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PROGRAMA DE APOYO EN LOS CASOS DE APATÍA

La apatía de los alumnos es un trastorno de la conducta escolar que se presenta con


una relativa frecuencia. Las razones que pueden llevar a un alumno a ser apático ante
la tarea escolar son muchas y variadas, es por lo que en la primera parte de este
programa desgranamos una serie de reflexiones a fin de que el profesorado que utilice
nuestro libro sepa en que casos están indicadas las orientaciones que se indican. Las
causas inmediatas de las actitudes apáticas ante la tarea escolar las podemos situar en:

a) Problemas de orden afectivo en el círculo familiar.


b) Problemas de integración en el grupo social de la clase.
c) Necesidades educativas especiales no cubiertas.
d) Bajo nivel de autoestima.

A. OBJETIVOS.
El objetivo general y básico de este programa de apoyo sería reducción y/o
eliminación de las conductas apáticas, que se debería conseguir a través de otros más
operativos como los siguientes:

1. Adaptar las actividades escolares a las necesidades individuales de cada alumno.


2. Controlar de manera continuada el trabajo de estos alumnos.
3. Reforzar las situaciones de participación del alumno en las actividades escolares.
4. Exigir el “cumplimiento” de las tareas que cada individuo tiene que realizar.
5. Elevar el nivel de autoestima del alumno apático.

B. PRERREQUISITOS.
La única condición que puede llevarnos a no aplicar las orientaciones que se indican es
la existencia de indicaciones individualizadas por un especialista que contradigan las
que aquí se indican.

C. MODELO DE INTERVENCION.
Además de las indicaciones señaladas a nivel general de la socio-afectividad, es
conveniente tener en cuenta las siguientes consideraciones:

1. En primer lugar es necesario investigar las razones de orden inmediato que llevan a
ese alumno a la apatía. Para ello es necesario que tengamos en cuenta al menos las
causas que hemos indicado al principio de este programa y en función de los datos
obtenidos del estudio pongamos en marcha las medidas correspondientes.

2. El profesor en clase y en todos los casos debería mantener las siguientes actitudes y/o
actividades:

a) Estimular de forma más o menos continuada a los individuos que presenta apatía
escolar, prestándole la ayuda que considere necesaria en cada momento para que
logren éxitos en sus actividades escolares.

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b) Reforzar mediante felicitaciones y premios la aparición de conductas positivas en
las situaciones en que antes aparecían las conductas apáticas.

c) Ejercer sobre estos alumnos un mayor control que el que se realiza con los demás.
Cuidando que el mismo no se convierta en un control que resulte agobiante.

2. Si la causa se encuentra en desajustes afectivos de orden familiar, o en la escala de


valores de la propia familia se plantea como necesario el trabajo con la familia, no para
arreglar los problemas, sino sobre todo para que los padres asuman el problema y
pongan en marcha los mecanismos que permitan a su hijo dejar de ser apático ante las
tareas escolares. Cuando la causa de la apatía se encuentra en círculo familiar es bas-
tante probable que no encontremos la colaboración de la familia.

3. En los casos en que la apatía esté causada por la situación del individuo en el grupo
o al menos esta tenga incidencia en aquella, es necesario que el profesor actúe sobre el
grupo-clase para eliminar esta causa. Entre las actividades que pueden llevarse a cabo
están:

a) Responsabilizar al niño de actividades que afecten al grupo-clase o a un equipo


de la misma.

b) Discutir con los alumnos de la clase el tema.

c) Responsabilizar a uno de los “líderes” de la clase de la tarea de de trabajar con ese


alumno.

4. En los casos en que el niño se encuentre “descolgado” del ritmo de trabajo del
grupo-clase, se plantea como urgente la adaptación curricular de las actividades a fin
de hacer interesantes las mismas para el alumno. Esta adaptación de las actividades
escolares no siempre es posible dado el número de los alumnos en cada aula, por lo
que habría que buscar las coordenadas espacio-temporales en que vamos a atender a
ese alumno.

5. Lo usual es que los alumnos “apáticos tengan como causas las tres mencionadas o al
menos dos de ellas con lo que se impone que actuemos que como se ha indicado en
cada una de ellas, al mismo tiempo que el profesor toma las siguientes medidas:

a) Comunicación con los padres, para poder poner fin a la situación entre ambos
sectores.

b) Control de las actividades escolares de forma diaria, no solo por el profesor, sino
también por la familia, a través de notas que el profesor le envíe.

c) Obligación del alumno de terminar las tareas escolares (que en ningún caso
sobrepasen el nivel de exigencia que es capaz de alcanzar), si no es en el colegio,
en su casa.

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6. Un elemento que puede resultar conflictivo en los casos de apatía es el uso de
castigos para enmendar las conductas apáticas. Nosotros pensamos que en ningún caso
se debería castigar a un niño apático ante las tareas escolares, ni por parte del profesor
ni de la familia, y ello por dos razones fundamentales. De un lado porque es posible
que el niño busque llamar la atención y de esa forma lo conseguirá. Y de otro porque
entendemos que lo que tiene que hacer el niño es cumplir y realizar las tareas que no
ha realizado, que en ningún momento pueden ser consideradas como castigo, ya que sí
las hubiera hecho no tendría.

7. Ante los alumnos apáticos, como en todos los problemas de conducta que afectan
esencialmente al mismo sujeto las actitudes del profesor, una vez comprobado que la
apatía no es debida a cuestiones de incapacidades respecto a las tareas o actividades
que se le presenta deben ser las siguientes:

a) Prestar la menor atención posible al alumno apático, llegando a no contestar a sus


peticiones, y argumentándole que igual que el hace lo que “le da la gana”
nosotros también lo vamos a hacer.

b) Controlarle diariamente el trabajo realizado, enviándole a los padres una nota


escrita indicando lo que le queda por hacer de la tarea de clase.

D. MATERIALES. Para la consulta y profundización sobre el tema recomendamos la


siguiente bibliografía:
-Técnicas de modificación de conductas, PARRAGA Y RODRIGUEZ, Ed.
Universidad de Sevilla.
-Hábitos comportamientos y conductas en la educación básica , RICO
VERCHER, M., Ed. Márfil.
-Técnicas para el control del comportamiento agresivo, WEISINGER, H. Ed.
Martínez-Roca, Barcelona, 1.988
- Trastornos emocionales, ASHEN Y POSER, Ed. Fontanella.
- Tratamiento de las dificultades educativas, WORRELL y NELSON, Ed. Anaya.

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