EL MUESTRARIO CALIGRÁFICO

NUEVO MÉTODO GRADUAL Y ORDENADO .

E S C R I T O P O R E L P R O F E S O R D E C A L I G R A F Í A Y D I B U J O

CUADERNO COMPLETO

CONTIENE U N O S 250 TIPOS DE LETRA

Madrid: 1680.—Imp. de M. Romero, Ventura Rodriguez, 8 B.° Ar¡,ueUes.

 1

HUEVO MÉTODO GEA30XJAL Y QBJDEHADQ,

ESCRITO ron EL rnoFESon DE CALIGRAFÍA Y DIBUJO, \ >
0 ¿> * 9.,,

. .... ....fo,-.... ., 1

Contiene E1 tratado unns 2 5D tipas de letra_,y se pul·lica completo,y par partes en tres cua-
dernos: el 1°, c emprende la letra Española. y l a Inglesa.; el 2° tedas las rn amis crit as, que san, la
Española.,\du Ingle-sa,!^ Italiana,^ Eastarda,\zs Eedondillas, ¡le tres clases, las Góticas,
de dos,y la Itálica, y el 3.°, las Eilujadas ó de imprenta.
Este método. oue obtuvo premio de l a c l a s e B U l a E x p o s i c i ó n provincial de Alicante en 1 8 7 3 , es útil,á l o s
alumno a de todas E n s e ñ a n z a s , y muy especialmentE, i los de i n s t r u D c i n n primaria, á los M a e s t r o s de ésta, a
los C an^rafoB, Pendolistas, EscribienhBs, Graduadores y Litógrafos,- á l o s Ingenieros do t e d a s c l a s e s . A y u -
dantes y Belineantes; á los Araaritectos, M a e s t r o s ele oirás, Aparejadoras y Agrimensores; á l o s Comercian-
tes, y á cuRntoE tengan que aprender á escribir a l g u n a clase de letra, rotular p l a n o s , muestras, 8o . -
 Es propiedad del autor.
Queda hecho el depósito que marca
la ley. Se tendrá por falsificado todo
ejemplar que no tenga la contraseña
particular y esta rúbrica.
 jkL· JÏXCMO. JSEÑOR

D. PEDRO A. DE ALARCÓN.

Muchos años han transcurrido desde que me distinguió V. con su amistad; me dio entonces sa-
nos consejos, y me concedió favores. Mi gratitud, que jamás se ha entibiado, y que conservare'
siempre, me obliga hoy á hacerla pública, dedicándole este pobre trabajo, que confio ha de acep-
tar en gracia al vehemente afecto que le profesa su seguro servidor y"jtmigo

JOSÉ ANTONIO CHÁPULI.

 ÍNDICE.
PEIMEEÀ PARTE. SEGUNDA PARTE.
Páginas.
Páginas.
PRÓLOGO 7
Instrumentos. De las plumas metálicas y de las capila-
NOCIONES PRELIMINARES. res.—Condiciones délas d e ave.—Del corta-plumas, del cua-
Mementos de Geometría. Definiciones de lo que es Geo- dradillo y del raspador.— De la goma, del porta-plumas, del
metría, cuerpo, superficie, línea, punto y extension.—Di- lápiz y del cisquero 35
vision y clasificación de las líneas.—De los ángulos.—De Materiales. De la tint a.—Del papel de escribir, del pa-
las superficies.—De la circunferencia y líneas que con ella pel secante y de la arena 37
se relacionan.—Medida de los ángulos.—De los polígo- Enseres. De la mesa y del asiento 38
nos en general.—De algunas curvas más que conviene co- Del corte de la pluma 88
nocer 15 Posición del cuerpo y colocación del papel 39
Definiciones y generalidades del arte caligráfico 21 Modo de coger y manejar la pluma. Para escribir letra
Métodos de escritura. Introducción.—Sistemas de que se Española y Bastarda; Inglesa ó Itálica; Italiana, Kedondi-
ha hecho uso.—Sistema que se indica para la enseñanza Uas y Góticas 41
de la letra Española 25 Movimientos de la pluma. Modo práctico de trazar las
Descripción general del tratado. Division y partes que partes rectas que entran en la composición de las letras.—
comprende.—De las manuscritas.—De las dibujadas ó de Trazos verticales.—Trazos horizontales.—Trazos rectos y
imprenta ¡> 29 caídos á la izquierda.—Trazos rectos é inclinados á la de-
 6
¡ Páginas.
, •
Techa.—Manera práctica de trazar las partes curvas que
entran en la composición de las letras
Origen y condiciones de los alfabetos manuscritos. Góti-
cos.—Itálico.—De las tres clases de Redondilla.—Bastar-
do, Español, Inglés é Italiano
DESCRIPCIÓN PARTICULAR DEL CUADERNO.
LetraEspafíola. Caracteres que la distinguen.—Cuadrí-
cula y pautado del papel.—Terminación del corte de la plu-
ma.—Posición de la pluma.—Trazado gráfico.—Abecedario
minúsculo.—Abecedario mayúsculo.—Advertencias.—Dis-
tancias que han de guardar las letras entre sí.—Ligado de
las letras.—Ejercicios prácticos.—Observaciones generales.
Letra Inglesa. Condiciones que reúne, y semejanza que
tiene con la Española.—Trazado de las cuadrículas, y pro-
porciones que en general deben tener las letras.—Altura
de las letras.—Ancho délas letras.—Corte trasversal de la
pluma.—Posición de la pluma.—Trazado de las letras.—
Separación que ha de existir entre las letras y de palabra
á palabra.—Modo de enlazar las letras.'—Descripción de
las muestras.—Particularidades y observaciones
Letra Italiana. Modo de construir la cuadrícula.—Ma-
nera de terminar el corte de la pluma, y posición que esta
ha de tener sobre el papel.—Extructura de sus caracteres,
altura, ancho, distancias de separación y ligado de las mis-
mas.—Advertencias y particularidades
Letra Bastarda. Construcción de la cuadrícula.—Del
corte trasversal y de la posición dé la pluma.—Proporcio-
nes, distancias y ligado de las letras.—Modelos que figuran
en el cuaderno.— Observaciones 74
Redondilla inclinada. Trazado de la cuadrícula.—Corte
trasversal de la pluma y posición de esta.—Proporciones
que deben tener las letras, y distancias que han de guar-
dar entre sí.—Modelos 75
Redondilla vertical. Construcción de la cuadrícula.—
Grueso de la pluma, y dirección que debe tener con rela-
ción á las líneas de la pauta.—Altura y ancho de las letras,
distancias á que prudencialmente se han de encontrar unas
de otras y separación entre cada dos palabras.—Descrip-
ción de las muestras 77
Redondilla francesa. Modo de trazar la cuadrícula.'—Po-
sición y corte de la pluma.—Proporciones de las letras y
distancias que han de guardar.. 77
Gótica inglesa ó cuadrada. De la cuadrícula.—Proporcio-
nes de las letras y separación que ha de existir entre ellas.
—Modelos.—Observaciones 79
Gótica alemana ó redonda. ....................... 79
Letra Itálica. Descripción de la cuadrícula.—Del corte
transversal y de la posición de la pluma.—Proporciones,
distancias y ligado 81
Letras dibujadas. Origen de los alfabetos.—De las pau-
tas.—Alturas.—Proporciones de las letras. — Distancias
verticales.—Distancias horizontales.—Intensidad de los
trazos, y distancias entre letras ó entre palabras.—Condi-
ciones de los abecedarios que representan los siete géne-
ros principales y descripción particular de las muestras... 83
 PRÓLOGO.
E l M U E S T R A R I O C A L I G R Á F I C O tiene por principal ob-
jeto presentar una colección de modelos destinados á la
enseñanza de la escritura poligráfica. N o figuran, por lo
tanto, en él los géneros de letra en que sólo se necesite
consultar su antigüedad ó rara estructura, como en el Sáns-
crito, el Caldeo, el Japonés, el Chino y otros muchos, por
cuanto éstos, más bien que en un tratado de Caligrafía,
deben aparecer en los que de Paleografía se ocupen; pero
en cambio, los manuscritos de uso más frecuente, y un gran
número de los dibujados, de aplicaciones más inmediatas,
casi todos tienen un lugar designado en el cuaderno;
si el Cursivo i llamado por los franceses Coulée, no está r e -
presentado, debido es á que sus caracteres le imprimen tal
semejanza con el Bastardo, que muchos hasta llegan á con-
fundirlos. Esto por una parte, y por otra el no hacer v o -
luminosa la obra, han sido las razones que se han tenido
para no incluirlo.
Mas, para que un tratado de esta clase llene el indicado
fin, preciso es que reúna condiciones especiales, como la
extension que deba tener; la que pueda concederse á cada
género de letra en particular, según su importancia ó el
y lugar que ocupe en el sistema que se adopte; las dimensiones
del cuaderno ó de las muestras, para que cumplan del mejor 5 ciso es consignar las de más entidad, por ser también las
modo posible con el uso á que se las destina; el prudente
límite en los detalles de los caracteres dibujados, y en todo
cuanto pueda considerarse como accesorio ó de adorno en
las manuscritas, límite que, de traspasarlo, resultaria con-
vertido el tratado en álbum de dibujo de adorno aplicado
á la Caligratía; método fácil, y , por último, que sea de poco
coste, y se publique por cuadernos y láminas sueltas, para
que, estando al alcance de los más, y llenando todas las
aspiraciones, se faciliten de esta manera los medios de pro-
pagar la enseñanza.
A todas estas condiciones, y á otras muchas de menor
importancia, hemos procurado atender; pero muy especial-
mente á las que al método se refieren; de éste sólo diremos,
por ahora, que está de acuerdo con el que acepta en prin-
cipio la inmensa mayoría de los profesores, aunque modifi-
cado y ampliado en virtud de continuas observaciones
llevadas á efecto durante el tiempo que ejercemos la ense-
ñanza; modificaciones y ampliaciones que constituyen las
diferencias qué distinguen al tratado, y de las cuales pre- ]§ que constituyen la pauta. Y , ¿cabe otro trazado más sen-
que afectan á los dos géneros de letra más importantes,
como son el Español y el Inglés.
Algunos autores han pretendido dar á la letra Española
una inclinación de 30°; Torio se le señaló 25, é Iturzaeta
tiene indicados 28, alegando, como razón de gran fuerza,
que el movimiento de la mano es más natural, y más fácil
el arranque de las curvas.
Sensible es que exista «sta diversidad de pareceres, y
mucho más que los 26° 34' que arroja nuestro trazado geo-
métrico se separe del de todos, por más que nos satisfaga
la idea de ser el intermedio entre el obtenido por Torio
y el no menos distinguido calígrafo Iturzaeta; sin embar-
go, como las razones aducidas por el último sólo reconocen
por base la mayor ó menor belleza que resultaria en la
forma de la letra, ó el grado de facilidad en su ejecución,
cosas ambas que dependen del gusto artístico y de la prác-
tica de cada individuo, creemos que sobre éstas debe estar
la uniformidad en el modo de determinar todas las líneas
cilio que dividir los lados del cuadrado en seis partes igua-
les, unir, por medio de una recta, el vértice inferior iz-
quierdo con el punto medio del lado superior, y hacer pasar
por los demás puntos, paralelas á las bases y á la línea de
union ó primer caido? ¿No se ha convenido en dividir la
altura de la pauta en tres partes, de las cuales la central
indica la altura del reglón, y las otras dos la de los palos?
Y estas á su vez, ¿no se subdividen en dos, para determi-
nar la línea de division, y aquella en la que algunos auto-
res colocan los puntos, los acentos, y hasta les sirve para
limitar la altura del palo de la t?
Si pues divididos tenemos ya los lados verticales del
cuadrado en seis partes, para trazar las líneas horizontales,
dividamos también el inferior y el superior en igual núme-
ro para marcar los caidos, siempre que de ello no resulten
inconvenientes, y con más razón si hemos de obtener ven-
tajas, como en efecto se consiguen.
L a nueva inclinación de los caidos trae consigo una dis-
tinta posición de la pluma, con relación á estos. Para de-
terminarla, se divide la parte de línea superior del renglón, 2j entrecaido,
comprendida entre dos caidos, en diez partes iguales, y
en el mismo número, la del que con ella forma ángulo o b -
tuso; pero ésta, únicamente en la longitud que indican el
vértice y la línea de division. Hecha la antedicha ope-
ración preparatoria, sólo falta colocar la hendidura de la
pluma, y el extremo del gavilán derecho, en los puntos
1 y 1' del caido y de la línea de division. (Fig. 1.—Lá-
mina II.)
D e esta posición resulta, que el corte transversal de la
pluma, forma con la línea superior del renglón un ángulo
de 34°, cuyo lado AV, paralelo á la recta IJ, representa
el perfil; y, como puede notarse, éste sigue la misma di-
rección que las diagonales mayores de todos los romboides
producidos por el cruzamiento de los caidos con las líneas
horizontales; de suerte que, con sólo dirigir la pluma en el
sentido indicado, y producir con ella perfil, se consigue
fijar su verdadera posición.
E n la misma figura podemos observar:
1.° Que el mediano es igual á la quinta parte de un
medidos ambos en sentido horizontal; por

cuanto la distancia 2 Q, es doble que la R V, y ésta igual
á la décima parte de la M J.
2.° Que el grueso resulta ser doble ancho que el m e -
diano, medidos uno y otro, según la perpendicular á las
respectivas paralelas que los forman, por ser 2 E igual
á 2 1, y este mitad de 2 1'. ó de M N.
3.° Qiie el trazo horizontal es igual á la quinta parte
del vacío primero, y también al trazo mediano, horizontal-
mente medido; pues que, en efecto, su línea 1' J coincide
con la superior del renglón, y la 2 G pasa por el punto que
señala los dos décimos, ó el quinto del vacío primero; y
como, por otra parte, la altura de dicho vacío es también
igual á la distancia horizontal de cada entrecaido, de aquí
que, 1' G, sea idéntica en longitud á 2 Q.
4.° y último. Que al partir la pluma del punto 1 y
marchar en la dirección 1 C, el extremo del gavilán derecho
corta la línea de division en P, primera cuarta parte de la
distancia que separa los dos caidos siguientes.
Para terminar con lo que á la letra Española se refiere,
sólo nos queda por consignar que, siendo el trazado gráfico g principal objeto consiste en determinar las reglas á que
10
; el que detalladamente dá á conocer su verdadera forma, en
él debemos ver jiistificadas las ventajas de las variaciones
introducidas en los caidos, y en la posición de la pluma.
Consultando la lámina II, se observa que, con dividir
en dos, cuatro ú ocho partes iguales, cada una de las fajas
producidas por las líneas de la pauta, se obtienen todos los
puntos necesarios para la determinación de dicho trazado.
Además, es de advertir que, ni en la letra así formada ni
en la manuscrita, se nota violencia alguna en los trazos,
condición que, de no cumplirse, hubiera influido poderosa-
mente en la práctica de la escritura, haciendo, como es
consiguiente, menos cursiva la letra Española.
Entre los medios auxiliares conocidos para aprender á
escribir, ninguno aisladamente ofrece más ventajas que el
uso del papel pautado. Su empleo, casi general, en la en-
señanza práctica de la letra Española, así lo justifica con
los excelentes resultados que produce, y no hay motivos
para suponer que dejen de obtenerse idénticos, si aquél se
aplica á otra cualquiera de las manuscritas, por cuanto su
están sujetas todas, reglas que indican la forma que deben § ocupemos del que corresponde á la letra Inglesa, por bas-
tener, y las distancias que han de guardar entre sí.
E n lo dicho fundamos las razones para desvanecer el
error en que algunos están al creer que la letra Inglesa
es hija del capricho ó del gusto más ó menos delicado
del que escribe; cuando la única verdad que en ello exis-
te, resulta de que el natural movimiento de la pluma faci-
lita extraordinariamente la formación de la curvas, y per-
mite por lo mismo agregar á aquella ciertos rasgos ó ador-
nos que, trazados con sentimiento, hasta llegan á embelle-
cerla.
Las cuadrículas que figuran al principio de cada clase de
letra, habian de ser necesariamente objeto de especial
atención por nuestra parte; de ellas se derivan las pautas,
y ellas determinan también, de una manera gráfica, la más
expresiva y conveniente al caso, todas las condiciones con
que las mismas letras deben cumplir.
Mucho importa conocer la formación de las mencionadas
cuadrículas; pero como en el lugar correspondiente se des-
cribe el trazado de cada una, de aquí que únicamente nos \ ha de servir de origen ó punto de partida: y , por últi-
tarnos él para comprender el modo de ajustar la escritora-
de esta letra á una pauta completa, y también para hacer
ver la imprescindible necesidad que hemos tenido de intro-
ducir una pequeña variación en las distancias que entre sí
deben guardar los caracteres.
Los datos que han de servir para resolver tan importan-
te problema, se deducen de las reglas que los autores dan,
respecto á las ya citadas condiciones; así, pues, veremos lo
que sobre el particular indican, y entresacaremos con fa-
cilidad aquello que á nuestro propósito interese.
Conviene de antemano consignar que todo cuanto cons-
ta, en las obras consultadas, acerca de las variedades fino y
mediano, es vago é insuficiente para precisar las reglas á
que han de ajustarse los tamaños de letra en ellos com-
prendidos; y en su consecuencia, que al hablar de propor-
ciones, distancias ó dimensiones, todo se refiere á la varie-
dad grueso de un centímetro de altura aproximadamente:
que esta magnitud es también la (pie mide el tipo que nos

mo, que, no influyendo la altura respectiva de las mayúscu- JÜ
las y de la minúsculas mayores, con relación á las meno-
res, para fijar la distancia de los caidos, clave de la pauta
completa que tratamos de buscar, dejamos para cuando
se explique el trazado de las cuadrículas todo lo que se
relacione con dichas alturas.
Hechas estas observaciones, pasemos á hacer un peque-
ño extracto de los antecedentes que sobre el asunto nos su-
ministran las obras de más reconocido mérito.
Se prescribe en ellas:
Que la unidad de medida esté representada por la altu-
ra del renglón.
Que el ancho de una cualquiera de las letras minúscu-
las, aisladamente escrita, ha de ser como l y j ó 2
unidades.
Y que la distancia entre cada dos de las que forman una
palabra, medida aquella horizontalmente desde el grueso
de una al de la que le sigue, ó desde el perfil curvo de la o,
de la b, ó de la v hasta el grueso de la inmediata derecha,
debe ser igual á ¿ , i, I ó la unidad.
12
Ahora bien; si en vez de ^ señalado á la separación en-
tre dos letras curvas, ó curva la una y recta la otra, la
apreciamos y sustituimos por A, variación que únicamen-
te produce ¿ de diferencia, entonces todas las cantidades
serán divisibles por J.
Esta medida común es, pues, la que resuelve el proble-
ma, y la que, por lo mismo, puede marcar la separación
entre los caidos de la pauta; mas, como el ancho de la ma-
yor parte de las minúsculas y las distancias que entre las
mismas han de existir es igual á J, de aquí que se repre-
senten con líneas llenas los caidos que marquen esta lon-
gitud, y de trazos, los de segundo orden comprendidos
entre los primeros: los últimos señalan, en union con aque-
llos, las cuartas partes de la unidad.
Respecto á las mayúsculas, nada dicen los autores que
se oponga á poderlas ajustar á la cuadrícula; y en su con-
secuencia á ella las adaptamos también, procurando que
no pierdan en lo más mínimo las elegantes formas que de
suyo las corresponden.
£ Incompleta y casi infructuosa seria esta innovación si
 13
no se contara con el papel pautado, que la práctica recla- §5 jadas llenaran de alguna manera el vacío que existe y que
ma, por lo que obligados nos hemos creído á hacer de él reclama la rotulación de planos; y, finalmente, si el tratado
una tirada. que con gran temor nos atrevemos á publicar, prestara
Si el nuevo sistema de escritura que aconsejamos para beneficios al importantísimo arte de escribir, nuestros des-
la enseñanza de la letra Inglesa, reportara alguna ventaja velos, nuestros afanes por contribuir al enaltecimiento de
al profesorado y á los alumnos; si el método seguido en las la Caligrafía, y hasta nuestros sacrificios pecuniarios, todo
manuscritas fuera en parte ventajoso á todos; sí las dibu- quedaría sobradamente recompensado.
 NOCIONES PRELIMINARES.

L a Caligrafía tiene, como todo arte y como toda cien- Todo cuerpo es largo, ancho y grueso, ó, lo que es lo mismo, tiene
longitud, latitud y altura. Estas tres propiedades toman el nombre
cia, su tecnicismo propio; de 61 forma parte el que le presta
de d i m e n s i o n e s .
la Geometría, y de uno y otro debemos ocuparnos de an- Los límites de los cuerpos se llaman superficies, las cuales tienen
temano para conocer lo que bien pudiéramos llamar el dos dimensiones, longitud y latitud; los de las superficies se llaman
lenguaje caligráfico. líneas, y tienen sólo una, la longitud; y los de la línea, puntos que
carecen de dimension.
Ños bastará para conseguirlo exponer algunos elemen-
(1) E n caligrafía toma el nombre de p u n t o la pequeña señal que
tos de aquella ciencia, definir un corto número de voces marca un lápiz ó pluma mojada, cuando se pone en contacto con un
peculiares al arte de escribir, y dar á conocer ciertas gene- papel, ó á la producida por ésta cuando se la imprime un pequeño
ralidades del mismo. movimiento de avance. L í n e a es la huella que deja impresa la
pluma ó el lápiz al ser deslizado sobre aquél, pudiendo considerarse
E L E M E N T O S DE G E O M E T R Í A . como formada por la continuidad de puntos colocados uno al lado
L Á M I N A . I. de otro, á distancias inapreciables.
G e o m e t r í a es la parte de las Matemáticas que trata de la ex-
tension. (1) La línea y el punió no pueden definirse matemáticamente, sinó por algu-
nas de sus manifestaciones, por lo que las damos á conocer, ssgun lo caligrafía,
Llámase c u e r p o á la parte de espacio limitado. como conviene á nuestro propósito.
 16
E x t e n s i o n es la magnitud de un cuerpo, de una superficie ó de
una línea; hay, pues, tres clases de extension: extension en tres di-
mensiones, ó de los cuerpos; extension en dos dimensiones, ó de las
superficies, y extension en una sola dimension, ó de las líneas.
DIVISION Y CLASIFICACIÓN DE LAS LlNEAS.-Atendiendo á las
posiciones que guardan entre sí los distintos puntos ó elementos
constitutivos de las líneas, pueden considerarse divididas en rectas y
curvas.
R e c t a es la que, tomando dos cualesquiera de sus puntos, no se
desvían los intermedios á uno ni otro lado, respecto á los primeros,
como la AB (Fig. 1). C u r v a , la línea que no tiene ninguna parte
recta; tal es la AB (Fig. 2).
La línea compuesta de dos ó más rectas unidas por sus extremos,
pero que no constituyen una sola recta, recibe el nombre de q u e -
b r a d a , como la AB (Fig. 3J.
Línea s i n u o s a , llamada en Caligrafía temblona, es la que resulta
de unir dos ó más curvas por sus extremidades; pero de tal mane-
ra, que la curvatura de cada una esté en sentido inverso á la corres-
pondiente á aquella que la sigue; tal es la AB (Fig. o).
Se llama línea m i x t a á la formada por una ó varias rectas y
una ó más curvas, que se unen por sus extremidades, como la AB
de la Fig. 4.
De las definiciones que se han dado, resulta: que las líneas que-
bradas, sinuosas y mixtas, son las compuestas de rectas, de curvas,
ó de unas y de otras.
Hay líneas curvas compuestas de dos ó más de esta clase, unidas
cada dos en el mismo sentido, ó en sentido inverso, y cuyos puntos
de union no se perciben á simple vista. También las hay mixtas, en
las que no puede determinarse con exactitud el punto ó puntos de
union de las rectas con las curvas, sinó por procedimientos que e n -
seña la Geometría.
La union de líneas que cumple con la condición indicada, se co-
noce con el nombre de c o n j u n c i ó n d e l i n e a s , y el punto de union,
con el de p u n t o d e c o n j u n c i ó n ó i n f l e x i o n .
Dos puntos determinan la posición de una recta, y á la separación
entre ellos se llama d i s t a n c i a .
Las líneas rectas, consideradas bajo el punto de vista de su posi-
ción, se dividen en verticales, Iwrizontales é inclinadas. Es v e r t i c a l
la que, al partir de arriba á abajo, ó en sentido contrario, toma la
dirección de la plomada: AB (Fig. 6). H o r i z o n t a l , la que al
dirigirse de derecha á izquierda, ó viceversa, no se inclina respecto
á la vertical; AB (Fig. 1). I n c l i n a d a , la que falta á algunas de
las condiciones citadas, tanto para la vertical como para la hori-
zontal; AB y CD (Fig. 7).
Por un punto dado, solo puede pasar una línea vertical y otra
horizontal; pero las inclinadas no tienen número, son infinitas.
Dos rectas situadas en un mismo plano, pueden tener direccio-
nes varias entre sí, y de ellas se ha hecho la clasificación que sigue;
P a r a l e l a s son las que no pueden encontrarse, por más que se
las prolongue; tales son las AB y CD (Fig. 8). C o n v e r g e n t e s ó
d i v e r g e n t e s son las rectas que, al ser prolongadas, llegan á en-
contrarse, como las AB y CD que representa la Fig. 9, y el punto en
que se reúnen se llama de c o n v e r g e n c i a . Dos rectas son p e r p e n -
d i c u l a r e s cuando, al caer la una sobre la otra, no se inclina la pri-
mera respecto á la segunda, como sucede con la AB y la CD de la
Fig. 10. Se dice que dos rectas son o b l i c u a s , cuando, al caer la una
sobre la otra, se inclinan entre sí; tales son la AB respecto á la CD
(Fig. 11).
 17

DE LOS ÁNGULOS-—Dos líneas que se encuentran ó concurren en 2 con los nombres de rectilíneos, curvilíneos y mixtilíneos. Á n g u l o
un punto, forman lo que llamamos á n g u l o , como la AB y BC de ''' r e c t i l i n e o , es el que tiene dos rectas por lados (Figuras 12, 13 y
la Fig. 12; al punto en que se unen, v é r t i c e ; y á las líneas que cons- 14); c u r v i l í n e o , el que tiene sus dos lados curvos (Fig. 15); y
tituyen el ángulo, l a d o s . m i x t i l í n e o , el que un lado es recto y el otro curvo.
Con tres letras se dá á conocer un ángulo, correspondiendo la se- DE LAS SUPERFICIES.—Plano ó s u p e r f i c i e p l a n a es aquella
gunda al vértice; así, pues, se dirá: ángulo ABC, al formado por los en que, tomando dos cualesquiera de sus puntos, y haciendo pasar
lados AB y BG de la Fig. 14. Si el ángulo está aislado, basta indi- por ellos una recta, coincide ésta en toda su extension.
car la letra del vértice para darle á conocer. Las superficies pueden ser, además, -curvas, mixtas, quebradas ó
Dos circunstancias hay que tener en cuenta, cuando de ángulos se sinuosas. C u r v a s son aquellas que no contienen parte alguna plana;
trate: primera, la separación ó abertura de sus lados; y segunda, la m i x t a s , las formadas por partes planas y partes curvas; q u e b r a -
clase de líneas que le sirven de lados. d a s , las compuestas de varias superficies planas, sin que constitu-
Con relación á la abertura de éstos, se dividen los ángulos en yan una sola de éstas; y s i n u o s a s , las que forman ondulaciones, á
rectos, agudos y obtusos. Á n g u l o r e c t o es el formado por dos lí- las que pueda aplicarse y coincidir una línea sinuosa.
neas perpendiculares entre sí, como el ABC de la Fig. 12; a g u d o , DE LA CIRCUNFERENCIA Y LINEAS QUE CON ELLA SE RELA-
aquel cuya separación entre sus lados es menor que la del recto; tal CIONAN-— (Fig. 17). C i r c u n f e r e n c i a es una curva plana, cerra-
es el ABC de la Fig. 13, y o b t u s o , el ángulo en que la abertura de da, y cuyos puntos equidistan todos de otro O, llamado c e n t r o .
sus lados es mayor que la del recto; el ABC de la Fig. 14 es un caso La superficie limitada por la circunferencia toma el nombre de
particular de éste. c i r c u l o . A r c o es una parte de la circunferencia, como CD. Radio
La recta BD, que divide al ángulo ABC de la Fig. 12 en dos partes es la recta OC, que, partiendo del centro, termina en la circunferen-
iguales, se llama b i s e c t r i z . cia. D i á m e t r o , la recta AB que, sin atravesar á la circunferencia,
P u n t o d e i n t e r s e c c i ó n , es aquél en que se cortan dos líneas. pasa por el centro y la toca en dos puntos. C u e r d a es la recta AD
D o s p u n t o s s o n s i m é t r i c o s r e s p e c t o á u n t e r c e r o , cuando que toca la circunferencia en dos puntos, y sin atravesarla la divide
este ocupa el centro de la recta que une á los dos primeros. D o s en dos partes. S a g i t a , la perpendicular KL que, partiendo del
p u n t o s s o n s i m é t r i c o s c o n r e l a c i ó n á u n a r e c t a , cuando punto medio de la cuerda, toca la circunferencia. T a n g e n t e es la lí-
equidistan de dos cualesquiera de los que constituyen dicha recta, línea í r l í que, aunque se la prolongue, solo toca la circunferencia en
llamada e j e d e s i m e t r i a . D o s l í n e a s s o n s i m é t r i c a s á u n a un punto D, llamado de t a n g e n c i a . Se denomina s e c a n t e la li-
r e c t a , cuando todos sus puntos son simétricos á esta. nea IJ, que atraviesa á la circunferencia, dividiéndola en dos partes.
Si miramos los ángulos bajo el punto de vista de la clase de líneas MEDIDA DE LOS ÁNGULOS—Los diámetros AB y ED, de la Fi-
que les sirven de lados, los hay también de tres clases, conocidos g gura 17, al cortarse perpendicularmente, forman cuatro ángulos rec-
 18
tos al rededor del punto de intersección, y dividen á la circunferen-
cia y al círculo en cuatro partes iguales, conocidas con el nombre de
c u a d r a n t e s ó c u a r t o s d e c i r c u l o . Un diámetro divide á aquella
como á éste en dos partes, también iguales, llamadas s e m i c i r c u n -
ferencias ó semicírculos.
La magnitud de un ángulo no depende de la longitud de sus la-
dos, sinó de la abertura de estos; y para apreciarla se ha conside-
rado dividida toda circunferencia en 3 6 0 partes iguales, llamadas
g r a d o s ; cada grado, en 6 0 m i n u t o s p r i m e r o s , y cada primero,
en 6 0 s e g u n d o s . Para representar los grados, los minutos prime-
ros y los segundos, se colocarán en la parte superior y á la derecha
de las cantidades que han de indicar el número de ellos, un pequeño
cero, una coma ó dos comas; así pues, si deseamos expresar un nú-
mero que conste de 16 grados, 23 minutos primeros y 14 minutos
segundos, bastará con representarlo del modo siguiente: 16° 23' 1 4 " .
De lo dicho se deduce que al ángulo recto le corresponde ó tiene
90°, puesto que comprende entre sus lados un arco igual á la cuarta
parte de la circunferencia.
Para medir los ángulos se emplea un instrumento denominado
t r a s p o r t a d o r ó s e m i c í r c u l o g r a d u a d o (Fig. 18), que consiste en
una lámina de talco muy trasparente y de forma semicircular; sobre
ésta, y por su parte curva, están marcados los 180° que le corres-
ponden, indicándose cada diez de ellos por medio de rectas que ter-
minan en el centro. Se hará uso de éste, haciendo coincidir su punto
central con el vértice del ángulo que trata de medirse, y la línea que
determina su diámetro, con uno de sus lados; el número de grados
comprendidos entre estos, será la medida del ángulo.
DE LOS POLÍGONOS EN G E N E R A L . — F i g u r a es la superficie limi-
tada, y p o l í g o n o la porción de plano limitado por líneas rectas. Las
líneas rectas que cierran la parte de plano se llaman l a d o s , y al
conjunto de éstos, c o n t o r n o ó p e r í m e t r o .
Los polígonos reciben sus denominaciones del número de lados de
que constan; así, pues, se llama t r i á n g u l o al que tiene tres (Figu-
ras del 19 al 22). C u a d r i l á t e r o , al que tiene cuatro (Figuras del 23
al 28). P e n t á g o n o , es el de cinco lados (Fig. 29). E x á g o n o , el que
consta de seis (Fig. 30). E p t á g o n o , el de siete (Fig. 31). O c t ó g o -
n o , el de ocho (Fig. 32). E n e á g o n o , d e c á g o n o , e n d e c á g o n o ,
d o d e c á g o n o , p e n t a d e c á g o n o , etc., á los que tienen nueve, diez,
once, doce ó quince, y en general, polígonos de tantos lados, según eí
número de los que lo forman.
Los polígonos se dividen en regulares é irregulares. Son r e g u l a -
r e s los que tienen todos sus ángulos y lados iguales (Figuras 19, 23,
29, 30, 31 y 32), é i r r e g u l a r e s los que no tienen todos sus ángulos
y lados iguales (Figuras 20, 21, 22,24, 25, 26, 21, 28 y 33).
Dos polígonos pueden ser iguales, semejantes, equivalentes ó simé-
tricos. Serán i g u a l e s , si tienen sus ángulos y sus lados iguales
todos, y colocados en el mismo orden; s e m e j a n t e s , los que tienen
todos sus ángulos iguales, igualmente dispuestos, y los lados del
uno menores que los del otro; e q u i v a l e n t e s , aquellos que encier-
ran igual superficie, pero que en cuanto á la forma son desiguales;
y s i m é t r i c o s , son los que, cumpliendo con la condición de igual-
dad, ocupan sus respectivos vértices, puntos simétricos con relación
á una recta.
Todo polígono regular puede dividirse en dos partes iguales y si-
métricas, por medio de una recta. Otro tanto puede hacerse con
muchos de los irregulares.
B a s e de un polígono, es el lado sobre que parece descansar; tal
es el B C de la Fig. 19. A l t u r a de un polígono, es la perpendicular
 19
bajada desde su vértice, ó lado superior, á la base ó á la prolonga-
ción de esta, B C (Fig. 19), AD (Fig. 22) y AE (Fig. 26).
Los triángulos, con relación á sus lados, se dividen en equiláteros,
isósceles y escalenos. E q u i l á t e r o , es el que tiene sus tres lados
iguales (Fig. 19); i s ó s c e l e s , el que sólo tiene dos iguales (Fig. 20),
y e s c a l e n o , el que no tiene igual ninguno de sus lados (Fig. 21).
Considerados los triángulos con relación á sus ángulos, los hay
también de tres clases: rectángulos, obtusángulos y acutángulos.
R e c t á n g u l o se llama al que tiene un ángulo recto (Fig. 21); o b t u -
s á n g u l o , el que tiene uno obtuso (Fig. 22), y a c u t á n g u l o , aquel
cuyos tres ángulos son agudos (Fig. 19).
En todo triángulo, la suma de los tres ángulos es igual á dos
rectos.
Los cuadriláteros se dividen en seis clases: c u a d r a d o es el que
tiene sus cuatro lados y sus cuatro ángulos iguales (Fig. 23); r e c -
t á n g u l o , aquel cuyos cuatro ángulos son iguales, y sus lados, dos
á dos, también iguales (Fig. 24); r o m b o es el que sus cuatro lados
son iguales, y sus ángulos, dos agudos y dos obtusos (Fig. 25); r o m -
boide, el que tiene sus lados iguales dos á dos, y los ángulos dos
agudos y dos obtusos iguales y opuestos (Fig. 26); t r a p e c i o , el
cuadrilátero que sólo tiene dos lados paralelos (Fig. 27), y t r a p e -
z o i d e , el que no tiene ningún lado paralelo á otro (Fig. 28).
Los cuadriláteros, que tienen sus lados paralelos dos á dos, toman
el nombre particular de p a r a l e l ó g r a m o s ; con este mismo nombre,
suele denominarse al rectángulo.
DE ALGUNAS CURVAS MÁS QUE CONVIENE CONOCER.-Óvalo
es una curva plana, simétrica en dos sentidos, y compuesta de cuatro
ó más arcos de círculo, trazados de dos en dos, con radios diferentes;
tal es la Fig. 34. O O'O" y O'" son los centros de los arcos.
E l i p s e es una curva plana, cerrada, simétrica en dos sentidos y
tal, que la distancia de uno cualquiera de sus puntos á otros dos,
O y 0\ llamados f o c o s , situados sobre su eje mayor, es constante-
mente igual á dicho eje mayor (Fig. 35).
E j e s d e l ó v a l o ó d e la e l i p s e , son las perpendiculares AB y
CD, que determinan su ancho y largo. Los ejes son siempre des-
iguales, y se distinguen con los nombres de m a y o r y m e n o r .
R a d i o s v e c t o r e s , son las rectas OC y 0' C (Fig. 35), que par-
ten de los focos y terminan en un mismo punto de la elipse.
E s p i r a l es una curva que, partiendo de un punto, gira al rededor
de él, y se separa cada vez más del mismo (Fig. 36). El punto O, de
donde arranca, se llama p u n t o d e o r i g e n .
P a r á b o l a (Fig. 37) es una curva abierta, simétrica en un sentido,
y cuyos puntos distan, cada uno de por sí, lo mismo del foco F que
de la directriz AB.
Una recta cualquiera CD, paralela al eje 67H. de la parábola,
toma el nombre de d i á m e t r o . Se llama ra dio v e c t o r , á la recta
EF que parte del foco y termina en un punto cualquiera de la pa-
rábola.
La recta GH de la parábola, y las AB y CD del óvalo y de la
elipse, son e j e s d e s i m e t r í a , y el correspondiente á la primera
curva divide á la misma en dos partes, de las que cada una recibe
el nombre de r a m a d e p a r á b o l a .
 DEFINICIONES Y GENER.
L a E s c r i t u r a , considerada c o m o a c c i ó n , es el acto en í
virtud del cual el h o m b r e expresa sus ideas, valiéndose de ¡
signos convencionales, llamados letras; c o m o e f e c t o , es el i
c o n j u n t o de estas. i Se cbí el nombre de grUGSO, al m a y o r ancho que m a r c a
C a l i g r a f í a , es el arte de formar y colocar las letras c o n J
propiedad.
L a s letras pueden ser manuscritas ó dibujadas; m a n u s -
c r i t a s , son aquellas para c u y a formación y enlace nos
basta deslizar la pluma ó el lápiz sobre un papel li o b -
j e t o apropiado, é imprimirles c o n soltura cierto m o v i -
miento de continuidad; d i b u j a d a s , l a s q u e , para su e j e -
c u c i ó n , necesitamos emplear los medios que indica el arte
del Dibujo.
E n las letras h a y que considerar la- gradación en el :
ES DEL ARTE CALIGRÁFICO.
grueso de las líneas, y su forma ó e s t r u c t u r a . A m b a s c o n -
diciones unidas, constituyen su c a r á c t e r ; p o r más q u e ,
letra y carácter, pueden tomarse c o m o sinónimos.
la p l u m a al trazar las líneas que forman las letras; p e r f i l ,
á l a parte m á s delgada de estas, y m e d i a n o , al i n t e r m e -
dio entre el grueso y el perfil.
C l a r o - O S C U r o , es el efecto q u e resulta d e l o s gruesos,
medianos y perfiles de cada letra, ó del de todas las q u e
representan un escrito.
L a s partes de que se c o m p o n e n las letras, r e c i b e n el
n o m b r e de t r a z o s . D i v í d e n s e en rectos y curvos, simples ;/
compuestos: r e c t o , es aquel c u y a línea que l o constituye
es recta, y c u r v o , el representado p o r u n a línea c u r v a ;
2
S i m p l e , el formado por u n o recto ó c u r v o , y compuesto, g£ un mismo sonido y g é n e r o , ó la distinta forma de letra, de
el que consta de dos ó más de l o s simples. igual sonido y género diferente.
A l o s trazos rectos y á los compuestos de rectos y c u r - L a palabra tipo puede sustituir á la de variedad, m i e n -
v o s , en los que predominen las partes rectas, se les h a tras que ésta n o á la de t i p o : aquél puede aplicarse á t o -
c o n v e n i d o en llamar palos, y c o n el sólo n o m b r e d e cur- dos y á cada u n o de los g é n e r o s , cuando se refiere al t a -
vas á los trazos c u r v o - s i m p l e s , ó á los compuestos de dos m a ñ o ó á la forma de la letra, en tanto que ésta sólo c o n -
ó más curvas, unidas entre sí p o r medio de perfiles. viene al t a m a ñ o , en letras de igual clase.
Vírgula, es un pequeño trazo formado alrededor del T r e s variedades principales han distinguido los autores
p u n t o en que terminan ciertas letras, y que sirve para en cada género de letra manuscrita: el grueso, el mediano y
unir, cada una de ellas, c o n la que la sigue. el fino. E l grueso, la constituye la letra de graneles d i m e n -
E n todos los alfabetos se puede notar que las letras están siones, y sirve de m o d e l o á los alumnos hasta que c o n o -
compuestas d e u n c o r t o n ú m e r o de trazos, diferentes e n cen la formación de las mayúsculas; el mediano, es el i n -
figura, pero de igual c l a r o - o s c u r o ; y que éstos imprimen en termedio entre el anterior y el fino, y se hace uso de él en
cada una cierto carácter que, si bien le es peculiar, n o p o r la enseñanza para escribir palabras aisladas ó frases de
eso deja de tener gran parecido c o n el de todas las demás. corta extension; y el fino ó pequeño, que se destina al
E l conjunto de caracteres que predominan en cada alfa- g r a n número de aplicaciones que todos c o n o c e m o s . C a d a
b e t o , y que los hace distinguir unos de otros, forman una una de estas variedades se divide en magistral y cur-
clase ó género distinto. siva: la primera se distingue, p o r estar ejecutada de c o n -
Se designa c o n el n o m b r e d e variedad, la diversidad de formidad c o n las reglas caligráficas, y la segunda, p o r la
tamaños en que pueden ser representadas todas ó cada u n a v e l o c i d a d c o n que esté escrita.
de las letras de un mismo abecedario, que constituyen un L a denominación de cursiva ó corrida, n o es aplicable
mismo género. á cierta clase de letra, c o m o , p o r e j e m p l o , á la G ó t i c a , á
Tipo, es el diferente tamaño que pueden tener letras de § la I t á l i c a , e t c .

Pauta, es el conjunto de paralelas convenientemente
trazadas sobre el p a p e l , que sirven para facilitar la e n s e -
ñanza y práctica de la escritura.
L a s principales líneas que figuran en la pauta son seis,
y de ellas, c i n c o toman la dirección horizontal; la inferior
y la superior, ó la primera y quinta, reciben el n o m b r e d e
líneas de los palos; la tercera, el de línea de divi-
sion; y las otras d o s , líneas del renglón. L a sexta r e -
presenta una de las muchas perpendiculares ú oblicuas á
las anteriormente citadas, á la cual denominamos caido
principal, ó simplemente caido.
Subcaidos ó caidos de segundo orden, son los
situados entre cada dos de los principales, y á igual d i s -
tancia de u n o y de o t r o .
Cuando la pauta contiene, p o r l o m e n o s , todas las líneas
de que se ha h e c h o mención,- se dice que es completa;
ó incompleta, cuando le falta una 6 más de estas.
Cuadrícula, es una parte de pauta c o m p l e t a , limitada
por un cuadrado ó p o r un rectángulo.
L o s caidos, al cruzarse c o n las líneas horizontales, f o r -
man cada u n o , y en cada cruzamiento, cuatro á n g u l o s :
estos, en caligrafía, se consideran c o m o u n o sólo, y t o m a
el nombre de la horizontal que ha entrado en su f o r m a -
23
I c i o n ; así, pues, se d i c e : ángulo de la línea superior
de los palos, al p r o d u c i d o p o r un caido y la línea s u p e -
rior de los palos; ángulo de la línea inferior del
renglón, al formado p o r un caido y la línea inferior del
r e n g l ó n ; ángulo de la línea de division, e t c . ; y resul-
tan, p o r l o t a n t o , hasta c i n c o .
L a s cuatro fajas horizontales, se denominan: vacío ba-
jo y vacío alto, á la inferior y á la superior; vacío pri-
mero, á la c o m p r e n d i d a entre la línea de division y l a i n -
ferior de r e n g l ó n , y vacío segundo, á la formada p o r l a
línea de division y la superior del r e n g l ó n .
Entrecaidos, son las fajas comprendidas entre cada
dos caidos c o n t i g u o s .
A d e m á s de la c o n o c i d a denominación de las letras en
mayúsculas y minúsculas, divídense estas últimas c o n r e -
lación á su altura, en mayores y menores; son mayores,
las que llegan á las líneas de los palos, c o m o la b, f, j ;
y menores, las que n o pasan de las líneas del r e n g l ó n ,
c o m o la a, m, o
E x c e p t ú a s e la t, que se considera c o m o de las m e n o r e s .
T e n i e n d o en cuenta su f o r m a , se clasifican en rectoaltas,
rectobajas, semicurvas y curvas. S o n rectoaltas las q u e ,
Ü descansando en l o s ángulos de la línea inferior del r e n -
 g l o n , terminan sus perfiles en la de division, c o m o la n.
r e c í o f o a j a s , las q u e , atravesando la línea inferior del
r e n g l ó n , llegan liasta la inferior de los palos; tales son l a
j•> /•••; S e m i c u r v a s , aquellas que. solo tienen curvatura
p o r un l a d o , vayan ó n o acompañadas de trazos rectoaltos
ó r e c t o b a j o s , c o m o la a, d, g..., y c u r v a s , las que p r e -
sentan curvatura p o r todos l a d o s , c o m o la o, y las que la
t e n g a n grande é igual á la derecha y á l a izquierda,
c o m o la r.
L a C y la e pueden considerarse c o m o rectoaltas p o r su
lado d e r e c h o , y c o m o semicurvas p o r el izquierdo. L a s se
apreciará c o m o letra curva p o r su lado d e r e c h o , c u a n d o
carezca del trazo c u r v o de la parte superior.
O t r a clasificación más admiten las letras, según el origen
de su f o r m a c i ó n ; divídense en primitivas 6 radicales, y en de-
rivadas; aunque en realidad todas sean derivadas'ó c o m p u e s -
tas de trazos: p r i m i t i v a s ó r a d i c a l e s son las que sirven
de base para la formación de otras, y d e r i v a d a s las que
resultan de aquellas, después de modificadas ó ampliadas.
L o s procedimientos que se emplean en la enseñanza
p r á c t i c a de la escritura, son cuatro.
E l primero consiste en pasar de tinta las letras de c o l o r
claro marcadas en el papel. Estas suelen representarse al
principio completamente acabadas, ó l o que es l o m i s m o ,
c o n todos sus trazos gruesos, medianos y perfiles; después
con líneas delgadas, y p o r fin, indicando sus puntos de a r -
ranque y terminación c o n sólo pequeñas señales. E l papel
en que figuran, c o n o c i d o c o n el n o m b r e de i l u s t r a d o ,
va generalizándose más y más cada dia.
E l segundo r e c o n o c e p o r base el procedimiento del c a l c o ,
y son m u y p o c o s los que lo emplean.
Fúndase el tercero en la c o p i a p o r i m i t a c i ó n , á simple
vista, y se practica sobre el papel en b l a n c o .
Y el c u a r t o , que consiste también en copiar las m u e s -
tras p o r i m i t a c i ó n ; pero empleando para ello el papel p a u -
t a d o . E s t e procedimiento es el más admitido y el de m e j o -
res resrdtados, si de un m o d o conveniente y paulatino se
h a c e n desaparecer las líneas de la pauta.
T r a z a d o g r á f i c o es el que dá á c o n o c e r la forma de la
letra, de tal manera, que se puedan apreciar c o n e x a c t i t u d
los puntos que van recorriendo las líneas que la constitu-
y e n . Se representa dentro de pauta y c o n gran número de
líneas auxiliares q u e , al cruzarse, determinan los p u n t o s
indicados.
 MÉTODOS DE ESCRITURA.
Breve reseña de los que se ñan empleado, é indicación del que convendría seguir en la enseñanza
práctica de l a letra española.
I N T R O D U C C I Ó N . — B a j o dos puntos de vista distintos §
debe mirarse una obra cualquiera de caligrafía, para p o d e r
apreciarla. Consiste el primero en estudiar el g r a d o de
perfección que alcance la forma de la l e t r a , las distancias
que guarden todas ellas entre sí, y la de las palabras; la
m a y o r ó m e n o r belleza que resulte en las muestras, p o r su
composición y detalles; el esmero y clase del g r a b a d o , y ,
finalmente, la calidad del p a p e l , la forma, el tamaño y la
extension que t e n g a el tratado. Estas circunstancias r e u n i -
das representan su parte práctica, artística y material ( 1 ) .
(1) Varias obras se han escrito, tanto en España como en el ex-
tranjero, que cumplen con muchas de las condiciones indicadas; g
E l segundo estriba en averiguar el m é t o d o que se a c o n -
seja en la enseñanza, y la m a r c h a que á este fin se sigue
en la e x p o s i c i ó n de la parte teórica y de la práctica.
S I S T E M A S D E Q U E SE H A H E C H O U S O . - — D e las muchas
obras y cuadernos de caligrafía que se han p u b l i c a d o , unos
se o c u p a n de un sólo género de letra, mientras que o t r o s ,
pero ninguna de un modo tan satisfactorio como la titulada B e l l e -
z a s d e l a C a l i g r a f í a , debida á la pluma del eminente calígrafo
D. Hamon Stirling. Su inimitable arte de rasguear, la riqueza y per-
fección en los detalles, el admirable conjunto en las muestras, la
importancia que le dá su buen grabado, el papel y las dimensiones
del libro, hacen de ésta una obra que no vacilamos en denominar la
J o y a española del arte caligráfico.
 26

si b i e n presentan varios, c o n c e d e n sus autores gran e x t e n - gi l i d o de los trazos más difíciles de que están formadas las
sion á algunos de ellos, y descuidan, basta cierto p u n t o , !
letras, ó han inventado otros; y , presentándolos c o m o ejer-
t o d o s los demás. c i c i o s preliminares, les han servido de punto de partida
J S T O liemos de liacer una detallada reseña del m é t o d o que para el desarrollo de su sistema. E l gran inconveniente que
se h a empleado en cada u n o ; pero sí indicaremos las p r i n - resulta de seguir este p r o c e d i m i e n t o , consiste en que m u -
cipales, cuanto diversas o p i n i o n e s , que se han emitido en c h o s a l u m n o s , al principiar por trazar signos, tal vez de
asunto de tanto interés y de trascendencia tanta para la más dificultad práctica que las mismas letras, encuentran
enseñanza. en ello grandes obstáculos que v e n c e r ; y , después de luchar
E n primer l u g a r , hemos de consignar que han existido p o r algun t i e m p o , adquieren vicios en la ejecución y d e f e c -
autores q u e , c r e y e n d o suficiente ciar reglas para la escri- t o s en la f o r m a de la letra, que no son fáciles de corregir.
tura, hicieron abstracción de las muestras, á la par que M a s n o acaba aquí t o d o l o que es objeto de discusión e n -
o t r o s , no c o n c e d i e n d o gran i m p o r t a n c i a á aquellas, sólo se tre los profesores; queda todavía un p r o b l e m a de gran i n -
o c u p a r o n de estas últimas. A m b a s opiniones tuvieron p o c e s terés en que ponerse de acuerdo, cual es la conveniencia ó
adeptos, y , c o m o era de esperar, v i n o á p r e v a l e c e r el sis- n o c o n v e n i e n c i a de pautar el papel que ha de servir para
t e m a m i x t o , el más c o n f o r m e con la razón y el que m e j o r la enseñanza de la escritura.
responde al fin apetecido. L o s partidarios del pautado fundan su razonamiento en
D e n t r o de éste h a e x i s t i d o , y existe t o d a v í a , g r a n d i - que el niño ó adulto, cuando trata de aprender á escribir,
versidad de apreciaciones, y n o h a faltado quien, c r e y e n d o n o tiene j u i c i o adquirido de l o que constituye la buena
de más interés dar á c o n o c e r las reglas, ha subordinado la forma de letra, y p o r consiguiente, que, necesitando h a -
parte práctica á la teórica, resultando en su o b r a , c o m o cerle c o m p r e n d e r en qué consiste la belleza caligráfica, y
a c c e s o r i o , l o que en realidad debiera ser l o p r i n c i p a l , esto acostumbrar su vista y su m a n o á adquirir la práctica de
es, la ejecución. que c a r e c e , preciso ven que se le ayude de alguna manera,
A l g u n o s de los que opinan de distinto m o d o , se han v a - g L a pauta representa el auxiliar de que se valen; ésta limita
 27
el contorno ele la letra, y c o n ella, y sin gran t r a b a j o ,
puede el alumno c o p i a r , c o n bastante a p r o x i m a c i ó n , los
caracteres que desee.
M u c h o s , estando conformes c o n l a base d e l m é t o d o que
acabamos de indicar, pero queriendo ofrecer al discípulo un
auxiliar todavía más p o d e r o s o , ilustran el papel, de suerte
que les basta deslizar la pluma p o r encima de las letras d i -
bujadas, para conseguir el fin que se p r o p o n e .
l i s de advertir que el papel c o n pauta c o m p l e t a , ó el
ilustrado c o n gran detalle, solo lo emplea aquél hasta que
sabe formar todas las letras; que después se le hace escri-
bir en otro que c o n t e n g a menos líneas, ó únicamente p a r -
tes de letras, y p o r ú l t i m o , en el b l a n c o , para que h a g a la
copia p o r simple imitación ó á buen g o l p e de vista.
L o s que niegan la utilidad de la pauta, y más a ú n , la
del papel ilustrado, dicen q u e , acostumbrado el niño á
pasar la pluma p o r determinados puntos ó líneas, llega un
dia en que n o puede prescindir de ellas; y p o r l o t a n t o ,
que cada transición representa para él un sistema c o m p l e -
tamente n u e v o . E n estas variaciones v e n aqiiellos l a falta
de unidad en el m é t o d o , y m o t i v o s suficientes para retar-
dar los progresos que pudieran haber h e c h o , de seguir
desde el principio una marcha uniforme.
S I S T E M A Q U E SE I N D I C A P A R A L A E N S E Ñ A N Z A D E L A
L E T R A E S P A Ñ O L A . — S o b r e punto tan trascendental, c o n -
veniente h a de ser que se emita el m a y o r número de o p i n i o -
nes; y así, p u e s , n o estará demás que consignemos nuestro
j u i c i o particular; p o r otra p a r t e , él representa u n o de l o s
principios sobre el que ha de descansar el m é t o d o que se
piensa seguir en el Muestrario, y forzoso es que l o h a g a -
m o s constar.
L o s tres sistemas últimamente citados, parten de la h i -
pótesis que se trata de enseñar un sólo género de letra,
siendo éste el E s p a ñ o l , c o m o el primero que conviene c o -
n o c e r , y el que p o r regla general se aprende. E n tal s u -
puesto, n i n g u n o p r o d u c e aisladamente grandes resultados;
t o d o s , en e f e c t o , adolecen de los inconvenientes de que se
h a h e c h o m e n c i ó n , y sin e m b a r g o , todos presentan, t a m -
bién ventajas, que es menester a p r o v e c h a r .
E l exclusivismo que pretende cada u n o , h a c e que el ú l -
timo parezca opuesto á los o t r o s , siendo así que cabe h e r -
manar los tres, e m p l e á n d o l o s simultáneamente en la p r á c -
tica; y la dificultad en armonizarlos estribará tan sólo en
el m o d o y t i e m p o en que c o n v e n g a hacer uso de cada u n o .
E l orden que p o r nuestra parte establecemos, consiste
en el e m p l e o del papel ilustrado para los números 1 y 2 ,
p r o c u r a n d o en el segundo reducir lentamente los c a r a c t é - jjg
res impresos, hasta llegar á hacer abstracción de ellos;
p a r a los números 3 , 4 y 5 , el papel patriado, p r o c e d i e n d o
c o n él de un m o d o a n á l o g o , esto es, suprimiendo p o c o á
p o c o las líneas, hasta que únicamente queden para el del
4 las dos. del r e n g l ó n , y para el del 5 la inferior de éste,
terminando con el uso del papel en b l a n c o , que es el que
representa el n ú m e r o seis.
D e seguir este sistema, que llamaremos c o m p u e s t o , r e -
sulta que el discípulo recorre paulatinamente toda la escala
gradual de las dificultades sin violencia alguna, y o b r a n -
d o siempre de conformidad c o n el gusto y la práctica a d -
quiridos; y el profesor queda aliviado en su t r a b a j o , p o r
cuanto le basta enseñar á llevar la p l u m a á los que p r i n c i -
pian, y á corregir algunos defectos de forma ó distancia á
todos en general.
 DESCRIPCIÓN GENERAL DEL TRATADO.
E l m é t o d o que se sigue en el M U E S T R A R I O C A L I G R Á F I -
CO, está en un todo conforme c o n las bases del sistema t e ó -
rico-práctico ó m i x t o ; ninguno ofrece ventajas m a y o r e s , ni
existe o t r o m á s e n armonía c o n los fines á q u e e l presente
tratado se destina, y se divide, c o m o aquél, en dos partes.
L a teórica c o m p r e n d e :
Primero.—Las nociones de Geometría plana, que son
indispensables al estudio de la poligrafía, y que sirven á la
vez para llegar á c o n o c e r la rama de parábola, ó c u r v a ,
c o n la q u e tienen gran parecido m u c h o s trazos d e l o s q u e
están formadas las letras.
Segundo.—Ciertas generalidades caligráficas, y las defi-
niciones de algunas v o c e s , q u e , unidas al tecnicismo d é l a s
anteriores nociones g e o m é t r i c a s , han de constituir el l e n -
guaje del arte que nos o c u p a .
Tercero.—Una reseña de los sistemas de enseñanza c o -
n o c i d o s , y la explicación sucinta, pero clara, de los i n c o n -
venientes que cada uno presenta en el terreno de la p r á c t i c a
y el m o d o de evitarlos.
Cuarto.—La descripción general del tratado, c u y o p r i n -
cipal o b j e t o se reduce á extractar todos los puntos que
éste abraza, facilitando así los medios de apreciar m e j o r l a
uniformidad del m é t o d o , y la marcha seguida en su e x p o -
sición; m e m o r i a que n o conviene hacer figurar al p r i n c i p i o
d e la o b r a , p o r carecer entonces del lenguaje que la m i s -
m a reclama.
 30

Quinto.—El c o n o c i m i e n t o de los instrumentos y m a - g! hacen constar los caracteres que la distinguen, la manera
teriales que se emplean en la práctica de la Caligrafía; de completar el corte de la pluma y otras particularida-
sus condiciones y p r e p a r a c i ó n ; la conveniente altara de des m á s .
la mesa y del asiento; la posición que debe adoptar el E n casi todas figura la correspondiente cadrícula, y
que escriba para llevar á efecto esta operación c o n gran dentro de ella un n o m b r e compuesto de una m a y ú s c u -
c o m o d i d a d y soltura, y el m o d o de c o g e r y manejar la la, de minúsculas menores, rectas y curvas, y de a l g u -
pluma. na, de las m a y o r e s , c o n trazo superior é inferior. Sirven
Sesto.—El origen y condiciones de los alfabetos m a n u s - para dar á c o n o c e r la inclinación de la letra, su altura, el
critos, y arranque de curvas, su grueso c o n relación á la distancia
Sétimo.—La descripción particular de los géneros de entre dos caidos, y , p o r fin, la forma acabada que debe
letra que comprende el c u a d e r n o . Estos se han c o l e c c i o n a - tener cada u n a , y la separación que h a de existir entre
do en dos g r u p o s , figurando en el p r i m e r o , y bajo la d e n o - las mismas.
m i n a c i ó n de manuscritas, la letra E s p a ñ o l a , la Inglesa, la U n a simple consulta en la cuadrícula correspondiente,
Italiana, la Bastarda, la R e d o n d i l l a de tres clases, la G ó t i - le bastará al alumno para apreciar c o n gran aproximación
c a de dos y la Itálica; y en el s e g u n d o , las dibujadas, ó de si la forma de su letra reúne las condiciones que se acaban
imprenta, que comprende la R e c t a n g u l a r y la P o l i g o n a l de de indicar, y además permitirá dar mayores dimensiones
una sola línea, la R o m a n a sencilla, la R o m a n a m o n u m e n - al trazado de aquéllas, para obtener los medios de dibujar
tal, la Italiana, la T i t u l a r , la R o t u l a r y las de a d o r n o . caracteres del tamaño que desee.
U n a s treinta bigoteras de distintas formas y t a m a ñ o s , d e s - Separados los diferentes trazos de que están formadas
tinadas á decorar ciertos trabajos caligráficos, c o m o son las minúsculas menores de cada u n o de los géneros de l e -
títulos, cuadros de h o n o r , portadas, e t c . , completan el tras, y después de hacer de ellos un detenido e x a m e n , se
cuaderno. h a n o r d e n a d o , según su dificultad práctica, y sin tener
D E L A S M A N U S C R I T A S . — E n cada clase de letra se § para nada en cuenta su clasificación teórica. A estos ejer-
 31

cicios sigueu los que representan las / / , jj j ff, únicos ^ hasta llegar al que aconseje el uso ó aplicación que de
que faltan para c o n o c e r los elementos todos de las m i n ú s - cada género pueda hacerse.
culas en general. A la manera que en los ejercicios de las diferentes c l a -
F o r m a c i ó n de letras del m a y o r t a m a ñ o , compuestas de ses de letra se observa siempre una marcha gradual en su
dos de dichos elementos, enlaces, abecedarios y n o m b r e s , respectiva dificultad práctica, de igual m o d o sigue siendo
c o m p l e t a n cuanto corresponde al c o n o c i m i e n t o de las m i - gradual y ordenado el m é t o d o , en cuanto se relacione con
núsculas. la enseñanza de cada una en particular; y así, pues, d e -
I d é n t i c a m a r c h a se sigue en los trazos de las minúsculas b i e n d o ser la Española la que forzosa y exclusivamente se
y cifras, los cuales, reunidos y ordenados en una sola m u e s - enseñe en todas las escuelas del r e i n o , c o m o la única que
tra, c u a n d o su n ú m e r o é i m p o r t a n c i a así lo lian e x i g i d o , forma parte de los estudios de Instrucción primaria y una
permiten que el profesor señale les que deben constituir de las que se aprenden en las N o r m a l e s , de ella debe tratar-
cada l e c c i ó n de las preparatorias, á la formación completa se con gran extension, y e l l a h a ele servir asimismo de
de las n u m e r a c i o n e s y alfabetos de esta clase. g é n e r o principal al que puedan referirse todas las demás;
A partir de aquí, y c o n o c i d o s que son y a todos los s i g - por esta razón o c u p a el primer lugar en el tratado, se dá el
nos que entran en la escritura, se continúa el m é t o d o p r e - maj'or número de reglas para su e j e c u c i ó n , se presenta su
sentando n o m b r e s compuestos de mayúsculas y minúscu- trazado gráfico, y se emplea para su enseñanza el sistema
las, todos alusivos á un m i s m o o b j e t o ó tema científico ó c o m p u e s t o , c o m o el más apropiado.
literario, y después textos que guarden con ellos íntima E n los otros géneros se hace uso del papel pautado y del
c o n e x i ó n . E l a l u m n o , al copiar las muestras así redacta- b l a n c o , ó simplemente del segundo; se les concede más ó
das, l o g r a al p o c o t i e m p o grabar en su memoria los c o n t e - menos amplitud, y se colocan en el cuaderno, según l o r e -
nidos, y recuerda para siempre lo que indudablemente p u e - clame su importancia ó su origen; por lo que no extrañará
de serle de algun p r o v e c h o . que se destinen doce muestras y seis cuadrículas á la letra
E l t a m a ñ o de las letras se vá reduciendo más y m á s , | I n g l e s a , mientras que de la Italiana sólo aparece una, y
 ésta sin líneas de pauta; ni t a m p o c o que ocurra una cosa |> sus trazos; y así, p u e s , se dirá que un alfabeto corresponde
análoga c o n la-Bastarda, las Redondillas vertical y f r a n c e - al tipo R e c t a n g u l a r , al P o l i g o n a l ó al M i x t i l í n e o , cuando
sa, y la Gótica alemana, c o n respecto á la E s p a ñ o l a , á la la O, p o r e j e m p l o , sea respectivamente u n p a r a l e l ó g r a m o ,
R e d o n d i l l a inclinada y á la G ó t i c a inglesa; y , p o r fin, que un o c t ó g o n o ó un c í r c u l o , óvalo ó elipse.
la Itálica ocupe el ú l t i m o - l u g a r , p o r Corresponder sus m a - L a mixtilínea de grueso y perfil, ó de gruesos iguales ó
yúsculas, más bien que á las manuscritas, á las que á c o n - desiguales, puede ser de cuatro clases, según la dirección
tinuación se dan á c o n o c e r . en que tienda á predominar el m a y o r a n c b o de los trazos,
D E L A S D I B U J A D A S Ó D E I M P R E N T A . — I n f i n i t o es el y cada una de ellas representa asimismo un tipo de c o m -
número de clases de letra que caben dentro de esta d e n o m i - paración.
n a c i ó n , y , sin e m b a r g o , posible es clasificar la inmensa L a letra que conserve el perfil en el sentido horizontal, y
m a y o r í a . A este fin se destinan siete alfabetos, que sirven sus líneas aumenten en grueso á medida que se a p r o x i m e n
c o m o de otros tantos géneros principales ó tipos de c o m - á la vertical, recibe el n o m b r e de Romana, y á este g é n e r o
paración: el R e c t a n g u l a r , el P o l i g o n a l y el M i x t i l í n e o , pertenece la inmensa m a y o r í a de las que se emplean en l o s
todos sencillos ó de una s o l a l í n e a , se representan c o n t r a - impresos: c o m o tipo clásico y de c o m p a r a c i ó n , se dá el Ro-
zos delgados y constantemente iguales. L a s líneas rectas, m.ano monumental de la pág. 6 . L o s alfabetos, c u y o s trazos
únicas de que se c o m p o n e n las letras deí p r i m e r o , tienden, de las letras se representan c o n simples perfiles cuando t i e n -
casi p o r regla general, y en cada una de éstas, á formar dan á la vertical, y c o n gruesos cuando á la h o r i z o n t a l ,
paralelógramos; las del s e g u n d o , rectas todas t a m b i é n , se llaman Italianos, y un caso particular de estos, es el
o c t ó g o n o s ó p o l í g o n o s de m á s de cuatro l a d o s , y las del que figura en la pág. 8 . A q u e l l o s en que n o existe c l a r o -
tercero, rectas unas y curvas otras, afectan, p o r l o regrdar, oscuro p o r parecer sus letras c o m o formadas p o r fajas c o n s -
formas curvas ó m i x t a s . tantemente iguales en a n c h o , se denominan Titulares; t a l
A u n o de estos tres géneros pueden referirse t o d o s l o s es el abecedario que representa las pág. 1 1 . Se distinguen
caracteres impresos, según la e x t r a c t a r a que p r e d o m i n e en ¡§ c o n el n o m b r e de Rotulares, los q u e , careciendo de perfiles,
 33

tienen los mayores gruesos en el sentido horizontal, c o m o gj figuras g e o m é t r i c a s , e t c . , ó las adornadas c o n éstas ú otros
el alfabeto de la pág. 1 2 , ó bien en el vertical, c o m o s u - m i l c a p r i c h o s , son las únicas que pudieran presentar a l g u -
cede c o n los nombres del primer renglón de la pág. 1 3 . na dificultad en clasificarla; y , sin e m b a r g o , su e x t r a c t a r a
E n los tipos rectangulares y p o l i g o n a l e s , cabe también ó m a n c h a general, indicará la m a y o r parte de las veces e l .
que los trazos sean siempre iguales en a n c h o , ó que p r e d o - género á que pertenecen.
mine el grueso en un sentido: en el primer caso, t o m a n los Grande es el número de las dibujadas que aparecen en
nombres compuestos de Titulares rectangulares ó Titulares el cuaderno, y de ellas m u y pocas las recargadas de a d o r -
poligonales, y en el segundo, los de Rotulares rectangulares n o ; ni los conocimientos en dibujo que se necesitan para
ó Rotulares poligonales. ejecutar otras más difíciles, ni los fines á que el tratado se
L a s letras de imprenta, formadas p o r hojarascas, rasgos, § destina, permiten otra cosa.
 SEGUNDA PARTE.
Instrumentos, materiales y enseres que se emplean en la pràctica de la Caligrafía; condiciones,
preparación, empleo y manejo de los mismos, y Descripción particular del tratado ó reseña de los
diferentes géneros de letra que comprende.

INSTRUMENTOS. <|¡ entre las de buena calidad, merecen citarse las de E g ú r e n ,

DE L A S P L U M A S M E T Á L I C A S . — E n las grandes c o m o en
las pequeñas p o b l a c i o n e s , en las dependencias públicas
c o m o en las casas particulares, y , en una palabra, en todas
partes y , p o r casi t o d o s , son y a conocidas y aceptadas las
plumas metálicas.
L a buena elaboración que lian alcanzado, su e x i g u o v a -
lor, y más a ú n , el n o tener que ocuparse en cortarlas, son
condiciones que las han h e c h o en e x t r e m o recomendables.
Cada dia es m a y o r el n ú m e r o de las que se fabrican, y ,
p o r tener el corte transversal, perfectamente r e c t o , c i r c u n s -
tancia que permite poder adaptarlo en toda su extension al
papel, para producir c o n limpieza el claro-oscuro de las l e -
tras. D e las de punta aguda, indicaremos las galvanizadas
de H ú m b o l d t , c o m o una de las mejores clases.
D E L A S C A P I L A K E S . — A s í se denominan las plumas m e -
tálicas de punta agudísima: suelen ser pequeñas, y se e m -
plean para escribir letras de dimensiones m u y reducidas,
para agregar algunos perfiles á las de gran t a m a ñ o , y e s -
¡§ pecialmente para dibujar.
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C O N D I C I O N E S D E L A S P L U M A S D E A V E . — L a s ventajas íg
que las metálicas tienen sobre estas, y su uso casi general,
debieran ser m o t i v o s sobrado poderosos para pasar en s i -
lencio cuanto se refiere á las de a v e ; pero pudiendo haber
quien las prefiera, y siendo indispensable emplear las l l a -
madas maestras ó de cuatro gavilanes, para escribir las l e -
tras de doble trazo, deber nuestro es hacer también m e n -
ción de ellas.
L a s cualidades que hacen distinguir las buenas de las
malas plumas, son: cañón largo y trasparente, barbas c o r -
tas y que arranquen desde más arriba de la parte diáfana,
calibre regular y mediana dureza.
M u c h o s suelen ponerlas á r e m o j o antes de cortarlas; p e r o
esta o p e r a c i ó n , que es de necesidad en las m u y duras, n o
conviene á las que reúnan las cualidades antedichas; á é s -
tas bastará tenerlas un m o m e n t o en la b o c a , y hasta será
m e j o r no reblandecerlas.
L a s plumas de acero se conservan p o r m u c h o t i e m p o en
buen estado, preservándolas de la h u m e d a d , para lo que es
prudente limpiarlas bien c o n papel secante cuando se h a y a
acabado de escribir, y guardarlas en d o n d e ' no estén e x -
puestas á la acción atmosférica. L a s de ave n o e x i g e n tanto
c u i d a d o , y unas y otras tomarán m e j o r la tinta al usarlas §
p o r primera v e z , m o j a n d o los gavilanes c o n saliva y s e c á n -
dolos i n m e d i a t a m e n t e .
E l C O R T A P L U M A S de acero p u r o , de b u e n t e m p l e , de
hoja p o c o gruesa, a l g o arqueada y de punta a g u d a , n u n c a
estará tan bien preparado c o m o después de pasarlo p o r la
piedra de afilar y antes de vaciarlo..
E l C U A D R A D I L L O Ó regla de sección cuadrada, de un
centímetro de lado p o c o más ó m e n o s , que es la que e m -
plean los escribientes para rayar el p a p e l , hacer falsillas,
subrayar palabras, e t c .
E l R A S P A D O R Ó especie de bisturí que sirve para h a c e r
desaparecer l o escrito, y á c u y o fin puede destinarse i g u a l -
m e n t e la h o j a de filo c o n v e x o del cortaplumas; operación
para la cual se colocará una p l a n c h a de marfil ó un pedazo
de cristal plano debajo del p a p e l , y en el p u n t o en que se
h a y a de raspar.
T a m b i é n se h a c e uso de la g o m a para borrar lo señalado
c o n lápiz ó tinta; pero empleando para ello un p r o c e d i -
miento distinto, que consiste en pasarla repetidas v e c e s , y
c o n p o c a presión, p o r e n c i m a de las señales impresas.
C o m p l e t a n el n ú m e r o de los instrumentos que se emplean
en la práctica de la escritura, el P O R T A P L U M A S Ó m a n g o
en que se c o l o c a n las de a c e r o ; el b u e n lápiz F á b e r del n ú -
m e r o 3 : el CÏ><ÍÍ:EE5Í Ó iicuñeca c e tela ciara, rellena de r e - 1 F D S Í Í Ü U P á M U S I T I Ï Í I
sina y d e e n e b r o , y c o n o c i d a ECTRNRAJÍIEAFE een t i nombre I DE ESCÍÍLESTHS COjí'tJleiitíítES..
de nramUíi. el ena] se -sci-ide y restriega en el ;-.-:IIITO r a s -
p a d o , para traredir e¡:ae se corra la tints aL estribir a e A g a í l a s FINAS d e Á í e p o , . . , 8¡ú# g-mms.
N I I E T O : srjtes de ns,£rk. se j a s a r á la goraa de borrar l á p i z , S t d i a í o d e í n d i g o . . . . . . 5 » © " ¡ti.
se frotará c o n un pspí-í, y se tara- desaparecer el p o l v o RE- C a p a r r o s a verée. - - -2S-& HL
SINOSO c o n un trape LIMPIO. Y diez EISTCS «de especia,
Saña, direm O:-; respecto al c o m p á s , á las plantillas y á l o s P a l v e r í z a d o t « f c g AS? p o n e á w c e r m 'doe lar I :^.w.'¡
!

demás i n s t r u m e n t a íjiie se iieces-íían- para e j e c u t a r las l e - liasía fjne «jaede m l u e í d o á las tees c o a r t e |_«r*-t -*• "Via
tras de i m p r e n t a : al arte d e ! DIRIJO corresponde hacer su - enfiíai-., se m e z c l a » deisjraes l u í ! giaineís «fe _ JU. jcaF u i
d e s c r i p t i o n , y de él Sebe tenerse d e antemano swjtuera sean I; en p e d x o . Y . ¡CLÍSNRDLTA (pie sea ests,, puede em
ligeras n o c i o n e s .
lEGlíÜEDüElTES ¥ ¡FlífOEEPílIl'ElTiD
«¡tTESMLES. j| p a je a e o s F E c e i e s A s t í s t a ucesiwsiíci,.

D E L A T I N T A . — E n el R e g l a m e n t o para la e j e c u c i ó n de5
Qvézastm e n fees litros & signa 5 W prsiayis (die- jtiiikï
la L e y del N o t a r i a d o , y.tblw&ño en el &M 1 8 7 4 . se i n d i c a s -; c a m p e c h e , c e r t a d o era. PWIEEIAS a s í a l a s ; msmL· s e layas
:

las cualidades ç u e lia de tener la trata eue se emr.lee en la e T a p o x a d » 3s feraera p a r t e , y tiíoa T S S íftib., s e MESCFEÁIIE
docuxfieníacien oScisd: pero ni ésta- l e y ni otra aíguna pires- •• en p o l v o :
c r i b e n la calidad v cantidad de los c o m p o n e n t e s *ftie t a n d e 6 0 g r a m o s d e alramfoie.
entrar en su comieceion. p o r l o rgue. ateniéndonos í'ól-o al j SO' ídeaai d e a z i e a r cattule 6 d e jílrani.
espirita de aquella, daremos á c o n o c e r e l m o d o d e fabricar 8 0 gramos d e goraa aiálsígis, y
una que retina- c o n d i c i o n e s l e g a l e s , y otra p a r a u s o d-e las 19 claros d e e s ç e c » .
-escuelas, n o tan b u e n a , p e r o m á s e c o n ó m i c a . • ' A g í t e s e M e n . y entélese i&ikn..
 L a s dos clases de tinta que se indican son negras p e r - §> entre el 15 y el 20 p o r 1 0 0 ; de suerte q u e , si la mesa n o
manentes, y necesitan p o c o t i e m p o para secarse: además, cumple c o n esta c o n d i c i ó n , convendrá c o l o c a r encima un
entra en su composición el clavo de especia, que evita en pupitre. L a altura que ha de mediar entre d i c h o p l a n o y
parte que las plumas se oxiden. Inútil nos parece decir el del asiento será tal, q u e , c ó m o d a m e n t e sentado el que
que la primera de ellas, cumple mejor c o n los requisitos escriba, llegue el arranqiie de su p e c h o á la arista superior
que se acaban de mencionar. del t a b l e r o .
D E L P A P E L D E E S C R I B I R . — H a c e r una reseña de las
DEL CORTE DE LA P L U M A .
diversas clases de papel que se fabrican é indicar sus c u a -
lidades seria un trabajo í m p r o b o , y en su consecuencia, D e s d e los dos y m e d i o centímetros de la extremidad del
nos limitaremos á manifestar, q u e , b i e n sea de a l g o d ó n ó cañón y p o r su parte anterior, se dá un tajo curvilíneo de
bien de h i l o , será tanto m e j o r , cuanto más satinado esté. c i n c o milímetros, el cual continuará después c o n s t a n t e m e n -
E l de hilo puro sin grano y de cuerpo, es preferible á te r e c t o , y pasando p o r el centro de aquél hasta llegar á
todos. su terminación; á partir de la mitad de d i c h o t a j o , y p o r
DEL P A P E L SECANTE Y D E L A A R E N A — L o s materiales ambos lados, se rebajará p o c o á p o c o la p l u m a , c o n t e n d e n -
destinados á secar p r o n t o los escritos, son la arena y el cia siempre á buscar el p u n t o m e d i o y más b a j o de la parte
papel secante. L o s inconvenientes de desparramarse aquella posterior; p o r el vértice del á n g u l o que resulte de los cortes
p o r la mesa y el pegarse á la tinta, dificultando la escritu- laterales y p o r el interior del c a ñ ó n , se practicará c o n la
ra p o r l a cara opuesta del p a p e l , h a n h e c h o más aceptable punta del cortaplumas una hendidura de medio c e n t í m e t r o
el uso del s e g u n d o . de l o n g i t u d ó algo m á s , para lo que debe apoyarse la p l u -
m a sobre la plancha de marfil ú otro o b j e t o q u e , siendo
ENSERES. d u r o , n o estropee el filo del i n s t r u m e n t o ; y finalmente,
D E L A M E S A Y D E L A S I E N T O . — E l plano sobre que des- a p o y á n d o l a de n u e v o , pero p o r su parte contraria, se dará
canse el papel debe tener una pendiente, que podrá variar § un corte transversal, oblicuo al plano que le sirve de a p o -
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y o , y perpendicular ú oblicuo á la línea (pie marca la i n -
cision, según c o n v e n g a á la clase de letra á que aquella se
destina.
A l g u n o s principian el corte dando un tajo oblicuo p o r
el l o m o del c a ñ ó n , que comienza desde los cuatro ó c i n c o
milímetros del e x t r e m o , y después practican la hendidura
por la parte de afuera, introduciendo en el mismo cañón
el de otra p l u m a , para que sirva de a p o y o .
L a longitud del corte transversal debe ser igual al grueso
de la letra que se trate de escribir, y el correspondiente á
la variedad grueso de cada genero se dará á conocer al
ocuparnos particularmente de cada u n o .
U n a p l u m a de ave bien cortada, puede dar tan buenos
resultados c o m o la m e j o r de a c e r o ; pero esta operación,
puramente m e c á n i c a , n o todos la llevan á cabo con la m i s -
ma p e r f e c c i ó n , ni en igual período de t i e m p o ; causa la más
poderosa de todas las que han contribuido al uso casi e x -
clusivo que se h a c e de las metálicas. E n las escuelas de
Instrucción primaria es en donde las ventajas se han h e c h o
más sensibles; pues a n t i g u a m e n t e , el profesor empleaba
largo rato en preparar las que tenían que usar los a l u m -
nos, mientras que h o y lo dedica íntegro á la enseñanza de
la escritura.
I POSICIÓN DEL CUERPO Y COLOCACIÓN DEL P A P E L .
E l t r o n c o se colocará ligeramente inclinado hacia a d e -
lante, vuelto un p o c o á la derecha y á 5 centímetros de la
mesa: la pierna derecha, vertical; y la izquierda, avanzan-
do su pié una mitad más que el o t r o . L a m a n o y el a n t e -
brazo izquierdo, tendidos cou suavidad sobre el tablero,
oblicuos respecto á su b o r d e , y a p o y a n d o el papel con la
palma y las yemas de los dedos. E l antebrazo d e r e c h o , de
m o d o que el c o d o salga 1 centímetros de la mesa; y , p o r
ú l t i m o , la cabeza dirigida en el mismo sentido que el t r o n -
c o , aunque a l g o más inclinada.
P a r a colocar el papel se procurará, en primar lugar, que
las líneas reales ó imaginarias que marquen los renglones,-
vayan o c u p a n d o una tras otra la altura á que deben e n c o n -
trarse los gavilanes de la pluma; y en s e g u n d o , que su c a n -
to inferior ó la prolongación del m i s m o , forme c o n la arista
anterior de la mesa un ángulo de 10°. D e esta manera c o -
l o c a d o , resultará que los caidos tendrán una inclinación de
17°, respecto á la perpendicular al borde del tablero, y á
su v e z , aquellos serán perpendiculares á la recta que pase
p o r los codos del que escriba.
§ Bastaría-nos l o dicho para haber fijado la tínica posición
 40
que debiera tomar el que tratase de escribir, y también H
para c o n o c e r la exclusiva manera de colocar el. papel, si
la inclinación de los caidos fuera constantemente igual
para todos l o s tipos de letra; m a s , c o m o es distinto en cada
g é n e r o , salvo en el E s p a ñ o l y el Bastardo, á los que sólo
convienen las reglas antes expuestas, y ocurriendo lo p r o -
pio c o n los diferentes tamaños del I n g l é s , de aquí que se
h a g a necesario dar otras para los demás, y para cada una
de las variedades que c o m p r e n d e el último de los m e n c i o -
nados géneros.
Indicaremos de antemano las que se han de observar en
todos los casos, y después daremos á c o n o c e r las aplicables
á cada g é n e r o ó variedad, s e g ú n la inclinación que deban
tener.
L a s reglas generales son las siguientes:
Primera.—Él papel se colocará siempre á la misma a l -
tura que se encuentre la extremidad inferior de la p l u m a ,
y en posición t a l , que la letra t o m e una dirección p e r p e n -
dicular á la recta, que se c o n c i b e pase p o r l o s c o d o s del
que está en actitud de escribir.
Segunda.—Las diferentes partes del cuerpo n o c a m b i a -
rán j a m á s la dirección que tenemos indicada; esto es, g u a r -
darán entre sí la misma p o s i c i ó n , e x c e p t o las piernas, q u e , f
á pesar de poder tomar posturas diversas, n o variarán t a m -
p o c o de dirección c o n respecto al t r o n c o , ni á los b r a z o s .
Tercera.—La más corta distancia que h a de existir e n -
tre el cuerpo y la mesa, será de 3 c e n t í m e t r o s , bien esté
de frente á la misma, ó bien vuelto hacia u n o ú otro l a d o ;
y en cada una de estas posiciones se dirigirán las piernas
en el m i s m o sentido que los c a i d o s , y , p o r c o n s i g u i e n t e ,
serán también perpendiculares á la línea de los c o d o s , ó á
la de los h o m b r o s .
D e las prescripciones que anteceden, se deduce q u e , si
conseguimos determinar el ángulo que h a de formar el c a n -
t o inferior del papel, c o n el b o r d e d e la m e » , según l a d i -
1
rección que corresponda al tipo de letra que se trate de
escribir, y si fijamos la verdadera posición de los pies,' ten-
dremos c o n esto, y c o n las anteriores reglas, cuanto p u e -
da interesar al o b j e t o que nos o c u p a .
P a r a ELLO, distinguiremos tres casos: que la letra sea
vertical, que esté inclinada á la derecha, ó que l o esté á la
izquierda.
E n el primer c a s o , se colocará el papel paralelo á la
arista del tablero, y las piernas casi á p l o m o , p r o c u r a n d o
que un pié no avance más que el otro. Pertenecen á esta
clase de R e d o n d i l l a vertical, la francesa y las dos G ó t i c a s .
 E l papel se inclinará hacia la izquierda, siempre que L a R e d o n d i l l a inclinada es la única que c o m p r e n d e el
hayamos de escribir un tipo de los comprendidos en el se- tercer caso; para su escritura, se inclinará el papel hacia
gundo c a s o ; y el ángulo que aquél ha de formar c o n el la derecha, y el á n g u l o consabido será de cuatro g r a d o s .
borde anterior de la mesa, será tanto m a y o r cuanto más C o n respecto á la posición que deben t o m a r los pies
grande sea la inclinación de los caidos. cuando se escriba letra n o vertical, se tendrá presente que
L a tabla que sigue determina la inclinación de la letra, avanzará más el del lado opuesto al que ésta se dirija; pero
y aproximadamente, la medida: del ángulo que corresponde sin traspasar nunca el límite del p u n t o á que llegue el c o r -
á cada uno de los géneros ó variedades que figuran en el respondiente á la pierna, que ha de estar á p l o m o . E l
cuaderno: avance respectivo estará en p r o p o r c i ó n á la inclinación de
Ángulo la misma letra.
Inclinación que ha rte formar E n todas las posiciones que p u e d e n t o m a r las diferentes
e! papel con
Clase y variedades de letra. da !os caidos. el horde de la masa. partes del c u e r p o , se h a de procurar g r a n naturalidad; la
violencia en ellas dificultaría la soltura de que necesita el
Itálica 23° 8° que h a de escribir, y hasta pudiera ser causa suficiente
Española y Bastarda. . . . 26° 34'
26° 34 10° para contraer ciertas enfermedades.
Italiana 34° 15°
/ V a r i e d a d num. 1. 34° 15° MODO D E . C O G E R Y M A N E J A R LA PLUMA.
í d e m n ú m . 2. . 35° 16°
í d e m n ú m . 3. . 36° 18° E l perfecto c o n t o r n o de la letra y su buen c l a r o - o s c u r o ,
Inglesa.. <¡ í d e m n ú m . 4. . 37° 19° depende en m u c h o de la posición que tengan los dedos y
í d e m n ú m . 5.. . 38° 21° la palma de la m a n o en la m a n e r a de t o m a r l a p l u m a , y
Corrida ó A m e - de los m o v i m i e n t o s que se la impriman. A s u n t o es éste r e -
ricana 45° 30° c o n o c i d o p o r todos los autores c o m o de interés vital para
3

la escritura, y del que nos ocuparemos c o n algun d e t e n i - § c o m p l e t o en el p a p e l , así c o m o también el borde de la m a n o .
miento.
Para escribir letra Española ó Bastarda, se tomará la
p l u m a c o n el dedo índice y el p u l g a r , y se la hará descan-
sar en el punto en que termina la uña del t e r c e r o ; el e x t r e -
m o de éste distará dos centímetros de la punta de aquélla;
é índice y m a y o r , casi en posición recta, liarán que la m i s -
m a se dirija liácia la primera articulación del segundo d e d o .
D e s p u é s de bien c o g i d a , se colocará la m a n o , a p o y a n d o s o -
b r e el papel el lado izquierdo de la uña del m e ñ i q u e , h a -
ciendo descansar en él la primera c o y u n t u r a del anular, y
p r o c u r a n d o que éste, á su v e z , sirva de sostén al m a y o r .
Para escribir letra Inglesa ó Itálica debe tomarse la p l u -
m a suavemente c o n las y e m a s de los tres primeros dedos,
arquearlos de m o d o que el c a ñ ó n pase p o r el centro de la
falange del í n d i c e , y apoyar sobre la mesa el dedo m e ñ i -
q u e , el anidar y el origen de la m u ñ e c a .
L a escritura de la letra Italiana requiere una posición es-
pecial de la mano y de la pluma: aquélla se colocará c o n los
dedos m u y c o n t r a i d o s , sosteniéndose los cuatro ú l t i m o s ,
uno al o t r o , en toda su l o n g i t u d , inclinados de suerte que
el índice sea el que diste más del c u e r p o , d i r i g i e n d o las
puntas liácia la izquierda, y el p e q u e ñ o descansando p o r í de delante á atrás y la otra en sentido contrario.
42
I L a parte curva del primer tajo de la pluma coincidirá c o n
la y e m a del dedo m a y o r , presentando el l o m o casi de frente
al que escriba; el c a ñ ó n descansará p o r el lado del corte en
la y e m a del í n d i c e , y se dirigirá hacia la última articula-
ción del m i s m o ; y , p o r fin, el pulgar irá c o l o c a d o sobre el
dorso de la p l u m a , de m o d o que su punto de c o n t a c t o se
corresponda c o n el del índice.
C u a n d o se escriba una clase cualquiera de las R e d o n d i -
llas ó de las G ó t i c a s , se tomará la pluma c o m o se ha i n d i -
c a d o para la letra I n g l e s a ; pero c o g i é n d o l a más c o r t a , y p r o -
curando cerrar los dedos hasta que aquélla t e n g a p o c a i n -
clinación y pase p o r la mitad de la primera falange del
dedo í n d i c e .
M O V I M I E N T O S DE LA P L U M A .
T r e s cabe imprimirla en el acto de escribir: el de tras-
lación, que consiste en hacer que recorra los diferentes
p u n t o s que constituyen el c o n t o r n o de las letras; el de
presión, que se verifica en el m o m e n t o de apretarla para
p r o d u c i r los medianos y gruesos; y el de cabeceo, que r e -
sulta de hacer m o v e r á un t i e m p o sus extremidades, u n a
 O t r o más existe y daremos á c o n o c e r : el de rotación, que il zos rectosimples ó los elementos rectos de los c o m p u e s t o s ,
proviene de hacerla girar entre los dedos; pero éste j a m á s
debe verificarse.
Compuestas las letras en general de partes rectas y c u r -
vas más 6 menos gruesas, claro está que los movimientos
de traslación han de ser rectilíneos unas veces, y curvilí-
neos otras, y que la intensidad de los trazos que marque
la pluma en su m a r c h a , dependerá de la l o n g i t u d de su
corte transversal, de la dirección que v a y a t o m a n d o c o n
relación á una recta dada, y del manejo que se haga de
aquellos; en su consecuencia, 3 c o n el fin de explicar c o n
r
la m a y o r claridad posible el m o d o de imprimir á la pluma
los movimientos necesarios para que produzca los trazos
completamente acabados, consignaremos de antemano que
las plumas achaflanadas se emplean para escribir la letra
Española, la Bastarda, las Redondillas ó las G ó t i c a s ; y las
de punta aguda para la Inglesa, la Italiana ó la Itálica;
que el m o v i m i e n t o de presión sólo tiene efecto cuando se
hace uso de las últimas, y que el de cabeceo se verifica en
todos los géneros de letra, aunque m u y pronunciado c u a n -
do se escribe el I n g l é s , y p o c o cuando el Italiano.
Modo práctico de trazar las partes rectas que
entran en la composición de las letras.—Los t r a -
pueden ser: verticales, horizontales, inclinarse hacia la i z -
quierda, ó dirigirse a l a derecha.
L o s T I A Z O S V E R T I C A L E S c o r r e s p o n d e n á la R e d o n d i l l a
vertical, á la R e d o n d i l l a francesa y á las dos clases de G ó -
t i c a ; se practican siempre de arriba á a b a j o , y c o n el doble
m o v i m i e n t o de traslación y c a b e c e o ; para verificarlo b a s -
tará empujar la pluma c o n el dedo í n d i c e , y auxiliar su
m a r c h a c o n el p u l g a r y el m a y o r . E l a r c h o de las fajas
que resultan pertenecerá en todos estos casos al m e d i a n o
de la letra, y se efectuará siempre c o n plumas achaflanadas.
L o s T R A Z O S H O R I Z O N T A L E S que suelen formar parte de
l a / , t, A, Hó Ten algunos géneros de letra, los de las
mayúsculas y cifras de la I t á l i c a , y los que constituyen l o s
g u i o n e s , se efectuarán en todas ocasiones dirigiendo l a
p l u m a de izquierda á derecha, sin apretarla y sin hacerla
variar de p o s i c i ó n .
C u a n d o se practiquen c o n p l u m a de punta r o m a , r e s u l -
tarán d e u n ancho que estará c o m p r e n d i d o entre el m e -
diano y el g r u e s o ; y cuando c o n las agudas, sólo p r o d u c i -
rán líneas d e l g a d a s .
LOS TRAZOS RECTOS Y CAÍDOS Á L A I Z Q U I E R D A p r e d o -
È minan en las minúsculas de la R e d o n d i l l a inclinada, a b u n -
 44

clan en la G ó t i c a inglesa y aparecen en la Jt, x. K. R ó X 5 m i e n t o descendente, producirá trazos m e d i a n o s ; y éstos

de otros g é n e r o s ; residían gruesos en los caracteres que
corresponden á dicha clase de G ó t i c o , y gruesos ó m e d i a -
nos en los demás casos, según la posición que t e n g a la
p l u m a : y se verifican siempre de arriba á a b a j o , con los
m o v i m i e n t o s de traslación y c a b e c e o , impulsados por el í n -
dice, y c o n ayuda del m a y o r y del p u l g a r .
L o s TRAZOS RECTOS B I I Í C L I X A D O S Á L A D E R E C H A
presentan la inmensa mayoría de los medianos que p e r t e -
necen á las minúsculas de la letra E s p a ñ o l a , de la I n g l e s a ,
. de la Bastarda y de la Itálica; los gruesos y medianos de
la Italiana; los perfiles que constituyen parte del c o n t o r n o
de algunos caracteres, y m u c h o s de los que sirven para
unir entre sí las letras que entran en la formación de cada
palabra. S u m a y o r ó m e n o r inclinación y el sentido en que
deba marchar la p l u m a , son causas q u e , c o n las y a apunta-
das, han de influir en la manera de efectuarlos y en el v i -
g o r que han de tener.
E n aquellos que sigan la dirección d e los caidos y t e n -
g a n que ejecutarse con p l u m a de punta r o m a , se i m p r i m i -
rán los m o v i m i e n t o s c o n el dedo í n d i c e , c o n t r a y é n d o l o c o n la letra italiana, hace q u e , al ser empujada de alto á
dulzura durante la marcha del instrumento, y auxiliándolo
c o n el pulgar y el del c o r a z ó n . A l deslizarlo, c o n m o v i - ^ c u a n d o c o n el p u l g a r se la dirija en sentido i n v e r s o : resul-
n u n c a se han de marear, llevándolo de abajo á arriba.
L o s gruesos y los medianos que en la letra Inglesa ó
ItáHca sigan la dirección de los caidos, se practicarán
principiándolos desde la parte superior, apretando la p l u -
m a c o n igual intensidad, y dirigiéndola con el dedo m a y o r ,
el cual será a c o m p a ñ a d o por el primero y segundo durante
re- la m a r c h a de traslación y c a b e c e o .
T o d o s los perfiles rectos que forman parte del c o n t o r n o
de las letras y los que sirven para enlazarlas, tienen m a -
y o r inclinación que los caidos, y se trazan c o n marcha as-
cendente y c o n el doble m o v i m i e n t o de traslación y c a b e -
c e o ; para verificarlo c o n pluma r o m a ó achaflanada, se i m -
primirá dicho m o v i m i e n t o c o n el dedo p u l g a r , e x c e p t o
c u a n d o se trate de marcar los que han de unir los trazos s u -
periores é inferiores de las cedas, que corresponden á ciertos
alfabetos, ó los de la A, M, N, U, V, X 6 Y de la I t á l i c a ,
puesto que en estos casos se efectuarán partiendo desde el
p u n t o más alto y sin presión alguna.
L a p o s i c i ó n especial que debe tener la pluma al escribir
b a j o p o r el dedo central, p r o d u z c a perfiles; y g r u e s o s ,
 45

tundo en ambos casos efectos contrarios á los señalados en ii ceptible c u a n d o se escriba letra E s p a ñ o l a , Bastarda, R e -
las regias anteriores. dondilla ó G ó t i c a , y más pronunciado si fuera Inglesa.
Manera práctica de trazar las partes curvas L a s plumas de punta r o m a , al marchar en cualquier s e n -
que entran en la composición de las letras.— t i d o , incluso en el ascendente, producirán p o r sí solas el
L o s trazos curvosimplcs ó los compuestos de dos ó más claro-oscuro de los trazos c u r v o s , ó, lo que es l o m i s m o , los
curvas, p o c o pronunciadas y dirigidas en uno de los senti- marcarán sin necesidad de apretarlas ni de hacer retoques;
dos indicados al tratar de los r e c t o s , se verifican del m i s m o en tanto que las agudas sólo los señalarán al marchar de
modo que aquéllos; y al efecto se procurará que el d e d o arriba á a b a j o , y para ello se ha de tener especial cuidado en
encargado de empujar la pluma la dirija de manera que apretarlas de m o d o que los perfiles medianos y gruesos
describa las formas convenientes. resulten unidos c o n gran dulzura. E s t a es la dificultad que
E n los trazos de gran curvatura que deban practicarse presenta el m a n e j o de dichas plumas; pero la práctica c o r -
de derecha á izquierda, se empujará suavemente el instru- ji rige insensiblemente los d e f e c t o s , y , una vez que hayan
mento con el dedo m a y o r , y c o n el pulgar cuando h a y a de !¡ desaparecido, hasta podrá escribirse más deprisa c o n éstas
ser contrario. ¡ que c o n aquéllas.
L o s trazos de forma ovalada, elíptica ó espiral, esto e s , I H a r e m o s o b s e r v a r , a d e m á s , que el claro-osciu-o de l o s t r a -
los que presenten curvatura por todos lados, se ejecutarán ! zos curvos que corresponden á la letra Italiana, se h a de
de una sola v e z , y pueden considerarse c o m o compuestos verificar siempre al marchar la pluma de abajo á arriba, y
de dos ó más de los que se han de marcar de derecha á i z - de la misma manera que indicamos al tratar de los rectos
quierda, ó viceversa. P a r a describirlos se hará girar toda la de este g é n e r o ; que los m o v i m i e n t o s de presión, c a b e c e o ó
mano con m o v i m i e n t o de rotación alrededor de la m u ñ e c a , rotación de la m a n o , se marcarán tanto más cuanto m a y o r
al mismo tiempo que los dedos impriman el de traslación y sea el tamaño de los caracteres, p u d i e n d o el último hasta
el de c a b e c e o , ó estos dos y el de presión, según que la convertirse en m o v i m i e n t o de rotación de m a n o y a n -
pluma sea achaflanada ó fina. E l primero será casi i m p e r - § tebrazo á la p a r , sirviendo entonces el c o d o c o m o p u n t o
 46

de a p o y o ; que la pluma n o debe levantarse del papel m i e n - §j que el brazo derecho se m o v e r á paralelo á sí m i s m o , s e -
tras sea posible unir los trazos de que conste cada letra, j j parándose del izquierdo á medida que se avance en el e s -
ó enlazar las que constituyen cada palabra; y , p o r fin, I I c r i t o .

ORIGEN Y CONDICIONES DE LOS ALFABETOS MANUSCRITOS.

G Ó T I C O S . — L a letra g ó t i c a es la más antigua de las m a -
nuscritas que figuran en el cuaderno; data de fines del s i -
g l o x i i i , y , c o m o indica su n o m b r e , procede de los g o d o s .
E n su extructura predominan los trazos formados p o r líneas
quebradas, compuestas de verticales é inclinadas á la i z -
quierda; de un ancho mediano las que están á p l o m o ; g r u e -
sas, las dirigidas de izquierda á derecha; delgadas, las que
tienen posición inversa, y paralelas de dos en d o s , casi todas
ellas. Las curvas simples son circulares, y las de gran c u r -
vatura, sólo aparecen en la C, E, G y T.
N o es difícil de ejecutar; pero la falta de enlace en sus
caracteres y los perfiles accesorios que le sirven de a d o r -
n o , hacen pausada su escritura.
L o s calificativos de inglesa ó cuadrada que la suelen
acompañar, sirven para distinguirla de su única derivada,
la alemana ó redonda, clase cuyas letras h a n de estar ais-
ladas también, compuestas de trazos curvos en su m a y o r
parte, tan vigorosos y permanentes c o m o los de aquélla, y
de l a que todavía se hace uso en A l e m a n i a para escribir
ciertos documentos y determinadas inscripciones.
I T Á L I C O . - — L a invención de la primera letra cursiva se
debe á un italiano llamado A i d e M a n u c e , modesto i m p r e -
sor que, comprendiendo el inmenso beneficio que reportaría
á la humanidad disponer de un abecedario de caracteres
claros y fáciles de escribir, se dedicó c o n entusiasmo al
estudio de tan importante p r o b l e m a ; é, inspirándose en el
alfabeto minúsculo g r i e g o , c o m p u s o en el año 1 5 0 0 el
que denominó I t á l i c o , en memoria al país en que n a c i ó , y ,
 47

aceptando c o m o mayúsculas las del R o m a n o m o n u m e n t a l , ^ minúsculo de la R e d o n d i l l a francesa se deriva directamente

nos legó el género que sirve de origen á todos los cursivos I del I t á l i c o , y , á pesar de ser vertical y de escribirse c o n
que se escriben en E u r o p a , en A m é r i c a y en m u c h o s E s t a -
dos de las otras partes del m u n d o .
Son las minúsculas de bella e x t r a c t a r a , de magnífico
claro-oscuro y susceptibles de enlace quince de ellas; l a y ,
g,j 6 y no l o son por terminar sus trazos rectobajos en
forma de espiral; la p y q. por carecer los palos de perfiles
de union; y la b, o, r, s, v y w, p o r cuanto las vírgulas n o
constituyen parte de ellas. L o s trazos de la b, d. h. k y /
son rectos, y el superior de l a / " espiral.
L a s mayúsculas deben tener la misma inclinación que
las minúsculas, y , más bien que á las manuscritas, p e r t e n e -
cen á las dibujadas: si hemos dado reglas para ejecutarlas,
es porque siempre se practican c o n pluma.
L o s caracteres de este género tienen perfiles accesorios
c o m o los g ó t i c o s , y no se prqstan t a m p o c o á ser escritos
con v e l o c i d a d ; sin e m b a r g o , c o n su aparición dio un g r a n
paso la Caligratía, puesto que sus formas en general se
han prestado á modificaciones, y han servido de base para
alcanzar las bellísimas y más cursivas de la letra I n g l e s a
y de la Española.
D E L A S T R E S C L A S E S D E R E D O N D I L L A . — E l a l f a b e t o | anterior de la y, ocurre lo contrario, esto es, que mientras
p l u m a achaflanada, es más cursivo que éste; pues además
de no tener líneas accesorias, solóla b, la d, l a y , la o, lap
y la v carecen de perfiles de enlace, y aun éstas c a b e u n i r -
las casi todas por medio de o t r o s , que se trazan en la parte
anterior de las letras que las sigan.
L o s palos de la b, f, h, k y l, y los de la g, j é y, se d i -
ferencian en que se c o m p o n e n de un trazo r e c t o y o t r o
c u r v o , unidos en f o r m a de ojal; la d, en que está r e p r e -
sentada por dos curvas, una m a y o r y otra m e n o r , d i r i g i -
das, aquélla de izquierda á derecha, y ésta, en sentido c o n -
trario; la m y la n, en que los perfiles que enlazan los
trazos verticales parten de los ángulos inferiores del r e n -
g l ó n , y n o de los de la línea de division; la r y la .9 son
de figura distinta, pero más á propósito para enlazarlas
c o n los caracteres que tengan á su d e r e c h a ; y en general
se observa que todas las letras, salvo las dos últimas y la d,
tienen gran parecido c o n las correspondientes á las del g é -
nero p r i m i t i v o ; p e r o que son más anchas, y , por c o n s i g u i e n -
t e , las curvas y semicurvas afectan formas más circulares.
I E n cuanto á las rectoaltas i, k, l, m, n, ñ, t, u, y al trazo

los trazos gruesos de las Itálicas se encorvan antes de l l e -
g a r á la línea inferior del renglón y describen curvas m u y
pronunciadas para formar los perfiles de enlace, los de ésta
tocan á dicha línea y se dirigen hacia arriba f o r m a n d o
curvas tan imperceptibles, que más bien parecen ángulos
a g u d o s . L a s demás diferencias son de p o c a entidad.
Este g é n e r o n o acepta las mayúscidas del I t á l i c o , y á
j u z g a r p o r la estructura de las suyas, deben ser de origen
g r i e g o , c o m o las minúsculas del que p r o c e d e n .
L a R e d o n d i l l a vertical se separa de su p r i m i t i v a , la f r a n -
cesa, y conserva de la Itálica las formas espirales en la
parte inferior de l a / , en la g, j é y. L a curva m a y o r de la
d suele ser compuesta de dos dirigidas en sentido i n v e r s o ;
y la h, la s y las cuatro letras primeramente m e n c i o n a -
das, n o se pueden enlazar c o m o aquellas de que t o m a n su
origen.
L a s mayúsculas de esta clase son m u y distintas en figu-
ra; sus redondeados contornos imprimen á esta clase de
letra cierto carácter y la dan el n o m b r e de redonda, c o n
que c o m u n m e n t e se la c o n o c e . L a s correspondientes á la i n -
clinada aceptan formas de las dos que se han i n d i c a d o , y
también las curvas d o b l e s , dirigidas horizontalmente de |,
izquierda á derecha, que se observan en las G ó t i c a s .
48
! E l abecedario minúsculo de esta última es c o m o el de la
v e r t i c a l , e x c e p c i ó n h e c h a de la d, que conserva la e x t r u c -
tura de la F r a n c e s a ; la f, c u y a parte de a b a j o debe ser
igual á la de arriba; la g, j, p é y, c u y o s rasgos inferiores
son curvas dobles de las que, c o m o se ha d i c h o , entran en
la formación de las mayúsculas, y la m, n y ñ, de perfiles
c u r v o s en la parte superior é inferior de los palos'.
L a s tres clases de R e d o n d i l l a tienen buen c l a r o - o s c u r o , y
su escritura es m u y permanente.
BASTARDO, E S P A Ñ O L , INGLÉS K I T A L I A N O . — El pri-
mero de estos géneros recibe el n o m b r e de B a s t a r d o , p o r
participar á la vez del Itálico y de las R e d o n d i l l a s : de aquél
t o m a para sus minúsculas las formas ovaladas, los trazos
espirales en que terminan l a / , l a / / , l a j y la ,y; acepta la
-
m, la n y la r. pero sin perfiles accesorios en éstas ni en
ninguna otra letra; de la R e d o n d i l l a francesa la d, el trazo
m e n o r de la k, aunque sin pasar de la línea inferior del
r e n g l ó n , y la v, cuyas dos curvas de que consta, se unen en
la parte inferior, f o r m a n d o un ángulo m u y a g u d o . L o s palos
de la f, de la g, de la h y de la l, pueden ser también c o m o
los de la misma R e d o n d i l l a ; el de la p, espiral ó s i m p l e m e n -
te r e c t o ; y los de la b, d, h, k y I, rectos c o m o el de la p.
| L a s mayúsculas son idénticas á las de la R e d o n d i l l a fran-
 49

cesa, y entre ellas las h a y asimismo m u y parecidas á las de § h a y a sido anterior. C o n respecto á las mayúsculas, nada
la clase Inclinada. tenemos que decir, puesto que son c o m u n e s á a m b a s .
A l g u n o s opinan que la letra Bastarda se deriva de la L a letra Española t o m a su origen de la Bastarda, y pol-
Cursiva ó Coulée. y ésta de la I t á l i c a ; p e r o c o m o quiera i o m i s m o m u c h o s la denominan Bastarda E s p a ñ o l a . L a I n -
que la m, la n, la r, la s y alguna de las minúsculas m a - glesa es de igual procedencia, y la Italiana se deriva de esta
yores se prestan más á la escritura corrida, p o r ser de más I íiltima. D e las condiciones y caracteres que las distinguen,
fácil enlace, de aquí que sea l ó g i c o suponer que la Bastarda § nos o c u p a r e m o s al tratar de cada una en particular.
 DESCRIPCIÓN PARTICULAR DEL CUADERNO
Ó RESEÑA D ELOS DIFERENTES GÉNEROS
LETRA ESPAÑOLA.
CARACTERES QUE L A DISTINGUEN.—Los alfabetos de
este género se componen de letras claras y permanentes;
los gruesos y perfiles de sus trazos, unidos suavemente por
los medianos, producen en los escritos un conjunto bello y
armonioso; no hay otros que les aventajen en severidad y
fortaleza; son de los más cursivos, y estas condiciones
reunidas le dan gran importancia y hacen que puedan
competir con casi todos los conocidos.
Los trazos rectos predominan en las minúsculas; y esca-
sean tanto en las mayúsculas, que las de alguna exten-
sion únicamente figuran en la A, G, M y Z. L a mayor
D ELETRA QUE COMPRENDE.
parte corresponden al mediano que debe tener la letra, y ,
como es consiguiente, se dirigen por los caidos.
Los curvo-simples son circulares ó parabólicos, y los
compuestos de dos ó más curvas, suelen afectar formas
ovaladas (1). Especialmente en las mayúsculas se obser-
van muchos de los que, perteneciendo á la última clase,
tienen las curvaturas de sus extremos algo pronunciadas.
(1) Las curvas que forman parte del contorno de las letras ma-
nuscritas y de muchas de las dibujadas, no serán siempre circulares,
elípticas, espirales ó parabólicas; y, sin embargo, las calificamos de
tales para dar una idea bastante aproximada de ellas.
 52

dirigidas en sentido contrario y apenas percertibles en los g se continuará trazando caidos, siempre equidistantes y pa-
puntos de inflexion. Los inclinados á la derecha, son los ralelos al primero.
más comunes. A l sirprimir la línea segunda y sexta, quedarán sólo cin-
C U A D R Í C U L A Y P A U T A D O D E L P A P E L . — L í a n . II, Fi- co, que son las qiie ya conocemos como principales, y las
gura 1 1 . Para trazar la cuadrícula, se construirá un cua- únicas que deben conservarse en el papel para escribir los
drado cuya altura sea idéntica á la que debe tener la f; se primeros números de la mayor parte de las clases de letra.
divide cada uno de sus lados en seis partes iguales; des- Para el trazado gráfico se respetarán todas, y hasta habrá-
pués se une, por medio de una recta, el vértice B del án- necesidad de marcar otras más, que sirvan, como aquellas,
gulo inferior izquierdo con el punto medio A del lado su- de auxiliares á dicho trazado.
perior, y se termina la operación enlazando los puntos de T E R M I N A C I Ó N D E L C O R T E D E L A P L U M A . — E l corte
uno de los lados verticales con los correspondientes del transversal de la pluma ha de ser oblicuo á la recta que
otro, y tirando paralelas á la línea A B por los señalados presente la hendidura, y la inclinación de ésta respecto á
en la base y en el lado superior. la arista del chaflán, formará un ángulo de cien grados á
E l ángulo 6 B A mide los 26° 34' de inclinación, que la derecha, y otro de ochenta á la izquierda.
debe tener la letra; y si en la cuadrícula que figura en la L a longitud de la mencionada arista debe ser equiva-
primera muestra se indican veintisiete, ha sido con el fin lente á las dos quintas partes de la faja comprendida entre
de consignar el número completo de grados que más se dos caidos consecutivos, medidas en el sentido de la per-
aproxime á la verdadera expresión, y para que el alumno pendicular á las paralelas que constituyan dicha faja; ó
lo recuerde con facilidad. Cierto es que existe una diferen-también al ancho de un quinto de ésta, tomándolo según
cia de veintiséis minutos; pero también lo es que al cons- la dirección que marcan las mayores diagonales de los rom-
truirla, ésta ha de desaparecer. boides producidos por el cruzamiento de los caidos con las
Para pautar el papel se prolongarán las líneas horizon- tres líneas del renglón,
tales de la cuadrícula, excepto la segunda y penúltima, y g P O S I C I Ó N D E L A T L U M A . — l á m . II Para fijar la posí-
 53
c i o n que d e b e tener la p l u m a c o n relación á las líneas de
la p a u t a , n o h a y más que c o l o c a r l a en u n o de los ángiúos
inferiores del r e n g l ó n , ó en cualquiera de l o s d e d i v i s i o n ;
procurar que la arista del charlan c o i n c i d a en t o d a su l o n -
g i t u d c o n el p a p e l , y dirigirla hacia el vértice del i n m e -
diato superior de la derecha. S i t u a d a así, y llevándola en
el sentido de la r e c t a que marque la dirección de los dos
á n g u l o s , p r o d u c i r á verdaderos perfiles.
L a Fig. 1 manifiesta q u e , al partir l a p l u m a del á n g u l o
de division I , y m a r c h a r hacia la J d e la línea superior
del r e n g l ó n , describe el perfil que une sus vértices. Si
arrancara desde el p u n t o S y se dirigiera hacia el C, m a r -
caria el g r u e s o de la letra; si al D, el trazo horizontal; y ,
finalmente, si su hendidura fuera c o n c i d i e n d o durante su
m a r c h a c o n el c a i d o 1 B, señalaría el m e d i a n o que c o r r e s -
p o n d e á aquella.
TRATADO GRÁFICO. Lám. II. Fijada ya la verdadera posición d e
la pluma, y sabiendo e n qué direcciones marcará los m e d i a n o s , l o s
gruesos ó l o s perfiles d e las letras, claro es que p o d r e m o s prescindir
de indicarlo al hacer la descripción d e su trazado; y p o r lo m i s m o ,
que n o s bastará determinar p o r q u é puntos d e las líneas principa-
les de la pauta ó d e las auxiliares lian d e pasar l o s contornos inte-
riores ó exteriores d e aquellas. Para esto advertiremos previamen-
te que las fajas p r o d u c i d a s p o r las líneas horizontales, ó p o r l o s
caidos se dividirán, según convenga, e n o c h o , en cuatro ó en d o s
m e n o r e s é iguales.
ABECEDARIO MINÚSCULO.—Muestra 1.
L a a. Esta letra se c o m p o n e d e u n trazo curvo anterior y d e
otro rectoalto posterior; aquél, representado e n la Fig. 4, d a c o -
m i e n z o e n el p u n t o £r, que marca el último octavo d e la parte d e
caido c o m p r e n d i d o entre las líneas del renglón, y en el cual h a d e
coincidir la hendidura de la pluma; se dirige hacia H, describiendo
una curva circular; tangente en el m i s m o á la línea superior del ren-
glón, y luego otra parabólica que p a s a p o r el punto 2 y p o r el á n -
gulo 6" d e la línea d e division; desde allí tiende su curvatura á b u s -
car la inferior d e aquél, y tocándola en D , termina su marcha en E,
después d e marcar u n a rama d e parábola apenas perceptible. E l
trazo posterior aparece en la Fig. 2, arranca desda A, se dirige p o r
el caido hasta llegar á la primera octava parte d e la altura del ren-
glón, y alcanzando en B á su línea inferior, concluye en C d e s p u é s
de haber p a s a d o p o r l o s p u n t o s 1 y 2, afectando u n a curvatura
igual á la q u e describió el primer trazo desde su origen hasta la l í -
nea d e division.
L a b. E l ojal q u e se observa en el palo de esta minúscula, c o m o
en el de todas las mayores, h a d e ser p e q u e ñ o unas veces, y grande
otras; el d e aquellas que ocupen el vacío alto, será p e q u e ñ o , s i e m -
pre que el ligado de la letra anterior se verifique en el ángulo d e la
línea superior del renglón, y e n el caido, p o r el que pasen sus cor-
respondientes palos; también lo será el d e todas las que lo tengan
en el vacío bajo, e x c e p t o la p, p o r cuanto el perfil con q u e éste se
enlaza c o n el trazo posterior, h a de pasar p o r el ángulo q u e forma
el m i s m o palo con la línea d e division.
 54

E l trazado del ojal p e q u e ñ o , Fig. 11. Num. 1, es c o m o sigue: parte g vas análogas á las que se indicaron al describir el trazo anterior
de A, ángulo superior del renglón; pasa p o r los puntos 1, 2 y 3, que * de la a, trazo con el que d e b e estar de acuerdo el resto del de la l e -
marcan respectivamente los tres, cinco y seis octavos del entrecaido tra que n o s ocupa.
en la primera, segunda y tercera cuarta parte del vacío alto; se en- L a d. Minúscula que p u e d e considerarse c o m o c o m p u e s t a d e
corva luego siguiendo la dirección ascendente y ovalada hasta llegar una a y de u n ojal, cuya parte recta descansa sobre el palo p o s t e r i o r
á B, p u n t o de la línea superior'de los palos; principia entonces á d e aquella.
descender con curvatura igual, p e r o en sentido opuesto, de suerte L a e . E l perfil de arranque principia en el ángulo de division
que al ejecutarla, venga á coincidir la extremidad del gavilán iz- C, Figura 4; pasa p o r el punto 3, encuentro de la segunda línea d e
quierdo con el punto 4, que señala los tres cuartos de la parte de las paralelas á los caidos con la primera de las horizontales del v a c í o
caido c o m p r e n d i d o en el vacío alto; al llegar al o, termina la curva segundo; sigue la dirección curvilínea; e n d i e n t a al 4 y después al 1,
exterior,, la hendidura de la p l u m a cae en el m i s m o caido, y sigue punto éste en el que comienza la c, y á la cual se ajusta hasta la
p o r él hasta encontrar el punto de que partió. conclusion.
El ojal grande Fig. 11, Núm. 2 (invertida), se diferencia del p e q u e - L a f. Letra c o m p u e s t a de dos palos en forma de ojal, c o m o el
ño en que el perfil principia d e s d e el ángulo de la línea de division; de la b ; pero cuyas curvaturas se dirigen, la del superior á la d e r e -
sale de la del renglón p o r el punto en que determínalos tres octavos cha, y la del inferior á la izquierda. El que o c u p a el vacío alto es el
del entrecaido, y busca al 1 y al 2 que marcan los cinco y los seis primero que se ejecuta; su trazo recto d e b o terminar en el ángulo d e
octavos de dicho entrecaido, en la primera y segunda cuarta parte division, y desde este comienza el que va hacia abajo. U n p e q u e ñ o
del vacío; encuentra luego al 3, y desde este punto sigue de confor- trazo horizontal en la línea superior del renglón, colocado e n la
m i d a d c o n lo dicho respecto al p e q u e ñ o . forma que manifiesta el N. 3 de la Fig. 11, ó una de las tres q u e
Para completar el trazado de la b, hay que buscar el punto 67 de aparecen en la muestra 1, c o m p l e t a n su trazado.
la Fig. 7, desde el que se dirigirá la p l u m a á tocar tangencialmente L a g. Su contorno general se c o m p o n e de una a, cuyo palo d e
en D, á la línea inferior del renglón, ó sea en la primera cuarta parte la derecha sigue recto hasta la lírtffa inferior del renglón, y d e s d e
del entrecaido; tomará una nueva dirección hacia el p u n t o E, d e s - d o n d e se le agrega otro, idéntico al que en la f ocupa el vacío b a j o .
cribiendo, al efecto, una curva parabólica; después irá al punto . F d e L a h . Esta minúscula conste^de u n palo c o m o el superior de la
la línea superior de aquél, y, p o r último, formará la vírgula, cuya sa- f, el cual termina en la l í n e # m f e r i o r del renglón, y de otro m e n o r
lida ha de tener lugar p o r el punto señalado c o n la letra 67. cuyo perfil de enlace parte del ángulo de division del caido que o c u -
L a c. Puesta la p l u m a de manera qne el e x t r e m o del gavilán d e - p a el que p o d e m o s llaurar principal. D e s d e dicho ángulo se dirige al
recho coincida c o n el punto 1, de la Fig. 4, se dirige hacia el B de superior inmediato de la derecha, f o r m a n d o una curva c o m o la q u e
la línea superior del renglón; luego al 2 y al C, formando dos cur- S sirve de ligado á la a c o n la letra que la siga, p e r o de contraria d i -
 55
reccïon; y m a r c h a n d o p o r el caido, acaba de la m i s m a manera que m de dos caidos contiguos; curvea hacia la izquierda, toca al de este
la a y que la d.
L a i. V é a s e el trazo posterior de la a.
L a j . Su f o m i a es c o m o la del palo de la g.
A la i y á la j se les d e b e p o n e r un p u n t o , que se situará en el
m i s m o caido p o r el que p a s e n sus respectivos palos, y á l a mitad
del vacío alto.
L a k. Tiene un palo anterior idéntico al de la h; un trazo que,
arrancando del ángulo de division A, Fig. 10, y describiendo una
curva parabólica, tiende p o r la parte externa á buscar el punto B
de la línea superior del renglón, al cual es tangente; luego se dirige
al C del caido que sigue, y, e n c o r v á n d o s e en sentido inverso, v a á
parar al p u n t o de que partió. E l tercer trazo de que consta esta letra
se forma colocando la p l u m a en el ángulo A, haciéndola marchar ha-
cia el p u n t o o de la linea 1, 4, dirigiendo la hendidura p o r ella hasta
tocar en el Z> de la línea inferior del renglón, y, p o r fin, describiendo
la curva que ha de servir para el arranque del ligado.
L a 1. C o m o el palo posterior de la d.
L a m. Tres trazos de la altura del renglón colocados cada u n o
en otros tantos caidos consecutivos, forman esta consonante; el pri-
m e r o es c o m p l e t a m e n t e recto, c o m o el A3 de la Fig. 2; el segundo
igual al m e n o r de la h, p e r o cuya parte recta se prolonga hasta la
línea inferior del renglón; y el tercero idéntico en t o d o al de la ci-
tada letra.
L a n y la ñ. L a extractara de a m b a s es igual, y se c o m p o n e de
los palos primero y tercero de la m. A la ultima se la coloca encima
y á la mitad del vacío alto u n tilde, c o m o el trazo superior de la z.
L a o. E l óvalo exterior que resulta de su trazado, empieza en el 1 del vacío alto, según se vé en la Fig. 11. Núm. 2.
punto A, situado en la línea superior del renglón, á igual distancia g
•rç lado en el p u n t o S que marca la mitad del vacío alto; se separa del
ángulo de division B lo preciso para que la incision de la p l u m a
coincida c o n su vórtice, y al llegar á este p u n t o se dirige hacia la
derecha; baja t o c a n d o al 2 y al C, mitades respectivas de la parte de
caido c o m p r e n d i d o en el vacío bajo y la línea inferior del renglón
que m e d i a entre dos caidos, y subiendo d e s d e el último punto para
formar el otro m e d i o óvalo, pasa p o r los 3, D y 4, que marcan los
correspondientes al 2, B y S, y termina en el p u n t o A de su origen.
L a p . Sabido es que el ojal del palo anterior de esta minúscula
ha de ser siempre de los grandes, y que su perfil termina en el ángulo
de division p o r el que pasa la recta de aquel; p o r consiguiente, sólo
n o s faltará para completar su forma, dar á c o n o c e r el trazo sinuoso
que aparece á la derecha. Su contorno exterior, Fig. 3, principia
desde A, p u n t o en que finaliza el primero; se dirige á B, ángulo de
la línea superior del renglón que c o r r e s p o n d e al caido inmediato,
describiendo una curva c o m o la que se observa en el perfil de ar-
ranque del p e q u e ñ o trazo de la h; busca el ángulo 2 en la línea de
division, p a s a n d o antes p o r la derecha del caido á una distancia
tal, que el gavilán izquierdo le toque d e s d e la mitad del vacío se-
g u n d o , y al partir del último punto indicado, forma otra curva igual
á la de arriba, pero invertida, la que se aleja p o r la izquierda á una
octava parte de aquél; toca al m i s m o en el ángulo inferior C, y acaba
su ligado en D .
E l trazo posterior que a c a b a m o s de describir, p u e d e sustituirse
con el último de la m; y la parte recta del palo principal, así c o m o
también el de la j , c a b e principiarlos desde la primera cuarta parte
L a q. Esta letra se diferencia de la g, en que su palo es coniple-

tamente recto, y el perfil que le sirve de union c o n la que le siga, ffi
arranca desde su pié, c o m o indica el J Y M H Í . 5 de la Fig. 11.
L a r. U n trazo recto c o m o el primero de la m, y otro curvo, q u e
empieza en su ángulo de division C, Fig. 4, y termina en el punto S,
constituyen su figura particular. E l último d e éstos es igual á la
parte de la consonante c c o m p r e n d i d a desde su origen hasta el á n -
gulo de division, pero marcado desde el m i s m o ángulo. A l tener que
unir esta letra c o n la que tenga á su derecha, el trazo superior hará
lina inflexion en el caido siguiente, dirigiéndose hacia ahajo y luego
hacia arriba para producir el ligado.
L a s. Fig. 6. Colocada la p l u m a en A, punto en que se encuentran
las líneas que determinan la tercera parte del vacío alto y la del en-
trecaido, se h a c e marchar d e m o d o que marque u n a curva tangente
á B y á C, mitad de la línea superior del renglón c o m p r e n d i d a e n -
tre dos caidos, y cuarta parte del inmediato izquierdo de éstos; sigue
luego la hendidura d e aquella p o r el caido, y al llegar á la mitad del
vacío p r i m e r o , t o m a hacia la izquierda, describe una curva tangente
en D á la línea inferior del renglón y en el E del caido anterior, y,
p o r último, encorvándose más, acaba e n el punto F.
Cuando n o está en principio de palabra, pierde la curva superior,
y comienza p o r l o tanto en el punto 8, en el cual termina el perfil
de union de la letra que tenga á su izquierda.
L a t. J S T O es más que la i, cuyo palo nace d e s d e la mitad del v a -
cío alto ó d e la cuarta parte del m i s m o , y c o n un trazo horizontal
que arranca ó la cruza á la altura d e la línea superior del renglón.
L a longitud d e éste, m e d i d a p o r la derecha, n o excederá d e m e d i o
entrecaido, Fig. 11. Núm. 4.
L a u . Está representada p o r d o s i i sin p u n t o s , colocadas en
igual n ú m e r o de caidos contiguos.
56
L a v . Fig. 7. E m p i e z a desde la línea superior del renglón, y e n
^ el punto A, q u e señala la primera cuarta parte del entrecaido; p o r el
exterior d e su contorno, atraviesa el caido d e la izquierda en 1 y C;
aquél situado en los tres cuartos del vacío alto, y éste e n el ángulo
de division; desde el último p u n t o se dirige, m a r c a n d o u n a recta,
al D, d e la línea inferior del renglón y centro d e la distancia q u e
m e d i a entre los d o s caidos; sube luego hasta E en dirección recta
también, f o r m a n d o un ángulo agudo, y termina c o m o el trazo p o s t e -
rior y curvo d e la b .
L a x. Fig. 8. Minúscula, en f o r m a d e aspa, c o m p u e s t a de d o s tra-
zos: el primero, del m a y o r grueso q u e marca la pluma, parte del
punto A, colocado en el centro de un entrecaido, y en la tercera d e
las cuatro partes en que se divide el vacío segundo; toca la línea s u -
perior del renglón en B; t o m a la dirección recta hasta encontrar el
punto D , de la línea inferior de aquél, pasa p o r el C, y describe u n a
curva final m u y parecida al trazo d e la k ; el s e g u n d o , delgado, c o n
dos curvas m u y pronunciadas á l o s e x t r e m o s , y c o n sus c o r r e s p o n -
dientes gruesos: la inferior, arranca del p u n t o F y toca en 67 al pri-
m e r caido auxiliar, y e n H, á la línea inferior del renglón; el s u p e -
rior es semejante á aquél e n q u e acaba la r.
L a y. U n a i y una j marcadas en d o s caidos consecutivos, r e p r e -
sentan la extructura d e esta letra.
L a z. Fig. 9. D o s trazos sinuosos de suave curvatura,uno superior
y otro inferior; tangentes á las líneas del renglón p o r el interior del
m i s m o y unidos p o r un perfil recto, que parte del ángulo d e la dere-
cha y termina e n el de la izquierda; tal es la última letra del a b e c e -
dario minúsculo. A m b o s tienen la m i s m a figura, se trazan d e igual
manera y p u e d e n ser idénticos e n longitud; sin e m b a r g o , mientras
M
que el d e arriba principia en A, punto tercero del caido, e n el vacío
 57

alto, y termina en el ángulo de la línea superior del renglón; el de g la izquierda, y su contorno exterior pasa p o r el centro B del p r i -
abajo comienza en el ángulo opuesto, y situado al otro e x t r e m o del . m e r r o m b o i d e q u e encuentra; luego, dirigiéndose hacia arriba, busca
perfil d e union, y acaba en el primer caido auxiliar q u e existe á la al O y al F, p u n t o s en que se cruza la línea superior del renglón y
derecha del principal y siguiente al del arranque d e este trazo. la q u e indica el centro del vacío alto c o n el segundo caido de la iz-
quierda; y p o r fin, encorvándose m á s y m á s , concluye, después de ser
ABECEDARIO MAYÚSCULO.—Muestras 3 y 4 . tangente á la linea superior de los palos, en el p u n t o en que el e x -
tremo del gavilán izquierdo d e la p l u m a coincide c o n la línea F. E.
A . (Fig. 10.) E l trazo de arranque (Núm. 2), primero d e los (Fig. 11), y marca la última cuarta parte del vacío alto.
cuatro d e que se c o m p o n e esta letra, comienza en A, centro d e u n o B . (Fig. 14.) Letra que consta d e un trazo interior, otro superior
de los r o m b o i d e s que o c u p a n el vacio segundo; se dirige, curveando, y un tercero posterior. E l primero principia en A, centro de u n
al caido inmediato d e la izquierda, y después de serle tangente en B, r o m b o i d e de los q u e producen dos caidos contiguos y la línea q u e
punto p o r el q u e pasa la línea de division, baja y se encorva hacia marca la mitad del vacío alto; desde allí sigue c o n curvatura suave
la derecha, hasta tocar á la inferior del renglón en C; d e s d e él tien- á buscar el caido de la izquierda, y m a r c h a p o r él hasta llegar á la
de á buscar el D y el E, q u e respectivamente marcan el encuentro línea de division; forma en seguida u n a segunda curva dirigida en
del tercer caido siguiente al de origen, con la línea d e division y la sentido inverso, y t o c a n d o el gavilán izquierdo d e la p l u m a en B,
mitad de la superior del renglón c o m p r e n d i d a entre el último de los ángulo inferior del renglón, y en el O d e la línea de division, finali-
m e n c i o n a d o s caidos y el contiguo de la derecha; y p o r fin, avanzan- za en D, ó sea en la primera cuarta parte del entrecaido, á q u e p e r -
do en su m a r c h a , acaba en F, ó sea en la e x t r e m i d a d del quinto tenece el ángulo O, y primera cuarta parte también del vacío se-
caido. gundo.
E l palo, ó segundo trazo (Núm. 4.), parte d e d o n d e termina el d e E l trazo superior es desde su origen E hasta el punto F, igual
arranque, y su centro, coincidiendo constantemente c o n el caido, en un t o d o al cuarto de los que c o r r e s p o n d e n á la Á . Al llegar la
finaliza c o m o el posterior de la a. hendidura d e la pluma al término F, tiende en su m a r c h a , siempre
Consiste el tercer trazo A B. (Fig. 4.J en una especie de guión curvilínea, á pasar p o r d o n d e c o m e n z ó el trazo interior, y t o c a n d o el
colocado entre los d o s anteriores, y cuya parte de arriba h a d e c o i n - gavilán derecho al primer caido del m i s m o lado, en D, mitad de la
cidir con la línea superior del renglón. parte q u e c o m p r e n d e el vacío alto, v a á terminar, en curva m á s
D e la línea últimamente indicada, y en el p u n t o A q u e marca la suave, al ángulo H de la línea superior del renglón, p o r el que pasa
semidistancia entre el tercer y cuarto caido de los situados á la d e - el trazo antes descrito,
recha d e aquel al q u e es tangente el trazo d e arranque, d á c o m i e n - j L a curva q u e constituye el trazo posterior, arranca del p u n t o e n
zo el cuarto (Fig. 13); toma una dirección curvilínea descendente á u q u e acaba el superior; se dirige, pasando p o r los señalados con los

n ú m e r o s 1 y 2, al ángulo I de la línea de division, que corresponde 5§ la p l u m a llega al ángulo B, sigue horizontalmente hasta p o c o a n t e s
al segundo caido de la derecha; continúa después c o n curvatura ' del tercer caido de la izquierda, retrocede entonces, f o r m a una curva
m e n o s pronunciada al J, que determina el inferior inmediato i z -
quierdo del renglón, y t o m a n d o una dirección parecida á la que se
o b s e r v a en el final del trozo interior, atraviesa la línea de division
p o r el p u n t o K, centro del entrecaido, y acaba en L, á la m i s m a
altura eme el trazo últimamente i n d i c a d o .
C. (Figuras 13 y 15.) El trazado de la curva con que se repre-
senta esta mayúscula, es c o m o sigue:
Colocada la pluma de m o d o que el gavilán izquierdo coincida c o n
el punto N f Fig. 13), situado á los tres octavos del vacío alto y á
igual distancia de dos caidos contiguos, se la hace marchar hacia
arriba con tendencia á buscar el que o c u p a el lado derecho, hasta
que le toque en Ñ, ó sea á las tres cuartas partes de la altura del
m i s m o vacío; después se procura que el otro gavilán pase p o r el án-
gulo inmediato de la línea superior de los palos, y que el opuesto en-
cuentre al F y al 67, los cuales marcan el centro del entrecaido si-
guiente, en el último octavo del m e n c i o n a d o vacío y el cruce de la
recta que determina la semidistancia entre la línea superior del
renglón y la de los palos. U n a vez la p l u m a en 67, ó en el ángulo 1
de la Fig. 15, se prolonga el trazo de manera que resulte con cur-
vatura más suave hasta llegar al B de la línea superior del renglón,
y se termina la letra f o r m a n d o otra m e d i a curva dirigida de izquier-
da á derecha, que p a s e p o r el ángulo 2 de la línea de division, p o r la
extremidad C del caido situado en m e d i o de la letra, y que concluya
en el ángulo 3 de la línea que o c u p a el centro del renglón.
D. (Fig. 21.) Con u n trazo interior parecido al de la B , que
arranca desde la primera cuarta parte del vacío alto y la de un entre- aa segundo y á p o c o más de la mitad del entrecaido de la derecha.
caido, dá principio la letra española m á s difícil de ejecutar. C u a n d o H
58
tangente al m i s m o en el primer cuarto del vacío 1.°, y se dirige á
tocar la línea inferior del renglón en la mitad del entrecaido siguien-
te; desde allí continúa marcando una curva espiral conrpuesta d e
d o s arcos casi semicirculares, q u e conjuntan en el p u n t o 1, y c u y o
diámetro c o m ú n pasa por el m i s m o p u n t o y p o r el ángulo de la l í -
nea superior del renglón que c o r r e s p o n d e al caido . inmediato i z -
quierdo de aquel p o r el que coincide el trazo central.
E l contorno exterior del arco m a y o r es tangente al caido situado
á la derecha del trazo oblicuo en la mitad del vacío s e g u n d o , y á la
línea superior de los palos en 67, que indica la e x t r e m i d a d del se-
g u n d o de aquellos que lo están á la izquierda del m e n c i o n a d o trazo.
E l arco m e n o r lo es á su vez al tercer caido en í f , mitad del v a -
c í o alto, y termina en el p u n t o M de la línea superior del renglón, á
la distancia media del primero y el segundo caido.
A d e m á s de los p u n t o s que se han indicado al hacer la descripción
p r e c e d e n t e , aparecen m a r c a d o s c o n letras ó c o n n ú m e r o s otros de
m e n o r importancia, p o r los que pasan los contornos interiores y e x -
teriores de los trazos; y esto n o sólo tiene lugar en la figura que re-
presenta la letra de que n o s o c u p a m o s , si que t a m b i é n en otras
varias.
E. (Fig. 15.) Se diferencia de la C en q u e , en vez de pasar
una sola curva p o r el último c a i d o d e la izquierda, son d o s las q u e
lo tocan, y estas lo verifican en la mitad del vacío alto y en el p u n t o
q u e fija la semialtura del renglón: a m b a s se u n e n f o r m a n d o un án-
gulo, cuyo vértice está situado en la primera cuarta parte del vacío
F . (Fig. 13.) El trazo anterior de esta mayúscula tiene d e c o m ú n
 59

con el superior de la B la parte comprendida entre el punto A de S que termina; el resto se forma haciendo que la pluma toque á la li-
origen y el tangente á la línea de los palos; luego se separa de 'T nea inferior del renglón en J, semianchura de la segunda faja, y que
ella formando una ligera curvatura, y concluye delgado en el án- llegue al punto final L ó centro del romboide, después de haber en-
gulo M, que corresponde al segundo caido de los situados á la de- contrado al vértice K de la línea de division en el tercer caido de la
recha de aquél por el que pasa el trazo inferior: éste parte desde el izquierda. L a L tiene de la C la parte comprendida entre el arran-
último octavo del vacío alto á la mitad del entrecaido, y sigue siendo que y la línea superior del renglón, y de la D, desde el punto en que
en un todo igual al correspondiente de aquella letra. su trazo interior encuentra á la mencionada línea, hasta aquel en
A la derecha del trazo oblicuo, y á la altura que marca la línea su- que el espiral toca á la de division; pero es de advertir que el re-
perior del renglón, se agrega un perfil recto B, cuya longitud está troceso de la pluma ha de tener lugar á la distancia de un entre-
limitada por la mitad del entrecaido, y además un tracito curvo Q, caido y cuarto del caido de que arranca el antedicho trazo.
dirigido de izquierda á derecha, convexo por la parte superior, y que I. El elemento principal de los dos que entran en la formación
se separe hasta los tres cuartos del entrecaido. de esta letra, toma su origen en la línea superior de los palos y en
G. (Figuras 13 y 16.) El alfabeto mayúsculo cuenta con dos cla- el punto que señala el primer cuarto de un entrecaido, y es hasta
ses de G igualmente admitidas: una llamadaredonda, y la otra, larga. su conclusion idéntico al de la J . El segundo (Fig. 13) lo consti-
La redonda está formada de la C, á la que hay que añadir al final tuye una especie de vírgula, unida al primero en su punto más alto;
un trazo curvo y con vírgula,tangente al punto 2 (Fig. 16) del caido tiene de longitud lo que un entrecaido y cuarto, y de altura las tres
en que termina, y en el 1 de la línea superior del renglón. La vír- cuartas partes; es tangente en C al caido de la izquierda, en B á la
gula tendrá de longitud lo que el ancho de un entrecaido, y partirá línea más superior de las horizontales, y comienza en el caido que
del centro de que ocupa el lado derecho del trazo que se agrega. se encuentra en el punto O.
La G larga tan sólo tiene de la C el trozo de curva más pronun- J . Su trazado se describe al tratar de la H .
ciada de la parte superior, el cual, así que encuentra al caido en el K. Con una J y dos trazos, curvo el primero y recto el segundo,
punto G (Fig. 13), sigue por él y forma un palo como el de la 1; á unidos en el punto medio de su altura, se obtiene la mayúscula que
su derecha,y en el caido inmediato, se forma una j , y con esto queda aparece al margen. Aquél CFig. 17) principia en A, cuarta parte del
terminada la letra. entrecaido tercero déla derecha y centro del vacío alto; su contorno
H. Se compone de una J y una L unidas por un guión como exterior curvea al principio como el de la G ; es tangente en C, ex-
el de la A . La J resulta de suprimir la parte horizontal del trazo tremo del caido segundo, y en D, ó sea en la líltinia cuarta parte del
superior de la F , de encorvarlo desde el punto E de tangencia hasta primero; se dirige por él, formando una ligera inflexion hacia la iz-
que encuentre al otro trazo, y de este último al que también es quierda, que permite al gavilán opuesto de la pluma pasar por el
igual hasta el perfil que le sirve de union con el incidente curvo con § punto E, y acaba en el F.
 60
El otro trazo, en su dirección rectilínea, va á buscar el segundo
ángulo inferior del renglón H, en donde forma la curva del ligado, y
marcando la pluma el mayor ancho, pasa en su marcha por el 67 de
la línea de division, que corresponde al primer caido de la derecha.
L . (Fig. 13.j Véase lo dicho en la última parte de la descrip-
ción de la H .
M . (Fig. 19.) Todos los trazos de que consta se han descrito
ya; el primero es igual al de arranque; el segundo A B como el palo
de la q, el cual ha de comenzar en donde acaba el anterior; el ter-
cero consiste en un perfil B G, que une la extremidad inferior del
segundo trazo con el superior del cuarto; este último, idéntico al pos-
terior de la A ; y el quinto de forma curva como el colocado delante
y á la parte superior de la misma letra A .
N. (Fig. 19.) Dos trazos como el primero de la letra anterior,
invertido el de la derecha, á distancia de un entrecaido el uno del
otro, y unidos ambos por un tercero A B, Núm. 1, compuesto de dos
curvas suaves, dirigidas en sentido inverso, y que conjunten en la
mitad del mismo entrecaido á la altura que determina la línea su-
perior del renglón; tal es el trazado gráfico de la letra que nos ocupa.
O. (Fig. 15.) Tiene dimensiones dobles que la minúscula de
igual sonido, y la descripción que de ella se ha hecho convendrá
también á la mayúscula, si se considera á la línea superior de los
palos, como línea superior del renglón; á ésta, como línea de divi-
sion, y como entrecaido á la distancia que exista entre cada tres
caidos.
P. (Fig. 14.) Suprimiendo en la B el trazo curvo é inferior de la
derecha, y encorvando hacia arriba desde el punto 67, el situado á la
parte superior, de modo que uno de los gavilanes de la pluma en-
cuentre el trazo central en M, primera cuarta parte del vacío alto, y
que el otro toque á la línea superior del renglón en H, primer cuarto
del entrecaido, se tiene la mayúscula objeto de esta descripción.
La Q puede afectar dos formas distintas: la primera, consiste en
trazar una O cuya curva se contraiga desde el punto L (Fig. 15), con
el fin de poder prolongarla para dar principio á una E , que se diri-
ja por el interior de aquella letra y termine en el ángulo J d e la lí-
nea de division que corresponde al primer caido situado á la dere-
cha de la O.
La otra clase de Q (Fig. 18), se parece á la inglesa: para trazarla
se forma una O de ancho igual al de dos entrecaidos, y de altura,
equivalente á los •§ de una cualquiera de las mayúsculas; es tan-
gente á la línea superior de los palos, en A extremo del caido inter-
medio, en B al de la izquierda, en la mitad del vacío alto, y en D al
de la derecha, en el primer cuarto del mismo vacío.
Por el último de estos caidos se marca un trazo como el central
de la B, que arranque desde E, última octava parte del vacío alto y
mitad del entrecaido siguiente, el que aL llegar á F, ángulo de la lí-
nea de division, se dirige á ser tangente á la línea inferior del ren-
glón en 67, y mitad también del segundo entrecaido de la izquierda;
desde este punto asciende, toca al centro H del romboide inmediato,
retrocede, alcanza la altura de los tres cuartos del vacío 1.° en el
punto I del primer caido que encuentra, y en línea recta se dirige
al J situado en el encuentro del caido de origen y la línea inferior
del renglón, para describir por fin la curva del ligado.
R . (Figuras 14 y 17.) Se obtiene suprimiendo en la B el trazo
inferior de la derecha, y sustituyéndolo por el que en la K ocupa si-
tuación análoga.
S . (Fig. 13.) Su mitad superior es como la de la L , y la inferior
como la de la J.
 61
La T (Fig. IB.) se diferencia de la F en que sólo tiene un trazo á
la altura de la línea superior de! renglón, de igual longitud que el
de la H , 3' dividido en dos partes iguales, por el que toma la direc-
ción de los caidos.
U . (Figuras 15 y 16.) Se representa con una O, abierta como la
que dá paso á la E trazada dentro de la Q, y cuyo final de curva
tiene lugar en el punto H, última octava parte del vacío alto y pri-
mera á la izquierda del caido que la divide por mitad. Un trazo cur-
vo como el superior de la J, suele completar su figura.
V . (Fig. 16.) Desde la línea que determina su semialtura hasta
la superior de los palos, es en un todo idéntica á la letra anterior-
mente descrita, y la mitad de abajo, de igual forma que la de la v ,
pero de ancho y altura dos veces mayor.
X. Dos ees mayúsculas que se toquen exteriormente á la altura
de la línea superior del renglón, invertida la primera y dirigida en
sentido contrario, constituyen la antepenúltima letra del alfabeto.
Y . Se compone de un trazo como el principal de la J, y de otro,
Figura 12, que en forma de a situada en la parte superior de la de-
recha, comienza en el punto .4, mitad del segundo entrecaido y á los
§ del vacío alto; toca á la línea superior del renglón en B, primera
cuarta parte del entrecaido inmediato; remontando, pasa tangen-
ciahnente por el subeaido izquierdo; luego se dirige al ángulo de la
línea superior de los palos que corresponde al segundo caido de la
derecha; sigue en recta por él; fórmala curva de ligado desde el án-
gulo E de la línea superior del renglón, y acaba en el caido con-
tiguo á la altura que fija la mitad del vacío alto.
Z. (Fig. 20.) Semejantes los tres trazos que constituyen esta
letra á los de la minúscula, han de tener dos entrecaidos de longi-
tud el superior, y tres el inferior; uno y otro suelen ir acompañados
de una curva, que comienza, la del primero en A, mitad del vacíe*
alto, y la del segundo en la que corresponde al inferior del renglón;
termina aquélla en la última cuarta parte del vacío en que principia,
y ésta en él punto J, centro del romboide formado por los caidos in-
termedios y la línea superior del renglón.
Advertencias. Los trazos curvos que aparecen delante y á la
parte superior de la A , de la M , de la N , de la U y de la V , no son
de absoluta necesidad; por cuya razón no es de extrañar que haya-
mos prescindido del que corresponde á la N al hacer la descripción
gráfica de esta letra.
Eecibe el nombre de trazo magistral (1) todo el que principie en
el vacío alto, se dirija en curva suave.á buscar el caido de la izquier-
da para coincidir con él hasta la línea de division, y que, encorván-
dose de nuevo, termine delgado y con tendencia á pasar por el án
guio inmediato izquierdo de la línea inferior del renglón.
Los incidentes curvos que siguen á los trazos magistrales de la B,
de la F, de la P, de la R y de la T , sólo han de tener, como se ha
visto, un caido intermedio; y dos, los que correspondan á la I, J, S
ó Y , y á los de la H y K , en cuya formación entra la J.
Es de notar que las primeras letras tienen todas trazo anterior, y
que éste avanza hasta la derecha del magistral, pasando por encima;
mientras que de las segundas no hay una siquiera que cumpla con
dichas condiciones.
A la U y á la V se las puede agregar á la parte superior de la iz-
quierda, la vírgula descrita al tratar de la I, en vez del trazo curvo
de que se ha hecho mención en otra parte.
(1) Este calificativo se acomodaria con más propiedad al trazo espiral de la D,
por ser el de más difícil ejecución.
4
 62
La X puede tener la forma de aspa, como su correspondiente mi-
núscula, y para trazarla se seguirá la misma marcha; pero sin olvi-
dar que sus dimensiones han de ser dobles.
DISTANCIAS QUE HAN DE GUARDAR LAS LETRAS ENTRE
sí. — Para que un escrito sea bello, no basta con que los
caracteres tengan la debida forma y estén todos á una
misma altura; se necesita, además, que guarden entre sí
distancias que faciliten el ligado, y á la vez que favorezcan
su claro-oscuro.
Las pocas reglas que siguen, encaminadas á este fin,
han de ser suficientes para saber á qué atenerse respecto
á las que deban mediar de letra á letra de las que consti-
tuyen una palabra, y la que ha de existir entre cada dos de
éstas.
Todas las distancias se han de medir desde la mitad de
los espesores que presenten los trazos, y se apreciarán se-
gún la horizontal, lo mismo que la de los cairlos. L a uni-
dad de medida equivale á la que medie de uno á otro de
dichos caidos.
Desde una letra rectoalta ó rectobaja, incluso la c y la
e, á otra cuyo trazo de la izquierda sea recto ó semicurvo,
debe haber una distancia igual á la de un entrecaido; ejem-
plos: im, ul, ap, qu, ji, cu, eb, fa, ec...
D e recta á curva, ó al contrario, mediarán las tres cuar-
tas partes de la unidad; ejemplos: fo, ÍV, om...
D e trazo curvo ó semicurvo á otro curvo ó semicurvo
también, habrá una separación equivalente á medio entre-
caido; ejemplos: YO, Og, V a . . .
E n cuanto á las distancias que ha de haber desde la x ó
la z á las letras que las antecedan ó las sigan, advertiremos
que debe ser prudencial, y que esté en armonía con la de
todas las demás.
L a r, por la parte de la derecha, y la s, por la de la
izquierda, se encuentran en el mismo caso.
Las palabras se separarán unas de otras, de dos á tres
entrecaidos.
Las anteriores reglas raras veces pueden aplicarse al pa-
pel con pauta completa; seria muy difícil ir corriendo á la
derecha ó á la izquierda de los caidos y á distancias siem-
pre iguales, las letras que sigan á dos de las que deban se-
pararse una de otra menos de una unidad, y la dificultad
iria creciendo á medida que en un mismo renglón aumen-
tara el número de casos; puesto que entonces habria nece-
sidad de calcular, por medio de sumas ó restas, la verda-
dera separación de aquéllas con respecto á los caidos prin-
cipales; y en su consecuencia, sólo tendrán efecto al escri-
 63
bir en papel sin pauta, ó en el que únicamente figuren las
líneas horizontales de la misma.
L I G A D O DE LAS L E T R A S . — D e la forma que tengan los
caracteres de un alfabeto, y del grado de dificultad que pre-
sente el enlace de unos con otros, depende que un género
sea más ó menos cursivo.
Los perfiles con que terminan los rectoaltos del Espa-
ñol, se dirigirán á la iínea de division para formar el li-
gado con las letras que les sigan.
E l enlace de los rectobajos se verificará dirigiendo los
perfiles desde la línea inferior del renglón á la superior del
mismo.
L a vírgula que forma parte de la b , de la o y de la v ,
y el trazo superior de la r , se enlazará con las letras de
trazo recto que estén á la derecha, arrancando desde los dos
tercios del Y&CÍO segundo, y haciendo que terminen en la
línea superior del renglón.
Cuando las rectoaltas tengan que ligarse con la s, con
la x ó con la z, lo verificarán en la línea superior del ren-
glón; y en este caso la primera perderá la curva superior
de la derecha, lo mismo que al unirse con una de las recto-
bajas. L a z se considera, para los efectos del ligado, como
minúscula rectoalta.
L a a, la c y las demás letras que presenten curvatura
por la izquierda, no son susceptibles de enlace por este
lado; y los perfiles de las inmediatas de la derecha, al ter-
minar en los puntos en que sus trazos cortan la línea de di-
vision, no hacen más que tocarlas. L a e es la única que se
exceptúa, y con ella han de verificar verdadero ligado las
rectoaltas ó rectobajas que la antecedan.
Todas las minúsculas, salvo la s ( 1 ) , pueden enlazarse
con las letras que las sigan.
Las mayúsculas A, C, E , H, K, L, M; las dos clases
de Q,, la R y la X se enlazan como las rectoaltas; la G
larga como las rectobajas, y la redonda como la b ; las de-
más carecen de ligado.
EJERCICIOS PRÁCTICOS.—Muestra 1, Num. 1.—1 . Al
a
lado izquierdo de ésta se destaca la cuadrícula de fácil tra-
zado, como sabemos, y que, de tenerla el alumno á su
vista, con sólo inspeccionarla puede aprender á construirla:
su renglón, de catorce milímetros de altura, mide casi el
(1) El ligado violento y nada bello que presenta la r por el lado
derecho, y la imposibilidad de practicarlo en la s, nos mueven á in-
dicar que ambas debieran cambiar de forma, afectando otra que se
prestara más al ligado, como, por ejemplo, las que tienen las cor-
respondientes de la Redondilla francesa.
 64
doble de la que corresponde al cuerpo de la letra, que gj
figura en los tres que contiene la muestra, de los cuales el
primero y el segundo comprenden los trazos elementales y
las minúsculas primitivas que han de servir de ejercicios
preliminares. Estos se presentan ordenados de dos en dos,
según su dificultad práctica, pero sin estar agrupados, de
modo que constituyan lecciones separadas; la distribución
que á este fin convenga hacer, la dejamos íntegra y ajui-
cio del profesor, como el único que puede verificarla con
acierto, puesto que ha de ser distinta en cada caso, y ha de
reconocer por causa la aptitud de los discípulos; única-
mente diremos que, bien se practiquen en papel pautado ó
en el ilustrado, convendrá que la primera quede reducida
á ejecutar los palotes ó trazos anteriores de la m , y la se-
gunda á los que tienen curva de ligado en la línea inferior
del renglón; y á lo más, á éstos y á los que la tengan en la
superior del mismo.
E l tercer renglón contiene el abecedario minúsculo.
Muestra 2 , Núm. 1 . — 2 . a Se destina á la formación de
nombres en que sólo figuran letras minúsculas.
Muestra?), Núm. 1 . — 3 .a
E n e l l a aparecen los trazos ele-
mentales de las mayúsculas, los más diiíciles de los núme-
ros, y los dos de que se compone la &. También se presen- ^
tan ordenados todos con arreglo al grado de su dificultad,
y agrupados los que tienen formas algo parecidas.
Muestra 4 , Num. 1 . — 4 . a Contiene el alfabeto mayús-
culo, entre cuyas letras aparecen la Gr larga, la redonda y
las dos clases de Q,. E n ella se completa la formación de
todos l o s caracteres que entran en la escritura, y con e l l a
debe terminar el uso del papel ilustrado.
Muestra 5 , Núm. 2 . E n ésta se presentan las letras del
segundo tamaño, cuya altura es de cinco y medio milíme-
tros; figuran en e l l a nombres colocados por o r d e n alfabético,
que principian por mayúscula, y además la numeración
completa. Para sri copia convendrá emplear papel que con-
tenga todas las líneas de la pauta.
Muestra 6, Núm. 3. E l modelo que se indica al mar-
gen comprende cinco renglones de cuatro milímetros ele
altura: el primero y tercero, de nombres propios que se re-
piten en los inmediatos siguientes, con la particularidad de
no tener el segundo más que la mitad de los caidos; y el
cuarto, la tercera parte: éstos se presentan con el fin de que
el alumno se acostumbre á abandonar poco á poco las lí-
neas del pautado, y para que á simple vista aprecie las dis-
tancias que han de mediar entre las letras. E n el quinto
renglón se consignan dos máximas de corta extension.

Muestra 1, Núm. 4. A b e c e d a r i o s minúsculos y m a - g
yúsculos trazados en pautas que carecen de caidos y de
renglones que m i d e n tres milímetros y m e d i o de altura;
nombres compuestos de letras de ambos alfabetos, y otra
máxima moral alusiva al m i s m o tema que los n o m b r e s : tal
es la descripción de este m o d e l o .
Muestra 8, Núm. 5. L a variedad que representa ésta
mide dos milímetros, y en e l l a figuran n o m b r e s de e n f e r -
medades, la n u m e r a c i ó n , y un trozo t o m a d o de u n a o b r a d e
M e d i c i n a . D e la pauta, sólo queda la línea inferior del
renglón.
Muestra 9, Núm. 6. Carece de líneas auxiliares, y el
tipo de letra mide excasamente milímetro y m e d i o .
OBSERVACIONES G E N E R A L E S . — L a s letras de las seis
primeras muestras que c o m p r e n d e n las variedades 1 . , 2 .
y 3 . , cumplen todas c o n las reglas dadas respecto á sus
a
proporciones de ancho y alto, grueso y mediano de trazos,
etcétera; pero n o así las siguientes, y p o r l o m i s m o se o b -
serva que la altura de los vacíos alto y b a j o de la 4 . , 5 .
y 6 . , es á la de sus renglones respectivos c o m o 1 y j , 1 y ¿
a elíptica á este g é n e r o , que ni una siquiera de sus letras deja
y 1 J I j y l > & medida que el tipo es más r e d u c i d o , l o s
f u e
medianos y los gruesos aumentan, llegando aquél en la v a -
riedad 6 . á ser igual á la mitad de un e n t r e c a i d o .
a
65
L o s alumnos de corta edad deben practicar los ejercicios
de l a 1 . y 2 . variedad en papel del n ú m . 2 , c o n el o b j e t o
a a
de n o adquirir la costumbre de correr el b r a z o de arriba á
a b a j o , ó al c o n t r a r i o , defecto en que precisamente h a n de
incurrir si l o verifican en el del n ú m . 1, p o r la pequenez
de l a m a n o .
E l t a m a ñ o de la letra más c o m u n m e n t e empleada en l o s
escritos, es la de dos m i l í m e t r o s .
E n las reformas y modificaciones que h a sufrido la letra
E s p a ñ o l a , h a n t o m a d o parte u n g r a n n ú m e r o de calígrafos,
de los cuales merecen citarse, p o r haber dejado obras e s c r i -
tas, prácticas ó teóricas unas, y teórico-prácticas otras,
I z ' a r , P a l o m a r e s , A n d u a g a , el P . Santiago D e l g a d o , d o n
T o r c u a t o T o r i o de la B i v a , y , ú l t i m a m e n t e , D . J o s é F r a n -
a
cisco de Iturzaeta.
a
LETRA INGLESA.
CONDICIONES QUE REÚNE Y SEMEJANZA QUE TIENE
a CON LA E S P A Ñ O L A . — D e tal manera caracteriza la c u r v a
a
de contener una parte grande ó pequeña de ella; y esto n o
sólo se observa en algunos de sus trazos, sinó en todos l o s
S que c o n s t i t u y e n sus respectivos c o n t o r n o s . C o m o e x c e p c i ó n
 señalamos los palos de la h , k , p , q y el posterior de la A, j§
que pueden ser indistintamente curvilíneos ó rectilíneos.
Las curvas de gran desarrollo, y en particular aquellas
que pertenecen á las mayúsculas, tienden muchas veces á
enroscarse en forma de espiral, algunas á cruzarse para
buscar fáciles enlaces, pero de modo que los gruesos no se
encuentren, y otras, en fin, á describir rasgos caprichosos
que no rompan la armonía que debe existir en la dirección
de los trazos en general.
L a semejanza que se observa en la extractara de la letra
Española y de la Inglesa, manifiesta hasta la evidencia su
origen común; las mayúsculas, y más aún, las minúsculas de
una y otra, están formadas de igual número de trazos, pa-
recidos todos en figura, en vigor y en lo simétricamente
dispuestos; mas la distinta clase de pluma que se emplea,
el manejo de ésta y la severidad y precision de la primera,
reñida con la gracia y la soltura de la segunda, constituyen
sus diferencias esenciales.
Sentimiento en las curvas, armonía en el conjunto, y
sobre todo, un enlace en sus caracteres cual no tiene otra
alguna, son condiciones que la han hecho de uso tan g e -
neral, que bien puede llamarse la letra del comercio y de I todos los géneros, á fijar los puntos en que las letras deben
la correspondencia.
T R A Z A D O DE LAS CUADRÍCULAS Y PROPORCIONES QUE
EN GENERAL DEBEN TENER LAS L E T R A S . — L a altura de
los palos respecto á la del renglón, ha de ser tanto mayor
cuanto más pequeño sea el tamaño de la letra; y la inclina-
ción de ésta aumentará á medida que disminuya su altura.
Determinar la proporción de dichas alteraciones y dar á co-
nocer otras con que debe cumplir la letra Inglesa, tal es el
papel que desempeñan las cuadrículas colocadas en la pri-
mera muestra de cada variedad.
D e las seis que aparecen en la colección, cinco corres-
ponden á la letra magistral, y una á la corrida ó americana.
Expondremos ahora las reglas generales y particulares que
se han de tener en cuenta para construir las primeras, y de-
jaremos para luego las que conciernen á la última.
L a altura que deba tener la letra, ó su equivalente la del
renglón, se dividirá en tres partes iguales: la superior é in-
ferior servirán para limitar las curvaturas de las minúscu-
las curvas ó semi-curvas, y la central para determinar la
longitud de las rectas que se observan en la parte inferior
de dichos trazos curvos. L a faja intermedia, subdividida en
dos, produce la línea de division, llamada en este, como en
H encontrarse.
 67
E n la cuadrícula de la primera muestra aparecen las
otras dos fajas divididas también p o r m i t a d , y las líneas
que las marcan tienen p o r o b j e t o determinar el límite de la
cra-Yutura que han de tener los perfiles de los trazos q u e ,
sin pertenecer á las letras clasificadas, c o m o curvas ó s e m i -
curvas, se encorvan al tocar la línea superior ó inferior del
renglón.
E l m a y o r tamaño de las variedades que presentamos
tiene un centímetro de altura, y el m e n o r dos milímetros;
siendo el último y cada uno de los intermedios igual á los
dos tercios del inmediato anterior.
Sirviéndonos c o m o de unidad de medida para formar
cualquiera de las cuadrículas de una parte de las tres en que
se ha dividido la correspondiente altura del r e n g l ó n , se
determinará la del c u a d r a d o , t o m a n d o para la del Núm. 1,
cinco de ellas sobre y debajo de las dos líneas que marcan
aquella altura; para la del Núm. 2 , seis; para la del 3, siete;
o c h o para la del 4, y n u e v e para la del 5; resultando para
cada cual longitudes que estarán representadas p o r las c a n -
tidades 1 3 , 1 5 , 1 7 , 1 9 y 2 1 unidad.
C o n o c i d o s los lados de los cuadrados y construidos que
sean, se determinará la inclinación de los caidos de cada
u n o , formando ángulos c o n los lados verticales de la i z -
quierda, y c o n vértices en sus extremos inferiores c u y a s
medidas deberán ser de 34° para el p r i m e r o , 3 5 , 3 6 , 37 y
38° para los cuatro siguientes.
L a distancia que h a de mediar entre dos caidos c o n s e c u -
t i v o s , será equivalente á la n o v e n a parte del c u a d r a d o ; la
de los subcaidos señalados c o n líneas de trazos y c o l o c a d o s
entre aquéllos, de un diez y o c h o a v o , y el m a y o r g r u e s o
de la letra igual al sexto de un entrecaido.
P a r a construir las cuadrículas, sólo falta dividir los v a -
cíos altos y bajos en cuatro partes i g u a l e s , y después de
subdividirlos en dos, tirar paralelas á las bases de los c u a -
drados p o r los puntos de antemano señalados.
E l trazado de la cuadrícula que se destina á la letra c o r -
rida, se diferencia de la que corresponde al Núm. 5, ó
quinta variedad, en que los caidos deben tener 45° de i n c l i -
n a c i ó n , y en que la separación de ellos h a de ser e q u i v a -
lente á la séptima parte del lado del cuadrado.
A L T U R A DE LAS L E T R A S . — L a s mayúsculas descansarán
en la línea inferior del r e n g l ó n , y llegarán hasta l a s u p e -
rior de los palos. L a s minúsculas mayores de trazo en f o r -
m a de ojal que o c u p e n el vacío alto, h a n de terminar en la
línea que marquen los siete o c t a v o s de d i c h o v a c í o , y las
r e c t o b a j a s , en la línea inferior de los p a l o s ; unas y otras
 68
deberán ser un cuarto de vacío más cortas si sus palos son jg
completamente rectos, y esta diferencia determina el punto
desde que ban de arrancar las curvas de aquéllas. Para las
t , t , t y la puntuación, se destina la línea que señala los
tres octavos del vacío superior. .
A N C H O DE LAS L E T R A S . — L a distancia de grueso á grue-
so de la a, d , g, h , k , m , n , p , q , U é y, será igual á la
que exista entre dos caidos consecutivos, y ella conviene á
la vez á la que debe Haber desde el grueso de la b , o y "V, á
sus perfiles gruesos de la derecha. Del grueso de la c ó de
la e al ángrdo de la línea de division en que han de terminar
sus perfiles de enlace, mediará caido y medio. L a s, única
minúscula que carece de ligado por su parte derecha, ten-
drá el ancho de un entrecaido. L o s gruesos de la r y la z
deben coincidir con un caido y un subcaido, ambos conti-
guos. Compuesta la x de dos ees tangentes en el punto de
su mayor grueso, é invertida la primera, claro es que su an-
cho deberá ser doble que el de una de ellas. Los palos de
la f, i , j , 1, t y el de la r semicurva, coincidirán con los cai-
dos; y los perfiles que les sirven de ligado, terminarán en los
ángulos siguientes de la línea de division. Los ojales de las
minúsculas mayores, medirán por su ancho máximo las tres
cuartas partes de un entrecaido.
CORTE TRANSVERSAL DE LA P L U M A . — S e practicará
perpendicularmente á la recta que presente su hendidura, y
ha de tener un ancho igual á la tercera parte del mayor
grueso que deba producir.
L a longitud de la incision de los gavilanes y la finura de
la punta, aumentarán á medida que la pluma sea más dura,
y todas estas condiciones estarán en relación con el tamaño
de la letra: las metálicas ó de ave, serán tanto mejores para
escribir tipos grandes cuanto más blandas sean, y en aqué-
llas como en éstas se observará que, al imprimirlas el movi-
miento de presión para producir los gruesos y los medianos
de las trazos, el gavilán derecho, ó sea el del laclo hacia el
que la pluma se inclina, obedeciendo á dicho movimiento,
marcará los contornos; en tanto que el de la izquierda, se-
parándose más ó menos del otro, producirá su claro oscuro.
POSICIÓN DE LA PLUMA. •— Para apreciar la que debe
tener con relación á las líneas del pautado, no hay más que
colocarla en una de las horizontales, apretarla y hacer que
las puntas de los gavilanes coincidan con e l l a .
T R A Z A D O DE LAS L E T R A S . — E l parecido que tienen los
caracteres de este género con los del Español; la marcha
que ha de seguir la pluma en el orden casi idéntico con que
§ se han de practicar los trazos de que aquéllos se componen;
 69
las grandes letras que figuran en las cuadrículas; el inmenso jg
número de líneas que contienen las pautas, produciendo en
sus cruzamientos infinidad de puntos, por los que pasan
sus contornos; y, además, el ser gradual el método y el
permitir cierta clase de mayúsculas, que en sus rasgos en-
tre por muclio el gusto artístico del que escribe, son moti-
vos de gran valía, y causas que, en todo ó en parte, ban in-
fluido para no presentar el trazado gráfico de ésta ni de
ninguna otra clase de letra; mas como en las mayúsculas
que corresponden á este género pudiera presentarse algmna
duda respecto al punto en que deben comenzar sus trazos,
la hemos salvado colocando al principio de cada una un 1
de pequeñas dimensiones.
Los trazos curvos serán siempre tangentes á los caidos,
y los rectos pasarán por la izquierda, coincidiendo con los
mismos.
SEPARACIÓN QUE H A DE EXISTIR ENTRE LAS LETRAS,
Y DE PALABRA Á P A L A B R A . — D e una letra cuyo trazo de
la derecha sea recto, á otra que tenga el de la izquierda
recto también, mediará lina distancia igual á la que exista
entre dos caidos principales, ó, lo que es lo mismo, una
Unidad; ejemplos: al, li. Muestra 1 . a
D e recta á curva, lo que un entrecaido; ejemplo: io. j§
Muestra 1 . Desde un trazo curvo á otro recto, con trazo
a
de ligado en la línea superior del renglón ó sin él, habrá
una separación equivalente á la de dos caidos consecuti-
vos. Véase la o r de la muestra 1 . , y la o p que figura en
a
los abecedarios minúsculos.
D e curva á curva mediará la misma distancia que existe
desde un caido principal á otro de segundo orden; esto es,
media unidad; ejemplo: OO. Muestra 1 . a
Entre dos trazos rectos, con curva de ligado en la parte
superior é inferior del renglón, debe haber una separación
de una y media distancia, como se observa en la n y la m
de la Muestra 1 . a
Desde el trazo grueso de la c, de la e ó de la x al de
una letra recta ó curva por su lado izquierdo, y de curva-
toa dirigida en el mismo sentido que las de aquéllas, ha-
brá una distancia de una y media unidades; y así se ve en
ci, e r , CC y e e de la Muestra 1 . , y en la palabra o x í -
a
g e n o de la 3 . a
Cuando á una de las tres letras que se indican en la re-
gla que antecede, siga otra de las rectas con perfil curvo
de enlace en la línea superior del renglón, ó de las que,
siendo curvas, tengan la curvatura dirigida de izquierda á
derecha, la distancia que ha de existir entre e l l a s será de

dos entrecaidos, lo cual puede observarse en la x é y de jf
los alfabetos, y en las X X y ex de la muestra primera.
Desde el grueso de un trazo recto, ó desde el que cor-
responde á las mismas letras C, e ó x al ele la S, habrá una
separación de dos unidades; ejemplos son: la is y es que
figuran en la primera Muestra.
Desde un perfil curvo al grueso de la s ó de la x, exis-
tirá la distancia de un entrecaido. Véase la o s de la Mues-
tra 1 . , ó la v x de los abecedarios minúsculos.
a
L a separación que ha de existir desde el palo de la r
con trazo superior y á la derecha, á una letra curva ó á
otra recta, pero sin perfil curvo de ligado, será de una uni-
dad; ejemplos: la re de la, Muestra 1 . , y l a r i de la palabra
a
Orihuela, que figura en la sexta; mas si tras de esta si-
guiera una de las que tienen perfil de enlace, entonces la
distancia tendrá que ser de una y media, como se observa
en la rn de dicha muestra, y hasta de dos, como suelen
presentarlo algunos autores.
Las palabras deben separarse unas de otras, de dos y
media á tres distancias iguales á la de un entrecaido,
siendo, por lo regular, de tres, cuando la letra final de la
que anteceda y la primera de la que siga sean ambas rec-
tas, y de dos y media en los demás casos.
70
M O D O DE ENLAZAR LAS LETRAS. •— L a s minúsculas de
este género forman el ligado como las del Español.
E n la r, de trazo accesorio, se puede prolongar el per-
fil con que termina, y hacer de modo que se ponga en
contacto con las letras curvas ó semicurvas que la sigan. L a
otra clase de r es más aceptada que la anterior, y se enlaza
con los caracteres que tenga á su derecha como las recto-
altas, y con las de la izquierda como la Z.
E l ligado de las mayúsculas depende de la forma que se
dé al perfil final de cada una; de suerte que cabe hacerlas
todas susceptibles de enlace, como se observa en el último
abecedario que presentamos en la muestra séptima.
DESCRIPCIÓN DE LAS MUESTRAS.—Suponiendo que ésta
clase de letra se enseñe después de conocida la Española,
y, por consiguiente, que el alumno tenga ya gusto caligrá-
fico adquirido, y que pueda apreciar con facilidad las dife-
rencias que las separan, creemos útil y hasta necesario,
para el caso que intente aprenderla sin profesor, dividir en
diez y siete lecciones las doce muestras de que consta la
colección.
E n la Muestra Núm. 1 figuran los ejercicios más senci-
llos, las letras simples, las compuestas de dos ó más trazos
§ elementales, y los enlaces que unas y otras puedan tener;
 71
y como todas son minúsculas menores, sólo aparecen las §
líneas del renglón. Dichos ejercicios comprenden tres lec-
ciones, limitadas por otros tantos guiones.
Muestra 2, Núm. 2 . —-1.a
E l primero y segundo renglón
se destinan á presentar, de dos en dos, las minúsculas ma-
yores; una de trazo completamente recto, y otra de las que
lo tienen en forma de ojal; los ligados de la b , y los de la f.
Con estos ejercicios se completa cuanto corresponde á la
formación de las minúsculas, y por lo mismo se hacen figu-
rar en dichos dos renglones, y en los tres de que consta
la muestra primera, todas las líneas auxiliares que exige
su trazado. L a sexta lección, ó sea la tercera que com-
prende este modelo, se destina al abecedario minúsculo, y
en el renglón que lo contiene no aparecen ya los caidos de
segundo o r d e n , ni las líneas horizontales que en los dos
superiores van marcadas con trazos ó puntos.
Muestra, 3 , Núm. 2 . — 2 . a Esta representa la lección sép-
tima, reducida á combinar las minúsculas entre sí, y en
cuyo pautado no figuran más líneas que las destinadas á de-
terminar las alturas, correspondientes á los grandes trazos
de las mayores, cuatro del renglón y los caidos principales.
Muestra 4 , Núm. 3 . — 1 . a
Elementos de las mayúsculas J
agrupados por clases, ordenados según su dificultad gene- g
ral y particular, separados por un guión los que correspon
den á aquélla, y por dos los que á ésta; hé aquí los ejerci-
cios que dividimos en dos lecciones, y que presentamos en
ésta muestra. L a s tres líneas principales del renglón, la
superior de los palos, una intermedia en el vacío alto y los
caidos de primer orden, forman el pautado.
Muestra 5, Núm. 3 . — 2 . a Comprende la numeración y el
alfabeto mayúsculo más sencillo de los tres que figuran
en la colección, el cual se compone de letras cuyos trazos
son de los que ocupan el primer lugar, entre los grupos de
la muestra que antecede.
L a pauta se ha simplificado con relación á la preceden-
te, habiendo hecho desaparecer la línea de division.
Muestra 6 , Núm. 3 . — 3 . a Nombres propios con mayús-
culas, de extructura igual á las del primer abecedario, cons-
tituyen la lección undécima, y en su pauta sólo se marcan
los caidos que ocupan los lugares impares. E n este modelo,
como en todos los demás, se indican por medio de señales,
colocadas en los lados clel rectángulo que limita dicho pau-
tado, cuántas líneas se suprimen.
Muestra 7 , Núm. 4 . — 1 . a Se representa en e l l a un abe-
cedario minúsculo, dos mayúsculos y la numeración. E n
las letras del primer alfabeto mayúsculo apenas se observa
 12
alguna de las que se prestan al l i g a d o , en tanto que las del § tenece á las magistrales, y ésta, que es de las cursivas, se d i -
segundo l o pueden verificar todas; unas y otras tienen l o s ferencia de l a anterior en la f o r m a de l a t, en que l o s p a l o s
trazos rasgueados, y estáu marcadas en pautas que c o n t i e - de la p y de la q comienzan p o r línea delgada, en la salida
nen las dos líneas del r e n g l ó n , la- superior de los palos y del perfil de la misma q, en la g r a n i n c l i n a c i ó n que debe
un caido p o r cada tres de los que las corresponden. tener la letra y en su m a y o r a n c h o .
Muestras 8, Núm. 4 . — 2 . y 9, Núm. 4 . — 3 .
a a
L a s dos PARTICULARIDADES Y OBSERA'ACIONES.—Del trazado
pertenecen á la misma variedad: en la primera figuran n o m - de las cuadrículas resulta que la altura del r e n g l ó n q u e
bres compuestos de mayúsculas y minúsculas, y en la s e - corresponde á la primera variedad, es igual al doble de la
g u n d a u n t e x t o alusivo al m i s m o tema á que aquéllos se distancia que media entre dos caidos c o n t i g u o s ; que las
refieren. Sus pautas contienen la línea superior é inferior mayúsculas y l o s palos de la f, g , j é y de l a s e g u n d a , s o n :
del r e n g l ó n ; un caido p o r cada cuatro la o c t a v a , y u n o poi- aquéllas c o m o tres veces la altura del r e n g l ó n , y éstos
cada cinco la n o v e n a . c o m o su d o b l e ; que las letras y l o s trazos á que se refiere
Muestra 1 0 , Núm. 5.—1. a
L o s nombres propios en ella la particularidad anterior, son en la variedad última d e la
c o n t e n i d o s , c o m p r e n d e n cinco renglones: en l o s dos p r i - letra magistral, las primeras, c o m o c u a t r o v e c e s l a altura
meros aparecen cuatro de las líneas Horizontales del p a u - de las minúsculas m e n o r e s , y las segundas, c o m o tres; y
t a d o ; en los tres restantes, la superior é inferior de l o s p a - p o r ú l t i m o , que en la misma variedad quinta se o b s e r v a
los y la situada en la parte baja de las letras; y en todos que la altura del r e n g l ó n es idéntica á la distancia q u e
un número de caidos q u e , c o m e n z a n d o en el primero en existe de u n o á o t r o c a i d o .
uno p o r cada seis, termina en el último en u n o p o r cada L a s plumas de p u n t a aguda p e r m i t e n , en m u c h o s c a s o s ,
catorce. que en su m a r c h a se las h a g a recorrer en el sentido d e a b a -
Muestras 1 1 , Núm. 5 . — 2 . y 1 2 , Núm. 5.-— 3 .
a a
Sin l í - j o á arriba, p o r donde han de pasar l u e g o en dirección c o n -
neas de pautado en una ni en otra, represei.tan ambas el t i - traria para m a r c a r definitivamente los trazos de las l e t r a s ;
p o más c o m u n m e n t e empleado en los escritos; aquélla p e r - ¡§ ventaja que facilita en m u c h o el l i g a d o de las m i s m a s .
 73
LETRA ITALIANA.
M O D O DE CONSTRUIR L A CUADRÍCULA.—Dado el cua-
drado, se dividirá horizontalmente en siete fajas iguales;
la cuarta, destinada á determinar la altura del renglón, se
subdividirà en tres; la central de éstas por mitad, para fijar
la línea de division; y cada una de las seis restantes, en
dos; luego se procederá á marcar los caidos principales,
comenzando por construir un ángulo de 34° con el lado
vertical izquierdo del cuadrado y con vértice en su pié;
tirando después paralelas á derecha é izquierda del otro
lado del ángulo, á distancias que representen la dozava
parte de la altura de aquél; y, por último, señalando los
caidos de segundo orden.
M A N E R A DE TERMINAR EL CORTE DE L A PLUMA Y PO-
SICIÓN QUE HA DE TENER SOBRE EL P A P E L . — E e S -
pecto al primer punto, consúltese lo dicho al tratar de las
plumas destinadas á escribir letra Inglesa; en cuanto al
segundo, se advierte que basta cogerla como se ha dicho
en otro lugar, para que quede terminada la verdadera p o -
sición que han de orapar los gavilanes con relación á las
líneas de la pauta.
ESTRUCTURA DE SUS CARACTERES, ALTURA, ANCHO,
DISTANCIA DE SEPARACIÓN Y LIGADO DE LOS MISMOS.—
E l contorno de las minúsculas que corresponden á este g é -
nero es muy parecido al efe las inglesas, y el de las mayús-
crdas puede ser idéntico, aunque suele estar más en carác-
ter aquel que contenga mayor nvimero de rasgos.
Los palos rectos de las minúsculas mayores alcanzan
hasta los dos tercios de los vacíos, y las que tienen forma-
de ojal, los cinco sextos. L a t es doble alta que el ren-
glón, y las mayúsculas lo que cuatro veces éste. L a pun-
tuación irá colocada en el centro del vacío alto.
Las reglas dadas al tratar del género inglés, respecto al
ancho que deben tener las letras, á las distancias á que de-
ben estar unas de otras, á la que ha de mediar entre pala-
bras y al modo de ligarlas, todas, absolutamente todas,
convienen á las del italiano.
ADVERTENCIAS Y PARTICULARIDADES.—Las propor-
ciones de los caracteres que constituyen esta clase de letra,
sufren variaciones análogas á las de la Inglesa á medida
que su tamaño aumente ó disminuya; aunque no tan pro-
nunciadas, por cuanto á tamaño igual, los del Italiano son
más estrechos y tienen menos inclinación.
D e todo lo expuesto, parece inferirse que la letra Ita-
liana no sea más que una especie ó variedad de la Inglesa,
 74

como lo es la corrida ó americana; y, en efecto, los carac- i caidos, inclinados 26° 3 4 ' r e s p e c t o á los lados v e r t i c a l e s , y
teres, que hacen de la primera un género distinto, no de- coloqúense unos de otros á distancias que representen
penden de su forma, sinó del claro-oscuro que produce la la sexta parte de la l o n g i t u d que t e n g a cada u n o de d i -
pluma al marcar los medianos y los gruesos, los cuales c h o s lados.
ocupan partes diferentes de las líneas que constituyen los D E L CORTE TRANSVERSAL Y DE LA POSICIÓN DE LA
contornos de éstas. P L U M A . — E l chaflán de la p l u m a tendrá la m i s m a f o r m a
L a única muestra que de ella aparece contiene el abe- que las que se destinan á escribir letra E s p a ñ o l a , y la l o n -
cedario minúsculo, la numeración, el alfabeto mayúsculo, g i t u d de su arista será igual á la sexta parte de u n e n t r e -
y una máxima en el último reglón. Sus letras, de mediana c a i d o , m e d i d o en el sentido de la recta que arranque de
altura, se practicarán en papel sin pauta, por cuanto con- una cualqrúera de las horizontales de la p a u t a , y f o r m e c o n
viene aprenderla después de conocer el género primitivo. ella un ángulo de 20°. L a d i r e c c i ó n de d i c h a línea señala
Presentamos sólo un modelo, porque, consistiendo la á su vez la que debe tener l a p l u m a en el a c t o de escribir.
mayor dificultad de su ejecución en el modo de coger y PROPORCIONES, DISTANCIAS Y LIGADOS DE LAS LETRAS.
manejar la pluma, y habiendo tratado de ello en otra par- — L a s minúsculas menores o c u p a r á n las dos fajas centrales
te, claro está que seria impertinente insistir sobre lo mis- de la cuadrícula destinadas á fijar la altura del r e n g l ó n y
mo, y mucho más después de haber expuesto con gran la línea de division; las m a y o r e s c u y o s trazos principales
extension lo que conviene á la letra Inglesa, de la que ésta sean c o m p l e t a m e n t e r e c t o s , alcanzarán las horizontales que
se deriva. determinan los dos tercios de los v a c í o s alto y b a j o ; y
aquellos que l o t e n g a n en f o r m a de e v o l u t a ó de ojal y
L E T R A BASTARDA.
las m a y ú s c u l a s , tocarán al l a d o superior ó inferior del
CONSTRUCCIÓN DE L A CUADRÍCULA.—Fórmese un cua- cuadrado.
drado cuya altura sea como la que deba tener la f, divída- [ E l a n c h o de las minúsculas en general c o m p r e n d e el
se en ocho fajas horizontales é idénticas, y marqúense los g m i s m o n ú m e r o de caidos que el de las españolas; la espiral
 75
con que terminan los trazos principales de l a / , g, j , p é y,
avanzan dos y medio caidos de aquellos por los que pa-
sen sus palos; la curva superior de l a / , dos, y la inferior
de la z uno.
En cuanto á la separación que debe existir entre letras,
ó de palabra á palabra, se seguirán las reglas dadas al tra-
tar del género español.
Todas las letras que tienen figura parecida á las españo-
las, se ligan de la misma manera que éstas; la h, de tra-
zo curvo posterior y las dos clases de p, se enlazan con las
letras que las sigan, formando ojal y dirigiendo los perfiles
del ligado á la línea de division ó á la superior del renglón;
la z, de trazo curvo inferior, se enlaza con las rectobajas;
la d curva, l a / , la g y laj, de trazos espirales, y la y, no
es posible enlazarlas, ni tampoco las mayúsculas B, D, O.
Q, S, 7 , U, Vé Y.
MODELOS QUE FIGURAN EN E L CUADERNO.—~L&prime-
ra muestra de las tres que se destinan á la enseñanza de
este género, contiene el alfabeto minúsculo con todas las
variantes que suelen tener sus caracteres; se presentan todos
dentro de pauta completa, y la altura de su renglón es de
ocho milímetros.
Muestra 2.a
E n ella aparece el abecedario mayúsculo,
en la que casi todas sus letras se repiten, por tener formas
distintas.
E n la Muestra 3. figuran nombres propios, cuyos ca-
a
racteres miden cuatro milímetros de altura.
OBSERVACIÓN. Esta clase de letra es fácil de aprender,
conocida que sea la española, y mucho más si se conocen
también las redondillas; y en este supuesto, no presenta-
mos los trazos elementales, como se ha hecho en los demás
géneros, ni hacemos figurar líneas de pauta en la segunda
ni en la tercer muestra.
REDONDILLA INCLINADA. .
TRAZADO D E L A CUADRÍCULA.—Muestra 1 . Cons-
a
tríñelo que sea el cuadrado, se dividirá horizontal y verti-
calmente en tres fajas iguales, y en seis la que ocupe el
centro de aquellas; después se procederá al trazado de los
caiclos, y para ello se tomarán seis partes idénticas en los
lados superior é inferior de cada uno de los tres rectángu-
los verticales en que se ha dividido el cuadrado; se unirá
por medio de una recta el vértice A con el punto B, y se
marcarán paralelas á dicha recta por las divisiones p r e v i a -
mente hechas.
CORTE TRANSVERSAL D E L A PLUMA Y POSICIÓN D E
 76
ÉSTA.—Muestra 1 . a
E l corte oblicuo que han de recibir, §[
los gavilanes dé la pluma, tendrá de longitud lo que el an-
cho de una de las fajas que forman dos caidos consecuti-
vos, midiéndola en el sentido que indica la recta C D.
A l escribir se procurará que la arista del chaflán que la
anterior operación produce en la pluma, tome la misma
dirección que el lado CD del ángulo CD E, el cual marca
30° de inclinación con respecto á las líneas horizontales del
pautado.
PROPORCIONES QUE DEBEN TENER LAS LETRAS Y DIS-
TANCIAS QUE HAN DE GUARDAR ENTRE SÍ. Basta fijamos
en la cuadrícula para saber que la altura de la f mide exac-
tamente la del lado del cuadrado; que la de los vacíos alto
y bajo, es de seis unidades é igual á la del renglón; que las
mayúsculas y las minúsculas mayores llegan hasta la línea
de los palos, y que las distancias entrecaidos marcan los
medianos de la letra.
E l ancho total de la h, l¿, m, n, y y v, ocupa cinco espa-
cios ó unidades, de las que corresponden dos á los media-
nos, y las otras tres al claro ó separación entre los mis-
mos. E l de las curvas de la a, b, d, g, o, p y q, medidas
por la línea de division, debe ser de cuatro y media de
aquéllas, é igual longitud medirán las curvas de la c, de la e
y de la r, desde los respectivos puntos de tangencia con los
caidos hasta la línea de division en que terminan sus per-
files de enlace; la 5 tomará cuatro, y cinco la x y la z.
E l ojal de las minúsculas mayores tiene en su mayor an-
cho tres espacios, y los rasgos inferiores de la g, j , p é y,
pueden variar entre seis ó siete de éstos.
Dos minúsculas contiguas que tengan dentro del ren-
glón curvas opuestas, distarán entre sí dos espacios; ejem-
plos: be, po, se, da, oc... Toda letra que presente curva
dentro del renglón, distará dos y medio espacios de la que,
siendo recta, esté contigua á la curvatura de aquélla; ejem-
plos: ob, la; en los demás casos deberá mediar una distan-
cia de tres unidades.
D e palabra á palabra deben existir nueve entrecaidos.
MODELOS. D e esta clase de letra figuran siete mues-
tras, que comprenden cuatro variedades: en la primera, de
seis milímetros de altura, destinada á los ejercicios y al abe-
cedario minúsculo, se han marcado las líneas del renglón,
las de los palos y unos cuantos caidos, á gran distancia
unos de otros, que sirvan para indicar la dirección de los
trazos que con ellos han de ser paralelos.
Se compone la segunda, de nombres comunes, y en ella
no figura caido alo-uno.

E n la tercera presentamos los trazos elementales ele las !g pletar el corte de la pluma, se achaflanarán los gavilanes
mayúsculas y de los números, y á continuación el alfabeto
completo de aquéllas y la numeración.
L a cuarta se destina á combinar, en nombres aislados y
en textos, letras de los dos abecedarios.
Alfabeto minúsculo y adjetivos, abecedario mayúsculo y
numeración de trazos en forma de evolutas, constituyen
la muestra número cinco que representa la segunda va-
riedad.
E l tercer tamaño aparece en el modelo número seis, en el
que figuran nombres de cuadrúpedos por orden alfabético,
y un párrafo que consigna las principales cualidades de
éstos.
L a última muestra representa la cuarta variedad; es de
tamaño bastante pequeño, y poue de manifiesto el buen
claro-oscuro y lo estable de este género de letra.
REDONDILLA VERTICAL.
L A CONSTRUCCIÓN DE L A CUADRÍCULA sólo se diferen-
cia de la que corresponde á la Inclinada, en que los caidos
han de ser paralelos á los lados verticales del cuadrado.
GRUESO DE L A PLUMA Y DIRECCIÓN QUE DEBE TENER
CON RELACIÓN Á LAS LÍNEAS DE L A PAUTA.—Para com- I drá por lado, una longitud que estará representada por
77
de modo que el tajo sea algo oblicuo con respecto á la hen-
didura, y cuya longitud resulte igual á la parte de recta
A B comprendida entre dos caidos consecutivos.
E l lado A B del ángulo ABC indica la verdadera p o -
sición que ha de tener la pluma en el acto de escribir. Su
inclinación, relativamente á la horizontal, es de 20 grados.
A L T U R A Y ANCHO DE LAS LETRAS, DISTANCIAS Á QUE
PRUDENCIALMENTE SE HA DE ENCONTRAR UNA DE OTRA,
Y SEPARACIÓN ENTRE CADA DOS PALABRAS.—Véase lo
dicho para la Redondilla inclinada.
DESCRIPCIÓN DE LAS MUESTRAS.—Tres se destiñan á
esta clase de manuscrita: la primera, núm. 8, contiene los
mismos ejercicios que la núm. 1 de las que corresponden á
la Redondilla antes descrita; la segunda, el abecedario ma-
yúsculo, de forma distinta al primero de aquella clase y
de más parecido con el del segundo por lo especial de sus
trazos; y la tercera, nombres que principian con letra ma-
yúscula.
R E D O N D I L L A FRANCESA.
M O D O DE TRAZAR L A CUADRÍCULA.—El cuadrado ten-
 78

nueve semi-alturas del renglón; de éstas, se destinarán H y la altura del renglón, las minúsculas de esta clase resul-
cuatro al vacío alto, y tres al bajo; se dividirá la base en I tan más anchas, y que la s es de muy cómodo ligado y
cuatro partes iguales, y cada una de ellas en cinco; por sólo ocupa tres entrecaidos.
los puntos de division se levantarán perpendicrdares, y se Las mayúsculas son idénticas á las del Bastardo; pero
terminará la operación tirando cuatro paralelas por entre hay quien emplea las de los otros alfabetos redondos, y
las líneas del renglón equidistantes entre sí, y también á la como n, s j t finales, las que aisladamente figuran en la
superior é inferior de aquél. muestra núm. 1 1 , única que damos de esta clase.
POSICIÓN Y CORTE DE LA PLUMA.—Procédase de con- Para escribir las letras de doble trazo que representa
formidad con lo dicho al tratar de la Redondilla vertical; el modelo núm. 12, se necesita emplear las pininas maes-
pero téngase en cuenta que cada entrecaido de aquella cua- tras, y el sencillo decorado que figura en muchos de los
drícula, equivale á un diez y ocho avo del lado del cuadra- nombres, se practicará con las de punta aguda, ó mejor
do; mientras que el de éstas, es igual á un veinte avo. aún, con las capilares. E l corte de aquéllas se ha de verifi-
PROPORCIONES DE LAS LETRAS Y DISTANCIAS QUE HAN car como á continuación se expresa: dados los tajos que
DE G U A R D A R . — L a s mayúsculas alcanzarán hasta el lado constituyen su corte preparatorio, excepto el de la inci-
superior del cuadrado y los palos de las minúsculas ma- sion, se ejecutará el transversal del mismo modo que si se
yores al inferior, si son rectobajos, y á la línea que marca tratara de disponerla para escribir letras de trazos llenos;
las tres cuartas partes del vacío de arriba, si son recto- del cañón, y por el interior del mismo, se descarnará un
altos. triángulo isósceles, que tenga por base la arista del cha-
Respecto al ancho que han de tener las letras y á la se- flan, y por altura doble longitud que la de ésta; en las
paración que ha de existir entre ellas, hay que atenerse á puntas que resulten, se harán las dos hendiduras; y, final-
lo prescrito al tratar de las otras dos clases de Redondilla; mente, volviendo la pluma y apoyándola sobre la plancha
mas conviene hacer constar que, debido al diferente nú- de marfil, se rectificará el corte transversal de los cuatro
mero de partes en que se ha dividido la base del cuadrado Ï gavilanes.
 79

Siendo de más efecto que uno de los trazos indique la H de la izquierda, indica la dirección en que la pluma ha de
sombra de la letra, convendrá que los dos gavilanes que marcar el grueso de la letra, el cual señala á su vez la lon-
han de ocupar el lado derecho, sean más gruesos que los gitud que ha de tener la arista oblicua del chaflán de
del izquierdo. aquélla; la otra diagonal, la dirección de los perfiles y la
Consignaremos, para terminar, que las formas peculiares posición del instrumento; y la distancia que media entre
de muchas minúsculas de las tres clases de Redondilla, no dos líneas paralelas, determina la longitud de la unidad de
permiten ser trazadas de un sólo golpe, como puede obser- medida y el mediano de los trazos.
varse en la a, y, p, q, o é y, y que hasta en muchos trazos de l_\PROPORCIÓN DE LAS LETRAS Y SEPARACIÓN QUE HA
los en que es posible verificarlo, se acostumbra á marcar- DE EXISTIR ENTRE ELLAS. Alturas. Los palos de las
los en dos veces; como caso particular, señalaremos los in- minúsculas menores que ocupan el vacío alto, alcanzan á
feriores de la y, j , p é y de la Inclinada. L o propio ocurre la línea superior del cuadrado; los de la p y la q, á las pe-
con muchas de las mayúsculas. núltimas de las paralelas; los de la g y j , á la tercera de
las que siguen á la inferior del renglón; y los trazos curvos
GÓTICA I N G L E S A 0 CUADRADA. y accesorios de estas dos últimas letras, así como el de la y ,
á la señalada con el número 17. L a t y el trazo oblicuo de la
D E LA CUADRÍCULA. —Se construye dividiendo dos la- d arrancarán desde la mitad del vacío alto, y las mayúscu-
dos contiguos del cuadrado en diez y ocho partes iguales, culas desde las cuatro quintas partes del mismo vacío.
y trazando paralelas á los otros dos, por los puntos seña- A n c h o s . — T o d a s las minúsculas que tengan dentro del
lados en los primeros. renglón dos trazos verticales, guardarán entre los mismos
Las cinco fajas superiores determinan el vacío alto; las una distancia de dos entrecaidos; exceptúanse los de la s,
siete siguientes, la altura del renglón, y las restantes, ex- cuya separación será de tres, y el inferior derecho de la k ,
cepto la última, el vacío bajo. que irá colocado á dos y medio de su correspondiente prin-
L a diagonal del cuadrado que parte del ángulo superior í cipal.

E l ancho total de la m debe ser igual á siete medianos; 5
el de la x , á seis; el de la r y la z, á cuatro; el de la e, á
tres y medio, y el de la c, á tres. L a f, i, j , 1 y t constan
todas de un sólo palo.
Los trazos gruesos de las minúsculas ocupan, por regla
general, la parte alta ó baja del renglón; forman con los
medianos ángulos de 135°, y son cuadrados ó rectangula-
res. Los segundos tendrán de longitud lo que vez y media
de anchos.
Las curvas accesorias que aparecen en la f, g, h, j y k
avanzarán de las líneas en que terminan sus correspondien-
tes palos, de cinco á siete entrecaidos.
Distancias.—Desde una á otra letra existirá una se-
paración de dos medianos, ó cuando más, de dos y medio; y
de palabra á palabra, de siete á ocho.
Modelos.—En el primero figuran los trazos de que se
componen las minúsculas, el abecedario de las mismas, los
trazos elementales que faltan para completar todos los que
entran en la formación de las mayúsculas, y las seis letras
de esta clase que menos parecido tienen entre sí. Del pau-
tado únicamente constan las líneas superior é inferior de
los palos y las dos del renglón; éstas separadas la una de [
la otra ocho milímetros.
80
E l segundo se destina al alfabeto mayúsculo y á la nu-
meración; y el tercero á la combinación de letras de los dos
abecedarios. E l tipo de la última mide cinco milímetros de
altura.
Observaciones.—En vez de los 45° grados de i n -
clinación que indicamos para los gruesos y perfiles de la
letra, señalan casi todos los autores de 35 á 4 0 . D e esta
innovación resulta más comodidad en el manejo de la
pluma, una forma más esbelta y matemática, y mayor
diferencia en el ancho de los gruesos y medianos de los
trazos.
Los gruesos con que terminan los dos primeros palos de
la m, los anteriores de la n, h, k, y los de algunas otras
letras, suelen ejecutarse haciendo retroceder la pluma
hasta que el gavilán izquierdo coincida con la línea infe-
rior del renglón, y toque en el punto que determina el cen-
tro del ancho que corresponde á los trazos verticales; lo
cual, sobre alterar el movimiento del instrumento, rompe
la uniformidad que se observa en los demás trazos oblicuos
de las letras.
L a altura de las mayúsculas y la de los grandes palos de
las minúsculas mayores, aumentará á medida que el tipo
jjjjj de la letra sea más pequeño.

GÓTICA A L E M A N A Ó R E D O N D A .
Los trazos curvos que tanto abundan en las mayúsculas,
como en las minúsculas de este género, no evitan que las
formas particulares de las últimas~conserven gran parecido
con las de su primitivo, el Gótico inglés ó cuadrado. E l
ancho y la altura de unas y de otras; la intensidad respec-
tiva de los gruesos y de los medianos; las distancias de se-
paración entre las letras y entre las palabras, etc.; todo
conviene á aquéllas como á éstas; comunes, pues, en pro-
proporciones, en la dirección de los caidos y en la intensi-
dad del claro-oscuro, exigen ambas igual corte de pluma é
idéntica posición de ésta sobre el papel.
De lo expuesto se deduce que la diferencia esencial que
separa la clase redonda de la cuadrada, consiste en que,
pf>_a el trazado de la primera, se han de practicar mayor
número de curvas qr.e para el de la segunda; mas como la
extructura de la última debe ser igual ó muy semejante,
resulta de aquí que no hay necesidad de presentar otra cua-
drícula, ni de dar nuevas reglas para su ejecución.
Sólo figuran dos muestras de este género: una, que con-
tiene los dos abecedarios; y la otra, que se destina á la com-
binación de mayúsculas y minúsculas.
81
H Como complemento de la colección, aparece al final de
la misma un modelo señalado con el núm. 6; el tipo de le-
tra contenido en él es délos más pequeños que se escriben,
y de los seis renglones de que consta, tres corresponden á la
Gótica cuadrada; y los otros tres, á la alemana.
LETRA ITÁLICA.
DESCRIPCIÓN D E LA CUADRÍCULA. — Las líneas hori-
zontales dividen al cuadrado en tres fajas iguales: la supe-
rior y la inferior determinan los vacíos alto y bajo, y la
central, subdividida en dos, marca la altura del renglón y
la línea de division. L a distancia de uno á otro caido será
igual á la quinta parte del lado del cuadrado, y la inclina-
ción de aquéllos respecto al vertical izquierdo de éste, me-
dirá 23 grados.
DEL CORTE TRANSVERSAL Y DE LA POSICIÓN DE LA
PLUMA.—Véanse las reglas dadas al describir la letra I n -
glesa.
PROPORCIONES, DISTANCIAS Y L I G A D O . — L a altura de
todas las minúsculas mayores y la de las mayúsculas debe
ser doble que la del renglón, y la que corresponde á la t ,
'§ como vez y media.
5
 82
E l ancho de las minúsculas, en general, comprende el
mismo número de caidos que el de las Españolas; y las es-
pirales que forman parte de la f, g, j é y , avanzarán de
uno á uno y medio espacios de los que separan á cada dos
de aquéllos.
Las letras y las palabras se han de colocar á las distan-
cias que marcan las reglas dadas al tratar del género E s -
pañol.
Las rectoaltas son las únicas letras que tienen perfil de
enlace ó de contacto con las que estén situadas á su dere-
cha, y verifican el ligado de igual modo que las Españolas.
E n la s o l a muestra que presentamos de esta clase, figura
el abecedario minúsculo, la numeración, el alfabeto ma-
yúsculo y nombres que comienzan por ana letra del último
abecedario. E n los renglones no aparece línea alguna, y
todos miden tres milímetros de altura.
 L E T R A S DIBUJADAS.

ORÍGEN DE LOS ALFABETOS.—Todas las clases de letra H la medida común al ancho de las letras, á su altura, á la
que comprende esta sección, pueden considerarse como de- distancia entre ellas y al espesor de sus elementos; nos bas-
rivadas de la que figura en la muestra núm. 6, género que taria marcar-las líneas que indicasen la intensidad de los
toma el nombre de Romano monumental, por ser de origen trazos horizontales, y señalar los caidos paralelos entre sí
romano y por haberse empleado en las inscripciones de mu- y equidistantes unos de otros, lo que tuviese de longitud
chos monumentos antiguos y modernos. la consabida unidad de medida; pero como esto no ha de
Como tal género primitivo, determina en los que de él suceder en la mayor parte de los alfabetos, de aquí que no
proceden el número de trazos de que ha de constar cada sea posible dar reglas para determinar la formación de las
letra y el lugar que respectivamente han de ocupar; mas pautas completas; y en su consecuencia, nos limitaremos á
no su extructura especial ni el vigor de sus gruesos, m e - consignar algunas que, teniendo el carácter de generales,
dianos y perfiles. sirvan para apreciar con exactitud unas veces, ó con gran
D E LAS 'PAUTAS.—Fácil seria construirla cuadrícula aproximación en otras, la altura y el ancho que pueden t e -
destinada al trazado de un abecedario cualquiera de los di- ner las letras y la relación de distancia que deba existir
bujados, si existiera siempre y fuese conocida de antemano g entre éstas ó entre las palabras.

PROPORCIONES DE LAS LETRAS.
DISTANCIAS VERTICALES. L a altura total de las letras
podrá estar ó no en relación con el ancho de las mismas, y
hasta con el espesor de los trazos de que se compongan;
mas, sean las que fueren, mayúsculas y minúsculas mayores
deberán ser iguales; y sólo en el caso de querer llamar la
atención sobre un nombre particular, en alguno que otro
abecedario y en principio de período, será permitido dar
mayores proporciones á las primeras.
Las minúsculas menores tendrán de altura la mitad ó
algo más de lo que midan las mayores, y ésta distancia
marcará casi siempre los puntos en que han de ir coloca-
dos los trazos intermedios de la E, de la E y de la H, y
aquéllos en que se encuentren, se crucen ó terminen los de
la B, la K, la P, la R , la X y la Y.
E l de la A y la G ha de ir situado, cuando más, á la
mitad de su altura.
L o s extremos de los trazos que, como en la C de ciertos
alfabetos, sirvan de principio ó final de letra, y aquellos
que, como en la E, arranquen desde la parte superior ó in-
ferior ó se dirijan en sentido opuesto al de su origen, de-
ben terminar todos á distancias iguales de la línea de que j§
84
I comiencen ó de aquella á la que sean tangentes; sin em-
bargo, los que pertenezcan á mayúsculas y partan de la
inferior del renglón, podrán ser un poco más largos. L a
longitud de los unos y de los otros varía entre una canti-
dad apenas perceptible y los dos quintos de la altura de la
letra, según que todas las que constituyan el mismo alfabe-
to sean más ó menos anchas con relación á su altura total.
Las extremidades de los trazos correspondientes á la f, á
la j y á la r , se separarán de las respectivas líneas de orí-
gen ó tangencia, tanto como el superior de la a ó como el
de la c .
L a longitud de los trazos que ocupan la parte central de
la E y de la P ha de ser doble que la de los situados en la
superior, ó, en su defecto, algo más cortos.
E l trazo anterior de la a, el transversal de la e y los
puntos en que se encuentren ó crucen los de la k y la x,
han de ocupar el centro de las mismas; y en tocia variación
que se piense introducir, se procurará que tiendan á apro-
ximarse antes bien á la línea superior del renglón que á la
inferior, salvo cuando se trate ele la a, en cuyo caso se ve-
rificará lo contrario.
L a altura total de la t, raras veces traspasa el centro del
vacío alto.
 85

Respecto á la g, conviene advertir que el trazo cerrado !| superior ó inferior en gran número de letras de muchos abe-
situado dentro de las líneas del renglón debe ser, por pun-
to general, más pequeño que la o , y tangente á la superior
de aquéllas.
Para determinar la respectiva altura de los trazos de que
se componen el 3 y el 8 , basta indicar que pueden consi-
derarse como idénticos á los posteriores de la B; y en
cuanto al inferior del 5 y á los menores del 6 y el 9 , que
el de aquél podrá ser un poco más alto, y los de éstos igua-
cedarios.
E l ancho de las mayúsculas y también el de los núme-
ros, pueden ser iguales al de la letra que sirve de unidad
de medida, salvo el de la M, que tendrá de i á i de más; el
de la I y el 1, cuyas latitudes están representadas por el
espesor del único palo de que constan, y el del 4 aumenta-
rá de un quinto á un tercio.
E l trazo central de la E y de la í avanzará á la dere-
1

les entre sí, é iguales también al de la ya citada letra. cha del palo principal la mitad próximamente de lo que
E l trazo anterior del 7 se separará de la línea superior el superior de las mismas.
de los palos, lo mismo que los correspondientes á la E y á Las miuÚLcalas están, respecto á la letra que las sirve
laE. de unidad de medida, en el mismo caso que las mayúscu-
DISTANCIAS HORIZONTALES. Para apreciar las latitu- las, y sólo se exceptúan la i y la 1, cuyos anchos han de
des de las letras, las distancias á que lian de ir colocadas las ser iguales al de los trazos gruesos; el de la t , que será
unas de las otras ó la que debe existir entre las palabras, como la mitad del de la h ; el de la f y la j como los dos
se tomará como tipo de comparación el auclio de la ache que tercios, y el de la m , que deberá ser siempre como dos
corresponda al alfabeto de que se trate, y se mediarán aqué- veces el de dicha letra, menos el espesor de uno de sus tra-
llas por los puntos que disten más, y éstas por los más cer- zos priucipales.
canos; entendiéndose como ancho de las primeras y sólo A nesar de las anteriores reglas, se observan en muchas
para los efectos de esta clase de latitudes, la distancia trans- letras de ciertos alfabetos A-ariaciones en el ancho, y éstas
versal que resulte después de eliminar los trazos horizonta- ser comunes á dos ó más, ó afectar particularmente á una
les que, en forma de zapatones, suelen figurar á la parte j§ ó á varias.
 86

Entre las primeras, figuran la A y la V, que han de ser i| constitutivos de las letras no está sujeto á una relación de
de forma idéntica, y sus latitudes oscilar entre i de más medida con sus demás proporciones; depende en particu-
y 6 de menos. lar de la voluntad del dibujante, y por lo mismo, el claro-
L a B, la E, la K, la S, la X , la Z, la k, la s, la x y oscuro que resulte será tanto más bello cuanto más delica-
la z, pueden ser un poco más extrechas de arriba que do sea su gusto caligráfico; empero hay que tener presente:
de abajo; y en tal supuesto se tendrá presente, que al dis- Primero. Que los trazos que correspondan á igual
minuir el ancho de la B por su parte superior, la P y la K, clase y ocupen situación y dirección análoga, deben tener
sufrirán la misma variación. Otro tanto ocurrirá con la F, todos el mismo ancho.
respecto á la E, y con la Y respecto á la X. Segundo. Que dentro de la clasificación hecha de los
Cuando los trazos de la O- la Q, y la o contengan e x - géneros Italiano y Rotular, cabe dar anchos diferentes á
teriormente parte recta por la derecha y por la izquierda, los trazos horizontales ó que tiendan á la horizontal; pero
sus anchos serán los ya indicados en la regla general; pero entonces, todos los que estén á igual altura han de cum-
si afectaran la forma curvilínea, entonces aumentarán en plir con la condición de tener el mismo espesor.
latitud, tanto más cuanto más pronunciada sea. Tercero. Que la diferencia entre el grueso y el perfil
Los trazos curvilíneos de las demás letras curvas ó semi- de letras que pertenezcan al género Romano ó al Italiano,
curvas, sufrirán la misma variación que la O, y ésta será ha de ser muy marcada para que no se confundan con las
proporcionada á la respectiva altura y ancho de cada uno. rotulares; y
D e las comprendidas en el segundo caso, señalaremos Cuarto. Que el grueso de las minúsculas en alfabetos
en particular la J y la T: la primera, que puede llegar á que tengan claro-oscuro, debe ser menos intenso que el de
tener un ancho equivalente á los tres quintos de la H ; y la las mayúsculas, variando el grueso de las primeras entre
segunda, en la que cabe aumentarlo hasta un tercio más. un medio y los tres cuartos de las segundas, según que las
INTENSIDAD DE LOS TRAZOS Y DISTANCIAS ENTRE L E - | alturas de las minúsculas menores se aproximen más ó m e -
TRAS Ó ENTRE P A L A B R A S . — E l vigor de los elementos § nos á la mitad de la que corresponda á las mayúsculas.
 87

N o es posible determinar la separación que ha de m e - g micurva á otra de igual clase ó á las que tengan recto y
diar de una á otra letra; proviene esto de un gran número con zapatón el trazo contiguo, puede haber una distancia
de circunstancias, tales como el de la longitud que tengan algo mayor, aunque siempre muy pequeña.
los zapatones, de la que hayan de tener las inscripciones, D e palabra á palabra existirá, cuando más, una separa-
los rótulos ó los renglones; de las curvaturas más ó menos ción de dos veces el ancho de la ache.
pronunciadas de las letras curvas ó semicurvas, etc., etc.; CONDICIONES D E LOS ABECEDARIOS QUE REPRESENTAN
y así, pues, trataremos de indicar algunas prescripciones LOS SIETE GÉNEROS PRINCIPALES, T DESCRIPCIÓN P A R -
conducentes al caso, que den una idea bastante aproximada TICULAR DE LAS MUESTRAS.
de las verdaderas distancias á que han de ir colocadas. A G E N E R O R E C T A N G U L A R , Muestra 1 .a
L a uni-
este fin prevendremos: 1.°, que se supone conocida la se- formidad y el paralelismo que se observa en la mayor par-
paración que ha de existir entre palos que tengan ó no za- te de los elementos de que se componen los caracteres de
patones, y de los que cada cual pertenezca á una de las ambos alfabetos, y la carencia de curvas, son circunstan-
letras contiguas; y 2.°, que las distancias se apreciarán se- cias que influyen en su fácil ejecución, y que pueda consi-
gún el ancho de las fajas que resulten de tirar líneas para- derarse cada una de sus letras como la cuadrícula destina-
lelas, que sigan la dirección de los trazos principales de la da al trazado de las análogas que correspondan á los demás
ache, y que coincidan con los puntos que indiquen la mayor géneros y sus variedades.
latitud de las letras. P O L I G O N A L . Muestra 2 .a
L a diferencia esencial
Teniendo esto en cuenta, se procurará que la distancia entre esta clase de letra y la anterior, consiste en achafla-
entre dos palos sea, cuando más, igual á la tercera parte nar los ángulos de aquélla; y así se puede notar que cada
del ancho total de la ache, y que dicha separación marque uno de los rectos que corresponden á la primera,' se con-
la equidistancia entre cada dos letras rectas, curvas ó se- vierte en dos obtusos para la segunda.
micurvas; no obstante lo que prescribe la regla anterior, se Tampoco tiene líneas curvas; pero, debido al mayor niime-
nota en las letras de ciertos alfabetos que, de curva ó se- § ro de las rectas, resulta ser ésta algo más difícil de dibujar.
 88

L a s líneas dobles que se distinguen en las pautas á la S epígrafes, y , sobre t o d o , para la rotulación de planos en g e -
parte superior é inferior de los palos y del r e n g l ó n , sirven neral.
para precisar los pun tos desde los que b a n de arrancar los C u a n d o el v i g o r de los trazos de que se c o m p o n e n las
chaflanes y los vértices de los ángulos a g u d o s , que hacen letras del género R e c t a n g u l a r y del R o m a n o s e n c i l l o , p u e -
el oficio de zapatones. dan obtenerse c o n un solo pase de tiralíneas, bastarán para
Muestras 3 . y 4 .
a a
A m b a s se destinan á presentar v a - su trazado las cinco horizontales que íiguran en los r e s p e c -
riaciones y aplicaciones de los dos géneros antes descritos, tivos alfabetos minúsculos; y de e l l a s , la primera y la c u a r -
y al efecto figuran nombres cuyas letras son distintas en ta determinarán la altura de las mayúsculas y la de los n ú -
t a m a ñ o , en altura, en a n c h o , en la inclinación de sus t r a - meros.
zos principales, y , finalmente, en el v i g o r d e sus líneas. R O M A N O M O N U M E N T A L . Muestra núm. 6. Su
ROMANA DE UNA SOLA L¿NEA ^ MIXTILÍ- abecedario m a y ú s c u l o , el minúsculo y la n u m e r a c i ó n , se
N E A . Muestra 5. A l comparar las letras de este g é n e r o c o m p o n e n de caracteres sencillos, de b u e n c l a r o - o s c u r o , de
c o n las del R e c t a n g u l a r y c o n las del P o l i g o n a l , se v e que trazos rectos y c u r v o s , aislados en u n o s , c o m b i n a d o s en
c o n sólo redondear las formas o c t o g o n a l e s ó s e m i o c t o g o n a - o t r o s , é iguales, semejantes ó c o m u n e s en m u c h o s d e e l l o s ;
les de las que pertenecen al ú l t i m o , y sustituir sus ángulos pero cada u n o , de extructura que permite distinguirlo al
a g u d o s p o r los trazos rectos del p r i m e r o , se obtiene aquél primer g o l p e de vista d e entre t o d o s los d e m á s .
de que nos o c u p a m o s . R o m a n a se llama t a m b i é n , porque L a s proporciones de l a ache m a y ú s c u l a s o n : el a n c h o y
sus caracteres conservan la extructura de sus p r i m i t i v o s , la altura c o m o 2 : 3, y el espesor de los gruesos, c o m o
los M o n u m e n t a l e s , á los que pueden servir de c o n t o r n o ; y el séptimo del a n c h o total de la misma letra. L a minúscula
M i x t i l í n e a , p o r componerse sus letras de trazos rectos y tiene de latitud los cuatro quintos de la altura del r e n -
curvos. glón.
L o s tres géneros descritos y sus variaciones, s o n , p o r E l n ú m e r o d e líneas de la pauta es igual al d e la M i x t i -
su gran sencillez, m u y á propósito para encabezamientos, $> línea.
 I T A L I A N A . Muestra 8 . a
L a particularidad de ser
gruesos los trazos que tienden á la horizontal ( 1 ) , la dan
cierta belleza y la hacen m u y á propósito para t a i j e t o n e s ,
carpetas, cuadros de h o n o r , e t c .
Muestras 9 . y 1 0 .
a a
L a primera contiene catorce clases
de letra, y la segunda veintiséis; en u n a y otra aparecen
aplicaciones y variaciones de los géneros y a indicados, y
nombres c u y o s caracteres son puramente de adorno ó de
c a p r i c h o . L o s usos y aplicaciones que de ellas se pueden
hacer son m u c h o s , y p o r lo tanto nos excusamos de i n d i -
carlos.
T I T U L A R . Modelo 1 1 . E s t e g é n e r o tiene p o r p r i n c i -
pales c o n d i c i o n e s , gran claridad en todas sus letras, formas
severas y fácil e j e c u c i ó n , y p o r l o m i s m o es uno de los más
empleados.
L a uniformidad en el a n c h o de los trazos, e x i g e que las
líneas horizontales de la pauta sean dobles.
L a palabra Máquina p o n e de manifiesto las bondades de
esta clase de letra.
(1) Solamente serán delgados los que en las minúsculas ocupen
la parte central del renglón, el que en la g está situado entre la lí-
nea inferior de éste y la que marca la altura de los palos, y todas
las centrales que pertenecen á las mayúsculas.
G É N E R O R O T U L A R . Muestra 1 2 . E l calificativo
c o n que se le distingue, indica p o r sí sólo el principal e m -
pleo que de él se puede hacer. Sus letras son de las que más
se prestan á variar de forma, p o r cuanto unas veces p r e d o -
minan los gruesos en el sentido de la horizontal, y otras
en el de la vertical; pero resultan siempre ser más bellas las
que afectan la primera variación. P a r a trazarlas se necesita,
c o m o en las del género anterior, que las líneas que en el
pautado representan las fajas horizontales, sean dobles. D e
ésta será más estrecha la que h a g a las veces de línea de d i -
vision.
L a variedad primera se diferencia de la letra Italiana en
que n o tiene verdaderos perfiles, y también en que los t r a -
zos centrales de las mayúsculas han de ser gruesos.
Modelos 1 3 y 1 4 . D i e z y siete clases de letra c o m p r e n -
den estas d o s muestras. E n la primera las h a y rotulares,
de las que tienen los gruesos en el sentido vertical ú o b l i -
c u o , y otras de puro c a p r i c h o , c o m o son todas las de las
segunda, que pueden emplearse en portadas de c o m p o s i c i o -
nes poéticas y musicales, y algunas de ellas hasta para
bordados.
E n la Muestra, núm. 1 5 , y última d é l a c o l e c c i ó n , apare-
c e n , en letras de diferentes clases, adornadas unas y senci-
 90

lias otras, los nombres de los calígrafos españoles eme más 5 to científico, ora el hecho histórico en toda su pureza; y
ban contribuido con sus obras á dar la importancia que se finalmente, determina el carácter, manera de ser, costum-
merece el Arte de escribir, que, con el de leer, forman bres y aspiraciones de los que antes de nosotros fueron.
juntos el cimiento sobre que descansa la instrucción del Piérdense en el espacio del tiempo los soberbios monu-
hombre; condición esencial y una de las que más influyen mentos; derrúmbanse los palacios, emblema de las sobera-
en la prosperidad y la dicha de los pueblos. nías; desaparecen las sociedades; y en medio de esa natu-

Í
L a historia de las generaciones pasadas, trasmitida de
unas en otras por ese admirable descubrimiento que se
llama pensamiento escrito; los grandes y heroicos hechos
de los pueblos en las épocas en que el arte de Guttenberg
aún no era conocido; las vicisitudes de la especie humana
conservadas de unos en otros por la tradición primero, pol-
la frase escrita después; esa continua enseñanza del ayer,
norma hoy de las sociedades modernas, débese á no dudar
á la palabra escrita, á ese pequeño dibujo que traza en el
papel, ora el pensamiento del filósofo, ora el descubrimien- {§ pueblos.
ral transformación que todo lo destruye, el pensamiento
escrito en los mármoles, en el papiro, en las tablas, en los
bronces y en el papel de nuestros dias, subsiste á través de
los siglos, conservando la historia de la humanidad.
Glorifiquemos, pues, á ese sublime arte de la Escritu-
ra, que nos ha permitido el conocimiento de los que nos
precedieron, y que nos permite legar á la posteridad
todas nuestras impresiones, todos nuestros descubrimien-
tos, todos nuestros trabajos en p r o del progreso de los
Jose j4. Chap all Ive.tcriOi'o. F. STart'cifa lo <jra.ào.
 Española. IV . l.r-19-
o

.4.

José'A. Üt.ctpttl¿ ¿o escribió. I".'A'vrifjfn lo qrai'O.

</ose -'/. f/ia/jff/t' lo escribió. F.'Xorietfa- i's> t/rciòo
 óliitfi/L·L ¿Ó/ÍV/S/://///j. Ctm¿jf.M¿¡cm. Cf)um¿eruL Jj-cvrfulo. WieAm.. (s¿i/ljretía-.

¿ÉiÁirJiejía. U-Cüriaa-. ¿Inciaeca. Q/?m„ l -¡fuere re.

l
sJ?Amm£fM,í. L^taÁiua.

¿iYeute.ua. .9nüte. ¿Amina, c Jamntjtitm. tE^..SI2^em^^2érti^ú^^...^.^..

i'j utw ¿fe fv primera) fientkf Jef firm-fre;

f¿i ciencia i/ ef arte Á cir/ueivada ¿fefen, Jiuá), fitjumren- Jiritnera anea en .ni lufuca-

eiim. _ / ¿ 7 ttiec/iciaa ¿j-e/ieraf ¿fefe-J*rrmarj!arte< ¿fe totfo fuen didetna ¿fe- i/iátriururii

Jiti/naria: en effo finarán' fvjttieffa/ en ijeiwtuf ij f¿wJUmlfi¿jj en-Jia-rticu-fas:

tJos¿J.Cluípu.U lo escribió. F.Korizqa- lo greta o.

 de (^/a/ifif/a/za mi A a dre. dL/mej de //aA- jermdo mutL· a-ñ-cn) en L e/eri'/'íov dl

la c ' /'fir/írt/yiii'a
L
e^zañc-fa. je rc-fav a f -/upar dr/idi? /ladúi nacido. Cmní/e cv/i una nfdéa/ia,

i/ //a nasi a/ma/tdo d-ezjtueiCti dv/'ziii'J ¿jue Ji' Jia/na/i cacado. éfa¿d/wt¿€ a vunr a (¿medñ dp/idc

d're- je actnnvdo'^er
/>!/ /na tuna : dep-tdrie/vto mi^zadz-e^/w-r e</cudéri>. Cer/no /u ¿e/iia/i máj /ne-

/WJ pae M ¿a/arta, tirria p/a/iJieñ/j/v mi ediicac/tr/ide- no dafler ¡/-ido nuJtn;<H- no me

/íidie/-a- deparado u/i í/o pac era eané/iiao deapuedfa- itpu%ia< d-Famáda*) e- (si/¿/erez, era /le/'-

/nan-o /7iapt>-r de mi /nsidre^ip /la/na- J/d<> niijiadwo. (L^^^ii-raie- a££í eníu i/n^pi/iaeiir/i, -/ecto/-

mío, >i> /u>-mdre^zep/ie./l-<), de írej^iiejip.

un- medio d ej¿a¿i//ii, ip eó-énurrdbiaria/ne/tíe- /pierdo.
 IS ? 2 „ ~ 2 . a

/y ////; ///>//////. c/.. rwr/r.

/:////////; /r.j/r/'r. /• ///; //:////'/

F.-ïo riega lo ifra Oo.

 3. a

L. ir-

R — M
^////.y///:•; ////// y . y / / ///////a///?/// ////• /

A '7 ///////V / / / . > 4//(•/ /// '/,':J///

/ : / / / / 77 /////: -7

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*fos¿À. CAíi-pu.¿i'loeffcrí-òw.
 i L.1G 3

ff f//fffff <-j ff ////f/f f/f /f/ //// y//f/

'P-ÏM- y >//////¡r//vf//

71//As/ // // f/ //f f/f -jf/.j ///<// r/a/ffu. ' ' /f -jf ff/f.j ff/fff ff//f f/

ff /sr/zr/f/f
x
f/f /fff/f / //f f//f //////'///• // f/f //f//f ? f//f //f f/f f/'/f//ff/f.j >/•///

/f/f/:/. \ f/f/ ////// /////// f///f ff /fffff /ff

f /f/ff /// ///f'fff/
/ff f. // /// ft /fff /f/fff//, fj/z,

f,j f / /f//fff f/f f/, 'f/f/Z/f-j, f/'/f ff/ff/.f f/fff fZf/.fff//f/ f.j f/ f// /a // /S/f/f/ ////,// f/f

'ff f.z/ff fff //// //ZZZ///Z. f//ff/fZ fff .Jf f/Z fff//¿'/Z ff// .Zf/f f/fff ff'/.

Jo$g' A. Chitpufc lo ejcrtlttd, T. Tíor iega lo graba..

 I*. 5 . - 3 ?• fz.
Corrida, ó amencam. 0

L.17 a

Jasé J. CháfiuU' U¡ escribía.

I
Josa A. C/uifuUi lo escribid. . , ... . F. Xorictja log ratio.
 C AMERICA. ÚDALBI. (^O¿ON, ^DÁINJ. L·/CANO.

C/ZR1/CINET. (/A/AIU\ ÁÚDCÍON. YCNM>IUER<>

(Dx.AL·.EÍUIE, XE/NATRE. 7/LAQÁ//A/IEDJÍ¿¿/IE:

ORTE/CIU. ^4AR/Y. ¿/\CR/;6E. C/L·LÒE/XJ.

José' yl. CJuípu-U, lo egc/'iln'o. /' Aorúuja lo t/ra ¿'o.

 J¡S ? 1 . - 2 .
T a

Ls^m^ p L s t ; : jmSkàVES

MEC

JoicA. Cliápulí lo escribió. F.Xarietf{V lograba.

I i
 ~S? l . ~ 3. a

a , 3 . e . (D. &. 5 . s. St. j . !

3 . 5 1 . f . 5J1L. 3 1 . e . J 3
S. D\.
5. V c X . ¿ I %. Sh.
José A. Üuij>u,tii lo escribió. . . F. Xoriega, lo grabó.
 N? 1 . - + . a

Obiii vau) CL, Jb a Ü o A v D ia. 6 o\& ela. ( X ) o -

o^ueu & ¿ e a u ^ a \ i a . £ K a ^ a t a . éoíeta.ii.
r

C i i a f ^ p ^ ^ ctiueo. eojiic. i ! a i u l 51ÍuvtÍco.

Q u i e t o fyoma >l\v è a t e o * , ^ ) v i o frauca-
. n u P) o u t a . l b c vvD c r ^ b vi \ u r.-Caf fao.
ofosv?,- Ch&pit.ÏL Co escribió. F.XorCefja* lo grabó.
 >? 2 .
T

•c^icouz-, JVClx/, .^-0x3-0, íyiucc^ citato, ivvtecjto^esclat, ícCòixxc,

ífoxoiv, vwcuewc, viatumí, oj?Vpato, piviar, ojuaiDo, -ta/to,

José J. Ckíj.pitli (o et'criOíé. F. Moriega ¿ograbo .

 N? 3. e.

fltv&ffiou >Jb-u|íx£o. Cctuc^iwe. Cí>Uicl^víía, (Dtcnvie^cxtlo. LieJaAvte.

c a . Savvvo. £}Cvpojíotavvvo. ^<x&á£v. £eajoa*u)o. Xfa/vvvct. Slb^cj-atexio-.

S o w lio-è \ ) e c t ^ O / V v í x a c t a v v uv<x¿ covvv^Ctcat)oL',Xw - ¿ e M ^ i í n C i D - G u ) \vv<L¿> e ¿ -

^ i i U V t a ^ , - f o i ) c^xu t i e i v e u xwL·b i v i i t i v v t o ^/E<» 2 ) e a a v c u j o t a t v C i D o u ) . Xcl e^ca-

José J.Chdjilili lo escribió. F. .\oriecja lo t/raOo.

 7.
íí?4.

CD.it

ccnweaxc-to u a t e ; > , to-òc fo cj-uc t x vvccUviafexiX' ojtece- ..¿u ••wu-c^tvo' v-iíeta-. e t oj-ue- ."ü tvi-^-e-

cltvúcutc» t'è l a uatuxa oe. Do t a t ves- la p - w w t e . ' u v tj la uitu- ivvvja-ovta/ute Jc tecla;

Cas ^ÍCcítab OL\tei>, •jso·t cuanto íi'u't ase- a V<n)a;> c e e ™ . ^ a d vauitectuxa, t a

K v t t i t v a , C a L ' V c w C t u ' t a u e f Í ' " u x . t a c ' o 1 ^ a t t e ¿ovv ¿HVIO a p f l c a e i o v i e i ,t)-et Od l t ct-t o ;i

ij tai c t e i v c t a » eovvvo ta -9 ecMtiettuv, l ' a 9 l b x e à v v t e a , l'a ij-co-^·ta.j/í.a, t a £^¿Mca, Ca

Jose.' A. CJuzpufa [0 escribió. F. Xoricija lo gra/to.

 >'? 3 .

¿ L i i i a ^ o i i a . s . °Sd t a i t ia p u k a . C of c i u B i a .

( X W t u P n a . & i i j t a t e ¿ > . S . Í H a u c U c o . ( í j i i a -

c ^ o t t a . ¡fHbOcva. í b l e t i i e u . ¿ V u i o e o . f í a t a -

n a . £ L u l j ? a 2 : . v o ò a u o . S e u e c j a P . M i l i t a .

</¿w' C/icí/Jii/í (o e/ren otó. ariega (o gra fió.

 Re d a n d i l la . F r a n c e s a .

T; :_¡j. :-¡T

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_ i' e/e^
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L . _ [ 1

i' v ^ i

Josc.L Chápuff fo escribió. /' Noriega (ograbó.

% fosc .-i. C'/ieí/niii fp cscrt'fa'fl. /.'Aon'i'ífa fa e/rafia.
 A l ca I ill , \ W o n . ¿ aramal.
1

Imjauur. jfisraL ^abcrnalVí-. a t a lit ní) a,

Jhümunite. Jiici. Cara, 3 í l í m s t r o , 3 1 uncía,

íïbispa. íOrinrtpf, írarítf, Jiev, Snwciax:
i/w- Á,(nápiíli/ lo escríóió. f! * \ori'c<fa< lo ç ra fió.
 Qí^uífa. Qòutlte. O c t e t t e . TWiVínxsx.
iWxisaix. O ^ o i o u ò r t u a . XVuiicoix. Juxmx-
ótftrta. ^ a c a m a r . Stcfyttza* Q U i x i V . Q U B f i .
© x ^ p i u x ò ú í a . ^ c f t a x x i o . ^ x t c í i r a x x t a l } x u $ o ^ 5v>

tSoiV jl. CÏMfulí (oejcriOt'o. . .. • . ., J\ JYorreya- lo qrahò.

 e.

"Kxmx ix lOio* v ama à tu hermana; teta cs In Ijexr a ei cú

Üa) al La que rs |i aDias, ijiie es ÜOías.
(Jlésar, lïcl í i i M a r , la à r

Siempre tjtxc pttcaas km lñeti,t;tur repairs, à aiiíem

(bitten no aprenue con lo* año*, $utre amargo* üe$mc[año$.
¿a aplicación siempre alcanza, corona, amor j alabaria.
Üomauoo et estuito à pccljo, sçvàs tjomfa oc proyecto.
,/osé J. ChópiM la encrioio. . . ; \ }'. Xortya tofrafò.
 Itálica..

i EI áe'deFÍJh
r
¡j'li l 11111 ñ oJD I\s-1u ÜIVxyz. 123 í 5 6y 8 CJ o.

A B C DEFGHIJKLMNOPORSTEYXYZ.
ALEMANIA . BEUFIEA. CALIFORNIA. DINAMARCA. ESPAÑA. =

FRANCIA, (R RE CUE. HOLANDA. INALA R IERRA. * JAPÓN . L APON-LA-.

ME'ÍJLCO. AERIICÍJA. OLCÍE-MBIIRC/O. PORLIU/AL. RUSIA. SUIZA.

TUNJILLA . I RIUJUAIJ. YENEX UELA. = EUROPA,. AMEN'RA8C A

L
José A, Chápuli. lo escribid. F. Xoriccfa, lo qrabó.
Jase A, C'/uíj/iíll Co dibivfò. F.Aorú'ffa l-oqrabò.
 HE ct a n n u l a r aEunasnla_líïiea..

abcdeFghijnlmñopqrs tuvwxy z. =

ABCDEFGHIJKLMÑOPQRSTU
VXYZ.= 123¿5G789. = Planas.-.
Escala. Perfil. Fachada principal. Plantas. N."
JoséA.Chdpnló fo diOitjà. F.Jort'eya lagraúò.
 H E c t i l í i i e EL • p o l i g a x i a l ¿ E u n a . s a l a . l í r i E a . .

HesúmBn final. CARPE T A S .

W W . D E B E . H A B E R . i t
P R D Y E C T D . E l A R Q U I T S C L N . ¿ F ¿ 7 J A .

N a b a . IMPORTES PAP£\AIi£S. CROQUIS.

L O N G I T U D . Sección trasversal per, P E S E T A S . M .

Jose J. Chapuli lo dibujó. F.Aorieqa lograba.

 U B E tïlÍTLEEL D T I D l ï P L T Ï i a l LLB UT1EL 5 • 1 E L Ime EL.

C A R R E T E R A . 1WENTAR1D.

B A L A N C E . V E N C I M I E N T O .

L·IMEAL·EJS. S u p B i í i r i a l a B . CÚBICO.
L o n g i t u d . L a t i t u d . Q r u E s n .A l t u r a . E s p E s n r . RERIE

Josa --/. Chàpitli lo dtbugò. F.^arcega lograba.

 R o m a n ad E u n a s a l al i n e a • M i s L i i i n e a

aloe defe.:n i i K i m n o pqrs . u v x v z

i u L
m q
VX YZ. =
Memoria descriptiva. Caia. Diario
./oA'('A.
t Chapul i ¿o diàufà.
 R a m ana m o n u m e n t EL...

abcdefghijklmnopqrstuv-
wxyz. ABCDEFGHIJ
KLMNOPQRSTUVX
YZ. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 0 .
/o*e.A. CAdpufi- to eUbufo. KXorícffa le grabé.
 R m n a i i a S E n c i l i a , L I I E ELLLÜTILD y L i t r o s L í p n s .

sígnüs cünvencíünales. Pagarés.

./ose•'-1. CJuipu/i'lo dibujo. F.Xorüga- lograba.
 ajo cdef g ' h i j k l m n o p q r s bu
vVJ:•:yz. A B C D E PG

H I J K L M N G F Q R
S T U V W X Y S . SI
Jose A. C/rcípii/i' lo dibujo. F. Xorleqa lo grabo.
 Italiana, L I E ainrnn y ciLras hipos. 9.

Movimiento de ¿ierras. Hscavacioms* Met 8

T V a i T p o p f e i i . O t r a s à e f à i r i c a . P a n h a n .
FACHADA.

S eccion,
• U R O

P 1 ! !\1 P T Ci !U
.

Vestíbulo. Portería. Escalera. Pasillo, Patio. Sala. G atine Le.

D o r m i t o r i o . C o c i n a . C o m e d o r . D e s p a c h o . D e s p e n s a . R o p e r o .

E^Xpriega to grabó.
 T i p os v a r i a s , S E U cillas y de a d a m a 10.

Celüg. SifDiL.Ta¡Ea.Alcaiitari]la.PDnt[ni.iliiEatB.TLAT5\\ \ j 1 M M L . N.S.E.Ü.

METROS LINEALES. SUPERFICIALES. CÚBICOS. A r e a s .

Tierras ierega.(lio. A r l o l i i o . ^ o s c r y i ^ . HaLciendsL. 38 A R 3 1 A N CO. DV^

Hormigos \i\^kú\m. S I L L A R EJ O . J7f/£T/k.l!\\&.

P E E N S A . N O R I A . M A L A C A T E . M O L I N O .

C > a ^ . ' T J
H A ^ B , H . CIRCO. K

oiveU. 1 / c t a v a . L p í b r a m a .
t/wí CiuLpuli lodí'Oiifo. K Xoriega lo grabó.
 I] E s-acTnn.

José A. Cluí/ntli lo dibajó. J'. Soriega, fot/rabo.

 BID D t E r as.
Ir

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I . - ^ . ^ ^ . ^ . , . — , . , T Tl'ill II I "
~ f
l

Jcj-tr A. CJislpuh lv dib LIJO. K yprceffft fa qra/>ó.

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C o l e c c i ó n d é l e t r a E s p a ñ o l a para uso de las escuelas, muestras; y además una de bigoteras y dos portadas, todas
errun pliego de papel superior, que contiene 12 muestras: en buen papel y encuadernadas en rústica 8
las tres primeras repetidas 1 C u a d e r n o 3.° Letras dibujadas, destinadas á la rotula-
C o l e c c i ó n d e l e t r a I n g l e s a ; un pliego con 12 muestras ción de planos, carpetas, estados, etc.; 15 muestras con más
destinadas á la enseñanza pública y privada, papel superior. 1 de 200 tipos, una de bigoteras y dos portadas, buena clase
C u a d e r n o 1.° Contiene nueve muestras de letra Espa- de papel y encuademación en rústica ; 1'25
ñola, 12 de Inglesa y dos de bigoteras; buen papel y encua- Cuaderno completo. Contiene 250 tipos de letra en
demación en rústica 1 50 66 grabados, y un texto poligráfíco de gran extension, todo
C u a d e r n o 2 . ° . Comprende las letras manuscritas, que en buen papel y encuadernado en rústica 6
son: la Española, la Inglesa, la Bastarda, la Italiana, la Re- U n c u a d e r n i l l o d e p a p e l p a u t a d o para escribir letra
dondilla de tres clases, la Gótica de dos y la Itálica, en 45 jj¡ Inglesa, con una muestra litografiada.. O 151

P U N T O S D E V E N T A .

A l i c a n t e . — E n casa del autor, Alameda de San Francisco, núm-. 5, y en las principales librerías de España.
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