Artículo 1º. Establécese que en todas las dependencias del Estado
Provincial donde se alojen personas, los colchones que se utilicen deberán ser de material ignífugo no inflamable en presencia de fuego.
Artículo 2º. Será considerada falta grave la conducta de los
funcionarios y empleados públicos que no comuniquen en forma fehaciente a sus superiores jerárquicos cualquier violación a la presente Ley.
Artículo 3º. A partir de la entrada en vigencia de la presente Ley y
dentro del plazo de 180 días deberán sustituirse los colchones utilizados en las dependencias policiales y otros establecimientos del Estado Provincial para adecuarlos a lo dispuesto por el artículo 1º. Anualmente el presupuesto provincial contemplará los fondos necesarios para la plena aplicación de la presente Ley en las demás dependencias públicas.
Artículo 4º. El Poder Ejecutivo Provincial se encuentra facultado a
realizar lo conducente a fin de suscribir un convenio con el Servicio Penitenciario Federal tendiente a la entrega de colchones ignífugos en cantidad suficiente con destino a todos los establecimientos donde se alojen detenidos.
Artículo 5º. Los gastos que demanden la aplicación de la presente Ley
serán imputados a las partidas específicas del presupuesto vigente.
Artículo 6º. De forma.
1 Cámara de Diputados de la Provincia de La Pampa
FUNDAMENTOS
Los incendios de colchones de poliuretano o goma espuma ocurridos en
lugares de detención pueden generar problemas de consideración toda vez que es sabido que la combustión libera determinados químicos susceptibles de ocasionar consecuencias trágicas en la población internada y/o en los responsables de su atención.
Los trágicos antecedentes registrados en establecimientos carcelarios así
lo demuestran.
Desde hace algún tiempo en Argentina se fabrica el denominado
"colchón inherentemente ignífugo" que cumplimenta los estándares nacionales e internacionales en cuanto a transferencia de calor y baja emisión de humos tóxicos.
Entre las características de este producto, los fabricantes destacan la
composición de su tela que resulta "intrínsecamente ignífuga", impermeable y resistente al lavado industrial, en tanto que su relleno se mantiene inalterable en el transcurso del tiempo.
La presente iniciativa propone que en todas las dependencias del
Estado Provincial donde se alojen personas, los colchones que se utilicen deberán ser de material ignífugo no inflamable en presencia de fuego.
Basta con recordar algunos lamentables episodios para comprender la
importancia de la modificación que se intenta.
La mayor de cantidad de víctimas fatales en una cárcel se registró
durante el 14 de marzo de 1978 en “Villa Devoto”. En el denominado "motín de los colchones" murieron 60 internos y otros 85 resultaron heridos.
Un grupo de detenidos del pabellón séptimo intentó resistirse a una
requisa, resultando reprimidos con gases lacrimógenos por personal penitenciario.
Para contrarrestar la ofensiva, los presos procedieron a la quema de
colchones y ropa de cama. La mayoría de las muertes se produjo por asfixia o quemaduras.
En la misma cárcel de “Villa Devoto”, el 23 de diciembre de 1959
murieron quemadas 14 personas, entre ellas 9 guardiacárceles.
El 6 de mayo de 1990 el establecimiento carcelario de Olmos fue sede de
una tragedia que terminó con la muerte por asfixia de 35 reclusos. El hecho se desencadenó tras la pelea entre dos presos. Mientras un penitenciario solicitó la ayuda de otros guardias, los detenidos bloquearon el acceso al pabellón con colchones que comenzó a arder a causa de un calentador. 45 internos quedaron 2 Cámara de Diputados de la Provincia de La Pampa
atrapados sin posibilidad de salida. Murieron 35 detenidos asfixiados, y los diez
restantes debieron ser internados con lesiones de consideración.
El denominado “motín de Magdalena”, uno de los más largos de la
historia carcelaria argentina, culminó provocando 33 víctimas fatales y 12 heridos como consecuencia de la combinación de la quema de colchones, fuego y humo asfixiante en el año 2005.
Ello por citar sólo algunas de las tragedias registradas en la historia de
nuestro país, procurando evitar que se repitan tales desenlaces.
El Ministro de la Suprema Corte de Justicia Dr. Eugenio Zaffaroni
ha exteriorizado su opinión en el sentido de la conveniencia de sustituir los actuales colchones de poliuretano por otros de material ignífugo en cárceles y manicomios, conceptuando de “negligencia incalificable” la circunstancia que puedan continuar produciéndose tragedias por esta razón.
En nuestra Provincia, la peligrosidad aludida se presenta
particularmente en las comisarías y establecimientos del Servicio Penitenciario Federal, aunque no resultan ajenos a ella otras sedes estatales que albergan a personas, motivo que entendemos suficiente para hacer extensiva la propuesta a todas las dependencias del Estado Provincial donde se alojen personas (centros de salud, geriátricos, establecimientos educativos, etc.).
Existiendo en el mercado local colchones “anti-incendios” de diversas
marcas y características, resulta inconcebible continuar utilizando los tradicionales de poliuretano, máxime conociendo que son altamente inflamables, liberando su combustión químicos de alta toxicidad para el ser humano.
En consonancia con la presente iniciativa el senador José María Zingoni
presentó en la Legislatura bonaerense el proyecto de declaración F 398/2010 solicitando al Poder Ejecutivo Provincial que en forma perentoria dote de colchones ignífugos a complejos penitenciarios y comisarías.
En virtud de lo expuesto, solicito a los demás señoras y señores diputados