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Las 55 Mejores Frases de Anthony de Mello
Alberto Rubín Martín
8-10 minutos
-Ves las personas y las cosas no como son, sino como tú eres.
-Vivir libremente, siendo dueño de uno mismo, es no dejarse llevar ni por persona
ni situación alguna.
-Hay dos formas de lavar platos: una es lavarlos para limpiarlos, la otra es
lavarlos para lavarlos.
-La gran tragedia de la vida no está en cuánto sufrimos, sino en cuánto perdemos.
Los seres humanos nacen durmiendo, viven durmiendo y mueren durmiendo.
-La gente que quiere una cura, siempre que sea sin dolor, son como los que están a
favor del progreso, siempre que sea sin cambio.
-El amor perfecto se moldea fuera del miedo. Donde hay amor, no hay demandas, no
hay expectativas, no hay dependencia. Yo no demando que me hagas feliz; mi
infelicidad no reside en ti. Si me dejases, no sentiría pena de mi mismo; disfruto
enormemente de tu compañía, pero no me aferro a ella.
-Cuando ves que no eres tan sabio hoy como pensabas ayer, eres más sabio hoy.
-Estas cosas van a destruir la raza humana: política sin principios, progreso sin
compasión, riqueza sin trabajo, aprendizaje sin silencio, religión sin temeridad y
culto sin conciencia.
-Solo hay una causa de infelicidad: las falsas creencias que tienes en tu cabeza,
creencias tan extendidas que no se te ocurren cuestionar.
-No pidas al mundo cambiar, cambia tú primero.
-Si me encuentras encantador, significa que justo ahora estas de buen humor, nada
más.
-Tenéis que entender que la distancia más corta entre la verdad y un ser humano es
una historia.
-La gente asume erróneamente que su pensamiento se crean por sus cabezas; de hecho
se forman por su corazón, el cual dicta primero la conclusión, luego la cabeza
provee el razonamiento que lo defenderá.
-El mayor aprendizaje de la edad reside en aceptar la vida exactamente como nos
llega.
-El día en que cambies, cambiarán todas las personas para ti, y cambiará tu
presente. Entonces vivirás en un mundo de amor.
-El pensamiento puede organizar el mundo tan bien que ya no eres capaz de verlo.
-En cualquier momento que estés con alguien o pensando en alguien, debes decirte a
ti mismo: estoy muriendo y esta persona también esta muriendo, intentando
experimentar la verdad de las palabras que dices. Si todo el mundo esta de acuerdo
en practicar esto, la amargura se extinguirá, surgirá la armonía.
-Los pecadores dicen a menudo la verdad. Y los santos han guiado a la gente por el
mal camino. Examina lo que se dice, no el que lo dice.
-La mayoría de personas han sufrido tal lavado de cerebro que ni siquiera se dan
cuenta de lo infelices que son: como el hombre que sueña y no tiene ni idea de qué
esta soñando.
-No hay un solo momento en tu vida en el que no tengas cuanto necesitas para ser
feliz. La razón por la que eres infeliz es porque no dejas de pensar en lo que no
tienes, en lugar de pensar más bien en lo que tienes en este momento.
-Tú eres feliz aquí y ahora; pero no lo sabes, porque tus falsas creencias y tu
manera deformada de percibir las cosas te han llenado de miedos, de preocupaciones,
de ataduras, de conflictos, de culpabilidades y una serie de juegos que has ido
programando.
-Si observas de qué modo estás hecho y cómo funcionas, descubrirás que hay en tu
mente un programa, toda una serie de presupuestos acerca de cómo debe ser el mundo,
cómo debes ser tú mismo y qué es lo que debes desear.
-Todo cuanto tienes que hacer es abrir los ojos y ver que, de hecho, no necesitas
en absoluto eso a lo que estás tan apegado.
-El responsable de tus enfados eres tú, pues aunque el otro haya provocado el
conflicto, el apego y no el conflicto es lo que te hace sufrir
-El miedo sólo se te quita buscando el origen del miedo. El que se porta bien a
base de miedo es que lo ha domesticado, pero no ha cambiado el origen de sus
problemas: está dormido.
-Debes descubrir qué es aquello que haces, no por la utilidad que te reporta, sino
porque quieres hacerlo.
-La pregunta más importante del mundo, base de todo acto maduro, es: ¿Yo quién soy?
Porque, sin conocerte, no puedes conocer ni a Dios. Conocerte a ti mismo es
fundamental.
-La aprobación, el éxito, la alabanza, la valoración, son las drogas con las que
nos ha hecho drogadictos la sociedad, y al no tenerlas siempre, el sufrimiento es
terrible
-Debes aprender a salir del campo del pensamiento y de la locución y emigrar a los
dominios de los sentimientos, de las sensaciones, del amor y de la intuición.
-Sólo hay una necesidad: esa necesidad es amar. Cuando alguien descubre eso, es
transformado.
-El egoísmo es exigir que el otro haga lo que tú quieras. El dejar que cada uno
haga lo que quiera es amor. En el amor no puede haber exigencias ni chantajes.
-Sólo en la libertad se ama. Cuando amas la vida, la realidad, con todas tus
fuerzas, amas mucho más libremente a las personas.
-Experimenta la realidad, ve hasta tus sentidos. Eso te traerá hacia el ahora. Eso
te traerá a la experiencia. Es en el ahora donde se encuentra a Dios.
-Es el miedo el que nos hace desear agarrar con las manos la felicidad, y ella no
se deja agarrar. Ella es. Esto sólo lo descubrimos observando, bien despiertos,
viendo cuándo nos mueven los miedos y cuándo nuestras motivaciones son reales. Si
nos aferramos a los deseos, es señal de que hay apego.