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Los origenes del jasidismo
Comencemos considerando un fenémeno hist6rico destacado. El jasi-
dismo se origin en Europa oriental en el segundo tercio del siglo xvul,
se etistalizé y floreci6 alli desde el final del siglo xvut e inicios del xt
hasta finales del siglo XIX, y sigue floreciendo en la actualidad, a pesar
de los enormes desaffos relacionados con su enfrentamiento con la mo-
dermidad en el siglo xx y el asesinato de una gran parte del raundo ja-
sidico en el Holocausto. Hoy en dia hay un nimero importante de co-
munidades jasidieas en Europa, Israel, América del Norte, America del
Sur y Australia. Ningiin otro movimiento en la historia judia moderna
ha logrado mantenerse durante tres siglos on semejante diversidad his-
A6tica y lingifstica de localidades y contextos, ni bajo circunstancias
existenciales, sociales y culturales tan distintas. Uno se inelina a pre-
guntar por qué se ha dado esto. Pero para dar respnesta a esta pregun-
ta hay que empezar desde el comienzo,
EL jasidismo se origin6 en el sureste de Polonia, en distrtos que en
el siglo xvm eran conocidos como Volinia y Podotia y que fueron incor-
porados posteriormente a Galitzia, Ucrania y Polonia. Surgié en tomo a
la figura carismatica de Israel Baal Shem Tov (1692-1760),! y en varias
ddécadas se habfa diseminado por Europa oriental ~desde Rusia Blanca,
Polonia y Lituania, hacia Moravia, Hungria y Rumania; nunca tuvo un
centro geogrifico tinico ni un foco exclusivo de liderazgo. En sus pri-
1. Carisma es “la culidad de la personalidad de un inividvo en vitud de a ual esa
persona se distngue de los morales orinaricsy recibe un rato especial, como si estuve
Se dotado de culidads sobrenaturals y sobreburanas, 0 al menos, de cualidades espect
ficas exranedinaras": véase Weber, The Theory of Social and Economic Organization,
pgs, 358359 y On Charisma... p88. 1216 Los origenes misticos del jasidismo
eras ctapas, hacia mediados del siglo xv, se establecieron grupos ja-
sidicos -congregaciones concentradas en tomo a un lider carismético—
formados por seguidores de Istael Baal Shem Tov, como Pinjas de Ko-
retz, Najman de Horodenka, Najman de Kosov, Mijal de Zloczow, Yaa
ov Yosef de Polnoye, Menajem de Bar, Dov Ber de Mezeritch y otros.
* Todos ellos obmavieron su estatus de su autoridad carismtica y de sus
experiencias misticas. Fsos pequefios grupos estaban conectados entre
sf mediante la conciencia de una renovacién religiosa compartida. Di-
cha red fragmentada crecié, y hacia finales del siglo xva encontramos
Jasidismo en Rusia Blanca, dirigido por Shneur Zalman de Lyady; en
Polonia, dirigido por Flimélej de Lyzhansk y Jacob Isaac de Lublin; y
en Moravia, drigido por Shmuel Shmelke Horowitz de Nikolsburg. Los
lideres del jasidismo en Hungria, Rumania y Ucrania incluian a Levi Itz-
Jak de Berdichev, Baruj de Medzibozh, Jaim Jaikl de Amdur, Jaim de
Czemowitz y Najman de Bratslay.* Cada uno de esos contros jasidicos
desarroll6 un carécter nico, contribuyendo a que el jasidismo se con-
Vierta en un movimiento amplio. Hacia mediados del siglo 20x, tras una
serie de conflictos y disputas, el nimero de centros jasidicos habia cre-
cido y habfan surgido ms Iideres nuevos: Simja Bunem de Praysucha,
Menajem Mendel de Kotzk, Mortejai Yosef Leiner de Izbica, Iwjak Meir
Alter de Ger, Tzvi Hirsch de Zhidachoy, Israel de Ruzhin, Abraham de
Sadgora, lijak Aizik de Komamo y Tzadok Ha-Kohen de Lublin. Esta
Tista no es exhanstiva.
Dicha difusin no fue uniforme. Las diversas comunidades jasidi-
cas diferian en estilo de vida, identidad social y orientacién espiritual,
pero estaban vinculadas por una conciencia compartida de un renaci-
‘micnto espiritual, una mirada mfstica y un liderazgo carismético. Mu-
chos grupos jasidicos interactuaron entre sf, aunque varios lo hicieron
mediante polémicas. También produjeron un corpus de literatura su-
‘mamente particular.
La biisqueda de denominadores communes que proporcionen unidad
alos diversos grupos jasidicos arroja cuatro factores:
1. Una relacién con el Baal Shem Tov. Ydentificacién directa o in-
directa con el legado espiritual de Israel Baal Shem Tov, quien es con-
siderado a nivel universal como el fundador del jasidismo; y Ta identi-
“También conceida como Breslow o Breslay[N. de T.
los orfgenes del jasidismo v
ficacién con sus disefpulos y Tos disefpulos de los disefpalos en tanto
portadores, intérpretes y difusores de sus ensefianzas,
2. Teadik y comunidad. El establecimiento de una comunidad cu-
os miembros aceptan la autoridad de un Ifder carismético 0 “tzadike”
(iteralmente, “una persona justa”), ya sea por su proximidad geografi-
ca o desde localidades distantes (incluso desde otra ciudad o pais). EL
‘tzadik conecta el mundo terrestre de sus seguidores con los mundos ce-
lestiales, mundos con los que é1 goza de un contacto no mediado. El
vinculo entre el tzadik y sus seguidores es intimo, basado en el lideraz~
g0 carismitico de la comunidad en un espftitu de santidad. Todos los
‘miembros de la comunidad son iguales en su relacién con el tzadik, 10
ue promueve un fuerte sentido de hermandad. Fse modelo mistico-ca-
rismnético de Tiderazgo proporcion6, a quienes les era otorgado, una au-
toridad ilimitada, pero también una responsabilidad ilimitada respecto
de sus respectivas comunidades de seguidores. Esta intricada estructu-
ra, que represent6 tun nuevo desarrollo en el mundo judfo, continuarfa
y caracterizaria al movimiento jasidico (con modificaciones posterio-
res en el modelo de liderazgo) y serfa la clave determinante de su sig-
nificado social y religioso.
3. Elser y la nada. El jasidismo entiende la realidad divina como la
coincidencia 0 la unidad de los opuestos. Postula que la realidad tangi-
ble posee sentido solamente en la medida en que provenga de una fuen-
te diving; del mismo modo, el mundo oculto de lo Infinito, la Nada di-
vina, solamente puede set percibido en la realidad del ser mundano.
Esta forma de entender el mundo se nutre de una dialéctica cabalistica
‘que conecta lo manifiesto con lo oculto, entendiendo la “realidad” de
‘una forma que va ms allé de su sentido Tato.
4, La congregacién jasidica. Las realidades simbélicas y coneretas
del liderazgo del tzadik y de seguir la tradicién cabalistica fueron tales
‘que produjeron una estructura social totalmente novedosa y una forma
de vida que provino de una concepcién mistica de la relacién del hom
bre con Dios -una relacién basada en el amor al punto de la devekut,
Jo que quiere decir devoci6n total a Dios al punto de renunciar a las,
realidades del mundo material y trascender al propio yo para poder al-
canzar la verdadera comuni6n con lo divino-. Este era un objetivo es-
piritual, pero afects las realidades sociales porque la relacién de 1a
congregacién con Dios estaba mediada por el tzadik. Como el tzadik
era el tinico canal de piedad divina y de sustento para sus seguidores,18 Los orfgenes misticos del jasidismo
estos uiltimos sentian una sensacién de fraternidad al depender de él; el
‘zadik, por su parte, dependia del reconocimiento y del apoyo de sus
seguidores. Este sistema de interdependencia mutua entre el tzadik y
‘sus jasidim tuvo consecuencias de largo alcance y sirvi6 para distinguir
la comunidad jasidica del resto de Ia comunidad judia.
En los capitulos que vendn a continuaci¢n prestaré atencién a cada
luno de esos aspectos y a las conexiones entre ellos. Sin embargo, empe-
aré describiendo las circunstancias en las que se cre6 al asidismo y eva-
Juando las innovaciones que introdujo.
El movimiento jasfdieo que crecié en Europa oriental - originalmente
«en Podolia, Volinia y Galitzia oriental~ es considerado como un punto
de quiebre en la historia social judta porque postulé un desafio signifi-
Cativo a los marcos tradicionales y a la perspectiva religiosa del mun-
do judo. Hacia las dltimas décadas del siglo xv, 10s pequefios cércu-
Jos de jasidim que se habfan desarrollado en tomo al Baal Shem Tov
en la década de 1740 y en la de 1750 se habian convertido en una fuer-
za sustancial; hacia los comienzos del siglo xix, se habfan vuelto un
‘movimiento masivo. Los ideales sociales y religiosos del jasidismo ha-
bfan sido adoptados por un mimero importante de judfos de Ucrania,
Gatitzia, Polonia, Rusia, Hungria y Rumania, y las obras jasfdicas ha-
bian pasado a ser un punto de referencia para los estudios judaicos de
la elite intelectual.
Los primeros historiadores en buscar una explicacién a dicha expan-
si6n sin precedentes asociaron el auge del jasidismo con condiciones
econémicas y sociales, y con crisis. Simon Dubnow y Ben-Zién Dinar,
‘ambos eminentes historiadores de la Europa oriental judfa, crefan que el
Jasidismo habfa surgido en respuesta a la severa crisis expetimentada
Por Ios judios de Polonia durante la primera mitad del siglo xvm; sin
‘embargo, ambos académicos diferian en su interpretaci6n de Ia crisis y
de la naturaleza de la respuesta,
Pubnow consideraba que Ia aflicci6n social y econémica de los ju-
‘fos de Polonia tras los levantamientos de Chmielaecki por parte de los
Uucranianos y contra los polacos entre 1648 y 1649 y los pogroms aso-
ciados -a dichos eventos~ que fueron perpetrados en contra de los ju-
dios, constituia el trasfondo para el suge del jasidismo. La cada del po-
Los orfgenes del jasidismo 19
der polaco tras los levantamientos condujo al deterioro de las institu-
ciones judias de autogobiemo que los polacos habfan epoyado. La de~
sesperaciGn entre los judfos ante esos eventos fue agravada en la déca-
da de 1670 por el fracaso del movimiento mesisnico de Shabtai Tzvi,
lo que condujo a un menoscabo espiritual y al distanciamiento de los
valores tradicionales de los que depenclian las relaciones de la comuni-
ad. La incapacidad de los rabinos de proporcionar un liderazgo ade~
cuado en momentos de inestabilidad politica y social condujo a una
percepcién general entre las masas no instraidas de que la religion les,
habia fallado. En este sentido, el jasidismo fue una respuesta al vacio
espiritual; en las palabras de Dubnow, una respuesta a “las profundas
necesidades del alma abatida”, que proporcionara respuestas ante la
“terrible desesperaciGn que vino con la derrota del movimiento mesié-
nico”. Segtin Dubnow, el “asombroso gran éxito” del jasidismo se de-
bid a la forma en que respondi6 a la necesidad de contacto con lo divi-
no por parte del individuo, gracias a las innovaciones de su fundador,
Israel Baal Shem Tov.”
Del mismo modo, Dinur contempl6 el auge del jasidismo en el
contexto de “dos crisis severas en el judafsmo: el fracaso del movi-
miento de Shabtai‘Tzvi y el declive del autogobiemo judio en Polonia?
‘Segtin Dinu, el dominio en aumento de tas instituciones comunitarias
por parte de figuras despéticas condujo al surgimiento de un liderazgo
alternativo de predicadores que proclamaban un nuevo mensaje social:
en otras palabras, el jasidismo fue una respuesta a ia opresién social y
4 la explotacién econémica por parte de un Tiderazgo corrupto, Pero
también reconocié la presencia de un mesianismo fundamental en la
ideologia de! movimiento jasfdico, una reacci6n ante la crisis espiritual
propiciada por el fracaso del movimiento de Shabtai Tzvi y su prome-
sa de una redencién inminente. En suma, Dinur definis la base de la
ideologia jasidica como “la transferencia de gobiemo y de influencia
determinante en las en las comunidades hacia un liderazgo que conta-
ba con una autoridad profética”.*
Sin embargo, estas explicaciones no dan cuenta de forma adecua-
da del carécter tinico del fenémeno jasfdico. La siguiente generacién
2, Dubnow, Historia del jasidismo (en bebrec), pigs. 35 ¥ 36.
3. Dinu, “Tae Ongins of Hasiise..”, pg 86
4. th, pag. 159,