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RICARDO A. YOCELEVZKY R.
CHILE:
PARTIDOS P OLÍTICOS,
DEMOCRACIA Y
DICTADURA
1970-1990
D
FONDO DE CULTURA ECONÓMICA
MÉXICO- ARGENTINA- BRASIL- COLOMBIA - HILE- ESPAÑA
AGRADECIMIENTOS
7
8 CHILE: PARTIDOS POlÍTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. 1970-1990
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l
10 CHILE: PARTlDOS POLÍTICOS, DEMOCRACl A Y DICTADURA. J 70-1990 INTRODUCCIÓN 11
expresiones ideológicas (doctrinas y programa ) . Mi p lan límites que impon l a participación en el sistema de
teamiento consiste en una corrección de esta per p ti va, al partidos.
rastrear los elementos de integración del sistema que h a en El sistema de partid es un sistema abierto al sistema de
que las ideologías i nd iv id uale de los partidos no p u dan dominación sociaL El orden político expresa esa dominación
definir por sí solas una prop iedad del sistema en su conj u n y, a través de la i ntegración ideológica de la representación
to, como puede ser el grado de polarización. de las distintas clases, se consti tuye en condición de manten
Estos elementos se encuentran en otras teorías qu han ción de ella. En particular, las clases reproducen su condición
buscado explicaciones a otros asp ctos de los partidos, como de dominantes o subordinadas a través de sus organizaciones
por ejemplo la teorías de élites, o las ol igarquías de Michels. e ideologías. El que el sistema de partidos contenga expre
É stas permiten analizar gremios de p o l ít i cos p rofesionales, siones clasistas no significa automáticamente que sea inesta
que se j ustifican a través de una ideología, a vece i m ¡ Jí ita, ble. Las propuestas de reorganización social pueden estar
que asume la forma de un "proyecto naci o na l ". E d n tro de subordinadas dentro de un proyecto nacional. Los partidos
esta ideología "del sistema de partidos" que se defi nen. las y el sistema que ellos conforman puede o no ser permeable
ideologías individuales de los partidos, que a veces p ueden a lo cambios ideológicos y a las demandas que la movili
presentar un grado de polarización extremo como proyectos zación ial pla ntea. Esta propiedad del sistema, y su po
alternativos de estructuración de la sociedad. Sin embargo, sible r la i n on la estabi l i dad del mismo, ha sido conside
la integración de la éli te se encarga de redefinir e introducir rada casi si rnpr - n. t ' rmi nos negativos, por ejemplo con la
"realismo" en la práctica a las i deas que pueden expresar los tesis de la "hip rm vi l.iz .i .n" n el aso chi leno.
militantes de los partidos. Esto hace que el análisis tenga El golp de E tad 1 7 ini i hi l un período de
que asumir una mayor complej idad al examinar los hechos dictadura m i l i tar que duró má d dii 'i afíos. Las elec
en términos de ubicar las causa l i dades de la acción en uno ciones de 1 989 y el traspaso d 1 g bierno de Pinochet a
u otro nivel ideológico, y en obv iar la tra mpa de atrib uir a Aylwin en marzo de 1990 fueron celebrados como el retorno
los individuos (líderes o representant ) la responsabil idad a la democracia. La historia del quiebre de la democracia
moral por las inconsistencias que las a cione y po iciones chilena y su reconstrucción puede ser contada, y de hecho
adoptadas por los partidos individuales m.u tran. E la con lo ha sido, de muy distintas maneras. Muchos d� estos re
dición de existencia del sistema de partidos que los actores latos, crónicas y análisis son la justificación de una toma de
que lo componen deban subordinar s us programas indi posición con respecto al mismo proceso político, lo cual los
viduales a través de alianzas que expresan como primera convierte en documentos de valor variable para el aná lisis
prioridad la mantención de las relaciones que lo conforman. que pretendo proponer aquí.
Esto se extiende a una cadena de subordinación que alcanza Para volver a contar una historia cuyos hitos principales
a la vida interna de los partidos donde grupos, fracciones son de dominio común, más aún cuando hay o nsenso res
y líderes individuales deben subordinar sus expresiones a pecto de su importancia, es necesario ju t i fi ar el intento
12 CHILE: PARTIDOS POLÍTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA 1970-1990 INTROD 1 N
definiendo qué es lo nuevo que el relato aport r . n este l. La destrucción del sistema polfti
caso lo que se intenta es una reconstrucción ana l fti del d bió a una polarización ideológica i nd u i
proceso a partir de un eje que juega un doble pap 1: p r un terior, al menos parcialmente, por factor
lado es un objeto de d isputa, en que la conveniencia y n Revolución Cubana.
diciones de su existencia son cuestionados, y por otro una 2. Eso se podría haber evi tado si la Unidad P
estructura dentro de la cual los actores individuales · de Democracia Cristiana hubieran llegado a un a u r
finen a sí mismos y atribuyen sentidos a sus accione . Se 3. Pinochet y sus allegados "abrieron" la po ibilid
trata del sistema de partidos políticos chileno. un retorno a la democracia.
Plantear de este modo el análisis de lo ocurrido en C h i le 4. La actual composición de la alianza política qu
a lo largo de dos décadas, permite evitar algunos lugares bierna Chile expresa la maduración y el aprendizaje d la
comunes que prevalecen en las opiniones y reportajes acerca lecciones del pasado.
de lo que pasa en Chile y, lo que es peor, parecen orientar la Las alternativas propuestas son:
acción de algunos protagonistas de los procesos pol íticos l. La polarización que se produjo en Chile estuvo deter
actuales. Las cuestiones que encuentran una resolución y minada por la permeabilidad de los partidos polítiCos, en
explicación distinta (y se espera que mejor) en este análisis particular la izquierda, a las demandas de las clases sociales
son la relación entre las fuerzas y los procesos sociales y sus subordinadas. Si la radicalización ideológica exterior (ge
expresiones políticas e i deológicas, por una parte, y el signi neralizada en América Latina) desempeñó un papel, éste se
ficado y sentido de las posiciones y acciones de los principa expresó en las alternativas de radicalizarse dentro del siste
les actores políticos, por otra. El análisis de la acción de los ma de partidos y alianzas de partidos existentes: socialista ,
partidos se encuentra normalmente con inconsistencias entre comunistas y asociados en la Unidad Popular, o b ien en la
la ideología explícita de las organizaciones y las posiciones izquierda extra parlamentaria.
reales y concretas que éstos asum n. La xpl icación de d ichas 2. Lo que se negociaba entre la Democracia Cristiana y
inconsistencias remite comúnmente a jui ios de tipo moral el gobierno de la Unidad Popular en 1973 era la subsistencia
(positivos o negativos) dependientes d la r lación del analista del sistema, cuando la Democracia Cristiana ya estaba u
con su objeto. El construir el análisis a parti r del s istema de bordinada a la estrategia de destrucción de ese sist ma.
partidos y su relaci ón con los pa rtidos que lo componen 3. La transición chi lena fue 1 pr d ueto d un nfPI t -
permite ver las cond iciones reales en que los procesos se miento en el que s r-d fini r n J 1
desenvuelven y, por lo tanto, poner en evidencia un conjunto fuerzas sociales y sus rep r nta i r
muy complejo de determina i on s a las que deben sujetarse dos políticos- y en que la a m litu
los actores políticos privilegiados que son los partidos. y la permeabilidad de lo
Algunas tesis establecidas (incluso oficiales) que encuen sociales fueron redefinida a trav d la r lru. i .n d
tran aquí una alternativa son: sistema de partidos.
J
14 CI-IILE: PARTIDOS POL.fTI OS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. 1970-1990 INTI ODU 1 N
4. Los acuerdos y a l i anzas en el actual sistema d parti ' 1 ued e hablar de democracia en ningún i t r
dos, reconstruido, re f lej a n la relaciones de fuerzas id lógi 1 1 derno3•
cas entre las disti n ta part de la élite profesiona l de la E mpero, esta democracia competitiva plantea pr bl 1
política, a parti r d 1 r f i n i ció n del proyecto nacional de respecto del carácter de las relaciones entre la política y le.
desarrollo hecha p r 1 di t a d u ra . sociedad. Por una parte, la existencia de distintos pa rtid
implica divisiones de opinión respecto de quién debe gober
nar y qué debe hacer el gobierno. Se puede pensar que esta
2. LA lEN lA POLÍTI A Y LA lllSTORIA DEFINEN divisiones sólo son producto de la naturaleza humana y
A LOS PARTL alguna inherente ambición de poder que lleva a los indivi
duos a organizarse para la obtención, ejercicio y mantención
Los partidos políticos y los sistema n
lo que se enma rcan de éste. Pero desde la formación de los primeros sistemas de
no son una realidad independ ien te que e pueda d e f i n i r o partidos modernos, surgió la sospecha de que no sólo se
teorizar sin referencia inmediata a otro h hos y estruc trata de una competencia entre personas e ideas, sino que
turas. Las visiones empiristas que ha n predominado en su esta competencia "expresa" y "canaliza" conflictos de inte
estudio parten del hecho de su existencia como un dato. Sin reses que están más allá de la política y la administración,
embargo, a muy poco andar deben comenzar a relativizar en la base de la estructura de la sociedad. Así el problema
todas las afirmaciones por el innegable carácter histórico del ideológico se traslada al campo de lo que se piensa que e
fenómeno1. La primera conexión de los partidos es con la la sociedad y las ideas acerca de cómo es probable que a
democracia. El concepto de democracia es objeto de discu en el futuro o cómo sería deseable que fuera en el futuro. En
siones filosóficas, norma tivas y científicas2. Los partidos el terreno de la explicación de la acción de los p artid
políticos y su com petenc ia en elecciones para ocupar los políticos, esto conduce a un enfoque "sociologista", n
cargos del gobierno, son norma l me n te considerados un i n que el análisis se centra en la "representatividad" d l
dicador de existencia y fun ionamie n to de u n sistema demo partidos y sus ideologías.
crático liberal. Como t do indicador, é te no agota el conte Por otra p arte, el funcionamiento de la conviv n i
nido del concepto de democracia, pero hay consenso en que cífica en un orden político y la competencia re u l r n 11'
si no existen partido ni elecciones en l as que compitan, no partidos ha presentado una serie de variantes in ti lu i rtlll
en que el papel de los partidos es muy d i fer n t
a otro, en cuanto a s u participación en e l fun i t , L 1 1
2 Véase Giovanni Sartori, Teoría de la democracia, 2 volúmenes. lnstitutions: Party Systems in Lntin Ameri a, p.
16 CI-IILE: I'ARfJD S P ÜT'IC S, DEMOCRACfA Y DlCTADUR/\, 1970-1990
jos, y má. a l l á d u papel en las elecciones. Esto es lo que taria, etc. fue objeto de grandes discusione s d trin rl
embargo, por lo menos para Europa Occidenta l , 1 �ll t
ha dad lLtgar a un enfoque que se denomina "insti tucio
nalista" en ciencia política4• quedó zanjado después de la Primera Guerra Mund ial y n
Hay un paralelo en la historia de los partidos políticos el fracaso de los intentos de revolución proletaria qu bu -
como objeto de aceptación en la práctica de la vida política caron reproducir el modelo de la Revolución Bolcheviqu 7.
y como objeto de estudio en el campo de la ciencia política. Desde antes, en algunos países, principalmente Alemania -
Desde el comienzo de las discusiones constitucionales, el Italia, la acción de los partidos socialistas había sido obj t
problema de la aceptación del hecho de l a división perma de estudio y de crítica por parte de Robert Michels, qui n
nente de las opiniones y su organización terminó en la acep con respecto a esta tendencia particular p uso de relieve una
tación del hecho y el intento de l i m i tar s us consecuencias, característica más general de la vida política democrátic a
regulando los términos de la competenci a, es decir las elec organizada alrededor de la acción de lo pa rtido : la p rod uc
ciones5. Esto hizo que, de de el p u n to de vista normativo, la ción de una élite dirigente q ue S repr du - a Í m i ma
evolución de los partidos políticos haya sido dependiente de dentro de la organizaci ón partidaria 8.
la evolución del derecho a u fragio, su extensión y las regu Desde los varios p unt d
laciones a las que se sujeta su ejercicio. De ahí que hasta otros, se puede ver al men
puede conducir el u d 1 t rmin. m
tiempos bastante reci n te , en general, las Constituciones no
se refieran a los parti d p líticos más allá de establecer el de p artidos9 Por lo pront , d trá d
derecho de los ciud adan a fo rmarlos y a pertenecer a ellos, visiones diferentes respecto d i la
y, en cambio, la 1 y qu regulan los procesos electorales político s e cons tituyen a partir d e individuos o s i el orden
se ocupen d norma r la p rtici pa ión de los p artidos en político es el producto de una estructura de relaciones con
ellos. De este modo, l obj to que on l os partidos, desde el flictivas entre distintas categorías de individuos. Éste es uno
p unto de vista normativo, adquiere ólo una existencia su de los problemas más complejos porque, al margen de los
bordinada, en tanto participante en procesos electorales6.
Desde mediados del siglo XIX la ideología socialista 7 Adam Przeworski ve este cambio como una cuestión de estrategia
generó un nuevo tipo de partido, que en un comienzo se electoral, con avances y retrocesos de las definiciones clasistas, pero cons
tata que en 1918 el Partido Laborista británico se abre a los "workers by
planteó el problema de actuar desde un punto de vista
brain". Capitalism and Social Democracy, p. 25 .
8 Robert Michels, Political Parties. A Sociological Study of the Oligarchical
4 Alan Ware, Political Parties and Party Systems, pp. 8-9. Tendencies of Modern Democracy.
5 Giovanni Sartori, Partidos y sistemas de partidos, pp. 35-44. 9 Sobre las dificultades de una definición empírica de "partido poH
6 Max Weber, Economía y sociedad, p. 1076. tico" véase Alan Ware, op. cit., pp. 2-6.
18 CHILE: PARTIDOS POLfTICOS, DEMOCRACI A Y DICTADURA. J970-1990 IN' I 'R DU ' '1 N
que suponga el observador, alguno de los partido puede el electoral, cuyas características i J i 1 111 u " l 1II\11I\[' l'i\
introducir esta diferen ia mo una definición ideológica y sistema de partidos, por ejemplo, 1 t n t 1 1!'1 1 lt'I'[OI' 1 1(
estructurar sus estrat 'ia n consecuencia10• respecto de la población total13. Por otra tl'l 1 lt p li'l d
La manera de obv iar ta c uestiones es partiendo de la representan intereses y opiniones que se d ·in 'l l!I\l 11
existencia de Jos partido omo actores que compiten en un de l íneas de conflicto (clivajes) que en d i tinl
sistema de normas electoral aceptadas por todos los par históricos definen a las sociedades. Sin embar
ticipantes, que buscan ocupar argos en un sistema de go flictos deben ser algo menos que conflictos para ev i t r
•J 11
bierno también aceptado por todo , o cuyo cambio se debe rompa un consenso básico. En términos de Sartori :
sujetar a la resolución de la competenci a electoral y, además, flicto en torno a los aspectos fundamentales no es una
a normas de transformación aceptadas por todos los actores. p osible para la democracia, ni de hecho para ninguna con u
Como ejemplo de definiciones podemos ci ta r las p ropuestas nidad política: ese conflicto --esto es el verdadero confLi -
por Alan Ware, A política! party is an i nsti tution that (a)
11 to- lleva a la guerra interna y a la secesión como única
seeks influence in a State, often by attemp ting to occupy solución11_ 14 De esta manera, o bien se concibe a la sociedad
positions in government, and (b) usually consists of more como una comunidad en la que no existen conflictos funda
than a single interest in the society and so to sorne degree mental e s , o l a comunidad polí tica democrática está
attemp ts to 'aggregate interests1 11 11, o la que proponen estructurada de tal modo que esos conflictos no se expresen
Mainwaring y Scully, ��we follow a slightly amended version en términos de alternativas de organización política.
of Sartori's definition of a political party, by which a party A pesar de todas estas l imitaciones, el estudio de los
is 'any política! gro u p tha t p resents at elections, and is sistemas de partidos ha avanzado como una forma de bús
capable of placing thro ugh el ctions, candidates for public queda empírica de respuesta a las múltiples preguntas teóri
office.' The amendment is th.at a poli tical group that would cas que los intentos de definición dejan pendientes. Así, s
present candidates for public offi -, but is unable to do so asume su estudio como un indicador del funcionamiento d
either because it is proscribed or b a u e el ctions are not un sistema democrático. En ausencia de una definición d
being held, is also a party.11 12 democracia que reúna consenso y sirva de patrón de eva lu a
De esta manera, los límites del sistema quedarían defi ción de los distintos sistemas políticos, se parte de la n -
nidos normativamente y por la aceptación de los participan tatación que la democracia, como atributo de un sist m, 1 •
tes. Sin embargo, estas definiciones rem i ten a otro sistema, lítico, es una cuestión de grado; la diferenci a n tr 1 n,
como propias de alguna categoría de ciudadanos, y la ideo como forma de organización p J Li 'J �u r pa y el mundo,
<
logía de conj unto, que fija los límites de los parti ipantes es un fenómeno del siglo XX18. L 1 r i J 1 'r, p u rra repre-
posibles en la competencia y de las identidades ideológicas sentó la organización de los E t d que resulta-
que p ueden asumir. ron de la liquidación de los imp ri ¡ sguerra
,
El elemento ideológico que ha definido los límites de los generalizó el modelo a través de 1 d
sistemas políticos existentes hoy ha s ido fundamentalmente dente que ésta es una descripci n d un m
el nacionalismo, en el sentido más amplio de j ustificar y definido por sus resultados. Salv n. 111 puf\ d países,
legitimar la existencia de un Estado-nacional, que llegó a ser entre los que se cuentan Suiza, E t d Unid y l Reino
la forma predominante de organización política del mundo Unido, l os sistemas democrático li beral no obr viv ieron
moderno. Las formas que generaron este nacionalismo tie a los con fl ictos que caracterizaron al siglo XX en ninguno de
nen que ver con los clivajes q ue di ro n 1 ugar a Jos conflictos los países más relevantes en la política mundial. La estruc
cuya resolución constituyó la fundación. de, por lo n1enos, tura descrita corresponde a las reconstr ucciones en Occiden
los embriones de las estructu ras políti as modernas q ue hoy te d uran t el período de la G uerra Fría. Es entonces cuando
definimos como demacra ias l i bera les. Estos clivajes fueron se p uede apreciar la unidad política nacional con los par
religiosos, como en la g uerra civil inglesa del siglo XVII; tidos de la la e trabajadora integrados al gobierno o a la
políticos, como en la Revolución Francesa de 1 789; o de in oposición p ro compitiendo dentro de las normas del sis
dependencia colonial, como en los Estados Unidos. De todos tema elect ra J .
esos clivajes originales quedaron huellas i deológicas y Desde -1 p u n t de vista sociologista, la explicación pro-
organizativas en las Constituciones y en los partidos políti puesta par t i tua i n qu s ha l ogrado un compro-
cos. Las clases sociales protagonistas de estos procesos cons miso entr 1 m t rial d la l. en conflicto
tituyeron una élite que se reservó el derecho a la participa en el capita l i lr j d r a eden a nive-
ción en los asuntos políticos como elector y como candidato les creciente d ndi i n do a que éstos no
y eventual funcionario elegido. El pri mer movimiento de amenacen la viabihd u m ula ión capitalista. Siendo
expansión del sufragio, que ocurrió en el siglo XIX, estuvo el Estado el árbi t r m.promiso, l a competencia
dirigido a incluir a las masas de trabajadores. política define e niv le a través de la competencia elec-
El siglo XX i ncorpora a los trabajadores urbanos y sus toral entre partid u ya participación está condicionada al
organizaciones como partidos políticos al sistema político no cuestionam i nto del si stema de producción como taP9•
extendiendo el s ufragio y derrotando política e ideológica
mente a las tendencias revolucionarias e internacionalistas a
través de la Primera Guerra Mundial y dentro de los parti tM
Amo J . Mayer, The Persistence of the Old Regime: Europe to the Great
dos socialdemócratas. De este modo, el predominio de Es War.
tados-nacionales independientes, en particular repúblicas, 19 Przeworski, op. cit., capítulo 4.
24 CHILE: PARTIDOS POLÍTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADUIVI. J970-1 990 INTI 1 l!l' '1 N
Los procesos y conceptos reseñados tienen una gran influen de las elecciones21•
cia en los países de América Latina. Sin embargo, la simple Esto hace que los ca s
imitación resultó siempre imposible. Desde el comienzo, en político con elecciones re ul r
el siglo XIX, las ex colonias de Espaí'í.a en América debieron los sectores sociales qu 1
adoptar una forma moderna de organización política. Des sean sólo excepcione - r u·
pués de distintos intentos, todas termi na ro n constituyendo la característica qu hiz u n a excepción en las
Estados-nacionales, repúblicas, formal m- nte definidos. La décadas de los treinta l .l< � n América Latina. Esto
definición formal adquirió una gran i mporta ncia en la re no quiere decir q ue J p o líticos existentes en la
dacción de múltiples Cons t i t u iones20. El modelo que repre región no actuara n
sentaban Inglaterra, Estado Unidos y Fra ncia se tradujo en políticos demo rá ti
una infinidad de propuestas de organización política en que se sus ideología u
buscaba imitar las ideas y las soluciones políticas que habían larse a sus m d 1 y norteamericano. Su principal
caracterizado los procesos de formación de esos sistemas. Lograban conformar entre sí un
Sin embargo, los intereses en conflicto en estas sociedades ex ción directa de instituciones del
coloniales y periféricas asumían características que no per Estado com la f u - rz armadas, o la influencia directa d
mitían una aplicación mecánica de las soluciones institucio la Iglesia a.t l i a22. D hecho, el período de posguerra
nalizadas en los países que se definía como modelo. caracterizó n A mérica La tina por el predominio de un
Un punto relevante de esta falta de correspondencia forma políti a que e denominó "populismo latinoameri -
entre el modelo y la realidad lo constituye la forma eli tista de no", el cua l onsti tuyó organizaciones dependientes d J
los partidos políticos (facciones, protopartidos o partidos gobierno para fines de apoyo a éste y movilización so i J
de notables), que resuelven sus d i ferencias por confronta política, tales como el PRI mexicano y movimientos e m •1
peronismo en Argentina y el varguismo en Brasil. La �' 1 •
ciones o acuerdos cupulares, y que la extensión del sufragio,
ciones no afectaron a ninguno de los tres países má
cuando ocurre, en sociedades predominantemente rurales,
21
Karen L. Remmer, Party Competition in Argentina ancl Jrllt'.
22 La aplicabilidad de conceptos es una discusión import •!lll l!llll\11
20
Más de 200 Constituciones en 1 70 años en los 21 países que son se trata de casos latinoamericanos. Véase por ejemplo Mol! v nr 11 \ 1 " l!
Espai'ia, Portugal y sus ex colonias americanas. Véase Bernardino Bravo tiendo a Sartori a propósito de la existencia o no de un islo01.1 dt 1 111l d ll
Lira, De Portales a Pinochet: Gobierno y régimen de gobierno en Chile, p. 11. en Colombia y Brasil, op. cit., pp. 24-25.
26 CI-JILE: PARTIDOS POLÍT ICOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. 1 970- 1 990 27
de América Latina. El Uruguay, durante un larg d do de de sociedad antagónicos. E t fa pensar que el sistema
prosp eridad tuvo una democracia que funcionó h.
te 1 973, chileno era esencialmente i n . 1 , dado el grado de pola-
y Colombia y Venezuela generaron democracias bip
rtid i tas rización ideológica que pre x t. n los partidos. Sin embar
a partir de la liquid ación de las dictad uras a fin
J S go, las inconsistencias ide 1 flagrantes a lo largo de la
cincuenta.
historia de este sistema er .tr ñ treinta y los sesenta,
indican que había en acci n tru ctura ideológica que
reunía a estos partidos m L ma. Esta estructura era,
4. LA DEMOCRACIA CHILENA UNA EXCEPCIÓN desde mi punto de vista, un r t nacional de desarrollo,
en nada distinto de los que en otros países de
La cuestión de la excepcionalidad de Chile, c uyo
i t ma América Latina eran pu r ti a por gobiernos que
democrático funcionó sin ruptu ras cata trófica com
l de representaban alianza m jantes, pero organiza
1973 desde 1932, dio lugar a todo t i p de nj tura , d e de das con marcos ideal ¡ j¿ tivos distintos de los
la metafísica del "ser" chilen o ha ta hi póte i ocioló
gicas partidos políticos. E t i. 1i t ma se encarnaba
como la de Cardoso y Faletto, acerca del caráct
er de las en diversas versione d" lo partidos, dando
clases y s u repre senta ción políti co-ide ológic a defin
idas a lugar a propuestas q u v id p rlamenta ria aparecían
partir del "encla ve" como forma de inserción de Chile
en la como cuestion s "t n afectaban a las ideolo-
economía mundiaJ23.
gías propagada como proyecto de so-
La hipótesis central de este análisis reconstruye
la his ciedad24•
toria a partir de la existe ncia de un sistema de
partid os, La recon n t proyecto nacional integrador
como dato, cuya estructura evolucionó en el sentido 1 1
de incor ha sido u b i J. . 1 nivel d e l Estado (Estado desarrollista,
porar crecientemente a sectores sociales emergentes
mediante Estado de .m. r mi , Estado benefactor, etc.). Sin embargo,
un conjunto establ e de partid os políticos, formado
por una es en el niv l d l i tema de gobierno, de partidos y electoral
élite profesional que casi monopol izó la repres entaci
ón po donde se pu de bservar los efectos del consenso que produ
lítica de las divers as clases sociales, presentando p ríodos
de ce, sin rec u rrir a otros elementos metaconstitucionales.
volati lidad pero, en gener al, onser vando un núcl
o estab le En este e t u d io, en el primer capítulo se constata la 1 -
de políticos profes ionale s cuyas carrer as depend ían
de su tencia de esta élite de políticos profesionales, su dep n
afiliación a estos partid os funda men ta les. La cuesti
ón más cia de los partid os, especialmente de aquéllos que f m: e
problemática es la integr ación de un sistem a tal con
partid os núcleo del sistema. Al mismo tiempo, la repre nt, ti i
que se definían por ideolo gías que representaban
proyectos de carácter clas ista de los partidos, en par t ic u l a r l
izquierda, a pesar de la integración al proy t 1 e i nal d
23 F. H. Cardoso y Enzo Faletto, Dependencia y desarrollo en América
Latina, pp. 126-129. 24 Véase capítulo l .
1
26 CHILE: PARTIDOS POLÍTICOS, DEMOCRACIA
riodo de
'1 970-:1990
1 27
n ar que el sistema
prosper idad tuvo una democracia que funcionó ha ta 1973,
hileno era esencialmente i n. do el grado de pala
y Colombia y Venezuela generaron democraciasl bip rtidi tas
rización ideológica que pre 1 t •. partidos. Sin embar
a partir de la liquidac ión de las dictadur as a fin d los go, las inconsistencias ide 1 ran.tes a lo largo de la
cincuenta.
historia de este sistema entr treinta y los sesenta,
indican que había en acci n ' t ru tura ideológica que
reunía a estos partidos 1 . Esta estructura era,
�- LA DEMOCRACIA CHILENA UNA EXCEPCIÓN
desde mi punto de vista, un n cional de desarrollo,
en nada distinto de los ue en otros países de
La cuestión de la excepcionalidad de Chile, cuyo i tema
América Latina eran pu ti a por gobiernos que
democrático funcionó sin rupturas catastróf icas com la de
representaban alianza m jantes, pero organiza
1 973 desde 1 932, dio lugar a todo tip d onj tura , d sde das con marcos ideoló n i za tivos distintos de los
la metafísica del ser" chileno ha ta h i p t is o iológ icas
11
partidos políticos. E ta i d 1 i stema se encarnaba
como la de Cardoso y Fa letto, acerca del carácter de las
en diversas versione de los partidos, dando
clases y su representaci ón político -ideológ ica definidas a
lugar a propuestas q u parlamentaria aparecían
partir del enclave" como forma de inserción de Chile en la
11
como cuestiones n afectaban a las ideolo
economía mundiaF3.
gías propagada p como proyecto de so-
La hipótesis central de este análisis reconstruye la his ciedad24•
toria a partir de la existencia de un sistema de partidos, La recon tru n
como dato, cuya estructura evolucionó en el sentido de incor
ha sido ubi ada 1
porar crecientemente a sectores sociales emergentes mediante Estado de ompr
un conjunto estable de partidos políticos, formado por una es en el nivel d - 1
élite profesional que casi monopolizó la representación po
lítica de las diversas clases sociales, presentando períodos de ce, sin recurr i r a otro el m nt .metaconstitucionales.
volatilidad pero, en general, conservando un núcleo estable En este estudio, en el prim r capítulo se constata la exis
de políticos profesionales cuyas carreras dependían de su tencia de esta élite de políticos profesionales, su dependen
afiliación a estos partidos fundamentales. La cuestión más cia de los partidos, especialmente de aquéllos que forman el
problemática es la integración de un sistema tal con partidos núcleo del sistema. Al mismo tiempo, la representatividad
que se definían por ideologías que representaban proyectos de carácter clasista de los partidos, en particular los de la
izquierda, a pesar de la integración al proyecto nacional de
23 F.H. Cardoso y Enzo Faletto, Dependencia y desarrollo en América
Latina, pp. 1 26-129.
2•1 Véase capítulo l .
28 CHILE: PARTIDOS POLÍTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. 1 970-1990 INTRODUCCI N 29
la élite. Esto explica que la "vía chilena al socialismo" fuera, líticos. Paralelo
al mismo tiempo, o sólo, el límite ideológico de un proyecto royectos de
de desarrollo industrializador e integrativo, que más tarde 1 • m a político, que u l r n int r n n la impo
ha sido caracterizado como estatista y populista. i m pedido la
En el segundo capítulo se muestra la crisis del sistema la exclu-
político que llevó ese proyecto de desarrollo na iona l a s u
extremo, e n la propuesta de la Unidad Popular, y el agota tadura y
miento de la capacidad integradora del sistema de partidos permite
para mantener la dominación social, al surgir embrione de n 1 q u e se ha
élites alternativas en la derecha y la izquierda, en los már impu n m .i.co como
genes del sistema de partidos y al influir d i fer ncialm nte proy _ )n
l . Como su caracterf t i p r i nci pal e s la
en las estrategias de l os partido q ue conformaban el s iste ex el u n l > •i n l por oposición al ca r t r ü t gradar del
,
ma. Esto cond ujo a q ue la amenaza a la dominación social, 1 u J d do por e l golpe d e E tacto, requiere de
percibida como i ncapacidad d 1 istema político para man onsecuentes en las cara t rf t i del sis-
tenerla, diera el triunfo estratégico en la derecha a las fuer r l i 1 s. Principalmente este pro e o prod ujo una
zas que, desde fuera del sistema de partidos, impusieron 1 n b • n racional e ideológica de la d recha q u e for
una línea rupturista a la oposición y determinaron el golpe ma d partidos políticos a través de los cual s, j unto
c
de Estado. La pregunta que orienta este capítulo es si la nl • la vieja élite política de derecha, reactivada
crisis de la dominación social por sí sola provocó la ruptura ante lo 1 r acial que amenazaba a la estabilidad de la
del sistema de partidos o si el desarrollo de élites alternati dictad ur, r'\ L • r a a los elementos q ue, desde la marginali-
vas fuera del sistema de partidos, en particular en la dere dad n r 1 ' to al sistema de parti dos ant rior a 1973, ge-
cha, generó las condiciones de la ruptura de éste. nerar n 1 1 r y ctos económicos y políti os que i mpuso la
El capítulo tercero muestra la fase de aseen o de la dic dictad u x m i l i t a r.
tadura en la que se propone y real iza en parte la destrucción El L u l q uinto muestra el elem nto principal de con-
del sistema político, en particular del sistema de partidos, a tinuid a d . � � j d e l sistema d e partidos anterior, e l Partido
través de la represión y l a marginación de la élite política Demó ra t ri t iano, logra imponer su función articuladora
profesional, incluidos los personeros de la derecha, y la en la r n tru ión del sistema de partidos políticos. Evo
imposición de un esquema de desarrollo económico que no luciona d. el apoyo al golpe a la exclusión por parte de
había podido ser ni siquiera adoptado como programa por los mil i ta r , la recuperación de su legitimidad como in
ninguna de las fuerzas actuantes dentro del sistema de par terlocu tor d J gobi rno y a eje de una alianza oposi tora que
tidos antes de 1973, por constituir, de hecho, un proyecto determi na p a ra é ta los términos de la democra t ización,
diferente al proyecto nacional de desarrollo alrededor del imponiendo a u aliados de izquierda los resultados de su
1
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1
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la élite. Esto explic a q ue la "vía chilena al sociali smo" fuera, cual se estructuraba el si t ·r 1 ' 1 rtidos políticos. Paralelo
al mismo tiempo, o sólo, el límite ideoló gico de un proyec
to a este cambi o económi 1 1 l
aron los p royectos de
1
de desarr ollo ind ustrial izador e integr ativo, que más tarde reemplazo del s istema po.lí l t , 1 1 ' u l minaron con la i mpo
ha sido caracterizad o como estatis ta y populista. sición de una nueva Cm l l 1 1' 1 r q ue habría impedido la
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En el segundo capítulo se muestra la cri is del sistem a reconstrucción del sistem., < rt i dos a través de la exclu
p olítico que llevó ese p royecto de desarrol lo naci ona l a sión de la izquierda por n1 l i teológicos.
su
extremo, en la p ropuesta d e l a Unida d Popul a r, y 1 agota El cuarto capítulo se •n la crisis de la d i tad u ra y
mient o de la capaci dad integr adora del sistema de partid
os en cómo la reconstrucci ón 1 t ma de partido p r m i te
para mantener la dominación social, al surgir embrio nes de una sal ida hacia una d m d istinta, en la qu ha
élites alternativas en la derecha y la izquie rda, en lo már impuesto el nuevo esqu n'\ • 1 sarrollo económi omo
genes del sistema de partido s y al influ ir d ifer ncialm nte proyecto nacional. Com terística principal la
en las estrate gias de los partidos q ue confor maban el iste exclusión social, por op r del
ma. Esto cond ujo a q ue la amena za a l a domin ación social p royecto liquidado por 1 de
percib ida como i ncapac idad del is tema polític o para man
� modificaciones consecu- nt n 1a características d 1
tenerla, d iera el triunfo estraté gico en la derecha a las fuer tema de partidos. Princi lm ' I' H ' s te proceso p roduj u na
zas que, desde fuera del sistema de partid os, impusieron renovación generaciona l 1 ica de la derecha qu for-
una línea ruptur ista a la oposic ión y determinaron el golpe ma dos nuevos partidos p e t ravés de los cuales, j u n to
de Estad o. La pregunta que orienta este capítulo es
si la a elementos de la vieja llt 1 l l i a de derecha, reactivada
crisis de la domin ación social por sí sola provo có la ruptur ante la protesta social qu :¿aba a la estabi l idad de la
a
del sistem a de partid os o si el desarrollo de élites alterna dictadura integra a los 1 n J t q ue, desde la marginali
ti
vas fuera del sistema de partid os, en partic ular en la dere dad con respecto al sistem. . e l ' ¡ r t i dos anterior a 1973, ge
cha, generó las condiciones de la ruptura de éste. neraron los proyectos ec 1 políticos que impuso la
El capítu lo tercero m uestra la fase de ascenso de la dic dictadura militar.
tadura en la que se propo ne y realiza en p arte la destru cción El capítulo quinto m u · L r J 1 mento principal de con-
del sistema polític o, en p articu lar del sisten1.a de partid tinuidad. El eje del sist ma d rt i dos anterior, el Partido
os, a
través de la repres ión y la margin ación de la élite polític
a Demócrata Cristiano, logra in p n r su función articuladora
p rofesional, incluid os los p ersoneros de la derech a,
y la en la reconstrucción del i t ma de partidos políticos. Evo
impos ición de un esque ma de desarrollo económico que luciona desde el apoyo al golp a l a exclusión por parte de
no
había podid o ser ni siqui era adoptado como progra ma los militares, a la recuperación de su legitimidad como i n
por
n inguna de las fuerzas actuantes dentro del s istema de terlocutor del gobierno y a eje de u n a alianza opositora que
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tidos antes de 1973, por constituir, de hecho, un proye determina para ésta los términos de la democratización,
cto
diferente al p royecto nacional de desarrollo alrede imponiendo a sus aliados de izquierda los resultados de s u
dor del
IN I'I\ 1 \ 1<" '1 N
30 C H I LE: PA iri'ID S P I J'T'ICOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. 1 970· 1 990
1.1. INTRODUCCIÓN
LA COYUNTURA PRESIDENCIAL DE 1970
. 1. 1
LOS I'ARTlDOS POLfTICOS EN LA !! I'LJ ACI N DE LA ELECCIÓN DE 1970 35
34 Cl-ll LE: PA RTID S P IJ'I' I ' S, 1 iiM RA lA Y DICTADURA. 1970-1990
todas las vía d t n, hay una que no aparecía más mand ato, estan do amba
que sub rd ü p uede cambiar toda la visión del maneras. Si se acep ta la v it:JI
proceso p líti hil n : Ja existencia de un sistema de par- el final violento del p r
tidos qu t ua omo pieza principal del sistema político
(ent nd i nd ste úl timo como la estructura que engloba
al si t m d gobierno, al sistema de partidos y al sistema
ele t ra i) y, en tanto tal, fue fundamental en la determina
ción de la conducta del conjunto de los actores más relevan tra
te del proceso. Esto quiere decir que si la confrontación n-
poLítica i mp l icaba una confrontación soc i a l estratégica, esta
n u. r
ú l t i ma s expresaba (canalizaba), a travé de las normas del
si t ma 1 olítico y que, tal como ocurrió, romper tales reglas a l eg u i l i bri .
tendencias -izqu ierda, en tro y derecha- es posible retro 1 , forma de gobierno había i d o l i minad p r una
t
traer el sistema a 1 958, uan.do las mismas tres fuerzas com serie de p ronunciamientos militares a partir de 1 924, q ue
pitieron también por l a presidencia de la república, repitien habían c ulminado con la dictadura militar de Carlos Ibáñez
do en 1970 dos de tres candidatos para la elección de 1 958, del Campo entre 1 927 y 193F.
más otros dos (ausentes esta última vez)5. Sin embargo, si el Algunos rasgos de la evolución política de Chile que
análisis se ubica en el sistema de partidos, la conformación inciden en nuestro tema son: 1) la organización temprana de
de bloques era un efecto "normal" de las coyunturas presi un Estado y un régimen de gobierno pocas veces desafiado
internamente por la fuerza como amenaza significativa8; 2)
denciales, pero no era la estructura de funcionamiento regu
la conversión de las fuerzas facciosas en partidos o pro
lar en la vida parlamentaria ni municipal. Si se toma a los
topartidos políticos que encauzaban su acción dentro de
partidos como componentes del sist ma y las reglas del
juego entre e llos como cri t rio de p r i d iza i n, la evolu ión
del sistema debe referi r e a la vig . n ia d la on t i t uc i ón de
1925; es decir, al período que comi nza n 1 932 y a la géne
sis, a partir de allí, de los elementos q ue confluirán en 1970
como actores colectivos (partidos) e individuales (líderes) .
El período a considerar, 1 932-1970, está caracterizado
por el funcionamiento regular, normal y sin interrupciones
pertenencia o simpatía por un pa r t i m n t d la dez una vez reinstalada la democraci a, con v i rt i · 1 1, ' l tl
12.
identidad social, individual y d ru¡ modelos de carrera dentro de la élite política
L o engañoso d e la situación d e los partidos d 1� i ;;; t l ' l ·
' l
1 11' i '/\ RTID P LIT! " S IJN i , /\ 1! 1 ' 1 1 l' lt N l ll 1
40 l i l Ul: l '/\ 1 1 1 1 11 ll 1 1 1 ' 1!1, 1 I!M IU\ lA Y DICTADURA. 197G-1990
entre ellos a partir de sus relaciones sociales. Ambos cuentan participan militantes radicales, en su ma y r . � l 1
con clientelas electorales cautivas a partir de sus influencias bién algunos liberales y, crecientemente en l o r
regionales como propietarios de tierras y, por eso mismo, teriores, algunos socialistas. Por su parte, la Fal 1
poseen el control de los votos de su a rn pes ino , quienes nal había nacido estrechamente vinculada a la
carecen de organ ización a u t n ma. El Part ido Conservador de la Acción Católica24 y el crecimiento de su ba
cuenta además con l a j rarq u ía de la Iglesia católica. El estuvo muy vinculado a la acción social de l a
Partido Liberal, n cambio, fue el primero que intentó la sectores populares no accesibles a los conservad r 1
movi lización de ectores populares urbanos con fines elec la juventud universitaria.
torales, y en sus filas militó el demagogo profesional más En la izquierda, la militancia partidaria llega t
notable del siglo XX, Arturo Alessandri Palma, cuyo desem del Partido Comunista a constituirse en un elem 1
peño en este terreno llegó a constituir una leyenda20. vida cultural de las clases populares urbanas.
En el centro, el Partido RadicaF1 cuenta con un sector de medida también el Partido Socialista lo hace.
su dirigencia de características semejantes a los liberales, mienzo de la organización de sectores populare , r
pero además tiene una amplia base militante de clase media XIX, las actividades de solidaridad, de educa i r 2
1 9 Germán Urzúa Valenzuela, Diccionario político institucional de Chile, 22 Remmer, op. cit., p. 17, ubica esta forma de organizaci n omu t
tente desde la década de los ochenta del siglo XIX.
pp. 154 y 155; Historia política electoral de Chile (1931-1 973), pp. 14 y 15.
20 Ricardo Donoso, Alessandri, agitador y demoledor, volumen I, y Gonzalo 23 Hasta la década de los sesenta se encontraban todavfn ·n
a l g ún Club Democrá tico e, incluso, algún Club LiberaL in cml 1 1 1 , 11 1
Vial, Historia de Chile (1891-1973), volumen III, Arturo Alessandri y los
persistencia no se explicaba en ese tiempo por actividad J JI l 111·
golpes militares (1920-1925). sino a l parecer por alguna exención tributaria debida a l n n 1 l• 1 1111
'
21 La bibliografía sobre el Partido Radical incluye a Florencio Durán,
organización registrada en el nombre del local .
El Partido Radical, 1958; Germán Urzúa V., El Partido Radical: su evolución 24 Óscar Larson, La ANEC y la Democracia Cristiann.
política, 1961; Jorge Mario Quinzio Figueiredo, El Partido Radical: Origen 25 También en los años sesenta funcionaba aún on ( n
doctrina-convenciones, 1964 ; Luis Palma Zúñiga, Historia del Partido Radical, popular la "Sociedad de Artesanos la Unión", funda lo
1967; Peter G. Snow, Radicalismo chileno, 1972. Malaquías Concha, el líder demócrata.
l . S 1 /\ RTI DOS POLÍTICOS E N L A EXPLICA 1 N 1 E L /\ ELECCIÓN D E 1970 45
tema son la permanencia de la élite, la constancia relativa de seca. Primero, porque d u rante este período ocurrió la am
l a influencia electoral y la permanencia del modelo ideoló pliación consid rab l · d 1 l c torado a l obtener las m ujeres el
gico dominante como proyecto nacional de desarrollo, que derecho a voto en 1 949 5. und , p rq u- l triunfo i baí'ü sta
sólo se hace más explícito y e refi na a través del reemplazo de 1 952 había ero i onado p i J m nt a l Partido Socialis
del Partido Radical por la m racia Cristiana como prin ta, lo cual por contra t p
cipal fuerza de centro y ej del i t ma de alianzas34• del voto comunista36. La
La permanencia de la é l i t e tá d mo trada por el fraca- partidos principales en 1
o de los líderes asociados on 1 m ú l ti ple movi mientos sición por tipos de partid
fímeros creados para respaldar a Ibáñ z para consol idar su
posición dentro de ella. Los que lograron integrarse más
te mprano o más tarde fueron aquellos que se asociaron a los
1 1 lnr ni t · ·oriza d o más tarde por la CEPAL y asumido ideológicamente por fueron puestos fuera de la ley y no participaron hasta l 96 1, u ando obtu
l 1 r l en1o r• ia ristiana a partir de sus contactos con este último organis- vieron un 11 .37%. Los socialistas obtuvieron 1 2.8% n :1 94 , 9.3% en 1949,
9.8% en 1953, 8.7% en 1957 y 11 .0% en 1 961 .
j i
48
UA DRO N° 1
DI P ElS PARTIDOS PRINCIPALES POR
LATURA, 1932-1973
1932 83 1 42
1937 1 24 147
1941 132 147
1945 130 147
1949 1 06 1 47
1953 52 1 47
1957 113 1').7
1961 131: 147
1965 1 44 147
1969 1 1:0 1 50
1973 1 '1 2 1 50
1•1 1 ' ' o lo 1 • l 1 l •n r n fl uencia relativa de los seis par- l a vida parlamentaria, visto a través
ti 1 f l ' 1 l it' , J l l' 'J uentra su punto más bajo en 1953, ámara de Diputados, permite mostrar
1 n [ 1 1 1 1! 1 1 1 1 •J ' ión precedente (1949, con 1 0 6 dipu- a del sistema que son importantes de
' ) y la inmediatamente posterior (1957, con -x istencia de una élite profesional de la
n una buena parte en la carrera de los
, ¡ a r l l l o menores o inestables que obtuvieron repre- parlamentad . ' Il la once elecciones generales ordinarias
1 n
n la Cámara de Diputados, y las legislaturas en para la Cán'lc l'c d Di putados que tuvieron lugar entre 1932
indicadas por el año de la elección general,
r l i i paron, y 1 973, U , ju icio del electorado quiénes ocuparían
n 1 siguientes: Partido Agrario (1932, 1 937, 1 941, 1945 y puestos fueron ocupados por 903 indi-
1 9 3); Partido Demócrata (1932, 1937, 1941 y 1945); Partido 81 continuaron su carrera política en la
Democrático de Chile (1932, 1937, 1941, 1 945, 1 949 y 1 953); 1 , do, y 3 de entre ellos llegaron a ocupar
Par tido Radical Socialista (1932 y 1941); Partido Liberal Pro 1 República. Hay que agregar que la to-
gresista (1945 y 1949); Partido Socialista Au téntico (1945 y 1 ' 1 ,' 1 r en este mismo período, ocho,
i d e n tes
1 949); Partido Agrario Laborista (1 949, 1 953 y 1 957); Partido u ¡ ,, i n tos en el Senado antes de ser elegidos
Socialista Popular (1949, 1953 y 1957); Partido D mocrático z, r •l j u t ivo.
del Pueblo (1949 y 1 953); Partido Conservador Trad icionalis rml L • < Cl m . r, n principio, l a existencia d e una
ta (1949 y 1 953); Partido Democráti o Na ional (1961 y guida por un número limitado de indi
1965)38• ta a rrera política n o se limita a la
11 t• 1 ll d ver a través de la relación esta- lugar, obtuvo sólo 33,41 voto menos. El "Cura de Cata
\ (11 \ [ 1 1 1, n d l v i d uos y los partidos que ocuparon pilco"41 obtuvo 41,304 v t , p r lo cual todos los analistas
, · 1 n l u• l • l 1 U l 'l.d una sola vez d urante todo el período coincidieron en atribuir l a rr ta de Allende a la campaña
(' 1 _ ' 1 l o. Ú l , r s u l tó ser baja (0.226)40, lo cual indica que populista de Zamorano. Con. t , aparecía como probable un
l 1 J 1'1 lli · le 1 logro de una carrera pa rlamentaria se aso triunfo de la izquierda en otra l ión de este mismo tipo.
n a l g uno de los partidos prin ipa les, por lo cual En undo lugar, esta 1 i n. marcó el definitivo reem-
L.Ll 1 r blemente los diputados elegid por los partidos plaz d J Par tido Radical por l a mocracia Cristiana como
¡ 1. 1 • 1 1 a ron una sola vez al parlamento bu aron l uego su la pri J i 1 fuerza en el centro d 1 s i tema de partidos y del
p rrna nencia a través de s u afiliación, i nd iv i d ual, o una espe tr id lógico. Este cambio i ba a tener consecuencias
J i anza o fusión, como organización, con a lguno de lo par puesto que la Democracia Cristiana representa
t i dos principales. generación de políticos jóvenes que se apro
e logía dominante en el conjunto del sistema
1 .6. LA POLÍTICA EN TRES BLOQUES, 1958-1970 i al fue el eje del sistema de alianzas de
r presentado políticamente, en el caso chi
El resultado de la elección presidencial de 1 958 prefiguró en i 1 q ue en toda América Latina encarnó
varios sentidos lo que iban a ser los próximos enfrenta 1 ncias de la crisis mundial de 1929.
mientos estratégicos dentro del s istema político, es decir, las típi amente a los intereses indus
siguientes elecciones presidencia les de 1964 y 1970. En pri ile ) con el personal que do
mer lugar, en 1958 aparecieron en el escena rio tres de las ra, 1 rn i rno tiempo, depen
figuras principales del resto de este tramo de his toria: Jorge m i l i ta re ) A este eje
.
A lessandri, Salvador Allende y Ed uardo Freí. La victoria fue ion obreras y, en al
d el primero, pero Salvador Allende, que ocupó el segundo gunos casos, se mov i l iz am.pesinos. Las for-
mas ideológicas y r · r i
social fueron variada (m v i m ientos populistas), pero en el
con el que forma parte del sistema después), ni la Falange Nacional, fun caso chileno fue una aL ianza de partidos políticos (el Frente
dada en 1 938. Entre 1948 y 1957, el Partido Comunista es puesto fuera de Popular), en e l que lo más notable fue la participación de la
1, ley y, finalmente, en 1965, conservadores y liberales se fusionan en el clase obrera subordinada a través de sus partidos (Socialista
P, r t i d o Nacional.
'111
El coeficiente de correlación de Pearson fue calculado para las varia
h l ' o " p roporción de diputados que fueron elegidos una sola vez, sobre el
l o l o l 1 d i ¡ u la d os y "proporción de partidos que llegaron una sola vez
"
11 1 'P ndiente ideológicamente, al de- de sus dirigentes e intele t u 1 - 44, convirtiéndose gracias a
esto en la principal atrae i n para los jóvenes universitarios
el mundo capi talista, bajo la hege chilenos en busca de domi i l i político donde comenzar una
Unidos al final d la Segunda Guerra carrera en este campo. A . fu- como la Democracia Cristia
1111 1 1 t i, u· ' 1 1 vada a cabo a través d instrumentos ideo na, al culminar la d , dirigía, a través de sus militantes
¡, )'¡ • l ¡ J li como las Naciones U nida , en la cual se nes de estudiantes de las ocho
11 • l 1 r yecto de organizar un mund de Estados-na
o l os cuales, en teoría, tendrían l a po i bilidad de También a l la década, en 1959, la Revolución
<.1 ' a rr l l arse como tales43• La Comisión E on mi a para Cubana cambi 1 t un. o político e ideológico de América
Am r ica Latina (CEPAL) de las Naciones Unida , codificó teó Latina. En 1 años de la década de los sesenta, la
ri a mente la experiencia de los países más grandes de l a prioridad d l ft i a exterior de los Estados Unidos hacia
r gión (Argentina, Brasil y México) y las convirtió en un los p a f le 1' ' i n fue la "Alianza Para el Progreso", un
p rograma "técnico" de desarrollo económico, cuyo eje sería fondo d J d- los Estados Unidos destinado a pro
l a industrialización por substitución de importaciones. Las d los países latinoamericanos, el cual
ideas que estructuraron este proyecto fueron formuladas por cond i i. n. . rti ipa ión de estos últimos a la realiza
Raúl Prebisch, a cargo de la CEPAL, y se constituyeron en la t ru t u ral " en la línea de las políticas
doctrina alrededor de la cual se reformularon los programas ' l PJ\ L4 . A l m ismo tiempo que las fuerzas
de estudio de las ciencias sociales que existían (principal armadas d t 1 1 , de l a región eran reorganizadas
mente economía) en las universidades latinoamericanas y se y equipadas n ( u n i n J hipótesis de "guerra interna", es
fundaron las escuelas de ciencias socia les que antes no exis n fuerzas de contrainsurgencia, las
tían (sociología, ciencia política, demografía, antropología Lados Unidos desarrollaban los ele-
social, etc.). Esto constituyó un gran mov i miento de moder mentas necesari r· i n t rvenir ellas mismas en los países
nización de las universidades, una renovación de las ideas amenazados por m v ir ientos insurgentes46. A esto hay que
n discusión, y las generaciones universitarias de los años
cincuenta fueron las primeras en participar en ellas. 44 Ya en 1954, Fr i aparecfa como vocero de una comisión del Consejo
La Democracia Cristiana, ya en la primera mitad de los Interamericano Económico y Soc i a l de la OEA, exponiendo los puntos de vista
incuenta, todavía como Falange Nacional, comenzó a par del informe anual de la EPAL, en cuya discusión había participado como ex
perto. Jerome Levinson y Jua n de Onís: The al/iance that lost its way, p. 39.
t i i par de estas ideas y a apropiárselas a través de algunos
45 Levinson y de Onís, op. cit.
41 V , s · Fa úndez, op. cit. 31-15, 31 rnay 1961. Cuartel General, Ministerio del Ejército. lncluido en el
'1 1 l n 1m. n uel WaJ!erstein, "Development: Lodestar or Illusion?", en Informe de la Comisión Especial de la Cámara de Dip u ta dos sobre el "Plan
1 l u l/i111Ai11S • ocia/ óence, pp. 1 04-124. Camelot", pp. 273-313.
' l l l l llt l' 1 1 1 1 1 11 ll ( 11 011, I IHM< 'RA lA Y DJ ÚDU RA . 1 970- 1 990
L PARTIDOS p L(TI S 1\N LA EXPLICACIÓN DE LA ELECCIÓN DE 1970 57
'' Las bases técnicas del plan de acción del gobierno popular. OCEPLAN,
57 Sobre la ideología y práctica de esta concepción véase Yocelevzky,
omando Nacional de la Candidatura Presidencial del Dr. Salvador Allende.
op. cit. capítulo V, pp. 189-212.
�.,; Esto es negado enfáticamente por Allende en una entrevista con el
58 Luis Maira, "Camino a la nacionalización del cobre".
1 •rio i ta Carlos Núñez en 1970, incluida en el libro de éste, Chile ¿ La
59 David Lehman, Agrarian Reform in Chile: 1965-1972.
tílti¡lla op ión electoral?, pp. 94-95.
LOS PARTIDOS p Ltfl !4 EN I. A EXI UCACIÓN DE LA ELECCIÓN DE 1970 61
¡u ' l 1 , 1l 1 u n desarrollo fuera ·del sistema de ' ! �1 1 to en la izquierda corno en la derecha, estos desarro-
11 t uvieron una influen i a n o reconocida explícitamente
1 L 1 t l l l ' l J \ l p r i ncipalmente -dentro del modelo
1 1 ¡ -, la lucha armada corno vía de acceso
<
¡ los actores pertene i n tes a l sistema de partidos. La
t r·
69
1 1 111 1 1'1\11 1 1 1 1 1 1'1 1 1 1 1 1 1' , 1 l•r.l 1 ItA! lA 1 1 1 1 1 I•J 11 1'1110 1 A ! INIOAO P I'ULAR Y LA CRISIS DEL SISTEMA POLÍTICO EN 1973 71
¡ , le In
izquierda, criticaban el intento pacífico, la respon-
11 l l u ad recae en los "reformistas" que condujeron el pro
t '' ' llevaron al pueblo a la derrota9• Para los enemigos del
l o, n d ía n cr 'dito a 1 1( 'i l ismo,triunfantes ahora, se trata de "probar" la existen
iali mo y l os que n cia de la conspiración comunista, lo que, de nuevo, deja sin
la l ucha armada como úni ·cn tido a la discusión anterior y, además, justifica moral
5
d r . in embargo, entre los prim r mente la acción de todos los que intervinieron en el golpe
i a e n t re los que justificaban sus esp ranz de Estado10.
t -óricos generales o doctrinarios y los que a [, Sólo por excepción se podría encontrar algún estudio que
xcepcionalidad del "caso chileno"6• Entre los ene m i g re-
busque enmarcar en otros términos la situación que llevó a
dominaba la visión del gobierno de la Unidad Popular mo Chile del triunfo de la izquierda en 1970 a la dictadura
una "conspiración comunista" que, pacífica o no, conduci ría, militar en 1 973. Esto se debe, sin duda, a la importancia
tarde o temprano, a una dictadura, por lo cual toda la dis paradigmática que se atribuyó desde el comienzo a: la ex
cusión en la izquierda no tenía sentido para ellos7. periencia chilena, sin relación alguna con la importancia del
Una vez producido el desenlace del proceso, los mis país en el mundo.Por ello, es prácticamente imposible asu
mos argumentos asumen nuevos significados. Para los que mir un punto de vista indiferente a los valores que estu
creían en la vía pacífica al socialismo, las causas de su de vieron en juego y a los resultados de todo el proceso.
rrota se encuentran en la inmoralidad de sus enemigos, la Sin pretender dar respuesta a las preguntas planteadas
derecha chilena y el gobierno de los Estados Unidos, y en la por toda la literatura acerca del caso, el propósito de este
análisis es examinar la evolución de los actores entre 1 970 y
'' n rlos Al ta mi rano, Dialéctica de :Jna derrota; Genaro Arriagada, De La 1973 prestando especial atención a las formas organizativas
"vfa chilena" a la "vía insurrecciona[", (con prólogo de Eduardo Frei M.); e ideológicas en que se acumularon las fuerzas para el en
naro A rri.:tgada y Claudia Orrego, Leninismo y democracia; Helios Prieto, frentamiento final.
h ile: lo g orila t'slaban �ntre nosotros.
5 Véa e jo, n a r s, op. cit., como ejemplo de los que creían en la vía
ch ilena, y M I R, " M ouvement de la Gauche Revolutionaire, 1 970-1973,
Recueil de "] xte " omo jemplo de la otra posición. 8 E/ Pleno de agosto de 1 977 del Comité Central del Partido Comunista de
6 Aun cuando la l i fc ren ia es de ma t ices, es interesante verla, por Chile.
ejemplo, entre el Prim r M >nso je del 1 ¡·esiden te A l lende al C on g res o Ple 9 "¿ Qué es el MIR ? " Documento preparado por el Comité Central del
no, 21 de mayo de 1 971 y lo ar um'ntos de joan a rcés en El Estado y MIR en la clandestinidad. Diciembre de 1 974, en MIR 1973-1975. La posición
los problemas tácticos en el gobierno de 1\ llellde, p p . 225-277. del peguei'io sector "maoísta" está expuesta en Jorge Palacios, Chile: An
7 Andrés Echeverría y Lui Frei B., ( 01 pi J. or ), 7 970- 1 973: La lucha
•
Attempt at "Historie Compromise". The Real Ston; of the Allende Years.
por la juridicidad en Chile, tomo 1, p. 9. 10 Robert M oss, Chile's Marxist Experiment.
72 C' I I J I,l l: i' 1( !'!1 1 . 1' l ,/' ! '1 'O: , I IIMI I lt lA l ll ' 1 ' 1 \ J I A. l iJ7t l· 1 990 I .A U N I I A D 1' P L A R Y LA CRISIS DEL SISTEMA POLÍTICO EN 1973 73
se han oc up ado de ellos como un conflicto ideológico. É ste de alvar t pr b l I d - finir 1 conflicto ideológico a
estaría centrado en cuestiones tácticas que planteaba la apli partir de las re lac i o ne q u e e tablecieron entre ambos
cación d J Programa Básico de Gobierno de la Unidad Po sectores en lugar de suponer su división tajante o, incluso,
pular, suponi ndo un grado de consenso alrededor de este su independencia absoluta. Esto permite ver un cuadro
programa com d firü ión stratégica. En este conflicto se mucho más complejo en el nivel organizativo y poner en
definirían do p qu rr p o n der ía n a dos bloques duda algunas de las suposiciones acerca de la representati
de fuerzas dentr : p r un l ado u n a posició n vidad social de cada una, aun cuando el costo de este punto
que estaría repr fw nt l r el m ismo de vista es terminar de forma mucho menos conclusiva que
A llende y el Pa r t i a l i fi ada de "re- otros comentarios de este período.
formista" por u rfti , y, p r
o tro, un.a p os ición "revolu El conflicto ideológico parece bien definido si se toma
cionaria" o " u l tra-izquierdi ta", según la visión sea favora como eje la adhesión a la vía chilena en tanto se la considera
ble o crítica, y que estaría representada por el MIR y sectores una posibilidad de tránsito al socialismo sin ruptura v iolenta
del Partido Socialista y del MAPU. del marco institucional y, por lo mismo, a través de la trans
formación paulatina de ese mismo marco, en la medida en
que la fuerza social se expresara como apoyo al gobierno13•
11
El análisis de l a génesis del sistema se encuentra en R i ca rdo 12
Como ejemplos de esto véase Prieto, op. cit. y Palacios, op. cit.
Yocelevzky , "El desarrollo de los partidos politicos chilenos ha ta 1 70", 13 Luis Corvalán, "Nada hay más revolucionario que luchar por el
en Argumentos, No 7, México, agosto de 1989 y, sintetizando, n J n¡ r L ulo éxito del Gobierno Popular". Informe al Pleno del Comité Central del
a nterior. Pa rtido Comunista, 26 de noviembre de 1970.
74 1 ! 1 1,11: I'AI '1'1 1 ,' I'OI .f'l'l S, DEM RA lA Y DICTA 1' , 1'1?0· 1 990 I . J\ UNIDAD POPULAR Y LA CRIS IS DEL SISTEM A POLÍTICO E N 1973 75
16
14 "Análisis de la significación y de las consecuencias de la elección de Véase la crítica a esta actitud en Luis Corvalán, Informe al Pleno de
al vador Allende a la Presidencia de la República". Documento elaborado agosto de 1977 del Comité Central del Partido Comunista de Chile, op. cit.,
1 or el Secretariado Nacional del MIR y publicado en la revista Punto Final p . 35.
en octubre de 1970. 17 Pedro Vuskovic, "Distribución del ingreso y opciones de desarro
10 Respecto de esto último véase "Las Primeras Cuarenta Medidas del l lo". En Economía política en la Unidad Popular. Materiales de los Cuadernos de
obiemo Popula r". In Realidad Nacional (1970-1973).
7 1 A N I OAD POPULAR Y LA CRISIS DEL SISTEMA POLÍTICO EN I973 77
i a del desarrollo del país, l l' ' I Ü a l a necesidad d e emprender transformaciones rápi
1 rlv da se sujetarían a esa estrate y profundas. De este modo, los límites a las expropia-
lr i nstrumentos de política eco- iones no debían estar determinados por la estrategia res
¡ , [ l m n t e l control del comercio exterior y pecto de las clases medias sino por la urgencia de lograr la
1 l tado y, por otro lado, por una deman organización y movilización de sectores populares. Esto úl
u to de la redistribución del ingreso y que timo requería de la producción de formas nuevas de orga
tricción en las utilidades, por el control de nización y del respaldo del gobierno a las reivindicaciones
n un aumento en el volumen de las ventas18• que reforzarían la conciencia de la profundidad de las trans
t e tra tegia de desarrollo parecía coherente con una formaciones, dejando a las demostraciones de la fuerza so
t r t ia política que buscaba ampliar el apoyo al proyecto cial así acumulada el resolver la inclinación de las clases
n t r l a clases medias. Los sectores dependientes entre es medias, a partir de mostrarles la inevitabilidad de los cam
C ll ti mas, serían beneficiarios directamente de la redistri bios o, como se le llamó, la " irreversibilidad del proceso"20•
d 1 i ngreso, en tanto los sectores independientes La coexistencia de estas dos versiones tácticas definió la
i r .d u m e r iantes), l o serían indirecta- acción del gobierno, pero no en el sentido de una de ellas
n J u pr d u ión y ven tas au men- como propia del gobierno y la alternativa como externa a él,
1 t rmi t i ría ai lar, social
- sino como ambas coexistiendo dentro del gobierno. Aun
dat f ta d s por l as cuando una de ellas predominara, la otra actuaba parcial
r 1 t do el control mente fuera del gobierno pero siempre tratando de ganar
n mía. posiciones dentro de él. Esta situación determinó las ambi
p pu lar, expresado en moví güedades de la acción del gobierno y de las fuerzas que lo
m a rcos organizativos legales, partí- apoyaban21•
in t , que, sumados al apoyo creciente de las
m d i a , dieran un respaldo social y político al gobier
no q ue le permitiera aislar a las clases dominantes y neutra 2.3. LA ACCIÓN DEL GOBIERNO Y SUS AMBIGÜEDADES
ria pero no la pérdida de su independencia relativa, que chilena y el gobierno de Eduardo Frei 1 964-1970.
25 Ver como ejemplo la conferencia dictada por Carlos Altamirano al
22 M l .R: "A nálisis de la significación y de las consecuencias d e la elec- regreso de un viaje a Cuba y publicada por la revista Punto Final, N° 31,
,, 1 • , l v ador A llende a la presidencia de la República", op. cit. egw1da quincena de junio de 1967.
1< 11 '1 1\ 1 IC'f'ADURA. 1970-1990 U\ U N IDAD POPULAR Y LA CRJS!S D E L SISTEMA POLÍTICO EN 1973 81
' • lt 1 1 ll l Pu rlido Socialista en el congreso iguiente manera: debía tran formar la economía, el Esta
! ¡ 1 :1. 1 1 n en La Serena en 1971, y y el sistema político sin r mp r el marco normativo del
· ' r-· t río general del MAPU después de Estado y reforzando el sistema p l ítico, en la medida en que
e ese partido, Rodrigo Ambrosio. los partidos en el gobierno ran parte de él. En esta formu
militante o membrecía de los parti lación, la estrategia y la tácti a del gobierno se definían así:
mejante; pero quizá más importante aún, fortalecer los partidos de la Un idad Popular, apoyándose en
l Partido Socialista de cuadros e incluso or la política redistributiva29, 1 ual extendería la base social
ompletas, provenientes de la izquierda extra de apoyo de éstos al pr fundizar su influencia entre los
J lt l d c 11' 1. n taria26. Sin embargo, no es ésta la única tendencia sectores populares y, ademá , la extendería hacia sectores de
¡u ' refuerza en este nivel; hay que considerar la reac las clases medias. De t m do, la política económica per
l i v, i n. de miembros generalmente pasivos de los partidos mitiría dar paso al cambio p l ítico sin ruptura sino más bien
1 • 1 i ngreso de nuevos miembros causados por el acceso de por una autotransforma ión del sistema político.
1 rganizaciones de la izquierda al gobierno y las conse- La política económ i a e transformó en el campo pre
LI ntes expectativas de obtener puestos y p rebendas en ferente de confronta i n entre el gobierno y la oposición,
o los niveles del sector p úblico27. pero también en el p u n to de concentración de las demandas
E n el tercer nivel, el de las clien telas de l os par tidos, impulsadas entre lo tores populares por los cuadros que
mbié n ocurrieron estos cambios, al ri tmo del aumento se adherían a la posi ión rup turista. Para éstos, el encabezar
neral de la movilización social provocada por la elección ese tipo de mov i l iza i o nes se jus tificaba por el nivel de
1970. En los sectores de obreros, campesinos y pobladores conciencia que lo tor mov i l izados alcanzaban a través
p rodujo una verdadera explosión de organización y de ellas, al mismo tiempo que les perm i tía ampliar su grado
1 � v i li zación que, en muchos casos, fortalecieron significati de penetración e i nfluencia entre los sec tores sociales consi
v mente a la posición rupturista dentro y fuera de los par derados estratégicos para el triunfo del proyecto socialista.
t idos de la Unidad Popular. En este último caso, el principal Así, se observaron desarrollos nuevos en la lucha sindical,
n ficiario de este fenómeno fue el MIR28 • entre los campesinos y entre los pobladores30.
estas condiciones, el problema político que enfrenta
En
ba el gobierno se podía formular en términos abstractos de 29 Fernando Cortés y Ricardo Yocelevzky, "La distribución del ingreso
en el gobierno de la Unidad Popular (1970-1972)", Demografía y Economía,
26
N° 43.
Es el caso del Movimiento Revolucionario Manuel Rodríguez (MR-2).
27 30 El crecimiento de la afiliación a sindicatos es w1 buen ejemplo. En
Parte del eruaizamiento de los partidos en la sociedad se debía a la
u p, idad de "patrocinio", es decir, a la promoción de intereses inclividuales
los tres años del gobierno de la UP el n úmero de afiliados creció, en tér
1 1 • grupo por parte de los políticos profesionales de todos los partidos.
minos absolutos, en un volumen semejante al alcanzado en los ocho años
211 M anteriores. Guillermo Campero y José A. Valenzuela, El movimiento sindical
a u rice Najman, Le Chili est proche: Révolution et contre-révolution
dan le hili de I'Unité Populaire, pp. 14-22. en el régimen militar chileno. 1 973-1 981 .
2 ' l l l l l i l' l l l l li '1 1 '1 1 l l 'lt ' S, 1 1\M RJ\ lA Y DICTAD RA . 1 970- 1 990 1 .1\ UNIDAD POPULAR Y LA RlSIS DEL SISTEMA POLÍTICO EN 1973 83
i i n rupturista (fundamentalmente del PS) . política económica ocul tab tro problema quizás más pro
Por otra parte, dado el carácter corporativo de las rei fundo. Por su contenid tanto como por los métodos de
v i ndi caciones alrededor de las cuales el sector rupturista movilización y acción par 1 1 ogro de sus demandas, estos
organizaba las movilizaciones, no se garantizaba que la movimientos ponían en t n ión la relación entre el gobierno
nciencia política que desarrollab an estos sectores coinci y los aparatos del Estad , n particular con la policía, las
d í ra con lo esperado por los cuadros políticos que los or fuerzas armadas y 1 Poder J Ltdicial. Para la oposición, el
ganizaban. Dependiendo del logro o no de l a s reivindicac io punto era poder d m trar que el gobierno toleraba el reba
nes, el efecto podía ser u na integración o por lo menos samiento de la 1 ga l i dad por sus partidarios y, más tarde,
mayor contacto con el sis tema político, s us c uadros profesio que la acción del m i mo gobierno se ubicaba fuera de la
nales y sus canales de funcionamiento. Esto es muy claro en ley32.
1 caso de las industrias en que la demanda de los trabaja En este punto se en tra n un terreno muy poco firme
dores era su integración al área social de la economía, o de porque así como no e p uede afirmar que toda acción
Jos campesinos que pedían incorporar tierras a la reforma reivindicativa fuera de l os límites de la táctica del gobierno
agraria, o los pobladores que demandaban vivienda y dota- reforzara a la posición rupturista, tampoco es claro que la
ión de servicios urbanos. Aun cuando el movimiento se política del gobierno de no recurrir en lo posible a la repre
rganizara con participac ión de la izquierda extraparla sión lo colocara fuera de la ley, como afirmaba la oposición,
rnentaria, la franja intermed ia, los rupturista s dentro del o que el resultado de toda movilización no controlada por
i tema, actuaban como gestores de las demandas y la satis el gobierno fuera a redundar, por la vía de proporcionar
facción de éstas dependía del gobierno. De manera que no argumentos a la derecha, en un fortalecimiento de la oposi
e p Ltede afirmar que todo movimiento reivindica tivo de ción. Ambas acusaciones se formularon, apoyadas en pruebas
tares populares que planteara demandas que ponían en
tión los límites tácticos que el gobierno había fijado en
31 Carlos Mistral, Chile: del triunfo popular al golpe fascista, pp. 67-73.
la a p l i ación de su programa fuera necesariamente a resul
32 Echeverría y Frei (compiladores), op. cit., tomo II, "Acusaciones
t a r, a l final, en un fortalecimiento de la posición rupturista onsbtucionales".
'1 1 1 1 1(1 1'/\1 l l l 1 1 1' 1 1 1 1 ' , , 1 11M RA l A Y DICTADURA. 1 970-1990 L A UNIDAD POI'ULAR Y L A CRISIS D E L SISTEMA POLÍTICO EN 1973 85
n ·' '· S n
•mbargo, en un nivel más profundo, del sistema político. Ciertamente, la evidencia a este respec
1 ' lo J u ha ideológica se resolvió en favor de la to no abunda, ni los actores q ue hoy asumen posiciones,
rque sus afirmaciones fueran verdaderas semejantes o distintas a las q ue los identificaban entonces,
1 q u l permitieron profundizar una separación entre estarían demasiado dispue tos a aceptar esta conclusión. Sin
··1 •' l d y - 1 gobierno que, finalmente, fue importante en embargo, la sola persistencia de esta élite política puede ser
l- J' >. ! u i n de su propia situación interna, en favor de la considerada hasta hoy un b uen indicador. Por otra parte, ya
tr ruptura, la que triunfó, el golpe de Estado. se ha mencionado la ambigüedad que comportaba la acción
in d uda, todo este proceso incrementó la participación de líderes que buscaban mejorar su posición dentro del sis
p pu lar y desarrolló la conciencia de los sectores populares tema a través de un discurso rupturista. Por otra, ellos cum
n términos de una opción estratégica por el socialismo. Esto plían en parte la tarea de subordinar a los sectores que, en
puede ver en elementos de la conducta social y política los tres niveles, ubicaban tanto su acción como su discurso
p o r- ordados hoy 34. Sin embargo, en términos de las fuera del sistema (la otra parte la cumplían los contactos
t ti a explí itas, lo único claro es que, en la prác directos en el nivel de la cúpula entre líderes de las dos
.
n rup t u r i ta d bió subordinarse hasta el final al posiciones)35.
[, li 1 z part id que lo apoyaba y que La subordinación real de la posición rupturista al gobier
1 ·l no y a quienes apoyaban la táctica de mantención del siste
de masa ma institucional se ve opacada por dos factores que tuvieron
1 fi nes ele torales o consecuencias más allá de su significación real en la corre
ontradicción entre las lación de fuerzas dentro de la izquierda: la política hacia las
op i on u i tían alcanzaban su mayor viru- fuerzas armadas y el impacto de la confrontación ideológica
1 n ia i d ol ti a en el nivel intermedio, el de la en los sectores intelectuales.
ba m i l i tan t de l os partidos. Esto es quizás lo que más A la luz de su acción en el golpe de Estado, las fuerzas
contri b uy a la i magen de irreductibilidad con que se ha armadas han sido objeto de discusión en casi todos los co
proyectado esta contradicción, pero ya se han señalado tam mentarios posteriores a la experiencia chilena. Se ha desta
bién las ambigüedades que en este nivel se podían observar. cado la contradicción entre las políticas del gobierno y del
En el nivel cupular, lo que llamamos la élite política sector rupturista hacia ellas. Aparentemente, la dualidad se
profesional es donde la contradicción se resolvía en favor expresaba en la intención del gobierno de mantener la es
tructura de las fuerzas armadas como parte del sistema
33 Véase, por ejemplo, el Informe al Pleno del Comité Central del PC,
de agosto de 1 977, op. cit . , pp. 22-23.
35 Alain Touraine parece apuntar al mismo tipo de hechos sin que esto
34 Como ejemplo, véase la historia de los obreros textiles de la indus
tria Yarur contada por Peter Winn en Weavers of Revolution: The Yarur suponga que estaría de acuerdo con el análisis que se hace aquí. Véase Vida
Workers and Chile's Road to Socialism. y muerte del Chile popular.
'1 1 1 1 111 1' 1\ 1 1 1 : 1 '0 1 .( 1 '1 'OS, 1 EM RA lA Y DlCTA I RA. 1 970- 1 990 I ,A UNIDAD POPULAR Y LA CRISIS DEL SISTEMA POLfTI O EN 1 973 87
que no habían sido d-irigentes clientela, sin embargo, requirió d un cambio radical en los
modelos organizativos e id 1 gicos de acción política39.
1 rece posible, desde el punto de vista Esto, que parecía poco claro ante de la elección de 1970, se
¡ 11 ! ,. ¡l,¡r , j lado aquí, atribuir la derrota a la existencia transformó en el rasgo pr d m.inante de la oposición al
'! l n ias ni al predominio de una sobre la otra. Si gobierno de Allende.
ncia disponible muestra que la b recha entre El hecho de no haber - 11 gado a un acuerdo entre la
n ra absoluta y que, por el contrario, los contactos derecha y la Democracia ri t iana para enfrentar unidos al
rnbas introducían algún grado de ambigüedad en su "peligro comunista" repr n tado por la Unidad Popular en
n y, que, por otra parte, el predominio del gobierno y 1970, indica que la dere l no evaluaba bien el peligro real
la p sic ión institucionalistas entre quienes lo apoyaban es de un triunfo electoral d- la izquierda o no limitaba sus
tante claro, no se puede deducir de allí el que la derrota opciones a las qu apar ía n dentro de la legalidad que
fu ra producto de esta correlación de fuerzas en la izquier normaba el sistema p Hti o. Por cierto, ambas razones no
d a . Por lo menos, parece razonable aceptar que si la derrota son excluyente . La v idencia que la conducta posterior
n .o se produjo antes, se debió a ese predominio táctico del permite apor tar, má algunos otros indicios, hacen suponer
gobierno. La duda sobre la val idez estrátegica de esa posi- que la coexistenci a de ambas posiciones es anterior a 197040•
ión permanece, sin embargo, en tanto lo q u e decidió el Lo que sí camb i a definitivamente a partir del triunfo de
n frentamiento fue que, en una división de la oposición Allende es la correlación de fuerzas entre ambas y, en este
ernejante a la que se ha descrito aquí en el caso de la iz- sentido, si la historia del gobierno es la historia de la ambi
quierda, fue la posición rupturista la que subordinó a las güedad producida por el predominio de la posición insti
demás fuerzas. tucional, la subordinación de la posición rupturista y las
relaciones entre ambas, la historia de la oposición es el cam
bio desde el predominio de una posición institucionalista al
2.4. LAS ESTRATEGIAS DE LA OPOSICIÓN de una posición rupturista. Sin embargo, esto no es sólo un
n tro de la simetría política que se ha planteado en térmi 39 Véase Ricardo Yocelevzky, op. cit., pp. 258-263.
no de la división en la oposición y en el gobierno, la situa 40 En 1967, el gobierno democratacristiano hizo detener a la directiva
ión de la primera presentaba ciertas diferencias en otros del Partido Nacional acusándolos de promover un golpe de Estado. Los
tribunales los liberaron incondicionalmente. Esta actitud del Poder Judicial
n i veles. Desde el punto de vista social, el problema de la
es aducida como prueba de inocencia por Sergio Onofre }arpa en entrevista
1 .u v a derecha era conformar una base de apoyo electoral
realizada por Silvia Pinto y reproducida en el libro de Jarpa, Creo en Chile.
u upliera al voto rural, cuya pérdida había determinado Sin embargo, los antecedentes de esa detención son revelados por el mi
ri i de la derecha tradicional a mediados de la década nistro del Interior de esa época, Bernardo Leighton, en entrevista acerca de
n l r i r. El recurso a los sectores medios urbanos como su v i da política. Véase Otto Boye, El hermano Bernardo.
o l' l l l lH 1 f i 'J ( 'O.', 1 1\M ! 970-1990 91
' l i J I .J I¡ I 'A I
UNIDAD PO PU LA R
1' RA lA Y DICTADU RA .
LA Y LA CRISIS DEL SISTEMA POLÍTICO EN 1973
'11 l.1 n n
pos i tora. Se trata de cambios ideoló
¡
integra, o se integra sólo par i l m n te, al sistema de parti
!1 ' J 1 ¡¡·¡J n z Ll v y de un proceso de movilización social dos44. Por otra, también en la derecha se activan cuadros
l . l 'D ¡ u , finalmente, se traduce en el apoyo, consciente
'
que, perteneciendo a genera ion anteriores, habían perma
d u nos e inconsciente por parte de otros, a la
necido al margen del cauc p r i n ipal de los acontecimientos
.i n del sistema político41.
políticos, dominado como taba por los partidos y el siste
• n r i ncipio, desde e l punto d e vista ideológico, la opo-
ma de negociaciones esta bl · ido entre ellos45.
1 i n tentó proyectar, desde la elección de 1970 y hasta el
1 n
El contenido ideológi esta renovación de la derecha
d
m men to mismo de la resolución del conflicto, la imagen
tenía también un pun to n omún con la correspondiente en
que denominaremos "restauradora"42• Esto quiere decir que,
la izquierda: una tend - n ic r upturista que consideraba in
en s u discurso, la amenaza al sistema provenía del gobierno
compatible el logro d us objetivos estratégicos con la
y de las fuerzas que lo apoyaban. En este sentido, las expre
mantención del sistema polít ico46. Sin embargo, en otro terre
siones ideo lógicas (al igual que en el caso de la izquierda)
no, no existía el camp o mún que unificaba a la izquierda.
opa aban la v isión d la real correlación de fuerzas en la Si en ésta el acu rd e asentaba sobre la definición del
p a la características de los cuadros socialismo como m.odelo de sociedad y como vía de desarro
m i l i ta n t y la cúpula profesional llo deseables, en la derecha las propuestas eran más varia
Ha l o m ismos prin · rv r n das. Había críti a al desarrollo económico y al sistema
ipi t d n el caso de la político, pero n e unificaban necesariamente en una pro
izqui , un r te - n ra i n a l q ue deli m .i ta puesta altern a tiva. Las críticas se ubicaban en terrenos ideo
L ma nueva é l i te, o un sector de base mil i tante que aspira a
lógicos tan variado como la historiografía, en el cual los
i ntegrarse a l a élite profesional de la política, pero que no se
nacionalistas de v ario pelajes coincidían en una visión del
período de la h i s toria nacional q ue se estaba viviendo como
"decadencia"47, o en la economía, donde hacía su aparición
41 Véase Ricardo Yocelevzky, "Agrupamiento corporativo y estrategia
política: el golpe de Estado en Chile". International Review of Sociology. Serie
44 Entre estos sectores hay que considerar, principalmente, a los
IIe, vol. XIX, No 1 -2-3, Roma, 1983, pp. 137-154.
42 Aún al momento del golpe de Estado, la Junta de Gobierno "gremialistas" de la Universidad Católica y a algunos jóvenes del Partido
se com
promete a "restaurar[ . . . ] la institucional idad quebrantada ". Véase Decreto Nacional.
Ley N°1, "Acta de constitución de la Junta de Gobierno", del 11 de sep 45 Aquí se incluyen los nacionalistas que se integran al Partido Nacio
tiembre de 1973. Editorial Jurídica de Chile: 1 00 primeros decretos leyes dic nal desde 1 965, así corno los que se activan a raíz del triunfo de la izquier
da en 1970, corno los de Patria y Libertad.
tados por la Junta de Gobierno de la República de Chile, pp. 6-8.
46 En esto hay también matices, desde Jarpa que consideraba necesario
43 En este sentido, los principales engañados fueron los democratacri
s
ilegalizar al Partido Cornw1ista (op. cit., p. 75), hasta Pablo Rodríguez Grez,
tianos que apoyaron el golpe creyendo que la "restauración" los l l evaría
que proponía reemplazar el sistema político por w1o de carácter corpora
a eUos de vuelta al poder. En cambio tuvieron que esperar 1 6 años y
tivo. Véase su libro E ntre la democracia y la tiranía.
mectio.
47Juan Luis Ossa, Nacionalismo hoy, pp. 28-32.
LA U N IDAD POPULAR Y LA CRISIS DEL SISTEMA POLfTlCO EN 1973 93
2 '1 111 111 1' 1 l 11 l 1' )1 , ( 1'1 ' lS, OGM RACIA Y DICTADU RA. JY70- l990
f
que permití r
nn uJ a tear e l t r nsformaciones contenidas en su p r grama54. En este punto
A l lende pero que conserv r I n J ' J idad e trata de preservar el sistema polít ico de la acción transfor
n n i n to del sistema. Al no encontr r w 1 madora que se teme por part d 1 gobierno, pero, como ya
l t ¡ u ' J c r<� n tizara ese resultado, optaron por un se apuntó, las medidas que se pr ponen para esto incluyen
1 ' miento a l nuevo gobierno. Este sentid L i ' f l el separar a un aparato del E tado tan importante como las
' t d .i ionamiento de l os votos democrata cristia J fuerzas armadas55.
C 1 reso Pleno a l a aprobación de una reforma con titu .i - La ambigüedad de e t r u mento quedó en descubierto
n a ! , conocida como "Estatuto de garantías democrá t i as", al producirse las eleccion municipales de abril de 1971. En
q ue, en general, limitaba los poderes presidenci ales pero, ellas, las fuerzas del g b.i rn alcanzaron el 50% de la vota
quizás lo más important e para l ograr esto, buscaba indepen ción. Sin embargo, p r tr tar de r novación de los muni
dizar al Estado de la acción del gobierno. El propósito de cipios, la acción q ue d d· J gobierno pudiera emprenderse
impedir las transform aciones contenida s en el Programa no se veía frente a una ampl iación sustancial de sus posibi
Básico de Gobie rno de la U . P. era explíci td3• l idades. En esta i t uación, la oposición no estaba dispuesta
La separación del E tado n r specto al gobierno puede a conceder a la votación ningún otro significado más allá de
parecer una abs tra .i n inn para en tender el resu l- las consecuencias institucionales que de la misma elección se
tado final del enfr n tam ien t robar ra ompren- derivaran56• La noción del significado doble del voto, el insti
der el desarro l lo qu onduj i mportante r tucional y el de expresión de fuerza social a favor o en contra
examinar cómo se fu e r o n p ro d u c iendo las condiciones del cambio, fue tomada esta vez por el gobierno pero sin
ideológicas y prácticas q ue confluyeron en él. Entre los ele
mentos ideológicos, el primero que apunta en esta dirección 54 El primero en exponer públicamente estos argumentos fue el vocero
es el que, interpretando el sentido de la mayoría relativa que más tradicional de la derecha chilena, el diario El Mercurio, en su edi torial
del 23 de septiembre de 1970, describiendo la pa radoja que representaba
dio el triunfo a Allende, deduce que la legitimidad de su
el que una democracia sólida permitiera, con menos de un tercio del elec
gobierno es limitada. Aun cuando acepta que l a votación torado, dar pie al cambio revolucionario de las instituciones. El mismo
permite a A llende ocupar l egítimamente la presidencia y argumento es retomado por Jaime Castillo Velasco, ideólogo de la Demo
organizar su gobierno, niega que, en ausencia de una mayoría cracia Cristiana, en una entrevista concedida al mismo periódico pocos
días después (El Mercurio, Santiago, 27 de septiembre de 1970).
absoluta, ese gobierno pueda legítimamente emprender las
55 Véase la reforma del artículo 22 de la Constitución de 1925 contenida
1
mt 1 ", r p resentada por la Democracia Cri tian . J reu n i r contra del gobierno: las agrupa i nes corporativas y los mo
• •L p r tido la mayor fuerza electoral opositora al i rno vimientos sociales ajenos a l i tema d e partidos60 .
n ta ocasión, parecía ubicarse como fuerza heg m n i a
del conj unto de la oposición. A partir de esta correlación de
Con todo esto, la opo i i rl p resentaba un cuadro abi
garrado y ambiguo. Sin emba rg , a l igual que entre las fuer 1
1'
fuerzas e n l a oposición, y del avance del gobierno en e l zas del gobierno, los p u n t d e comunicación entre las dis
a poyo electoral, la estrategia opositora s e concentra en e l tintas formas de organiza i n h acían que las fuerzas dentro
1
intento d e limitar p o r medios institucionales la aplicación de la oposición fueran r-d finiendo su carácter en la prác
del programa de gobierno. El centro de actividad de esta tica, aun cuando conserva ran posiciones distintas en lo ideo
estrategia es el parlam n.to, por lo tanto la forma de organi
zación dominante son lo pa rtido y, dentro de ellos, en el
lógico. En particular, la mov i lización social opositora fue el
campo que permitió resol ver los p roblemas insuperables en
.\
campo opositor, el pr d m i nio p rt n in duda a la De el terreno ideológico.
mocracia Cristiana58. La primera ocasión en que la oposición mostró el nuevo
En apariencia, la d r ha, r pr n tada por el Partido rumbo que se p roponía tomar fue la "marcha de las cacero
Nacional, quedaba subord i n ada a la estra tegia insti tucional las vacías". En ella se podía observar una movilización de
de la Democracia C ristiana. Sin embargo, el Partido Nacio un sector social, las mujeres, que no era controlado directa
nal no agotaba las opciones ideológicas y organizativas de mente por los partidos. Planteaba una crítica a la política
la derecha; fuera del sistema de partidos se organizaba un económica del gobierno y al desabastecimiento, que no
grupo de corte fascista, Patria y Libertad, y, conectada al implicaba una alternativa a esa política, por lo tanto podía
Partido Nacional surgía una organización juvenil que ten ser apoyada por todos los sectores de la oposición. La mo
día en la acción a confluir con Patria y Libertad, el Coman vilización callejera permitía la acción de grupos parami
do Rolando Matus59• Por otra parte, la posición antisistema l i tares, de dentro y fuera del sistema de partidos y, por úl
timo, creaba un clima de agitación en el que, incluso, algunas
ó7 Según. algunos, debido a que el resultado de la elección desestabiliza
la correlación de fuerzas internas de la Unidad Popular al aumentar su
votación el Partido Socialista, permanecer estable el Partido Comunista y
J i s m i n u i r los radicales. Boye, op. cit., p . 172.
�" V éase Echeverría y Frei (compiladores), op. cit., tomo JI, "Acusacio- 60 Esta línea i d eológica y de acción fue promovida en los editoriales
n· nsl i l u ciona les" . de El Mercurio desde an tes que Allende asumiera la presidencia, como
�·�
1 k Pa rker, La nueva cara del fascismo, pp. 1 50-1 51 . reacción al resultado de la elección presidencial.
1 1 1 1 111 1'1\1 1 1 1 1 1 1' 1 111 ' 1 1 11 M 'RA 'lA Y DICTADURA. 1970-1990 1 A I I N I DAD P PULAR Y LA CRISIS DEL SISTEMA POLÍTICO EN 1973 99
11 1 1 r· v caban un rechazo claro ·de los H l lo ue opositor volvía a la manos de los partidos po
n m
s apegados al sistema político61. l l l · J. g Lte actuaban dentro d 1 i stema63.
re mios patronales (del 11 de octubre al aparente de este ú l t i m ambio reside en que ya la
1972) marcó una nueva etapa del conflic • ! • i ón se plantea como un nfren tamiento de bloques elec
• m mento ya se podía observar un rechazo al
'
l ra les en que la Demacra ia ristiana aparece no sólo diri
¡ r l • ' l d l gobierno que se apoyaba en el poder económi- gida por su sector más d r h i ta, e l d e Frei, sino que dentro
cl 1 tor privado, pero como organismo de masas que de un conjunto, la Conf d ración Democrática, CODE, en el
mov i l izaba a medianos y pequeños empresarios de todas las que el Partido Nacional, o mo otro componente, introduce
r mas, además de las profesiones liberales. En este punto, la un elemento rupturi t q u for ma parte d e é l y, a l a vez,
po ición organizada dentro del sistema de partidos pierde conecta a todo el bl gu on los elementos rupturistas que
por pri m.era vez la conducció n del movimiento opositor. Sin actúan fuera el 1 si t - maM. El l i ma de movilización electo
mb r , la p r i n i pa l f uerza de este sector, la Democracia ral, unido a la mov i l iza ión oci a ] que, si bien no plantea
t l m a r onciencia de la importancia y otro enfren ta m i e n to estra tégi o como el de octubre de 1972
1 . n t h 62.
tampoco desaparece, contribuye a una radicalización del
to ya a l a conjunto de la oposición por la base, proceso en el cual
d t en r el insensiblemente los democratacristianos van desdibujando
r beza de las su perfil ideológico y siendo subordinados a las otras fuer
mbargo, este movimiento, t . in zas de oposición65.
in d uda xit so n lo i n mediato, tendrá un efecto contrario
n el plazo más largo. Por lo pronto, la presencia de los
63 Ver una versión de este período en l a s memorias pós turnas del
omandantes de las fuerzas armadas contribuyó a terminar Comandante en jefe del Ejérc i to que a s u m i ó como ministro del Interior,
e enfrentamiento, en particular, y a estabilizar provisoria Carlos Prats González, Memorias. Testimonio de un soldado.
mente el sistema, hasta la elección parlamenta ria de marzo 64 "Durante el paro gremial de octubre de 1 972 el presidente del par
de 1973, con lo cual, al menos en apariencia, la hegemonía l icio [ Nacional], Sergio Onofre )arpa, modificó el programa para incorporar
un e l e mento de corte gremialista o semi corporativo, lo cual produjo un
n •r amiento más estrecho entre las diversas manifestaciones de la derecha
61
La marcha tuvo lugar el 1 a de diciembre de 1971, dando lugar a ( t ir ' 1 l ' Nacionalista Pa tria y Libertad y Movimiento Gremialista ) " .
incidentes que se prolongaron casi una semana en Santiago, lo que lleva 1 1 ' i 1 1 h a r 1 Friedmann, 1 964 - 1988 La política chilena de la A a la Z , p . 103.
al gobierno a declarar "Zona de Emergencia" a la capital . En el mismo ,,., E l a n á l isis del paro de octubre de 1972 que hace Orrego,(op. cit., p p .
mes, la Democracia Cristiana entra en las primeras alianzas electorales con ' ( ) ' ), 1 l,1 n l •a correctamente la relación partidos-grem ios en la estructura
el Partido Nacional. FLACSO, op . cit., pp. IV. 163 IV.170. - 1 1 1 1 ' 1 \l l , :i , •mba rgo, en l a coyuntura d e ese movincien to, sobreestinta a l
62
Véase la crónica y análisis de estos hechos desde el punto de v i s ta 111 1 1 11 1 l l ' I l l J o e l pa p e l d e los partidos e n general y el del s u yo e n parti-
democratacristiano en Claudia Orrego Vicuña, El paro nacional: Vía chilena 1 1 1 1 1 1 , 1! ·r lnu q u e el paro creció y se m a n tu v o gra ias a la participación
contrn el totalitarismo. l 1 )\1 !'1 1 1 111 u ns bases se identificaban con .la O mocracia Cristiana, pero
11\ U N I DAD P P LAR Y LA CRISIS DEL SISTEMA POLÍTICO EN 1973 1 01
' 1
"J 02 '1 111 1 1'1\1 1 1 1 1 11 1 1 1 1 1'1, 1 11 1�1 'IV\ 'l A Y DICTADURA. 1970-1990 I.A UNIDAD l't l'l i i .AR Y LA C R ISIS DEL SISTEMA POLÍTICO EN 1 973 103
dispersar a las fuerzas que lo a poyaban, sino de redefini r las d tri na d s u formación profesional y ligada a sus intereses
relaciones entre las c l ase . La r pr ión fu pol ítica, en ge corporativos de modernización técnica y de equipamiento,
neral, en el sentido de a fec tar a J o pa r t i dos de la i z q u i e rda para lo cual eran dependientes de los Estados Unidos, suma
y sus cuadros, pero el verda dero " te rror" i mplantado fue do a su tradicional inclinación por el "orden", tenían, fatal
social, dirigido a resubordinar a las clases populares en térmi mente, que ponerlos en contra del proyecto mismo del go
nos de eliminar sus conquistas de los últimos cuarenta años. bierno y, más a ún, de la movilización social y política que
necesariamente tendría que acompañar a un proceso de
El otro aspecto que queda oculto es el proceso por el cual
cambio de esa envergadura. Finalmente, la oposición logró,
las fuerzas armadas llegaron a intervenir y la determinación
crecientemente, que las fuerzas armadas p udieran actuar
de la forma en que lo hicieron. Sin embargo, la posición que
como aparato del Estado con independencia del gobierno, y
ocupaban en el aparato institucional, la composición social
culminó legitimando e incitando s u intervención. De este
de la oficialidad, las influencias ideológicas predominantes
modo construyó un aparato armado que ve su "misión his
entre ellos y el proceso de a utonomización que s ufrieron
tórica" en el reordenamiento de la sociedad, apartada de sus
cauces de desarrollo "sano" o "normal" por la política y la
Jos departamentos técnicos de los partidos oposi tores se reunían, más allá
d > las directivas, para asesorar a los parlamentarios especializados en acción de "los políticos" . *
, su n tos financieros y presupuestarios"[ . . . ]
"A 1 p ro du c i rse el cambio de gobierno [sic] el ll de septiembre de 1 9 73 •· Este ca p ítu l o fue p ubl i cad o como a r tíc u l o e n e l N o 1 2 de l a revista
' isl f, un b o rrador de programa bastante desarrollado . . . " Á lvaro Ba rdón, A rs u 11ren los, abri l le 1 99 1. , D. i v i s i ó n de ien ias o c ia J es y Humanidades
'o m i l o a rrasco y Álvaro Vial, Una década de cambios económ.icos. La expe d la n i el a d Xo 1 i m i l o el e l a U n i vers i d a d A u tónoma Metropolitana,
rir•ndn cliilenn 1 973-1983, p. 5. (uA M ), M , ; o, . r.
.,
CAPÍTULO 3
' 1 \ N O DE LA DICTADURA, DESTRUCCIÓN Y
3 . 1 . INTRODUCCIÓN
105
1 06 I J I I .ri: I'AI '1 ' 1 1 ( ), 1 '( l .f' l ' l ' ).', 1 12M RA lA Y Dl TADUI 1\, 1 '170- 1 990 D ESTRU IÓN Y REEMI'LAZ. DEL SISTEMA I'OLÍTICO 107
os políticos funda m n t < k, d J perío N e puede esperar qu n i nguno de los actores que en
:l t uando l i n t os momentos formar n parte del bloque político y
i a l que hizo posible el l p e de Estado, primero, y apoyó
•',• t a r l a i ó n entre estos tres element m ntal benefició de la dictad t ra, después, acepte esta interpre
l b lecer una periodización que separa n ' partes ta ión de los hechos, p r su plausibilidad no depende de
i tadura: un período de ascenso, y la con u n.t d - so sino de dar una vi i n más clara de eventos y procesos
l ru i ó n del sistema político anterior, con la m uy 1 t ria que resultan equív ontroversiales pero que están en
i n tención de eliminar a los partidos políticos y e l sisten<a del los fundamentos de 1 i t uación posdictatorial . El tratamien
que formaban parte y cuya culminación es la imposición de to de los tres asp t d J proceso ya enunciados es comple
la Consti tución de 1 980; y una segunda parte, de desgaste, jo porque sus i n .t rr 1 iones son cambiantes a lo largo del
d ad ncia y crisi de la d ictadura, cuyo eje es la reconstruc- tiempo y esto i m p l í a a mbios en cada uno de ellos.
n d 1 i t ma d p a r t i d os pol íticos. Este capítulo se ocu-
1 r part .
la p rticipación personal de .2. M I LITARISMO Y REPRESIÓN
1 qu n uj al l pe d e Estado
d m ri ta r u fi gura El carácter re pr i v o de la dictadura militar ha sido objeto
mb r · , p ra el 1 Ji i d ta hi toria este de denuncias de d el momento mismo del golpe de Estadd
hecho es i mp rtante, porque la muy probable no participa y sigue siend objeto de controversia judicial, ahora en el
ción previa de Pinochet pone en primer plano la partici ámbito internacional" . La p r i mera característica de la violen
pación institucional del ejército en el movimiento2. Esto per cia militar fue su obje t i v o desmov i lizador. Hay que recordar
mite entender que el ascenso personal de Pinochet al poder que el proceso político-social chileno había sido caracteriza
se llevó a cabo sobre la base de la plataforma institucionaL do como "hipermovilización"5. Desmovilizar a una sociedad
La idea de su supuesto liderazgo es una construcción publi a partir del nivel de organización alcanzado en Chile por los
citaria posterior que buscó legitimarlo fuera de la fuerzas partidos políticos, los sindicatos y otras organizaciones so
armadas, ya que dentro de éstas la fuente del poder es la ciales, requirió de un gobierno terrorista. El terrorismo de
conservación de las estructuras jerárquicas.
3 NACLA Lntin Americn & Empire Report, vol. VII, No 8, october 1973,
2 Patricia Verdugo, Interferencia secreta, capítulo nno, niega toda parti- p. 29.
i pa c i ó n de Pinochet antes del fin de semana previo al golpe, citando 4 Véanse los documentos de las acusaciones del juez Garzón en El País,
tes t i mon ios de los generales Leigh y Arellano Stark. Por su parte, Pinochet en Internet, http : /www.elpais.es
fecha el comienzo de sus preparativos del golpe el 23 de junio de 1972. s Hanry Landsberger y Tim McDani.el, "Hypermovilization in Chile 1970-
Véa e, El dín decisivo, op. cit., p. 78. .1 973 ".
1
B ( ' 1 1 1 1 1!· l'i\1 I I I H : I '( )I Ú !l 'U.', 1 I'. M Ri\ lA y DICTA ! U IV \ , 1 170- 1 990 DESTRUCCIÓN Y REEM P LAZO DEL SISTEMA POLÍTICO 109
Diario La Tercera, Santiago, 1 1 de abril de 1999. Reportaje Nacional, "Gon Después de desocupar los estadios y campos deportivos,
zalo Vial Correa, vapuleado por la izquierda y recriminado por la derecha. improvisados como centros de detención e interrogatorio de
El conservador incomprendido".
Este hecho que hoy es público, la participación de Vial en la redacción
1 1 Libro Blanco en 1973 y en la del informe de la Comisión Rettig en 1 990- 8 Datos citados por C.G. Brown, 10 años de atropellos a los derechos
1 1 , fue i nsinuada por el General (R) Manuel Contreras en su respuesta humanos en Chile. Informe del Americas Watch Conunittee, p. 44.
ol I11Jorme Rettig, en entrevista al diario La Tercera, publicada el 26 de marzo 9 La Documentation Fran�aise, Notes et É tudes Documentaires, No 4421,
d • 1 9 1 . En e l l a i nsiste en una versión del Plan Z (véase p. 3). 4422, 4423. Cronologie du Chili: septembre 1973-decembre 1 976, pp. 31 y 34.
1
1 10 '1 1 1 1 1(: 1' 1 1 1 1 :1 1' 1 f!1 'l S, 1 1:1V1 1{/\ 'l A Y DICTAD J , 1 �70- 1 990 DESTRUCCIÓN Y REEMPLAZO DEL ISTEMA POLÍTICO 111
1 t rl nl 1 p rimeros meses, se crt.::a r n a mpos r .más d e diez años (las autorizaciones comenzaron recién
1 n. E importante en este punto d ar la n 1983)12. Y éste no era el ú n i o campo13.
• le 1 u el maltrato y la tortura adquieren. P r una La represión se transformó n un fenómeno muy com
n w1a rutina en el trato al "enemigo", de d el plejo: para mantener el caráct r mas ivo, prolongarse en el
m tll 'rlt m ismo de su detención. En segundo lugar, no son tiempo y adquirir luego un cará ter que no por más selec
'' ri ncipio, en su forma masiva, una práctica de averigua- tivo era menos terrorista, debió definir varios objetivos dis
n i n o una forma de "castigo". Tercero, siendo negados tintos y complementarios, el pri mero de los cuales fue esta
omo p ráctica oficial es necesario que otras posibles víctimas blecer la unidad y disciplina necesarias dentro de las fuerzas
e enteren de lo que les espera, por lo cual no es difícil armadas. Este objetivo implicó varios tipós de acciones:
establecer el hecho de su ocurrencia y el grado de difusión, primero, rep rimir directamente cualquier manifestación de
de esto se encargan los liberados y los que quedan presos desacuerdo con la acción emprend ida a partir del golpe14;
una vez que salen de la incomunicación primera. segundo, i n vol ucrar a los vacilantes en acciones de represión
Los datos que siguen prov ienen del campo de concentra contra la población civiP5; tercero, ejercer medidas ejempli
ción establecido en la ex ofici na sali trera Chacabuco y de su ficadoras de la decisión con que estaba dispuesto a aduar el
funcionamiento entre e l l O d e nov iemb re d e1 973 y el 17 de
agosto de197410. E l total d e pre os que ingresó en ese perío
12
do fue de 1,253, que permanecieron en promedio 1 77 días La prim ·ra li ta de autorizados para regresar a Chile consta de 1,160
nombres de exiliad y fue publicada en El Mercurio en Santiago, el 28 de
cada uno en el campo. Es necesario recordar que esto es sólo
agosto de 1 983.
una parte de su período de detención. Sólo por excepción
13 El dossier ya i ta do del d i a rio El País de Madrid en Internet describe
alguno fue procesado, tal como indican las cifras oficiales además los campos el Pi a >ua, Mel i n ka ( P u c h u.ncaví), Ritoque, los barcos
citadas más arriba. El promedio de presos en el campo prisiones de Valparaf o, 11 jas Verdes, olonia Dignidad y las islas Quiriquina
y Dawson. Además n otro , p ft u l o describe los centros de detención y
durante el período fue de 80211. Posteriormente, la dictadura
tortura en Santiago.
cuenta como liberados a más de 300 de éstos, los cuales 14 Pinochet cuenta n E/ dfa decisivo, op. cit., p. 131: " . .. mi Ayudante me
fuimos expulsados del país, sin autorización para regresar expresó no estar de acuerdo con lo que se iba a realizar. Le acepté su
posición, y dispuse su arresto de inmediato en una sala del edificio de
Telecomunicaciones del Ejército".
1 ° Chacabuco se ubica a casi 110 kilómetros de Antofagasta, en medio 1 5 "Otro temor que jugó su papel, también, en la consolidación e
del desierto de Atacama. Abandonado desde 1938, se usaba para prácticas impunidad del grupo, [DINA], fue su alta eficacia para maniobrar dentro
m.ilitares del ejército.Funcionó como campo de prisioneros desde princi de los institutos militares, y en particular del Ejército, paralizando o cor
pi os de noviembre de 1973 hasta abril de 1975. Dossier sobre Derechos tando las carreras profesionales de quienes se les oponían (y a los cuales
H u manos en Chile, El País en Internet, http:/www.elpais.es calificaban de 'blandos'). Paralelamente, se veía que altos oficiales 'blan
11
Todos estos cálculos están hechos sobre la base del registro estable dos' eran convocados de manera perentoria, sumariados, destituidos en
ido por los propios presos políticos de los ingresos, egresos, procedencia sus mandos, e incluso sufrían vejaciones y perdían sus carreras." Informe
y d •s t i n o de los detenidos en Chacabuco. Rettig, p. 1 1 .
1 12 ' '1 1 1 1 1 \1 I'AI I I I :, 1' 1 ftt '( S, 1 EM I(J\ 11\ Y DICTAD RA. 1'170 1 990 DESTRUC IÓN Y REEMPLAZO 1 EL SISTEMA POLÍTICO 1 13
111 11 11 ¡ 1 'm q ue s urgió más adela n t LL l anó- i uen afirmando la tesis de l a uerr a civil y d e l a providen
111 11 t u ra de las fuerzas armadas d ut . rato ial intervención de las fuerza a rmadas que "los salvó del
lt 1 1 to ¡ 1' • i n teligencia, especializado y ob d i •.n te al comunismo" . Sin embargo, e to es una muestra de primiti
11 111 l > n 1 i l i ta r en su función política, la DINA, lo c ual i m p l icó vismo político que es poco usu a l ntre la élite profesional de
lllli · ¡ dades estructurales y de funcionamiento, com el la política. Más común entre la v iej a y la nueva derecha es
n l u .rarniento de personal civil. el culpabilizar a las víctimas, lo c ual es una versión más
E1 o tro nivel de la represión desmovilizadora es el "se- sofisticada de lo anterior. La v isión conciliadora más difun
t i v o", dirigido a los cuad ros de organizaciones que se de dida es la d los "excesos", q ue apuntarían a responsables
fi nen como armadas o susceptibl es de armarse en contra de individuale de l os abusos. La más hipócrita es la de nublar
la dictadura. Éste es el terreno en q ue se produjeron las desa los hecho a p - l a ndo al "contexto", para luego condenar el
pariciones sistemáticas de personas, después de la primera uso pol íti o de l os reclamos por abusos en contra de los
sa de los derechos humanos y, finalmente, a la Comisión de en el bloque golpista y la aparición de un proyecto político,
Verdad y Reconciliación18. adoptado por la dictadura como propio, que iba más allá de
El grado de adhesión al golpe y a la dictadura, tanto de la restauración de la normalidad del funcionamiento del
individuos como de organizaciones, se p uede determinar sistema político y apuntaba, en cambio, a su reemplazo. Este
por el tipo de j ustificación que ofrecen de las prácticas repre cambio se expresaba en la pérdida del sentido de transi
11 t 1 '¡1 , 1 1 1 i mo es confuso- A finales de 1973, parcial con la n de las fuerzas armadas (estar
, \1 Ltyo objetivo era la desmovilización dirigida por un u nd.o los servicios de inteligencia
masas, había producido la acumula de cada rama t J 1 n u u 11 nte a un general a la cabeza);
por razones político-ideológicas sin acu 3) el incorporar u n l 1 l ' olaborador civil que, siendo un
posible dentro de la legislación vigente. En componente id. • 1 ¡· ( -¡ 1 bloque opositor a Allende y de
n participado los distintos servicios de inteligencia apoyo a la di ta u n , r • p r entaba un tipo de acción y de
¡ 11 1 )' r r una real coordinación entre ellos. La Junta Militar proyectos p 1 l fueron desechados más o menos
'11 r u n decreto cuyo contenido fue mantenido en secreto rápidament- en ser caracterizados, en general,
uya fecha sólo es posible deducir aproximadamente por como nacion que contenían también a los más
1 .n ú mero correlativo que se le asignó, el 117. En él se creó caricatures r iollos22• Todo esto ha sido expli-
la Secretaría Ejecutiva Nacional de Detenidos (SENDET), y cado por 1 , n directa d e todo este aparato a
para encabezada fue designado el coronel Jorge Espinoza. Pinochet, l l•z, , el entonces coronel, Contreras, parece
E te organismo sería el encargado de unificar y organizar los haber sid l ' l 1 In nfianza del dictador y haber respon-
registros, orientar a los fa m i l iares de los detenidos, darles dido sól
i nformación, autorizar l as vi i tas a l os presos, etcétera "En El ca m b l el ' ' k ¡ a y tipo de represión contiene enton
el artículo número tres del d creto ley 117 se había alojado, ces, ademe , 1 1 ri me ros síntomas de que el proceso polí
sin embargo, el germen: la Dirección de Inteligencia Nacio tico d [ , J i l e l u r abandona el sentido r�staurador del
nal sería ahora una dependencia del SENDET y su misión golpe d e L qu reunía el consenso del bloque oposit<;!r
consistiría en fijar normas de interrogatorios, clasificar a los d I 1 u l a r. Comienzan a aparecer elementos que
presos y coordinar las funciones de inteligencia"20• están fu r l 1, t ru c t u ra de las fuerzas armadas, pero que
La creciente independencia de la DINA a pesar de su hu amparad · 1 J rá ter de aparato del Estado de éstas,
milde estatus legal parece haber obedecido a tres tipos de fac r r y tos políticos que van en la dirección
tores: 1) el cambio en la naturaleza de la represión, que pasó 1 i t rna político anterior, muy particular-
de la primera etapa, en que predominó el objetivo desmo mente de 1 y de su personal, los políticos_
v i l izador masivo, a una etapa de predominio del tipo "guerra l.- sto procesos es la concentración del
ucia", focalizado en ciertas organizaciones, lo cual había sido poder en la per na de Pinochet, pero sujeto a determinan
�n p arte ya emprendido por servicios de inteligencia de al tes que operan como l ímites. De éstos, el más importante es
u na rama de las fuerzas armadas21; 2) su conformidad sólo la conservación de la institucionalidad militar, su fuente de
poder y legitimidad, la cual sin embargo debe ser controlada
20 A · an.io Ca vallo,
Manuel Salazar y Óscar Sepúlveda, La historia oculta
para mantener lealtades que vayan más allá de la simple
tll'/ r 8imrn 111ilitnr. Chile, 1 973-1 988, p. 44.
ll
Ri , rdo Boizard, Proceso a una traición. Detalles íntimos del sumario de
In 1' 1 1. 22 Manuel Salazar, Contreras: historia de un intocable, pp. 73-74.
' 1 1 1 1 11: 1 'A I 1 1 1 ): 1' 1 f n '< S, I JilM RA lA Y DI TA 1(}\, 1 1170· 1 990 DESTRU 1 NY REEMI l .i\7.0 DEL SISTEMA POLÍTICO 117
p la nteaban un problema sociológico como caso de margina Guatón Romo y, menos citado porque no sobrevivió, el del m i l i tante de las
Juventudes Comunistas René Basoa, que fue ejecutado por sus ex-ca mara
l i d w l t ur a l ideológica y política. Tanto en el ámbito nacio-
das. Los casos de colaboradores de izquierda de la DINA pa recen haber
1 l mo en los contactos internacionales, los civiles vincu- sido el producto de las presiones sobre cada ind i v i d uo má que de alguna
ln 1• , J DI N A, hasta donde han sido identificados, fueron afinidad ideológica. Al er casos individ ua les, los lemen toas psicológicos
1' n la franja extraparlamentaria de derecha, en su probablemente tienen mayor pe o · n la explicación.
1 1 l ' l 1 1 1 1 1, 1'/\ 1 1 1 1 l' 1' l . f l 'l ' EM '1{1\ lA Y DICTAD 1 /\, 1 70-1990 DESTRUC IÓN Y REEMPLA%: DJ:: L SISTEMA POLÍTICO 1 19
por Pinochet más de una vez dur a n t todos UNA ALIANZA · TRATÉGICA
, participación civil en la represión, más allá la Hasta el día de hoy, los mil i ta re hilenos se imaginan haber
en dota grotesca que representan sus personajes, es r v 1a protagonizado una gesta libertadora que salvó al país de las
d ra de la evolución ideológica y política de la dictadura garras del comunismo. Esta im.ag n es el cemento del bloque
hacia la búsqueda de un nuevo modelo político de gobierno que apoy 1 golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973
y de participación social que reemplazara a los partidos y el argum n to que pretende leg i timarlo. Es también la jus
políticos y el sistema conformado por ellos. Esto significaba tificaci n de la represión y, entre aquellos que aún hoy no
la erosión del consenso an tiallendista q ue había permitido el condenan la represión, un vehículo para traspasar la culpa
golpe y eliminaba al a liado principa l dentro del sistema de a l as v ( t i ma 26. El carácter negativo del consenso que per
partidos, la Democracia Cristiana. El nuevo consenso nega mitía la nv ivencia de un bloque tan heterogéneo se expre
tivo era antipolíticos y antipartido . En él coincidían l os saba con i r ta lógica en el tono "restaurador" de las prime
fascistas más plebeyos, incorporados a las ucias tareas ras exp r de los golpistas: se afirmaba la ilegitimidad
represivas; los nacional istas más intelectualizados, que bus del gobi rn. de Allende y se definía como "transitorio" el
caron no mezclarse en ese tipo de actividades; y los intelec gobiem t
1 - ido por el golpe, sin comprometer plazos.
tuales más elitistas, los gremialistas, representados por su El Bando N° mi tido por la Junta Militar de Gobierno,
ideólogo principal, Guzmán, que finalmente expresarían muchas v i t d , d cía q ue las fuerzas armadas "han
mejor que nadie y, de hecho, formularían el nuevo proyecto asumido el deber m ra l q u l a patria les impone de destituir
de sistema político. al gobierno que aun.qu ini ial m n te legítimo, ha caído en la
ilegalidad flagrante, asumiendo el poder por el solo lapso en
que las circunstancias lo exijan, apoyadas en la evidencia del
26
Para la vigencia de estos argumentos véase "El engaño", de Arturo
Fontaine en la revista Qué Pasa, No 1444, diciembre de 1998. Fontaine era
director de El Mercurio, en la peor época de las falsificaciones periodísticas
para ocultar los atropellos a los derechos humanos. Véase también el dis
2.• -·J ca so más típico de esto, que personalmente n o s e le h a vinculado curso del General Ricardo lzurieta (sucesor de Pinochet en el mando del
a 1 a a ra los de represión aunque algunos de sus seguidores alcanzaron ejército chileno) reseñado en el diario La Tercera, de Santiago, el 8 de junio
u n a figw·a ión notoria en ellos, es Pablo Rodríguez Grez. de 1999.
12 DESTRU 1 N Y REEMPL/\7. DEl . SIST E M A POLÍTICO 121
nacional, lo cual de por sí, ante El otro componente sig n i fi t i vo del bloque golpista
hace j usto su actuar"27• dentro del sistema de partid 1 Partido Nacional, expre-
t 1 •1 1 1 r J ros comunicados, difundido por radio saba su "apoyo irrestricto" y 1 1 ba a "respaldar sin reser-
1 1 rllt ni g 1 ¡ ., dEstado, y que había sido firmado por los vas la acción rectificadora d 1 J u nta Militar de Gobierno"31.
1 t 11 1 ,. , 1 r ' ' la tarde anterior, decía: "Los trabajadores de Estos partidos políticos, los qu apoyaron el golpe, fueron
·¡ 1 • 1 u n tener la seguridad que las conquistas eco- declarad n "receso", condi i n q ue fue reglamentada en
' ( l l ! l '8 y sociales que han alcanzado hasta la fecha no su- enero d 1 97432• Los partidos g u apoyaban al gobierno de
! I r, 1 modificaciones en lo fundamental"28. El mismo Leigh Allend p aron a la acción land s t i na como consecuencia
il Pi nochet, quien en la primera entrevista que concedió de la r r ión desatada en contra de sus militantes.
< los corresponsales extranjeros, en la Escuela Militar, afir La n ia de actores pol íticos ajenos a los partidos
m : "Tan pronto el país se recupere, la Junta entregará el go legiti m r su participación en el sistema aparece insi
b i rno a quien el pueblo desee"29. nuada d laraciones de la Democracia Cristiana y esa
Sin duda, quien expresaba la posición restauradora con sospecha n fi rmada por el general Leigh, a posteriori,
mayor claridad era la Democracia C ristiana en el punto 3 de cuando 1 t ri b uye la posición restauradora: ''Ccimen
u declaración del 1 2 de sep tiembre de 1 973: " Los propósitos r J ideólogos, asesores, cortesanos y, prin-
de restablecimiento de la normalidad insti tuci onal y de paz económicos del más diverso orden.[ . . . ]
y unidad entre los chilenos expresados por la J unta Militar tar las consignas: éste no es un gobierno
de Gobierno interpretan el sentimiento general y merecen la no plazos; fuera las manos del Estado,
pa triótica colaboración de todos los sectores. Su logro re etc."33
q uiere una acción j usta y solidaria, respetuosa de los dere- La a m b i ·¡ d
hos de los trabajadores, que conjugue el esfuerzo colectivo comenz a de p j r m e : la "Declaración de
n la tarea nacional de construir el porvenir de Chile, ajeno principios del Gobi rno d - h i l " , dada a conocer e l 11 de
a .l os afanes minoritarios de quienes buscan modelos regre marzo de 1974, con la fir ma de sus cuatro miembros, fija su
i v os o reñidos con la vocación democrática de nuestro posición respecto de estas cuestiones: "Las Fuerzas Armadas
p ucbl o"30. y de Orden no fijan plazo a su gestión de Gobierno, porque
la tarea de reconstruir moral, institucional y materialmente
al país requiere de una acción profunda y prolongada. " [ . . . ]
27 Bando No 5 de la Jmtta Militar de Gobierno. Libro Blanco . . . , pp. 248-
249. E. ta c i t a textual del Bando No 5 ha sido incorporada al texto escolar
1 ' l liSI"orin de Chile de Francisco Frías Valenzuela (p. 492).
�� ' l or Jnci a Va ras, Gustavo Leigh. El General disidente, p. 55. 3 1 Rafael Valdivieso Ariztía, Crónica de un rescate (Chile 1 973-1988), p. 13.
1'1 !Ufd. , p . 56. (Subrayado R.Y.). 32 Chile-América, No 5, Roma, 1975, p . 48.
"1
lrile-A IIIhica, No 4, Roma, 1975, p. 43. 33 Florencia Varas, op. cit., p. 53.
1 22 '1 1 1 1 ,1!: 1 11\ 1\ l'l l l !1 1 '( 1. 1' 1 ' 1 'OS, 1 IJM RA JA Y DICTAD 1/J\, 1 1)70- 1 990 DESTRUCCIÓN Y REE M I ' I j1í'. ) 1 EL SISTEMA POLÍTICO 123
" . . . (; 1 1 L u 1 [ 1 h a sido categórico para d lc r r q ue no La relación con el Partid m cra ta Cristiano aparecía,
1 r· 'l " 1 ' l l m i l <H a ser un Gobierno de mera .o inistra- de hecho, como la relación. n 1 s partidos políticos en
, n, ]Ll ' ,·.i nifiq ue un paréntesis entre dos Go í n par- general. La oc, como eje del i t m a de partidos, cuestiona
l itli In · iJ i l a res o, en otras palabras, que no se tra ta una ba los plazo de la situación 1 d - finía como anormal. Las
u ' de reordenamiento para devolver el pod r a los comunica i ones entre el gobi rn y l a D C eran respondidas
íííhllo políticos que tanta responsabilidad tuvieron, p r ac- indirectam n te como resol u i n r pecto de los partidos
1 u omisión, en la virtual destrucción del país"34. Hoy es políti I neral. El decr t - 1 y 27, del 21 de septiembre
r onocida la mano de Jaime Guzmán y, consecuentemente de 1 7 · 1 b íc disuelto el Congr o Nacional, centro d e la
el tono gremi a l ista" de esa declaración, entre los cuales
11 activ i 1 ¡ rtidista. En diciembr había dispuesto que
destacan el pri ncipio de subsidiariedad del Estado y el pre los mi r . de partidos políti o que ocupaban cargos
t ndid ll apol iti i l11011 • Sin embargo, la ambigüedad de la p ti b l i . t'l ' n u nciaran a s u afiliación para poder continuar en
p r i tía, : 17 ,
n. la med ida en que los procesos de su ()
)
el establecimiento de relaciones ilustra la forma conspirativa
que asume la política. Algunos análisis abundan sobre las
características individuales del nuevo personal político (aun
que algunos no son en absoluto nuevos como funcionarios
de gobierno).
Los modelos ideológicos i dentificables como actuantes
a través de los nuevos políticos permiten conectar su acción
1
con las estructuras sociales que se sentían amenazadas. De
hecho, la renovación de los cuadros políticos de la clase
�
1
dominante d urante la dictadura reflejó un cambio al nivel de
l a estructura social, al ser reemplazados como eje estratégico
los intereses de los capitales industriales por los del capital
)
financiero, los cuales fueron representados por los tecnócra
tas que, sin embargo, debieron aliarse con los cuadros polí
ticos de una derecha que derrotada en el campo de l a ideo
(
logía económica se atrincheró en el d iseño de un nuevo
sistema político46. El triunfo ideológico de los economistas
del nuevo modelo se consumó en abril de 1975, cuando al
renovar el gabinete en la perspectiva de enfrentar su pri
mera crisis económica, Pinochet entregó el conjunto de los
mandos de la economía a este grupo y adoptó su plan de
shock como política económica oficial.
La anécdota de la reunión en Viña del Mar en la que se
tomaron las decisiones cruciales, contiene algunos elemen
tos que muestran la estructura del poder de la dictadura,
como la presencia del " Coronel Manuel Contreras y otros
oficiales de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), con
vocados para que contribuyan a apreciar los efectos del plan
sobre la opinión pública.47" En la misma reunión, se evidenció
aco o al g ru p económico Fluxá-Yaconi se debía a que ellos, nsolidación. Dichas etapas se diferen
a trav d 1 Banco Osorno y la Unión eran un canal de papel que en ellas les corresponde a las
financiam iento del PDC. Finalmente, el 11 de marzo de ese .me l a y d e Orden, por un lado, y a la civilidad
año, se dicta el decreto que disuelve a todos los partidos . A iJ ismo se distinguen por los instrumentos jurí
hasta entonces en receso; asimismo estaba dirigido explíci L i t t ionales que en cada una de ellas deben crearse
tamente a parar una conspiración democratacristiana cuyas • m p l arse".
pruebas eran dos documentos internos del partido redac " �n la etapa de recuperación, el poder político ha debido
tados por Andrés Zaldívar y por Tomás Reyes51. r i ntegralmente asumido por las Fuerzas Armadas y de
Con la eliminación de todos los partidos políticos, el rden, con la colaboración de la civilidad, pero en cambio,
camino hacia la normal ización de la vida política del país más adelante, sus aspectos más contingentes serán compar
quedaba aparentem nt desierto. Sin embargo, en ese mis tidos con la civilidad, la cual habrá de pasar así de la cola
mo año, se comenzaron a precisar las características del boración a la participación".
nuevo sistema que eventual mente impondría la dictadura, "Finalmente entraremos en la etapa de normalidad o
las etapas que habría q u cu mplir y, tentativamente, u n consolidación. El poder será ejercido directa y básicamente
cronograma d e dicha tran i i n . Todo esto quedó especifica por la civilidad, reservándose constitucionalmente a las
do en el conocido como " i de Chacarillas", leído por Fuerzas Armadas y de Orden el papel de contribuir a cau
Pinochet el 9 de julio d 1 77, n J cerro de ese nombre, n telar las bases esenciales de la institucionalidad y la Seguri
un acto organizado por J a rfa Nacional de la J u v r - dad Nacional en sus amplias y decisivas proyecciones mo
tud -organismo de la .r neral de Gobi dernas"52.
un Frente Juvenil de Unid Otras características de esas etapas, y el cronograma
gremialistas de la Univ r i asociado a ellas son el tipo de ordenamiento normativo que
tado por Jaime G uz mán las regiría y los grados y formas que asumiría la participa
reitera lo d icho n la " ción civil. En la primera etapa, de "recuperación", que se
pero define el nuevo r extendería hasta el 31 de diciembre de 1 980, se completaría
avanza: " . . . una nueva d m r i qu la derogación de la Constitución de 1925 y su reemplazo por
gida, integradora, tecnificada y d ut nU · � "Actas Constitucionales". En la segunda etapa, de " transi
social...". El tránsito a este nuevo sisten: ción", a partir de 1981, el Poder Constituyente de la Junta se
diseñado por etapas: "El proceso concebido en f rrna grad ual ejercería en consulta con el Consejo de Estado y se instalaría
contempla tres etapas: la de recuperación, la de transición y una Cámara legislativa mixta de carácter "termal", aunque
�� Los documentos aparecieron en un suplemento especial del diario �2 Extractos del "Discurso en el Cerro 'Chacarillas ' . 9.7.1977." en
La Tercera el 1 2 de marzo de 1977. Pinochet: Patria y democracia, pp. 86-88.
1 32 CHILE: PARTID POLfTI OS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. '1 970- 1 990 DESTR 1 N Y REEMPLAZO DEL SISTEMA POLÍTICO 1 33
aprobación por la Junta Militar. . . pero sólo admi t i da treinta estimular el desenvolvimiento de una nueva generación ci
días para que fuera conocido, discutido y votado por el vil, impregnada de los referidos valores"59•
pueblo en un plebiscito"58. Ya se iban a cumplir seis aí'íos de dictadura, lo que ha
Las discusiones entre los juristas acerca de las caracterís bría durado un gobierno constitucional, pero, además de las
ticas de esta Constitución han sido muchas. Sin embargo, la garantías que pudieran diseñar en las normas, requerían
cuestión central no es técnica más que en un sentido subor ahora de plazos de transición que podrían ser indetermina
dinado. El propósito central al que ob dece todo el proyecto dos, dada la definición de las metas impuestas. Lo' que
fue invariable: evitar a toda co ta la p ibil idad de repeti importa del nuevo orden político establecido por la Consti
ción de la experiencia de la Unidad P pu lar. En el punto de tución de la dictadura es la forma en que busca obtener
partida estaba presente tambi n ·1 algunos fines estratégicos: establecer la exclusión ideológica
go, en la implemen tación d la i d de la izquierda y garantizar por la fuerza la estabilidad de
distintas visiones y se fueron dif r la dominación. Además, poner en ventaja a una nueva élite,
tal como ocurrió con el pr y t hija de la dictadura. Cumplir estos objetivos implicaba en
fuerzas armadas terminar n p r i mponer un proy cto de frentar obstáculos ideológicos graves. Por ejemplo, el senti
sus allegados civiles que no habría podido ser aprobado s i do práctico no aconseja en el mundo de hoy establecer un
e l sistema d e partidos políticos hubiera estado funcionando. sistema que no contemple el sufragio universal. É ste fue
Es más, explícitamente este ordenamiento estaba diseñado aceptado, por razones prácticas por Jaime Guzmán, no por
para que sus aspectos de participación de la población en principio puesto que, ideológicamente, él cuestionaba la so
traran en funcionamiento una vez que desapareciera la po beranía popular como fundamento de la legitimidad del
sibilidad de que resurgieran los actores políticos anteriores Estado60. Aun así, hubo quien propusiera un sistema de voto
al golpe. censitario o ponderado61.
En palabras de Pinochet: "Pasar abruptamente del régi
men actual a la plenitud democrática, con generación de la
autoridad por elección, sólo encontraría, como actores aven 59 Clase magistral del Presidente de la República, General de Ejército
tajados, a los antiguos grupos y partidos pol íticos, cuya obra don Augusto Pinochet Ugarte, con motivo de la inauguración del año
fue funesta para Chile". académico de la Universidad de Chile. (Santiago, 6 de abril de 1979 ) , p. 46.
60 Jaime Guzmán, Escritos personales, capítulo 4, "Democracia
y eleccio
"No sólo debemos crear las nuevas in titu iones que fa
nes", pp. 1 01-131 .
vorezcan el progreso sostenido del país tanto espiri tual como 61
El voto de minoría, firmado por Pedro lbáñez y Carlos Cáceres en
material. No basta fomentar prác tica qu confieran solidez el Consejo de Estado "sentó la discrepancia de ambos en torno a varios
a esas nuevas instituciones. Es igua l m n te i ndispensable pw1tos del proyecto, de los cuales el más relevante fue su oposición al
SLLfragio w1iversal y su sugerencia de que las autoridades máximas fueran
58 Genaro Arriagada, op. cit., 1 07. elegida por votación indirecta." Cavallo et al., op. cit., p. 314.
1 36 CHILE: PARTID POLfTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADUI{A. 1 70- 1 990 DESTRUCCIÓN Y REEMPLAZO DEL SISTEMA POLÍTICO 1 37
De de el comienzo, los trabajos de los diseñad r s del ducacionales y en general en otras actividades análogas,
nuevo orden se dirigieron a limitar la actividad de lo par estableciendo las sanciones correspondientes"63•
tidos. La Comisión de Estudio de la Nueva Consti tución62 En la 6a sesión (9 de octubre de 1973) . . . el señor Ortúzar
"
efectuó su primera sesión el 24 de septiembre de 1973, pre al hacer uso de la palabra señaló que de acuerdo con los
sidida por Enrique Ortúzar. El 26 de noviembre de ese año postulados y propósitos manifestados por la Junta, los par
elevó a la consideración de la Junta de Gobierno un "me tidos marxistas deberán quedar al margen de la ley, pues
morándum de intenciones constituc ionales". É ste era ya un constituyen asociaciones ilícitas. Con relación a los demás,
primer resultado de una intensa lab r ideológica. será preciso contemplar normas para que cumplan su mi
En el acta de la 3a sesión d ta m isión (26 de sep- sión de velar por el bien público alejando la influencia par
tiembre de 1973) se inserta el prim r m ·moránd um, en el tidista de las demás actividades de la Nación ajenas a su
cual se afirma que la nueva n ti tu i órbita".
"b) Debe con templar un pr El 23 de octubre, en la sesión 9• "el señor Evans [ .. ] .
partidos políticos que según u nd u ta d sus Expresó que ha considerado útil, para no caer en una redac
partidarios, vayan en con t ra d .i tenn d
.m. rá tico de ción negativa, disponer que los partidos políticos deberán
gobierno, son con tra rio a la on ti tución. Di p iciones comprometerse ideológicamente con el Estado de Derecho y
análogas se contempl a n en las Constituciones más modernas con la subsistencia del régimen democrático y republicano" .
de países que han a travesado por esta emergencia; baste Propuso la siguiente redacción para esa parte del memorán
citar como ejemplo la Constitución alemana. Asimismo, las dum: "Los partidos políticos se organizarán y actuarán con
personas que propicien la alteración del régimen democrá forme a los principios de democracia interna que señale la
tico no podrán ocupar cargos públicos, sean o no de repre ley y deberán mantener en su definición ideológica y en la
sentación popular". conducta de sus militantes una irrestricta y permanente
"e) Con relación a los demás partidos políticos, la Cons adhesión al sistema democrático y republicano de gobierno
titución debe contemplar normas generales destinadas a y a los principios y valores que sustentan al Estado de
asegurar que su labor se desarrolle en las materias que le Derecho" .
son propias e inspiradas en el bien común. En este sentido Sin embargo, todo esto quedaba corto respecto del pro
deberá contemplar expresa prohi bición de ex tender sus acti yecto que finalmente se impondría. La Comisión se fue de
vidades a la administración públ ica y a las elecciones que purando de los elementos que podrían haber representado
tengan lugar en los gremios, universidades y establecimientos
"3 Hasta ese momento la Comisión estaba presidida por Enrique
62
La información y las citas que siguen están tomadas del trabajo de Ortúzar, y además la integraban Sergio Díez, Jaime Guzmán y Jorge Ovalle.
Rafael Larraín Cruz y Leopoldo Núñez Tomé, Protección de la democracia. En la 6" se ión (9 de octubre de 1973) se incorporan a la Comisión, Enrique
¿ Deben proscribirse los partidos marxistas ?, pp. 1 3-15. Ev a n s, Gustavo Lorca y Alejandro Silva Bascuñán.
138 C H I LE : PARTID POLfTICOS, DEMOCRACIA Y DICTA D U RA. J 970· l990 DESTRU IÓN Y REEMPLAZO DEL SISTEMA POLÍTICO 139
v1s1ones conectadas con los partidos políticos. Tr de sus Jaramente expre ada por ellos de que la penetración de los
miembros habían renunciado: Alejandro Silva Ba unan, partidos políticos en la sociedad es indeseable para la man
Enrique Evans y Jorge Ovalle. Los dos primeros, v i ncu lados tención del régimen de gobierno. Esto es algo que efectiva
'
a la Democracia Cristiana, luego de la disolución de los mente fue importante en la explicación de lo acontecido
partidos por decreto-ley en 1977 y el tercero, asociado con la durante la Unidad Popular69• La Constitución de 1980 busca
Democracia Radical, por su v inculación con el general la restricción de la representatividad ideológica y social del
Leigh64, y probablemente con la po ición atribuida a la Fuer nuevo sistema de partidos que se espera crear. La exclusión
za Aérea de que bastaba con r formar la Constitución de ideológica se estableció en el artículo octavo70, y en el ar
1925 y no se necesitaba una nueva65. "La comisión se recom tículo 19 se establece como resguardo de la independencia
puso con don Juan de D io a r n n a , q u e había s i d o de las organizaciones sindicales, la prohibición de que éstas
democratacristiano, pero q u e y a e 1 1 t raba n u n a posi- "y sus dirigentes" intervengan en actividades político parti
ción de apoyo político al actual r g i m incorpora- · distas.
ron también algunos profesor d der onstitucional, Los principios que orientaron la redacción de estos artí
sin afiliación política determi nada, omo Raúl Bertelsen y culos están contenidos en el oficio que dirigió Pinochet al
Luz Bulnes"66• presidente de la "Comisión de Estudios de la Nueva Cons
El trabajo de la Comisión fue intenso, 417 sesiones, y la titución", Enrique Ortúzar, el 10 de noviembre de 1 97771•
discusión en el Consej o de Estado ocupó "57 sesiones ple Exponiendo en el punto No 5, "ciertas ideas que considero
narias y un número no registrado de reuniones de comisión básicas para plasmar los criterios político-institucionales que
y entrevistas con especialistas"67• guían al gobierno", dice en el apartado h)"Establecimiento
Estas discusiónes son muy ilustrativas del pensamiento de sistemas electorales que impidan q ue los partidos políti
de los redactores del proyecto de la nueva Constitución68. cos se conviertan en cond uctos monopólicos de la participa
Sin embargo, lo que resulta importante aquí, es la idea muy ción ciudadana y en gigantescas maquinarias de poder que
subordinan a los legisladores a 'órdenes de partido', impar
tidas por pequeñas oligarquías que dirigen los partidos sin
64 Ca v a llo et ni., op. cit., p. 310, y el m i smo P i n ochet citado por Florencia
Varas, op. cit., p. 41 .
título ni responsabilidad real alguna, y que disponen de
65 Cavallo et al., op.cit. p. 224 y 236. cuantiosos fondos de origen desconocido" .
66 Jaime Guzmán e n t rev i sta d o por J u a n Pa b l o l l l a n es, en Jaime
Guzmán, Escritos personales, op.cit., p . 1 63. 69 Véase capítulo anterior.
67 Citado por Rafael Valdivieso, Crónica de un rescate, p . 218. 70 U na comparación de tres versiones del artículo 8°, la propuesta de
6� Por ejemplo la intervención de Jaime uzmán el 25 de octubre de la Comisión, la del Consejo de Estado y la que finalmente quedó en l a
1 973, en la que expresa que "hablar de democra cia p l u ra lista es conflictivo, Co n s t i t u c i ó n, se p uede v e r en Larraín y NúJ'iez, op.cit., pp. 207-209.
toda vez que aún no se conocen los lím.ites exactos del pluralismo y se 71 Reprod ucido en Constitución de 1 980. Comentarios de juristas interna
corre el riesgo de caer en contradicciones". lbíd., p. 1 5. cionales, pp. 1 37-1 43.
, .
'
140 CHILE: l'ARriDOS l'OLfTJCOS, D EM OCRA CJA Y DJCTADUI{A, 1 70- 1 990 DESTRU 1 N Y REEMPLAZO DEL SISTEMA POLÍTICO 141
"El nuevo régimen constitucional y electoral d favore- "Del mismo modo, considero fundamental estudiar nor
cer la existencia de nuevas formas de agrupación p l ítica, mas de incompatibilidad que hagan imposible que las acti
entendidas como corrientes de opi nión que prevalez n por vidades gremiales se confundan con las políticas, o sirvan de
la calidad de sus miembros y la seriedad de sus p l a n t a trampolín para éstas. La utilización de los cargos gremiales
mientos doctrinarios y prácticos. Además, es impresci nd ible como un medio para emprender futuras carreras políticas,
que se establezcan requisitos básicos de idoneidad a qui nes perjudica seriamente al país, y debe ser tajantemente recha
aspiran a un cargo público". zada por el nuevo sistema institucional".
Sigue e n el apartado "n) P r ervación de los cuerpos Si este discurso parece el de un muñeco manejado por
intermedios entre el hombre y el tado, conforme al prin un ventrílocuo gremialista, la explicación es que la redactora
cipio de subsidiariedad, como un v hfculo insustituible de del oficio, Mónica Madariaga, a la sazón ministra de Justicia,
participación social en una com u n idad l ibre. Esta autonomía contó con la asesoría de Jaime Guzmán, miembro de la
comisión y, por l o tanto, también destinatario de su mismo
debe extenderse sólo al campo pr p i o y específico de la
oficio72• Como se dijo más arriba, los artículos 8° y 19° de la
entidad de que se trate, fuera d- la ual aque l la carece de
Constitución establecieron como normas la exclusión ideoló
legitimidad. Los mencionado u rp i n t rmed ios han de
gica y el principio de separación entre sociedad y política
tener los medios institucional n1ente J gi t i mado para comu
encarnado en la prohibición de participación de los partidos
nicarse con el poder pol ítico, pero n o p ued e adm i t i rse en
en las actividades gremiales y de los dirigentes sindicales en
caso alguno que éste se genere sobre la base de los organis
los partidos. El texto aprobado en 1980 es el siguiente:
mos en cuestión, como equivocadamente lo propicia el lla
mado corporativismo, ya que el Estado tiene como misión
"Artículo 8°.- Todo acto de persona o grupo destinado a pro
precisa el velar por el bien común, objetivo que resulta
pagar doctrinas q ue a tenten contra la familia, propugnen la
imposible si se estructura un sistema en que los grupos de
violencia o una concepción de la sociedad, del Estado o del
interés más poderosos se impongan sin contrapeso frente a
orden j urídico, de carácter total i tario o ftmdada en la lucha de
los más débiles, o en q ue l as leyes sean el fruto de simples
clases, es ilícito y contrario al ordenamiento institucional de la
arreglos entre i ntereses particulares". República.
"Estimo que con igua l énfasis hay q ue i mpedi r la intro "Las organizaciones y los movimientos o p artidos políticos
misión de los futuros parlamentarios o grupos políticos e n que por sus fines o por la actividad de sus adherentes tiendan
la generación y funcionamiento de L a s entidades gremiales a esos objetivos, son inconstitucionales.
o sindicales, estudiantiles, profesiona les y vecinales, inclui "Corresponderá al Tribunal Constitucional conocer de las
dos especialmente los conflictos la ora l es o estudiantiles. in fracciones a lo dispuesto en los incisos anteriores.
Las sanciones a quienes transgredan esta prohibición deben
ser precisas y drásticas" . n Cava llo et al., op. cit., p. 310.
142 CI IILE: 1'/\RTII OS I>OLÍTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. 1 970- 1 990 DESTRU IÓN Y REEMPLAZO DEL SISTEMA POLÍTICO 143
"Sin perjuicio de las demás sanciones estab.l ida en la "Los partido pol íticos no podrán i ntervenir en activida
Consti tuci ón o en la ley, las personas que incmra n hayan des ajenas a las que les son propias ru tener privilegio alguno
incurrido en las contravenciones señaladas preced n l m-nte o monopolio de la participación ciudadana; sus registros y
no podrán optar a funciones o cargos públicos, sean n de conta b i lidad deberán ser públicos; las fuentes de su finan
elección popular, por el término de diez años contado d de ciamiento no podrán provenir de dineros, bienes, donaciones,
la fecha de la resolución del Tribw1al. Tampoco podrá n er aportes ni créditos de origen extranjero; sus estatutos deberán
rectores o directores de establec i m ientos de educación ni. ejer contemplar las normas que aseguren una efectiva democracia
cer en ellos funciones de ensei'í a nza, ni explotar un medio de interna. Una ley orgáJúca constitucional regulará las demás
comunicación social o ser d ir t res o administradores del materias que les conciernan y las sanciones que se aplicarán
mismo, ru desempeñar en ' ] fu n iones relacionadas con la por el incumplimiento de sus preceptos, dentro de las cuales
emisión o di fusión de opin ion s i n f rmaciones; n i podrán ser podrá considerar su disolución. Las asociaciones, movimien
dirigentes de orgaruzacion p Hli as relacionadas con la tos, orgaruzaciones o grupos de personas que persigan o rea
educación o de carácter ve inal, pr ( ional, empresarial, sin licen actividades propias de los p artidos políticos sin ajustarse
dical, estudiantil o gre m i a l n g n ra l d u ra nt d icho plazo. a las normas anteriores son ilíc i tos y serán sancionados de
"Si las personas referidas a n terionn- nt e tuvieren a la acuerdo a la referida ley orgáruca constitucional".
fecha de la decla ración del Tri b w1al, n pos si n de w1 empleo
o cargo público, sea o no de elección populat� Jo perderán, Las disposiciones de la nueva Constitución que afecta
además, de pleno derecho. ban a los partidos políticos, en las que se ha centrado esta
"Las personas sancionadas en virtud de este precepto no descripción, estuvieron entre las que más preocuparon a los
podrán ser objeto de rehabilitación dmante el plazo señalado críticos en el momento de su aprobación plebiscitaria, en
en el inciso cuarto. 1 980. La Comisión de Estudios Constitucionales, presidida
"La d uración de las inhabilidades contempladas en este por el abogado Manuel Sanhueza, que llegó a ser conocida
artículo se e levarán al doble en caso de reincidencia " . como el "Grupo de los 24", venía cuestionando el proyecto
constitucional desde su divulgación a raíz de su entrega al
Consejo de Estado. El 27 de enero de 1 979, el diario El
"Artículo 1 9 . - La Consti tución aseg u ra a todas la personas: [ . . . ] Mercurio publicó un documento del "Grupo de los 24" titu
" 1 5°.- El derecho a asocia rse sin p rm iso prev io. lado "Observaciones al proyecto Ortúzar"73, en el cual se
"Para gozar de personalidad jurídica las asociaciones de manifestaba: "Esta Comisión se hace un deber de prevenir
berán constituirse en conformidad a la ley. al país sobre los aspectos que estima más graves en este
" Nadie puede ser obligado a pertenecer a una asociación.
"Prohíbense las asociaciones contrarias a la moral, al orden 70 Reproducido en Chile-América, N° 50-51, enero-febrero de 1979,
público y a la seguridad del Estado. pp. 1 40- 1 4 1 .
144 HILE: I'ARTII OS 1' LfTI OS, DEMOCRACIA Y DICTADURA ! 970- 1 990 DESTRU IÓN Y REEMPLAZO DEL SISTEMA POLÍTICO 145
intento d otorgar una nueva Constitución Políti a 1 Esta Los militares proporcionaron el orden, la seguridad y la
do". En la perspectiva actual, es interesante con i ·nar l os confianza. Los economista brindaron ideas nuevas capaces
puntos centrales de esta crítica al proyecto que fin hn nte de levantar al país de la postración y liberar las energías
fue aprobado: 1 ) establece el delito de opinión (artf ul 8", para emprender la mar ha veloz del desarrollo. Los mili
al que ya se ha hecho referencia); 2) subordina el prin ipio tares y los economista de este régimen cumplieron la tarea
de soberanía del pueblo al superior control de las fuerzas que no realizaron l políticos que hoy encabezan deses
armadas; 3) fortalece el poder presidencial hasta un pw1to peradamente la opo ición . . . Tal es el sentido de la notable
incompatible con un sistema democrático; 4) distorsiona l a alianza entre mil itar s y economistas"75• Este triunfalismo se
función del Poder Judicial a l limitarla, frente a los tribunales basaba en la p r pción del éxito de la política económica.
mil itares, en lo referente a del itos d terrorismo, e inmiscuir El año 1979 s todavía recordado como el año de las expec
l o en cuestiones políticas en lo ref r nte al Tribunal Consti tativas d a tadas. El 11 de septiembre de ese año, Pinochet
tucional y al Tribunal Calificad or de Elecciones; 5) no reco afirmó " ha ia 1 985 u 1986 cada trabajador chileno va a tener
noce la personería jurídica de D r cho Públ ico a los partidos auto, a a y te levisor"76• En junio se fijó el dólar de Estados
políticos y no conserva la garantía n t i t u ional de autono Unid n 39 pesos y se desató la ola de importación de
mía para darse la organización q u estimen conven iente; 6) biene d onsumo y el endeudamiento en dólares. Esta
por último, pretende imposibi l i tar el cambio del modelo situación p uede haber influido en la decisión de realizar el
económico en aplicación. Además, se cuestiona la ausencia plebis i ta n 1 980, y ciertamente formó parte de la explica
de posibilidades de debate público para la aprobación de ción d 1 resul tado de éste con la que los derrotados se con
una nueva Constitución. formaron y, en buena parte, terminaron por legitimarlo.
La aprobación de la Constitución en un plebiscito reali La i rregu laridades que rodearon todo el plebiscito fueron
zado el ll de septiembre de 1980 marcó el punto culminante denunciada n su tiempo desde múltiples fuentes y por
del triunfo de l a dictadura y de la consecuente derrota de los varios medio 77. Sin embargo, el haber aceptado, en esas
partidos políticos. En el entusiasmo del triunfo de esa noche, condiciones, real izar una limitada campaña en favor del
Pinochet l legó a anunciar la creación de "un gran movimien rechazo al proyecto de Constitución por parte del conjunto
to cívico-mil i tar de Chile" (pa ra pertenecer al cua l habría de la élite partidista, formalmente fuera de la ley en ese
que inscribirse en los municipiosf'1• El Mercurio lo expresaba
así: "Los políticos que per m i tieron o gen raron el estado de
75 "La Semana Política", El Mercurio, 21 de septiembre de 1 980, citado
cosas que llevó al fracaso de la democracia chi lena fueron
por Genaro Arriagada, op. cit., p. 1 03.
derrotados por la alianza entre mil i tares y economistas.
76 Citado en La Tercera, 29 de agosto de 1999, Reportajes, "1979: el año
Podría resumirse así el contenido del plebiscito del jueves 1 1 . del cuesco Cabrera".
7 7 Véase, Cavallo et al., op cit, pp. 322-332, además de Chile-América,
74 Cavallo et al., op. cit., p. 331 . N° 64-65, junio-septiembre de 1980 y 66-67, oct., nov., dic. de 1 980.
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146 CHI LE: PARTIDOS POLf'fiCOS, DEMOCRACIA Y DICTAD U RA. 1 970- 1 990
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148 CHILE: PARTIDOS POLÍTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA 1 970- 1 990 Rl I S Y DESGASTE DE LA DICTADURA 149
Consejo de Estado1• Sin embargo, la versión apr b j u nto de la política a tr v de un movimiento cívico-militar. Sin
con l a Constitución fue d iseñada por l os a r s de unta un análisis contemporáneo, "El re
Pinochet y la Junta Militar2. La interpretación y ap h a i n de ciente anun i neral Pinochet de crear un frente cívi
estas normas fue campo d e confrontación entre tend n i co-militar .' i n al anzó a formularse antes de perder vi
que apoyaban a la dictadura, antes de convertirse en el talidad. A r m d.iar cambios políticos de importancia no
campo del enfrentamiento con l a oposición. Dado el r ce o parece p r b l la formación d e tal movimiento político,
político y la ausencia de organización formal, los miembros funda m nt 1 m n te por la resistencia que podría encontrar
de corrientes ideológicas distinguib les dentro del bloque de en la pr i Fuerzas Armadas"4. Esta idea de un "movi
�
apoyo a la dictadura fueron caracterizados por los perio mi nt " h .bí sido planteada antes, en 1 975, por el Movi
distas, los analistas y, finalmente, ntre ellos mismos, como mi nt d U n idad Nacional, MUN5, en el que participaban
"duros" y "blandos"3. Las c ue tion.es que los enfrentaban algun dl o d irigentes gremiales de la oposición a la Uni
eran, por una parte, la actividad onóm i ca del Estado, en dad P u l a r y que se anunció con la " Declaración de
lo cual los " duros" aparecían derr t .d desde el comienzo Cod u ." . Luego, en 1978, s e intentó crear u n movimiento
de la aplicación del modelo económ i o n 1 975, pero dentro "pin h t i ta ". En 1980, el mismo Pinochet, en su discurso
de lo cual habían obtenido una pequ ña v ictoria al incluir en de la v i t r i a en el plebiscito, llamó a inscribirse en las
la nueva Constitución la preservación de la gran m i nería del muni ipal idades para crear un movimiento cívico-militar.
cobre en manos del Estado, y, por otra parte, l a cuestión de En 19 1 , 1 asesor de Pinochet, Federico Willoughby, estaba
una nueva estructura de participación política. Esto último, en campaña de organización recorriendo las ciudades del
ligado a la decisión respecto de la duración de la dictadura país y, t v ía en 1 982 y 1 983 los nacionalistas como Pablo
y los plazos para su paulatina normalización, pasaron ahora Rodrígu z y 1 mismo Willoughby insistirían en el proyecto6.
al primer plano. A p- r d e q ue el triunfo en el plebiscito significaba la
Los sectores "duros" reunían a los nacionalistas, los cor prolonga i n de la dictadura, los civiles involucrados en
porativistas y los partidarios de una militarización permanente el gobierno pe rcibían el comienzo de un primer período
1Jaime Guzmán, op. cit., pp. 1 71 - 1 72. 4 Taller de Análisis Político, Informe Mensual de Coyuntura Política, No 4,
2Cavallo et al., op. ci t., pp. 31 6-31 8. Por otra parte, Alessandri, en 1983 octubre de 1980, p. 3.
dijo: "Reclamo para mí el honor de que e llega e a redactar w1a nueva 5 Más tarde habrá otro movimiento con la misma sigla pero diferente
Carta Política. No estoy de acuerdo con las modificaciones introducidas al en todo lo demás.
proyecto que aprobó el Consejo de Estado y mucho menos lo estoy con la 6 Este breve recuento apareció en El Mercurio, el 29 de mayo de 1983,
normativa de la transición que se introdujera a su texto". Citado por p. D3. En agosto de 1 983, Federico Willoughby con Gastón Acuña y Pablo
Andrés Allamand, La travesía del desierto, p. 36. Rodríguez publicaron w1 folleto titulado ¿ Qué es el nacionalismo hoy?, en el
3 Sergio Fernández, "Génesis de la Constitución de 1980", en Gonzalo que no insisten en la idea por el momento pero descartan a los partidos
Vial (editor), Análisis crítico del régimen militar, p. 51. como modelo de participación política.
150 CI-IILE: I ARTID POLfTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADUI , 1 970- 1 990 RISI. Y DESGASTE DE LA DICTADURA 151
10
Un tes t i monio de estos contactos entre el ministro del Interior Sergio
Ferná ndez y x-senadores de derecha y democratacristianos, está en la
7 "
•..mientras se estudiaba la Reforma Previsional, exactamente en el
entrevista a Fra ncisco Bulnes Sanfuentes en la revista Qué Pasa del 5 de
mensaje del 11 de sept i em bre de 1 979, Pinochet proclamó solem11emente diciembre de 1 979, rep roducida en parte en Chile-América, No 58-59, no
las 'siete modernizaciones': Plan Laboral, Reforma Prev isional, Directiva viemb re-d i c iembre de 1979, p. 149.
Educacional, Reestructuración del Sector Sa l u d , Modernización de la Jus 11
La "Corporación de Estudios Nacionales". Este modelo de organi
ticia, Desarrollo Agrícola, Reforma A d m in i stra t i v a y Region a l ización". zación, el cen t ro de estudios, cobró gran importancia como refugio de la
Víctor Osorio e Iván Cabezas, Los h ijus de Pinochet, p . 76. actividad ideológica de los intelectuales de todos los sectores en ausencia
8 Por ejemplo el nombramiento de m i l i tares en serv icio activo como
de los partidos pol íticos. Además, algw1os de ellos, especialmente los
rectores delegados en casi todas las universidades cuando se esperaba w1 vinculados a la op os ici ón a la dictadura, asumieron el estatus de Organi
cierto retorno de los académicos. Véase Informe Mensual de Coyuntura Po zaciones No Gubernamentales (ONG), sirviendo para canalizar fondos de
lítica, No 6, diciembre de 1980, p. 4. solidaridad externa destinados a mantener a la oposición de varias ten
9 Véase capítulo anterior.
dencias.
152 CHlLE: PARTIDOS POLfTICOS, DEMOCRACIA Y DlCTADU RI\. 1 V70- 1 990 CRISIS Y DESGA TE DE LA DICTADURA 153
oposición social más activa en los primeros añ la dé crisis económica que hizo vacilar al bloque en el poder y
cada de los ochenta, se abría paso una unidad en 1 a ión reactivó a la oposición en un nivel no imaginado poco tiem
de la oposición de izquierda con la Democracia Cri t i na 1 2. po antes de ocurrir lo h hos más espectaculares. Esto úl
Las fuerzas que apoyaban a la dictadura no perman .fan timo fueron la pr t ta nacionales de 1 983. Sin embargo,
en receso. Aun cuando tampoco formaban partidos polfti éstas eran una r i n a los efectos ya innegables y sentidos
las tendencias ideológicas generaban organizaciones de d is por el grue d la población de una crisis económica que
tinto tipo. Desde la década de los setenta, los gremialistas se al correr 1 ti. mp ha sido calificada como "colapso"14• El
dirigieron a la captación de la juventud desde el aparato del primer ín t m de debilidad en la economía, que hasta
gobierno, la Secretaría Nacional de la Juventud, y un frente enton e 1 fundamento del triunfalismo que hemos
de estudiantes secundarios (de d ucación media), Frente de ri t , fu 1 q uiebra de la Compañía Refinadora de Azú
Juvenil Unidad NacionaL En 1981, forma ron también un ins d 1 Mar (CRAV), en 198 1 . É sta era el resultado del
tituto, "Instituto para una Sociedad Li bre" 13. Ya se han men de a m p a r del sector industrial frente a la apertura comer
cionado más arriba las activ idad de J os nacionalistas en cia l 1 f , los bajos precios del azúcar en el mercado
este terreno. Todas estas alternativa a la organización de i n 1 y errores en la estrategia financiera de la em
partidos políticos eran explorada mo ana les de la acti .i n. mbargo, las conexiones e n este último terreno, el
vidad ideológica y formación d c u a d ro , n. la p rspectiva finan i r , h icieron que la quiebra tuviera resonancia en la
de una activación política que no tenía plazos. En la misma econ mí . P r otra parte, la política de cambio fijo con aper
ausencia de organización partidaria, algunos sectores de la tura m r i a l volvía muy vulnerable al conjunto frente a
oposición exploraban también las posibilidades de la lucha .1 n xterna.
armada y la organización militar clandestina, lo cual era El ata u .- de los nacionalistas no se hizo esperar. Su
respondido con la represión de los aparatos de la dictadura, expectativ ra no sólo pasar al primer plano político sino
rebautizados como CNI, y que endurecían al régimen en su revertir 1 pr greso en la implantación del proyecto econó
relación con la oposición social y política e inclinaban la mico lid rad por los "Chicago boys".El carácter doctrinario
balanza a favor de los "duros" y nacionalistas en el enfrenta de la inspira ión de las políticas diseñadas por éstos hacía
miento interno en el bloque de apoyo a la dictadura. muy difíci l el fl xibilizar su aplicación. La devaluación de
Lo que en definitiva disparó un proceso de realineamien 1 982 y el abandono de la política de paridad fija fue vivida
to de los factores que hemos considerado hasta aquí, fue la dramáticamen t por algunos de ellos15. El efecto político más
importante fue que la crisis hizo desaparecer el "consenso
12 Un ejemplo anecdótico de esto en Jorge Lavandero, El precio de
sostener un sueño, p. 59. Por otro lado, políticos oc y de izquierda partici
paron en 1981 en la formación de un Comité de Defensa de la Libertad 14 Ricardo Ffrench-Davies, Macroeconomic Performance and Achievements
Sindical, amparado por la Iglesia católica. Cavallo et al., op. cit., p. 357. in Chile, ECLAC, 1 998, p. 4.
1 3 "Nuestra Historia", en la página www de la UD!. 1 5 Joaquín Lavú1, Miguel Knst. Pasión de vivir, pp. 86-89.
154 CI-IILE: PA RTID S POLfTICOS, DEMOCRACIA Y DICTA D U RA . 1 70-1990 CRISIS Y DESGASTE DE LA DICTADURA 155
Renovación Nacional en 1 987, partido del cual n tes de un centroizquierda2 . r acciones a estos dos eventos, en
Pinochet nunca pa rt t 1 p de las negociciones ni en las el eje de la Unid, 1 P p u lar, la alianza socialista-comunista
ideas de apertura. lizo amplio uso de las facultades que le (de la cual ya l q LLedaban algunos sectores socialistas
o torgaba el articulado transitorio de la Consti tución, de aliados al P ) , partidos buscaban la desmovilización
clarando el estado de si tio y endureciendo l a represión social por l iderarla ineficiente y peligrosa. Como sistema
masiva de las protestas y la represión selectiva por medio de ti tu i n. o rearticulación, este conjunto de partidos
asesinatos de conocidos militantes del MJR y del Partido Co del establecimiento de sus relaciones internas y
munista. Su estrategia se mantuvo firme n el cu mplimiento fije L n de sus límites externos. La diferencia de táctica
del itinerario de transición -que dividía ' ta en dos períodos 1 u DI y el MUN obedecía más a sus diferencias en la
presidenciales, separados por un pl bi ito con candidato iación del papel de los partidos políticos que a diferen-
único propuesto por los cuatro mandantes en jefe, que en ia estratégicas.Lo que la UDI pedía al Tribunal Constitucio
el caso de derrota daba paso a la J ción directa del Presi nal, la exclusión de la izquierda, el MUN lo pedía a los fir
dente. Todas las alternativas que se b LLscaron para alterar mantes del Acuerdo, logrando sólo la legitimación de la
esta ruta, desde las de la UD! que revivía la idea de un con exclusión por las acciones y no por las ideas, en una pará
greso termal, hasta la de la primera propuesta de la Alianza frasis del artículo octavo incluida en el "Acuerdo"28• Por lo
11
Democrática que pedía la renuncia de Pinochet y un congre demás, aun cuando el "Acuerdo" aceptaba la adhesión de
1
so constituyente, fueron sólo ejercicios para la formación de otras organizaciones en las condiciones en que se produjo,
un conjunto de organizaciones que realizaron una intensa los partidos del MDP rechazaron esa posibilidad29•
\·:
lucha ideológica y política cuyo resultado fue la constituci ' n El límite entre el sistema de partidos y el movimiento
de un sistema d e partidos cLLyos límites quedaron m a r e. social fue más difícil de establecer y el proceso fue menos
por el reconocimiento conj LL nto d l a n t i t LL i n 1 \
claro. Por una parte, el límite era borroso en cuanto a las
de la transición ajustada al i t i n r r i alianzas no coincidentes en todos los niveles; por ejemplo,
tículos transitorios y 1 r con i mi x t • 1 , r l i- las alianzas de partidos en el movimiento estudiantil no
cipantes en las negociaciones. coincidían con los límites de las alianzas de las directivas
La composición del Acuerdo Na i n 1 J fmites partidarias. Por otra parte, Unión Nacional estaba en contra
izquierdo y derecho para el n úd-o d 1 i l ' partidos de la movilización social opositora, en particular contra las
futuro al excluir por la izquierda a 1 m i 1 . b 1· del Movi j ornadas de protesta que continuaban. El logro de la dic
miento Democrático Popular (M DI ) . ·· n 1,. d r ha, por su tadura y sus partidarios fue que los partidos de oposi
parte, la UDI, que no participó d l A u rd , l 1 a b .ía solicitado ción abandonaran la movilización social, condenando en un
al Tribunal Constituciona l la d i nconstitucio-
•
nalidad de esas organiza i n o n. el artículo so 2" Andrés Allamand, op. cit., pp. 92-97; entrevista telefónica con Luis
de la Constitución de 1 rt exclusión d e l a Ma ira, 29 de septiembre de 1999.
izquierda qLLe con rvab u fil i a i n on lo que había sido 29 Edgardo Boeninger, op. cit., p. 311.
164 CHILE: PARTIDOS POLÍTICOS, DEM RACIA Y DICTADURA . 1 970- 1 990 RISIS Y DESGASTE DE LA DICTADURA 1 65
mismo paquete la violencia c a l l jera y la lucha armada con la dictación de la 1 - y de partidos políticos fue registrada la
tra la dictadura que llevaban a cabo las organizaciones afi organización q u reunía a las fuerzas de derecha, Renova
nes al PC y otros partidos d 1 M P.
Esto lo lograron por la ción Nacional, l a cual reunía al MUN, la UDI y el Frente Na
inversión de la situación a par tir de 1986. Por un lado, e l cional del Tr bajo, una creación de Jarpa. Quedó fuera el
equipo económico encabezad p r I-Iernán Büchi retomó la grupo qu pr tendía revivir el Partido Nacional y los grupos
política anterior a la crisis p r n un sentido menos doc qu bu .ban constituir un partido liberal. La declaración de
trinario y más pragmático, com ·n.za nd a observarse signos prin i p io reafirmaba su adhesión a la legitimidad del golpe
de recuperación a partir de l o r u l t dos económicos de d • tacto del ll de septiembre de 1973, a la Constitución de
1 985. Por otro, la represión d la p rotestas sociales 1 O y a la economía de mercado. Con respecto a la repre-
y, sobre todo, el fracaso d l n t ra Pinochet en ión, la distancia que tomaron con la dictadura no pasó más
septiembre de 1 986 hizo v acilar t d la nvi iones acer- a l lá de condenar, condiciona d amente, el a sesinato d e
ca de la efectividad de la lucha armada on.tra la di tad ura. Letelier, una vez que Fernández Larios confesó e n Estados
En las nuevas condiciones, l a acción política de la d icta Unidos31, y siempre defendieron la amnistía de 1978 como la
dura, y de Pinochet en particular, se concentró en retomar su solución al llamado "problema de los derechos humanos" .
propio itinerario de transición, el cual pasaba por un plebis La precaria unidad de l a organización s e formó nom
}
,,
cito en 1 988. Para esto la actividad se concentró en gran 1 brando un presidente de consenso, Ricardo Rivadeneira, y
....
parte en la definición de las que iban a ser las futuras nor asignando una vicepresidencia a cada una de las tres orga
mas de existencia y funcionamiento de los partidos políticos, nizaciones concurrentes, que fueron ocupadas por los líde
definidas por las "leyes políticas", es decir las leyes orgáni res reconocidos de cada una, Andrés Allamand por el MUN,
cas constitucionales, que fueron despachada por la J u nta Jaime Guzmán por la U DI, y, excepcionalmente, por un tiem
Militar, en su calidad de Poder L gi l a t i v , n tr fi nes de po, Juan de Dios Carmona por el FNT, siendo luego reempla
1985 y 1 98830, y por otra, en las a l t rnativa q u p a ra enfren zado por el verdadero l íder del grupo, Sergio Onofre Jarpa.
tar el plebiscito abría la Constitución. En el mes siguiente a Este intento iba a terminar con la separación de la UDI, antes
de un año, por " diferencias de estilo". Esta anécdota es re
30 Las principales son: Ley 1 8.460, Ley Orgán ica Constitucional sobre veladora de la cultura política que es atributo del sistema de
el Tribunal Calificador de Elecciones, 12 de noviembre de 1985. partidos y de los individuos que participan y se forman en
Ley 18.556, Ley Orgánica Constitucional sobre Sistema de Inscripcio
él. Las elecciones internas de Renovación Nacional en 1 988
nes Electorales y Servicio Electoral, 1° de octubre de 1 986.
Ley 18.593, Ley de los Tribunales Electorales Regionales, 9 de enero de provocaron acusaciones cruzadas entre los sectores MUN y
1987. UDI de usar métodos incorrectos en las elecciones de delega
Ley 18.603, Ley Orgánica Constitucional de los Partidos Políticos, 23 de
dos. En el relato de Allamand de estos hechos se pone �l
marzo de 1987.
Ley 18.700, Ley Orgánica Constitucional sobre Votacione Popu l a res y
Escrutinios, 6 de mayo de 1 988. 3 1 Andrés Allamand, op. cit., pp. 1 23-124.
1 66 CHILE: PARTIDOS POLÍTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. 1 970· 1 990 CRI 1" Y DESGASTE DE LA DICTADURA 1 67
acento en el carácter populista de la estrategia d lo UDI Con posteri ri dad al plebiscito, la UDI completó los trá
(movilización de pobladores), el apoyo de la dictad u ra (or mites de regi tr o mo partido político. La Junta Militar de
ganismos oficiales al servicio de Jaime Guzmán) y c i ta ca li Gobierno pr mu.Jgó una ley que completó la ley de eleccio-
ficaciones de los métodos usados por los UDI en la política nes y qu n . t n fa los elementos estabilizadores del sistema
interna del partido como "nazis" o, incluso, "comunistas"32. de los q u han beneficiado ambos partidos, e l sistema bi-
Por su parte, una hoja titulada " La h istoria de la Unión nomin 1 d elección de diputados y senadores y la defini-
Demócrata Independiente", afi rma q ue, "no existía el real ción d i tritos para diputados, hecha a la luz de los resul-
interés de cambiar los los esti l p l íti os por parte de los ta del plebiscito34•
otros dos conglomerados"33. La UDl .i u. i omo movimiento
y sólo al año siguiente logr u in rip i J 1 gal omo par
tido político. Antes, sin e mbargo, a mb partid , RN y UDI , 4.2. LA NUEVA DERECHA EN EL NUEVO SISTEMA DE PARTIDOS
participaron en la campaña por el "sí" en e l p lebiscito de
1988. La UDI y Renovación Nacional conforman una derecha con
El marchar juntos en el apoyo a Pinochet en el plebiscito dos partidos que, sin embargo, presenta diferencias con aque
es una prueba de que aún en 1 988 los nuevos partidos de la lla que conformaban liberales y conservadores. Ambos par
derecha no tenían capacidad de decisión frente al liderazgo tidos comparten un verdadero "proyecto nacional" que han
y las maniobras de Pinochet. La transición diseñada por sus logrado imponer al conjunto del sistema de partidos a través
asesores contemplaba un plebiscito en que los el ectores de una compleja lucha ideológica que ha transcurrido en el
aprobaran o rechazaran un candida to p ropuesto por los substrato de la lucha política que encuadró el proceso de
Comandantes en Jefe de l as Fuerza Arm.ada y a rabineros. transición desde la dictadura a la aplicación de la Consti
Tanto Renovación N acional o mo la mi m U Dl , s i e n do es ta tución de 1 980. Este proyecto nacional está explicitado en
última más cercana al dictadm� ba raja ron al ternativas a este una gran parte de las declaraciones de principios de ambos
plebiscito, las cuales oscilaban desde que e l candidato no partidos, que tienen más de un 50% del texto, literalmente,
fuera Pinochet hasta que fuera candidato pero en una elec común. Esto no ha sido por falta de tiempo para modificar
ción competitiva, abierta a otras postulaciones. Finalmente la p uesto que RN tiene una versión revisada con fecha no
Pinochet se hizo nombrar candidato único por los otros vi m b re de 1 994. Este proyecto nacional se compone de
comandantes, y perdió el plebiscito con el apoyo de los dos algun principios generales: 1 ) legitimidad del golpe
partidos que conformarán la derecha del nuevo sistema de de E ta d de 197335; 2) legitimidad de la Constitución de
partidos representado en las cámaras a partir de 1 990.
34 Ley 1 8. 799, 26 de mayo de 1989.
32 lbíd., pp. 1 40-147. 35 En ambas decla raciones de principioa se afirma: [UDI o RN] "destaca
33 Material de propaganda de la UD[, sin fecha. el patriotismo y es¡ íri tu de servicio de las Fuerzas Armadas y de Orden
168 CI- I I LE: PA RT I D S 1' LfTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. 1 '170- 1 990 RISIS Y DESGASTE DE LA DICTADURA 169
1 98036; 3) inm u tabilidad del modelo de desarro ll mico política aparee n protegidos por las mismas leyes que sería
impuesto por l a dictadura37• deseable cambi r i se pretende una democratización del
Los seguros de este orden están contenidos en 1 , ns- sistema.
titución y e n las leyes complementarias. La legisla i n Del pr de formación de este nuevo sistema es in-
partidos políticos los aísla del movimiento social, y - 1 teresant 1 dialéctica que impuso a los vencedores antipar
ma electoral favorece a la minor. ía q ue impide en la 1 i la tido 1 m. d lo organizativo del partido político como instru
tura cambiar este estado de co a . Por lo demás, la recons m nt d acción, y a los vencidos que rechazaban la
titución del gremio político p nn i te dudar de la decisión legi timidad del nuevo orden les impuso, primero de hecho
para cambiar algunos rasg a n t i d mocráticos de este or y m tarde de derecho, no sólo el nuevo orden sino las
den, puesto que ya lo rp rativos de la éli te l. i mi taciones a su propia organización y acción. Así es como
puede entender el complejo movimiento en que la protes
ta social que hizo vacilar a la dictadura reactivó a la élite
de Chile, cuyo or i gen y gloriosas lr di ion •, s id • n t i f i can con el surgi política que, tras el fin estratégico de desmovilizar a la pro
miento y defensa de la ch.i lenidad a tr v , u • tu lo lo 1 i s lor i a del país,
testa social, contribuyó a la reconstrucción del sistema de
incluida su acción libertadora del 11 d pli ,,, r • d • 1 ( 7 , que salvó al
partidos políticos, imponiéndole los límites que ya se han
país de la imninente amenaza de LUl lota l i t, r i . rn i r r •v •rsi b l e y de la
dorn.inación extranjera, culminando así u n a v , J i señalado. No son las inconsistencias ideológicas personales
recogiendo un clamor popular abrLU1'1adorament n a o colectivas las que explican este resultado, sino la constitu
ción de principios, UD!, p. 6; RN, p. 4. ción de una arena política cuyos límites se van dibujando
36 Su adhesión a la Constitución de 1980 i n c l uy 1, ,. i v i n u i ;J i n d
por las relaciones entre los que participan en el juego de las
la exclusión por motivos ideológicos (artículo 0, d ro ,
alianzas y las negociaciones, a través de las cuales se produ
sistema democrático sólo puede ser estable si la
compiten por el poder comparten sus elementos ce el reconocimiento mutuo que estructura el sistema. Así, si
LUl mínimo respeto recíproco. Ninguna elección el Acuerdo Nacional no produjo ningún cambio en la dicta
sentar amenazas para los valores fundamenta l e d In hil n .i dad, ni poner dura, dejó establecida la participación de una nueva dere-
en juego legítimos principios esenciales para lo L n lcgra n les de la sociedad.
ha, el MUN, que no renunció a nada de su "pinochetismo",
Es preciso aceptar, por tanto, que el pluralismo pol fti o tiene lünites".
como eventuales participantes de un sistema de partidos que
RN o UD!, en cada caso, "sostiene que es l íc i to que -a través de un
órgano jurisdisccional independiente- se suspenda 1 ejercicio de los prin competiría en un juego democrático. Al mismo tiempo, los
cipales derechos cívico-políticos a las personas o rupos que pretendan gre m i a l .istas debieron formar un movimiento, cuyo futuro
valerse de ellos para conculcados propaga ndo d o t r i nas totalitarias o sólo era posible en el sistema de partidos, lo que los llevó
violentistas" . Declaración de principios, RN, p. ; UDI, p. 4.
primero a integrar Renovación Nacional y luego a indepen
37 La elevación a principios las característic, s l e ! modelo de desarrollo
llamado "Economía social de mercado", está e pecificada en los apartados
dizarse como pa rtido, lo cual es revelador, en ambas instan
ti tulados "Sistema económico-social" y "E l Estado en el ámbito económi cias, del papel d " bisagra" de la nueva élite de Renovación
co-social", N"' 14 y 15 para RN y 16 y 17 para UD!. Nacional al cum plir l a doble tarea de "barrer hacia adentro"
1 70 CHILE: PA RTJD P LfTI OS, DEMOCRACiA Y DICTADURA. l \170- ! 990
5 . 1 . INTRODUCCIÓN
1 71
1 72 C H I LE: 1 Al T l l S POLfTICOS, DEMOCRACIA Y DICTAD RA. I Q70· 1 990 LA DEMOCRACIA CRISTIANA Y LA DICTADURA DE PINOCHET 1 73
oficial d lo resultados del plebiscito, por can. la in la lucha armada, la mov i l ización social y la aceptación del
fluencia democratacristiana en el bloque social yo al itinerario y los términ.o de la transición diseñada por la
gobierno2• propia dictadura y ontenida en los artículos transitorios de
3) Repliegue del partido, recomposición de su dir ión la Constitución d 1980, sin embargo, la solución de estas
(precipitada además por la muerte de Eduardo Fr i Mon controversia marcó los límites del nuevo sistema de parti
talva) y acción en los niveles social y político, independ i nte dos, recontruido a partir del eje central constituido por la
de la dictadura, pero sin capacidad de iniciativa. En este Demacra ia ristiana.
subperíodo se crean las cond i iones para el paso a la ofen 5) A pa r tir de 1986, la Democracia Cristiana recupera ese
siva observado en 1 983 y gu rev ierte la situación del con papel de je del sistema de partidos políticos. Bajo el lideraz
junto del período iniciado n 1 7 . Estas condiciones son, go de Patricio Aylwin logra subordinar al conjunto de la
fundamentalmente, la d ión del bloque social de oposici n política a su estrategia, marginalizando a la iz
apoyo a la dictad u ra, pr v r la crisis del modelo de quierda comunista y, a su vez, subordinando la reconstruc
desarrollo econ m i o impu ta, descomposición ción del sistema político a la estrategia de la dictadura.
que da oportunidad n 1 r a bvación de la De- Esta periodización está construida sobre la base de la
mocracia Cristiana t a mb ién intentos acción de la dictadura con respecto a la Democracia Cristia
embrionarios de reorganiza i I - r-p r n.tación políti na, lo cual obedece a la definición de la acción de esta última
1
Lll
ca de derecha relativamente i nd p ndi nt d la di tadura3. como subordinada, defensiva y reactiva durante la primera
4) Participación en la oposici n p líti (1 parte, la fase de ascenso de la dictadura. Sin embargo, la
agrupamientos d e partidos) y s o ia l (prin i p segunda pa rte tiene, en la fase de desgaste y decadencia de
protestas), compitiendo por e l liderazg .n 1 fu rzas de la dictadura, a la Democracia Cristiana entre los protagonis
izquierda y discrepando con éstas resp cto d la estrategia tas. El anál isis de cada uno de estos subperíodos debe cen
para terminar con la dictadura. Las discrepancias se referían trarse entonces a partir de la acción democratacristiana, con
las caracterí ticas ya señaladas, tanto con respecto al gobier
no como con respecto a otros actores políticos y sociales (fun
2 Véase capítulo 3, pp. 144-145 y 146.
3 En realidad sólo se produce como novedad durante este período el
damentahnente la izquierda y los movimientos sociales) .
comienzo de reagrupamientos de sectores de derecha fuera del gobierno.
Elementos aislados se habían ido desprendiendo de él, como el general
Leigh, o expresando su oposición a algunos proyectos de la dictadura,
como Hugo Zepeda que anw1ció públicamente que votaría por el NO en
el plebiscito de 1980. La derecha política se reorganiza para apoyar a la
dictadura, pero visualizando su reemplazo, por lo que intentan creciente
mente tomar distancia de Pinochet y del carácter militar de la dictadura.
Véase capítulo anterior.
174 HILE: Pi\RTIO 1' LfTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADUkl\, 1 70- '1 990 LA DEMOCRACIA CRISTIANA Y L/\ DICTADURA DE l'INOCHET 1 75
cuyo modelo organizativo no estaba clarament finido. ninguna organización como tal, que
Las di tintas tendencias ideológicas que se pued -n di tin sistema político destruido, y en la
guir entre los que apoyaban a la dictadura, actuaban d-n tro r t ido estaba siendo sometido a una erosión
del gobierno por medio de cuadros individuales que pugna en la coopte i n d sus cuadros por la dictadura que buscaba
ban por ocupar posiciones en el aparato administrativo o debilitad , v ntualmente, disolverlo en un bloque que la
como asesores de los ejecutivos militares. La crudeza de apoyar . tra parte, las perspectivas de conservar su
estas conexiones implicaba que los vencedores sólo estaban client 1 p puJar y de ampliarla a través de su permanencia
preocupados por el reparto del botín y, por lo tanto, la pre en ju d 1 cual se habría excluido a la izquierda o, al
ocupación por diseñar canales de pa rticipación política de men a su parte más radical, se debilitaban con la prolon
sectores sociales subordi nados t nía que postergarse en gación de las condiciones excepcionales (represión y exclu
tanto la acción represiva bastara para man tenerlos excluidos sión ocial y política) que amenazaban con hacerse "norma
de ella6. les" y a cuyos responsables aparecían asociados.
La cuestión de la restauración política, la reapertura de Esta situación incómoda presentaba pocas salidas posi
un juego partidario, con limitaciones que les permitieran bles. Aceptar la estrategia de la dictadura y subordinarse .
aprovechar su aparente ventaja, todo lo cual implicaba aún más a ella significaba la desaparición del partido y sus
reapertura de la participación social y política de sectores intereses políticos, lo cual parece imposible, incluso si éste
medios y populares que se convirtieran en su clientela, hubiera quedado reducido al sector todavía minoritario que
apareció para los democratacristianos como una cuestión rechazó el golpe de Estado. Por otra parte, denunciar los
crucial, puesto que la prolongación de las condiciones im propósitos de la dictadura implicaba tomar conciencia del
puestas por el golpe jugaba doblemente en contra de sus papel que objetivamente había jugado la Democracia Cris
intereses políticos debido a que aparecían asociados con la tiana en la oposición al gobierno de la Unidad Popular y en
dictadura militar. Por otra part , su parti ipa i n n el gobier su derrocamiento (reconociendo, de paso, que la única op
no era aceptada sólo a travé d uadr que, como indivi ción real para la preservación del sistema institucional ha
duos, ocuparan cargos ad mini trativo , J ual significaba, en bría sido una alianza del PDC con el gobierno de Allende).
teoría, que la dictadura no estaba dispue ta a tomar en cuenta Esto, a su vez, habría implicado asumir la posición de la
tendencia minoritaria dentro del partido y ubicarse, súbita
6 Es importante notar que, de entre los c u ad J'OS de la "nueva derecha" mente, en la oposición a la dictadura en un momento en que
que alcanzaron notoriedad durante el gobierno de la U nidad Popular, los las propias bases del partido no hubieran seguido esa direc
que aspiraban al papel de líderes, como Pablo .Rodríguez, se vieron pos
ción.
tergados dmante la dictadura por los "ideólogo " como Jaime Guzmán.
Como manera de evitar esta disyuntiva poco conforta
Quienes buscaron ser "concesionarios" de la organización política del apoyo
a la dictadura, o a la persona del dictador, no lograron que su proyecto ble, el PDC adoptó el supuesto explícito de la neutralidad de
despegara. Véanse los dos capítulos anteriores. la actuación política de las fuerzas armadas. Según la visión
•
1 78 CHILE: I'ARTII POLfTI OS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. 1�70- 1990 LA DEMOCRACIA CRISTIANA Y LA DICfADURA DE PINOCHET 1 79
que prop usieron, la acción de la dictadura ob- d distinto al de la dictadura sin obligar a sus bases a optar por
resolución de un conflicto ideológico entre los el m ntos uno u otro. La crítica a la acción del gobierno establece desde
civiles que la apoyaban y en el cual resultaban vict riosos este momento inicial tre líneas a lo largo de las cuales habrá
los sectores más reaccionarios en lo político y vorace n lo de desarrollarse en lo ucesivo: la política económica, los
económico. Ante esta situación, en la que se autodefinían derechos humano y l a reconstrucción del sistema político.
como perdedores en el conflicto ideológico entre civiles, los Sin embargo, e ta l íneas de argumentación crítica tienen
democratacristianos apelaban a la Junta Militar, y a su cabe diferentes d a rrol las entre sí, y también limitaciones comu
za, Pinochet, intentando hacer ver que la política económica nes, que e pr iso aclarar con el fin de justificar la perio
del gobierno, la represión y las consecuencias políticas de dización pr puesta como modo de análisis de la evolución
ambos tipos de acción hacían d i fíci l una restauración del del pr ye to democratacristiano bajo la dictadura.
sistema político, lo c u a l p a recía irra i o n a l desde el punto de E ta t res líneas de desarrollo de la crítica democrata
vista de quienes, como el PD esta b a n i n .teresados en capi
, cris t i a n a a la dirección de la dictadura tienen en común el
talizar el apoyo pop ular disponible luego de la reciente de no cue tionar el origen de ésta. Es decir, la legitimidad del
rrota de la izquierda. La irracionalidad residía para ellos en gobierno no es cuestionada por su relación con el sistema ·
que la prolongación de las condiciones creadas por el golpe insti tucional destruido sino por las consecuencias posibles
de Estado, en lugar de permitir esa capitalización de apoyo de la prolongación de la situación definida por su presencia.
en una apertura política restauradora, fortalecerían las posi Éste es l pLmto central para la comprensión de las caracterís
ciones más extremistas de oposición, las cuales, por fuerza, ticas del proyecto democratacristiano de reconstrucción8• Sin
deberían desarrollarse en condiciones de clandestinidad que embargo, en este momento interesa destacar que esta limi
contribuirían a reforzar su radicalismo7• tación en .la crítica propi amente política de la dictadura
Todo este supuesto malentendido permite a l a Democra
cia Cristiana establecer s u di tan ia política con respecto a
8 "Comprendemos la necesidad de una labor de saneamiento moral,
la dictadura sin verse m p ujada a .la opo i ión. E una forma
económico y político frente a la crisis a la que el país había llegado [ . . . ]
de definir su identidad en término d p royecto político
tal labor, aunque por su naturaleza no puede prolongarse indefinidamente,
necesita tiempo. Sería un error constreñirlo a un plazo muy breve. [ . . . ]
7
"Estamos convencidos de que la inactividad absoluta de los sectores Nuestra historia muestra otros períodos análogos al actual, como el de
democráticos facilita la acción clandestina de los grupos marxistas. Sin Portales o el primer mandato del Presidente Ibáñez, que permitieron a
orientación emanada de sus dirigentes, nuestras ba es militantes y simpa Chile reeencontrar el camino de la institucionalidad democrática y de su
tizantes quedaban a merced de los rumores, enga.ñ.os y aun infiltraciones progreso". Carta de Aylwin y Olguín ya citada. Es de notarse que la dic
de que pueden ser objeto". Carta de P rtricio Aylwin, presidente nacional tadura de Ibáñez se les transformó en "primer mandato" y que las dicta
del PDC, y Osvaldo Olguín, primer vicepresidente, al general Augusto duras "permitieron" lo que siguió, como si en el derrocamiento de lbáñez
Pinochet, 18 de enero de 1 974, difundida en el exterior en febrero de ese en 1931 no estuviera uno de los antecedentes más remotos de la Democra
mismo año. cia Cristiana.
180 C H I LE: PARTID 1' Lf' n OS, DEMOCRACJA Y DICTADURA. l 97U- 1 990 LA DEMOCRACIA CRISTIA NA Y LA DICTADURA DE PINOCHET 181
determi na limi taciones en los otros dos aspecto e define como la venganza de los sectores económicamente
ma crítica (los derechos humanos y la política e poderosos que buscan, con voracidad, recuperar lo perdido
Es necesario subrayar que lo que explica la cohesión y per durante el período ant rior y que, al deteriorar las condicio
sistencia del PDC es la claridad con la que sus cuadr d iri nes de vida de lo tores populares, dificultan un retorno
gentes perciben su interés político común y cómo intentan rápido a la n rmal idad puesto que las demandas de estos
estructurarlo en un proyecto. Es por lo que su posición fren últimos podrían onducirlos a apoyar tendencias de izquier
te a la dictadura es subordinada; sus intereses políticos los da en l u ar de permitir la capitalización de ese apoyo social,
llevaron a apoyar el derrocamiento del gobierno sin plan aparen tem nte disponible, por parte de una tendencia mo
tearse las consecuencias que esto tendría para el conjunto derada como la Democracia Cristiana. (Carta de Aylwin y
del sistema político del cual formaban parte. Ahora, después Olguín ya i tada.)
del golpe de Estado, sus propuesta de reconstrucción del Del mi mo modo, las limitaciones que se observan en la
sistema (corrigiendo los "defecto " qu .habían permitido el crítica ref rida a la situación de los derechos humanos bajo
triunfo de la izquierda en 1970) era una al te rnativa a la dic la dictadura reconocen dos fuentes: una es la necesidad
tadura instaurada. Su argumentación, entonces, se centra en impue ta por la posición política de los democratacristianos
afirmar que las condiciones excepcionales que justificaron el de no referirse al golpe de Estado mismo sino a la prolon
golpe (la presencia del gobierno de la Unidad Popular) ya gación de las medidas represivas en el tiempo9. La otra limi
no existen más y que, por lo tanto, la prolongación del tación proviene del temor a que esa represión se extendiera
gobierno militar y las condiciones que impone, tanto la re indiscriminadamente a los miembros del partido. Esto, ade
presión como las medidas de política económica, dificultan más de l as consecuencias obvias, habría tenido el efecto de
una vuelta a la "normalidad" que aparece para ellos como empujarlos al campo de la oposición o, al menos, a una
necesaria. situación compartida con la izquierda. Este mismo tipo de
La crítica a la política económica tiene do ti p de limi razones puede explicar la moderación con que la dictadura
taciones: la primera, a la qu ya ha h cho referencia,
·
reprimió a algunos democratacristianos. Esto, sin embargo,
proviene de los l ími t s de la crítica p líti a, que conduce a
evaluar las consecuencias de la acción de la dictadura en el
9 Aún después de un año de perpetrado el golpe de Estado, siendo ya
terreno económico solamente en función del proyecto de explícitas las diferencias entre el PDC y la dictadura, los líderes máximos
reconstrucción política. Esta visión obedece también a una del partido, Frei y Aylwin, ponían particular empei1o en justificar el golpe
segunda limitación, propia del primer período de la dicta atacando a Allende y a la Unidad Popular. Aylwin lo hacía en su informe
dura, que consiste en que la política económica aparece de sobre la situación chilena ante la reunión de ODCA, la organización regional .,
latinoamericana de la Democracia Cristiana, realizada en Curazao entre el
finida más como negación de lo realizado por el gobierno de
24 de agosto y el l O de septiembre de 1974. Por su parte Freí hace lo mismo
la Unidad Popular que como un proyecto de desarrollo eco en el prólogo que escribió para el libro de Genaro Arriagada, De La "vía
1,
nómico. De esta manera, lo que se critica es una acción que chilena" a La "vía insurreccional", pp. 9-31, publicado en 1974.
LA DEMOCRA lA CRISTIANA Y LA DICTADURA DE PINOCHET 183
1 82 CI-!ILE: PA RTID POLfTICO , DEMOCRACIA Y DICTADUlZ/\, 1< 70- 1990
producía una situación ambigua en la que lo d m crata momento se ejerció en forma tal que se le pudiera imputar
cristianos a parecían defendiendo los derechos l u .manos, la finalidad de eliminar a la organización o, siquiera, impe
pero siempre a partir de casos que afectaban a su mi m dir el funcionamiento d- us órganos directivos máximos.
La explicación de esto encuentra no tanto en la subordi
bros, los cuales no constituían las mayores transgresi n- de
la dictadura en este terreno, por lo que la protesta dem ra nación política de la D mocracia Cristiana sino en la impor
tacristiana podía aparecer hasta ridíc ula en algunas ocasio tancia que la parti ip i n de sus bases y s u clientela tenía
nes10. en el bloque ocial qu a poyaba a la dictadura. Los objetivos
Las limitaciones con que la d ictadura reprimió a la De del gobierno militar con respecto al PDC eran de eliminación
mocracia Cristiana son un corre] ato de la ambigüedad de las de su estructura a través de la absorción de sus bases en su
relaciones entre las dos. La r p re i ón afectó fundamental bloque social de apoyo al gobierno y de sus cuadros en el
mente a los firmantes de la d l a ración q ue condenaba al bloque político correspondiente. Sin embargo, la subordina
golpe y, más tarde, se d i rigió a controlar los medios de di ción a que los democratacristianos se habían reducido en el
fusión de propiedad o a disposición del partido n . En ningún bloque opositor al gobierno de la Unidad Popular no garan
tizaba la obtención de estos objetivos, puesto que la natura
leza misma del partido y su existencia dependían del sistema
10 Carta de Claudia Orrego al general Pinochet, fechada el 31 de marzo
político anterior a 1973. Por lo tanto, la verdadera naturaleza
de 1975. En ella se queja por la destrucción de un libro suyo, en proceso
de impresión, efectuada por personal del gobierno el 27 de marzo de ese
del golpe no podía ser explicada sin empujar a los democra
mismo año. Toda su parrafada acerca de la libertad de expresión no puede tacristianos al campo de la oposición. Objetivamente, el golpe
sino sonar ridícula en quien hasta entonces había guardado un silencio buscó destruir el istema pol ítico, pero para conformar el
cómplice acerca de todos los a tropellos a los derechos humanos perpetra
dos por la dictadura . El texto íntegro de la carta fue publicado en Chile
medios de comunicación masiva controlados por los democratacristianos,
América, No 8-9, Roma, 1 975, pp. 73-74.
11 o en los que éstos influían, los principales hechos son los siguientes: el 2 1
La acción represiva en contra d dirigentes democra tacristianos tuvo
d e febrero de 1 974 dejó d e publicarse e l diario La Prensa, debido a dificul
como pw1to culrninantes los siguientes: 1 7 de septiembre de 1974, primera
tades económicas; en noviembre de 1975 fue clausurada indefinidamente
detención de Claudia Huepe; 7 de octubre d 1 974, se prohíbe el regreso
la revista teórica del PDC, Política y Espíritu; en marzo de 1976 fue
al país de Bernardo Leighton; 1 5 de octubre d 1 974, segunda detención
clausurada por seis días (por cuarta ocasión) Radio Balmaceda; a fines de
de Claudia Huepe, que es expulsado finalmente del país el 12 de febrero
ese mismo mes fue requisada la edición No 2121 de la revista Ercilla, toda
de 1975; 26 de noviembre de 1 974, detención y expulsión del país de Renán
vía bajo el control de los democratacristianos en ese tiempo; también en
Fuentealba; 6 de octubre de 1 975, a tentado en Roma contra Bernardo
1976 fue relegado a Putre el director de Radio Balmaceda, Belisario Velasco.
Leighton; 6 de agosto de 1 976, detención y expulsión del país de Jaime
A todo esto hay que agregar la razzia efectuada en el Canal 13 de tele
Castillo Velasco; 17 de octubre de 1980, se prohíbe el regreso al país de
visión, propiedad de la Universidad Católica, por el rector delegado, Al •
Andrés Zaldívar. A esto hay que agregar el a utoexilio de Radomiro Tomic,
mirante en retiro Sweet, entre el 18 y 29 de marzo de 1 974, en la cual
que parece razonable en vista de los ataques a su persona en la prensa
fueron expulsados de su trabajo en ese canal numerosos democratacristia
partidaria de la dictadura. Es notable que hasta 1976 los afectados son
nos.Véase Chile-América, varios números, Roma, 1 975 y 1976.
todos firmantes de la declaración que rechazaba el golpe. En cuanto a los
184 I I I L!l: PA RTII P LIT! OS, DEMOCRACIA Y DICTAD R;\, 1970- 1990 LA DEMOCRA lA CRISTIANA Y LA DICTADURA DE PINOCHET 1 85
ial y político que lo apoyó se presen t rn una E l éxito del gobierno mi li tar en este enfrentamiento ideo
r a i n al gobierno de Allende y su programa. Ah r , des- lógico es difícil de evaluar. in mbargo, al parecer su propia
de i nstaurado el gobierno militar, la meta estra t i a e evaluación fue satisfactoria puesto que en 1977 decidió eli
d plaza desde el objetivo de "restaurar la norm l idad " minar del bloque políti lo democratacristianos a través
( ompartido por los democratacristianos) a "elimi n r la de un decreto que p r h i bía todos los partidos políticos "en
condiciones que hicieron posible el gobierno de la Unidad receso" desde el Jp d E tado. En los hechos, éste sólo
Popular", el cual significa, para los democratacristianos, afectaba al PD L r z n
. xplíc i tas de esta medida apun
restauración del sistema a corto pl azo con exclusión de l a tan hacia el obj tiv d sumar al PDC a l bloque "enemigo", a
izquierda o parte de ella, m i entra que para l a s fuerzas ar los "políti o " on conexiones internacionales que actúan en
madas y los sectores sociales q ue p redominan en el gobierno contra de la naci ón representada por el gobierno militar13.
significa destrucción del conj unt d el sistema político exis
tente hasta 1973 y, en particu lar, J i m inación del sistema de
partidos12• 5.3 AÑOS 1977-1980: LA LUCHA POR LA INDEPENDENCIA
186 H ILE: PARTID ' P L(TI O , DEMOCRACIA Y DICTADURA. 1 971J. I990 LA DEMOCRA lA CRISTIANA Y LA DICTADURA DE PINOCHET 1 87
Dem ra i frente
ri tiana como una reacción del gobi rn tiempo conservar el bloque so ial de apoyo. En este sentido,
a 1 rfti a a su gestión provenientes de ese parll . Sin la presencia de la Demacra ia Cristiana, aunque fuera como
- mb rgo, las limitaciones de esas críticas, a las qu ya no partido en "receso", era el ú l t i mo eslabón que unía a la dicta
h- mo referido, no parecían justificar la aparente d u reza d dura con el sis tema p lítico destruido y que permitía inter
la decisión. Por otra parte, la justificación que el gobi rno pretar los propósi to de reestablecimiento de la normalidad
ofrece en términos de la participación de los democratacri - expresados al momento del golpe como una promesa de
tianos en una conjura internacional contra Chile y su gobier restauración de ese sistema. Si se imputa esta significación
no, tiene efectos distintos en el país y en el exterior. En el a la decisión tomada, ésta parece obedecer a la necesidad
ámbito nacional, se busca cohe ionar al bloque social que por parte de la dictadura de profundizar su acción en los
apoya a la dictadura como repre entante de la nacionalidad, terrenos de la política económica y del diseño de un nuevo
por oposición a los "político " in crupulosos que no vaci sistema político. Por otra parte y en función de esas necesi
lan en asociarse con fuerzas forá n as para conseguir sus dades, se puede suponer que la decisión de eliminar formal
objetivos egoístas. En el exteri r el efe to es contrario, pues mente al PDC resulta de algún tipo de evaluación que per
to que la Democracia Cristiana - r.ía manchada por el mite estimar que este hecho no afectará fundamentalmente
apoyo y la justificación del golp d " t d o, lo ual resultaba al apoyo social con que cuenta el gobierno, es decir, que la
incómodo para sus asociados extranj r mo la Democra- separación entre la organización partidaria y sus bases es
cia Cristiana europea). Ahora ap a r rf n v í timas de suficientemente profunda y que el intento de cooptación de
la dictadura, su proyecto como alt rn tiv t a últi ma ( y los cuadros partidarios en forma individual no tiene mucho
no como una variante) y, por lo tant , t r d r d abierta más futuro15• De esta manera, la dictadura militar instalada
solidaridad por parte de gobierno y p a r t i d o afines ideoló
gicamente14• 15 Entre los cuadros democratacristianos cooptados por la dictadura,
Para la dictadura, esta decisión sign i fi aba expulsar del los más destacados son Juan de Dios Carmona, quien jugó un papel par
bloque político a un sector crítico, per bu ando al mismo ticularmente ambiguo durante el primer período, tratando de subordinar
al partido a la política de la Junta Militar, antes de abandonarlo defirliti
vamente, y William Thayer, que aceptó representar a la dictadura ante la
14En los primeros tiempos de la dictadura, los democratacristianos
UNESCO. Ambos luego fueron dirigentes de un movimiento social-cristiano
chilenos trataron muy activamente de justificar el golpe de Estado ante sus
que se ubicó en el bloque de apoyo a la dictadura. Sin embargo, hay
correligionarios de otros países. En esta lú1ea se ubica la carta de Frei a
Mariano Rumor, en noviembre de 1973, la s giras i nternacionales de los muchos democratacristianos que apoyaron a la dictadura más allá de la
dirigentes democratacristianos como Enrique Kra uss, Juan de Dios Carmona posición de su partido. Por ejemplo, entre los políticos chilenos que pro
y Juan Hamilton, en octubre de 1973. Sin emba rgo, la Democracia Cristiana testaron públicamente contra la condena a la dictadura por sus atropellos
internacional fue cada vez más crítica de la d ictadura, llegando en 1975 a a los derechos humanos, votada por la Asamblea General de las Naciones
la denuncia específica de la represión política que afecta a cuadros interme Unidas en 1974, figuraban los siguientes democratacristianos: ex ministros:
dios de la Democracia Cristiana chilena. (Chile-América, N° 8-9, Roma, 1975, Ramón Valdivieso, Carlos Figueroa, Modesto Collado, Eduardo León y
p. 18). Sergio Ossa Pretot; ex senadores: Juan de Dios Carmona (también ex
LA DEMOCRACIA CRISTIANA Y LA DICTADURA DE PlNOCI-lET 1 89
1 88 CHILE: PARTID P LfTI OS, DEMOCRACIA Y DICTAD R/1, 1�70- 1990
en septiembre de 1 973 "bota lastre" y avanza n 1 estruc - redefinir sus posiciones. Una alternativa obvia era sumarse
turación del proyecto estratégico que inspiraba a 1 tares a la izquierda y constit uir un bloque político restaurador (o
hegémonicos dentro de la oposición a la Unidad p pula rl6_ un frente antifascista, e m proponían los comunistas). Sin
La victoria golpista se profundiza sumando al campo de embargo, esto no par conveniente a la direcci ón del
los derrotados a la Democracia Cristiana, a la cual no s ne partido , y la razon bjetiva s de esta evaluación son im-
cesario destruir, puesto que se ve impedida de actuar sobre portantes para nt nder que el rechazo a una alianza con la
su clientela debido a que el mecanismo que hacía posible esa izquier da n prod ucto de la mala voluntad o el sectaris
relación (las elecciones) ha desaparecido junto con el sistema mo demo rata ri tiano, sino de la naturaleza social del par
político destruido. Tampoco puede actuar eficientemente tido y su id logía.
sobre sus bases puesto q ue esa a i ón, que ya era ilegítima Si el pa rtido se encontraba aislado de su base social, que
en las condiciones del re so p I íti , e i lega l a hora. Ade perman ía subordinada en el bloque social de apoyo a la
más, esas b ases es t á n i n fl u i d a por u permanencia en el dictad u ra, al asociar se con la izquier da sólo podía profundi
bloque social de apoyo al gobierno y aisladas de la organi zar esa br cha. Esto se debe a que aun cuando la izquier da
zación partidaria por la falta de funcionamiento de esa es no pusi ra como condición para establecer esa alianza el que
tructura y por el control de sus medios de difusión por parte los democratacristianos renega ran de su pasado opositor a
de la dictadura. Es otro tipo de victoria el de la dictadura Allend e y de su apoyo al golpe, en los hechos la constitución
sobre la Democracia Cristiana: al gobierno de la Unidad de esa a l ianza habría implica do lo mismo en el terreno ideo
Popular y a los partidos que lo apoyaban tuvo que destruir lógico. Por este camino la Democ racia Cristiana habría pa
los físicamente, en tanto que a la Democracia Cristiana bas sado a ser LULa fuerza importante, pero no hegemónica den
taba con amenazarla con correr la misma suerte. tro de un bloque opositor constituido sobre la base de esa
Ubicada por iniciativa de la dictadura en el campo de la alianza . Por otra parte, el ubicarse en la misma situación que
oposición política, la Democracia Cristiana se veía obligada la izquier da podía convertirlos en blanco de una represión
semeja nte a la sufrida por ésta y, por último, daría credibi
lidad a la visión difund ida por la dictadura, de una oposi
ministro), José M usa lem, A lejandro Lorca, José Foncea, Luis Papic; ex
diputados: Víctor González, Juana Dip, Carlos Garcés, Gustavo Ramírez,
ción única constituida por los "políticos" que buscaban re
Enrique Krauss (también ex ministro) y Javier Lira Merino (Chile-América, tornar a un pasado que haría posible la repetic ión de la
No 6-7, Roma, 1975, p. 62). A estos políticos hay que agregar algunos de experie ncia del gobierno de la Unidad Popular.
los más destacados tecnócratas ligados al PDC que han colaborado con la Para el PDC, la tarea prioritaria era recuperar la influencia
sobre la base social que quedaba apoyando a la dictadura.
dictadura tales como Raúl Saéz y Jorge Cauas.
16
En el ya citado discurso de Chacaril las (nota 12), Pinochet anunció
un calendario de aplicación de su proyecto de institucionalización. Sobre
Para ello era fundamental definir una identidad política
la importancia de éste, los cambios de planes y el itinerario de la transición propia , que no pudier a ser confundida con la izquier da y
que finalmente se propuso, véanse los dos capítulos anteriores. que no permitiera la extorsión ideológ ica de la dictadura,
1 90 CHI LE: PARTII OS POLfTICOS "
' DEMOCRAClA Y DICTAD RA. 1 970- LA DEMOCRA 11\ RIST!ANA Y LA DICTADURA DE PINOCHET 191
]990
rechazar la alternativa de construir organizacion revolucio t do lo que queda de él, incluyendo muy especi
almente a
naria a partir de lo que quedaba de sus partido , ubica la Democracia Cristia na, a presentarse unido como oposi
ban en un terreno en el que sólo podían quedar ub rdi ción al proyecto de Constitución. En la interpretación oficial
nados a la iniciativa ideológica de los democratacristian '8 del triunfo del gobiern o en este plebiscito se expresa la
in
Este retroceso general de los partidos como organiza i 'n tención y la signif icació n que se le atribuye a estos hecho
s:
se reflejaba también en otros sectores, no sólo entre los in dar por eli min.ad a la repres entati vidad de la Democracia
telectuales. Entre los trabajadores tenía como marco el cam Cristiana en l bloque social que apoyaba a la dictad ura.
po sindical, donde se intentaba infructuosamente construir
instancias unitarias de organización y donde los partidos
seguían actuando, pero a través de cuadros que, al igual que .4 AÑOS 1980-1 983: LA LUCHA IDEOLÓGICA
los intelectuales, ad q u irían cada vez mayor autonomía res
EN LA OPOSICIÓN
pecto de sus pa rtidos y d las ideologías de éstos19.
El punto culmi nante de este período es, sin d uda, el El m i m.o resultado del plebis cito contribuyó a ahondar las
plebiscito de 1 980, en el cual P inochet h ace aprobar una ara t - rf ticas del proceso de desarticulación que sufrían los
Constitución y el reglamento de s u entrada paulatina en partid o polític os en general, y la Demo cracia Cristia na
en
vigencia. Legitimó con ello su permanencia en el poder hasta pa rti u l a 1� desde el período anterior. Lo que para la izquie
r
fines de la década de los ochenta, por lo menos, y por el da habfa pareci do un debilitamiento coyuntural es proye
c
contenido de la Constitución aprobada, dejó consolidadas las tado ahora como permanente. La formulación teórica e ideo
bases de la reformulación de todos los mecanismos de re lógi a de la si tuación asume la forma de propu estas
de
presentación social y política. El momento elegido para esta análi i ciológ ico en las que se busca la constitución de
confrontación tiene también el sentido de culminación de una actor hi tóricos con movimientos sociale s que sean refrac
etapa de avance en el proyecto de la dictadura, que hace al tarios a una interpretación en términos clasist as definidos
gobierno sentirse segu ro de poder dar por cancelada la ex a
partir de una estruc tura. Desde esos movimientos sociale
periencia histórica del sistema político anterior, empujando s,
se propone la búsqueda de alternativas políticas de demo
cratización, las cuales requerirían para su desarrollo que
los
1B
partid os políticos no pudier an o no intentaran integrarlos
El Grupo de Estudios Constitucionales, conocido como "Grupo de en
los 24", constituyó el primer caso importante de colaboración abierta de proyectos definidos desde la perspe ctiva de otro tipo de
democratacristianos con algunos izquierdistas y, al mismo tiempo, perso análisis20•
neros de la vieja derecha. (Chile-A mérica No 64-65, Roma, junio-septiembre
de 1980, p . 27).
20
19 El movimiento sindical en la fase de ascenso de la dictadura fue Una descripción de estas posiciones y de su relaLión con
lo que
objeto de un estudio muy acucioso por parte de Guillermo Campero y José queda de los partido s se encuentra en el capítulo X, "La oposició
n al régi
· A. Valenzuela, El movimiento sindical en el régimen militar chileno. 1 973-1981 . rn n mil i tar", del libro de Manuel
Antonio Carretón ya citado.
1
21
"Los comunistas, como todos los partidos chilenos, mantenían, esen
cialmente, una organización urbana . Las actividades rurales representaban
un alto riesgo, eran ataques muy expuestos al bastión de la oligarquía
chilena". Brian Loveman, Struggle in th2 Countrysíde: Polítics and Rural Labor
in Chile, 1919-1973, p. 206.
)
LA DEM RA . 1 1\ CPISTIANA Y LA DICTADURA DE PINOCHET 195
l i m itaciones sei'i.aladas
i namiento del sis-
orgánicos e
nt r r pr r t, r i mportantes
de la sociedad, es la teoría de la .r 1' omo lo 1
formuló Vekemans. Su propuesta es camb.i r J i n entre
partido y base social, convirtiendo a la Demo ra i a ri tiana
en la expresión de una alianza de sectores sociale , rgani
zados en movimientos o frentes que mantuvieran una rela
ción de clientela con el partido y con un eventual gobierno
de este mismo (la Promoción Popular) .
El fracaso de este proyecto durante el gobierno de Frei
pareció reforzar el sistema de partidos. Sin embargo, la crisis
política de la derecha, al perder el control del voto campe
i no, hizo aparecer la crítica del sistema de partidos en ese
t r p l íti o. Tra reorganizarse en el Partido Nacional, el
m. am li m v i m i nto al s andrista, reactivar las organi
z i 1 r t i v a d la bu rguesía y la pequei'i.a b urgue-
(a y fi na J m. nt fra a r n la 1 i n. pr idencial de 1970,
la derecha s planteó de arrollar la opo i ión al gobierno de
la Unidad Popular por medi o de las "organizaciones socia
les" (juntas de vecinos, gremios, etcétera).
Finalmente, tras la derrota en 1973, la izquierda, o más bien
sus intelectuales, asumen también la crítica de los partidos
22
Al final del período presidencial de Gabriel González Videla (1946-
1952), durante la participación de la Falange Nacional en el llamado "ga
binete de sensibilidad social", entre 1950 y 1952, dos miembros del partido,
Jorge Rogers y Gastón Saint Jean, diseñaron un proyecto de reforma elec
toral que fue enviado al Congreso con apoyo del gobierno, aun cuando
más tarde no fue aprobado. Véase George Grayson, El Partido Demócrata
Cristiano chileno, p. 275.
1 96 CHILE: PARTIDOS POLÍTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. m0- 1990 LA DEMOCRA lA RISTIANA Y LA DICTADURA DE PINOCHET 197
cuestionando su capacidad para permitir el d a rrollo y r ta23. En la d -recha son nacionalistas, gremialistas y otras
articular los movimientos sociales. .d d fascistas. En la Democracia Cristiana se trata
Para cada uno de estos sectores, la articula i n e lo juv ntud, principalmente, y, durante el gobierno de
político y lo social, luego de la l iquidación de los p .r tido , Fr i, la tendencias rebelde y tercerista. En la izquierda de
asumiría formas distintas. Para la Democracia Cristia na e hoy son los mismos cuadros democratacristianos rebeldes y
trataba de una redefinición del papel de los partido -n la terceristas, desprendidos del PDC en 1969 y 1971 para formar
cual ellos, los DC, reemplazarían a l conjunto del sistema de el MAPU y la Izquierda Cristiana, más los cuadros socialistas
partidos como ámbitos de concreción de alianzas sociales, que se les asemejan por composición social, generacional y
pasando así de un sistema multipartidista a un régimen de trayectoria profesional.
partido único o de hegemonía aplastante de un partido. Para Otras formas de crítica al sistema de partidos, que no se
la derecha, en su intento bajo Pinochet de aplicar su proyec extiende al partido como modelo orgánico, están represen
to, la alternativa es la despolitización, l a supresión de los tadas por cuadros políticos de la misma generación de los
sesenta, pero que se adhirieron a alguna forma del "castris
partidos y el sistema que conformaban, al menos por un
mo" y que proponían alguna variante de la visión "leninis
largo período, y su eventual reconstrucción sólo en condicio
ta" del partido. Estas tendencias residían fundamentalmente
nes de subordinación no muy claramente definidas (si cor
en el MIR, algunas fracciones de los socialistas, además de su
porativos o ideológicos), pero en todo caso, limitando el
influencia tradicional, no asociada al castrismo, en el Partido
espectro ideológico que podrían cubrir a los requerimientos
Comunista24•
de exclusión de la izquierda.
Por su parte, la alternativa a la que apuntan los intelec
23 Si bien el análisis no es el mismo, la distribución entre las organi
tuales de izquierda no encuentra formulaciones que vayan zaciones de la izquierda de lo que Carretón describe como matrices de
más allá de los comentarios apologéticos acerca de la social acción política "clásica" y "emergente" coincide con la caracterización de
democracia, en sus múltiples variantes, lo cual es demasiado los cuadros que se hace aqui, al menos para este sector. Véase Manuel
Antonio Carretón, op. cit., p. 188.
pobre como para poder ser reseñada.
24 Las comillas del "leninismo" se refieren al lugar que el modelo de
Si la critica a los partidos y al funcionamiento del siste partido revolucionario jugó en la discusión ideológica en el Chile de
ma de partidos tal como existía en Chile hasta 1 973, encon Pinochet. Hay que recordar que en ella aparecen mezcladas las cuestiones
relacionadas con la estrategia y la táctica de la izquierda y las críticas al
tró formulaciones en todos los sectores políticos, l os porta
socialismo real, a partir del supuesto que este último es la consecuencia
dores de estas posiciones en cada sector también muestran inevitable de la adopción del leninismo en aquéllas. En esta discusión,
características comunes. En los tres sectore , derecha, Demo frente a la ofensiva ideológica socialdemócrata se encuentra una izquierda
replegada en Lma suerte de "ortodoxia" leninista, asumida o imputada.
cracia Cristiana e izquierda, los cuadros que asumen estas
Ambas posiciones son expresiones de la derrota y el "desarme ideológico"
posiciones son intelectuales que buscan s u inserción en la actual de la izquierda clulena. Lo importante en este caso del modelo
élite política profesional a partir de l a década de los leninista es que permite fw1damentar la existencia del "partido", como
198 CHILE: PARTIDOS POLÍTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADU ilJ\. 1 �70- 1 990 L A DEMOCRACIA CRISTIA N A Y LA DICTADURA D E P!NOCHET 199
Toda esta digresión tiene por finalidad ap r t r al gunos democratacristianos el tipo más "puro" de componente de
elementos que faciliten imputar un sentido a 1 t i v idad esa élite, los interes políticos de estos conjuntos de cuadros
ideológica que se desarrolló en ese período, el m.ayor intelectuales tien n puntos de contacto. El problema es cómo
reflujo de los partidos políticos, y destacar la im rtancia se perciben y mo se canalizan.
que sus resultados tienen para la Democracia Cri han , aun Para lo democratacristianos el modelo partidario es el
cuando ésta no sea evidente a primera vista. Para ha r Jaro único po ible. Su proyecto sigue siendo una redefinición de
esto hay que recordar que la Democracia Cristiana es un las rel acio.n.es entre los demás partidos, sus bases y cliente
partido de "representantes profesionales", ligados entre sí las, q ue permita reestructurar el sistema de partidos o elimi
por su interés político común, que busca representar a sec narlo, a partir de la preeminencia del propio PDC. Para los
tores sociales a los que no aspira a integrar al partido mismo intelectuales de la izquierda, las posibilidades percibidas
más que en una medida limitada. En este sentido es diferen eran dos: por una parte, la reestructuración del sistema de
te a los partidos de la izquierda, en los cuales los sectores partidos que hiciera posible su reinserción en la política
populares no sólo se integraban a la organización misma del como organizaciones y como cuadros individuales y, por
partido sino que podían marcar lím i tes a las posiciones que, otra, la redefinición de sus organizaciones alrededor de una
en teoría, podían asumir los cuadros dirigentes q ue tienen estrategia revolucionaria, la cual sólo podría estar estruc
una composición social semejante a la de l os democrata turada por una política militar que apuntara al derrocamien
1'
cristianos. Esto es particularmen te i mportan te en el caso del
Partido Socialista25. A l haber estado in tegrados juntos en una \
/'
to de la dictadura26.
misma élite de políticos profesionales, y al expresar los ·) funda la Unidad Popular, en especial el "Programa Básico de Gobierno" y
el "Acuerdo sobre estilo y conducción de la ca mpaüa". Véase capítulo 2.
modelo organizativo, haciendo abstracción de la situación concreta, en el
26Cuando se habla de "ausencia de una politica militar que apuntara al
sentido de su inserción o no en un sistema de partidos. La posición de
derrocamiento de la dictadura", hay que entender que la afirmación es
quienes imputan algw1a forma de "leninismo" a la izquierda chilena está
relativa. De hecho, había dos políticas militares en marcha, pero ambas se
claramente expuesta en l as declaraciones de Ricardo Lagos a Excelsior,
desprendían de consideraciones abstractas y eran más expresión de deseos
México, 6 de enero de 1 984, p p . 1 , 1 6 y J S.
que producto de análisis. Es claro que en la Democracia Cristiana siempre
25 El grado de autonomía de la d i rigen ia d da pe rlido respecto de
existió la disposición para un acuerdo "cupular" con las fuerzas armadas
sus bases y clientelas era, sin duda, va riabJ d u n aso a otTo. Las deter
minaciones que actuaban en cada w10 de el los era n ta mbi ' n d i s t in t a s, de lo que culminara en un proceso de transición. Por otra parte, una política
cual da un indicio la variabilidad clife ren te de l a vota ión por ada p a r t i do. mi l i tar abstracta se ofrece naturalmente asociada a un modelo de partido
Sin embargo, en la izquierda y aún más en p a r t í ular n tr los socialistas, revol ucionario, ya sea esperando que esta crisis (o alguna otra) descompon
todo conduce a aceptar como plausible la hipótesi de que, n la si tuación ga a las fuerzas armadas y las debilite (como en Argentina después de la
de 1 970, la subordinación a la Democracia "risti.ru.1, , por ejemplo en una guerra por las Malvinas) o que se comience la construcción de un aparato
alianza de tipo frente populista que apoyara a Ton'l ic, habría r u l tado en u n armado autónomo que, a largo plazo, pudiera desafiar en el terreno estra
fortalecimiento del POC, por un lado, y d e l a izq uierd a "castrista" por otro. tégico el control que ejercen las fuerzas armadas, posición que siempre fue
A esto parecen obedecer las características de los acuerdo en los que se poco significati.va en el conjunto de la izquierda.
200 CHILE: PARTIDOS POLfTTCOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. I Q70· 1990
LA DEMOCRACIA CRISTIANA Y LA DICTADURA DE PINOCHET 201
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202 CHILE: PARTIDOS POLÍTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. 1970- 1990 LA DEMOCRA 11\ RISTIANA Y LA DICTADURA DE PINOCHET 203
representante de una alianza social, por sí mism . habían adquirid r pecto de sus organizaciones30 . En lugar
tras un programa de desarrollo económico a se t r popu de ver a la D m ra ia Cristiana sumándose a la oposición
lares, como clientela, a sectores de la burguesía, cuy intere de izquierda, y de escuchar su acto de contrición por su
ses serían representados por el partido, el cual, a u vez, participación - n la destrucción del sistema político, lo que se
conservaría en sus bases y su cuadros una comp pudo observa r fue a una parte de la izquierda empeñada en
clase media política y tecno rá tica. " aprend r la lección" de la Unidad Popular, propalando las
En la situación de los pri meros años ochenta no parecía crítica al istema político que hizo posible su triunfo y repi
ni muy posible ni muy fructíf ro para los democratacris tiendo, d iez años después, las mismas críticas que la oposi
tianos el luchar por la repr n tación de alguna parte de la ción golpista hiciera el gobierno de Allende31• É sta es la vic
burguesía, puesto que ésta, n u conjunto, se encon traba toria ideológica de la Democracia Cristiana en medio de su
involucrada en el apoyo a la d i tad u ra, preocupada por el derrota política . Las consecuencias sólo se harían patentes en
destino de sus intereses econ n1. i s en el nuevo modelo de el período que se inaugura con la jornada nacional de pro
desarrollo y despolitizada. Sin argo, en el otro frente, el
I testa del 11 de mayo de 1 983.
de los sectores populares, su n u v i t ua ión en la oposición
podía ser aprovechada para nfr n tar el otro obstáculo,
quizás el más i mporta nte, q ue había opue to a la realiza
ción de su proyecto: la independenci a pol ítica de estos sec
tores expresada por los partidos marxistas. La tarea concreta
emprendida por los democratacristianos en este período fue
30 Bajo las con d i ciones de l a represi ón los vínculos orgánicos se forta
el desarme ideológico de la izquierda29.
lecen en la clandesti n _i d ad, pero la mayoría de las bases y la clientela
En esta empresa contaron a su favor con la situación en quedan excluidas de ellos y sólo m a n t i enen una v i nc u l ación ideológica a
que se encontraba la izquierda a partir de su derrota política través de aquellos intelectuales que puedan ocupar los espacios perm.itidos
y militar en 1 973. La tarea fue, entonces, infligirle la única por la dictadura en el terreno cultural, en general, y, muy especialmente
en este caso, el periodismo político. A su vez, los intelectuales han asum.ido
derrota que la dictad ura no es capaz de producir: la derrota
una gran independencia respecto de los partidos ya que, entre otras cosas
ideológica. En tre las cond icione q ue defi nía n la s i tuación de que han ocurrido, su actividad no se desarrolla en instituciones estatales
la izquierda, la más favorable para lo demo ra tacris tianos en las que incluso su situación personal podía depender de los vaivenes
era la desarticulación de lo partido y, n particular, la de la política y, por lo tanto de sus afiliaciones partidarias.
3l
independencia que los in telectua le ( u r erva ideológica) "Sobre todo, entendemos que Allende fracasó en su prem.isa básica",
afirmó Tomás Moulian, w1 científico político de izquierda. "Pensó que
Chile podía ser llevado al socialismo con el apoyo de sola mente 30 por
29 Los primeros en recetar expl íci ta men te i n yecciones masi vas de "euro ciento de la población. Ahora entendemos que ningún programa político
comunismo" a la izquierda chilena fueron Genaro Arriagada y Claudio puede tener éxito a menos que una gran mayoría de chilenos lo apoye."
Orrego, véase Leninismo y democracia . (Excelsior, México, 25 de septiembre de 1983, p. 31).
l
1\�
!'
204 CI-IILE: PAI TIDOS 1 OLfTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADU RA', '1 970- 1 990 LA DEMOCRACIA CRISTIAN A Y LA DICTADURA DE PINOCI-!ET 205
política chi lena a partir de mayo de 1983: la pol i l iz ción de ocia! a la dictad ura e descomponía naturalmente a través
la protesta, primero, y, estrechamente vinculad J l o, la de los cauces rp rativos que habían concentrado la repre
conformación de bloques políticos en la oposición, mp ues sentación pol í t i a de la burguesía desde la crisis de sus
tos (o descompuestos) en un proceso acelerado d r ns partidos tra .i i 1 ales. Los niveles de radicalización posible
trucción de partidos políticos. Por último, los int nto de dentro de m.odelo orgánico alcanzaron sus límites (entre
recomposición del bloque de apoyo a la dictadu ra, proceso los cam i n r , productores de trigo, comerciantes, etc.)
que se expresa en la política de gobierno militar, pero tam mientra , al ompás de la crisis económica, se comenzaba a
bién en una politización de su partidarios que tiende hacia prod u ir una reactivación de la élite política36.
la estructuración de partidos o mbriones de ellos35. Exami L p rote ta de mayo de 1983 rompe esta línea de desarro
nar estos procesos puede er una buena manera de evaluar l lo, p ro no para interrumpir esos procesos sino para ubicar
el estado del proyecto d m. ra ta risti ano en la situación los en. otro nivel, en el cual se aceleran considerablemente.
creada a partir de 1983. La convoca toria a la jornada de protesta por parte de la
Si la extensión de l a prot ta y u espontaneísmo están Conf deración de Trabajadores del Cobre tiene un sentido
asociados en el orig n, e por J ba j nivel de articulación complejo. Por un lado, en el ámbito social, el paso de los
política de las manifestaci one d d ontento social que se sectores populares a la vanguardia en la expresión de un
observaba en los ai'\.os de 1977 a 1983. Sin embargo, el cam descontento que en el campo de la burguesía y las clases
bio en la correlación de fuerzas sociales que l a protesta de med i a no s uperaba sus limitaciones ideológicas y orgánicas
1983 significa debía buscar canales de expresión que con de manera que p udiera extenderse. Son los sectores popula
sideraran este cambio y, frente al proyecto despolitizador de res los que pueden s umar a otros de las clases medias e,
la dictadura, la politización de la oposición es una forma de incluso, de l a burguesía, a su movimiento, pero no a la in
avanzar en la formulación de alternativas. Desde este punto versa. Sin embargo, el carácter generalizado de las protestas
de vista, el desarrollo de las protestas, tal como ocurrió, pue está definido, en los hechos, por la presencia de aquellos
de ser considerado "natural". Si la extensión de la protesta sectores que provienen del bloque social de apoyo a la dic
"estalla" en mayo de 1983, los rasgos que asum.e su desarrollo tadura. Por otra parte, la misma convocatoria tiene un carác
pueden ser rastreados a ntes de esa fecha. Por una parte, tal ter indudablemente político, aunque ambiguo; los dirigentes
como ya se dijo, esta ex tensión encuentra u fundamento en sindicales, a pesar de la desarticulación de los partidos, tie
la descomposición del bloque ocia! de apoyo a la dictadura, nen afiliaciones todavía identificables y, en este sentido, la
pero por otra, las formas orgánicas q ue canal i zaban esa des
composición no permitían desencadenar un proceso político 36 Este proceso se encuentra registrado en los informes mensuales del
de las dimensiones del que rovocó l a protesta. El apoyo Taller de Análisis Pol ítico. En particular, el paso del modelo corporativo a
la reactivación de los partidos, detectado a través de los primeros intentos
de refundar el Partido Nacional, se puede ver en Informe Mensual de Co
35 Véase el capítulo anterior. yuntura Política, No 30 y 31, diciembre de 1982 y enero de 1983.
208 1-fiLE: PARTID 1 OLfTI OS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. 1970- 1990 LA DEMOCRACIA CRISTIANA Y LA DICTADURA DE PINOCHET 209
convocatoria de los trabajadores del cobre impl i una par L Si la espontaneidad y la xtensión de la protesta indica
ticipación unitaria, aun cuando sea en una r , n i zacwn ban el grado de desarticu l a i 'n entre lo político y lo social
corpora tiva, de los democratacristianos y la izq u i r Por alcanzado como efecto d la aplicación de los proyectos de
último, a pesar de ese mismo contenido políti las la dictadura, la vari d de expresiones de la protesta, en
clases medias y la burguesía, los trabajadores del re- particular los act d violencia y su distribución social,
presentaban todavía al sector obrero que los acompañó en la indicada por su di tribu ión espacial, hacían notar que no se
"
oposición a la Unidad Popular37• trataba de un .rn v i mien to social" indiferenciado y que
El proceso de politización de la protesta avanzó desde la tampoco la d a rt i u laci ón de los partidos con respecto a
reactivación del personal di rig nt de los partidos hacia la sus ba ial , n particular los de izquierda, era tan
reactivación, reconstrucción f rmación de organizaciones profu nda com para u poner que la Democracia Cristiana se
políticas. En este terreno toma v ntaja la Democracia Cris montaba en la prote ta l lenando un vacío político absoluto,
tiana que, por su omp i i n y p r las ca racterísticas de su tanto en el sentido ideológico como en el orgánico39. Para
proyecto, se convi r t d i n rn d i to en e l eje de dos proce coincidir la imagen que se deseaba proyectar y la acción que,
sos: primero, de la r a tiva i n la v i ja l i te pol ítica y su en supuesta consecuencia, emprendía en ese proceso el PDC,
agrupamiento en Jo qu podrfa l lega r a r un embrión de era necesario efectuar algunos recortes en los contenidos
un sistema de partidos pol íticos r constru ido de acuerdo con políticos y también en las expresiones "espontáneas" de la
los lineamientos del proyecto democratacristiano, la Alianza protesta social. Sin embargo, esto planteaba algunos dilemas
Democrática, y, segundo de la politización de esta protesta, a los democratacristianos.
como medio de rearticular la representatividad social de esa Presen tarse como una alternativa democrática le ponía
élite reactivada y, en particular, del propio PDC. Para lograr como tarea a la Democracia Cristiana conservar la extensión
esto parecía bastar el que los democratacristianos asumieran de la protesta en el terreno de los sec tores sociales que ha
nominalmente la responsabilidad de encabezar un movi bían apoyado a la dictadura, pero, por otra parte, también
miento "espontáneamente". Esto fue lo que hicieron a partir implicaba controlar las expresiones más violentas de la pro
de juli o de 1 983. Sin embargo, esta forma de poli tización de testa entre sectores populares y grupos sociales radicalizados
la protesta reveló, en us limitaciones, la complejidad del
proceso38. 39 Por ejemplo, la distribución de las acciones en Santiago y los grados
de violencia involucrados en ellas d urante la protesta del 14 de junio de
37 Todo lo ambiguo de la sign i fi a ión d los t rabajadores d e l cobre se 1 983 dan la i m p resió n de que, a pesar del tiempo transcu rrido y de los
refleja en los problemas i n tern os que en la CTC pr ecl i ero n al ascenso de indudables cambios e n la soci edad chilena, hay elemen tos políticos que
Seguel al liderato y al llamado a la p r i :11 r jorna a ele protesta. (Véase un tienen una permanencia mayor de la que se le suele atribuir. No sólo l a
recuento de éstos en Informe Mensual de oy u n t u ra Política, N° 35, pp. 1-3). nostalgia nos l leva a observar l a i m portancia e n esa jornada d e los hechos
3M Sobre esa tercera protesta ver j o r ge Lava ndero, El precio de sostener producidos alrededor d e l "Pedagógico" (sector Macul, Avenida Grecia-Dr.
un sueño, pp. 9 1 -96. Johow). (Hechos Urbanos, No 22, Santiago, j unio d e 1983).
210 CJ-!JLE: PARTIDOS POLÍTICOS, DEMOCRACJA Y DICTADURA. l ' 70- 1 990 LA DEMOCRACIA CRISTIANA Y LA DICTADURA DE PINOCHET 211
(estudiantes). Esta situación constituía para los d m crata tratégico el que supone la exclusión de la izquierda. Así,
cristianos uno de aquellos típicos dilemas de las p 1 wnes n tre sus tareas respecto de sus aliados, dio prioridad al
centristas, que nunca han podido resolver satisfactoria men tírnulo del desarrollo de tendencias socialdemócratas en la
te. Actuar sobre todos estos sectores de los componen te de izq uierda. Al mismo tiempo, en el terreno de la protesta
la protesta social, le ponía en la situación de tener que r o social, debió condenar las manifestaciones de violencia y
nacer que existían otros elementos de articulación políti a . aparecer junto al gobierno frente a la izquierda identificada
En e l terreno d e l a burguesía y las clases medias, tenían con esas manifestaciones. Con esta forma de actuar definió
que competir con el gobierno militar, que se conserva como el ámbito y algunas de las características que asumiría un
instancia de articulación política de esas clases, y con las bloque opositor de izquierda. La decisión democratacristiana
nuevas organizaciones políticas que aspiran a cumplir esa fue construir una alternativa a la dictadura que le dispute el
función. Los democratacristianos contaban para ello con los apoyo social en su propio terreno, antes que una oposición
cuadros de la "vieja derecha" y las organizaciones recons unificada que incorporara a los sectores populares con sus
truidas por ellos. Sin embargo, tanto el gobierno como las propias expresiones políticas. El costo de esta toma de po
nuevas organizaciones que lo apoyan buscan reconstruir el sición estratégica fue, en la visión de algunos democrata- ·
apoyo social a la dictadura a partir de l a condena de la cristianos y analistas cercanos a ellos, un cambio radical en
"violencia" y el "caos" que son presentados como consus la forma de actuar del partido: el abandono de la premisa
tanciales con la oposición. Combatir esta imagen implicaba del "camino propio"41•
para los democratacristianos ganar su reconocimiento como El proceso de politización de la protesta se completa con
alternativa " democrática" por parte de la misma dictadura. la conformación de un segundo bloque de oposición. El
É ste fue quizás su máximo logro político en 1983: obtener su Movimiento Democrático Popular (MDP) , cuyo eje es el Par
credencial de demócratas extendida por la dictadura al acep tido Comunista. Al igual que en el caso de la Democracia
tar un diálogo político4°. Cristiana y la Alianza Democrática, lo que posibilita a los
El precio de ese logro se pagó en el terreno de los sec comunistas desempeñar un papel tan importante en ese
tores populares. Aquí la Democracia Cristiana debió limitar segundo bloque opositor es la capacidad que demostraron
el espectro de alianzas posibles, lo cual hizo con gusto pues para sobrevivir como partido durante la dictadura, tanto en
to que no se trata de una cuestión táctica; es su proyecto el sentido orgánico como en el de conservación de su repre
sentatividad social. Sin embargo, lo tardío de la conforma
40
Los logros del diálogo se ubican sólo en su realización. Las reunio ción de este bloque indica que el Partido Comunista privile
nes de Jarpa con la Alianza Democrática tuvieron lugar el 25 de agosto, 5 giaba la posibilidad de conformación de una oposición
de septiembre y 29 de septiembre, siendo cancelado el diálogo por la
Alianza Democrática el 20 de octubre de 1983. En la primera reunión se
solicitó la renuncia de Pinochet, lo cual fue rechazado por Jarpa. En el 41 Para Edgardo Boeninger, la decisión de abrirse a acuerdos especí
tercer encuentro los opositores sólo pedían que se fijara una agenda. ficos con otras fuerzas data de 1 979, op. cit., p. 299.
212 CJ- I I LE: PARTIDOS POLÍTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA 1 ' 70- 1 990 LA DEMOCRA .lA RISTIANA Y LA DICTADURA DE PINOCI-IET 213
unida por sobre la constitución de un reagrupami�r to de la el campo que hiz posible la recomposición partidaria, pero
izquierda exclusivamente. Es el rechazo democr te ri tiano ésta requirió d fil i. iones más precisas que las que admitían
a cualquier alianza con la izquierda, excepto los s t r que la protesta y 1 bl ques mismos. Lo que se produjo fue u n
aspiraban a constituir alguna suerte de socialdem aparente d t y pérdida d e fuerza d e l a protesta, una
que empujó finalmente a los comunistas a unirse a rup s paralizaci n los bloques en el nivel de sus primeras defi-
que, en general, se inclinan hacia la oposición a la d i tadura y u .a intensa vida política "cupular", en la que los
por todos los medios, sin descartar la violencia, pero q ue n rendieron la búsqueda de las fórmulas ideoló
tampoco habían formulado una política seria al respecto. gica nicas que permitieran la reconstrucción de sus
La politización de la prot ta por medio de dos bloques
de oposición obedeció a varia d- terminantes. Unas provie -ntr d la Alianza Democrática, la Democracia Cris
nen del carácter mismo de 1 pr te ta, tal como se ha seña tiana, - n u papel de eje, buscaba la reconstrucción de una
lado, en tanto que otra d -riv n d- los proyectos con que "der l1a emocrática", privilegiando los contactos con la
los partidos pr tend n vin u la r U a . En ese sentido es v ieja d r ha y la constitución de una izquierda democráti
también defini torio el papel qu ju a 1 proyecto democra ca, r a lza ndo la presencia en su bloque de cuadros prove
tacristiano. Es cl aro qu , omo pa rtid , n podía aspi rar a nient d 1 socialismo. Sin embargo, las relaciones de fuerza
expresar la protesta n toda s u exten ión. Por otra parte, no se d a rrollaron simétricamente. En la derecha, la Alianza
desde antes de la primera protesta, este proyecto se traducía Demo ráti a tuvo como tarea enfrentar los intentos de la
en intentos de reactivación de la vieja élite política, como dictad u ra por recomponer su apoyo, en tanto que en la iz
paso hacia una recomposición del sistema de partidos en el quierda, el Partido Com u nista fue un eje alrededor del cual
que el papel central de la Democracia Cristiana sería indis se reagrupan otras fuerzas.
putable. De esta manera, la conformación de bloques, como El principal logro de la protesta fue, sin duda, expresar
forma de repolitización de la sociedad, es reforzada por la el cambio de la correlación de fuerzas sociales en un proceso
amplitud y complejidad de la protesta. Sin embargo, al ser
los bloques, y fundamen talmente la Alianza Democrática, 42 El problema planteado en cada sector de la élite política reactivada
de repolitización general de la sociedad. Esto r fl ja tam El balance d l período muestra que el movimiento pen
bién en una politización de la dictadura y de la f L rzas que dular realizad p r la Democracia Cristiana rindió frutos
la apoyan43. Si el proyecto de desarrollo económ i , y su estratégicos para los dos sectores principales en que se di
aplicación exitosa durante un período, profundizar n la des- vidía la cúpula partidaria, y que contribuyeron a determinar
politización general, la crisis económica descompu 1 blo- el papel p r t gón:ico del partido en toda la transición. El
que de apoyo a la dictadura en sectores cuyos int r e liderazg · abriel Valdés permitió, basculando el partido
vieron diferencialmente afectados y que expresaron su pro hacia la izquierda, ligarse a la protesta social y atraer al
testa en forma corporativa. Por otra parte, la importancia de Partid ia lista (Briones-Núñez) a una alianza partidaria
las protestas y su rápida politización obligaron al gobierno qu l u ía a los comunistas, rompiendo así la alianza que
a responder en el terreno el ido por la oposición: el terreno expr a la unidad de la clase trabajadora44. El costo ideo-
político. A estas dete r m i n a i nes obedecía la creciente lógi ra a umir el programa opositor más radical (desco-
politización de la a d m i ni t ra i n, pri mero (Jarpa, ministro noci m i n t o de l a Constitución, renuncia d e Pinochet, elec
del Interior) y de los mini t rio n micos, después (Colla cion u na asamblea constituyente), pero, a cambio,
dos y Escobar en Economía y Ha i nda). permitía vincular a esa alianza de partidos con la protesta ·
Para la nueva derecha par ía 1 1 ado el momento de socia L E to empujaba a la izquierda hacia una radicalización
asumir el papel político que hasta enton e les había sido aún mayor, formando una alianza de partidos que represen
negado bajo la dictadura. Por fin estos cuadros pudieron ta a la t rad ición de izquierda derrotada en el 73 (el MDP) y,
aspirar al papel de líderes y no conformarse con el de asesores poco d pu 's, el comienzo de las acciones de una organiza
civiles de un gobierno militar, o el de ideólogos aislados cuyo ción armada ( 1 FPMR)45.
único canal de comunicación con la masa era el periodismo. Otro sector de l a Democracia Cristiana, liderado por
Por otra parte, también en el campo de los que apoyan a la Aylwin, vicepresidente del partido en el momento, buscaba
dictadura se reactivaron cuadros de la vieja élite política, acuerdos con la derecha tradicional. El rechazo a las deman
como los nacionalistas que provienen del Partido Nacional, das de la Alianza Democrática y la cancelación del diálogo
pero también los conservadores. De este modo se constituye con Jarpa dejaron un vacío de actividad política significativa
una franja fronteriza a l rededor de l a vieja derecha donde entre la élite, en el cual las protestas seguían ocurriendo con
compiten, pero también se commlican, la Alianza Democrá periodicidad mensual. El quiebre de esta situación se produ
tica y los distin tos sectores que apoyan a la dictadura. jo en julio de 1 984, en un seminario en el que Francisco
Bulnes, patriarca de la derecha tradicional, expuso su visión
43La politización de la d ictadura misma se observa en la composición
del gabinete que comienza a inciLü r a vi jos pol íticos como Jarpa, Collados
y Escobar, en los ministerios c l a ves. La pol i tización del apoyo a ella se 44 Véanse cap í t u l os 1 y 2.
puede ver en la variedad de organizaciones de derecha, de las cuales las 45 El MDP se forma en octubre de 1983 y el FPMR (Frente Patriótico Manuel
más importantes están mencionadas en el Grupo de los Ocho. Rodríguez) produce el primer "apagón" en diciembre del mismo año.
216 CI-IILE: PA RTID S POLÍTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. 1 970- 1 990 LA DEMOCRACIA CRISTIANA Y LA DICTADURA DE PINOCHET 217
de la legiti midad de la Constitución de 198046. posición L fundamental de este período es la separación entre la
expuesta por Patricio Aylwyn como cierre de mismo i i n social y la oposición política. La primera empuja
semi nario representó el comienzo de la subordina i n la la unidad de las fuerzas opositoras, y su acción
oposición al itinerario de transición diseñado por 1 o- a a la radicalizació n. La segunda, nucleada alrede-
res de Pinochet y, según un comentarista, marcó el r a l DC en el proceso de reconstrucción de los partidos,
mienzo de la transición en Chile47. E n su interv n i n la unidad al poner un límite a la amplitud de la
Aylwin dijo: "Ni yo puedo pretender que el general Pino het u cando aislar a los comunistas. Explícitamente, el
reconozca que su Constitución es ilegítima, ni él puede exi ra a la v iolencia "venga de donde venga", como se
girme que yo la reconozca como l gítima. La única ventaja n la consigna. Sin embargo, en esto se confundía la
que él tiene sobre mí, a este r p to, es que esa Constitu vi organizaciones como el FPMR con la v iolencia de
ción -me guste o no- está rigi ndo. Este es un hecho de taciones callejeras que implicaban las jornadas
la realidad y que yo aca to"'1s. ta, on lo cual, al final, se cedía frente a la dictadura
La importancia d est he h o ólo apar ce en una mirada -d las negociaciones de Jarpa, pedía poner fin a
retrospectiva. Al mom nt d u rr ü� el PD e taba dominado
por la tendencia má r ana a la alianza on la izquierda, iguiente en el proceso de reconstrucción del
encabezada por Gabriel Va ldés, y mov ili.zado n la tarea de ar tidos, fue el Acuerdo Nacional, una iniciativa
hacerse presente en las protestas, expresión social más amplia a t li a que reunió a un espectro ideológico que
de la oposición. Sin embargo, en las luchas internas en la oc excluía muni ta . Formalmente el acuerdo excluía a
y en las negociaciones con la dictadura, más que resolverse la UDl, · d r ha, la cual pugnaba no sólo por la
t r- m
los conflictos ideológicos o políticos explícitos, se estaba con mantenci n. in m i fi a one d la Constitució n sino por la
formando el marco de lo que sería finalmente la transición. aplicación rigurosa de su artículo más cuestionado, el 8°, al
pedir al Tribunal Constitucional el declarar fuera de la ley al
46 La posición de Bulnes era que el programa de la oposición debería MDP. El Acuerdo Nacional cedía ante la dictadura al aceptar
centrarse en la propuesta de reformas a la Consti tución y no en el rechazo el principio de la exclusión de fuerzas políticas como protec
totai a ella y que Pi noc h e t debería aceptar que su Co ns ti t u c i ón era "refor
ción de la democracia, sólo que aceptaba esta medida por los
mable". " La o po s i c i ó n democrá tica, por su parte, debiera dejar de hosti
lizar al Presidente y r co noce r, no la 1 g i t i m i d a cl ele la Constitución del SO,
"actos" de organizaciones antidemocráticas y no por sus prin
que sería peclirle d emasiad o , ino el hecho d que e tá vigente y de que cipios o ideologías49 . La significación de este acuerdo se limita
es el único marco jurídico que tenemos para realizar In l rn n ició n " . (Subrayado al retroceso ideológico de la oposición política expresada en
de R.Y.) Intervención de Francisco Bulnes en e l Sem i na r i o Una salida políti
co-constitucional para Chile, p. 1 4 1 .
47 Rafael Otano, Crónica de In transición, p . 2 1. 49 \
El texto del A u. rd . a_
Na ion 1 P ra la Tr: n si c i ón a la Plena Demo
48 Intervención de Patricio Aylwin e n el seminario ya citado, pp. 1 48- cracia" se publicó �
a rev1sta nuce, ano 3, N 50, del 26 de noviembre
149. al 2 de diciembre de 1985, pp. 23-25.
218 C I -I I LE: 1 A RTI DOS POLfTICOS, DEMOCRACIA Y DICTAD R/\ . 1 970- 1 990 LA DEMOCRACIA CRISTIANA Y LA DICTADURA DE I'INOCHET 219
la éli te, p uesto que Pinochet no aceptó ni siqui r h blar del rnlmistas. Al final, los sucesos del año 1986 fueron los que
asunto con el CardenaJ5°. d pejaron el camino: la protesta n acional convocada por la
Asamblea de la Civilidad enfrentó l a represión más brutal
vis ta hasta en tonces por estas rnov i l izaciones52• Ese mismo
5.6. AÑOS 1986-1990: LA SUBORDINACIÓN DE LA OP año fueron descubiertos los arsenales atribuidos al FPMR, y
HEGEMONIZADA POR EL POC AL DISEÑO DE TRANSI e l 7 d e sep t i e mbre ocurrió el fallido atentado contra
DE LA DICTADURA Pinochet, t do lo cual contribuyó a cancelar la imagen de
viabilidad de una lucha armada y, según algunos, fortaleció
En un primer momento, este fracaso de la oposición nego a la di tad ura frente a la oposición que buscaba negociar53•
ciadora pareció fortalecer a la mov i l ización social corno al L avances tácticos de Pi.nochet repercutían en la opo
ternativa. Las estrategias eran v a l uadas en términos de sición y, pa rticularmente, al interior de la DC. A fines de
plazos para el fin de la d i tad u ra. la ramente, Pinochet 1986, i n avances en la estrategia negociadora, y con avances
buscaba l legar al plebi i t n t m p lado para 1988 en los del M 1 n los movimientos sociales, especialmente entre los
artículos transi torios de la on ti t u i n. La oposición busca estud i a n t , el Partido Socialista (Núñez), representado por
ba formas de terminar a n te on la di tad u ra . La conforma Ricard Lagos, anuncia su retiro de la Alianza Democrática.
ción de la Asa mblea de .la ivi l idad y u D manda de Chile, Esta pr n ia del rs-Núñez, separado del PS-Alrneyda y del
publicada en abril de 19865 1 , buscaba recuperar la iniciativa PC, en una a l i anza hegemonizada por la DC y que incluía
que habían tenido las movilizaciones de 1983. Estaba confor hasta la d rha que buscaba distanciarse de Pinochet, era el
mada por las 18 organizaciones sociales más importantes de gran 1 gr d bri 1 Va ld ' como líder del partido. Era la
·
Chile, pero todos sus dirigentes tenían militancia partidista renova i n d 1 P y, al m. i rno tiempo, su subordinación al
conocida, aunque ninguno era dirigente nacional de su par proyecto derno ratacristiano. Sin emba rgo, al no producirse
tido. Las demandas eran de tipo socio-económico, pero co una unidad de izquierda, la s ubordinación del rs-Núñez a
menzaba estableciendo la incapacidad de la dictadura para la oc se renovó en un nuevo pacto, el Comité por E lecciones
resolverlas por lo que demandaba democracia corno condi Libres ( C E L) coordinado por Sergio Malina, que nació el 13
ción previa. de marzo de 198754.
Las estrategias posibles de la oposición le creaban pro
blemas a sus componente , especialm n te a la oc. La pro
puesta de unidad del MDP provocó di crepancias en la Alian 52 El paro del 2 y 3 de julio, que llevó a la movilización callejera a su
nivel más alto, quedó marcado por el horroroso episodio de dos j óvenes
za Democrática porque s i g n i ficaba u n a a l ianza con los
quemados por una patrulla militar, uno de los cuales murió. Ca vallo et al.,
op. cit., pp. 497-498.
50 Véase capítulo anterior. 53 Rafael Otano, op. cit., pp. 36-37.
51 Separata de la revista Cauce, No 50. 54 Edgardo Boeninger, op . cit . , p. 331 .
(
220 1 l i LE: 1 '1\RT II POL!TICOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. 1 970-1990 LA DEMOCRACIA CRISTIANA Y LA DICTADURA DE PINOCHET 221
Paral la mente, la subordinación de la oposición a la es 1 " rencia de motivación y conducta de los gremios clave
dif
tr t ia de la dictadura se iba imponiendo a través de la d lase med ia, si se compara el proceso actual con los
· ptac ión, a regañadientes, s iempre conflictiva y nunca hechos de octu b re de 1972 y mayo de 1973. En aquella época
mp l e ta, de la legislación política. Desde comienzos de dichos sector se moviliza ron con la firme intención de
1987, en febrero, se abrieron l os nuev i tros electorales, provocar el t rmino del gobierno de la Unidad Popular [ ... ]
y en marzo se promulgó la nueva ley d p rti p l íti os . en tanto la d hoy es esencialmente reivindicacionista, ante
El llamar a sus adherentes y simpatizante a r gistrarse el gobiern qu- habían contribu ido a establecer"57•
como electores y, posteriormente, iniciar los trámites legales Lo qu h. .bría que agregar es que esas movilizaciones
de registro de las organizaciones políticas, fue motivo de e B eninger subordinaron a la oc en un bloque
discusión dentro del PDC, por no mencionar a los socialistas, liderad golpistas,58 y que ahora el peligro era que
debido a la clara percepción por parte de algunos de sus .i n pudiera conducir a la radicaliz ación de los
d irigentes de que estos hechos representaban la aceptación u l a res y evitar la subordin ación a la DC de la
d la onsti tuc ión y su diseño de transición como legítimos. i tora, la izquierda . Más bien, la lección es
La Hn a l t r J i ta, q ue era apoyada por quienes ya "es partidos garantiz a el papel central de la
timábam in v i table la r al ización del plebiscito"55 triunfó n esta coyuntura deba subordinarse a la
en l a J unta Na i nal d la D , lebrada el 31 de julio y el d ictadura, puesto que, a cambio, tiene la
2 de agosto de 1 987. Allí se eligió una n ueva directiva en posibilid ad d n u tralizar a la izquierd a.
cabezada por Patricio Aylwin como presidente y con Andrés Las di u i n s acerca de la inscripci ón en los registros
Zaldívar, Narciso Irureta y Edgardo Boeninger como vice electorale r al P -Alrneyda de sus aliados comunistas
presidentes. La secretaría general fue para Gutenberg Mar 1 , la e y el 1 s-Almeyda trabajaron en un
\
sar inspiró, has ta bien avanzada la década de los ochenta, la
crítica "técnica" de los democratacristianos al desempeño de
la economía chilena bajo la dictadura63. Sin embargo, para
los momentos en que tuvo lugar la campaña presidencial de
Aylwin, el pensamiento que, en su raíz, había inspirado a los
economistas de la dictadura había pasado a ser dominante
en el campo académico internacional. También dominaba los
d isei'los de planes de pol ítica económica en toda América
62 Véase ca p í t u l sigui nt .
63 Aleja n d ro Fox l ey, Experime11 tos neolibemles en A mérica Latina, ca p ítulo
III: "El experi mento neo l i bera l en Ch i l ", pp. 44-92.
224 CHILE: PARTIDOS POLÍTICOS, DEMOCRA lA Y DICTADURA. 1 970-' 1 990
6 . 1 . INTRODUCCIÓN
(
tura de la alianza comunista-socialista como eje de la iz
64 Edgardo Boeninger, op.cit., p. 356.
65 Rafael Otano, op.cit, pp. 1 34-135. quierda y transformación del Partido Socialista de Chile en
225
226 CI- I I LE: PA IHID S J > LfTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. 1 970- '1990
1 Véanse capítulos 3 y 4.
LA TRANSI' RMACl._ONES DE LA IZQUIERDA 227
2 Véa
228 CHILE: PA RTlDOS POLÍTICOS, DEMOCRACIA Y DICTAD R/\, 1 '!711- 1 990 LAS THANSF RMACI NES D E LA IZQUIERDA 229
fáciles. Las organizaciones políticas de izqui - r fu eron n m dominantes las tendencias que lo
derrotadas militar y políticamente con gran rap i z, p ro , on la excepción del PS, en el que se
esto no significó ni su destrucción completa ni l a d a mbios, pero incluso la UP, como alianza
ción de su influencia social, aun cuando hay que eval uar on de partid onstituye como tal6. Esta si tuación orgáni
cuidado los grados y formas de la supervivencia de e to ca refl j un p ri mer resultado de la confrontación ideológica.·
elementos bajo las condiciones d la dictadura. E d i l� 1
sectores hegemónicos durante el gobierno de la
Aparte de la represi ón, el conjunt d los partidos de la UP 1 ntenían su posición como tales, con mayor o menor
izquierda se vio sacudido, en el prün r p ríodo después del d i fi ul tad, dentro de cada partido. Esto significaba que, en
golpe, por la discusión acerca de la au de la derrota y conjunto, la izquierda asumía como suya la línea de un
las perspectivas futuras. En general, 1 rgu mentos y la "frente anti-fascista", que era la línea impulsada por el PC,
alineación correspondían a las posicion r v ia a 1 973 : por y que implicaba la búsqueda de una alianza con la DC en un
un lado estaban los que criticaban la n d la u l traiz- proyecto de reconstrucción del sistema político, a partir de
quierda, dentro y fuera de la UP y ubi ab r. la ausas una evaluación de las discrepancias ya observables entre l a
de la derrota l a no apreciación por part dictadura y el PDC7 .
distas de la importancia que había ten id Esta línea general se ve reforzada a partir de 1 977, cuan
la institucionalidad3 y, por la otra, apar I n 1 do l a dictad ura pone fuera de la ley al PDC. Sin embargo,
ban el reformismo que imputaban a tod la naufraga sin pena ni gloria debido a la negativa de este
UP y el ritualismo con que habían i d m último a entrar en algún acuerdo con la izquierda. Más aún,
mas institucionales, lo cual habría i m p - i en este segundo período, cuando las condiciones parecían
elementos que hubieran permitido nfr n t óptimas para concretar la estra tegia del frente anti-fascista,
coyuntura del golpe4• la discusión ideológica cambia de carácter dentro de la iz
En lo organizativo, que asumió una i m p r t c l quierda y, de nuevo, los síntomas principales son observa
mental en el primer período, d e reagrupami 1 t bles dentro del PS. En este período, el eje de la confrontación
ta, no aparecen nuevas organizaciones de ün ! rt 1 fuera
de los partidos5. En general, se conservan 1 p r ti y en " Se puede decir que la UP existió como alianza de partidos, al menos
en J >x i l io, hasta 1980. Ya en 1981 aparece en México un llamamiento
3 Partido Comunista de Chile, El ultraizquierdismo, caballo e/(' Troya del
firma o.rno "Izquierda Chilena" que incluye al MIR (18 de septiembre
imperialismo, y Jaime Gazmuri, Aprender las lecciones del pn ndo pnm co nstru ir de 1 98:1 ).
el futuro. 7 Véas , por ej e mp lo , la declaración del Comité Político Exterior de la
4 Partido Socialista de Chile (Coordinadora Nacional d R gionales, Unidad Pop u l a r, r u n i d o en Londres del 14 al 1 6 de octubre de 1975, en
CNR , ) Posición política. la que se desta a 1 f t o del rechazo de la DC a la propuesta de unidad.
!i Se tienen noticias de organizaciones espontáneas de jóven s, muy restrin Partido Comwü ta d h i le, Bolet.ín del Exterior, N° 1 4, octubre -noviembre
gidas, que desmanteló la represión en los primeros meses de. pués d el golpe. de 1975.
230 Cl-f!LE: PARTIDOS POLfTJCOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. 1 '170- 1990 LAS TRANSFORMACIONES DE LA IZQUIERDA 231
ideológica den tro de la izquierda pasa a ser la u ' L i ón de El correlato int rno, en Chile, de esta confrontación es la
la democracia y el socialismo8. ofensiva id 1 i. a de la DC en contra de la izquierda. Al
En este punto es importante establecer la n mismo t i m.p q u e se va distanciando de la dictadura, la DC
entre lo que ocurre en Chile y lo que ocurre en el ext ri se ve ob li ada a j ustificar su apoyo al golpe de Estado (el
los exiliados. A primera vista, tomando los términ xpl i- cual nun , ha condenado) y lo hace a través de un ataque
citos en que se plantea la c uestión ideológica, tod a l "I n. i n i mo" del gobierno de la UP. Explícitamente propo
como si entre los exiliados se hubiera producido un ne la conformación de una izquierda "eurocomunista" chi
las confrontaciones ideológicas a nivel mundial. m o s i no lena con la cual podría negociar10. Dadas las condiciones
se tratara más que de la adopción por parte de lo intelec imperantes en Chile, esta ofensiva ideológica de la DC se
tuales chilenos de "modas" tales como las citas de Gramsci, desarrolla fundamentalmente entre los sectores intelectuales
el compromiso histórico, el eurocomunismo, las críticas al y es bastante exitosa. Las razones de su éxito tienen que ver
socialismo real, etcétera. Sin duda que algo de eso hay. Es con la situación en que la izquierda ha reconstruido s us
más, no sólo el lenguaje es prestado. El dinero también. El organizaciones bajo la dictadura.
exilio chileno se ve envuelto a través de la solidaridad que La represión había obligado a los partidos a reconsti
su caso despierta en todo el mundo, n una red de contactos tuirse en la clandestinidad lo cual les dio características muy
que favorece una salida dem ráti a para hil med iante d is tintas a las que tenían antes de 1 973. Por una parte, es
una reconstrucción con modificacion d 1 i ten"'a de parti tableció un límite a la actividad entre las masas. Las orga
dos anterior a 1 973. Entre los elementos i mportantes de este nizaciones pueden hacer su propaganda desde la clandesti
proceso se cuenta, desde muy temprano, el apoyo de la nidad, pero no disponen de canales orgánicos ni para medir
Internacional Socialista a los contactos entre sectores socia el eco de ella. M ucho menos para recoger apoyo. Las carac
listas y democratacristianos9• Sin embargo, esto no basta para terísticas internas de las organizaciones establecen cortes
descalificar las posiciones de tal modo que las reduzca al generacionales y sociales que hacen que, en las condiciones
oportunismo individual de quienes las os tienen en l x i l io. de la dictadura, buena parte de los miembros del partido no
puedan participar en sus actividades. Todo esto resultó en
Chile en que sectores que antes de 1973 eran articulados y,
8 El problema apareció abiertamente en n ro d • 1 977 on las críticas
de Julio Silva Solar al discurso que pronunció Lui orv, l, n n Moscú el en m uchos casos subordinados por los partidos en su acti
4 de enero de ese año y en el que reafirmaba la v lidnz . l r, l gica de la vidad pol ítica, adquirieran independencia ideológica. Entre
dictadura del proletariado. Véase Chile-América, N° 2 y 27, nov iembre y ellos, los más i mportantes han sido los intelectuales y los
diciembre de 1976 y enero de 1977.
cuadros sind ic 1 s.
9 La primera reunión de este tipo se re a l i zó n oloni, Tovar, Vene
zuela, del 7 al ll de julio de 1975. Las person a l i d a d ·. q L ' • , sisl i ron fueron
1 10
rr ra y l a u d io Orrego Vicuña, Leninismo y
j
Bernardo Leighton y Renán Fuentealba, de l a D , y /\ n i ·Lo Rod r íguez y Genaro A rriagada H
La expulsión de los intelectuales de izquierd d ' .la um Una pregu n. t bvia, que surge de la observación de este
versidades los colocó en la situación de "mercad ". proceso, es ¿p r q u - la DC no aceptó la alianza anti-fascista,
un conjunto de institutos de investigación y de n reforzand a í los sectores partidarios de la reconstrucción
,
las que, no dependiendo del Estado, los partidos n p u d - n del sist-ma d - n tro de la izquierda? En cambio, las empren
intervenir de la misma manera en que influían en la p l íti a dió en n . t ra
del PC, que encabezaba a esos sectores, en un
universitaria antes de 1973. El fina nciamiento del qu han pun.t i lógico en el cual éste n.o podía ceder, el leninismo.
dependido estos nuevos organi mos académicos ha v nido r puesta está en el proyecto que la oc sustentaba: el
de fuentes externas, las mi mas que han apoyado a los re m plazo de las alianzas sociales realizadas a través de
exiliados. Por otra parte al al anz r la exclusión a algunos alianzas de partidos por un partido dominante que represen
democratacristianos, los i n t 1 tu 1 han desarrollado inte tara, por sí solo, una alianza social; obviamente ellos mis
d .1 ual ha hecho más fácil mos. Esto implica eliminar la orientación clasista de la par
11
ticipación política en Chile y el principal obstáculo que había
sa rrol ló una ofen encontrado este proyecto era la independencia política e
siva de rela tivo éxi to. A r pr n a los cuadros ideológica de la clase obrera, expresada en el marxismo-le
sindicales de l a izqui rd , y 1 d i t n i a n i n t de l a oc de
. ninismo que declaraban los dos partidos principales en que
la dictadura, apa recía J m v i m i n t indi m " d i po ésta se agrupaba, el PS y el PC.
nible" para los cuadro ind icale democ r a ta ri tian . Sin La propuesta ideológica de la DC comenzó penetrando a
embargo, la debilidad misma del movimiento sindical bajo la la éli te d izqu ierda por su zona de influencia más inmedia
dictadura y la persistencia de las afiliaciones políticas entre ta, los sectores q u e provenían de la misma DC, el MAPU y la
los obreros de izquierda les impidió, en general, consumar su Izquierda Cri t i a n a 14. Por a l l í comenzó el cuestionamiento al
propósito, a pesar de haber tenido avances importantes12. carácter clasista de los proyecto social istas, al leninismo y
Frente a esta situación, los cuadros que dirigían la orga
nización par tidaria clandestina mostraban carencias para
enfrentar a l os intelectuales en el plano ideológico e inclina costo. En 1977, la lista de desaparecidos incluía a once miembros del Comité
Central del re y a algunos de los principales dirigentes socialistas que
ciones "militaristas" o "aparatistas" que no facilitaban ni el
habían quedado en el país, entre ellos Exequiel Ponce, Carlos Lorca, Ricar
diálogo ni la amplia ión de la influencia partidaria13• do Lagos y Ariel Mancilla. Los reemplazaron cuadros jóvenes, o que apren
dieron una nueva forma de hacer política.
1 1 Harry Díaz, Peter Landslreel y Ma ría Teresa Lladser, Centros privados 14 Véanse los trabajos presentados por Julio Silva Solar, José Antonio
de investigación en ciencias so inles en publ icado en 1 984, registra in
h ile,
Viera-Gallo, Sergio Bitar, Claudio Huepe, Pedro Felipe Ramirez, José Mi
formación sobre 33 centros s u rgi los n Jos 1 0 a ños anteriores.
12
guel Insulza, Esteban Tomic y Herman Schwemberg en la reunión de
Sobre la primera parte de la li le d u r v ase, Guillermo Campero
Nueva York (1-5 de septiembre de 1976) auspiciada por el Consejo Nacio
y José A . Valenzuela, El movirniento s i n d i ni en el rés imen rnilítar chileno.
1 973-1981, op. cit. nal de Iglesias de Estados Unidos. Chile-América, N°s 25, 26, 27 de noviem
13 La adaptación de los partidos a las nuevas ond i i n t u vo un a.lto bre, diciembre de 1976 y enero de 1977.
234 CHILE: PARTID S POLfTICOS, DEMOCRACIA Y DICTAD RA. 1 970- 1 990 LA TRANSFORMACIONES DE LA IZQUIERDA 235
a la dictadura del proletariado. Sólo más tard La descrip i n d stos procesos en sus detalles es im
esta propuesta ideológica sectores provenientes ial is- posible, y p u d más no ser muy útil. Lo que se intenta
mo y h asta de la ultraizquierda 15. aquí es pr n ·r un esquema más bien general de interpre
En cuanto al PC, en razón de sus afiliaciones i i t .rn. io r m i ta explorar luego el sentido de estos conflic
nales y de un carácter de movimiento clasista en C h i l , d bió n su conjunto o aisladamente. No hacerlo así
resistir primero la ofensiva ideológica 1 6, y luego, aband nar, asumir los términos explícitos en que se han dado
al menos aparentemente, el proyecto "reconstruccionista" a mos conflictos, y eso conduce a una discusión alta
través de una alianza con la D
17 r nte ideologizada, en la que las determinaciones de las
posiciones asumidas aparecen obscurecidas por las imputa
ciones, favorables o peyorativas, que hacen los mismos ac
6.3. EL PARTIDO SOCIALISTA EN ··L f El ( 1 O POSTERIOR A 1973 tores.
Por otra parte, el escenario principal de estos conflictos
La evolución del rs de p u d d rr ta de la UP en 1973 fue el exilio chileno, repartido por todo el mundo18, lo cual
está caracterizada por una r.i tiene que ser evaluado para cada situación que se analiza
que resul taron en i n , esos10nes y
xpul ion , mar in puesto que la relación entre "el interior" y "el exilio" figura
fraccionamientos. Sin embargo, stos f n m- no , que en su prominentemente como argumento en las discusiones entre
conjunto asumen el carácter de un proceso de d composi los actores. En general, el supuesto que se asume aquí es
ción, fueron siempre acompañados por movimientos que, al que, por complicado que sea el establecer las relaciones, en
menos en sus intenciones explícitas, buscan revertir la ten última instancia l os principales conflictos políticos internos
dencia promoviendo el reagrupamiento. del PS están de terminados por los procesos políticos chilenos
y por la percepción de ellos, correcta o no, que tienen los
1 5 Primero coincidieron cristianos y socialistas marginados en una actores políticos den tro y fuera del país.
crítica a los partidos y en un cuestionamiento a su representatividad social Las consecuencias que el golpe de Estado de 1973 tuvo
(Acta de Ariccia, Roma, 13 de enero de 1980). El verdadero contenido de para el PS eran, en b uena medida, previsibles. Tanto por ser
los términos "renovación" y "convergencia" se reveló en el documento
"Por la Convergencia ocia.l ista", ( M il á n , j u l .io de 1 982), en el cual ya no
figuran algw1os de los fi rma n te d 1 d A ricci a .
16 18 Sólo un ejemplo: la designación de Clodomiro Almeyda como secre
"Por mucho que haya habid -y obv i a me n te h u bo- de específico
en la revolución chilena, como en l. d r v lu ión, n i ng u na tesis del mar- tario general, en 1979, fue aceptada por los grupos socialistas organizados
xismo-leninismo podría ser c u es t i o n a d , 1, l u z d s ta experiencia. Al en Austria, Swza, Finlandia, Francia, Bulgaria, Hungría, Cuba, Estados
contrario, las confirma."Lujs Corvalán, " . d i o en Chile la vía no Unidos, Luxemburgo, Yugoslavia, Alemania Federal, Suecia, Bélgica, Ale
armada". mania Democrática, Rumania, Checoslovaquia, Venezuela, Costa Rica,
17 Luis Corvalán, "El derecho del pueblo a .la reb lión es indiscutible". Inglaterra, Australia y Noruega en una declaración suscrita por los encar
Discurso pronunciado el 3 de septiembre de 1 980. gados locales del Partido Socialista de Chile en todos estos países.
236 1 1 1 L I3: PARTI POLfTt OS, D · MOCRACIA Y DICTADURA. 1 '!70· 1 990 L/\ TRANSFORMACIONES DE LA IZQUIERDA 237
el pa rtid m n u meroso de la izquierda como distintos país- 1 la n1edida en que los militantes exiliados
:n .iza i n y las posiciones que sostenía, fue el m se reorganiza n. Este proceso de reorganización asumió
p r la r presión en el primer período. Su secretari característi rop ias en cada país donde se encontraban
J gró a l ir clandestinamente de Chile pero una b uen los exiliad , pendiendo de muchos factores. Sin embar-
de los dirigentes nacionales sufrió algunas de las tre p r s go, al cab poco tiempo, los múltiples conflictos en medio
formas que asumió la represión: muerte, prisión o ex.i li 19. A de lo tenía lugar el reagrupamiento de los socialistas
pesar de todo ello, la reconstitución de una dirección d 1 PS se a.n l i z r n a través de la competencia entre dos direccio
dentro de Chile fue más o menos ráp ida. De hecho, a fines n. qu. , n tro de Chile, se enfrentaban. Como no es posible
de 1974 ya había dos direccion nacionales que aspiraban r n tru i r la variedad de situaciones que se produjeron en
a tomar el control de lo que qu dara de la organización pero, el xili , ólo se mencionarán los conflictos principales.
por sobre todo, aspiraban al reco.n. c i m iento de su liderazgo tr advertencia importante es que no había manera
por parte de los sociali stas ch.il parti dos por el mundo dir t d e evaluar la influencia que cada grupo socialista se
y de los otros partidos de la i zg u i rda ch ilena e interna atrib u í . dentro del país. De todas formas, se intentará, en
cional. cada a o, dejar explícito los elementos de juicio con que se
El primer pronunciamient fi ial, lTt m.ertos extenso, cu nta.
de alguna instancia de d i rección del PS n hil s tá fecha La rítica al "Documento de marzo" emitido por el Co
do en marzo de 1 974 y fue emitido por el Comi té Central mité ntral recons tituido, surgió de un organismo que no
reconstituido alrededor de Exequiel Ponce. Este documento existía e.n la estructura anterior: la Coordinadora Nacional
pasaría a la histori a partidaria como el " Documento de de Regionale ( N R), q ue se a utoproclamó dirección nacional
marzo"20 y se transformaría en referencia obligada en todas del rs en el paí d n u nciando la deserci ón del Comité Cen
las polémicas posteriores. Al momento de su emisión, el tral y la irregularidad de los proced i mientos usados para su
secretario general y algunos otros dirigentes habían instalado reconstitución en Chilé1 •
una oficina-sede del partido en el exilio, ubicada en Berlín Los puntos de enfrentamiento entre los dos sectores, que
Orien tal. Desde allí intentaban retomar el con trol de las polarizaron todos los demás conflictos en el exilio, expresa
varias organizaciones partidarias que iban surgiendo en ban proposiciones de respuesta a dos cuestiones fundamen
tales en el momento: 1) cuáles fueron las causas del fracaso
de la UP que se concretó en el golpe de Estado y 2) cuáles
19 A comienzos de 1 974 el balance era: cuatro mi em b ros del Comité eran las perspectivas del partido, y de la izquierda chilena
Central y siete secretarios regionales muertos; 12 miembros del Comité Cen
en g neral, a partir de la n ueva s ituación p lanteada. Estos
tra l y 20 secretarios regionales presos.
20
" ¡ Al calor de la lucha contra el fascismo, constru ir la fuerza dirigen
te del pueblo para asegurar la victoria!", documento del Conuté Central 21 "En trev i s ta a un diri > nt de la oordin.adora de Regionales del Par
del Partido Socialista de Chile, marzo de 1 974 (reproducido en Berlín). tido Socialista de hi le", Do umentos, No 1 , París, ma rzo de 1975, pp. 3-5 .
••
238 I I J J ,J\: l'i\1 '1 1 1 g 1' Lf'J' J 'OS, 1 EMOCRACii\ Y DICTADURA. I Y70· 1 WO LAS TRANSFORMACIONES DE LA IZQUIERDA 239
nn n t nid os explícitos de la discusión. b jo de razón por la cual subord i naban a la mayoría de las expresio
r .tem·on todos los conflictos locales en J xilio, nes del exterior, gu -ra n más variadas.
d las relaciones, conflictivas o no, de cada grup de Los pw1tos id 1 i os centrales eran la evaluación de la
iJi con la dirección del partido instalada en Berlín. derrota y la re pu ta de la dirección del partido a ella. De la
En el terreno ideológico, ambos d ocumentos expresaban posición ad p tad r specto de esto dependía la cuestión or
una continuación de posiciones expresadas con anterioridad gánica e n.tr 1 : r nacimiento o no del Comité Central ele
al desenlace del proceso en Chile. Es dec i r, las dos interpre gido n 1 r o de La Serena en 1971 y de su capacidad
taciones que se han señalado con r p cto al sentido de la pa ra r f rm r a sí mismo durante la emergencia y hasta
estrategia de la UP22 reafirmaban u a rgu mentos señalando la r ali i n de un nuevo congreso general del partido24.
cada una a la presencia de la otra 1 - m. n t o r sponsa Para 1 " ocumento de marzo", la causa fundamental de
ble de la derrota final. A parti r de , la derr ta d 1 973 fue el aislamiento político del proletariado
posiciones con respecto a la segunda u y est , a u vez, fue producto de la incapacidad para impo
puesta de reorganización del pa r t i d b a j una d i rección que ner la h gemonía proletaria en la conducción del proceso.
respondiera a la línea exp u ta. in embarg , el conflicto Recon la responsabilidad que cabe al PS en estas deficien
planteaba también w1a cue ti n or áni a que era urgente cias p r u conducción pequeño-burguesa y por haber sido
resolver: ¿cuál era la d i rección del partido n h i le? la sede de todas las tendencias a la dispersión política du
Dadas las características de heterogeneidad del partido, rante 1 gobierno de la UP. La superación de todos estos
la dirección exteri or no enfrentó el problema inmediatamen defect rá posible, siempre según este documento, si la
te. Mantuvo la ambigüedad de la situación por casi tres reorganización del parti d o se hace sobre la base de adecuarlo
años23. Este período fue marcado por una intensa actividad a sus definiciones marxistas-leninistas y si la hegemonía
ideológica en el exilio y por los procesos de reconstrucción proletaria se basa en una sóli d a alianza PS-PC que impulse
de todos los partidos de la izquierda, dentro de Chile y en el un frente anti-fascista con un programa democrático, popu
exterior. Esto, por supuesto, producía en el PS una prolifera- lar y antimperialista25•
ión. de grupos, fracciones y tendencias que reproducían su
mpo ición anterior. Sin embargo, en Chile sólo se presenta 24 En la entrevista con el dirigente de la Coordinadora mencionada en la
ban d tendencias con capacidad aparente de organización, nota 21, éste afirma: "De los 45 miembros elegidos en el último Congreso
General ordinario de La Serena, en este momento en Chile no quedan más que
22 V as cinco mi emb ros del Comité Central (incluido el secretario general de la Fe
a p í t u J o 2.
2·' ólo n se p t i e mbre
de 1 976, el secre tariado exterior, en Be rlú1, ex deración J uvenil Socia L ista). Estos miembros i ntentaron reorganiza rse median
h o r ta a l os m i l i ta n te del partido que forman parte de lo gru pos denomi te la cooptación de oh·os para i n tegrarlos a l Comité Centra l . Sin embargo, han
na los M R-2, o rd i n ad ora de Regionales y Dirección de onsenso a sus fracasa d o en su intento de reta iona r e con las bases del partido y expresar
pend r u , Lividades div isivas en un plazo de 30 días. Documen to No 8 a estas bases, que es de donde ha surgido la coord i nadora".
d e l Depart a ment d D i f u si ón del rsch en México, p. 1 4. 25 "Documento de ma rzo", especial mente pp. 1 9,39,46,54 y 60-63.
240 ! l i LE: 1'/\RTI S P i .fTI OS, 1 EMOCRACIA Y DICTADURA. 1 970- 1 990 LAS TRANSFORMA IONES DE LA IZQUIERDA 241
La rít i d estas posiciones por parte de la NR men Lo que le da su cará t r específico al conflicto es que se
zaba n una evaluación distinta de la derrota. Er ri mer traduce en los compon n tes propios del PS. La sobreideolo
luga1� consideraba el golpe de 1973 como la "derrota del gización de la a ti v i d a d de los exiliados, más los conflictos
r formismo". Basándose en esta definición, consideraba ne propios de la r-a ru pación en un medio extraño, que se
cesario generar una nueva vanguardia de la clase obrera, a canaliza id oJ g i a mente a través de estas discusiones, con
partir del reagrupamiento de las bases socialistas que repre tribuyen a magnificar sus repercusiones internas. Esto, a su
sentaba, desconociendo al Comité Central reconstituido y des vez, contribuye a magnificar la importancia de la CNR en sus
conociendo a las alianzas previas al golpe en las que parti perspectivas de éxito político. Cuando el conflicto se resuel
cipaba el PS. La nueva unidad de la clase tendría que forjarse ve, en 1977, las principales cuestiones aparecen decididas en
en la base a través de la formación de "comisiones obreras" el sentido de la tendencia general a la reconstitución de las
1
26 2M
"Entrevista realizada al dirigente máximo de la CNR del PSCH. Chile, El episodio de las exp u l s iones fu muy turbio. Sin embargo, es claro
7 de febrero de 1976". (Mimeografiado). que, sumando todo, el desprendi m i e n to de la CNR n o tuvo las caracterís
27 En trevista con un asistente al Pleno de La H a bana. ticas de una división d e l parti do, como lo fue la escisión de 1979.
242 CI-IILE: PARTID P LfTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADUf{A. 1�70- 1 990 LAS TRANSFORMACIONES DE LA IZQUIERDA 243
justificara u existencia corno partido dentro del i t m a de algu nos miembros individuale , pero con influencia en otros,
parti d os (al cual, por lo demás, no le interesaba p rt n er) se desprenden del partido y a u rnen l iderazgos personales
y, en cuanto a su capacidad de generar una nueva v J en el exilio agrupando a un n ú mero red ucido de gente a su
dia del proletariado chileno, no significó ningún avan n alrededor pero participando activamente en la lucha ideoló
siderable29. En la primera reunión de los adherente a la gica expresando posiciones ac rca de Ch ile, el partido y el
Coordinadora en el exilio se mostró que ésta era tan h t ro futuro. El caso más notorio es el de Aniceto Rodríguez, quien
génea corno el mismo PS30, resultando así un proceso de di había sido secretario general del PS hasta 1971 y que fijó s u
visiones y descomposición de la NR que la redujo a una residencia e n Venezuela. Sin gran ruido s e produce lenta
fracción que retuvo las caracterí ti as de la izquierda extra ment el desprendimiento de caudillos regionales o ideoló
parlamentaria originada en lo afio esenta en Chile31 y que gicos q u e l PS absorbía cuando funcionaba e l sistema polí
había sido absorbida en parte p r 1 P d u rante la experien tico n hile32. Sin embargo, es notorio que ninguna de estas
cia de la UP. agrupa iones logra estructurar un partido sobre la base de
Esta primera esci sión no s lo L ln. i o q u e le ocurre a l PS expr ar n forma "pura" alguna de las tendencias que co
en este primer período. Al m.i m t i- mp q ue su reconstitu existen dentro del PS.
ción pasa por resolver la i tua ión p l a n teada por la CNR, El p rí do que sigue a 1 977 es el de mayor profundiza
ción del pr yecto de la dictadura y el que marca el punto
29 En lo que se refiere a la política de la CNR, en particular a su l ú<ea más baj n a t ividad de los partidos políticos. La desarti
de unidad por la base en las "comisiones obreras", éstas no figuran de culación del i t m a político alcanza su mayor nivel en 1980
ninguna manera en el desarrollo del movimiento sindical o político en y no e rev rtirá la tendencia hasta 1983. Sin embargo, en
todos los años de dictadura.
este período s pr d uce la mayor act ividad i deológica en la
30 "La reunión mundial [de la CNR en el exilio] se realizó en mayo
último [1978] en París. Todos sus acuerdos y proposiciones se encuentran
medida en q ue la a t ividad d lo partidos es introvertida y
en espera de ratificación por la COPOL, debido a que surgieron en su de que, en Chile, los intelectuales van buscando, encontrando
sarrollo divergencias de fondo y forma". Editoriaí de Revolución (órgano y ganando espacios de expresión para sus planteamientos
oficial de la CNR en el exterior), No 7, mayo-julio de 1978, p. l . políticos en forma independiente de los partidos33.
3 1 Una d e estas características es la tendencia a l fraccionamiento
atomizador. La dirección i n terna de la NR denuncia a m i l i tantes que, "mo
32 La adhesión a la CNR de Mario Palestra, caudillo de la comw<a de
vidos por w1 afán de ca udil lismo y oportunismo políti o, no han vacilado
San Miguel, en Santiago, no deja de causar extra!'i eza. Sus posiciones no
en reiteradas ocasione en a u m i r fraudu lentamente y a hurtadillas el
son en nada semejantes a los planteamientos generales de la CNR. Ver Re
nombre y represen tación de n u •stra i r- ci n Na ional y de nuestra
sistencin Socialistn No 9, octubre-noviembre de 1 977, pp. 46-50.
Comisión Política." Resistencia Socinlistn No 1 0, enero-febrero de 1978, p. 1 1 .
33 La actividad periodística de intelectuales que sostienen posiciones
Por otra parte, como continuación d e su "Hnea d e ru ptura" durante el políticas identificables viene a su ti lui r la relación de los partidos con sus
gobierno de la UP, la CNR establece acuerdo con los sectores que en otros clientelas, tanto entre los p a r t ida r ios de la d ictad u ra como en la oposición.
partidos mantenían esa misma posición, M A P U , M J R, 1 . Véase Revolución Esta última fue abriendo y ganando lenta mente espacios en los medios de
No 5, enero-febrero de 1 978, p. 33. comunicación masivos.
244 CHILE: I'ARTII OS 1' LITICOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. 1 '170- 1 990 LAS TRANSPORMACIONES DE LA IZQUIERDA 245
Es en este período que la ofensiva ideológi a n contra Cuando el conflicto explota, en abril de 1979, se produce
del "leninismo" y la dictadura del proletariado 1 u ntra la división más importa n te del PS. En lo ideológico se afir
eco dentro del PS al dar expresión ideológica a disp u ta de man las posicion y r ei"tadas pero, en lo orgánico, no se
distinto tipo que se planteaban en el exilio y en Chile. El que resuelve gran . P r una parte, la dirección en Chile se
los conflictos del exilio fueran resuel tos por la oficina del PS reafirma com pa rato clandestino, pero en las condiciones
en Berlín planteaba por un lado la uestión del autoritaris n ral de los partidos. El PS pierde presencia
mo de la dirección exterior y, p r tro, la sospecha en lo entre 1 rup de intelectuales, mientras que, por otra, en
internacional de pérdida de ind p nd -n i a del partido por el exili ebi l itan las organizaciones en general, no sólo
depender de la RDA para la sub i t n ia d su oficina ex por 1 i v i i n i no porque el mismo desgaste del conflicto
terior, y en lo nacional porqu 1 P p d fa u r u contactos int rn l t r i b u y e a que cada vez más exiliados abandonen
con los gobiernos de los paí la a t i.v i dc d partidaria del todo.
la dirección del PS a tomar p o i n identes con i .1 ay u na característica que comparten ambos sectores
ellos34. En respuesta, la acu a i d tacaba su de p L L d 1 979 es la heterogeneidad. Sin embargo, dentro
dependencia financiera d 1 p rtid del rn v i m iento de retroceso general, por el papel que cum- ·
fracción ca trista ya mencionada (el MR-2) y el otr nstitui al M L R y otros movimi n to o fracciones, antes descalificados
do principalmente por los sectores de clase media .i n t J ctual como ultra- izquierda 9, y, por otra parte, la nueva izquierda
de inclinación socialdemócra ta. que gira alrededor de p i iones socialdemócratas. Este gru
po es el que lanza en j u lio de 1982 el manifiesto "Por la
Convergencia Socialista", el cual es un llamado a la "reno
6.4. LA RECOMPOSICIÓN DE LA JZQUlERDA EN LOS OCHENTA vación ideológica, política y orgánica del socialismo"40, lo
que signi ficaba, por las firmas que respaldaban el documen
El período de retrocesos culm i na n 1 plebiscito de 1980. to, el d esconocimiento de la estructura del partido y la in
En él, la dictadura consolida u pr y t de una nueva es corporación a este mov i m iento de exiliados de personas
tructura política, haciendo apr bar LL nu va Constitución, ajenas hasta entonces al Partido Socialista de Chile. Es a
en la cual el papel de l os partid p Hti queda indefini partir d e esto que más tarde, a l recomponerse en Chile la
do, pero de antemano l irnitad o3? La a m par a pr-via a l p le fracción N ú fi.ez del PS, aparecen incorporados a él militantes
biscito proporciona la pri m ra o a .i n. para una reLUüón de prov nientes del MAPU, el MAPU-OC y el MlR.
masas opositora, organ iza da b j -l l i d razgo de l a oc pero E l p r ceso d e recomposición d e l a izquierda n o surge
en la cual la izq uierda r a firma u presencia. Sin embargo, sólo d una dinámica interna a ella. Los procesos que la
el hecho más insól i to en los d ías previos al plebiscito lo detennin n, en dos niveles que son externos y más genera
constituye e l discurso de Luis Corvalán, secretario general les, e tá n. on ti tuidos por la crisis de la dictadura, por una
del PC, en que afirma el derecho del pueblo a la rebelión y parte, y l a r
al uso de la violencia38• En el mismo discurso reafirma la cuyo je racia Cristiana. En los capítulos anterio
alianza de izquierda constituida por la U P . Al margen de res se ha d rit d q u ' modo la crisis económica de los
las causas de un hecho como el viraje del PC chileno, tras primeros años de la d ada d Jos ochenta provocó la mo
tantos años de ser el principal impulsor de la vía pacífica vilización social opositora, de qué manera esto reactivó a la
al socialismo, sólo podemos interpretarlo como un indica élite política profesional que se lanzó a la reconstrucción de
dor de la profundidad de la desarticulació n del sistema de sus organizaciones partidarias y cómo todo este movimiento
partidos, que cond u ía a abandona r los intentos de a lianza inclinó la balanza entre las fuerzas de la dictadura hacia la
con la oc. A parti r d te momento, la izquierda, en su construcción de partidos políticos y la proyección del régi
conj unto, queda d ividida d nu v a forma. Por u na parte, lo men por esa vía más que por otras alternativas.
que queda de la UP, que ya no ti n- d i feren ias que excluyan En las condiciones de 1983, la izquierda vio la posibilidad
de termin.ar con l a d ictadura por la vía d la mov ilización
37 Constitución de 1 980, art. 8°, e l i m i nado en 1 989, y art. 19, núm 1 5 .
social, y se lanzó a impulsarla a través de las pr t tas. Sin protesta. El sector mil i tarista intentó crear una organización
embargo, como se ha mostrado antes, los partido líti os, apropiada para la lucha a l lejera a la que daban lugar las
y en particular la Democracia Cristiana, se pusier n muy protestas, las "milicias rod riguistas", en tanto en los sectores
rápidamente a la cabeza d e esos movimientos bu and de la élite política de das media proliferaron los "referen
controlar la transición desde la dictadura por la vía d la tes", grupos de políticos e intelectuales que pretendían p ar
reconstrucción del sistema de partidos del cual sin ninguna ticipar en las discusiones y búsqueda de alternativas de
duda ellos estaban mejor situado que nadie para ser el eje. salidas pol íticas a la situación que, incluso los partidarios de
Las líneas de acción que coexistieron en la izquierda la di tad ura, percibían como insostenible.
resultan paradójicas a primera vista y, en su momento, pare La r activación de la vieja élite política y la situación
cían contradictorias. La movilización social reactivó a todos cr ada n. el Partido Socialista por las disputas y divisiones
los grupos, en Chile y en el extranjero, los cuales habían de la d ada anterior, colocaron a la Democracia Cristiana
sufrido una aguda caída en sus niveles de actividad después en w• i t uación de eje y árbitro de los elementos con los
del triunfo de la dictadura en su intento de imponer la nueva que r n tituiría el sistema de partidos políticos. E l
Consti tución a través de un plebiscito. Esto había hecho núcl r . t ral alrededor del cual finalmente se reconstituyó
dudar de l a posibilidad misma de una acción opositora a el Pa rt id i a l i sta de Chile estuvo formado por los cua-
través de la mantención d e los aparatos partidarios, existen dro d a l rededor de Ricardo Núñez y Carlos
tes en condiciones cada v z má precarias debido a la repre u e sumó, luego de su regreso al país desde
sión, lo cual fortaleció dos tenden ia div rg ntes. Una era su exi l i [ ! l a r da, Jorge Arrate. Esta es la razón por la
el militarismo o "aparatismo" de los tor m.a JOVenes y que d u r nt L d da de los ochenta la organización fue
radicalizados en las condiciones de l a dictad ura, ntr l os nt m P B r i n · , PS- N ú ñez y, final-
-
cuales los que alcanzaron un mayor desarrollo fueron los ¡ n in p rtan te, que sólo se
miembros del Frente Patriótico Manuel Rodrfgu z (FPMR), i n in l, J 1 , e tuvo todo el tiempo
ligados al Partido Comunista. Otra, reunía a los s tares in n l r ombre de Clodomiro Almeyda.
telectuales de clase media, reforzados en el in t rior por la Estos do rupo que conservan alguna raíz rastreable
ayuda solidaria proveniente del extranjero, y sobrerrepre hasta el Pa rtid S ialista de Salvador Allende, alrededor de
sentados en el exilio, los cuales cuestionaban la representa los cuale fluc tuaron otros grupos socialistas menores de
tividad de los partidos como tales, es decir, como modelo igual procedencia41 y hacia el cual gravitaron finalmente dis
organizativo de expresión de los sectores sociales. En un tintos grupos de cuadros de la élite profesional de la pol ítica
primer momento, la situación planteada por las protestas
contra la dictadura y su anclaje social más que pol ítico pare
41 Entre los 16 partidos que conformaron la Concerta ión P ·r 1 N el
,
ció darle la razón a ambas posiciones. A las dos se les plan 2 de febrero de 1 988, figuran cinco de origen más o n 1 JS r ·molo en el
teó el problema de cómo ligarse al movimiento social de antiguo Partido Socialista.
250 O-liLE: PARTID POLfTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. 1 '!70- 1 990 LAS TRANSFORMACI ES DE LA IZQUIERDA 251
cuyo orfg nes eran otros pero que, en definitiva, a u m ieron que la AD llegó a dialogar con Jarpa, excluyendo de esa
en gran med ida el control del partido en el sistern r ons alianza a los comunistas a pesar de los intentos de estos
tru ido a partir del plebiscito de 1988. últimos por ser incorporados42. Sólo a fines de ese año, fra
Las condiciones en que se desarrolló el proceso p l íti o casado el i ntento negociador de la AD, comienzan las accio
de reconstrucción entre el plebiscito y la elección de Aylwin nes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).
como Presidente fueron determinantes de la conformación El a ñ o 84 registró gran actividad ideológica a nivel
final de las organizaciones de la izquierda en el sistema de cupular, que tendría grandes consecuencias. Al mismo tiempo
partidos recompuesto y redefinido. que la movilización social continuaba, y la respuesta de la
En el capítulo anterior se describió cómo las líneas de dictad u ra era la represión, Aylwin, siendo sólo vicepresi
acción posible definían las alianzas, dentro de las restric dent d · la DC, proponía su tesis de búsqueda de una "salida
ciones ideológicas que cada una de ellas determinaba. Así, neg i da" de la dictadura en un seminario al que asistían no
la línea que llegó a dominar el proceso fue la que definió la sólo i n.t 1 � tuales y dirigentes socialistas sino también intelec
Democracia Cristiana como fuerza hegemónica de la recons tual " rgánicos" de la dictadura43•
trucción del sistema de partidos, a travesada por contradic a ú p u las se vieron reforzadas por el retorno de algu
ciones internas r p-eto de la mov i l ización social, las que no i ri ntes exiliados, y el siguiente intento de negocia
·
caracterizaron su l uchas tend ncial y por 1 l iderazgo po ción, pr movido por el Arzobispo de la Iglesia católica,
lítico. Los límites insal vables de la strat gia democratacris cont d u rante 1 985 con la participación de dirigentes de la
tiana eran la necesidad de aislar a los comunis tas (y la con Izq u i rda ri ti ana. Este hecho es significativo porque pone
secuente atracción y subordinación de los socialistas a su de r J i v dos rasgos importantes del proceso político que
estrategia), y la exclusión de la lucha armada que era la vía tien J u r n 1 p ríodo de declinación de la dictadura: pri
de lucha privilegiada por el Partido Comunista en la década le ión de la éli te política, es decir, la pre-
qu 1 r onoci miento entre iguales tenía para
de los ochenta.
Los avatares de las distintas fracciones socialistas estu ind i v i d u os que participaban, en ausencia de
crit ri representatividad; segundo, el carácter ideoló
vieron enmarcados en estos mismos límites, con el agravan
gico-práctico de las cuestiones en juego, es decir el signifi
te de ser blanco perma nente de la acción o de la amenaza
cado de las propuestas de arreglos institucionales, en térmi
de acción represiva por parte de la dictadura. En agosto de
nos de correlación de fuerzas a favor o en contra del proyecto
1 983, la primera alianza ign i fica tiva de una fracción del rs
de desarrollo nacional que representaba la dictadura.
con la DC y sin los comuni ta fue la A l i a nza Democrática.
El principal componente socialista en todos estos ma
En ella participó el PS (Brione - N ú ñ z ) . En septiembre del
nejos era la fracción Núñez, representada por él mismo o
mismo año, la otra fracción importante, el rs-A lmeyda, for
ma el Movimiento Demócratico Pop u lar ( M DP), con los co 42 Cavallo et al., op. cit . , p. 413.
munistas, el MIR y la Izquierda Cristiana. La diferencia obvia 43 Véase capítulo anterior.
252 CI-IILE: PARTID ' I'OLfTT OS, DEMOCRACIA Y DICTADURA I �7U- t 990 LAS TRANSFORMACIONES DE LA IZQUIERDA 253
Ricardo Lagos u otros personeros menores. Este ru po es el comienzos de 1 87. La apertura de los registros electorales
que mejor recogió el recambio ideológico y de mi l i tantes para los ciudada nos y la Ley de partidos políticos imprimie
iniciado por el manifiesto por la Convergencia Soci l i ta de ron urgen ia a l as decisiones. Sin embargo, los criterios
1 982. La firmeza con la que Pinochet persiguió sus obj tiv práctico ul taban las condiciones ideológicas en que se
hicieron vacilar a los de la tendencia negociadora por lo qu realizab 1 "normalización" de la vida política. La Consti
siempre se mantenía como consigna la unidad socialista. Sin tución y la L y de partidos políticos establecían exclusiones
embargo, ésta era sólo una aspiración abstracta en tanto la y l i n: i t i nes ideológicas y organizativas que significaban
otra fracción socialista, la de Almeyda, se mantuviera unida radicales al sistema de partidos tal como había
a los comunistas y, en las condiciones de los años ochenta, a e a n tes de 1973. La aceptación de estas normas y de
la izquierda insurrecciona! (aun cuando sólo los comunistas 1 ión de fuerzas que la hegemonía democratacris
se mostraran en algún sentido efectivos en ese terreno). ti na i m pusieron a la reconstrucción del sistema de partidos
Las dificultades de las alianzas, los límites ideológicos fij . l' n J precio a pagar por los partidos para ingresar al
que aparecían y que ocultaban decisiones estratégicas, con y para los políticos profesionales seguir siendo tales.
ducían al sentido común a pr guntarse qué tan complicado El 1 N L'ul.ez constituyó el núcleo organizado dentro del
era unifica r la oposi ión a l a d ictad u r a . Algunos políticos PP qu , sin embargo, atrajo a una gran cantidad de cuadros
"realistas" (m nos ingen uo qu -l .ntid om ún) también p Hi del amplio espectro de la tendencia ideológica deno-
percibían la posibilidad de r ordenar la p rioridade . Así, a a " renovación" socialista y de la que había sido la más
comienzos de 1987, surgió la idea de una organ ización que or 1 "convergencia" socialista. Esto incluía a los miem-
unificara a la oposición tras un solo objetivo, la democra br 1 distintos desprendimientos de la Democracia
cia44. Este es el origen más remoto de una idea que luego n los años sesenta y setenta (el MAPU y la re),
permitiría reorganizar a una parte de los socialistas en el independientes de izquierda y comunistas que se
partido " instrumental", Partido Por la Democracia (PPD). La rientados con la militarización de la política de su
idea, cuyo gran promotor fue Ricardo Lagos, recogía en pa r ti i ntras y al mismo tiempo en la Unión Sovié-
parte la percepción de un sector de intelectuales de tenden tica u rr f n reformas cuyo desenlace no parecía previsible.
cia vagamente socialista, entre los cuales se contaba el mis vrc quedaban sectores que se resistían a algunos
mo Lagos, que consideraban sobreideologizado el debate asp d l nuevas condiciones impuestas, especialmen
que j ustificaba la mul tiplicación de fracciones y grupos so te al ai J m.i nt d los comunistas, lo que generó otro par
cialistas. Este grupo fue conocido como "Los Suizos". tido "in tru m 1 t 1 ", el Partido Amplio de la Izquierda So
Todos los políticos y todas las organizaciones partidarias cialista, 1 PA f .
vieron alterados sus ritmos con las leyes políticas dictadas a El mar d r tri iones dentro del cual se realizó la re
composición y re on t rucción de los partidos quedó definido
44 Rafael Otano, op. cit., p. 46. por la situación d fu rzas ideológica en la é l i t , el marco
254 CI·IILE: PARTID POLfTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. 1 970-1990
)
.'
h i cieron que en esa
r n i mbros de distin
. El problema ra-
i nes determi
rla mento, y el
li m quienes to-
r p ra r al sis-
ill 1
('
•' l l a p o que corrió entre el p lebisci to de 1 988
!.1 •le • i n de 1 989 se negociaron algunas reformas a la
'
11 l lu i n, d e las cuales la principal fue la eliminación del
l !'l (t • t d \ 8", u · ontenía la proscripción por razones ideoló
iciones que separaban a los partidos de los
111 l ociales se conservaron en la Constitución y en
r r, ni ca Constitucional de los Partidos Políticos49.
· Ul l \ 1, l a Ley Orgánica Constitucional Sobre Votaciones
P 1 u h r\ y Escrutinios se le añadió en mayo de un 1 989
ulo
capítulo 3, supra.
1 09 bis: "En el caso de las elecciones de parlamentarios, el
r i b u t 1f ll p i'Oclamará elegidos Senadores o Diputados a los dos candidatos
1 • u no m i ma l ista, cuando ésta alcanzare el mayor número sufragios y
l u v i l•r ' u n Lota ! de votos que excediere el doble de los que alcanzare la lista
o 1 > rn l n n que le siguiere en número de sufragios" .
2� t ' l l l l ! li i'A I I'I I lOH I ' l .f' I'! '( H, l i\M I' A ' I A 1 1 " 1' i ll l l /1 i'l/II I WO
LAS ' 1 ' 1 A NKI '( li< M A ' I O N I \S DE I .A IZQUIERDA 257
259
CONCLU 1 NES 261
1 '' 1 11 1 1 11 1 1'1, 1 11\MI 'ItA 'lA Y DICTI\D URA. 1970-1990
u ro dirigentes veían amenaze •rtidos en tanto la dictadura y sus partida rios se oponían,
or la aparición de alternativa ción n s u versión más extrema, a la existencia misma de parti
1 sistema de partidos. Esta radical iz dos políticos o al menos pos t rgaban su reapari ción para un
l istema de partidos tuvo su contraparte en 1 futuro indefinido.
•r • n i ' l' Ü d e alternativas fuera del sistema en el otro ex La oposición a la dictadu ra coincidía en la necesidad de
-1 espectro ideológico, algunas de las cuales eran la reconstrucción del sistema de partido s. Sin embargo, cada
i tentes y otras de aparición coyuntural provocada por uno tenía su propia v r i n de los cambios que esa recons
ri is que representó el triunfo de A llende y la Unidad trucción debería incluir. Para el Partido Comunista, eje del
P pular en las elecciones de 1970. El desarrollo de esta crisis proyecto reconstru i ni ta en la izquier da, la reconstruc-
nd ujo a una agudización del confl icto al punto que llegó ción debería ha - r partir de una alianza antifascista que
a tar en cuestión la existencia misma del istema de par incluye ra a 1 de la Unidad Popular y a la Demo-
t i.dos. En el lado izquierdo, el gobierno logró subord inar a cracia C r is t i an a . . s ta ú l t i ma, h abiendo triunfado en su pro
1 sectores rupturistas a su estrategia de defensa y manten- pósito de ver den ad a A l lende, pasó inmediatamente al
¡ n del sistema político como instrumento y marco para la campo de los derrota do , al r xcl uida como organización
transformación social y económica. En la derecha, la posi Y como proyecto de futuro por los sectores que se entroni
i n rup turista se impuso a través de un proceso de desgas zaron en el poder a la sombra de las fuerzas armada s.
t , qu fue subordinando en cadena a los actores que parti- Sólo la acción de la dictadu ra empujó a los democrata
ipaban en el sistema de partidos a una estrategia formulada cristianos al campo de la oposición, en tanto la izquierda
fu ra d éste, y que no habría tenido ninguna posibilidad de sufría un proceso de descomposición, particularmente visible
' i t ¡ r vi ible si el s istema no hubiera sido destruido. en el Partido Socialista y en las frustraciones de los comu
:¿; r
a l izado el golpe de Estado, el bloque que lo nistas que veían cada día más estéril su estrategia. El retro
d p i ión al gobierno debió reemplazar ceso de los partido s tocó fondo concomitantemente con la
r tna p ropue ta de reconfiguración culminación de los proyectos de la dictad ura, en 1980. Para
entonces ya todos los partidos pa recían i rreconocibles, con
1 u 1. l d nd l as fu rzas armadas
1 om apa rato repre la excepc ión de la Democ raci a ri tiana, que conser vaba
p l íti o y, posterior más que cua lquier otro u id ntidad pero no era capaz de
l fti para imponer produc ir hecho pol fti p r u pr p i a iniciativa. El aisla
una r f rm r< J j conómico del miento de lo partid d u cl ientelas electorales, la des
p aís y r fu n de una nueva articulación de su organ iza .iones de base por la represión,
Constitución. " I i t ua i n que se ha descrito la exposición de sus é l i tes a los debates ideológicos interna
para el gobiern i invertida. Esta vez era la cionales por el exilio y su cr ciente dependencia de la soli
oposición la que bu n trucción del sistema de darida d de organiz aciones pol íticas afines, determ inaron
ti, 1 I!M
CONCLUSIONES 265
:J. 1 1 1 1 11 1' I'AII i l l ! >: 1' ll ( 1 1 ' R/\ 1 /\ Y DICTAD URA. 1970- 1990
resul tados del plebiscit o de 1 988 con la intención colectiva que los conv i rti ra n a tores históricos.
i l izar el sistema garantizando una representatividad La crítica a este e tad o d o as se ha centrado en los
ha que impidiera la aprobación de modificaciones contenidos ideológico d l p royecto nacional impuesto y
a la Constitución. A su vez, ésta contiene elemen las consecuencias que l a s u bordinación de la élite política
ra ntizan su inmutabi lidad, como la presencia en ha tenido. El dejar fuera de la representación a una parte
un número de senadores no elegidos. de la izquierda (los com unis tas) hace aparecer al espectro
L 1 r i n de la izquierda que continúa pensando su ideológico del sistema representado en el parlamento como
l l ' ! ¡, m un actor político que representa a una clase desplazado a la derecha, por comparación con la composi
1 • t l l , 1 rli ul rrn nte los comunist as, se consumó tras la
t
ción de los parlamentos anteriores a 1 973, en que la derecha
268 CHJLE: PAIUIDOS POLÍTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. '1 970- 1 990
cien tes" y "autoflagelantes"3 . AGUILAR, Alonso, Álvaro Briones, Theotonio Dos Santos, Pío
Más allá de estas cuestiones que ocupan un lugar imp r García, Clarisa Hardy, Eduardo Novoa, Jaime Osorio, Fernan
tante en los debates en las ciencias sociales chilenas ac · r e do Rosa, Pedro Vuskovic y Jorge Witker, El gobierno de Allende
de la modernización del país que significó la dictadura y 1 y la lucha por el socialismo en Chile, México, Instituto de Inves
tigaciones Económicas, Universidad Nacional Autónoma de
recuperación de la democracia, el caso presentado en t
México, 1976.
tesis puede tener alguna significación para las discu i 1
AHUMADA, Jorge, En vez de la m iseria, Santiago, Editorial del
teóricas acerca de los partidos y los sistemas de partid
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buena medida, las características asumidas por el pro
ALAMINOS, Antonio, Chile: transición política y sociedad, Madrid,
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N° 26 - 1 987, Berlín. 33
de 1970 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1 .2. La definición del marco temporal del proceso . 36
1 3
. . El ordenamiento del sistema en 1932 . . . . . . . . . 38
1 .4. El funcionamiento normal del sistema y los
gobiernos radicales, 1938-1952 . . . . . . . . . . . . . . . 40
1 .5. El fracaso del ibañismo, intento chileno de
populismo clásico o o • • • • • • • o o • • • • • • • • • • • • • • • 46
1 .6. La política en tres bloques, 1958-1970 . . . . .... 52
1 .7. El reformismo democratacristiano . . . . . . . . . . . . 56
309
310 H I LE: PA RTID S POLfTICOS, DEMOCRACIA Y DICTADURA. 1 ' 70· 1990 ÍNDICE 311
CAPÍTULO 2 CAPÍTULO 5
LA U N I DAD POPULAR Y LA CRISIS DEL SISTEMA LA DEMOCR A J J\ R J T I A N A Y L A DICTADURA DE PINOCHET 171
POLÍTICO EN 1973 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
5.1 . lnlr lu ción 171
2.1. El problema y los enfoques que lo 5.2. A 1 973-1977: La participación subordinada
han examinado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69 d Democracia Cristiana en el bloque de
2.2. E l programa de la Unidad Popular y • p yo a la dictadura . . . . . . . . . . . . . . . .- . . . . . . . . 174
sus interpretaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . r.: � i'í os 1977-1980: La lucha por la independencia
72
2.3. La acción del gob ierno y sus ambigüedades . . 77 pol ítica y la recuperación de las bases . . . . . . . . 185
2.4. Las estrategias de la oposición . . . . . . . . . . . . . . . 88 .4. Años 1 980-1983: La lucha ideológica en la
2.5. El golpe de Estado del 11 de sep t iembre oposición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 93
de 1973 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100 r.:.s. Años 1983-1986: La crisis política de la dictadura
y la movilización social de la oposición . . . . . . 204
CAPÍTULO 3 5.6. Años 1986-1990: La subordinación de la oposición
ASCENSO DE LA DICTADURA, DESTRUCCIÓN Y hegemonizada por el PDC al diseño de
REEMPLAZO DEL SISTEMA POLÍTICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105 transición de la dictadura 218