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MÓDULO 3

- Desarrolle la articulación síntoma-necesidad de castigo, teniendo en


cuenta las siguientes conceptualizaciones: la satisfacción pulsional
como obstáculo en la cura, el problema económico del masoquismo y
la dimensión compulsiva del síntoma. Utilice ejemplos clínicos.

El masoquismo es incomprensible si el principio de placer gobierna los


procesos anímicos de modo tal que su meta inmediata es evitar el displacer
y ganar placer. Si dolor y displacer se constituyen en metas, el principio de
placer quedaría paralizado. El masoquismo se presenta en tres formas: por
un lado, el masoquismo erógeno, que es el residuo que queda en el interior
del masoquismo primordial, lo no ligado sexual, nivel de desciframiento, y el
sujeto es hablado por el Otro; masoquismo femenino que es pasivo,
segundo tiempo de Edipo, el paciente no puede seguir asociando, se cierra
el icc, punto de inercia de la libido, axioma del fantasma; masoquismo
moral, es la exigencia moral del superyó del saber hacer, necesidad de
castigo, exigencias de renuncias pulsionales por el superyó, reacción
terapéutica negativa.
Del masoquismo femenino, el paciente da noticia en las fantasías
masoquistas que relata y que desembocan en el acto onanista o figuran por
si sola la satisfacción sexual. El contenido manifiesto de estas fantasías es
siempre ser atado, ser golpeado, humillado, azotado, ser sometido a la
obediencia por medio del maltrato. La interpretación es que la persona
quiere ser tratada como un niño pequeño, desvalido. Estas fantasías ponen
a la persona en una clara posición de feminidad, representan el ser
castrado, ser poseído sexualmente o parir, “hacerse hacer”.
En el hombre de las ratas, todo el padecimiento de sus representaciones
obsesivas escondían un nexo con su onanismo infantil obstaculizado por el
padre, a causa de lo cual se generó, según Freud un “odio indestructible”
hacia aquel que subsistía en el icc y era sofrenado por el amor inmenso que
decía tener hacia el padre.
Freud destaca la existencia de una forma extrema del masoquismo moral:
hay pacientes que se comportan en la búsqueda de la cura con un
comportamiento particular, el sentimiento de culpa icc. Cuando el médico
les da esperanzas y se muestra satisfecho por el curso del tratamiento,
estas personas en vez de mejorar, empeoran su estado, se provoca un
refuerzo de su padecer, como si se opusieran a la curación. Se le atribuye
entonces la reacción terapéutica negativa, una de las resistencias más
graves y con mayor peligro para el éxito de la terapia psicoanalítica. La
satisfacción de este sentimiento de culpa icc es la fuente más fuerte de la
ganancia de la enfermedad, y la que más contribuye a desplegar fuerzas
que se revuelven contra la curación y no quieren resignar la condición de
enfermo.
En la base del masoquismo moral, está la necesidad de castigo, que es el
núcleo del síntoma y que en el hombre de las ratas es el “horror ante su
propio placer ignorado”. El pensamiento de que el padre muera, que tanto
lo horrorizó, en realidad era un deseo del hombre de las ratas, deseo que
alguna vez en su infancia fue cc, cuando tenía 7 años y deseo que aquel
muera para ganar la atención y el cariño de la niñita que le gustaba. El
sentimiento de culpa provoca la necesidad de castigo y es una resistencia
del Yo. En Paul, la culpa por desear la muerte del padre, deseo temprano
que fue reprimido y bloqueado por el amor intenso que desarrollo por su
padre, generó una necesidad de castigo que se ubica en el núcleo de sus
síntomas obsesivos y los sostienen.
Para Freud la necesidad de castigo es lo que provoca la reacción
terapéutica negativa. Freud le atribuye al superyó la función de la
conciencia moral, y reconoce en el sentimiento de culpa la expresión de
una tensión entre el yo y el superyó. El yo reacciona con sentimiento de
culpa (angustia de la cc moral) ante la percepción de que no está la altura
de los reclamos de su ideal, de su superyó. Freud ubica como obstáculo en
la cura la satisfacción.
- Desarrolle la problemática del fin de análisis desde la perspectiva del
síntoma como satisfacción. Articule con la presentificación del
fantasma en transferencia y la reacción terapéutica negativa como
respuesta al empeño terapéutico.
Durante el trabajo analítico hay una fuerza que se defiende por todos los
medios contra la curación y a toda costa quiere aferrarse a la enfermedad y
el padecimiento. A una parte de esa fuerza se la llama, conciencia de culpa
y necesidad de castigo, y se ha localizado en la relación del yo con el
superyó. Lacan propone identificarse con el síntoma tomado como
satisfacción bajo el modo “yo soy como gozo”. Es una identificación que
toca lo real y ya no lo simbólico. Este síntoma no expresa necesariamente
un sufrimiento, pero llama a consentir a este límite de la curación completa.
La identificación del síntoma, en fin de análisis, es a lo más real, es decir,
se trata de una identificación que no enmascara la pulsión por el fantasma.
El síntoma, aun como satisfacción sustitutiva, está exclusivamente ligado al
goce de la defensa. El fantasma es lo que impide saber hacer con el
síntoma.
La satisfacción, en tanto necesidad de castigo, se presenta indomable
como existencia torturada. Aquellas personas en quienes es hiperpotente
ese sentimiento de culpa se delatan en el tratamiento analítico, por la
reacción terapéutica negativa. La RTN es un intento de controlar el análisis,
desea que las cosas sigan tal cual, ya que todo cambio sería peor. Indica
aferrarse al padecimiento, ligado al factor moral, que halla su satisfacción
en el padecimiento. El analista intentará desestabilizar ese equilibrio entre
las resistencias y la defensa a modo de desarmar lo estereotipado del goce
pulsional, es decir, el fantasma, prisma a través del cual uno se ve y ve el
mundo.
- A partir de los desarrollos de Osvaldo Delgado, cómo es posible leer
el término Aptitud en la obra de Freud. ¿Cuál es su relación con la
pulsión​?
La referencia freudiana obligada, en el campo del psicoanálisis es el
capítulo VII de “análisis terminable e interminable” que es considerado por
Lacan como un escrito testamentario, en el que Freud se pregunta por la
aptitud – eignung (idoneidad)- y se responde por la aptitud – tauglich (saber
hacer). Quiere decir, que hay una “aptitud” en relación con el talento, y
también aquí con el saber, pero con eso no basta. Para lograr la “aptitud del
analista” es preciso que, en el análisis del analista, se conmuevan las
propias fijaciones pulsionales.
Los “saldos lamentables” del análisis del analista, toman en Freud en
“Análisis terminable e interminable”, el nombre de mecanismos de defensa
y dice de ellos que nos condenan a falsificar la percepción interna – del ello
– y a posibilitarnos sólo una noticia deficiente y desfigurada de nuestro ello.
Entonces, los mecanismos de defensa como modos de defenderse de lo
intolerable de la propia satisfacción y de la castración, con el costo de la
“alteración del yo”, restableciendo la homeostasis que demanda el principio
de placer. El yo paga con su alteración el no querer saber. A su vez, estos
mecanismos de defensa, sostenidos en las resistencias estructurales del
ello, se constituyen, en el trabajo analítico, en los obstáculos máximos para
la finalización de un análisis.
La necesidad de resolver lo estereotipado de los mecanismos de defensa y
la necesidad de conmover los puntos de fijación de la pulsión como
operaciones para la adquisición de la aptitud del analista (en tanto eignung)
lo que acontece en un tiempo posterior la “recomposición del yo”,
experiencia consciente y en cuanto al resto sintomático irreductible se
plantea un saber hacer (e tanto tauglich) que pueda dar cuenta de una
trasmutación pulsional en favor de una práctica concreta, experiencia
pulsional.
- ¿Cuál es la experiencia de Freud en la Acropolis? Relacione con la
adquisición de la aptitud del analista.
Freud relata un episodio que vivió en 1904 con su hermano en Atenas. En
la que tuvo un asombroso pensamiento: “Entonces, todo esto existe
efectivamente tal como lo aprendimos en la escuela”. Ante ese
pensamiento se produjo una escisión de la personalidad: una parte de su
personalidad tuvo ese pensamiento sorprendente y la otra parte percibió
sorprendida ese pensamiento. La primera se comportó como si una
observación incontrastable la obligara a creer en algo cuya realidad le había
resultado hasta entonces incierta. La segunda, asombrada, ya que nunca
había sabido que se dudara de la “existencia real de Atenas”. Lo segundo
va en la línea de los que fracasan al triunfar ya que por que tal incredulidad
respecto de algo que promete gran placer. Y afirma que al cumplirse un
deseo de intensidad avasalladora, irrumpe la conciencia moral y la
severidad superyoica. Lo tercero es situar un “sentimiento de enajenación”,
un fragmento de la realidad es vivido como ajeno, Lo cuarto es el
despejamiento sobre el trastorno de recuerdo ya que dice que no es cierto
que el en sus años de secundaria hubiera dudado de la existencia real de
Atenas y solo dudaba de que pudiera ver a Atenas, de que pudiera llegar
tan lejos un día. Esto es lo que le da la clave al episodio. Recordemos que
el padre de Freud era un comerciante que no había cursado la escuela
secundaria y por lo tanto ni había conocido Atenas. Lo que empañaba el
goce del viaje era una moción de piedad hacia el padre. “Parece como si lo
esencial hubiera sido llegar más lejos que el padre y como si continuara
prohibido querer sobrepasar al padre”. Freud caracteriza esa experiencia en
Atenas como de carácter alucinatorio. Hay una conmoción de la realidad
que se expresa tanto en la división subjetiva, como en la manifestación de
la mirada paterna.
Este testimonio revela la relación de Freud con el icc. Lo ubica además
llegando más allá del padre, de la función del Padre, lo que hace nombre y
no el padre real. Logra descompletar al Otro, el encuentro con la castración
y deja de sostener al Otro completo. Lo arranca de la coartada neurótica de
superar al Padre (EINUNG). Vinculado al encuentro del sujeto con su propia
escisión del yo, la castración. A Freud se le produce una escisión en el
primer pensamiento y queda confrontado. Es el tiempo necesario pero no
suficiente. Por otra parte produce un nuevo estado de la pulsión. El padre
se satisfacía en el comercio. Mediante esta experiencia toca algo del
inconsciente y algo de la pulsión.
- ¿Cuáles son las operaciones de reducción en un análisis, tal como las
trabaja Miller en el texto “El hueso de un análisis”? Ejemplifique con
casos clínicos​.
Miller expone la estructura lógica de un análisis según la combinación de
operaciones:
- La amplificación significante: el incansable decir sin variación, ya que por
la vía del sentido todo puede ser interrogado sobre lo que quiere decir,
obligando a proseguir sin fin en un movimiento virtualmente infinito.
- La reducción: opuesto a la amplificación significante, hay dos mecanismos
en juego en esta operación:
1) Repetición: damos toda la libertad de hablar y se constata la repetición
de lo mismo. Se trata de reducir a una constante que se repite, a través de
una reducción proposicional.
2) Convergencia: la cura hace aparecer los enunciados del sujeto que
convergen en un enunciado esencial, y en el cual los avatares de su vida
son reductibles al efecto de ese decir. Es el significante amo del destino del
sujeto.
En oposición a la repetición y convergencia, existen sucesiones que no
pueden aparecer, residuo imposible del funcionamiento de la repetición. Es
decir, se formalizan los términos que se repiten, que convergen los que son
evitados. Repetición y convergencia designan la reducción a lo simbólico,
reducción del discurso del paciente aleatoria confuso abundante, a fórmulas
simbólicas comprimidas, mientras que la evitación introduce otra reducción,
una reducción que apuntaría a lo real.
En el plano de la articulación significante formalizamos los términos que se
repiten o que convergen, tratándose de una reducción a lo necesario – lo
que no cesa de escribirse – y a lo imposible, - lo que no cesa de escribirse.
No hay cálculo de la libido, por más fórmulas y reducciones que se hagan,
algo siempre se escapa a la reducción. No podemos deducir de una
articulación significante la cantidad de investidura libidinal que capta hacia
sí, lo que remite a la contingencia.
La reducción de esa contingencia es del orden de lo posible, de lo que en
un momento dado cesa de escribirse. En su orientación hacia lo real, en la
dimensión temporal de lo imprevisto, el analista por su acto se hace agente
de la contingencia. Miller nos dice que allí “se inscribe el acto analítico y se
juega su destino”. El bien decir analítico apunta a la reducción, en tanto
operación que se dirige al agujero de lo imposible.
MÓDULO 4
- Desarrolle desde la última enseñanza de Lacan los conceptos de goce,
cuerpo y síntoma.
En la intersección entre lo simbólico y lo real, se ubica el goce fálico, siendo
un goce que se ubica fuera del cuerpo. Por otro lado, en la intersección
entre lo imaginario y lo real se ubica el goce de Otro, que luego será el goce
femenino, este goce está fuera del lenguaje. Lacan agrega, que al quedar
reducidos a cuerpo, asalta la angustia y será en el mismo cuerpo donde se
revela la experiencia de este Otro goce. Lo imaginario articulado a lo real,
permitirá acceder al acontecimiento de cuerpo en tanto es el traumatismo
de la letra quien hablara, ya no en términos de sentido, sino en términos de
goce que se ubica fuera del lenguaje. Es el mismo cuerpo quien habla: el
cuerpo hablante. El cuerpo habla en términos de pulsiones. El goce de
Otro, está simbolizado por el cuerpo. Se goza de un cuerpo que simboliza
al Otro: un cuerpo es algo que goza. Es necesario un cuerpo para gozar,
hablando se goza. Hay goce en tanto propiedad de un cuerpo viviente, un
cuerpo que habla. Desde la perspectiva del goce, la relación con el Otro es
posible pensarla más allá del fantasma. El goce del síntoma no es primario,
está producido por el significante y este es el que hace del goce de un
síntoma un acontecimiento, en todo caso lo que vuelve primario al goce del
síntoma es el sentido que el sujeto le da en tanto que lo interpreta. Lacan
propone la perturbación de la defensa como una operación que produce
una conmoción que permite el encuentro con los instantes traumáticos que
se articulan con lo reprimido primordial, en tanto efecto del encuentro del
cuerpo con lalengua (articulación del goce con el significante). El sinthome
es la salida que encuentra Lacan al impasse del inconsciente transferencial.
Desde la perspectiva lacaniana, falo-castración ordenando las posiciones
sexuadas, la rectificación de la represión primaria en su dimensión de
fijación como extracción de un real y lo no ligable fuera de sentido que
señala lo imposible en la cura, son las huellas freudianas en la lectura de la
última enseñanza de Lacan. Lacan da a conocer un punto irreductible del
síntoma que no puede ser interpretable, que no se puede dar sentido y sin
embargo, goza ahí. Hay un resto. Es mediante ese resto que se puede
hacer operar algo del sujeto en relación al Otro, sea cual fuere la estructura.
La función del síntoma es aquella que “permite reparar la cadena
borromea”, en tanto abrocha y reúne los tres registros, pero en si es la
cuerda lo que da la consistencia, es decir, de qué está hecha la suplencia
que viene a anudar los tres registros. Y este “de qué está hecho” tiene que
ver precisamente con ese resto, algo que en vez de obturar permite el
funcionamiento. El sinthome concierne al goce y tiene que ver con un
pasaje de lo simbólico a lo real.
- Ubique el que hacer del analista a partir del texto de Miller “Leer un
síntoma”. Teniendo en cuenta el saber leer, los restos sintomáticos y
el fuera de sentid​o.
El saber leer se encuentra del lado del analista, y se trata de que este saber
leer y bien decir sean transferidos al analizante. En la lectura del síntoma,
encontramos la oposición del ser y lo real. Lacan define al sujeto del icc
como una falta del ser y lo relaciona con la noción de deseo, el deseo de
hacer lo que no está, lo reprimido que aparecerá o no. El deseo del analista
debe conducir el ser al icc y hacer aparecer lo reprimido. Solo a través de la
operación del lenguaje, puede ser posible, hacer ser lo que no existe.
El icc es una hipótesis, lo que resta como una perspectiva fundamental.
Cuando vemos volver las palabras de analizante recuerdos antiguos
olvidados hasta el momento, suponemos que esos recuerdos vienen de
algún lugar del ser, inaccesible al conocimiento, que no conoce el tiempo.
El sueño, el lapsus, son seres instantáneos que le damos un sentido de
verdad pero que eclipsan inmediatamente.
Restos sintomáticos: entre esas formaciones del icc está el síntoma, que se
distingue por su permanencia y su sentido. Se repite, se vuelve sintomático,
es lo que nos da el sentido de lo más real. El síntoma tiene dos caras, la
real y la de verdad. El que hacer del analista es reducir los seres del
lenguaje a la nada, la paradoja aquí es la del resto. Freud se aproximó así
de distintas maneras, pulsión de muerte, RTN, hasta decir que el fin de
análisis deja subsistir lo que llamamos restos sintomáticos. Lacan dice que
Freud chochó con lo real del síntoma, con lo que es fuera de sentido.
Para saber leer un síntoma tenemos que entender: el goce primordial se
encuentra en la relación con la madre; la castración por efecto del padre; el
goce pulsional en los objetos que taponaban la castración.
Es un aparato que fue constituido como una super estructura, interpretar el
síntoma en el marco de esta super estructura, alimentándolo de sentido,
eso es leer el síntoma. Para redondear y llegar al que hacer del analista,
decimos, que para interpretar y reducir un síntoma hay que pasar: por la
dialéctica del goce del móvil del deseo; desprenderse de los sentidos de
verdad; apuntar a la fijeza del goce; apuntar a la opacidad (falta de claridad
o transferencia) de lo real.
- ¿Qué nos enseña el testimonio de Kuky Mildiner, “Saber hablar”,
sobre la construcción y atravesamiento del fantasma?
Lacan introduce la definición de axioma de fantasma (axioma: proposición
que se considera evidente y se acepta sin requerir de demostraciones
previas), es como el valor de lo que permanece cuando el orden de lo
simbólico se desvanece junto con lo que se puede llegar a decir y saber. En
esa falta de saber se aloja ese resto simbólico completamente resistente
que es el axioma fantasmático. Freud dice que se requieren de dos cosas
para hacer una fantasía, primero, un goce, un placer proveniente de una
zona erógena, y segundo, la representación del deseo.
El armado del fantasma en el testimonio de Kuky se fue construyendo a lo
largo de frases que hablaban de la relación con su madre y episodios
familiares. En la primera frase: “tu mama te tiene como en una cajita de
cristal”. Aquí podemos ubicar la fijación pulsional de la mirada, en la que el
analista logró una inversión, el cristal se ve de afuera hacia adentro
también, le quita sentido. Esta intervención provocó un alivio en la paciente
y el levantamiento del narcisismo.
En una segunda interpretación, se logra ubicar la neurosis infantil, el padre
que prohíbe y la madre que la esconde. En el relato en que el padre había
sido estafado por el abuelo y el tío, le prohíbe a los hijos verlos y a la madre
también. Este era el eje de la historia infantil.
Luego en otra frase de la madre en sus escapadas a escondidas a la casa
del abuelo: “no se lo digas a nadie”, se consigue localizar el goce del que
había portado desde aquella época, el “cerrar la boca” que le había
organizado toda su vida, anorexia infantil, la dificultad para hablar, hacerse
la muda. Aparece la pulsión oral – la voz.
A su abuela fallecida, el abuelo le había hecho un duelo ornamentoso, y le
había colocado una placa que decía: “Berta, con orgullo, llevaré siempre tu
nombre, firma Berta, tu nietita”. Aquí encontramos la conexión con la
pulsión de muerte, su identificación con la muerte. Y se llega a la
construcción del fantasma en la frase que ella decía en una de las
escapadas a la casa del abuelo, ella sentía temor a que el padre a viera y
decía “si me ven me matan” o “si hablo me matan”.
Para finalizar, ella tuvo algunas fallas en su decir, una de ellas fue “la
mentira constructiva”, a raíz de unos libros que el abuelo le había regalado
y le había mentido que los había leído y no fue así. El abuelo le había
mentido. Por otro lado, el padre era constructor, hacia edificios. Este
equívoco coloca al padre en el lugar del armado del fantasma. Una vez
construido el fantasma, aparece un significante privilegiado: “clandestine”,
ella había gozado siendo clandestina.
Extracción del objeto: el trauma se forma en una frase que dice un médico
que logra tener valor de padre. En sus primeros veces de vida sufre una
bronquitis, y su madre la lleva al médico y le dice “esta bebé necesita tomar
aire, abra las ventanas de su casa y sáquela a pasear”. Frase que hizo de
función paterna, esto es el trauma, el analista lo relaciona con lo no ligado,
el agujero, lo imposible de llegar, el resto sintomático.
Una vez construido el fantasma, “si hablo me matan” y el comienzo del
entendimiento, hubo una caída del sujeto supuesto saber, el analista. Un
tope del desciframiento. La presencia de la mirada fuera de ella es lo que
vio, caída de la mirada. Ella comenzó a hablar sin perturbaciones. El
silencio dejo de ser mortificante. Como punto final del análisis, ella tiene un
sueño en el que aparece la palabra “cimino”, S1, que no se liga a ningún
significante, paso de la clandestinidad al cimino, significante fuera de
sentido, ella le da un poco de sentido y dice “a veces si, a veces no”.
- ¿Qué nos enseña el testimonio de Graciela Brodsky “Apres Coup”
sobre el final de análisis, y el saber hacer del analista, el concepto de
trauma en dos tiempos y el trauma como acontecimient​o?
Lo que Graciela intentó dar cuenta del cruce entre el trauma y lo femenino,
siendo el trauma lo inaccesible y lo femenino lo que no tiene
representación. La posición femenina, tiene una amarra en el falo, el goce
femenino, es traumático, queda del lado del exceso. El síntoma era su
partener. El trauma se da en dos tiempos:
1) Una fiesta, de regreso a la casa con sus padres quienes la alzan, ríen y
la sientan arriba de un armario. El clima era gozoso, ella no disponía del
lenguaje, ante la risa de sus padres, ella grita y llora – acontecimiento
traumático.
2) Otra fiesta, años más tarde, enteramente transferencial, puesto que el
analista bailaba en la pista con otra, desencadenó la angustia y resignificó
la primer escena de la infancia.
Concepto de trauma en dos tiempos: el tiempo 1, el S1 solo adquiere
significación de trauma a posteriori, hace falta para eso un S2. Existe
entonces, una primera vivencial sexual, que Freud la llama “vivencia sexual
prematura traumática” que implica siempre una escena de pasividad sexual
y que deja una marca, una huella mnémica, que posteriormente será
reactiva por recuerdo.
Su síntoma pasó a ser: arruinarle la fiesta al otro. El fantasma que la dañó a
sí misma y a sus relaciones amorosas. La construcción de la neurosis. Ella
pasa a tener una posición de “la que tiene”, la que te dice lo que tenés que
hacer. El partener era su síntoma porque ella estaba en posición de
histérica fálica, no podía ser semblante del deseo del otro. Luego ella tiene
un sueño, que puede mantener el pene de su novio en un frasco en formol,
toma el lugar de la única, única hija, única pareja.
Cuando ve al analista bailando con otra se cae la figura de ser la única,
hace efecto de castración, caída de la posición fálica. Así ella comprendió
que el goce femenino no era la estación de llegada de análisis, al contrario,
era el problema, es estructural, es un plus de excedente, no se puede
localizar, no tiene bordes. La posición fue aflojando.
El final de análisis no le dio ningún goce suplementario, pero le permitió
tener un sueño que pudo interpretar de la siguiente manera, el sueño en
que se ve en el espejo sin brazos, se despierta con horror, pero también
piensa que la Venus de Milo tampoco tiene brazos. ¿Cómo iba a abrazar al
hombre que ama si ella no tiene brazos? La interpretación del sueño le dio
una respuesta: para arreglárselas con el rechazo a lo femenino, la mejor
solución era “dejarse abrazar”, implica consentir a lo que no tiene. Su
partener era su plomada, le ponía freno a sus excesos.
En la aptitud del analista podemos ubicar:
- el eignung: el trabajo del analista fue lograr la caída de lo femenino, ser la
única y desatar el síntoma de arruinarle la fiesta al otro.
- el tauglich: lograr un saber hacer con el goce femenino a partir de un
sueño.

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