You are on page 1of 13

UNIDAD 2 – FASE 2

ACTIVIDAD COLABORATIVA

DULMAY KATERINE AVILA LOPEZ

DIANA PATRICIA GOMEZ TIRADO

YURI SHIRLEY CIBO LEON

YULI YISED MONDRAGON

178

NANCY PERALTA

TUTOR

UNIVERSIDAD ABIERTA Y ADISTANCIA – UNAD

ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES, ARTES Y HUMANIDADES

PROGRAMA DE PSICOLOGIA

CEAD GUAVIARE

OCTUBRE

2017
CAPITULO 11

ESTRÉS Y SALUD EN LA INFANCIA: DE LAS ENFERMEDADES CRÓNICAS AL


BIENESTAR INTEGRAL

La infancia se consideró como una etapa en la que rara vez se presentaban alteraciones
emocionales, o bien en la que los cambios propios del desarrollo explicaban el comportamiento
des adaptativo. Sin embargo, hoy sabemos que el estrés que viven los niños es un factor que influye
en su desarrollo biopsicosocial. El término estrés es ampliamente utilizado en el campo de la
psicología de la salud, existiendo numerosos estudios que tratan de definir y conceptualizar este
constructo, algunos de los cuales se enfocan al impacto del estrés en la salud, otros a los factores
biológicos asociados a las respuestas del individuo y a los psicológicos propios del estrés.

Entre las características de un evento o suceso estresante se podría considerar los procesos de
desarrollo y maduración de los infantes, esto permite comprender la forma en que se origina el
estrés y cuáles son sus posibles consecuencias, de acuerdo con la edad del niño. En la primera
infancia, uno de los principales agentes de estrés es el estar sin el cuidador primario, ir a la escuela
o vivir situaciones extrañas o novedosas. Posteriormente, conforme los niños crecen y se
encuentran en edad escolar, se presenta el estrés como consecuencia del aumento de las exigencias
académicas: exceso de tareas escolares, problemas en la interacción con el profesor, dificultades
de aprendizaje y bajas calificaciones escolares y de la presión que los compañeros puedan ejercer.
En la adolescencia, los factores de estrés están más asociados a aspectos sociales: relaciones
amorosas, necesidad de tener éxito en particular con los pares; de este modo, las dificultades en las
relaciones con iguales, tales como: falta de aceptación, peleas, situaciones de ridiculización,
competitividad y envidia respecto a logros académicos son fuentes de estrés.

El Desorden por Estrés Postraumático (DEP) Este trastorno psiquiátrico, hace referencia al
proceso de aprendizaje y a los cambios en la conducta como resultado de la experiencia. En la
terapia cognitivo conductual se permite reestructurar el pensamiento del niño, cambiando las
conductas poco adaptativas.

Con respecto a las técnicas más usadas para el manejo de los niños con este trastorno, se encuentran
la terapia de exposición al trauma e inoculación de estrés, psi coeducación, resolución de
problemas, relajación y reestructuración cognitiva. En general, las estrategias cognitivo
conductuales han mostrado efectividad; no obstante, es importante considerar ante la edad si se
toma en cuenta a los niños muy pequeños, pues pueden mostrar dificultad para comprender la
exposición y mantenerse atentos; de igual forma, se tiene que ser cauteloso al momento de solicitar
focalización de imágenes traumáticas, sobre todo si el infante tiene pocos recursos para controlar
la ansiedad y dificultad para expresar el nivel de estrés o carece de suficiente control sobre sus
procesos cognitivos.
¿Por qué los niños estresados ponen en riesgo su salud? Se debe a su crecimiento, la
vulnerabilidad biológica, la plasticidad cerebral, el papel del sistema inmune, la susceptibilidad y
forma de reaccionar ante situaciones estresantes y el papel del ambiente social.

Un enfoque para las enfermedades crónicas, es la edad de inicio, que hace referencia al momento
en que el niño y su familia confrontan la enfermedad; interactúa con el nivel de desarrollo,
determinando las necesidades de servicio y los retos para el ajuste a la nueva situación. En lo que
a la dimensión de movilidad actividad concierne, es trascendente en el caso de los niños, ya que el
grado en el que la enfermedad tiene impacto en la dinámica puede afectar al acceso y participación
en actividades físicas u otras. Se ha sugerido que los niños limitados en sus ejercicios pueden
presentar mayor frustración y dificultades en el ajuste psicológico, debido a la interferencia en sus
intentos por completar la actividad que sus compañeros sí pueden finalizar, porque se perciben
menos competentes; otro aspecto estresante que también se observa, es el representado por el
impacto de la enfermedad en el funcionamiento cognitivo, el cual normalmente afecta la
posibilidad de que el niño se reincorpore a sus actividades académicas.

Los principales eventos estresantes de los niños son: la enfermedad, el dolor, el propio entorno
(ambiente no familiar y presencia de extraños), la exposición a material médico la anestesia (miedo
a no despertar), la separación de los padres, familiares y amigos, el estrés que observan en las
personas acompañantes (generalmente los padres), la ruptura de la rutina vital y adaptación a una
desconocida e impuesta; la pérdida de autonomía, control y competencia personal, la incertidumbre
sobre la conducta apropiada y la muerte. Su efecto varía en función de la edad, de las experiencias
previas de hospitalización, de determinadas variables de personalidad y, especialmente, del
repertorio de habilidades de afrontamiento del niño.

Las características individuales tienen influencia sobre la respuesta ante situaciones estresantes;
la resiliencia entonces se asocia a una relación positiva con adultos competentes, con tener
habilidades de solución de problemas y con experiencia previa de éxito. De igual forma, la
interacción familiar afecta las respuestas a los estímulos estresores, incluso la influencia adversa
de los desacuerdos por riñas familiares puede ser modificada por las características particulares
intrafamiliares.

Finalmente, es importante contribuir en el mantenimiento de hábitos saludables, dormir y comer


de modo apropiado, esto permite rebajar la probabilidad de estresores biológicos, que se suman a
estresores sociales, resultando un niño irritable y con vulnerabilidad ante la enfermedad. La
vida cotidiana representa en sí misma un importante reto para el bienestar y la salud de los niños.
El papel de los adultos es importante para manejar los distintos tipos de estrés, pero sobre todo
enseñarles a través de la práctica cómo se puede llegar al desarrollo de habilidades útiles ante
momentos difíciles. Un niño que vive las consecuencias negativas del estrés será un adulto
vulnerable ante las enfermedades de salud mental y físicas. La prevención en este campo nos acerca
al desarrollo de niños fortalecidos y mejor preparados para las demandas de nuestra época.
ARTICULOS

APORTE DE DULMAY AVILA

ESTILOS DE AFRONTAMIENTO ANTE EVENTOS ESTRESANTES EN LA


INFANCIA

El afrontamiento es una variable mediadora de la adaptación y de los eventos estresantes de la


vida diaria de un individuo. En el caso del infante le permite lidiar con los cambios físicos,
psicológicos, familiares, sociales y académicos típicos de su edad.

Todo ser vivo se encuentra inmerso en un medio que está formado por innumerables estímulos
y situaciones totalmente diferentes ante los que debe reaccionar si quiere sobrevivir. Para ello
cuenta con una serie de mecanismos biológicos y psicológicos que le ayudan a elaborar, integrar y
responder ante ellos, encontrándose en un permanente estado de adaptación. Estos mecanismos se
conocen actualmente como “Afrontamiento” como “aquellos esfuerzos cognoscitivos y
conductuales constantemente cambiantes para manejar las demandas específicas externas y/o
internas evaluadas como excedentes o desbordantes de los recursos de los individuos.” De esta
manera, el afrontamiento hace referencia a las respuestas cognitivas, emocionales y de conducta
instrumental que los individuos emplean para manejar y tolerar el estrés. Estas habilidades, que
sirven para hacer frente a las situaciones que se perciben como estresantes, dependen de los
recursos disponibles o características del individuo, del entorno donde éste funciona y las
experiencias previas.

Este modelo teórico enfatiza como consecuencia que el estrés no está solamente determinado
por la naturaleza de un estímulo ambiental, ni por las características de la persona, sino por la
interacción entre la evaluación que del estímulo hace el individuo y las demandas que éste tiene
sobre él. A la edad de 10-13 años (considerado como pre-adolescencia) el niño se desarrolla en
diversos contextos sociales: el hogar, la escuela y la comunidad en la que se desenvuelve. Durante
esta fase y en estos contextos se presentan crisis inevitables y/o conflictos que traen como
consecuencia la percepción de estrés que puede afectar su salud mental y emocional y es
precisamente el afrontamiento el que permite a los niños lidiar con los cambios físicos,
psicológicos, familiares, sociales y académicos típicos de su edad.
El uso de recursos de afrontamiento adecuados pueden ser factores importantes que influyen en el
desarrollo y crecimiento positivo de un individuo.

Trianes (1990) menciona que las habilidades de afrontamiento del infante pueden diferir de la
de los adultos, debido a que los niños por causa de un menor desarrollo cognitivo, afectivo y social,
tendrán un repertorio limitado de estrategias de afrontamiento. Esto se da también porque a los
niños les falta experiencia, tienen poco control sobre las circunstancias que pasan a su alrededor y
muestran una mayor dependencia de la familia y del contexto escolar.

Figura 1. Esquema de Afrontamiento

En general los estudios realizados sobre el afrontamiento en niños presentan el uso de diferentes
estilos y estrategias, por ejemplo Ryan-Wenger (en Dalbosco & Simon, 2002) presentó una
taxonomía como resultado de una serie de trabajos empíricos sobre este tema. Se identificaron
inicialmente 145 Estilos de Afrontamiento ante Eventos Estresantes estrategias las cuales fueron
agrupadas de acuerdo con algunas características en común, quedaron las siguientes categorías:
actividades agresivas, comportamientos de evitación, comportamiento de distracción, evitación
cognitiva, distracción cognitiva, solución cognitiva de problemas, reestructuración cognitiva,
expresión emocional, resistencia, búsqueda de la información, comportamiento de aislamiento,
actividades de autocontrol, búsqueda del apoyo social, búsqueda del apoyo espiritual e intento de
modificar al estresor.

En algunos estudios se ha encontrado que el infante tiende a usar con mayor frecuencia, aquellas
estrategias de afrontamiento dirigidas al problema y no es sino hasta la adolescencia que comienzan
a adoptar estrategias para el manejo emocional.

Las habilidades para el afrontamiento focalizado en el problema parecen ser adquiridas a edades
tempranas, desarrollándose aproximadamente entre los 8 y 10 años de edad. Las habilidades
focalizadas en la emoción se desenvuelven durante la adolescencia debido a que los niños muy
pequeños aún no tienen consciencia de sus estados emocionales.

Por otro lado, el estrés es el resultado de la percepción que se tiene ante eventos internos y
externos que pueden alterar el equilibrio del individuo. Al tomar en cuenta este punto, la relación
entre el estrés y el afrontamiento es recíproca, debido a que, las acciones que realiza una persona
para enfrentar un problema, afectan la valoración del mismo. Pero al mismo tiempo si el
afrontamiento no es efectivo, el estrés se cronifica, y se produce un fracaso adaptativo, que tiene
efectos físicos, emocionales y sociales. Por lo tanto puede decirse que el afrontamiento efectivo
obra como un factor protector de la salud, ya que actúa como neutralizador de los efectos
estresantes de los acontecimientos vitales.

APORTE DE: DIANA PATRICIA GOMEZ TIRADO


Diferencias en los procesos de atención y memoria en niños con y sin estrés postraumático
 Descripción de los conceptos principales

Atención focalizada: habilidad para responder distraídamente a estímulos visuales, auditivos o


táctiles específicos.

Atención sostenida: habilidad para mantener una respuesta conductual constante a lo largo de
actividades continuas y repetitivas.
Atención selectiva: habilidad para inhibir estímulos que no son importantes y atender a los que han
sido seleccionados.
Atención alternante: Capacidad de flexibilidad mental que permite a los individuos alterar el foco
de atención y moverse entre tareas con requerimientos cognoscitivos diferentes.
Atención dividida: habilidad para responder simultáneamente a varias tareas o demandas.
Memoria inmediata: Primera etapa del sistema de memoria donde se ha fijado la información
seleccionada para la retención de los procesos de registro. Se compone de una capacidad limitada
de almacenamiento (unos cuantos segundos), de donde la información será transferida a un almacén
más permanente. En ausencia de repetición voluntaria, la información se pierde.
Memoria a corto plazo: registra y retiene información perceptual y conceptual en un estado
altamente accesible, por un periodo corto.
Memoria de trabajo: sistema capaz de retener y manipular información mientras se participa en
tareas cognoscitivas.
Memoria a largo plazo: mantiene la información en un almacén permanente y tiene capacidad
ilimitada.
Descripción de los aspectos neuropsicológicos afectados
Atención: es una de las funciones cognoscitivas que se ve frecuentemente afectada en el PTSD,
es necesario comprender la naturaleza de la misma para entender sus manifestaciones en el PTSD.
La atención puede ser concebida como la focalización selectiva de nuestra conciencia, que filtra y
desecha información no deseada (Junque, 1995). A nivel clínico, Sohlberg y Mateer (2001)
proponen el siguiente modelo jerárquico de la atención, donde el grado de complejidad del proceso
atencional se incrementa en función del tipo de actividad realizada.
Memoria: la memoria es un conjunto de procesos que implica varios estadíos: atención,
codificación, almacenamiento y recuperación. El papel de la atención en el proceso de memoria,
corresponde al nivel de alerta y activación que permiten la capacidad inicial para realizar cualquier
tarea. Una vez que se tiene esta capacidad, el proceso de codificación se encarga de analizar el
material que se va a codificar; una vez codificada la información, el almacenamiento se refiere a la
transferencia de la memoria transitoria a un módulo que permita el acceso y retención permanente.
Aportes del articulo al análisis del problema
El evento traumático que origina el PTSD genera en el niño y el adolescente, la interrupción del
proceso normal de desarrollo y hace que se retrase u obstaculice la adquisición de habilidades,
capacidades y funciones propias del momento evolutivo. Hay autores que sustentan que los factores
cognoscitivos más afectados en el PTSD son el aprendizaje, la atención y la memoria.
Los procesos de atención selectiva y alternante, así como de memoria inmediata y lógica, son
diferentes entre los niños víctimas de abuso sexual con estrés post traumático (PTSD) y niños sin
este diagnóstico, siendo las ejecuciones de los niños con PTSD inferiores. Así mismo teniendo en
cuenta las observaciones y ejecuciones de los grupos, los niños sin PTSD presentan mejores
respuestas en cuanto a velocidad de procesamiento y construcción de estrategias para almacenar
información.
En este sentido estos déficits (procesos de percepción lentos, pobres estrategias de asociación
mnésica, alteraciones de atención selectiva y alternante) pueden ser una posible causa del retraso
u dificultad que impide la adquisición de habilidades o capacidades escolares en esta población.

APORTE DE: YURY SHIRLEY CIBO


EVENTOS QUE GENERAN ESTRÉS EN LA INFANCIA: DIFERENCIAS POR SEXO Y
EDAD

 Descripción de los conceptos principales

Mediante el artículo de investigación científico se presenta cuáles son los principales

Estresores estrés: los estresores más comunes son los que

Niños: Estresores más comunes entre niñas y niños

Género: se presenta los estresores más relevantes de acuerdo a los diferentes sexos
niña o niño

Edad: la diferencia entre las edades de 0 18 donde se presenta los estresores más
comunes

Tabla de los periodos evolutivos:


Mediante el artículo de investigación muestra cada desarrollo evolutivo, de las edades de 6
años hasta 18 años de edad, donde se evidencia las diferentes estresores relacionados con
Diferencia por categorías:

Estresores más frecuentes y apariciones:


Estresores por edad:

 Descripción de los aspectos neuropsicológicos afectados

Relacionados en procesos cognitivos emocionales por motivos de los diferentes


estresores porqué Las emociones se caracterizan por su gran inconstancia
aparecen y desaparecen con gran rapidez, son positivas y negativas, y por su
complejidad, son procesos en los que están implicados factores fisiológicos,
cognitivos, conductas y conciencia.

 Describir los conceptos centrales del artículo.


Como se puede apreciar en cada imagen del artículo muestra lo más importante central de este
tan importante artículo científico, se muestra la diferencia de cada estresor infantil si bien es
cierto se pueden evidenciar los más frecuentes, por medio de un grupo de niños y niñas
escolarizados, por otra parte esto fue muy factible por medio de diferentes preguntas que se
realizaron a los estudiantes, también se evidencio que se utilizó 7 subcategorías de estresores ,
de las cuales fueron muy positivas para la investigación de estresores en los diferentes eventos
de estrés en la infancia. (a) estresores interpersonales en el ámbito familiar, (b) estresores
interpersonales con los pares, (c) estresores escolares, (d) problemas de salud, (e) pérdida o
temor a la pérdida afectiva o material, (f) problemas económicos, (g) estresores que tienen que
ver con la imposición de normas y reglas y el temor al castigo, (h) injusticias, (i) aversión y
temor a la soledad.

MAPA CONCEPTUAL
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Bernate - Navarro, Mara, Baquero - Vargas, María Paula, & Soto - Pérez, Felipe. (2009).
Diferencias en los procesos de atención y memoria en niños con y sin estrés postraumático.
Cuadernos de neuropsicología, 3(1), 104-115. Recuperado de
http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S071841232009000100005&
lng=pt&tlng=es

Galán, C., & Camacho, G (2012). Estrés y salud: investigación básica y aplicada. México, D.F.,
MX: Editorial El Manual Moderno. Recuperado de
http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2051/login.aspx?direct=true&db=edsebk&AN=85522
1&lang=es&site=eds-live

Hernández Altamirano, Sheila Viridiana, & Gutiérrez Lara, Mariana. (2012). Estilos de
afrontamiento ante eventos estresantes en la infancia. Acta de investigación psicológica,
2(2), 687-698. Recuperado en 02 de octubre de 2017, de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-
48322012000200007&lng=es&tlng=pt.

Trianes Torres, María Victoria, Mena, María J. Blanca, Fernández-Baena, Francisco Javier,
Escobar Espejo, Milagros, Maldonado Montero, Enrique F., EVALUACIÓN Y
TRATAMIENTO DEL ESTRÉS COTIDIANO EN LA INFANCIA Papeles del Psicólogo [en
linea] 2012, 33 (Enero-Abril) : [Fecha de consulta: 30 de septiembre de 2017] Disponible
en:http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=77823404004

Enfoques XVII, 1 (otoño 2005): 85-101. 85. Eventos que generan estrés en la infancia: diferencias
por sexo y edad∗. Laura B. Oros y Gisela K. Vogel
http://www.redalyc.org/pdf/259/25917106.pdf

You might also like