You are on page 1of 36

Cuader nos de tra bajo

Juan M. Arbona

VER Y HACER POLÍTICA


EN LA CIUDAD DE
EL ALTO
C apaci dades pol í t i cas y act i vi dades económi cas
Los Cuadernos de Trabajo Los Cuadernos de Trabajo son una publicación del Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD) orientados a nutrir el debate sobre
el desarrollo humano. Forman parte de un conjunto de reflexiones que,
al lado de los Cuadernos del Futuro, constituyen una oportunidad de
discusión temática y puntual que enriquecen los Informes de Desarrollo
Humano.
Desde estas páginas se busca construir un espacio de deliberación
intelectual amplio y abierto sobre el desarrollo humano que permita
colaborar a fortalecer la capacidad de acción de los actores sociales,
y cuyo resultado contribuya a la construcción de una cultura deliberativa.

Título Ver y hacer política en la ciudad de El Alto.

Autor Juan M. Arbona es Assistant Professor del Bryn Mawr College.

Comité Editorial Rafael Archondo


Gloria Ardaya
Fernando Calderón (Coordinador)
Christian Jetté
Fernando Molina
José Rocabado
Francisco Rojas
Hugo José Suárez (Secretario de Redacción)

Editor: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)

Cuidado de la edición: Fernando Molina

Las ideas expuestas en los Cuadernos de Trabajo son de exclusiva responsabilidad de los autores y
no responden necesariamente a la línea de pensamiento del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD).
I NTRODUCCIÓN
La implementación de los programas de La transformación de El Alto, de ser un
ajuste económico y reestructuración institucional barrio marginal de La Paz, a ser la tercera
ha impactado las formas de ver y hacer política ciudad del país, es un dramático reflejo del
en Bolivia. Previamente a la implementación impacto de las políticas de reestructuración.
de estos programas, las actividades políticas Las grandes olas migratorias, combinadas con
se concentraban en el eje Estado-Central Obrera la profunda crisis económica, han conformado
Boliviana (COB). Las capacidades políticas una masa laboral que depende predominante-
estaban condicionadas en gran parte por las mente del sector informal, de lo que resulta
fuentes laborales y los sindicatos que organi- una cultura política que combina elementos
zaban a los trabajadores. La COB aglutinaba del sindicalismo y formas tradicionales de
(y en cierta forma monopolizaba) las demandas organización territorial-política (p.e. el ayllu)
sociales y servía como intermediador entre el con una marcada inseguridad económica y
Estado y la sociedad civil, particularmente de frustración social. En este sentido, la cultura
la masa laboral (García-Linera, 1999). 1 Por su política de El Alto navega en el delta donde
parte, el Estado tenía un papel protagónico en confluye la lógica neo-liberal de bienestar
la economía nacional, en la definición de individual, la reivindicación coyuntural, las
políticas que a su vez dependían de los sistemas propuestas a mediano/largo plazo, la identidad
de producción nacional y de los mercados indígena basada en un imaginario histórico
internaciones donde estos productos eran co- idealizado/hibridizado y la demanda social de
mercializados. Con la implementación de los incorporación a la modernidad.
programas de reestructuración a partir de 1985, Circunscrita dentro de los procesos eco-
el papel de estos dos actores cambia drástica- nómicos, la cultura política de El Alto está
mente. Mientras que la COB ha visto disminuir encarnada por los partidos políticos y las enti-
su papel central en la vida política del país, la dades políticas de base. 2 Estas entidades
capacidad del Estado para organizar e imple- definen los espacios y la forma en que los
mentar políticas públicas ha sido erosionada. alteños se adentran a la vida política. Los
El resultado ha sido la promoción de una visión partidos políticos y las entidades políticas de
más individualista de la organización de la base representan dos circuitos entrelazados e
sociedad, en la que la responsabilidad del interdependientes de poder que determinan
bienestar recae sobre los individuos y su capa- cómo los bienes canalizados a través del mu-
cidad de participar en el mercado. Mientras nicipio se distribuyen y, por tanto, quiénes se
tanto, los actores locales se han visto forzados benefician de los limitados recursos. Debido
a tomar un papel más activo en la defensa de a la precaria e inestable situación de la ciudad,
sus intereses y en la organización de demandas el acceso a estos circuitos de poder es un
de una forma más descentralizada. La ciudad importante factor no sólo para determinar el
de El Alto es un ejemplo de las implicaciones bienestar de un vecindario, sino también el
de estos nuevos procesos. bienestar económico individual de quienes

3
tiene acceso. En otras palabras, la cultura METODOLOGÍA Y ESTRUCTURA
política en El Alto funciona bajo una noción La definición de la pregunta que organiza
del libre mercado político, y en ella se inter- este estudio surge del enfoque del IDH-2002.
cambian apoyos y accesos entre los que pueden En éste se “profundiza en la evaluación
prometer y los que demandan. de las capacidades políticas de los actores
Este documento analiza las tensiones sociales y políticos de los procesos de
entre la cultura/capacidades políticas y las desarrollo” (IDH). Con esto en mente, la prin-
actividades económicas en El Alto a partir de cipal fuente de información han sido “actores
los cambios estructurales implementados en sociales y políticos” de El Alto. Para los propó-
Bolivia y de las perspectivas de los acto- sitos de este estudio se crearon tres categorías
res/sujetos políticos de El Alto. Los objetivos donde operan, no necesariamente de forma
principales de este estudio son: exclusiva, estos actores/sujetos sociales y polí-
• Presentar, a grandes rasgos, las estructuras
ticos: bases, dirigentes, partidos. La fuente
y espacios políticos, y cómo los alteños
principal de información son entrevistas reali-
se incorporan, participan en ellos, y/o
zadas durante los meses de junio y julio de
los modifican.
2001, complementadas por información secun-
• Analizar las articulaciones/tensiones entre
daria de los diferentes temas a cubrirse. 3 Se
las actividades económicas y la cultu-
definieron los patrones y temas que conectaban
ra/capacidad política en El Alto a partir
estas entrevistas y se definió la estructura de
de las formas en que los alteños ven y
este documento en función a esta fuente.
hacen política.
Este documento consta de cinco seccio-
• Presentar insumos para la reflexión y el
nes. La segunda y próxima sección se enfoca
debate sobre los cuales se podría esta-
en la ciudad de El Alto, su historia, sus diná-
blecer espacios para la deliberación y la
micas económicas y políticas, y las políticas
generación de políticas alternativas con
del Estado para aliviar la situación en esta
miras al desarrollo humano.
“ciudad en emergencia”. La tercera sección
El eje articulador de este estudio es el
sector informal (que en el discurso oficialista presenta un resumen de las estructuras y espa-

se llama micro-empresa) y la profundización cios políticos en El Alto. La siguiente sección

de la pobreza en El Alto. En otras palabras, se enfoca en las formas en que los actores
observamos cómo las precarias actividades perciben y hacen política, en cómo estos actores
económicas informales y la pobreza se articulan ven el futuro de El Alto, y qué mecanismos
no sólo con las actividades políticas, sino con piensan necesarios para llegar a consumar esta
la percepción de la actividad política. Esto visión. La última sección resume los principales
está justificado por el preponderante tamaño puntos discutidos en las secciones previas y
del sector informal como masa laboral (alrede- presenta una reflexión sobre sus implicaciones
dor del 75 por ciento de la PEA) en El Alto y en la creación de espacios para la deliberación,
por la actual posición de sus actividades en la formación de capacidades políticas, y la
los programas de desarrollo gubernamental. generación de políticas alternativas.

4
E L A LTO :
LA ECONOMÍA INFORMAL EN
LA CONFORMACIÓN DE CULTURA POLÍTICA
Esta sección presenta un marco general esto se le puede añadir que estas contradiccio-
de las dinámicas económicas y sociales en El nes informan cómo los actores/ sujetos perciben
Alto que condicionan las formas en que los y definen sus espacios de acción. En este
actores/sujetos sociales ven y hacen política. sentido, la ciudad de El Alto refleja simultánea-
En otras palabras, muestra cómo la precaria mente las contradicciones y promesas de los
situación económica —dentro de la cual pre- procesos de globalización y las respuestas
pondera el sector informal— condiciona y es locales a estos procesos.
condicionada por las formas en que los princi- Un punto de convergencia de estas con-
pales actores/sujetos sociales ven y hacen tradicciones, promesas y contestaciones, donde
política. Antes de llegar a este análisis, hay lo local y lo global se encuentran, es el sector
que comprender qué es El Alto, y cuál es su informal. Sus precarias actividades económicas
situación socio-económica. son el principal hecho que informa las relacio-
nes sociales y condiciona las actividades polí-
¿QUÉ ES EL ALTO? ticas en El Alto. Por un lado, estas relaciones
La urbanización es —simultáneamente— sociales se funden con las costumbres y memo-
un proceso espacial y social (Harvey, 1997). rias históricas “traídas” por los emigrantes que
Las ciudades como El Alto no sólo se deben conforman esta ciudad (Albó, et al, 1981; San-
ver como la localidad de la pobreza, ni como doval y Sostres, 1989). Por otro lado, las
un simple recipiente de los procesos socio- actividades políticas sirven como nexo entre
económicos que causan la pobreza. El Alto los requisitos del Estado frente a la economía
“constituye pero también está constituido por global del mercado, las instituciones que sal-
procesos sociales” que a su vez integran pro- vaguardan su estabilidad, y las expectativas de
cesos globales y regionales (Harvey, 1997: 23). la sociedad civil respecto al Estado (Arbona,
Entonces, el proceso de comprender un lugar 2001).
como El Alto requiere analizar las formas con El Alto es una ciudad joven. No fue hasta
que se “construye lugar” y se “construyen 1988 que esta ciudad obtuvo su autonomía de
ciudadanos” (Gupta y Ferguson, 1997). Esto la ciudad de La Paz y se reconoció institucio-
nos dirige al análisis de las relaciones horizon- nalmente como tal. Hasta entonces, los vecin-
tales (p.e. procesos regionales) y relaciones darios que hoy comprenden El Alto no eran
verticales (p.e. procesos globales). Escobar nada más que barrios marginales que conecta-
(2001) argumenta que es dentro de estas ten- ban a La Paz con las zonas rurales y mineras
siones verticales/horizontales, lugar/ciudadano, del departamento de La Paz. Las olas de
que “nuevos tipos de lenguajes, entendimientos emigrantes, a mediados de los ochenta, con-
y acciones” aparecen y permiten pensar mas vierten a este barrio marginal en un centro
allá de los parámetros establecidos por el urbano con sus respectivos problemas. Así, El
modelo neo-liberal (Escobar, 2001: 153). A Alto se ve como el enclave más pobre de la

5
región metropolitana de La Paz y como espacio tensión que refleja la discriminación étnica y
racializado (el otro étnico), distante de la ciudad las diferencias económicas. La visión desde La
moderna y más sofisticada de La Paz. Estas Paz es que El Alto es una ciudad por donde
actitudes y las interacciones, internalizadas por sólo se pasa cuando se va de salida, o como
los residentes de El Alto, son el punto de un paceño me comentó una vez: “es una ciudad
partida para el análisis de las maneras en las de indios”. Los alteños son vistos como per-
cuales los procesos globales se interpretan y sonas peligrosas, como delincuentes. Esa visión
son integrados en estrategias locales/ indivi- de El Alto es constantemente reproducida por
duales de generación de ingresos. los medios de comunicación, que parece que
Regionalmente, El Alto funciona como sólo se interesan en los sucesos de esta ciudad
destino y como espacio de transición. Funciona cuando hay bloqueos o para describir un cri-
como destino para miles de mujeres y hombres men.
que, guiados por la promesa mejores servicios En esta ciudad, que es vista como hogar
y oportunidades económicas, llegan a esta y refugio para los que desembarcan diariamente
ciudad. Sirve como destino para gran parte en las avenidas 6 de Marzo, Juan Pablo II o en
de los productos agropecuarios (e industriales) el camino a Viacha, o para los que miran a sus
de las zonas rurales. A la vez, El Alto es un residentes con desprecio y repudio, se palpitan
espacio transitorio donde las personas y los las tensiones de la globalización. Particularmen-
productos circulan, donde las identidades son te, las tensiones entre la lógica del mercado
apropiadas y rechazadas, donde las visiones —que privilegia a los actores individuales y
del futuro están ancladas en la memoria colec- apoya la noción del mercado como principal
tiva del pasado. En fin, hablar sobre El Alto distribuidor de bienestar— y la lógica de co-
nos lleva a enfrentar las contradicciones de la lectividad que promociona una noción de bien-
estructura político-económica basada en el estar compartido. La esencia de esta tensión
modelo neo-liberal; tenemos que analizar esta es expresada en las formas que los alteños ven
ciudad como parte y producto de los procesos y hacen política.
socio-económicos vividos en Bolivia durante
las últimas décadas. Como lo describió una EL ALTO: URBANIZACIÓN Y POBREZA
residente, El Alto “es una síntesis concentrada Antes de la revolución del 1952, El Alto
de la situación del país” (EE, julio de 2001). era parte de la zona rural adyacente a La Paz
Esto también nos lleva a la pregunta ¿qué y estaba controlada por los terratenientes pa-
es El Alto para los alteños? La mayoría de las ceños. Como se expresa en el Cuadro 1, la
personas entrevistadas enfatizan los aspectos población ha estado aumentando constantemen-
culturales, la situación de pobreza, y la gran te desde los años cincuenta, a una tasa anual
frustración y desconfianza que existen hacia las de más de 9 por ciento. Hoy, El Alto es un
entidades políticas e institucionales. Otros centro urbano importante, no sólo por su gran
discutieron como se sienten como ciudadanos —y creciente— población, sino también porque
de segunda categoría, sólo por el hecho de vivir alberga la mayor parte de las industrias manu-
en El Alto. En fin, la visión de los alteños refleja factureras en el altiplano boliviano (Rossell y
sus sentimientos de discriminación y orgullo; Rojas, 2001). Cuando se compara las tasas del
de pobreza y esperanza; de desilusión y lucha. crecimiento poblacional de lo que hoy es La
Por otro lado, la relación entre los alteños Paz y de El Alto, es obvio que El Alto ha atraído
y los paceños está caracterizada por la alta a la mayoría de los nuevos migrantes.

6
SECTOR INFORMAL Y POBREZA EN EL ALTO: parado al 111 por ciento de incremento en la
DIMENSIONES Y DINÁMICAS población masculina durante el mismo periodo.
Un artículo en El Diario (6 marzo de Aunque no se ha encontrado información esta-
2000) informó que 73,3 por ciento de la pobla- dística desagregada sobre los tipos de activida-
ción de El Alto vive bajo condiciones de po- des que las mujeres realizan en El Alto, se
breza. Esto significa que de los más de 650.000 puede inferir con cierta seguridad que la ma-
residentes que se estima tiene la ciudad, cerca yoría de ellas son actividades informales. 6
de 485.000 no tienen la capacidad económica Otro hecho impresionante es el crecimiento de
de satisfacer sus necesidades básicas, bajo la “sector familiar”. Entre 1989 y 1995 esta cate-
definición del Instituto Nacional de Estadística goría ocupacional creció 1.120 por ciento, a
(INE). Estos datos son consistentes con otras una tasa anual de crecimiento de aproximada-
publicaciones que se enfocan en datos desagre- mente 130 por ciento.
gados por regiones y ciudades (Ministerio de Como se muestra en el Cuadro 2, la po-
Desarrollo Humano, 1995; Jiménez y Yánez, blación ocupada aumentó 123,88 por ciento
1997). entre 1989 y 1995. Por otra parte, el sector
La situación del empleo en El Alto com- informal muestra una creciente inclinación por
parte algunas similitudes con los patrones las actividades de generación de ingresos ba-
nacionales (aunque muestra una mayor concen- sadas en la “familia”. En estas actividades está
tración), pero también tiene ciertas peculiari- concentrada la mayoría de las actividades de
dades. Por ejemplo, el crecimiento total de generación de ingresos de las mujeres (y los
población ocupada en El Alto fue de 123,88 programas de promoción a la micro-empresa).
por ciento entre 1989 y 1995. Entre 1989 y 1992 Basados en estos datos, podemos llegar
la población ocupada creció 23, 9 por ciento a algunas conclusiones. Durante los años de la
en el ámbito nacional, mientras que en El Alto crisis y el ajuste económico hubo en El Alto un
la tasa del crecimiento fue de 56 por ciento. aumento general en la fuerza laboral —debido
Este dato obtiene más significado cuando to- a la desaparición de muchos trabajos fijos— en
mamos en cuenta que en 1989 El Alto repre- relación al crecimiento demográfico. Con la
sentó el 11,6 por ciento de la población ocupada perdida de “trabajos buenos”, más miembros
en el nivel nacional y en 1992 representó 14,6 de la familia ingresaron a la fuerza laboral,
por ciento (Coa et al 1997; Rossell, 1999). causando el tremendo crecimiento del sector
Basados en estos datos, podemos decir que los informal durante este período. Igualmente, un
patrones generales de la economía nacional se número desproporcionado de mujeres (y niños)
magnifican en El Alto. comenzó a buscar o establecer fuentes de
En términos de las diferencias de género generación de ingresos. No obstante, los ingre-
en el crecimiento de población empleada, la sos generados a través de estas actividades
tendencia es semejante a la de la economía informales, que en 1995 representaron 73,5 por
nacional. Entre 1989 y 1992, el total de la ciento de todas las actividades económicas de
población masculina ocupada en El Alto era El Alto, no cubrieron las necesidades básicas.
más alta que la población femenina ocupada. Esta situación de extensos niveles de po-
Sin embargo, el número de mujeres participando breza y precariedad laboral combinada con la
en estrategias de generación de ingresos (o falta de resultados de las políticas estatales ha
sea, de trabajo remunerado) en El Alto aumentó creado la urgencia de buscar alternativas. El
en un 143 por ciento entre 1989 y 1995, com- análisis de las políticas económicas del Estado

7
es importante para comprender el contexto Supremo 24916 que estableció el Plan General
donde se desarrolla la cultura política de El Alto. para el Desarrollo Social y Económico durante
su gestión (1997-2002). El plan cuenta con
“CIUDAD EN EMERGENCIA”: PROGRAMAS cuatro ‘pilares’: 1) equidad; 2) institucionalidad;
DE REESTRUCTURACIÓN Y EL ALTO 3) dignidad; y 4) oportunidad. Estos pilares
Los programas de reestructuración limita- sirvieron para sostener una plataforma sobre
ron el alcance del Estado como un agente de la cual el gobierno definió programas específi-
las actividades económicas nacionales. Después cos para el desarrollo y la lucha contra la
del programa de ajuste y la reestructuración pobreza. Una de las metas fundamentales del
institucional, las funciones del Estado se limi- plan fue re-establecer un papel para el Estado
taron para salvaguardar las actividades orienta- como un importante actor en la economía
das al mercado y por el manejo de normas nacional, aunque fuera en una manera virtual,
compatibles con ideologías de la eficiencia y ya que los programas previos de reestructura-
competitividad (Jessop, 1990; Cox, 1999; Palan ción habían relegado al Estado al papel secun-
y Abbott, 1999). 7 Con este marco institucional, dario de facilitar la incursión de los mecanismos
la administración de Banzer comienza a promo- de mercado en la asignación de recursos. El
ver las micro-empresas (ME) como una de las plan propone dar un nuevo rol al Estado que
principales estrategias de desarrollo económico trascienda sus funciones reguladoras, norma-
y social. La razón está relacionada a la reducida doras y facilitadoras: un rol promotor que
capacidad estatal para ser el principal agente equilibre las tendencias concentradoras del
de la economía nacional. 8 Debemos tener en mercado y destrabe las ventajas competitivas
cuenta, como punto de partida, el reconoci- dinámicas. Junto con este rol promotor, el
miento por parte del Estado de la potencial Estado debe mantener y reforzar sus funciones
fuente de desestabilización que representa las distribuidoras y equilibradoras del desarrollo.
actividades económicas precarias y la expansión “El Estado debe ejercer un rol regulador,
de la pobreza en El Alto. Este reconocimiento facilitador y promotor en lo económico y de
toma forma en dos decretos (Paz-Zamora en redistribución en lo social, brindando oportu-
1991 y Banzer en 1997) que designan a El Alto nidades, tanto a las personas como a las regio-
como “ciudad en emergencia”. Estos decretos nes más marginadas para, de esta manera,
reflejan el fracaso de los programas de reestruc- garantizar el acceso equitativo de toda la po-
turación en la tarea de reducir la pobreza o blación, especialmente de los sectores excluidos
mejorar las condiciones de vida, y reconocen y relegados, a la educación, el conocimiento
que estos fracasos podrían conducir a mayor y los recursos productivos” (Presidencia de
inestabilidad política. En este sentido, se puede Bolivia, 1998: 9).
decir que las políticas económicas que promue- Desde la perspectiva de la administración
ven al sector informal intentan consolidar formas de Banzer, el problema para el Estado no era
específicas de hacer política que permitan la su nuevo papel en la economía global, sino su
reproducción del modelo. autonomía como intermediador entre los pro-
cesos económicos globales y la sociedad civil.
LA PROMOCIÓN DE MICRO-EMPRESAS CO- Así, según el plan, la primera tarea es reposi-
MO PRIORIDAD DEL ESTADO cionar al Estado dentro de un discurso del
Varios meses después de jurar como pre- desarrollo que lo habilite ha llegar a ser un
sidente en 1997, Hugo Banzer firmó el Decreto articulador más “eficiente”. Esta reposición no

8
sólo implica una visión diferente del papel del Estableciendo El Alto como una ciudad
Estado —existente dentro del Estado—, sino en emergencia, el gobierno reconoce pública-
una proyección diferente de éste a la sociedad mente el problema de pobreza en El Alto y sus
civil. Esta es una tarea paradójica, ya que potenciales implicaciones sociales y económicas.
procura mover al Estado de una posición central Paralelamente, el gobierno ha establecido este
en la economía nacional (“el capitalismo de discurso de urgencia política que ayudar a
Estado”) a una posición de promoción dentro canalizar los programas nacionales de desarrollo
de la economía global (“el Estado competitivo”). y mantener la apariencia de que todavía es el
Esto es evidente por el llamado que hace el principal actor de la economía nacional. La idea
plan al espíritu competitivo y la integración de que El Alto es una “ciudad en emergencia”
como el principal mecanismo en la lucha contra no es necesariamente nueva, ya que los resi-
la pobreza y en la promoción del desarrollo. dentes así como también muchos activistas y
“El Estado debe impulsar simultáneamente ONG han mencionado esto por años. Lo que
la competitividad y la integración social y es extraordinario es que el gobierno adoptara
regional, creando un puente entre los sectores este lenguaje con el propósito de mantener un
excluidos y la producción, promoviendo polí- cierto nivel de legitimad política y económica.
ticas económicas y sociales específicas, compa- La imagen de “ciudad en emergencia” constituye
tibilizando la cultura de la solidaridad con la a El Alto en un lugar que requiere intervención,
cultura de la competitividad, logrando una un lugar donde el gobierno puede (virtualmen-
acción sinérgica entre ambas” (Presidencia de te) reconstruir su imagen de apatía e incapaci-
Bolivia, 1998: 12). dad, convirtiéndose en un agente capaz y
En este contexto, las políticas hacia El competente.
Alto son vistas como el puente que integrará La pobreza se identifica como la fuente
no sólo a los sectores urbanos y rurales exclui- de la emergencia de El Alto, y a la vez efecto
dos, sino también a los sectores modernos y de “la urbanización desordenada”, “la mala
tradicionales, grupos mestizos e indígenas, y infraestructura”, y es vista como una fuente
por tanto mejorará la competitividad y la pro- potencial de inestabilidad política. Lo importante
ductividad nacional. es que el gobierno reconoce que las condiciones
El 30 diciembre de 1997, el Presidente en El Alto “podrían llegar a convertirse en una
Banzer firmó el Decreto Supremo 24929. Bajo etapa de eclosión social incontrolable que
el título “Plan de Emergencia para Combatir la podría afectar la estabilidad democrática del
Pobreza en la Ciudad de El Alto”, el Decreto país” (DS 24929). Así, el Estado toma una fuente
propone un amplio (aunque ambiguo) plan de la tensión económica y social y la transforma
para combatir la pobreza. Este plan reconoce en una oportunidad política. Paradójicamente,
las precarias condiciones de vida en El Alto e la estrategia intenta despolitizar las políticas
incluye las siguientes áreas como principales económicas y promover políticas aparentemente
espacios donde combatir la pobreza: 1) infra- objetivas.
estructura educativa; 2) servicios básicos; 3) Aunque es prematuro dar juicio definitivo
salud primaria; 4) atención integral para los sobre las políticas de promoción de la microem-
niños; 5) apoyo a las micro-empresas (Artículo presa, un análisis de las propuestas gubernamen-
1). Los primeros cuatro puntos se enfocan en tales nos permite realizar algunas observaciones.
las consecuencias de la pobreza, mientras el Primero, que la promoción de la microempresa
último punto presenta la solución del gobierno es compatible con los programas de ajuste
para lograr una economía vibrante. económico y reestructuración institucional. Por

9
un lado, transfiere la responsabilidad del bien- ¿Qué significa esto? Significa una reestructuración
estar a los individuos. Por el otro lado, el donde los marcos individuales para la acción
Estado puede proyectar con ellas la imagen de colectiva continúan teniendo el mercado como
que sigue siendo el agente económico principal. el punto principal de referencia. El efecto
Tercero, la promoción de la microempresa en individualizador amenaza a la acción colectiva,
El Alto permite pasar, de una situación poten- ya que se promueve una noción de bienestar
cialmente desestabilizadora, a una situación individual. En términos de capacidades políticas,
que refuerza la legitimidad y la estabilidad del la individualización de las actividades económi-
gobierno. cas a través de la promoción del sector informal
La principal meta de estos programas es (microempresa) está transformando las formas
la reestructuración de la imaginación política. de ver y hacer política en El Alto.

10
EL ALTO: ESTRUCTURAS Y ESPACIOS POLÍTICOS
Las formas en que los alteños se incor- un libre mercado político donde se comercian
poran y participan (o no) en las estructuras y apoyos y accesos.
espacios políticos se relaciona a las estrategias Las entidades políticas de base represen-
de generar ingresos —mayormente basados en tan la contraparte de los partidos políticos en
su participación en el sector informal—. En la conformación del circuito del poder. Para
esta sección se discutirá cómo los alteños muchos alteños, estas entidades son el punto
participan (o no) en estas estructuras y espacios de entrada a la actividad política. Su proximidad
políticos que están conformados por partidos a los problemas cotidianos de los alteños con-
políticos y una serie de entidades políticas de vierte a estas entidades en espacios donde se
base. pueden visualizar y actuar en la construcción
Los partidos políticos son los principales de alternativas. Lo que separa estas entidades
entes en la actividad política de El Alto, aunque de los partidos políticos es que representan
no necesariamente los más importantes en los intereses de un grupo definido ya sea por
términos de apoyo popular. Su importancia su identidad (por ejemplo, trabajadores o ma-
relativa se debe a que permean todas las acti- dres) o porque trabajan en un vecindario defi-
vidades políticas, ya que funcionan como punto nido. Estas entidades casi siempre se enfocan
de acceso al poder político institucional. Por en reclamar los derechos de sus miembros
otro lado, su distancia de la sociedad civil de frente al municipio o el gobierno central. En
El Alto no les permite tener un papel represen- este sentido, las entidades políticas de base
tativo, lo que limita su legitimidad (Tapia, tienen un buen nivel de representatitividad
2001). Esto apunta a una ruptura entre la política, aunque, de acuerdo a Tapia (2000),
representatividad del poder político institucional esta representatitividad tiene connotaciones
y las expectativas por parte de la sociedad civil específicas.
a recibir los beneficios de la democracia (Bo- Representar políticamente implica la ca-
bbio, 1990). A nivel institucional, los partidos pacidad de defender posiciones y opiniones,
políticos acaparan la actividad política “formal” es decir, de deliberar. En este sentido, un
ya que, de una forma u otra, el partido y sus representante tiene que pertenecer a lo repre-
intereses son determinantes en la dirección de sentado, porque sino es otro tipo de mediador
una institución. Para los actores individuales, (Tapia, 2000: 31).
los partidos representan espacios de poder en A la vez que las entidades políticas de
los que no sólo se tiene acceso a recursos base cuentan con representatividad política, la
financieros sino también a influencias. En este posición socio económica de sus miembros
sentido son importantes espacios políticos, no tiende a condicionar las formas en que éstos
porque representen los intereses de los alteños, son representados en las estructuras políticas.
sino porque representan la posibilidad de “... cuando uno no tiene asegurada la sobre-
beneficio económico individual. En otras pa- vivencia opta por el servilismo, por vender su
labras, los partidos son el eje articulador de soberanía política a cambio de una camiseta,

11
de una calamina, de una cerveza, de una bolsa su zona. Mientras que otras tienen muy claro
de cemento. Y eso sucede aquí no porque no que estas entidades son sólo un punto de
hay conciencia, sino porque estructuralmente partida para proyectarse a la meta de mejorar
la mayoría del pueblo trabajador no tiene su situación económica. Mientras más se aden-
asegurada la reproducción económica mínima.” tran en la entidad y comienzan a subir en la
(Foro Urbano, 2001: 12). jerarquía, su posición frente a los partidos
En otras palabras, a la vez que la precaria comienza a establecerse y las posibilidades de
situación en El Alto crea incentivos para la participar en alguna elección bajo un color
participación activa, éstas se comienzan a partidario aumentan, pues se vislumbra la
desarticular una vez que el participante entra posibilidad de obtener beneficio económico.
en las estructuras políticas que giran en torno En época de elecciones se comienza a
a los partidos políticos. establecer las listas electorales de los diferentes
La relación de las entidades de base con partidos. Los partidos seleccionarán a esos
los partidos depende de la posición del partido que prometen “arrastrar” votos. Para esto las
en el municipio. Partidos de oposición tienden personas dentro de las entidades políticas de
a tener una relación (relativa y temporal) más base intentan resaltar para hacerse más atracti-
franca con estas entidades ya que no tienen la vos a los partidos. Una de las estrategias para
necesidad inmediata de responder a las deman- ello, que varias personas allegadas a estas
das de estos grupos. Por otro lado, la relación entidades comentaron, es la creación de con-
con los partidos en el poder municipal se ven flictos y pugnas inter nas entre diferentes
abrumadas por la cantidad y diversidad de “bandos”. El líder del “bando” triunfador estará
demandas. Al enfrentar esta situación, los una posición mejor para ser incluido en la lista
municipios responden a las demandas más electoral de un partido. Otra forma de entrar
organizadas, más visibles, y las que podrían en las listas es comprar una posición en la
comprometer el poder político de la municipa- lista. Esto, de acuerdo a varios entrevistados,
lidad. Al responder a estas demandas se busca está reservado a personas con aspiraciones
crear alianzas coyunturales que permitan en- políticas que viven en La Paz, pero por una u
frentar las demandas de otros posibles grupos. otra razón no pueden entrar en las listas de
En este sentido, se podría describir las estruc- esa ciudad.
turas y espacios políticos como fluidos y frag- En resumen, las estructuras y espacios
mentados, ya que dependen de alianzas coyun- políticos en El Alto —plasmados sobre una
turales. plataforma de precariedad laboral e informali-
En El Alto, las personas que participan dad económica— giran en torno a dos actores
activamente en la vida política no necesaria- principales en la política local de El Alto: los
mente se adentran (inicialmente) en ésta a partidos políticos y las entidades políticas de
través de un partido político, sino a través de base. Las necesidades de uno y el poder
una entidad de base. Las razones por las que económico de los otros sirven como un catalítico
las personas ingresan a estas entidades son para conformar una cultura política que se
diversas, pero en las entrevistas realizadas la aproxima a los principios del libre mercado
mayoría expresó que era porque se trataba de (en la lógica neo-liberal). Es dentro de este
una forma de ayudar en el mejoramiento de marco que los alteños ven y hacen política.

12
VER Y HACER POLÍTICA EN EL ALTO
En esta sección se discutirá las formas tivas respecto al sistema político e institucional.
en que los alteños ven y hacen política. ¿Cómo Por un lado, se ha erosionado la credibilidad
los actores alteños “leen” la situación política en las instituciones políticas. Las constantes
y cuáles son sus visiones para el futuro? ¿Cuáles noticias de malversación de fondos, enriqueci-
son sus capacidades y limitaciones para hacer miento ilícito y corrupción en general han
propuestas a mediano y largo plazo dentro de creado una imagen negativa no sólo de los
las estructuras y espacios políticos? Para con- partidos políticos, sino también de la democra-
testar estas preguntas se analizará las dinámicas cia representativa/delegativa. Por otro lado,
políticas desde la óptica de los testimonios de se ha erosionando el nexo entre las fuerzas
alteños respecto a los partidos políticos, los políticas y las bases, que tradicionalmente había
dirigentes, y las bases. Los temas que unen sido establecido por los sindicatos. Esta erosión
estas visiones son la precaria situación laboral ha resultado en la individualización y comer-
y la incertidumbre económica que se vive en cialización de las demandas sociales que tienden
El Alto. La importancia de discutir las formas a desembocar en manifestaciones públicas
en que los alteños ven y hacen política radica (marchas, bloqueos, etc.), o en la cooptación
en que sólo a partir de estas visiones y acciones de las mismas.
se puede desarrollar estrategias para mejorar Con la perdida de la COB como elemento
las capacidades políticas que permitirán mejores articulador de las demandas sociales y la ex-
programas para un desarrollo más humano. pansión de una fuerza laboral informal y rela-
tivamente desorganizada, los partidos políticos
LECTURAS DE LAS DINÁMICAS POLÍTICAS se han convertido en los principales interlocu-
Las dinámicas políticas en El Alto giran tores de las demandas sociales (Foro Urbano,
alrededor de tres tipos de sujetos-actores: bases, 2001). En otras palabras, la principal forma
dirigentes, partidos políticos. No es secreto de hacer política —a través de estructuras
que el papel que estos sujetos/actores juegan sindicales— ha sido reemplazada por la com-
en las dinámicas políticas de El Alto ha cam- petencia de favores políticos y compra indirecta
biado a raíz de los programas de reestructura- de votos: un libre mercado político. La lógica
ción. Estos programas han impactado en las neo-liberal —donde se supone que la “libre”
estructuras económicas y políticas del país, participación e intercambio entre personas
además de haber precipitado en una profunda ofrece la mejor estrategia para la distribución
crisis de credibilidad y legitimidad a las insti- de riquezas— también ha definido las formas
tuciones políticas. de hacer política, lo que Schild (2000) describe
La situación de pobreza y precariedad como la conformación de la “ciudadanía de
laboral, combinada con la incapacidad del mercado”. A diferencia de la noción tradicional
gobierno (que a su vez está limitado por la de ciudadanía, según la cual el Estado-nación
lógica del modelo neo-liberal) ha creado una es la plataforma sobre la cual se construyen
doble erosión de la credibilidad y las expecta- comunidades e identidades (Marshall, 1950),

13
la “ciudadanía de mercado” se establece en liberal”, en la que el hacer política se ha
una forma diferente. La nueva gramática de “reducido a una actividad instrumental en la
ciudadanía privilegia la participación individual búsqueda de intereses privados” (Mouffe, 1996:
en el mercado que, a su vez, crea un nuevo 22). En otras palabras, un sistema político
punto de referencia a la hora de ver y hacer liberal que está definido por la participación
política. Esta conceptualización fue expresada óptima en el mercado y la maximización de
por varias de las personas entrevistadas. beneficios individuales genera tensiones sobre
“Estamos viviendo una época política los principios democráticos de equidad y acceso
donde manda el que tiene plata, éste tiene la (Tapia, 2001).
verdad. El que no tiene plata y tiene razón, La falta de credibilidad hacia los partidos
esa razón no es escuchada” (EE, julio de 2001). políticos y la desconfianza del sistema político
El punto principal es que el acceso a en general es sólo una manifestación de las
recursos financieros facilita la construcción de limitaciones de las capacidades políticas. A su
la verdad (objetiva).9 El alto nivel de frustración vez, estas limitaciones de las capacidades po-
y la falta de credibilidad en los partidos políticos líticas contribuyen a una crisis en las institu-
es un reflejo no sólo del fracaso de los progra- ciones políticas sobre las cuales el sistema
mas de reestructuración sino también del cre- democrático se apoya. Esta crisis de
ciente abandono de las comunidades. Estas institucionalidad es también evidente en los
comunidades ven que si quieren que alguna dirigentes y líderes de las entidades políticas
de sus variadas necesidades (p.e. infraestructura, de base que sirven de nexo entre los partidos
trabajos, servicios, etc.) sean resueltas, el apoyo políticos y los diferentes grupos y/o vecindarios.
condicionado a uno o varios partidos es una Como fue descrito por un ex-dirigente, entida-
buena estrategia. Por otro lado, los residentes des que son los brazos de los partidos políticos
de El Alto reconocen que es un intercambio y movilizan a las bases ya sea para votar o
desigual y ven a estos partidos como los bene- para organizar apoyo para el partido.
ficiarios de un sistema político al cual no tienen “Muchas organizaciones, mayormente del
acceso significativo. oficialismo, cuando están en campaña política
“Porque los partidos políticos a la larga o en alguna situación, les dan a ellos, o se les
lo ven solamente como un espacio para ganar declara en comisión, entonces, gente que no
electores, ¿no? No es un espacio importante estamos inmersa, gente que no está con la
que pueda generar votos. Los partidos políticos organización política lastimosamente sufre las
en el país están perdiendo el papel de (inter- consecuencias” (JS, junio 2001).
locutores sociales)”. (EE, julio de 2001). Las “consecuencias” de las que habla este
El reportaje sobre un seminario interna- ex-dirigente es el aislamiento político que
cional sobre partidos políticos indicaba que dificulta no sólo su compromiso político con
“el clientelismo, el corporativismo y la corrup- la organización o comunidad, sino también la
ción son los problemas centrales” de la demo- posibilidad de generar algún tipo de ingreso,
cracia representativa liberal en la región andina lo que Tapia (2000) describe como falta de
(La Razón, 29 agosto 2001). Este informe no representatitividad. Entonces la expectativa
sólo refuerza la lectura de los alteños sobre la de que este dirigente “se mueva” y obtenga
falta de credibilidad de los partidos políticos, los recursos para mejorar la situación de los
sino también la gobernabilidad; lo que Mouffe miembros de la organización (en el caso que
(1996) describe como la “crisis de la democracia sea un dirigente sindical) o de los residentes

14
de una zona (en el caso que sea un dirigente Otro aspecto de la desilusión y cinismo
cívico) genera ciertas tensiones. de los alteños respecto a la actividad política
“Es muy difícil ser dirigente, pueden es la cuestión regional, o más bien la relación
hacer otros planteamientos u otra peticiones, con la ciudad de La Paz. Uno de los elementos
a veces somos manejados por las organizaciones regionales es el racismo latente e indiscriminado
políticas” (JS, junio 2001). hacia los residentes de El Alto. Frases como
Esta tensión entre la pérdida de la auto- “ciudad de indios” o “ciudad violenta”, estable-
nomía política y la necesidad de acceder al cen imágenes discursivas sobre las cuales se
sistema de favores y recompensas políticas es naturaliza las visiones inequitativas de los
uno de los dilemas que confrontan los dirigentes. residente de El Alto. Estos comentarios racistas
Mientras los dirigentes y ex-dirigentes tienen un gran impacto, ya que los alteños
apuntan a los partidos políticos como la fuente asumen e internalizan el papel impuesto desde
de la corrupción, otras personas también men- afuera y establecen fronteras ficticias entre
cionan los intereses personales de los dirigentes. “nosotros” y “ellos”, que limitan las capacidades
Los siguientes testimonios resaltan este contraste: de establecer procesos contructivos y delibera-
“Hoy por hoy, hasta los dirigentes son tivos (Sen, 1992). Otros testimonios resaltaban
comprados, son vendidos a partidos políti- la humillación en la que viven los alteños
cos...eso siempre ha dañado” (PU, junio 2001). diariamente, no sólo por ser pobres sino tam-
“En la actualidad estamos siendo mane- bién por sus raíces indígenas (Joshi y Moore,
jados nomás en base a los intereses personales 2000). Esto nos lleva a una pregunta: ¿en qué
de los dirigentes” (EE, julio 2001). forma afecta la discriminación y el racismo a
Un elemento en común de estos dos las formas de hacer (o no) política? Un sistema
testimonios es que ambos expresan un alto que aspira a mejorar los valores democráticos
nivel de frustración: acciones, deseos y visiones depende de la capacidad de los diferentes
están condicionados por el libre mercado po- actores sociales y políticos (mujeres y hombres)
lítico. La percepción de la actividad política es de sentarse en una mesa y debatir el futuro de
que su propósito no es mejorar la situación la comunidad. Como menciona Young (1990)
colectiva, sino reproducir un sistema de inequi- el debate debe ir más allá de la distribución
dad económica, y de acceso a la toma de de bienes materiales (Rawls, 1971), y llegar a
decisiones y poder. Este agotamiento y frustra- ser un debate sobre la justicia, lo que significa
ción de las instancias políticas se manifiesta enfrentar la historia de opresión y discrimina-
en que más y más los alteños están tomando ción.
la construcción de su bienestar en sus propias Los cambios en las dinámicas políticas
manos (en el sentido estrecho e individual de han estado influidos por las prioridades sociales
la palabra). En este sentido, los partidos polí- coyunturales. Todo era más fácil cuando existía
ticos satisfacen el funcionamiento de una de- un opresor claramente definido (las dictaduras
mocracia representativa liberal, pero no satis- militares) y había un objetivo claro (la demo-
facen su papel de articulador social (Mouffe, cracia). Pero una vez logrado este objetivo y
1996). El deseo de “unidad política” lleva los desatada la crisis económica, se perdió el
partidos políticos a suprimir diferencias, a horizonte que articulaba la colectividad. La
excluir voces disidentes, y resulta en el aisla- crisis y los subsecuentes programas de rees-
miento político de los grupos marginales tructuración fragmentaron los puntos de articu-
(Young, 1990: 118). lación social.

15
“Ahora es más pasivo el accionar y creo escuchado. Según fue expresado en varios
que de todos los ciudadanos, porque ve usted testimonios, la protesta, la marcha, el bloqueo
que ésta es una democracia ficticia”. (CDM, son las únicas alternativas que los alteños
febrero 1999). tienen en su poder para manifestarle a las
De acuerdo a este testimonio, el resultado entidades gubernamentales que quieren una
de la lucha contra las dictaduras ha sido una ciudad diferente. Son intentos de forzar que
“democracia ficticia” donde la gente tiene sean incluidos en los procesos de concertación
acceso a un sistema electoral, pero su capacidad y de trascender las estructuras políticas esta-
de participar activamente está limitada por la blecidas. La falta de canales por donde el
discriminación social y la inequidad económica. malestar pueda ser expresado en una forma
Como se expresa en el siguiente testimonio, productiva, o la falta de credibilidad y efecti-
los alteños sienten el colapso del debate ideo- vidad de los canales existentes, es una de las
lógico de la guerra fría y están en busca de razones por las cuales cada vez más la sociedad
nuevas alternativas que les permitan construir civil se ve forzada a hacer “política en las
un horizonte y satisfacer sus necesidades diarias: calles”. Cuando las entidades de base adoptan
“Ya no hay derecha, ya no hay izquierda, la estrategia de los sindicatos mineros de la
ya no hay nada; entonces no hay una propuesta protesta sectorial, sus movilizaciones no logran
clara de cambio por ningún partido y la gente articular el mismo grado de colectividad y
también se siente frustrada, más que todo la cohesión. En El Alto esto es evidente cuando
crisis se ahonda mucho, la pelea ya es más los choferes salen a las calles con demandas
individual de sobrevivencia” (CDM, febrero 1999). especificas. Esto lleva a que los que no son
Desde la perspectiva de los alteños, existe parte de la manifestación digan: “siempre nos
una fractura entre las instituciones políticas y perjudican”. Este fraccionalismo y “especifismo”
las bases. La base normativa del hacer política en las movilizaciones de El Alto, y en el ámbito
es vista como la búsqueda de formas de bene- nacional, hacen que sean fácilmente cooptadas
ficio privado. En este sentido, se puede hablar por intereses gubernamentales. Como se plan-
de la privatización de las esferas políticas en tea en los siguientes testimonios, la falta de
El Alto. La búsqueda de alternativas que tengan espacios donde los residentes pueden expresar
un impacto colectivo positivo está siendo sa- y discutir formas de construir conjuntamente
boteada por la institucionalización de la lógica una mejor ciudad es una de las principales
del mercado. ¿Qué significa esto? Significa razones para la movilización.
que los “mecanismos” sociales sobre los cuales
actores y sujetos definen sus actitudes políticas, “La gente ha visto que estas acciones que
están condicionados por su papel en el merca- se toman, ya sean marchas, huelgas, son el mejor
do. En otras palabras, la situación económica instrumento o la mejor arma para poder enfrentar
y laboral de los alteños crea un gran obstáculo y lograr sus demandas” (EM, junio 2001).
en las formas en que éstos hacen política. Este “Plantear [nuestras necesidades], si de
será el tema del siguiente acápite. alguna manera, si es que no nos atienden,
bueno, vamos a tener que salir a las calles...
HACER POLÍTICA EN EL ALTO: “EL QUE NO no porque queremos, sino es porque los go-
GRITA NO SE HACE ESCUCHAR” biernos no nos escuchan” (PU, junio 2001).
La protesta es un reflejo de la frustración, del ¿Por qué la necesidad de ser escuchados?
sentimiento de impotencia, del querer ser ¿Cómo la multitud de actores/sujetos políticos

16
puede ser escuchada dado que no existe un “Reclamamos y la Alcaldía no nos escu-
elemento articulador que exprese las demandas chó, pues. Hemos tenido que llegar a quemar
colectivas? La erosión de la institucionalidad una parte de la Alcaldía... Porque es así que
ha sido acompañada por la fractura de la so- únicamente nos podemos hacer escuchar” (PU,
ciedad civil. Esto también refleja los vestigios junio 2001).
de una relación vertical y paternalista que Además de hacerse escuchar, las movili-
existía entre el Estado y la sociedad civil, por zaciones expresan el deseo de ser respetado,
la cual la atención de los reclamos dependía de ser visto como una persona.
de la benevolencia del Estado. Los debates “Lo que es lindo, aquí en la ciudad de
sobre los derechos a una vida digna, sobre las El Alto, es que estamos bien organizados, a
raíces de las relaciones históricas de poder y todo nivel. Ahora, creemos que todos hablamos
la justicia social todavía no habían sido tomados ese criterio, ese lenguaje, de decir que basta
con seriedad a nivel institucional. de utilizar a esta ciudad...sino, ya es hora de
Estas protestas también pueden ser vistas que los alteños nos hagamos respetar. Es hora
como un “lobbying” popular, para hacerle ver de que si un pan viene a El Alto, que llegue
a las instancias gubernamentales que sus inte- a El Alto ese pan, y que los alteños tienen
reses también tienen que ser considerados. derecho a decidir” (PU, junio 2001).
Este “lobbying” popular ejerce presión para Estas justificaciones —el deseo a ser
que Estado desista de tomar una acción o escuchado y la necesidad a ser respetado—
demanda alguna acción específica. Por ejemplo, son consistentes con la auto-percepción de
las acciones de los choferes en julio 2001 invisibilidad. Entonces estas movilizaciones
demandaban que se arreglen las carreteras y son un esfuerzo de hacer visible lo invisible,
se conceda un terreno para la sede del sindicato. de hacerse reconocer por la sociedad, de ser
Otra de estas acciones fue la movilización de ciudadanos con todos los derechos y respon-
las juntas vecinales (junto a la alcaldía), que sabilidades, y de tener una vida mejor (Sander-
expresaba el repudio popular a la descentrali- cock, 1998).
zación educativa. Este último hecho también “...también es ir a pelear con cartelitos,
marca una nueva pauta en el funcionamiento es también conociendo la ley, conociendo la
de las protestas populares o del hacer política ley, que tenemos, como decían ustedes, como
en las calles. La participación de la alcaldía en ciudadanos tenemos ciertos derechos, tenemos
varias marchas, particularmente en La Paz, nuestros derechos y tenemos nuestras respon-
representa un nuevo papel para los gobiernos sabilidades y como ciudadano en El Alto y
locales. Desde la óptica de la alcaldía, hacer como ciudadano en esta zona tenemos el de-
política en las calles es resucitar el populismo recho al agua, el agua no es un lujo, es una
que murió con Palenque. Y refleja el reconoci- necesidad, alcantarillado, igual, luz igual, son
miento del poder popular y la constante nece- derechos que tenemos como ciudadanos de El
sidad de encontrar legitimidad política frente Alto, no venimos a pedirle migajas, venimos a
a una situación de inseguridad y frustración pedirle, a demandarle lo que nos corresponde
social. como ciudadanos” (Grupo focal, mayo 1999).
Por otro lado, la violencia que se ha La necesidad de hacer política en las
suscitado en alguna de estas marchas refuerza calles va mas allá al inmediatismo o la coyun-
la noción de que sólo por este medio se logra tura: refleja una demanda de reconocimiento
algo. y de espacios de deliberación. Pero no se trata

17
de un reconocimiento populista, sino de un un deseo de establecer un espacio de debate.
reconocimiento en el que los diferentes acto- Este deseo permite reconocer la importancia
res/sujetos se sientan en la mesa como iguales de que las voces populares sean reconocidas.
a tomar decisiones sobre un futuro en común. Esa tensión entre el deseo de ser escuchado
y ser reconocido, y las estructuras que recono-
EL FUTURO DE EL ALTO: “LA POLÍTICA ES cen y escuchan caracteriza la cultura política
RECONOCIMIENTO” en El Alto o cómo los alteños ven y hacen
¿Qué futuro es posible cuando ni los política. Dentro de esta tensión, como se ex-
partidos, ni los dirigentes de organizaciones presa en el siguiente testimonio, también se
cívicas y populares, ni las ONG cuentan con reconoce la necesidad de información y trans-
la credibilidad del pueblo? ¿Qué futuro se parencia en los procesos de toma de decisiones.
puede construir allí donde la única forma en “La gente necesita información. No se
la que las bases pueden construir un porvenir tiene información. Aquí se deciden muchas
es a través del aprovechamiento de la coyuntura cosas, y nosotros ¡no sabemos! Algunas de las
política? Dadas las limitaciones estructurales cosas que a mí me parecen interesantes es
(económicas y políticas) y los obstáculos so- fortalecer las organizaciones que existen...”
ciales (la discriminación, por ejemplo) sobre (EE, julio 2001).
los cuales los alteños tienen que enfrentar su La necesidad de información es reforzada
construcción del futuro, hay importantes pers- en el siguiente testimonio, pero con una fina-
pectivas en el proceso de organizar espacios lidad un poco diferente:
de deliberación. Parte de un proceso de deli- “Entonces yo creo que podría indicarlo,
beración no sólo depende de cómo los diferen- no se necesita una campaña, se necesita una
tes actores discuten las visiones de un futuro especie de información... se podría decir, tal
común, sino también de cómo éstos definen vez por los medios de comunicación... o algo
lo que es necesario para poder participar en por ahí, ¿no? Para que el alteño pueda real-
dicho proceso (Calderón, 1999). mente despertar y decidir sobre su propia
Uno de los mensajes que es repetido en ciudad” (EM, junio 2001).
diferentes formas es que “la política es Los testimonios coinciden en la necesidad
reconocimiento”. Este sentimiento de la nece- de información, pero mientras uno enfatiza en
sidad de reconocimiento es manifestado en el el fortalecimiento de las organizaciones, otro
siguiente testimonio: habla de la información como medio de movi-
“Si hay debate, no hay la voz. No hay lizar a la sociedad civil. Esto es crítico, ya que
una prensa que es del pueblo. ¿Cómo vas a cualquier esfuerzo para “mejorar” las capacida-
reflejar una posición en tu debate a la opinión des políticas en El Alto no sólo debe enfocarse
pública? Quienes son de los medios responden en la sociedad civil o las instituciones políticas.
a los intereses económicos y al modelo preci- No sólo se necesita fortalecer a estos actores
samente. Estamos viviendo una época de so- y sujetos políticos, sino también fortalecer los
brevivencia. Yo una vez escuché a alguien mecanismos (formales e informales) que los
decir: si alguien quiere hablar, la verdad no unen. El acceso a más información, por sí
tiene espacio. Porque si quieres hablar algo mismo, no mejorará las capacidades políticas
tienes que comprar el espacio para las palabras” de los alteños a menos que esté acompañado
(EE, julio 2001). por medidas que ayuden a mejorías en cómo
Aunque el testimonio tiene un tono de la información es utilizada. Esta necesidad de
frustración (“no hay la voz”), también expresa mayor y mejor distribución de la información

18
traduce un deseo de participación en la política ticos y establecer nuevos procesos de hacer
o al menos una demanda para darle una mayor política son vistos como la clave para el futuro.
transparencia a los procesos de toma de deci- “Yo creo que el espacio de los debates de
siones. Para llegar a esto se necesita... las reflexiones, tendría que partir también de
“Educar a los dirigentes, darles autoestima, crear más conciencia, crear nuevos líderes jóve-
darles superación, ¿no?, la cuestión de la capa- nes. Creo que es un tema importante. Crear
cidad política. Yo creo que los dirigentes sim- actores políticos que respondan a los intereses
plemente tienen que tener la capacidad de plan- y que sean de El Alto” (EE, julio 2001).
tear soluciones verdaderas que puedan facilitar, Mientras que el anterior testimonio está
que puedan ser posibles. Al final, los alteños en acuerdo con la importancia de promocionar
también tenemos que aprender a decir, no nos a líderes jóvenes, también señala otro elemento
cae, puedo decirlo, pero también para mejorarnos importante: “crear conciencia”. Esto podría
las condiciones de vida, concretamente lo que tomarse como postulación ideológica, pero en
es desarrollo humano” (JS, junio 2001). el contexto de fomentar políticas de deliberación
Esta visión del futuro de El Alto surge a contiene un alto nivel de pragmatismo. En este
partir del deseo a tener más control sobre el sentido, el crear conciencia es una invitación
proceso de desarrollo y de los procesos políti- al diálogo, a la deliberación, a la política de
cos. Una pregunta que surge es ¿hasta qué reconocimiento.
nivel se puede hablar de autonomía dado el “Si podrá haber un futuro, pero tendrá
alto grado de interdependencia económica y que haber nuevos protagonistas... tendremos
política a nivel global? El tener suficiente capital que extirpar la plaga que existe... que nos
humano para formular políticas locales y nego- gobiernan de diferentes partidos... nos tendre-
ciar activamente políticas regionales es visto mos que gobernar los verdaderos alteños, para
como imperativo para El Alto. de esta manera conquistar lo que El Alto en
“Tenemos que tener la capacidad de verdad necesita” (PU, junio 2001).
negociar, de plantear... decir, esto es lo que En resumen, los alteños tienen visiones
creemos que es la solución. O sea, tiene que sobre lo que es necesario para el futuro de su
haber capacitación profunda de los dirigentes, ciudad. Además de expresar las necesidades
no solamente de los dirigentes, sino de la de mejor infraestructura y fuentes de trabajo,
sociedad civil, cualquiera puede ser también se vio que la mejora de las capacidades políticas
dirigente, por prestigio social, si existe socie- es una ruta a seguir. La necesidad de mejorar
dad....” (JS, junio 2001). las capacidades se concentra en los procesos
La “capacidad de negociar... de plantear” de toma de decisión, en la formación de espa-
y decidir son elementos fundamentales en el cios de deliberación permanentes, en la capa-
establecimiento de programas de deliberación. citación de actores y sujetos políticos. Obvia-
Esto indica cómo, además de una política de mente, un gran obstáculo para mejorar estas
reconocimiento y espacio de mutuo respeto, capacidades políticas son las precarias formas
se requiere un capital humano con la capacidad de empleo y la profunda pobreza que crea
de participar activamente. necesidades materiales coyunturales y cinismo
En los testimonios se reconoce que la respecto a los espacios políticos existentes. En
capacidad política es un proceso y no necesa- la siguiente sección se presentarán algunas
riamente un producto. La formación de líderes reflexiones sobre el significado de estas visiones
jóvenes que podrían revertir los resabios polí- y sus respectivas limitaciones.

19
CONCLUSIONES:
HACIA UN DESARROLLO MÁS HUMANO: FORMACIÓN
DE POLÍTICAS A PARTIR DE LAS ORGANIZACIONES
Y DINÁMICAS ECONÓMICAS EN EL ALTO

En esta sección se presentarán las prin- por los beneficios materiales que se pueden
cipales conclusiones del estudio y se discutirán obtener en el corto plazo.
algunas de las implicaciones con el propósito • Las entidades políticas de base cuentan con
de que sirvan como insumo para el diálogo y una mayor representatividad y apoyo popu-
la reflexión entre los múltiples actores e insti- lar, pero la precaria situación económica de
tuciones de El Alto y la región. sus miembros tiende a hacerlos participar
Antes de entrar en temas para la reflexión en las estructuras desde una posición de
y diálogo, los próximos puntos resumen las desventaja respecto a los partidos políticos.
principales conclusiones: Estas dos condiciones tienden a limitar las
• El Alto se ha formado y definido a partir de posibilidades de estas entidades a organizar
las olas migratorias de los años ochenta, de alternativas a mediano y largo plazo.
la conformación de identidades provenientes • La frustración y marginalización de grupos
de memorias históricas e ideales sobre la de base impulsan a éstos a ver las manifes-
modernidad, y de la precariedad laboral. taciones, bloqueos y huelgas como el único
Estas diferentes capas son reflejadas en las espacio para acción política.
formas de ver y hacer política. • Las estructuras y espacios políticos en El
• Desde la óptica del Estado, la promoción Alto son fluidos, en constante proceso de
del sector informal (microempresa) como formación y fragmentación. Mientras que el
estrategia de desarrollo económico local ha acceso a los espacios políticos de poder es
tenido un impacto en las formas de ver y controlado, en gran medida, por los partidos
hacer política, ya que ha engendrado una políticos, éstos no necesariamente represen-
noción de bienestar individual, o un libre tan un nexo directo con los alteños o sus
mercado político que ha creado alianzas problemas. Este nexo está mediado por las
temporales con objetivos coyunturales. entidades políticas de base con las que los
• Los partidos políticos cuentan con poca alteños se identifican, ya que en términos
credibilidad ya que son vistos como oportu- relativos cuentan con mayor representativi-
nistas y sólo establecen diálogo en época dad que los partidos políticos. Este es uno
de campaña electoral o cuando se requiere de los principales puntos de tensión en la
apoyo político. Esto se ha traducido en una vida política de El Alto. Mientras los partidos
visión inmediatista de la actividad política. políticos son el pilar de la democracia liberal,
En otras palabras, la participación o el apoyo ya que cuentan con poder dentro de las
a alguna entidad política está condicionada instituciones oficiales y con acceso a recursos

20
económicos, las entidades políticas de base La incertidumbre combinada con la falta de
cuentan con apoyo popular y por tanto con credibilidad en las instituciones políticas
representatividad. En el proceso de respon- crea serios vacíos a la hora de promover
der a las demandas y necesidades de sus políticas hacia el desarrollo humano.
constituyentes, estas entidades están abiertas En las restantes páginas de este documento
a la manipulación externa, lo que compro- se discutirán algunos asuntos en el ámbito
mete los intereses de los alteños y empaña político/institucional en El Alto. Estas dis-
la vida política con constantes acusaciones cusiones servirían como insumos para futuros
de corrupción. debates sobre alternativas en la creación de
Decir que los problemas de las capacidades espacios para la deliberación y formación
políticas simplemente son traducidos a un de capacidades políticas en lo que concierne
problema de corrupción sería negar la pro- a:
fundidad y complejidad de la vida política • El Alto como espacio local y regional
y económica en El Alto. Aunque no se puede • Credibilidad institucional y apoyo a los
negar que la corrupción es un serio proble- marginados
ma, la misma es una manifestación de cómo • Reconocimiento e invisibilidad
la precariedad económica y laboral se en- • Precariedad laboral y capacidades políticas
trelazan con las formas de hacer política. Uno de los horizontes principales hacia
Irónicamente, mientras los alteños se quejan donde se dirigen estas reflexiones es como
de la alta corrupción, otros estan dispuestos establecer pautas para procesos políticos más
a vivir con esto. Como comentó una comer- democráticos en donde los grupos marginados
ciante de El Alto: “A mí no me importa que participan en una forma mas activa (como están
[los políticos] roben, siempre y cuando reclamando) y constructiva.
presenten obras” (LC, abril 1999). El enfoque
en los resultados por encima de procesos EL ALTO: AUTONOMÍA LOCAL Y PAPEL RE-
refleja la precaria situación en la que viven GIONAL
muchos alteños, la falta de credibilidad en Un mejoramiento de las capacidades po-
los procesos políticos para resolver esta líticas no puede ignorar los lazos que unen a
situación, y muestra cómo ambas percepcio- El Alto con la ciudad de La Paz y las zonas
nes influyen en la forma de mirar al futuro: rurales, pero tampoco puede pensar en subor-
“El porvenir hoy en día no existe, el porvenir dinar las zonas marginales, como El Alto, sólo
material, el porvenir de la obtención de con la meta de generar una visión regional.
medios de vida es débil, y cuando uno no Escobar (2001) describe la necesidad de auto-
tiene porvenir a veces no quiere pelear. Las nomía como una estrategia de localización
personas pelean cuando creen que hay un frente a la erosión de los poderes locales y la
porvenir por el cual vale la pena apostar y continua marginalización económica y política.
arriesgarse; cuando no hay eso surge gente Un efecto de los procesos económicos y sociales
de mentalidad cultural endeble, amorfa, vividos en Bolivia a partir de los programas de
gelatinosa. (...) ocurre un debilitamiento de reestructuración ha sido la fragmentación de
la demanda social y entonces comienza a los principales actores políticos y la individua-
adquirir una mayor importancia la lucha por lización del bienestar (Foro Urbano, 2001).
condiciones de vida, agua, tierra, electrici- En este sentido no es sorprendente que uno
dad, saneamiento” (Foro Urbano, 2001: 4). de los deseos expresados en los testimonios

21
fuera tener más “control” sobre el destino de nomía, no sólo en términos burocráticos, sino
la ciudad de El Alto. La posición estratégica en las formas de organización y distribución
de El Alto en la articulación de flujos económi- de las riquezas. Se requiere procesos que
cos y sociales entre una visión rural y una permitan a los actores construir sistemas demo-
urbana, ofrece la oportunidad de ver a El Alto cráticos y participativos desde sus visiones y
simultáneamente como localidad y como región. necesidades. En otras palabras, se requiere que
Esto nos lleva a la pregunta ¿cómo se puede un sistema sea construido por los actores en
promover capacidades políticas que simultá- vez de que se imponga en éstos un sistema.
neamente respondan a una noción de autonomía Para realizar esto, es necesario invertir en la
local, mientras se promueven estrategias de sociedad civil, particularmente en la busca de
cooperación y solidaridad a nivel regional? formas de promover, validar y legitimizar la
Los testimonios indican interés en la creación de conocimientos y procesos locales.11
localidad y deseo de autonomía. Este deseo de Esto no sólo ayudará a fortalecer el papel
autonomía tiene que ser contextualizado en político de la sociedad civil, sino que también
los procesos de descentralización y contrastado ayudará las instituciones gubernamentales a
con el papel regional de El Alto. Los programas recuperar su credibilidad.
de descentralización administrativa intentan
localizar los procesos de toma de decisiones EL RETO A LA CREDIBILIDAD INSTITUCIONAL
y proveer cierto grado de autonomía a los Uno de los problemas transversales que
gobiernos locales. Una de las críticas a este resalta del análisis de las instituciones y capa-
proceso ha sido que en la práctica la autonomía cidades políticas en El Alto ha sido la baja
se ha limitado a las instituciones políticas y no credibilidad en los procesos políticos. La falta
ha llegado a la sociedad civil. Además, el nivel de credibilidad en las instituciones locales y
de autonomía de los gobiernos locales sigue la precariedad de la vida han llevado a la
condicionado, aunque en menor nivel, por el población a desconfiar de agentes políticos y
gobierno central. El deseo de autonomía es a construir alianzas a partir de potenciales
expresado en la necesidad de “control”, es beneficios coyunturales. Los testimonios expre-
decir, en que los alteños puedan decidir el san cómo la falta de canales para presentar
futuro de su ciudad a partir de sus tradiciones, propuestas que tengan credibilidad han sido
sus visiones, sus necesidades. A esto se refiere una de las principales razones por las cuales
Sen (1999) al hablar de la “libertad” como meta los alteños y alteñas buscan formas alternativas
principal de las políticas de desarrollo huma- de hacer política. Expresiones como “se necesita
no. 10 plata para hacer política” indican la erosión de
La situación de El Alto es aún más com- un sistema político que no está abierto a todos
plicada ya que El Alto es, en cierta forma, una por igual. En fin, refleja una privatización de
localidad autónoma (en el sentido político- la democracia. 12
institucional) y una región (en el sentido de Se requieren esfuerzos concertados por
su relación con La Paz y las zonas rurales). las instituciones políticas para integrar de una
Mientras los diferentes actores en la región no manera seria a los grupos marginados en la
sientan que tienen cierta autonomía en su vida política de El Alto. Esto no sólo implica
localidad para decidir el futuro, pensar en crear nuevos espacios o expandir oportunida-
capacidades políticas regionales es prematuro. des, sino también requiere que los grupos en
Los primeros pasos deben apostar por la auto- el poder reconozcan y cedan ciertos privilegios

22
a favor de los grupos marginados (Smith, 1998). formal de poder político, sino que tiene y
En otras palabras, no sólo se requiere la ejerce el poder” (Esteva, 2001: 125).
conformación de entidades políticas de base, Partiendo de la premisa de que la pobreza
sino que éstas tengan la capacidad política y es un asunto altamente político, que no se
financiera de implementar estrategias locales puede atender sólo con soluciones tecnocráticas,
sin que tengan que pasar por las estructuras se hace necesaria la formación de capacidades
controladas por los partidos políticos. Por tanto, políticas locales para enfrentar la multiplicidad
se necesitan estrategias para que el poder y complejidad de los problemas de El Alto. La
institucional formal responda de una forma creación de capacidades políticas tiene que ir
más efectiva a las demandas y necesidades de más allá de la formación de líderes diestros en
las entidades políticas de base. Paralelamente, el arte de la política y la burocracia de las
se requiere un sistema de constante evaluación instituciones. El propósito no sólo debe ser
del trabajo de los dirigentes y líderes políticos. fortalecer a las instituciones de la democracia
Esto no es fácil ni simple, pero sí necesario. (como fin), sino también fortalecer constante-
Mientras los grupos marginados (por clase, mente la democracia como proceso político y
etnia o raza, o género) continúen viendo que social. En este sentido, la creación de estas
hay ciertos grupos que cuentan con privilegios capacidades no solo permitirá formar institu-
en los procesos políticos —y que estos privile- ciones más eficientes y efectivas, sino conformar
gios se dan a costa de los intereses de los una sociedad civil reflexiva con capacidad de
marginados— no habrá credibilidad ni en las definir, debatir e informarse sobre los diferentes
instituciones, ni en los procesos. Esto en el temas locales, y de líderes que tengan a su
fondo refleja una crisis de legitimidad de las disposición las herramientas necesarias para
instituciones políticas, que a su vez limita las obtener información e interpretarla.
existentes capacidades políticas (Arbona, 2001). Dentro del arduo y necesario trabajo de
El reto para mejorar la credibilidad de restaurar la confianza y la credibilidad en las
las instituciones y los procesos políticos implica instituciones y sistema político en general, es
mejorar las capacidades políticas de los grupos imperativo establecer campañas activas y acti-
marginados. Pero la credibilidad de las institu- vidades concretas que promuevan las capaci-
ciones continuará siendo débil a menos que dades políticas. Esta labor requiere de un
vengan cambios en las formas en que los pro- acuerdo entre multiplicidad de actores y sujetos
cesos políticos integran a los diferentes actores. políticos. Un acuerdo o contrato social nacional
Mejorar capacidades políticas de los más mar- que establecerá las pautas para establecer un
ginados debe convertirse en la prioridad, no frente común para el desarrollo humano. Se
sólo de las instituciones gubernamentales, sino requiere este proceso de concertación para
también de la comunidad internacional. Enfa- llegar a un contrato social. En el contexto
tizar estas capacidades asegurará que los es- nacional esto conlleva a una profunda discusión
fuerzos se concentren en grupos y organizacio- sobre las “historias invisibles” que han servido
nes de base y que la democracia no sea vista de zócalo de la construcción de Bolivia.
como algo que ocurre sólo en tiempos de
elecciones, sino como algo que surge de las APRENDIENDO “HISTORIAS INVISIBLES” PARA
actividades diarias. 13 Lo que se busca es LA PROMOCIÓN DEL DESARROLLO HUMANO
“construir una forma de sociedad y gobierno Una de las claves para el establecimiento
en el que el pueblo no es simplemente la fuente de un contrato social nacional es la búsqueda

23
de una mejor comprensión de cómo lo material invisibles —cuando entendamos mejor las im-
y lo simbólico se expresan en las estrategias plicaciones de nuestras acciones en unión con
o acciones de los actores y sujetos políticos. las acciones del otro y las maneras de verlos
Esto implica aprender sobre las maneras (y los y vernos— que mejores procesos de delibera-
momentos) en los cuales los individuos y las ción se podrán imaginar y ser construidos. Esto
comunidades enfrentan situaciones de impo- hace eco de varios de los testimonios que
tencia y establecen acciones cooperativas. expresaban la necesidad de “reconocimiento”
Nussbaum (1997) nos desafía a “cultivar y cómo la falta de éste refuerza la distancia
en nosotros una capacidad para la imaginación entre la sociedad civil y las instituciones y
solidaria que nos habilitará a comprender los procesos políticos.
motivos y las decisiones de gente diferente a El Informe Boliviano de Desarrollo Hu-
nosotros, viéndolos no como extranjeros o mano del 2000 argumenta la necesidad de
extraños, sino como personas que comparten institucionalizar procesos de deliberación como
muchos problemas y posibilidades con nosotros” la clave para el futuro del país (PNUD-Bolivia,
(Nussbaum, 1997: 85). El reconocimiento de 2000). Según el Informe, los procesos de deli-
esas personas y comunidades (particularmente beración son los tipos de prácticas entre dife-
de los que están estructuralmente en una posi- rentes actores que crean los espacios para
ción marginada debido a su clase social, raza, compartir ideas y esperanzas, “que despiertan
etnicidad, género, etc.) que luchan constante- su confianza y compromiso, cuyo resultado
mente es un pequeño —aunque importante— son los acuerdos para avanzar de forma con-
primer paso. En esta lucha, ellos/as establecen certada en la agenda de desarrollo humano”
estrategias y alianzas con otros, que pueden o (PNUD Bolivia, 2000: 145). El reto es incorporar
no compartir su situación, que pueden o no al pueblo en procesos políticos que trasciendan
valorar cosas similares; en los que pueden o a los partidos políticos, y surgen a partir de
no confiar. Necesitamos llevar el argumento las necesidades diarias. Sin embargo, la parti-
de Nussbaum un paso más allá y preguntarnos cipación política a menudo se reduce por la
sobre las implicaciones de “cultivar las imagi- limitación de tiempo, el temor a reducir las
naciones solidarias”. Smith sugiere la insufi- posibilidad de “obtener algo” de la política, o
ciencia de esta imaginación cuando se pregunta la falta de credibilidad en que sus acciones
si “los grupos en la ‘minoria’ serán meramente cambiarán la situación. En este sentido, la
añadidos [al plan o el programa], o [si] su pobreza simultáneamente estimula y limita la
inclusión conlleva una redefinición radical de participación y la lucha política.
la identidad de la ‘mayoría” (Smith, 1998: 102). Si la meta es de erradicar la pobreza, la
Este es un elemento crítico en la construcción desigualdad y la discriminación, la necesidad
de un contrato social nacional. No es suficiente de concertar un contrato social es esencial.
realizar foros abiertos donde los pobres y Para alcanzar esto no es suficiente pensar en
marginados pueden expresar sus problemas y mejores estrategias, instituir mejores leyes,
visiones. Necesitamos pensar que las necesida- eliminar instituciones, o tener mejores normas
des de investigación y acción para el desarrollo económicas. Concuerdo con de Soto (2001),
tienen que surgir de las necesidades y aspira- PNUD-Bolivia (2000), y otros, con que la clave
ciones de los pobres y marginados. para una estrategia exitosa debe surgir de las
No será hasta que formulemos mejores vivencias y las aspiraciones de los marginados
formas de aprender de las acciones e historias sociales y económicos. 14 La pregunta para

24
profesionales e instituciones es cómo desarrollar intenta promover capacidades políticas requiere
estrategias con los parámetros, las normas que la población cuente con formas de satisfacer
culturales y las memorias históricas actuales. sus necesidades y realizar la vida que desea
(Foro Urbano, 2001; Sen, 1999).
PRECARIEDAD LABORAL Y CAP ACIDADES El debate sobre el futuro de El Alto debe
POLÍTICAS ir más allá de la pregunta de si políticas eco-
Un alteño (o inmigrante) en la Ceja, en nómicas deben preceder a la promoción de las
Villa Nuevo Pacajes, en Ballivián II, o en Ciudad capacidades políticas. Al fin y al cabo, la
Satélite podría comentar: ¿De qué vale organizar promoción de capacidades políticas es una
esfuerzos para promover capacidades políticas, forma de política económica. Por ejemplo, el
si el problema de la pobreza y la falta de mejoramiento de las capacidades políticas
buenos trabajos no es atendido efectivamente? conduce a una sociedad civil mejor preparada,
La íntima relación entre la situación económica no necesariamente para generar más riquezas,
y laboral en El Alto y cómo los alteños ven y pero sí para generar mejores estrategias para
hacen política, refleja una de las principales distribuirlas. Con esto en mente, el apoyo
limitaciones a la hora de promover capacidades debe estar dirigido a crear oportunidades para
políticas. Mientras existan serias dificultades que los residentes de El Alto puedan expandir
para asegurar las necesidades básicas y mientras sus capacidades políticas y establecer mejores
las fuentes de trabajo no provean una mínima estrategias que permitan una mejor distribución
seguridad social, la vida política en El Alto de la riqueza y un debate más deliberativo que
continuará enfrentando serias dificultades en nos permitan acercarnos a un desarrollo más
la construcción de una democracia más delibe- humano.
rativa. El Alto tiene muchos problemas. Además
La creencia en que “resolver” el problema de la necesidad de mejorar su infraestructura
de lo informal resultará en un ambiente más y sus servicios básicos y sus oportunidades
propicio para la promoción de capacidades económicas, es imperativo invertir en las insti-
políticas más deliberativas, es tentadora pero tuciones políticas y sociales de El Alto. La meta
limitada. El planteamiento tiende a reducir el de un desarrollo humano con dignidad, justicia,
tema de la informalidad a una situación legalista, y equidad requiere de una sociedad civil fuerte
y hace que el propósito sea “integrar” las e instituciones estables y con credibilidad. Estas
diferentes formas de producción y comerciali- metas demandan que hombres y mujeres cuen-
zación a una esfera legal (de Soto, 2001). La ten con herramientas para proponer, criticar,
propuesta en sí tiene méritos, pero se le está debatir asuntos específicos y formas de solu-
dando mucho peso, con poco escrutinio, y cionar problemas.
siguiendo la tendencia a formular una visión
más técnica de la actual situación social y POSDATA
política. Esto tampoco quiere decir que se En términos generales, las elecciones de
debería promover las actividades económicas julio 2002 representan un potencial cambio en
que están fuera de la esfera formal o legal, la formas de hacer política en Bolivia y reflejan
pero en el contexto de El Alto, los esfuerzos cómo los bolivianos están buscando alternativas
en el tema económico deberían enfatizar el a la hegemonía de los partidos “tradicionales”.
tema de reducir o eliminar la precariedad El MAS y el MIP, considerados partidos nuevos
laboral. En este sentido, cualquier acción que (fuera de la esfera de la política “tradicional”)

25
contaron con un número importante de votos, indica que la mayoría de los alteños sigue
lo que reconfigura “la cara” del parlamento apostando a las estructuras políticas tradicionales.
boliviano (Suárez, 2002). Esto podría interpre- Otro elemento interesante que surgió de
tarse como una búsqueda de alternativas polí- una entrevista con un líder sindical —y que
ticas y un deseo de elegir figuras políticas que debe ser estudiado a mayor profundidad— es
tengan algo en común con los votantes; o como la relación entre las principales entidades
un rechazo a décadas de políticas públicas y políticas de base y los resultados en las elec-
de políticos que no han traído beneficios tan- ciones. En esta entrevista el líder estableció
gibles para la mayoría de los bolivianos. Está la siguiente relación:
por verse si esta reconfiguración se traducirá
en cambios en las formas que se hace política COR ‡ MIR
en el país o en la reducción de la pobreza y Gremiales ‡ MAS y NFR
la discriminación. FEJUVE ‡ MIR
En la ciudad de El Alto, el MAS y el MIP FEDEPAF ‡ MIR
también tuvieron un fuerte apoyo electoral,
aunque la mayoría de los votos fueron para el Mientras que los gremiales, que aglutinan
MIR (22.9%), mientras que el MAS y el MIP a la gran masa laboral en el sector informal,
obtuvieron 16.2% y 16.4% respectivamente. 15 apoyaron en forma dividida al MAS y a NFR,
Por un lado, esto se puede ver como un fuerte las otras entidades políticas de base apoyaron
golpe a los partidos tradicionales, ya que el MIP al MIR. Al margen de si esto es exacto o no,
obtuvo la mayoría en la circunscripción con el hecho de que un líder sindical haya hecho
mayor población (16) y el MAS obtuvo el segun- esta correlación muestra cómo los partidos
do lugar en las dos circunscripciones con mayor políticos han establecido influencias abiertas
población (15 y 16). Por otro lado, aún se sobre las entidades políticas de base. Como se
puede ver cómo los partidos tradicionales re- indicó en este ensayo, cuando los intereses
presentan gran parte de la fuente de poder en políticos-partidarios toman preponderancia
El Alto. El MIR, MNR, y NFR obtuvieron 51,3 sobre los intereses locales o de los miembros,
por ciento del total de votos válidos, lo que se están debilitando las capacidades políticas.

26
BIBLIOGRAFÍA
Albó, Xavier, Godofredo Sandoval, Tomás Grea- (eds.) Women in Micro- and Small-Scale
ves. Enterprise Development. Boulder: CO:
1981 Chukiyawu: La Cara Aymara de La Paz. Westview Press. Pp. 86-100.
El Paso a la Ciudad. La Paz: CIPCA. Bobbio, Norberto
1982 Chukiyawu: La Cara Aymara de La Paz. 1990 Liberalism and Democracy. London:
Una Odisea: Buscar “Pega”. La Paz: Verso.
CIPCA. Presidencia de la República de Bolivia
Alvarez, Sonia, Arturo Escobar, Evelina Dagni- 1998 Plan General de Desarrollo Económico
no (eds.) y Social 1997-2001. La Paz: República
1998 Cultures of Politics - Politics of Cultures: de Bolivia.
Re-visioning Latin American Social Mo- Calderón, Fernando
vements. Boulder: Westview Press. 1984 Urbanización y Etnicidad: El Caso de
Arbona, Juan M. La Paz. Cochabamba: CERES.
2001 The Political Economy of Micro- 1999 Potenciar la Sociedad para Fortalecer
Enterprise Promotion Policies: Restruc- el Desarrollo: Una Perspectiva Crítica
turing and Income-Generating Activities del Desarrollo Humano desde la Expe-
in El Alto, Bolivia. Disertación Docto- riencia Latinoamericana. Cuadernos
ral. Cornell University, Ithaca, NY. Populares. La Paz: PNUD.
Arze, Carlos, Hugo Dorado, Huascar Eguino, Cox, Robert.
y Silvia Escobar. 1999 “Civil society at the tur n of the mille-
1994 Empleo y Salarios: El Círculo de la Po- num: prospects for an alternative world
breza. La Paz: CEDLA. order”. Review of International Studies.
Bello, Walden. Vol. 25, No. 1. Pp. 3-28.
2000 “De-Globalization” Economic Justice Dagnino, Evelina.
News - 50 Years is Enough. 1998 “Culture, Citizenship, and Democracy:
Benería, Lourdes. Changing Discourses and Practices of
2000 “Changing employment patter ns and the Latin American Left”. En E. Dagni-
the infor malization of jobs: is there a no S. Alvarez, A. Escobar (eds.) Cultures
role for state action?” Documento pre- of Politics - Politics of Cultur es: Re-
sentado en la conferencia ‘The State visioning Latin American Social Move-
Under Pressure’ - Norwegian Association ments. Boulder: Westview Press. Pp.
for Development Research. Bergen, 33-63.
Noruega. Escobar, Arturo.
Bhatt, Ela. 2001 “Cultur e sits in place: r eflections on
1995 “Women and Development Alternatives: globalism and subalter n strategies of
Micro- and Small-Scale Enterprise in localization”. Political Geography. No.
India”. En L. Dignard and J. Havet 21. Pp. 139-174.

27
Esteva, Gustavo for ming Cities: Contested Gover nance
2001 “The meaning and scope of te struggle and New Spatial Divisions. London:
for autonomy”. Latin American Perspec- Routledge. Pp. 19-27.
tive. Vol. 28, No. 2. Pp. 120-148. Holston, James
Forester, John. 1998 “Spaces of insurgent citizenship”. En L.
1996 “Beyond dialogue to transfor mative Sandercock (ed.) Making the Invisible
lear ning: how deliberative rituals en- Visible: A Multicultural Planning His-
courage political judgment in commu- tory. Berkeley: University of California
nity planning processes”. Poznan Stu- Press. Pp. 37-56.
dies in the Philosophy of the Sciences Hooks, Bell.
and the Humanities. No. 46. Pp. 295- 1994 Teaching to Transgress: Education as
333. the Practice of Freedom. London: Rout-
Foro Urbano de El Alto. ledge.
2001 “Nuevas Formas de Hacer Política y de Jessop, Bob
Gobernar”. El Alto. 1990 State Theory: Putting the Capitalist State
Gamboa, Franco. in its Place. University Park: The Pen-
2001 Itinerario de la Esperanza: Ensayos so- nsylvania State University Press.
bre Política, Sociedad, y Democracia 1997 “The entr epr eneurial city: Re-imaging
en Bolivia. La Paz: Muela del Diablo. localities, redesigning economic gover-
Garcia Canclini, Néstor. nance, or r estructuring capital?”. En
1995 Hybrid Cultures: Strategies for Entering N. Jewson & S. McGregor (ed.) Trans-
and Leaving Moder nity. Minneapolis: for ming Cities: Contested Gover nance
University of Minnesota Press. and New Spatial Divisions. London:
García Linera, Alvaro Routledge. Pp. 28-41.
1999 Reproletarización: Nueva Clase Obrera Joshi, Anuradha and Mick Moore
y Desarrollo del Capital Industrial en 2000 “Enabling environments: do anti-poverty
Bolivia (1952-1998). La Paz: Muela del pr ogrammes mobilise the poor?”. The
Diablo. Jour nal of Development Studies. Vol.
Garcia Linera, Alvaro, Raquel Gutierrez, Raúl 37, No. 1. Pp. 25-56.
Prada, Luis Tapia. Loayza, Natasha
2000 El Retorno de la Bolivia Plebeya. La Paz: 1997 El Trabajo de las Mujeres en el Mundo
Muela del Diablo. global: Mujer es Aymaras Urbanas en
González de la Rocha, Mercedes los Mercados de La Paz y El Alto. La
2001 “From resources of poverty to the po- Paz: Centro de Promoción de la Mujer
verty of resources? The erosion of the ‘Gregoria Apaza’.
survival model”. Latin American Pers- Marshall, T.H.
pective. Vol. 28, No. 4. Pp. 72-100. 1950 “Citizenship and social class”. Class,
Haq, Mahbub ul. Citizenship, and Social Development:
1995 Reflections on Human Development. Essays by T.H. Marshall. Chicago: Uni-
Oxford: Oxford University Press. versity of Chicago Press. Pp. 71-134.
Harvey, David McMichael, Philip
1997 “Social process and spatial form”. En 1996 “Globalization: Myths and Realities”. Ru-
N. Jewson & S. McGregor (ed.) Trans- ral Sociology. Vol. 61, No. 1. Pp. 25-55.

28
2000 “States and gover nance in the era of Rivera, Silvia.
‘globalization’”. In J. Dragsbaek y J. 1983 Oprimidos pero no Vencidos: Luchas del
Hersh (eds.) Globalization and Social C a m p e s i n a d o Ay m a r a y Q h e c h w a ,
Change. London: Routledge. Pp. 181- 1900-1980. La Paz: HISBOL-CSUTCB.
198. Rossell, Pablo.
Mouffe, Chantal. 1999a [Diagnóstico Socioeconómico de El Alto:
1996 “Radical democracy or liberal democra- Distritos 5 y 6. La Paz: CEDLA.
cy?”. En D Trend (ed.) Radical Demo- 1999b Identificación de Vocaciones Producti-
cracy: Identity, Citizenship, and the vas de El Alto: Distritos 5 y 6. La Paz:
State. London: Routledge. Pp. 19-26. CEDLA.
Nussbaum, Martha. Rossell, Pablo y Bruno Rojas.
1995 “Human capabilities, female human 2001 Competitividad, Acumulación y Empleo:
beings”. En M. Nussbaum and J. Glover Estudio de Caso en el Ramo de las Con-
(ed.) Women, Cultur e, and Develop- fecciones. La Paz: CEDLA.
ment: A Study in Human Capabilities. Sandercock, Leonie.
Oxford: Clarenson Press. 1998 “Framing insurgent historiographies”.
1997 Cultivating Humanity: A Classical De- En L. Sandercock (ed.) Making the In-
fense on Liberal Education. Cambridge: visible Visible: A Multicultural Planning
Harvard University Press. History. Berkeley: University of Califor-
2000 “ Wo m e n ’ s C a p a b i l i t i e s a n d S o c i a l nia Press. Pp. 1-33.
Justice”. Paper presented in Gender, Sandoval, Godofredo y M. Fernanda Sostres.
Justice, Development, and Rights: Subs- 1989 La Cuidad Prometida: Pobladores y Or-
tantiating Rights in a Disabling Environ- ganizaciones Sociales en El Alto. La
ment. Beijing +5 Review. Geneva. Paz: ILDIS.
Palan, Ronen and Jason Abbott Sassen, Saskia.
1999 State Strategies in the Global Political 1994 Cities in the World. Princeton: Prince-
Economy. London: Pinter. ton University Press.
Panich, Leo. Schild, Veronica
1996 “Rethinking the Role of the State”. En 1998 “Market Citizenship and the `New
J. Mittleman (ed.) Globalization: Critical Democracies’: The Ambiguous Legacies
Reflections. London: Lynne Rienner Pu- of Contemporary Chilean Women’s
blishers. Pp. 83-113. Movements”. Social Politics. Pp. 232-
Pérez-Sainz, Juan. 249. Summer.
1994 El Dilema del Nahual: Globalización, 2000 “Neo-liberalism’s New Gendered Market
Exclusión, y Trabajo en Centroamérica. Citizens: The `Civilizing’ Dimensions of
San José, C.R.: FLACSO. Social Programmes in Chile”. Citizenship
Polanyi, Karl Studies. Vol. 4, No. 3. Pp. 275-305.
1957 The Great Transformation: The Political Sen, Amartya
and Economic Origins of Our Time. 1990 “Gender and cooperative conflicts”. En
Boston: Beacon Press. I. Tinker (ed.) Persistent Inequalities:
PNUD-Bolivia. Wo m e n a n d Wo r l d D e v e l o p m e n t .
2000 Informe de Desarrollo Humano en Bo- Oxford: Oxford University Press. Pp.
livia. La Paz: PNUD. 123-149.

29
1992 Inequality Reexamined. Cambridg de Proyecto de la Representación Polí-
e:Harvard University Press. tica. La Paz: PNUD.
1999 Development as Fr eedom. New York: 2001 “El movimiento de la parte maldita”.
Anchor Books. En A. García, R. Gutiérrez, R. Prada, F.
1998 Smith, Anna Marie. Laclau and Mouffe: Quispe, y L. Tapia Tiempos de Rebelión.
The Radical Democratic Imaginary. La Paz: Muela del Diablo. pp. 215-242.
London: Routledge. Young, Iris Marion
Tapia, Luis 1990 Justice and the Politics of Difference.
2000 Condiciones, Problemas y Capacidad Princeton: Princeton University Press.

30
Anexos

Cuadro 1
Población de El Alto y La Paz

Crecimiento Crecimiento
Año El Alto La Paz
Anual (%) Anual (%)

1950 11,000 — 321,063 —


1960 30,000 6.3 363,000 1.2
1970 60,000 5.0 563,020 3.6
1976 95,434 6.2 635,283 1.9
1985 223,239 6.4 NBA —
1987 356,514 18.7 669,400 0.5 4
1992 405,492 2.4 713,378 1.2
2000 5 662,074 792,499

Fuente: Sandoval y Sostres, 1989: 63


INE, 1989: 53
INE, 1993: 74
INE, 2001
Rossell, 1999: 8

31
Cuadro 2
Empleo en El Alto

Tasa de
1989 1992 1995 Crecimiento
(1989-1995)

Total 98,658 153,571 220,872 123.88


Masculino 58,870 94,305 124,194 110.96
Femenino 39,788 59,266 96,678 142.98
Categoría Ocupacional
(% de incremento)
Obrero 11.8 24.4 15.2 188.38
Empleado 32.0 26.1 21.8 52.52
Empleador 0.6 4.1 6.0 2,138.76
Trabajo Familiar 3.1 5.7 16.9 1,120.49
Trabajador por Cuenta
Propia 49.9 37.5 38.7 73.63
Empleada Doméstica 2.7 2.1 1.4 16.08

Fuente: Rossell, 1999: 39-41

Cuadro 3
Mercado de trabajo en El Alto

Sectores del Mercado


1989 1992 1995
de Trabajo

TOTAL 98,658 153,571 220,872


FORMAL (%) 32.7 33.8 25.0
Público (%) 11.9 14.6 9.6
Privado(%) 20.8 19.2 15.4
INFORMAL(%) 64.6 64.0 73.5
Semi-empresarial (%) 10.7 20.0 16.8
Familiar (%) 53.9 44.1 56.8
DOMESTICO (%) 2.7 2.2 1.5

Fuente: Rossell, 1999: 27

32
NOTAS
1 Cabe mencionar que la dirección de la 9 Esto no es necesariamente nuevo, ya
COB estaba definida por los trabajadores mi- que también ocurría en la época colonial. Lo
neros, al costo de los intereses de los pueblos que distingue la actual situación es que esto
indígenas, comunidades campesinas, y la masa está ocurriendo dentro de un periodo donde
laboral informal de las ciudades. los principios democráticos han sido fundidos
2 Por entidades políticas de base me con valores de eficiencia y competitividad en
refiero a organizaciones que oficialmente no el mercado.
están suscritas al sistema de partidos políticos, 10 Cabe aclarar que para Sen el concepto
aunque en la práctica puede responder y/o de libertad es muy diferente al usado por el
apoyar a un color partidario. Entre las entidades presidente de EEUU, George Bush. Para Sen
que podrían ser incluidas está las Federación libertad significa la capacidad de satisfacer las
de Juntas de Vecinos (FEJUVE), los gremiales necesidades básicas y tener las herramientas
y demás sindicatos, los grupos de madres, la —en educación, alimentación, y salud— para
COR, etc. participar en el mercado sin hambre, sin mar-
3 Cabe añadir que también incorporaron ginalización, etc.
entrevistas de mi tesis doctoral, realizada entre 11 Uno de los puntos que fue enfatizado
octubre de 1998 y junio de 1999. por dirigentes sindicales y políticos, al igual
4 Representa el porcentaje de cambio que por grupos de base, y que está relacionado
anual entre 1976 y 1987. al tema de la credibilidad, es la necesidad de
5 Estimado. información y de capacitación de las nuevas
6 Podemos inferir esto de la reducción generaciones de actores políticos. La produc-
del número de trabajos en el sector “formal” ción de conocimientos y el uso de información
y la tendencia de las mujeres a concentrarse favorece a un grupo de personas y reproduce
en actividades económicas “informales” durante cierta marginalización social. Los que tienen
tiempos de crisis. (Loayza, 1997; Sánchez, 1999; acceso a información y tienen las posibilidades
Gonzáles de la Rocha, 2001). de interpretar esa información están en una
7 Esto no quiere decir que el Estado se posición mucho más favorable para acceder al
ha convertido en un actor irrelevante (Panich, p o d e r. E s t a r e l a c i ó n e n t r e i n f o r m a c i ó n -
1996). Desde la perspectiva de la economía conocimiento-poder es crítica a la hora de
global de mercado, el Estado es una importante mantener a los grupos de base fuera de los
e imprescindible facilitador del “libre” flujo de procesos de decisión y para reproducir la
bienes y servicios, además de ayudar a la desconfianza y falta de credibilidad en los
expansión del sector privado. procesos políticos, lo que es uno de los prin-
8 Me refiero a las medidas de reestructu- cipales obstáculos en la conformación de un
ración que limitaron el papel del Estado como contrato social.
agente en asuntos económicos nacionales (Palan 12 Esto no sólo en El Alto, ni sólo en
y Abbott, 1999; Gamboa, 2001). Bolivia. Se trata de un patrón generalizado que

33
se ha agudizado a partir de la implementación la importancia de centrar las estrategias en los
de programas de reestructuración. marginados a la hora de construir políticas
13 Esto no quiere decir que sólo se públicas, ambos llegan a este punto en común
necesita apoyar a las entidades políticas de desde diferentes perspectivas y fundamentos
base. Las instituciones gubernamentales tam- conceptuales.
bién requieren apoyo para que estén mejor 15 Estas cifras están basadas en los
preparadas en el fomento de las capacidades resultados por circunscripciones uninominales
políticas y para promover ideales de equidad (circunscripciones 13, 14, 15, 16). Información
económica y justicia social. obtenida en la página de Internet de la Corte
14 Cabe indicar que aunque de Soto Nacional Electoral (www.cne.org.bo).
(2001) y PNUD-Bolivia (2000) concuerdan en

34

You might also like