to desgaste cuando la cámara no retie-
ne debidamente el aire por largo — El parche de la válvula no está
tiempo. sencillamente pegado, sino que
Las Cámaras Coloradas Goodyear po- va vulcanizado dentro del cuer-
seen las ventajas que se requieren de p o ..de la cámara.
una buena cámara y retienen por
largo tiempo el aire, debido a las , — Son muy gruesas para que su
siguientes cuatro razones : duración sea especialmente larga.
El "Gyro=Compás" en el gfobierno de los buques
E s i n d u d a b l e q u e u n a de las t a r e a s d e m a y o r
responsabilidad y que mayor contracción
exige, es el gobierno de los m o d e r n o s b u -
ques de acero, así se t r a t e de n a v e s d e g u e r r a
q u e se h a n discui-rido, a b a s e científica, p a r a
c o m p e n s a r las p e r t u r b a c i o n e s p r o d u c i d a s p o r la
a r m a z ó n de acero del b u q u e en el c a m p o m a g -
nético n o r m a l , n o obteniéndose, en el mejor
o de v a p o r e s d e s t i n a d o s al tráfico de pasajeros de los casos, esa compensación sino a expen-
y c a r g a s . . . Desde q u e los p r i m e r o s h o m b r e s sas de la potencia directiva. E n c u a n t o al m e t o
se e m b a r c a r o n en el do de la intuición que
débil b a r q u i c h u e l o d a n la p r á c t i c a y la
p r i m i t i v o , la preocu- p r e p a r a c i ó n de los
pación del r u m b o h a «lobos de mar» n o
sido la f u n d a m e n t a l , merece, y p o r razo-
y p o r eso p u e d e de- nes obvias, n i n g u n a
cirse q u e d u r a n t e confianza científ'ca.
m u c h o s siglos ha ha- E r a necesario, p o r
bido una verdadera lo t a n t o , b u s c a r un
l u c h a de c o m p e t e n - método científico
cia a fin de o b t e n e r q u e reemplazase a
el medio m á s seguro los "ya anacrónicos
p a r a e v i t a r q u e los q u e se siguen u s a n d o
b u q u e s a b a n d o n e n el solo p o r falta, como
r u m b o q u e deben se- d e c í a m o s , de un
guir. E l gobierno de r e e m p l a z a n t e mejor,
u n b u q u e , q u e se re- y después de largos
suelve, en definitiva, años de estudios y de
en el m a n e j o de la experiencias, se h a
r u e d a del t i m ó n , p u e - logrado d a r solución
de p a r e c e r a simple al p r o b l e m a m e d i a n -
v i s t a cosa m u y sen- t e el «Gyro-Compás'i
cilla; pero es m e n e s - páralos buques mer-
t e r t e n e r en c u e n t a c a n t e s . E l funciona-
que t o d o b u q u e , m i e n t o de este a p a -
m i e n t r a s n a v e g a , se r a t o indicador, q u e
ve c o n s t a n t e m e n t e señala i n s t a n t á n e a -
atacado, diremos, m e n t e el m e n o r c a m -
p o r fuerzas diversas bio en la dirección
q u e tienden a a p a r - del b u q u e , h a d e j a d o
t a r l o de su r u m b o y d e m o s t r a d a la infe-
q u e sólo p u e d e n ser rioridad d e todos los
combatidas median- procedimientos a n t e -
t e un más o menos riores; es un c o m p á s
continuo movimien- m a n t e n i d o p o r la
t o del t i m ó n . E l en- fuerza d e la rotación
c a r g a d o de m a n t e - d e la tierra, rígida-
n e r al b u q u e en su m e n t e en el p l a n o del
r u m b o debe, p u e s , «verdadero» meridia-
p r e o c u p a r s e en pri- n o con u n a potencia
m e r t é r m i n o de esas d i r e c t i v a centenares
fuerzas con el o b j e t o d e veces m a y o r q u e
de n o ser vencido p o r Vapor Westen Worl de la Munsan Line, primer buine lue ha usado
este aparata en su viaje. , el del c o m p á s m a g -
ellas, y p a r a ello d e b e nético.
confiar, o en las indicaciones de su c o m p á s
m a g n é t i c o , o en las intuiciones q u e d a n la larga P a r e c e ocioso insistir en las v e n t a j a s del a p a -
p r á c t i c a y la p r e p a r a c i ó n , en el «ojo marino» r a t o de q u e se t r a t a , p u e s t o q u e a n a d i e , y m u -
c o m o v u l g a r m e n t e se dice. cho m e n o s a u n m a r i n o , p u e d e n e s c a p a r c u a n d o
se piensa en el t i e m p o — y el t i e m p o significa
P e r o el m a r i n o q u e p o n e su confianza en el c o m b u s t i b l e — q u e f r e c u e n t e m e n t e se pierde
c o m p á s m a g n é t i c o , e s t á y a vencido a n t e s de p o r las variaciones en el r u m b o . E l «Gyro-Com-
z a r p a r , p o r q u e el c o m p á s , p o r bien a d a p t a d o pás» se c o m p l e t a d e la m a n e r a m á s feliz con e!
q u e fuese a los a n t i g u o s b u q u e s de m a d e r a , h a «Gyro-Piloto» (Sperry) q u e tiene p o r objeto evi-
p e r d i d o m u c h o de su u t i l i d a d c u a n d o se t r a t a t a r el esfuerzo, a veces s o b r e h u m a n o , q u e exige
de b u q u e s de acero, p u d i e n d o decirse q u e es t o - el m a n e j o de la r u e d a del t i m ó n a m a n o .
t a l m e n t e i n a d e c u a d o a las condiciones q u e p r e - H a y m o t i v o s , p u e s , p a r a a s e g u r a r q u e con
valecen en esos b u q u e s . H a sobrevivido el com- la invención d e esos dos a p a r a t o s la n a v e g a c i ó n
p á s solo p o r q u e n o se h a e n c o n t r a á o u n r e e m - h a realizado u n progreso v e r d a d e r a m e n t e t r a n s -
p l a z a n t e m e j o r q u e él, h a b i e n d o r e s u l t a d o in- c e n d e n t a l , q u e n o t a r d a r á en ser reconocido por
eficaces t o d o s los ingeniosos p r o c e d i m i e n t o s t o d o s los m a r i n o s del m u n d o .

$ $ $ $ $ $ $ $ $ $ $ $ $ $ $ $ $ $ $ $ $ $ $ ( ^ $ $
Cia. SUOMI (S.V. K.)
SAN MARTIN, 201 BUENOS AIRES

Agentes de la: ASOCIACIÓN FINLANDESA DE FABRICAS


DE PAPEL y de FABRICAS DE MADERA ENCHAPADA
" K O I V U " para Cielorrasos, Paredes, Cajones y Muebles.

CASA MATRIZ EN:

HELSINKI, SUOMI (FINLANDIA)

pnxit P^nnia klQenYa

Gll-t-^Q,,

GONZALO SAENZ Y CÍA ^ M A I P U 2 4


De Santa F e

£0 Gobernador de la Provincia, doctor Ricardo Aldao, acompañado del Ministro de Hacienda, doctor Diógenes Antille, del Presidente
del Supremo Tribunal, doctor José E. Codoni y del director de la Cárcel, señor Vicente Peñasco, en la visita general de cárceles.
Mientraa existo ella no existe; ea bastante para desvirtuar por an-
NO DISCUTO SI LA ticipado la idea del Paraíso y del In-
si ella existe yo dejo de existir.
MUERTE... fierno. Y so destruye por completo
Pero si perdura nuestra existen- nuestra esperanza, pues lo que más
No discuto si la muerte destruye cia despuós de la muerte, sin duda deseamos, es llegar a ser distintos
Í)or completo nuestra vida, y hasta seremos en el otro mundo, tal y como de lo que somos, lo cual se nos veda
o considero posible. En ese caso no fuimos en la tierra. Esto nos apena- en absoluto.
habria que temerla: rá profundamente. Sólo suponerlo, ANATOLIO FRANCT:.

DÉBILES Y FALTOS DE VIGOR


HERCULINA ES V U E S T R A M E D I C A C I Ó N que le devolverá la viri-
lidad propia de su edad. Venta en todas las farmacias y droguerías
Remitimos un folleto muy interesante cara los hombres aue se encuen-
GRATIS!
LABORATORIO
tren en este estado. Garantimos el restablecimiento en corto tiempo.
Escriba hoy mismo y se lo enviamos en sobre cerrado y sin membrete.
M E D I C I N E T A B L E T S — 1 0 7 9 , LAVALLE, 1079 — Buenos Aires.

Banco Español del Río de la Plata Fondado en 1886


Casa Matriz: RECONQUISTA 200 esauina CANGALLO — Buenos Aires.

PAGA:
Buenos Aires, Mayo de 19'?4.
En CAJA DE AHORROS
hasta $ 10.000 c/1, . . . . .
5 anual

E . GRANE, Gerente.

LOTERÍA NACIONAL ^ MAS EQUITATIVA


DEL M U N D O =
A 236 asciende ahora el número de premios mayores vendidos a sus clientes por VACCARO, la casa más acreditada
y afortunada de la República. Próximos sorteos: Junio 84 y 80, de $ 80.000. El billete entero vale $ 16.75 y el quinto,
§ 3.15, y Julio 8, de I SOO.OOO. El billete entero vale $ 42.— y el décimo $ 4.^0. A cadapedido debe añadirse para
gastos de envió: Interior, S I . — . Los giros y pedidos de cualquier punto del interior y exterior, deben hacerse a
SEVERO VACCARO. Avenida de Mayo, 638. Buenos Aires.
Para cambio de Moneda, Títulos, Pasajes y Alta Publicidad, es la casa más recomendada de toda la República.
/
'^«

A todo hombre le deleita q u e «2» s u es-


posa sea fuerte, robusta y cariñosa y nada sino
abundante salud puede dar esas cuali-
dades. Si esta salud falta, ahí está la
verdadera fuente de robustez para los
debilitados, la j u s t a m e n t e famosa

yjntes se lavaba y era una tarea pesada y molesta.


asi
Pero ahora el lavado es un pasatiempo des-
cansado, agradable y cómodo, cuando se em-
plea el moderno aparato denominado

Lavandero PRACTICO
Es lo mejor que se ha inventado para lavar
un gran tacho de ropa en pocos minutos.
Deja las prendas blancas, suaves, y con aquel
agradable olor de la ropa limpia. Es fácil de
manejar y muy económico.
Precio completo $ 17.— •%.
Remitimos GRATIS el folleto explicativo
ilustrado.

M. G. de la TORRE y Cía.
SALTA, 1081 Buenos Aires.
Corte, llene y mande este cupón.

I S r e s . M. G. de la T O R R E y Cía.
SALTA, 1081 BUENOS AIRES
Sírvase mandarme GRATIS el libreto ilustrado iLAVAN-
DliKO PllACTICOs.
Nombre.
Calle . . . .Jí.**.
Localidad F. C.
De Santa Fe
DEL CAMPILLO.
— Comisión de
aeñoras y señori-
tas que tuvo a su
cargo ei Bazar Ri-
fa en las Rome-,
lias Italianas rea-
lizadas ú l t i m a -
mente.

El señor Alfonso
Ferrero, presiiien-
te de la Sociedad
Italiana Giuseppe
Garibaldi, rodea-
do por miembros
de la Comisión
Administrativa,
recientemente
electa.

DEFECT05-AHPUTACIONES
TODO DEFECTO FÍSICO PUEDE SER CORREGIDO
L a s p e r s o n a s m u t i l a d a s se h a l l a r á n en p l e n a posesión d e sus facul-
t a d e s físicas, m e d i a n t e la aplicación d e n u e s t r o s modelos d e Piernas
y Brazos artiticialeí, p a r a t o d a s las a m p u t a c i o n e s .
CORSÉS y APARATOS ORTOPÉDICOS, r i g u r o s a m e n t e a p l i c a d o s e n
t o d o s los casos q u e c o m p r e n d e la O r t o p e d i a Moderna en General.
L a ú l t i m a m a r a v i l l a o r t o p é d i c a es n u e s t r o modelo d e Pierna artificial,
s u m a m e n t e l i v i a n o , d e m e c a n i s m o perfecto y g a r a n t i z a d o , c o n u n
p e s o d e L.'íOO g r a m o s .
Corrección c ó m o d a V p e r f e c t a d e los defectos en NARIZ, OREJAS,
P I E S , ESPALDA.
R e m i t i m o s g r a t i s folleto e informes, a t o d o i n t e r e s a d o q u e nos indi-
que el defecto o a m p u t a c i ó n . P r e c i o s s i n c o m p e t e n c i a .
I. O R T O P É D I C O . — E . BENITO.—-ESMERALDA, 577. Buenos Aires.

Modelo "CASA CHICA" H: 103


Enfermedades internas Es sin disputn alguna lo más
nuevo, lo más sonoro y ele-
gante que hasta la Secha se
ha oíreoido por tan irrisorio
SANATORIO DE CLÍNICA MEDICA precio. Con 6 piezas
200 púas y esme-
rada emba- Jt K
"SAN ROQUE" laie...- s 4 S 3
CAJA roble claro.
DIRECTORES: Mide 38x35x18 oms.
de alto míis o menos.
Prof. D r . J U A N JOSÉ VITON Máquina d o b l e
» LUIS A Y E R Z A cuerda (reíorzada
a dos tambores),
« J . C. ALONSO MUJICA íunoionanaiento silencioso.
GRAN CATALOGO G E N E R A L
JUAN B. ALBERDI 1949 Se remite completamente gratis
U. T . 3 S 1 4 , F l o r e s . •CASA CHICA" de A. Ward. — SALTA, 674-676. Bs. As
unión Teletónica 0141, Rivadavia.
g^^^^^^^^l^a- SlffiS*ííll^
^^^^^^

«f IEGITIM0'%„^¡ZMM IÍLEGITIMOI

Jabón y Polvos Hicl de Vaca


Su uso continuo hace desaparecer las PECAS, BARROS,
ARRUGAS, GRANOS, S U C H O S , ESPINAS, PAÑO
y toda mancha de la piel. Intensamente perfumados.

Rhum-Quinquina Gruscllas
La LOCIÓN TÓNICA de mayor consumo, de intenso y agra-
dable perfmne, elimina la caspa y evita la calda del cabello.
Peine a sus niños con Rhum-Quinquina y jamás serán calvos.
Estos productos lian sido inventados en el año 1879 por
GROSELLAS UNOS, Y CÍA. que ostentan los títulos de proveedo-
res de la Real Casa de España y de los Intantes de Orleáns.
Son los legítimos y están premiados con medalla de oro en
todas las Exposiciones.
Importadores: C A S T R O H n o s . y C í a . - Cerrito, 277.

Los que tengan /f% ^ ^ I V I ^ ^ o sofocación


usen los Cigarrillos antiasmáticos y los Papeles
azoados del Dr. Andreu, que lo calman en el acto y
Permiten descansar durante la noche.
EL
(CUENTOS
TONTO
POPULARES TURCOS)

N los tiempos en que Alá contaba — No podrás matarlo — replicó el barbudo — en


con menos siervos y los hombres eran t a n t o no hayas comido el pan cocido en este horno.
más inocentes, existia una pobre El joven no encontró extraordinario el caso.
mujer que tenía tres hijos y una Y dio vueltas y más vueltas hasta encontrar el
hija. El mayor de ellos listo, pero horno; sacó de él u n pan y no lo quiso comer.
el menor completamente idiota, hasta Inmediatamente desaparecieron horno y hombre
el punto de no separarse nunca de su lado. a u n mismo tiempo.
Sucedió que un día los dos hijos mayores mar- Continuó su camino y halló de allí a poco a otro
charon a trabajar al campo, t r a s rogar a su madre barbudo, que conducía u n pellejo lleno de vino.
que les enviara cosa de comer con su hermanita. El joven le explicó, como al anterior, la cuenta
Como viviera por las cercanías u n famoso mago que tenía pendiente con el mago.
de tres cabezas, los hermanos aconsejaron a la — Nada podrás contra él mientras no bebas de
hermana pequeña qué camino había de tomar para este vino.
no encontrarse con él. El, entonces, para no beber, comenzó a gritar:
Una vez preparada la merienda, la joven tomó — ¡Oh, qué dolor de estómago! ¡Qué dolor de
su cestita para Uc-^'ársela a sus hermanos; pero estómago!
como cambiara el camino, vino a dar en la misma Llegó a u n valle y encontró dos puentes, uno de
puerta de la casa del mago. madera y otro de hierro. E n la orilla opuesta se
Pretendió retroceder al darse cuenta del peligroso divisaban dos manzanos: el primero, de dulce y
trance en que se hallaba; mas no bien hubo andado sabroso fruto; el segundo, de fruto áspero y amargo.
algunos pasos, cuando apareció ant» ella la mu j er del El monstruo de las tres cabezas observaba por
mago, que la preguntó cómo pudo llegar hasta allí. cuál puente se decidía el joven y qué manzanas
Halagó a la niña, consiguiendo haceiia entrar había de comer.
en la casa, bajo promesa de librarla de su esposo. El mancebo se alejó del puente de madera y
Pero el mago de las tres cabezas estaba dentro cruzó el de hierro, y al llegar a los frutales comió
esperando a la niña. manzanas dulces, dejando las amargas.
T a n pronto como franqueó la entrada dijo la Al punto, el mago ordenó a su mujer que hiciera
mujer que tenía que amasar en seguida, y que la entrar en su casa al joven, seduciéndole con en-
niña encendería el korno. gaños. No bien entró, corrió la misma suerte que
Al asomarse a ven si ya estaba caldeado, la vieja su hermana.
pegó a la niña u n empujón, y fué ésta a dar en Entonces el hermano segundo se propuso encon-
las fauces del monstruo, que estaba escondido entre t r a r a los suyos y m a t a r al mago; pero no quiso
el fuego. El mago, pues, se la tragó entera. comer el pan ni beber el vino. Pasó el puente de
Mientras, los hermanos, aguarda que t e aguar- hierro y eligió manzanas dulces, por lo cual vino
darás, no veían aparecer en el camino ni a la niña a parar al estómago del monstruo.
ni la comida. Llegó el turno al último y más pequeño de los
Llegada la noche, y cuando regresaron a su hermanos, el que era tonto.
domicilio, supieron que faltaba su hermanita y Se fué a casa del herrero y mandó que le hicieran
sospecharon lo ocurrido. Se habría extraviado, una lanza con la p u n t a t a n grande como la reja
yendo a parar a la casa fatídica. de un arado y el mástil como un puño de grueso,
El kermano mayor, después de pensarlo bien, y se puso en camino con ella al hombro.
decidió salir en busca del monstruo a pedirle Llegó al horno, en donde el hombre de las barbas
cuentas de su hermana. Dirigióse a la mansión le brindó pan, del cual comió; luego bebió el vino
de aquél, fumando su pipa y oliendo las flores que le ofreció el segundo desconocido y llegó hasta
que iba cortando, hasta que se le apareció u n el valle de los dos puentes.
viejo barbudo, que le preguntó adonde iba. Sin vacilar, con su lanza al hombro, cruzó el
E l joven contestó que, habiendo tenido la des- puente de madera, y al ganar la otra orilla comió
gracia de perder a su hermanita, se encaminaba manzanas amargas.
en busca del mago de las tres cabezas, con inten- El mago quedó asombrado del valor del simple.
ción de darle muerte. Para atemorizar al joven, le dijo:
iiMiiiiiiiiniimuiiiiiiiiiiiriiiiiiiiiiiiiiiiiinfliiiuiiiiniiiiiiiiiiiiiiiiiiiiniiiiiiniiiiiiiniiiiiiin

TEKNUBAS UODEBNAS El dueño (al ladrón). — Miie: llévese usted todas esas armas,
— jQaé bacei para probarle qne mi amor e> desinteresadcP o me poDdié en ridicolo cnando se sepa. •.
Duma macha plata y ausentarse lo más posible...
— Has hecho lo que ningún mortal, y voy a en el fondo de la tierra. Anduvo sin descanso por
tragarte. valles y cerros, día y noche, hasta que al fin se
Apenas hubo acabado de decir estas palabras, decidió a tomar reposo bajo u n árbol.
cuando el tonto, esgrimiendo con todas sus fuerzas Pero vio una serpiente que trepaba por el tronco,
aquella lanza enorme de que era portador, la hundió en acecho para atraer a los pajarillos. ., -
en el pecho del monstruo. Esgrimió su lanza y partió de u n golpe en dos
E n el mismo instante los malos espíritus salieron mitades al animal.
huyendo por las narices del mago. Durmió bajo el árbol, donde la madre de los
Entonces el joven vio venir hacia él a la mujer pajarillos tenía su nido. Era el tal pájaro u n her-
del monstruo, q u e se acercó al cuerpo de su marido, moso fénix de plumaje color de esmeralda, consi-
apretó la barriga y los dos hermanos y la hermana derado como la reina de los genios.
del simple salieron por la boca. Este ave, al ver al joven dormido, intentó ma-
Alegres, los hermanitos se pusieron en marcha tailo con sus garras y su corvo pico, considerándole
hacia su casa; pero como en el estómago del mago como enemigo mortal de sus hijos; pero los peque-
habían pasado mucho calor, rogaron al simple que ñuelos le dijeron que, por el contrario, aquel joven
les procurara una poca agua. Encontraron un había dado muerte a la serpiente que t a n t o los
pozo, y el mayor se puso de bruces a beber, pero perseguía. Cuando amaneció, la reina de las aves
se cayó dentro y comenzó a gritar: extendió sus grandes alas sobre el cuerpo del sim-
—• ¡Salvadme, que me ahogo! ple, para preservarlo del calor de los rayos solares.,
El segundo hermano corrió la misma suerte. Y, apenas despertó, se vio rodeado de una in-
Entonces el simple dijo: numerabilidad de avecillas que parecían esperar
— Ahora me toca a mi. sus órdenes. Entonces la madre dijo al joven si
Y al intentar sacar a sus hermanos se hundió podía serle útil en algo.
rápidamente hasta el fondo del pozo. — Sí — contestó el tonto — transpórtame a la
Apenas tocó tierra se vio en u n gran salón, y superficie de la tierra.
entrando al estrado halló tres lindas doncellas, — Sube sobre mí — replicó el pájaro esmeralda.
más hermosas que la luna en plenilunio. Pon, además, cuatrocientas arrobas de carne de
Se alarmaron muchísimo las niñas al . ver al carnero y cuarenta odres de agua. Cuando yo diga
simple, y le pidieron con lágrimas en los ojos que «¡Gik!», me das de comer, y cuando diga «-¡Gak!»,
dejara la cueva del mago. me das de beber. El simple abrió~la caja que le
El joven les aseguró que le había dado muerte diera la joven del pozo, y se le apareció un árabe.
y que estaban libres las tres, solicitando como — ¿Qué desea mi sultán? — preguntó en el acto.
recompensa de las dos mayores que aceptaran a — Tráeme cuatrocientas arrobas de carne y cua-
sus hermanos por esposos, y eligiendo para mujer renta odres de agua.
propia a la más joven de aquellas niñas. E n u n momento tuvo a su vista lo que pidiera.
Gustosas en acceder a esta pretensión, extrajeron Colocó aquello sobre la espalda del ave, y subió
fuera del pozo a los hermanos mayores. él también. Uno tras otro remontaron los siete
El tonto y su prometida pretendieron también planos de la tierra, y al llegar a la superficie, el
abandonarlo, y, viendo que los hermanos no les fénix esmeralda dijo al simple:
ayudaban a salir, dijo la niña al simple: — Aquí aguardo hasta que vuelvas. i
— Tus hermanos t e tienen envidia por haberme El joven abrió su cajita y dijo al árabe que
elegido a mí por esposa. Pero no temas. Toma deseaba conocer el sitio en que estaban las tres
esta caja; cuando t e veas en cualquier peligro, doncellas. El árabe le trajo en pocos instantes a
no tienes más que abrirla y saldrás de él con bien. las tres niñas.
Si llegas a agotar lo que la caja contiene, u n árabe Pusieron nuevas provisiones para ellos y el ave.
aparecerá y pondrá en ejecución lo que desees. Y todas las vituallas y las cuatro personas se
Si t u s hermanos t e abandonaran aquí, ve hasta el montaron en el fénix, el cual transportó a las
palacio del mago y pasas por el puente que allí doncellas al país en que habían nacido.
hay. Encontrarás dos carneros, uno blanco y otro Grande fué el entusiasmo de las gentes al ver
negro. Si logras agarrar el blanco, te varas trans- llegar a las tres princesas. El sultán no daba crédito
portado a los espacios, fuera del mundo; pero si a sus ojos; las besó y abrazó, concediendo al simple
coges el negro, lograrás pisar tierra firme. la mano de la más joven.
Dirigióse al palacio del- mago, cruzó el puente El tonto se llevó a habitar con ellos a su madre
y aguardó la llegada dé~"los dos carneros. y a sus hermanos, casando a su hermana con el-
El joven se abalanzó al carnero hijo del gran visir.
negro, y en el acto se- encontró L. ASTRANA MARÍN Y vivieron felices hasta el fin
sumido en el país de los genios. T R A D U C T O R de sus días.
Mminiiiiiiiiiiiiiigiiiiiiiiiiiiininiiiiiiiiiiiiiiiiiniiiiniiniiiiiiiiiiiniiiiiiiiiiiniiiiiniiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin

Joven esposa. — Si esta allombra es de lana Jpgr qué la eti- _


«uetadice: "algodón"? El cliente. — Ka le pieganto ou&nto pesa el jamón y no ou&nto
ai vendedor (contidencialmente). —Poraue, señora... ¡quere- pesa la m a n o . . .
mos ensaaar a la polilla!
De Rosario

b a r a z a r n o s d e l odio. O u a n t o t r a b a - la p i e d a d es u n s e n t i m i e n t o depri-
TERAPÉUTICA DE ODIO
jemos en este s e n t i d o , será g a n a n c i a m e n t e . N o h a y q u e pensarlo. Todos
E s t o y p e r s u a d i d o q u e lo único jjara n u e s t r a felicidad. los s e d a n t e s son d e p r i m e n t e s en cier-
que degratla realmente al hombre ¡Cuáles son, pues, l a s a r m a s q u e t o s e n t i d o , pero necesarios p a r a q u e
es el odio, p o r q u e es lo único q u e le d e b e m o s e m p u ñ a r p a r a coriibatir el el dolor n o a n i q u i l e el organismo. L a
h a c e retroceder velozmente h a c i a odio? L a s q u e t e n e m o s m á s al alcan- p i e d a d es el principio del amor, es el
l a fiera. E l h o m b r e e x p e r i m e n t a a l ce d e l a m a n o : n u e s t r a s m i s m a s p a - a m o r mismo. Si logras compadecer,
sentirlo el dolor p o r excelencia, d o - siones. Si n o p o d e m o s v e n c e r l a s , d e - t o d a t u s a ñ a se fundirá i n m e d i a t a -
lor d e los dolores. ¡Como q u e es l a bemos e n c a u z a r l a s por m e d i o d e l m e n t e , como la nieve al influjo d e
r u i n a d e t o d a s sus itusiones d e gran-- principio i n t e l i g e n t e q u e e n no.TOtros u n raj'o d e sol.
deza, la p é r d i d a d e sus fueros m á s reside. T a l es la c u r a a n t i s é p t i c a q u e pro-
venerados! Si quieres n o p a d e c e r l a enferme- p o n g o c o n t r a l a úlcera d e l odio.
E l negocio m á s i m p o r t a n t e d e d a d d e l odio, c o m p a d e c e . Muchos
n u e s t r a v i d a debe ser, pues, desem- fisiólogos y filósofos aseguran q u e ARMANDO PALACIO V A L D É S .

*<QASA BUSTAMANTE"
P L A C A S Y CORONAS
de broDLC para recnerJo y homenaies
íerbas andinas medicinales y libros de n a t n r a ü s m o por rCHAPAS "^n tumbas, y grabadas para puertas
F, Bustamante. i4x 14,8 9; 30x20, ? 15; 40x30,S 28.
LA PLORA ARGENTINA S 5.— I^H>I:^H SELLOS DE GOMA, $ 2
CATECISMO ARGENTINO DE LA LARGA VIDA. í 5.— Chapas de hierro esmaltado. U. T. 0512, Riv.
JIRÓN DE HISTORIA (tradiciones del norte)
LA PIEDRA IMÁN MAGNÉTICA
«2.50 •BRONCE RETRATOS DE BRONCE Y ESMALTADO
CATALOGO GRATIS PARA CURARSE EN CASA
ARENALES, 2301 - U. T. 6491, Juncal - Buenos Aires. 153, SáenzP íña, 153, - PEDRO BARREIRO 8s.Aires.

UN J U E Z IMPARCIALI
PRONUNCIA SU F A L L O i
Con frecuencia sucede q u e se considera c u r a d a i m a e n f e r m e d a d , p e r o , p a s a d o s
algunos a ñ o s , los viejos s í n t o m a s r e a p a r e c e n con g r a n d e s e n c a n t o d e l d o l i e n t e . E l
t i e m p o , juez riguroso y r e c t o , h a fallado e n t o n c e s c o n t r a el t r a t a m i e n t o seguido.
E n c a m b i o , c u a n t o m á s t i e m p o p a s e sin q u e r e a p a r e z c a la a n t i g u a dolencia,
i
q u e d a mejor establecida la eficacia d e l t r a t a m i e n t o seguido. L a c u r a reali-
z a d a en el caso s i g u i e n t e h a jjasado c o n é x i t o u n a p r u e b a d e 15 años.
1909 — F u é el a ñ o en q u e se c u r ó u n f\ierte R e u m a t i s m o c o n t i n u a n d o
I
el e x enfermo c o n e x c e l e n t e salud e n 1924. i
Roque Pérez, abril 30 de 1924.
Compañía Doctor Sandcn. — Buenos Aires.
Muy señores míos: Cumplo este grato deber, ampliando el testimonio que le remití después
; de doce años de haberme sanado con su poderosísima Faja Eldctrica, de un padecimiento
^ tan penoso como el líeumatismO, del que felizmente roo curé, y hoy, tres años después de
mi primer testimonio, le doy éste, diciéndole que me encuentro con mi organismo comple-
tamente bien, y me complazco en remitírselo para que lo haga público en bien de la
humanidad. Sin otro motivo, les saluda su alímo. y S. S. Firmado: Pedro Bustos.
Provincia de liuenos Aires.

Investigue el Sistema Sanden, Pida hoy mismo los litros SALUD Y VIGOR, ELLOS DESCRIBEN jlj
cómo usted puede curarse en su propia casa, sin MOLESTIAS Y SIN INTERRUMPIR SUS OPERA- m
CIONES. Son gratis y libre de porte, toda consulta por CORREO O PERSONALMENTE ES COMPLE- ^
TAMENTE GRATUITA. ^.

I Compañía " SANDEN " — Carlos Pellegrini, 105. — Buenos Aires. |


HORAS D E OFICINA : D E 9 a 18. ^
A-OxD»^"
Entre las más bellas están
consagradas todas las damas
que saben avalorar los múl-
tiples beneficios que otorgan
al cutis los afamados
PRODUCTOS

OPReMa
Polvo Grasoso Agua Colonia
)UPRmñ é
I lili II ^

^1 De gran adherencia, sua-


viza y perfuma delicada-
De exquisito y delica-
mente el cutís. La caja, do perfume. Kl frasco,
$ 1.70 $ 8.65
SE VENDEN EN TODAS PARTES

SOCIEDAD GENERAL DE 5 \ ( ] P R £ j ^ Q
PERFUMES PRODUCTOS
P. BURS y Cía. - BOLÍVAR, 1735 - Bs. Aires.
En Córdoba: BUGGIEBIH os. - Santa Rosa, 35

G R A T I S
Enviamos a toda dama
que lo solicite, muestra del
POLVO GRASOSO SUPREMA

"^o.

í5?

PRODuerg/^

^
De Rosario
Demostración
ofrecida al dipu-
tado nacional se-
ñor Raúl ]. Ro-
dríguez, por ha-
ber contribuido
eiicazmente a que
la cámara conce-
diese una subven-
ción al Comité
Pro Liga contra
la Tuberculosis.

Banquete celebra-
do en el "Jockey
Club" en honor
del juez de cri-
men, doctor Ma-
nuel Meyer, con
motivo de suretí-
rú déla magistra-
tura.

Casa fundada en el año 1901.


Nuevos modelos en fajas para obesidad, vientre caído,
^dilatación de estómago, riñon móvil, operados, etc. Me-
/dias y vendas elásticas para várices. Solicite catálogo.
Artículo 109, — Faja corsé en fino Gran faja, modelo Dr. Tiesi, en fino
cutil, último modelo, la más indicada cutil, ia más indicada para obesidad,
para obesidad y vientre caído, do fácil insubstituible para los casos de ber-
colocación e impecable ' ^ ^ % nias umbilicales, apendicitis, vientre
ajusto. Precio de reclame $ ^0^0u caído. Oferta de reclame ••J A

Los pedidos del interior se atienden en


el acto. Sección especial para el interior.

IBlíiíliEiiiiiMllllllll^
De nuestra fábrica en Alemania a los lectores de Mamposteria en liA CAMPAÑA es lugar de produc-
Csmgnto Armado ción y de descanso; aproveche el tiempo
"GARAS Y CARETAS", es el se- sistema para ediíicar. 5 ^ ^ Q Q ^^^
creto de nuestros bajos precios. "RAFAEL CHACÓN"
Precioso chalet de gran confort,
Modelo 55 " B " . -^ Caja roble, para ser habitado, construido
claro, 82 X 32 X 17 centímetros con la acreditada MAMPOSTE-
de alto con variados dibujos RIA EN CEMENTO ARMADO
o aplicacloncB al frente y dos sistema
finísimas artísticas molduras. "RAFAEL CHACÓN"
Al irrisorio precio de <JC Aprobado por el superior Go-
pesos '• 0 0 . CHACÓN bierno de la Nación, Departa-
Con 6 piezas, 200 púas y esmo- mento de Obras Públicas, Banco Hipotecario Nacional y Mi-
rado embalaje gratis. nisterio de Agricultura. — Patente N." 180"3.
IMPORTANTE: No confundir con otra casa CHACÓN, ni
P E D I D O S a: otro sistema de mamposteria armada con el nuestro.
REMITIMOS CATALOGO GRATIS
"CASA CHICA" de A. Ward
SALTA, 674-676 - Buenos Aires. Pintura impermeable para R. C H A C Ó N yHno.
U. TeleL 0141, Rivadavia. paredes "Salfurina". Pintu- OF. T a c . CONSTRUCCIONES
ra Prix rojo para fierros y 1537-ALSINA-1537.
Gran Catálogo de Discos y Qramótonos maderas, y la más eficaz para U. TELEF. 5448, LIBERTAD
"CASA CHICA", ae remite completamente GRATIS. techos de fierro canaleta. C. TELEF. 3633, CENTRAL

_ja
La hora del te
Este es el momento que Vd. es-
pera ansiosa para poner de relieve
su gusto refinado, obsequiando a
sus amigas con las exquisitas
GALLETITAS BAGLEY, acom-
pañadas del riquísimo y aromá-
tico TE BAGLEY.

Las Galletitas

en cualquiera de sus selectas va-


riedades, son siempre un manjar
delicioso, de singular aceptación
entre las personas de buen gusto.

ELABORAMOS
SZvARIEDAOeS,

procedente de las mejores y Pida estos nobles productos


más importantes plantaciones en todas las buenas despen-
de Ceilán, hace la delicia de los sas y almacenes. •
paladares refinados, por su no-
table pureza y exquisito sabor.
; La obsesión de los hombres sentir que me viene el chucho,
del litoral que por primera me voy a la cantina y me
vez vienen al norte e s . . . el bebo dos o tres, o cuatro co-
mosquitero.
EL MOSQUITERO, pas de «femé», y hasta aliora...
; Ninguno de ellos ha pensa- me quedo nuevo.
do anteriormente gran cosa
LA QUININA Y... El pasajero quédase des-
•en el mosquitero. En su ciu- concertado una vez más, y el
dad o en su pueblo, el tul más
E L C H U C H O camarero jugando con la ser-
o menos blanco que se arrolla PO R villeta que lleva en las manos
melancóHcamcnte a la cabe- se marcha muy complacido.
cera de la cama y de noche se P R O T A S I O L U C E R O
Narra la historia de su chucho
abre y esponja como si cu- crónico, diez veces por día a
;briera quesos y fiambres, con diez viajeros distintos, y a
su agujereada tela en la que todos le recomienda sincera-
enredan sus patas las moscas, mente, que no tomen quinina
(el dichoso tul) no ha adqui- ni se la dejen inyectar.
rido jamás importancia algu- á-Wta'C'»!^ / El lavaplatos, por su parte,
na. Pero, al llegar por aquí, al ser interrogado, responde,
el mosquitero parece conver- a lo coya:
• tirse, de pronto, en cosa ab- — ¿Chucho? He tenio chu-
s o l u t a m e n t e indispensable, cho yo. . .
\ como el Winchester para atra- — ¿Y ahora?
vesar la selva o el bicarbonato — Ahora no tengo. . .
. después del banquete. — ¿Se lo curaron? ¿Con qué? ¿Usted es de aqiií-
Obsesiona el mosquitero, por culpa de los médi- ¿Cambió de clima?
cos y de los nativos que no lo usan. Ellos han El lavaplatos mira al preguntón y se sonríe sin
hablado tanto del famoso «anofeles», del zancudo responder ni una sílaba.
transmisor del paludismo que, para los que llegan — Pero, ¿cómo ha hecho para no tenerlo más?
: del sur, el mosquito asume proporciones de mons- Dígalo, hombre. . .
truo. Vívese pensando en él, buscándolo con ahinco, — Cuando me viene. . . — dice — allá a las can-
adivinándolo, con un escondido terror inconfesable. sadas, me voy yo a lo del dispensario y me saben dar
Durante el día está siempre listo el manotón cjue a mí unas pildoritas coloraditas. . .
lo ahuyente o lo aplaste sobre un cachete, pero — Pero, entonces, ¿usted tiene el chucho?
¡de noche! ¿No dicen que en el Chaco duermen todos — Ahorita no, señor. . . Hace muy mucho qui no
con dos y tres mosquiteros superpuestos? lo hei tenio. . .
Los hoteleros son los ímicos que ríen de buena — ¿Desde cuándo?
gana. En la valija o en el baúl de cada «pasajeroi), — ¡Huiii! La última vez que juí a lo del dis-
ellos saben que viene siempre, bien envuelto y pensario por las pildoritas coloraditas que me
flamante, un mosquitero, y ellos tienen todas las saben dar, jué, j u é . . . el viernes de la otra se-
camas, sin excepción, adornadas ya con mosquite- mana. . .
ros, mucho más anchos, aunque remendados, pero E] viajero se va a su pieza echando diablos y pónc-
suficientes para dejar sorprendidos a los recién se a leer un foUetito oficial que se reparte gratuita-
llegados. Los viajeros preguntan al dueño, al ca- mente, titulado: «¿Qué es el chucho? ¿Cómo se evita?
marero y al lavaplatos, una, dos, cien veces: ¿Cómo se combate?», según el cual, y en síntesis,
— ¿Hay muchos m o s q u i t o s ? . . . ¿Usted sufre hay que dormir invierno y verano con mosquitero
de paludismo? y quinizarse.
•— No, señor; — responde invariablemente el El hombre del sur contempla el mosquitero mus-
dueño — este año no se han visto. tiamente arrollado como un velamen de tul a la ca-
— ¿El chucho? — d i c e el camarero ante la misma becera de su cama de hierro, pintada de verde. Des-
pregunta, sonriéndose. — A mí me jorobó cuando pués, toma el sombrero y se marcha en busca del
vine. . . «Dispensario Antipalúdico».
— ¿Sí? ¿En seguida que llegó?—interroga, con De allí vuelve con una cajita colmada de unas bo-
asombro, el viajero. lillas rosadas. Y por la noche, antes de acostarse a
y el camarero, medio andaluz, erizadas sus frases soñar con los mosquitos famosos, se traga una o
de exclamaciones, se complace con meterle miedo dos de aquellas pildoritas.
al huésped. A los tres días de miedo le zumban los oídos for-
— En cuantito llegué — dice. — No hacía dos midablemente, nota que pierde apetito, y que una
horas que había puesto el pie en esta pusilánime aspereza y una agriedad hasta entonces descono-
casa, cuando ya estaba yo temblando de frío y cida le invaden el estómago.
sudando de calor como un descosió... — ¡El chucho! — piensa y se repite machacona-
— ¿Y no se le ha ido? mente, como con temor de olvidárselo. — ¡El chu-
— ¡Qué se va a ir, si se pega como el cariño! cho! ¡He oído decir que existe paludismo al estó-
— Pero usted, ¿no ha visto médicos, no se ha mago!
puesto en tratamiento, no toma quinina? Y refuerza por las noches sus dosis de quinina y
— ¡Quinina! ¡Médicos! ¡Tratamientos! ¡Tate, enciende y apaga cinco o diez veces la luz, porque
tate!.. . ¡Cómo se conoce que el señor no sabe lo que siempre le parece que se ha colado dentro del acan>-
son estas c o s a s ! . . . ¡Pues v a y a ! . . . Un médico panado mosquitero algún monstruo con corne-
me tomó por su cuenta para curarme y, a la pri- tilla.
mera inyección, casi me quedo sin brazo, y me dejó Por la mañana, al levantarse, lo verá el camarero
en cama dando gritos por quince días. ¿Qué le amarillo, ojeroso, sin deseos de desayunarse, y tor-
parece a usted? Pues desde entonces no he querido nará a repetirle paternalmente:
saber nada más con los médicos. — No tome e.sa porquería. Se va usted a arruinar
— ¿Y entonces? el estómago, a quedarse sordo, y calvo y sin dientes...
— Me curo solo. Cuando sienta usted que le viene el chucho, al pri-
— ¿Con quinina? mer temblor no más, haga lo que hago yo: vayase
— Nada, nada de quinina. En cuanto comienzo a a la cantina y . . .
EL CAMIÓN UNIVERSAL

Ehcomerciante progresista
utiliza Camiones Ford
Los primeros compradores de Camiones
Ford se basaron solamente en el prestigio
de la marca, popularizada por el auto-
móvil, pero en la actualidad, el Camión
Ford goza por sí mismo de tanto pres-
tigio como el auto y cada uno, dentro de
su esfera de utilidad, presta el mejor de
los sei-vicios, — Como prueba de esta
aseveración puede verse que la mayo-
ría de los comerciantes progresistas, de
cualquier ramo, emplea Camiones Ford
para el transporte de sus mercaderías.
Chassis Camión
COLOQÚESE EN IGUALDAD DE
$ 1.615 CONDICIONES QUE SUS
•• w. Bs. A i .
COIVÍPETIDORES

Compre un Camión Ford

PUEDE SUMINISTRARSE CUALQUIER TIPO DE CARROCERÍA


L a razón d e que a l g u n a s mujeres se q u e d a n solas p o r
De Córdoba t a n t o t i e m p o es q u e n u n c a dejan solos a sus m a r i d o s ,
c u a n d o los pobres t o n t o s e s t á n en l a casa.

H a y algunos m a r i d o s a los q u e n u n c a r e g a ñ a n p o r
echar cenizas d e l cigarro en la alfombra d e l a sala.
—• U s t e d t i e n e razón, son los m a r i d o s q u e n u n c a fu-
man.

H a b i t u a l m e n t e se fija el límite d e l a v i d a h u m a n a
e n t r e 80 y 90 años. Los casos d e l o n g e v i d a d n o d e b e n
servir do n o r m a , p o r q u e son excepcionales y y a sa-
bemos q u e l a excepción n o h a c e l a regla.

U n a m a l a n o v e l a d e s p i e r t a los sentidos; u n a b u e n a ,
la conciencia.

E l a m o r hace l a obediencia fácil y dulce.

A l a fe i n g e n u a , l a que se s i e n t e y n o se r a z o n a , subs-
t i t u y o en los c a t a c l i s m o s espirituales, a n t e u n a fe inte-
ligente, m i t a d intuición y m i t a d c o n c i m i e n t o . Y el al-
m a so h u n d o en el l a b e r i n t o d e mágicos cristales d e l
ocultismo. • E. CARKEEE.

N i n g ú n gesto se p a r e c e t a n t o al d e l a m e d i t a c i ó n
como el d e n o e s t a r p e n s a n d o en n a d a .

L a p r u d e n c i a es casi l a antítesis d e l m i e d o : aquella


e v i t a casi siempre los ]5eligros, m i e n t r a s éste hace su-
frir c a d a riesgo d o s veces. A n t e s d e llegar }' c u a n d o
llega.

L a v e r d a d e r a h o n r a d e z d e l a s acciones d e l h o m b r e
consiste en la disposición a hacer bien c u a n d o está se-
guro d e q u e n a d i e lo h a d e saber, y c u a n d o t i e n e la
certeza d e poder hacer m a l i m p u n e m e n t e y s i n q u e se
descubra. — CICEKÓN.

DEAN FUNES. — El Jete de Correos de esta lojalidal, señor H a y m i l cosas d e s a p a r e c i d a s q u e v u e l v e n a a d q u i r i r


Santiago Lanucara, presidiendo eí banquete que le fuera ofrecido
por un núcleo de caracterizados vecinos con motivo de su próximo v i d a a n t e el a r o m a d e u n a flor o l a a r m o n í a d e u n a can-
traslado a la Capital Federal.

Bronco=Pulmina
Los Ñiños
TEGAMI Delicados
deben fortalecerse
para resistir a las
enfermedadea típi-
cas de la edad
tierna y la a^Jo-
lescenoia. La dia-
rrea, el cólico, la
^ indigestión, Bon
todaa manifesta-
ciones del estado debilitado del estómago e
intestinos. Para corregir este mal, no hay re-
medio que ignale la

SAL DE FRUTA DE ENO


A loa nifíos les gusta esta medicina por su
sabor de fruta madura y la efervescencia pro-
ducida por las inofensivas Balea alcalinas que
P a r a la Tos, Citarra, Brouquitis, Asma también tiene este refresco tan delicioso como
eficaz,
y t o d a afección p u l m o n a r d e s a p a r e c e
SAL D E
a las p r i m e r a s c u c h a r a d a s de

Bronco-Puimina TEGAMI
FRUTA DE
(Eno's Fruit Sait)
ENO
El remedio que los niños buscan.
Precio de venta en todas las íarrnacias $ 3 . - J » TSNTA KN TODAS I1A.S 7ABMACIAS
Exijala, no a d m i t a substitutos. Preparado excluMvamente por
J. C ENO, Ltd., Londres, Inglaterra
Farmacia y Laboratorios TEGAMI Ajenies exclusivos:
214, C A R L O S P E L L E G R I N I , 214. HAKOLD F. RITCHIE & CO., Inc., Nueva Yoilt, Toroirto, Sfiiner
U. T. 4696 Riviilavia. — Buenos Aires.
1

Ha impuesto su Loción Colonia y


sus Colonias por haber (demostrado ser
insuperables. ,

^^^"•~C>

f /

924^"'

JOSÉ GONZÁLEZ y Cía. LOHIGORRY Hnos.


SALTA, 470 — Buenos Aires SARANDI, 450 — Montevideo
De Córdoba

este p u n t o a sus a n t e p a s a d o s . un total de 3.000.000 de habitantes.


EL MAYOR ACUEDUCTO El acueducto Apuliano, de la Ita- Algunas de las cañerías son cons-
DEL MUNDO lia meridional, que quedará termina- truidas de concreto compuesto de
do en breve, será la mayor obra de cemento y de fibras de amianto. Se
Los turistas suelen maravillarse al esta índole, del mundo entero. Tiene asegura que en la antigüedad se'em-
contemplar las ruinas de los inmen- un ramal principal de 152 millas de pleaba principalmente esta fibra,muy
sos acueductos construidos en la an- largo, y el conjunto de sus ramales común en Italia, para fabricar las
tigüedad por los romanos. Pero los suma un total de 811 millas que sumi- mechas para las lámparas de las fa-
italianos modernos han superado en nitrarán agua a 266 comunidades con mosas vestales,

CORSETERÍA
Sillas Altas Gesell (< A LA HERMOSURA"
Todo cuanto se pueda decir acer-
ca de la utilidad de nuestras sillas B. de IKIGOYEN, 671 — Buenos Aires.
para niños, es poco en relación a D. Tele!. 1275, Rivadavia.
su Ijondad. Bien estudiadas, de
base ancha, con mesa de 35 x 45 "LA ULTIMA MODA"
centímetros, contador en colores,
y transformaljle en carrito, re-
sultan las más indicadas para el ¿DESEA COMODIDAD?
buen desarrollo de la primera .\dquiera «na faja como el modelo, toda
edad. Son importadas ; sus pre- elástica, alto 25 centímetros (con cuatro
cios moderados. ligas seda), desde $ 12-—
El modelo ilustrado, sin servicio, Alto yo centímetros, desde. »15.50
S 22-50- Con servicio: S 24.—. En tricot elástico, según alto, desde.. » 20«—

faeseii
Av. DE MAVO 1431 ESMEEALDA 370
Es muy e s p s o i a l paria S p o r t y toda
o t a s e de o j e r o i o i o s .
Medias Elásticas, Artículos para Corsés y Fajas.
Solicite Catálogo. La casa no cierra los sábados.

POR SU V A L O R E S C R I T O

Lotería Nacional CASA MARTIRADONNA


Junio 30 S 80.000 v 20.000
Julio 8 S 2 0 0 . 0 0 0 en décimos
Hntcjo de $ 80.000, S 15.75.
Entero de $ 200.000, S 42.50.
N.o 278.—Juego de dos alianzas, forma 1/2 caña, de puro oro
18 kilates garantido, macizo, con gratado, estuche y un
CAJA POPULÁR~DE AHORROS cintillo fantasía de regalo. Precio excepcional... S 30>—
DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES N.'» 279. — Más pesadas, a S 42-—
Juníj 2 7 . . S 5 0 . 0 0 0 Jubo 4 . . $ 5 0 . 0 0 0 SOLICITE SE R E C I B E N V E N T A S por
Entero, S 10 • Quinto, $ 2 . ^ CAETONCITOS
CATAIOQOS mayor y menor.
DEL " 4 3 " .
Giros y órdenes a SERVENTE HERMANOS
C A L L E 7 N.° 7 3 3 — L A P L A T A BRASIL, 1182. «nFUns AIE-Q BRASIL, 1054.
Casa Central BUENOS A1R-.S SncnrsaL
A cad3 pedido agregar $ 1.— para gastos de franqueo y extractos.
A media cuadra de la estación Constitución.
-Mh

AUT0MGVILE5 DE TURISMO

IIOIIEEBRDTIIERS
Que solamente se puede llegar a muchas
partes del mundo por caminos que pre-
sentan serias dificultades para el automo-
vilista, es algo que poco preocupa al que
dirige un automóvil DODGE BROTHERS.

Sabe por larga experiencia que los ata-


jos llenos de rodadas o surcos, pendien-
tes o c u e s t a s , s i m p l e m e n t e p o n e n de
relieve la v e n c e d o r a resistencia y los
amplios recursos de la fuerza motriz del
Automóvil de Turismo.

PRECIO.
Completamente equipado, con ^ ^ O f\ f\
su quinta goma $ ^ • *-* ^ ^ ^ ^
( puesto sobre vagón Buenos Aires.)

Zuíío J'évre y Cis


^ ^ AV. UEAMDnO N. AI-EM MS i&ZO-'^O (^'l ^ , . - « . — - ^ ^
^ B u g i M o y A IRÉ y — — — _ _ - ^y^::—=====—=
Sucursal Rosario:
1
ÍLÜETñ L TE
( E X H U M A D A S D E U N D I A R I O A J E N O )

P A P Á B E B É jero sin saber que él lee a Anatole Fran-


ce. Y sobre todo, que lo lee en fran-
ESULTA que el muchacho cés. ¡A él que no le hablen de traduccio-
buen mozo, de patillas a nes! ¡Son una calamidad las traduccio-
lo procer, que encontra- nes! En cambio, el rubio parece que no
mos en Morón cada vez sabe francés. Parece, por la respuesta de
que vamos a lo de Artea- Papá, terminante, categórica, demole-
ga, es casado. ¡Y exce- dora, porque el rubio es tan discreto que
lente padre de familia! sus palabras no llegan hasta mi. ¡Es una
Lleva todas las mañanas a su hijito al lástima! Me atrevería a jurar que su opi-
colegio — un lindisimo pequeñuelo de nión es interesante. Además, me gusta-
seis o siete años — y lo trae invariable- ría .saber cuál es, de los libros de F'rance,
mente en el tren de las 11.45. Llegan el que él prefiere.
siempre muy temprano al Once y espe- Y mientras mi curiosidad se duele de
ran cerca del hombre de las revistas a no poder^ oír las palabras del ruliio,
que abran la portada del andén. Con P a p á sigue cliarla q n e t e c h a r l a a v o z
frecuencia viajan en el mismo coche que en cuello.
yo, en el tercer saloncito de señoras, em- ¡Señor! ¡Señor! ¿Cuándo se animará
pezando a contar desde el ímal del algún pasajero a decirle a Papá que su
tren. opinión no nos importa?
Papá cede a Bebé el puesto de honor.
¡Es de considerado con el hijito! Y él se
sienta enfrente, de espaldas al tabi- LA SEÑORA QUE NO
que . . . V I A J A N U N C A ( I )
Es un mirón. Y además tiene la manía
de hablar para todo el tren. Debe estimar
en mucho sus opiniones y es generoso;
las da a todo el mundo. Pero he podido
notar que el muchachito con cara de
E STA pobre señora que no viaja nun-
ca, es a veces una muchacliita; a
veces, una respetable persona ma-
yor; acaso una humilde mujer; tal vez
pera invertida, aquel de los ojos azules una dama elegante. Mas siempre es la
que a ratos parecen pedacitos de cielo y misma que llega al Once cargada de
que va siempre leyendo revistas extran- paquetes — es seguro que vuelve de com-
jeras, le echa de vez en cuando miradas pras — sofocada, azorada, toda nerviosa,
íuribundas. con un miedo loco de perder el tren.
Entonces.. . ¿se puede tener a un ¿Quién que haya viajado no la vio
mismo tiempo ojos azules y mal ca- alguna vez?
rácter? Mientras andaba por el centro, la po-
¡Ah! Pero a Papá le importan muy bre señora tenía toda la intención de
poco las miradas íuribundas. . . Hace llegar a la estación con . el tiempo sufi-
como si no las viera. De tiempo en tiem- ciente para andar «sin nervios». Este
po, dice algo a Bebé y le acaricia la me- «tiempo suficiente» oscila entre treinta
íenita. Bebé sonríe y sigue chupando sus o cuarenta m i n u t o s . . .
chocolatines. Pero para ir del centro al Once no
¡Qué cabeza la de Papá! ¿No se dará basta la intención; hace falta, además,
cuenta de que a Bebé tienen que hacerle el tranvía. Y por culpa del tranvía nunca
daño esos chocolatines comidos ahora, consigue llegar sino diez minutos antes
justamente a la hora de almorzar? de la hora del tren.
A veces Papá viaja con el muchacho La señora que no viaja nunca, en
rubio, de Ramos, que vimos el otro cuanto está en la estación pierde
- día en el Salón Nacional de Be- la noción del tiempo. Ignora por
llas Artes. Entonces hablan de
' cuadros, de música, de libros. (1) conservo las expresiones que he en-
• Papá pone especial cuida- contrado en el «diario», para no restarles
naturalidad, pero el lector comprenderá
do en tratar de que no fácilmente que este «nunca& ea un _
> quede ni un solo pasa- tanto relativo . . . — C. C.
completo que diez minutos están forma- une a su belleza física la gracia alada
dos exactamente por el mismo número de su gesto seriecito y de un suave
de minutos... En consecuencia, se lleva mirar maternal con el que silenciosa-
a todo el mundo por delante. Y hasta mente llama al orden a las demás,
que consigue llegar a la más cercana pla- cuando cree advertir que ríen o char-
taforma del convoy, pasa, aunque sea lan demasiado. Es, tal voz, la mayor
pleno invierno, unos calores terribles.
Una vez arriba, la señora que no viaja del grupito.
nunca se ubica en el primer asiento libre Y he creído notar que todas le hacen
que encuentra. caso. Tiene los ojos del mismo color de
— ¡Al fin! las trenzas, unas trenzas bellísimas que
Suspira con un ininenso suspiro de le llegan apenas a los hombros y se los
alivio. Y observa la hora en su reloj adornan con dos grandes moños marro-
pulsera. nes —• como los ojos, como el cabello —
Desde que llegó al Once hasta que se cuyos reflejos aclaran sus mejillas y
instaló allí han transcurrido apenas tres las hacen más d e l i c a d a m e n t e rosa-
minutos escasos. Y eso que en la por- ditas.
tada del andén — ¡con tanto paquete! Siendo inuy linda, es todavía más
— demoró «un siglo» en dar con el boleto, simpática que linda.
perdido en las profundidades de su bolsa
de seda. . . Una vez la tuve de vecina de asiento
— ¿Tres minutos? — se dice a si mis- y fuimos hasta Ramos charlando en
ma, un tanto extrañada. grande las dos. Supe por ella que son de
Y, recién entonces, la señora que no Villa Luzuriaga, y que desde Haedo
viaja nunca recuerda de pronto que efec- liasta sus respectivas casas — pues r.o
tivamente diez minutos demoran, en son hermanas, sino amiguitas — hacevi
r e a l i d a d . . . diez m i n u t o s . Ni uno el viaje juntas, en coclie. Yo ya me ima-
menos. gino lo que es ese coche mientras las
Y acaba por pensar m u y fasti- lleva; una p a j a r e r a . . . ¡una maravillosa
diada: pajarera!
— Ahora, antes de que salga el ti'en,
habrá que esperar una eternidad. . .
LOS RECIÉN CASADOS

LA BANDADA DE PAJARITOS
V AN lentamente.
El tren no se ha movido todavía.
El piso del vagón, más firme no

E s un delicioso grupito de colegialas.


Chiquitas todas. La mayor no ten-
drá, tal vez, diez años. La me-
nor h a b r á c u m p l i d o , a lo s u m o , los
puede ser. Pero él, de todos modos, la
lleva con aire de protección, bien cerca
suyo, tomándola del brazo, arriba, así
cerca del hombro. Hablan, llenos de
siete, y no hará mucho de ello, sin luz los ojos, en voz baja, muy serios, sin
duda. duda de algo muy importante. Hay en
No son más que cinco o seis, pero cuan- los modos de ella un suave abandono,
do suben al tren lo llenan todo con la al- una dulce confianza. Un absoluto orgu-
gazara de sus diarias y risas. Y en su llo, en el gesto de él.
alegre parloteo tienen el inefable encanto Todos hemos pensado lo mismo al
del piar de los pajaritos entre la arboleda, verlos llegar: son recién casados. Y el
de madrugada. El efecto es siempre má- saloncito entero se ha vuelto a mi-
gico. Es como si aUí, dentro del saloncito rarlos. Mas ellos no h a n visto a
de señoras, empezara de pronto a ama- nadie.
necer . . .
Suben en el Once. Como llegan habi- Por el momento el mundo, para ellos,
tualmente un poco tarde, rara vez con- está formado por ellos solos. . .
siguen ubicarse todas juntas. Y antes de
que acaben de acomodarse bien, ¡qué
algarabía! LOS O J O S B U E N O S
Líay cabecitas rubias y cabecitas mo-
renas, mas sus siluetas son iguales, del-
gadas, finas, flexibles como bambú, a ex-
cepción de la gordita que viste siempre
de rojo y lleva constantemente las me-
P ASAN siempre de laigo, camino en
otro coche. He notado que ya no
esperan más, cerca de la escalera'.
Ahora se van muy apurados por la ba-
jillas más rojas que el rrera del final del andén.
vestido. Tienen a cada Son dulces y buenos.
rato los ojos repletos Cada vez que los veo,
de risas. Son lindas por muy claro que el
todas, pero h a y día sea, me parece
u n a , la m á s que se aclara to-
' linda de to- davía un poco
das, que más... ' • .
De Tucumán

^m^^m^

siada presa a los copos de nieve. Y hu- en la parte inferior de las patas pos-
LOS PERROS DE SAN bo que volver al tipo de pelo corto teriores. Buenos perros de guardia,
BERNARDO hoy representado en el Hospicio por de carácter dócil y servicial, los «San
un solo ejemplar: una magnifica pe- Bernardo», quieren mucho a sus due-
La raza de los perros de San Ber- rra leal y valerosa llamada «Marmo- ños. Hoy la trailla del Hospicio se
nardo, que en su origen tenía el pelo ta». El pelaje del verdadero San Ber- compone de diez perros con bellos
corto, se remonta al siglo vigésimo nardo es leonado, con manchas blan- nombres sonoros. Todos merecen su
cuarto — según sL'Illustration» — y cas. El perro tiene un collarín blanco, fama y el reconocimiento de los via-
es debida a un cruce entre el dogo una mancha entre los ojos, patas jeros que guían con seguridad entre
danés y la perra de los Pirineos. En blancas, frente convexa, nariz curei- las nieves }' tormentas, cuando en el
el terrible invierno de 1812 todas va, hocico corto y cuadrado. Ofrece, invierno, el terreno se cubre de nieve
las hembras murieron de frío. Se tra- además, como particularidad curiosa, y no es fácil a los inexpertos evitar
tó entonces de substituirlas con Te- una especie de espolón, pequeño sus perfidias. El perro, con su instintc
rranovas pero el largo pelo de los ani- cuerno de casi tres centímetros de no se equivoca nunca y conduce al
males que nacieron, ofrecía dema- largo, vuelto hacia dentro y situado viajero perdido hasta la meta.

PARA NIÑOS
COCHES PLEGADIZOS,
COCHES - CUNAS,
CAMTTAS, RIFLES,
ANDADORES,
BANADERAS, PUPITRES.
CORRALES, HAMACAS,
MAMADERAS,
BALANCES,
FOOTBALLS, SUBE y BAJA,
BOTES DE LONA,
MANOMOVILES,
*- AUTOMÓVILES,
VELOCÍPEDOS,
BARRILETES, etc., etc.
ANILLO de oro 18 k., ga- ANILLO de oro 18 kila-
PEDIRNOS DATOS: rantido, con cualquier ini- tes, con nombre esmal-
cial en esmalte, a $ 30-— tado, a S 15.—
FEENEY & Co. El mismo, en plata fina,
S 5.—
El mismo, en plata fina,
a S 4-—
A L M A C É N I N G L E S
C A S A C E N T R A L :
C A N G A L L O . 461!^/°!
= UN ELIXIR DE RIQUÍSIMO SABOR

El paulatino envenenamiento,
del organismo
debido a las toxinas que absorbe la sangre
en el intestino, cuando éste no funciona
regularmente, es el camino que llevan los
estreñimientos; pero no deja de ser peor
el remedio si para combatir el mal se re-
curre a drogas que habitúan al cuerpo, ha-
ciendo crónica u n a enfermedad pasajera. El
remedio natural del estreñimiento es la

Levadura de Frutas G I B S O N
El resultado de la maceración de frutas
frescas de la estación en estufas llevadas
a la temperatura del cuerpo humano, para
conservar la vitalidad de los fermentos
que en el intestino harán regular una
función orgánica alterada.

Escribanos por folletos explicativos.

Of%OábBfUA

LA FARMACIA SEEIA

192, DEFENSA, 192 *


Única Sncunal:
FLORIDA, 159 (Pasaje Grüemes)
0ni6n Telefónica, del 5921 al 3925. Avenida.

ES LA LEVADURA DE FRUTAS GIBSON


Enlaces

Señorita María Basso con el señor Santiago Bell. — Bs. Aires.

Señorita Sarah Mármol con el señor Raúl Aguirre. — Magdalena.


"iPara cuantos UUómetros sirven tus neumüticosr
"¿Kilómetros? Eí servicio de tos neumáticos Kelly-
Stiringficld no se caicula por UUómetros^ fino por
ODOI-"

SONRÍASE
CON
KELLYS
Señorita Maria del Filar Armaecbea con el señor Francisco A.
Benedetti. — 9 de Julio.

Enlace Filippi — Pérez. — Coronel Vidal.

I S a v i d C a l l e s , Distribuidor General
Viamonte 840-S44, Buenos Aires

Enlace Farias — Ponce de León. — Tucumán.


El e j e del pedal
n o se d e s g a s t a
debido a que su juego completo a munición
LINTERNA
evita el roce de dos hierros, facilitando su
movimiento suave a la vez que silencioso.
Esto representa mayor trabajo con menor
« KELITE^
PATENTADA
fatiga, cualidad importantísima, que se ob-
tiene con lina
CON
Es liviana, silenciosa, cómoda, durable y
se vende al contado o a plazos. Se dan lec-
ciones gratis.
Pida una demostiacción gratis a caalquieía de sus
Agentes y Vendedores en cualquier Punto de la
capital e interior.
Únicos Introductores:
KIRSCHBAUM y Cia.
Independencia, 401|37-Bs. A8.-U. T. 0293, Avenida.
Esta nueva mejora
suprime el inconveniente de la
bomba suelta y facilita el poder
dar presión a la linterna en
cualquier momento.
8. A. Vicente Peluffo y Cía.
Sec. Luz Kitson, Rivadavia 2149-Bs. As.

vvvrtrt/vw^«v^rtftJvv^íuvwvvywvwvwAflA^^A/vv\rtftfll/vvv^^
342
SARMIENTO, 1042 I
BUENOS AIRES

Elegante DORMITORIO
lustrado en coloi roble
Norteamericano, con fi-
nos herrajes de bronce
y finos espejos. Com-
puesto de ropeio, có-
moda toilette con 3 es-
pejos, cama camera con
elástico leforzado, mesa
de luz con repisa, i per-
cha, I tohallero y de
regalo un reloj c/plata.

$220
GRATIS.
lPvvvvv^Av^Avuvvvuvvvvv^lPWVvv^l/'l/u^vvvvvv^^
— SOLICITE EL NUEVO CATALOGO ILUSTRABO.
•1
.BO. E

I otra semana más para poder comprar


el STTLEY A E R O P L A N O a
Desarmado, embalado, puesto sobre vagón Buenos Aires.
No anotamos el pedido si no viene acompañado del importe.
1657<
Pídalo directamente a: CASA DICMIO ^"íí'kF^
De T u c u m á n
El Ministro de
lostrncción Fñ-
blics de la Nación,
doctoi Sagarna y
el doctor Terán,
Rector de la Uni-
versidad Nacional
de Tucumán, ro-
deados de los
alumnos tne ha-
bían de recibir la
colación de gra-
dos.

El Ministro doc-
tor Sagarna, el
Rector de la Uni-
versidad y auto-
ridades provincia-
les y escolares, en
el acto de la colo-
ción de grados.

TISPHORINE
AUMENTACIÓN DE LOS NIÑOS
Madres, Nodrizas,
Anémicos, Agobiados,
Convalecientes, Ancianos.

EL COMPLEMENTO INDISPENSABLE
de una boda, es un retrato que perpetúe su recuerdo
y aue por su valor artístico sea digno del aconteci-
TISPHORINE
miento que rememora, POLVO ALIMENTICIO EXTRA DIGESTIVO
lilame por teléfono al 41 Plaza 0068 y BIXIO &
CASTIGUONI enviarán a buscar y prepararán su
traje de novia, poniendo a su disposición una ex-
perta peinadora.
A base de fosfatos, féculas, ca-
cao, leche concentrada. Tomada
BixJOeCnsftgliciiii con placer por los niños, se
emplea bajo forma de sopas.

Dosis: Una cucharada para una sopa.


'eUegrlnl
ENTRE CÓRDOBA Y VIAMONTE CASA L. FRERE
NO TENEMOS S U C U R S A L
19, RUÉ JACOB PARÍS
•íüTOPIflÑoi
SCHIEDMAYERaSOEni
HUPFER CARL HARDT
BOYEH&Cía.-GERBSTADT
a dos años de plazo
SOLrCITE CATALOGO.

Pida por teléfono al


2200 Retiro
alguno de ios

MES
,AUOO HAST

-—^ GRAN ENSANCHE de la


FARMACIA BRITÁNICA-BRANCATO
716, FLORIDA. 7 1 8 - B u e n o s Aires
Todo comprador por valor de $ 5.- tiene derecho
a este regalo.
Los clientes del Interior tienen igual opción,
Todo pedido por teléíono o del Interior es atendiio

^
y despaclialo en el acto
Z'
COMO SE P R E P A R A N
L O S I N S E C T O S
Una vez que se tienen los insectos impreparados en la tibia, quedando asi defendidos mejor los tarsos y
la caja-almacén, como es de práctica o recibidos de uñas, donde existen caracteres esenciales para la de-
hiera en esas condiciones, la primera operación que terminación de las especies, sujetándolos en esa dis-
lian de sufrir es el «reblandecimiento» previo: las ma- posición con alfileres, que se quitan al cabo de dos o
riposas, falenas y demás insectos, j'a en triángulos, tres días que tarda el insecto en secarse definitivamen-
cucuruchos o en capas de algodón, están secos y por te, y en cada alfiler por debajo del insecto se clava
todo extremo frágiles y quebradizos, al punto que una cartulina pequeña, en la que se escribe una copia
la más ligera presión o rozamiento les hace perder pa- de la inscripción de fecha, localidad y colector que
tas y antenas, quedando mutilados e inservibles para tenia en su e n v o l t o r i o i n d i v i d u a l en la caja-
ulterior aprovechamiento. ahuacén.
En un recipiente Las m a r i p o s a s
plano cualquiera, diurnas y las fa-
f u e n t e redonda, lenas se conser-
cristalizador u van en colección,
otro, se coloca una «extendidas» sus
capa como de un cuatro patas, y
dedo de espesor de p a r a hacerlo se
arena gruesa y se emplea el «exten-
empapa de agua, dedor» o secade-
sin engu achirlarla ro de mariposas,
al punto de q u e cuyo dibujo se
sobrenade é s t a , acomx>aña; el fon-
añadiendo una o do de la r a n u r a
dos gotas de ácido que lleva el exten-
fénico para impe- dedor (y que no
dir el moho. Se co- Actitud en que deben colocarse los insectos. El punto negro indica por dónde deben necesita más ex-
loca sobre la capa clavarse. plicaciones que el
de arena un pliego de papel blanco y sobre él delicada- dibujo) es de pita o turba para facultar la entrada
mente los triángulos sin abrir conteniendo mariposas, del alfiler hasta la altura a que debe quedar el cuer-
o los cucuruchos cerrados, o una de las capas de algo- po de la mariposa en la canal, precisamente con el
dón con falenas u otros, sin tocar los insectos dispues- punto de imj)lantación de las alas de la mariposa al
tos sobre ellas, y una vez hecho esto se cubre el todo mismo nivel del aiTanque de los plaii)s inclinados de
con una campana de cristal oprimiendo con sus bordes madera sobre los que se extienden y sujetan las alas,
el fondo, para que la evaporación de la arena húmeda para que al secarse conserven la posición en que de-
impregne la atmósfera bajo la campana, y a los insec- ben colocarse.
tos por tanto, devolviéndoles la flexibilidad que tenían El procedimiento a seguir es el siguiente: después
en vida sus articulaxiiones, susceptibles de doblarse en de colocada la mariposa a la altura que se ha indicado,
varios sentidos: veinticuatro a cuarenta y ocho horas se fija con un alfiler a una tirita estrecha de papel lo
bajo la campana permiten las manipulaciones sub- más cerca del borde del plano que sea posible y algo
siguientes sin riesgo alguno; una permanencia mayor por delante de donde haya de quedar el borde delantero
bajo la campana, salvo raras excepciones, es más bien del ala, y levantando la tirilla de papel con una luano,
' perjudicial si la arena está muy empapada. con la otra provista de las pinzas blandas o de un alfiler
Sacados los insectos de su envoltura de papel, los o aguja enmangada se hacen pasar por bajo de la
que lo están, se procede a «clavarlos», atravesándolos tirilla las dos alas de un lado de la mariposa, y bajada
con los alfileres especiales para insectos, agujereándolos aquélla se fija con el alfiler b, debiendo quedar el ala
según los órdenes a que pertenecen, y cuyos dibujos se delantera con el borde posterior perpendicular al eje
acompañan, por los sitios que indica el grabado, per- del cuerpo y siempre cubriendo el borde anterior de
pendicularraente al la segunda ala; co-
órgano atravesado; los rriendo las alas hasta
coleópteros o escara- que queden en dicha
bajos (A), por el cuar- posición, deslizándolas
to anterior del élitro suavemente por bajo
derecho, de suerte que de la tirilla con ayuda
por bajo asome la pun- de la aguja curva en-
ta del alfiler entre la mangada para coger
implantación del se- el nervio del borde
gundo y tercer par de anterior de las alas lo
patas, y el alfiler debe más cerca posible de
introducirse hasta que su nacimiento y sin
no quede libre por agujerearla demasia-
arriba más de un cuar- do; cede el ala fácil-
to o quinto de su lon- mente si está bien re-
gitud total blandecida la mari-
Los saltamontes (B) posa, lo que enseña
y moscas (C), así como la práctica, como el
las avispas y maripo- tiempo que ha de con-
sas, se atraviesan por servarse el insecto en
el tórax, hundiendo la el extendedor, lo cual
punta del alfiler en el depende en mucho del
centro del órgano en estado atmosférico.
un p u n t o tangente
por la derecha a la
línea media, y laa
chinches (D) por el
mesonoto. Una vez
clavados los insectos
se fijan s o b r e una
plancha de corcho o
tiu'ba, recogiéndoles
Jas patas dobladas so-
bre si mismas por la
unión del fémur y de Exteiidedcr o secadero para mariposas.
La señora Martín John-
son explicando el funciona-
miento de la máquina
CORONA a los salvajes de
la Polinesia.i De
una fotografía.)

¡Más novelesco que


S I Vd. está consagrado
a las debilitantes ta- las mismas novelas!
reas intelectuales ¡cuidado [Viajes, avenluras, peligros, perii>eciat-¡... ^•Cuáles
során las cosas que la COIIONA no lia visto, narrarlo,
descripto? ¡I^ mortífera selva africana, los terribles
con su cerebro! N ú - bandidos tibetanos, los cazadores de cabezrs de los
mares del Sud, las gélidas chozas de los esquimales
tralo debidamente. groenlandeses, la ansiosa busca del plesio?auiio en
las inmensidades de la Patagonia cordillfírana!.,.
Tome t o d o s los d í a s . N i n g u n a o t r a m á q u i n a de escribir podría so-
p o r t a r la r u d e z a d e las p r u e b a s a q u e la CORO-
N A h a sido s o m e t i d a : es por eso que el expresi-
d e n t e Roosevelt la prefirió p a r a sus expedicio-
nes al Brasil en 1909 y 1916, habiéndoselas pro-
visto la C o m p a ñ í a «La Camona» en aquellas
oportunidades. La CORONA acompañó tam-
bién al malogrado Sir E r n e s t Shcldeton en su
Es el a l i m e n t o p o r último y fatal viaje a las regiones polares. Du-
r a n t e l a expedición d e Mac Millan, la m á q u i n a
excelencia p a r a reparar C O R O N A soportó i n t r é p i d a m e n t e 290 días de
nieve y de hielo.
las fuerzas mentales. En- Si u s t e d necesita u n a m á q u i n a d e escribir que
p u e d a ser s o m e t i d a a u n t r a b a j o r u d o , procú-
riquece la sangre, fortifica rese u n a C O R O N A , que le c o s t a r á la m i t a d d e
lo que u n a m á q u i n a corriente. Su precio es de
$ 3 0 5 . — •%. Al c o n t a d o , concedemos u n des-
el sistema nervioso y c u e n t o del 10 % . P o r m e n s u a l i d a d e s , l a vende-
mos p o r 10 c u o t a s mensuales de $ 20.50 papel.
devuelve su energía al
cerebro. Dos veces más Cía. LA CAMONA
39, MAIPU, 43 BUENOS AIEES
alimenticio que la carne. ü. T. Avenida, 5075 - 77

T r e s v e c e s más vita-
l i z a n t e q u e el a r r o z .
M u y fácil de digerir.

Necesitamos A g e n t e s en t o d a s las localidades


donde aún no tenemos Representantes.
De Santiago del Estero

El Contraalmirante señor Tiburcio Aldao en ei banquete que con motivo de su retiro de la Armada le fué ofrecido, testimoniando loa
afectos aue ha sabido conquistar en el desempeño de la jefatura de policía de esta capital. El interventor nacional, doctor E. Araya
asistió al acto.

LO MAS FÁCIL DE TOMAR

ES EL

SACAROI- COMO PURGANTE

A N T I G U A CASA PORTA
NUESTROS modelos de fajas perfeccionadas para SEÑORAS y CABA-
LLEROS, contribuyen notablemente a mejorar toda clase de dolencias
abdominales, especialmente para cuerpos delicados y para personas
robustas que quieran mejorar su estética.
Cinturas elásticas en tejido fino extra y en clase económica, la más apro-
piada para la moda actual. Corpinos especiales para fajas-corsé y
Soutien George, elástico y en batista de hilo. Todos los trabajos
son exclusivamente sobre medida, confeccionados con materiales de
primera calidad, los que reúnen todas las exigencias del público.
BRAGUEROS de todas clases sobre medida, desde $ 15.—
Medias elásticas, Orinales, Pesarios, etc.
Pidan precios
341-PIEDRAS 341 BUENOS AIRES

Lotería Nacional 'í*^ CONTBA E L >*


FBOXIMO SORTEO: dia 24
y 30 de Junio con premio de
4.
íp
Of% t\t\t\
O W a U W a ESTREÑIMIENTO
El billete entero vale S 15.75. El quinto, $ 3.15. Combinación Almorranas, Bills, Embarazo gástrico é iitestlnai
de S 80.000 y $ 20.000, vale S 21.—. A cada pedido debe
agregarse $ 1.— para gastos de envío y extractos. Giros y
órdenes deben enviarse a la casa
TAMAR INDIEN
L. A. RODRÍGUEZ - 25 de Mayo, 140.- Bs. Aires. GRILLON
13, Rae Pavde, PARÍS
Envió Mil Millones de marcos alemanes papel por S Z.— m/n
y 0.30 de franqueo.
estos
Lo mejor y lo más selecto en cuanto se refiere
a música clásica grabada en los discos Víctor,
por eminentes celebridades en el arte vocal e instru-
mental, así como una gran variedad de discos crio-
llos! lo encontrará Vd. en el inmenso surtido recien-
temente recibido, de los cuales detallamos algunos.

r El zorzal. — Tango.
Por las celebridades que actúan en la 77346 [ Bésame. — Tango. ,
presente temporada en el Teatro Colón. El InSractor. — Tango. '
77347 Lo Imposible. — Tango. , ,
TBiNOR MIGUEIi FLETA ' Jomada Campera. — Tango.
77849 A Buena Hora. — Tango.
De 25 ctms. a S 5,80
' Gemidos. — Tango.
Rigoletto. — ftLa donna é inobile*».
(
948 Puritaní.—dA te, Ü cara amor taloraw.
77350

77351
Hasta Cuando. — Tango.
La Soberana. — Pasoiloble.
950 < El trust de los tenorios. — 'l'c qiiiero (Jota). Tndo Danza. — Maxixa.
I Tosca. — E lucevan la stelle.
f Mi Tierra. — (Muzas-Media-Villa). CANTADOS
I ¡Adiós Trigueña!. — (Vigil-Eobles) 'Bordoneando. — E.ítilo. Solo Rosa Quiroga.
De 30 ctms., a 8 7.70 77340 Costumbre Vieja. — Vidalita. Dúo Quiroga-
Carmen.—^11 flor avevi a me tu dato. dcl Carril.
6391 Julieta y Borneo ,— Giulietta, son ío. Tristezas del Gaucho. — Maxixa. Solo R. Diaz.
77344
Porciue Te Fuiste. — Zamba. Dúo Vega- Díaz.
6392 Ay, Ay, Ay. — Caución criolla. Alma Doliente. — Vals. Solo E.. Díaz.
La Dolores. — Henchido de amor santo. 77348
Del Amor. — Chacarera. Dúo Vega - Díaz.
CONTRALTO GABRIELA BESANZONI
Sello llojo Doble Faz de 25 otras, a S 5.80 BAILABLES
P O R FAMOSAS ORQUESTAS INTERNACIONALES
( Sansón y Dalila. — S'apre per te il mió cor.
Trovatore. — Stride la vampa. 19255
• La, ra, la, la, ra, la. — Fox-Trot.
Nostalgias Antillanas. — Fox-Trot.
De 30 ctms. a S 7.70

¡
' áQuién Contigo Irá a Bailar?. — Fox-Trot.
Carmen. — Habanera. 19263 ¿Estás Triste? —Fox-Trot.
6047
Favorita. — O mió Femando, ' Barrios Bajos de Londres. — Fox-Trot.
Sansón y Dalila. — Aprile foriero. 19264 Si Vuelves a Mí. — Fox-Trot.
6409
Trovatore.— D'amor suU'ali rosee. Cristina Soro. ' Contando los Días. — Fox-Trot.
19277
REPERTORIO CBIOLLCf Sólo un Beso Más. — Fox-Trot.
POE ORQUESTAS TÍPICAS CRIOLLAS 19267
' ¿Por qué la Besarías? — Fox-Trot.
Tierras de Calilornia te Saludo. — Fox-Trot.
Discos doble taz de 25 ctms. a $ 3.— c/u Me Callo el Pico. — Fox-Trot.

[
77341
Jardín Florido. — Tango. 19209 Tengo un novio bizco pero para mi no lo es. —
Perjura. — Tango. Fox-Trot.
En el fango. — Tango: ' Qué importa la Unvia. — Fox-Trot.
77342 Buena Sombra. — Tango. 19273
, Joseiina. — Fox-Trot.
' Rosa Marchita. — Tango. ' Rosa Azul. — Fox-Trot.
77343 Luis Maria. — Tango. 19274
No se te Olvida Recordar. — Fox-Trot.
Principe. — Shlmmy. ' Hogar en Pasadena. — Fox-Trot.
77345 La cabana. — Shimmy. 19278
Mona Vanna. — Fox-Trot.

Pratt$r
) 6 2 6. S A R N I I E N T O , BUENOS AIRES
Anexo: Ga O U ema s
De Santiago del Estero

A S A T Ü Y A . — El
Interventor, doc-
tor R. Aiaya,ins-
peccionando 1 a s
obras de la «boca-
toma'>del canal de
Añatuya en el rio
Salado.

El doctor Araya
y comitiva oficial,
durante la visita
de inspección al
Puente Nacional
de Colonia Dora,
que ha sido des-
truido en su ma-
yor parte por ma-
nos anónimas.

A DIOTELEFONIA
Todo material HART, legítimo, a precios más baratos que nadie.
ARTEFACTOS ELÉCTRICOS y SANITARIOS y
MATERIALES de instalación. CALENTADORES
PRIMUS, REPUESTOS, CRISTALERÍA en general.
PIDAN LISTA DE P R E C I O S A LA CAS A I M P O R T A D O R A

E. BONGIOVANNI - Rivadavia, 2199. - Buenos Aires.


en oualiuier época del año los valiosos íoUetos de las especialidades
GRATIS utZV ¡nltZlTs por CORRESPONDENCIA
mandarnos
ESCUELAS POLITÉCNICAS del PLATA
Carlos Pellegrini, H36 — Buenos Aires.
GERENTE COMERCIAL. Jefe Talleres Mecánicos. lee. AgrimensorConstruct.
TENEDOR DE LIBROS. PERITO MAQUINISTA. Técnico Constructor Ciyii. Nombre
JEFE C O N T A D O R . Dibujante Construct. Civil.
Teneduría y contabilidad. Ingeniero mecán. maquin.
DIBUJANTE MECÁNICO. RADIOTELEFONÍA.
PERITO MERCANTIL. C H A U F F E U R . Dirección
SECRETARIO COMERC. Perito instalad, electricista DIBUJO ARTÍSTICO.
JEFE CORRESPONDEN. INGENIERO ELECTRIC. MECÁNICA AGRÍCOLA. Localidad y F, C
A ritmética.—Matemática. Ingeniera mecán. electric. PERITO AVICULTOR.

Trabajo fácil, citreienido, limi)io y bien remunerado.


Señoras, señores y niños, todos pueden dedicarse a esta
ocupación en su misma casa, sin desatender la que ya
tienen.
En horas perdidas puede usted ganar un buen sueldo
mensual y sin abandonar el puesto que tiene.
Gratis le enviaremos instrucciones para fabricar juguetes
y otros artículos de papier, y lo compraremos todo lo
que usted fabrique a buen precio. Escriba hoy mismo a:
Pábrica y Depósito do Juguetes de Papier: Calle 3 de
Fn))roro, 38fl, Snn Isidro (¥. C. C. A.), Bueno Aires.
Una Visita
In esperada
Pero aun tiene tiempo de
arreglar su peinado , en el
estilo más de su gusto.

Los Nuevos RIZADORES

W WE ECTRIC
PERFECCIONADOS
Son tan sencillos que se pueden poner
fácil y rápidamente y mientras com- De venta en todas partes.
pleta el resto de su toilette su cabello AGENTES:
quedará primorosamente ondeado. ARTHUR S. HAWTREYy Cía.
Igualmente excelentes para cabello Sgo. del Estero, 354 - Bs. Aires.
largo o corto, abundante o escaso.
Insista siempre en los legítimos. WEST E L E C T R I C
Umversalmente usados como sujetado- HAIR CULER Co.
res o prendedores. Philadelphia, Pa., U. S. A.

QUEMADURAS Tomar el aceite de Hígado


de Bacalao es un placen
No es necesario desesperarse, correr, gri-
tar, sin atinar con lo que debe hacerse
gracias a la
en un caso de quemaduras. Teniendo a
mano una BUJÍA de «AMBRINE» del
Dr. Barthe de Sandfort no hay más que
prenderla (como si fuese una vela común
de estearina) dejando caer las gotas de
«Ambrine» derretida sobre la quemadura
y el dolor desaparece de inmediato. Pero
lo más extraordinario de este maravilloso
descubrimiento francés, es que no sola- Extracto concentrado orgánico de Hígado
mente calma el dolor, "sino que reconsti- fresco de bacalao. Poderoso tónico re-
tuye la piel sin dejar señal alguna de ci- constituyente para niños y adultos. Gus-
catriz. Millones de soldados curados du-
rante la guerra lo atestiguan. La bujía to agradable. Se toma fácilmente en gotas
de «Ambrine» debe tenerse en todos los mezcladas con agua o caldo. 2 gotas equi-
hogares. La más elemental medida de valen a una cucharada de sopa (de aceite)
precaución lo aconseja. Además, por su y el frasco a 5 Utros. Legítimo producto
untuosidad y propiedades calmantes, ci-
catriza las llagas más rebeldes, úlceras francés. Premiado en todas las Exposi-
varicosas, eczemas, etc. ciones de Medicina. Certificado N." 4890.
Venta libre.
La «Ambrine» se vende en todas las far-
macias en Bujías chicas y ©n Bujías gran- Depositarios Generales:
des (triples equivalentes a 5 chicas) y en En Buenos Aires: Illa & Cía-, Maipú 73
tabletas chicas y grandes que se derriten
al Bañomaria para los casos de gravedad. En Montevideo: Calle Uruguay 816.
En Río de Janeiro: A. Lameiro, rúa Sao
Depositarios Generales: Pedro, 268
ILLA & Cía. - Maipú 73 Concoionarios - importadores en Sud-América
BUENOS AIRES BIRA3EN & Cíe. - Casilla de Correo 81 - Montevidea
De Mendoza
' ' " X^'
^ S'tftíl^^iS^

1;
l^# jfa7 ÜKR.JB 1
yi*-%r*^v ^,
^^WM^ WiflH j^PUflBiPII * Í:^:^"'S> IfA ^ J

* i iííf ^
Aspecto del salón de la Casa España durante la hermosa fiesta
realizada recientemente.
El Intendente Municipal, señor Juan Grecco, presidiendo el lan-
quete gue le fnera ofrecido, con aplauso, por su feliz actuación al
frente de la Comuna.

GUAIMALLEN. — El Gobernador de la provincia, dortor Carlos W. Lencinas, rodeado por un núcleo de distinguidas señoras y señoritas,
durante la recepción que le fuera ofrecida en la residencia de los esposos Cásale.

Enseñamos
por correspondencia, sin que usted se mue-
va de su casa, los sifíuiontes cursos: BACHI-
LLER. CONTADOR. TENEDOR DE LIBROS, MECÁNICA,
ELECTRICISTA, INGENIERO, DIBUJANTE, CALÍGRAFO,
INGLES, FRANCÉS, CASTELLANO, CALIGRAFÍA, ORTO-
GRAFÍA. ARITMÉTICA, DIBUJO LINEAL, y DIBUJO NA-
TURAL. Otorgamos los. diplomas correspondientes.
LLENE y MANDE este cupón.
Señor Secretario General de la Instrución Americana doctor
Siducy A. Smith - Entre Ríos, 464 - Buenos Aires.
Le agradecería me envíe el folleto explicativo que esa
Institución ofrece gratis. Me interesa el curso de

Nombre
Dirección

FAJA DE REDUCCIÓN ¡Un duelo por el peinado


Es la única verdaderamente cficaü para combatir la obesidad / para conquistar a la dama de sus ensueños, llevaron a ^
y do UPO indispensable para las personas que no quieren
"" engrosar. La linca impecable de los tiempos cabo estos dos caballeros, quiénes hubieran evitado ba-
modernos reclama la silueta fina y delgada, tirse si ambos vivieran en la actualidad y se peinaran
lo que se obtiene fácilmente usando la in- a la última moda con la incomparable
comparable FAJA DE REDUCCIÓN.

En goma pura colorada, $ % 25-— En


goma pura rosada, $"J¿ 30-— CCon4Hgas
de seda). Mandando las medidas de cin-
tura, caderas y alto, se remiten por euco-
GomínaBrihanica-Brancah)
inicnda postal, libre de franqueo. Especiali- o mejor que existe para peinarse bien. Si su provee-
dad en la compostixra de Fajas de Goma. dor no la tiene no acepte sustitutos y desconfie de los
que venden a bajo precio. Pídala al depósito:
aumUlXJíJ CATALOGO ILUSTRADO GRATIS
FARMACIA B R I T Á N I C A - BRANCATO
Importador y Fabricante : 718, Florida, 718 — U. T. Estiro 2200
Venta en Farmncias Pelvquerías y Peifnmeiiaa.
PEDRO G I M É N E Z ^BT^-^^^^I Precios : TÁREOS $ 2.90 — POMOS $ 0.70
vja tr^xpaa.'g^ • • • • gx'^'^KaatKK£
i\8««í\
E5T0S PRECI05 SE IMPONEN
•Itrñff!'

i jOFERTA EXCEPCIONAL!
RELOJ ie plata 900, máiuina Suiza, Ancora, 15 rii- O O fifi
bies, con pulsera de gamuza fina, para caballero..... S t U i U U

i El mismo, enchapado en oro 18 kilates, garantido 10 OR f i n


años. Precio nunca visto hasta ahora. - S ^w.Uy
Con cada reloj reBalamos un vidrio de repuesto.

í N.» 543. — AEOS BE


' plata 900, perlas ma-
N.° 528. — P L A T A
900, gancho de oro,
zaiiro y uui- P Q n
cizas y bri- í^
liantes, u . ^ A N ^ . t ^ OCASIÓN nucas, a -^ UBVU

i ®®o.\ $
í €ífl^©'i 10.-
i
I
N.° 550. GEM3L0.S de
plata 900, coi) iniciales que
se deseen en esnia!-¿ Cfl
te, e! par --^T.üU
^w N.» 530. - GEMELOS de
oro l a íix cinoe-lfl fin
lados, el par . S l U . U U

ii N." 847. — DESPERTADOE caía niauelada, ^on dos


campan lias, cuadrante fantasía, pie madera'nogal, alto
20 centímetros, por 18, garantía 5 años, in f\fl
Bonito adorno para un mueble . . lU.UU

ii N." 549. - INOVH- N.» 118. ~ ANILLO


K.° 83. -
ench. 18
CIKTILLO,
kilates, con
N.' 544. - PLATA

I DAD! Aros ds plata simili, a pe-


900, con iniciales que
liso, icaña,enchapado
18 kilates, sos 4.50 platinada y zafiro
se deseen, en esmalte, pesos 3.00 De oro 18 kilates,
o color, pe ^ ^ Q Q

i
el par, a pe- K Q í í S 15.—

ii N." 548. — AKILLO


de oro 18 kilates
N.» 141. - ANILLO
plata 900, iniciales
cincelado Imo, con N.' 534. — PULSERA de moaré fino, con relojito encha- que se deseen en es-
un brillante quimi- pado en oro con segundero y las 24 horas, para Q QC
co fino, «1^4 QQ señora o señorita, precio increíble. •? U»vw . s"of^^''.^• 5.00
Oon máquina más fina, enchapado en oro 18 kilates, oíí
a 51 <í"'-
Aoeptamos en pago eartoncitos 43 a dos centavos cada uno y en-
viamos los pedidos a cualnuier punto de la Bepública.
Los giros postales dirigirlos a nombre de P.SEITLER
t^f^gpyyiy'yg^ywfyA?a*y!V'';^i^^^?'iga'y^^ N.» 510. — PLATA
900, para señorita,
con el nombre en es-
malte, va- O Q n
riosmod.. .5 w . d U
RELOJERÍA - P . S E I T L E R - J O Y E R I / V : | De oro 18 kilates.
macizo, a. S 16.——
BESflARBO DE iWCOYEM 5 4 0 = BUEhOSAlREl I
*y4\/í\/s\/»/S\/a\/í\
mnmmsím^
E N el pastizal negro, no es un buey el que los rieles, con un crujido de palancas y de ejes
remueve la tierra con el hocico, en busca no engrasados que gimen. El tren, muy corto,
de alimento, es un perro manchado y se detiene bruscamente en el paradero de Pel-
todo mojado. . . Quizás un perro rabioso o un manovka. Exactamente como una mosca que
perro al que la lluvia ha humedecido el cerebro... se para.
No hay manera de comprender por qué aulla Tres vagones -para ganado, pintados de rojo,
asi a la alta chimenea de cubiertos de lodo, viscosos
^ P e l m a n . . . Se puede olvi- como lombrices de lluvia,
dar a Pelman, pero no a abren sus fauces. Más
su chimenea. silenciosamente que ba-
Antes, el ávido tubo de ba, hombres grises salen,
ladrillo roncaba y escu- uas b a y o n e t a s forman
pía su humo; ahora, eso jna fila de puntas.
' se acabó. El fabricante Toman la dirección del
ya no está. Los obuses han
hecho pedazos la fundi-
EL pastizal.
La hierba mojada cruje y
ción, de la cual no quedan
sino el esqueleto y la chi-
menea.
PERRO se aplasta bajo los pies.
Los agujeros del suelo, qi:e
han bebido hasta saciarse,
¿De qué vive hoy el ba- rebalsan. La tierra está
rrio de los fundidores? pesada. El cielo nublado
¿Con qué se llena el vien- pesa sobre el pastizal.
tre? Es un misterio aun La t i e r r a . . . el cielo. . .
para ese perro que es- ¿Y si se juntasen esas
carba en todas partes dos grandes piedras de
y cuyo olfato es más molino?
agudo que los ojos. ¿En dónde salvarse?
Por otra parte, poco La partida avanza apa-
importan aquí las mise- ciblemente, los condena-
rias y las privaciones del dos en el centro. Bajo los
barrio; que se la,s compongan pies, los charcos salpican; al
como puedan . . . frente el campo se extiende;
Caminemos por el campo comido arriba las nubes penden . . .
por el fuego, destripado por la pala, en Todos saben lo que se va a hacer.
donde tallos medio consumidos forman filas Para tener pan, para tener botas, es preciso
irregulares; pasemos por encima de los montones hacer lo que se puede, porque la vicia es negra,
de tierra hasta llegar al pastizal negro que alarga árida, desnuda como estos lugares; porque nada
su garra hasta la barranca, desde la cual se debe ya asustar.
precipita bruscamente en un río estrecho y Korneief, el sargento del servicio de contra-
pedregoso. espionaje, que lleva a los condenados, no parece
Ahí, el agua que corre es impetuosa, rugien- conocer el miedo. Poco le importa encontrar
te, rezongona, roedora. De los años tranquilos un perro allí. No conoce sino su vida regular de
en que el trabajo era mucho, quedan a la orilla militar. Una vez que le encomiendan una mi-
del río montones de mineral, algunos de los sión, no tiene ya que reflexionar, ni siquiera
cuales tienen un lado como cortado a pico. piensa en torcer un cigarrillo. También, tiene
En el fondo de la barranca se ve todo eso, y facciones bien marcadas, un andar desenvuel-
sin embargo, los que están en ella no ven sino to, una barba colorada y redonda como un
una cosa, el pasto. timbal.
Admitamos... Pero a los condenados les cuesta marchar
Pero el sitio es muy l ú g u b r e . . . al mismo paso que los soldados. Sus pies se
Cerca del agua, entre los haces de hi erba ama- hunden más en el barro, cosa que se comprende
rillenta y húmeda, el perro ha establecido su sin t r a b a j o . . . Hasta no poder arrancarlos del
vivienda. Por la noche, se oye el agua que lava s u e l o . . .
las piedras y al perro que aulla sus p e n a s . . . Korneief, que camina sin molestia, se digna
o su alegría... ¡Quién sabe! hablar:
El sitio es bastante lúgubre para que el perro — Hijos míos, parece que es para maña-
sepa algo de ello. Perfectamente, ' na el eclipse. Los del Estado Mayor han leído
una orden que dice que el sol debe ocultarse.
Esos hijos de perra lo saben todo con anticipa-
ción.
Soldados y condenados siguen caminando.

N OSOTROS no comprendemos a nadie. Ni Ellos también saben todo anticipadamente.


al hombre ni al perro.
Cada cuál vive para si.
Como la hierba cuando agujerea el suelo, en
la lluvia de otoño y en el deshielo de la pri-
Todos tenemos el alma tan pequeña e in- mavera. Cada cosa a su t i e m p o . . .
significante como una moneda de cobre. Peor Ni un grito, ni un suspiro en el negro pasti-
que la de un perro. zal. En el cielo mal lavado, detrás de un
¿Será que Rusia, nuestra patria inclemente, harapo de nube, una estrella guiña triste-
es para nosotros una «madrastra?» m e n t e . . . O quizás el ojo del perro.
En la noche, un chapoteo; el menor Koeneief manda con voz firme co-
ruido hace vibrar el silencio. mo un toque de tambor:
Y esa noche, se oye como un ruido — C o n d e n a d o s , q u í t e n s e la
de martillo que rompe vidrio. ropa.
, La noche de otoño es frágil. Si un ruso se encuentra de-
' Es un tren que amartilla lante de la estrella de la
muerte, y oye que le dicen: — Esa es tu suer- Rybin deja de preocuparse de Petka y sin
te, — lo cree, pero sonríe sin creerlo. Eso decir palabra, empieza a quitarse las botas.
proviene tal vez de que nuestra tierra bes- Las botas se defienden. Y Rybin piensa como
tial engendra como cae, irracionalmente, al siempre:
azar... — Qué mal hice en comprarlas estrechas. . .
No distinguimos entre ir a morir y comer lín ¡Qué fastidio!...
plato de coles. Cuando matan un chancho, grita hasta
Dos de los condenados, el soldado Petka y Ry- romperle a uno las orejas. Nosotros, los ru-
bin, el comisario de la quinta división, se acercan sos, sabemos morir más silenciosamente que
a Konieief. A pesar de la obscuridad, se puede un árbol. . . Un encogimiento de hombros, y
distinguir a Rybin, vestido de negro, flaco, es todo.
largo, delgado como una anguila. Juntas las ropas, el sargento Korneief alinea
— Oiga, no hay apuro, déjenos fumar un a los condenados a dos metros de la orilla de
cigarrillo... la barranca.
— La última c h u p a d a . . . — Ya es tiempo, muchachos.
Las voces se cruzan. Los galones de sus charreteras aparecen
— ¿PeiTnitir? endurecidos, como la grasa al frío.
Korneief reflexiona acariciando su barba — Lindas botas ¡caramba! Pásamelas, mu-
cobije. Pero, ¿puede reflexionar él? chacho.
El barro, el poste, el montón de tierra, el Las mide ei\ la suela de las suyas.
perro, todo piensa, menos él. El cumple lo que — (Qué lástima! Son demasiado c o r t a s . . .
se le ha mandado. Y ordena: Tanto peor, ya veremos. . .
— Vamos, rápido; quítense la ropa. Palpa las cañas, repentinamente preocupado.
Los condenados han encendido cigarrillos. Rybin no replica. Se muerde el labio afei-
Cambian palabras insignificantes, inútües como tado y murmura:
la niebla. Sólo Korneief, inmutable en su papel — ¡Canalla! . ' '
de autoridad, hace indicaciones precisas a su Los condenados son colocados en fila en el
pelotón. pastizal roído y negro, bien a la orilla de la
— Si apuntan derecho al sauce, todo irá barranca. Desnudos, blancos como los dientes
bien. de una boca de lobo.
Pero no apura a nadie. El pelotón les apunta desde seis metros de
Y todo sigue tranquilo en el pastizal, mien- distancia.
tras en el cielo se extingue la última estrella. Rybin, los labios un poco contraídos y tem-
— Póngamelos a la orilla de la barranca, blorosos, ^caba su cigarrillo.
para echarlos en seguida al río... El agua se •— ¡La oración! — ordena el sargento.
los ¡levará. Inmediatamente después:
Korneief pronuncia esas pr-Iabras con clari- — ¡Fuego!
dad, con el mismo cuidado que pondría en Una descarga. Rybin ha caído al fondo de
limpiar la culata de su fusil. la barranca.
El día apunta, el sol ya despierto lanza sus El sargento se precipita y manda una bala
rayos, uno de los cuales, todo de oro, cae sobre de revólver al cuerpo que rueda como una
Korneief. masa'. Korneief lo sigue con la vista;
— Vamos, muchachos, ya es hora. — ¡Vaya un hombre apurado! ¡Mala cabeza!...
El rio trepida sobre sus piedras, la tierra Uno que quería irse pronto al c i e l o . . . >
toma su fresca voz de la mañana. Y es la aurora Los soldados tosen, pero no se ríen.
que se levanta como una aldeanita fresca, de El sargento se acerca en seguida a cada ca-
cabellos alisados, la pollera nueva, con zapa- dáver, alguno de los cuales arañan todavía la
tos que chillan. tierra con el pie. Con aire grave, golpea con
El comisario Rybin no ve nada; está pre- la bota, una después de otra, las cabezas sin
ocupado de lo que va a hacer y da consejos a resistencia, y a quemarropa da a cada uno, el
su vecino, Petka: tiro de gracia.
— Ponte lo más cerca posible de la orilla. — Ahora, ¡todos al agua!
En el momento oportuno te dejas caer Los cuerpos chapalean en el agua; pare-
hacia atrás, a la barranca, ¿compren- cen hacerse pedazos al desaparecer
des? bajo las pesadas ondas del agua
Petka suspira y se muerde de otoño.
las uftas. El trabajo ha hecho transpi-
— No te aflijas, ¡qué dia- rar al pelotón.
blo! De cualquier modo, na- Detrás de la montaña, el sol
da p e r d e m o s . . . brilla ya, inmenso y llamean-
Rybin es hombre de la te. Y el perro manchado,
ciudad, sabe lo que quie- ávidos los ojos, sale de la
re; Petka y los demás no tierra como un tallo y apa-
son sino campesinos. rece bruscamente.
La barba de cobre re- Korneief le da un puntapié.
luce. — ¿De dónde diablos \ie-
Petka recuerda con pena n e ? . . . Es e x t r a ñ o . . . ¡Y
el calor, su m a d r e . . . qué animal salvaje!
El tiempo en que, niño, El animal huye, la cola
jugaba a la p e l o t a , tiesa como un palo. Y
cuando su abuelo, de bar- plantando las patas en el
ba roja, sentado en un ban- suelo, el hocico alzado de
co, delante de la casa, rezon- través, lanza hacia la chimenea
gaba:-— Fíjate, chambón, vas de la fundición Pelman, lar-
a romper los vidrios. gos aullidos angustiosos...
De San Luis

ftiomnas representantes de las escuelas Pringles, Belgrano, Rivadavla, Lafinur, Daract, Mitre y Colegio Nacional, al pie del monumento
del General Fiingles, durante la gran Siesta realizada en esta ciudad, el dia del aniversario patrio

LEMAIRE P a r í s
ÚNICAMENTE DE 12 CRISTALES
Deben ser los gemelos que Vd. use para el teatro, si es que desea observar la
escena con la mayor claridad, nitidez y aumento.
NUESTROS GEMELOS LEMAIBE de 12 CRISTALES (única calidad que
vendemos), han sido construidos expresamente para grandes teatros y el
gran stock y variedad que tenemos nos permite vender ai mismo precio
que los de ocho cristales de la misma marca que venden otras casas.
CUERO Y METAL, 12 cristales, desde S 40
» » ALUMINIO, 12 cristales, desde » 45
NÁCAR » NIKEL, 12 cristales, desde,. » 60
» . ALUMINIO, 12 cristales, desde > 65
. » DORADO, 12 cristales, desde ,55

12 Cristales S U V A - 550. Florida. 350 - Bs. As.

Gran fábrica de muebles LA COOPERATIVA


La casa más antigua y de mayor con-
fianza. No confundirla; esta fábrica
no tiene sucursal y efeetúa las ventas
dilectamente al comprador.
Sarmiento, 1124.
Embalaje y conducción completamente
gratis. Si desea otro modelo solicite
catálogo ilustrado, gratis.
Muy lindo juego de tres lunas, fabri-
cado en roble macizo Norteamericano,
con aplicaciones de bronce, artísticas
tallas, espejos biselados y mármoles
rosados; compuesto de: ropero, lava-
torio-cómoda, mesa de luz con repisa,
cama camera con elástico patentado,
percha y toallero. Pre- ^ ^ C . •
CÍO excepcional de.. S^ ^ U v •
Asi et^Pl^

WiHiams
EL MEJOR JABÓN DE AFEITAR

Con agua corriente o de pozo, fría o con una simple tos, conse- ^
caliente, Williams siempre produce cuencia de un resfrío mal ^
la espuma abundan-
curado, de la gripe o cual- ííf
te y cremosa, que
quier afección p u l m o n a r . ^ '

I
se necesita para
ablandar la barba. Para resguardar los pulmo- «
nes de los terribles bacilos ^
Williams es tan bue- de K o c h , los médicos del ^

I
no para la barba m u n d o entero p r e c o n i z a n xv
como para la piel.

Con su nuevo sis-


BronqutaUna |
D'UV'oll Regenerador ^
tema de soporte t O t A V f t ^ t ¿^ ,^^ pulmones ^
una vez terminada
la barra de jabón, E n j a r a b e y p a s t i l l a s . De ^
compre ima nueva acción r á p i d a y segura, w
de repuesto y eco-
nomice el estuche. Venta en las farmacias. ^
Concesionario: vSj

Precio de venta en FEDERICO TAUBER %


ESTADOS UNIDOS, 1499 OJC
la Capital: $1.60 ü. T. 1 7 8 9 , Mayo. — Buenos Aires, i ^

MUESTRA GRATIS
WíHiams WIABONE:.S
se envía una bolsita de pastillas de
BRONQUIALINA RUXELL, a guien
P A R . A L.A BARBA lo solicite.
MAYON Uda^ Anntn de •>. 6. W I L L I A M S Co.
%íí§iíj:^^^^ííí^^^
De San Luis

FIESTAS MAYAS. — El Gobernador señor Guillet, y Comitiva oíicial, durante el Tedeum oíiciaio en la Iglesia Matriz.

^8S^W^-.íf

Alumnas de las Escuelas Provinciales, cantando el Himno Nació-


nal, en la fiesta patriótica realizada en la Plaza Independencia.
M
Parte de los concurrentes a la recepción oirecida por el Gobernador
Guillet, en la Casa de Gobierno, en honor de las lamiUas de esta
sociedad.

La Tristeza
es una de las inevitables consecuencias de
las malas digestiones y del mal funciona-
i_ gran
miento en general de los intestinos. Para
4ue dichos órganos recuperen su natural marca
' ' potencia y vuelvan a su actividad normal,
es menester limpiarlas vias digestivaspoi
'. medio de las

Pildoras LñJ¿anies
Películas
del Abate m Film-Packs
D I A P A Q DROGAS
K L ^ l # M O FOTOGRÁFICAS
En las Farmacias y obkndrá espléndidos resudados
Bemitiéndonos cinco centavos para el franqineo,
gratuitamente le enviaremos una maestra. Pídalas 9n bdas las casas del rámof
Únicos Agentes: DEPOSITARIOS: I
P. SCHWEIZER y Cía. - 25 de Mayo, H - Bs. As.
U. T. Avenida 4225
Pas^á.Víanelio.yCání-Rívadavia 1178.1
Bs. Aires. .5í
ift\\\^^ín 11111 lí^^íwííííflt 11 llIK^^
Ilülllll

Esté seguro que es una


Victrola
En seguida sabrá Vd. si es u n a Victrola
legítima buscando las marcas de fábrica
de la Víctor, y al oír la Victrola notará al
instante las perfectas cualidades musicales
que posee este maravilloso instrumento.
La Victrola fué la primera máquina par-
lante en forma de gabinete y es suprema
entre todos los instrumentos reproductores
del sonido. Debido a sus muchos éxitos, h a
sido copiada por otros, pero estas imita-
ciones no poseen sus cualidades artísticas,
ni tienen la solidez de construcción que
distingue a la Victrola legítima.
La Victrola es en r e a l i d a d u n instru-
mento económico, pues se construye para
durar muchos años. P a r a estar seguro de
que adquiere u n a Victrola y Discos Víctor
legítimos, vea si ostentan las famosas
marcas de fábrica de la Víctor.

Victrola
Estoa marcna de fábrica da la'Néctar Bp&recen en la tapa
de los instrtxmentos y en la etiqueta de lo» diecoa
«*r.l:í^,X9-íJ2^5i;^Síñ«« "Víctor TaJklng Machine Compaxiy.íCamden.Nj.EUút A.
ReT«ndedore« Víctor eo todas tas ciudades Importsotea de la Arseatína y Urugua7

DISTRIBUIDORES:
TOMAS y Cía.
B m é . Mitre, 197A
BUENOS AIBES^

Ventas únicamente al
por mayor.
Atrayentes novedades en finas fantasías
OBSEQUIAMOS
a todo comprador con nuestras famosas
CAUTAS de la SUERTE
Las valiosas sorpresas que contienen,
causan justificada admiración.

í
M; P R E N D E D O R oro «íix.». con peí-utas r 90
Í\ ílntis, grabado y esmalte, a . . . . $ **"—
AROSÍantasía, fi- M E D A L L A y ca-
na, di3 oro 18 kil., dena de oro «fix», AROS jade, de
y plata platinada, con diversas imá- plata platinada y
PRENDEDOR de oro úixo, con pcrlitns Unas, piedra zafiro al genes, a pe- m a r qu es í .
calado a mano. Como propaganda Hfi 90
únicamente lo ofrecemos, a S '""—
c e n - i O 90
tro, § • " • —
sos
n.^ a P e - 4 90
fíns . . "• .

PULSERA do oro 18 kilates, garantido, no RELOJ-PtJLSEEA, de oro 18 kilates, míiquina


forma caña, modelo muy de moda, a S *0»_ Suiza sobre rubíes, revisada y garantida, ^já
La misma, en oro píixv, a § 20«~- cinta moiré a preisón, rebajada, a . . . ¿ D O » —

Fábrica de al- (JOYERÍA FANTASÍAS Y B A Z A R Atendemos


los pedidos
hajas y taller J^^^HQ
de compostu-
ras en la casa.
717.725 G/ISA YCARDO FLORIDA 2 T O
ROSARIO
S A H MARTIN
629
del interior
con toda
prontitud.

lililí lllllll
^

Exija el Tanque al Vacío


marca STEWART, legítimo.
Lógico es q u e llagamos esta a d v e r t e n c i a t o d a vez q u e el
T a n q u e al "Vacio es u n a p a r t e v i t a l del a u t o m ó v i l y q u e
d e n o funcionar con r e g u l a r i d a d , p u e d e entorpecer seria-
m e n t e la m a r c h a del coche.
E l T a n q u e al Vacio m a r c a S T E W A R T funciona a u t o m á -
t i c a m e n t e y es el único que asegura u n a c o n s t a n t e y po-
s i t i v a a l i m e n t a c i ó n al m o t o r bajo t o d a s c i r c u n s t a n c i a s .

ACCESORIOS DE CALIDAD

Í Í A R T H U R S H A W T R E Y y Cía. \Z
• ^ S A N T I A G O del E S T E R O , 354 U . T . 6 2 4 9 , RiVADAViA — BUENOS A I .R EE S S ^

IHIIIIi Wmlmmml
1-2-3-4 11-13-14-15-16-17-18-19 - 20- 21 - 22 • 23-21-
25 23-2 ?-35-36-47-48-51-52.
SOLICITE CATALOGO

I
Estos precios comprenden las aberturas con marco y

I
herrajes colocados.
PUERTA N.» 2 VENTANA N.° 14

•Í^lifillÍiil|i|rÉI
De 2.40x1.10 S 80.- DB 2.00X1.00 S 66.-
1 2 .20x1.10 $ 78.- • 1.80X0.90 « 61.-
» 2.00x1.00 8 75.- » 1.60X0.80 S 57.-

Escritorio: Ch arcaSZ9^ 1—• Buenos /tires

1i^ ^ M ^cSf^cnúa}¿o El empleo del Alauitrán


Guyot tomado en todas
las oomidaa a la dosis de
una cucharadita de café
en un vaso de agua, bas-
ta, efectivamente, para
hacer desaparecer en po-
co tiempo el catarro más
pertinaz y la bronquitis
más inveterada. Incluso
consigúese a veces modi-
ficar y curar la tisis bien
declarada, puesto que el
Alquitrán detiene la des-
composición de los tu-
bérculos del pulmón, ma-
tando los microbios no-
civos causantes de esta
descomposición.
En interés de los enfer-
mos, debo manifestar des-
confíen de cualquier pro-
ducto que se les quiera
vender en lugar del ver-
dadero Aliuitrán Guyot.
Para obtener la curación
de las bronquitis, cata-
rros, antiguos resfriados
descuidados y a fortiori
el asma y la tisis, es in-
Para correr mucho se necesita aliento. dispensable pedir en to-
das las farmacias el ver-
Para tener aliento son necesarios buenos pulmones. dadero Alauitrán Guyot.
Para tener los pulmones en excelente estado debe Con objeto de evitar to-
do error mirad la etiqueta:
tomarse Alquitrán Guyot. la del verdadero Algui-
trán Guyot lleva el nom-
bre Guyot impreso en gruesos caracteres y su firma al bies en tres colores: violeta, verde y rojo, lo propio
que la tlirecoión: Maison PEERÉ, 19, rué Jacob, París.
De Jujuy

INAUGURACIÓN DEL FERROCARRIL DE LA QUIAOA A TUPIZA. — TDPIZA (BoUvia). — Llegada a esta ciudad del primer tren
ilue condujo a la Comitiva oficial argentina.

TÜPIZA.—El Pres. de Bolivia, fioo- JUJUY. — El Gobernador, doctor Villafañe, y demás asís- TUPIZA. — El doctor ViUafafle,
toi bautista Saavedia, acompañan- tentes al acto, rodeando la primera locomotora ano corrió Gobernador de esta provindia, con
do ala esposa del Gr. de Jujuy, se- por la linea inaugurada. la esposa del doctor Saavedra, sa-
ñora Camila Silvetti de Villafañe, liendo del templo.
a la salida de la catedral.

Todos los g
Estreñidos I
saben
que, a pesar de contarse
por centenares los reme-
dios c o n t r a el e s t r e ñ i -
miento, todos tienen el in-
conveniente de llegar a f o r m a r u n
I
hábito del organismo, lo que obliga a
aumentar cada vez más la dosis, hecho
I
i
que termina por producir irritaciones y
enfermedades del aparato digestivo. El
doctor FISCHER, uno de los sabios que
desde hacía años se hallaba empeñado en

i
encontrar el remedio perfecto, logró des-
cubrir uno, cuyo mérito extraordinario
estriba justamente en el hecho de no
dañar nunca el organismo, ni formar un
vicio dp él. No produce irritaciones in-
testinales y no se aumenta la dosis. Y a
pesar de producir los efectos buscados
con una seguridad matemática, no causa
ni el menor cólico. Una pmeba conven- I
cerá de la veracidad de nuestras afirma-
ciones. Todas las farmacias tienen las
pastillas de
i
^ítto€ákv€t
cLe£ Dcyoior TLscher
La electricidad en la casa
Con el equipo eléctrico WESTINGHOUSE, la electricidad la
hace uno en casa, con absoluta independencia y con muy poco costo.
Todos los elementos de que se compone este equipo han sido
inventados o perfeccionados por la W E S T I N G H O U S E .
He aquí la gran oportunidad de gozar de los beneficios de la
corriente eléctrica, en la soledad de la estancia, bien sea para
accionar las máquinas agrícolas o de granja, o
para alumbrar las viviendas. Todo lo que hay
que hacer es dar vuelta al interruptor.
Solicítenos folletos e informaciones, que
gustosamente se los suministramos.

Motores y artículos de
calefacción para 32
y 110 v o l t s .
# < 106

V^sstinghouse
Cía. Westínghouse Electric Internacional S. A.
CÓRDOBA B U E N O S A I R E S TUCUMAN
Colón, 59 A v e n i d a de Mayo, 10 3 5 J u ni n , 6 6

Agentes en todas las principales ciudades y pueblos de la República.


De Chubut

TRELEW. — Faite iel público que asistió al acto inaugural del El doctor Sagarna acompañado por el Eector del establecimiento
Colegio Nacional, ceremonia en la «ue el Ministro de J. e I. F., profesor Félix Natt Kemper, y profesores, señores Trespailbie,
doctor Sagarna pronunció un elocuente discurso. Moreno, Burgos, Herrera, Pfefíermann y Wirth.

El Ministro doctor Sagarna, el Gobernador del Territorio y profesores


del Colegio Nacional, presenciando el desfile escolar.

1L\A i h i j..fTR^
de HÍGADOS FRESCOS de BACALAO
Sin olor ni gusto desagradables
EL MEJOR de los FORTIFICANTES
Remedio soberano para orevenir y combatir:
Tos « Bronquitis - Tuberculosis
RECOMENDADO para las PERSONAS DÉBILES y NIÑOS RAQUÍTICOS
De venta en todas las Farmacias. En botellas triangulares solamente.

PAiRA S U P R I M I R
Fonógrafo " S P O R T " Valija
$ 60 maciza. Má-
quina refor-
los VELLOS
con 6
zada a cuer-
da, 20 Z .
Diafragma
y el PELO
piezas y Excelent d e
200 púas. Tenca mucho cuidado en usar un Depila •
gran sonori- torio cualquiera. Después de aplicarlo, los
dad y acús- pelos vuelven a brotar con mayor fuerza y
Lo más prác- tica. vigor. Vióme un diainducidaia experimen-
tico para via- tar una receta poco conocida, pero que
jes, pic-nics, GRATIS BO posee verdadera acción sobre la raíz del
excursionis- remite C A- pelo. I-o.s pelos destruidos de este modo
tas, amantes TALOGO YA NO V U E I V E N A BROTAR. Tan orif^intl método
del baile y GENERAL vaexplicaüocon la mayor claridad en un folleto intitu-
sportman en lado " U n Secreto Egipcio" aue envió GRATIS, bajo
general. sobre ccrrado.-muy discretamente y sin señas algunas.
Basta escribirme adiuntando un seilo para la contestación.
Construido Pedidos a: "CASA CHICA" de A. Ward, MÍM H . G Y P S I A , 4 3 , Rué do Rivoli, PARÍS (Framce)
on Alemania, Salta, 874/876. Bs. As. - ü. T. 0141, Riv. (Franquear la cat'ta con itn selío de 12 c.)
en m a d c ra Sin sucursales.
El Sedán de dos puertas

" H U D S O N''
E STE nuevo modelo ha sido creado por HUDSON teniendo presente que
m u c h o s compradores desean reunir, en un solo modelo, wn coche
abrigeuk) y confortable en invierno, fresco y ventilado en verano, el todo
dentro de un precio razonable.
AS puertas son muy anchas, resultan- u precio lo coloca al alcance del com-
L do por lo tanto más fácil el acceso S prador más exigente, pues vale, so-
que en cualquier otro modelo de auto- bre el reputado cliassis HUDSON Super
móvil, y sin embargo, la carrocería es Seis, de modelo 1924, con ruedas de
tuerte y relativamente liviana. alambre y una quinta rueda completa

$ 8 . 5 0 0 7n
El mismo modelo, sobre el nuevo Chassis ESSEX de 6 cilindros, 2 litros, vale

$ 5.2507„.
P Í D A N O S U N A D E M O S T R A C I Ó N

'-y^;';''*'^^ • • Ei!ii:^diBa al
S U I P A C H A , 6 0 2
CDííSVLTORJO
N.° 2021. —¿Qué re.y o emperador la mayoría de los viajeros. Por lo conservado hasta nuestros días, poi
ha ocupado el trono más tiempo? regular se escoge un gran árbol para haber sido descubierta en Tabasco
J. VALZERA. — Laiiús. el escultor, y una vez cortado en el en 1520.
bosque, el artista empieza su obra.
De todos los reyes, el que más La viga o poste en donde se talla el N.° 2024. — ¿Quién fué el inventor
tiempo se sentó sobre el trono fué, tótem suele pintarse con esmero, y del piano"!
sin duda alguna, el rey de Francia los colores que por lo general pre- WAG?IERIANA. — Ciudad.
Luis. XIV, de la casa de Borbón, dominan son el encamado, verde,
empezando en 1643 y acabando en amarillo y negro, en tanto que el El piano es descendiente directo
1715, o sea la friolera de setenta y tamaño del poste depende de las de una línea genealógica de instru-
dos años; a éste siguen: Carlos I I I ideas artísticas del escultor. Algunas mentos similares. Durante dos siglos
(duque de Lorena) en 1545, con se- veces estos postes tienen varios pies y medio nuestros antecesores se con-
senta y ocho años; Victoria I de de alto y, cuando se ven de súbito formaron con las notas retozonas del
Inglaterra, con sesenta y cuatro; enfrente o cerca do la humilde choza clavicordio, que era, a su vez, hijo
Amadeo VIII (rey de Gerdeña e de un indio, el forastero no puede natura! del monooordio. Y durante
Italia, y gran duque de Saboya) menos de asombrarse. Representan ciento cincuenta años más el clavi-
en 1391, con sesenta; igual que éste, animales varios con ojos muy raros cimbal usufructuó el honor de la pri-
Jorge I I I de Inglaterra y Cristian IV que acaso nadie los haya visto igua- macía, que a veces le disputaron la
de Dinamarca; con un año menos les, y que, en realidad, no son más espineta y el arpicordio.
Luis XV de Francia, y con cincuenta que una mera concepción del escul- Mas estos instrumentos diferian
y seis Enrique I I I de Inglaterra. esencialmente del piano en este im-
tor, que se fijan tenazmente en el portante detalle: mientras estaban
A éstos siguen: Eogerio II y Fe- visitante.
derico I, ambos de Sicilia; Enrique provistos de púas de puercoespin o
VI de Inglaterra, y otros varios, cuero duro, que hería las cuerdas
entre eUos Alfonso II el Casto, cuyos N.o 2023. — ^Gvál fué el primer haciéndolas vibrar y produciendo un
reinados no bajan de medio siglo. pueblo que fumo tabaco? sonido análogo al del arpa, las cuer-
G. MAJAEIES. — Ciudad. das del piano suenan merced a unos
«martillazos)) precisos.
N.o 2022. — ¿Qué son los tótemes? Cuando llegó Colón a la gran An- No fué, de heclio, hasta los días
ESTUDIOSO. — Rosario. tilla cultivaban los indios una planta postrimeros de los Estuardos (1690)
que quemaban en sus ceremonias cuando Bartolomé Cristofali, fabri-
Entre los innúmeros objetos cu- religiosas, usándola así mismo algu- cante de arpicordios en Padua, creó
riosos que los antiguos habitantes nos naturales para fumar, costumbre el pianoforte.
del continente norteamericano Jes que se propagó con gran facilidad La calidad del trabajo de Barto-
lian dejado a las actuales generacio- en el viejo continente, a pesar de lomé lo acredita el hecho de que dos
nes, acaso ninguno sea más miste- la enérgica y resuelta oposición de de sus pianos, fechados, respectiva-
rioso o contenga combinaciones más los poderes en prohibir lo que era mente, 1720 y 1726, todavía sobre-
raras que la escultura de madera considerado como un goce superfino viven.
que se conoce por el nombre de de la vida. Casi ochenta años transcurren an-
tótem. El nombre de esta planta la tomó tes de que el piano haga su pública
Hace un siglo que un norteame- de Tabascc, lugar situado en el golfo aparición en Inglaterra, en un día
ricano de apellido Long, que había de Méjico y punto en el que por pri- de Mayo de 1767. Sirvióle de esce-
vivido lai^o tiempo entre los indios mera vez la vieron usar los españo- na,rio precisamente el del teatro real
de la región del noroeste de los Es- les a un cacique como objeto de lujo. de Covent Garden en ocasión de re-
tados Unidos, así como en el Canadá El siguiente año mandó Hernán resentarse la «Opera del Mendigo»,
y en Alaska, escribió las investiga-
ciones que hizo y los hechos en que
Cortés a Carlos V un regio presente
de la codiciada planta, provocando
S e Gay, a beneficio de miss Brickler,
que desempeñó el papel de Pally
tomó parte, y los publicó en un tomo. desde entonces los comerciantes de Peachum.
Hace mucho tiempo que se ha ve- Venecia su introducción en Levante, «Miss Brickler —• rezaba el pro-
nido citando esta autoridad en rela- bien que pasaron algunos años antes grama — cantará la canción favo-
ción con los tótemes, y a lo que pa- de obtener los resultados que se rita de «Judith», acompañada por
rece ha usado el vocablo para sig- habían prometido. Mr. Dibdin, en un instrumento nue-
nificar una especie de espíritu bueno Un oiütivador holandés, en 1561, vo llamado «pianoforte».
o influencia protectora que se supo- regaló algunas semillas a Juan Nioot, Algunos años antes, sin'embargo,
nía que el tótem ejercía en los indios. señor de Villeman, embajador de el piano era ya conocido en Ingla-
Es, en efecto, un emblema tenido Francisco I I en la corte de Portugal, tierra, pues fué primeramente intro-
a veces como objeto de veneración. quien las ofreció a Catalina de Me- ducido allí por un tal Barkhard
Hánse encontrado tótemes no sólo diéis, que apreciaba la planta oomo Tschudi. Cuando éste se retiró aban-
en runchas regiones de Alaska y Ca- a ima de las más saludables por sus donó su artística carga en los hom-
nadá, sino también en Africaj Aus- virtudes, por cuya razón se le designó bros, anchos y potentes, do John
tralia y Asia; pero, por más que pa- con el nombre de «yerba dé la Reina». Boadwood, ingenioso escocés que ha-
rece haber cierto grado de seme- El famoso botánico Linneo es bía hecho su aprendizaje con el in-
janza en la mano de obra, es lo cierto quien lo dio el nombre general de trépido suizo.
que sus esculturas y figuras se dife- nicotina tabaco. Al pronto se le die- Y así, en el año 1773 hallamos
rencian mucho. ron los nombres de nicotina, yerba que John Broadwood se anuncia a
El tótem reviste muchos aspectos. del Gran Prior y yerba de la Reina. SI mismo como «Fabricante provee-
En su aspecto social, por ejemplo, Llamóse asimismo yerba de Santa dor de Su Majestad do Arpicordios
siempre se ha relacionado con la ley Cruz y j'orba de Formabona, debido a y Pianofortes, grandes y pequeños».
del matrimonio, y en algunas regio- los nombres de los primeros cardena- Es curioso observar que dos años
nes los hombres y las m>ijeres de la les que la dieron a conocer en Italia. antes construía su primer gran piano
misma familia de tótemes no pueden En las Indias Occidentales, en el fabricado hasta entonces en Londres.
casarse. Desde que un niño naco Brasil y en la Florida llevaban el Durante siglo y medio la firma de
pertenece al mismo tótem que sus nombre de patún, que aún conserva Broadwood asumió la supremacía.
padres, casi exactamente lo mismo y que es como si dijéramos 3'erba Hoy, la fabricación de pianos ha al-
que el escudo de armas se hereda de capital; yerba santa, por los mara- canzado su más alto grado, habién-
generación en generación. villosos efectos que se le atribuían; dose perfeccionado este instrumento
Las raras esculturas que ejecutan y moleré porque calma el dolor de de tal manera que tiene muy pocas
los indios en relación con sus tote- muelas. I.i0s españoles la llamaron semejanzas con el construido por
mes son de lo más interesante para tabaco, que es el nombre que ha Cristofali.
€í mejor ^aroban^í^í,
De T e r r i t o r i o s

diseñaron la forma del arado en pre- El poeta Virgilio describe en sus


HISTORIA SUMA- sencia de la manera cómo el jabali escritos un arado que se distinguía
RIA DEL ARADO introducía su hocico en el suelo en por tener dos piezas de madera que
busca de raíces. se encontraban formando un ángulo
En el Museo del Loavre existe un George H. Dacy, escritor inglés agudo, cubierto con hierro, al mismo
ejemplar del primer arado construido que ha publicado una interesante tiempo que dos pasadores colocados
por el hombre, hace más de 4.000 historia de los instrumentos agrícolas, oblicuamente en cada pierna del án-
años. Desde entonces hasta nuestros afirma que los egipcios, desdeñosos gulo sei'vían como una vertedera
días, el precioso instrumento de tra- del trabajo manual, hicieron traba- para levantar y pulverizar la tierra.
bajo ha experimentado grandes y ra- jar primero a sus mujeres, engan- El primer arado de hierro fué in-
dicales transformaciones. chándolas al arado, empleando luego ventado en Inglaterra en 1720. Se-
Aquel primer arado, tuvo su origen bestias de gran fuerza y resistencia, tenta y cinco años después, otro in-
en el laborioso pueblo egipcio, en cu- para las cuales se ideó otro modelo glés inventó el de rejas. En 1833, en
yos monumentos seculares suele ad- de arado consistente en un palo ahor- Estados Unidos surgió el arado de ace-
mirarse también la reproducción del quillado, cuyo extremo largo se suje- ro, sistema que se difundió rápida-
rudimentario aparato a manera de taba al cuerpo de los animales y el mente, constiuyéndose miles en cada
alegoría. corto penetraba en el suelo, sirviendo año. Hasta 1863, no fué patentado
Se dice que los antiguos egipcios al tronco como una mansera. el primer arado coa asiento.

Lotería Nacional
PRÓXIMOS SORTEOS: Junio 24 y 30 de $80.000. El billete
HOMBRES FALTOS DE VIGOR
entero, S 15.75; quinto S 3.15. De $ 20.000. El billete en- se pueden curar en el acto, aun en edad avanzada, con un prác-
tero S 6.25; quinto, S 1.05. A cada pedido añádase para tica y sencillo aparato, patentado y aprobado por el Superior
Gobierno de la Nación con el N.» 21480. Precio del aparato
gastos de envío y extracto, S 1 m/n. Giros y órdenes a con caja $ 15.— •%. Los pedidos se remiten por certificado
G. B E L L I Z Z I B m e . Mitre 3 2 1 - B s . A i r e s . (gratis). Se remite interesante folleto con fotografías e instruc-
IMPORTANTE: Compro y vendo monedas extranjeras. ciones para el uso mandando $ 0.50 '"/i en estampillas o billete.
Títulos nacionales y provinciales y vendo pasajes para todas
partes del mundo, a precio ventajoso. AIHADEO FONFREDA Lavalle 1328, Bs. Aires

ÁPHENDA IDIOMAS
con el profesor fonó-
grafo en casa.
NUESTRO LEN6UAF0N0
C O R T I N A
\ \ J CATARROS
le proporcionará esta
comodidad con pocos
centavos diarios.
^ J T ^ BRONQUITIS
Pida íoUetos descriptivos
y c o n d i c i o n e s a la
fiouttes Livonniennes
[•a^ji ñiiücjair*fi
• f ^ S j » t t^M
»i<itMfc»i
f I k . 1 • • ¿ ¿ A. I TROUETTE-PERRET
1 5 , tte des Immenbles-Induslriels. París

Avenldi m M»jo, 97» — ¡S.5iB5S.°iaa3 - Bmnot Atw»

r
MAQUINAS USADAS | DIVORCIO
de te}er m e d i a s a mano, compro í absoluto en Montevideo, tramito rápidamente
sin cobrar dinero adelantado. Los divorciados
Ofertas indicando marca y número de agujas a s
en la Argentina pueden volverse a casar en
P E D R O GIMÉNEZ i Montevideo. Solicite informes a C. L. WEISS.
Venezuela 410 Bs. Aires I Avenida de Mayo, 1156 — Buenos Aires.
=^
LA PRUEBA QUE CONVENCERÁ
A TODO LECTOR QUE SUFRA
OE LOS

RÍÑONES
U n resfrío es a l g u n a s veces la c a u s a d e u n
desarreglo de los R í ñ o n e s , q u e t e r m i n a en
;" -1
u n a congestión. Como consecuencia las fun-
ciones n o r m a l e s se i n t e r r u m p e n , p r o v o c a n d o
__ii]nd fuertes dolores locales.
E n t r e las m e d i c i n a s m á s valiosas, p r e s -
c r i p t a s en tales casos, se h a l l a n las siguientes:

AZUL de M E T Í LEÑO: '¡Z'^fá'o


E L efecto refrescante y sedativo
de esta crema blanca pura en
una parte delicada o inflamado del
por 3US poderosas propiedades como antiséptico de
las vías urinarias. El efecto es rápido y eficaz, lo
que es fácil de comprobar después de la primera do-
cutis hace experimentar u n grato sis, pues los orines toman un color azul verdoso.
alivio a quienes sufren de irrita-
ciones cutáneas por efecto de la- CASCARA AMARGA: S l a ^
bores o recreo al aire libre. sus valiosas cualidades' tónicas y estomáquicas.
Para evitar o mitigar considerable- NITRATO de POTASA: rbiemln:
mente las consecuencias de quema- te da excelentes resultados en todas las formas de
duras del cutis por la acción del sol nefritis (inflamación de los Kiñones).
y del viento, apliqúese la Crema Proporciones e x a c t a s d e estas valiosas m e -
Hinds de Miel y Almendras antes o dicinas, h a n sido c o m b i n a d a s en las P i l d o r a s
después de exponerse a la intem- D e W i t t , d a n d o como r e s u l t a d o u n r e m e d i o
perie. Empléese también en la q u e h a sido a p r o b a d o p o r médicos e m i n e n t e s
mañana y la noche para mantener de t o d a s p a r t e s del m u n d o .
suave la tez. Si el cutis se halla Infinidad d e personas nos h a n escrito car-
delicado o irritado o lastimado, t a s d e elogio como la siguiente, q u e viene
humedézcase con la crema u n del Sr. J u a n Pérez, Rufino: «Habiendo com-
pedazo de tela blanda o de algodón p r a d o Pildoras D e W i t t p a r a u n a h e r m a n a
absorbente, poniéndolo sobre la m í a q u e sufría d e u n a afección a los R í ñ o n e s ,
parte afectada, ó/pasándolo con p o r la p r e s e n t e testifico q u e el r e s u l t a d o fué
maravilloso. E n el t é r m i n o d e u n a s e m a n a
cuidado. los dolores h a b í a n d e s a p a r e c i d o p o r c o m -
pleto».
Repítase el tratamiento hasta sen-
tir alivio. La crema alivia inmedia- R e s u l t a d o s como éste, q u e nos informan a
tamente la quemadura, y general- diario, evidencian q u e u n r e m e d i o p a r a en-
mente cicatriza las lastimaduras fermedad de los R í ñ o n e s , como las Pildoras
de la noche a la mañana. No frote D e W i t t , m e r e c e ser p r o b a d o p o r t o d a per-
sona q u e sufra.
usted nunca u n a parte delicada
del cutis, .porque aumentará el
dolor. LAS PILDORAS
Tenga cuidado de no usar imita-
ciones ni substitutos de esta crema,
que tan admirable éxito ha tenido.
La única original y genuina Crema
DE W I T T
son u n específico reconocido c o n t r a el ácido
Hinds de Miel y Almendras es pre- úrico y molesrias d e los R í ñ o n e s y Vejiga,
parada solamente por la. ' q u e t r i u n f a a u n en los casos m á s rebeldes,
p o r q u e filtra p o r los R i ñ o n e s sin p a s a r p o r
A. S. H I N D S COMPÁNY los i n t e s t i n o s , c o m o o t r a s P i l d o r a s . C u a n d o
usted observo el color azul t u r b i o del orín
7 Portland, Maine, Estados Unidos
es p r u e b a positiva d e q u e las Pildoras D e
Se vende embotellada y embalada en forma atractiva W i t t h a n a c e r t a d o la curación en el sitio re-
y convenie^nte.
q u e r i d o : los R í ñ o n e s .
MAYON, LIMITADA
1245 A v . De Mayo 1257 L a s Pildoras D e W i t t se hallan en v e n t a
Buenos Aires, Argentina en t o d a s las farmacias del m u n d o e n t e r o o
litíresen/ante exclusivo y asente itara la Argentina d i r e c t a m e n t e p o r E . C. D e W i t t & Co. L t d . ,
y el Uruguay
Casilla d e Correo 1550, B u e n o s Aires.
De Territorios

De a c c i ó n eficaz contra los


Pasta, Vasenol'
Para N Adultos
SABAÑONES
VENTA EN FARMACIAS Y DROGUERÍAS

OJO! AFICIONADOS APROVECHEN ¡OJO!


Hermoso acordeón marca Corneta, de voz potente
y armoniosa, fuelles completamente reforzados con
esquineras de metal, con 19 teclas y 8 bajos, voces
de Acero atornilladas. Se remite con método para
aprender sin maestro, y flete Pago S 30.—
Otro modelo de 19 teclas y 8 bajos con chapitas
Separadas y método gratis por s ó l o . . , . § 20.-^
Magnífico VioUn modelo Stradivarius de fabrica-
ción extranjera y de sonoridad perfecta, con arco
y pez S 32.—
El mismo con estuche $ SO.—
Gran surtido de Guitarras, Bandoneones, Acordeo-
nes a piano, etc. Precios muy convenientes.

CASA SOPRANO de José Carratelli


BRASIL, 1190 BUENOS AIRES
Soliciten el gran catálogo ilustrado, lo remito gratis al interior. — (A una cuadra ilc la estación Constitución, casi escimna oaita).

Máquinas Harrison de tejer medias


Compre una si quiere ganar S 5.— diarios en
su casa. Lo damos trabajo. Accesorios. Cilindro
áe repuesto. Catálogo gratis.
Agujas S 13 el ciento para Harrison, Griswold,
Un s e ñ o r
que ha padecido durante muchos años de una afección seria
London y otras marcas. al pechoypulmones,por fin encontróelremedioyauedó com-
Cía. "LA T E X T I L PLATENSE" pletamente curado.Toda-persona que desee conocer el reme-
de Irigoyen, 1122 -Bs. As. - U. T. 1921. B. O. dio se le indicará gratuitamente, mandando su dirección a:
I!e¡ircsontante en Argentina, (üiile y Uruguay Ca!le LEZICA, 4 4 5 9 . BUENOS AIRES
rtc la Cia. Harrison de Blánehester.
Un bailador incansable El " O M A G I L " (li-
m\ cor o pildoras), to-
mado a la mitad de
las c o m i d a s , a la
d o s i s de u n a cu-
charada de licor o
de 2 a 3 pildoras,
basta p a r a calmar
muy r á p i d a m e n t e
los dolores reuma-
tismales así como
los más c r u e l e s y
más antiguos y los
más rebeldes a los
demás remedios;
cura las neuralgias
las más d o l o r o s a s
en cualquier l u g a r
que sea: las costi-
Ella. — ¡Qué maravilla! Me habían dicho que Vd. llas, los ríñones, los
estaba inmovilizado por el reuma. miembros o la ca-
El. — Lo he estado, pero el "Omagil" me curó rá-
b e z a , y alivia los
pida y completamente.
sufrimientos tan pe-
liosos de los ataques de gota. En venta en las principales Farmacias.
París.
Depósito general: Maison F R E R E , ig, rué Jacob,

El espejuelo de las alondras El DENTOL


(agua, pasta, pol-
vo, jabón) es un
dentífrico que
además de ser un
excelente antisép-
tico está dotado
de un p e r f u me
muy agradable.
Fabricado según
los t r a b a j o s de
Pasteur, endurece
las encías. En po-
cos díag da a los
dientes la blancu-
ra de la leche. Pu-
rifica el ahento, es-
tando especial-
mente indicado en
los fumadores. De-
ja en la boca una
— A m i g a mía, no prodiguéis las sonrisas; desde sensación de fres-
que empleáis el Dental vuestros dientes brillan cura deliciosa y
tanto que sirven de espejuelo a las alondras. persistente.
El DENTOL se
encuentra en todos los buenos establecimientos que venden perfumería y en las
Farmacias. Depósito general: MAISON F R E R E , 19. rué JACOB, PARÍS.
Darío opina so-
R^EVELACIONCS mado la atención
bre el periodismo d e l m u n d o , se
moderno. Orígenes
de sil confesión. Se
prepara a publi-
car "El Correo de
INTIMAS • DE quejaba hace po-
co en este mismo
diario uno de sus
. más distinguidos
la Tarde". Predica redactores, de li-
y no se convierte. gereza de la prensa extran-
jera cuando trata de cier-
Un hecho censurable a tos asuntos serios y delica-
todas luces, pero injusta- dos. Es la verdad. El perio-
mente comentado por la dista actual se basa en el
prensa extranjera, arrancó reportaje, en lasnovedades.
a Darío su amarga confe- Hay que llamar la tención,
sión sobre el periodismo que hacer grande la tirada
moderno. del diario, que poner en vis-
En breves líneas el hecho tosas letras con llamativos
pasó asi: un emigrado polí- títulos, noticias frescas,
tico guatemalteco se había aunque ellas tengan por ba-
embarcado en puertos de se el dolo y la mentira. Pa-
Méjico; en el litoral del Pa- saron aquellos hermosos
cífico, con destino a puertos de El tiempos de la gran prensa pensa-
Salvador. El presidente de Guate- dora.
mala, general Barillas, temía por Allí tenéis a París, que rara vez
una revolución y dispuso apoderar- lee uno que otro artículo que algo
se de aquel emigrado a quien consi- le enseñe, que le lleve algún grano
deraba como el factor más alto de de bien bajo la firma de un escritor
los trastornos que se urdían. Venía respetable, en las columnas edito-
el viajero en el vapor «Acapulco» riales de un periódico. El artículo
que navegaba con bandera de Esta- de fondo, el artículo meditado, pen-
dos Unidos y debía arribar al puer- sado, de otro tiempo, el artículo de
to guatemalteco de San José. Nada Emilio de Girardin, la opinión de
hubiera podido hacer el gobierno de un periodista dirigente y de peso,
Guatemala sin la cooperación di- está reemplazado con la crónica
recta y franca del ministro de la más o menos escandalosa, con la
gran República del Norte. Este, un descripción y el detalle inútiles,
tal Mr. Mizner, entró fácilmente en e/Q I X , (3^9 con el trabajo exclusivo de los re-
las negociaciones especulativas que pórteres; y así política, ciencias, li-
se le propusieron y dio orden para teratura, artes, son tratados au
que aquel viajero, que tranquilo se había em- jour le iour, a la dialala. De cuando en cuando
barcado bajo la protección de la bandera de las se escucha la palabra de un coloso, éste es Jules
estrellas, fuese puesto a la disposición de las au- Simón. Es uno de los de la vieja guardia, que
toridades del puerto y entregado sin ningún re- aun vive y resplandece en medio de los escánda-
quisito legal. los que contemplamos, por desgracia con dema-
Los encargados de prender al político o bien siada frecuencia, en la Francia contemporánea.
llevaban orden, o les faltaban escrúpulos, pero «Los que han impulsado por este camino el pe-
resueltos a conducirlo a tierra, vivo o muerto, riodismo actual son los yanquis. J líos por su
lo ultimaron en su propio camarote. Grande fué mercantilismo y por su aprecio del tiempo, han
el escándalo y la prensa mundial se ocupó de él. hecho que el telegrama se sobreponga al edito-
Era injusta, sin embargo, en sus apreciaciones, rial; han establecido el reinado de la información
porque si bien merecía el gobierno los m^ás sobre la doctrina.
duros reproches, debió también acusarse y fus- «Todo lo ha invadido la información. Con jus-
tigarse al ministro norteamericano que había ticia lamentaba ese síntoma de decadencia —
sido cómplice del crimen. refiriéndose a la critica — el pobre Caro, tan
Esta parcialidad tan común cuando se trata sensible y tan delicado, que murió por obra de
de emitir juicio en asuntos que atañen a pue- Paillerón, pues no tuvo la resistencia y la indi-
blos grandes y pueblos pequeños, sublevó ferencia de aquel gigante griego a quien
el espíritu del poeta, haciendo brotar de poca mella hizo Aristófane;, con el diluvio
su pluma una serie de artículos que por de sus ranas. •
su carácter local no es el caso de re- «El Heraldo» va a la cabeza con
producirlos. En cambio el juicio sus millones. Triunfa en New York,
sobre la prensa siempre y en todas triunfa en París, y triunfa en Lon-
partes será una interesante dres, que es cuanto hay que .
declaración. decir. Pero esto no obsta para
que en las oficinas del por-
R E P O R T A J E Y tentoso diario, apa- • , _^
DECLARACIÓN rezca con sus cien len-
« Con motivo de los úl- guas fatales la cabeza
t i m o s sucesos de la mentira.
Centroamerica- «El Fígaro» es
nos que han lia- noble, pero es ' . •
bulevardero. ¿Quién se ganaría la palma de la tas del periodismo y corrompe lo sagrado
seriedad? «¿Le Temps» o el «Journal des Debats»? «¿Podrá recobrar sus fuerzas y su prestigio ese
El «Echo de París» da la última nota de lo siiper- titán poderoso, la prensa? ¿Volverá a sus anti-
íicial en el diarismo y el «Gil Blas» es el diario guas grandezas? ¡Dios lo quiera! Y así en la
mundano que bien pudiera señalarse como órga- alborada del siglo nuevo hable alta y magnifica
no de la prostitución parisiense. En cuanto al la lengua del mundo, el Diario, hoja del árbol
mecanismo periodístico, no se juzga y a q u e sea del progreso que siempre debe ser llevada por
lo primero pensar y escribir bien, sino que un formidable viento a levantar las muchedumbres,
periodista tiene que ser buen dibujante, sport- a enseñar al pueblo, a infundir santos entusias-
man, fotógrafo. «El Fígaro» ha dado líltima- mos y regeneradoras ideas; a secundar a lo
mente una novedad de fin de siglo con la fa- infinito, que empuja la ola, enciende el carmín
mosa visita de uno de sus redactores al general de la flor, lanza el huracán, despierta el trueno
Boulanger en la isla de Jersey; en la cual la y pone en la noche de naciones, grandiosa y
fotografía sacaba lo mejor de la tarea. soberana esta nube de fuego: la Libertad».
«Se procura lo escandaloso, se husmea en los
gabinetes de los Estados y en las alcobas de las
casas. Se calumnia al jefe de un gobierno y se
pone infamia en lo más santo de un hogar.
Ya la misión del periodista, no se ve como
antaño, ardua y gloriosa. Los que aman su
carrera y su pluma, los que se consagran con
decisión a ese oficio que es un sacerdocio, tie- Trágica situación en que se ve Darío. — No-
nen que ver con vergüenza cómo se convierte ticia sobre sus datos autobiográficos. — A punto
la tinta en lodo y la pluma en puñal; cómo hay de aparecer como rebelde y de asistir a un bom-
quiénes no vean lo alto de su misión y sean bardeo. — Orfeo con su lira dominaba a las
fáciles al halago, débiles al engaño, ruines al fieras: el poeta con la suya domestica a un
interés. Los días pasados hemos visto la prensa hombre-fiera.
extranjera recibir y propalar como verdades
los más grandes absurdos y las invenciones más Durante sus primeros días de permanencia
criminales contra Guatemala y su Gobierno. en Guatemala, Darío asistió a una escena que
Es un mal universal. Al concluir el siglo deci- debió dejar en su espíritu surco muy hondo.
monono estamos presenciando las más terribles Pocas veces en su vida, ajena de cierta clase
decadencias. La decadencia en la política se de turbulencias, debieron sentir una mayor
llama General Boulanger; la decadencia en sacudida sus nervios sólo acostumbrados a la
religión se llama Teosofía; la decadencia en perpetua vibración artística. Sin embargo, en
artes se llama Torre Eiffel; la decadencia en su autobiografía, cuenta el hecho con relativa
ciencias se llama Brown Secquard. frialdad y, lo más curioso, con raras lagunas
«¿Cuál será el diario del porvenir? El redactor de memoria. El incidente, sin embargo, merece
de la «Pall Malí Gazette» hace poco tiempo recordarse. El ambiente que lo rodeó y el
publicó un artículo a este respecto y en él da hecho en sí mismo valen un relato.
la mayor importancia al grabado. Se persigue Por lo que hace al confuso recuerdo de Darío
poner las ideas y las cosas ante los ojos del lec- al referirlo, no es de extrañarse. Sus datos
tor; informarle. Un refugio le queda al hombre autobiográficos son poco precisos, como hechos
de letras, al escritor: y este es la revista, el a la ligera y sin apunte previo ninguno. Antes
«magazine». Por de pronto ¿quiénes llevan la de saber cómo los escribió, relación que obtuve
voz más alta ante la humanidad lectora: Roche- de sus labios en aquellos meses que pasamos
fort, Jules Simón, Raue, o miss Nelly Bly? De juntos, poco antes de su muerte, y en que tantas
seguro que reconoceréis la superioridad de esa revelaciones me hizo, de las cuales me ocuparé
reporteresa neoyorkina, andadora y ruidosa, so- en otros capítulos de esta obra, yo imaginaba
bre aquellos conrbatientes, verdaderos luchado- que tales reminiscencias habían sido el resul-
res del periodismo. tado de un capricho, de una necesidad pecu-
«Las ciencias tienen un gran enemigo en el niaria, acaso de un poco de vanidad de hombre'
visitador indiscreto que llega al laboratorio a célebre. El me refirió cómo le fueron arrancadas
sacar chistes de las intenciones sabias y burlas esas páginas.
de las retortas. Las letras nada pueden ade- — Mi autobiografía, me dijo respondiendo
lantar con el crítico de pacotilla que primero y a nris reproches por lamentables olvidos, que
principalmente se ocupa del color del sombrero es, como dices, bastante deficiente, me servirá,
del poeta, que del pensamiento y belleza de su sin embargo, como médula para mis memorias
poema. Las artes bien deben maldecir al cro- completas. Debo el favor de haber hecho esos
nista curioso que se introduce en la vida pri- apuntes a la revista CAICAS Y CARETAS y sobre
vada del estatuario o del pintor, antes de todo al empeño decidido del doctor Alva-
ocuparse del golpe creador de su cincel, o rez, distinguido intelectual, excelente ami-
de los colores soberbios de su paleta. Todo go y ameritado hombre de ciencia. Se pro-
está amenazado por el nuevo dia- puso que escribiera mi autobiogra-
rismo. Ya no vale estudiar mucho, fía y lo consiguió, no sin trabajo y
envejecerse pronto, quemarse las sin hacerme rabiar un poco. Apenas
pestañas, perder la salud y abría los ojos en la mañana,
la vida con esos maestros im- cuando se me aparecía el re-
presos que se llaman libros; pórter, lápiz en mano y el
porque cualquier prin- manojo de cuartillas
cipiante, cualquier va- listo. Yo me hundía en
go que busque vma mis recuerdos y redac-
buena salida a taba lo que iba
su «far niente», recolectando de
toca las puer- mi memoria. De
ahí las lagunas que encuentras. Con todo, qué fa- «La Unión», centro editorial de tres diarios:
vor tan grande se me hizo con esa exigencia. «La Bandera Nacional», el «Diario de Centro
Tengo una pauta, una orientación ya fijas para América» y el «Correo de la Tarde» que dirigía
la obra definitiva que me propongo. Darío.
Las letras, por su parte, tienen que agradecer Sánchez gustaba de los hombres de letras,
al doctor Alvarez este gran servicio. Sin esa y aquella vecindad le pei-mitia satisfacer sus
feliz idea, ni esas páginas tendríamos del poeta, deseos de tratar y compartir con gentes inte-
de carácter intimo. lectuales. Visitaba con frecuencia las redaccio-
Por lo que hace al proyecto de sus memorias, nes, y, sobre todo le complacía sentar a su
lo acarició por mucho tiempo. En cierta oca- mesa en su pabellón a sus amigos escritores,
sión, encontrándose en la capital de Francia y a la verdad qvie se comía allí admirable-
con Armando Donoso, escritor chileno que es, inente.
con justicia, blasón de orgullo en las letras de Gran tirador, era una de sus obsesiones el
su país por lo mucho que sabe y lo bueno que que todos admiraran sus habilidades, sobre
dice, Darío le hablaba de la manera si- todo si éstas lograban arrancar un suelto de
guiente: gacetilla elogioso. Consistían éstas, entre otras
— Si yo hubiera sabido que iba a tenérseme varias, en colocar a los cornetas en fila, con
por un hombre de fama, desde muy joven, me una manzana u otra fruta cualquiera sobre la
hubiera preocupado en colectar datos de mi cabeza, y, a treinta pasos, con revólver, iba
vida. Esos datos que intei'esan al público que haciendo caer una tras otra las referidas pomas.
nos lee. Cosas simples, detalles pueriles, pero Lo de la manzana lo entusiasmaba por el re-
que a veces nos dan a conocer a un hombre cuerdo de Guillermo Tell, que a su juicio valía
de letras en su psicología mejor que el artículo más por su acertada puntería que por haber
más bien pensado y escrito. En mis sueños de libertado a su patria. Algunas veces, por variar
gloria no entró el cálculo de la celebridad. Lo el deporte, le quitaba a su asistente un puro
que no sea asunto de mi vida de escritor, y de la boca, gastado por cierto, con igual arma
aun eso muchas veces, lo guardo en una forma y a la misma distancia. Tales ejercicios solían
vaga e imprecisa. Sin embargo, he de hacer ser aperitivo o postre de sus banquetes. Cuando
algún día un supremo esfuerzo y escribiré algo los dejaba para postres, los comensales pasaban
que refleje bien mi personalidad. unos momentos verdaderamente angustiosos.
Conmigo era más explícito en sus últimos Libaba fuerte y medio mareado por los vapores
días, sobre todo en las horas de esperanza y del vino ponía en ejecución la peligrosa ha-
buenos sueños, cuando una reacción de su or- zaña.
ganismo enfermo y agotado le daba ánimos Vacilante, daba miedo verle tomar el revólver
y ponía flor de entusiasmo en su alma enve- y ponerse en acción. Era, a pesar de su estado,
jecida. admirable: no erraba jamás.
— Mis memorias, exclamaba, porque he de Por los días en que pasaba el episodio que
hacerlas, tienen que ser una obra sensacional. llevo relatado, estaba el general en malas
Los generales cuentan sus batallas. ¿Y las mías? relaciones con el presidente de la república.
¿Te acuerdas? Todos, todos contra mí. Y eran Su enojo entrañaba de la guerra que promo-
los grandes, los consagrados, los olímpicos. vieran los Ezetas coiltra Guatemala, después
Unos pocos muchachos, sin nombre, me seguían. de la traición que de manera maestra nos des-
Mis discípulos eran pescadores de gloria, tan cribe Darío. Fué Sánchez en aquella emergen-
ignorados como los de Jesús. Y triunfé. Esa cia, el jefe del ejército expedicionario. Ávido
historia de mi labor literaria en sus primeros de gloria, deseaba que las operaciones militares
tiempos, es la historia de una gran época en continuaran, y la noticia de que la paz había
la vida de las letras. sido firmada, le sacó de quicio, sobre todo
Yo le contemplaba con interés, lo animaba porque el pacto hecho en la capital no fué
en sus buenos propósitos; pero allá, en el inte- sometido a su opinión. A punto estuvo de
rior de mi alma, sentía la pena del que ve a un sublevarse en el campo de batalla. El gobierno,
condenado que dibuja sueños sobre un porvenir que le temía, y con razón para ello, pues era
que ya recorta la mano fría de la implacable capaz de todo y el cuerpo de artillería se mos-
segadora. tró siempre para él adicto, obediente y fiel,
Del hecho que voy a referir, ni el lugar del a fin de aplacar sus iras, dispuso hacerle una
escenario recordaba Darío en sus notas auto- recepción pomposa y grande, como propia de
biográficas. un caudillo que viniera de realizar una heroica
Antes de entrar en el asunto, bien estará conquista. Entre los puntos del programa de
conocer al protagonista de aquel raro episodio. i'ecepción, estaba el que una de las hijas del
Se llamaba el hombre aquel Cayetano Sán- presidente entregara a Sánchez una corona
chez. Era un militar recio de músculos, exaltado de laurel, después de pasar bajo los arcos triun-
de imaginación y por añadidura un im- fales levantados en su honor.
pulsivo sin breque posible. Nuevo Don El caudillo, decepcionado, venía hosco
Quijote de las armas, por lo dislocado de y grave, inclmado en su caballo sudoroso,
la fantasía, se atiborraba de libros poco dispuesto a recibir agasajos.
extraños, todos ellos capaces de La hija del primer magistrado de la
restarle el poco buen seso que le nación se desprendió de la muche-,
quodaba y atizar la llama de duinbre, en el momento opor-
aquel t e m p e r a m e n t o de tuno, y ofreció la corona de
, fuego. laurel. El militar rudo recibió
El cuartel de artille- desdeñosamente el ho-
ría de que era jefe se menaje, mascullando
encontraba calle por algo ininteligible que
I , medio del edifi- algunos tradu-
cio ocupado por jeron por pala-
la t i p o g r a f í a bra de gracias.
D e s p u é s . . . ante la multitud atónita, con ges- tímido, de una timidez de gamo, era el que
to propio de su raro temperamento, tomó la más intensamente sufría. En su penar no de-
corona y se la plantó en el cuello a su caballo. bió entrar, por menos, su condición de me-
Desde aquel momento vm soplo de odio se- dio casado y la espera de la esposa.
paró a los dos hombres. Los comensales aguzaban su ingenio para
El cuartel de artillería estaba cerca de la distraer a Sánchez. Acaso nunca se haya visto
casa presidencial. Era Sánchez un vecino que más halagado un hombre mediocre por un
no convenía al mandatario y así dispuso pa- número igual de gente de mérito. Leonard le
sarlo al castillo de Matamoros, (de San José, hablaba de Polonia, su patria desgarrada;
dice Darío equivocadamente) como jefe de Pujol, de la república en España; Palma, de
aquel fuerte. El cambio de domicilio dio lugar la manigua, teatro de homéricas heroicidades;
a un banquete. Todos los convidados eran gente Darío, de Chile y de Balmaceda; Ortega de
de letras, escogidos entre los viejos y buenos operaciones sorprendentes; Proaño, de los mar-
amigos de otros días, personal de plana mayor tirios que, en unión de Montalvo, le hiciera
en los diarios que editaba la imprenta «La pasar García Moreno. Hora mala fué en la que
Unión»: Proaño, Palma, Pujol, Leonard, Darío se hiciera tal cita.
y, como un extra, el doctor Juan J. Ortega, — García Moreno, rugió Sánchez, era un
gloria de nuestros médicos centramericanos, santo comparado con Barillas. Dichosamente,
que ha puesto su nombre muy alto fuera de esta misma noche daremos cuenta con ese
su país, en su profesión y en el ejercicio de la genera] de cartón. Y se puso de pie, en ademán
diplomacia. de salir para dar la orden de hacer fuego.
El castillo de Matamoros, es una construc- A Palma, como dice Darío, se le ocurrió una
ción a la usanza española, sombría, fuerte, con idea excelente. «Bien, Cayetano, le dijo: pero
algo de pavoroso en su recinto. Desde sus altos antes vamos a improvisar unos versos sobre
se domina la ciudad de Guatemala, en cuyas el asunto. Haz que traigan más cognac».
afueras se encuentra, y le sirven de fondo las Mientras llegaba la provisión alcohólica,
montañas soberbias del magnífico valle que Palma continuó diciendo, para ganar tiempo;
eligieran los conquistadores para dar asiento — Voy a recitarte aquella décima que im-
a la población. provisé en una velada y que tanto te gustó;
Durante la comida, más que salpicada de aquella en que hablo de alfileres y termino
libaciones, se habló de todo, sin que una nota con un alfilerazo. Oye:
fuera de tono perturbara la armonía. Pero de
sobremesa, quiso la mala suerte que el anfi- «¡Las mujeres son tan bellas!
trión se acordara del presidente de la repú- Laj formaron los amores
blica y de los resquemores que con él tenía. De la esencia de las flores
Hora fatal y trágica. Y la luz de las estrellas:
— El general Barillas — tal el nombre del Donde están inspiran ellas
gobernante;—es un canalla, un cobarde, un... Sueños de dulces placeres;
Y esta noche' acabo con él. Todo está preparado; Que derraman estos seres
ustedes van a ver algo muy grande. Acom- Gracia, ternura y fragancia,
páñenme. Pero tienen la constancia '•-
Sobre el almenado, tres grandes piezas de Prendida con alfileres».
artillería de grueso calibre estaban listas para
disparar. Los sirvientes junto a los cañones — Déjate de alfileres, tornó a rugir el ge-
listos para obedecer la orden. neral, ahora se trata de cañonazos.
— Los tres disparos están calculados para Darío, con un gesto raro, detuvo al terrible
volar la casa presidencial. Bastará con tres; Sánchez, poniéndole una mano en el hombro
pero habrá muchos más. Dentro de un mo- y le dirigió esta redondilla:
mento sabrá Barillas lo que es bueno.
Todos conocían al hombre, fiera humana «Ahora que hace tanto frío
siempre, pero más temible cuando, como en y que estamos de vivac,
aquellos momentos, el alcohol daba fiebre a que nos traiga el comandante
su instinto. una copa de cognac».
La orden temida no se dio, felizmente. Unas
cuantas frases amables amortiguaron, momen- Entraba el asistente en aquel momento con
táneamente los furores del general. Volvió a una nueva botella, que se liquidó en menos de
la mesa acompañado de sus invitados. Un .sen- un suspiro. Cayetano no podía más y como
timiento de angustia expec- narcotizado se quedó dor-
tante los dominaba a todos. mido.
Grave era el caso. Por un Así acabó aquella escena
capricho podía turbar- trágico - cómica que el
se la paz del país. poeta r e c o r d a b a con
Todos comprendían su risa, pero no sm que
responsabilidad sus ojos se
inocente, pero al a g r a n d a r a n en
fin r e s p o n s a b i - una e x p r e s i ó n
lidad. Da- de espanto
río, tempé- retrospec-
rame n t o tivo.

( C O N T I N U A R Á )
— Disputan socialistas, radicales, ¡Qué hombre tan estudioso!
conservadores ¡todos! ¡Ese libro será de Medicina?
•— No, no eso. ¿O un tratado frondoso
Es que están celebrando en el Congreso de Derecho? Ninguno lo adivina.
\mos Juegos Florales. Está leyendo un libro de cocina.
— El contubernio no es admisible.
•—Esa palabra tan imprudente
la inventó Elpidio seguramente.
— Es un vocablo tonto y risible.
•— ¡Cómo protestan los ambiciosos!
— ¡Cómo se enojan los exitistas!
— ¡Contubemiales!
Rosa que era una santa — ¡Contubemistas!
ee casó con Antonio que era un santo. — ¡Contubernieros!
y congeniaban tanto — ¡Contubemiosos!
y su dicha fué tanta
que, al año nada más del casamiento, Filósofo profundo,
se murieron los dos de aburrimiento. no hay hombre más feliz en este mundo.
Sus dos esposas se murieron tísicas.
Y hoy busca otra mujer
y se dedica a hacer
gárgaras metafísicas.

m. — Sin carrera y sin oficio,


¡qué bien vive ese señor!
^
_
Le Bretón ésto escribió;
«A la mayor brevedad
venga Firpo a esta ciudad.
Firpo, Torterolo y yo,
, ¡qué invencible trinidad!»
¡

— ¡Y qué es lo que hace?


— Es deudor —
vitalicio.

— Si hurgarse la nariz es un pecado,


Panchito Bataraz se ha condenado:
•—No le importará un cuerno,
puesto que, a su manía dedicado,
Sale de casa se hurgará la nariz en el infierno.
don Sisenando.
Por donde pasa Molina, complacido
va tropezando. exclama:
y , aunque afligido — Ya es sabido
de su torpeza que, desde el otro día,
va convencido mis cosas no van mal.
de que tropieza. Aunque éstos me rebaten
¿Cómo se explican y aquéllos me combaten,
sus tropezones? me tiene simpatía
Porque le pican la industria nacional.
loa sabañones.
En nuestro próximo número aparecerá la interesante nota titulada
LA EVOLUCIÓN DE LA M E L E N A
Cabelleras de v a t e s , m o s q u e t e r o s , d a m a s a n t i g u a s y m o d e r n a s , etc., h a s t a llegar
al influjo del c a b e l l o f r o n d o s o e n la política.

NUESTRO NUMERO PRÓXIMO?


Contendrá las siguientes colaboraciones literarias, artículos, novelas y notas: Divagaciones de im
confinado, por Miguel de Unamuno. Revelaciones íntimas de Rubén Darío, por M. Soto Hall. Las
tres respuestas, por Arturo Lagorio. El sport del futuro, por Manuel García Hernández. «Santa
Ana» en Tücara, por José Armanini. Los indios entre los antiguos teólogos y los republicanos, por
Francisco Grandmontagne. Por el honor de Margot, por Tirso de Lorenzo. Siesta provinciana, por
Alejandro Inzauri'aga. Antón, por Alberto Casal Cástell. La historia se derrite, por José Luis Torres.
Tabla sagrada, por José Hernán Fígneroa. Poesía de las cosas, por Fierre L'Ermite. Desengaños, por
Rafael Altamira. El rey Lear, por H. C. Witwer. Un horrendo crimen, por Julio do Arízonas. Una
cacería heroica. Momentos embarazos, páginas humorísticas de los dibujantes norteamericanos
Swinnerton y Charles Dunn.

You might also like