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Profesora: Bachilleres:
Lcda. Marys Tarife Avilés Milenkis
García Jairubis
Romero Carmen
Romero Editza
Marcano Franklin
Muñoz Ariannet
Fernández Lucys
Junio 2018
PRINCIPALES ECOSISTEMAS
Suelo
Estructura.
Horizontes del suelo.
El proceso de formación del suelo termina por estructurar a los materiales en unos estratos
o capas característicos a los que se denomina horizontes. El conjunto de estos horizontes
da a cada tipo de suelo un perfil característico.
Tradicionalmente estos horizontes se nombran con las letras A, B y C, con distintas
subdivisiones: A0, A1, etc.
Tipos de suelos.
Suelos arenosos.
Suelos calizos
Suelos limosos.
Suelos humiferos o de tierra negra.
Suelos arcillosos.
Suelos pedregosos.
Suelos de turba.
Suelos salinos.
En el suelo viven una gran cantidad de bacterias y hongos, tantos que su biomasa
supera, normalmente, a todos los animales que viven sobre el suelo.
En la zona más superficial, iluminada, viven también algas, sobre todo diatomeas.
También se encuentran pequeños animales como ácaros, colémbolos, cochinillas, larvas
de insectos, lombrices, entre otros.
BIOMAS TERRESTRES
La tundra: se encuentra junto a las zonas de nieves perpetuas. La dureza del clima no
permite la existencia de árboles. Su suelo -permafrost- está helado permanentemente,
excepto un breve deshielo superficial en los dos meses más calurosos.
La taiga: es el bosque que se desarrolla al Sur de la tundra. En ella abundan las coníferas
(Picea, abetos, alerces y pinos) que son árboles que soportan las condiciones de vida -
relativamente frías y extremas- de esas latitudes y altitudes, mejor que los árboles
caducifolios. El suelo típico de la taiga es el podsol.
Los bosques templados: En los Bosque templado de hoja caduca, se e sitúa en zonas
con climas más suaves que el bosque de coníferas. Se extiende al sur de la taiga en el
hemisferio norte, en amplias extensiones de América y Eurasia. En el hemisferio Sur sólo
está representado en estrechas franjas del Sur de América, Nueva Zelanda y Australia.
También se encuentra en las zonas bajas de las regiones montañosas de latitudes cálidas.
El clima en las zonas templadas es muy variable, con las cuatro estaciones del año bien
marcadas y alternancia de lluvias, periodos secos, tormentas, etc. En su vegetación se
puede decir que las especies de árboles que forman el bosque son muy numerosas. Hayas
y robles, junto a castaños, avellanos, arces, olmos, entre otros. La fauna es rica y variada.
Muchos insectos y otros animales viven en el suelo y alimentan a un gran número de aves.
También los anfibios, reptiles y mamíferos son muy abundantes.
Los Bosque mediterráneo: Las especies arbóreas suelen ser de hoja perenne, pequeña
y coriácea para soportar mejor las sequías estivales. Encina y alcornoque, acompañados
de acebuches, quejigos, algarrobos, etc. son los principales árboles de este tipo de
bosque. La fauna es rica y variada e incluye todo tipo de animales.
La dehesa: Es un ecosistema único, típico de extensas zonas de la península Ibérica, en
el que la acción humana ha modificado el bosque mediterráneo llegando a un equilibrio
ideal para la explotación de recursos: madera, ganadería, etc.
OCÉANOS Y MARES
Los océanos ocupan el 70% de la superficie terrestre y contienen una gran variedad
de organismos. En sus aguas se pueden encontrar representantes de prácticamente todas
las formas de vida.
Es por eso, que los seres que viven en el mar se han adaptado a condiciones físicas
muy variadas (olas, mareas, corrientes, salinidad, temperatura, presión, iluminación, gases
disueltos, etc.) y han desarrollado sistemas fisiológicos, de sujeción, de flotación, etc. muy
variados.
Sus cadenas tróficas empiezan con organismos fotosintéticos y terminan con
grandes ballenas, peces, calamares gigantes, entre otros.
Organismos pelágicos: Viven en las aguas libres, en las que los organismos que se
encuentran viven sin relación con el fondo oceánico. Aquí encontramos los grandes
cardúmenes de peces, ballenas, calamares, etc. que se desplazan por sus propios
medios por el medio acuático.
Organismos bentónicos: Viven en el fondo oceánico. Los organismos que viven en
este ambiente están sujetos al fondo o se apoyan y descansan en él para su
alimentación, su reproducción, defensa, etc. El grupo de organismos bentónicos es
muy numerosos (algas, anélidos, moluscos, corales, estrellas, crustáceos, peces de
fondo, etc.)
Organismos planctónicos: Este grupo de seres vive flotando en las aguas y, aunque
pueden realizar algunos desplazamientos por su cuenta, se mueven principalmente
arrastrados por las corrientes. Entre ellos están algas microscópicas (fitoplancton),
protozoos, pequeños crustáceos, huevos, larvas, medusas, etc.)
Zona nerítica: Cercana a la costa, en zonas en las que la profundidad es, como
mucho, de 150 o 200 m. Corresponden a la plataforma continental, con menos del
10% de la superficie oceánica total, pero con una producción que es casi la mitad
del total generado por el océano. Se llama zona litoral a la que se ve afectada por la
oscilación de las mareas.
Zona oceánica: Es la zona de aguas profundas. En los océanos el máximo de
producción primaria se produce en la zona fótica (iluminada) a los 20 o 30 m de
profundidad, aunque se encuentran algas hasta los 200 m, dependiendo de la
transparencia de las aguas. Del plancton que se va produciendo, el 75%
aproximadamente, es devorado por los consumidores de primer orden. El resto
desciende hasta el fondo y se sedimenta. A partir de los 500 m (zona afótica) la
oscuridad es absoluta en todos los lugares. Los organismos que viven en los
grandes fondos abisales, poseen adaptaciones muy especiales a la oscuridad total,
la irregularidad alimenticia y las grandes presiones que deben soportar.
Los océanos juegan un importantísimo papel regulador del clima y de las
concentraciones de CO2 y O2, lo que lógicamente repercute en la biosfera de forma
muy importante.
Los ríos son componentes esenciales del paisaje continental. Su trabajo erosivo
moldea el relieve, forma valles, corta cañones y deposita materiales en sus tramos bajos
originando amplias llanuras aluviales. Para la vida en el medio terrestre son esenciales.
Llevan agua y nutrientes a plantas y animales y transportan a los organismos y a sus
estructuras reproductoras. Son muy usados por el hombre para suministro de agua,
deposición de residuos, producción pesquera, etc.
Desde el punto de vista ecológico es totalmente diferente el funcionamiento de los
tramos alto, medio y bajo:
En el curso alto el agua lleva pocos nutrientes pues no ha tenido tiempo de disolver
o arrastrar minerales ni otras moléculas. El agua está bien oxigenada pues es fría y está
agitada. Debido a la fuerte corriente no se pude desarrollar el fitoplancton y hay poca
fotosíntesis: el ecosistema es heterótrofo (más respiración que producción) y los
organismos obtienen la energía de los nutrientes que afluyen desde la cuenca, arrastrados
por las aguas de lluvia.
En el curso medio el lecho es más amplio y menos abrupto, las corrientes tienen
menos fuerza y crecen plantas que se sujetan al lecho del río. El río es más autótrofo
(producción/respiración mayor que 1 frecuentemente). La diversidad de especies suele ser
máxima. Es el lugar de los barbos, nutrias, ranas.
En el curso bajo las corrientes son lentas y las aguas fangosas y al haber menos luz
se hace menos fotosíntesis, por lo que el río de nuevo es heterótrofo y hay poca variedad
de especies en la mayoría de los niveles tróficos. Los peces más frecuentes son tencas,
percas, lucios, anguilas, etc.
Lagos y lagunas.
Son sistemas jóvenes, a escala geológica. Las lagunas y la mayor parte de los
lagos, permanecen desde pocas semanas o meses, las estacionales, a varios cientos de
años, las más duraderas. Con el paso del tiempo acaban llenándose de sedimentos y
colmatándose. Por este motivo la diversidad de especies es baja pues, aunque por su
aislamiento debía ser alta, su corta duración no da tiempo a la aparición de nuevas
especies.
En un lago grande se distinguen las siguientes zonas:
Zona litoral: con vegetación enraizada a lo largo de la orilla
Zona limnética: aguas abiertas con fitoplancton.
Zona profunda: con organismos heterótrofos por falta de luz suficiente para hacer
fotosíntesis.
En las regiones templadas las aguas de los lagos suelen estar fuertemente estratificados
en el verano. La parte superior más cálida (epilimnion) se aísla de la más fría (hipolimnion)
por una zona llamada termoclina que actúa como barrera ante el intercambio de
materiales. Al mezclarse las aguas suele haber explosiones de fitoplancton porque la
agitación del agua hace aflorar nutrientes a la superficie.
ZONAS HÚMEDAS
Zonas húmedas son ecosistemas con una elevada biodiversidad, superados sólo
por los bosques tropicales, que actúan como refugio para numerosas especies de fauna y
flora, muchas de ellas en peligro de extinción. Son muy fértiles, con una gran productividad
primaria e imprescindible para la supervivencia de muchas especies.
Las fluctuaciones de agua por mareas o fuertes lluvias y los incendios estacionales
las hacen más fértiles, porque liberan nutrientes solubles. Si no hay estas fluctuaciones se
van acumulando sedimentos y turba que facilitan la invasión por la vegetación terrestre y el
humedal desaparece.
Tienen, también, un especial interés porque mantienen a los acuíferos que hay en
su cercanía y los van rellenando de agua.
La gran productividad de les zonas húmedas se manifiesta en la total renovación
anual de la parte aérea de las grandes hierbas y en la gran biomasa que adquieren las
bacterias y los diferentes grupos de invertebrados. Entre los vertebrados abundan
las aves y los anfibios. Por desgracia, a lo largo de la historia los humedales han tenido
muy mala fama porqué son el hábitat del mosquito Anopheles maculipennis, el transmisor
del paludismo o malaria, un enfermedad grave que actualmente está prácticamente
erradicada de Catalunya.
El hombre siempre ha confiado en los sistemas naturales para limpiar y depurar sus
residuos y los ha vertido a ríos, mares y vertederos terrestres.
Destrucción de ecosistemas naturales: El uso de recursos por el hombre deja en
ocasiones a los ecosistemas sin componentes que les son imprescindibles. Así
sucede cuando desviamos cursos de agua para usarlos en regadío o
abastecimiento de ciudades y el cauce de los ríos queda sin caudal suficiente para
mantener el ecosistema. O cuando se construye en las zonas del litoral sobre
marismas.
Introducción de organismos ajenos al ecosistema: La actividad humana mueve
muchas especies de unos lugares a otros. A veces conscientemente y otras sin
querer, al transportar mercancías o viajar de unos sitios a otros.
Al concluir con este trabajo Conocer el suelo, las praderas, los bosques, los océanos
o los humedales, entre otros varios ecosistemas, es fundamental para entender el
funcionamiento de nuestro planeta. Hay varios tipos de ecosistemas, muy extendidos por
todo el mundo, cuyo estudio permite tener una visión global de la marcha que ha tenido la
vida en la Tierra.
El ecosistema es el nivel de organización de la naturaleza que interesa a la
ecología. En la naturaleza los átomos están organizados en moléculas y estas en células.
Las células forman tejidos y estos órganos que se reúnen en sistemas, como el digestivo o
el circulatorio. Un organismo vivo está formado por varios sistemas anatómico-fisiológicos
íntimamente unidos entre sí.
Dentro de este orden de ideas el funcionamiento de todos los ecosistemas es
parecido. Todos necesitan una fuente de energía que, fluyendo a través de los distintos
componentes del ecosistema, mantiene la vida y moviliza el agua, los minerales y otros
componentes físicos del ecosistema. La fuente primera y principal de energía es el sol.
Es importante recalcar que la acción del hombre sobre el ecosistema todos los
organismos consumidores viven de la explotación del ecosistema y la especie humana
también necesita explotarlo para asegurar su supervivencia. De la naturaleza se obtienen
los alimentos y a la naturaleza se devuelven los residuos que generamos con nuestra
actividad. La energía que empleamos la obtenemos, en su mayoría, de la combustión de
reservas de compuestos de carbono (petróleo, carbón, gas) almacenados por el trabajo de
los productores del ecosistema a lo largo de muchos millones de años.
BIBLIOGRAFIA
Zonas húmedas