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Machado fue juzgado por tribunales militares y llevado a El Helicoide, uno de los centros
de reclusión más temidos del régimen del mandatario venezolano Nicolás Maduro. Al
profesor, que dictaba una cátedra sobre resistencia pacífica y no violencia, el vicepresidente
del Poder Ejecutivo, Tareck El Aissami, lo señaló como el responsable de dirigir a los
manifestantes en focos violentos y persuadirlos para enfrentarse con funcionarios de
seguridad del Estado.
Su caso es uno de los tantos que está entre los folios de Aula Abierta, una organización que
inició en Venezuela y ha llevado la cuenta de las violaciones de Derechos Humanos a
estudiantes y profesores. Entre sus hallazgos, están la identificación de al menos 50
decisiones del Poder Judicial venezolano, entre 2010 y 2018, dirigidas a vulnerar la
autonomía universitaria y el registro de 21 estudiantes asesinados y 339 detenidos durante
las protestas masivas contra el gobierno en 2017.
Ahora, Aula Abierta acaba de abrirse para todo Latinoamérica. Según está ONG, en
diferentes países del continente hay casos de violación a la libertad académica, la
autonomía universitaria, el derecho a una educación de calidad y prácticas de
discriminación, criminalización de la protesta, torturas, tratos crueles, inhumanos y
degradantes.
Pero Aula Abierta no es la única preocupada por esta situación. Junto a ella están el Centro
de Investigación y Educación en Derechos Humanos de la Universidad de Ottawa y el
Centro Iberoamericano de Formación en Derecho Internacional y Derechos Humanos. En
conjunto, solicitaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) una
audiencia temática sobre irregularidades en los recintos universitarios. Su clamor fue
escuchado y las denuncias de los universitarios del continente serán atendidas por la
Comisión en Sucre, Bolivia, en la segunda semana de febrero.
Entre ellas está que, entre abril y noviembre del 2018, la criminalización de la protestas
contra los universitarios en Nicaragua se recrudeció y dejó un saldo de más de 600 de
estudiantes privados de libertad. Y aunque Nicaragua y Venezuela son los casos más
alarmantes, no son los únicos.
Por estos motivos, defensores de los derechos humanos celebran que la CIDH escuche las
irregularidades que han vivido estudiantes y profesores. Uno de ellos es Salvador Herencia
Carrasco, director de la Clínica de Derechos Humanos (Hrrec), Universidad de Ottawa. El
experto asegura que “las universidades son el instrumento necesario para la reconstrucción
de los países en conflicto. Si no tenemos una institución crítica, libre, que permita a quienes
la integran desarrollarse, ¿cómo vamos a asegurar una transición democrática?”.
“Junto con otros miembros responsables de la comunidad internacional haremos todo por
apoyar al Gobierno legítimo del presidente Maduro en la defensa de la Constitución
venezolana”, afirmó en rueda de prensa el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi
Lavrov.
Pero Estados Unidos y sus aliados frente la crisis venezolana, insistió Lavrov, están
empeñados en desbancar a sus autoridades legítimas.
“Tenemos información de que los dirigentes del movimiento opositor (venezolano), que
proclamó dualidad de poder, reciben instrucciones desde Washington de no hacer ningún
tipo de concesiones mientras no caiga el régimen”, dijo.
Moscú tiene motivos más que sobrados para preocuparse por la suerte de Maduro: según la
prensa local, las inversiones rusas en el sector petrolero venezolano sumaban hace algunos
meses unos 16.000 millones dólares.
De hecho, el grueso de las inversiones del gigante petrolero ruso Rosneft en Venezuela son
pagos adelantados a cuenta de futuras entregas de crudo.
“Es un tema comercial. Desde luego, analizaremos las posibles consecuencias de esas
acciones restrictivas”, dijo a la prensa el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, al
comentar las sanciones contra Pdvsa, que no dudó en calificarlas de “ilegales”.
“Naturalmente vamos a defender (los intereses rusos) en el marco del derecho internacional
vigente, utilizando todos los mecanismos a nuestro alcance”, dijo el portavoz presidencial.
Moscú ha denunciado que las sanciones y restricciones impuestas por Estados Unidos y
otros países contra Caracas no solo estrangulan la economía del país latinoamericano y
agravan su crisis, sino que además “instigan a la oposición a cometer acciones ilegales”.
“Hoy recibimos noticias de nuevas sanciones, de la congelación de las cuentas del Banco
Central y el Gobierno de Venezuela. Lamentablemente, Estados Unidos tiene experiencia
en cometer ilegalidades con dinero ajeno”, dijo Lavrov.
Recordó que Washington ya congeló activos de Irak, Libia, Irán, Cuba, Nicaragua y
Panamá, acciones que “en la mayoría de los casos supuso la confiscación de recursos de un
gobierno ajeno”.
Ante este panorama, el viceministro de Finanzas ruso Serguéi Storchak admitió este martes
que Venezuela probablemente tendrá dificultades para afrontar el servicio de su deuda
soberana con Rusia, recientemente reestructurada, que asciende a 3.150 millones de
dólares.
“Es probable que haya algunos problemas”, dijo Storchak a la prensa en alusión al pago del
100 millones de dólares que debe abonar Caracas en marzo próximo.
En Moscú prefieren no hacer conjeturas sobre cuál sería su reacción a una intervención
militar extranjera en Venezuela.
“En este asunto son inadmisibles las conjeturas. Es un tema muy delicado”, replicó el
portavoz del Kremlin a la pregunta sobre si Rusia asistirá militarmente a Maduro en caso de
una intervención extranjera.
Estados Unidos anunció el viernes su retiro del histórico tratado INF con Rusia sobre las
armas nucleares de alcance intermedio, un hito de la Guerra Fría, acusando a Moscú de
violarlo.
Washington dijo que Rusia faltó a la hora de abordar las preocupaciones generadas por un
nuevo sistema de misiles de rango medio que los países occidentales creen que va en contra
del tratado sobre armas nucleares de alcance intermedio (INF) de 1987.
A partir del sábado, “Estados Unidos suspenderá sus obligaciones en el marco del Tratado
INF y comenzará el proceso de retiro”, el cual “se completará en seis meses, a menos que
Rusia vuelva a respetarlo destruyendo todos los misiles, lanzadores y equipos que violan el
texto”, dijo el presidente Donald Trump en un comunicado.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, dijo sin embargo que Washington
estaba “listo” para continuar hablando con Rusia “sobre el tema del desarme”.
“Estados Unidos tiene la esperanza de que podamos restablecer nuestra relación con Rusia
y enmendarla pero es responsabilidad de Rusia cambiar su patrón de actividades
desestabilizadoras, no sólo en este tema, sino en muchos otros”, explicó.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) expresó su apoyo a la retirada de
Estados Unidos del tratado INF sobre armas nucleares, y pidió a Rusia un “ respeto total y
verificable” de sus obligaciones en materia de desarme.
“Estados Unidos toma esta acción en respuesta a los graves riesgos que representan para la
seguridad Euro-Atlántica las pruebas ocultas, producción y despliegue del sistema 9M729
por parte de Rusia. Los aliados apoyan plenamente” la decisión estadounidense, apuntó el
bloque militar en un comunicado.