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Se conoce como tejido celular a la agrupación de células que comparten

ciertas características y que, actuando en conjunto y de forma coordinada,


desarrollan distintas funciones en el organismo. Esta definición de tejido se
emplea en la anatomía, la zoología y la botánica.
El tejido celular se compone de células que tienen una embriogénesis en
común. Dichas células se organizan para formar un tejido y desarrollar una
conducta fisiológica. Los animales (incluyendo al ser humano) y
las plantas vasculares son los únicos seres que cuentan con tejidos
celulares, aunque algunos expertos también incluyen en el conjunto a
las algas pardas.
Hay tejidos celulares formados por un único tipo de célula, mientras que
otros se componen por diferentes clases de células que se disponen de
manera organizada. Los animales más evolucionados albergan más de cien
tejidos celulares diferentes en el organismo.
En las plantas, pueden detectarse tejidos celulares como el secretor,
el conductor, el protector y el de sostén, entre otros. Cada uno desarrolla
diferentes tareas orgánicas.

En el cuerpo humano existen cuatro tipos de tejidos:

Tejidos epiteliales: a estos tejidos lo conforman células planas entre las que no
existe una presencia significativa de sustancia intercelular y ni fibras. Estos tejidos
cumplen las funciones de recepción sensorial, transporte, secreción, excreción,
protección y absorción.

Tejido conectivo: a diferencia del epitelial, en éste abunda la presencia de


sustancias intercelulares, entre ellas, elementos vasculares y nerviosos. El tejido
conectivo se encarga de las funciones mecánicas y compone las mucosas y piel, es
utilizado por los conductos excretores, vasos y nervios como vehículo. Algunas de
las funciones más importantes que realizan estos tejidos son almacenamiento,
transporte, defensa del organismo, cicatrización, también cumple funciones
mecánicas y facilita la salida de linfocitos y anticuerpos.

Tejido muscular: los componen células alargadas, cilíndricas o fusiformes que se


ubican en bolsas tendinosas. Estos tejidos tienen la posibilidad de contraerse en
respuesta a los estímulos nerviosos. Esta capacidad se debe a que los conforman
proteínas contráctiles. Los músculos siempre están unidos al conectivo, que los
rodea. Existen tres clases de tejidos musculares: los esqueléticos,
los orgánicos y los cardíacos. Los primeros son los que mantienen unido al
esqueleto y le dan forma al cuerpo y son los que llevan a cabo la función
locomotora. También se los conoce bajo el nombre de voluntarios ya que
responden a la voluntad del individuo. Los músculos orgánicos tienen la función de
regular los movimientos de distintos órganos, como el estómago e intestino.
También se los conoce bajo el nombre de involuntarios ya que los controla el
sistema nervioso autónomo y no a la voluntad del individuo. Por último los
músculos cardíacos, que son los que cubren al corazón y permiten que este realice
las contracciones necesarias para que la sangre viaje fuera del órgano.

Tejido nervioso: lo componen neuronas, que son las células que se encargan de
conducir impulsos nerviosos. El sistema nervioso central está compuesto por dos
partes: la sustancia gris y la blanca. La gris contiene vasos sanguíneos, axones y
células gliales, la sustancia blanca, además de estos elementos, contiene las
ramificaciones de los cuerpos neuronales.

epiteliales
conectivo

muscular
nervioso

La IMPORTANCIA de los tejidos es que éstos van a permitir la formación de órganos,


aparatos y sistemas que se integrarán dentro del ser humano o del ser animal.

y sus FUNCIONES más específicas y especializadas son garantizar una actividad más
ordenada; además de presentar diversas funciones debido a su complejidad, una función
determinada para ayudar a que el órgano funcione y el aparato del que forma parte no
tenga inconvenientes en su función.

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