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A. Introducción
¿Que es la Intercesión?
La intercesión es el acto de interceder o hacer una petición en lugar de otro
delante de Dios. Cuando buscamos la traducción original de la palabra "intercesión"
en el idioma hebreo, encontramos los siguientes significados:
"Palal"- significa orar, interceder, mediar como juez entre dos partes.
"Hiphil"-significa causar que la luz caiga, causar que implore, alcanzar la marca
¿Que es Interceder?
Es tomar el lugar de otra persona
Es ponerse en su lugar para suplicar o defender su caso
motivado solamente por el amor y la misericordia
Es pedir a favor de otros
B. La oración intercesora
1. ¿Qué es interceder?
2. ¿Quién es un intercesor?
Es la persona que dispone su vida para orar por otros, tomando su lugar.
Es aquella persona que siente carga en su corazón por una situación
ajena. Es alguien que lleva una vida de profunda comunión con Dios y
negación propia, dispuesto a sentir el sufrimiento de aquel por quien
intercede.
Dios puede hacerlo todo. Él es todo. Pero en su amor tan grande hacia
nosotros, Él derrama su gracia y escoge a hombres y mujeres para que
colaboren con Él en su obra de salvación, ¡estos son los intercesores! ¡Qué
inmenso privilegio!
1. En el Antiguo Testamento
2. En el Nuevo Testamento
• Esteba, al igual que Jesús, intercede por sus enemigos (Hch. 7:60; Lc.
23:34).
• Pablo recomienda pedir por (interceder) todos los hombres (1 Ti. 2:1-
2).
D. ¿Cómo Interceder?
La intercesión es el arma más eficaz que posee todo cristiano. Por esto es
importante tener presente los siguientes pasos:
Es la elevación del alma hacia Dios para adorarle, alabarle, dale gracias,
pedirle perdón, favores o presentarle nuestras necesidades. Es el
ofrecimiento de las emociones y los deseos del alma hechos a Dios, en el
nombre de Jesús. Es la comunicación de nuestro corazón con Dios—es el
alimento del alma.
La intercesión: Es todo lo anterior, pero en batalla y no pidiendo por
nosotros, sino a favor de alguien más (persona, familia, iglesia o nación),
sintiendo amor, dolor, compasión y misericordia.
De cualquier forma que se haga, la oración debe dirigirse hacia Dios; sin
embargo, cuando se intercede en batalla contra Satanás y sus espíritus
malignos, debe hacerse en voz alta y con la autoridad que tenemos en el
Nombre de Jesús (Mr. 16:17). Satanás no puede entrar en nuestros
pensamientos, pero él y todas sus huestes ¡sí pueden oírnos!
E. Tipos de intercesión
7. El comercio
3. Por la Iglesia
Todo lo bueno en el mundo procede de Dios, pues Dios todo lo hizo bueno.
Pero todo lo malo procede de Satanás y los demonios. La enfermedad,
pobreza, violencia, hambre, vicios, guerras, pleitos, etc. es consecuencia
de lo que Satanás y sus huestes de espíritus malignos hacen en el hombre.
El ataque por parte del enemigo es a diario y constante, por lo que nuestra
batalla en su contra también debe ser diaria y constante, intercediendo
en todo lugar, en la iglesia, en la casa, en el trabajo, en donde quiera que
estemos.
El Señor nos ha dado la autoridad, potestad y poder sobre toda fuerza del
enemigo (Lc. 9:1; 10:19).
La armadura de Dios
Por la Iglesia:
La siguiente, es sólo una lista parcial de aquellos por quienes debemos ofrecer
oraciones intercesoras: Todos los que están en autoridad (1 Timoteo 2:2);
ministros (Filipenses 1:19); la iglesia (Salmos 122:6); amigos (Job 42:8);
compatriotas (Romanos 10:1); los enfermos (Santiago 5:14); enemigos
(Jeremías 29:7); por quienes nos persiguen (Mateo 5:44); aquellos que nos
abandonan (2 Timoteo 4:16); y por todos los hombres (1 Timoteo 2:1).
Más aún, Pablo solicitó a los creyentes en Roma que oraran por él: “Pero os
ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que
me ayudéis, orando por mí a Dios.” (Romanos 15:30). Él también urgía a los
colosenses a interceder por él: “Perseverad en la oración, velando en ella con
acción de gracias; orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el
Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de
Cristo, por el cual también estoy preso.” (Colosenses 4:2-3). En ninguna parte,
en ninguna petición bíblica de intercesión, hay alguna indicación de que sólo
cierto grupo de gente pudiera interceder. Por el contrario, aquellos que buscan
a otros para interceder por ellos, pueden usar toda la ayuda que puedan
conseguir. La idea de que la intercesión es el privilegio y llamado de sólo
algunos cristianos, carece de base bíblica. Peor aún, es una idea destructiva
que con frecuencia conduce al orgullo, a un sentido de elitismo, y al
gnosticismo.