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La novela Policiaca y Neopoliciaca

Origen y evolución de la novela Policiaca

Imaginemos un crimen, el asesinato es el crimen predilecto, un asesinato que no da


señales claras sino más bien confunde a las autoridades. Una parte de la sociedad le
adjudica el horror a una situación sobrenatural, otra parte, escéptica y con pensamiento
crítico intenta encontrar una explicación a la luz de la razón: debe ser obra de un hombre,
un hombre con motivaciones perversas. Así es como da inicio la mayoría de las novelas
policiacas clásicas, que tienen como objetivo principal develar el misterio que envuelve un
crimen. Muchos son las motivaciones que se le adjudican al interés por esta forma de la
literatura moderna: la urbanización, el morbo de parte de una sociedad mojigata que
desea entretenerse a partir de la espectacularidad de un asesinato del que tienen noticias
todos los días en la primera plana del periódico; el ímpetu racional que desea ser probado
por un misterio que solo puede ser resuelto a través de la razón, la masificación de la
oferta literaria en los puestos de libros en los puestos frecuentados por los viajeros que
pasan horas dentro de una cabina de ten.

Los motivos son muchos, pero existe un acuerdo tácito de las primeras muestras del
género en la literatura, esto se le adjudica a Edgar Allan Poe a través de la invención del
detective () como protagonista de un crimen en que todas las pistas de su resolución del
mismo eran colocadas dentro de la narración haciendo participe al lector de la
investigación, “el misterio del cuarto cerrado”. Una tercia de cuento que inauguran un
género que no paro de evolucionar y se adapto a cada latitud y régimen político donde
fue reproducido. Los primeros en hacerlo fueron los ingleses; durante la época victoriana
un asesinato tubo al pueblo británico a la expectativa de saber ¿quién? ¿cómo? Y ¿por
qué?, es que un miembro de una familia burguesa hubo de ser asesinado con tal grado de
crueldad. Crimen que dejo a la sociedad victoriana sumamente preocupad; caso de una
complejidad tal que sobrepaso a la policía inglesa y el gobierno tuvo que formar un equipo
especial para resolver el caso. La resolución de este revelo algo aterrador, pero también
dio pauta a que () se inspirara en el hombre a cargo de este equipo de investigación y por
supuesto en el caso mismo para escribir lo que es considerada como la primera novela
centrada estrictamente en la resolución de un crimen “La piedra lunar”. Así es como los
ingleses dan inicio a lo que hoy conocemos como novela policial clásica, una historia que
reta al intelecto del lector ofreciendo una serie de pistas e indicios para la resolución de un
crimen o un misterio guiados por un detective excepcional.

Un hombre cualquiera pude matar, pero solo uno extraordinario pude cometer un
crimen y salir impune, y solo uno aún más extraordinario puede resolver el misterio del
crimen o por lo menos ese es el paradigma clásico, un paradigma explotado al limite por
Conan Doyle autor del más famoso detective de la historia, Sherlock Holmes, un hombre
sumamente inteligente que a través del método deductivo es capas de resolver cualquier
misterio que se le presente. Este individuo, también inspirado por un hombre real, adicto
a la cocaína posee una serie de cualidades poco convencionales. Por otro lado el
sacerdote () francés resuelve casos a través de disertaciones filosóficas y morales que le
permiten hacer critica de lo que sucede en el mundo.

La evolución de la novela policial solo se puede entender a partir de dos elementos


fundamentales, el primero es que es un género ficticio, pero que se mueve dentro del
marco de lo social y la verosimilitud y el segundo es que obedece al tiempo y la sociedad
en que se desarrolla, la idea de la justicia de la misma. Así cuando analizamos los cambios
que el género sufrió a principios del siglo XX en los E.U. podemos encontrar antecedentes
de este cambio a partir de la novela de Vaquros o western americano, una literatura cuyo
eje principal es el enfrentamiento del hombre con la naturaleza agreste de un territorio
que debe ser domado, un naturalismo que se fundamente a partir de la moral religiosa
protestante de los migrantes europeos. Estados unidos fue formada sobre la promesa del
paraíso en la tierra, un paraíso que debía ser trabajado con las manos de quienes
aspiraran a él, y defendido con las mismas. Así el Western norteamericano traspasa esta
idea a la novela policiaca, su violencia y sentido de justicia por medio la propia mano.

La influencia de la novela negra norteamericana en Latinoamerica no se hiso esperar,


ocurriría tarde o temprano. Los norteamericanos son herederos directos de Europa de su
sistema de valores e instituciones jurídicas, pero las naciones de habla hispana siempre
han tenido un sentimiento de extrañeza, como si no pertenecieran al mundo moderno,
como si acabaran de nacer y apenas estuvieran aprendiendo a caminar de la mano de las
instituciones modernas. Por ello es que la novela policiaca hispanoamericana no solo
tiene como tema central la resolución del asesinato por medio de los procesos racionales,
sino que a través de ellos comienza una búsqueda social. La sociedad busca dentro de sí,
en su pasado las huellas que permitan comprender el origen de su justicia y su ley, o la
carencia total de ella. Paco Ignacio Taibo II al describir su obra bautiza esta característica
del género en Latinoamerica llamándolo Neopoliciaco.

La función de la novela policiaca en la modernidad y posmodernidad

Duarante el siglo XIX la novela policial jugo un papel secundario dentro de las esferas
intelectuales pues se pensaba y aún se piensa que solo se trata de un pastiche de temas
sensacionalistas que sirven para entretener a las masas. Esto quizá porque hubo un gran
auge comercial tras su aparición y era común encontrar estos libros en puestos en las
estaciones de tren, vendidos como libros que pretendían hacer el largo viaje en tren más
llevadero. Por otro lado, había personas altamente preparadas que veían en la literatura
policial el culto máximo a la razón, obras más cercanas al racionalismo y la ciencia que a
las artes o la poesía. La novel policial, como ya lo hemos señalado anteriormente, está
íntimamente entrelazada a ala creación de los estados modernos, su sistema judicial y a
las instituciones que rigen a esta estructura. La novela policial lleva dentro de sí todos los
ideales modernos, principalmente: la búsqueda de la verdad a través de la razón. De esta
forma es que la novela policiaca tiene como principal objetivo apoyar a un sistema
político y social basado en la idea de la justicia. Pero no es un género plagado de
ingenuos, sino más bien lo contrario, pues la aparición figura del detective aparece para
poner en evidencia muchas veces la incompetencia de las instituciones policiacas que con
frecuencia en esta ficción deben de acudir a individuos ajenos a ellas, con un dominio de
la razón mayor. Individuos que pondrán en marcha a la razón.

El crimen, el criminal y el detective


¡No mataras! Sentencia uno de los mandamientos entregados por Dios en las tablillas.
Caín fue exiliado y condenado por asesinar por primera vez en el mundo, desde entonces
este crimen ha sido recurrente dentro de la historia de la humanidad y de la literatura,
pero hasta la modernidad europea no había sido el tema central de una historia, quizá
porque en épocas posteriores había una forma de justificar el acto de matar por conducto
del honor, el amor o la justicia dar muerte a un hombre se toleraba. Al llegar la
modernidad, la razón y las instituciones este crimen se volvió intolerable, nada más
reprobable que asesinar a un congénere, cuando el dialogo y el entendimiento son los
medios ideales para la resolución del conflicto. Cuando un hombre comete un crimen por
definición se vuelve un criminal, para la novela policiaca el criminal ideal es ese que ha
cometido asesinato, pues sus motivaciones van más allá de un arrebato incontrolable de
ira o un momento de locura. El asesino es aquel que encuentran en el acto un beneficio
particular y por ello es que no solo busca cometer el crimen, sino salir impune de este.
Para la novela policial clásica el criminal desea más que nada burlar al sistema, al estado y
a la razón, y por ello se enfrasca en una lucha a muerte de ingenio y habilidad con el
detective. Es un terrorista que desea solo eso, infundir terror en una sociedad moderna
que desprecia la violencia; el criminal es el opuesto de del detective, alguien que devuelve
el mondo a la oscuridad de la que la ratio la ha hecho emerger.

Todos tenemos un detective dentro, todos somos capaces de resolver un misterio o de


hacer una investigación guiados por la razón, pero el detective es un ser que vive para el
misterio, esa es su principal característica: un hombre con una capacidad deductiva
sorprendente, solitario, perdido en el mundo sin un misterio que le dé propósito o rumbo.
La caracterización de un personaje es casi siempre la misma: un hombre de mediana edad
con capacidades intelectuales que le hacen ver al mundo con cierto desdén, adicto a
alguna substancia o con un problema de alcoholismo.

Para defender al mundo de este ente nace la policía, un aparato al servicio de la sociedad
que tiene como principal misión resguardad la calma y tranquilidad de la vida social, pero
en muchas ocasiones esta institución se ve rebasada por sus propias limitaciones
ontológicas. Por otro lado, el detective carece de las limitaciones policiacas, no hace falta
ser parte del sistema judicial, el representa la rozón pura, le encarna y a través de la
deducción, el análisis y recolección de pistas reordena la imagen del rompecabezas que es
el crimen.

La justica en la novela policiaca

La historia de la justicia también ha tenido grandes cambios a lo largo de la historia de la


humanidad. Durante milenios estuvo a cargo de un dios vengativo que enviaba diluvios,
lluvias de fuego o pestes para exterminar las partes de la humanidad que no merecían su
misericordia. Después fue encargada a sus imparticiones a su representante en la tierra,
que atrapaban, juzgaban y castigaban a paganos y blasfemos utilizando métodos que si
no te mataban te hacían quiere estarlo. También con la modernidad llego un cambio de
paradigma, otro tipo de justicia, una basada en el derecho judicial y las garantías que los
estados nación ofrecieron a sus representados. Esta nueva concepción de la justicia
estaba también fundamentada en el racionalismo y la búsqueda de la verdad.

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