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La sal de los ZO bis

Cultura y educación popular
en la tarea común de despertar a los durmientes

Por: Raúl Leis

Panamá

• Ponenc ia presentada al Seminario " Potenc ialidades Educativas del Patrimonio Cul tural" . organizado por la OREALC. de la
UNESCO en Bogotá,

"La gente de cualquier faveZa, villa o pu eblo
campesino, tiene sus sabios, sus cien tijic os, sa-
cerdotes, artesanos, artistas, juec es, profesores
y estrategas.
Ellos son como nosotros, nuestros iguales en el
pueblo en artes y oficios.
Pero a veces el educador popular mira alrede-
dor y no los ve, y asi trabaja sin ellos o contra
ellos,
pasa de largo por su sabiduria dominada,
nada aprende con ellos sobre las prác ticas p o-
populares y no los ayuda a aprender
como reinventar los símbolos y sus us os so-
cial es. , . ".
Carlos Rodrigue: Brandao
En las noches oscuras de Haití el hechicero o
bokor "señor de la palabra" desentierra un
cuerpo previamente adormecido -y qu e los
deudos creyeron muerto - y por medio de un
brebaje lo convierte en un zombi, en un escla-
vo sin voluntad al que muchas veces ven de co -
mo fuerza de tr abajo a los grandes y medianos
propietarios agrícolas. y helo allí, un tra baja-
dor sin hálito de voluntad y sin conciencia , dis-
puesto a aceptar cualquier orden sin rec histar,
sin argüir , sin cuestionar, sin preguntar, sin or o
ganizarce para su defensa y su lucha. Pero ya
las otras gentes conocen el a ntído to, ya saben
que es falsa la versi ón del hechicero de que el
zombi es un muerto-vivo que anda al ucin ado
como producto de la posesión de su cuerp o por
parte de un Mu- Ntu (el alma de un falle cid o ).
Entonces es cuando la gente acude a la sal, y
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penetrando los jardines o plantaciones donde
el zombi trab aja al servicio de su ama , se la su -
ministran una y otra vez hasta que el zombi
despierta y se hace persona , gente, humano.
"Ahora bien , no puede acaso una cultura popu-
lar imp ugnadora compartiendo con una educa-
ción popular liberadora aportar en la común ta-
rea de despertar a los durmientes ? ¿No pueden
-con otros componentes- constituirse en la sal
de los zornbis colectivos que pueblan nuestro
continente sometidos al yugo de estructuras y
condicionamientos que los silencia y los anulan
como pueblos y como personas?
Una cultura popular impugnadora
La cultur a nace como resultado de la acumula-
ción histórica de las vivencias de un pueblo, de
su práctica y de una manera de inventar y re-
crear su encuentro con el mundo . Es el univer-
so mental, sentimental y simbólico de la colec-
tividad .
La ideología no simplemente "habita" en la
cultura sino que interviene dinámicamente en
la selección , estructuración y depuración de los
elementos culturales constituyéndose en ele -
mento modelador, posibilitando qu e la cultura
no sea una masa informe de conocimientos, há-
bitos, gus tos y costumbres sino por el contrario
un cuadro más ordenado de sus partes .
Las clases populares fabrican cultura en un in-
cesante afán histórico. La clase dominante
conforma una cultura hegemónica que busca
imponer su común denominador a toda la so-
ciedad. Así en el tinglado social, las clases so -
ciales en pugna construyen sus expresiones, cul -
turales: por un lado la cultura elitista y extran-
j erizan te de las clases dominantes, por el otro la
cultura aún no vertebrada de las clases subalter-
nas. Pero debajo del ropaje cultura se definen
los rostros severos de los verdaderos conten-
dientes: las ideologías.
La cultura del pueblo expresa la posición subal-
terna de los que la comparten.
La cultura del pueblo, entendida como el con-
junto abigarrado de todas las expresiones exis-
ten tes '-jue se agitan en ella, permite advertir al-
gunas e racter ísticas.
Es una cultura inorgánica, múltiple , diversa,
yuxtapuesta y parcializada de una gran disper-
sión derivada del carácter subalterno de los sec-
tores populares, donde se adoptan concepcio-
nes que no corresponden a los intereses reales
de esos sectores.
Es una cultura asisternática, pues su sistemati-
cidad debería suponer la expresión de una he-
gemonía social que conduciría a la formación
de una auténtica cultura popular nacional,
mientras que por el contrario 'la hegemonía de
la sociedad se concentra en las clases que prac-
tican el herodianismo y la sujeción íntegra al
imperio. Los herodianos llegan incluso a pasar
paulatinamente productos de consum o elitista
desechados a la cultura del pueblo qu e adopta
modas , objetos, electrónica, ro pas y otros .
Es una cultura ambigua políticamente, donde
subyacen posiciones conservadoras-progresistas.
simultáneamente, que recibe elemen tos de las
clases dominantes que se mezclan con sedimen-
taciones culturales antiguas recicladas por la
cultura del pueblo, pero de manera acrítica y
muchas veces funcional al poder establecido .
Esta ambiguedad se muestra en las concepcio-
nes compartidas interclases: como la inferio-
ridad femenina, la necesidad de la autoridad,
las rivalidades étnicas (antagonismos raciales),
la resignación ante la injusticia, la resolución de
las dificultades vía la piedad, la existencia de
clases antagónicas como situación normal, etc.
Las ideas dominantes son las de clases domi-
nantes y el dominio hegemónico del conjunto
social, mantiene -como el sartén por el man -
go- el predominio de la lógica de la domina-
ción sobre la cultura del pueblo.
La cultura popular significa contenidos impug-
nadores de la de poder dominante y vitalizado-
res de una concepción alternativa.
La cultura popular es el elemento dinamizador
que emana de la cultura del pueblo .
En esa perspectiva, resaltan la dimensión alter-
nativa y la dimensión impugnadora de la cul-
tura popular.
La dimensión alternativa, es la existencia de
formas-códigos populares que se contraponen
por su sola presencia a la cultura hegemónica ,
contrastando como radicalmente diferente e in-
cluso contraria a lo que la cultura e ideolog ía
oficial divulga como única y válida. Tal es la
función de la artesanía popular , creencias, pro-
ducción literaria popular, vestidos, com porta-
mientas, lenguajes, etc.
La dimensión impugnadora levanta una rebe -
lión de formas y códigos potenciados e insu r-
gentes frente a lo establecido .
En ella se muestra la injusticia vivida . Se quej a
y desea cambiar las cosas . Señala los antagonis-
mos: ricos y pobres, débiles y poderosos, pa-
trones y campesinos, caseros e inquilinos, impe-
rio y nación. No busca resigna ción y es vitali -
zadoramentc popular enriqueciéndose en la re-
cuperación de las luchas y de la historia popu-
lar.
El lenguaje popular se sitúa como una forma-
-código con carácter de clase.
En la realidad latinoamericana la complejidad
de las relaciones sociales y económicas , subra-
yan el carácter de clase que impregna la confor-
mación del horizonte ideológico cultural de los
sectores sociales.
Pero es importante advertir que las clases socia-
les no son sistemas aislados o cerrados desde el
punt .1 de vista de su horizontalidad.
El campo popular hormiguea con la movilidad
de diversos sectores, fracciones , capas, grupos
humanos que introducen e intercambian com-
portamientos, modos de vida, idiosincracias,
formas culturales, diversas, y conce pciones.
Así, el capitalismo del subdesarrollo expulsa
masas campesinas minifundistas, trabajadores
agrícolas, grupos étnicos a los centros urbanos
donde se mezclan trabajadores de origen urba-
no y de origen rural, también, contingentes
provenientes de capas medias que pierden lenta
y dificultosamente su ubicación y que en mu-
chos casos aspiran a volver a ocupar su posición
perdida.
La dimensión étnica se suma a est e congl omera-
do coin cidiendo - en much os pa í.> es- la co nd i-
ción de explotad os con el relaj amien to discri-
minatorio de la condición indígena o afroame-
ncana.
Sin embargo el gran co mún denominador es la
tendencia a desarr ollar un modo de vida pro-
pio, un estilo diferenciado de los sectores popu-
lares distinguible de los sectores dominantes.
Las formas de lenguaje popular cotidiano ex -
presan, contienen o generan códigos que sinte-
tizan valores, sen timien tos, ideas y conceptos;
cuyo contenido es particularmente significativo
para aquellos que lo usan o que mantienen pro-
34
fundidad, n trno y sentido en un contexto his-
t ónco determinado. Estos códigos se expresan
en términos visuales. auditivos y corporales-vi-
venciales, prin cipalmente (;O).
Las form as y cód igos de! lenguaje popular bu-
llen en la heterogeneidad de los sectores popu-
lares y en la homogeneidad de su situación de
clase. Una de las dimensiones es la de inter-cla-
se, es decir el proceso de exp resión dentro del
ám bito de las pro pias clases populares con un
mismo horiz onte cult ural general. Allí se ad-
vierte las formas códigos que surgen de la gen-
te, tales co mo el arte espontáneo, la comunica-
ción cotidiana, la religiosidad y esoterismo, fa-
milia, eventos colectivos, medicina popular,
etc. También es visible y creciente las formas -
cód igos infl uenciados por el aparato educativo,
el aparato polí tico, las instit uciones religiosas y
los medios de co municación social, pero que
han sido ya relaci onados con connotaciones
propias.
Otra dimensión es la interclase, don de los códi-
gos cult urales dominante s en los aparatos ideo-
lógicos de estado, manejan la com unicación
vertical, comercializando paquetes ideo-cultura-
les como " cultura" para el pueb lo. tales como
los " comics ", el seudofolclore , los medios de
comunicación, la escolar ización, las campañas
elect oreras, la música alienante. Mientras las
clases do minantes manejan su cultura intercla-
se. y se refleja en las páginas sociales, las re-
vistas especializadas, telex. com put adoras, vi-
deo juegos, progr amas determinados de TV y
radio. galerias de arte y conciertos.
Una educación popular liberadora
Entendiendo la educación popular como la ve
Osear Jara : "un proceso permane nte de forma-
ción. en el que teóricament e se logre una apro-
piación creadora de la práctica social, permi-
tiendo así una nueva práctica en la que se veri-
ficará una re-creación de los conceptos teóri-
cos, Será all í , en la transformación de la prác-
tica social donde los concep tos adquirirán un
( 0) Memo ria del U Taller de Sistematización y Creatividad. ALFORJA . San J osé, A bril, 1. 983.
signifiCldo real y no serán simplemente frases
vacías 'le sol o puedan repetirse de memoria";
Luis Se]ra apunta algunos señalamientos meto-
:iológicos-conceptuales como ubicar entre los
obje tivos de la EP la promoción de la concien-
cia de clases, la organización y la capacidad de
los sectores populares para transformar la rea-
lidad en función de sus intereses, ubicándose
estos objetivos específicos en el contexto so-
cial, la coyuntura concreta y e! proyecto histó-
rico que asum en los sectores populares. El su-
jeto social son los sectores populares en espe-
cial los estratégicos, el proletariado, semi prole-
tari ado y campesinado. La EP es sistemática en
un proceso permanente y organizado que inclu-
yen:
la investigación participativa de la realidad
la recuperación de la memoria colectiva
la planificación de las acci ones educativas y
de cambio social
la ejecución y desarrollo de planes de ac-
ción
la evaluación y sistematización de sus resul -
tad os
La multiplicación de las experiencias y
capacidades
El método es el de aprender y enseñar tomando
como ejes (i) una interrelación entre teoría y
práctica (ü) una producción crítica y colectiva
del saber y el conocimiento.
(i) La práctica social es el punto de partida o
fuente del proceso de conocimiento, pues es a
partir de las relaciones concretas que los hom-

bres establecen con la naturaleza, para satisfa-
cer sus necesidades de donde surgen las concep-
tualizaciones, la representación simbólica de la
realidad, la teoría. Las diversas prácticas (pro-
ductivas, artísticas, políticas, sociales ) son el
punto de arranque de la reflexión, pensamiento
y conocimiento .
Esto lleva a que la reflexión se imbrique con las
realidades concretas y cotidianas. Por ellos la
EP parte de la percepción sensorial, de la expe-
rimentación de la temática de estudio, que sur-
ge a su vez del diagn óstico de la realidad donde
conviven los participantes con sus diversos ni-
veles de conciencia y forma de enfrentar esa
realidad, que es el cordón umbilical de todo el
proceso, que lleva a la co nce p t ualiza ción para
descubrir la causalidad de los elernen tos descu-
biertos. Co n la hip ótesis de tr abaj o envueltas
en la acción pedagógica de una refle xi ón colec-
tiva dinámica y creativa de los participantes, se
apunta hacia el conocimiento com o herramien-
ta concreta hacia la transformación de la reali-
dad y la práctica misma, que es la finalid ad del
conocimiento.
Es decir el camino es hacia la Praxis, la fusión,
integración articulaci ón de la teoría y la prác-
tica que se convierte en la rueda que hace avan-
zar la hist oria concreta, que evita el puro acri-
vismo y verbalismo puro. Es la concepción de
que el proceso educativo no se aisla en si mis-
mo sino que "desenrolla" una nueva práctica
social y una conceptualización aterrizada en la
re alidad dibujando una espiral ascendente, y no
el círculo vicioso del "saber por el saber mis-
mo" o como medio de movilidad individual.
Es una Pr axis inventiva y creadora que alcanza
su más elevado nivel en la actividad de transfor-
mación de la realidad, potenciando el matrimo-
nio indisoluble de la teoría con la pr áctica, que
a su vez rechaza la praxis repetidora que vuelve
a iniciar los mismos gestos y actos en ciclos de-
terminados; y también la praxis-mimética que
sigue modelos esquemáticos, que aprende los
manuales de memoria, es decir que imita sin
crear.
(ii) El saber y el conocimiento en la EP no es
un cassette para ser insertado en la grabadora
35
mental de los "educandos" , sino el proceso co-
mún que nace de interacción entre los hom-
bres . ,' n su quehacer acerca de su real idad y de
su proceso integral.
Como lo afirma Serra, "la colec t ivizaci ó n de las
experiencias individuales permi te el enric ueci-
miento de todo el grupo, además des ar rolla el
manejo del lenguaje, lo cu al redu n da e n una
mejor capacidad de comunicación y con ce ptua-
lización de la realidad . La socializació n de la
reflexión por otro lado facilita la orga nizaci ón
colectiva posterior para lle var a cabo cu alq uier
acción transformadora.
A nivel de conductas y valores. se tr a ta de fo-
mentar co n la pr o d ucci ón colec t iva del sa! er , la
co operación y la soli da ridad en par ti ipa n res.
T e dos a pre nden y enseñan rec ipro cam en re en
un proceso colec ti vo y fraternal de d iálo go.
Las relaciones entre maestros y al um n os dej an
de ser verticales y autoritarias para c...nvcr tirse
en relacione s horiz ontal es, democ rática ' e Igu a-
litarias. El maestr o es más bien un guía , un
coordinador : ue m ot iv.i la participacic n . la re-
fle xión, tratando de organizar y profu n dizar el
saber pop ular que posee el colec tivo . En de fin i-
ti va, en EP se establecen nuevas rel aci ones so-
ciales en el proceso de producción del conoci-
miento .
La participación activa de los ed uca n d os co-
mienza en la etapa de investigación o diag n óst i-
co de la realidad social, donde ellos decide n so-
bre los objetivos y temas a in ves tigar , re coge n y
analizan los datos , formulan y ej ec utan el plan
de acción, así como su evaluación y seguimie n-
to. Esta investigación es rad icalmen te o pues-
ta a la investigación tradicional en tan to es par -
36

ticipativa porque es el mismo pueblo quien la r rrJ ur:,la y crítica, así como para q' e se mulri-
re al
, ,, ' ,
' Iza y no un "exper to qt.:.e to ma el F UCD u
1
p ¡'lue licha experiencia a sectores más amplios
de an álisis : es militan te po rque se realiza para del pue rl o":
fortalecer los In tcrescs de las e ases tra baj a o-
ras ; y es pr ác ti ca porque busca con o er la reali-
dad para trans formarla . La recuperación de lo impugnador y alternativo
de la cultura popular
El carácter cr tico del mé todo d EP se des ar ro-
í

lla al rompe rse las inhibicio nes ent re los partici-
pan tes para fo mentar su in terve nció n activa )'
franca . Además se tra ta de in culcar el hábito
de la " d uda met ódica" , de pre gu ntar siempre
el " po r q ué " y el fundame n to de tal afirma-
ción. Se trata de ac os tumbrar a los participan-
tes a cuesti on ar sin tem or las argu men taciones
que par ecen carece r de lógica o de pruebas cier-
tas.
Por otro lad o , el pensamient o crítico se impul-
sa al eval uar sistemá ticamen te la misma expe-
rien cia ed ucativa y al hacer concie nte al colec-
tivo so bre s u capacida d de ense ñar y de apre n-
der. La cr ícica construct iva se desar rolla en
esta evaluac ión de los logros y de ficien cias del
colectivo , con el ánim o de ex plica r sus cau sas y
de s upe ra r sus limit aciones .
La EP Im pulsa la crea tividad pues no se trata de
mem orizar \ repe tlr c nc ptos e nvasa dos en un
tex to . sin o de construir un con ocimi en to q ue
permita co m prender la práctica social de los
ed ucandos v de crear formas de transform ación
apr o pia das al con te x to y a las posibilidades ma-
teriales y humanas de su reali da d sp ec í fíca . El
tema de estud io se pre senta e n EP com o un de-
sa fío , co m o una pro blema tización q ue re ta la
ca pacida d analí tica de los par ticipan tes, y no
com o un saber ya explicado to tal me n te por
otros "que sabe n". y las pos ibilidades de desa-
rr ollo creativo e inn ovador so n mu ch o ma y ores
en un colectivo que en la soleda d indivi dua l.
Dos aspectos sobresalen en el proceso de tirar
las redes en la cultura pop ular para rec oger lo
impugnativo y alternativo y enriquec r la co n-
cepción liberadora de la educación popular.
Una es la investigación militante y el otro el
lenguaje vivo y total de la dev olu ción .
La in vest igació n militan te
Ln quehacer educativo dis tanciado de la reali
da d q ue viven los educandos, 5(' co nvierte fatal-
men te en un proceso con un :'010 pr otagonista
el educador. Este conocimie n to de la reali dad
integral de la sociedad inv olucra necesa ria rne n-
te investigarla, au scultar la , m ord isq uia rl a, inter-
pretarl a. Pene t rar la realida 1 ¡;!olJal. lo s conte-
nid os, me nsaje códigos y fo rmas c1e la edu ca-
ción: vistas a tr as luz y baj o el oj o ate nto y
co m pro metido de una investicaci ón q ue no es
ciencia libre de valores ni ne u tra l, sin o mih tan
te \' compro me tida con la realidad del l:' ue blo .
"Ante lo n uevo , el hombre de conciencia
crí rica, no rechaza lo viejo por ser viejo ;
ni acep ta lo nuevo por serlo, sino en la
medida en qu e son válidos" (Pablo Freire ).
La tarea específica es devolver a las masas con
ma y or claridad y en forma sistematizada el co-
nocimiento gue se recogió de ellas con confu-
sió n . Sup one que la inve st igación debe ser rea-

En otro sen tido el mé todo pe dagógico de la EP

fo men ta la creativida d , y es en cua nto a la r cu-
peraci ón de su le nguaje , de las formas de expre-
sió n , de los có digos y las manifes tac ion es ar tís-
ti cas y culturales del pu eblo . La b ue na ca pac i-
dad de com unicación cole ctiva gue se logra me-
d ian te el us o del lenguaj e y las form as de x pre -
sión de la cult ur a po pular, es un re q u isit o ind is-
pensable para desarro llar u na la bo r ed uca riva ,

lizada conjuntamente con los sectores claves ac-
tuales o en potencia del pueblo. Se basa en que
el conocimiento es investigado para ser devuel-
to, al pueblo, por múltiples canales o có digos,
por el lenguaje total.
Esto implica metodológicamente -y siguiendo
a Fals Borda- que:
Se debe analizar la estructura de clases de la re -
gión o zona para determinar sectores o grupos
que juegan un papel clave dentro de ell as.
Tomar de esos sectores o grupos claves los te-
mas y enfoques que deben ser estudiados con
prioridad, de acuerdo al nivel de conciencia y
de acción de los m ismos grup os.
Buscar las ra íces históricas de las con tra dic cio-
nes que dinamizan la lucha de clases e n la re-
gIón.
Dev olver a esos sectores o grup os claves los re-
sultados de la investigaci ón con miras a lograr
una ma yor claridad y eficiencia en su acción.
El mismo investigad or y la in vestigación, ide o-
logías, conocimientos y pr ácticas est án so meti-
dos al juici o de la ex periencia p opul ar. Se re-
quiere formas adecuadas de comunicación para
devolver lo recuperado a sus leg ítimos due ños:
un nuevo idioma, un lenguaje vivo. La de volu-
ci ón to m a en cuenta no solo las expresiones
eco n ó mi cas y reivindic ativas sin o tamb ién las
culturales y sociales y a él regresa, críticamen-
te, en un vaivén , en un ir y ve nir d iná mico y
co n cie ntiza d o r .
Par a ca p r cr íticament e ese c osm os c ul tu ral y
esa realid ad estructural (m icr o y m acro ), la in -
ves tiga ció n ar r oj a la in formació n en base a una
me t odol ogía d e las contrad iccio nes. dial éct icas.
La e duc ció n po pular asum e par en té tic a m en te
la c ult ura p o p ular co mo for m a superest ru c tu ral
y an ali za la infraest ru ctu ra . El pr oces o de de-
volu ció n es e n t o nces b ásica m e n te pedagógic o,
crea tivo e in n o vad o r . ¿Cómo recoger el colori-
clo de la " ida y regresarl o co n rig ide ce s a ca dé-
micos? ¿C ó mo pla sm ar las reali acles solo en
lib rezcos pa ra especialis tas ? Es la dev ol ución
v iv n P!1 , . " lf' n (n l;>i f> v i v o b n ue h ay cu e c rear ,
37
Para esto, la imaginación debe tomar el po der
en t odo el proceso de devolución sistem á tica
de 10 investigado.
Este proceso de investigación militan te tiene
uno de sus momentos culminantes en el pro-
ceso de re cuperación de la m e mo ria colec ti va ,
para el cual el pueblo se percibe a si m ism o , a
través de sus pr opios voceros, como p arte de
una dinámica histórica política , y ven sus lu-
chas como la continuación revitalizada d e las
luchas que le antecedieron en el tiem p o . Est a
recuperación contribuye a conformar una vi-
si ón e interpretación de la realidad, y de la in-
serción del pueb lo en la misma (de n tr o de un
conjun to de relaci ones ) pr o fu n d izan do e l dele-
tr e o de L hist o ria pasada para ay u da r a le er la
h ist or ia p íe scr. :~ v futura con los oj os de la
:.éc nte. T a m bié n es de mostrable el uso polí ti-
co de la me m or ia histórica rec obrada para acti-
vidades organiz at ivas concr e tas.
El viej o dirige n te cam pesin o J üan H . Pevez
cuan do de scribe la fase de la organiza ció n de
[os campesin os e in d ígenas en el Vall e de ka
(en tre 1.9 1 7 -l, CJ 2 0 ) sue tuvo su pr irner a t ":P lé -
si ón en el Cent ro de Ca m pesin os y C ..; re r os.
desc ribe como record aro n el sistema ce clias-
el uis (c orreos ) de lo s an t igu o s ! nc as pa ra a pli -
carlo a m ej o rar la co iuuni cac ió n en Func -..n J e
la o rgani za ció n en valle br.u ce Y co rnu m da des
dispersas :
"En cada haci enda . en cad a caserí o o lus a r po-
bl ado, esta bleci m os un servicio de ch asq uis , y
de ah í sal ían para diferen tes pue blos. En u n r -
tito esta ba n ah Í, y si ha b ían comunicaciones
p ara m ás allá, el q ue las rec ib ía se en carga ba de
llevarla a l sit;uie nte p ueb lo. Ellos ta mb ié n c or-
t aban ca min o por las c h ac ras , por las hac ien das
que co nocían pe r fe c ta m en te . A cabal lo o a pie
busca ban las ru tas más r ápida s.
38
Esto dío magníficos resultados para las comu-
nicacio nes. En el mism o d ía lkga ba n al
más lejano del valle. ta n t o al ser co rno al norte .
Esta fue ot ra de las gra ndes nove da des q ue se
introdujeron e n la organización del cam pesina-
do de l valle de rca .
Est as lab ores despe rtar o n un gran interés en
tod o el Departa me n to . Ven ía n comis ion es de
Pisc o, Ch in cha, Pal pa, Nazca , y pr gun taban
d ó nde fu n cio nab a esa organ ización de ca m pesi-
n os que se ha b ía for mado " .
Luego al fu ndarse en 1.921. la Federació n de
O brero s y Ca m pes in os de n u evo se im pulsó a
los n uevo s chasquis :
" La Co mis ió n de Co m u nicacion es q uedó cons-
titu ída por tres mie m bros, baj o la pr eside n cia
d e un o de los su b-secre tar ios de organ izac ió n.
Se les e ncome nd ó la tarea de im pulsar el se rvi-
ciu de los " hasquis " . Con esto te n íam os la
segurida d de a breviar la marcha y ntrega de las
co m u nicaciones co n ma y o r pron t itu d qu e por
cual q u ier o tro me dio . Hab ía servicio de eh as-
qu is o en cada pue blo o case río, de tal man era
q ue t d o el tie m p o estáb am os per rnanent erncn-
te in for mad os de lo q u e suc c ía e n cada d is tri-
to"
Este test im onio es ra tificado por o tro de los
testigos de es os t ie m pos :
.. La gen te se co municaba b ie n rá pi d o , en tr e Pis-
co, Chin cha . Palpa. Nazca, a pie . Igu al q ue los
" ch asquis " , con sus ch alinas bie n env uel t as ,
tra ía n su s cartas bien agarradas . Le decían
" tal día vuelve" , y volvía con sus co m u nicacio-
nes de lo q ue h ab ía pasad o e n Palpa. Pisco .
Chincha . Se sabía cada 24 h oras . igual it o qu e
si h u biera te léfon o . Mi padre nos co ntaba as í
cómo eran los chasq ui s. . ." .
(Test imo nio de d o n J osé Cas tillo . hij o de l anti-
gu o G o bern ad or de Par cona , Parcona, j ul io ,
1.981 ).
f *) David San chcz [ uliao " Hacia la R ecuperación de la Palabra".
El lenguaje \1 \'0 y total.
lu gar
Carlos fu en t es lo .ie fine así: "hablamos un len -
gu aje de esclavos" J. M, Martínez lo dice con
otras palabras: "El rec ept or es ahora una masa
unificada por la mudez" . Lo cierto es que los
aparatos ideológi co s del sistema como so n la
educaci ón, los medios masivos de co munica-
ción han pr opagado el silenci o de la co lectivi-
dad , La palabra e n sus muchas fo r mas d e co-
mu n icar , es ah ora pr opiedad privada de aq ue-
el sufrir con
llos q u e les co nviene el silencio, en
los die ntes apretados la miseria y la injus ticía.
Fre nte al len guaje muerto de la op resión . el
pue blo t iene q ue lib erar la palabra con mil vo -
ces y t o nalidades di fe ren tes .
La cu lpa n o es del cuchillo sir.o ¿t' as esino . La
c u lpa no es de los medios de comunicaci ón y
de las formas de e. presi ón sino de a'l uellos .ue
in tr oyectan en los mism os, me nsaj e contrari os
a las an sias pop u lar es. La cul t ra s co m u n ica-
ción o n o es nad a. La cu ltur a po pul ar se basa
pre cis a mente e n la capacidad Li ue ella posee .le
ser co mpart ida . or los m ie m br os de la colecti-
vid ad , y ser sen t id: , vivid a y e x pre sa.ia p or un
pue blo .
T o d o esto prese n ta un re to al ed ucador , al
cie n tí fico social, al escritor. Solo una mínima
parte de la po I: laci ón de Amér ica Latina t iene
acceso a lo s libros bautizados p or Galean o co-
m o " ce me n te rios de pal abras" , en cambio "el
gra n por centaje de la demanda literaria poten -
cial que es tá compuesta de gente ni siquiera fa-
miliarizada con los grafismos del alfabeto" (* )

Esto se trasluce en la praxis de muchos comuni-
cadores y educadores populares. Lanzan un
mensaje muerto de antemano: idioma solo
comprensible para los iniciados. Comunicación
de escasa inserción en las masas populares. Que
conversa con el espejo y nace cansada. Lengua-
je estereotipado. Expresión que no sale de la
sangre ni de las vísceras. En el caso de la litera-
tura afirma Galeano:
"En este sentido, resulta tan desertora una
literatura "revolucionaria" escrita para los
convencidos, como una literatura conserva-
dora consagrada al éxtasis en la contempla-
ción del propio ombligo. Hay quienes culti-
van una literatura "ultra" y de tono apoca-
liptic o , diri gid a a un público reducido y
que está de antemano de acuerdo con lo
que propone y tra nsmite : ¿Cual es el ries-
go que asumen estos escritores, por más re-
vol ucionarios que digan ser , si escribren pa-
ra la minoría que piensa y siente como ellos
y le dan lo que esperan recibir? No ha y.
entonces, posibilidad de fracaso; pero tam-
poco éxito. ¿De qué sirve escribir si no es
( " ") Edua rdo Gale""o. " En De je nsa de la Palabra. pág. 12 ". ;
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para desafiar el bloque o que el sistema im-
pone al mensaje disidente? ( • • j .
Es un lenguaje peleador el qu e hay que con s-
truir. Con garra, vuelo y magia. Que L:: persa
en la gente el gatillo de la concien cia cr ítica y
de la imaginación, que se convierte e ac [Q de
humanidad, pues la fantas ía en la per spec tiva
de los oprimidos no es evasión.
"Nuestra eficiencia depende de nuestra '.. ¡paci-
dad de ser audaces y astutos, claros y at racti-
vos . Ojal á podamos crear un lenguaj e ent rad or
y más hermoso que el que los escritores co n io r-
mistas emplean para salu dar al cre puscu lo " ] . )
r:1 despert ar del lenguaje, es el despertar de los
me dios de ex presarlo . Por ellos hay q .e em-
plear el lenguaje total por la t otalidad ,~e los
rr-eai os posibles. sin desperdiciar ninguno : El
disco, el cassette, la radio, el afiche, t íteres. tea-
tro . peri odismo, lenguaje gestual, la m úsica , lo s
<·slogans" . literatura, cuento, fábulas , p ocs ía ,
murales .. .