Lo que era negro ahora es blanco: el Papa altera el Catecismo para declarar que la pena de muerte es «inadmisible»
02/08/18 5:47 PMpor RORATE CÆLI
Ahora resulta que la Iglesia estaba equivocada en una cuestión de vida o muerte (nunca mejor dicho) ¿Acaso el Papa es una especie de profeta, o como la Primera Presidencia de los mormones, y recibe nuevas doctrinas que contradicen totalmente el Magisterio que se viene enseñando desde los tiempos de los Apóstoles? Eso es lo que, por lo visto, se desprende de la alteración efectuada al Catecismo de la Iglesia Católica de 1992 promovida por el pontífice reinante que se ha publicado hoy: Pena de muerte 2267. Durante mucho tiempo el recurso a la pena de muerte por parte de la autoridad legítima, después de un debido proceso, fue considerado una respuesta apropiada a la gravedad de algunos delitos y un medio admisible, aunque extremo, para la tutela del bien común. Hoy está cada vez más viva la conciencia de que la dignidad de la persona no se pierde ni siquiera después de haber cometido crímenes muy graves. Además, se ha extendido una nueva comprensión acerca del sentido de las sanciones penales por parte del Estado. En fin, se han implementado sistemas de detención más eficaces, que garantizan la necesaria defensa de los ciudadanos, pero que, al mismo tiempo, no le quitan al reo la posibilidad de redimirse definitivamente. Por tanto la Iglesia enseña, a la luz del Evangelio, que «la pena de muerte es inadmisible, porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona»[1], y se compromete con determinación a su abolición en todo el mundo. [1] Francisco, Discurso del Santo Padre Francisco con motivo del XXV Aniversario del Catecismo de la Iglesia Católica, 11 de octubre de 2017: L’Osservatore Romano, 13 de octubre de 2017, 5. Se queda uno pasmado con la anacrónica osadía de semejante decisión: lo que no era más que una mentalidad modernista de la secularizada Europa se convierte en una doctrina enteramente nueva, sin tener en cuenta siquiera que la situación actual del mundo no será siempre la misma. Como si la actual coyuntura de una Europa estable y pacífica fuera a ser siempre la misma, como si lo que ha sido siempre habitual, de hecho desde que el mundo es mundo, ya no fuera a ser más posible. Es la osadía de que una opinión personal se convierta en una doctrina totalmente sin precedentes. Una doctrina tan cierta de la Iglesia (la posibilidad de la pena de muerte, al menos en algunos casos), declarada por el propio Cristo en las Escrituras cuando al responder a la interpelación de Pilatos, el cual afirmaba tener derecho a aplicar la pena capital, le dijo: «No tendrías ninguna autoridad sobre Mí si no se te hubiera dado desde lo Alto». Con ello afirmó que es una autoridad concedida al Estado aunque, como toda autoridad gubernamental, pueda ser ejercida de forma ilegítima e injusta; si tal doctrina puede cambiar, cualquier cosa puede cambiar entonces. Un desarrollo de la doctrina que es en realidad una sesgada inversión de la doctrina puede tener consecuencias inesperadas: desde que la homosexualidad ya no sea intrínseca desordenada por naturelaza, según está definido, hasta la ordenación sacerdotal de mujeres, pasando por que en algunos casos se acepte el concepto luterano de la Presencia Real en la Eucaristía como una posible interpretación de lo que siempre ha creído la Iglesia, y así sucesivamente. El pontífice actual se ha excedido hasta lo indecible en su autoridad: su autoridad tiene por objeto salvaguardar la doctrina recibida de Cristo y de los Apóstoles, no alterarla con arreglo a sus ideas personales. Estamos recogiendo los frutos de un hiperclericalismo descontrolado: el mismo hiperclericalismo que ha tolerado abusos de personajes como Theodore McCarrick cerrando los ojos ante ellos y dejándolos impunes, y que ahora permite la imprudencia de alterar una doctrina inmutable heredada de Cristo y los Apóstoles. Francisco ha vulnerado radicalmente las condiciones para que se cumpla el dogma de la infalibilidad pontificia definida por el Concilio Vaticano I. Ha cometido un abuso de autoridad haciendo como si tuviera unos poderes de los que carece. Actualización: Como si fuera posible encontrar una excusa más ridícula todavía para la mencionada alteración, nos encontramos con el siguiente párrafo en la Carta a los obispos del cardenal Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe: 10. La nueva formulación del n. 2267 del Catecismo de la Iglesia Católica quiere ser un impulso para un compromiso firme, incluso a través de un diálogo respetuoso con las autoridades políticas, para que se favorezca una mentalidad que reconozca la dignidad de cada vida humana y se creen las condiciones que permitan eliminar hoy la institución jurídica de la pena de muerte ahí donde todavía está en vigor. Es el colmo de la ridiculez, una verdadera vergüenza de excusa. El Catecismo no un instrumento para cabildear y cambiar leyes: tiene por objeto ser una compilación de la doctrina perenne de la Iglesia.
Gobierno regional quiere imponer religión islámica en escuelas de España
El gobierno izquierdista de la Comunidad Valenciana ha decidido emprender un proyecto para que el islam se enseñe en las escuelas de esta región española. Puesto que en España las competencias educativas se encuentran bajo control de los 17 gobiernos regionales, estos tienen autonomía para decidir de qué forma se imparten las materias y qué contenidos se enseñan a los alumnos. La autoridad encargada de la gestión educativa regional de la Comunidad Valenciana, la Conselleria d' Educació, bajo control del partido independentista de izquierdas Compromís, ha emprendido esta iniciativa con absoluta opacidad, según han denunciado los padres de las escuelas afectadas. Por el momento, el proyecto de introducción de la enseñanza islámica se iniciará en período de pruebas en algunas escuelas. Precisamente, fue la filtración del nombre de esas escuelas lo que encendió la chispa del descontento ciudadano, que llevó a una serie de protestas que obligaron a la Conseller Vicent Marzà a dar una marcha atrás de forma parcial. Los tres pueblos en los que se iba a iniciar el proyecto eran Altura, Segorbe y Almázora, los tres de la provincia de Castellón. Las protestas de los padres obligaron a las autoridades regionales a cancelar la puesta en marcha del proyecto en estos tres pueblos, pero no a su cancelación, ya que se está estudiando su implantación en otras localidades. En declaraciones a la Cadena COPE, emisora de radio de la Conferencia Episcopal Española, el presidente de la Federación Católica de Asociaciones de Padres y Alumnos de Valencia (FCAPA), Vicente Morro, explicó que la forma en que el Gobierno regional ha llevado esta iniciativa “se circunscribe en la forma habitual de actuar de la Conselleria: siempre imposición, sin diálogo con la comunidad educativa, generando división y fractura social, imponiendo políticas sectarias y de discriminación”. En su declaración, Vicente Morro afirmó que esta actitud es la misma que la mostrada en otras polémicas de los responsables educativos de la Comunidad Valenciana, como la imposición de la enseñanza en catalán a una población mayoritariamente castellanoparlante, la introducción de la ideología de género en las escuelas o el ataque a los conciertos educativos que garantizaban la libertad de enseñanza para los padres. Según la opinión del presidente de la FCAPA, “la polémica no es ‘religión islámica, sí o no’, o ‘religión en la escuela, si o no’”, un tema zanjado en la Constitución Española y en la Declaración Universal de Derechos Humanos. “Los padres del pueblo de Altura protestaban porque no se les ha consultado, no se les ha preguntado, e incluso las propias comunidades islámicas de la zona tampoco han sido consultadas”. “En Segorbe y en Almázora se ve que los propios ayuntamientos lo pararon enseguida, y en Altura, como ha habido mucha falta de información, pues al final los padres tuvieron que salir a la calle. No es nada nuevo en la Comunidad Valenciana el intento de imposición en el ámbito educativo”, aseguró. Además, denunció la absoluta falta de transparencia del Gobierno regional y, en concreto, del Conseller de Educación. “El Conseller siempre hace lo mismo: actúa con ‘vacacionalidad’. Siempre que hay una cuestión importante, la aplica durante Pascua, Fallas (principal fiesta local de la Comunidad Valenciana), o en pleno verano”. Según indicó, de esa manera busca que sus políticas partidistas pasen desapercibidas y así “minimizar la respuesta ciudadana”. Vicente Morro también criticó que al mismo tiempo que se impulsa la enseñanza islámica, el Gobierno valenciano trata de recortar la enseñanza de religión cristiana. “Han recortado las horas de religión católica. La han eliminado de 2º de Bachillerato. Intentan poner todas las trabas, y más, saliéndose de lo que marca la Constitución y la Declaración de Derechos Humanos, que dicen que hay libertad de educación, libertad de pensamiento, de culto”, denunció. En este sentido, explica que estas medidas buscan “imponer un proyecto ideológico” y, para imponerlo, “una de las cosas que están haciendo es limitar todo lo posible, poner todas las trabas posibles a la enseñanza de religión católica y, en paralelo, implementar la asignatura de religión islámica”. El gobierno indio se propone prohibir la confesión La Comisión Nacional de las Mujeres, una agencia dependiente del Gobierno nacionalista indio, recomienda al Ejecutivo que prohíba en todo el territorio nacional el sacramento de la penitencia. La excusa está en dos supuestos casos de extorsión a mujeres por parte de sacerdotes en el confesionario, uno en Kerala y el otro en el Punjab, informa Asia News. Ambos casos aparecen citados en la recomendación elaborada por la Comisión de las Mujeres, hecha pública a finales del pasado mes, en la que se pide una prohibición nacional de la confesión como medida “para evitar la extorsión por parte de los sacedotes”, quienes, según la Comisión, “obligar a las mujeres a divulgar sus secretos”. El presidente del episcopado indio, Cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Bombay, ha protestado firmemente lo que considera una violación abierta de la libertad religiosa. “Me ha indignado oír esta petición”, ha señalado Su Eminencia, al tiempo que recordaba que la libertad religiosa está consagrada en la Constitución del país. “Demuestra una absoluta falta de comprensión de la naturaleza y el significado del sacramento de la penitencia”. Al frente de la Comisión Nacional de las Mujeres está Rekha Sharma, nombrada en 2015 por el partido gobernante, el Bharatiya Janata Party (BJP), famoso por su hostilidad contra el cristianismo. En algunos estados indios donde el BJP gobierna en mayoría se han aprobado de hecho leyes que prohíben la conversión a cualquier confesión cristiana. Gracias ha recordado a la Comisión que tiene prioridades más urgentes en una sociedad como la India, donde las actitudes hacia la mujer no son exactamente ejemplares. La noticia llega en un momento en que los católicos empiezan a sentir nuevos frentes de persecución. En Israel, el Patriarcado Latino de Jerusalén ha expresado “gran preocupación” sobre la nueva Ley del Estado-nación israelí, que al convertir el país en “un Estado para el pueblo judío”, dejaría desprotegida a la población que habita el territorio sin ser hebreo, como, por ejemplo, los cristianos de Tierra Santa. También en China los observadores alertan de que el Partido Comunista ha iniciado una agresiva ‘sinificación’ de la Iglesia Católica china, que los acuerdos con la Santa Sede ha dejado parcialmente bajo su control.